BENVENUTO CELLINI Fan Bautista Querol Universitat de València A comienzos del siglo XV, Italia no era una unidad
social o cultural, aunque existía el término Italia y algunas personas cultas
podían entender el toscano. Italia era simplemente una expresión geográfica,
aunque la geografía influía tanto en la sociedad como en la cultura. La
posición central de Italia en Europa, y el fácil acceso al mar, dio a sus
mercaderes la oportunidad de convertirse en los intermediarios entre el Este
y el Oeste. La ciudad-estado era la forma de organización política dominante
en el siglo XII y comienzos del XIII. A finales del siglo XV Florencia era
una ciudad próspera, culta y libre, contrariamente a lo que ocurría en el
resto de la actual Italia, donde la tiranía era la forma más habitual de
gobierno. Lorenzo el Magnífico
(1) había convertido a la ciudad en un foco de
riqueza, de intelectualidad y de pasión artística. Al mismo tiempo y gracias
a su hábil diplomacia había conseguido un equilibrio de poder entre los
estados vecinos que hacía posible una paz que tanto convenía a los intereses
florentinos. Tras la muerte de Lorenzo en 1492, le sucedió su
hijo Pedro II. Cuando el rey francés Carlos VIII invade el norte de Italia,
Pedro II se rinde al del rey francés. Esto hace que los florentinos se
rebelen y expulsen a Pedro II. Con su exilio en 1494, el primer periodo del
gobierno Medici termina con la restauración de un gobierno republicano. En el año1490 el monje dominico Girolamo Savonarola se
convierte en prior del monasterio de San Marco. Para Savonarola,
la invasión francesa era el cumplimiento de su profecía sobre un nuevo
diluvio. Describía a Carlos VIII como el instrumento de Dios para la reforma
de la Iglesia, y su capacidad de invadir Italia se debía a los pecados de los
Medici. Algunos humanistas, como Giovanni Nesi, se
unieron a las idea de Savonarola de la llegada de
una «nueva era», y aprovechó la oportunidad para hacer reformas políticas que
llevaran a un gobierno más democrático. Finalmente fue declarado hereje y
quemado en la hoguera en la Piazza della Signoria el 23 de
mayo de 1498. Otra personalidad inusual de esa época fue Nicolás
Maquiavelo, cuyos consejos para la regeneración de Florencia bajo un
liderazgo fuerte han sido con frecuencia vistos como la legitimación del
abuso de autoridad en la vida política. Para Maquiavelo, la fácil conquista
por parte de los ejércitos de Carlos VIII había sido una lección. Maquiavelo
infirió que los hombres son «desagradecidos, vacilantes, mentirosos e
impostores» y que la fuerza, no la razón, era decisiva en política. El 16 de mayo de 1527 Florencia destierra a los
Medici por segunda vez y restablece la república. En 1537 los Medici vuelven a gobernar en
Florencia. Con el apoyo del Emperador y del Papa, los Medici se convierten en
1537 duques hereditarios de Florencia, y en 1569 Grandes Duques de Toscana.
Extenderán su poder durante dos siglos más. Trayectoria vital de Cellini Dentro de este clima de lucha y agitación política
nació Benvenuto Cellini,
el 3 de noviembre de 1500. Hijo del maestro Juan de Andrés de Cristóbal Cellini y de Isabel de Esteban Granacci,
que ya llevaban casados veinte años y estaban desesperados a tener un hijo
varón. Este hecho hizo que se le considerara un hijo bienvenido, y por eso le
llamaron Benvenuto. Su padre era un humilde
fabricante de instrumentos musicales, aunque también trabajaba el marfil y
sobresalía en otras artes industriales, hasta el punto que habiendo sido
nombrado pífano
(2) de la Signoria. Lorenzo
el Magnífico y su hijo Pedro le obligaron a dimitir para que no se distrajera
de sus otras ocupaciones. Por aquel tiempo el niño Benvenuto
aprendió a tocar la flauta y la corneta y solía acompañar a su padre a tocar
junto a los músicos de palacio. El maestro Juan deseaba que su hijo se
convirtiera en músico, y para esta aspiración lo mandó a estudiar música a
Bolonia durante seis semanas. Benvenuto aprovecho su
estancia en Bolonia para trabajar de aprendiz en diversos talleres, como el
taller de orfebrería del maestro Hércules del Piffero
y el del miniaturista boloñés Escipión Cavalletti. Tras su regreso a Florencia y la restauración
de los Medici en 1512 por parte de Juan de Medici, futuro León X, Benvenuto logró que su padre le permitiera aprender
dibujo, y así consiguió entrar en los talleres de varios plateros y aurífices en Florencia. Las luchas y pasiones políticas que acontecieron
durante sus primeros quince años de vida, conformaron las cualidades de la
personalidad del joven. Benvenuto se distinguió por
un carácter independiente, colérico y arrebatado. Giorgio Vasari,
contemporáneo suyo, retrata a Benvenuto como «animoso, fiero, vivace, prontissimo e terribilissimo».
