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LAS REVUELTAS CANADIENSES SIGUIENTE

Joseph Smith encontró una forma de saldar sus numerosas deudas: el 2 de enero de 1837 fundó la Kirtland Safety Society, un banco en el que todos sus fieles debían depositar sus ahorros por orden expresa del Señor (así lo aseguró Smith). Como presidente puso a Sidney Rigdon.

El 18 de enero fueron absueltos los implicados en el intento de golpe de estado protagonizado por Luis Napoleón Bonaparte.

El 26 de enero los Estados Unidos admitieron a Michigan como vigésimo sexto Estado de la Unión, el décimo tercero libre, con lo que el número de Estados libres y esclavistas volvía a estar equilibrado.

El 7 de febrero murió en Suiza el derrocado rey Gustavo IV Adolfo de Suecia.

El 17 de febrero Charles Darwin fue admitido en la Sociedad Geográfica de Londres, y se dedicó a analizar las observaciones que había realizado durante su viaje alrededor del mundo. Dichas observaciones mostraban evidencias de que con el tiempo aparecían nuevas especies animales, hecho para el que la ciencia no sabía dar ninguna explicación. Darwin conjeturaba que, de un modo u otro, una especie animal tenía que poder transformarse en otra.

El 9 de febrero el escritor ruso Aleksandr Pushkin se batió en duelo con un militar francés que se había pasado de galante con su esposa. Su arma había sido manipulada para que no funcionara. Recibió un disparo en el pecho y murió en la madrugada del día siguiente, el 10 de febrero. Gran parte de su obra se salvó de ser destruida por la censura gracias al poeta Vasili Zhukovski (el autor de la letra del himno ruso), que, aunque la calidad de su obra no era muy destacable, sí lo era su labor como protector de los nuevos escritores románticos frente a los sectores más conservadores.

El 13 de febrero murió en Madrid Mariano José de Larra, un periodista español que se había hecho famoso por su aguda crítica social y por un par de obras románticas: la novela El doncel de don Enrique el Doliente y el drama Macías. No pudo escribir mucho más, porque se suicidó a los veintisiete años. (Estaba casado y enamorado de una mujer casada que no era la suya.) Su entierro, el 15 de febrero, reunió a una gran multitud de admiradores. Un joven de veinte años llamado José Zorrilla, que había llegado a Madrid el año anterior huyendo de su padre —que quería obligarlo a dedicarse a la agricultura, cuando él quería ser escritor— leyó un poema en honor del difunto que emocionó a los presentes, en especial a José de Espronceda, que se hizo amigo suyo.

Los Estados Unidos se ofrecieron a mediar entre Texas y México, y Santa Anna fue trasladado a Washington, donde se entrevistó con el presidente Jackson. Poco después fue devuelto a su país, y se retiró a su hacienda de Veracruz. El 3 de marzo, la víspera del fin del mandato de Jackson, los Estados Unidos reconocieron la independencia de Texas. El 4 de marzo Martin van Buren fue investido como el octavo presidente de los Estados Unidos.

El 6 de marzo John Russell, el ministro británico de interior envió a Canadá sus diez resoluciones, que respondían a las noventa y dos resoluciones que tres años atrás habían sido remitidas por la asamblea legislativa del Canadá Inferior. En ellas rechazaba en bloque todas las peticiones de los "patriotas".

El 7 de marzo el gobierno francés entró nuevamente en crisis cuando el parlamento rechazó un proyecto de ley presentado por el primer ministro Molé, según el cual, en caso de insurrección, los implicados que fueran militares serían juzgados en un consejo de guerra. Se esperaba entonces que el gobierno dimitiera, pero, pese a los ataques de la prensa, el rey Luis Felipe I mantuvo a su gabinete en funciones.

Las elecciones presidenciales venezolanas dieron la victoria a Carlos Soublette, el candidato de Páez. Técnicamente fue elegido vicepresidente, pero el 11 de marzo asumió la presidencia por la renuncia del presidente José María Vargas, que se había producido el año anterior.

Los liberales españoles planearon un ataque contra los carlistas en el que saldrían simultáneamente Espartero desde Bilbao, Pedro Searsfield desde Pamplona y una fuerza combinada hispano-británica desde San Sebastián, bajo el mando de sir George de Lacy Evans. El 15 de marzo los británicos tomaron una fortificación conocida como Oriamendi en las afueras de San Sebastián, pero el 16 de marzo el ejército conjunto fue atacado y derrotado por el carlista Sebastián de Borbón. La presencia de la armada británica permitió que la retirada de los liberales no acabara en una catástrofe. La moral de los carlistas, hasta entonces muy baja, subió considerablemente. Se cuenta que los carlistas saquearon un campamento liberal y, entre otras cosas, encontraron la partitura de una marcha británica a la que esa misma noche pusieron letra en vascuence y la convirtieron en la Marcha de Oriamendi, que pasó a ser el himno de los carlistas. (Más adelante se le pondría otra letra en castellano.)

El 22 de marzo murió el shogun Tokugawa Ienari, que fue sucedido por su hijo Ieyoshi.

El 25 de marzo tuvo lugar el último enfrentamiento de la guerra Creek, que fue también el último combate contra los indios en los Estados de Georgia y Alabama. Se produjo cuando una milicia de Alabama localizó un campamento creek y lo atacó por sorpresa. El combate duró más de cuatro horas, y se contaron unas doce bajas entre los milicianos frente a unos cincuenta indios muertos. Las mujeres se vieron obligadas a luchar también para proteger la vida de sus hijos. Los creeks que sobrevivieron huyeron a Florida, donde se unieron a los semínolas.

Las elecciones presidenciales en Nueva Granada dieron la victoria a José Ignacio de Márquez, hasta entonces vicepresidente, y el 1 de abril sucedió a Francisco de Paula Santander.

Tratando de evitar que Argentina apoyara a Chile en la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, el 5 de abril Santa Cruz envió una carta amistosa a Rosas, pero éste no respondió, sino que continuó con los preparativos para la guerra.

El rey Bagyidaw de Birmania, tras haber llevado a la ruina a su país con la guerra contra los británicos, se había apartado de la política, aquejado de depresiones y dedicado a disfrutar del teatro y las carreras de barcos. El gobierno estaba en manos de su esposa principal, la reina Me Nu, y el hermano de ésta. Su heredero era su hermano Tharrawaddy Min, que hacía un par de meses se había rebelado y el 15 de abril logró hacerlo abdicar en su favor. El nuevo monarca ejecutó a Me Nu y a su hermano, y mantuvo a Bagyidaw bajo arresto domiciliario.

Ese mismo dia el rey Luis Felipe I de Francia nombró finalmente un nuevo gobierno que, para sorpresa de todos, seguía teniendo como primer ministro a Mathieu Molé.

El presidente mexicano José Justo Corro había convocado elecciones y el ganador fue Anastasio Bustamante, que había regresado del exilio en Francia a finales del año anterior, llamado por Justo Corro para luchar contra los texanos. Tomó posesión el 19 de abril.

En mayo los británicos William Cooke y Charles Wheatstone patentaron un telégrafo diseñado a partir del prototipo constriuido por Gauss y Weber cuatro años atrás. Por esa época estaba a punto de entrar en servicio la Great Western Railway, una compañía de ferrocarriles que estaba uniendo Londres con el suroeste de Inglaterra y con Gales. Cooke y Wheatstone construyeron para la compañía una línea telegráfica de 21 kilómetros.

El 10 de mayo empezaron a quebrar bancos en Nueva York. Los clientes de otros bancos, presas del pánico, empezaron a reclamar sus fondos en metálico, y así el número de bancarrotas fue creciente. A finales de año habían quebrado 618 bancos. El país entró en una crisis económica de la que tardaría varios años en recuperarse. Algunos bancos británicos que habían invertido en los Estados Unidos quebraron también.

El llamado pánico de 1937 llevó en particular a los mormones a reclamar los fondos que habían invertido en la Kirtland Safety Society, y entonces se dieron cuenta de que sus fondos estaban —nunca mejor dicho— Dios sabe dónde y que los billetes emitidos por la sociedad eran meros papeles sin valor alguno. El banco de Smith había quebrado, pero no era un caso más dentro de la crisis bancaria que sufría el país, sino que el banco había sido una estafa desde el principio, y la mayor parte de sus fondos habían sido robados o malversados por sus administradores. Smith no contó con que la estupidez necesaria para ser mormón no era suficiente para aceptar con resignación una estafa de semejante calibre, y a muchos de sus seguidores, incluyendo miembros de sus altas esferas, no se les escapó que difícilmente podía ser un profeta de Dios alguien que no había previsto la quiebra de la que, según las profecías de Smith, iba a ser "la mayor de todas las instituciones de la Tierra".

