Todos recordamos la importantísima función que los escribas jugaron a lo largo de toda la historia de nuestra cultura en la conservación, transmisión y desarrollo de nuestro saber. Son los escribas los responsables de fijar la palabra de Dios, del rey, del superior y de hacer que se conserve, se reproduzca o se expanda y sea entendida y aceptada por todos los demás. La función del escriba es una función social esencial y de mantenimiento del poder.
En nuestro contexto sin embargo, hemos usado el concepto de escriba en su más amplio significado. Hemos planteado que el primer escriba de las obras teatrales de Shakespeare es el propio Shakespeare que transcribe su concepto de obra y la plasma sobre papel, convirtiéndose él mismo en el primero de los scribe = escriba de sus obras poéticas o teatrales |M 1|. Una vez concebida la obra, pongamos por caso el Titus Andronicus, el autor se ve forzado a comunicar su idea del Titus a sus compañeros de compañía. Tiene que plasmar esa idea, esa obra sobre el papel. Transformar imágenes, metáforas, frases y giros idiomáticos en un todo inteligible para los demás. Del monólogo autorial interno se pasa a la plasmación escrita del first draft que lamentablemente no nos ha llegado salvo en un fragmento de 20 líneas de una obra que encima nadie reconoce como de Shakespeare. Es junto con sus firmas uno de los poquísimos fragmentos que conservamos manuscritos de este autor.
Ese first draft manuscrito es entonces discutido, dialogado con los actores de la compañía, se hacen los primeros ensayos, se encuentran las primeras dificultades, problemas y se producen los primeros foul papers es decir un escriba copia los diferentes parlamentos para los diferentes actores proporcionándoles un texto que pueden ir memorizando, que aún está abierto a cambios, correcciones, tachaduras o alteraciones. Todo texto manuscrito todavía conserva esa flexibilidad, esa fluidez de ser actualizado, ampliado, o reducido. Es cuando se haya representado o estrenado ante el público (la sociedad = lo social) cuando se fija el texto, cuando se convierte en inalterable, rígido, inmutable. Es a través de la representación teatral que el texto es socializado es decir se escapa de la autoría individual o grupal para convertirse en entidad social y que puede ser transmitida de público en público, de generación en generación. Es el texto que se le escapa al autor y que ya es de dominio público. Cualquier espectador puede desde el patio de butacas ir copiando las palabras, las metáforas, los movimientos o incidencias de la obra y publicar el texto como si no tuviera autor alguno, y es así como nacen las ediciones piratas en formato in-Quarto, a pesar de la resistencia de la compañía, o del propio autor, aunque este no sea el caso.
La tradición de los escribas medievales con la que convive Shakespeare, y la aparición (relativamente reciente para él y sus contemporáneos) de la imprenta de Gutenberg son el contexto en el que el escriba Shakespeare desarrolla su obra. Personalmente coincide con la inmensa mayoría de sus coetáneos opinando que el teatro es un oficio (no se sabe si un arte) que produce inmensos beneficios económicos (si tienes éxito) pero que no es necesariamente enriquecedor en el plano educativo o formativo. No es hasta después de su muerte que se publican sus Complete Works y seguramente por que Shakespeare nunca entendió la autoría como lo hacemos en nuestros días, ni se pensaba que valiera la pena gastar tanto dinero en imprimir obras de teatro que artísticamente carecían del valor necesario. Sin embargo, sí que se molestó y mucho en supervisar, corregir, enmendar y asegurar que sus sonetos tuvieran la calidad que él deseaba cuando se imprimieron, si creemos las afirmaciones de Wells & Taylor. Es decir, él veía la poesía como un arte importante pero no así el teatro, y si su compañía y herederos decidieron invertir una enorme cantidad de dinero en publicar lo que conocemos como First Folio fue precisamente por que sorprendentemente las impresiones piratas (in-Quarto) estaban produciendo muchos ingresos de los que en nada se beneficiaba la compañía.
En el contexto de nuestra tesis hemos visto cómo el manuscrito se ha convertido en texto impreso y de ahí que hayamos recurrido a las versiones digitalizadas de las primeras versiones como textos más próximos al manuscrito. Hemos podido detectar mediante el uso del software adecuado que ciertas peculiaridades que diferencian los Qq de los Ff son directamente consecuencia de la interpretación que los cajistas hacían al componer el texto en plomo y mal leyendo o mal interpretando la letra manuscrita del original fueran estos foul papers o manuscritos. Es decir, mediante los análisis computacionales se ha facilitado la determinación de los diferentes cajistas que intervinieron a la hora de componer los diferentes textos impresos y gracias a las peculiaridades (ortografía, puntuación, repetición de errores, etc.) se ha creado toda una estilística computacional de la traducción de los textos manuscritos a los textos impresos. Le seguimos la pista a los cajistas a través de sus errores que les particularizan y personalizan.
Sin embargo lo más destacable de toda nuestras reflexiones en este contexto han sido percibir la proximidad con los individuos que en su momento se dedicaron a realizar su trabajo. Cuando se investiga de forma intensiva sobre aspectos tan particulares como qué rasgos son transmitidos a través de los errores de tal o cual cajista la sensación final es la de familiaridad con el individuo que hace casi 400 años estaba desempeñando esa tarea. Aquél indivíduo que tenía dificultades en leer el manuscrito por que tenía tachones y rayaduras, por que el escriba se expresaba de forma desigual e incoherente, y si en una ocasión escribía loue a lo mejor en otra lo deletreaba como lowe y esas inconsistencias o incoherencias son las que nos muestran al escriba original y nos lo muestra como ser humano vivo.
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