La primera huida de Cellini la efectuó a Siena, a
donde escapó por haber matado al agresor de su hermano, que era dos años
menor que él. Después, a la edad de dieciséis años, se fue a Pisa por
discrepancias con su padre. En Pisa trabajó durante un año en el taller del
maestro Ulivieri della Chiostra, donde aprendió a trabajar el oro y la plata. A su regreso a Florencia y tras superar una
enfermedad que contrajo en Pisa, llego a la ciudad Pietro Torrigiano (3), que venía desde Inglaterra y estaba buscando
artesanos jóvenes en Florencia para acometer un encargo del Rey de Inglaterra
de gran envergadura. Según nos cuenta Cellini en su
biografía, en una disputa con Miguel Ángel siendo niños, Torrigiano
le dio un puñetazo en la nariz, causándole una desfiguración que es visible
en todos los retratos del artista. La admiración que Cellini
tenía al «divino» Miguel Ángel hizo que rechazara la oferta, ya que el odio
que sentía por Torrigiano era mayor que el deseo
viajar a Inglaterra. Según podemos deducir de su autobiografía, Cellini tuvo tendencias homosexuales desde su juventud: Por aquel tiempo trabajé y trabé amistad
estrechísima con un mancebo de mi edad el cual también aprendía orfebrería
[…] El trabajar juntos engendró en nosotros tanto amor, que nunca, ni de día
ni de noche, estábamos el uno sin el otro […] trabajamos juntos cerca de dos
años. (4) En numerosas ocasiones Cellini
nos muestra en su biografía su más absoluta admiración y devoción por Miguel
Ángel, por lo que no creo que considerara sus propias tendencias sexuales
como un problema. A los diecinueve años, en 1519, se marcho a Roma,
acompañado de un joven escultor de su misma edad, Juan Bautista, llamado
Tasso. El mismo día de su llegada a Roma encontró trabajo en el taller del
maestro Firenzuolo. Después de dos años de estancia en Roma, y tras
pasar por varios talleres, atendió la petición de suplica de su padre y
volvió de nuevo a Florencia para trabajar con Francisco Lippi.
No tardó mucho Cellini en crearse problemas con sus
compañeros de profesión. Los Ocho (5), partidarios de Savoranola, publicaron un bando en contra del joven
orfebre, y este se vio obligado de nuevo a huir de Florencia para refugiarse
otra vez en Roma. Volvió a Roma a la edad de 23 años, estando al mando de la
Iglesia de Roma el Papa Clemente VII. En aquella época Benvenuto
aprovechaba sus días libres para visitar antigüedades y estudiarlas. Hizo
hermosos trabajos y se formó un cierto nombre que llego a oídos del Papa y de
otros personajes ilustres, como el Cardenal de Ferrara. Contrajo la peste,
aunque el hecho de que se la detectaran en la fase inicial de la enfermedad
le salvo la vida. El 6 de mayo de 1527 luchó en la defensa del
llamado Saqueo de Roma
(6), como artillero, contra las tropas de Carlos III
duque de Borbón y Condestable de Francia, al que según cuenta, mató de un
arcabuzazo: Así lo hicimos dos veces cada uno; yo me asome
hábilmente a las murallas, y vi por entre ellas un tumulto extraordinario;
porque, como supe después, aquellos tiros nuestros mataron al Borbón, que era
el que yo había visto primero más elevado que los demás. (7) Volvió de nuevo a Florencia, donde descubrió que
sus padres habían muerto por culpa de la peste. Los Medici habían sido
expulsados del poder y él comenzó a trabajar en el Mercado Nuevo. Al poco
tiempo le llego un emisario con una carta del Papa Clemente VII, donde medio
le sugería y medio le ordenaba que volviera a Roma para trabajar a su
servicio. Cellini no tuvo otra elección que volver
nuevamente a Roma. Trabajó para Clemente VII realizando diferentes vasos
decorados con oro y otros materiales preciosos; también joyas, cálices y
medallas. El Papa murió el 25 de septiembre de 1534. A los pocos días de la