Los liberales españoles habían interrumpido las relaciones comerciales con Navarra y las provincias vascas que financiaban al ejército carlista. Por ello, las distintas juntas y diputaciones de estas provincias habían advertido a la corte carlista que no podrían soportar por mucho tiempo los gastos de avituallamiento del ejército carlista, y sugerían la necesidad de extender la guerra a otras provincias, para repartir la financiación. Finalmente, el 15 de mayo salió la llamada expedición real, porque el mismo Carlos V se puso al frente de ella, con la misión de llegar a Madrid y destronar a Isabel II. Primeramente pasaría por Cataluña para unirse al ejército de Ramón Cabrera, y desde allí avanzaría hacia la capital. Durante los dos días siguientes la expedición cruzó el Ebro, pero las barcazas destinadas a ello no podían soportar el peso de la artillería, así que ésta tuvo que ser abandonada. A su paso por Aragón, los varones huían a los montes para no ser alistados a la fuerza. Nadie les suministraba víveres, por lo que los soldados empezaron mendigando y terminaron saqueando.

El 19 de mayo Argentina declaró la guerra a la Confederación Perú-Boliviana. Rosas encargó la dirección del ejército del Norte al general Alejandro Heredia, el gobernador de Tucumán. 

El 24 de mayo el ejército carlista llegó a Huesca, donde esperaba comer, pero con lo que se encontró apenas hubo entrado en la ciudad fue con que llegaba un ejército liberal que forzó a los carlistas a salir de la ciudad y presentar batalla. Los liberales tuvieron que retirarse, pero lograron salvar su artillería, de la que los carlistas trataron de apoderarse desesperadamente. El 27 de mayo los carlistas salieron de huesca después de haber "recaudado" una cuantiosa "contribución" y dejando en ella a sus heridos, pues no tenían qué hacer con ellos. Al anochecer entraban en Barbastro.

Tras haber desplegado todos los esfuerzos diplomáticos posibles, el rey Luis Felipe I de Francia no pudo conseguir para su heredero Fernando una esposa de la categoría que hubiera deseado, y finalmente tuvo que conformarse con la princesa Elena de Mecklemburgo-Schwering, que al menos era sobrina del rey Federico Guillermo III de Prusia. El matrimonio se celebró el 30 de mayo y, como la princesa era protestante, constó de una ceremonia católica, otra protestante y otra civil.

Ese mismo día el argelino Abd al-Qádir firmó el tratado de Tafna con los franceses, en virtud del cual reconocía la soberanía de Francia sobre las provincias de Orán y Argel, mientras que Francia reconocía la soberanía de Abd al-Qádir sobre el resto del territorio argelino (unas dos terceras partes del mismo). Francia dominaba la mayor parte de la costa argelina, con lo que conseguía el principal objetivo de la campaña, que no era sino acabar con la piratería berberisca.

La estrategia de acorralamiento desarrollada por el general Jesup estaba dando resultados, y numerosos jefes semínolas habían capitulado y habían aceptado trasladarse al Oeste siempre y cuando se les permitiera llevar consigo sus esclavos negros, cosa que Jesup les garantizó. Sin embargo, a medida que los indios afluían a los campamentos militares para ser transportados, llegaron también cazadores de esclavos que reclamaban los negros de los semínolas en nombre de los dueños de los que habían huido. Como los semínolas no tenían títulos de propiedad, perdían todas las causas ante los tribunales. También se encontraron con numerosas acusaciones por deudas y algunos crímenes. Esto los llevó a desconfiar de las promesas de Jesup y así, cuando el 2 de junio Osceola atacó Fort Brooke con unos 200 guerreros, otros 700 semínolas que se habían rendido se fueron con él, con lo que Jesup decidió no volver a confiar en la palabra de un indio. La guerra no se reanudó inmediatamente, en parte porque Jesup, dando por terminada la guerra, había licenciado a muchos de sus hombres y en parte porque la crisis económica había reducido drásticamente el presupuesto.

Mientras tanto en España el general Oraá atacaba a los carlistas en Barbastro, pero fue derrotado y tuvo que retirarse a Berbegal.

El ejecutivo chileno había asumido poderes extraordinarios con motivo de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, y los liberales consideraron que la guerra no era sino una excusa para depurar el ejército de sus partidarios. El ministro de guerra, Diego Portales, se volvió extremadamente impopular y se le acusó de tiranía. El 3 de junio, mientras pasaba revista a un regimiento en Quillota, fue apresado por orden del coronel José Antonio Vidaurre, que inició así una revuelta contra el gobierno conservador.

Mientras tanto en España los carlistas abandonaban Barbastro dejando allí sus heridos y no sin antes haber recaudado una nueva "contribución de guerra". Tras una hora de marcha llegaron al río Cinca, y se encontraron con que sólo contaban con una balsa para atravesarlo. (A nadie se le había ocurrido la idea de construir balsas por el camino.) El 4 de junio, cuando ya sólo quedaba un batallón por cruzar el río, apareció Oraá y destruyó la balsa con su artillería. Los soldados que no habían podido cruzar, acorralados por el enemigo, trataron de vadear el río a la desesperada, y la mayoría murió arrastrada por la corriente.

El 6 de junio Vidaurre se enfrentó en Valparaíso al ejército gubernamental, dirigido por Manuel Blanco Encalada, en la batalla de Barón. Ese día fue fusilado el ministro Portales, al parecer por orden de Vidaurre. Éste fue derrotado y su rebelión fracasó, pero logró huir y permaneció en paradero desconocido durante algún tiempo. La conmoción que supuso la ejecución de Portales decantó a la opinión pública a favor de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana.

El 8 de junio los carlistas entraron en Cataluña, pero el 12 de junio sufrieron una estrepitosa derrota frente a Ramón de Meer, el capitán general de Cataluña. Se calcula que perdieron las dos terceras partes de sus hombres.

Desde principios de año el cólera estaba cobrándose numerosas víctimas en Guatemala, especialmente entre la población indígena. Los eclesiásticos, descontentos con el gobierno liberal del presidente centroamericano Morazán y del gobernador de Guatemala, Mariano Gálvez, difundieron la creencia de que éste había envenenado los ríos para acabar con los indígenas. Los indios tomaron las armas y empezaron a asesinar a todos los blancos que encontraban. Gálvez trató de reprimir las revueltas con tanta crudeza que empeoró las cosas. Finalmente los rebeldes acabaron bajo la dirección de un bandido llamado Rafael Carrera, al que los curas presentaron a los indios como un ángel protector que había venido del cielo para vengarse de los liberales y otros herejes. Esto fue corroborado por la virgen María, que hizo caer una carta autógrafa desde el techo de una iglesia llena de indios. En ella la virgen encomendaba a Carrera la lucha contra el gobierno.

Richard Wagner marchó a la ciudad rusa de Riga, donde fue contratado como director del teatro de ópera local.

El 14 de junio murió el poeta italiano Giacomo Leopardi.

El 18 de junio María Cristina de Borbón sancionó una nueva constitución. Es de resaltar que los liberales, a pesar de tener la mayoría en las Cortes, no habían tratado de adaptarla a sus ideas, sino que el nuevo texto estaba en el punto medio entre la constitución liberal de 1812 y el estatuto real conservador de 1834, y ciertamente satisfizo a ambos partidos.

El 20 de junio la expedición real llegó al pueblo de Santpedor con intención de aprovisionarse, pero sus habitantes habían formado una milicia y no se dejaron saquear. Resistieron durante dos días los intentos de los carlistas, los cuales llegaron a usar un cañón que les habían cedido unos partidarios catalanes. El rey Carlos V comprendió que en Cataluña no iba a encontrar el apoyo y los refuerzos que había esperado y que era necesario salir cuanto antes del territorio.

Ese mismo día murió el rey Guillermo IV de Gran Bretaña y de Hannover. Dejó muchos hijos ilegítimos, pero ninguno legítimo, así que la corona británica pasó a su sobrina, la reina Victoria I, que había cumplido los dieciocho años hacía menos de un mes. Sin embargo, en el reino de Hannover estaba vigente la ley sálica, por lo que el trono pasó a Ernesto Augusto I, hermano de Guillermo IV, que tenía ya sesenta y seis años.

Johann Strauss estaba de gira por Francia y, al constatar que su música tenía tan buena aceptación como en Viena, concibió el ambicioso plan de presentarse en Gran Bretaña el año siguiente con motivo de la coronación de la reina Victoria, prevista para entonces.

Finalmente, el ejército de Ramón Cabrera se unió a la expedición real carlista, y el 29 de junio aportó víveres y medios para cruzar el Ebro en dirección a Valencia.

El 5 de julio, apenas llegado a Hannover, el rey Ernesto Augusto I disolvió el parlamento y abolió la constitución del país, aduciendo que había sido promulgada sin habérsele pedido opinión y que no era adecuada para las necesidades del reino.

