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CAMILO


Escucha, pues, lo que sabes.
Llegué a Toledo en abril,
y apeéme junto al Carmen,
y con espuelas salí;
2261
Salí sin siquiera quitarme las espuelas, es decir, precipitadamente.
que, avestruz hecho el deseo,
quiso igualmente batir
las espuelas con las alas,
en alcance de su fin.
2265
Para correr más rápidamente, las avestruces baten las alas. Tal vez Góngora equipara las espuelas a los espolones de las patas de las aves, aunque lo cierto es que las avestruces no tienen espolones.
Busqué la casa de Octavio
e informéme por allí
de sus dueños, y hallé
cuanto pudiera pedir:
2269

de Octavio, lo que de Cosme
me dijera un florentín,
y de su hermosa hija
lo que de Vesta un gentil;
2273
Cosme de Médicis, el florentino más rico y más ilustre. Vesta era la madre de los dioses, a la que se consagraban las vírgenes vestales.
aunque dos catarriberas
me dijeron de un neblí,
que por la garza bebía
ese elemento sutil,
2277
En cetrería, los catarriberas son los criados que siguen a caballo a los halcones para recogerlos cuando bajan con la presa. También se llamaba así a quienes se dedicaban a hacer indagaciones. Un neblí es una variedad de halcón. Beber los vientos es estar enamorado, cortejar.
un neblí, más no mudado
en pretender y morir
en su firmeza, y su casa,
que era bien cerca de allí.
2281
Esta es una construcción enrevesada que Góngora empleaba a veces: un neblí mudado [que ha mudado de plumaje, y ya no es un pollo], pero no mudado [que no cambiaba de idea] en pretender a la garza y morir en su firmeza antes que rendirse]. El resto de la frase es otro complemento de "decir": me dijeron [cuál era] su casa.
Temiendo, pues, vecindad,
que es almadana y buril
de paredes y de bronces,
al punto me resolví,
2285
Una almadana es una maza de hierro para partir piedras. El buril sirve para grabar el bronce. Así pues, Lelio se disponía a presentarse a Octavio y a su prometida cuando se enteró de que la cortejaba Fabio, y por ello decidió espiarla a ver si ella correspondía al cortejo. (La vecindad es una fuerza que puede vencer grandes resistencias).
con máscara de Camilo,
de entrar a Octavio a servir.
Por cajero entré, y con Fabio
te acomodé luego a ti,
2289

que le sirves de criado
y me sirves de adalid,
braco en la calle, y en casa
hurón, y no muy ruin.
2293
Un adalid era un guía o un espía. Un braco era un perro de caza. Los hurones se usaban para cazar conejos introduciéndolos en sus madrigueras. De ahí la correlación: perro [para cazar] en la calle [al aire libre] y hurón [para cazar] en casa [en la madriguera]. También era un ratero, por eso dice que Tadeo haría de hurón no muy ruin [espía, pero no ladrón].
A mi serafín vestido
hallé de un azul turquí,
que no se viste de menos
que de cielo un serafín.
2297

Llamóme su hermosura,
y heléme cuando la vi;
aunque a los rayos del Sol
que la coronaban mil,
2301
Ante los mil rayos de sol que la coronaban el yelo se derritió y ardí de amor por ella.
el yelo se desató,
y tan sin pensarlo ardí,
que ha muchos días que vuelan
mis cenizas por ahí:
2305