muerte de Clemente VII, Cellini se vio envuelto en
una reyerta con uno de sus enemigos: Pompeyo, que trabajaba como lapidario (8) para Clemente VII y al que acabó asesinando
clavándole repetidas veces un puñalito que solía llevar escondido. El 13 de octubre de ese mismo año, Alejandro Farnesio se convirtió en el nuevo Papa Pablo III. Una de
las primeras peticiones del nuevo Papa fue la creación de una serie de
medallas dedicadas en su honor. Determinados artistas establecidos en Roma
ejecutaron el encargo, pero al Papa le asombró la de Cellini
y decidió que desde ese momento todas las medallas del Vaticano las realizara
Cellini. El asesinato de Pompeyo no había sido olvidado por
sus enemigos, que ahora tenían otro motivo para odiar a Cellini:
la exclusividad en la realización de medallística
vaticana. Y aunque el Papa le había otorgado el indulto completo de todas sus
fechorías, sabiamente decidió cambiar de aires y nuevamente regresó a
Florencia. Pero dejó a su fiel amigo Felice
encargado de custodiar su taller en Roma, que permanecía abierto. Durante esa
época los viajes entre Roma y Florencia fueron constantes. También viajó en
una ocasión a conocer Venecia pasando por Ferrara. El 9 de enero de 1537 Cosme de Medici fue
proclamado duque de Florencia. Tras pasar una larga temporada trabajando en Roma
para el Papa, realizó copas, medallas, joyas y un librito con las tapas de
oro, decidió cambiar nuevamente de aires. En esta ocasión partió hacia París,
con la compañía de su aprendiz Ascanio. Realizando un largo y agotador viaje.
Al poco tiempo de estar en París fue recibido por el rey de Francia,
Francisco I, y por el Cardenal de Ferrara, miembro de la corte. Hablaron de
realizar muchos proyectos durante un viaje hasta Lyon, pero Cellini enfermó de nuevo y ante el temor de morir lejos
de su patria decidió volver a Italia. De nuevo se instaló en Roma, donde lo esperaba su
fiel Felice, y pensando que el rey de Francia
olvidaría pronto sus planes, decidió abrir una nueva tienda y embarcarse en
nuevos proyectos en la ciudad eterna. Una vez más sus enemigos conspiraron
para que fuera acusado de robar en el vaticano durante el Saqueo de Roma. Fue
declarado culpable por Pablo III y encarcelado en el Castillo de Sant’Angelo. A finales de 1539 o a principios de 1540, el
rey de Francia, por medio del Cardenal de Ferrara, intervino a favor de Cellini y el Pontífice atendió a su suplica liberando a Cellini de la cárcel. Cuando salió de la cárcel, y
estando todavía en Roma comenzó a trabajar en un salero para Francisco I. Durante la Pascua de 1540, partió de nuevo a
Francia y durante el camino tuvo una nueva disputa, en este caso con el
maestro de postas
(9) de Siena. Cellini había
dejado olvidado el estribo y el cojín en su caballo, y el maestro de postas
se negó a devolvérselos. Según nos cuenta Cellini
en su autobiografía, su arcabuz se le disparo accidentalmente. La bala dio en
el arco de la puerta, reboto y dio en la garganta de aquel hombre, que cayó
muerto al suelo. Está claro que Cellini lo mató, lo
que no está tan claro es que fuera un accidente, como Cellini
nos cuenta. Finalmente Cellini se
instalo en Belió (10),
Francia. Negoció con el rey un salario de seiscientos escudos al año, el pago
de todas las obras realizadas, más quinientos escudos para empezar. Todo esto
constituía una pequeña fortuna, y si a esto añadimos que el rey lo había
sacado de la cárcel, Cellini debía estar muy
agradecido a su majestad. Cellini realizo en plata
bandejas, candelabros, vasos y medallas. En bronce, varias cabezas. Y
continuaba trabajando en el famoso salero de oro. En 1544 Francisco I le
pidió que decorara la puerta de entrada al Palacio de Fontainebleau,