Andrés de Santa Cruz se había preocupado de mantener en todo momento excelentes relaciones con Francia, que tras firmar un acuerdo de amistad, alianza y comercio, lo había condecorado con la Legión de Honor. Por el contrario, las relaciones diplomáticas con Francia de Juan Manuel de Rosas eran cada vez más tensas. El año anterior había fallecido el embajador francés en Buenos Aires y, cuando llegó su sucesor, se encontró con que había estallado la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana y, en lugar de presentar sus credenciales a Rosas, había embarcado inmediatamente rumbo a Francia a informar de la situación. Al frente de la embajada quedó el vice cónsul Aimé Roger.  El 7 de julio se entrevistó con Santa Cruz un enviado del primer ministro francés, Methieu Louis Molé, y ambos acordaron que Francia bloquearía los puertos de Chile. Mientras tanto, Roger recibía instrucciones de presentar ante Rosas diversas reclamaciones "para cuidad la dignidad y los intereses de Francia". En caso de que la respuesta de Rosas no fuera satisfactoria, Roger debía reunirse con el contraalmirante Leblanc para enviar una flota a Buenos Aires. Roger ya había presentado inútilmente algunas reclamaciones a Rosas, como la excarcelación de César Hipólito Bacle, un impresor suizo que había sido detenido por traición.

El 15 de julio Oraá alcanzó a la expedición real en Chiva, y obtuvo una victoria.

Mientras los ejércitos liberales se esforzaban en detener la expedición real, otro ejército carlista salió de Navarra bajo el mando del general Juan Antonio de Zaratiegui, quien con el mayor sigilo cruzó el Ebro el 24 de julio con destino a Madrid.

Entre los mormones que habían comprendido que Joseph Smith era un estafador se encontraba Warren Parrish, que inició una campaña de descrédito contra Smith. Éste lo había excomulgado y, en respuesta, Parrish se convirtió en la cabeza de una nueva Iglesia a la que llamó Iglesia de Cristo, el mismo nombre que Smith había dado originalmente a su negocio. Entre sus adeptos estaba Martin Harris, uno de los primeros seguidores de Smith. Parrish excomulgó a Smith y a Rigdon y, aprovechando que hacía unos días que ambos habían marchado de viaje a Canadá, el 30 de julio se presentó en el templo de Kirtland con sus seguidores armado con pistolas y cuchillos, interrumpió el servicio dominical y reclamó la propiedad del edificio para su Iglesia. Finalmente fueron expulsados por la policía.

Ese mismo día murió de cólera la esposa de Gaetano Donizetti. Poco antes había muerto su tercera hija. El compositor, que aún no se había repuesto de la muerte de sus padres y de su segunda hija, sucedidas dos años atrás, cayó en una profunda depresión. No obstante, no abandonó su trabajo, y ese año estrenó dos nuevas óperas.

El 3 de agosto Zariategui estaba en Segovia, a sesenta kilómetros de Madrid. El 11 de agosto llegó a Torrelodones, a 25 kilómetros de Madrid, pero se enteró por los periódicos que la expedición real todavía estaba lejos, así que retrocedió de nuevo a Segovia. El 13 de agosto Espartero entraba entre aclamaciones en Madrid, que hasta hacía unas semanas no se había tomado en serio la guerra. Sin embargo, recibió órdenes de alojar a sus hombres en pueblos cercanos, pues el gobierno sabía que los soldados estaban descontentos con la paga y el avituallamiento que recibían y temían que provocaran disturbios en la capital. Los que se quejaron de la medida fueron los oficiales, y el 18 de agosto cayó el gobierno de Calatrava y Espartero (que era diputado) fue nombrado primer ministro.

El 26 de agosto Espartero salió de Madrid con su ejército a la caza de la expedición real, sin saber que ésta marchaba hacia Madrid por un trayecto más al sur, saqueando todo a su paso. Ambos ejércitos se cruzaron sin verse.

Ante la inactividad del ejército argentino, dos columnas del ejército boliviano de alrededor de un centenar de hombres cada una cruzaron la frontera, y el 28 de agosto ocuparon varias aldeas.

Las diez resoluciones de lord Russell habían caldeado la política del Canadá Inferior. Exasperados por la lentitud de las respuestas británicas a sus reivindicaciones (la última había tardado tres años en producirse), una sección del partido patriota decidió formar la Sociedad de los Hijos de la Libertad (cuyo nombre traducía al francés el de la sociedad fundada por Samuel Adams durante la revolución estadounidense). Ésta tenía una rama civil, dirigida por Louis-Joseph Papineau entre otros, y otra militar, dirigida por Thomas Storrow Brown. Su primera reunión tuvo lugar el 5 de septiembre, y empezó a reclutar milicianos.

El 11 de septiembre las dos columnas perú-bolivianas que habían entrado en la Confederación Argentina se reunieron, pero el 12 de septiembre los bolivianos fueron derrotados en Humahuaca por unos 400 argentinos.

El 12 de septiembre el ejército carlista estaba ante la capital con el de Espartero pisándole los talones. Los historiadores no se explican por qué el rey Carlos V no dio la orden de entrar en Madrid cuando la ciudad estaba prácticamente indefensa. El caso fue que, tras unas horas, ordenó la retirada y Espartero lo alcanzó en Aranzueque el 19 de septiembre. Allí obtuvo otra gran victoria, en la que los carlistas perdieron unos 3.000 hombres entre prisioneros y huidos. Ramón Cabrera, acusando de ineptitud a sus camaradas vascos, decidió regresar a Cataluña.

Ese mismo día dimitió el regente de Brasil, Diogo Antonio Feijó. Incapaz de controlar las rebeliones que se multiplicaban y gravemente enfermo, fue sustituido por su rival político Pedro de Araujo Lima.

En la India murió el gran mogol Akbar Sha. Fue sucedido por su hijo Bahadur Sha, si bien carecía de todo poder más allá de la propia ciudad de Delhi, pues Gran Bretaña gobernaba ya casi la totalidad del territorio indio. Los británicos le permitían tener un pequeño ejército y recaudar algunos impuestos, pero él mismo carecía de toda ambición política y se dedicó principalmente a escribir poesía.

El 3 de octubre el rey Luis Felipe I de Francia disolvió el parlamento y convocó elecciones anticipadas. Consideró que era un buen momento porque en Argelia se acababa de iniciar una nueva expedición contra Constantina y su hijo Enrique participaba también en ella. El rey confiaba en que una victoria le proporcionaría la popularidad suficiente para que sus partidarios consiguieran la mayoría en el nuevo parlamento.

Finalmente, en Chile fue arrestado el coronel José Antonio Vidaurre. El presidente José Joaquín Prieto ordenó que fuera juzgado por un consejo de guerra y el 4 de octubre fue ejecutado en Valparaíso.

El 5 de octubre murió en Suiza Hortense de Beauharnais, la madre de Luis Napoleón Bonaparte. Su hijo, al tener noticias de la mala salud de su madre, regresó inmediatamente de los Estados Unidos y, con un pasaporte falso estadounidense, logró salir de Gran Bretaña para estar junto a su madre en sus últimos momentos.

El 10 de octubre se inició el asedio a Constantina y el 11 de octubre los franceses empezaron a bombardear la ciudad. Pronto empezó a abrirse una brecha en sus murallas, que la mañana del 12 de octubre se había agrandado suficientemente.

Mientras tanto, el chileno Manuel Blanco Encalada había zarpado hacia Perú acompañado de los exiliados peruanos adversarios de Santta Cruz. Ese mismo día entraba en Arequipa. No fue un objetivo muy acertado, pues la ciudad apoyaba mayoritariamente la Confederación.

El 13 de octubre el ejército francés, formado por unos 7.000 hombres, entró en Constantina y, tras algunos combates por sus calles, se hizo con el control.

El jefe semínola Osceola fue capturado a traición cuando se presentó ante el general Jesup enarbolando una bandera blanca. Murió poco después en prisión, al parecer de malaria. No era la primera vez que Jesup no respetaba una bandera blanca, ni sería la última. Poco después, el jefe cherokee John Ross llegó a Florida al frente de una delegación con el propósito de convencer a los semínolas de que renunciaran a la guerra, y Jesup hizo arrestar a los semínolas que acudieron para entrevistarse con él. Ross protestó, pero Jesup le contestó que él nunca había garantizado que los semínolas que llegaran podrían marcharse.

El 18 de octubre Espartero dimitió de su cargo de primer ministro, que fue ocupado por el moderado Eusebio Bardají. Mientras tanto, el general perseguía a los carlistas empujándolos hacia el norte sin presentar batalla. Evitaba los combates porque sus hombres estaban agotados, pero eran suficientes para dirigir la huida en desbandada de los carlistas. Su plan era que regresaran a Navarra destrozados para que bajaran la moral de sus partidarios y volvieran a esquilmarlos.

