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El 1 de enero de 1940 Gran Bretaña
extendió el servicio militar obligatorio a todos los varones de
entre 20 y 27 años.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico cerca de
Irlanda y otro sueco en el mar del Norte. La aviación soviética
hundió un carguero finlandés (Leo).
Los japoneses organizaron una ofensiva en la provincia china de
Shanxi para liberar a sus fuerzas en Changzhi y Tunliu, rodeadas
por los nacionalistas chinos. Empleó unos 10.000 soldados de
infantería, con el apoyo de la caballería y la aviación. Los
chinos ofrecieron resistencia y los combates produjeron numerosas
bajas en ambos bandos. Por otra parte, en la región de Cantón, los
chinos derrotaron a un ejército japonés que salió de Longxian
y el 2 de enero tomaron la ciudad.
La aviación soviética hundió otro carguero finlandés (Thor).
El 3 de enero el ejército chino lanzó
un ataque que se prolongó durante todo el día y que acorraló a los
japoneses entre dos fuegos, hasta que tuvieron que retirarse con
graves pérdidas a las afueras de Changzhi. Los chinos continuaron
presionando sobre las fortalezas japonesas de la zona. En Cantón
pusieron bajo asedio la ciudad de Yingde.
Los finlandeses seguían combatiendo a los soviéticos. En
Suomussalmi empezaron a emplear con gran éxito una estrategia
consistente en dividir a las fuerzas enemigas en grupos pequeños y
aislarlos, para luego destruirlos separadamente.
Un submarino soviético chocó contra una mina en el Báltico y se
hundió con toda su tripulación, unos 50 hombres. Un submarino
alemán atacó un convoy cerca de la costa británica y hundió un
carguero sueco.
El 4 de enero los chinos tomaron Guandu
y el 5 de enero se hicieron con Qingtang
y con Yingde. Por su parte, los japoneses tomaron Wangdian
a la vez que emprendían un ataque cerca de Ping-chang-kuan.
Suecia y Noruega denegaron el permiso a los aliados a enviar
tropas por su territorio en ayuda de Finlandia. No obstante, hubo
más de 8.000 voluntarios suecos que acudieron a Finlandia a
combatir a los soviéticos, junto con unos 700 noruegos y unos
1.000 daneses. También hubo voluntarios de Estonia, Italia y
Hungría y otras nacionalidades.
En Turquía seguían produciéndose réplicas del terremoto sufrido a
finales del año anterior. La cifra de muertos alcanzaba ya los
33.000, debido a que se sumaron tormentas e inundaciones.
Ramón Menéndez Pidal, el director de Academia de la Lengua, había
dimitido el año anterior como protesta por el destino que habían
corrido algunos de sus miembros, y el gobierno designó como nuevo
director a José María Pemán, que tomó posesión del cargo el 6 de enero. Por disposición de Franco, las
academias españolas volvieron a llevar el título de Real
Academia, que la república les había retirado. Franco
también había invitado a regresar a España a Manuel de Falla, al
que ofreció una pensión vitalicia, pero éste rehusó y permaneció
en Argentina.
Salvador Dalí dejó Francia y se instaló en los Estados Unidos. En
palabras de George Orwell:
Cuando la guerra europea se acerca, él sólo se preocupa de una cosa: encontrar un lugar donde se coma bien y de donde se pueda escapar rápidamente en caso de que se acercase el peligro.
De esa época es su cuadro Mercado de esclavos (con aparición
del busto invisible de Voltaire), en el que unas figuras
lejanas pueden reinterpretarse como un busto situado sobre una
mesa en primer plano. Por esa época muchos de sus antiguos
camaradas surrealistas hablaban de él en pasado, como si ya
hubiera muerto. Uno de ellos, el poeta André Breton, hizo
con su nombre el anagrama Avida Dollars, para denunciar su
pasión por el dinero.
El 7 de enero dos submarinos
británicos fueron atacados por dragaminas alemanes cerca de
Heligoland. Uno resultó hundido (HMS Undine) y otro (HMS
Seahorse) fue capturado.
Ese día se estrenó 21 días juntos, un drama británico con
guión de Graham Greene protagonizado por Vivien Leigh y Laurence
Olivier, que eran amantes desde hacía un tiempo y ambos estaban
tramitando el divorcio para casarse unos meses más tarde.
Los finlandeses habían destruido una división soviética entera en
Suomussalmi. Además habían logrado capturar 43 tanques, 71
cañones, 260 camiones, más de mil caballos, 29 cañones anti-tanque
y otras armas. El 8 de enero concluyó
la batalla, en la que unos 11.500 finlandeses habían derrotado a
unos 50.000 soviéticos mucho mejor equipados gracias esencialmente
al buen conocimiento del terreno y de las malas condiciones
climáticas.
Durante la noche, el ejército chino expulsó a los japoneses de Yangloudong,
Puqi y Zhaoliqiao y derrotó a un ejército de
refuerzo en Pai-hua-pu.
El 9 de enero un dragaminas alemán
hundió un submarino británico en Heligoland. La aviación alemana
hundió un barco de cabotaje británico (Gowrie) y dos
cargueros (Oakgrove y Upminster).
El 10 de enero un avión alemán se perdió en la niebla y acabó estrellándose en la provincia belga de Mechelen. Sus dos ocupantes resultaron ilesos, pero cuando preguntando a un campesino se dieron cuenta de que no estaban en Alemania, uno de ellos, el mayor Helmuth Reinberger corrió hacia los restos del avión gritando que llevaba documentos secretos que tenían que ser destruidos de inmediato. Intentó quemarlos en unos arbustos, pero entonces llegaron dos guardias fronterizos, uno de los cuales, viendo el humo, se apresuró a rescatar los papeles. Ambos fueron llevados a un puesto fronterizo, donde un oficial belga, Arthur Roderique, puso los papeles medio quemados encima de la mesa e inició un interrogatorio. Entonces el piloto, el mayor Erich Hoenmanns, pidió ir al servicio para dar tiempo a Reinberger de destruir los documentos. Éste intentó quemarlos en una estufa, pero se quemó la mano al tratar de abrirla y ello alertó a Roderique, que a expensas de sufrir varias quemaduras en su mano, rescató de nuevo los documentos del fuego y los llevó a otra sala, fuera del alcance de los alemanes. Reinberger trató entonces de quitarle la pistola a un soldado belga, el cual lo tiró al suelo. Reinberger se puso a llorar explicando que había tratado de hacerse con la pistola para suicidarse.
Los documentos fueron enviados al alto mando militar. Hoenmanns
no sabía qué parte de ellos había sobrevivido al fuego. El caso
era que los documentos eran el Maletín amarillo, es decir,
el plan alemán para una inminente invasión de los Países Bajos, y
la información rescatada era más que suficiente, pero los belgas
engañaron a los alemanes organizando un falso interrogatorio en el
que exigieron a Hoenmanns que les explicara qué contenían sus
papeles, dándole a entender que no habían sido capaces de sacar
nada en claro de los restos recuperados.
Las autoridades belgas dudaron al principio de los documentos,
pero, atando cabos con otros indicios, terminaron convenciéndose
de que eran auténticos. En la parte rescatada no se indicaba la
fecha del futuro ataque. El rey Leopoldo III informó ese mismo día
a su ministro de Defensa y al comandante en jefe del ejército
francés, el general Maurice Gamelin, aunque no se le
informó sobre cómo se había obtenido la información (pues un país
neutral no podía transmitir esa información a uno de los países
beligerantes).
Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Manx) en
el mar del Norte.
El 11 de enero terminó la batalla del
paso de Kunlun con una aplastante victoria china sobre los
japoneses, la primera desde hacía más de un año.
Las elecciones presidenciales en Ecuador dieron como vencedor a
Carlos Arroyo del Río, pero su principal adversario, Velasco
Ibarra, acusó de fraude al gobierno presidido por Andrés
Fernández de Córdova. Ibarra se dirigió a una base aérea desde la
que protagonizó un intento de golpe de Estado, que fue duramente
sofocado por el gobierno.
Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Fredville)
en el mar del Norte. La aviación hundió un pesquero británico y un
carguero (Keynes).
Ese día se representó en Leningrado el ballet Romeo y Julieta, de
Prokófiev, lo que constituía su estreno en la Unión Soviética. Fue
un gran éxito que le valió al compositor el premio Stalin.
El 12 de enero los belgas permitieron
que los mayores Hoenmanns y Reinberger se reunieran con delegados
alemanes. La conversación fue grabada en secreto y se constató que
en ella Hoenmanns aseguró a los alemanes que los documentos habían
sido destruidos por el fuego y que los belgas no habían podido
sacar nada en claro de los restos que habían rescatado. Al
parecer, Hitler creyó esta versión y no modificó esencialmente sus
planes. Mientras tanto Gamelin informaba a su Estado Mayor, que
recibió la noticia con escepticismo, pero en cualquier caso se
consideró que era una buena excusa para presionar a los belgas
para que abandonaran la neutralidad y permitieran la entrada de
tropas aliadas en su territorio. Las autoridades neerlandesas
también fueron advertidas, pero su escepticismo fue aún mayor que
el de los franceses.
Un submarino alemán torpedeó un petrolero danés (Danmark),
que fue hundido, aunque la tripulación pudo ser evacuada. La
aviación alemana hundió dos pesqueros británicos.
Noruega y Suecia rechazaron una nueva petición de Francia y Gran
Bretaña de atravesar su territorio para llegar a Finlandia
amparada en una resolución de la Sociedad de Naciones.
Ese día se estrenó El bazar de las sorpresas, una
excelente comedia dirigida por Ernst Lubitsch y protagonizada por
Margaret Sullavan y James Stewart.
El 13 de enero el agregado militar
belga en Berlín envió un mensaje a su país en el que preguntaba si
en el avión de Machelen había ordenes tácticas o parte de ellas,
pues un "informador sincero" (que, no obstante, podría tener
información errónea) le había dicho que el avión transportaba de
Berlín a Colonia planes sobre un ataque al oeste y que, dado que
habían caído en manos de los belgas, el plan se adelantaba hasta
el día siguiente, para evitar contramedidas.
Un submarino alemán hundió un carguero sueco (Sylvia) en
el mar del Norte. Un barco finlandés (Merivoimat) fue
hundido por sus propias cargas de profundidad cuando trataba de
atacar a un submarino soviético.
Los soviéticos seguían defendiendo Salla de las tropas
finlandesas, y ese día ordenaron a las tropas circundantes que se
retiraran hasta Märkäjärvi. A partir de ese momento el
frente se estabilizó y los combates se redujeron a pequeñas
escaramuzas e intercambio de disparos de artillería. El 14 de enero tropas finlandesas entraron en
territorio soviético.
La organización fascista estadounidense Frente Cristiano
se había hecho fuerte en Nueva York, donde a menudo los judíos
eran hostigados por grupos violentos. Un sector importante de la
prensa había iniciado una campaña contra el Frente. Ese día el FBI
detuvo a 17 personas, casi todas ellas miembros de la
organización, acusadas de conspiración para destruir el gobierno
de los Estados Unidos. Teóricamente, pretendían robar armas y
municiones para tal fin. Una prueba de lo avanzados que estaban
sus planes fue que a uno de ellos le incautaron un viejo sable y
un fusil de hacía casi 70 años. El juicio subsiguiente mostró que
el Frente Cristiano era una panda de desequilibrados, y la
organización no tardó en quedar desacreditada.
El rey Leopoldo III de Bélgica envió un emisario para hablar con
Winston Churchill con una primera propuesta que podría llevar a su
país a unirse a los aliados, pero parece ser que la información se
fue distorsionando a medida que fue siendo transmitida, pues las
autoridades francesas entendieron que era cuestión de horas y el
general Gamelin envió un buen número de tropas a la frontera belga
con instrucciones de cruzarla en cuanto recibieran la autorización
oportuna. Sin embargo, los belgas cerraron la frontera y Gamelin
se puso furioso. Incluso solicitó al primer ministro Daladier que
le autorizara a entrar preventivamente en Bélgica violando su
neutralidad, a lo que Daladier se negó en redondo. La invasión
alemana prevista para ese día no se produjo, pero las condiciones
meteorológicas eran muy malas, por lo que cabía la posibilidad de
que se hubiera pospuesto por ese motivo. Por consiguiente, la
incertidumbre continuaba.
Un carguero alemán fue hundido por un barco francés cerca de la
costa atlántica española.
El 15 de enero se estrenó El
pájaro azul, en technicolor, protagonizara por Shirley
Temple, que pretendía ser la respuesta de la Twenty Century
Fox a El mago de Oz, pero que resultó un fracaso de
taquilla, al igual que la película siguiente de la joven actriz de
doce años: Gente joven. Sus padres rescindieron el
contrato con la productora y la matricularon en un colegio de lujo
de Los Ángeles.
Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Arendskerk),
otro noruego (Fagerheim) y otro griego (Panachandros)
cerca de la costa atlántica francesa.
Los alemanes habían cancelado el ataque a Bélgica debido al mal
tiempo, pero también a que habían detectado que tanto los belgas
como los neerlandeses habían declarado el estado de alerta, cosa
que atribuyeron inmediatamente al accidente de Mechelen y
finalmente, el 16 de enero Hitler
canceló sine die la operación. Hoenmanns y Reinberger
fueron juzgados in absentia en Alemania y condenados a
muerte, por transportar documentos secretos en avión sin la
autorización debida.
Una ola de frío azotaba a toda Europa. En Finlandia se llegó a
registrar ese día una temperatura de 43 grados bajo cero. Muchos
soldados soviéticos murieron de congelación. Por esas fechas
empezaron a pintar de blanco sus tanques y a dotar a sus soldados
de trajes de nieve blancos. La propaganda soviética se esforzaba
por explicar al pueblo el fracaso del Ejército Rojo en Finlandia:
que si el mal tiempo, que si el terreno complicado, que si la
línea Mannerheim era mucho más fuerte que la línea Maginot, que si
los Estados Unidos habían enviado a Finlandia un millar de sus
mejores pilotos... El 17 de enero el
Támesis se heló por primera vez desde hacía más de medio siglo. La
Unión Soviética contraatacó en Finlandia con duros bombardeos.
Durante toda la guerra, se registraron más de 2.000 ataques en más
de 500 ciudades. La ciudad de Viipuri fue arrasada por más
de 12.000 bombas, pero Pravda, no fuera a hacer honor a su
nombre por una vez, insistía en que nunca se había bombardeado
objetivos civiles, ni siquiera por accidente (las víctimas civiles
fueron miles, entre ellas 957 muertos). El ministro Mólotov llegó
a afirmar que los aviones soviéticos no lanzaban bombas sobre
Finlandia, sino ayuda humanitaria. Por ello, los finlandeses
bautizaron como cestas de pan Mólotov las bombas
incendiarias que caían sobre Helsinki, y a su vez esto hizo que
llamaran cóckteles Mólotov a las bombas incendiarias que
lanzaban contra los tanques soviéticos.
Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Enid) y
otro británico (Polzella) en el mar del Norte.
El primer ministro japonés Nobuyuki Abe, sin el respaldo ni de
los políticos ni de los militares, fue sustituido por el almirante
Mitsumasa Yonai, un hombre de confianza del emperador
Hirohito y partidario de una alianza con Gran Bretaña y los
Estados Unidos en lugar de con Alemania e Italia.
Unos días atrás un jefe de la resistencia polaca había logrado
escapar de los cuarteles de la Gestapo, y como reacción los nazis
arrestaron varios cientos de personas en Varsovia, entre ellos 255
intelectuales judíos, y el 18 de enero
los llevaron al bosque de Palmiry, donde fueron ametrallados.
Submarinos alemanes hundieron un carguero danés (Canadian
Reefer), dos suecos (Foxen y Pajala).
Dinamarca, Noruega y Suecia ratificaron su neutralidad en la
guerra.
El Papa Pío XII condenó los abusos cometidos por alemanes y
soviéticos en Polonia, así como la agresión a Finlandia por la
Unión Soviética. El New York Times publicó la noticia.
El 19 de enero un destructor británico
(HMS Grenville) se hundió tras haber chocado contra una
mina en el estuario del Támesis. Murieron 77 de sus tripulantes,
aunque otros 108 fueron rescatados.
Submarinos alemanes hundieron un carguero sueco (Patria),
otro francés (Quiberon) y otro noruego (Telnes). La
aviación soviética hundió un carguero finlandés (Kaija).
Los finlandeses recuperaron la ciudad de Salla.
Los hermanos Samuel, Moses y Jerome Horwitz
formaban un grupo de cómicos estadounidenses conocidos como Los
tres chiflados. Llevaban casi dos décadas protagonizando
cortometrajes, y ese día estrenaron You Nazty Spy!, la
primera parodia de Hitler que autorizó Hollywood. El año anterior
se había estrenado Confesiones de un espía nazi, en la que
los nazis eran por primera vez los villanos de una película, y
ahora pasaban del drama a la comedia.
El 20 de enero los soviéticos
bombardearon Turku y Hanko, en Finlandia.
Submarinos alemanes hundieron un carguero griego (Ekatontarchos
Dracoulis) y otro noruego (Miranda).
El 21 de enero un destructor
británico (HMS Esmouth) fue hundido frente a las costas
escocesas por un submarino alemán, que hundió también un carguero
danés (Tekla). Otro hundió un carguero sueco (Andalusia).
Los soviéticos bombardearon Oulu, y los finlandeses
respondieron bombardeando Kronstadt.
Los alemanes seguían ejecutando prisioneros en Palmiry. Ese día
fueron 80 personas, entre ellas al menos 36 judíos. El 22 de enero el papa Pío XII pronunció un
discurso radiofónico en el que condenaba las acciones de los
alemanes en Polonia.
Submarinos alemanes hundiero un carguero sueco (Gothia) y
tres noruegos (Segovia, Songa y Sydfold). El 23 de enero otros submarinos hundieron un
carguero británico (Baltanglia) y dos noruegos (Pluto
y Varild).
El 24 de enero se estrenó Las uvas
de la ira, dirigida por John Ford, protagonizada por Henry
Fonda y basada en la novela de John Steinbeck.
Submarinos alemanes hundieron un carguero francés (Alsacien)
y otro noruego (Bisp). La aviación soviética hundió un
carguero finlandés (Notung).
El 25 de enero submarinos alemanes
hundieron dos cargueros noruegos (Biarritz y Gudveig),
otro letón (Everne) y otro francés (Tourny).
El 26 de enero un barco de pasajeros británico chocó contra una mina y se hundió.
El gobierno alemán decretó pena de muerte para quienes
sintonizaran emisoras de radio extranjeras. En Varsovia se
prohibió a los judíos los rezos colectivos "para evitar
epidemias".
Ese día fue juzgado Isaak Bábel, acusado de espionaje y
terrorismo contra el gobierno soviético. Fue condenado a muerte y
ejecutado el 27 de enero.
Un submarino alemán hundió dos cargueros daneses (England
y Fredensborg) y dos noruegos (Faro y Hosanger)
en el mar del Norte.
El 28 de enero los chinos tomaron Lucheng
a los japoneses.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros griegos (Eleni
Stathatou y Flora Nomicos).
El 29 de enero un submarino alemán
hundió un carguero noruego (Eika). La viación alemana
hundió dos cargueros británicos (Gripfast y Stanburn)
y el buque faron East Dudgeon.
El 30 de enero un submarino alemán
atacó un convoy aliado y hundió un carguero británico (Vaclite)
y otro griego (Keramiai), pero la escolta del convoy logró
hundirlo con cargas de profundidad. Otro submarino alemán se
hundió al chocar contra un torpedero (también alemán). La aviación
alemana hundió tres cargueros británicos (Bancrest, Giralda
y Voreda).
El 31 de enero submarinos alemanes
hundieron un carguero sueco (Fram), otro noruego (Start)
y otro danés (Vidar).
El 1 de febrero el Ejército Rojo
inició un ataque masivo contra la línea Mannerheim. En 24 horas
fueron lanzadas unas 300.000 bombas. Tal vez hubiera sido más
efectivo que el Ejército Rojo hubiera enviado a Finlandia a
Dolores Ibárruri, para que les explicara a los finlandeses las
delicias del yugo estalinista, pues esos días escribió:
Hablar del triunfo del socialismo sobre la sexta parte de la Tierra, escribir sobre el exuberante desarrollo de la agricultura en la Unión Soviética, un desarrollo no igualado por ningún otro país, admirar el asobroso crecimiento de la industria socialista y los impetuosos avances de los trabajadores, maravillarse ante los logros sin precedentes de la poderosa fuerza aérea soviética, del poderoso refuerzo de la armada soviética, describir las gloriosas hazañas del Ejército Rojo, liberador de pueblos, estudiar el marco maravilloso del enorme Estado socialista con sus múltiples nacionalidades unidas por los lazos inquebrantables de la amistad fraterna, observar el progreso de la ciencia, del arte y de la cultura de todos los pueblos soviéticos, la alegre vida de sus niños, mujeres, trabajadores, campesinos e intelectuales, la seguridad permanente de cadda uno y su fe en el futuro, conocer la vida diaria del socialismo y las heroicas acciones del pueblo soviético es ver a Stalin, citar a Stalin, encontrar a Stalin.
Los nazis fusilaron a unos 400 enfermos mentales polacos en Chelm.
En total, ese año asesinaron al menos a 1.126 víctimas en 286
hospitales. No todos fueron fusilados. Algunos morían asfixiados
en camiones sellados en los que las emisiones del tubo de escape
eran redirigidas al interior.
Submarinos alemanes hundieron un barco de cabotaje británico (Ellen
M) y un carguero sueco (Fram).
El 2 de febrero fue fusilado el actor
y empresario soviético Vsevolod Meyerhold.
Submarinos alemanes hundieron un petrolero (Creofield) y
dos cargueros británicos (Kavak y Portelet).
El 3 de febrero la aviación alemana
hundió un dragaminas británico (HMS Sphinx) y un carguero
noruego (Tempo). A su vez, la aviación británica derribó un
avión alemán, que se estrelló cerca de Whitby.
Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Armanistan)
y otro estonio (Reet).
El 4 de febrero, tras dos días de
deliberaciones en Belgrado, los países firmantes del Pacto de
los Balcanes (Grecia, Turquía, Rumanía y Yugoslavia)
reafirmaron su neutralidad en la guerra.
Submarinos alemanes hundieron un carguero noruego (Hop),
otro británico (Leo Dawson) y otro yugoslavo (Vid)
en el mar del Norte.
Ese día fue ejecutado Nikolái Yezhov. Ningún medio de
comunicación soviético informó sobre su juicio (en el que no hubo
abogados, ni testigos, ni fiscal ni ninguna otra de esas cosas
molestas que el acusado siempre había considerado superfluas
cuando dirigía la NKVD) ni sobre su ejecución.
El 5 de febrero hubo manifestaciones y
declaraciones de protesta en toda Irlanda por la condena a muerte
de Peter Barnes y James Richards, los asesinos del IRA cuya
ejecución estaba prevista para dentro de dos días. El gobierno
irlandés pidió la conmutación de la pena.
Un submarino alemán atacó un convoy y hundió un carguero
británico (Beaverburn), pero después fue hundido con cargas
de profundidad por los barcos de escolta.
El 6 de febrero el IRA hizo estallar
tres bombas, dos en Londres y una en Birmingham.
La aviación soviética hundió un barco de cabotaje sueco (Wirgo)
en el Báltico.
El 7 de febrero Richards y Barnes (de
29 y 32 años, respectivamente) fueron ahorcados en la cárcel de
Birmingham. En Irlanda se sucedieron las protestas. Simon
Donnelly, un antiguo líder del IRA declaró ante una
multitud:
Sabemos muy bien cómo queremos que acabe esta guerra. Queremos que el enemigo que ha mantenido sometido a nuestro pueblo durante 700 años, y que continúa vertiendo insultos sobre nosotros, sea derrotado sin piedad. Hasta que la República de Irlanda sea establecida, la juventud de Irlanda seguirá sacrificándose. Si el gobierno no pone fin al dominio extranjero, otros nos encargaremos de ello.
Ese día se estrenó Pinocho, el segundo largometraje
animado de Walt Disney, cuyo coste de producción duplicaba al de Blancanieves.
Obtuvo un gran éxito entre los críticos, pero no entre el público,
y la recaudación no compensó ni la mitad de la inversión.
El general Antonio Escobar había sido condenado a muerte por un
tribunal militar. Aunque altos dignatarios de la Iglesia Católica
habían solicitado su indulto, Franco no accedió, y el 8 de febrero fue fusilado en Barcelona. El
propio Escobar dirigió su ejecución.
Los nazis ordenaron que todos los judíos residentes en Łódź
debían fijar su residencia en unos barrios determinados.
A causa de las protestas del Vaticano, apoyadas por el propio
Mussolini, ese día fueron liberados del campo de concentración de
Sachsenhausen un centenar de los profesores universitarios
arrestados en Cracovia el año anterior (los que tenían más de 40
años y habían sobrevivido a las duras condiciones del campo). Los
restantes fueron enviados poco después al campo de Dachau.
El 9 de febrero la aviación alemana
hundió dos pesqueros armados británicos (HMT Fort Royal y HMT
Robert Bowen).
El 10 de febrero los soviéticos
iniciaron un plan de deportación de polacos a Rusia.
Los nazis ordenaron el cierre de todos los comercios judíos en
Chequia.
Submarinos alemanes hundieron un carguero neerlandés (Burgedijk)
y otro noruego (Silja). La aviación alemana hundió un
pesquero británico.
El presidente Roosevelt recibió en las puertas de la Casa Blanca
a unos 4.500 miembros del Congreso de la Juventud Americana,
una asociación de jóvenes que pocos días antes había aprobado una
resolución según la cual ofrecer ayuda a Finlandia era "un
intento de forzar a los Estados Unidos a entrar en la guerra
imperialista". Roosevelt les respondió que era algo grande
que los jóvenes se interesaran tanto en la política como para
reunirse en Washington, pero les ofreció unas palabras de "advertencia
o, tal vez debería decir, de consejo". El consejo era que no
aprobaran resoluciones sobre asuntos sobre los que no habían
pensado suficiente o que tal vez no entendían del todo (una forma
fina de poner en evidencia su necedad). Seguidamente afirmó que
era un hecho que el 95% de los estadounidenses simpatizaban con el
esfuerzo de los finlandeses por defender su tierra contra una
invasión, y que los Estados Unidos deseaban ayudar económicamente
a Finlandia, pero que pensar que eso llevaría a una guerra con la
Unión Soviética era "uno de los pensamientos más tontos que
jamás haya oído en mis 58 años de vida." Roosevelt les
aconsejó que no condenaran únicamente el nazismo, sino cualquier
forma de dictadura. Los tontos abuchearon a Rooselvent, pero ser
abucheado por tontos reforzó su imagen pública, pues refutó las
acusaciones que algunos vertían sobre él de simpatizar con el
comunismo.
Ese día se estrenó El gato se gana el zapatazo, un
cortometraje de dibujos animados protagonizado por un gato y un
ratón. El gato se llamaba Jasper, y el ratón no tenía
nombre, pero los animadores lo llamaban Jinx. Los
directores eran William Hanna y Joseph Barbera y
el corto fue distribuido a través de la Metro Goldwyn Mayer.
En principio iba a ser un cortometraje aislado, y el jefe del
estudio de animación de la Metro les sugirió a Hanna y Barbera que
buscaran otros temas más originales que las típicas peleas entre
un gato y un ratón, pero el éxito fue tal que finalmente les
encargó una serie con Jasper y Jinx como
protagonistas.
Alemania y la Unión Soviética firmaron en Moscú un acuerdo
comercial por el que la Unión Soviética se comprometía a servir
petróleo y otras materias primas a Alemania a cambio de material
bélico, maquinaria y productos tecnológicos. De este modo Alemania
burlaba el bloqueo aliado.
Submarinos alemanes hundieron un petrolero británico (Imperial
Transport), un carguero estonio (Linda), otro sueco (Orania),
otro noruego (Snestad) y dos pesqueros británicos.
El emperador chino Puyi visitó Japón con motivo del bismilésimo
sexcentésimo aniversario de la mítica fundación del imperio, y
allí leyó ante el emperador japonés un texto en el que le pedía
permiso para venerar en China a los dioses sintoístas japoneses y
convertir al sintoísmo en la religión oficial del Estado de
Manchuria. El emperador Hirohito le expresó su beneplácito y lo
obsequió con tres reliquias. (Puyi, que, evidementemente, había
sido obligado por los japoneses a efectuar tal petición,
escribiría más adelante: Creo que las tiendas de antigüedades
de Pekín están llenas de objetos como esos. ¿Eran ésos un gran
dios? ¿Eran ésos mis antepasados? Me deshice en lágrimas en el
viaje de vuelta. Ese año Wanrong, la esposa de Puyi,
tuvo una hija con el chófer de éste, y, como castigo, los
japoneses —sin que Puyi se atreviera a oponerse— la obligaron a
presenciar cómo los médicos envenenaban a la recién nacida. Desde
entonces, Wanrong pasó la mayor parte del tiempo en un fumadero de
opio. Puyi se sintió tan avergonzado por su cobardía que nunca
consintió en hablar sobre el suceso.
El 12 de febrero los soviéticos
lograron abrir una pequeña brecha en la línea Mannerheim, en la
que inmediatamente concentraron sus fuerzas. Mientras tanto se
iniciaban en Estocolmo negociaciones de paz entre Finlandia y la
Unión Soviética.
Un submarino alemán fue hundido por un dragaminas británico. De
los 17 tripulantes que sobrevivieron (otros 25 murieron) uno de
ellos llevaba en sus bolsillos tres rotores de una máquina Enigma,
que fueron enviados a la Escuela Gubernamental de Códigos y
Cifrados para que fueran estudiados por el equipo de Alan
Turing. Otros submarinos hundieron un carguero sueco (Dalarö) y
dos noruegos (Nidarholm y Sangstad).