pero no le sugirió ningún tema en concreto. Al cabo de mes y medio volvió
para comprobar cómo habían quedado los trabajos. Descubrió una composición en
bronce que a ambos lados tenía dos sátiros, en el dintel la Ninfa de Fontainebleau
y dos victorias aladas en los dos ángulos exteriores del semicírculo de la
puerta. Para la realización de la Ninfa y de las Victorias, tomó como modelo a
una joven virgen de quince años llamada Juana. Cellini
tuvo un romance con su joven modelo, y de esta relación nació Constanza, el
17 de junio de 1544. Siguió realizando trabajos de orfebrería una
temporada más para el rey de Francia, pero su carácter de nuevo le creó
enemigos. Si a esto añadimos su añoranza por Florencia y alguna pequeña
disputa con Francisco I, podemos comprender fácilmente la decisión de Cellini de volver a casa. Llegó a Florencia en agosto de
1545 y fue a presentar sus respetos al Duque de Florencia. Después de hablar
sobre las obras de Benvenuto, Cosme I le encargó la
realización de un Perseo en Bronce
para la Plaza de la Signoria. Una vez más, Cellini nos
habla en su autobiografía de sus enemigos. Un artista cercano al Duque, llamado
Baccio Bandinello (11), que según nos cuenta, intentaba desacreditarle
delante del Duque y sabotear su trabajo. También nos apunta que en una noche
que se encontraron por las calles de Florencia, estuvo a punto de matarlo,
pero se contuvo porque estaba acompañado de un niño. La realidad es que es
acusado de sodomía y tiene que huir de Florencia, aunque Cellini
omite esta información en su autobiografía y nos habla de un «viaje» a
Venecia. Durante este viaje contacta con Tiziano y con Jacobo del Sansovino
(12), arquitecto y escultor florentino que conocía de
etapas pasadas en Roma y Florencia. Ambos alabaron grandemente su trabajo. A su vuelta a Florencia, el primer bronce que
fundió fue la cabeza de Cosme I. En realidad se trataba de pruebas que el escultor
estaba realizando con la tierra de Florencia para acometer su gran trabajo: Perseo. Cellini
era un hombre de gran inquietud y capaz de trabajar al mismo tiempo en más de
un proyecto, cosa que había estado haciendo durante toda su vida. En el año
1548, estando en el palacio ducal, Cosme I le mostro una caja llegada desde Palestrina, en el interior había un torso romano del
siglo primero o segundo después de Cristo. Cellini
se ofreció a restaurarla, añadiéndole la cabeza, los brazos y los pies,
además un águila, convirtiéndola de esta forma en Ganimedes. Para su restauración,
contó con la ayuda de Willem Danielsz
van Tetrode, conocido en Italia como Guglielmo Fiammingo. La estatua
fue concluida en marzo de 1550 y situada en el Palacio Vecchio. Para cumplir la restauración, recibió
una pieza de mármol griego, pero le pareció un desperdicio utilizarlo para
realizar piezas pequeñas, o tal vez decidió utilizarla para practicar su
destreza en el mármol, ya que hasta ese momento nunca lo había trabajado. De
modo que comenzó un Narciso. La
mala calidad del mármol, hizo que se fractura debido al compuesto poroso y a
una inundación de Florencia del rio Arno. Cellini le añadió una guirnalda en su pecho para
disimular el corte, que actualmente ha desaparecido. Una vez fundido el Perseo, y a falta de los retoques finales, Cellini
pido permiso al Duque para ir a Roma, eran los primeros años del Papa Julio
III. Cuando llegó a Roma fue a visitar a Bindo Altoviti, banquero de origen florentino al que había
hecho un busto de bronce. Bindo anteriormente le
había mandado una carta en la que le explicaba cómo Miguel Ángel había visto
el busto en el despacho de su casa y había alabado enormemente el trabajo de Cellini. Éste hizo un busto de Bindo,
apenas tres años después del de Cosme I. Ambos personajes se odiaron en vida.
