Carles Dolç y Just Ramirez .Societat i arquitectura a la valencia republicana:

“ Valencia també és un cas particular: Ciutat semiindustrial, centre d’unes pròsperes comarques agrícoles, capital de negocis d’un país escassament vertebrat. La República arribà després d’una ona urbanitzadora que havia començat el darrer terç del segle XIX, precisament el període en el qual s’havia afirmat la capitalitat comercial. Els anys vint i trenta coneixeran un fort creixement demogràfic, expressió de desenvolupament però també de conflictivitat.

La ciutat s’havia mogut en la dualitat política. D’una banda, el conservadorisme de les forces burgeses, adaptades a un sucursalisme que expressava tant una incapacitat d’innovació com l’absència de contradiccions importants amb la política econòmica practicada per Madrid. D’altra banda hi ha el blasquisme, una força sense dubte popular, però també dins els esquemes burgesos, la radicalitat verbal de la qual anava emparentada la seua indeterminació programàtica més enllà del republicanisme. Entre uns i altres, València veu tancat l’avanç de les forces polítiques i el desenvolupament del nacionalisme.

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Mentre hi arrela una avantguarda intel·lectual i artística de relativa importància(amb noms com a Renau), la República influí epidèrmicament sobre l’arquitectura i la configuració urbanística. La pell de la ciutat es mudà en moltes façanes als anys trenta, però almenys provisionalment cal dir que els canvis en l’ànima urbana no foren profunds”.

Calle Comedias

Francisco Taberner. Producción arquitectónica y desarrollo en Valencia:

“Cuando el 14 de Abril de 1931 se produce el cambio de poder municipal, la ciudad principalmente su centro, se encuentra sometida a un dilatado proceso de reformas urbanas: el ensanche de la Bajada de San Francisco y la apertura de la Avda. de Mª Cristina, que en noviembre de 1931 tomará el nombre de Pablo Iglesias- son los mas espectaculares junto con otros cambios de alineaciones y ensanches que van a propiciar la aparición de edificios de gran altura.

... El proyecto que despertó mayor polémica fue, sin duda el de la Avda. del Oeste....Esta avenida proyectada con un ancho de 25 metros unía en línea recta la plaza de S n Agustín con la del Portal Nuevo”.

Calle Donoso Cortés (frente Mercado Russafa)

 

Manuel Portaceli. La arquitectura de la ciudad: Valencia 1931-1939:

“El desarrollo urbano del periodo republicano, a través de la definición del nuevo centro de la ciudad, y la reconstrucción masiva de los ensanches, recoge un impulso perceptible ya, en los índices de la construcción de los años 1927 y 1929.

La arquitectura que define este impulso, no se plantea desde los parámetros de ruptura de la vanguardia, sino en la permanencia de convenciones reinterpretadas en el marco de los cambios de programas y necesidades que se producen, Su carácter ecléctico, observado en periodos anteriores, posibilita una libertad de asimilación en la introducción de nuevas tecnologías programas y repertorios que den lugar a una nueva imagen urbana.”

Calle Moratin

Sindicato de Arquitectura e Ingeniería. Arquitectura y guerra

 Carlos Llorens describe la organización, en los primeros días de la guerra, del Sindicato de Arquitectura e Ingeniería, estos son algunos extractos:

También los compañeros de profesión nos pusimos en movimiento al conocerse la amplitud e importancia de la sublevación militar. Nos fuimos localizando en los propios domicilios y en el Colegio profesional, haciendo extensivos los contactos a los más afines: los aparejadores. El lunes, día 20, (se refiere a al mes de julio de 1936) me puse en relación con mi compañero Ricardo Rosos. Examinamos la situación profesional en Valencia, y acordamos ampliar conversaciones con otros arquitectos, entre ellos Juan Villa Pedroso, del Partido Socialista, secretario de la Delegación del Colegio de Arquitectos de Valencia. En muy pocos días pudimos reunirnos un amplio grupo de arquitectos pertenecientes a organizaciones del Frente Popular. Entre ellos estaban Enrique Segarra y Juan Rivaud, del Partido Comunista, que han vivido en México desde la terminación de la guerra; Juan Bautista Carles, del Partit Valencianista d’Esquerra; Julio Peris Pardo y José Vives, que ingresaron en aquellos meses al Partido Comunista, Juan Guardiola, republicano de Carcagente, muy dado a presentarse con correajes y pistolones; López de Arce el decano del Colegio, por la edad; Ramón Liern, magnífico profesional y republicano ejemplar.

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Cómo el Colegio no era instrumento adecuado para la transformación profesional que parecía oportuna en aquellos momentos de ruptura del Estado, decidimos la creación de un Sindicato de Arquitectura e Ingeniería (STAI) adscrito a la Unión General de Trabajadores...

Poco después de su creación, vinieron a integrarse al Sindicato la casi totalidad de los técnicos de Valencia: los ingenieros de Caminos y Ayudantes de Obras Públicas de la Confederación de Jucar, numerosos Topógrafos y Delineantes y la mayoría de los arquitectos y Aparejadores colegiados de Valencia. No a todos les movía el mismo fervor republicano: un numero de peticionarios, no fácil de determinar, solamente buscaban la obtención de un carné sindical, más fácil de lograr que el de un Partido , pero suficiente para sentirse a cubierto de cualquier malévola denuncia.

Fue preocupación primordial del Sindicato la regulación del trabajo profesional, desechando su anterior carácter de profesión liberal con su secuela de extremadas desigualdades en la condiciones de trabajo y vida entre técnicos de igual título académico y similar preparación profesional.

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Se enviaron circulares a todos los Ayuntamientos de la Provincia, encareciéndoles que cualquier petición de técnico de obras habían de hacerla directamente al Sindicato. Del mismo modos se comunicó a diferentes organismos –como la Universidad y otros- donde se utilizaban servicios técnicos.

Pese que las circunstancias no eran las más apropiadas para dedicarse a construcciones de ninguna índole, ya que la guerra absorbía cada día mas energías y mayores presupuestos, todavía quedaban Ayuntamientos y Comités en la Provincia dispuesto a planear por encima de toda realidad. De los pueblos llegaron al sindicato diversas peticiones, unos solicitaban proyectos de escuelas, otros Centros Sanitarios; alguno un trazado de calles; los más, viviendas.

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Uno de los primeros trabajos generales que acometió el Sindicato, en Agosto de 1936, fue la habilitación de Escuelas en numerosos edificios de la ciudad, hasta entonces regidos unos por la Iglesia, y otros, por propietarios conocidos como enemigos del régimen republicano.