El 13 de febrero submarinos alemanes
hundieron un carguero danés (Chastine Maersk) y otro sueco
(Noma). Un crucero británico hundió un carguero alemán (Wakama)
cerca de la costa brasileña.
El 14 de febrero Gran Bretaña anunció
que en lo sucesivo sus barcos de pasajeros llevarían armamento, y
Alemania respondió que en lo sucesivo los consideraría barcos de
guerra.
Submarinos alemanes hundieron un petrolero (Gretafield) y
dos cargueros británicos (Langleeford y Sultan Star)
y un tercero danés (Martin Goldschmidt).
Cinco bombas explotaron en Birmingham.
El 15 de febrero los soviéticos
rompieron la línea Mannerheim con la captura de Summa. El general
Mannerheim ordenó el repliegue hasta la segunda línea defensiva.
Submarinos alemanes hundieron cuatro cargueros daneses (Aase,
Maryland, Rhone y Sleipner) otro noruego (Steinstad)
y un petrolero neerlandés (Den Haag).
La armada noruega inspeccionó por tres veces un barco mercante
alemán, el Altmark, que navegaba por sus aguas
territoriales, para asegurarse de que no estaba realizando ninguna
operación bélica que violara la neutralidad del país nórdico. Los
alemanes aseguraron en todo momento que únicamente transportaba
suministros civiles a Alemania. Sin embargo, en sus bodegas
ocultaba a 299 marinos británicos que habían sido capturados en
diversos ataques realizados por el acorazado de bolsillo Graf
Spee. Los marinos hacían ruido para que los noruegos
advirtieran su presencia, pero los alemanes ponían en
funcionamiento diversos aparatos que lo amortiguaran. Sin embargo,
las autoridades británicas sospechaban de cuál era su auténtica
carga, y cuando la RAF detectó el barco, alertó a la Royal
Navy y el 16 de febrero el HMS
Cossack se lanzó en su persecución. El Altmark se
refugió en el fiordo de Jøssingfjord, pero no podía
permanecer en él indefinidamente, así que por fin trató de escapar
a toda máquina. El Cossack era más rápido y logró
alcanzarlo y abordarlo, todavía en aguas noruegas. Los británicos,
con armas de fuego y bayonetas, redujeron a la tripulación alemana
y liberaron a los prisioneros.
Como todos los países de Europa Oriental, Bulgaria se encontraba
en una encrucijada. El zar Boris III había declarado: Mis
generales son germanófilos, mis diplomáticos anglófilos, la
reina es italófila y mi pueblo rusófilo. Yo soy el único neutral
en Bulgaria. Pero, tal y como iban las cosas, consideró más
prudente asegurar las buenas relaciones con Alemania, y así cesó
al primer ministro Kyoseivanov (anglófilo) por Bogdan Filov
(germanófilo).
Un submarino alemán hundió dos cargueros suecos (Liana y Osmed)
cerca de la costa británica. Un petrolero alemán (Altmark)
encalló en Noruega mientras huía de un destructor británico.
Ese día se estrenó Estudiantes en Oxford, la primera
película de Laurel y Hardy después de que éste volviera a ser
contratado por Hal Roach. Unos meses después estrenarían Marinos
a la fuerza. Sin embargo, Hardy logró convencer a Laurel
para dejar a Roach y pasarse a la Fox.
El 17 de febrero Alemania acusó a Gran
Bretaña de piratería, asesinato y gangsterismo a causa del
incidente del Altmark y pidió una compensación a Noruega
por no haber protegido el barco alemán dentro de sus aguas
territoriales. A su vez, Noruega protestó ante Gran Bretaña por
haber cometido un acto de guerra en sus aguas territoriales,
violando así su neutralidad.
Se ha discutido la relevancia que tuvo el incidente del Altmark
en los acontecimientos posteriores, pero en cualquier caso la
situación era la siguiente: Alemania importaba una gran cantidad
de hierro procedente del norte de Suecia. La ruta más segura
consistía en transportar el mineral por tren hasta el golfo de
Botnia, y desde allí llevarlo en barco a Alemania, pero esto sólo
era posible entre mayo y noviembre, pues el medio año restante el
golfo permanecía helado, y entonces había que llevar el mineral
hasta Narvik, en la costa Noruega, para luego
transportarlo en barco hacia el sur. Como Gran Bretaña había
organizado un bloqueo naval, los alemanes solían valerse de
subterfugios para viajar por aguas territoriales noruegas. Los
aliados eran conscientes de ello y estaban planeando una operación
Wilfred destinada a minar puntos estratégicos de las aguas
territoriales noruegas para impedir el abastecimiento de Alemania,
pero sabían que, de llevar adelante sus planes, Hitler ordenaría
la invasión de Noruega y, tal vez, también de Suecia y Dinamarca.
Por ello los aliados desarrollaron también un plan adicional para
ocupar puntos estratégicos de Noruega en caso de invasión alemana.
Por su parte, Hitler también tenía entre sus planes una invasión
de Noruega, si bien hasta entonces no había tenido prioridad. Aquí
es donde interviene el incidente del Altmark, que según
algunos analistas convenció a Hitler de que las rutas de
abastecimiento a través de las aguas noruegas no eran fiables, y
que era necesario ocupar el país. En cualquier caso, lo cierto era
que Hitler ordenó acelerar los planes de invasión de Noruega, pero
en parte esto se debió también a que el incidente de Mechelen le
había llevado a adelantar sus planes de invasión de Francia y los
Países Bajos, y ambas operaciones no podían hacerse al mismo
tiempo. Las operaciones marítimas en los países nórdicos no podían
posponerse al otoño, cuando los días se volvían excesivamente
cortos, por lo que la invasión de Noruega debía ser la primera.
Ese mismo día el general Erich von Manstein presentó a
Hitler lo que se conoció como el Plan Manstein, el
desarrollo detallado de las directrices dadas por el propio Hitler
para invadir Francia y los Países Bajos.
Submarinos alemanes hundieron un carguero panameño (El Soñador),
otro noruego (Kvernaas), otro griego (Odysseus),
otro británico (Pyrrhus) y otro finlandés (Wilja).
El gobierno francés firmó un decreto por el que se privaba de la
nacionalidad francesa a Maurice Thorez, el líder del Partido
Comunista Francés que había huido a la Unión Soviética. Ahora se
hacía llamar Ivanov.
El 18 de febrero un submarino alemán
hundió un destructor británico (HMS Daring) junto a las
islas Orcadas, al norte de Escocia. Murieron 157 de sus
tripulantes. Por su parte, los finlandeses lograron destruir una
bolsa de tropas soviéticas al norte del lago Ladoga, de las cuales
unos 1.000 hombres murieron y otros 250 fueron tomados
prisioneros.
Otros submarinos hundieron también un carguero neerlandés (Ameland),
otro español (Banderas), otro griego (Ellin) y otro
francés (PLM 15). La aviación soviética hundió tres
cargueros finlandeses (Bore III, Bore IV y Rigel).
El 19 de febrero los finlandeses
repelieron un ataque soviético sobre el lago helado Suvanto.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Tiberton)
en el mar del Norte.
El 20 de febrero la aviación alemana
hundió un pesquero armado británico (HMT Fifeshire).
El 21 de febrero Hitler autorizó la operación
Wesserübung (la invasión de Noruega).
Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Tara)
cerca de la costa atlántica española.
El 22 de febrero Tenzin Gyatso, a sus
cinco años, fue proclamado en Lhasa como decimocuarto Dalái Lama,
bajo la tutela del regente Jamphel Yeshe Gyaltsen.
La marina alemana había puesto en marcha la operación
Wikinger, que debía ocuparse de unos pesqueros británicos
sospechosos de estar actuando como espías de los movimientos de
los barcos de guerra alemanes, pero la falta de coordinación entre
la marina y la aviación hizo que la flota entrara en combate
contra un bombardero alemán y contra un inexistente submarino
británico. El bombardero hundió un barco y otro que acudió en su
rescate se hundió también tras chocar con una mina británica.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Loch
Maddy y British Endeavour).
El 23 de febrero un submarino alemán
fue hundido por cargas de profundidad cerca de las Orcadas.
Dos explosiones provocaron trece heridos en Londres.
Ese día se estrenó Paso del Noroeste, la primera película
de Spencer Tracy en Technicolor, dirigida por King Vidor, un drama
histórico que tuvo bastante éxito, en contraste con el fracaso de
su estreno anterior, Esta mujer es mía.
El 24 de febrero un submarino alemán
atacó un convoy y hundió un carguero sueco (Santos), pero
luego fue hundido por cargas de profundidad y torpedos. Un
dragaminas alemán hundió cuatro pesqueros daneses en el mar del
Norte.
El 25 de febrero tres destructores
británicos hundieron un submarino alemán en el mar del Norte. Casi
toda la tripulación fue capturada.
Los finlandeses iniciaron un ataque contra los soviéticos en el
istmo de Carelia, cerca de la localidad de Honkaniemi.
En el Cáucaso, al norte de Georgia, se encuentra la región de Chechenia,
una de las que más resistencia opuso en el pasado a integrarse en
el Imperio Ruso. Dentro de la Unión Soviética había sido incluida
en la República Autónoma Socialista Soviética de
Chechenia-Ingushetia, con capital en Grozny. Desde
hacía unos meses, un excomunista checheno llamado Hasan
Israilov, con la ayuda de su hermano Hussein, estaba
organizando una insurrección guerrillera contra los soviéticos, y
los éxitos de los finlandeses lo llevaron a animar a sus
compatriotas a rebelarse:
He decidido dirigir una guerra de liberación de mi pueblo. Entiendo bien que, no sólo en Chechenia-Ingushetia, sino en todas las naciones del Cáucaso, será difícil conseguir la libertad frente al pesado yugo del imperialismo rojo. Pero nuestra ferviente confianza en la justica y nuestra fe en el apoyo de los pueblos del Cáucaso amantes de la libertad y del mundo entero me mueven a tomar esta decisión, tal vez impertinente e inútil a vuestros ojos, pero, desde mis convicciones, el único paso histórico correcto. Los valientes finlandeses están demostrando que el Gran Imperio Esclavista es impotente frente a un pueblo pequeño, pero amante de la libertad. En el Cáucaso encontraréis una segunda Finlandia, y a nosotros nos seguirán otros pueblos oprimidos.
En unas semanas habían logrado apoderarse de varias ciudades en
el distrito de Shatoysky tras lo cual organizaron un
gobierno en Galanchozh, la ciudad natal de Israilov.
El 26 de febrero, en represalia por el
asesinato de un oficial alemán en Leginowo (Polonia), los
nazis tomaron 190 rehenes al azar en la ciudad y los llevaron al
bosque de Palmiry, para su ejecución en masa.
El presidente Roosevelt había enviado a Europa al Subsecretario
de Estado Sumner Welles para recabar información de
primera mano de la posición de las naciones beligerantes. Su
primera parada fue en Roma, donde se entrevistó primero con el
conde Galeazzo Ciano, el ministro de asuntos exteriores
italiano y yerno de Mussolini, al que halló muy hostil hacia
Alemania, y luego con Benito Mussolini, al que encontró
envejecido, lento y cansado, en contra de la apariencia que daba
en las fotografías y los reportajes cinematográficos.
La batalla de Honkaniemi terminó en fracaso para los finlandeses.
El plan de ataque había sido puesto en marcha precipitadamente,
con menos fuerzas de las previstas, y además algunos tanques se
habían averiado. El 27 de febrero el
ataque tuvo que cancelarse con 33 bajas y seis tanques perdidos.
Mientras tanto los soviéticos atacaban Viipuri, la segunda mayor
ciudad de Finlandia.
En su exilio mexicano, León Trotski, a sus 61 años, parecía un
apacible ancianito con achaques, pero ese día escribió lo que se
conoce como el testamento de Trotski, en el que demostró
que en su interíor seguía vivo el comunista fanático y sanguinario
ante cuya presencia temblaban los pobres campesinos forzados a
militar en el Ejército Rojo:
Si tuviera que vivir de nuevo trataría de evitar, por supuesto, este o aquel error, pero el rumbo principal de mi vida permanecería inalterado. Moriré como un revolucionario proletario, como un marxista, como un materialista dialéctico y, consecuentemente, como un ateo irreconciliable. Mi fe en el futuro comunista de la humanidad no es menos ardiente, de hecho es hoy más firme, que en los días de mi juventud.
Las investigaciones sobre física nuclear proporcionaron ese día
un resultado en una dirección distinta a la relacionada con la
fisión del uranio. Los físicos Martin David Kamen y Sam
Ruben sintetizaron carbono-14, un isótopo radiactivo
del carbono, bombardeando grafito en el acelerador de partículas
de la universidad de Berkeley. Hasta entonces, la existencia del
carbono-14 era sólo una conjetura, pero se sospechaba que podía
crearse en las capas superiores de la atmósfera, por la
interacción entre el nitrógeno y neutrones provenientes de la
radiación solar. Ahora se pudo comprobar que su velocidad de
desintegración era muy lenta, lo que que permitiría usarlo para
rastrear el camino que sigue el carbono en algunas reacciones
químicas complejas, como las de la fotosíntesis.
El 29 de febrero tuvo lugar la
ceremonia de entrega de los óscars, presentada por Bob
Hope. El óscar a la mejor película fue para Lo que el
viento se llevó, que también recibió el óscar al
mejor director (Víctor Fleming), a la mejor actriz (Vivien Leigh),
a la mejor actriz secundaria (Hattie McDaniel) y otros cuatro más,
ocho en total, más otros dos honoríficos. El óscar al
mejor actor fue para Robert Donat en Adiós Mr. Chips.
El hotel en el que se celebró la gala tenía una estricta política
de no admitir negros, pero hizo una excepción para permitir la
entrada de McDaniel, que, no obstante, tuvo que sentarse junto a
sus acompañantes en una mesa especial en la parte trasera de la
sala. Su representante artístico, que era blanco, se sentó en la
misma mesa.
Un submarino alemán hundió un carguero italiano (Maria Rosa)
en el mar del Norte.
El 1 de marzo tuvo lugar una
persecución de judíos en Łódź que ayudó a concentrarlos en los
barrios que los nazis habían reservado para ellos. Los alemanes
empezaron a vallar la zona con cercos de madera y alambradas.
La restricción de inmigración judía a Palestina impuesta por Gran
Bretaña había terminado, y ahora el Alto Comisionado Británico
para Palestina promulgó un edicto por el que el territorio quedaba
dividido en tres zonas: en la zona A, que comprendía el 63% de
Palestina, estaba prohibido vender terrenos salvo a árabes
palestinos, en la zona B, que comprendía un 32% del territorio,
los árabes palestinos sólo podían vender tierras a otros árabes
palestinos salvo exepciones que tenían que ser autorizadas por el
Alto Comisionado. En la zona C la compraventa de tierras seguía
siendo libre.
Un submarino alemán hundió un carguero italiano (Mirella)
en el mar del Norte. La Luftwaffe hundió un carguero
noruego (Vestfoss).
Sumner Welles se entrevistó en Berlín con Joachim von Ribbentrop,
que no dejó de hablar durante dos horas seguidas. Welles concluyó
que era estúpido y de ideas fijas. El 2 de
marzo Welles se entrevistó con el propio Hitler, al que
vio tranquilo y con buena salud. Sus ojos parecían cansados, pero
lúcidos.
Un carguero británico (Domala) fue bombardeado por la Luftwaffe
cerca de la isla de Wight, lo que costó la vida a 108 de sus 291
tripulantes. En el mismo ataque resultaron hundidos un barco de
cabotaje neerlandés (Elziena) y un pesquero danés (Vihelmine).
Submarinos alemanes hundieron un carguero sueco (Lagaholm)
y otro neerlandés (Rijnstroom). Por su parte, tres cruceros
británicos hundieron tres cargueros alemanes (Heidelberg, Troja
y Wolfsburg), dos en el Caribe y el tercero cerca de
Islandia.
Ese día se estrenó La cámara oculta de Elmer, un
cortometraje de Looney Tunes en el que apareció por
primera vez Elmer Gruñón, que era una versión rediseñada
de un antiguo personaje conocido hasta entonces como Elmer
Cabeza de Huevo.
El 3 de marzo Welles se entrevistó con
Hermann Göring, que expuso la tesis de que Gran Bretaña y Francia
querían acabar con Alemania y habían provocado la guerra con tal
fin, por lo que Alemania no tenía más opción que defenderse (era
lo que Hitler había ordenado decir a todos los que se
entrevistaran con Welles). El estadounidense lo encontró tan frío
y grosero como los demás nazis, pero al menos vio en él cierta
capacidad de análisis de las relaciones internacionales.
Un crucero británico hundió un barco de pasajeros alemán (Arucas)
cerca de Islandia.
El 4 de marzo Kurt Gödel llegó al
puerto de San Francisco tras un largo viaje desde Austria, pues su
pánico a cruzar un Atlántico infestado de submarinos alemanes lo
había llevado a atravesar la Unión Soviética, desde la que pasó a
Japón y luego a los Estados Unidos por el Pacífico. Desde allí
cruzó los Estados Unidos en tren hasta llegar a Nueva Jersey,
donde aceptó una plaza en el Instituto de Estudios Avanzados de
Princeton. Allí se hizo amigo de Einstein. No tardó en retomar sus
investigaciones, y ese mismo año publicó una demostración de que
el axioma de elección (en el que Zermelo se había basado para
demostrar su principio de buena ordenación) y la hipótesis del
continuo de Cantor eran consistentes con los demás axiomas de la
matemática, es decir, que no era posible demostrar que fueran
falsos. Otro recién llegado a Princeton desde Austria (aunque por
un camino más directo) fue el físico Wolfgang Pauli.
Un submarino alemán hundió dos cargueros británicos (Pacific
Reliance y Thurston).
El 5 de marzo el Ejército Rojo había
superado en casi 15 km la línea Mannerheim y entraban en los
suburbios de Viipuri. Al mismo tiempo establecía una cabeza de
puente en la parte occidental del golfo de Viipuri. Los
finlandeses pidieron un armisticio, pero los soviéticos lo
rechazaron.
Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Gutto)
en el mar del Norte.
El 6 de marzo el IRA hizo estallar dos
bombas en Londres.
Un crucero británico hundió un carguero alemán (Uruguay) cerca de Islandia.
El 7 de marzo llegó a Moscú la
delegación finlandesa que iniciamente se había reunido con los
soviéticos en Estocolmo.
Sumner Welles se entrevistó en París con el presidente Lebrun. Lo
encontró afable, pero lamentó que se pasara buena parte de la
entrevista contándole detalles irrelevantes sobre su vida. Después
se entrevistó con el primer ministro Daladier, que insistió en que
cualquier acuerdo de paz con Alemania requeriría como mínimo el
restablecimiento de la independencia de Polonia y Chequia.
Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Vecht)
en el mar del Norte. La Luftwaffe hundió un pesquero
belga.
Ese día murió el presidente dominicano Jacinto Peynado. Fue
sucedido por el vicepresidente Manuel de Jesús Troncoso de la
Concha, que siguió siendo interpretando el papel de títere
de Trujillo.
Albert Einstein adoptó la nacionalidad estadounidense. Ese día
escribió una segunda carta al presidente Roosevelt para alertarle
nuevamente de que las investigaciones en física nuclear apuntaban
cada vez más directamente a la posibilidad de fabricar armas de un
poder destructivo desconocido hasta entonces. Por esas fechas dos
científicos alemanes exiliados en Gran Bretaña, Otto Frisch y Rudolf
Peierls, presentaron al gobierno británico un memorándum en
el que explicaban con detalles técnicos cómo podría producirse una
bomba nuclear:
El informe detallado adjunto trata sobre la posibilidad de construir una superbomba que utiliza la energía almacenada en los núcleos atómicos como fuente de energía. La energía liberada en la explosión de tal superbomba es equivalente a la producida por la explosión de unas mil toneladas de dinamita. Esta energía es liberada en un pequeño volumen, en la que, por un instante, produce una temperatura comparable a la del interior del Sol. El estallido destruiría la vida en una extensa área cuya extensión es difícil de estimar, pero que probablemente cubriría el centro de una gran ciudad. Además, parte de la energía liberada por la bomba produciría sustancias radiactivas, que emitirían radiaciones muy potentes y peligrosas. Los efectos de esas radiaciones son mayores justo tras la explosión, pero decaen sólo de forma gradual, de modo que incluso las personas que entren en el área afectada incluso días después de la explosión morirán también. Parte de esta radiactividad será transportada por el viento y extenderá la contaminación. Esto puede matar personas a varias millas de distancia en la dirección del viento.
El 9 de marzo un submarino alemán
hundió tres cargueros británicos (Abbotsford, Akeld y Borthwick)
y otros hundieron un pesquero irlandés y un carguero griego (P.
Margaronis).
El 10 de marzo Joachim von Ribbentrop
llegó a Roma para entrevistarse con Benito Mussolini. Ambos
concertaron una próxima entrevista de Mussolini con Hitler para
tratar sobre la posible entrada de Italia en la guerra.
Sumner Welles se entrevistó en Londres con el Secretario de
Estado de Asuntos Exteriores, Edward Wood, Lord Halifax.
El 11 de marzo dos barcos de guerra
franceses zarparon de Toulon hacia Canadá cargados con 147
toneladas de oro pertenecientes a la reserva francesa, para
mantenerlas a salvo en caso de invasión alemana.
Sumner Welles tomó el té con el rey Jorge VI de Gran Bretaña, que
le expresó su esperanza de que no se emprendieran negociaciones de
paz hasta que el régimen nazi no hubiera sido destruido. Después
Welles se entrevistó con el primer ministro, Neville Chamberlain,
que insistió también en la necesidad de que Alemania devolviera la
independencia a Polonia y a Chequia.
El Papa Pío XII protestó ante Ribbentrop por el trato que estaban
recibiendo los judíos en Alemania.
La aviación británica hundió un submarino alemán ante la costa
alemana del mar del Norte. Fue el primer caso de un submarino
hundido por un avión. Otro submarino alemán hundió un petrolero
neerlandés (Eulota) cerca de la costa francesa.
El 12
de marzo se firmó el tratado de paz de Moscú
entre Finlandia y la Unión Soviética. Finlandia tuvo que ceder una
porción de territorio mayor que la que le reclamaba la Unión
Soviética antes de la guerra: casi toda la región de Carelia,
incluyendo Viipuri, los alrededores de Salla y las islas del golfo
de Finlandia. Además, Finlandia debía ceder la península de Hanko
a la Unión Soviética por treinta años y permitir que la URSS
estableciera allí una base militar. En total, Finlandia cedía un
10% de la superficie del país. Con ello perdía sus centros
industriales más importantes, así como la tercera parte de sus
centrales hidroeléctricas. El tratado exigía además que Finlandia
entregara todas las instalaciones y equipamento presente en los
territorios cedidos, lo cual incluía 75 locomotoras, 2.000 vagones
de tren, coches, camiones y barcos. La Unión Soviética no exigía
que Finlandia evacuara la zona, pero ningún finlandés tenía tan
poco cerebro como para querer convertirse en ciudadano soviético,
así que el gobierno finlandés tuvo que hacerse cargo de la
evacuación y reubicación de más de 400.000 habitantes, el 12% de
la población.
La "República Democrática de Finlandia", que no había
contado con ningún apoyo entre los finlandeses, se unió a la parte
de Carelia que estaba ya en territorio ruso para formar la República
Soviética Carelo-Finesa, integrada en la URSS.
La Suite sobre temas finlandeses de Shostakóvich se quedó
sin estrenar. El compositor nunca habló sobre ella con nadie. El
único testimonio al respecto es una carta que había escrito poco
después de que le fuera encargada.
Sumner Welles se entrevistó con Winston Churchill. Fumaba un
enorme puro, bebía un Whisky con soda —que Welles consideró que no
era el primero ni el segundo del día— y estuvo dos horas hablando
con una magnífica oratoria salpicada de toques de humor.
El 13 de marzo un submarino alemán se
hundió al chocar contra una mina en el mar del Norte. Un crucero
británico hundió un carguero alemán (La Coruña) cerca de
Islandia.
El 14 de marzo se inició la evacuación
de Carelia. Algunos finlandeses quemaban sus casas, para no
dejárselas a los rusos.
Hermann Göring pidió a los alemanes que recolectaran objetos
metálicos y los donaran al Estado como regalo para Hitler, en
ocasión de su quincuagésimo primer aniversario.
Harry Lillis Crosby, conocido como Bing Crosby,
llevaba una década compaginando su carrera como cantante con la de
actor. Desde hacía tiempo colaboraba a menudo con Bob Hope en
actuaciones en teatros y en la radio, y ahora estrenaban su
primera película juntos: Camino a Singapur,
coprotagonizada por Dorothy Lamour.
El 15 de marzo el rey Carlos II de
Rumanía amnistió a los presos de la Guardia de Hierro a cambio de
su lealtad.
Ese día Heinrich Himmler, el jefe de las SS afirmó: Todos los
especialistas polacos serán explotados en nuestro complejo
industrial militar. Luego todos los polacos desaparecerán de
este mundo. Es imperativo que la gran nacion alemana considere
la eliminación de todo el pueblo polaco como su tarea
principal. Poco después, en un informe sobre la enseñanza en
Polonia, diría: El único objetivo de esta escolarización es
enseñarles la aritmética simple, nada más allá del número 500,
escribir su propio nombre y la doctrina de que es ley divina
obedecer a los alemanes. No creo que enseñarles a leer sea
aconsejable.
Mickey Rooney sorprendió a la crítica con su interpretación en El
joven Edison, bajo la dirección de Norman Taurog, que
distaba mucho de la sobreactuación habitual en las comedias que
había protagonizado hasta entonces. Ese año protagonizó junto a
Judy Garland Andy Hardy tenorio, una nueva entrega de la
serie de Andy Hardy, y Strike Up the Band, un musical con
música de George Gershwin.
El 16 de marzo aviones alemanes
atacaron a la flota británica en Scapa Flow, al norte de
Escocia, y en el ataque se produjo la primera víctima civil
británica.
Sumner Welles volvió a Roma, ahora para entrevistarse por la
mañana con el rey Víctor Manuel III y por la tarde de nuevo con
Mussolini, al que encontró mucho mejor que en su primera
entrevista.
El ejército chino inició un contraataque con unos 28.000 hombres
para retomar Wuyuan a los japoneses.
El 17 de marzo hubo una explosión
cerca del Ayuntamiento de Paddington.
Un submarino alemán hundió un carguero danés (Argentina)
cerca de la costa británica. La Luftwaffe hundió un
pesquero Neerlandés.
El 18 de marzo Hitler se entrevistó
con Mussolini en el Paso del Brennero, en la frontera
austriaca. Mussolini aseguró a Hitler que Italia entraría en la
guerra "en el momento oportuno".
Sumner Welles se entrevistó con el papa Pío XII.
Una bomba estalló en Londres, aunque no provocó heridos.
La aviación alemana hundió otro pesquero neerlandés.
Tanto Neville Chamberlain como Édouard Daladier fueron
cuestionados por sus respectivos parlamentos en torno a si Gran
Bretaña y Francia habían hecho todo lo posible por ayudar a
Finlandia. En el caso de Daladier, el 20 de
marzo cayó su gobierno y fue reemplazado por Paul
Reynaud.
Un submarino alemán hundió un carguero danés (Bothal).
El 21 de marzo el gobierno francés
compró los 165 litros de agua pesada disponibles en Noruega,
necesarios para la investigación en energía nuclear.
Un submarino alemán hundió dos cargueros daneses (Algier y
Christiansborg).
Desde finales del siglo precedente, las relaciones entre hindúes
y musulmanes en la India Británica habían sido tensas. La
principal asociación política hindú era el Congreso Nacional
Indio, presidido por Jawaharial Nehru, y la de los musulmanes era
la Liga Musulmana, presidida por Muhammad Ali Jinnah. Los
británicos habían procurado armonizar los intereses de unos y
otros con medidas diversas, como la elaboración de listas
electorales separadas o la partición de provincias, como Bengala,
en una zona de mayoría musulmana y otra de mayoría hindú.
Recientemente, la Liga Musulmana había hecho un estudio de las
condiciones de vida de los musulmanes en las regiones gobernadas
por el Congreso Nacional Indio (7 de las 11 provincias
indias) y sus conclusiones fueron muy negativas. Por ello
había empezado a cobrar fuerza una propuesta que había surgido
hacía siete años: la formación de un Estado musulman independiente
que comprendería las regiones nororiental y noroccidental de la
India, de mayoría musulmana, acompañada de algunos ajustes en las
fronteras y algunas migraciones para asegurar la homogeneidad de
la población de cada Estado. El Congreso Nacional Indio llevaba ya
muchos años negociando con Gran Bretaña la independencia de la
India, y ahora, en una reunión en Lahore de la Liga Musulmana, el
23 de marzo se proclamó la Resolución
de Lahore, en la que los musulmanes pedían a los británicos
que, ese proceso de independización de la India, no se formara un
Estado, sino dos, uno hindú y otro musulmán. Este proyecto de
Estado musulmán tenía desde hacía años el modesto nombre de Pakistán
(la tierra de los puros). Por ello la resolución no tardó en ser
conocida como la Resolución de Pakistán. Los hindúes no
aceptaban la idea. Nehru declaró: Todos los problemas
palidecen hasta la insignificancia ante la última posición
adoptada por los musulmanes en Lahore. Gandhi calificó la
resolución de "desconcertante", pero admitió que los musulmanes
tenían derecho a la autodeterminación.
Un submarino británico hundió un carguero alemán (Edmund Hugo
Stinnes IV).
El 25 de marzo submarinos alemanes
hundieron un carguero danés (Britta) y un petrolero
británico (Daghestan).
El 26 de marzo otro submarino alemán
hundió un carguero noruego (Cometa).