Parece que Cellini y Bindo
se conjuraron para crear un retrato lo más diferente posible al de Cosme. El
Duque aparece muy excitado y agresivo, abrumador en su grandeza. Es un retrato
público y militarista, para ser expuesto. Mientras que el busto de Bindo es privado y humanista. Aunque ambos emulan
prototipos, el de Bindo Altoviti
se presenta como filósofo republicano y no como un general imperial. Durante su estancia en Roma, Benvenuto
fue a hablar con Miguel Ángel, por orden de Cosme I, para intentar
convencerlo de que volviera a Florencia a trabajar para el Duque. El genial
artista rechazo la oferta. De vuelta a Florencia comenzó la guerra de Siena,
y el duque le encarga fortificar la puerta del Prato
y la Puertecilla d’Arno. Recibió un primer esquema
del Duque, pero comprobando que era erróneo, lo modifico y convenció al Duque
para que le dejar ejecutar su proyecto. El 27 de abril de 1554, jueves por la mañana, se
descubrió la estatua de Perseo en
la Logia de los Lanzi, ubicada en la Piazza de la Signoria, donde aun hoy continúa expuesto. Cellini recibió excelentes críticas y alabanzas por su
obra, y el duque quedo altamente satisfecho. Aunque Cellini no lo
cuenta en su autobiografía, el 26 de febrero de 1556, su aprendiz Fernando di
Giovanni di Montepulciano lo acusa de haberlo
sodomizado en varias ocasiones. No era la primera vez que Cellini
tenía que hacer frente a este tipo de acusaciones, y como ésta, no aparecen
en su autobiografía. En esta ocasión la sanción fue el pago de cincuenta
escudos de oro y cuatro años de prisión, que gracias a la intervención de los
Medici acabaron siendo cuatro años de arresto domiciliario. Cellini cayó en desgracia y su distanciamiento con los
duques fue notable. En repetidas ocasiones el artista pidió licencia para
marcharse de la ciudad, pero el duque no se las concedió, de modo que Cellini se encontró en una época de paro forzoso, ya que
no recibía encargos del duque y tampoco podía viajar para trabajar para
otros. Fue durante esta época, en 1558, cuando Benvenuto
aprovechó para empezar la narración de su
Vida. Esta situación de paro forzoso, unida a alguna mala inversión y a
alguna que otra estafa que Cellini sufrió de los
banqueros y usureros de Florencia, llevaron al artista a una situación muy
delicada en sus finanzas. Además el duque dejo de pagarle las cantidades
prometidas en el pasado. En el año 1559 Cosme I, convoco un concurso para
realizar un Neptuno de mármol en la
fuente de la Plaza de la Signoria. El vencedor fue Baccio Bandinelli, enemigo
declarado de Cellini. Bandinelli
consiguió un bloque de mármol de Carrara para el Neptuno, pero murió sin
terminar la obra. Ammanati (13) fue
elegido para continuar la obra dejando a Cellini al
margen. Trabajó junto a sus ayudantes en esta obra entre 1563 y 1565. Entre 1556 y 1562 Benvenuto
trabajó en el Crucifijo de mármol.
No fue un encargo, aunque finalmente se lo ofreció a la duquesa Leonor
Álvarez de Toledo
(14), en parte para reconciliarse con los duques, en
parte para ser el elegido para ejecutar el Neptuno. Ésta dijo que no podía
aceptarlo, así que convinieron el pago de 1.500 escudos de oro por la obra.
Inicialmente se coloco en el Palacio Pitti en 1565. En el año 1962 se casa en secreto con Piera de’Parigi e interrumpe la
narración de la Vida, hecho que es
la causa de que no exista mucha información en lo que ocurrió en sus últimos
años de vida. En 1565 comienza a escribir su obra Tratados de Orfebrería y de la Escultura,
que son publicados en Florencia en 1568. Tuvo dos hijos legítimos: Magdalena, que nació el
3 de septiembre de 1566 y Andrés Simón, nacido el 24 de marzo de 1569. Además
tuvo cuatro hijos ilegítimos y un hijo adoptivo. Poco antes de su muerte,
todavía trabajaba en una estatua de Juno; había terminado su modelo en barro
para fundirla en bronce, pero una vieja pleuresía acabo con su vida. Murió el
13 de Febrero de 1571, sus restos están enterrados en la Iglesia de Santa
María Novella, Florencia. El Estilo En cuanto a las cuestiones estilísticas generales
de Cellini, podemos afirmar que Cellini
está dentro del denominado estilo manierista. El Manierismo es un movimiento europeo que surgió
de los últimos años del Alto Renacimiento italiano, alrededor de 1520. Duró
