III Jornadas Internacionales sobre Historia de la traducción no literaria

Las editoriales/imprentas españolas y las obras traducidas del francés (hasta 1900)

Valencia, 23, 24 y 25 de noviembre de 2016

 

 

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 Traducciones y traductores de textos no literarios en la España de la Ilustración.

 

Buiguès, Jean-Marc

Université Michel de Montaigne Bordeaux3

 

Fijar la cronología y la geografía de la traducciones de textos no literarios en la España de la Ilustración implica la creación de instrumentos de análisis cuantitativos pero también la

delimitación del perímetro, en sentido figurado, de dichas traducciones y de los actores que gravitan en torno a su proyección social y editorial. Importante del mismo modo es fijar el peso de dichas traducciones no sólo en el conjunto de las traducciones sino también en el de la

edicion en general. Por fin más allá de una simple pero necesaria sociología de los traductores será conveniente ver qué perfiles autoriales los definen y qué funciones desempeñan sus traducciones tanto en itinerarios individuales como colectivos.

 

 

Dos (y más) imprentas para un científico traductor: Casimiro Gómez Ortega (1741-1818) y la difusión

de la ciencia francesa en España

 

De Beni, Matteo

Università degli Studi di Verona
 

Casimiro Gómez Ortega (1741-1818) fue un científico de primera fila de su época. Lo demuestran no solo los importantes cargos que ocupó a lo largo de su carrera, las estrechas relaciones que mantuvo con figuras destacadas de la ciencia europea, su afiliación a instituciones y sociedades científicas españolas y extranjeras, sino también su copiosa producción escrita. Si atendemos a sus datos bibliográficos, por lo menos dos aspectos saltan a la vista: en primer lugar, las obras de Gómez Ortega se adscriben a un abanico tan variado de ámbitos que su autor bien puede merecer el apelativo de polígrafo; en segundo lugar, por lo que atañe a su labor científica, destaca la proyección internacional de sus escritos. De hecho, los textos del botánico y médico manchego conocieron cierta circulación en Europa, pero al mismo tiempo el propio Gómez Ortega contribuyó activamente a la difusión de tratados científicos foráneos, en particular en francés y en inglés, de distintas disciplinas (historia natural, botánica, agricultura, metalurgia, farmacia) vertiéndolos al español. Por lo que se refiere a sus traducciones de la ciencia francesa, estas incluyen trabajos de Henri-Louis Duhamel du Monceau, de Jean Janin de Combe Blanche y de Balthasar-Georges Sage.

El interés por el corpus referido reside en su importancia tanto para la historia de las ciencias como para la historia de la traducción franco-hispánica, pero estriba también en su carácter de testimonio de los avances del lenguaje técnico-científico español. No es casual, entonces, que ya dispongamos, sobre todo en cuanto a las traducciones de Duhamel du Monceau se refiere, de estudios sobre aspectos de cierta envergadura, como los elementos paratextuales de sus ediciones españolas y los glosarios que acompañan algunos de estos textos (vid. Pinilla y Lépinette 2009; Jiménez Domingo 2010).

En esta ocasión, nuestro objetivo es el de analizar las versiones de Gómez Ortega realizadas a partir de originales franceses atendiendo a un dúplice enfoque. Por un lado, examinaremos la trasmisión material de las obras estudiadas, dando cuenta de datos acerca de lATTa difusión de estos tratados y escudriñando su relación con los vehículos del proceso de transmisión, esto es, las imprentas implicadas; en el caso de Gómez Ortega, destacan dos granados talleres madrileños, el de Joaquín Ibarra —más tarde de su viuda, Manuela Contera— y la Imprenta Real. Por otro lado, ubicaremos las traducciones objeto de análisis dentro del marco de la “ciencia impresa” entre finales del XVIII y la primera parte del XIX; para abordar este aspecto, contrastaremos el papel y la circulación de dichas versiones españolas bien con los escritos de Gómez Ortega publicados en lenguas extranjeras, bien con un corpus de obras científicas francesas vertidas por otros traductores en España.

 

 

El retorno de los Missionary Travels de David Livingstone al español: censura manipulación y reconstrucción de la traducción de un texto científico.