La noche del 28 de marzo la policía
alemana entró en una casa en Varsovia donde se encontraba Józef
Bruckner, el comandante de una organización secreta de
resistencia llamada "Los lobos". Brucker y su ayudante
dispararon sobre los policías y lograron escapar. Entonces los
nazis arrestaron a 34 hombres que vivían en el mismo edificio (con
edades comprendidas entre los 17 y los 60 años). Todos morirían en
Palmiry un mes más tarde.
El 29 de marzo un mercante armado
británico hundió un carguero alemán (Mimi Horn).
Wang Jingwei, el dirigente nacionalista chino que había disputado
el poder a Chiang Kai-shek, aceptó una oferta de los japoneses y
el 30 de marzo proclamó una nueva República
de China con capital en Nankín, teóricamente con soberanía
sobre todo el territorio chino, pero que en la práctica estaba
limitada a las provincias de Kiangsu, Anhui y una parte de
Zhejiang. En la práctica fue un Estado títere de los japoneses, al
igual que el Estado de Manchuria, que fue reconocido por Wang. La
policía japonesa se encargó de ejercer una fuerte censura en el
territorio del nuevo Estado, así como de combatir toda oposición
con toda clase de medios. Wang fue considerado en toda China como
un traidor y no tuvo ninguna credibilidad en sus aspiraciones de
presentar a su gobierno como el gobierno legítimo de China y a sí
mismo como heredero de Sun Yat-sen.
Mientras tanto, incapaces de soportar la presión china, los
japonseses se retiraban de Wuyuan. Además Chiang Kai-shek recibió
ayuda británica a través de Birmania.
Francia y Gran Bretaña llevaban unos meses elaborando un plan
para debilitar a la Unión Soviética, conocido como operación
Pike, consistente en atacar desde Siria los pozos
petrolíferos del Cáucaso, de los que la Unión Soviética obtenía el
90% de sus suministros. Los aliados calculaban que una
interrupción a gran escala de dichos suministros podría colapsar
la aviación soviética, así como su industria e incluso su
agricultura, y a su vez debilitaría a Alemania, que dependía en
gran medida de los suministros que recibía de su aliada, la Unión
Soviética. Ese día se llevó a cabo una operación de espionaje
aéreo. De una base aérea británica en Iraq despegó un avión
preparado para tomar fotografías desde una gran altura. Estaba
pintado con un camuflaje azul especialmente diseñado para pasar
desapercibido. Permaneció una hora sobre territorio soviético y
después regresó a su base.
El poeta Miguel Hernández había sido condenado a muerte, pero la
intervención de algunos amigos permitió que la pena le fuera
conmutada por la de 30 años de cárcel. Por esa época había en
España unos 250.000 presos, de los cuales sólo 103.000 lo estaban
por sentencia judicial. El resto estaba a la espera de juicio.
El 31 de marzo el primer ministro
iraquí Nuri al-Said (probritánico) fue reemplazado por el
proalemán Rashid Ali al-Gaylani.
El 1 de abril 48 bombarderos
británicos y 89 franceses se concentraron en Iraq y Siria para
llevar a cabo la operación Pike. El plan era bombardear en
primer lugar Grozny, donde el factor sorpresa sería más
importante, y en segundo lugar Baku y Batum, que eran mucho más
accesibles al estar a orillas del mar. Para los pozos petrolíferos
se usarían bombas incendiarias, mientras que los tanques de
almacenamiento serían destruidos con explosivos convencionales. La
campaña duraría tres meses.
Como respuesta al asesinato de dos soldados alemanes en Varsovia,
unos 100 prisioneros fueron ejecutados en el bosque de Palmiry.
Francisco Franco firmó un decreto que establecía la construcción
en las afueras de Madrid de El valle de los caídos, un
complejo monumental destinado a honrar la memoria de "los
caídos en la gloriosa cruzada" que fue el alzamiento contra
la república española. En la construcción trabajaron numerosos
presos, que —además de un salario— obtenían cinco días de
reducción de condena por cada día trabajado. El gobierno de Franco
usó esta fórmula para aliviar el grave problema que suponía tener
las cárceles abarrotadas de presos políticos. Las condiciones de
trabajo eran duras, pero muchos presos las consideraron
preferibles a permanecer en las cárceles (la participación era
voluntaria). Existen muchas controversias sobre el número de
presos que participaron en las obras, y sobre sus condiciones
laborales, mortalidad, etc. No fue el único proyecto de obras
públicas en el que se usaron presos, y parece que las condiciones
laborales en El valle de los caídos fueron mejores que en otros
lugares, dado el interés que tenía el gobierno en usarlo con fines
propagandísticos.
El presidente filipino, Manuel L. Quezón, autorizó la publicación
de una gramática y un diccionario de tagalo, la lengua
original de las islas, a la vez que se decretaba la obligatoriedad
de la enseñanza del idioma a partir del curso académico siguiente.
En otro orden de cosas, el gobierno filipino estaba llevando a
cabo una reforma agraria que no contentó a nadie. Miles de
terratenientes habían sido expulsados de sus tierras y esto había
provocado un grave conflicto rural.
El 2 de abril un submarino alemán
hundió un carguero finlandés en el mar del Norte.
Guerrilleros chinos tomaron Wuyuan, que ya había sido abandonada
por los japoneses. La operación terminó el 3
de abril con la recuperación de Xishanzui por la
caballería china.
En Francia, 44 diputados comunistas fueron condenados por
traición a penas de entre 2 y 5 años de cárcel.
Gan Bretaña estaba a punto de poner en práctica la operación
Wilfred, por la que minarían aguas noruegas para impedir el
paso de barcos alemanes que burlaban el bloqueo naval. Por su
parte, los alemanes iniciaron las maniobras preliminares de la operación
Weserübung (Ejercicio en el Wesser) para invadir Dinamarca y
Noruega. El conocimiento que cada parte tenía de los planes
enemigos era parcial. Ese día la inteligencia británica recibió
información de una actividad inusual en varios puertos alemanes,
por lo que los británicos enviaron a la zona 16 submarinos como
preliminares de sus propios planes de invasión de Noruega para no
dejarla en manos de los nazis. Además tres cruceros empezaron a
embarcar tropas para ser enviadas a Noruega en caso de necesidad.
La aviación alemana hundió dos pesqueros británicos.
Hacía un mes que Stalin había autorizado una operación para exterminar a unos 25.700 polacos acusados de "nacionalistas y contrarrevolucionarios" y que estaban retenidos en campos de concentración de Ucrania y Bielorrusia. El principal punto de ejecución fue el bosque de Katyn, donde el 4 de abril llegaron 390 prisioneros. Los verdugos se quejaron de que no daban abasto a matar tanta gente en un mismo día, así que en los días siguientes las remesas de prisioneros no superaron las 250 personas. Todos eran asesinados con armas y munición alemanas, con la idea de culpar a los alemanes en caso de necesidad, en un futuro. El 5 de abril los cuarteles de la NKVD en Járkov se convirtieron en otro centro de ejecución habitual.
Ese día una gran flota británica zarpó rumbo a las costas
noruegas, en parte para desplegar dos campos de minas, en parte
como prevención en caso de un ataque alemán.
Por otro lado, siguiendo con los preparativos de la operación
Pike, un avión de reconocimiento británico salió de Iraq y
sobrevoló Turquía hasta llegar a Batumi, en Georgia, para
fotografiar las instalaciones soviéticas, pero esta vez el avión
fue detectado y tuvo que enfrentarse al fuego antiaéreo, así como
a la persecución por parte de un avión soviético. No obstante,
pudo escapar con éxito y ahora los aliados tenían toda la
información que necesitaban para emprender un ataque preciso.
El 6 de abril zarpó el grueso de la
flota alemana destinada contra Noruega.
Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Navarra)
cerca de las costas británicas.
El 7 de abril hubo una tormenta de
nieve en el norte que favoreció que el avance alemán pasara
inadvertido. Pese a ello, la RAF detectó la presencia de barcos
enemigos y envió un escuadrón contra ellos, que no logró causar
ningún daño relevante, pero los aviones volvieron para informar de
que las fuerzas alemanas eran mayores de lo previsto. Los
británicos pensaron que Alemania estaba tratando de romper el
bloqueo.
El 8 de abril los británicos
informaron a Noruega de que se disponían a desplegar minas en sus
aguas territoriales, a la vez que transmitieron por radio a todo
el mundo las razones por las que tomaban dicha medida, juntamente
con la ubicación de los campos, para evitar accidentes. El
gobierno noruego protestó enérgicamente, pero para entonces la
flota alemana ya estaba llegando a las costas noruegas y las minas
carecían de importancia. Ese mismo día un submarino polaco hundió
un carguero alemán que transportaba tropas, caballos y tanques
hacia Noruega. Los pocos supervivientes dijeron a los pescadores
noruegos que los rescataron que se dirigían a la ciudad noruega de
Bergen para protegerla de los británicos. Unas horas más
tarde, otros dos barcos alemanes fueron hundidos en la misma zona.
Para entonces los británicos ya empezaban a sospechar que los
alemanes no se proponían meramente romper el bloqueo británico.
Esa noche el Parlamento noruego celebró una sesión extraordinaria
y ordenó una movilización parcial del ejército.
Mientras tanto barcos alemanes fueron detectados en el fiordo de
Oslo. Un submarino polaco hundió un barco alemán de transporte de
tropas (Rio de Janeiro). Un guardacoestas noruego (Pol
III) trató de interceptar la flota invasora, pero resultó
hundido por las baterías alemanas. Catorce marineros noruegos
fueron capturados y otro —que ya estaba herido— murió ahogado,
convirtiéndose así en la primera víctima noruega de la guerra. La
flota alemana continuó su camino hacia Oslo. Un destructor
británico (HMS Glowworm) resultó hundido mientras trataba
de embestir a un crucero alemán. Murieron 115 de sus 149
tripulantes. Un petrolero alemán (Posidonia) fue hundido
por un submarino británico.
En las primeras horas del 9 de abril
otra flota alemana llegaba al fiordo de Narvik, donde capturó tres
patrulleras noruegas. Una de ellas logró transmitir un mensaje de
alerta antes de ser capturada. Un contingente alemán desembarcó y
capturó una base de suministros en Elvegårdsmoen. A las
4:15 la flota alemana se encontró con el Eidsvold, uno de
los dos barcos de guerra que protegían la costa de Narvik. Tras
recibir un disparo de advertencia, los alemanes enviaron un
oficial a negociar. Al mismo tiempo otro basco alemán atracó en el
puerto de Egersund, donde estaba el buque de guerra Skarv.
El oficial de guardia creyó que el barco que había llegado era
otro destructor noruego, así que los alemanes abordaron el buque
por sorpresa y arrestaron a su tripulación. Luego se hicieron con
el control del puerto y así el resto de la flota pudo entrar sin
problemas.
Mientras tanto la infantería alemana cruzaba la frontera danesa
por Sæd, Rens, Padborg y Krusaa, mientras la marina
desembarcaba tropas en Lillebælt.
A las 4:20 un minador alemán escoltado por un rompehielos y dos
barcos patrulla entró en el puerto de Copenhague. El embajador
alemán se reunió con el ministro de asuntos exteriores danés y le
informó de que el ejército alemán estaba ocupando Dinamarca para
protegerla de un ataque aliado. Exigió que cesara toda resistencia
y que, en caso contrario, Copenhague sería bombardeada.
La fortaleza de Oscarsborg formaba parte de las defensas
de Oslo. Al mando estaba el coronel Birger Eriksen, que
vio cómo se acercaba una flota desconocida y, sin tener una idea
clara de lo que estaba sucediendo, a las 4:21 ordenó abrir fuego
contra ella. Cuando un suboficial cuestionó su decisión respondió
con una frase que se hizo célebre: O me condecorarán o me
formarán un consejo de guerra. ¡Fuego! Con ello estaba
violando las ordenanzas que prescribían unos disparos de
advertencia, pero Eriksen arguiría más adelante, que la flota ya
habría recibido tal advertencia en la fortaleza que había rebasado
a la entrada del fiordo de Oslo. La artillería noruega provocó un
grave incendio en el Blücher, el primer barco de la flota
enemiga. Pese a ello, éste pudo destruir una batería costera
cuando pasó frente a ella. Los noruegos oyeron a la tripulación
del barco cantar Deutschland, Deutschland über alles, y
sólo entonces supieron la identidad de los atacantes. A las 4:35
Eriksen fue informado de que se enfrentaba a la marina alemana.
El enviado alemán explicó al capitán del Eidsvold, Odd
Isaachsen Willoch, que los alemanes habían acudido como
amigos, pero que los noruegos tenían que entregar sus buques de
guerra a los alemanes. El capitán Willoch pidió permiso para
consultar a su superior, el capitán Per Askim, que estaba
al frente del Norge. El enviado alemán se negó, pero otro
oficial del Eidsvold ya había informado a Askim de lo que
sucedía y éste había dado la orden de ataque. El Eidsvold
se había vuelto hacia el buque alemán más cercano y se dirigía
hacia él a toda máquina, pero los alemanes lanzaron dos torpedos
que partieron el barco en dos. A las 4:37 se había hundido con
casi toda su tripulación. Murieron 175 marineros y sólo hubo ocho
supervivientes.
A las 4:40, la flota que seguía al Blücher recibió
órdenes de dar media vuelta y volver a la entrada del fiordo de
Oslo. Los alemanes creían que el Blücher había chocado con una
mina y que el avance no era seguro.
Las explosiones que habían hunido el Eidsvold se habían
oído desde el Norge, pero nadie sabía lo que había
sucedido hasta que el capitán Askim se encontró de frente con la
flota alemana. A las 4:45 ordenó abrir fuego.
El primer enfrentamiento de la Wehrmacht con las fuerzas
danesas se produjo a las 4:50 en Lundtoftbjerg, donde los
alemanes forzaron a retroceder a un pelotón antitanque y luego a
un temible pelotón de cliclistas.
Tras intercambiar varias andanadas, el Norge fue
alcanzado por una salva de torpedos y se hundió en apenas un
minuto. Murieron 101 marineros, y otros 90 sobrevivieron al
naufragio. Destruidos los dos buques de guerra, los alemanes
pudieron entrar en el puerto de Narvik sin oposición.
A las 5:00 paracaidistas alemanes tomaron el puente de Storstrøm,
que conecta las islas danesas de Falster y Masnedø. Los
alemanes esperaban una fuerte resistencia en una fortaleza situada
en ésta, pero para su sorpresa se encontraron con que en ella sólo
había un oficial y dos ayudantes.
La flota británica enviada a Noruega había encontrado a dos
buques de guerra alemanes hacía horas ante las costas de las islas
Lofoten, pero el mal tiempo había impedido un
enfrentamiento hasta que a las 5:05 los británicos abrieron fuego.
A las 5:18 los alemanes desembarcaron en Copenhague y capturaron
su ciudadela sin disparar un solo tiro. Desde allí se dirigieron
al palacio real. Mientras tanto, aviones alemanes lanzaban sobre
la ciudad panfletos con el título OPROP! (que pretendía
ser Opraab!, manifiesto en danés). En ellos se explicaba
entre faltas de ortografía y palabras en noruego que la invasión
alemana era una protección de la neutralidad de Dinamarca y
Noruega contra la agresión británica, y exhortaba a la población a
no ofrecer resistencia mientras se negociaba con las autoridades.
A las 5:25 la aviación alemana llegó a Værløse, donde
estaban los cuatro escuadrones de que disponía el ejército danés.
Habían recibido órdenes de repartirse por el país, pero todavía no
habían sido ejecutadas. La Luftwaffe destruyó 11 aviones y
dañó otros 14 mientras trataban de despegar.
A las 5:30 una unidad danesa detuvo el avance de una columna
alemana en Hokkerup, pero
finalmente los alemanes, con apoyo aéreo, lograron rodear y
capturar a los daneses.
A las 5:35 un destacamento de la flota alemana que se dirigía
hacia Oslo se presentó ante el puerto de Horten e inició
un desembarco, pero pronto fue atacado por buques noruegos y
finalmente tuvo que retirarse.
El Blücher fue torpedeado desde otra fortaleza noruega y
a las 5:50 el incendio que seguía activo en el barco alcanzó un
depósito de munición y provocó una gran explosión que terminó por
hundirlo.
A las 6:00 capitulaba el gobierno danés, ante la amenaza de que
los aviones alemanes dejaran de lanzar papeles para lanzar bombas
sobre Copenhague.
A las 6:15 cientos de paracaidistas alemanes aterrizaron en Aalborg,
la principal ciudad danesa al norte de Jutlandia. Allí se hicieron
con el control de su aeropuerto, en el que ese mismo día se
produjeron más de 200 aterrizajes y despegues, principalmente como
apoyo a la invasión de Noruega. Mientras tanto la marina alemana
desembarcaba tropas en distintos puntos de la costa danesa.
El combate en Lofoten se había interrumpido durante 20 minutos
por el mal tiempo, pero a las 6:20 se reanudó, con un intercambio
de disparos que no produjo daño a ninguno de los dos bandos.
A las 6:30 tanques alemanes rechazaron a tres pelotones daneses
que les bloqueaban el paso en Bjergskov. Al mismo tiempo
otro grupo de soldados daneses puso en aprietos a los alemanes en
Bredevad, pero finalmente tuvieron que rendirse.
A las 7:17 la flota alemana huyó de la británica en las islas
Lofoten. Aunque había sido derrotada, los alemanes consideraron el
encuentro como una victoria estratégica, pues habían mantenido a
la flota británica alejada de Narvik.
A las 7:30 otro barco alemán trató de entrar en el puerto de
Horten, pero de nuevo se vio obligado a retirarse.
A las 7:50 los alemanes llegaban a la ciudad de Haderslev,
donde los daneses ofrecieron resistencia hasta que recibieron
órdenes de rendirse desde Copenhaghe.
A las 8:30, con varias horas de retraso según el plan previsto,
un buque alemán llegó al puerto de Arendal, al sur de
Noruega, pero pudo ocuparlo sin apenas resistencia.
A las 8:35 finalmente los alemanes lograron rendir el puerto de
Horten, que fue ocupado por unos 50 soldados.
Unos 2.000 soldados alemanes ocuparon la ciudad de Bergen y
capturaron importantes arsenales. Las tropas noruegas tuvieron que
retirarse hacia el este, tras volar dos puentes ferroviarios. Las
fortificaciones noruegas de Kristiansand ofrecieron más
resistencia a la invasión, pero a las 11:00 los alemanes habían
capturado la ciudad.
Dado que los alemanes podían llegar en cualquier momento hasta
Oslo, la familia real y el gobierno se retiraron a la ciudad
cercana de Elverum. Allí el parlamento dio plenos poderes
al gobierno hasta que pudiera volver a reunirse. Un agente alemán
se puso en contacto con Vidkun Quisling, el líder de un
partido fascista noruego, y le aseguró que Hitler lo respaldaría
si organizaba un gobierno alternativo. Quisling reaccionó
inmediatamente acusando al gobierno de haber huido (aunque estaba
ejerciendo sus funciones apenas a 50 km).
La aviación alemana había iniciado un ataque sobre la fortaleza
de Oscarsborg, hasta inutilizar poco a poco su artillería.
El rey Cristian X de Dinamarca era también rey de Islandia,
aunque la isla tenía su propio gobierno independiente, salvo en lo
tocante a la política exterior. El gobierno británico envió un
mensaje al gobierno islandés en el que Gran Bretaña ofrecía su
ayuda para que Islandia pudiera conservar su independencia e
invitaba a Islandia a unirse a Gran Bretaña en la guerra "como
beligerante y aliado". Islandia, que no tenía ejército, rechazó la
oferta.
Mientras tanto fuerzas alemanas entraron en Oslo a través de su
aeropuerto. A las 17:30 la radio pública dejó de emitir. A las
19:30 Quisling se presentó en los estudios de la radio noruega
para anunciar la formación de un nuevo gobierno con él como primer
ministro. Sin embargo, la policía local se negó a acatar sus
órdenes. A las 22:00 Quisling emitió un comunicado de radio
similar, pero no consiguió que los ciudadanos de Oslo se lo
tomaran en serio.
Por su parte, Hitler proclamaba ese día lo que llamó el Gran
Imperio Alemán.
Un barco noruego hundió un petrolero alemán que llevaba
combustible a la flota. Esa noche un submarino británico hundió un
crucero alemán que salía de Kristiansand.
A la 1:30 del 10 de abril unos 100
soldados alemanes marchaban por la carretera que llevaba de Oslo a
Elverum con la intención de capturar al rey Haakon VII y a su
gobierno, pero al pasar junto a la granja de Midtskogen se
encontraron el paso bloqueado. Allí fueron atacados por un grupo
de soldados y milicianos noruegos y, tras varias horas de combate,
tuvieron que retirarse y regresar a Oslo.
A las 4:30 la flota británica entró por sorpresa en el puerto de
Narvik, donde hundió dos destructores alemanes, dañó gravemente a
otro y provocó daños menores en otros dos. Además torpedeó los
barcos mercantes que había en el puerto y hundió 11 de ellos. Al
abandonar el puerto, la flota británica se encontró con tres
destructores alemanes que salían de un fiordo cercano. Se entabló
un combate en el que dos destructores británicos fueron hundidos y
un tercero sufrió daños graves. Los barcos británicos huyeron sin
que los alemanes los persiguieran por falta de combustible.
Tras haber pactado un alto el fuego unas horas antes, el coronel
Eriksen rindió la fortaleza de Oscarsborg.
En la ciudad de Egersund cundió el rumor de que iba a ser
bombardeada por los británicos y, a pesar de los intentos de los
alemanes de restablecer el orden, prácticamente todos los noruegos
huyeron al campo, de modo que, por unos días, en la ciudad se
quedaron los alemanes y algunos trabajadores municipales.
Episodios similares se dieron en otras ciudades ese mismo día,
como en Arendal y la propia Oslo. Nunca se ha sabido cuál fue el
origen de esos rumores.
En realidad, la RAF bombardeó el puerto de Bergen, y logró hundir
un crucero ligero. Otro bombardeo en el puerto de Trondheim
no obtuvo resultados relevantes.
El parlamento islandés declaró que el rey Cristian X no estaba en
condiciones de desempeñar sus deberes constitucionales y se las
asignó al gobierno de Islandia, junto con todas las demás
atribuciones que hasta el momento había tenido el rey de
Dinamarca.
El embajador alemán en Noruega, Kurt Bräuer, solicitó una
entrevista con el rey Haakon VII, y fue recibido en Elverun.
Bräuer exigió al rey en nombre de Hitler que ordenada el cese de
toda resistencia y que reconociera a Vidkun Quisling como primer
ministro. Esto supondría legalizar la invasión alemana. Bräuer le
puso como ejemplo a seguir el de su hermano, el rey Cristian X de
Dinamarca, que se había rendido el primer día de la invasión y se
había prestado a colaborar. Haakon VII respondió que no estaba
autorizado a tomar tales decisiones sin consultar al gobierno (lo
cual no era cierto).
Un poco más tarde, Haakon VII se reunión con el gobierno noruego
en Nybergsund, al que transmitió el ultimátum alemán. Puso
la decisión en manos del gobierno, pero dejó claro que si el
gobierno decidía aceptarlo, él abdicaría para no tener que
sancionar la decisión. Alentados por el monarca, sus ministros
dedicieron oponerse al nombramiento de Quisling, y así se lo
comunicó Haakon VII a Bräuer telefónicamente. El gobierno decidió
dispersarse por razones de seguridad, y uno de sus últimos
decretos fue encomendar el mando supremo del ejército al general Otto
Ruge, en sustitución del general Kristian Laake, de
65 años, que había sido muy criticado por su actuación durante la
invasión, y que estaba considerado como un derrotista. Le
encomendaron la misión de defender el país, pero era evidente que,
con los alemanes en poder de las principales ciudades, los puertos
y los aeropuertos, expulsarlos sería imposible, y la única
estrategia viable era ganar tiempo para que los aliados pudieran
actuar (esos mismos aliados a los que Noruega no había querido
ayudar unos meses atrás para defender a Finlandia).
La respuesta de Churchill al informe Frisch-Peierls fue la
creación de un comité científico, conocido como comité MAUD,
que ese día se reunió por primera vez. El nombre tiene una curiosa
historia. No es un acrónimo, sino que tiene su origen en un
telegrama que Niels Bohr había enviado a Frisch desde Dinamarca
poco después de la invasión alemana. Terminaba con las extrañas
palabras: Tell Cockcroft and Maud Ray Kent. Durante un
tiempo, los británicos creyeron que se trataba de alguna clave
secreta relacionada con la energía nuclear, aunque unos años más
tarde un sorprendido Bohr aclararía que sólo pretendía que se
informara del contenido del telegrama a Maud Ray y a John
Cockcroft, los criados que cuidaban una casa que el físico
tenía en Gran Bretaña. Ray era de Kent.
El 11 de abril la Luftwaffe bombardeó
Nybergsund durante dos horas en un intento de acabar con el rey
Haakon VII y su gobierno. La frontera sueca estaba a unos 25 km,
pero el gobierno sueco proclamó que encarcelaría al rey si entraba
en su territorio. El rey y sus ministros pudieron escapar por los
bosques cubiertos de nieve y se dirigieron hacia Molde.
Un barco de guerra británico dañó un crucero alemán, dejándolo
fuera de servicio durante un año. Winston Churchill pronunció un
largo discurso ante el Parlamento Británico en el que justificó la
Operación Wilfred, negando las pretensiones alemanas de que
la invasión de Noruega había sido una reacción ante la actuación
británica.
El 12 de abril se estrenó la que
resultó ser la película más taquillera del año y la primera que
Alfred Hitchcock dirigía en los Estados Unidos. Era Rebeca,
protagonizada por Laurence Olivier y Jean Fontaine.
Dos destructores británicos llegaron al puerto de Tórshavn,
en las islas Faroe, que pertenecían a Dinamarca, pero
todavía no habían sido ocupadas por los alemanes. El Parlamento
local se reunión y un grupo independentista trató de aprovechar la
situación para declarar la independencia de las Faroe, pero su
propuesta fue rechazada. También se produjo un desembarco
británico en Åndalsnes, en la costa noruega. El 13 de abril llegó otro crucero británico y
unos 250 marines desembarcaron. Las autoridades danesas mostraron
cierta reticencia a la presencia británica, pero no mostraron
oposición, y las relaciones entre británicos y daneses fueron
cordiales en todo momento.
Ese día la flota británica volvió a presentarse en Narvik, donde
ocho destructores alemanes estaban casi inoperantes debido a la
falta de combustible y municiones. De uno de los barcos británicos
despegó un avión que hundió un submarino que custodiaba el puerto.
Luego se inició una batalla en la que los británicos hundieron
tres destructores enemigos, mientras que los otros cinco fueron
hundidos por sus propios tripulantes, para evitar que cayeran en
manos británicas. En total, los alemanes perdieron un millar de
hombres en la batalla.
El presidente Rooselvelt condenó la invasión de Dinamarca y
Noruega, mientras que Suecia ratificó su neutralidad.
Desde primeros de febrero, la Unión Soviética había deportado a
Rusia unos 220.000 polacos. Ahora se iniciaba una segunda oleada
de deportaciones, que en poco más de tres días fueron deportados
otros 300.000, que fueron enviados principalmente a Kazajistán. La
Polonia soviética, repartida ahora entre Ucrania y Bielorrusia,
estaba sometida a una brutal asimilación: además de las
deportaciones y arrestos injustificados de cualquiera que pudiera
considerarse contrario al comunismo, se impuso el ucraniano y el
bielorruso como las únicas lenguas oficiales, se cambió el nombre
de las calles, se destruyó todo monumento que recordara la
historia de Polonia, se quemaron las librerías, se clausuraron las
editoriales, la escuela se empleó para el adoctrinamiento
comunista, se prohibió toda forma de educación religiosa, e
incluso se prohibió que las iglesias tañeran sus campanas. Al
principio de la ocupación, los soviéticos habían desposeído a los
grandes terratenientes, que fueron enviados a los gulags,
y habían repartido las tierras entre los campesinos pobres, pero
la alegría de éstos se desvaneció en cuanto vino la
colectivización, por la que los campesinos eran forzados a
entregar gratis al gobierno toda la cosecha, que no debía ser
nunca inferior a unas cuotas prefijadas. Eso ya no gustó a nadie.
Las universidades Polacas habían sido cerradas, pero ahora abrían
de nuevo sus puertas, pero con profesores traídos de Ucrania para
impartir cursos sobre langua y literatura rusa, y pseudociencias
como el marxismo-leninismo, el materialismo dialéctico e
histórico, etc. La filología polaca quedaba prohibida,
naturalmente.
Algo similar sucedía en la Polonia alemana: se cerraban las
iglesias católicas, los sacerdotes y otros religiosos eran
arrestados y asesinados o deportados, etc. Por estas fechas
terminaron las ejecuciones nazis en Wielka Piaśnica. Se calcula
que hubo tres oleadas de ejecuciones. La primera afectó a unos
2.000 polacos, la segunda a más de 10.000 polacos, checos y
alemanes de origen polaco. La tercera consistió en unos 1.200
enfermos mentales. Ahora los alemanes se dedicaban a plantar
arbustos sobre las fosas para disimular su presencia, y durante
los años siguientes prohibieron el acceso a la zona.
El 14 de abril unos 3.000 soldados
noruegos desertaron cruzando la frontera sueca y fueron internados
en campos de concentración. Poco después, dos batallones se
rendían a los alemanes en Kongsberg. Por otro lado, ese
día se constituyó el Grupo de Arendal, la primera
organización clandestina de resistencia noruega a la ocupación
alemana.
