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Los republicanos no pudieron superar la defensa nacional en Gandesa, eficientemente organizada por Yagüe, y el 2 de agosto de 1938 empezaron a cavar trincheras para asegurar el territorio que habían ganado al sur del Ebro. La infantería republicana estaba indignada porque la aviación no había acudido a bombardear las posiciones nacionales. Las autoridades republicanas ordenaron el fusilamiento de los oficiales que permitieran retiradas sin órdenes expresas de sus superiores, y en varias ocasiones fueron fusilados oficiales y soldados por este motivo.
Mientras tanto, el gobierno de Negrín envió una carta al Vaticano
en la que expresaba "el deseo sincero y ardiente" del
gobierno de la República de "normalizar el restablecimiento
del culto público, el regreso de los sacerdotes a sus parroquias
y aun el regreso del eminentísimo Metropolitano [el cardenal
Vidal y Barraquer], a quien se le darían todas las garantías
convenientes y se le tendrían todas las consideraciones y
honores correspondientes a su altísima dignidad". También
manifestaba el deseo del gobierno de restablecer las relaciones
diplomáticas con la Santa Sede. La respuesta del Vaticano a tanto
cinismo fue evasiva.
El poeta soviético Osip Mandelstam fue condenado a cinco años de
trabajos forzados en un gulag, acusado de las típicas
actividades contrarrevolucionarias. El poeta Boris Pasternak
estuvo a punto de seguir un destino similar, pero el propio Stalin
lo tachó de la lista diciendo: Ése vive en las nubes, no lo
toquéis.
Gran Bretaña había sugerido a Edvard Beneš, el presidente
checoslovaco, que pidiera un mediador, y el 3
de agosto llegó a Praga Lord Walter Runciman, con
instrucciones de persuadir a Beneš para que admitiera un plan que
fuera aceptable para los alemanes de los Sudetes. Mientras tanto
Hitler había situado 750.000 soldados a lo largo de la frontera
con Checoslovaquia, teóricamente como parte de unas maniobras.
Los japoneses ocuparon las regiones de Taihu, Susong
y Huangmei.
Temiendo ser encasillado en sus papeles de espadachín, tras el
éxito de Robin Hood, Errol Flynn había convencido a los
directivos de la Warner Bros. para que le asignaran un
papel cómico, y así el 4 de agosto se
estrenó El hombre propone, coprotagonizada también
por Olivia de Havilland. Sin embargo, no tuvo mucho éxito y la
productora se convenció de que a Flynn había que asignarle papeles
de acción. Unos meses más tarde Olivia de Haviland protagonizaría
otra comedia romántica, Difícil de obtener, que tampoco le
dio posibilidades de lucirse como actriz.
El 5 de agosto se estrenó Alexander's Ragtime Band, que resultó ser la película más taquillera del año. Estaba dirigida por Henry King y protagonizada por Tyrone Power. La película recorre la historia del jazz desde principios de siglo.
El 6 de agosto los nacionales lanzaron
una contraofensiva sobre el sector occidental del terreno que los
republicanos habían ganado al sur del Ebro. Éstos no tardaron en
replegarse sobre la cabeza de puente, pero los puentes no pudieron
resistir la avalancha de hombres y se desarmaron. Los soldados que
no pudieron cruzar a la otra orilla fueron hechos prisioneros. El
sector central, en cambio, se mantuvo en sus posiciones.
El campo de concentración de Dachau estaba ya completamente
terminado y el 7 de agosto un grupo de
prisioneros fue llevado desde allí al pueblo austriaco de Mauthausen
para levantar un nuevo campo de trabajo, que a finales de año
contaba ya con un millar de prisioneros. Aunque estuvo en todo
momento controlado por el Estado alemán, fue fundado por una
empresa privada para la explotación de las minas de granito de la
zona.
El presidente colombiano, Alfonso López Plumarejo había
emprendido una serie de reformas en constante oposición con los
sectores más conservadores del país, respaldados por la Iglesia
Católica. En particular, había decretado la primera reforma
agraria del país y había emprendido una reforma universitaria que
después extendió a todos los niveles de la enseñanza. Las
elecciones presidenciales dieron la victoria a Eduardo Santos,
también del Partido Liberal, pero del sector moderado
El 10 de agosto, tras un nuevo
desembarco, los japoneses pusieron bajo asedio la ciudad de Ruichang.
El general Alberto Enríquez, después de haber reorganizado la
política ecuatoriano, renunció a su cargo de Jefe Supremo y la
Asamblea Nacional Constituyente nombró presidente provisional a Manuel
María Borrero.
El 11 de agosto el ejército nacional
inició una nueva ofensiva en el frente del Ebro que fue haciendo
retroceder muy lentamente las posiciones republicanas.
Ese día dimitieron dos ministros del gabinete de Juan Negrín:
Manuel de Irujo, del Partido Nacionalista Vasco y Jaime
Ayguadé, de Esquerra Republicana de Catalunya, que se
oponían a la creación de la Dirección General de Industrias,
a través de la cual las industrias catalanas escapaban del control
de la Generalidad de Cataluña para depender del Ministerio de
Defensa. Negrín sustituyó al vasco por otro vasco y al catalán por
otro catalán, pero eligió dos firmes partidarios de su política de
resistir a toda costa. De este modo la posición de Negrín quedó
reforzada. De hecho, el presidente Azaña había tratado de
aprovechar la crisis de gobierno para destituir a Negrín y
sustituirlo por el también socialista Julián Besteiro,
pero éste logró que diversas unidades del frente del Ebro le
enviaran telegramas de apoyo, y con ello frustró el intento.
Al respecto de los esfuerzos británicos por llegar a una solución
negociada a la crisis de los Sudetes (que suponía en la práctica
ceder a todas las pretensiones alemanas), Winston Churchill
escribió una carta al ex primer ministro David Lloyd George en la
que le decía: A Inglaterra se le ha permitido elegir entre
guerra y vergüenza. Ha elegido vergüenza, y tendrá la guerra.
El 14 de agosto los republicanos
tuvieron que replegarse sobre Corbera, pero después de
haber ofrecido una tenaz resistencia que dejó un gran número de
bajas en ambos bandos. La batalla del Ebro se estaba convirtiendo
en una guerra de desgaste en la que los nacionales pagaban un
precio muy alto por cada pequeño avance.
A principios de año la Paramount había estrenado la
última entrega de una serie de películas titulada "The big
broadcast" (la gran emisión) en las que muchos actores
interpretaban diversos números musicales. Uno de los números, la
canción Thanks for the memory, interpretada por Bob
Hope y Shirley Ross se hizo especialmente popular.
Hasta entonces, Bob Hope (cuyo nombre real era Leslie Towns
Hope) había interpretado sólo papeles secundarios, pero este
éxito llevó a la Paramount a ofrecerle el papel
protagonista junto a Martha Raye en la comedia Dame un
marinero, que fue estrenada ese día. Poco después se
estrenaría otra película que fue titulada precisamente Thanks
for the memory, junto a Shirley Ross, para explotar más
abiertamente el éxito de la canción. La melodía se convertiría
desde entonces en una especie de "firma" de Bob Hope, que
aparecería con variaciones en muchas de sus películas posteriores.
Mientras en Bolivia el tratado sobre el Chaco había sido aprobado
por el congreso, en Paraguay fue sometido a referéndum el 15 de agosto, y fue ratificado por el 91% de
los votos.
El dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo convocó unas
elecciones para elegir como nuevo presidente títere al que hasta
entonces había sido su vicepresidente, Jacinto Peynado,
que recibió el 100% de los votos. Trujillo estaba amasando una
gran fortuna por el método de comprar fincas y empresas a precios
muy bajos gracias a que nadie podía negarse a vendérselas, y así
logró incluso el monopolio en algunos sectores, como la producción
de carne y leche. Por entonces sus ingresos superaban los 1.5
millones de dólares anuales.
El 16 de agosto fueron encontrados en
un vertedero de Cleveland dos cuerpos decapitados, uno masculino y
otro femenino. El femenino debía de llevar muerto entre cuatro y
seis meses, mientras que el masculino tenía un par de meses más.
Fueron las últimas víctimas reconocidas del asesino de los
torsos de Cleveland. En total se le atribuyen doce víctimas,
aunque hay algunas otras posibles. Elliot Ness nunca consiguió
encontrar al asesino. Hubo unos 60 detenidos, pero todos tuvieron
que ser puestos en libertad por falta de pruebas.
El 19 de agosto Yagüe lanzó una nueva
ofensiva en el frente del Ebro. Una vez más, los nacionales
lograron avanzar unos pocos kilómetros al precio de un gran número
de bajas.
Laurel y Hardy estrenaron dos largometrajes ese año: Besos y
quesos y Cabezas de chorlito.
El 20 de agosto una división japonesa
trató de socorrer a otra que había sido rodeada por los chinos en
Lushan, y al no lograr rebasar el cerco lanzaron gases
venenosos, pese a lo cual los chinos lograron repeler el ataque.
Sheng Shikai, el gobernador de la provincia teóricamente china de
Xinjiang, viajó en secreto a Moscú y se afilió al Partido
Comunista de Toda la Unión.
El 21 de agosto representantes de la "Pequeña Entente", formada por Checoslovaquia, Rumanía y Yugoslavia, se reunieron en Bled (en Yugoslavia) junto con representantes de Hungría, y acordaron rescindir las restricciones sobre rearme impuestas a Hungría por el Tratado de Trianon, al término de la Primera Guerra Mundial, así como el compromiso de las cuatro naciones de renunciar a la violencia en sus relaciones mutuas. Aunque la prensa francesa alabó el acuerdo, en realidad éste era más débil de lo que parecía. Algunas diferencias entre los países firmantes se habían recogido en acuerdos bilaterales a los que algunas partes habían dado su visto bueno, pero no los habían firmado, y en esos acuerdos se veía que Checoslovaquia quedaba aislada. En particular, Hungría y Checoslovaquia mantenían una disputa sobre la minoría húngara que vivía en territorio checoslovaco.
En los últimos meses dos destacados oficiales soviéticos habían
desertado, Nikolái Yezhov, temiendo que se le responsabilizara de
no haber estado al corriente, tardó en informar a Stalin, lo que
debilitó aún más su posición. El 22 de agosto
Stalin le impuso como lugarteniente a Lavrenti Beria, su
nuevo hombre de confianza.
El 23 de agosto el primer ministro
húngaro, Béla Imrédy, se entrevistó con Hitler, que estaba furioso
por el Acuerdo de Bled, y concertaron una reunión en Berlín.
El 24 de agosto los japoneses tomaron
Ruichang.
El 25 de agosto, el ministro de
asuntos exteriores alemán preguntó a su homólogo húngaro, Kálman
Kánya, por las intenciones de su país en caso de una guerra
entre Alemania y Checoslovaquia. Kánya dejó claro que Hungría no
se consideraba obligada a defender a Checoslovaquia en virtud del
acuerdo de Bled, que simplemente le había servido para facilitar
un proceso de rearme que ya había emprendido clandestinamente. Por
el contrario, aseguró a Alemania que el ejército húngaro estaría
en condiciones de entrar en combate en poco más de un mes (cosa
que no era cierta y no se la creía ninguna de las dos partes),
pero lo que importaba a Alemania era la actitud favorable de
Hungría, que estaba interesada en beneficiarse de un eventual
desmembramiento de Checoslovaquia para recuperar parte de los
territorios que había perdido al terminar la Primera Guerra
Mundial. Pero, como el propio Hitler dijo a Kánya, "quien
quiere sentarse a la mesa debe al menos ayudar en la cocina".
Poco después el primer ministro Imrédy dio un giro radical a su
política probritánica para declararse germanófilo convencido.
El destructor republicano José Luis Díez había zarpado de
Francia para regresar a la base naval de Cartagena. Su comandante,
Juan Antonio Castro, había rechazado un soborno del
gobierno franquista para que llevara el barco a algún puerto de la
zona nacional fingiendo una avería o que lo hundiese. El momento
más delicado de la travesía era el paso del estrecho de Gibraltar.
Se llevó a cabo a toda máquina la noche del 26
de agosto, tras haber disfrazado el barco para que se
confundiera con otro británico. Sin embargo, la flota nacional lo
estaba esperando y abrió fuego sobre él, hasta que tuvo que
refugiarse en Gibraltar. Al otro lado del estrecho le estaba
esperando una flotilla de barcos republicanos para escoltarlo
hasta Cartagena, pero no intervino en el combate.