Fructuoso Rivera invadió Uruguay desde Brasil y el 22 de octubre derrotó al presidente Manuel Oribe en la batalla de Yucutujá.

El 23 de octubre se reunió en Saint-Charles, en el Canadá Inferior, la Asamblea de los seis condados, que congregó a unos 6.000 patriotas que decidieron no reconocer la autoridad del gobierno colonial británico, si bien no se hizo ninguna mención expresa al uso de la fuerza. La Sociedad de los Hijos de la Libertad fue reconocida. El gobierno emitió órdenes de arresto contra los principales cabecillas patriotas, y la Iglesia se manifestó contraria a toda acción contra la legalidad vigente.

El 24 de octubre el rey Carlos V cruzó el Ebro con los restos de su ejército. Asentó su corte en Arciniega y allí emitió una proclama según la cual la expedición había sido todo un éxito. Poco después puso al frente de su ejército a Juan Antonio Guergué.

Pese al éxito en Constantina, el resultado de las elecciones del 4 de noviembre no fue el que el rey Luis Felipe I había previsto. Sus partidarios consiguieron el 47.9% de los escaños, es decir, no llegaron a la mayoría absoluta, si bien la oposición estaba muy dividida en un amplio abanico que iba desde la extrema izquierda de los republicanos hasta la extrema derecha de los legitimistas.

El 6 de noviembre se produjo en Montreal un enfrentamiento entre la Sociedad de los Hijos de la Libertad (francófona) y el Club Dórico (anglófono), considerado como el inicio de la rebelión del Canadá Inferior. La Sociedad de los Hijos de la Libertad pasó a la clandestinidad.

El 7 de noviembre fue asesinado en Illinois un sacerdote presbiteriano llamado Elijah Parish Lovejoy, que dirigía un periódico marcadamente abolicionista. Su oficina fue asaltada por una multitud furiosa que acabó con su vida. Su muerte dio fuerza a la causa abolicionista.

El 14 de noviembre una flota de la Confederación Perú-Boliviana bajo el mando del general José Trinidad Morán llegaba al archipiélago chileno Juan Fernández con la misión de liberar a Ramón Freire, aunque al llegar se supo que había sido desterrado a Australia. De todos modos, la expedición tomó las islas, escasamente defendidas, y las abandonó tras haber destruido las defensas militares y el presidio en el que debían haber encontrado a Freire.

El 15 de noviembre Santa Cruz llegaba a Arequipa al frente de unos 5.000 hombres, mientras que los "restauradores" chilenos refugiados en la ciudad sumaban algo más de 3.000. Santa Cruz propuso a Blanco Encalada que entablaran negociaciones de paz y éste aceptó, así que Santa Cruz dispuso que su ejército acampara para pasar la noche. El 17 de noviembre ambas partes firmaron el tratado de Paucarpata, que establecía la paz entre ambos países en términos muy equitativos.

Uno de los redactores de la constitución de Hannover había sido el jurista e historiador Christoph Dahlmann, a la sazón profesor de la universidad de Gotinga, el cual trató de involucrar a toda la universidad en una protesta contra la actitud absolutista del nuevo monarca. Sin embargo sólo consiguió que otros seis profesores firmaran un manifiesto que presentaron el 18 de noviembre: el jurista Wilhelm Eduard Albrecht, el teólogo y orientalista Georg Heinrich August Ewald, el historiador Georg Gottfried Gervinus, los eruditos Jacob y Wilhelm Grimm y el físico Wilhelm Weber. Cientos de estudiantes hicieron miles de copias en pocos días y las distribuyeron por toda Alemania.

El 23 de noviembre unos 800 milicianos atacaron por sorpresa a unos 400 soldados británicos en Saint-Denis, en el Canadá Inferior, y obtuvieron la victoria gracias al exceso de confianza de sus adversarios. No obstante, los británicos no tardaron en reaccionar. El 25 de noviembre unos 350 soldados regulares, bien equipados y con dos cañones, masacraron en Saint-Charles a una partida de 80 milicianos, la mayoría de los cuales resultaron muertos.

El 30 de noviembre dos barcos de guerra franceses llegaron a Buenos Aires y el vice cónsul Roger presentó a Rosas las reclamaciones que su gobierno le había encargado transmitirle. Rosas se negó a tratar asuntos diplomáticos con él por carecer de las debidas credenciales. Por su parte, Roger se negó a pedirlas a Francia y consideró insultante la actitud de Rosas.

El 4 de diciembre "los siete de Gotinga" fueron llamados ante un tribunal de la universidad y el 6 de diciembre fueron despedidos. A Dahlmann, Gervinus y Jacob Grimm se les dio tres días para abandonar el reino, mientras que al resto se les permitió permanecer en la ciudad. Sus habitantes se pusieron de acuerdo para suplir sus salarios con donativos. La universidad de Gotinga sufrió un gran desprestigio y dejó de atraer a intelectuales de talla, con lo que a medio plazo disminuyó drásticamente el número de alumnos que se matriculaban en ella. En una carta a su cuñado, el rey Federico Guillermo III de Prusia, el rey Ernesto Augusto I decía: Si cualquiera de esos siete caballeros me hubiera dirigido una carta expresando su opinión, yo no habría tenido nada que reprocharles, pero convocar una asamblea y publicar sus opiniones antes incluso de que el gobierno hubiera recibido su protesta es lo que han hecho y lo que no puedo permitir.

En la provincia de Canadá Superior también había reformistas que deseaban ciertos cambios en la política colonial británica. Fundamentalmente, se trataba de los descendientes de los realistas que habían abandonado los Estados Unidos tras la guerra de la Independencia. Eran mayoritariamente moderados, pero algunos radicales abogaban por un gobierno republicano. El más destacado era un periodista escocés llamado William Lyon Mackenzie. No tenía muchos seguidores, pero ahora trató de explotar el descontento que las diez resoluciones de lord Russell habían generado en su provincia (a la que también se aplicaban). Aprovechando que el grueso del ejército británico en el Canadá Superior había sido desplazado al Canadá Inferior, para sofocar la revuelta de los patriotas francófonos, decidió provocar altercados que hicieran saltar la chispa de la revolución. Convocó a todos los que pudo convencer para que se presentaran el 7 de diciembre en la Taberna de John Montgomery en Toronto. Una partida de realistas disparó sobre los partidarios de Mackenzie y dispersó a muchos de ellos. Finalmente, de unos 500 rebeldes menos de 300 llegaron al punto convenido. Allí se presentó un ejército británico de un millar de hombres que abrió fuego sobre la taberna hasta dispersar a todos los rebeldes. Después el edificio fue incendiado. Mackenzie, junto con otros rebeldes, huyó a los Estados Unidos. El 11 de diciembre llegó a Búfalo (Nueva York). El 12 de diciembre convocó una asamblea pública en la que pidió ayuda para el pueblo canadiense, deseoso de liberarse de la opresión británica. Sus partidarios ocuparon la isla de Navy, sobre el río Niágara, que es territorio canadiense, y allí el 13 de diciembre Mackenzie se declaró a sí mismo presidente de la República de Canadá.

El 14 de diciembre unos 1.200 soldados británicos atacaron la ciudad canadiense de Saint-Eustache, dominada por los patriotas. Éstos confiaban en reunir unos 800 combatientes, pero al final sólo consiguieron 200, que acabaron acorralados en la iglesia de la ciudad. Al final del día los británicos y los canadienses leales saquearon e incendiaron la ciudad.

El 16 de diciembre dimitió Eusebio Bardají, el primer ministro español, descontento con la actitud de la regente, que trataba de ganarse por todos los medios a los partidarios de Espartero (liberales radicales). Fue sustituido por Narciso Heredia.

Mientras tanto el ejército de Blanco Encalada había regresado a Chile. El gobierno no reconoció el tratado de Paucarpata y juzgó por traición a Blanco Encalada en un consejo de guerra, el cual finalmente se vio obligado a exiliarse. La guerra contra la Confederación Perú-Boliviana continuó.

Hector Berlioz había obtenido un contrato del ministerio de bellas artes para la composición de un requiem, pero tres meses después, cuando la obra ya estaba terminada, el ministerio anuló el contrato sin dar explicaciones (probablemente por la influencia de Cherubini). No obstante, algunos amigos de Berlioz lograron organizar su estreno en la capilla de los Inválidos, con 190 músicos y 210 coristas. Asistió la familia real junto con el cuerpo diplomático y toda la alta sociedad de París, y el resultado fue un éxito clamoroso, tanto por parte del público como de la crítica.