El ejército alemán se marcó como prioridad unir sus fuerzas en
Oslo con las que tenía en Trondheim. Y para ello inició un avance
hacia el sur desde Oslo. La primera ciudad noruega que cayó en
poder alemán durante este avance fue Hønefoss. Por otra
parte, para contrarrestar el desembarco británico en Åndalsnes,
una compañía de paracaidistas fue lanzada cerca de Dombås,
con la misión de hacerse con el control de la línea ferroviaria y
la carretera que unían Oslo con Trondheim. Era un día nuboso y la
operación se llevó a cabo con escasa visibilidad. Así, los
alemanes no se percataron a tiempo de que en la zona había un
campamento temporal de un regimiento de infantería noruego que
disparó sobre los aviones alemanes, que derribaron ocho de un
total de 15. De un total de 185 paracaidistas, sólo 63 pudieron
reagruparse tras tomar tierra. Los demás habían muerto o el viento
los había dispersado. El oficial al mando, Herbert Schmidt,
tuvo que apoderarse de un taxi y meter en él tantos hombres como
cupieron para llegar cuanto antes a su objetivo. Por el camino se
encontraron con dos camiones que transportaban soldados noruegos,
y se produjo un tiroteo en el que Schmidt resultó herido.
Cuando las autoridades noruegas tuvieron noticia de la presencia
alemana en Dombås, se dio orden de evacuar la reserva nacional de
oro que había sido trasladada de Oslo a Lillehammer, de
modo que se cargó en un tren con destino a Åndalsnes, donde los
británicos podrían sacarla del país. El rey Haakon VII y su
heredero, el príncipe Olav, se encontraban entonces en Dovre,
a unos 30 minutos del grupo de paracaidistas más cercano, así que
tuvieron que ser escoltados lejos de la zona.
Una pequeña partida de marines británicos desembarcó cerca de Namsos, que se apresuró a tomar posiciones preparando el terreno para más desembarcos. En el norte, marines británicos desembarcaban en Harstad, cerca de Narvik, donde organizaron un cuartel general. Desde allí deplegaron tres batallones entre Sjøvegan, Skånland y Bogen.
Los británicos también interceptaron otro petrolero que llevaba
combustible la la flota alemana en Noruega. Era el segundo
petrolero que no llegaba a su destino, lo que complicaba
gravemente la logística de los nazis.
A las 5:30 del 15 de abril, los
alemanes atacaron posiciones noruegas que defendían la estación de
ferrocarriles de Hegra y varios puentes. Pillados por
sorpresa, los noruegos tuvieron que retirarse a la fortaleza de
Hegra, desde la que la artillería cubrió la retirada. Cinco
noruegos resultaron muertos y otros ocho cayeron
prisioneros. En total unos 250 voluntarios quedaron rodeados por
los alemanes en Hegra, que sufrió varios bombardeos ese mismo día.
Uno de los aviones fue derribado.
En su avance desde Oslo, los alemanes ocuparon Haugsbygd.
Los paracaidistas lanzados sobre Dombås cumplieron parte de su
misión cuando volaron la línea ferroviaria entre Oslo y Trondheim
en tres puntos. Sin embargo, los noruegos repararon los daños
rápidamente, y al día siguiente ya circulaban los trenes de nuevo.
Los noruegos lanzaron un ataque con el objeto de asegurar una vía
de escape para el rey Haakon VII y sus ministros, pero los
alemanes les tendieron una emboscada y capturaron a 28 noruegos.
Una división noruega de unos 2.000 hombres se rindió a los
alemanes en Setesdal.
Hitler escribió una carta a Vidkun Quisling agradeciéndole sus
servicios, pero comunicándole que ya no lo reconocía como primer
ministro noruego. Un primer ministro títere sólo tiene algún valor
cuando tiene un cierto número de partidarios en su país, pero
Quisling sólo se había ganado la fama de traidor incompetente, y
eso no ayudaba en nada a los intereses alemanes. Para entonces, el
tribunal supremo noruego había organizado en Oslo un Consejo
de Administración que hiciera las veces de gobierno en los
territorios ocupados, y Hitler aspiraba a llegar a un acuerdo con
él. Ese día, The Times publicó un editorial titulado "Quislings
por todas partes", a raíz del cual el apellido Quisling pasó
a emplearse en Gran Bretaña como sinónimo de traidor.
En Bolivia se celebraron elecciones presidenciales en las que se
había decidido que fuera ganador el general Enrique Peñaranda.
Barcos británicos hundieron un submarino alemán y entre sus
restos se recuperaron documentos con códigos y disposiciones que
fueron de gran utilidad. El 16 de abril
la aviación alemana empezó a bombardear las posiciones británicas
en Harstad, pero las defensas antiaéreas desempeñaron bien su
papel.
Los alemanes tenían ya rodeada la fortaleza de Hegra y la
bombardeaban desde tierra y desde el aire. Para seguir avanzando
desde
Haugsbygd, emplearon tanques por primera vez en Noruega. Sus
oponentes no tenían armas anti-tanque, así que no pudieron
impedirles el paso. En Dombås los noruegos recibieron refuerzos.
En un momento dado en las posiciones alemanas se vio una bandera
blanca, y Schmidt envió a uno de los prisioneros del día anterior
para pedir la rendición de los noruegos. El prisionero afirmó que
Schmidt le había dicho que, si no se aceptaba su propuesta,
mataría a los demás prisioneros, aunque es probable que esto fuera
un error de traducción, y que lo que Schmidt dijo o quiso decir
era que no estaba en condiciones de protegerlos de la artillería
noruega. Los noruegos enviaron a un prisionero alemán con una
respuesta negativa y proponiendo a su vez la rendición de los
alemanes. Schmidt prolongó las negociaciones para ganar tiempo
para que llegaran refuerzos. Cuando fracasaron las negociaciones,
una tormenta de nieve permitió a los alemanes contraatacar y
romper su encierro. Se dirigieron entonces hacia Dovre.
Ese día varias unidades noruegas lograron capturar 45 soldados
alemanes en varios lugares.
Esa noche más de 1.200 soldados británicos desembarcaron en
Namsos bajo el mando del lugarteniente Sir Adrian Carton De
Wiart, que logró que sus movimientos pasaran inadvertidos a
los alemanes. Su objetivo último era expulsar a los alemanes de
Trondheim.
Mussolini recibió un mensaje de Winston Churchil en el que le
pedía que permaneciera neutral en la guerra.
En su camino hacia Dovre, los hombres de Herbert Schmidt se
encontraron un puente bloqueado por 25 noruegos, pero, ya el 17 de abril, pudieron abrirse paso en un
ataque nocturno con granadas de mano. Al amanecer encontraron una
granja en la que atrincherarse. Desde allí resistieron algunos
ataques de los noruegos, aunque éstos perdieron bastante tiempo
bombardeando posiciones vacías, pues no sabían que todos los
paracaidistas se habían concentrado en la granja.
Ese día se produjo un nuevo desembarco británico en Åndalsnes,
favorecido por una intensa colaboración por parte de los noruegos.
Los alemanes llevaron a cabo sin éxito una carga sobre la
fortaleza de Hegra. Habían cortado la electricidad y el teléfono,
de modo que a partir de ese momento los sitiados no disponían más
que de velas y nueve lámparas de aceite como iluminación.
De Wiart recibió más refuerzos en Namsos, aunque el desembarco
tuvo que hacerse precipitadamente por la llegada de aviones
alemanes, así que muchos soldados se quedaron sin parte de su
equipo.
Un submarino alemán hundió un carguero británico (Swainby)
en el mar del Norte.
El 18 de abril los alemanes lanzaron
un segundo ataque contra la fortaleza de Hegra, pero también
terminó en fracaso, y varias unidades acabaron disparándose entre
sí por error. Por la tarde dos médicos noruegos se presentaron
ante el oficial alemán al mando y pidieron permiso para evacuar a
los heridos. Uno se quedó como rehén, y al otro se le permitió
llegar a la fortaleza y volvió con diez heridos, nueve noruegos y
un prisionero alemán.
Un submarino británico hundió un barco alemán de transporte de
tropas (Hamm) cerca de la costa danesa, mientras que otro (HMS
Sterlet) fue hundido por dragaminas alemanes.
Walter Weber y Hans Joachim von Braunmühl,
dos ingenieros que trabajaban para una emisora de radio local
alemana analizaron un magnetófono que, sin que se supiera por qué,
realizaba grabaciones con una calidad muy superior a la usual, y
descubrieron que una avería al receptor del aparato llegaba una
corriente eléctrica que grababa un ultrasonido inaudible, pero que
tenía el efecto observado sobre la calidad de la grabación. No
tardaron en diseñar un magnetófono que incluía este efecto y que
proporcionó una calidad suficiente para grabar música.
Habiendo recibido refuerzos, los alemanes lanzaron un ataque contra la granja en la que estaban atrincherados los paracaidistas de Schmidt, que estaban quedándose sin municiones. Pese a ello, por la noche Schmidt rechazó una propuesta de rendición. Los noruegos recibieron un imponente mortero británico con que dieron los buenos días a los alemanes a las 6:00 del 19 de abril. Poco después llegó un avión alemán dispuesto a arrojar suministros a Schmidt, pero se retiró cuando éste le informó por radio que se disponía a rendirse. Schmidt quiso negociar los términos de la rendición, pero los noruegos le dieron 10 minutos para rendirse incondicionalmente, cosa que hizo a los 9 minutos y medio. De la granja salieron 45 hombres, seis de ellos heridos, y fueron llevados en tren hasta Dombås.
El 19 de abril, bajo fuego enemigo,
dos batallones franceses desembarcaron en Namsos. El 20 de abril la aviación alemana bombardeó la
ciudad, que fue gravemente dañada. De Wiart se movió hacia el
interior y se unió a una división noruega. Las reservas de oro de
Noruega llegaron a Åndalsnes y los británicos accedieron a
evacuarlas.
El 21 de abril De Wiart estaba cerca
de Verdal, a mitad de camino entre Namsos y Trondheim. Los
alemanes también estaban penetrando hacia el interior desde
Trondheim y su vanguardia había llegado a Verdal. Se produjo un
combate y, aunque los alemanes estaban mejor equipados, noruegos y
británicos lograron rechazarlos. No obstante, se enfrentaban sólo
a la vanguardia alemana. Los efectivos alemanes en la zona eran
muy superiores. Mientras tanto la Luftwaffe destruía la
base que los británicos habían levantado en Steinkjer, a
la vez que dejaban a unos 1.800 civiles noruegos sin casa.
El 22 de abril Mussolini recibió un
mensaje de Paul Reynaud en el que le pedía que permaneciera
neutral en la guerra.
El 24 de abril, tropas noruegas
atacaron las posiciones alemanas en Gragangen, cerca de
Narvik. Los alemanes rechazaron el ataque, pero decidieron
replegarse hacia Narvik. A causa del mal tiempo, los noruegos no
se dieron cuenta y no ocuparon la ciudad. Por el contrario, se
detuvieron en Gratangsbotn para descansar, y no tomaron
las precauciones necesarias. Los alemanes aprovecharon la ocasión
y contraatacaron usando a noruegos como escudos humanos. Mataron a
34 soldados, hirieron a 64 y otros 130 fueron hechos prisioneros.
Los alemanes organizaron el Reichskommissariat für die
besetzten norwegischen Gebiete (Comisariado del Reich para
los territorios noruegos ocupados), que se convirtió en el
gobierno de facto de la parte de Noruega bajo su control. Estaba
presidido por Josef Antonius Heinrich Terboven, que
respondía directamente ante Hitler.
Mussolini recibió un mensaje del Papa Pío XII en el que le pedía
que permaneciera neutral en la guerra.
Un crucero alemán hundió un carguero británico (Haxby) en
el Caribe.
Un escuadrón de la RAF instaló una base en el lago helado
Lesjaskogsvatnet, pero la aviación alemana lo aniquiló el 25 de abril. Ese día zarpó un barco de
Åndalsnes con una parte de las reservas de oro noruegas. El resto
no pudo ser embarcado porque se acercaba el ejército alemán y a
causa de nuevos bombardeos. Por ello fue cargado en casi 30
camiones y llevado a Molde, donde se encontraba el rey Haakon VII
y su gobierno.
La Luftwaffe hundió un barco hospital noruego (Brand
IV), un torpedero (Trygg) y tres pesqueros armados
británicos (HMS Bradman, HMT Hamond y HMT
Larwood).
Einstein escribió una tercera carta a Roosevelt insistiendo en la
urgencia de fomentar la investigación en física nuclear.
El 26 de abril los alemanes tomaron la
ciudad de Voss, que era el centro de la resistencia
noruega en el sur del país. El general William Steffens se
llevó sus tropas hacia el norte.
Mussolini recibió un mensaje del presidente Roosevelt en el que
le pedía que permaneciera neutral en la guerra.
El 27 de abril se reunió por segunda
vez el Comité Asesor sobre el Uranio de los Estados Unidos
para analizar los avances sobre la posibilidad de crear una bomba
nuclear. Contó con la presencia de Enrico Fermi, Leo Szilard y
Eugene Wigner, entre otros. Einstein fue invitado a asitir, pero
declinó la invitación. En los meses anteriores, físicos
estadounidenses habían logrado separar los distintos isótopos del
Uranio, U-234, U-235 y U-238, y todo apuntaba a que el uranio 235
era el único capaz de fisionarse por un bombardeo de neutrones
lentos. Lyman James Briggs, el físico al que Roosevelt
había elegido como director del comité, había llegado a la
conclusión de que no sería posible generar una reacción en cadena
si no se partía de uranio 235 o, mejor dicho, de uranio en el que
el isótopo 235 fuera predominante, cuando dicho isótopo constituye
apenas el 0.7% del uranio natural. Por ello consideró fundamental
desarrollar las técnicas de separación de isótopos que permitieran
producir uranio enriquecido, es decir, uranio con un alto
porcentaje del isótopo 235.
El 28 de abril los aliados
consideraron que era imposible mantener sus posiciones en el
centro y el sur de Noruega, y ordenaron retirar todas las tropas
para concentrarse en el norte, en Narvik. Sir Adrian De Wiart
recibió órdenes de evacuar Namsos. Por otra parte, refuerzos
franceses desembarcaron cerca de Narvik. La aviación alemana
bombardeó los puertos de Kristiansund y Molde. El 29 de abril se repitieron los ataques y el
rey Haakon VII fue evacuado en barco hacia Tromsø en un
crucero británico junto con parte de las reservas de oro que no
habían podido ser embarcadas. No obstante, ante la amenaza de otro
bombardeo alemán, el capitán del crucero no quiso esperar hasta
que todo el oro estuviera cargado y un vapor continuó cargando
cajas hasta el mismo momento en que llegaron los aviones alemanes.
Las pocas cajas que quedaron se transportaron en camiones hasta Gjemnes,
para cargarlas allí en el vapor, ya lejos de los alemanes. Sin
embargo, el barco fue atacado varias veces por la aviación
alemana, por lo que tuvo que atracar y el oro se pasó a cinco
barcos pesqueros, que pudieron llegar hasta Gjemnes sin llamar la
atención y fueron ellos los que recogieron las cajas que llegaron
por carretera para llevarlas a Tromsø.
El 30 de abril el general Steffens
recibió un mensaje del general Ruge en el que le comunicaba la
retirada de los aliados. Sin posibilidades de recibir refuerzos,
el 1 de mayo Steffens ordenó a sus
hombres que se dispersaran. Los barcos británicos que debían
evacuar Namsos fueron bombardeados mientras cruzaban el mar del
Norte, y tuvieron que resguardarse en un banco de niebla. Los
aliados abandonaron Åndalsnes, con lo que todo el sur de Noruega
quedaba ya enteramente a expensas de los alemanes. En el centro ya
sólo resistía la fortaleza de Hegra y otros 300 soldados en Vinjesvingen.
El rey Haakon VII llegó a Tromsø, y allí se estableció
provisionalmente la capital del país. Por la noche llegó el
general Steffens.
A lo largo de los últimos dos meses, los alemanes habían ido
levantando un cerco de madera y alambre de espinas alrededor de
los barrios judíos de Łódź. Ahora lo cerraron prohibiendo dejando
encerrados en su interior a unos 164.000 judíos. Fue el primer
gueto de Polonia. Cualquier judío que fuera encontrado fuera del
recinto podía ser ejecutado en el acto.
Tratando de reaccionar a los reveses que japón estaba teniendo en
China últimamente, el ejército imperial inició una ofensiva a gran
escala en Zaoyang. Su propósito era atacar varias
fortalezas chinas para forzar a Chiang Kai-shek a presentar
batalla y aniquilar así al grueso de sus fuerzas mediante un
ataque en varios frentes.
Los barcos británicos en Noruega sufrían duros ataques por parte de la aviación alemana. El Arab había sufrido 31 ataques en los últimos cinco días, hasta el 2 de mayo. La flota que debía evacuar Namsos, a pesar de que navegaba peligrosamente de banco de niebla en banco de niebla, fue bombardeada aprovechando que los mástiles más altos quedaban fuera de la niebla. Cuando llegaron a Namsos la niebla se disipó y se encontraron con una ciudad en llamas. Iniciar la evacuación al descubierto era suicida, así que la flota se retiró de nuevo hacia la niebla, esperando el momento oportuno.
El 3 de mayo la guarnición de la
fortaleza de Hegra empezó a destruir su artillería para preparar
su rendición. Tres voluntarios suecos fueron ayudados a regresar a
su país a través de los bosques. Los pesqueros que transportaban
la parte del tesoro noruego que no habían podido cargar los
británicos llegaron a un puerto seguro en Trøndelag. Allí
el oro se trasvasó a dos pesqueros mayores.
Un carguero británico (Scientist) fue hundido en el
Atlántico Sur por un crucero alemán.
A las 22:30 se inició finalmente la evacuación de los 5.500
soldados que De Wiart tenía perparados para ello, mientras la
retaguardia impedía a la infantería alemana entrar en la ciudad.
Ya en la madrugada del 4 de mayo el
combate se interrumpió bruscamente y los últimos británicos se
lanzaron a la carrera a embarcar en el último barco. En cuanto
amaneció, la aviación alemana detectó los barcos y no dejó de
bombardearlos hasta el mediodía. Un destructor francés (Bison)
fue hundido y los barcos británicos dieron media vuelta para
rescatar a los supervivientes, que estaban siendo ametrallados
desde el aire. Como consecuencia, otro destructor fue hundido
también. Por otra parte, un destructor polaco (Grom) fue
hundido por la aviación alemana en las costas noruegas.
Un oficial de las SS llamado Rudolf Höss llegó a su nuevo
destino, un campo de concentración que acababa de ser puesto en
funcionamiento en el sur de Polonia, en la localidad de Auschwitz.
Sus primeros internos fueron 30 delincuentes comunes que
ejercerían como kapos, es decir, como funcionarios de bajo
rango encargados de vigilar a los demás reclusos desde dentro a
cambio de ciertos privilegios. Höss había estado destinado antes
en el campo de Dachau, de donde importó, entre otras cosas, el
famoso lema que figuraba a la entrada: "El trabajo os hará
libres". A la sazón Dachau estaba abarrotado principalmente
de prisioneros polacos. Los prisioneros estaban clasificados por
sus "delitos" (ser judío, testigo de Jehovah, homosexual, idiota,
extranjero, etc.) o por el organismo que los había arrestado (la
Gestapo, tribunales ordinarios, la policía criminal, etc.).
Las leyes raciales de Nuremberg habían sido endurecidas, de modo
que no sólo era delito casarse o tener relaciones sexuales con
judíos, sino también saludarlos con un beso o un abrazo. La
propaganda nazi estaba teniendo éxito en Alemania y, si al
principio muchos alemanes vieron como algo insólito la obsesión
antisemita, ahora ya estaba asumido que no habían de relacionarse
con judíos de ningún modo.
Similarmente, el proyecto gubernamental de "eutanasia"
para deficientes mentales y otros seres inferiores estaba ya
plenamente aceptado por la mayor parte de los médicos alemanes.
Como el departamento gubernamental encargado de su organización se
había instalado en la Tiergartenstraße 4 de Berlín, el
proyecto se conocía ahora con el nombre de Acción T4. Las
enfermeras ponían más objeciones, pero no tenían muchas
posibilidades de oponerse en la práctica. Después de que a
primeros de año se probara con éxito el envenenamiento con
monóxido de carbono en el Centro de Eutanasia de Brandeburgo,
el sistema se estaba empleando sistemáticamente en varios centros.
Se calcula que la T4 acabó con unas 35.000 personas sólo ese año.
La principal oposición venía de los familiares de los afectados y
de algunos círculos religiosos. Los alemanes empezaron a retirar a
sus parientes de asilos y hospitales, aunque fuera con un elevado
sacrificio económico. Algunos médicos (no muchos) empezaron a
alterar sus diagnósticos para asegurarse de que sus pacientes no
cumplieran los criterios de la T4. Incluso algunos nazis
escribieron cartas de protesta a la Cancillería o al Ministerio de
Justicia.
La guarnición de la fortaleza de Hegra destruyó su propia
artillería y demás armamento, y a las 5:25 de la mañana del 5 de mayo alzaron una bandera blanca. Unas
horas más tarde los alemanes la ocupaban. Los noruegos fueron
enviados a un campo de concentración donde fueron puestos a
construir una carretera, pero estaban tan débiles que no llegaron
a avanzar nada en su trabajo, pese a las amenazas de los nazis. A
finales de mes recibieron la noticia de que Adolf Hitler en
persona había ordenado su puesta en libertad como acto de
reconciliación.
Tras haber resistido eficazmente un intenso ataque alemán los
últimos días, la guarnición de Vinjesvingen también se rindió ese
día. Mientras tanto las tropas de De Wiart llegaban a la costa
británica. Aunque el rey permanecía en Noruega, ese día se
instauró en Londres un gobierno noruego en el exilio.
El terrorista irlandés Seán Russell había dejado los Estados
Unidos para viajar a Alemania, con el objetivo de llegar a
acuerdos con los nazis para combatir a su enemigo común: Gran
Bretaña.
El príncipe heredero Humberto de Italia estaba casado con María
José de Bélgica, hermana del rey Leopoldo III de Bélgica, y el 6 de mayo el papa Pío XII le comunicó que
agentes del Vaticano habían tenido noticias de que Hitler planeaba
una inminente invasión de los Países Bajos. Ese mismo día una
columna motorizada alemana fue avistada en la región belga de Ardenas,
pero el ejército belga no respondió.
Winston Churchill, como primer lord del Almirantazgo, planteó al
cabinete de guerra británico la necesidad de situar bases navales
en Islandia para asegurar el control británico sobre el Atlántico
Norte. Afirmó que si se llevaban a cabo negociaciones con el
gobierno islandés, los alemanes se enterarían y actuarían primero.
Por ello aconsejó presentarse por sorpresa y negociar luego. Su
idea fue aprobada.
El Comité Olímpico Internacional declaró suspendidos los juegos
olímpicos que debían celebrarse ese año en Tokyo.
El 7 de mayo se inició un debate en el
parlamento británico sobre la guerra en Noruega, en el que Neville
Chamberlain recibió graves críticas sobre su actuación. Uno de los
discursos más famosos fue el de Leo Amery, (conservador,
como Chamberlain), que dijo:
Voy a citar otras palabras. Lo hago con gran renuencia, porque me dirijo a viejos amigos y compañeros míos, pero son palabras que me parecen aplicables a la situación actual. Esto es lo que Cromwell dijo al Parlamento Largo cuando consideró que ya no era adecuado para dirigir los asuntos de la nación: "Habéis estado sentados demasiado tiempo aquí para lo que hayáis podido hacer de bueno. Marchaos, digo, acabemos con esto. En nombre de Dios, ¡Marchaos!
El 8 de mayo continuaba el debate en
Londres, y David Lloyd George tomó la palabra a Chamberlain cuando
éste habló de la necesidad de sacrificio, y afirmó que el
sacrificio que más necesitaba el país en esos momentos era su
renuncia al cargo de primer ministro. Una moción de censura contra
Chamberlain fue rechazada por un margen no muy amplio, con un gran
número de abstenciones en el propio partido conservador, por lo
que la posición del primer ministro era muy débil.
Rafael Ángel Calderón Guardia fue elegido presidente de
Costa Rica, con el apoyo de su antecesor, León Cortés.
Una brigada polaca desembarcó en Podhale, con la intenciín de atacar Narvik. El oro noruego fue reunido finalmente en Tromsø. Una vez dominado el sur y el centro de Noruega, los alemanes habían empezado a avanzar hacia el norte, hacia Grong. El 9 de mayo obligaron a retirarse a los defensores de Fellingfors, que se replegaron hacia Mosjøen.
Un submarino alemán hundió otro francés (Doris) en el mar
del Norte. Un petrolero alemán (Corrientes) fue saboteado y
hundido por buzos franceses en el puerto de Las Palmas de Gran
Canaria.
Gran Bretaña elevó la edad de reclutamiento hasta los 36 años. El
día anterior había zarpado hacia Islandia la flota encargada de
ocuparla. La operación había sido planeada de forma muy
apresurada. Los mapas eran pocos y poco exactos. Alguno estaba
trazado de memoria. Nadie en la expedición hablaba islandés.
Muchos de los marines carecían de experiencia. Muchos se marearon
y uno incluso se suicidó durante el viaje. A la 1:47 del 10 de mayo de uno de los barcos despegó un
avión de reconocimiento. Tenía órdenes de no sobrevolar Reikiavik,
pero por error terminó dando varias vueltas sobre la capital. Esto
alertó a los islandeses, sobre todo porque no había aviones en
Islandia. En especial alertó al cónsul alemán, que, después de
inspeccionar la costa con unos prismáticos, comprendió lo que
estaba sucediendo y se apresuró a destruir documentos y trató de
hablar por teléfono con el ministro de asuntos exteriores
islandés, aunque sin éxito.
Movimientos de tropas alemanas cerca de la frontera con
Luxemburgo alertaron al gobierno. Luxemburgo poseía una línea
defensiva conocida como la línea Schuster, que consistía
principalmente en bloques de hormigón, rejas de hierro en los
puentes y bloqueos de carreteras. A las 3:15 se ordenó cerrar
todos los puentes y todas las carreteras que conducían a Alemania.
Sobre las 4:00 la Luftwaffe empezó a bombardear los
aeropuertos belgas. Según fuentes alemanas, a lo largo del día
destruyeron 30 aviones en tierra y derribaron 14 en el aire, más
dos bombarderos británicos, con unas pérdidas de 10 aviones
alemanes.
A las 4:35 tres divisiones panzer cruzaban la frontera de
Luxemburgo sin hallar gran resistencia. Sólo se encontraron
algunos puentes volados y algunas minas, pero las rejas de hierro
fueron derribadas y los bloqueos de carretera fueron volados con
explosivos, sin que perturbaran en nada el avance.
A las 5:00 un barco británico atracó en el puerto de Reikiavik y
desembarcó a unos 400 marines, ante la curiosidad de los
islandeses. El cónsul británico había sido advertido de antemano y
estaba presente, al igual que un contingente de la policía
islandesa, que no opuso resistencia alguna. De hecho, el cónsul
dijo al jefe de la policía: "¿Le importaría hacer que la gente
se retire un poco hacia atrás, para que los soldados puedan
bajar del destructor?", y la respuesta fue "Por
supuesto." El jefe de la policía trató de hablar con el
capitán del destructor, pero su petición no fue atendida. Entonces
habló con el Primer Ministro islandés, que le ordenó no interferir
con las tropas británicas y evitar conflictos entre ellas y los
islandeses. Algunos lugareños protestaron por la presencia
británica. Un islandés le quitó el rifle a un marine, le metió un
cigarrillo por el cañón y se lo devolvió. Un oficial reprendió al
marine. Los británicos se apresuraron a tomar todos los medios de
comunicación para evitar que las noticias de la invasión pudieran
llegar a Alemania. Al mismo tiempo lograron penetrar en el
consulado alemán mediante el sistema de llamar a la puerta y
esperar a que el cónsul abriera. Éste recordó a los británicos de
Islandia era un país neutral, y los británicos le recordaron a su
vez que Dinamarca también lo había sido.
Un punto estratégico para la ocupación de Bélgica era el fuerte
Eben-Emael, en la frontera entre Bélgica y los Países Bajos,
al sur de Maastricht. Para asegurarse el éxito de la ocupación,
los alemanes emplearon una táctica inusitada: usaron 42
planeadores sin motor, que fueron remolcados por aviones hasta
unos 30 km del objetivo, y a partir de allí descendieron en
absoluto silencio, cargados con 493 soldados. Sin embargo, los
aviones fueron detectados después de haber soltado a los
planeadores, por lo que el efecto sorpresa no fue exactamente el
previsto. Los aterrizajes se produjeron a partir de las 5:15.
Según lo dispuesto, algunos aterrizaron cerca de puentes y otros
puntos estratégicos, y otro grupo aterrizó en el interior del
perímetro del fuerte Eben-Emael. Inmediatamente colocaron
explosivos para inutilizar la artillería, especialmente la que
podría destruir los puentes. La guarnición belga acabó
atrincherada en el fuerte sin posibilidades de actuar. De este
modo, los alemanes habían abierto una brecha en las defensas
belgas justo por el punto considerado más fuerte.
Aviones alemanes violaron el espacio aéreo neerlandés. Al principio parecía que simplemente atravesaban el país en dirección a Gran Bretaña, pero cuando llegaron al mar del Norte dieron media vuelta y sobre las 6:00 empezaron a bombardear los aeropuertos de Ypenburg, Ockenburg y Valkenburg, que rodean La Haya. Buena parte de los aviones neerlandeses fue destruida en tierra, y muchos de los que lograron despegar fueron derribados en combate aéreo. Luego los alemanes empezaron a lanzar paracaidistas en las cercanías de los aeropuertos. Las baterías antiaéreas neerlandesas derribaron varios de los transportes. Ocupados los aeropuertos, los alemanes trataron de atacar la Haya, pero fueron detenidos por la resistencia neerlandesa.
La gran duquesa Carlota de Luxemburgo abandonó su palacio
junto con su familia y se dirigió a Redange, junto a la
frontera francesa. A las 7:45 pasó a Francia.
A las 8:00 el ejército francés cruzó las fronteras de Bélgica y
Luxemburgo para detener el avance alemán.
