3

ACTO 1, ESCENA 1.~
35
BURGUNDY. Egregio Lear, dad siquiera la dote que vos habéis propuesto y de inmediato tomaré la mano de Cordeia, duquesa de Borgoña.
LEAR.
Nada! Ya lo he jurado; y soy inamovible.
BURGUNDY. Siento que por haber perdido un padre
debáis perder marido.
CORDELIA.
¡ La paz sea con Burgundy!
Puesto que el rango y la fortuna son su amor
yo no seré su esposa.
FRANCE.
Bella Cordelia, que eres la más rica siendo pobre;
la más valiosa, rechazada; la más amada en menosprecio, a ti y a tus virtudes hago mías.
Sea lícito acoger lo que se ha despreciado. Oh dioses, dioses! Es extraño que del frío desprecio mi amor se encienda con respeto ardiente. Vuestra desheredada hija, Rey, abandonada a mi destino, es reina nuestra, de los nuestros y de la hermosa Francia. Ni todos los duques de la fértil Borgoña
podrán comprar a mi doncella, despreciada, preciosa. Despídete, Cordeia, aunque desnaturalizados sean. Has perdido un aquí por un dónde mejor.
LEAR.
Tomadia France; es vuestra, puesto que nosotros
no tenemos tal hija, ni hemos de ver
ese rostro de nuevo.
¡ Marchaos, pues, sin nuestra gracia, amor ni bendición! Venid, mi noble Burgundy.
Trompas. Salen fLear, Burgundy, Cornwall, Albany, Gloucester y asistentesl.

FRANCE.
Despídete de tus hermanas.
CORDELIA.
Joyas de nuestro padre, Cordelia os abandona
limpiada por las lágrimas. Yo ya sé lo que sois;
y me repugna, como hermana, llamar a esos, defectos
por su nombre. ¡ Amad a nuestro padre!
A vuestro declarado cariño os lo confío.
Pero, ¡ ay!, si yo contara con su amor,

3