El Irgún hizo estallar una tonelada de dinamita en un mercado de
Jaffa, lo que dejó un total de 24 muertos. Los atentados contra
judíos habían aumentado con las actividades del Irgún. En los dos
últimos meses estaba habiendo una media de 50 judíos muertos al
mes, tasa que se mantendría en los dos meses siguientes. Por el
contrario, en los nueve meses anteriores la media había sido de 7
judíos muertos al mes. Las autoridades británicas apenas
molestaban a los judíos, mientras que no dejaban de tomar
represalias contra los árabes. En Nablus casi 5.000 hombres fueron
arrestados e interrogados uno tras otro. Mientras estaban
detenidos se registró la ciudad. Cada vez que un detenido era
liberado se lo marcaba con un sello en la piel. Para evitar
atentados, los soldados británicos solían colocar rehenes árabes a
los capós de sus camiones o en pequeñas plataformas en la parte
delantera de sus trenes, advirtiéndoles que les dispararían si
trataban de escapar. Los soldados no tenían muchos miramientos con
estos rehenes. No era raro que al terminar un viaje un camión
frenara bruscamente para provocar la caída del rehén que viajaba
sobre él, y si tenía mala suerte, podía acabar atropellado por el
camión que venía detrás. Pero la represión británica no estaba
dando frutos y la situación parecía cada vez más fuera de control.
El mes anterior habían llegado refuerzos desde Egipto y se
esperaban más procedentes de Gran Bretaña. Por otra parte los
británicos contaban con el apoyo de "bandas de paz", que eran
grupos de árabes que colaboraban con británicos y judíos contra
los rebeldes. Las más numerosas estaban dirigidas por Raghib
al-Nashashibi, miembro de una de las familias árabes más
influyentes en Palestina, y que había sido alcalde de Jerusalén
hasta hacía cuatro años.
El 28 de agosto los chinos recuperaron
Taihu, pero al mismo tiempo los japoneses capturaban Liuan.
El 29 de agosto Béla Kun fue ejecutado
en un Gulag.
James Stewart estrenó cuatro películas ese año: Ingratitud, Ardid femenino (junto a Ginger Rogers), El ángel fracasado y Vive como quieras. La última, dirigida por Frank Capra, fue la quinta más taquillera del año. Ginger Rogers protagonizó otras dos películas: Lo mejor de la vida, junto a Douglas Fairbanks Jr., y Amanda, junto a Fred Astaire, estrenada el 2 de septiembre, y que fue la primera película Astair-Rogers que ocasionó pérdidas a la productora.
El 2 de septiembre el presidente
checoslovaco, Edvard Beneš, presentó una propuesta que aceptaba
casi todas las exigencias del programa de Carlsbad.
El 3 de septiembre Yagüe, tras haber
reorganizado sus fuerzas, lanzó una nueva ofensiva en el frente
del Ebro, y nuevamente dio lugar a un avance reducido al precio de
muchas vidas. No obstante, la posición de Gandesa era ahora más
sólida y los republicanos perdieron Corbera. Franco usaba la
aviación alemana e italiana para bombardear continuamente los
pontones sobre el Ebro, pero la estrategia era muy mala: las
bombas sólo producían daños locales que los ingenieros
republicanos se apresuraban a reparar, a menudo antes incluso de
que terminara el bombardeo. A Mussolini le enfurecían los informes
que le llegaban sobre las decisiones de Franco. Tras haber
recuperado en un mes unos 200 km2 perdidos en un día,
el frente del Ebro se estabilizó.
Ese día, en la casa del sindicalista Alfred Rosmer, en
las afueras de París, se fundó la Cuarta Internacional,
que Trotski había estado promoviendo durante los últimos años, en
presencia de delegados de la mayoría de los países de Europa y de
Norteamérica. Representantes asiáticos y sudamericanos hubo menos,
por los costes del viaje. La principal resolución que se aprobó
fue el Programa Transicional. Según Trotski, los partidos
socialdemócratas se habían limitado a exigir el "programa mínimo"
del comunismo que el capitalismo podía conceder sin que le
supusiera ningún serio inconveniente, reservándose las
reivindicaciones más profundas "para los discursos dominicales".
Por el contrario, el programa transicional debía contener
reivindicaciones en teoría viables para el capitalismo, pero que
éste no estará dispuesto a conceder, como el aumento gradual y
automático de los salarios en proporción a la inflación, la
creación de sistemas públicos de sanidad, educación, etc., la
reducción de las jornadas laborales como medio de combatir el
desempleo, etc. La estrategia era lograr que los trabajadores
vieran que el capitalismo no iba a estar dispuesto a procurar el
bienestar del proletariado, con lo que posibilitaría el ascenso al
poder del proletariado (en principio por vías democráticas) y la
puesta en práctica del programa completo de la Cuarta
Internacional.
Georg von Trapp había destacado en la Primera Guerra Mundial como
capitán del submarino austriaco U-14, con el que había hundido
once barcos aliados en un año. Al terminar la guerra, Austria se
quedó sin costa y sin flota, así que von Trapp se había quedado
sin empleo, aunque no lo necesitaba, pues estaba casado con una
rica heredera, Agatha Whitehead. Ésta había fallecido
hacía ya 16 años, dejándolo viudo y con siete hijos (dos niños y
cinco niñas). Unos años más tarde, la segunda de sus hijas cayó
enferma y no podía ir al colegio, así que von Trapp contrató a una
novicia de un monasterio cercano para que fuera su tutora. Se
llamaba Maria Augusta Kutschera, y pronto empezó a
encargarse del cuidado de todos sus hijos. Un año más tarde se
casaron (cuando él tenía 47 años y ella 22) y tuvieron dos hijas
más. La menor, Eleonore, tenía ahora siete años, pero
Maria estaba de nuevo embarazada. Hacía tres años, von Trapp
cometió el error de retirar gran parte de su fortuna del banco
británico donde la tenía depositada para ingresarla en un banco
austiaco, con la intención de ayudar a una amiga banquera. El
banco quebró y la familia quedó en la ruina, así que Maria von
Trapp formó un coro con sus hijos y empezó a ganar algo de dinero
participando en diversos festivales y en programas de radio.
Pronto adquirieron cierta notoriedad en Austria, e incluso ese
verano se habían entrevistado con Hitler en un restaurante de
Munich. Quizá eso influyó en que von Trapp recibiera una oferta
para incorporarse a la marina alemana, una oferta de las que no
podían rechazarse, pero von Trapp la rechazó, eso sí, con la
prudencia de marcharse inmediatamente a Italia con su familia,
para desde allí exiliarse en los Estados Unidos. Ese mismo año
hicieron su primera gira por el país y por Canadá, con el nombre
de El coro de la familia Trapp.
En Chile existía desde hacía seis años un partido nacionalsocialista, que se había aliado con otros partidos afines en la Alianza Popular Libertadora, bajo el liderazgo del general Carlos Ibáñez del Campo. Para que no faltara de nada, el Partido Comunista de Chile también había formado un Frente Popular con opciones de victoria en las elecciones que iban a celebrarse dentro de apenas dos meses, bajo el liderazgo de Pedro Aguirre Cerda. Frente a ambos candidatos estaba el respaldado por el presidente Alessandri, Gustavo Ross Santa María. El 4 de septiembre unos 10.000 nazis se congregaron en las calles de Santiago de Chile en una Marcha de la Victoria. Al partido no le podía faltar su organización paramilitar, conocida como las Tropas Nacistas de Asalto.
El 5 de septiembre treinta y dos
"nacistas", bajo el mando del teniente de las TNA Gerardo
Gallmeyer Klotze, tomaron la Caja del Seguro Obrero. El
portero trató de impedirlo y llamó la atención de un cabo de
carabineros que pasaba por la calle, el cual, pensando que se
trataba de un atraco, sacó su pistola, pero los nacistas
dispararon sobre él y murió a los pocos minutos. Los asaltantes
montaron barricadas en las escaleras del séptimo piso y apresaron
a los funcionarios del duodécimo. Otro grupo de nacistas invadió
una emisora de radio y se apoderó de un micrófono para lanzar el
mensaje: ¡Ha comenzado la revolución!, mientras que otros
ocupaban el edificio central de la Universidad de Chile y tomaban
varios rehenes, entre ellos el rector, Juvenal Hernández Jaque.
El presidente Alessandri ordenó sofocar la revuelta y así, en una
ocasión en la que Gallmeyer se asomó por una ventana del edificio
de la Caja del Seguro Obrero, recibió un tiro en la cabeza. Hacia
la una de la tarde se produjo un tiroteo en la universidad. El
ejército llevó artillería con la que se disparó a las puertas del
edifici. Murieron cuatro de los asaltantes y otros tres quedaron
heridos, hasta que los soldados los remataron después de que se
hubieran rendido. Poco después se rindieron y se les hizo pasar
ante el edificio de la Caja del Seguro Obrero. Cuando llegó el
ejército, los atrincherados creyeron que iban a apoyarlos, hasta
que vieron que los soldados se unían a la policía e iniciaban el
asalto al edificio. Los nacistas sacados de la universidad fueron
introducidos en los pisos inferiores, y cuando se rindieron los
que aún resistían en los pisos superiores, todos ellos fueron
reunidos y fusilados, junto con un funcionario que trabajaba en el
edificio, y que fue confundido con uno de los asaltantes. De los
63 nacistas que habían protagonizado el incidente, sólo
sobrevivieron cuatro. Carlos Ibáñez del Campo se entregó a las
autoridades, donde fue detenido. Renunció a su candidatura a las
elecciones presidenciales y apoyó a Aguirre Cerda, para luego
partir al exilio.
Ese día se inauguró el décimo congreso del Partido Nacional
Socialista Alemán, con el título de "Congreso de la Gran
Alemania", pues la propaganda se centró en la anexión de
Austria y en la posibilidad de anexión de los Sudetes.
Mussolini publicó un decreto con "medidas para a defensa de
la raza en la escuela fascista", que prohibía a los judíos
ejercer la enseñanza. Esto llevó a numerosos intelectuales a
emigrar, como fue el caso del físico Enrico Fermi (que no era
judío, pero su esposa sí), o del economista Franco Modigliani,
que marcharon a los Estados Unidos. Otros dedicieron quedarse en
Italia, pero perdieron sus cátedras. Fue el caso del matemático Tullio
Levi-Civita, que, junto con su ya fallecido maestro, Gregorio
Ricci-Curbastro, había desarrollado el cálculo tensorial en
que a su vez se había basado Einstein para desarrollar su teoría
de la relatividad general. Ahora tenía 65 años y quedó aislado del
mundo científico. Einstein presentó su dimisión como miembro de la
Accademia dei Lincei, de Roma. En las semanas siguientes el
gobierno italiano publicaría otra serie de disposiciones racistas
adicionales.
Es probable que Nicolái Bujarin aceptara los cargos que lo
llevaron ante el pelotón de fusilamiento en gran parte bajo
amenazas de represalias contra su familia, pero la NKVD no
consideró que su confesión fuera motivo para dejar de cumplir una
amenaza. Ese día fue detenida Anna Larina, la viuda de
Bujarin, que se vio obligada a abandonar a su hijo de un año.
Permanecería unos 20 años en distintos campos de trabajo, donde no
se la obligó a trabajar, sino que se la mantuvo en continuo
aislamiento, sin nada que hacer, sin acceso a libros ni a ninguna
clase de actividad. Se enteró del asesinato de su esposo
comunicándose con otros prisioneros mediante golpes en las
paredes.
El 6 de septiembre murió Alfonso de
Borbón, el hijo del derrocado rey Alfonso XIII de España, que
había renunciado a sus derechos sucesorios para casarse con una
cubana. (El matrimonio había durado cuatro años y, dos meses
después de divorciarse, Alfonso se había vuelto a casar con otra
cubana.) La muerte fue consecuencia de un accidente de automóvil,
que en principio no fue grave, pero le provocó una hemorragia
interna que no pudo cortarse a causa de su hemofilia.
Cuatro soldados británicos murieron en Palestina cuando su coche
blindado pasó sobre un campo de minas. En represalia, la cercana
ciudad de Al-Bassa fue reducida a cenizas. Los soldados
metieron a unos 50 árabes en un autobús y los forzaron a lanzarse
sobre el campo de minas, con lo que muchos de ellos acabaron
muertos. Los habitantes de Al-Bassa fueron obligados a cavar una
zanja y a arrojar en ella los cadáveres.
Los japoneses tomaron Gushi.
Las concesiones a los alemanes de los Sudetes que había hecho el
presidente Beneš, eran muy generosas, pero los alemanes de los
Sudetes tenían instrucciones de Hitler de evitar un acuerdo, así
que el 7 de septiembre convocaron una
manifestación de protesta en Ostrava que provocó una
intervención policial en la que dos parlamentarios del Partido
Alemán de los Sudetes fueron arrestados.