El general Jesup había vuelto a poner en práctica su estrategia de barrer a los semínolas hacia el sur mediante un avance coordinado de varias columnas. Los semínolas retrocedieron paulatinamente sin presentar combate (algunos se rindieron) hasta que el 25 de diciembre un grupo de unos 400 indios no tuvo más remedio que hacer frente a un ejército de unos ochocientos soldados dirigidos por el coronel Zachary Taylor. La batalla del lago Okeechobee fue una simple escaramuza que terminó con la huida de los indios, pero Taylor la presentó como una importante victoria.

El canadiense William Lyon Mackenzie había recibido la ayuda de numerosos estadounidenses que habían acudido voluntarios a la isla de Navy con equipamiento y armas para apoyar la revolución. El presidente Van Buren había advertido a los voluntarios que serían perseguidos como criminales si participaban en una invasión de Canadá, y esto había hecho retirarse a algunos, pero, aun así, Mackencie contaba con cerca de un millar de hombres. Eran aprovisionados por un barco de vapor, el Caroline, propiedad de estadounidenses y tripulado por estadounidenses. Los británicos estaban molestos por la ayuda que los estadounidenses estaban prestando a los rebeldes, que, a pesar de no contar con ninguna clase de apoyo gubernamental, habrían bastado para justificar una declaración de guerra contra los Estados Unidos. El 29 de diciembre cincuenta hombres, entre soldados británicos y voluntarios, fueron enviados a destruir el barco. El plan era atacarlo en la isla de Navy, es decir, en territorio canadiense, pero las cosas no salieron como estaban previstas y finalmente decidieron pasar al otro lado del río y capturaron al Caroline en territorio estadounidense, lo incendiaron y lo hundieron. Sus pedazos siguieron la corriente y cayeron por las cataratas del Niágara. Durante el ataque murió un estadounidense, un negro libre llamado Amos Durfee, pero corrieron voces de que las víctimas estadounidenses se habían contado por docenas.

El parlamento británico estableció la fecha del 1 de enero de 1838 para la emancipación de todos los esclavos en territorio británico, dos años antes del plazo previsto por la ley de 1833.

El 4 de enero murió César Hipólito Baclé, el suizo cuya libertad reclamaba el vice cónsul frances Aimé Roger al argentino Juan Manuel de Rosas. Roger defendió entonces las reclamaciones de su viuda, a las que agregó las quejas de otros ciudadanos franceses, algunos de los cuales habían sido alistados forzosamente en el ejército. Rosas se negó a tratar ningún asunto con Roger mientras no se acreditara oficialmente y el 9 de enero Roger salió de Buenos Aires y marchó a Montevideo a la espera de refuerzos. En Uruguay Francia contaba con el apoyo de los opositores al presidente Manuel Oribe, así como el de los unitarios argentinos exiliados.

El rey Carlos V de España se casó con su prima y cuñada María Teresa de Braganza.

El general carlista Ramón Cabrera tomó la ciudad de Morella y la convirtió en su cuartel general.

El 12 de enero, tras haberse emitido una orden de arresto contra Joseph Smith por fraude bancario, éste huyó a Misuri junto con Rigdon, el presidente de la desaparecida Kirtland Safety Society, perseguidos de cerca por un grupo de hombres armados dispuestos a detenerlos y llevarlos a juicio. Con su huida, la secta de Parrish pudo apropiarse finalmente del templo mormón. Entre los que se quedaron en Kirtland junto a Parris (y que pronto serían excomulgados por Smith) se encontraban David Whitmer y Oliver Cowdery, los cofundadores del negocio.

Smith se instaló en la ciudad de Far West, fundada unos años atrás por una colonia mormona. Allí cambió el nombre de su negocio por el de Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y se dispuso a construir un nuevo templo. Al principio se alojó en la casa de un tal George Washington Harris, que no sólo le cedió su casa, sino también a su esposa, Lucinda, que por esas fechas se "casó" con Smith.

El 2 de febrero una región de Guatemala, fronteriza con México, decidió independizarse y formar un Estado independiente en el seno de las Provincias Unidas del Centro de América, con el nombre de Los Altos.

Los bóers que habían abandonado la colonia británica de Sudáfrica habían establecido su propia república más al norte, pero desavenencias internas llevaron a un grupo de colonos a desplazarse hacia el este, hacia la costa que Vasco de Gama había bautizado como Natal, donde fundaron otra república. Allí entraron en conflicto con los zulúes. El 6 de febrero una delegación bóer fue víctima de una masacre y poco después los batallones zulúes atacaron a unos 250 colonos que estaban en un campamento cercano, donde no respetaron ni mujeres ni niños.

En los Estados Unidos se había formado una sociedad secreta, al parecer de estructura masónica, que se hacía llamar la logia de los cazadores, cuyo propósito era liberar a América de la presencia británica y, en particular, ayudar a los rebeldes del Canadá Superior. El 26 de febrero, aprovechando que el lago Erie estaba helado, un grupo de unos 300 cazadores y rebeldes canadienses llegó hasta la isla de Peele y la tomó a los británicos.

Muchos de los rebeldes del Canadá Inferior se habían refugiado en los Estados Unidos. Reunidos en Vermont juntamente con voluntarios estadounidenses, el 28 de febrero nombraron al doctor Robert Nelson presidente de la República del Canadá Inferior, y éste leyó una declaración de independencia en la que el Canadá Inferior se proclamaba república independiente, sin vinculación alguna con Gran Bretaña, y sentaba las bases de un nuevo estado: laicismo, igualdad de derechos para blancos e indios, abolición del régimen señorial, libertad de prensa, igualdad de las lenguas inglesa y francesa, etc. Sin embargo, el gobierno estadounidense estaba decidido a mantener una neutralidad estricta en la rebelión canadiense y el ejército detuvo a los patriotas por violar dicha neutralidad.

Ese mismo día una flota francesa se presentó en Buenos Aires y Aimé Roger pidió nuevamente a Rosas que suspendiera la aplicación del servicio militar a súbditos franceses, que garantizara a Francia un trato de nación más favorecida y que pagara las indemnizaciones reclamadas por los ciudadanos franceses.

El 3 de marzo algo más de un centenar de soldados británicos retomaron la isla de Peele.

Mientras tanto Ramón Cabrera recibía noticias de que Zaragoza estaba casi sin protección, así que envió a unos 3.000 hombres bajo el mando de Juan Cabañero con la misión de saquearla. La noche del 5 de marzo los carlistas entraron en la ciudad, pero tuvieron que abandonarla porque sus habitantes les hicieron frente armados con cuchillos y otros utensilios agrícolas o de cocina, además de tirarles aceite y agua hirviendo desde las ventanas.

El 7 de marzo el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, recibió al vicecónsul francés, Aimé Roger, y le comunicó que estaba dispuesto a establecer un tratado con Francia, pero con un representante debidamente autorizado, y que las demás exigencias francesas no serían consideradas.

El conflicto entre Bélgica y los Países Bajos llevaba ya casi seis años en suspenso, hasta que finalmente el rey Guillermo I de los Países Bajos decidió finalmente aceptar el tratado de los XXIV artículos. Los belgas trataron de que el tratado fuera revisado (eran especialmente reticentes a entregar a los Países Bajos una parte de Luxemburgo), pero Gran Bretaña, Austria, Prusia y Rusia, sin consultar a Francia, decidieron que Bélgica tenía que aceptar estrictamente las condiciones del tratado, y Francia no tuvo más remedio que dar su aprobación. Lo máximo que consiguió en unas negociaciones posteriores fue que parte de la deuda exterior Belga recayera sobre los Países Bajos.

24 de marzo el contralmirante Leblanc se presentó en Buenos Aires y, tras una entrevista con el embajador británico, volvió a presentar a Rosas las reclamaciones francesas, confiando en que considerara a su flota como unas "credenciales adecuadas". El embajador británico aconsejó a Rosas presentar explicaciones sobre las reclamaciones, pero Rosas se negó a hacer nada bajo la amenaza de la fuerza. Por consiguiente, el 28 de marzo la flota francesa bloqueó el puerto de Buenos Aires. En una carta al primer ministro fechada el 4 de abril Roger explicaba que el objetivo del bloqueo era:

Infligir a la invencible Buenos Aires un castigo ejemplar que será una lección saludable para todos los demás estados americanos [...] corresponde a Francia hacerse conocer si quiere que se la respete.

Mientras tanto, un pastelero francés instalado en México había enviado un escrito al rey Luis Felipe I denunciando que había perdido su negocio a consecuencia de un saqueo sufrido por parte de oficiales del ejército mexicano. El gobierno francés exigió a México una indemnización desmesurada, al tiempo que reclamaba el pago de numerosos préstamos que el Estado había contraído desde la época de la independencia y que seguía sin pagar, así como una indemnización por los daños sufridos por ciudadanos franceses durante las diversas insurrecciones que había sufrido el país centroamericano.