Mientras tanto doce hidroaviones alemanes amerizaban en el Nuevo
Mosa (un río que se segrega del Rin y que atraviesa la
ciudad de Rotterdam) y unos 80 soldados desembarcaron en ambas
orillas del río para apoderarse de varios puentes protegidos
apenas por unos pocos policías neerlandeses. Desde allí se
dirigieron a tomar los puentes de Rotterdam. A las 9:00 entraron
en combate con los neerlandeses que defendían los puentes, que se
rindieron cuando se quedaron sin munición. Luego tomaron
posiciones en el norte de la Noordereiland (una isla en el
río). Allí ocuparon algunos edificios, expulsaron a los
neerlandeses de edificios vecinos y se produjo un estancamiento.
En las partes de la ciudad bajo control alemán la relación con los
lugareños fue tranquila. Podía verse a soldados alemanes haciendo
cola ordenadamente para comprar chocolate, y otros productos
inaccesibles en Alemania, a causa del bloqueo.
Una avanzadilla alemana que se dirigía hacia Mosjøen sufrió una emboscada preparada por los británicos y perdió unos 50 hombres. No obstante, un contraataque posterior obligó a británicos y noruegos a replegarse en Mosjøen.
A las 12:00 los alemanes habían ocupado la capital luxemburguesa.
El gobierno, así como los embajadores belga y francés, habían
tratado de huir, pero los alemanes los habían interceptado y los
habían obligado a regresar a la ciudad.
Mientras tanto los neerlandeses habían expulsado a los alemanes
del aeropuerto de Ypenburg, pero se atrincheraron en los bosques
cercanos. Cuando los neerlandeses dejaron de acosarlos, se
dirigieron a Rotterdam. Los alemanes también habían sido
desalojados del aeropuerto de Valkenburg. Sobre las 17:30 los
neerlandeses habían reforzado sus posiciones y los invasores se
habían tenido que retirar a la propia ciudad de Valkenburg. El
intento alemán de capturar La Haya había fracasado. Además de
haber perdido numerosos hombres al ser derribados los aviones que
los transportaban, unos 1.600 soldados habían sido hechos
prisioneros, de los cuales 1.200 fueron enviados a Gran Bretaña
como prisioneros de guerra. Los supervivientes habían quedado en
gran parte dispersos y estaban tratando de reagruparse.
A las 18:00 Neville Chamberlain se presentó en el palacio de Buckingham y presentó su dimisión como primer ministro británico. Él mismo sugirió al rey el nombre de su sucesor, Winston Churchill, que recibió el encargo de formar un gobierno de coalición. El día anterior, Paul Reynaud también había presentado su dimisión como Presidente del Consejo de Ministros de Francia, pero, en vista de los sucesos que estaban aconteciendo, el presidente Lebrun lo convenció de que no era el momento de dejar el cargo vacante, así que se retractó.
La reina Guillermina de los Países Bajos había salido de La Haya
en un crucero británico. Su intención era dirigirse a la provincia
de Zelanda, pero el capitán del barco le explicó que la zona
estaba siendo bombardeada y que era imposible desembarcar allí,
por lo que tuvo que ser llevada a Londres (aunque hay quien afirma
que esto es una historia inventada posteriormente para maquillar
la actitud de la reina, que desde el principio quiso huir a
Londres lo antes posible).
Una división de paracaidistas y otra de tanques (con 343
vehículos) se encontró con una feroz resistencia en Maastricht,
que tras unos sangrientos combates tuvo que rendirse a los
alemanes, para los que era un objetivo vital de cara a la entrada
en Francia.
En Noruega los alemanes lograron un avance espectacular mediante
un desembarco en el fiordo que llevaba hasta la ciudad de Mo i
Rana, que fue reforzado con hombres y suministros llevados
con hidroaviones. Un pelotón de noruegos fue rápidamente
rechazado.
Por la noche Alemania controlaba todo el territorio de Luxemburgo
salvo la región más meridional. En Bélgica, los franceses habían
logrado frenar parcialmente el avance alemán, pero no habían
podido perseguirlos en su huida y era cuestión de tiempo que se
reorganizaran. En los Países Bajos los neerlandeses tuvieron que
abandonar su línea de defensa en Brabante Septentrional hasta el
canal Zuid-Willemsvaart, que conecta las ciudades de
Maastricht y 's-Hertogenbosch.
El gobierno islandés protestó ante el gobierno británico por
haber violado flagrantemente su neutralidad, y señalando que
esperaba una compensación por el daño sufrido. El gobierno
británico respondió que Islandia sería debidamente compensada, que
no interferiría en los asuntos internos islandeses y que las
fuerzas británicas se retirarían en cuanto terminara la guerra.
Los islandeses se resignaron y cooperaron de facto con los
británicos, si bien oficialmente se siguieron declarando
neutrales.
Groenlandia era una colonia danesa, pero Alemania no mostró
ningún interés por ella y Gran Bretaña se limitó a destruir las
bases noruegas que había en su costa, lo que provocó una protesta
de los Estados Unidos. Las autoridades locales se declararon
independientes y no atendieron ninguna de las instrucciones que
recibían por radio del gobierno danés controlado por los nazis.
Ese día se estrenó Edison, el hombre, una biografía de
Thomas Edison protagonizada por Spencer Tracy, que recibió elogios
por su interpretación, pero a la vez fue muy criticada por la
falta de rigor histórico.
En las primeras horas del 11 de mayo
los alemanes atacaron las defensas exteriores de la ciudad
neerlandesa de Rhenen, en la colina de Grebbeberg.
La artillería inutilizó las líneas telefónicas. Al amanecer se
inició el primer asalto.
A las 12:30 se rindió la guarnición del fuerte Eben-Emael, en
Bélgica, que había sufrido 60 muertos y 40 heridos, frente a 6
muertos y 19 heridos entre las tropas alemanas. Esto permitió
avanzar a los tanques alemanes, que llegaron hasta Tongeren.
Churchill ofreción asilo en Gran Bretaña al Kaiser Guillermo II,
exiliado en los Países Bajos, pero éste rechazó la oferta.
Barcos británicos y franceses ocuparon las islas de Curaçao y
Aruba, en las Antillas Neerlandesas. Un carguero alemán (Antilla)
fue hundido para evitar su captura. Un submarino alemán hundió un
carguero británico (Tringa) y otro estonio (Vilu) en
el mar del Norte.
A Zelanda cinco regimientos de infantería franceses seguidos de
varios barcos de guerra franceses y británicos. Éstos fueron
atacados por bombarderos alemanes, y después hubo también combates
aéreos. Franceses y neerlandeses fracasaron en contener el avance
alemán por el oeste. En Rotterdam tampoco pudieron desalojar la
cabeza de puente alemana en la orilla septentrional del Mosa.
Sobre las 13:00 los alemanes cruzaban el canal Zuid-Willemsvaart.
Los alemanes controlaban ya todo el territorio de Luxemburgo y
establecieron un gobierno militar, con el que colaboraron
satisfactoriamente las autoridades locales.
A las 18:00 las defensas exteriores de Grebbeberg se rindieron.
Los franceses se enfrentaron a los alemanes en Tilburgo,
pero tuvieron que retirarse hasta Amberes, en Bélgica.
Ese día se abrió de nuevo la Exposición Universal de Nueva York.
El
El 12 de mayo tuvo lugar un ataque
anfibio del ejército noruego apoyado por la Legión Extranjera
francesa, que desembarcó con cinco tanques ligeros. Los franceses
tomaron Bjerkvik y avanzaron hacia el este y el sur,
mientras los alemanes se retiraban. El plan preveía que polacos y
los noruegos cortaran la retirada a los alemanes por tierra, pero
la coordinación entre los oficiales al mando no fue buena del todo
y eso hizo que quedara un hueco por el que pudieron escapar.
Los paracaidistas que habían sido expulsados de los aeropuertos
neerlandeses de Ypenburg y Ockenburg se agruparon en Overschie,
al noroeste de Rotterdam. En Zelanda la aviación alemana bombardeó
repetidas veces el puerto de Vlissingen, provocando graves
daños en las instalaciones y hundiendo cuatro barcos. Mientras
tanto llegaban cada vez más soldados que huían del avance alemán
en la región de Brabante Septentrional, al este de Zelanda. Más al
norte, los alemanes se acercaban a Amsterdam. En Rhenen seguían
tratando de coupar la colina de Grebbeberg. Tras un intenso
bombardeo, a las 12:40 iniciaron un ataque a la fortaleza Hoornwerk,
cuyos defensores tenían poca munición y terminaron rindiéndose.
Esto les permitió rebasar en algunas zonas la segunda línea
defensiva de la colina. A las 16:00 los alemanes se enfrentaban
con los neerlandeses en la cima, pero fueron rechazados.
En Bélgica los alemanes atacaron Hannut (al este de
Bruselas) con más de 600 tanques. Un ejército franco-belga se
dispuso a detenerlos en lo que sería la mayor batalla de tanques
librada hasta el momento. Sin embargo, este avance no era más que
una maniobra de distracción para atraer los máximos efectivos
aliados. El plan alemán era penetrar en Francia a través de
Luxemburgo y el sur de Bélgica. Los franceses pensaban que el
bosque de las Ardenas era impenetrable, y que un ejército de
tanques jamás podría atravesarlo, por lo que la zona apenas estaba
defendida. Sin embargo, al anochecer la varnguardia del ejército
alemán surgió del bosque y ocupó la ciudad de Sedán sin oposición
alguna. Detrás le seguía el grueso de un poderoso ejército de
60.000 hombres, con 771 tanques y el apoyo de casi 1.500 aviones,
bajo las órdenes de Heinz Guderian. El paso siguiente para los
alemanes era cruzar el Mosa (que atraviesa Sedán) y para los
aliados, evitarlo.
A primeras horas del 13 de mayo una
division Panzer avanzó desde Sedán hacia el sur, para atacar un
paso cerca de Wadelincourt. Otra se dispuso a cruzar el
Mosa por Donchery y otra por Gaulier. La Luftwaffe
organizó una serie de bombardeos que se prolongó durante horas,
como nunca antes se había visto. Las bombas inutiliaron una parte
de la artillería francesa, desorganizaron el frente y sembraron el
pánico entre los franceses.
Winston Churchill pronunció su primer discurso ante el Parlamento
Británico. Con la invasión de Dinamarca y Noruega, la "guerra
de broma" se había convertido ya en una broma bastante
pesada, pero con la invasión de Bélgica, Luxemburdo y los Países
Bajos, que claramente era una mera antesala para la invasión de
Francia y —a medio o largo plazo— de Gran Bretaña, la "guerra
de broma" había terminado definitivamente, y así lo enfatizó
el nuevo primer ministro:
Diré a esta Cámara, tal como le dije a aquellos que se han unido a este Gobierno: No tengo nada que ofrecer, sino sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor. Tenemos ante nosotros una prueba de la naturaleza más penosa. Tenemos ante nosotros muchos, muchos largos meses de lucha y de sufrimiento. Me preguntáis: ¿cuál es vuestra política? Os lo diré: hacer la guerra por mar, tierra y aire con toda nuestra potencia y con toda la fuerza que Dios nos pueda dar; hacer la guerra contra una tiranía monstruosa, nunca superada en el oscuro y triste catálogo del crimen humano. Esa es nuestra política. Preguntaréis: ¿cuál es nuestro objetivo? Puedo responderos con una palabra: victoria, victoria a toda costa, victoria a pesar del terror, victoria por largo y duro que sea el camino, porque sin victoria no hay supervivencia. Que quede claro: no habrá supervivencia para el Imperio Británico, no habrá supervivencia para todo lo que el Imperio Británico ha defendido, no habrá supervivencia para el estímulo y el impulso de todas las generaciones, para que la humanidad avance hacia sus metas.
Ese día llegaron a Londres la reina Guillermina de los Países
Bajos y su gobierno, que se convirtió en el gobierno de los
Países Bajos en el exilio. La reina mantuvo una relación
cada vez más tensa con el primer ministro, Dirk Jan de Geer.
Éste consideraba que los aliados iban a perder la guerra y era
partidario de negociar una paz por separado con los alemanes. La
reina, en cambio, no quería tratos con el archienemigo de la
humanidad, que así calificó a Hitler, e intrigó hasta
destituir al primer ministro.
A las afueras de Rotterdam los alemanes recibieron los primeros tanques, pero habían visto actuar a los cañones antitanque neerlandeses y no se atrevían a usarlos sin que la aviación aniquilara primero la artillería enemiga. En Grebbeberg los bombardeos habían desmoralizado a los soldados neerlandeses, muchos de los cuales abandonaron sus posiciones. Un capitán que por la mañana había solicitado víveres para 600 hombres se encontró con que a las 16:00 sólo tenía 15 hombres consigo.
La aviación alemana atacó la fortaleza Kornwerderzand, que protegía el Afsluitdijk, el dique que separa las provincias de Holanda Septentrional y Frisia. Sin embargo, los neerlandeses contaban con una potente artillería antiaérea con la que consiguieron que cuatro aviones alemanes cayeran al mar. Después trataron de debilitar la fortaleza con fuego de mortero, pero los daños no fueron graves. Un intento de abortar la fortaleza avanzando en bicicletas por el estrecho dique tampoco dio resultado, pues los asaltantes no tenían cómo resguardarse de las ametralladoras de los defensores.
Todavía bajo un intenso bombardeo, los soldados alemanes
empezaron a cruzar el Mosa en lanchas hinchables para asegurar
cabezas de puente en la orilla occidental del Mosa.
Cuando los alemanes finalmente traspasaron las últimas defensas
de Grebbeberg los oficiales neerlandeses ordenaron la retirada de
seis divisiones a una nueva línea defensiva, ya que en sus
posiciones actuales ya no tenían la retaguardia asegurada. La
retirada se hizo rápidamente ese mismo día, hasta pasada la
medianoche, pero los alemanes no se dieron cuenta hasta la mañana
siguiente.
En Hannut los franceses tuvieron que retroceder hacia Bruselas y
formaron una nueva línea defensiva alrededor de Geombloux,
donde recibieron refuerzos. Habían inutilizado bastantes tanques
de los alemanes, pero cuando éstos se apoderaron del campo de
batalla pudieron recuperar y reparar muchos de ellos.
A las 19:00 cundió el pánico en el frente francés a la altura de
Bulson, a causa de un falso rumor de que los tanques
alemanes habían cruzado el Mosa y llegaban por la retaguardia. Los
soldados huyeron y crearon un agujero en las líneas defensivas.
Para entonces los alemanes estaban destruyendo los búnkers
franceses cercanos al Mosa. La RAF recibió órdenes de
volar los puentes que estaban construyendo los alemanes para que
sus tanques pudieran cruzar el río, pero la Luftwaffe
dominaba el cielo, la mayor parte de los aviones aliados fueron
destruidos y no pudieron evitar que al terminar el día los
alemanes tuvieran un puente bien defendido y dispuesto para el
cruce de los tanques.
El 14 de mayo, en Zelanda, los
franceses se retiraron de Bergen op Zoom, abandonando
varos tanques y suministros, lo que a su vez forzó la retirada de
varias unidades neerlandesas. Luego los franceses intentaron un
contraataque en Huijbergen, pero la maniobra resultó un
fracaso y los alemanes se hicieron con centenares de prisioneros,
tanto franceses como neerlandeses.
En Sedán, los franceses estaban haciendo un esfuerzo enorme por
reorganizarse y lanzar un contraataque, pero los tanques alemanes
ya estaban cruzando el Mosa y tomaban posiciones en la orilla
occidental.
Esa mañana Hitler, considerando que los Países Bajos estaban
ofreciendo más resistencia de la prevista, había dado órdenes de
vencerla lo antes posible, por cualquier medio. El general Rudolph
Schmidt, que dirigía el ataque a Rotterdam, había planeado
para ese día un ataque con tanques y lanzallamas para el que había
solicitado apoyo aéreo de la Luftwaffe, de la que requería
un bombardeo estratétigo de las defensas enemigas. Sin embargo,
desde Berlín se cambió la petición por la de un bombardeo masivo e
indiscriminado si la ciudad no se rendía inmediatamente. Al ser
informado, Schmidt envió tres emisarios con un ultimátum para el
comandante neerlandés de Rotterdam. Éste, tras consultar a sus
superiores, respondió con objeciones formales: pedía un ultimátum
debidamente firmado con el nombre y el rango del oficial que lo
emitía. Schmidt ordenó un aplazamiento del bombardeo y redactó un
ultimátum más formal debidamente firmado, pero mientras el oficial
encargado de remitirlo estaba en camino, la aviación alemana
apareció sobre Rotterdam a la hora prevista inicialmente, las
13:20.
El centro de la ciudad, un área de unos 2.6 km2, fue
completamente arrasado. Murieron unas 1.000 personas y otras
85.000 quedaron sin hogar. En el resto de la ciudad se propagaron
incendios que arreciaron los días siguientes, debido al viento.
Las defensas neerlandesas no fueron muy afectadas, pero ni falta
que hacía. A las 15:50 se rindió la ciudad. Poco después, el
conmandante neerlandés en Utrecht recibía un ultimátum alemán
mientra sobre la ciudad llovían octavillas en las que se avisaba
de que sólo la rendición evitaría que la ciudad compartiera el
destino de Varsovia. El comandante en jefe del ejército neerlandés
era el general Henri Gerard Winkelman, quien concluyó que
la nueva política bélica alemana era arrasar cada ciudad que no se
rindiera, y los neerlandeses no tenían aviación suficiente para
repeler un bombardeo masivo. Por ello a las 16:50 dio la orden a
todas las unidades de destruir sus armas y rendirse a la unidad
alemana más próxima. A las 19:00 Winkelman informó por radio a los
neerlandeses de la capitulación, y así se enteraron también los
alemanes, que hasta el momento no habían recibido notificación
alguna.
En Bélgica, los últimos combates de la batalla de Hannut tuvieron
lugar en Perwez, en cuyos bosques habían resistido algunas
unidades francesas. Luego los alemanes se habían lanzado sobre la
línea defensiva de Gembloux, pero el balance final no fue
concluyente. Las divisones panzer alemanas sufrieron
graves pérdidas, y las defensas franco-belgas sufrieron daños,
pero resistieron la acometida. En cualquier caso, la actuación
alemana sirvió para mantener fuezas francesas lejos de Sedán,
donde al final del día los alemanes ya habían abierto una brecha
irreparable y se habían extendido hasta ocupar una amplia zona.
La mañana del 15 de mayo Paul Reynauld
telefoneó a Winston Churchill y le dijo: "Hemos sido
derrotados, nos han vapuleado, hemos perdido la batalla".
Churchill le recordó que, en la Primera Guerra Mundial, siempre
que los alemanes rompieron los frentes aliados terminaron siendo
detenidos. Churchill envió un mensaje a Roosevelt pidiendo que le
alquilara durante un año unos cuarenta o cincuenta viejos
destructores, así como aviones, artillería antiaérea y acero.
A las 10:15 se firmó la capitulación
de los Países Bajos, que no incluía la provincia de Zelanda, donde
los neerlandeses seguían combatiendo a los alemanes con el apoyo
de los aliados. No obstante, la noche anterior se habían producido
numerosas deserciones, que ahora iban en aumento, cuando la
aviación alemana inició una oleada de bombardeos. En la isla de
Tholen los neerlandeses se negaron a rendirse ante un negociador
alemán, y posteriormente, la artillería puso en fuga a la
infantería alemana cuando trató de invadirla. Más al sur, tras
haber superado dos líneas de defensa consecutivas, el avance
alemán se detuvo en el canal de Zuid-Baveland, marcado en
el mapa con una línea negra.
El derrocado emperador Guillermo II envió un telegrama a Hitler
en el que le decía: "Mi Führer, le felicito y espero que bajo
su maravillosa dirección la monarquía alemana sea completamente
restaurada". Hitler se quedó atónito al leerlo, se enfureció
y exclamó: ¡Menudo idiota!
Hasta ese momento, la RAF había respetado la orden de
bombardear únicamente objetivos militares e infraestructuras de
valor militar (puertos, líneas ferroviarias, etc.) Sin embargo,
tras el bombardeo de Rotterdam, esta orden fue revocada y esa
misma noche la RAF bombardeó objetivos en el Ruhr, que
incluían plantas petrolíferas e instalaciones industriales, como
altos hornos, fácilmente identificables de noche, por la luz que
ellos mismos emitían.
Mientras tanto los alemanes aprovecharon la brecha abierta en el
frente francés el día anterior para avanzar rápidamente hacia el
noroeste con la intención de llegar al canal de la Mancha y aislar
una importante bolsa de fuerzas aliadas. Ese mismo día el noveno
ejército francés se rindió entero cuando los alemanes lo rebasaron
por el sur. Varias fortalezas francesas se rindieron también al
verse atacadas por la retaguardia. Hacia el sur, el principal
punto de resistencia francesa fue Stonne.
La universidad de Oxford comunicó a António de Oliveira Salazar,
el primer ministro portugués, que le había sido concedido un
doctorado honoris causa en derecho civil. Fue el primero
de varios actos de adulación encaminados a que Portugal se
mantuviera neutral en la guerra, pues estaba claro que, si
entraba, sería del lado alemán.
El 16 de mayo Winston Churchill vistió París para entrevistarse personalmente con Paul Reynaud. Allí comprendió la gravedad de la situación cuando vio que el gobierno francés estaba quemando archivos y preparando la evacuación de la capital. Ambos recibieron al general Gamelin, al que Churchill preguntó: ¿dónde está la reserva estratégica?, pensando en las fuerzas que habían salvado París durante la Primera Guerra Mundial, y la respuesta de Gamelin fue: "Ya no hay reservas". Churchill recordaría más adelante ese instante como el más impactante de su vida. A continuación le preguntó que dónde y cuándo proponía contraatacar, y la respuesta de Gamelin fue: Inferioridad numérica, inferioridad de equipamiento, inferioridad de métodos. En realidad había una división armada de reserva que ese mismo día intentó un contraataque en Saint-Quentin, Aisne, pero fue aniquilada por una división Panzer. En la invasión de Francia destacó la séptima división panzer, conocida como la división fantasma, por la rapidez de sus movimientos, que hacía que incluso el alto mando alemán desconociera a veces su paradero. Estaba dirigida por el general Johannes Erwin Eugen Rommel. Ese día llegó hasta Avesnes y, contraviniendo órdenes, siguió avanzando hacia Cateau.
Roosevelt respondió a la petició de Churchill indicando que el
alquiler de los destructores requeriría una autorización del
Congreso, pero aceptando en general el resto de sus peticiones.
Antes del amanecer, algunas fuerzas alemanas habían logrado
cruzar el canal de Zuid-Baveland, y pronto forzaron la
retirada francesa a una línea posterior. Igualmente, la isla de
Tholen había tenido que ser evacuada durante la noche para
reforzar la isla de Schouwen-Duiveland, que al final del
día fue abandonada también. En Bélgica los ailados estaban
resistiendo bien la acometida alemana, pero la amenaza de que sus
fuerzas acabaran siendo rodeadas por el avance alemán desde Sedán
obligó a abandonar gradualmente sus posiciones. Así los belgas se
quedaron solos defendiendo Amberes, y Bruselas quedó expuesta
cuando los franceses se retiraron de Gembloux. El gobiero belga
abandonó Bruselas para refugiarse en Ostende.
Hitler aprobó la "Operación Extraordinaria de Pacificación",
cuya finalidad era erradicar la clase intelectual polaca. Durante
las semanas siguientes, la policía alemana arrestó a unos 30.000
polacos en las ciudades principales del país, y fueron internados
en diversas cárceles para luego ser ejecutados o enviados a campos
de concentración. Por su parte, a los comunistas les inquietaba
que alguien pudiera pensar que los nazis los aventajaban en
salvajismo, así que, en poco más de un mes, en el bosque de Katyn
habían liquidado a casi 4.500 polacos, en Mednoye fueron
enterrados en fosas comunes más de 6.000 prisioneros de guerra, y
en los cuarteles de la NKVD en Járkov fueron ejecutados
sistemáticamente casi 4.000 más. Además, la NKVD había registrado
los destinatarios de la correspondencia de los ejecutados, y usó
la información para arrestar a más de 60.000 personas (en un 80%
mujeres y niños), que fueron deportadas a Kazajistán.
Ese día se estrenó Hermanos contra hermanos, dirigida por
Michael Curtiz y protagonizada por Errol Flynn, con un bigotudo
Humphrey Bogart en un papel secundario.
El 17 de mayo, a las 4:14, la cuarta
división acorazada francesa, bajo el mando del coronel Charles de
Gaulle, avanzó hacia Montcornet, donde Guderian tenía su
cuartel general, rodenó la ciudad y se enfrentó a la primera
división panzer alemana. A lo largo del día obtuvo varios
éxitos, pero cuando acudió la Luftwaffe se vio obligado a
retroceder a sus posiciones iniciales para no ser rodeado. Rommel
destruyó un cuerpo de la armada francesa y se jactó de haber hecho
10.000 prisioneros con tan sólo 36 bajas. Guderian estaba
encantado con él, pero Hitler estaba cada vez más nervioso.
Pensaba que el avance en Francia se estaba llevando a cabo
demasiado deprisa, y que eso podría dar lugar a un error que
arruinara toda la campaña. El general Ewald von Kleist
tuvo una tensa reunión con Guderian en la que le reprochó que
hubiera desobedecido las instrucciones de Berlín llevando a cabo
un avance tan precipitado. Guderian se ofreció a dejar el mando de
la operación, pero finalmente la intervención del general Gerd
von Rundstedt, que era la máxima autoridad del ejército
alemán en Francia, permitió que siguiera en su puesto a cambio de
comprometerse a adoptar ciertas precauciones. A partir de ese
momento Guderian falseó los informes sobre su situación en cada
momento.
En Noruega los alemanes iniciaron un ataque contra las posiciones
aliadas en Stien, a unos 5 km al oeste de Mo i Rana. En
Bélgica entraron en Charleroi y luego en Bruselas. En Zelanda
bombardearon Middelburg, en una operación sólo superada
por el bombardeo de Rotterdam. Unos 600 edificios fueron
destruidos y unas 800 personas quedaron sin hogar. Los incendios
no pudieron ser apagados hasta últimas horas del día siguiente.
Unas horas más tarde Zelanda capitulaba, aunque la rendición se
firmó ya el 18 de mayo. La única región
no ocupada era Zeeuws-Vlaanderen, donde las tropas
neerlandesas se dispusieron a ser evacuadas a Ostende antes de que
llegaran los alemanes. Ese día cayó Amberes.
En Francia, Rommel se acercó a Cambrai, ordenó a sus tanques que
se movieran levantando todo el polvo que fuera posible, y así hizo
creer a los soldados que defendían la ciudad que se acercaba una
fuerza mucho más numerosa que la mera "división fantasma".
Esto hizo que abandonaran sus posiciones y Rommel entró en Cambrai
sin encontrar resistencia. Mientras tanto Guderian capturaba
Saint-Quentin.
En Noruega, el lugarteniente Thomas Byrnard Trappes-Lomax, que estaba al mando de la guarnición aliada en Mo i Rana, aunque acababa de recibir órdenes de defender su posición a toda costa, decidió que la situación era insostenible y emprendió una huida precipitada en la que abandonó una gran cantidad de material valioso.
Paul Reynaud reorganizó su gobierno. Él mismo asumió el
ministerio de la Guerra, que hasta entonces ocupaba Édouard
Daladier, y nonbró Vicepresidente del Consejo de Ministros al
mariscal Philippe Pétain, que tenía ya 84 años, pero era
considerado un héroe de la Primera Guerra Mundial. Hasta entonces
había ejercido de embajador en España.
El 19 de mayo os alemanes atacaron por
la retaguardia una fortificación aislada de la Línea Maginot
cercana a Sedán. Los 107 soldados que la defendían murieron en el
combate. Tras haber recibido refuerzos, de Gaulle atacó de nuevo a
los alemanes y los obligó a abandonar Caumont. La
operación no sirvió de mucho a largo plazo, pero fue una de las
pocas victorias que consiguieron los franceses ante el avance
alemán.
Desde el año anterior, el gobierno belga había adoptado la
precaución de trasladar sus reservas de oro a bancos
estadounidenses. Cuando empezó la invasión alemana todavía
quedaban 40 toneladas de oro en el país, que ahora embarcaban en
Ostende rumbo a Gran Bretaña.
Guderian recibió autorización para continuar su avance y derrotó
a dos divisiones británicas en el Somme. Mientras tanto otras
divisiones alemanas ponian bajo asedio a Amiens, a orillas del
Somme, y Rommel hacía lo propio con Arras. La fuerza
expedicionaria británica en Francia estaba bajo el mando del
mariscal John Vereker, Lord Gort, que descubrió
que los alemanes estaban a punto de llegar al canal de La Mancha y
que los franceses no estaban en condiciones de hacer nada para
evitarlo, así que dio órdenes de que todas las fuerzas británicas
en Bélgica y Francia se retiraran hacia los puertos de Ostende,
Brujas y Dunkerque. Sin embargo, su criterio no fue
compartido en Londres, que le envió la orden de atacar hacia el
suroeste y reunirse con el grueso de las fuerzas francesas (aunque
en realidad el grueso de las fuerzas francesas estaba al norte).
Algo similar sucedió en Francia. Esa noche Paul Reynaud destituyó
al general Gamelin como comandante en jefe del ejército, y en su
lugar nombró al mariscal Maxime Weygand, que acababa de llegar de
Siria y anunció que su primera misión sería dormir bien esa noche.
En la mañana del 20 de mayo Gamelin
ordenó a las tropas situadas en Bélgica y el norte de Francia que
se abrieran paso como pudieran hacia el sur para no quedar
aisladas, pero, una vez cumplida su misión de reposo, Weygand
anuló la orden, ordenó a las tropas del norte que contraatacaran
en el frente del Somme y se dedicó a hacer visitas de cortesía en
París.