Al norte de Siria, la franja costera del Estado de Alepo,
conocida como el Sanjak de Alejandreta, tenía una gran
cantidad de población turca, y Atatürk nunca había dejado de
reclamar la soberanía turca sobre el territorio. En principio se
había previsto realizar un referéndum en la región, en vista de lo
cual Turquía había hecho cruzar la frontera a decenas de miles de
turcos para inscribirse en el censo. Sin embargo, al final el
asunto se resolvió diplomáticamente y la región se convirtió en el
Estado independiente de Hatay (nombre acuñado por Atatürk
en referencia a los antiguos hititas). Así, su absorción por
Turquía era sólo una cuestión de tiempo, mientras que Francia
podía desentenderse del asunto sin dar la imagen de que Turquía le
había ganado el pulso.
Mickey Rooney había estrenado ese año dos nuevas entregas de la serie de Andy Hardy (la tercera y la cuarta, ésta en compañía de Judy Garland), otras dos comedias en las que interpretaba papeles secundarios y un drama junto a Freddie Bartholomew, pero el papel que lo encumbró como actor dramático fue el que interpretó en La ciudad de los muchachos, junto a Spencer Tracy, bajo la dirección de Norman Taurog, que se estrenó el 9 de septiembre y fue la tercera película más taquillera del año. Spencer Tracy interpretaba a Edward Joseph Flanagan, un sacerdote católico que existía realmente y había fundado en Nebraska un orfanato llamado La ciudad de los muchachos, en el que estaba llevando a cabo una excelente labor de reinserción social de jóvenes marginados. Unas semanas más tarde Mickey Rooney estrenaría otras dos películas, entre ellas la quinta entrega de Andy Hardy.
El 10 de septiembre todas las unidades
del Freiwilliger Schutzdienst recibieron órdenes de
iniciar grandes manifestaciones que a su vez dieron lugar a
incidentes con heridos, tanto entre la policía checoslovaca como
entre sus propios miembros.
El 11 de septiembre 38 comercios
checoslovacos y judíos de la ciudad de Cheb fueron
saqueados por los alemanes. En distintas ciudades fueron atacadas
escuelas y varias autoridades checoslovacas, así como alemanes
contrarios al fascismo.
Los alemanes de los Sudetes usaron los incidentes ocurridos en Ostrava junto con otros ocurridos en su imaginación para sabotear las negociaciones con el gobierno checoslovaco. El 12 de septiembre, en su discurso de clausura del décimo congreso del partido nazi dijo al respecto:
No estoy pidiendo que se permita a Alemania oprimir a tres millones y medio de franceses, ni estoy pidiendo que tres millones y medio de ingleses queden a nuestra merced. Simplemente estoy pidiendo que termine la opresión de tres millones y medio de alemanes en Checoslovaquia y que se ejerza el inalienable derecho de autodeterminación.
El 13 de septiembre los alemanes de
los Sudetes rompieron las negociaciones con el gobierno
checoslovaco y en los días siguientes se produjeron graves
disturbios en las calles. Ese mismo día el primer ministro
británico, Neville Chamberlain, solicitó una entrevista a Hitler
para tratar de resolver el problema pacíficamente.
El gobierno checoslovaco había dado órdenes a la policía de no
intervenir frente a los disturbios que estaban provocando los
alemanes para no darles nuevas excusas, pero los rebeldes estaban
expulsando autoridades checoslovacas de las ciudades fronterizas
con Alemania y sustituyéndolas por alemanes. Ya se habían contado
13 muertos y varios heridos, entre ellos cuatro policías en Habartov,
lo que llevó finalmente a la declaración de la ley marcial en
varios distritos. El 14 de septiembre
murieron 13 policías o militares checoslovacos y 10 alemanes y en
total hubo unos 75 heridos entre ambas partes. No obstante, el
ejército checoslovaco logró sofocar la revuelta. Los principales
dirigentres del Partido Alemán de los Sudetes huyeron a Alemania.
El 15 de septiembre la radio alemana
retransmitió un mensaje de Konrad Henlein (que estaba en Alemania,
pero se dijo que hablaba desde Checoslovaquia) en el que pedía
públicamente a Alemania que ocupara los Sudetes. Mientras tanto
Chamberlain llegaba en avión a Alemania y se entrevistaba con
Hitler en su residencia de Berchtesgaden. Hitler insistió en que
los alemanes de los Sudetes estaban siendo masacrados por los
checoslovacos y que se les debía permitir ejercer su derecho de
autodeterminación nacional que llevaría a la anexión de la región
a Alemania si ése resultaba ser su deseo. Después de tres horas de
discusión, Chamberlain regresó a Gran Bretaña para discutir la
situación con su gabinete.
Alemania se estaba preparando para la guerra, y ese día anunció a
Franco que suspendía temporalmente sus envíos de ayuda militar.
Mientras tanto, el frente del Ebro seguía estancado.
El 16 de septiembre el primer ministro
francés, Édouard Daladier voló a Londres para tratar con Neville
Chamberlain la crisis de los Sudetes. Mientras tanto el gobierno
checoslovaco ilegalizaba el Partido Alemán de los Sudetes y el Freiwilliger
Schutzdienst. Ese día organizaron su propio servicio de
inteligencia.
Los japoneses tomaron Shang.
Ese día se estrenó con gran éxito El irresistible,
protagonizada por Clark Gable y Myrna Loy, que era por aquel
entonces una de las actrices mejor pagadas de Hollywood.
Muchos de los miembros del Freiwilliger Schutzdienst que
habían pasado a Alemania estaban siendo incorporados al ejército
alemán, pero el 17 de septiembre Hitler
ordenó la formación de los Sudetendeutsches Freikorps,
(cuerpos independientes de los Sudetes), una organización
paramilitar que pudiera considerarse técnicamente independiente de
Alemania, organizada "espontáneamente" por checoslovacos de etnia
alemana. Fue puesta nominalmente bajo la dirección de Konrad
Henlein, pero fue un oficial de la Wehrmacht, Friedrich
Köchling, quien estuvo al mando de facto. La nueva
organización (que en la práctica difería poco del ilegalizado Freiwilliger
Schutzdienst). En pocos días llegó a contar con 26.000
miembros, divididos en compañías de entre 150 y 200 hombres
emplazados en las ciudades alemanas fronterizas con Checoslovaquia
y que estaban recibiendo entrenamiento del ejército alemán.
El 18 de septiembre Mussolini declaró
públicamente su apoyo a Alemania en la crisis de los Sudetes. Esa
noche un grupo de miembros de los Sudetendeutsches Freikorps
cruzó la frontera checoslovaca y atacó una aduana en Aš
con armas de fuego y granadas de mano. La policía checoslovaca se
atrincheró y no disparó para evitar que algunas balas pudieran
cruzar la frontera y provocar un incidente diplomático. Dos
policías acabaron heridos. Un incidente similar sucedió en Bilá
Voda.
El 19 de septiembre se produjeron seis
asaltos a puestos de aduana checoslovacos por parte de los Sudetendeutsches
Freikorps.
Tras diez días de lucha, los japoneses dominaban el río Amarillo.
El 20 de septiembre el gobierno
franquista aprobó una Ley de Enseñanza Media que garantizaba a la
Iglesia Católica una completa autonomía en materia educativa.
Konrad Heinlein emitió una orden por la que instaba a las
unidades de los Sudetendeutsches Freikorps a realizar al
menos 10 incursiones en Checoslovaquia antes del amanecer del 21 de septiembre. En dicho plazo se
produjeron varios incidentes. En Nové Vilémovice fue
asaltada una comisaría de policía y un agente resultó muerto en un
tiroteo. En Bartulovice fue asaltada una aduana y el único
oficial que no huyó fue secuestrado y llevado a un campo de
concentración alemán. En Habartice fue rechazado un ataque
que dejó cuatro heridos entre las autoridades checoslovacas y tres
entre los asaltantes.
El Comité de No Intervención había aprobado un plan para sacar de
España a los combatientes internacionales y, en un intento de
conseguir una mediación internacional que diera una salida
honorable a la ya derrotada república española, Juan Negrin
anunció ante la Sociedad de Naciones la retirada unilateral de los
combatientes de las Brigadas Internacionales.
Ese día se estrenó El hotel de los líos, la única
película protagonizada por los hermanos Marx que no había sido
escrita específicamente para ellos. Zeppo Marx, que había dejado
el grupo hacía años, ahora era el representante de sus hermanos, y
les había conseguido un contrato para la RKO, pero la película
tuvo pérdidas y tras la experiencia los cómicos regresaron a la Metro-Goldwyn-Mayer.
Por la noche, la radio alemana retransmitió la noticia falsa de
que el gobierno checoslovaco había aceptado ceder a Alemania la
región de los Sudetes. El 22 de septiembre
las ciudades con mayoría étnica alemana amanecieron llenas de
banderas nazis y retratos de Hitler y los Sudetendeutsches
Freikorps multiplicaron sus ataques.
Aunque la noticia había sido inventada, lo cierto es que ese
mismo día el gobierno checoslovaco claudicó ante el consejo de
Francia y Gran Bretaña de que aceptara las demandas alemanas para
evitar una guerra. Así se lo comunió personalmente a un atónito
Adolf Hitler el primer ministro británico Neville Chamberlain. El
Führer, creyendo no haber entendido bien, preguntó: ¿Eso
significa que los aliados han acordado con la aprobación de
Praga la anexión de los Sudetes a Alemania? Chamberlain
respondió: Exactamente, pero Hitler negó con la cabeza y
dijo abiertamente que quería desmantelar Checoslovaquia y que sus
territorios fueran repartidos entre Alemania, Polonia y Hungría. Y
le dejó claro que lo tomaba o lo dejaba, pues durante los últimos
días los asesinatos de alemanes por parte de las fuerzas
checoslovacas habían creado una situación insoportable para
alemania. Para presionar a Chamberlain, Hitler había preparado que
durante la entrevista entrara uno de sus ayudantes para informarle
de nuevos asesinatos de alemanes en Checoslovaquia. Entonces
Hitler exclamó: Vengaré a cada uno de ellos. Los checos tienen
que ser destruidos. Sin embargo, después de que Chamberlain
se marchara Hitler quedó preocupado por si se había excedido en
sus exigencias, así que telefoneó al primer ministro británico a
su hotel y le comunicó que aceptaría la anexión de los Sudetes
siempre y cuando Checoslovaquia garantizara que los territorios
con mayoría alemana fueran evacuados por la población no alemana
antes de las ocho de la mañana del 26 de septiembre. Chamberlain
logró que ampliara el ultimátum hasta el 1 de octubre y que se
comprometiera a respetar la futura frontera checoslovaca sin
exigir más gananciar territoriales.
En Javorník más de un centenar de miembros de los Freikorps
secuetraron a 15 oficiales checoslovacos, que acabaron en un campo
de concentración alemán. Algunos soldados que habían huido de
Javorník formaron un frente entre las localidades de Vápenná,
Supíkovice y Rejvíz, donde resistieron varios
ataques de los Freikorps, que dejaron un muerto y seis
heridos. En Černá Voda dos policías checoslovacos fueron
linchados, y cuando otros acudieron en su auxilio se produjo un
tiroteo en el que dos alemanes resultaron heridos. En Mikulovice
una patrulla fronteriza checoslovaca fue víctima de una emboscada
y estuvieron a punto de ser llevados en tren a Alemania, pero
pudieron escapar saltando a un tren que pasaba en dirección
opuesta. En Bernartice otros 20 policías y guardas
fronterizos fueron secuestrados y llevados a un campo de
concentración alemán. La misma suerte corrieron otros 15 oficiales
checoslovacos en Bilá Voda y 10 más en Zlaté Hory. En Liptaň
una multitud armada con ametralladoras alemanas asaltó un cuartel
de policía. Tres asaltantes resultaron muertos, pero finalmente
los seis policías que había en el cuartel fueron capturados,
linchados y enterrados en una fosa común. En Vidnava los Freikorps
lincharon dos oficiales checoslovacos, y luego también a un
alemán, que era comunista. Más tarde bloquearon una vía de
ferrocarril y, cuando un tren se detuvo, lo atacaron con
ametralladoras y granadas. Los ocupantes huyeron y un civil
resultó muerto, dos soldados checoslovacos y varios civiles
heridos fueron capturados y enviados a Alemania. En Frýdlant
los Freikorps ocuparon varios edificios en los que
desplegaron banderas nazis, pero cuando llegó el ejército y
anunció que consideraría hostil a todo el que llevara una
esvástica, los alemanes recogieron sus banderas y abandonaron la
ciudad. En Dolní Podluží dos policías resultaron muertos.