Los bóers se dispusieron a contestar los ataques de los zulúes, y el 6 de abril enviaron a 347 jinetes en dos columnas, quienes capturaron a algunos soldados zulúes, con la información que obtuvieron de éstos (y hay quienes piensan que los prisioneros se habían dejado capturar para llevar a los bóers a una trampa), decidieron atacar a un ejército zulú acampado en las proximidades. El 9 de abril se produjo la batalla de Italeni, en la que los bóers fueron derrotados por unos 8.000 guerreros. Apenas tuvieron 10 bajas, porque no tardaron en huir. No obstante, el encuentro sirvió a los bóers para conocer las técnicas militares zulúes.

Entre los mormones que habían seguido a Joseph Smith hasta Misuri estaba Oliver Cowdery, uno de los que ayudaron al "profeta" a montar su negocio. Sin embargo, a diferencia de Smith, Cowdery era un sinvergüenza con escrúpulos, y su desaprobación hacia su socio aumentaba día a día: una cosa era hacer creer a unos idiotas que eran elegidos de Dios y otra muy distinta dejarlos en la ruina. A Cowdery también le repugnaba el estupro que Smith había cometido tiempo atrás con su criada Fanny Alger, cosa que le había recordado en una conversación tenida a primeros de año. Últimamente le censuraba que sus actuaciones violaban el principio de separación entre Iglesia y Estado. Al parecer, Smith estaba tratando hacer que sus mormones pasaran de ser un mero rebaño de idiotas a ser un rebaño de votantes aleccionados. Las cosas se tensaron hasta que el 12 de abril se cruzaron la excomunión de Cowdery y una carta suya de renuncia. Por esas fechas también fueron excomulgadas otras personalidades mormonas, incluyendo a Hiram Page, uno de los doce testigos que supuestamente habían visto las "placas de oro".

Ante la falta de respuesta por parte de México a las reclamaciones francesas, una flota gala se presentó ante Veracruz y envió un ultimátum al gobierno que expiraba el 15 de abril. Pasada esa fecha, la escuadra francesa bloqueó también el golfo de México.

En Venezuela se había sublevado contra el gobierno el general José Francisco Farfán, pero José Antonio Páez lo derrotó en San Juan de la Payara, tras lo cual huyó a Nueva Granada.

Dos compañías navieras londinenses competían por ver cuál era la primera en cruzar el Atlántico con un barco de vapor. Una estaba construyendo el Great Western y la otra el British Queen. Éste sufrió un desperfecto de última hora y su constructor, deseando ganar la carrera a cualquier precio, fletó un pequeño vapor llamado Sirius, que la noche del 22 de abril llegó a Nueva York tras dieciocho accidentados días de viaje. El Great Western llegó once horas después.

El 30 de abril el presidente de Nicaragua José Núñez declaró que ésta abandonaba los moribundos Estados Unidos de Centroamérica para constituirse como un estado independiente.

El general Jesup había pedido ser relevado del mando en la guerra semínola, y en mayo fue remplazado por Zachary Taylor, ahora ascendido a general. Su principal preocupación fue evitar que los indios retrocedieran hacia el norte, para que los colonos pudieran ocupar el territorio del que los indios habían sido expulsados. No obstante, los semínolas hacían incursiones aisladas en las que mataban algunas familias de colonos. Algunas de sus incursiones llegaron hasta Georgia.

Dos años atrás, una Asociación Londinense de Trabajadores había elaborado una petición que envió a la Cámara de los Comunes, donde no fue atendida. Ahora, William Lowett y Francis Place la publicaron con el nombre de Carta del Pueblo y la presentaron en una asamblea en Glasgow a la que acudieron unos 200.000 obreros. La carta contenía seis puntos:

  1. Sugragio universal para todos los hombres mayores de 21 años.
  2. Circunscripciones electorales de tamaños similares que cubrieran todo el territorio nacional (acabando así con las "ciudades podridas" en las que unos pocos ciudadanos elegían un escaño mientras que otras grandes ciudades carecían de representación parlamentaria).
  3. Voto secreto.
  4. Derogación de la necesidad de ser propietario de tierras para poder ser diputado.
  5. Un sueldo para los parlamentarios, para que los trabajadores pudieran ser elegidos y abandonar temporalmente su trabajo para ocupar su escaño.
  6. Elecciones anuales.

La carta consiguió más de un millón de firmas en un año. Lowett se puso así al frente de un movimiento reformista que recibió el nombre de cartismo. Entre los más elocuentes defensores del cartismo estuvo un periodista irlandés llamado Feargus O'Connor, que el año anterior había fundado en Inglaterra un periódico titulado Northern Star.

Samuel Colt había creado una fábrica en Paterson, Nueva Jersey, donde había iniciado la producción de su primer modelo de revólver, el colt Patterson. Era un tanto rudimentario, pues para cargarlo había que desmontarlo parcialmente. La crisis económica casi arruina su empresa, pero se salvó gracias a que a Andrew Jackson le había gustado su invento e hizo que el gobierno le encargara un considerable número de armas para los soldados que luchaban en Florida contra los semínolas. Los soldados quedaron muy satisfechos con sus colts, aunque su novedoso diseño dificultaba los entrenamientos: el martillo estaba oculto, y algunos soldados, acostumbrados a verlo al descubierto, quitaban la pieza que lo cubría y ello favorecía que otras piezas se rompieran o se atascaran.

El jefe Cherokee John Ross presentó un escrito ante el Congreso de los Estados Unidos en el que pedía que no se aplicara el tratado de New Echota, que obligaba a su pueblo a emigrar desde Georgia hasta el Lejano Oeste. Estaba acompañado de 16.000 firmas, lo cual era un poco extraño, porque ése era aproximadamente el número de Cherokees incluyendo a mujeres y niños, que no tenían voto. El presidente Van Buren no respondió a la petición y poco después encargó al general Winfield Scott, que, al frente de 7.000 soldados y milicianos, se encargara de expulsar a los Cherokees. Scott llegó a New Echota el 17 de mayo, y empezó a acorralar a los cherokees de Georgia, Tennessee, Carolina del Norte y Alabama. Los indios fueron sacados de sus casas a punta de pistola y agrupados en campos, en los que se propagó la disentería y otras enfermedades.

El 19 de mayo declaró que Dios le había revelado que un lugar cercano a Far West era Adam-Ondi-Ahman, el lugar donde Adán y Eva habían vivido tras haber sido expulsados del paraíso.

El 25 de mayo Mehmet Alí informó a Gran Bretaña y Francia de su intención de declarar a Egipto independiente del Imperio Otomano. Las potencias europeas trataron de evitar el conflicto, pero el sultán Mahmut II estaba convencido de que podría derrotar al ejército egipcio y parecía estar deseando hacerlo.

Las últimas elecciones en Costa Rica habían dado como vencedor a Manuel Aguilar, pese a lo cual éste asumió la presidencia, pero el 27 de mayo un golpe de estado restableció el orden natural de las cosas entregando el poder al candidato derrotado, Braulio Carrillo, tras lo cual Aguilar tuvo que exiliarse.

El presidente uruguayo, Manuel Oribe, había tratado de evitar que Francia usara su país como apoyo para el bloqueo a Buenos Aires, pero Francia incluyó a Montevideo en el bloqueo y trató de persuadir a Fructuoso Rivera para que intentara una vez más hacerse con el poder. Como éste vacilaba, los franceses llamaron a Juan Lavalle, el gobernador de Buenos Aires derrocado por Rosas que se encontraba exiliado en Europa. Finalmente, el 15 de junio Rivera y Lavalle derrotaron a Oribe en la batalla de Palmar y luego pasaron a asediar Montevideo, complementando así por tierra el bloqueo francés.

Ese mismo día murió Estanislao López, el gobernador de Santa Fe y uno de los pocos caudillos argentinos que podía hacer sombra a Rosas, aunque ya hacía un tiempo que la tuberculosis lo había privado de su influencia política.

El crecimiento de la colonia mormona en Misuri estaba alarmando a sus vecinos no mormones, que habían llegado a formar milicias anti-mormonas. Ante esto, Joseph Smith había autorizado a un reciente converso llamado Sampson Avard para que formara a su vez una milicia secreta anti-anti-mormones conocida como los danitas. No menos tensas eran las relaciones de los mormones con los recientemente excomulgados, a los que llamaban "los disidentes". El 17 de junio Sidney Rigdon pronunció un sermón en el que se refirió a ellos como "sal que ha perdido su sabor" (razón por la que el sermón es conocido como "el sermón de la sal"), en el que dijo algunas cosas que Cowdery y otros interpretaron como amenazas a sus vidas y unas instrucciones implícitas a los danitas para que se "encargaran" de ellos, por lo que terminaron huyendo del condado. Los no mormones se hicieron eco de estos sucesos y la imagen que tenían de sus vecinos se enturbió aún más.

