XX

Prosificación: Sin aras no, [por] que el margen donde [la isla] para [frena] su [el] pie ligero del mar espumoso es al labrador ara de sus primicias [y] al ganadero [ara] de sus esquilmos; el hortelano vierte el cuerno entero de la copia a la tierra, poco avara, sobre la mimbre prolija, si no artificiosa, que tejió su honesta hija.
Notas: Según la mitología, Júpiter fue criado por una cabra a la que rompió un cuerno jugando. Una ninfa llamada Melisa curó a la cabra y, cuando Júpiter hubo crecido, le regaló en agradecimiento el cuerno roto con el don de que de él surgía cuanto Melisa deseaba. Este cuerno mágico fue llamado el cuerno de la abundancia (cornu copiae). Góngora lo llama aquí el cuerno de la copia.
Observaciones: En la estrofa anterior se ha dicho que Galatea es una deidad sin templo, y ahora se matiza que "sin templo, pero no sin altares." Pues la orilla del mar hace las veces de altar para las ofrendas que le dejan los labradores, ganaderos y hortelanos.

El pie del mar ha de entenderse aquí como la base, o la orilla del mar. Es frecuente usar términos anatómicos (lengua, brazo, garganta) para describir partes del mar o de la tierra. El pie del mar es la línea donde empieza el mar (como el pie de una montaña), y se opone al margen de Sicilia, que es la costa donde empieza la tierra. El pie del mar es ligero porque no deja de moverse: las olas se acercan a la playa y ésta las detiene. Con estos versos Góngora consigue pintar una imagen dinámica de la playa.

"Tierra poco avara" es una lítote por "tierra generosa".

El hortelano vierte a la tierra el cuerno entero de la abundancia, es decir, su ofrenda es tan rica que se puede equiparar a todo cuanto salió del cuerno de la abundancia.

La ofrenda la deposita sobre las cestas de mimbre que, si no puede decirse que sean obras de arte, lo cierto es que están hechas con gran cuidado y esmero.