Las concesiones del gobierno causaron indignación entre la
población checoslovaca. Ese mismo día se convocó una
multitudinaria manifestación de protesta en Praga en la que se
exigía al gobierno que adoptara una postura militar fuerte en
defensa de la integridad territorial. El primer ministro, Milan
Hodža, presentó su dimisión, y el presidente Beneš logró convencer
al general Jan Syrový para que aceptara encabezar un
gobierno de concentración nacional. Syrový insistió en que él era
un soldado, no un político, y que carecía de la experiencia y
cualificación necesarias para el cargo, pero Beneš le dijo que lo
tomara como una orden, y finalmente el 23 de
septiembre aceptó el cargo de primer ministro, a la vez
que el de ministro de Defensa. Inmediatamente emitió un decreto de
movilización. La Unión Soviética anunció que apoyaría a
Checoslovaquia en caso de guerra contra Alemania, pero el
presidente Beneš no estaba dispuesto a entrar en guerra sin el
apoyo de las potencias occidentales, pues —sabiamente— temía que,
aunque Alemania fuera derrotada en una futura guerra, si su único
aliado era la Unión Soviética nada podría librar al país de una
dictadura comunista. El decreto de movilización forzaba a
alistarse en el ejército a todos los checoslovacos en edad de
hacerlo, lo cual incluía a los de etnia alemana, pero éstos
optaron mayoritariamente por desertar y engrosar las filas de los
Freikorps.
Dos alemanes entraron en un puesto de aduanas en Srbská
para realizar unos trámites y, mientras el policía que lo atendía
le daba la espalda, disparó sobre él. Inmediatamente ambos
dispararon sobre los otros dos policías presentes en la sala.
Luego cruzaron la frontera alemana protegidos por el fuego de
otros miembros de los Freikorps.
El 24 de septiembre Chamberlain se
entrevistó una vez más con Hitler, esta vez en Bad Godesberg,
para presentarle un plan de paz que culminaría con la anexión de
los Sudetes a Alemania. Sin embargo, Hitler rechazó las
condiciones que él mismo había propuesto en la última entrevista
y, en cambio, exigió la ocupación inmediata del territorio por
parte del ejército alemán. En lugar de negociar, entregó a la
delegación británica el conocido como Memorándum de Godesberg,
en el que proponía la entrada del ejército alemán el 1 de octubre
y la celebración de un plebiscito bajo supervisión alemana y
checoslovaca, aunque no especificaba la extensión exacta de
territorio en el cual tendría lugar. Checoslovaquia tendría que
reconocer la cesión no más tarde del 28 de septiembre sin
negociaciones entre Praga y Berlín, sin ninguna comisión
internacional que supervisara el proceso y sin plebiscitos previos
a la cesión. También anunciaba que Alemania no descartaría la
guerra mientras las reclamaciones contra Checoslovaquia de Polonia
y Hungría no fueran satisfechas. Chamberlain protestó de lo que en
la práctica era un ultimátum al gobierno checoslovaco, pues Hitler
indicaba que si éste no aceptaba sus condiciones en la fecha
estipulada del 28 de septiembre, ocuparía los Sudetes por la
fuerza, pero Hitler le señaló que el documento se titulaba
"memorándum", no "ultimátum".
La división japonesa que los chinos mantenían rodeada en Lushan
logró romper el cerco, pero terminó rodeada de nuevo. El ejército
japonés no lograba llegar en su auxilio y la aviación empezó a
lanzar bombas incendiarias sobre las posiciones chinas, que
causaron muchas bajas.
El 26 de septiembre Chamberlain
escribió una carta a Hitler en la que declaraba que los aliados
deseaban una resolución pacífica a la crisis de los Sudetes, pero
esa misma noche, Hitler, en un discurso, insistió en la fecha del
28 de septiembre a las dos de la tarde como límite para que
Checoslovaquia aceptara sus exigencias si no quería enfrentarse a
una guerra.
La prepotencia de Hitler había reforzado las voces de los
británicos y franceses que considereaban necesario pararle los
pies aunque fuera al precio de una guerra. No obstante,
Chamberlain seguía defendiendo su política de apaciguamiento. En
un discurso por radio el 27 de septiembre
dijo: Qué horrible, qué fantástico, que increíble es pensar
que tendríamos que estar cavando trincheras y entrenándonos con
máscaras antigás aquí a causa de una disputa en un país lejano
entre gentes de las que no sabemos nada.
El 28 de septiembre a las 10 de la
mañana, cuatro horas antes de que expirara el ultimátum de Hitler
y sin que Checoslovaquia lo hubiera aceptado, el embajador
británico en Italia solicitó una entrevista urgente con el
ministro de asuntos exteriores y le pidió que solicitara en su
nombre a Mussolini que entrara en las negociaciones y que
convenciera a Hitler para que aplazara el ultimátum. A las once
Mussolini aceptó la petición y telefoneó a su embajador en
Alemania, al que le dio las instrucciones siguientes: Ve a ver
al Führer ahora mismo y dile que, pase lo que pase, estaré de su
lado, pero que le pido una prórroga de 24 horas antes de iniciar
hostilidade. Mientras tanto estudiaré qué puede hacerse para
resolver el problema. Hitler recibió el mensaje mientras
trataba con el embajador francés, al cual le dijo: Mi buen
amigo, Benito Mussolini, me ha pedido retrasar 24 horas las
órdenes de movilización del ejército alemán, y he aceptado. Por
supuesto, no se trata de ninguna concesión, pues la fecha para
la invasión estaba fijada para el 1 de octubre. Chamberlain
transmitió su agradecimiento a Mussolini y lo invitó a una reunión
a celebrar el día siguiente entre Gran Bretaña, Francia, Alemania
e Italia para tratar la cuestión antes de la nueva fecha límite
admitida por Hitler. Mussolini aceptó, al igual que Hitler, que no
puso más condición que la garantía de que Mussolini asistiría
también.
Mientras tanto Checoslovaquia anunciaba que no aceptaba el
memorándum de Godesberg, lo que llevó a la movilización de 600.000
soldados por parte de Francia. La Royal Navy también se
movilizó.
El 29 de septiembre se celebró en
Munich la reunión entre Adolf Hitler, Benito Mussolini, Neville
Chamberlain y Édouard Daladier. A la una y media de la madrugada
del día siguiente, el 30 de septiembre,
se llegó finalmente a un acuerdo (aunque fue firmado con fecha del
día anterior) que oficialmente fue presentado por Mussolini, pero
que en realidad había sido redactado por el ministerio de Asuntos
Exteriores alemán, y que era casi idéntico al memorándum de
Godesberg. El ejército alemán entraría en los Sudetes el 10 de
octubre y una comisión internacional decidiría sobre otras
regiones de Checoslovaquia con población alemana. Por otra parte,
se daba a Checoslovaquia un plazo de tres meses para resolver
mediante conversaciones bilaterales las reivindicaciones de las
minorías húngara y polaca en su territorio. En otro caso serían
las cuatro potencias firmantes del acuerdo de Munich las que
resolverían las disputas.
Gran Bretaña y Francia informaron al gobierno checoslovaco de que sus únicas opciones eran ceder los Sudetes o enfrentarse a una guerra contra Alemania sin la ayuda occidental. Syrový y Beneš no tuvieron más opción que aceptar. En un discurso a la nación, Syrový explicó que Checoslovaquia no había tenido opción, pues sin el apoyo británico o francés el país estaba en inferioridad numérica y cualquier conflicto habría dado lugar a muchísimas bajas. Hemos sido abandonados. Estamos solos, dijo.
Después de un breve descanso, Neville se entrevistó nuevamente
con Hitler y le propuso firmar un tratado de paz entre Gran
Bretaña y Alemania. Hitler no puso objeciones. Sin embargo, en
cuanto Chamberlain se marcho, exclamó furioso: "Caballeros,
ésta ha sido mi primera conferencia internacional y puedo
asegurarles que será la última". En efecto, para Hitler la
negociación había sido un fracaso. No había tenido más remedio que
aceptar el acuerdo, porque contemplaba todo lo que había pedido,
pero lo que él había deseado era que no hubiera habido acuerdo y
así invadir Checoslovaquia y partirla a su conveniencia. De
Chamberlain dijo que era "un impertinente entrometido que
hablaba la ridícula jerga de una democracia pasada de moda".
Stalin tampoco estaba satisfecho. Tanto la Unión Soviética como
Francia tenían tratados de ayuda mutua con Checoslovaquia, y
Stalin se sintió traicionado. Además temió que en un futuro las
potencias occidentales pudieran intentar una jugada similar contra
la Unión Soviética, y repartírsela con Alemania. Por otra parte,
Chamberlain fue recibido como un héroe en Gran Bretaña y la
revista Time nombró a Hitler hombre del año por el
acuerdo. No obstante, también hubo muchos críticos que denunciaron
lo vergonzoso que era el acuerdo y las consecuencias que tendría.
El acuerdo de Munich fue muy relevante para la guerra civil
española. La política de resistencia a toda costa que defendía
Juan Negrín se fundamentaba en dar tiempo a que se iniciara una
guerra en Europa, de modo que Franco se vería obligado a apoyar a
Hitler y Gran Bretaña y Francia se verían, por consiguiente,
obligadas a apoyar a la República. Sin embargo, los acuerdos de
Munich alejaban la posibilidad de una declaración de guerra
inminente, por ello la política de Negrín cambió sustancialmente
y, a partir de ese momento defendió la resistencia a toda costa
(la diferencia sustancial era que su política pasó de ser
miserable a ser a la vez miserable y estúpida).
El 1 de octubre Checoslovaquia y
Alemania firmaron el tratado por el que los Sudetes pasaban a
formar parte de Alemania. Ese mismo día las tropas alemanas
entraron en la región. Unos 115.000 checoslovacos y unos 30.000
alemanes (judíos, comunistas, socialdemócratas) huyeron de los
Sudetes a lo que quedó de Checoslovaquia. Al entregar los Sudetes,
Checoslovaquia perdía la red de fortificaciones que la protegían
de Alemania, con lo que en el futuro quedaba prácticamente
indefensa ante una invasión. Alemania ganaba también importantes
recursos naturales. Mientras tanto el gobierno polaco lanzaba un
ultimátum a Checoslovaquia exigiendo la entrega de la región de Zaolzie
(con un 36% de población de etnia polaca) en 24 horas. Sabiendo
que Polonia contaría con el apoyo de Alemania, no hubo negativa
posible y ese mismo día la región fue ocupada también por el
ejército polaco.
Franco sabía que había ganado tiempo, pero que tenía que ganar la
guerra cuanto antes. Las ofensivas en el frente del Ebro se habían
intensificado los últimos días, pero sólo conseguían pequeños
avances a un alto precio. El 2 de octubre
el frente se volvió a estabilizar.
Un grupo de unos 70 árabes armados irrumpió en un barrio judío de
la ciudad de Tiberíades y prendieron fuego a numerosos
edificios, incluyendo la sinagoga. Dejaron 19 judíos muertos,
muchos de ellos niños. Los que no habían sido víctimas del fuego
habían sido apuñalados hasta la muerte.
El 4 de octubre fue ejecutado Nikolái
Nekarsov. Era traductor y escritor en esperanto, y esto fue
lo que lo delató como organizador cabecilla de una "organización
fascista, terrorista y de espionaje de esperantistas" (suena
ridículo, pero así fue).
El 5 de octubre dimitió el presidente
checoslovaco Edvard Beneš, y el primer ministro Syrový lo
sustituyó provisionalmente mientras se organizaba una elección
presidencial. Unas semanas más tarde Beneš marchó al exilio en
Gran Bretaña.
Winston Churchill pronunció un discurso en la Cámara de los
Comunes en el que denunciaba el tratado de Munich: Francia y
Gran Bretaña tenían que elegir entre guerra y deshonra. Han
elegido deshonra y tendrán guerra.
Un contingente del ejército húngaro cruzó la frontera
checoslovaca y atacó posiciones defendidas por el ejército
checoslovaco cerca de Jesenské, pero se retiraron cuando
llegaron refuerzos checoslovacos, que mataron a nueve húngaros y
capturaron algunos prisioneros.
Los japoneses tomaron Ruoxi.
Mientras Bela Lugosi seguía rodando seriales, a Boris Karloff no
le faltaban papeles en su género. Ese año estrenó La amenaza
invisible y Mr. Wong, detective. Sin embargo, su
popularidad creció cuando un empresario de California decidió
exhibir conjuntamente Drácula y Frankenstein, y
tuvo tal éxito que organizó sesiones extraordinarias a las que
invitó al actor, que impresionó a los espectadores, muchos de los
cuales no conocían sus películas. La Universal comprendió
que ahí había negocio y volvió a contratar a Lugosi. Más adelante
diría: Se lo debo todo al hombrecillo del Teatro Regina.