no me hacen poca falta
para engañar, y cubrir
el fuego que disimulo
después que el suyo sentí.
2309
Para apagar el fuego de una hogera se cubre de cenizas. Camilo necesitaría sus propias cenizas para cubrir el fuego del amor que trata de disimular.
Mi asistencia, pues, en casa
(de donde no oso salir,
porque sabiendo quién soy
no me persiga algún Gil),
2313
"Nunca falta un Gil que nos persiga" era una frase hecha. Camilo dice que procura no salir a la calle por si alguien lo reconoce como Lelio.
mi legalidad, mi fe,
mi deseo de acudir
al gusto de padre y hija,
y mis desdichas al fín,
2317
"Mis desdichas" podría aludir a que Isabela vio a Lelio / Camilo triste y preocupado ante la posibilidad de que su prometida estuviera enamorada de Fabio, y esa tristeza contribuyó a que se enamorara de él.
de mí, triste, en pocos días,
la enamoraron así,
que Lelio cela a Camilo,
y yo he vergüenza de mí.
2321
Isabela se enamoró de él, con lo cual Lelio pasó a tener celos de Camilo y a la vez se avergüenza de ello.
¡Oh ligera! ¡Oh peligrosa
facilidad mujeril!
¡Veleta de arpón, que sabes
obedecer y no herir!
2325
La facilidad de una mujer es ligera como una veleta que, aunque termina en arpón (en punta de hierro), no hiere, no se clava como una flecha de Cupido, sino que obedece al viento y apunta cada vez en una dirección.
¡Prenda de niño perdida
y buscada con candil
en casa del polvorista,
que es cuanto puedo decir!
2329
También es peligrosa como algo que ha perdido un niño y se busca a la luz de un candil en casa del polvorista.
¡Cuán brevemente peligras!
Líbreme el cielo de ti.
Hallando, pues, a Isabela
una tarde en el jardín,
2333
Vas a suponer un peligro por poco tiempo. (Yo me encargaré de ello.)
regando dichosamente
con su mano un alhelí,
que no invidia desde entonces
la mosqueta, ni el jazmín
2337
El alhelí era inferior a la [rosa] mosqueta y al jazmin, pero, regado por la mano de Isabela, ya no tiene nada que envidiarles.
(si bien el Tajo glorioso
menosprecia ya al Genil,
pues hija de mejor nieve
es su corriente feliz),
2341
El agua con que Isabela riega sus plantas terminará llegando al Tajo, con lo que éste podrá presumir de llevar agua proveniente de mejor nieve que la que lleva el Genil, que nace en Sierra Nevada.
pasó a un tiesto de claveles,
que, agradecido, le vi
los cristales de sus manos
pagarlos en un rubí:
2345
Mientras Isabela regaba un tiesto de claveles, floreció un capullo, agradecido, no ya por los cristales del agua, sino por los cristales de sus manos. Góngora comparaba la piel blanca con el cristal por su carácter traslúcido, como el de la porcelana, que deja entrever las venas.
de espacio rompía el capullo,
como temiendo salir
ante el clavel de sus labios,
dulcemente carmesí.
2349

Llegué humilde, y supliquéla
que me dejase servir
de su jardinero, y ella:
"No os vais, Camilo, de aquí,
2353

me dijo, sin arrancar
aquel verde torongil,
que no quiero toro en hierba,
ni Gil que tenga raíz,
2357
El torongil, o melisa, es una planta aromática. "Toro en hierba" tiene un triple sentido: 1) No quiero toros en la hierba (de mi jardín) 2) no quiero una hierba con la palabra toro en su nombre, 3) No quiero a mis pretendientes, Fabio y Lelio (que son cornudos, porque ella ama a Camilo).
sino otro de mejor nombre."
Yo, que muy bien la entendí,
bajéme para arrancarlo,
y al inclinarme sentí
2361
Igualmente "Gil que tenga raíz" puede entenderse como que "torongil" es un "gil" que, siendo hierba, tiene raíces, y también como un Gil (un perseguidor, véase el v. 2313) con "bienes raíces" (rico propietario). Camilo entiende que Isabela le está haciendo saber que desprecia los amores y las riquezas de sus pretendientes y que es a él a quien ama.
en mi cabeza su mano;
(no la llamo de marfil,
que todo marfil es cuerno,
y estuviera mal allí).
2365
A Camilo le inquieta el hecho de que, al conceder su amor a Camilo, Isabela le está poniendo los cuernos a Lelio.
Medio turbado le dije:
"¡Cuánto mejor fuera ahí,
hermosísima señora,
corona vuestro chapín!
2369
Un chapín era un zapato femenino. Camilo le dice que no es digno de tener su mano en su cabeza, pues, como su servidor que es, sería más apropiado que le pusiera sobre ella el pie. En definitiva, le dice que no debe tratar con familiaridad a quien es inferior a ella.
si ya no he crecido tanto,
después que me bajé aquí,
que con la cabeza doy
en el cielo." Ella, un brasil
2373
Salvo que, paradójicamente, al agacharme, haya crecido tanto que mi cabeza toque el cielo y sea un ángel quien haya posado su mano sobre ella.
la cara y brasas el pecho,
respondió: "Fía de mí,
que debajo de mi mano
ya, Camilo, has de vivir.
2377
El palo brasil (derivado de brasa) es una planta de la que se extraía un tinte rojo usado también como maquillaje femenino.
No te acobarde tu estado,
porque desde que te vi
un Fúcar alemán eres,
un ginovés Lomelín.
2381
No te acobarde tu estado (de pobreza). Los Fugger y los Lomellino eran algunos de los poderosos banqueros de los que dependía la hacienda española.
Para igualar tu humildad
no tengo un maravedí;
para alentar tu esperanza
mi dote es un Potosí.
2385
En lo que a humildad se refiere, a tu lado soy pobre, pero en cuanto a dinero, mi dote es una gran fortuna con la que espero animarte a que me pretendas.
Tuya soy, tuya he de ser."
Y comenzóse a salir,
tiñendo el hermoso rostro
de un vergonzoso carmín.
2389
Decía esto mientras se marchaba.
Yo quedé una estatua muda,
y tan de mármol, que oír
en gran rato no pudiera
un sonoroso clarín.
2393