Una partida de la logia de los cazadores estadounidense dirigida por James Morrow había cruzado el río Niágara y el 21 de junio llegaba a Short Hills, en el Canadá Superior, donde se unió a otro grupo de rebeldes canadienses hasta sumar casi un centenar de hombres. Su plan era incitar a los indios iroqueses a que se rebelaran contra los británicos.

El general carlista Juan Antonio Guergué había obtenido algunas victorias frente a los isabelinos, pero el 22 de junio fue derrotado por Espartero en Peñacerrada, tras lo cual el rey Carlos V lo destituyó y entregó el mando a Rafael Maroto, que había sido un buen amigo de Espartero en la época en la que ambos luchaban contra las insurrecciones americanas. Maroto no era bien visto por la camarilla del mornarca y su nombramiento no detuvo las conspiraciones que se tramaban contra él.

Ese mismo día los hombres de Morrow rodearon una cabaña donde se encontraba una veintena de milicianos canadienses y amenazaron con incendiarla si no se rendían, pero recibieron noticias de la llegada de más milicianos y se pusieron en fuga. El 23 de junio treinta y uno de ellos fueron capturados. Morrow fue condenado a muerte y otros cabecillas fueron desterrados a Tasmania de por vida.

El 25 de junio los mormones fundaron su propia colonia en Adam-Ondi-Ahman, que en pocos meses alcanzó los 1.500 habitantes.

El 28 de junio tuvo lugar la coronación de la reina Victoria en la abadía de Westminster. El primer ministro, lord Melbourne, ejerció al principio una gran influencia sobre la joven soberana, que a menudo solicitaba su consejo. Se entabló entre ellos una relación paterno-filial (la reina había perdido a su padre y el primer ministro a su hijo), aunque las malas lenguas se referían a la reina como "la señora Melbourne". Johann Strauss pudo cumplir su proyecto de dar un concierto durante las celebraciones, en el que presentó su vals Op 103, Homenaje a la reina Victoria de Gran Bretaña, en el que incluyó las melodías de los himnos Rule Britania y God save the King (que ahora los británicos habían adaptado a God save the Queen). Poco antes había estrenado en París su vals de París Op. 101 en el que había incluido el tema de la Marsellesa.

En un sermón pronunciado durante la celebración del 4 de julio, Sidney Rigdon amenazó abiertamente a los no mormones y prometió una "guerra de exterminio" si los mormones eran atacados. Al finalizar su sermón, Smith gritó ¡Hosanna! y dio su autorización para que el discurso fuera impreso como panfleto. El discurso hizo correr ríos de tinta anti-mormona en la prensa de Misuri, así como en las campañas electorales para la legislatura del Estado.

El ex lugarteniente Armand Laity, uno de los implicados en el intento de rebelión que Luis Napoleón Bonaparte había intentado en Estrasburgo, imprimió diez mil ejemplares de un folleto titulado Relación histórica de los sucesos del 30 de octubre de 1836, en el que hacía una apología del bonapartismo. El folleto fue incautado, Laity fue juzgado y el 11 de julio fue condenado a cinco años de cárcel y a pagar una multa de 10.000 francos.

El 5 de agosto, la víspera de las elecciones a la legislatura de Misuri, los dos candidatos principales, el coronel William Peniston (whig) y el juez Jossiah Morin (demócrata), se habían pasado por la colonia mormona para pedir el voto, pero Peniston se convenció de que los mormones iban a votar en bloque a su oponente y alarmó a sus partidarios sobre el peligro que suponía que un grupo tan numeroso de individuos estuviera dispuesto a votar disciplinadamente como un solo hombre. Esto dotaba de un enorme poder a los líderes de la secta. Por ello, el 6 de agosto un grupo de unos 200 no mormones trató de impedir que los mormones votaran, alegando que no tenían más derecho a voto que los negros. (Misuri era un Estado esclavista.) Se produjo así el primer altercado de una serie de episodios violentos que tendrían lugar durante los meses siguientes y que se conocen como la guerra mormona. El 7 de agosto los no mormones votaron expulsar a los mormones por la fuerza del condado de De Witt, donde recientemente habian comprado una gran extensión de terreno. Unos días más tarde empezaron a hostigar a los mormones y a quemar sus casas, hasta que éstos optaron por marcharse.

El 19 de agosto zarpó desde Virginia una expedición científica financiada por el gobierno de los Estados Unidos. Constaba de seis barcos bajo el mando del lugarteniente Charles Wilkes, y en ella participaban naturalistas, botánicos, geólogos, taxidermistas y un filólogo.

Chile había enviado al Perú un nuevo ejército bajo el mando del general Manuel Bulnes. También contaba con una sección de emigrados peruanos dirigidos por Agustín Gamarra. El 21 de agosto derrotaron a Luis José de Orbegoso en el combate de Portada de Guías. Seguidamente los chilenos saquearon Lima. Orbegoso, que había perdido un millar de hombres, permaneció unos días escondido en la ciudad y luego trató de huir disfrazado, pero lo reconocieron y trataron de asesinarlo. Se libró tirándose al mar.

El gobierno francés exigió a Suiza que expulsara de su territorio a Luis Napoleón Bonaparte (que sin duda había financiado la impresión de los folletos de Laity), y llegó a concentrar un ejército de 25.000 hombres cerca de la frontera suiza. El gobierno suizo se negó indignado a ceder a la presión francesa, pero el 22 de agosto Luis Napoleón anunció su intención de instalarse en Gran Bretaña.

Unos meses antes, un ejército argentino dividido en dos columnas había invadido Bolivia, pero, tras unos éxitos iniciales, Alejandro Heredia ordenó la retirada y la posterior disolución del ejército.

El 24 de agosto Agustín Gamarra fue proclamado en Lima presidente provisional del Perú.

El jefe Cherokee John Ross logró convencer al gobierno estadounidense para que permitiera que fueran los propios Cherokees los que organizaran su traslado al Oeste. Las marchas administradas por los indios empezaron el 28 de agosto, y consistieron en trece grupos de unas mil personas cada uno. Las condiciones de estas marchas fueron más confortables que las organizadas por el gobierno, pero aun así hubo muchas bajas por enfermedades. Los indios ricos llevaban consigo sus esclavos negros. Cuando llegaron al Territorio Indio, algunos de los recién llegados asesinaron a varios de los cherokees que se habían trasladado voluntariamente años atrás, entre ellos varios miembros de la familia Ridge. El jefe Ross condenó estas acciones.

El 29 de agosto la República de Rio Grande do Sul se proclamaba independiente del imperio de Brasil, que se mostraba incapaz de acabar con la guerra de los Farrapos. La república contaba con una pequeña flota que fue puesta bajo el mando de un exiliado italiano de treinta años llamado Giuseppe Garibaldi. Había tenido que abandonar su país hacía ya dos años por haber participado en un intento de revuelta en Génova y otro en el Piamonte.

El 6 de septiembre la regente María Cristina de Borbón aceptó la dimisión de Narciso Heredia y nombró primer ministro a Bernardino Fernández de Velasco, que trató sin éxito de negociar un acuerdo con Austria, Prusia y Rusia para que retiraran su apoyo a los carlistas.

El bloqueo francés estaba asfixiando la economía mexicana. La mayor parte de los productos de importación que necesitaba el país llegaban desde Texas por contrabando, pero el gobierno texano, temeroso de que Francia incluyera a Texas en el bloqueo, organizó patrullas para perseguir a los contrabandistas mexicanos y empezó a negociar con Francia con la mediación de los Estados Unidos, que enviaron un barco para ayudar a Francia en el bloqueo contra México y Francia accedió a evitar que el bloqueo perjudicara a la república de Texas. Pese a todo, el presidente mexicano, Anastasio Bustamante, no aceptaba las condiciones francesas, por lo que en octubre llegaron veinte barcos franceses adicionales bajo el mando del contralmirante Charles Baudin, que aumentó las exigencias francesas al exigir a México una compensación por los gastos del bloqueo.

El 6 de octubre el gobierno suizo emitió una nota en la que rechazaba la petición de expulsión solicitada por el gobierno francés contra Luis Napoleón Bonaparte, aunque precisaba que, de todos modos, el príncipe Bonaparte abandonaría Suiza en breve.

El 11 de octubre la flota francesa ocupó la isla Martín García, en el Río de la Plata.

El rebelde guatemalteco Rafael Carrera invadió El Salvador, pero fue expulsado por Francisco Morazán.