Estaba muerto y me de devolvió a la vida. Ciertamente,
Lugosi tenía muy arraigado su papel de vampiro.
No sólo los húngaros y los polacos planeaban aprovecharse de la
débil situación en la que había quedado Checoslovaquia, sino que
los propios eslovacos la aprovecharon para exigir un gobierno
autónomo para Eslovaquia, que fue aprobado el 6
de octubre y estuvo presidido por Jozef Tiso.
Ese día Francia y Alemania firmaron en París un pacto de no
agresión.
El 7 de octubre el cardenal Theodor
Innitzer convocó una jornada de oración en la Catedral de San
Estaban, en Viena, a la que acudieron casi 9.000 fieles, y en su
sermón afirmó que debemos confesar nuestra fe en Jesucristo,
nuestro guía (en alemán dijo Führer), lo cual provocó la
indignación de los nazis.
Los chinos lanzaron un fiero ataque sobre las tropas japonesas
que estaban aisladas en Lushan.
Alfred Hitchcock estrenó Alarma en el expreso, que se
convirtió en la película británica más taquillera hasta el
momento.
El ejército húngaro trató de cruzar el Danubio cerca de Štúrovo, pero la operación fracasó. En Hungría se acababa de reorganizar una antigua formación paramilitar conocida como los Rongyos Gárda, cuyos miembros cruzaron la frontera checoslovaca para entrar en la Rutenia Carpática y el 8 de octubre volaron un puente. La región estaba dividida entre partidarios de los rusos y de los ucranianos, pero ambos se pusieron de acuerdo para establecer un gobierno autónomo, que fue proclamado ese mismo día con Andriy Borody como primer ministro.
Un centenar de miembros de las Juventudes Hitlerianas atacó la
sede arzobispal de Innitzer.
Ese día se estrenó Pigmalión, una película británica
basada en la obra de Bernard Shaw, dirigida y protagonizada por
Leslie Howard.
El 9 de octubre se iniciaron en Komárno
las negociaciones bilaterales entre Checoslovaquia y Hungría sobre
las minorías húngaras en territorio checoslovaco. Los
representantes húngaros presentaron una propuesta de cambios
territoriales que afectaban a las regiones con mayoría étnica
húngara, pero también a otras donde la población húngara no
llegaba al 50%, en las que pedían que se celebraran plebiscitos.
El 10 de octubre los chinos habían
aniquilado cuatro regimientos japoneses en Lushan, provocando unas
30.000 bajas, entre muertos y prisioneros, en el ejercito enemigo,
de un total de 47.000 soldados.
El 12 de octubre José Antonio Aguirre
y Lluís Companys presentaron al gobierno británico sendos
memorándums firmados respectivamente por "el presidente de
Euskadi" y "el presidente de Cataluña", en los que pretendían que
Gran Bretaña los apoyara para crear dos Estados más o menos
independientes. Un mes más tarde la propuesta hablaba ya
abiertamente de dos Estados independientes, un Estado vasco
protegido por Gran Bretaña y un Estado catalán protegido por
Francia. Ninguna de las dos fue aceptada.
El 13 de octubre se estancaron las
negociaciones entre Hungría y Checoslovaquia y el ejército húngaro
recibió órdenes de movilización parcial. El gobierno checoslovaco
declaró la ley marcial en la zona fronteriza. Según el tratado de
Munich, eran las cuatro potencias firmantes las que tendrían que
resolver el conflicto. El ex primer ministro húngaro, Kálmán
Darányi, comunicó personalmente a Hitler que Hungría estaba lista
para enfrentarse a Checoslovaquia, pero, para su sorpresa, Hitler
le respondió que si Hungría declarara la guerra al país vecino no
recibiría ayuda de nadie. En su lugar, Hitler ofreció la mediación
alemana en las negociaciones, de lo que se encargaría Joachim
von Ribbentrop, el ministro alemán de Asuntos Exteriores.
Ribbentrop y Darányi confeccionaron un mapa con una nueva frontera
entre Hungría y Checoslovaquia (la línea Ribbentrop), que ese
mismo día le fue presentada al primer ministro checoslovaco.
Mientras tanto Italia estaba presionando a Francia para que le
hiciera ciertas concesiones: un puerto libre en Djibuti, el
control de la línea ferroviaria entre Adis Abeba y Djibuti, la
participación italiana en la gestión de la Compañía del Canal de
Suez, una forma de condominio francoitaliano sobre Túnez y la
conservación de la cultura italiana en Córcega. Francia rechazó
toda concesión al considerar que lo que realmente pretendía
Mussolini era apropiarse de Niza, Córcega, Túnez y Djibuti, aunque
en principio planteara peticiones más débiles.
Después del gran éxito que había tenido Jezabel, Bette
Davis se había negado a aceptar varios papeles que le habían
ofrecido y que consideraba mediocres, se quedó sin sueldo hasta
que aceptó protagonizar Las hermanas junto a Errol Flynn.
El drama se estrenó el 14 de octubre y
la crítica elogió la actuación de Davis, mientras que el papel de
Flynn pasó más bien desapercibido, una señal más de que lo suyo
eran las películas de acción.
El FBI había estado investigando una red de espías nazis
organizada en los Estados Unidos, pero los sospechosos principales
habían huido del país debido a que habían sido advertidos por el
encargado de la investigación, Leon George Turrou, que el
año anterior había sido despedido del FBI y posteriormente había
filtrado información a la prensa neoyorkina. Ahora se celebraba el
juicio contra los pocos arrestados, y el testimonio de Turrou fue
puesto en duda con acusaciones de que había tratado de hacerse
rico vendiendo información y aceptando sobornos. Turrou había sido
tal vez el primer agente del FBI en usar un polígrafo en sus
interrogatorios.
El 15 de octubre rebeldes árabes se
apoderaron del casco antiguo de Jerusalén, donde levantaron
barricadas en las puertas de la muralla y se parapetaron. Los
británicos forzaron la entrada unos días más tarde, matando a 19
rebeldes.
Richard Strauss estrenó en Dresde su ópera en un acto Dafne.,
bajo la dirección de Karl Böhm, amigo personal del
compositor y nazi entusiasta. La obra no tuvo mucho éxito.
El 17 de octubre causó sensación en
Barcelona que cuatro ministros del gobierno republicano
participaran en un entierro católico de un oficial vasco.
Polonia propuso una partición de la Rutenia Carpática entre
Hungría, Polonia y Rumanía. Sin embargo, Rumanía rechazó la
propuesta e incluso ofreció ayuda militar a Checoslovaquia. Por su
parte los húngaros trataron de convencer a los representantes del
gobierno autónomo de la región para que promovieran su anexión a
Hungría. Al mismo tiempo, líderes nacionalistas eslovacos se
reunían con Hitler, que estaba dispuesto a apoyar a una Eslovaquia
independiente si Alemania se quedaba con el resto de
Checoslovaquia.
El 18 de octubre se estrenó Escucha,
querida, una comedia musical protagonizada por Judy Garland
y Freddie Bartholomew. También fue la fecha del estreno del ballet
Billy el Niño, de Aaron Copland, que se convirtió en su
primer gran éxito, que a su vez despertó el interés por El
Salón México.
El 19 de octubre fue fusilada la
pianista Khadija Gayibova, acusada de espionaje. Había
sido arrestada dos días antes y su juicio duró unos 15 minutos.
El 22 de octubre Checoslovaquia aceptó
la línea Ribbentrop, con la esperanza de que Alemania e Italia
respetarían y harían respetar las nuevas fronteras. Sin embargo,
Hungría dejó de respaldar la propuesta, y Darányi acusó a
Ribbentrop de no haberlo consultado cuando estableció la
propuesta, cosa que el ministro alemán negó. El resultado fue que
Alemania renunció a su papel de mediador. Entonces Hungría propuso
que los territorios que Checoslovaquia había aceptado ceder fueran
traspasados inmediatamente, y que luego negociarían sobre el
resto, pero Checoslovaquia no podía aceptar semejante propuesta,
pues suponía ceder a Hungría sus fortalezas defensivas, con lo que
quedaría expuesta a posteriores ataques. Por consiguiente, no tuvo
más remedio que apelar al arbitraje internacional, pero Gran
Bretaña y Francia ya habían pasado a considerar que Checoslovaquia
formaba parte de la esfera de influencia alemana y no estaban
interesadas en el asunto, por lo que el arbitraje quedaba en manos
de Alemania y, a lo sumo, se podría tratar de conseguir la
influencia de Italia.
Los japoneses capturaron Huangpo.
El tratado de Versalles había entregado a Polonia el "corredor
polaco", que proporcionaba a Polonia una salida al mar al
precio de dejar incomunicada a Prusia Oriental del resto de
Alemania. En él se encontraba además la Ciudad Libre de Danzig,
que tenía el status de Ciudad-Estado independiente, aunque
vinculada aduaneramente a Polonia. Hitler venía reivindicando el
corredor polaco desde el año anterior, pero fue el 24 de octubre cuando el gobierno alemán
solicitó oficialmente a Polonia la devolución de Danzig y el
permiso para tender una línea férrea y una carretera a través del
corredor polaco con un estatuto de extraterritorialidad (es decir,
que fueran considerados territorio alemán dentro de Polonia). El
gobierno polaco se negó a aceptar tales pretensiones.
Representantes del gobierno de la Rutenia Carpática propusieron un plebiscito sobre la anexión de la región a Hungría y el 25 de octubre el primer ministro Borody fue arrestado en Praga, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores del gobierno autónomo, el obispo Avgustyn Ivanovych Voloshyn, fue nombrado primer ministro en su lugar. Voloshyn estaba dispuesto a considerar la cesión a lo sumo de los territorios étnicamente húngaros, y en cualquier caso descartaba un plebiscito.
En los últimos meses, los nazis habían estado arrestando judíos
de origen polaco y ahora empezaban a expulsarlos obligándolos a
cruzar ilegalmente la frontera polaca. Polonia aceptó a unos 4.000
refugiados, pero otros 8.000 quedaron en tierra de nadie. Habían
sido obligados a abandonar sus casas de repente sin llevar nada
más que lo que les cupiera en una maleta. Sus posesiones fueron
saqueadas por las autoridades nazis locales y por sus vecinos.
Habían sido transportados en camiones hasta la frontera y ahora
estaban en un campo de refugiados en condiciones tan penosas que
algunos trataron de regresar a Alemania y fueron acribillados por
los guardias fronterizos.
La entrada de los japoneses en Wuhan era inminente, así que los
chinos la abandonaron. Un gran número de heridos y refugiados
concurrió entonces en la ciudad de Changsha, que pasó de
300.000 a 500.000 habitantes en pocos días. El 26
de octubre los japoneses entraban en Wuhan, poniendo fin
a una campaña en la que habían perdido unos 140.000 hombres
(aunque los chinos habían perdido 400.000). Pero los japoneses no
habían logrado su objetivo de aniquilar el grueso del ejército
chino y, por el contrario, el desgaste sufrido los obligó a
paralizar su ofensiva. Trataron de forzar la rendición de Chang
Kai-shek, pero éste se negó a negociar si las tropas japonesas no
abandonaban los territorios que habían invadido.
El 28 de octubre las Brigadas
Internacionales desfilaron por última vez en Barcelona, en un acto
encabezado por el presidente de la República, Manuel Azaña y por
el presidente del gobierno, Juan Negrín, al que asistieron unas
250.000 personas. En Valencia y Madrid hubo actos de homenaje
similares. Algunos brigadistas se encontraron en una situación
comprometida. Era el caso de los italianos, alemanes, austriacos,
suizos, búlgaros y canadienses. En los tres primeros casos por
razones obvias, y en los otros porque serían juzgados por haber
salido del país sin autorización para combatir en un ejército
extranjero. La Unión Soviética acogió a algunos de ellos, pero
sólo a los que eran líderes comunistas destacados. A los
comunistas "proletarios" les ofreció en todo caso ayuda para
permanecer en el exilio en terceros países. Por esas fechas
Mussolini retiró unos 10.000 soldados del Corpo di Truppe
Volontarie como gesto de buena voluntad hacia el Comité de
No Intervención, pero otros 30.000 siguieron combatiendo en la
zona nacional.
Ese día se estrenó Suez, una película protagonizada por
Tyrone Power, que interpreta el papel de Ferdinand de Lesseps.
El 29 de octubre Checoslovaquia y
Hungría solicitaron oficialmente el arbitraje de Alemania e Italia
sobre sus disputas fronterizas y se comprometieron a acatar la
decisión que resultara. Para entonces Hungría ya había convencido
a Mussolini para que defendiera sus intereses ante Hitler.
