3

ACTO IV, ESCENA 3&
Looovico.
OTHELLO.
LODOVICO.
DESDÉMONA.
OTHELLO.


DESDÉMONA.
OTHELLO.

DESDÉMONA.


EMILIA.
DESDÉMONA.


EMILIA.
DESDÉMONA.


DESDÉMONA.


DESDÉMONA.


Einw.
115


ESCENA TERCERA

Entran Othello, Lodovico, Desdémona,
Emilia y sirvientes.
Os lo ruego, señor; no os molestéis más.
Al contrario; caminar un poco me hará bien.
Señora, buenas noches; humildemente os doy las gracias.
Vuestra señoría es siempre bien venido.
¿Vamos, entonces,
(mi señor? Ah, Desdémona... ¿Mi señor?
Retiraos ya al lecho, que yo estaré pronto de vuelta. Y despedid a vuestra doncella. Haced como os he dicho. Así lo haré, mi señor.
Salen IO:hello, Lodovico y sirvientes].

¿Cómo sigue? Parece más tranquilo. Ha dicho que presto volvería. Me ordenó irme al lecho, y que te despidiera.
¿Despedirme?
Ésas fueron sus órdenes. Por lo tanto, buena Emilia, dame mi ropa de dormir, y adiós.
Ahora no debemos contrariarle. ¡ Ojalá no le hubierais conocido nunca!
No es ése mi deseo. Es tal mi amor por él, que hasta su obstinación, su enojo y su ceño
—por favor, desabrochadme— tienen gracia y encanto. He puesto en el lecho las sábanas que me ordenasteis. Muy bien. ¡ Dios mío, son extraños nuestros pensamientos! Si muero antes que tú, te pido que me arropes con estas mismas sábanas.
¡ Callad! ¡ Decir esas cosas!
20

3