hasta la década de 1580 en Italia, cuando, en su vertiente estilística, otro
estilo más barroco comenzó a reemplazarlo. Como sello estilístico, el
Manierismo no es fácil de definir. Fue utilizado por Jacob Burckhardt y popularizado por los historiadores de arte
alemanes en el siglo XX. Se utiliza para categorizar el arte inclasificable
aparentemente del siglo XVI, arte que ya no se dedica a exhibir los enfoques
armoniosos y racionales asociados con la antigüedad clásica. La etiqueta «manierismo» se había utilizado durante
el siglo XVI para referirse a un cierto virtuosismo o para significar una
cierta técnica. Sin embargo, para los críticos del siglo XVII, «la maniera»
fue un término despectivo para referirse a la decadencia del arte de
renacentista, sobre todo en los años 1530 y 1540. Desde finales del siglo XIX
en adelante, los historiadores del arte han utilizado el término manierismo
para describir el arte que sigue al clasicismo renacentista y precede al
barroco. Estilísticamente destaca por su sofisticación intelectual,
así como por sus cualidades artificiales, en contraposición de los ideales
armoniosos y naturalismo asociado a sus predecesores. El estilo manierista es
elegante, con exquisita atención al detalle y a las superficies. Rara vez se
muestra un exceso de emoción, y por esta razón a menudo se interpretan como
«frío» o «distante». El suyo era un arte imitando al arte, en lugar de un
arte imitando a la naturaleza. Un rasgo común de los creadores de su época
era el aspecto intelectual de sus obras, el artista espera que su audiencia
«entienda» la obra. Los artistas florentinos comenzaron a estudiar los
diseños de Miguel Ángel para la Capilla Medici (1519-1534, Iglesia de San
Lorenzo, Florencia), en el que aparecen figuras elegantes, de forma
antinatural y en retorcidas posturas. Todo esto inscrito en un marco complejo
arquitectónico y cargado de significado. Bandinelli,
Ammannati, Giambologna, Loone Loeni, Alessandro Vittoria y por
supuesto Benvenuto Cellini
se miraron en el espejo de Miguel Ángel, quien les aportó las claves para
desarrollar su nuevo estilo: Se trata obviamente de ese mundo cortesano, humus
ideal para el surgimiento del artista, sobre todo del tipo encarnado por Cellini, en el que la sofisticación del manierismo es tan
clara. […] Es pues el mundo de la corte cinquecentesca
el lugar donde debe ser comprendido el manierismo celliniano. (15) Los trabajos de Cellini
se inscriben a la perfección dentro del fenómeno manierista denominado «arte
de corte». Cualidades como la sofisticación, el refinamiento, el esteticismo
y el gusto por lo complicado se inscriben a la perfección en el arte de Cellini. Sus obras se utilizaban como presentes entre los
cortesanos de su tiempo. Ejemplos de esto son El Salero y el Crucifijo de
El Escorial. Pero a Cellini hay que
comprenderlo como un todo, no podemos separar el Cellini
orfebre del Cellini escultor. La aplicación de
detalles preciosistas, que solo un sutil creador de joyas puede ejecutar en
una escultura monumental, encuentra su explicación si nos fijamos en una de
las mayores virtudes de Cellini, su técnica. Una de las categorías estéticas más
apreciadas por los teóricos y artistas del manierismo es la dificultad, lo
complicado, aquello difícil de ejecutar. Cellini
justificaba su arte como una técnica dificultosa y no al alcance de todos. Cuestiones personales al margen, Benvenuto Cellini es uno de los
artistas más completos y famosos del Renacimiento italiano, y más
concretamente del florentino. Fue orfebre, escultor, pintor, músico,
escritor, soldado y arquitecto militar. Muy apreciado por sus contemporáneos,
y ahí están las afirmaciones de Vasari y Borghini para confirmarlo, su fama decreció rápidamente y
no fue hasta finales del siglo XIX cuando pudimos observar los primeros
signos en la recuperación de la misma; fama que se restableció totalmente
gracias a diferentes trabajos realizados en el siglo XX, a factores estéticos
y a la recuperación del Manierismo. Si en realidad es más escultor que orfebre, o más
orfebre que escultor, en mi opinión no tiene ninguna transcendencia. Es un
artista único que evolucionó a lo largo de su vida, que aprendió de sus
maestros el oficio de orfebre y que posteriormente se hizo a sí mismo como