Entre tanto, los tanques de Rommel llegaban a Abbeville,
y una unidad de reconocimiento alcanzaba Noyelles-sur-Mer,
en el canal de La Mancha. El ejército francés había sido partido
en dos, y la Fuerza Expedicionaria Británica había quedado
aislada. El cerco era estrecho, pero la Luftwaffe se
encargó de defenderlo hasta que la infantería lo consolidara.
Seán Russell empezó a ser entrenado por los servicios de
inteligencia nazis, que le enseñaron entre otras cosas a camuflar
explosivos como objetos cotidianos, y otras técnicas de sabotaje.
Siguiendo las órdenes que había recibido, Lord Gort dispuso que
lo que en principio iba a ser una pequeña operación destinada a
liberar la guarnición que estaba siendo asediada en Arras se
convirtiera en un plan mucho más ambicioso ejecutado conjuntamente
con los franceses. El 21 de mayo el
general Harold Franklyn atacó con 2.000 soldados y 74
tanques las posiciones de Rommel, que contaba con más de 5.000
hombres (tal vez el doble) y 225 tanques. En primer lugar atacaron
los británicos, que lograron ciertos éxitos iniciales, si bien no
pudieron romper las líneas de defensa enemigas y terminaron
retirándose perseguidos por los alemanes. La persecución se
interrumpió cuando atacaron los franceses, que provocaron unas 300
bajas en las filas alemanas, además de hacer otros 400
prisioneros. No obstante, los alemanes entraron en Arras, y
también en Amiens.
Paul Reynaud compareció ante el parlamento, donce acusó de graves
errores al Estado Mayor francés. Respecto a la situación del país,
dijo: ¡Francia no puede morir! ¡Si hace falta un milagro para
salvar a Francia, yo creo en milagros, porque yo creo en
Francia!
En principio, el éxito aliado en la batalla de Arras había sido
moderado, pero había tenido un efecto psicológico notable sobre el
alto mando alemán, que llevaba ya tiempo preocupado ante la
posibilidad de cometer un error fatal, y creyó que en Arras se
había estado a punto de cometerlo. El ataque aliado había sido tan
potente que los alemanes creían haber sido atacados por una fuerza
mucho más numerosa. El 22 de mayo
Hitler ordenaba que las unidades móviles debían limitarse a
operaciones alrededor de Arras y que la infantería debía operar
únicamente al este de la ciudad. Sin embargo, Guderian y los demás
oficiales presentes en Francia discrepaban de los criterios de
Berlín, entendiendo que el peligro no era sufrir un ataque
catastrófico, sino permitir que los aliados salieran del área en
la que estaban confinados y fueran evacuados por mar. Tras mucho
insistir, a las 12:40 las tropas alemanas recibieron autorización
para alejarse de Arras, y Rommel envió sendas divisiones hacia el
norte, una a Calais, otra a Boulogne-sur-Mer y otra a Dunkerque.
Efectivamente, el plan británico era evacuar sus tropas cuanto
antes, y convencieron al rey Leopoldo III de Bélgica para que
redistribuyera sus tropas, desamparando buena parte del poco
territorio que controlaba, para proteger la retirada británica. El
monarca aceptó a regañadientes, pues comprendía que Bélgica estaba
perdida sin el apoyo británico. Winston Churchill se presentó en
el frente y dio instrucciones que no fueron acatadas, porque eran
claramente inviables. Tras cinco días de asedio, cayeron dos
fortificaciones que defendían Lieja.
A las 17:00 los alemanes empezaron a atacar el puerto de
Boulogne, pero fueron rechazados al cabo de una hora. Varios
ataques se sucedieron a lo largo del día. Unos 80 bombarderos de
la RAF colaboraron en la defensa del puerto. En Calais
sólo se produjeron algunas escaramuzas ese día.
El 23 de mayo, una hora antes del
amanecer, los alemanes tomaron Fort de la Crèche, al norte
de Boulogne. Los británicos se apresuraron a enviar refuerzos para
tapar la brecha. Finalmente los alemanes lograron empujar a los
defensores al interior de la ciudad. Barcos británicos lograron
entrar en el puerto, desde donde bombardeaban las posiciones
alemanas. Un ataque de la Luftwaffe sobre el puerto de
Boulogne fue interceptado por la RAF. No obstante, a las
18:00 los británicos recibieron la orden de embarcar y evacuar la
zona. Varios barcos estaban en camino para tal fin. El embarque
tuvo que hacerse bajo constante fuego enemigo. En Calais los
alemanes también estaban lanzando potentes ataques, a la vez que
maniobraban para rodear la ciudad.
Mientras tanto los franceses trataron de atacar desde el sur las
líneas alemanas entre Ardennes y Calais, pero no lograron ningún
avance. En Bélgica los alemanes capturaban Terneuzen, y
Gante, mientras los belgas retrocedían.
El coronel Charles de Gaulle fue ascendido a general de brigada.
En Noruega, Trappes-Lomax había continuado huyendo de los
alemanes desobedeciendo varias veces órdenes de organizar una
línea defensiva que contuviera el avance enemigo. Con ello había
impedido a los aliados organizar a tiempo las defensas de Storjord,
que tuvo que ser abandonada. Ese día fue relevado del mando. El
lugarteniente Hugh Stockwell recibió órdenes de contener el avance
alemñan en Pothus para organizar una posición sólida en Finneid,
donde una cadena de lagos y un glaciar proporcionaban una sólida
barrera natural.
Antoine de Saint-Exupéry, que desde el año anterior era capitán
del ejército del aire francés, sobrevoló Arras cuando una división
panzer entraba en la ciudad. Su avión fue acribillado por
las baterías antiaéreas, pero el piloto logró llegar a su base en
Nangis con todo el pasaje sano y salvo, lo que le valió una
condecoración.
Aunque, a la sazón, el lugar más peligroso para un comunista era,
sin duda, la Unión Soviética, lo cierto era que los comunistas
tampoco estaban a salvo en el resto del mundo, ni siquiera lejos
de los países comunistas. En la madrugada del 24
de mayo un grupo de unos veinte pistoleros encabezado por
su cuñado, el pintor David Alfaro Siqueiros, entró en la
casa de Trotski en México y protagonizó un tiroteo que, no
obstante, fue repelido por los guardaespaldas del antiguo líder
comunista, que salió ileso. Por supuesto, los atacantes eran
también comunistas —matar a quienes piensan diferente es parte de
la esencia del comunismo, y en eso el propio Trotski estaba de
acuerdo— y la operación había sido organizada desde Moscú por la
NKVD.
Tanto Churchill como el general Weygand estaban decididos a
romper el frente alemán. Los belgas no podían dar crédito. Los
alemanes acababan de abrir una brecha entre las fuerzas británicas
y las belgas entre Ypres y Menen, lo cual amenazaba con derrumbar
toda la línea defensiva belga. Sin consultar a los franceses ni
pedir permiso alguno, Gort envió inmediatamente dos divisiones de
infantería a cubrir la brecha, renunciando con ello a todo ataque
hacia el sur. Esto fue aprovechado por los alemanes, que con
cuatro divisiones obligaron a los británicos a replegarse a Kortrijk,
sobre el río Lys, que nace en la frontera franco-belga y
fluye hacia el este hasta Gante, donde desemboca en el Escalda.
Los belgas se apresuraron a enviar refuerzos, y un ataque belga
capturó a 200 soldados alemanes. El gobierno belga decidió
abandonar el país y refugiarse en Francia. El primer ministro, Hubert
Pierlot, se entrevistó con el rey Leopoldo III y le aconsejó
que le acompañara al exilio, a lo cual se negó rotundamente. Los
ministros entendieron que el rey estaba dispuesto a establecer un
nuevo gobierno bajo la dirección de Hitler, lo que podría
constituir una traición, mientras que el rey consideraba que si
abandonaba el país podría ser tachado de desertor.
Hitler visitó el cuartel general del general von
Rundstedt en Charleville, en la frontera franco-belga, y
entonces ocurrió algo insólito. Von Rundstedt y otros oficiales le
sugirieron detener el avance hacia Dunkerque, al parecer, para
evitar que los tanques quedaran atrapados en los pantanos de
Flandes, y Hitler dio su aprobación, que fue respetada
escrupulosamente, pues se presentó como una orden directa del Führer.
Se ha discutido mucho sobre qué llevó a los alemanes a tomar
semejante decisión, pues lo cierto es que fue un gravísimo error
y, por supuesto, una bendición para los británicos, que no
tardaron en enterarse (la orden fue transmitida sin codificar y la
RAF la captó a las 12:42) y no dudaron en aprovechar las
circunstancias para convertir a Dunkerque en el punto principal
para la evacuación de sus tropas.
En Boulogne los británicos seguían embarcando tropas, mientras
rechazaban sucesivos ataques alemanes. Dos barcos franceses
protegían la operación, pero fueron dañados por la aviación
alemana y uno de ellos acabó hundido. Por la noche un centenar de
soldados franceses trató de romper el cerco y abrirse paso hacia
Dunkerque, pero sin éxito. En Calais los aliados resistían en
mejores condiciones, hasta el punto de que rechazaron varias
ofertas de rendición.
Aunque la situación de los aliados en el norte de Noruega no era
mala, el cariz de los acontecimientos en Francia llevaron al
gobierno británico —pese a la oposición de Churchill— a ordenar la
elaboración de un plan de evacuación, que debía mantenerse en
secreto todo el tiempo posible, para evitar toda interferencia
alemana. Un ataque a Narvik serviría de pantalla a la retirada.
Ese día se estrenó en Madrid Eloísa está debajo de un
almendro, una de las comedias más famosas de Enrique Jardiel
Poncela.
Jacinto Benavente había sido homenajeado en Madrid durante la
guerra civil, pero ahora afirmaba que sus simpatías con la
república habían sido ofrecidas bajo amenaza de muerte. Ese año
estrenó Lo increíble, en la que mostraba su sincera
adhesión al régimen franquista.
A la 1:00 del 25 de mayo se rindió
Boulogne-sur-Mer. Los alemanes apresaron a 5.000 soldados aliados,
la mayoría franceses, pues todos los británicos habían sido
evacuados por mar, excepto 200 soldados que no habían entendido
las órdenes de evacuación y fueron dejados atrás por error. La
evacuación de los británicos recibió muchas críticas, pues había
sido hecha sin avisar a los franceses. Más adelante, Churchill la
calificaría de "lamentable". En cambio, en Calais, los aliados
rechazaron nuevamente una alto el fuego propuesto por los
alemanes.
Ese día terminó la batalla de Stonne con la retirada de los
franceses. La ciudad había cambiado de manos diecisiete veces en
diez días. Para los alemanes había sido un infierno, pues contaron
3.000 muertos y 23.500 heridos. Los franceses, en cambio, tuvieron
1.000 muertos y 6.500 heridos.
El rey Leopoldo III de Bélgica envió un telegrama al rey Jorge VI
de Gran Bretaña en el que le anunciaba que pronto tendría que
rendirse. Dos regimientos belgas se rindieron a los alemanes sin
el consentimiento de sus superiores. Algunos soldados llegaron a
disparar contra los oficiales que trataban de impedirlo. Los
británicos empezaron a evacuar el frente del río Lys hacia
Dunkerque mientras los belgas resistían sin más propósito que
cubrirles la retirada.
El oro noruego zarpó ese día hacia Gran Bretaña desde Harstad.
El 26 de mayo el frente belga en el
río Lys se estaba volviendo insostenible. A duras penas podían
mantener Izegem, Nevele y Ronsele, y ya
habían abandonado Passchendaele y Zonnebeke. Todas
las reservas belgas estaban en activo. Los británicos se ocupaban
ya únicamente de abrir una vía de escape hacia Dunkerque. Gort
dispuso que una división tomara posiciones en un canal que unía
Ypres con Comines para detener el avance alemán desde Bélgica. A
las 15:30 Hitler emitió una nueva orden por la que autorizaba de
nuevo a las divisiones panzer a atacar Dunkerque, aunque
el avance no se produciría hasta el día siguiente.
En el frente del Lys, concretamente en la localidad de Vinkt,
se produjeron los primeros crímenes de guerra de los nazis en
Europa Occidental. Al parecer, unos soldados alemanes creyeron
estar siendo atacados por francotiradores civiles (cuando en
realidad se enfrentaban a una división de tiradores belgas que se
había infiltrado en sus líneas). Como consecuencia, empezaron a
usar a civiles como escudos humanos.
La aviación alemana había hecho estragos en Calais durante toda
la mañana, lo que permitió a la infantería romper una línea de
defensa tras otra hasta que a las 16:00 se rindió la fortaleza. La
mayor parte de los soldados británicos habían sido evacuados hasta
Dunkerque, junto con unos 200 franceses heridos. El resto, unos
3.500 británicos y unos 16.000 franceses, belgas y neerlandeses,
fueron hechos prisioneros.
Mussolini se reunió con la cúpula militar italiana en Roma y
expuso que Italia tenía que entrar pronto en la guerra si quería
ocupar un lugar en la conferencia de paz en la que se repartiera
el botín. El comandante en jefe de la Armada, el mariscal Pietro
Badoglio, le explicó que el país no estaba preparado, que ni
siquiera contaban con suficientes camisas para todos los soldados
necesarios. Mussolini respondió: La Historia no puede medirse
por el número de camisas.
A las 23:30 comenzó la Operación Dinamo, que debía
transportar a Gran Bretaña la Fuerza Expedicionaria Británica
desde Dunkerque. La Royal Navy había dispuesto una flota
de 40 destructores y 130 barcos mercantes.
El gobierno belga, reunido en París, declaró al rey Leopoldo III
incapacitado para reinar y acordó continuar la guerra contra
Alemania.
A las 6:00 del 27 de mayo franceses y
británicos atacaron las posiciones alemanas en Abbeville desde el
sur. No hubo mucha coordinación y muchos tanques fallaron por
falta de mantenimiento. Aun así, mantuvieron ocupadas a las tropas
de Guderian.
El ejército belga empezó a colapsarse. Las vías férras estaban
inutilizadas, las carreteras abarrotadas con un millón y medio de
refugiados que habían huido de la zona ocupada, y había escasez de
comida y otros recursos. Los soldados empezaban a destruir su
artillería a medida que se iban quedando sin munición. A las 11:00
los alemanes rompieron la última línea de defensa en varios
puntos. La única ciudad importante que no estaba ya en poder de
los alemanes era Brujas.
Esa mañana, los alemanes habían matado a tres civiles en Vinkt
sin ninguna razón aparente. Sobre las 15:00 la ciudad cayó en su
poder, tras hacer una redada, mataron a los ancianos que
encontraron, y luego a algunos civiles más en varios incidentes.
En total, 111 civiles murieron ese día.
Otro crimen de guerra se produjo cuando unos soldados británicos
que se abrían paso hacia Dunkerque se quedaron aislados de su
unidad y terminaron refugiándose en una granja en la aldea Le
Paradis. Allí fueron atacados por una unidad alemana y se
rindieron al quedarse sin municiones. Fueron apresados, puestos en
fila y ametrallados sin más. Luego remataron con bayonetas a los
supervivientes. Murieron 97 soldados, pero dos lograron sobrevivir
fingiéndose muertos. Uno de ello logró arrastrar al otro hasta el
campo y allí permanecieron tres días escondidos, comiendo patatas
crudas y bebiendo en charcos. Una granjera y su hijo los
descubrieron, y arriesgaron sus vidas ocultándolos. Más tarde
serían apresados por los alemanes, pero entonces recibieron un
trato más digno.
Mientras británicos y franceses se dirigían hacia Dunkerque como
podían, la aviación alemana lanzaba bombas y papeles con un mapa
de la zona y un texto en inglés y en francés que decía:
¡Soldados! Miren el mapa: ¡Esta es su situación real! Sus tropas están completamente rodeadas. ¡Dejen de luchar! ¡Depongan las armas!
Los soldados agradecieron los papeles, pues —según declararon—
andaban escasos de papel higiénico.
La Operación Dinamo logró evacuar ese día 28.000 soldados
británicos. Los que aguardaban para embarcar estaban expuestos a
los bombardeos enemigos, a pesar de que la RAF estaba
haciendo un gran esfuerzo por protegerlos.
El general Oscar Michiels, jefe del Estado Mayor belga,
recomendó al rey Leopoldo III que enviara un representante a
negociar un alto el fuego con los alemanes. Así se podría ganar
más o menos el mismo tiempo para proteger a los aliados que
combatiendo, pero ahorrándose un alto coste de vidas humanas. A
las 17:00 el rey accedió.
Los alemanes habían lanzado un fuerte ataque en Ypres por la
mañana, pero a media tarde los británicos lograron contraatacar
manteniéndolos a raya.
Churchill se enteró de la petición de paz del rey Leopoldo III y envió un telegrama al almirante Sir Roger Keyes, que estaba en contacto con el monarca:
Incluso si el ejército belga tiene que deponer las armas, hay 200.000 belgas en edad militar en Francia y muchos más recursos de los que Bélgica tenía en 1914 con los que continuar luchando. Con su decisión el rey está dividiendo la nación y entregándola a la protección de Hitler. Por favor, transmita estas consideraciones al rey y trate de hacerle ver las desastrosas consecuencias para los aliados y para Bélgica de su decisión actual.
El expresidente estadounidense Herbert Hoover pronunció un
discurso por radio en el que argumentaba la necesidad de un
programa de defensa fuerte:
Se pueden dar razones por las que esta guerra no alcanzará las costas estadounidenses. Cualquiera que sea el resultado en Europa, o cualesquiera que sean las intenciones de los señores de la guerra europeos, esto no es el problema que pretendo analizar. Lo que los Estados Unidos necesitan es unas defensas que hagan que ninguna nación europea piense en cruzar estas tres mil millas de océano de ningún modo. Tenemos que asegurarnos de que tales pensamientos peligrosos nunca surgirán en sus mentes. Queremos un cartel de "No pisar la hierba" con un perro feroz bien a la vista.
A las 20:00 el rey Leopoldo III ordenó la retirada de todas las
tropas. A las 22:00 llegó la respuesta alemana: El Führer
exige que las armas sean depuestas incondicionalmente.
Esa noche la Luftwaffe bombardeó Bodø, en Noruega,
destrozando 420 edificios y dejando a unas 5.000 personas sin
hogar. Hubo 12 muertos. Los británicos abandonaron Finneid para
situarse en Fauske, más cerca de
Bodø, para facilitar así la evacuación. Finneid siguió defendido
por un batallón noruego.
Ese día los físicos estadounidenses Edwin McMillan y Philip
Abelson publicaron un artículo titulado El elemento
radiactivo 93, en el que informaban de que habían
sintetizado un nuevo elemento radiactivo más pesado que el uranio,
bombardeando éste con neutrones en el acelerador de partículas de
la universidad de Berkeley, en California. El uranio era hasta
entonces el último elemento conocido de la tabla periódica, y
varios físicos habían afirmado anteriormente haber encontrado el
elemento 93, si bien sus conclusiones habían resultado ser
incorrectas. En su artículo, McMillan y Abelson no propusieron un
nombre para el nuevo elemento, pero poco después propusieron el de
Neptunio, porque Neptuno es el planeta siguiente a Urano en
el Sistema Solar.
Por esas mismas fechas Dale Raymond Corson, Kenneth
Ross MacKenzie y Emilio Segré, también en la
universidad de Berkeley, habían sintetizado el elemento 85, el
penúltimo hueco que quedaba en la tabla periódica (el último era
el correspondiente al elemento 61), en esta caso bombardeando
bismuto con partículas alfa. Si embargo, ni siquiera le dieron
nombre, pues consideraron que sintetizar unos pocos átomos de un
elemento que además era radiactivo y no tardaba en desintegrarse
en otros elementos no podía considerarse el "descubrimiento" de un
nuevo elemento.
A las 23:00 el rey Leopoldo III accedió a rendirse
incondicionalmente y estableció el alto el fuego para las 4:00 del
28 de mayo. A las 6:00 se dirigió a sus
soldados:
Abocados inesperadamente a una guerra de violencia nunca vista, habéis luchado valerosamente para defender vuestra patria paso a paso. Agotados por una lucha ininterrumpida contra un enemigo muy superior en número y material, os habéis visto obligados a rendiros. La Historia narrará que el Ejército cumplió plenamente con su deber. Nuestro honor está a salvo. Esta violenta lucha, estas noches sin dormir, no pueden haber sido en vano. Os exijo que no os sintáis descorazonados, sino que os comportéis con dignidad. Que vuestra actitud y vuestra disciplina continúen para ganaros la estima de los extranjeros. Yo no os abandonaré en vuestro infortunio. Velaré por vuestro futuro y el de vuestras familias. Mañana empezaremos a trabajar con la firme intención de levantar nuestro país de sus ruinas.
La opinión pública internacional se cebó en la rendición del
monarca belga. La prensa británica se refirió a él como "el rey
traidor" o "el rey rata". Un grupo de refugiados belgas en París
puso un cartel en una estatua del rey Alberto I de Bélgica
refiriéndose a su hijo como su "indigno sucesor". Incluso el
gobierno belga, trasladado a Londres la noche anterior, la declaró
inconstitucional. El primer ministro, Hubert Pierlot, pronunció un
discurso por radio en el que dijo:
Dejando de lado el consejo unánime y formal del Gobierno, el rey ha abierto negociaciones por separado y está tratando con el enemigo. Bélgica se quedará estupefacta de que el rey haya roto el vínculo que lo unía a su pueblo... el rey, habiéndose puesto bajo el control del enemigo, no es apto para reinar.
Paul Reynaud también lo acusó de traición en un discurso
radiofónico, pero no dejaba de haber cierta hipocresía en la
reacción aliada (o desconocimiento, en el caso de la opinión
pública en general) dado que la situación de Bélgica era realmente
insostenible (como también la de Francia), y Leopoldo III había
dedicado los últimos esfuerzos de sus tropas a cubrir la retirada
aliada. Una prueba de que los belgas habían resistido hasta el
límite era que de las 80.000 bajas que habían sufrido a lo largo
de toda la guerra, la mitad se concentraba en los tres días
anteriores a la rendición. Otra cosa era que si Bélgica y los
Países Bajos no hubieran permanecido neutrales hasta que no
tuvieron opción, es muy probable que la amenaza nazi hubiera
podido eliminarse con un coste infinitamente menor.
La respuesta oficial del gobierno británico fue mucho más
moderada, en gran parte por la defensa del papel desempeñado por
el ejército belga que Sir Roger Keyes hizo en el Parlamento ese
mismo día.
Aun tras la capitulción belga, los alemanes mataron a otros 9
civiles en Vinkt.
El papa Pío XII escribió cartas al rey Leopoldo III de Bélgica, a
reina Guillermina de los Países Bajos y a la gran duquesa Carlota
de Luxemburgo, en las que les expresaba su solidaridad. Cuando
Mussolini conoció la existencia de estas cartas protestó ante el
Vaticano por haber tomado partido contra aliados italianos. No
obstante, las cartas no hablaban de "invasión" ni condenaban
explícitamente a Alemania. Realmente, el Papa nunca había
condenado abiertamente la invasión de Polonia ni los demás abusos
perpetrados por Alemania o la Unión Soviética, lo cual desencadenó
una polémica en torno a su actuación. Él mismo y sus defensores
arguían que condenar expresamente a estos países podría poner en
peligro a los católicos que vivían en ellos, o en los territorios
invadidos, y al clero en particular, mientras que sus detractores
lo interpretaron como una falta de implicación por parte del
pontífice.
Hacía un par de meses que Viacheslav Mólotov había expresado la
voluntad del gobierno soviético de "mejorar las relaciones con los
Estados Bálticos", que era una forma fina de decir "ocuparlos".
Desde entonces, la prensa soviética no había dejado de criticar al
gobierno de Letonia, y la NKVD organizó una serie de huelgas en
Riga y Liepāja, si bien no logró que cuajara una huelga
general. Ahora el embajador lituano en Moscú recibía una nota de
Mólotov en la que le hablaba de un supuesto secuestro de tres
soldados soviéticos en Vilna, que habían sido torturados para que
revelaran secretos militares, y que uno de ellos había sido
asesinado, mientras que los otros dos habían logrado escapar. El
supuesto asesinado era un desertor soviético que se había
suicidado cuando la policía lituana lo acorraló. No obstante, el
gobierno lituano se apresuró a facilitar la formación de una
comisión conjunta que investigara lo sucedido, pero cuando se
pidió a Moscú información adicional: testimonios, fotografías,
etc. Moscú se negó a tratar más sobre el asunto. Las autoridades
soviéticas afirmaron que Lituania estaba tratando de volcar las
responsabilidades sobre la Unión Soviética.
La rendición de los belgas había creado una brecha de 32 km por
el este en las líneas aliadas que protegían Dunkerque, que los
británicos se apresuraron a cubrir, lo que los obligó a contener a
los alemanes en Nieuwpoort.
Los británicos se estaban retirando con éxito hacia Dunkerque,
pero los franceses, que habían iniciado la retirada desde más
lejos, iban algo rezagados. Un ejército francés quedó acorralado
en Lille. Algunos intentos de abrirse paso hacia el norte
fracasaron. Ese día 17.804 soldados llegaron a Gran Bretaña desde
Dunkerque.
Alrededor de un centenar de soldados británicos se vieron
rodeados en Wormhoudt y se rindieron. Los alemanes los
llevaron a un cobertizo y, por el camino, dispararon a algunos
heridos que no podían seguir la marcha. Cuando los tuvieron dentro
del cobertizo lanzaron varias granadas de mano al interior, que no
causaron muchas bajas gracias a que dos suboficiales, el sargento
Stanley Moore y el sarento mayor Augustus Jennings,
se arrojaron sobre ellas para que sus cuerpos contuvieran el
efecto de la explosión. Entonces los alemanes empezaron a sacarlos
en grupos de cinco para disparar sobre ellos, pero como el
procedimiento era muy lento, terminaron disparando al interior del
cobertizo. Algunos británicos lograron escapar, y otros
sobrevieron pasando por muertos. En total murieron 80 y se
salvaron otros 15.
De Gaulle atacó de nuevo a los alemanes en Abbeville, esta vez
con mucho más éxito. Sus tropas se acercaron por ambos lados del
Somme a una de las cabezas de puente alemanas y terminaron
apoderándose de ella, por lo que parte del ejército alemán tuvo
que retrocecer para no ser rodeado. El resultado fue que el área
de Francia ocupada por los alemanes se redujo en una sexta parte.
De Gaulle hizo más de 400 prisioneros. Al anochecer, ni los mandos
franceses ni los alemanes tenían información clara de la
situación. De haberla tenido, de Gaulle hubiera podido continuar
su ataque, pues su posición era muy ventajosa, y haber logrado un
éxito mucho mayor, pero ordenó detener el ataque hasta el
amanecer, y esto permitió a los alemanes reorganizarse.
A las 23:40, la armada británica inició un bombardeo sobre
Narvik, que fue seguido de un desembarco y un ataque terrestre por
parte de franceses y noruegos desde el norte, mientras los polacos
avanzaban desde el sur. A las 7:00 del 29 de
mayo los alemanes abandonaban la ciudad. La aviación
alemana inició rápidamente una racha de bombardeos.
El austriaco Arthur Seyß-Inquart, que había estado al frente de la Austria ocupada antes de la anexión, se convertía ahora en la máxima autoridad civil en los Países Bajos, con el propio Hitler como su superior inmediato.
Los franceses avanzaron con éxito en Abbeville hasta las 14:00,
cuando solicitaron apoyo aéreo para acallar la artillería alemana,
pero éste no llegó hasta las 20:00. En ese tiempo los alemanes se
reorganizaron y lograron retomar la iniciativa.
Esa noche la flota británica empezó a evacuar el puerto noruego
de Bodø sin que los alemanes lo advirtieran, ayudados por la
niebla, que impedía volar a la Luftwaffe. En Dunkerque
fueron evacuados 47.310 soldados británicos, si bien tres
destructores resultaron hundidos. Por ello al día siguiente, el 30 de mayo, el Almirantazgo ordenó retirar
de Dunkerque todos los destructores modernos y dejar únicamente 18
más antiguos. Pese a ello, la cifra de evacuados aumentó a 53.823
hombres, entre los que se incluían los primeros franceses. Para
entonces todas las tropas británicas y la mitad de las francesas
estaban ya dentro de las líneas de defensa de Dunkerque.
El gobierno británico se planteó la posibilidad de abandonar la
guerra, pero Winston Churchill logró que prevaleciera su criterio
a pesar de los enérgicos argumentos de Chamberlain y Lord Halifax.
El 31 de mayo los alemanes casi habían
atravesado Nieuwpoort, y un batallón británico tuvo que poner
orden disparando sobre algunos soldados que huían y llevando al
frente a otros a punta de bayoneta, pero al final lograron repeler
el asalto alemán. Un bombardeo de la RAF acabó con los
preparativos de un contraataque alemán. En Dunkerque, 68.014
hombres fueron evacuados, entre ellos Lord Gort.
Ese día se rindió el ejército francés que defendía Lille. Casi
40.000 hombres fueron hechos prisioneros, pero habían tenido
ocupados a más de 100.000 soldados franceses, lo que fue vital
para que la evacuación de Dunkerque pudiera prolongarse más días
de los previstos. En total, hasta ese momento se habían evacuado
165.000 hombres. En una reunión en París, Reynaud discutió con
Churchill sobre la disparidad en el número de británicos y
franceses evacuados en Dunkerque.
El frente en Abbeville se mantenía, pero la ofensiva francesa se
había detenido. En tres días, los franceses habían perdido 105
tanques, si bien habían reducido a la mitad de su extensión la
cabeza de puente alemana.
Esa noche terminó la evacuación británica en Bodø. Sólo el 1 de junio los británicos comunicaron al
gobierno noruego su decisión de abandonar completamente el país.
