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salamandras; que, con rabia en el corazón, cuando el demonio se enfurece, come estiércol de vaca por ensalada, se traga viejas ratas y carroña de perro, bebe agua verde del estanque, y es fustigado de parroquia en parroquia, puesto en cepos, encarcelado y castigado; el que tuvo tres capas para su espalda y seis camisas para el cuerpo,
para la guerra, espada, y un caballo bravío
para montar, y rata, ratón y cervatillo durante siete años su comida han sido.
Cuidado con quien me sigue. ¡ Atrás Smulkin, atrás demonio!
GLOUCESTER. ¿Cómo? ¿No tendría Vuestra Gracia compañía mejor?
EDGAR.
El príncipe de las tinieblas es un caballero. Modo, le lla
man; y Mahu...
GIoucEsrER. Nuestra carne, my lord, y nuestra sangre
llegan a ser tan viles que odian a quien las engendró. EDGAR. Tom Pobre tiene frío...
GLOUCESTER. Venid conmigo. No puede inclinarse mi deber
a las crueles órdenes de vuestras hijas;
su orden fue cerrar mis puertas y dejar que la noche
cruel tomara posesión de vos. Me he arriesgado
a buscaros para conduciros
hasta donde la comida y el calor os esperan. LEaR. Dejadme hablar primero con este filósofo.
¿Qué es lo que causa el trueno?
Kwr.
Mi Señor,
aceptad su petición; entrad en casa.
LEAR.
Unas palabras antes con el docto tebano.
¿En qué os ocupáis?
EDGAR.
En evitar al diablo y en matar alimañas.
LEAR.
Permitidme unas palabras en privado.
K~T.
Insistid una vez más en que os siga, my lord.
Su juicio empieza a desvariar..

.
Sigue la tormenta. -
GLoucEs~rm~. ¿Podéis culparlo? Sus hijas le desean la muerte. ¡ Ah, el buen Kent!

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