El 30 de octubre el ejército nacional
inició una gran contraofensiva en el frente de Ebro. Durante tres
horas tuvo lugar un intenso bombardeo por tierra y aire, y luego
llegó un centenar de cazas republicanos, con lo que se produjo el
mayor enfrentamiento aéreo de toda la batalla del Ebro. Luego
intervino la infantería y, tras todo un día de combate, los
nacionales se habían apoderado de toda la red de defensa
republicana.
Aunque todo apuntaba a que Gustavo Ross iba a ganar las
elecciones presidenciales chilenas, la situación había cambiado a
raíz de la matanza que llevó a cabo la policía por órdenes del
gobierno en la Caja del Seguro Obrero. El Frente Popular obtuvo la
victoria por un estrecho margen.
Esa noche un objeto cilíndrico cayó del cielo en Nueva Jersey.
Ante una multitud que se había acercado creyendo que se trataba de
un meteorito, el cilindro se abrió y de él salió una criatura que
incineró a la mayoría de los presentes con unos rayos caloríficos.
Ya hacía un rato que la radio estaba advirtiendo de unas extrañas
explosiones detectadas en la superficie de Marte. Aunque varios
científicos rechazaron la posibilidad de que hubiera vida en
Marte, la información que iba llegando apuntaba cada vez más
inequívocamente a que la Tierra estaba siendo invadida por los
marcianos. La milicia del Estado de Nueva Jersey declaró la ley
marcial y atacó el cilindro, pero de él empezaron a salir unos
artefactos de tres patas que destruían todo a su paso. Pronto
llegaron noticias de que cilindros similares estaban aterrizando
en todo el país. Tras un angustioso silencio, en la emisora que
estaba retransmitiendo estos sucesos se oyeron estas sorprendentes
palabras:
Están escuchando una presentación de la CBS de Orson Welles y el Mercury Theatre on the Air, en una dramatización original de La guerra de los mundos, de H.G. Wells. La retransmisión continuará tras un breve intermedio.
Para entonces, la emisora estaba llena de policías y periodistas.
La obra de Wells había sido adaptada en forma de noticiario, y
algunos estadounidenses habían creído que se trataba de un
noticiario real. Al parecer pocos se habían creído lo de los
marcianos, pero pensaban que se trataba de un ataque alemán o de
una catástrofe natural. Durante los días siguientes, los
periódicos hablaron de histeria colectiva, estampidas de gente,
accidentes de tráfico, suicidios, pero parece que el impacto que
tuvo la retransmisión fue considerablemente exagerado. De todos
modos, por si acaso, antes de dejar entrar a la policía, el
personal de la emisora se dedicó a destruir todos los guiones de
la retransmisión y todas las grabaciones.
El responsable del programa, Orson Welles, era un joven actor y director teatral de 23 años que el año anterior había fundado su propia compañía, el Mercury Theatre, de la que hacía unos meses había creado una versión radiofónica, el Mercury Theatre on the Air, que en julio había emitido su primer programa, una adaptación de Drácula. La guerra de los mundos efue su decimoséptima producción, precedida entre otras de La isla del tesoro, Historia de dos ciudades, Los 39 escalones, El conde de Monte Cristo, El hombre que era Jueves, Julio, César, Sherlock Holmes, Oliver Twist, o La vuelta al mundo en 80 días, que había sido emitida la semana anterior. El incidente dio la vuelta al mundo y Welles adquirió una fama que no había tenido hasta entonces. Unos días más tarde, hasta Hitler aludió a lo sucedido en un discurso en Munich (como ejemplo de la decadencia a la que conduce la democracia).
El 2 de noviembre se resolvió en Viena
el arbitraje entre Hungría y Checoslovaquia. Ésta tenía que ceder
caso 12.000 km2 de terreno con más de un millón de
habitantes. Sólo una parte meridional de Rutenia estaba en la
región cedida. El resto siguió formando parte de Checoslovaquia.
La decisión no satisfico a los paramilitares húngaros, y los Rongyos
Gárda protagonizarían numerosos incidentes en la frontera
durante los meses siguientes.
Tras un rápido avance, el 3 de noviembre
las tropas de Yagüe llegaron al Ebro.
Alegando que los judíos se habían mostrado favorables a la
anexión de Eslovaquia a Hungría, el 4 de
noviembre, antes de que se hiciera efectiva la ocupación
de los territorios cedidos a Hungría, Jozef Tiso deportó a unos
7.500 judíos eslovacos al territorio que pronto sería húngaro. Sin
embargo, las autoridades húngaras se negaron a aceptarlos y
terminaron pasando el invierno en un campamento en condiciones
deplorables.
El 7 de noviembre el grueso del
ejército republicano se veía obligado a replegarse hacia el norte
y cruzar el Ebro. Todavía quedaban algunos focos de resistencia
republicana en el margen meridional, que se convirtieron en el
centro de los ataques nacionales.
El frente de Córdoba había permanecido bastante inactivo durante
el último año, pero recientemente habían tenido lugar algunos
bombardeos tanto por parte nacional como republicana. El más
destacado se produjo cuando tres aviones republicanos bombardearon
la población de Cabra, que estaba alejada del frente y no
tenía ningún interés militar. El ataque fue dirigido contra la
población civil y causó 109 muertos y más de 200 heridos. La
propaganda franquista sacó todo el partido posible a la "cobarde e
inhumana agresión", sin mencionar, naturalmente, que la aviación
nacional había realizado bombardeos con la misma finalidad
terrorista en numerosas ocasiones.
Herschel Grynszpan era un joven de 17 años que vivía con
su tío en París. Hacía cuatro días había recibido una postal de su
padre, Sendel Grynszpan, que le explicaba cómo había sido
llevado a la frontera polaca con el resto de su familia y
abandonado a su suerte, sin dinero, y le preguntaba si podía
enviarles algo. Ese día, Herschel se dirigió a la embajada alemana
y pidió ver a algún oficial. Fue recibido por el diplomático Ernst
vom Rath, sobre el que disparó cinco veces. El joven judío
no intentó escapar y fue arrestado inmediatamente. Confesó haber
disparado en respuesta a lo que los alemanes estaban haciendo a
los judíos. Llevaba encima una postal dirigida a sus padres, que
decía:
Con la ayuda de Dios. Queridos padres, no podía haber hecho otra cosa. Que Dios me perdone. Se me parte el corazón cuando oigo hablar de vuestra tragedia y de la de los 12.000 judíos. Debo protestar de manera que el mundo entero oiga mi protesta, y eso es lo que haré. Perdonadme.
El 8 de noviembre unas elecciones en
Esolvaquia dieron casi la totalidad de los votos al Partido
Eslovaco de Unidad Nacional, de Jozef Tiso, con lo que
Eslovaquia se convirtió en un Estado de partido único con una gran
autonomía dentro de Checoslovaquia.
Probablemente, el joven Grynszpan no habría hecho lo que hizo si
hubiera sabido que Ernst vom Rath estaba siendo investigado por la
Gestapo al no ser considerado políticamente fiable. De hecho, en
varias ocasiones había manifestado opiniones contrarias al
nazismo, en gran parte por el trato que los nazis daban a los
judíos. Pero una vez convertido en víctima de un judío, su
situación cambió. Hitler envió a París a sus dos mejores médicos,
uno de ellos su médico personal y fue casi póstumamente ascendido
de un modesto puesto de funcionario en la embajada francesa a
Cónsul Legal de Primera Clase. Sin embargo, nada pudo hacerse por
su vida y murió el 9 de noviembre. La
noticia le llegó a Hitler sobre las 8:30 de la norche, cuando
estaba celebrando el decimoquinto aniversario de su intento
fallido de golpe de Estado, y abandonó la sala sin dar su discurso
habitual. En su lugar habló Goebbels, que, al respecto de la
noticia, dijo: El Führer ha decidido que el partido no debe
organizar manifestaciones, pero que en la medida en que surjan
espontáneamente, no deben ser dificultadas. Todo el mundo
entendió que había que organizar extraoficialmente una persecución
de judíos. Sobre las 10:30 empezaron los primeros disturbios en
las principales ciudades del Reich. Aunque los
protagonistas eran miembros de una u otra organización nazi,
actuaron vestidos de paisano, armados con martillos y hachas.
El primer estreno de Cole Porter tras haberse repuesto de su
accidente había sido You Never Know, que no tuvo mucho
éxito, pero posteriormente había estenado en New Haven Leave
it to me!, ambientada en la Unión Soviética, con una
intervención al final del propio Stalin. Comunistas y nazis eran
parodiados por igual. Esta obra sí tuvo una gran aceptación y ese
día se estrenó en Broadway, en lo que fue el debut de un
joven actor de 26 años llamado Eugene Curran Kelly, más
conocido como Gene Kelly. Entre las principales piezas de
la obra figuran Get Out of Town y My Heart Belongs to
Daddy.
En las primeras horas de la madrugada del 10
de noviembre Reinhard Heydrich, el director de la
Gestapo, envió un telegrama urgente a la policía y a las SA con
instrucciones de actuación ante los disturbios. Había que proteger
los comercios y las propiedades de los extranjeros (incluso si
eran judíos) y de los no judíos, pero no había que interferir
mientras no se violaran estas directrices. La policía recibió
también instruccions de apoderarse de los archivos de las
sinagogas y de arrestar preferentemente judíos varones y sanos,
que no sean demasiado viejos (pensando en su posible traslado a
campos de trabajo). Al día siguiente, el signo más visible por
todas partes de la violencia eran los escaparates rotos de los
comercios judíos (unos 7.500 en total), por lo que la persecución
fue conocida como la noche de los cristales rotos. Unas
200 sinagogas fueron dañadas y, en la mayor parte de los casos,
destruidas. Las pocas que se salvaron debieron su suerte a su
vecindad con residencias de no judíos, lo que impidió
incendiarlas. Muchos judíos fueron apaleados hasta morir y unos
30.000 fueron arrestados y llevados a campos de concentración.
Muchos de ellos fueron liberados al cabo de tres meses con la
condición de que abandonaran Alemania. Contando los que murieron
en los campos de concentración, se calcula que el número de
víctimas de la noche de los cristales rotos fue de unos 2.000 o
2.500 judíos. En estos datos no se incluye a Austria, donde la
mayoría de las 904 sinagogas de Viena fueron total o parcialmente
destruidas. En toda Austria el total fue de unas 1900. Un millón
de judíos fueron arrestados y más de 8.000 comercios judíos fueron
destruidos. Un periodista estadounidense destinado en Berlín
escribió:
La ley de las masas ha imperado en Berlín durante la tarde y la noche, y hordas de gamberros se han entregado a una orgía de destrucción He visto varios brotes antijudíos en Alemania durante los últimos cinco años, pero nunca nada tan nauseabundo como esto. El odio racial y la histeria parecían haberse apoderado de la gente, por lo demás, decente. Vi mujeres vestidas a la moda aplaudiendo y gritando de júbilo, mientras que respetables madres de clase media sostenían a sus niños para que vieran la "diversión".
Otto Hahn viajó a Estocolmo, donde tuvo ocasión de entrevistarse
con su exayudante Lise Meitner y con Niels Bohr. Les explicó que
sus últimas investigaciones le estaban dejando perplejo, pues
después de bombardear uranio con neutrones se encontraba entre los
productos de su experimento un elemento químico que podía ser
bario o radio, y ninguno de los dos encajaba con lo que se sabía
hasta entonces. El radio era una explicación poisible, aunque
sorprendente e improbable, pues requería que cada átomo de uranio
hubiera emitido dos partículas alfa, mientras que la presencia de
bario se consideraba absurda.
Los republicanos abandonaron las últimas posiciones que mantenían
al sur del Ebro y empezaron a organizar su retirada.
Ese día murió el presidente turco Mustafa Kemal Atatürk. Fue
sucedido por Mustafa İsmet, a quien Atatürk había otorgado el
apellido İnönü, por la localidad que defendió durante la
guerra greco-turca que siguió a la Primera Guerra Mundial. İnönü
fomentó un culto póstumo a Atatürk que prevalecería durante todo
el siglo, a la par que las reformas que introdujo en su país.
El 11 de noviembre Goebbels acabó con
los disturbios, pero la violencia contra los judíos continuó en
los campos de concentración. El gobierno alemán tomó las medidas
oportunas para compensar los daños causados: los seis millones de
marcos que los judíos podían reclamar a las compañías de seguros
por los daños sufridos se abonarían al Estado en concepto de
"daños a la nación alemana", además, se impuso una multa colectiva
de un billón de marcos por la muerte de vom Rath. Esta suma fue
pagada mayoritariamente mediante la confiscación de propiedades de
judíos. Nuevas leyes prohibieron a los judíos poseer negocios,
conducir, ir al cine, visitar bibliotecas, llevar armas, etc. En
los meses siguientes, unos 115.000 judíos emigraron de Alemania.