escultor. El hecho que se le pueda conocer más como orfebre se debe en parte
más a sus escritos
(16) que a su producción artística, la mayoría perdida
en el paso del tiempo. Cellini destacó como
grabador de camafeos
(17), de armas damasquinadas (18),
nieladas (19) y repujadas (20), de medallas, medallones
y monedas; cinceló joyas de oro, plata y otros materiales preciosos,
engarzándolos de gemas; esculpió piedras finas; trabajo mármoles y fundió
bronces. Entre los cortesanos, papas, duques y reyes fue conocido en un
primer momento por su destreza en la orfebrería, pero entre los grandes
artistas italianos su reconocimiento le vino por sus esculturas. Departió con
Tiziano en Viena, y con Miguel Ángel y Rafael en Roma, obteniendo el
reconocimiento de todos ellos y de Miguel Ángel en especial por su Busto de Bindo Altoviti. Pero no cabe duda que su Perseo con la cabeza de Medusa es su
obra maestra. Nos muestra las dos facetas del maestro florentino: la
escultura y la orfebrería. Situada en un alto pedestal en la Plaza de la Signoria, la escultura fue diseñada específicamente para
esa ubicación. La finura de los pequeños bronces que adornan el pedestal,
muestran toda la habilidad de la orfebrería de Cellini
en pequeña escala. Esta obra lleva expuesta en su emplazamiento original
desde 1554, y ha sido una fuente de inspiración y admiración de todos
aquellos que hemos tenido la suerte de verla en directo. Y aunque con otro
estilo y otros materiales, podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el Perseo de Cellini
tiene tantos méritos artísticos para estar expuesto en la Plaza de la Signoria como el David
de Miguel Ángel. Listado
cronológico de las principales obras ·
Medalla de Clemente VII.
Plata dorada, 1534. Museo Nacional del Bargello,
Florencia. ·
Medalla
de Alejandro de Medici. Plata, 1535 – 1537.
Museo Nacional del Bargello, Florencia. ·
Medalla de Francisco I de Francia.
Bronce, 1537. Museo Nacional del Bargello,
Florencia. ·
Salero de Francisco I de Francia.
Oro, esmalte y ébano. 1540 – 1543. Kunsthistorisches,
Museum Viena. ·
La ninfa de Fontainebleau.
Bronce. Año 1542 – 1545. Museo del Louvre, Paris. ·
Busto de Cosme I de Medici.
Bronce, 1545 – 1548. Museo Nacional del Bargello,
Florencia. ·
Apolo
y Jacinto. Mármol, 1548. Museo Nacional del Bargello, Florencia. ·
Perseo con la cabeza de Medusa.
Bronce, 1545 – 1554. Plaza de la Signoria,
Florencia. ·
Ganimedes. Mármol, 1548 –
1550. Museo Nacional del Bargello, Florencia. ·
Narciso.
Mármol, 1548. Museo Nacional del Bargello,
Florencia. ·
Busto
de Bindo Altoviti.
Bronce, 1550. Museo Isabella Stewart Gardner. Boston,
Massachusetts. ·
Crucifijo de El Escorial.
Mármol banco, 1556 – 1562. Basílica de El Escorial, San Lorenzo de El
Escorial. Notas 1 Lorenzo de Médici
(Florencia, 1 de enero de 1449 - Careggi, 9 de
abril de 1492), también conocido como Lorenzo el Magnífico por sus
contemporáneos, fue un estadista italiano y gobernante de facto de la
república de Florencia durante el renacimiento italiano. Príncipe de
Florencia, mecenas de las artes, diplomático, banquero, poeta y filósofo
renacentista. Su vida coincidió con la cúspide del renacimiento italiano
temprano. La frágil paz que ayudó a mantener entre los distintos estados
italianos terminó con su muerte. 2 Pífano: persona que toca el
flautín de tono muy agudo, usado en las bandas militares. 3 Pietro Torrigiano
(Florencia, 24 de noviembre de 1472 - Sevilla, 1528) fue un escultor
italiano, conocido por su carácter violento, fogoso y apasionado. Fue uno de
los precursores del Renacimiento y gracias a sus viajes difundió esta tendencia
artística por toda Europa. Se
formó con Bertoldo di Giovanni. En Florencia fue asistente asiduo a la corte
literaria de Lorenzo el Magnífico. 4 Cellini, B.
[1993]. Vida de Benvenuto
Cellini escrita por él mismo (1500 – 1571), Barcelona, Parsifal Ediciones, p 34. 5 Uno de los Consejos en que se
descomponía el poder ejecutivo de las Señoría de Florencia. 6 Las tropas españolas e
imperiales de Carlos I atacaron Roma destruyendo las murallas de la colina Janícula y la muralla vaticana. Los saqueadores españoles, alemanes e
italianos robaron parte de las obras de arte que se hallaban en el propio
Vaticano, provocando cuantiosas pérdidas en el arte y en la economía
vaticana. 7 Cellini, B. [1993]. Op.