Sentí su amor, pero más
su facilidad sentí,
que engañándome en el tiempo
me pudiera reducir.
2397
Usa el verbo "sentir" con dos significados distintos. Lamentó la facilidad con la que Isabela se había enamorado de un sirviente al que conocía desde hacía relativamente poco tiempo, facilidad que, con el tiempo, le podría llevar a retractarse de su intención de casarse con ella o de repudiarla tras haberlo hecho (Góngora usa "reducir" en su sentido etimológico de "llevar hacia atrás").
Desdeñando sus favores
y maldiciendo salí
mi felicidad, que en esto
es desdicha ser feliz.
2401
Salí maldiciendo mi felicidad.
Treinta días ha que el sol
es sombra que anda tras mí,
y para que el desengaño
le haga esta noche huir,
2405
Isabela, que es un Sol, parece una sombra que le persigue desde hace treinta días, en sentido literal, y también en el sentido figurado de que no se la puede quitar de la cabeza. Es, sin duda, en este sentido figurado en el que Camilo espera conseguir que huya el sol que le persigue (que cese el tormento que le produce Isabela) a través del desengaño (es decir, tras revelar finalmente el engaño de su doble identidad).
he dado traza que aqueste
hidalgo del Zacatín
finja ser Lelio esta noche,
que se vuelve de Madrid.
2409
Dar traza es ingeniárselas. Un zacatín era un mercado de ropa musulmán. (El Zacatín de Granada, cuna de Marcelo, era especialmente conocido.) La expresión "hidalgo del Zacatín" es peyorativa, pues sugiere que de hidalgo sólo tiene la ropa que viste. Sólo en este momento el espectador es informado del plan de Camilo.
Para lo cual desde Illescas
ha enviado a prevenir
a su suegro con Donato,
aquel ligero rocín.
2413
Llama a Donato rocín (por sus escasas entendederas) y "ligero" irónicamente, por su increíble lentitud.
Señas le di de mis padres
y razón también le di
de la casa y la hacienda,
sin que faltase un cuatrín.
2417
Camilo ha tenido que revelar su identidad a Marcelo (y, por consiguiente, a Fabio) para aportarle la información que necesitará si quiere hacerse pasar por él de forma creíble.
Juramentámonos luego
de negar, hasta salir
con la empresa, a nuestros padres,
si lo vienen a impedir.
2421
Lelio y Marcelo  han jurado que, si llegaran sus padres (Galeazo y Emilio, respectivamente) antes de que terminara la "representación" que han organizado, los negarán, es decir, asegurarán no conocerlos.
Dirás que esta traza es
disparate de Merlín:
llegue acá el Lelio fingido,
que yo me reiré de ti.
2425
Dirás que es un disparate, como lo son las historias que se cuentan sobre el mago Merlín. Cuando llegue el Lelio fingido y todo salga según mis planes, seré yo el que se ría de ti.
Si con vista palpitante
mira al sol en su cenit
el pollo, que de las uñas
pende, como prenda vil
2429
Con mirada parpadeante. Una luz palpita (o parpadea) cuando se enciende y se apaga, luego la luz de la mirada es palpitante cuando es parpadeante, en el sentido figurado, pero también en el sentido literal de que los párpados se abren y se cierran.
Una creencia que aparece en la Historia natural de Plinio afirmaba que el águila (que se suponía que podía mirar al sol) probaba a sus polluelos llevándolos en sus patas y, si no miraban fijamente al sol (sin parpadear), los dejaba caer para que murieran.
la real ave lo deja
precipitado morir,
o de águila lo gradúa
examinándolo así;
2433
Hay que entender que [en función de si] el pollo parpadea [o no] al mirar al sol, el águila adulta lo precipita o le concede el título de águila (lo reconoce como águila).
tal yo esta noche a Isabela
introduzgo, y no en la lid
de su vista con el Sol,
sino en el campo gentil
2437
La introduzco en el gentil campo [de batalla] del Amor [armada] con[tra] la obediencia [que debe a su padre, el cual quiere casarla con Lelio], donde habrá de combatir con[tra] su prometido Lelio por su amante Camilo.
del Amor con la obediencia;
donde habrá de combatir
con su esposo, por su amante,
con ánimo varonil.
2441