 

Zarandona, Juan Miguel

Universidad de Valladolid

 

Los Missionary Travels and Researchers in South Africa, de David Livingston, volumen publicado en LondrEs en 1857, ha sido siempre considerado como un representante sobresaliente de la época dorada, es decir el siglo XIX, de la investigación científica de carácter empírico y del trabajo directo de campo. Europa se encontraba todavía en pleno proceso de medir y clasificar todo un continente todavía muy desconocido, África, su flora y su fauna, sus culturas y sus lenguas, sus accidentes geográficos, etc. Este detallado catálogo investigador del afamado Dr. Livingstone fue traducido casi de inmediato al español en 1858, lo que contribuyuó a difundir y popularizar la legenda del personaje de forma muy rápida y efectiva en otra lengua y cultura. Pero esta traducción, de Atilino Calvo, presenta toda una serie de características que la convierten en un producto inaceptable en nuestros días, ya que fue profundamete manipulada, domesticada y censurada con el fin de complacer a su audiencia lectora. Se trataría de un fenómeno muy evidente, por ejemplo, en todo lo que afecta a las frecuentes reflexiones religiosas, de inspiración protestante, del explorador que fueron ampliamente adaptadas para que resultaran aceptables a un público español de confesión católica. La realidad histórica de la traducción suele conocer este tipo de fenómenos. En vez de mejorar y facilitar la comunicación, muy a menudo se comprueba que lo que se produjo fue un fenómeno afectado por muchos impedimentos: censura, manipulación, incomprensión y, en consecuencia, ruptura de la comunicación. Dicha pobre recepción de la realidad del texto y la personalidad de Livingstone, y su clasificación científica del África en español, se mantuvo hasta el año 2009, cuando su trabajo conoció un retorno en dicha lengua. Sin embargo, las pintorescas páginas de este libro de viajes, no conoció una nueva traducción o retraducción, sino lo que se denominó una «restauración» o «reconstrucción» de la traducción del siglo xix, llevada a cabo por José P. Sansón y Susana Carral, y publicada 151 años más tarde. Los nuevos editores-traductores afirmaron que habían luchado por acercar a la antigua traducción al original decimonónico, y eliminado muchos de sus pretendidos inconvenientes. Por todo ello, esta ponencia analizará con cierto detalle este nuevo ejemplo de ¿exactamente qué? ¿Nuevas manipulaciones en este caso para complacer los gustos de los nuevos lectores de comienzos del siglo xxi? ¿Nueva censura añadida a la censura previa? ¿De acuerdo a qué criterios? ¿Traducción del momento álgido del colonialismo adaptado a nuestros tiempos poscoloniales? Por supuesto, no nos olvidaremos del contenido principal del texto: por ello un punto de interés privilegiado será aquel que evalúe la suerte de la información científica recogida en las muchas páginas de detallada observación de Livingstone.

 

 

Le savant, le traducteur et l'éditeur

 

Sylvie Vandaele

Université de Montréal (Canada)

 

Contrairement à son codécouvreur de la théorie de la sélection naturelle,  Alfred Russel Wallace, Charles Darwin s'est très vite soucié de la traduction de son œuvre, notamment vers le français et l'allemand. Ainsi, en ce qui concerne le français, si l'on connaît bien évidemment Clémence Royer, il ne faut pas oublier qu'une douzaine de traducteurs, dont Jean-Jacques Moulinié et Edmond Barbier, se sont succédé au fil de la publication des ouvrages. Par ailleurs, jusqu'à sa mort, Darwin entretint des relations de longue durée avec ses éditeurs : près de 40 ans avec son éditeur anglais, John Murray, et une quinzaine d'années avec son éditeur français, Charles Reinwald. Enfin, la correspondance de Darwin contient également des traces concernant les traductions vers l'allemand, ainsi que vers l'espagnol et l'italien. Par ailleurs, d'autres « agents » interviennent dans le processus de traduction, pris au sens large (depuis l'initiative jusqu'à la publication) : Darwin entretenait en effet de nombreuses relations, comme Carl Vogt, qui joue le rôle d'« entremetteur » et qui le met en contact avec Moulinié, puis avec Reinwald. L'abondance de la correspondance de Charles Darwin permet d'envisager de mieux décrire la nature des échanges entre les différents agents de ce riche réseau. Quel est le processus qui mène à la traduction et à la publication? Quel est le rôle tenu par chacun? En quoi consistent les échanges entre les différents agents? Comment intervient l'éditeur? Cette analyse nous permettra d'apporter des éléments de compréhension au processus de traduction scientifique en Europe dans la deuxième moitié du XIXe siècle, et notamment de mieux cerner l'évolution des rôles respectifs de l'auteur, du traducteur et des autres agents, plus particulièrement l'éditeur.