Cit. p 70. 8 Lapidario: Persona que tiene por
oficio labrar piedras preciosas. 9 Maestro de postas: Hombre a
cuyo cuidado o en cuya casa estaban las postas o caballos de posta. Los maestros de postas eran los
responsables de las paradas de postas en que se realizaban los cambios de
caballos y la asignación de postillones para los correos, viajeros o ganados. 10 Con este nombre se designa lo
que hoy es la actual Fontainebleu. 11 Bartolommeo
(o Baccio) Bandinelli (17
de octubre de 1493 - 7 de febrero de 1560) fue un escultor y pintor
florentino del manierismo. Su
estilo es muy cuestionado por sus formas pesadas, que intentan ser imponentes
y expresivas pero caen en un canon culturista un tanto torpe y rostros con
muecas teatrales. El grupo
escultórico Hércules y Caco es una obra en mármol situado en la Piazza della Signoria. 12 Jacopo
d'Antonio Sansovino
(Florencia, 2 de julio de 1486 - Venecia, 27 de noviembre de 1570) fue un
arquitecto y escultor renacentista italiano, conocido sobre todo por sus
obras alrededor de la Plaza de San Marcos en Venecia. Andrea Palladio,
en el Prefacio de sus Quattro Libri
opinaba que la Biblioteca Marciana de Sansovino era
el mejor edificio erigido desde la Antigüedad. 13 Bartolomeo
Ammanati (Settignano, 18
de junio de 1511 – Florencia, 13 de abril de 1592), arquitecto y
escultor italiano. Como escultor
imitó el estilo de Miguel Ángel.
Fue más distinguido en arquitectura que en escultura. Diseño muchos
edificios en Roma entre los que está Villa Médici,
y muchos otros edificios en Lucca y Florencia. 14 Leonor Álvarez de Toledo (Alba
de Tormes, 1519 - Pisa, 17 de diciembre de 1562) hija del virrey de Nápoles
Don Pedro Álvarez de Toledo y Zúñiga, uno de los hombres más poderosos e
influyentes de la península itálica, y nieta del segundo duque de Alba, de la
familia Álvarez de Toledo y de la II marquesa de Villafranca del Bierzo. 15 Prologo de Fernando Checa Cremades de libro Tratados
de Orfebreria, escultura, dibujo y arquitectira de Cellini. 16 Cellini, B. [1989]. Tratados
de orfebrería, escultura, dibujo y arquitectura, Torrejón de Ardoz,
Akal. 17 Camafeo: Figura tallada de
relieve en ónice u otra piedra dura y preciosa. 18 Damasquinar: Hacer labores de
ataujía en armas y otros objetos de hierro y acero. Ataujía: Obra de adorno
que se hace con filamentos de oro o plata embutiéndolos en ranuras o
huecos previamente abiertos
en piezas de hierro u otro metal. 19 Niel: Labor en hueco sobre
metales preciosos, rellena con un esmalte negro hecho de plata y plomo
fundidos con azufre. 20 Repujar: Labrar a martillo
chapas metálicas, de modo que en una de sus caras resulten figuras de
relieve, o hacerlas resaltar en cuero u otra materia adecuada. Bibliografía · Burke, P. [2001]. El Renacimiento italiano. Cultura y
sociedad en Italia, Barcelona, Alianza Forma. · Cellini, B. [1989]. Tratados de orfebrería, escultura, dibujo
y arquitectura, Torrejón de Ardoz, Akal. · Cellini, B. [1993]. Vida de Benvenuto
Cellini escrita por él mismo (1500 – 1571),
Barcelona, Parsifal Ediciones. · Gombrich, E. [1986]. Imágenes simbólicas, Madrid, Alianza Forma. · Hernández Perera, J. [1989]. El
Cinquecento y el manierismo en Italia, Madrid,
Historia 16. · Nieto Alcaide, V. y Checa Cremades, F. [1987]. El Renacimiento: formación y crisis del modelo clásico, Madrid,
Istmo. · Vasari, G. [2005]. Las vidas de los más excelentes
arquitectos, pintores y escultores italianos desde Cimabue
a otros tiempos, Madrid, Cátedra. · <www.rae.es> |
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