Ese día 64.429 soldados fueron evacuados de Dunkerque. Ya sólo
quedaban 4.000 británicos por evacuar. La aviación alemana hundió
un destructor francés.
La aviación alemana bombardeó Lyon y Marsella. En Marsella hubo
32 civiles muertos y unos 60 heridos.
El 2 de junio los franceses empezaron a retirarse lentamente hacia Dunkerque. Debido a los continuos ataques aéreos, a partir de ese momento sólo se continuó evacuando soldados por la noche. Ese día se transportaron 26.256 franceses.
Por primera vez desde el inicio de la guerra, Hitler pisó
territorio francés y visitó el Memorial Nacional canadiense de
Vimy, un monumento dedicado a las víctimas canadienses de la
Primera Guerra Mundial que la prensa canadiense decía que los
alemanes habían destruido. Las fotos que publicaron los periódicos
alemanes lo desmintieron.
El 3 de junio los alemanes estaban ya
a 3 km de Dunkerque. Mientras tanto, más de un millar de aviones
alemanes salieron con rumbo a París en lo que se llamó la Operación
Paula, que pretendía liquidar la fuerza aérea francesa. Sin
embargo, la inteligencia británica pudo avisar a los franceses con
tiempo suficiente para tomar contramedidas. París fue bombardeado
y los alemanes aseguraron haber destruido 75 aviones franceses en
vuelo y otros 400 en tierra, así como numerosas fábricas. Sin
embargo, los daños materiales fueron muy inferiores. En cambio, el
bombardeo provocó 254 muertos y 652 heridos. Todos los aeropuertos
franceses volverían a estar operativos 48 horas más tarde.
Los aliados empezaron a evacuar Narvik.
Un submarino alemán hundió un carguero finlandés (Snabb)
cerca de la costa atlántica española.
El Tribunal Supremo de los Estados Unidos sentenció que en los
colegios se podía obligar a los alumnos a saludar a la bandera y
prestar el juramento de lealtad sin que pueda alegarse objeción
por motivos religiosos (el caso que se juzgaba era el un testigo
de Jehovah cuyo hijo había sido expulsado de su colegio por
negarse a saludar la bandera y cuya tienda había sido boicoteada
por los vecinos del pueblo —mayoritariamente católicos—, hasta que
tuvo que cerrar por falta de clientes).
Aprovechando la precaria situación de Francia, España ocupó el
territorio de Tánger, que hasta la fecha era considerado
territorio internacional. Ese mismo día Franco escribía a Hitler:
Querido Führer: En el momento en que los ejércitos alemanes bajo su dirección están conduciendo la mayor batalla de la historia a un final victorioso, me gustaría expresarle mi admiración y entusiasmo y el de mi pueblo, que observa con profunda emoción el glorioso curso de la lucha que ellos consideran propia. [...] No necesito asegurarle lo grande que es mi deseo de no permanecer al margen de sus cuitas y lo grande que es para mi satisfacción al presentarle en toda ocasión servicios que usted estima como valiosos.
El 4 de junio una nueva embestida francesa en Abbeville terminó en fracaso, y al final del día los franceses estaban de nuevo en sus posiciones iniciales. Mientras tanto, muchos civiles abandonaban sus hogares por miedo a la llegada de los alemanes. La ciudad de Chartres pasó de 23.000 a 800 habitantes, la de Lille de 200.000 a 20.000, mientras las ciudades del sur, como Burdeos, veían aumentar su población vertiginosamente.
En los últimos días, 75.000 franceses habían sido evacuados de Dunkerque, pero cuando los alemanes alcanzaron el puerto todavía quedaban otros 40.000, que tuvieron que rendirse. En total, habían sido evacuados 338.226 soldados, de los cuales más de 200.000 fueron británicos y el resto franceses, además de unos pocos belgas. Los británicos habían perdido unos 68.000 soldados en Francia, así como una gran cantidad de tanques y otro equipamiento. Cuando planearon la operación, los británicos no pensaban que podrían evacuar a todas sus tropas. Diversos factores contribuyeron al éxito, desde el propio Hitler, que detuvo el avance sobre Dunkerque durante unos días que resultaron decisivos, como los belgas, que contuvieron a los alemanes por el este, como los franceses que resistieron en Lille, así como los que contuvieron el avance alemán hasta el último momento.
Los miles de prisioneros de guerra franceses fueron llevados a
marchas forzadas a campos de concentración en Alemania. El trato
que recibieron durante el trayecto fue brutal. Los franceses
dejaban cántaros con agua en las cunetas de las carreteras para
que los prisioneros pudieran beber, pero los alemanes los volcaban
a patadas.
Ese día Churchill informó de la situación al Parlamento
británico, en el que evitó todo triunfalismo sobre Dunkerque: "Debemos
cuidar mucho de no atribuir a este rescate las características
de una victoria. Las guerras no se ganan con evacuaciones."
La parte final de su alocución fue repetida por un locutor en la
radio esa noche, y su impacto fue enorme:
Tengo la confianza plena de que si todos cumplen con su deber, si no se descuida nada, y si se hace todo lo mejor posible, tal como se está haciendo, demostraremos una vez más que somos capaces de defender nuestra isla, de soportar la tormenta de guerra, y de sobrevivir a la amenaza de la tiranía, si es necesario durante años, si es necesario solos. En cualquier caso, eso es lo que trataremos de hacer. Ésta es la determinación del Gobierno de Su Majestad, cada uno de sus miembros. Ésa es la voluntad del Parlamento y de la nación. El Imperio Británico y la República Francesa, unidos entre sí en su causa y en su necesidad, defenderán hasta la muerte su tierra natal, ayudándose mutuamente como buenos camaradas en la medida de sus fuerzas.
A pesar de que grandes extensiones de Europa y muchos Estados antiguos y famosos han caído o pueden caer en manos de la Gestapo y de todo el odioso aparato del gobierno nazi, nosotros no flaquearemos ni fracasaremos. Seguiremos hasta el final. Lucharemos en Francia, lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con creciente confianza y fuerza creciente en el aire, defenderemos nuestra isla, sea cual sea el coste. Lucharemos en las playas, lucharemos en los campos de desembarco, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas; Nunca nos rendiremos. Y si —aunque no lo creo ni por un momento— esta isla o una gran parte de ella fuera subyugada y sometida al hambre, entonces nuestro Imperio de ultramar, armado y custodiado por la flota británica, asumiría la lucha, hasta que, cuando Dios lo considere oportuno, el Nuevo Mundo, con todo su poder y fortaleza, salga al rescate y la liberación del Viejo.
Se dice que, poco después de pronunciar su discurso, Churchill
murmuró a un amigo: Y lucharemos con culos de botellas rotas,
porque maldita sea si tenemos otra cosa.
Aunque la evacuación de Dunkerque fue una grave negligencia del
ejército alemán, Hitler la presentó ante la opinión pública como
un tremendo éxito. El 5 de junio dijo
en un discurso:
¡Dunkerque ha caído! 40.000 soldados ingleses y franceses son todo lo que queda de los que habían sido grandes ejércitos. Hemos capturado cantidades inconmensurables de material. La mayor batalla de la historia del mundo ha terminado.
A partir de ese día, como era de esperar, las tropas alemanas
empezarona presionar hacia el sur, en dirección a París. La
aviación francesa derribó 40 aparatos alemanes, mientras que sólo
15 aviones propios fueron abatidos. Reynaud nombró a de Gaulle
Subsecretario de Estado para la defensa nacional y la guerra, con
la oposición de Weygand y Petain.
El gobierno británico prohibió las huelgas.
Un submarino alemán hundió un barco de cabotaje británico (Stancor).
El 6 de junio los franceses frenaron
el avance alemán en Oisemont, aunque en Ailette
tuvieron que retroceder. Pese a ello, en dos días los alemanes no
lograron ningún progreso relevante. Habían intentado cruzar el
Aisne, pero Weygand logró impedirlo. En Amiens fueron rechazados
varias veces por la artillería francesa. La situación empezó a
cambiar el 7 de junio, cuando los panzers
destruyeron una división de infantería francesa al sur de Peronne,
a la vez que se rompía el frente en Poix-de-Picardie.
Esa noche un único avión francés logró bombardear Berlín. Dio
unas cuantas vueltas para que pareciera que eran varios aviones y
luego lanzó su carga sobre unas fábricas.
Submarinos alemanes hundieron un mercante armado (HMS
Carinthia) y dos cargueros (Eros y Francis Massey)
británicos en el océano Atlántico.
Los soviéticos habían acusado nuevamente a Lituania del secuestro
de tres de sus soldados, y el ministro de asuntos exteriores se
había ofrecido a viajar a Moscú para tratar el asunto, pero los
soviéticos dijeron que sólo aceptarían como interlocutor al primer
ministro, Antanas Merkys, que ese día llegaba a la capital
soviética para reunirse con Mólotov y escuchar esas y nuevas
acusaciones sin fundamento alguno.
Bob Hope estrenó El castillo maldito, otra comedia de
terror, y una de las muchas películas en las que Anthony Quinn
interpretaba un papel secundario.
Edward G. Robinson estrenó la comedia La tumba de los
gangsters. Sus otras dos películas de ese año fueron
biográficas: La bala mágica del doctor Ehrlich y Una
comunicación de Reuter's. En la primera interpreta al
premio Nobel Paul Ehrlich y en la segunda al empresario Paul
Julius von Reuter. En la comedia intervenía como secundario
Humphrey Bogart.
El rey Haakon VII de Noruega fue evacuado desde Tromsø. Tanto el
rey como su heredero, el príncipe Olaf, se plantearon la
posibilidad de permanecer en Noruega, pero los británicos se lo
desaconsejaron. El príncipe sugirió que él podría quedarse, pero,
dado que su padre tenía ya 68 años, lo persuadieron de que lo
acompañara para evitar los problemas que supondría que el rey
pudiera fallecer mientras él estaba bajo el control de los nazis.
La operación salió cara, pues, ya el 8 de
junio, dos buques de guerra alemanes destruyeron un
portaaviones británico y dos destructores noruegos. Los buques
alemanes iban a participar en la Operación Juno, que
pretendía atacar Harstad para que los aliados tuvieran que desviar
fuerzas desde Narvik, pero al final no hubo ocasión de llevarla a
cabo, pues los alemanes descubrieron finalmente que ambas ciudades
estaban siendo evacuadas el mismo día en que terminó la
evacuación, así que improvisaron un cambio de plan y atacaron a
los barcos escoltaban la evacuación.
Ese día de Gaulle visió a Weyland y, cuando le mostró su voluntad
de seguir luchando, Weyland se rió. Consideraba que Francia estaba
perdida y que, una vez derrotada, los británicos no tardarían en
rendirse. Esperaba que, tras un armisticio, los alemanes le
permitirían conservar un ejército lo suficientemente grande como
para "mantener el orden" en Francia.
El 9 de junio los alemanes cruzaron el
Sena y tomaron Rouen. También lograron establecer varias cabezas
de puente sobre el Aisne.
De Gaulle voló a Londres, donde se entrevistó con Churchill por
primera vez, y le planteó la posibilidad de transportar a medio
millón de franceses hasta las colonias del norte de África, así
como crear un reducto libre en Bretaña.
Un submarino alemán hundió un carguero finlandés (Margareta)
en el océano Atlántico.
En una segunda entrevista con Antanas Merkys, Mólotov acusó al
gobierno lituano de conspirar con Letonia y Estonia para
establecer una alianza militar secreta contraria a los pactos
firmados con la Unión Soviética.
Una multitud de unas 2.500 personas quemó una iglesia de los
testigos de Jehovah en Kennebunkport (Maine), en los
Estados Unidos.
Los alemanes avanzaban también por la costa norte francesa, así
que el 10 de junio los británicos
comenzaron a evacuar desde Le Havre al resto de sus tropas en el
norte del país. Fue la llamada Operación Cycle.
A las 16:30 el conde Ciano presentó al embajador francés en Roma
una declaración de guerra, y a las 16:45 hizo lo propio ante el
embajador británico. Según Ciano, el embajador francés se alarmó
ostensiblemente al recibir la noticia, mientras que el británico
la recibió "sin pestañear".
Sin el apoyo aliado, el ejército noruego no tenía posibilidades
de resistir a los alemanes, así a las 17:00 se firmó la
capitulación.
A las 18:00 Mussolini compareció para declarar que había llevado
al país a la guerra "para rectificar fronteras marítimas". Italia
no estaba preparada para la guerra, pero unos días antes Mussolini
le había dicho al mariscal Pietro Badoglio: Sólo necesito unos
pocos miles de muertos [italianos] para estar en
condiciones de sentarme en la conferencia de paz como un hombre
que ha luchado. Tropas italianas en el África Oriental
Italiana atacaron la frontera del Sudán británico a la vez que la
aviación bombardeaba algunos fuertes. En Gran Bretaña hubo
tumultos en los que se lanzaron piedras contra los comercios
italianos. Esa noche los franceses destruyeron con explosivos las
líneas de comunicación con Italia.
En una reunión del gobierno, de Gaulle, secundado por Reynaud
propuso una defensa a ultranza de París, pero Weygand y Petain
eran partidarios de la rendición, y eran las máximas autoridades
militares, así que finalmente se acordó declarar a París ciudad
abierta, es decir, que anunciar a los alemanes que, si
lograban alcanzarla, no sería defendida, para evitar así que fuera
bombardeada y sufriera daños irreparables. Alrededor de las 23:00
Reynaud y de Gaulle salieron de París hacia Tours.
El 11 de junio el rey Víctor Manuel
III de Italia proclamó a Mussolini como "comandante supremo de
todas las fuerzas armadas en activo en todos los frentes", una
atribución que le correspondía al monarca, según la constitución.
El resto del gobierno francés salió de París hacia Tours. A las
19:00, Churchill y Reynaud, junto con varios miembros de sus
gobiernos respectivos y asesores militares, se reunieron en el castillo
de Muguet, cerca de Briare. Churchill sugirió que
los franceses debían iniciar una guerra de guerrillas contra los
alemanes. Reynaud y de Gaulle se mostraron partidarios de
continuar la guerra desde África o, como sugería de Gaulle, desde
Bretaña, si era posible mantenerla libre, pero Weygand afirmó que
sólo podía garantizar que el frente resistiera un día más. El
espíritu combativo de de Gaulle impresionó a los británicos.
Churchill y de Gaulle concebían la situación a escala mundial,
mientras que Weygand consideraba que la situación era un episodio
más del ciclo de relaciones franco-alemanas que se había iniciado
en 1870, cuando los alemanes invadieron Francia y derrocaron a
Napoleón III. Se acordó trasladar el gobierno a Burdeos, a pesar
de que de Gaulle prefería Quimper, en Bretaña.
Un submarino alemán hundió dos cargueros griegos (Mount
Hymettus y Violando N Goulandris) frente a la costa
atlántica española.
La RAF bombardeó el aeropuerto italiano de El Adem,
en Libia. Unas horas más tarde los italianos bombardeaban la isla
británica de Malta. Hubo diez oleadas ese día, que se prolongaron
en los días siguientes, especialmente sobre los puertos, en un
intento de evitar que la isla fuera aprovisionada.
El 12 de junio, antes del amanecer,
aviones británicos bombardearon Turín y Génova. Mataron a 15
civiles sin producir ningún daño relevante en las industrias
italianas.
Tropas francesas cruzaron la frontera italiana por los Alpes y
protagonizaron una escaramuza con los italianos en el paso
Maddalena. Un soldado italiano resultó muerto y otros dos
quedaron heridos.
La conferencia de Briare terminó sin mucho consenso entre
franceses y británicos, pero Churchill obtuvo al menos el
compromiso de que el gobierno no tomaría ninguna decisión de
rendición sin informar previamente a los británicos. Churchill
prometió que Gran Bretaña restauraría a Francia "en toda su
dignidad y grandeza".
Aviones italianos bombardearon el norte de Túnez.
Rommel llegó a El Havre, pero, en lugar de atacar, retrocedió y
encerró en Saint-Valery-en-Caux a 46.000 soldados
británicos y franceses que se dirigían hacia el puerto para ser
evacuados. 2.137 británicos y 1.184 franceses pudieron ser
embarcados, pero el resto, entre ellos unos 6.000 británicos,
fueron hechos prisioneros. Esa noche más de 11.000 británicos
fueron evacuados desde Le Havre, la totalidad de los presentes.
Submarinos alemanes hundieron tres cargueros británicos (Barbara
Marie, Earlspark y Willowbank) en el
Atlántico.
El 13 de junio, antes de regresar a
Gran Bretaña, Churchill y sus acompañantes mantuvieron otra
reunión con de Gaulle y otros militares franceses en Tours, pero
no se llegó a nada nuevo. La mayor preocupación del primer
ministro británico era que la flota francesa no cayera en manos
alemanas.
Mussolini ofreció a los alemanes enviar una división armada al
frente francés a cambio de artilería, pero su oferta fue
rechazada.
Esa tarde llegó a Burdeos el gobierno francés. Weygand hizo
pública la declaración de París como ciudad abierta. Se prohibía
toda acción bélica contra los alemanes en el interior de la
ciudad. Los alemanes capturaban mientras tanto Saint-Dizier
y Troyes.
Un submarino alemán hundió un mercante armado británico (HMS
Scotstoun) en el Atlántico.
A las 4:26 del 14 de junio la armada francesa bombardeó varios puntos de la costa italiana: unos tanques de petróleo en Vado Ligure, una siderúrgica en Savona y una planta de producción de gas a patir de carbón en Sestri Ponente.
A las 7:30 se firmó un alto el fuego para los alrededores de
París, bajo la amenaza alemana de bombardear la ciudad. Poco
después se retiraban las banderas francesas de las fachadas para
ser sustituidas por banderas con la cruz gamada. Los alemanes
entraron en París sin oposición. Fue una entrada silenciosa, pues
dos millones de parisinos habían huido de la ciudad y todas las
tiendas estaban cerradas. Los que se quedaron pudieron comprobar
que los alemanes se comportaron muy educadamente en todo momento.
Poco después establecieron un toque de queda que prohibía circular
por las calles entre las 21 y las 5 horas. La hora de París se
ajustó a la de Berlín. El empeerador Guillermo II envió un
telegrama a Hitler que decía: Enhorabuena, ha vencido con mis
tropas.
Submarinos alemanes hundieron un mercante británico (Balmoralwood)
y dos griegos (Antonis Georgandis y Moung Myrto) en
el Atlántico.
Ese día se estrenó La hora fatal, dirigida por Frank
Borzage y protagonizada por Margaret Sullavan y James Stewart. Un
drama anti-nazi ambientado en la alemania de 1933, cuando Hitler
ascendió al poder.
En el bosque de Palmiry tuvo lugar la primera matanza relacionada
con la "Operación extraordinaria de pacificación", en la que los
nazis asesinaros a 20 polacos. Al campo de concentración de
Auschwitz llegaron los primeros presos ordinarios: 728 polacos,
principalmente niños, estudiantes y soldados procedentes de la
saturada cárcel de Tarnów.
La Unión Soviética bloqueó los puertos de Estonia y dos
bombarderos derribaron un avión de pasajeros finlandés que
transportaba tres valijas diplomáticas de las embajadas
estadounidenses en Tallin, Riga y Helsinki (las capitales de
Estonia, Letonia y Finlandia). Un diplomático estadounidense
resultó muerto (la autoría soviética no se supo en el momento, por
lo que no hubo reacciones oficiales). Justo antes de la
medianoche, Mólotov presentó un ultimátum al ministro de asuntos
exteriores lituano, que se encontraba en Moscú. Las exigencias
eran:
El plazo terminaba a las diez de la mañana del día siguiente. El
gobierno se reunió urgentemente, aunque todos creían que, fuera
cual fuera la respuesta que dieran, los soviéticos invadirían el
país. No obstante, se equivocaban al pensar que los comunistas
podían actuar con tan poca mala fe. En realidad ya estaban
provocando incidentes en la frontera para que la menor reacción
justificara una invasión. De todos modos, decidieron aceptar el
ultimátum sin la menor protesta. Ya el 15 de
junio, así se lo comunicaron a los soviéticos, junto con
el nombre de un posible nuevo primer ministro, pero al mediodía
llegó un comunicado de Moscú en el que se indicaba que el
candidato propuesto no era aceptable, sino que debía elegirse bajo
la supervisión de un enviado de Mólotov. Así, Merkys continuó como
primer ministro. Más aún, a partr de ese día ejerció también como
presidente de la República de facto, porque Antanas
Smetona delegó en él sus atribuciones y a las 15:00 huyó a
Alemania con su familia, al mismo tiempo que el Ejército Rojo
invadía el país. Rápidamente los soviéticos llegaron a la frontera
con Letonia, mataron a tres guardas fronterizos y a tres civiles y
tomaron otros 10 guardas y 27 civiles como rehenes, que fueron
llevados a la Unión Soviética.
Hasta el momento Alemania había enviado a Francia dos grupos de
ejército: el que entró a través de Bélgica y los Países Bajos y el
que entró por Sedán. Ahora un tercer grupo iniciaba la operación
Tigre, un asalto a la línea Maginot a lo largo del Rin. La
línea Maginot contaba entonces con muy pocos defensores, muy
inferiores en número a las fuerzas invasoras. Ese día los alemanes
tomaron la fortaleza de Verdún, que nunca pudieron tomar en la
Primera Guerra Mundial.
De Gaulle marchó a Rennes para estudiar la viabilidad de
organizar un reducto bretón. Ese mismo día embarcó hacia Gran
Bretaña para negociar la ayuda británica para el transporte de
tropas a África.
Los británicos iniciaron la operación Ariel, para evacuar
todas sus tropas en francia a través de los distintos puertos de
la costa atlántica. Los primeros fueron los de Cherbourg y St
Malo.
Submarinos alemanes hundieron un mercante armado británico (HMS
Andania) cerca de Islandia, y dos cargueros de un convoy que
cruzaba el Atlántico, uno canadiense (Erik Boye) y otro
noruego (Italia).
La aviación italiana bombardeó Córcega, y el 16
de junio se repitió la acción. Tres de los aviones fueron
derribados. Un barco de guerra francés obligó a emerger a un
submarino italiano para luego hundirlo de una embestida.
La opción de rendirse a los alemanes se imponía en los ministros
de Reynaud. Como éste no estaba dispuesto a aceptarla, presentó su
dimisión al presidente Lebrun, que la aceptó y lo sustituyó —a
propuesta del propio Reynaud— por Petain, que formó un gobierno
integrado exclusivamente por partidarios del armisticio. El nuevo
ministro de asuntos exteriores ya se había puesto en contacto el
día anterior con el embajador español para pedirle que se pusiera
en contacto con Berlín para preguntar cuáles serían las
condiciones de una rendición. Todos los aviones en condiciones de
cubrir la distancia necesaria, fueron evacuados a África.
Aristides de Sousa Mendes era cónsul de Portugal en
Burdeos. El año anterior había otorgado un visado a un profesor
austriaco contraviniendo los criterios establecidos por su
gobierno, hacía tres meses había expedido otro para un comunista
español y luego había llegado a falsificar un pasaporte portugués
para un desertor luxemburgués. Ese día emitió 40 visados a
diversos solicitantes.
Siguiendo con la operación Ariel, la flota británica empezó a
evacuar soldados en St. Nazaire y Nantes. La aviación
alemana atacó el puerto, aunque no logró causar daños graves.
Letonia y Estonia recibieron ultimátums similares al que había
recibido Lituania, pero sólo con un plazo de ocho horas. Sin otra
opción, ambos países se rindieron sin lucha. En pocos días, medio
millón de soldados soviéticos entraron en los países bálticos.
Un submarino británico (HMS Grampus) fue hundido cerca de
Sicilia por cuatro torpederos italianos. Un submarino italiano
hundió un petrolero noruego (James Stove) en el mar Rojo.
Un submarino alemán hundio un carguero británico (Wellington
Star) cerca de la costa atlántica española. Una patrullera
francesa hundió un carguero alemán (Königsberg) por la
misma zona.
La policía de Lichfield (Illinois) tuvo que encarcelar a
los 60 testigos de Jehovah del pueblo para protegerlos de sus
vecinos.
A las 3:00 del 17 de junio los
ayudantes de Hitler se encontraron con un dilema. Había llegado la
petición de Petain de negociar la paz, y el problema era si debían
o no despertar al Führer. Al final su ayuda de cámara se
atrevió, y Hitler no se mostró sorprendido. Hacía días que
esperaba la noticia.
Mussolini recibió a su vez a través del Vaticano la oferta de
rendición de Francia, y ese mismo día salió en tren hacia Munich
para entrevistarse con Hitler.
De Gaulle había regresado de Gran Bretaña el día anterior, según
lo previsto, pero se había encontrado por sorpresa con el gobierno
derrotista de Petain, que parecía ansioso de ganarse la confianza
de Hitler. No era descabellado temer por su seguridad, así que,
tras visitar a Reynaud, a las 9:00 voló de nuevo a Gran Bretaña en
un avión británico. No había recibido ninguna orden para emprender
dicho viaje, por lo que técnicamente estaba desertando.
Sobre las 10:00, tres aviones alemanes alcanzaron en Rennes un
tren que transportaba municiones y otros que transportaban
soldados y refugiados. En total murieron unas 800 personas.
La operación Tigre progresaba lentamente, pero progresaba. Las
fortalezas francesas iban cayendo una a una. Por otra parte,
Guderian llegó hasta la frontera suiza desde la retaguardia
francesa, con lo que la línea Maginot quedó aislada del resto de
Francia.
Mientras tanto Aristides de Sousa Mendes empezaba a repartir
visados a cualquiera que se los pidiera, sin hacer preguntas.
Cuando recibió quejas desde Lisboa dijo: Si hay que
desobedecer, prefiero que sea a una orden humana que a una
divina. Enseguida empezó a colaborar con él el diplomático
español Eduardo Propper de Callejón. Había llegado a
Burdeos hacía poco, procedente de París. Allí se encontró con que
el cónsul español había huido de la ciudad, mientras miles de
franceses hacían cola ante el consulado con la esperanza de
conseguir un visado. Propper abrió el consulado y llegó a expedir
en unos días más de 30.000 visados que autorizaban a los
portadores a atravesar España con destino a Portugal.
La huida del presidente lituano dejaba un vacío legal que el primer ministro Merkys solventó anunciando que lo había destituido (aunque no tenía atribuciones constitucionales para ello) y que pasaba a ocupar el cargo. De acuerdo con las exigencias del ultimátum, hizo arrestar a los presuntos responsables del presunto secuestro de los presuntos soldados presuntamente soviéticos y transfirió tanto el cargo de presidente como el de primer ministro a Justas Paleckis, que contaba con el visto bueno de los comunistas lituanos. Unos días más tarde Merkys trataría de huir a Suecia, pero sería arrestado y deportado con su familia a la Unión Soviética. El día de su nombramiento, Pakeckis dio la impresión de no saber muy bien qué hacer, pero al día siguiente ya tenía un programa de gobierno justo a medida de los intereseses soviéticos. Algo similar sucedió en Letonia, donde el presidente Kārlis Ulmanis nombró primer ministro al títere Augusts Kirhenšteins.
A las 15:00 de Gaulle se entrevistaba en Londres con Churchill, y
planearon que el general francés emitiera un mensaje por radio
animando a los franceses a resistir a los alemanes, pero
consideraron oportuno esperar a que Petain anunciara su propósito
de rendirse. Esto se produjo horas más tarde.
Durante la evacuación de St. Nazaire, la aviación alemana
bombardeó al Lancastria, un buque abarrotado de soldados y
civiles que terminó hundiéndose. Los pilotos alemanes vieron que
del barco salían manchas de petróleo y lanzaron bengalas para
incendiarlas, con lo que muchos de los que se habían arrojado al
agua murieron abrasados. Se salvaron unas 2.500 personas, pero más
de 3.500 hombres, mujeres y niños fallecieron. Jamás se habían
perdido tantas vidas en un naufragio de un barco británico.
Churchill ordenó no difundir la noticia. Ese día se inició la
evacuación en el puerto de La Pallice.
Los italianos bombardearon el centro de Marsella, causando 143
muertos y 136 heridos. También atacaron Túnez.
Submarinos alemanes hundieron un barco de pasajeros fancés (Champlain)
y un carguero griego (Elpis) en el Atlántico. Un barco
francés embistió y hundió un submarino italiano (Provana)
frente a la costa de Argelia.
El 18 de junio, los alemanes entraban
en Le Mans, Belfort, Metz y Dijon. 560 alumnos de la escuela de
caballería de Saumur, junto con otros 1.600 soldados de diversa
procedencia, trataron de impedir que unos 40.000 alemanes cruzaran
el Loira. El arrojo de los estudiantes impresionó a los alemanes,
aunque, naturalmente, fueron derrotados.
Mussolini y Hitler se vieron en Munich. El Duce llevaba
una lista del botín de guerra que quería reclamar a los franceses
(quería ocupar Francia hasta el Ródano, apropiarse de la flota
francesa y anexionar a Italia Niza, Córcega y Saboya, pero Hitler
no mostró ningún interés en discutir el asunto. Además, se negó a
que Mussolini participara en las negociaciones de paz con Francia
al lado de Alemania. Debía negociar sus condiciones
independientemente.
A las 3:39 Winston Churchill compareció ante el Parlamento para informar del curso de la guerra. Su discurso terminó así:
Vayan las cosas como vayan en Francia, o con el gobierno francés, o con otro gobierno francés, en esta isla y en el Imperio Británico nunca perderemos nuestro sentido de camaradería con el pueblo francés. Si estamos llamados a sufrir lo que ellos han sufrido, los imitaremos en su valor, y si la victoria final recompensa nuestros esfuerzos, ellos compartirán nuestras ganancias, ya lo creo que sí. Y la libertad les será devuelta a todos ellos. No debemos disminuir un ápice nuestras justas demandas. Checos, polacos, noruegos, neerlandeses, belgas, todos los que han unido sus causas a la nuestra deben ser resarcidos.