Si se rindiere, al momento
correré el velo sutil
de la pintura, y dos Lelios
verás en el camarín:
2445
Verás dos Lelios: yo, que me revelaré como tal, y el falso Lelio que será Marcelo.
al legítimo verás
con claridad descubrir
de su jornada la causa,
de su máscara el barniz;
2449
Doble sentido de "descubrir": se quitará el barniz de su máscara [sinécdoque por su máscara] y descubrirá la causa que ha motivado su representación [la falta de firmeza de Isabela]
al falso verás dejar
en las garras la perdiz
de su Fabio, como azor,
que voló como neblí.
2453
El azor caza volando bajo, mientras que el neblí caza precipitándose desde lo alto. Así, verás cómo el falso Lelio [Marcelo] deja la perdiz [Isabela] que él [Marcelo] habrá hecho volar como neblí (la habrá obligado a moverse, a decantarse por uno u otro pretendiente) en las garras de su Fabio, que la perseguirá y la cazará como un azor.
Gozarála, y yo, contento,
más victorioso que el Cid
por haberme a mí vencido,
partiré luego de aquí.
2457
Fabio disfrutará de ella y yo, contento de haberme librado de una mujer voluble, partiré luego [inmediatamente] de aquí.
No llevaré al menos qué
murmure el Guadalquivir,
ni daré un corcho a sus aguas,
donde es flaco un bergantín.
2461
Me iré solo, pero, al menos, no llevaré qué [nada de lo que] murmure el Guadalquivir. [Es el mismo qué que aparece en "no tengo (nada) qué darte"]. Si Isabela fuera voluble, llevarla a Sevilla daría tanto que hablar como tratar de navegar en una canoa de corcho por el Guadalquivir, donde un bergantín ya se considera poca cosa.
¿Yo a Sevilla mujer fácil,
que las encinas allí
son cañas, si no son varas
de pescar, o de alguacil?
2465
No puedo llevar a Sevilla una mujer fácil, pues allí las encinas se consideran poco firmes, como si fueran cañas. Al poner las varas de alguacil como ejemplo de varas flexibles, Góngora denuncia de paso la corrupción de estos funcionarios.
Eso no, Tadeo, no quiero
llevar allá francolín,
que convide a sus cerezas
a quien las pague en anís.
2469
El francolín canta en el campo y Covarrubias, a propósito de él, dice: siendo yo niño, me hacían entender, cuando le oía cantar, que decía "tres, tres cerezas" o "queres, queres cerezas". Una estrategia para conseguir los favores de mujeres fáciles era obsequiarlas con dulces.
En Sevilla Brandimarte
quiero ser de Flordelís,
antes, hijo, que en Toledo
ser de Isabela Cervín.
2473
Brandimarte y Flordelís, al igual que Isabela y Cervín, son parejas de enamorados ejemplares que aparecen en el Orlando furioso de Ariosto. En principio, la segunda era tan honesta como la primera, pero Góngora juega con la asociación Cervín-ciervo-cornudo.
Mas si resiste, apelando
en revista para mí,
y con las mil y quinientas
apela para el monjil,
2477
Términos forenses. Apelar en revista es pedir a un juez la revisión de un caso. Aquí se refiere a la posibilidad de que Isabela pida a su padre que reconsidere casarla con Camilo en lugar de con Lelio.
yo mil y quinientas veces,
si no son quinientas mil,
la meteré en posesión
de la alma que ya le di;
2481
El recurso de las mil y quinientas, o de segunda suplicación, era una segunda apelación en casos graves que requería depositar una fianza de mil quinientas doblas. Así pues, hay que entender: "Si, en caso de que Octavio no acepte el cambio, amenaza con hacerse monja". Meter en posesión sigue siendo lenguaje forense.
que es mayor gloria, Tadeo,
por la espada conseguir,
que por el cetro a Oriana,
como lo dirá Amadís.
2485
Amadís consiguió a Oriana por sus hazañas (por su espada) y no por ser hijo del rey Perión (por el cetro de su padre). Igualmente, Lelio quiere ganarse a Isabela por sí mismo y no por un acuerdo de su padre.

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