Papers de cultura

març 1990

 

Laodamia 1989

Retrato de una década

Alfonso Herráiz (Cuenca 1961), Premio Senyera de la Sección Fotografía (1988), recordemos además su exposición en el Café Lisboa y recientemente su presencia en el Salón de la Crítica de Interarte 89.

En la tónica circunstancial de retratar a amigos y conocidos, Alfonso Herráiz realiza una propuesta original a diversos niveles. Son retratos psico-artisticos-escenográficos de cada uno de los personajes seleccionados (artistas, profesores de Bellas Artes, amigos fotógrafos, galeristas, etc.). Todos están retratados a ras de suelo, con lo que rompe, un poco, con la verticalidad habitual del género. Y la impresión pasa por un proceso triple: primero hace las fotos en diapositivas Cybachrome. Luego, las positiva en un formato trece por trece. Y luego manipula esos originales a través de la fotocopiadora de color, ampliando la dimensión base de las imágenes.

Al renunciar, en cierto modo, a la calidad, textura, cromatismo del papel impreso en el sistema Cybachrome y pasar a las gamas de color que da el láser de una fotocopiadora contemporánea, Alfonso Herráiz se adentra en varias cuestiones de interés: la obra como resultado de un triple proceso técnico; la obra en un soporte nuevo, y la multirreproductividad de la obra de arte.

En cuanto a los retratos propiamente dichos la poética de Alfonso Herráiz va un poco por un pictorialismo de fin de siglo hecho con los nuevos medios de impresión, reproducción y edición contemporáneos.

Cada retrato conlleva una escenografía determinada relacionada con la personalidad del fotografiado. En unos casos responde a la visión que tiene el artista del retrato. En otros, a la casualidad. En otros, a algún elemento textualizador del personaje elegido.

Son ensayos de retratos de fin de siglo. Evocaciones de escenografías algo surreales. Imágenes de una década más prodigiosa de lo que aparenta y menos vacía de lo que dicen.

En unos momentos en los que la fotografía rompe los límites de la expresión artística, que la fotografía pasa de ser una técnica a convertirse en un soporte, que la fotografía finalmente adquiere autonomía creativa por si misma fuera de las convenciones al uso (retrato, desnudo, paisaje, etc.) resulta bastante sugerente este discurso contra las limitaciones propias del método fotográfico (películas, revelado y positivado sobre papel) traspasando la emulsión al papel xerocopiado, como forma de utilizar nuevos recursos de impresión, cromatismo y escala de las imágenes. A través de la fotografía ha nacido un nuevo artista.

Manuel García

Iberia 1989

Pic-Nic 1989