Hitler dio ese día un largo discurso ante un grupo de periodistas
en el que no hizo la menor alusión a los cristales rotos. La
prensa recibió instrucciones de referirse a los sucesos como de
carácter local, sin entrar en detalles sobre casos concretos. No
obstante, dentro de las dificultades que los alemanes tenían para
poder expresarlo, hay muchos testimonios de que una gran parte de
la sociedad condenó los hechos. La noche de los cristales rotos
contribuyó en gran parte a cambiar la imagen que la opinión
pública mundial tenía del nazismo. Hasta entonces había por igual
partidarios, detractores e indiferentes al mismo, pero fue a
partir de ese momento cuando el nazismo empezó a causar rechazo en
cualquier individuo con dos dedos de frente. (Por supuesto, en el
futuro iban a ocurrir sucesos aún más graves que reforzarían este
giro en la opinión pública.)
Hacía unos meses Leni Riefenstahl había estrenado su película
documental Olympia, sobre los juegos olímpicos celebrados
en Berlín, que había recibido numerosos premios. A la sazón la
directora se encontraba en una gira de promoción por los Estados
Unidos, pero, cuando llegaron las noticias sobre la noche de
los cristales rotos, fue invitada a abandonar el país.
Sorprendentemente, no sucedió lo mismo con el comunismo. A pesar
de que la noche de los cristales rotos fue una travesura inocente
en comparación con los procesos de exterminio que estaban teniendo
lugar en la Unión Soviética, el comunismo gozaría de buena prensa
durante décadas, sin que nunca le faltara un ejército de
defensores que en apariencia eran personas decentes y con un
cerebro en buenas condiciones.
El padre Charles Coughlin era un sacerdote católico
canadiense que vivía en Detroit, donde se había convertido en uno
de los primeros radiopredicadores, y había llegado a alcanzar unos
cuarenta millones de oyentes. Además ese año había empezado a
editar el periódico Justicia Social. Al principio había
sido partidario de Roosevelt y su New Deal, pero en un
momento dado decidió que había traicionado los intereses de las
clases necesitadas y se convirtió en uno de sus mayores
detractores. Sus prédicas condenaban el comunismo y el
capitalismo, que eran ambos productos del sionismo. La idea era
disparatada, pero no nueva: es lo que Hitler venía diciendo desde
siempre. Y, en efecto, Counghlin copiaba casi liteeralmente muchos
textos de la propaganda nazi para sus discursos. Sobre la noche de
los cristales rotos afirmó que "cuando pongamos las manos
sobre los judíos de los Estados Unidos, pensarán que el trato
recibido en Alemania no fue nada". El gobierno de Roosevelt
puso limitaciones a los medios de difusión de Coughlin,
prohibiéndole emitir contenidos que incitasen a la violencia o al
odio racial, por lo que el sacerdote tuvo que comprar espacios
publicitarios para seguir emitiendo, lo que le salía bastante
caro, por lo que su influencia se redujo. Igualmente, el gobierno
le prohibió distribuir su periódico mediante el servicio postal
público, con el mismo resultado. Por esas fechas Coughlin ya había
perdido muchos seguidores. Y en Roma ya no sabían qué hacer para
silenciar a un sacerdote que contravenía abiertamente la doctrina
anti nazi que Pío XI había establecido en su encíclica Mit
brennender Sorge.
Por esas fechas se fundó en Nueva York el Frente Cristiano,
una organización dispuesta a llevar a la práctica las ideas de
Coughlin. Vendían su periódico, organizaban boicots a negocios
judíos, organzaban manifestaciones, condenabas a los judíos, se
burlaban de Roosevelt, ensalzaban a Hitler y a Franco y hacían, en
general, todas esas cosas que hacían los fascistas.
La República Española no sólo había perdido la batalla del Ebro,
sino que las perdidas de material habían sido tan grandes que a
duras penas estaba en condiciones de superar un previsible futuro
ataque a Cataluña. Ese día, Juan Negrín escribió una carta a
Stalin solicitando más material bélico. Stalin dijo que enviaría
siete barcos con armamento, pero finalmente sólo enviaría dos que
no llegarían a España, a causa de impedimentos del gobierno
francés.
Lo cierto era que Stalin ya no estaba interesado en la guerra
española, en parte porque tenía claro que iba a perderse, y en
parte porque ya se había apoderado de todo el "oro de Moscú".
Negrín había firmado un total de 19 órdenes de venta por las que
la República había obtenido 469.8 millones de dólares, de los
cuales la Unión Soviética se había quedado con 131.6, en parte en
concepto de comisiones por transporte, depósito, fundición,
refinado, etc., y el resto cobrando cantidades abusivas por todo
el material bélico proporcionado. En realidad hay una completa
ausencia documental sobre el modo en que se gestionó el oro, y
siguen existiendo polémicas sobre qué fue de él, pero lo cierto es
que por esta época ya no quedaba nada, y con él la República
perdió todas sus opciones de conseguir crédito internacional. Si
bien toda España sufría inflación por la escasez de bienes,
mientras los precios en la España nacional se habían incrementado
un 40%, en la España republicana lo habían hecho un 1500%. En
realidad casi nadie en la España republicana aceptaba el dinero
como forma de pago, y menos aún cuando se dijo que si ganaban los
nacionales el dinero republicano carecería de valor. Los
intercambios económicos se producian mediante trueques. El Estado
tenía que repartir gratuitamente alimentos racionados a la
población.
El ejército húngaro había ocupado ya la región cedida por
Checoslovaquia y ese día el regente Miklós Horthy entró
solemnemente montado en un caballo blanco en Košice, la
principal ciudad recuperada de las pérdidas territoriales que
Hungría había sufrido tras la Primera Guerra Mundial.
Ese día se estrenó Al doblar la esquina, la tercera
película de Shirley Temple del año, que había sido precedida por Rebecca
de Sunnybrook Farm y La pequeña Miss Broadway. Fue
la primera película de la actriz que acusó un descenso en los
ingresos de taquilla. Las críticas de sus dos últimas
interpretaciones fueron también menos efusivas de lo habitual.
Ante el temor de que los japoneses pudieran tomar Changhsa,
Chiang Kai-shek se planteo la posibilidad de incendiar la ciudad.
Se había organizado un equipo de incendiarios que fue distribuido
por la ciudad con orden de actuar si veían llamas en cierto
edificio. El día 13 de noviembre se
produjo un incendio en un hospital militar cercano al lugar
convenido. Se ignora si fue un accidente o una modificación de la
señal convenida, pero los incendiarios cumplieron sus órdenes. La
ciudad ardió durante cinco días y unos 30.000 habitantes perdieron
la vida tratando de escapar. Sin embargo, los japoneses no
lanzaron ningún ataque ese año.
El 15 de noviembre una delegación de
judíos y cuáqueros británicos se presentó ante el primer ministro
británico, Neville Chamberlain, para solicitar diversas medidas de
protección hacia los judíos alemanes, entre las que se encontraba
la acogida temporal de niños judíos. Chamberlain llevó la
propuesta al parlamento al día siguiente.
Ese día se reunió la Comisión Ejecutiva del Partido Socialista
Obrero Español, en la que Julián Besteiro afirmó abiertamente que
"la guerra ha estado inspirada, dirigida y fomentada por los
comunistas", que Negrín era un "agente de los
comunistas" y que "si la guerra se ganara, España sería
comunista". Ante este "descubrimiento", Besteiro propuso
romper el Frente Popular, y desvincular la República del Partido
Comunista de España y de la Unión Soviética para ganar el apoyo de
Gran Bretaña. Besteiro pensaba, en efecto, que la falta de apoyo
de Gran Bretaña y Francia se debía a que veían a la República
Española como un títere soviético. Esto era bastante inexacto: por
una parte, aunque los políticos más perspicaces, como Winston
Churchill, sí que habían diagnosticado correctamente que apoyar a
la República era apoyar al comunismo, no era una visión
generalizada, ya que la propaganda antifascista cuajaba mejor que
la propaganda anticomunista, y por otra parte, la causa real de la
no injerencia de Gran Bretaña y Francia era la política de
apaciguamiento con la que intentaban desesperadamente evitar que
Hitler hiciera estallar una nueva guerra en Europa.
Julio Álvarez del Vayo, ministro de Estado de Negrín, le
contestó que la alianza con la Unión Soviética había sido
inevitable ante la falta de apoyos exteriores.
El 16 de noviembre las últimas
unidades republicanas cruzaban el Ebro, con lo que terminaba
definitivamente la Batalla del Ebro. Se calcula que había
provocado unos 6.500 muertos en el bando nacional y más de 10.000
en el republicano.
Ese día Israel Pliner fue sustituido al frente de la GULAG por Gleb
Vasilievich Filaretov. Poco después, siguiendo la tradición,
Pliner fue arrestado.
El 17 de noviembre se publicó la
principal ley racial italiana, que restringía sus derechos
civiles, les impedía trabajar para el Estado así como el acceso a
la enseñanza superior. Los libros escritos por judíos quedaban
también prohibidos. La sociedad italiana se manifestó más
abiertamente que la alemana contra el antisemitismo. Incluso
algunos fascistas mostraron su oposición.
Ese día el politburó aprobó una moción que, aunque
aprobaba las operaciones de represión en masa de los dos últimos
años —lo contrario hubiera supuesto reprobar a Stalin— por alguna
extraña razón condenaba los excesos cometidos, como el uso de
falsas pruebas, los juicios por motivos nimios o la acusación de
inocentes —de lo cual podía responsabilizarse a Yezhov, aunque de
momento no se lo nombraba—. De este modo Stalin enpezaba a poner
fin a la Gran Purga a la vez que preparaba el terreno para que
todas las culpas recayeran sobre Yezhov.
Gary Cooper estrenó El vaquero y la dama, una comedia
romántica ambientada en el Oeste y que se convirtió en el cuarto
fracaso consecutivo de taquilla para el actor.
El 19 de noviembre Julián Besteiro se
entrevistó con Manuel Azaña en un intento de que destituyera a
Negrín, pero Azaña no lo vio viable y el socialista quedó bastante
decepcionado. Unos días más tarde Besteiro se entrevistaba con el
coronel Segismundo Casado, el jefe del Ejército del
Centro, la unidad menos afín al Partido Comunista del ejército
republicano, para pedirle su colaboración en su propósito de
buscar una salida negociada a la guerra. Unas semanas antes,
Casado ya se había reunido con el general José Miaja en un intento
de que expulsara a los comunistas del gobierno de Madrid para
facilitar una negociación con los nacionales. Negrín se había
opuesto rotundamente, y ello convenció a Casado de que cualquier
intento de negociación de la paz pasaba por derribar a Negrín. Su
obsesión por resistir no tenía ya ningún apoyo entre la población
civil, que a medida que los nacionales ganaban territorio perdían
posibilidades de abastecimiento, por lo que el racionamiento de
los alimentos se hacía cada vez más duro y los precios en el
mercado negro eran cada vez más desorbitados. En Madrid se
produjeron manifestaciones de madres que pedían leche para sus
hijos, y aparecieron pasquines que decían: "si no dais de
comer, rendirse". Los comunistas estaban alcanzando en
España los niveles de impopularidad que tenían en Rusia, entre
otras cosas porque las organizaciones del Frente Popular tenían
sus propias cadenas de abastecimiento, por lo que sus milicianos y
afiliados fueron menos afectados por la escasez de alimentos. La
"quinta columna" era cada vez más visible, y cada vez había más
francotiradores que se entretenían disparando a milicianos
republicanos desde los tejados.
El 20 de noviembre, en el aniversario
de la muerte en una cárcel de Alicante de José Antonio Primo de
Rivera, cuatro aviones italianos arrojaron sobre la cárcel ramos
de flores envueltos en papeles que decían:
La Aviación Nacional, en nombre y representación del pueblo español, dedica este tributo de flores arrojadas desde las alturas a la memoria eterna del primero de los camaradas de la Falange, JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA, Capitán de nuestras Escuadras de caídos, creador y profeta de nuestro Movimiento, asesinado por las hordas marxistas en la prisión de Alicante el 20 de noviembre de 1936 cuando en España empezaba a amanecer. JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA. ¡PRESENTE! ¡ARRIBA ESPAÑA!
