2

122
OTHELLO
Entra Cassio.
RODERIGO. Reconozco sus pasos. Es él. ¡ Aquí mueres! CAssIo. Mortal habría podido ser el golpe
de ser, como creías, liviana mi armadura.
Pongamos la tuya a prueba.

[Hiere a Roderigo.l
RODERIGO.
Me has herido!
[Yago hiere a Cassio en la pierna y sale.J
CASSIO. ¡ Herido quedo yo para siempre! ¡ Ayuda! ¡ Al asesino! (~M asesino!

Entra Othello.
OTHELLO. Es la voz de Cassio. Yago cumplió su palabra.
RODERIGO. ... ¡ Oh, soy un miserable!
0r1113u.o.
¡Es su voz! ¡Bien cierto!
CAssIo.
¡ Ayuda! ¡ Una antorcha! ¡ Mis heridas! ¡ Curadme! ...
OTHELL0.
Es él... ¡ Oh, valeroso Yago! Honesto y leal,
que sientes como propia la ofensa hecha al amigo.
De ti aprendo.... Desdémona, pequeña mía, murió tu amante; tu hora maldita se acerca. ¡ Ramera... ya voy, ramera! Se ha secado en mi corazón el hechizo de tus ojos. Tu lecho, sucio de lujuria, se teñirá con sangre de lascivia.
Sale.

Entran Lodovico y Gratiano.

CAssIo.
¡ Ayuda! ¡ A la guardia! ¿Nadie me oye? ¡ Asesinato!
GRATIANO. ¿Qué terrible desgracia ha sucedido? Los gritos son de
[angustia.
CASSIO.
¡ Ayuda!
LoDovlco. ~Qué sucede?
RODERIGO. ... ¡ Oh, miserable! ¡ Soy un miserable!

2