El 16 de octubre el gobernador de Misuri, Liburn Boggs, fue informado de que un grupo de ciudadanos provistos de un cañón planeaban expulsar a los mormones del condado de Daviess, cosa que no era muy legal, pero el gobernador no quiso tomar cartas en el asunto. El 18 de octubre los mormones pasaron a la ofensiva y empezaron a saquear y quemar casas de no mormones. Como respuesta, la legislatura de Misuri autorizó a las milicias locales a enfrentarse a los mormones. El 24 de octubre se produjo un enfrentamiento conocido como la batalla de Crooked River, en la que los mormones resultaron vencedores. No hubo más que cuatro muertos (tres de ellos mormones), pero corrió el rumor de que la mitad de la milicia había muerto y el gobernador Boggs, organizó a unos 2.500 milicianos para sofocar lo que consideraba una rebelión de los mormones.

Incapaz de sostener el asedio de Montevideo, el presidente uruguayo Manuel Oribe dimitió ese mismo día, dejando constancia de su protesta y del hecho de que dimitía forzado por una intervención extranjera. Marchó a Buenos Aires, donde Rosas lo recibió como presidente legítimo de Uruguay.

El 27 de octubre el gobernador de Misuri promulgó la orden de exterminio, por la que los mormones debían ser tratados como enemigos y exterminados o expulsados del Estado.

El 30 de octubre la milicia de Misuri acorraló en un edificio a un grupo de mormones y los atacó sin cuartel, matando mujeres y niños, y también a los hombres que se rendían. Este episodio se recuerda como la masacre de Haun's Mill, y terminó con 19 muertos y 13 heridos mormones, y 3 heridos de la milicia. Mientras tanto, unos 3.500 milicianos bajo el mando del general Samuel Lucas rodearon la colonia de Far West, habitada por unos 200 mormones, entre los cuales estaba el propio Joseph Smith. Obviamente, tuvieron que rendirse, y aceptar las duras condiciones que Lucas les impuso: los líderes mormones serían llevados a juicio, los culpables de los daños causados venderían sus propiedades para indemnizar al Estado, todos los mormones debían entregar todas sus armas y abandonar Misuri. Entre los encarcelados a la espera de juicio estuvo, por supuesto, Smith y Rigdon.

Después del fracaso de su primer intento de invasión del Canadá Inferior, los patriotas canadienses habían formado una organización militar llamada los Hermanos Cazadores, y organizaron más discretamente un nuevo plan de invasión que pusieron en marcha el 3 de noviembre. Con unos 250 hombres, Nelson tomó rumbo a Montreal. El 4 de noviembre llegó a Napierville, donde le esperaba un contingente de más de 800 hombres. El 7 de noviembre se produjo el primer enfrentamiento con los leales, en Lacolle, donde éstos obtuvieron la victoria. Lo mismo sucedió en los combates que tuvieron lugar los días siguientes. El 10 de noviembre la mayor parte de los dirigentes patriotas habían sido arrestados y llevados a Quebec, aunque algunos, entre ellos Robert Nelson, pudieron escapar a los Estados Unidos.

El 12 de noviembre la logia de los cazadores intentó un ataque por sorpresa a la ciudad canadiense de Prescott, pero los británicos se habían infiltrado en la logia y conocían sus planes, lo que les permitió frustrarlos fácilmente. El 13 de noviembre, los cazadores puestos en fuga acabaron atrincherándose en un sólido molino de viento construido en piedra, que no tardó en verse rodeado por un ejército de unos 500 soldados británicos y más de un millar de milicianos canadienses (los estadounidenses eran apenas 250). Los británicos fracasaron en un primer asalto, pero evidentemente su mejor estrategia era esperar.

El peruano Agustín Gamarra tuvo que abandonar Lima, que volvió a quedar en poder de los confederados perú-bolivianos.

El 15 de noviembre el presidente de Honduras, José Lino Matute, anunció que ésta abandonaba los Estados Unidos de Centroamérica para constituirse como una república independiente. En Costa Rica también se reunió una asamblea constituyente que proclamó la independencia, pero no volvió a reunirse y la pertenencia o no del Estado a la Unión quedó indecisa.

El 16 de noviembre los británicos que rodeaban a los cazadores estadounidenses recibieron artillería y empezaron a bombardear el molino. Los asediados no tuvieron más opción que rendirse incondicionalmente, todos ellos fueron capturados y juzgados. Once de ellos fueron condenados a muerte, sesenta fueron desterrados a Australia, 40 fueron liberados otros 86 fueron encarcelados, aunque más tarde se les concedió el perdón.

Tras haber adoptado una nueva constitución, el 17 de noviembre José Núñez fue reconocido como Director Supremo de la República de Nicaragua.

Ante la falta de respuesta por parte del gobierno de México, el 27 de noviembre la flota francesa empezó a bombardear San Juan de Ulúa, con lo que el enfrentamiento se convertía ya en una guerra abierta. Así fue reconocido por el gobierno mexicano, que el 30 de noviembre declaró la guerra a Francia. A causa de la anécdota que le dio origen, es conocida como la guerra de los Pasteles. Santa Anna salió de su retiro y marchó a Veracruz espontáneamente, donde reunió un ejército y finalmente recibió el visto bueno del gobierno.

Luis José de Orbegoso, el presidente Nor-Peruano, no había disimulado que su hostilidad se dirigía igualmente hacia los invasores chilenos como hacia los bolivianos. Santa Cruz le tendió una trampa y finalmente lo obligó a exiliarse. El 4 de diciembre zarpaba hacia Ecuador.

En la ciudad de Windsor, en el Canadá Superior, tuvo lugar la que sería la última acción de la logia de los cazadores, que terminó en un fracaso, como todas las anteriores. Una partida de cazadores atacó un cuartel británico e incendió algunas casas, pero finalmente fue puesta en fuga por los milicianos leales. Algunos insurgentes fueron capturados y, de entre ellos, unos fueron fusilados sin juicio, otros fueron juzgados y ahorcados, y otros desterrados a Tasmania. Lo de siempre.

Ese mismo día unos 3.000 soldados franceses desembarcaban en Veracruz. Santa Anna organizó una encarnizada resistencia, pero el 5 de diciembre los franceses dominaban la ciudad y el ex dictador estuvo a punto de ser capturado. Fue herido en una pierna por una bala de cañón y unos días después le tuvo que ser amputada. Santa Anna organizó unos funerales para su pierna.

El 8 de diciembre, incapaz de controlar al parlamento, dimitió el primer ministro español Bernardino Fernández de Velasco, que fue sucedido por Evaristo Pérez de Castro.

El 16 de diciembre un ejército de entre 10.000 y 20.000 zulúes atacó a un grupo de 470 bóers parapetados en un círculo de carretas de bueyes bajo la dirección de Andries Pretorius. El enfrentamiento se conoce como la batalla del Río Sangriento, y terminó con 3 bóers heridos y más de 3.000 zulúes muertos. Los zulúes atacaban con lanzas, mientras que los bóers contaban con rifles de un solo disparo, pero que eran recargados por las mujeres y los niños, de modo que cada hombre disparaba una vez cada cinco segundos, aproximadamente. Además contaban con un cañón. El ataque zulú se dividió en cuatro oleadas, entre las cuales los bóers tenían tiempo de recargar municiones y descansar. Luego, Pretorius envió un contingente de caballería que puso en fuga a los zulúes. Tras el increíble descalabro del ejército zulú, el rey Dingaan quemó su palacio real y huyó hacia el norte. Su hermanastro Mpande, que había sobrevivido a la depuración que Dingaan había realizado al llegar al trono por considerarlo inofensivo, se alió con los bóers.

Rachel Plummer publicó en Texas un libro titulado Relato de Rachel Plummer de veintiún meses de esclavitud como prisionera entre los indios Comanches, en el que relató con gran detalle su cautiverio, a la vez que describió con minuciosidad las costumbres y la mentalidad de los Comanches, así como los sucesos que pudo presenciar durante ese periodo. Entre ellos destaca su asistencia a una gran reunión de tribus indias, en la que se plantearon la posibilidad de expulsar a todos los texanos del territorio comanche y conquistar México.

Las elecciones en Texas proclamaron como nuevo presidente a Mirabeau Buonaparte Lamar, que había ocupado hasta entonces la vicepresidencia bajo el gobierno de Houston. Tomó posesión de su cargo el 19 de diciembre. En su primera alocución al congreso, Lamar se mostró contrario a la anexión a los Estados Unidos, propuso la creación de un banco nacional que avalara un préstamo de los Estados Unidos o de Europa y expuso su opinión de que los indios Cherokees y Comanches que habitaban en Texas debían ser expulsados del país aunque fuera al precio del exterminio. Esto suponía un cambio de política respecto del gobierno de Houston, que siempre había procurado mantener buenas relaciones diplomáticas con los indios. El relato de Plummer había contribuido en cierta medida a poner la opinión pública en contra de los indios, aunque también fue decisivo que se descubriera que México estaba manteniendo contactos con los Cherokees para que éstos les ayudaran a expulsar a los texanos.

La independencia de Texas
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