El 23 de noviembre Yezhov tuvo una
larga reunión con Stalin, tras la cual presentó su dimisión como
máximo responsable del NKVD, en la cual le sucedió Beria, como
estaba previsto. En cambio, conservó su puesto como comisario de
Transporte Fluvial y Marítimo.
La cesión que Gran Bretaña y Francia habían hecho ante Alemania
en la crisis de los Sudetes había inquietado al rey Carlos II de
Rumanía, que hasta entonces había tratado de mantener estrechas
relaciones con Francia, y ahora se temía que en breve toda Europa
Oriental quedaría bajo la influencia alemana. Por ello, el 24 de noviembre Carlos II se entrevistó con
Hitler en un intento de mejorar las relaciones bilaterales entre
ambos países. Hitler pidió a Carlos II que liberara a Codreanu y
lo nombrara primer ministro, algo que el rey no estaba dispuesto a
hacer.
Desde hacía unos meses, la Guardia de Hierro había emprendido una
campaña de atentados terroristas en Rumanía, a la que Carlos II
había respondido dando permiso a la policía para arrestar sin
orden previa a cualquier miembro de la organización y a ejecutar
sumariamente a quienes hubieran sido encontrados en posesión de
armas. El mismo día que el monarca se entrevistaba con Hitler,
miembros de la Guardia de Hierro asesinaron a un pariente del
ministro de Interior, Armand Calinescu, acérrimo enemigo
de la organización.
El 28 de noviembre Shostakóvich
estrenó en Moscú la Suite para Orquesta de Jazz número 2.
La noche del 29 de noviembre Corneliu
Zelea Codreanu y otros líderes de la Guardia de Hierro fueron
metidos en un vehículo, supuestamente para ser trasladados a otra
cárcel, pero durante el trayecto fueron estrangulados y luego
tiroteados "mientras intentaban escapar". La prensa alemana
recibió muy mal la noticia, que la calificó como una victoria de
los judíos, pero Alemania necesitaba el petróleo rumano y el
gobierno hizo que se olvidara el incidente.
Celebradas elecciones, el 30 de noviembre
Emil Hácha tomó posesión como presidente de Checoslovaquia.
El 1 de diciembre formó un nuevo
gobierno con Rudolf Beran como primer ministro.
Ese día Polonia decidió ocupar 226 km2 de territorio
del norte de Eslovaquia., con más de 4.000 habitantes.
La ejecución de Shumyatsky y todas las culpas que habían recaído
sobre él le había dado a Eisenstein una nueva oportunidad para
congraciarse con las autoridades comunistas, y por la cuenta que
le traía esta vez no se equivocó: bajo una estrecha supervisión
gubernamental, rodó Alexánder Nevski, que se convirtió en
la primera película que terminaba en diez años. Por precaución,
durante el rodaje había publicado un artículo en el que explicaba
su proyecto a la vez que trazaba un paralelismo entre Nevski y
Stalin. El propio dictador había supervisado la película antes de
su estreno y había dado su aprobación. Fue un éxito de taquilla y
de crítica, tanto en la Unión Soviética como en el extranjero. La
música fue compuesta por Serguéi Prokófiev, que también necesitaba
con urgencia una reconciliación con las autoridades comunistas. La
escena más famosa de la película (tanto por su realización como
por la música) es la batalla sobre el lago Peipus (en la que el
clímax se produce cuando se rompe la capa de hielo), que ha
servido de inspiración a numerosas películas posteriores. Unos
años más tarde Eisenstein sería galardonado con la Orden de
Lenin y el premio Stalin por este trabajo. La
calidad de la banda sonora de Alexánder Nevski no era muy
buena, pero Prokófiev adaptó la mayor parte de su música en forma
de cantata, que también tuvo un gran éxito en las salas de
concierto.
En pocos días se había organizado en Gran Bretaña el Movimiento
para el cuidado de niños alemanes, que se encargó de buscar
hogares de acogida para niños judíos, así como de transportarlos
desde Alemania. Mientras tanto, en Alemania diversas
organizaciones de voluntarios trabajaron contra reloj para
elaborar listas de prioridad, para evacuar primero a los más
necesitados: niños en campos de concentración, huérfanos o hijos
de padres sin capacidad para mantenerlos, etc. El 2 de diciembre llegaron a Gran Bretaña los
primeros 200 niños. En los nueve meses siguientes llegarían unos
10.000.
El presidente provisional de Ecuador, Manuel María Borrero, se
había visto envuelto en una pugna política por la presidencia
definitiva en cuanto fuera proclamada la nueva constitución. Su
principal adversario era Francisco Arízaga Luque, hasta
que cansado de la situación Borrero dimitió y la Asamblea se
enzarzó en una pugna entre los partidarios de Arízaga y los de Aurelio
Mosquera Narváez, que finalmente fue elegido presidente
constitucional gracias al apoyo en último extremo de los
socialistas.
El 4 de diciembre se celebraron
elecciones en los Sudetes, en las que el 97.32% de la población
votó a favor del Partido Nacional Socialista Obrero Alemán. Cerca
de medio millón de alemanes de los Sudetes se había unido al
partido nazi (un 17.34% de la población, frente a la media del
7.85% de todo el Tercer Reich).
El Pazo de Meirás es una casa señorial que había
pertenecido a la escritora Emilia Pardo Bazán. En 1936 su hijo y
su nieto fueron asesinados por milicianos anarquistas, y la
propiedad quedó en manos de Blanca Quiroga de Pardo Bazán
(hija de la escritora) y de Manuela Esteban-Collantes
(viuda de su hijo asesinado). Ambas acordaron donar el pazo a la
Compañía de Jesús, pero con unas condiciones que éstos no
aceptaron. Entonces las autoridades franquistas de La Coruña
decidieron regalárselo a Franco como residencia de verano. La
propiedad fue comprada a las herederas en unas condiciones
dudosas, pues en cuanto se cerró la operación se les impidió el
acceso al edificio incluso para recoger sus pertenencias. Se formó
una comisión para recaudar fondos para acondicionar la mansión,
para lo cual se emplearon técnicas como requisar parte del salario
de funcionarios e incluso de trabajadores de empresas privadas, y
los ayuntamientos de la provincia fueron obligados a aportar como
mínimo el 5% de la recaudación del impuesto de contribución
urbana. Además se instó a los ayuntamientos a organizar comisiones
para "visitar personalmente a sus convecinos para que nadie
pueda mañana considerarse postergado si su deseo es contribuir
con su grano de arena para el Pazo del Caudillo". También se
expropiaron algunos terrenos colindantes. El 5
de diciembre le fue entregada a Franco la propiedad ya
rehabilitada.
El 6 de diciembre se firmó en París un
pacto franco-alemán de no agresión.
El 8 de diciembre el gobierno
republicano continuó su tardía política de peloteo hacia la
Iglesia Católica creando el Comisariado de Cultos de la
República, encargado de proteger la libertad religiosa y de
cultos. Para entonces, el culto público seguía estando prohibido.
El actor Edward G. Robinson se estaba distinguiendo por sus
críticas en público al fascismo y al nazismo. El 9 de diciembre se reunión en su casa un
comité que firmó una Declaración de independencia democrática
en la que se instaba al boicot de los productos alemanes.
El 10 de diciembre se firmó un tratado
de cooperación económica entre Alemania y Rumanía.
Ese día se celebró, como cada año, la ceremonia de entrega de los
Premios Nobel.
Alan Turing obtuvo su doctorado en la Universidad de Princetown bajo la dirección de Alonzo Church. Poco después regresó a Gran Bretaña y se integró en una organización gubernamental sobre descifrado de códigos, donde empezó a trabajar sobre el código Enigma que habían empleado los alemanes durante la Primera Guerra Mundial y que seguían empleando entonces.
El primer ministro siamés, Phraya Phahon, se había visto envuelto
en un escándalo el año anterior, con respecto a la venta a altos
oficiales de propiedades de la casa real por precios inferiores a
su valor de mercado. En las últimas elecciones sus partidarios
habían quedado en minoría y una crisis presupuestaria forzó
finalmente su dimisión. El 13 de diciembre
fue sucedido por el mariscal Plaek Phiburnsongkhram.
El 15 de diciembre se instituyó el Frente
de Renacimiento Nacional, el único partido político legal en
Rumanía, con el que el rey Carlos II trataba de conseguir respaldo
popular.
El 16 de diciembre fue ejecutado el
poeta georgiano Titsian Tabidze, por una acusación de
traición que confesó bajo la tortura justa y necesaria. En la
lista de los cómplices a los que delató se encontraba el poeta
georgiano Besarion Zakarias dze Gabashvill, conocido por
el pseudónimo de Besiki. A ojos del NKVD, que hubiera
muerto en 1791 no hacía menos peligrosa su actividad
antisoviética.
Ese día la aviación republicana bombardeó el aeródromo de Cenia,
donde la Legión Cóndor estaba concentrando sus efectivos de cara a
una invasión de Cataluña. Siete aviones alemanes fueron destruidos
en tierra, pero la artillería antiaérea derribó dos aviones
republicanos.
Otto Hahn y Fritz Strassmann realizaron un experimento
que mostraba concluyentemente que tras el bombardeo de uranio con
neutrones se obtenía bario como parte de los productos
resultantes, fenómeno que no se parecía a nada visto hasta
entonces.
El 22 de diciembre unos pescadores
capturaron un pez muy raro a unos 60 metros de profundidad en la
desembocadura del río Chalumna, en el sur de África. Medía
metro y medio de longitud y pesaba unos 50 kg. Acabó en la
Universidad Rhodes de Grahamstowm, en la República de
Sudáfrica, y allí determinaron que se trataba de un celacanto,
lo que era especialmente interesante, porque los últimos que se
conocían habían muerto hacía unos 350 millones de años y se
consideraba que la especie estaba extinguida.
El 23 de diciembre las tropas
carlistas y las del Corpo di Truppe Volontarie atacaban las
posiciones republicanas en varios puntos a lo largo del río Segre,
a unos 20 km de su confluencia con el Ebro. Lograron cruzar el río
y los soldados republicanos se encontraron con que sus oficiales
los abandonaban y huían. El gobierno republicano envió al general
Enrique Líster, que había estado al frente de las tropas
republicanas en la batalla de Teruel y en el intento de contener
el subsiguiente avance nacional por Aragón. Una vez más, Líster
logró frenar el avance nacional, pero sus posibilidades de
resistencia eran limitadas. Algunos miembros de las Brigadas
Internacionales que todavía no habían sido evacuados de España se
prestaron a reconstruir sus batallones. Negrín se opuso a ello,
pero los líderes comunistas los alentaron a combatir.
Matvei Berman, el que estuviera hasta el año anterior al frente
de la GULAG, fue expulsado del Partido Comunista Soviético, y al
día siguiente, el 24 de diciembre, fue
arrestado por pertenencia a una de las miles de organizaciones de
terrorismo y sabotaje imaginarias que proliferaban en la Unión
Soviética.
Pedro Aguirre Cerda tomó posesión como presidente de Chile.
Ese día se estrenó El escuadrón de la muerte, un remake
de otra película del mismo título que se había estrenado hacía
ocho años, ambientada en la Primera Guerra Mundial, y ahora
protagonizada por Errol Flynn. Al contrario que sus dos películas
precedentes, esta vez obtuvo buenas críticas y buena recaudación.
David Niven interpretaba un papel destacado, al igual que en La
octava esposa de Barbazul y en otras dos películas
estrenadas ese año.
Un golpe de Estado en Iraq derrocó al primer ministro Jamil
al-Midfai y el 25 de diciembre Nuri
al-Said, que ya había sido primer ministro con el rey Faisal
I, volvió de nuevo al poder. Por esas fechas Turquía ya había
sofocado la rebelión kurda en Dersim.
El 27 de diciembre murió en un gulag
de una enfermedad no especificada el poeta soviético Osip
Mandelstam.
El 30 de diciembre salió de Gibraltar
el destructor republicano José Luis Díez, pero agentes
nacionales presentes en la colonia británica habían avisado con
bengalas de su salida, y la flota nacional lo estaba esperando. El
barco fue alcanzado y embarrancó en la playa. Un barco británico
ahuyentó a los nacionales, rescató a la tripulación y remolcó el
barco de nuevo al puerto de Gibraltar. La tripulación fue
internada en una prisión militar en malas condiciones por la que
Juan Negrín se quejó ante el gobierno britanico.
El ballet de Prokóviev Romeo y Julieta no había podido
estrenarse en la Unión Soviética, aunque se habían interpretado
algunas suites, de modo que su estreno mundial tuvo lugar ese día
en Brno, en Checoslovaquia.
El 31 de diciembre fue bombardeada Barcelona, donde se produjeron 50 muertos y cerca de un centenar de heridos.
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