Lo que el general Weygand ha llamado la Batalla de Francia ha terminado... la Batalla de Gran Bretaña está a punto de empezar. De esta batalla depende la supervivencia de la civilización cristiana. De ella depende nuestro propio estilo de vida británico, y la continuidad de nuestras instituciones y nuestro imperio. Toda la furia y el poder del enemigo se volverá pronto contra nosotros. Hitler sabe que tendrá que derrotarnos en esta isla o perderá la guerra. Si podemos resistirlo, toda Europa podrá ser liberada y la vida del mundo podrá avanzar hacia amplias y soleadas cimas.
Pero si perdemos, entonces el mundo entero, incluidos los Estados Unidos, incluyendo todo lo que hemos conocido y hemos protegido, se hundirá en el abismo de una nueva edad oscura, que será más siniestra y tal vez más duradera por las luces de la ciencia perversa. Así que consagrémonos a nuestros deberes y comportémonos de tal modo que si el Imperio Británico y su Mancomunidad duran mil años más, la gente pueda decir Ésta fue su mejor hora.
Hitler no se planteó en ningún momento la posibilidad de atacar
Suecia, porque no le hacía ninguna falta. Con la ocupación de
Noruega, Suecia y Finlandia quedaban encerradas entre la Unión
Soviética y el Tercer Reich, así que no tenían más remedio
que colaborar con alguno de los dos. Puesto que el comercio
marítimo sueco quedaba en manos de la marina alemana, Suecia
accedió ese día a firmar un acuerdo por el que permitía el paso de
soldados alemanes desarmados y de material militar por su
territorio.
Tras más de mes y medio de combates, los chinos lograron detener
el ataque japonés en Zaoyang, donde los japoneses tuvieron más de
30.000 bajas, aunque trataron de disimularlas.
Ese día terminó la evacuación en Cherbourg y St Malo. En total,
30.630 hombres en Cherbourg y 21.474 en St. Malo, sin ninguna
pérdida humana ni material. Cuando Rommel entró en la ciudad a las
4.30, no encontró en ella ni un solo británico.
A las 19:00 Charles de Gaulle pronunció un discurso en la BBC en
el que animó a los franceses a no aceptar la capitulación del
gobierno y continuar luchando contra los alemanes:
[...] Esta guerra no se limita al triste territorio de nuestro país. Esta guerra no se decidió en la Batalla de Francia. Esta guerra es una guerra mundial. Todos los errores, todos los retrasos, todas los sufrimientos no impiden que haya, en el universo, todos los medios necesarios para aplastar un día a nuestros enemigos. Aplastados hoy por la fuerza mecánica, podemos vencer en el futuro con una fuerza mecánica superior. El destino del mundo está en juego. [...]
El discurso no tuvo mucha audiencia, y la BBC no se molestó en
grabarlo, pero fue reproducido por varios periódicos franceses.
Frédéric Joliot Curie envió a dos de sus colaboradores a Gran
Bretaña, en parte por su propia seguridad, ya que tenían
ascendencia judía, y en parte para proteger sus descubrimientos
sobre energía nuclear. Además de documentos y su conocimiento de
primera mano de las investigaciones de Curie, llevaron consigo 200
kg de agua pesada.
De Nantes salieron dos convoyes esa noche con destino a Plymouth.
Uno de los barcos, con 2.000 hombres a bordo, fue atacado por un
avión alemán, pero los soldados lograron acertar en la cabina. El
avión rompió las puntas de los mástiles y la antena antes de
estrellarse en el mar ante los gritos de júbilo de los pasajeros.
Submarinos alemanes hundieron un carguero noruego (Altair),
un carguero finlandés (Sarmatia) y dos pesqueros españoles
frente a la costa británica.
El Irgún había llegado a la conclusión que la situación de los
judíos en Europa era mucho peor que en Palestina, así que decretó
un alto el fuego en su batalla particular contra Gran Bretaña, y
se dispuso a ayudar a ésta en la guerra contra los nazis y sus
aliados. Ese día los británicos amnistiaron a varios terroristas,
como Hanoch Kalai.
En Nueva Jersey tuvo lugar una manifestación conjunta del Ku Klux
Klan y la Liga Germanoamericana, una asociación de
estadounidenses de origen alemán que hacía propaganda en favor de
la Alemania nazi. Para estas fechas, el Klan era ya una reliquia
del pasado, que se estaba reduciendo a pequeños grupos sin
conexión entre sí que, no obstante, podían linchar a algún negro
de vez en cuando por tratar de convencer a otros de que votaran, y
cosas así.
Cinco testigos de Johovah fueron apaleados en Rawlins
(Wyoming).
El 19 de junio terminó la evacuación
de Brest, que fue tomada por los alemanes a las 19:00, en cuanto
terminó la evacuación. El cuerpo diplomático británico abandonó
Burdeos, junto con el gobierno polaco en el exilio. Su primer
ministro, Władysław Sikorski, se entrevistó con Churchill y le
prometió el apoyo de las fuerzas polacas hasta la victoria final.
El general ordenó a todas las fuerzas polacas presentes en Francia
que no se rindieran, sino que trataran de huir a Suiza, a Gran
Bretaña o a África.
De Gaulle volvió a hablar por radio en la BBC, y esta vez negó
abiertamente la legitimidad del gobierno de Burdeos, que estaba
dispuesto a negociar la rendición ante Alemania, e instó a las
tropas francesas en el norte de África a no aceptar las órdenes de
Burdeos. El ministerio de asuntos exteriores británico protestó
ante Churchill por estas declaraciones, ya que estaba tratando de
negociar con el gobierno francés aspectos tan delicados como el
futuro de la flota francesa.
De Gaulle telegrafió al general Charles Noguès, que
estaba al mando de las fuerzas francesas en Marruecos,
ofreciéndole servir bajo sus órdenes o cooperar de algún otro
modo. Noguès, aunque estaba decepcionado con el anuncio del
armisticio, no aceptó, e impidió que la prensa del nore de África
publicara un manifiesto de de Gaulle. Éste envió también un
telegrama a Weygand ofreciéndose a servir bajo sus órdenes, pero
Weygand también rechazó la propuesta.
Juan Negrín ofreció a Manuel Azaña una plaza vacante en el barco
que iba a transportarlo a México desde Francia, pero Azaña no pudo
realizar el viaje por razones de salud.
Submarinos alemanes hundieron un carguero griego (Adamandios
Georgandis), dos cargueros británicos (Baron Loundoun
y British Monarch), otro yugoslavo (Labud), otro
noruego (Tudor), un petrolero francés (Brumaire) y
un barco de pasajeros belga (Ville de Namur). Un destructor
italiano hundió un submarino britanico (HMS Orpheus) frente
a la costa de Libia. Torpederos alemanes hundieron otro carguero
británico (Roseburn) en el mar del Norte.
Japón hizo una "petición" al gobernador general de la Indochina
Francesa, Georges Catroux, que en realidad era un
ultimátum, por el que todas las líneas de suministro a China
debían ser cerradas, y que un equipo de inspección formado por 40
hombres bajo la dirección del general Issaku Nishihara se
encargaría de confirmarlo. Catroux recibió informes de que el
ejército y la marina japonesa estaban maniobrando de forma
amenazadora.
El 20 de junio los alemanes tomaron
Lyon, mientras la Luftwaffe bombardeaba Burdeos.
Aristides de Sousa Mendes se había trasladado a Bayona, donde
continuaba expidiendo visados al por mayor. Mientras tanto, la
embajada británica en Lisboa había enviado una queja al ministerio
de Asuntos Exteriores porque el cónsul portugués en Burdeos
(Sousa) había estado retrasando la concesión de visados a
ciudadanos británicos para cobrarles tasas adicionales por
expedirlos en horas extraordinarias.
El presidente letón,
Kārlis Ulmanis, tuvo que aceptar un gobierno designado desde
Moscú. Muchos comunistas tuvieron que ser excarcelados y ese día
organizaron un desfile de acción de gracias en honor a Stalin.
La flota británica evacuó a cuantos hombres pudo en Bayona y
luego zarpó hacia St Jean-de-Luz.
El gobierno francés pidió a Italia iniciar negociaciones de paz.
Tras haber consultado a Burdeos, Catroux aceptó el ultimátum
japonés y en una semana se encargó de que dejaran de circular los
trenes que llevaban a China suministros de parte de los aliados.
Ese día tuvo lugar una de las matanzas en Palmiry mejor
documentadas. Los nazis llevaron al bosque a 358 prisioneros desde
Pawiak, entre los que figuraban políticos, militares,
deportistas, abogados, pintores, escritores, una actriz, etc.
Entre ellos estaba, por ejemplo, Janusz Kusociński,
el ganador de la carrera de 10.000 metros en las olimpiadas de
1932.
Mientras tanto, Hitler aprobaba unas directrices de Himmler por
las que se debía iniciar un proceso de secuestro de niños polacos
para buscar entre ellos descendientes de arios que pudieran ser
germanizados. Se calcula que unos 200.000 niños serían
secuestrados en los años siguientes.
Submarinos alemanes hundieron un carguero griego (Adamantinos),
dos británicos (Empire Conveyor y Otterpool), otro
sueco (Tilia Gorthon) y un petrolero neerlandés (Moordrecht).
Un submarino británico hundió otro italiano (Diamante)
frente a las costas de Libia.
Esa noche el ejército italiano inició un ataque sobre la frontera
francesa en los Alpes, pero los franceses lo rechazaron fácilmente
a pesar de su inferioridad numérica.
Reginal Victor Jones era un joven doctor en física de 29
años a quien el gobierno británico había encargado el estudio de
la tecnología alemana. Analizando los restos de un bombardero
alemán derribado, se percató de que lo que en principio era un
sensor de señales electromagnéticas diseñado para como ayuda para
el aterrizaje era mucho más sensible de lo necesario para tal
función. Jones conjeturó que así podía ser empleado como ayuda
para localizar los objetivos de los bombardeos. En efecto, se
trataba del sistema que los alemanes llamaban Knickebein
(el nombre de un cuervo mágico de la mitología alemana), por el
que dos antenas emitían señales desde dos puntos distintos
marcando dos líneas que se cruzaban en el objetivo del bombardeo.
El sensor en el avion detectaba la intersección de ambas líneas y
así le indicaba al piloto cuándo debía lanzar las bombas. Jones
mencionó esta posibilidad a Churchill, quien ordenó que se
investigara. Muchos eran escépticos sobre que algo así pudiera
funcionar, pero el 21 de junio, Jones
logró convencer a los responsables necesarios de la RAF de que
permitieran despegar un avión equipado con un receptor
estadounidense de radioaficionado que habían comprado en una
tienda de Londres, con instrucciones de detectar impulsos
electromagnéticos. Al cabo de un rato, el avión encontró un haz de
impulsos que procedía de Cléveris, y más tarde se encontró el
segundo haz procedente de Stollberg. La intersección de
ambos haces se encontraba sobre la fábrica de motores de la Rolls-Royce
en Derby.
Jones recibió una copia del Informe Oslo, el informe
anónimo que había sido recibido en la embajada de Oslo el año
anterior. En general, había sido recibido con escepticismo, porque
era "demasiado bueno para ser verdad", pero Jones consideró que, a
pesar de algunas inexactitudes, los detalles técnicos eran
correctos. En un informe al respecto escribió:
Una revisión cuidadosa de todo el informe deja solo dos posibles conclusiones: (1) que ha sido enviado para persuadirnos que los alemanes están tan avanzados como nosotros o (2) que la fuente es genuinamente desafecta al régimen alemán y deseaba decirnos todo lo que sabía. La precisión general de la información, la entrega gratuita de la espoleta y el hecho de que la fuente no haya hecho ningún esfuerzo, hasta donde se conoce, por explotar el asunto, junto con el subsecuente curso de la guerra y nuestro reciente conocimiento del Knickebein, pesa fuertemente a favor de la segunda conclusión. Parece, entonces, que la fuente es confiable y manifiestamente competente.
La opinión de Jones fue decisiva, y el informe fue estudiado a
fondo, y se convirtió en una fuente valiosísima de información
para el diseño de contramedidas ante los avences tecnológicos
alemanes.
Italia lanzó un ataque contra la frontera francesa en los Alpes
bajo la dirección del príncipe Humberto de Saboya, el heredero del
rey Víctor Manuel III. Un total de 32 divisiones con 80.000
hombres penetraron unos kilómetros en territorio francés. La
aviación italiana bombardeó un destructor francés, pero no dio en
el blanco.
Hitler había elegido un lugar muy significativo para llevar a
cabo las negociaciones de paz con Francia: El bosque de Compiègne,
donde se había firmado el armisticio que puso fin a la Primera
Guerra Mundial. William Shirer, un periodista
estadounidense, relató así el momento en que Hitler vio el
monumento conmemorativo (en el que se mostraba un águila imperial
alemana atravesada por una gran espada):
[...] Vi detenerse al Führer, lo vi mirar al monumento... Entonces leyó la inscripción en el gran bloque de granito en el centro del claro: "Aquí, el 11 de noviembre de 1918, sucumbió el orgullo criminal del Imperio Alemán... derrotado por los pueblos libres que había tratado de esclavizar." Busqué la expresión de la cara de Hitler. Estoy a menos de 50 metros de él y lo veo a través de mis gafas como si estuviera ante mí. He visto esa cara muchas veces en los grandes momentos de su vida, ¡pero hoy...! Está ardiendo de desprecio, de ira, de odio, de venganza, de triunfo. Se aleja del monumento y se esfuerza por hacer de su gesto una obra maestra del desprecio. Vuelve a mirarlo despectivo, irritado... de repente, como si su cara no estuviera expresando completamente sus sentimientos, puso su cuerpo entero en armonía con su estado de ánimo. Rápidamente pone las manos en las caderas, arquea los hombros y separa sus pies en un magnífico gesto de desafío, de ardiente desprecio.
El vagón de tren que fue usado en su momento para las
negociacioes había sido sacado de un museo para situarlo en el
mismo lugar donde había estado situado en 1918. Sobre las 3:15,
Hitler se sentó en la misma silla en que se había sentado el
mariscal Foch, y después de escuchar la lectura del preámbulo, se
levantó y se marchó para expresar su desprecio hacia los
negociadores franceses. Las negociaciones las dirigió en su lugar
el mariscal Wilhelm Keitel.
Konstantin Päts tuvo que nombrar primer ministro de Estonia al
comunista Johannes Vares. En Tallin hubo cierta
resistencia al cambio de gobierno, que dio lugar a dos muertos
estonios y 10 soviéticos. En los días siguientes, Päts tuvo que
firmar una serie de decretos que incluían una nueva ley electoral
de candidaturas únicas (la única forma en que los comunistas
podían ganar unas elecciones).
El rey Carlos II de Rumanía, después de haber contemplado con
horror la alianza germano-soviética, se encontraba ahora con el
hundimiento de los aliados, por los que había apostado para
resistir las presiones de sus vecinos. Puestos a buscar un nuevo
amparo, consideró que el menos malo era la Italia fascista, así
que el partido único, el Frente de Renacimiento Nacional, que
teóricamente era fascista, pero en la práctica era un simple
refugio para políticos corruptos, fue reconvertido en un nuevo
partido con auténtica vocación fascista, con el nombre de Partido
de la Nación.
Jean-Paul Sartre servía como meteorólogo en el ejército francés,
cuando fue capturado por los alemanes en Padoux. Fue
trasladado a un campo de detención en Alemania, en el que convivió
con otros 25.000 prisioneros.
Submarinos alemanes hundieron un carguero neerlandés (Berenice),
un mercante armado británico (HMS Cape Howe), un carguero
finlandés (Hilda), otro belga (Luxembourg) y dos
petroleros británicos (San Fernando y Yarraville).
El 22 de junio los alemanes entraron
en La Rochelle, pero todas las instalaciones portuarias habían
sido voladas. Los italianos tomaron Mentón, pero allí los
franceses detuvieron su avance. La armada francesa bombardeó Cagliari
(en Cerdeña) y Trapani (en Sicilia), donde murieron 20
civiles.
A las 6:36 se firmó el armisticio
entre Francia y Alemania. Como incluso algún general alemán se
permitió observar, era menos duro que el armisticio que Alemania
tuvo que firmar al término de la Primera Guerra Mundial. El
acuerdo establecía que Alsacia y Lorena se reincorporaban a
Alemania, toda la costa atlántica quedaba bajo la administración
militar alemana, otra amplia zona permanecería bajo ocupación
alemana y la mitad sur del país, salvo la costa atlántica, sería
la "zona libre", administrada directamente por el gobierno
francés. El ejército francés en la zona libre quedaba reducido a
10.000 hombres, sin artillería pesada o aviación de guerra. El
imperio colonial francés quedaba bajo la administración directa
del gobierno francés. Francia debería sufragar los gastos de
mantenimiento del ejército de ocupación, estimados en 400 millones
de francos al día. Los refugiados huidos de Alemania o Austria
debían ser entregados a las autoridades alemanas. Además, Francia
no debía entregar su flota, pero sus barcos debían acudir a sus
puertos habituales de amarre en tiempos de paz. El alto el fuego
entraría en vigor tres días más tarde.
Las razones de tanta "generosidad" por parte de Hitler eran, por
una parte, que su objetivo prioritario era poner condiciones que
los franceses pudieran aceptar para abandonar la guerra, y así
poder volverse contra una Gran Bretaña aislada. La ocupación
parcial fomentaba la impresión de que el armisticio era algo
provisional: muchos franceses entendieron que Alemania se
reservaba el control de los puertos franceses como forma de
debilitar a Gran Bretaña, y que los alemanes se retirarían en
cuanto los británicos se rindieran. Por eso mismo no se dio gran
importancia a otra cláusula que decía que los prisioneros de
guerra franceses continuarían retenidos hasta que se firmara un
tratado de paz, es decir —se suponía— hasta la rendición de Gran
Bretaña, que no tardaría mucho en producirse. Las colonias
quedaban en manos del gobierno de Francés para evitar que cuajara
la idea de de Gaulle de continuar la guerra desde ellas.
Similarmente, Hitler permitió que Francia conservara su flota
porque de otro modo hubiera sido muy difícil impedir que los
barcos zarparan y se unieran a los británicos antes que entregarse
a los alemanes.
Hitler estaba eufórico. Había calculado que alrededor de un millón de alemanes morirían en la conquista de Francia y, sin embargo, ésta se había realizado en el breve lapso de seis semanas con tan sólo 27.000 muertos, 18.400 desaparecidos y 111.000 heridos, apenas un tercio de las bajas alemanas en la batalla de Verdun, en la Primera Guerra Mundial. Por su parte, Francia contaba entonces 92.000 muertos y más de 200.000 heridos.
A las 20:00 de Gaulle habló nuevamente por radio para denunciar
el armisticio. Esta vez, su audiencia en Francia fue mucho mayor:
El honor, el sentido común, y el interés del país requieren que todos los franceses libres, donde quiera que estén, continúen luchando como mejor puedan. [...] Es, pues, necesario reunir la mayor fuerza francesa posible allí donde sea posible. Todo lo que pueda reunirse mediante elementos militares y todos los elementos potenciales para la producción de armamento deben ser organizados allí donde existan. Yo, el general de Gaulle, estoy asumiendo esta tarea nacional aquí, en Inglaterra. Yo convoco a todos los franceses en servicio en tierra, mar y en las fuerzas aéreas, convoco a los ingenieros francedes y a los trabajadores cualificados de la industria armamentística que estén en territorio británico o tengan los medios de llegar hasta aquí para que vengan y se unan a mí.
Los japoneses presentaron más exigencias a Georges Catroux. La
frontera China debía ser cerrada completamente, y se debía dar
acceso a la armada japonesa al puerto chino de Guangzhouwan,
a la sazón bajo administración francesa.
Submarinos alemanes hundieron dos cargueros (Crux y Randsfjord)
y un petrolero (Eli Knudsen) noruegos, otro francés
(Monique) y un carguero griego (Neion). Un submarino
italiano hundió un carguero sueco (Elgo) ante la costa de
Túnez.
En Parco (Wyoming) un testigo de Jehovah fue embreado y
emplumado. En total, se informó de que unos 1.500 testigos de
Jehovah habían sido agredidos en más de 300 localidades
estadounidenses. Cuando un periodista preguntó a un sheriff
por qué estaban echando a los testigos de la ciudad, su respuesta
fue: Son traidores, lo ha dicho el Tribunal Supremo, ¿no se ha
enterado? Numerosos editoriales condenaron la decisión del
Tribunal Supremo que había desencadenado esta persecución hacia
los testigos de Jehovah. La propia Eleanor Roosevelt hizo un
llamamiento público a la calma.
El 23 de junio aviones italianos que
pretendían bombardear la artillería francesa en Cap Martin,
se equivocaron y bombardearon la artillería italiana en Capo
Mortola, a 10 km de distancia. Más éxito tuvieron
bombardeando la base británica de Alejandría, en Egipto. Por su
parte, los franceses bombardearon Palermo, dejando 25 muertos
civiles.
Hitler viajó en tren a París, donde visitó la Torre Eiffel, el
Arco de Triunfo, y la tumba de Napoleón.
A las 15:00 una delegación francesa llegó a Roma a bordo de tres
aviones alemanes, con el propósito de negociar la paz. La primera
reunión tuvo lugar a las 19:30. Después de que los italianos
expusieran sus exigencias, los franceses pidieron un aplazamiento
para consultar a su gobierno, así que la reunión se aplazó hasta
el día siguiente. Después de haber conocido las exigencias
alemanas, Mussolini había rebajado considerablemente las suyas,
pero Hitler le indicó que las exigencias italianas le parecían muy
suaves. Furioso, el Duce trató de endurecerlas, pero sus
asesores lo convencieron de que ya era demasiado tarde para eso.
El gobierno de Burdeos declaró retirado al general de Gaulle, con
rango de coronel. El gobierno británico denunció el armisticio
como un incumplimiento del acuerdo anglofrancés firmado en marzo,
y anunció que ya no consideraba al gobierno de Burdeos como el de
un Estado independiente. También mencionó el plan de establecer un
Comité Nacional Francés en el exilio, aunque sin nombrar a
de Gaulle.
António de Oliveira Salazar destituyó a Aristides de Sousa
Mendes, pero el cónsul siguió repartiendo visados a todos los que
se encontraba camino a Hendaya. Cuando estuvo de vuelta en Lisboa,
fue sancionado con una reducción de su sueldo a la mitad durante
un año, algo meramente simbólico, pues se le podría haber juzgado
por falsificación de documentos y por otros delitos que nunca
fueron investigados.
Destructores británicos hundieron un submarino italiano (Torricelli)
en el mar Rojo.
En Moscú Prokófiev pudo estrenar finalmente su ópera Semyon
Kotko. Tuvo un gran éxito, más por su contenido
propagandístico prosoviético que por la calidad de la música.
A las 2:00 del 24 de junio se inició
la operación Collar, por la que 115 militares británicos
divididos en cuatro grupos desembarcaron en cuatro playas
francesas en Pas-de-Calais. Tenían 80 minutos para realizar un
reconocimiento de la costa, y capturar prisioneros alemanes que
pudieran facilitar información. Sin embargo, los soldados estaban
mal entrenados y mal equipados, y todo lo que "lograron" fue matar
a dos centinelas alemanes.
A las 19:15 se firmó el armisticio francoitaliano, que entraría
en vigor poco después de la medianoche, al mismo tiempo que el
armisticio francoalemán. Incluía el establecimiento de una zona
desmilitarizada de una profundidad de 50 km en el lado francés de
la frontera alpina. La zona de ocupación italiana se reducía al
territorio conquistado por los italianos: menos de un millar de
kilómetros cuadrados alrededor de Menton.
Un submarino alemán hundió un carguero panameño (Cathrine)
cerca de Irlanda. Torpederos alemanes hundieron un petrolero (Albuera)
y un barco de cabotaje británico (Kingfisher). Un buque de
guerra británico embistió y hundió un submarino italiano (Galvani)
en el golfo de Omán.
En los Estados Unidos era año de elecciones presidenciales, y ese
día se reunió en Filadelfia la convención del Partido Republicano
para elegir a su candidato. La elección iba a ser disputada,
porque había tres candidatos fuertes y apenas 300 de los 1.000
delegados se había pronunciado en favor de alguno de ellos. De
hecho, los dos más carismáticos eran abiertamente aislacionistas,
es decir, que se oponían rotundamente a que los Estados Unidos se
involucraran en la guerra europea. Hasta antes de la caída de
Francia, el aislacionismo podría haber triunfado en unas
elecciones presidenciales, pero ahora la opinión pública mostraba
cada vez más simpatías hacia Gran Bretaña. En estas
circunstancias, muchos presagiaban que de la convención saldría un
candidato inesperado. La convención republicana fue la primera
transmitida en directo por la televisión estadounidense.
El gobierno tailandés seguía promulgando "mandatos culturales"
destinados a modernizar el país. Ese año promulgó un decreto que
instaba a la población a ejercer un trabajo estable, otro que
reformaba el himno nacional (abreviándolo y cambiando la palabra
Siam por Tailandia) y otro que instaba a la población a aprender a
leer y escribir el tailandés, y a enseñar a quienes no supieran.
El 25 de junio Hitler se dirigió a la
nación alemana, elogiando al ejército por su victoria y ordenando
que todas las banderas fueran expuestas durante diez días y que
las campanas de las iglesias tocaran durante una semana. A los
soldados alemanes se les proporcionó libros con vocabulario y
frases básicas en inglés.
Aunque el ejército francés tenía órdenes de deponer las armas, y
así lo hizo en la mayor parte de los casos, varias fortalezas de
la línea Maginot se negaron a deponer las armas. A las 14:00
terminó oficialmente la operación Ariel. Un total de 191.870
militares y más de 30.000 civiles habían sido evacuados. No
obstante, la flota británica siguió llevando a cabo evacuaciones
de forma extraoficial en los puertos del Mediterráneo, aunque con
mucha mayor dificultad, dado que ahora la Luftwaffe volaba
sin restricciones sobre el cielo francés.
Un submarino alemán hundió un petrolero (Saranac) y un
carguero (Windsorwood) de un convoy británico en el
Atlántico.
Hitler ordenó destruir el monumento conmemorativo de Compiègne.
Sólo quedó en pie la estatua del mariscal Foch, que Hitler quiso
conservar para que "contemplara" la devastación del monumento. El
vagón donde se firmó la capitulación alemana en 1918 y la francesa
en 1940 fue llevado a Alemania como botín de guerra.
Cuatro años atrás, la princesa Juliana de los Países
Bajos, que entonces tenía 27 años, se había casado con el conde Bernardo
Leopoldo Federico Eberhard Julio Kurt Carlos Godofredo Pedro de
Lippe-Biesterfeld, de 25. Había pertenecido al partido nazi
y había mantenido unas relaciones formales con Hitler, aunque éste
en cierta ocasión lo había calificado en privado de "completo
idiota". Sin embargo, con su matrimonio había cambiado
drásticamente su lealtad. Durante la invasión de los Países Bajos,
metralleta en mano, había organizado a los guardias del palacio
real para que dispararan a los aviones alemanes. Luego había huido
a Gran Bretaña con la familia real y había solicitado el ingreso
en los servicios de inteligencia británicos, cosa que no fue
posible porque un alemán de pasado nazi hubiera desentonado un
poco allí. Ese día habló en una emisión internacional de la BBC
refiriéndose a Hitler como el tirano alemán y expresando su
confianza en que Gran Bretaña derrotaría al Tercer Reich.
En vista del poco éxito que Vidkun Quisling estaba teniendo como
títere nazi en Noruega, el comisario Terboven lo obligó a dimitir
de la presidencia de su partido y lo envió a Alemania.
El rey Carlos II de Rumanía llegó a un acuerdo con, Horia
Sima, uno de los líderes más radicales de la Guardia de
Hierro, que fue invitada a unirse al Partido de la Nación.
Las autoridades soviéticas constataron que algunos trabajadores
cometían adrede faltas que conllevaban el despido para optar así a
otro trabajo más apetecible, así que el 26 de
junio se promulgó una nueva ley por la que las sanciones
por absentismo laboral dejaban de ser civiles y pasaban a ser
penales. El trabajador que faltara injustificadamente 20 minutos a
sus obligaciones ya no sería despedido, sino encarcelado de dos a
cuatro meses, y durante seis meses se le reduciría el salario en
un 25%, pero luego tendría que volver a ocupar su puesto de
trabajo. Quedaba prohibido que un trabajador renunciara a su
trabajo. Sólo podía ser trasladado a otro por decisión de los
gerentes o por causas mayores que los incapacitaran para seguir
ejerciéndolo. Ya de paso, se incrementaba la jornada laboral, para
que los trabajadores pudieran disfrutar más tiempo de las ventajas
del comunismo. Los salarios, desde 1928 hasta el momento, habían
disminuido en términos reales un 50%, las huelgas estaban
prohibidas...
Pero Stalin consideraba que no tenía todavía bastantes
trabajadores a los que amargar la vida, así que el ultimátum de la
semana fue para el embajador rumano en Moscú, al que se le exigió
la cesión de Besarabia y el norte de Bukovina. El 27 de junio los rumanos propusieron
negociar, pero Mólotov explicó que las alternativas eran la cesión
o la guerra, y planteó un segundo ultimátum. El rey Carlos II se
reunió con su primer ministro, Gheorghe Tătărescu, y con el
ministro de asuntos exteriores, y luego con los embajadores
italiano y alemán. El rey les expresó su deseo de no ceder ante la
Unión Soviética, pero los embajadores lo instaron a replantear su
actitud "en nombre de la paz" (Alemania e Italia querían una
Rumanía estable que les proporcionara petróleo y otros recursos,
no una Rumanía en guerra.)
El ejército alemán completó la ocupación de Francia llegando a la
frontera española. Gran Bretaña anunció un bloqueo a toda la costa
Europea, desde la francesa hasta la noruega.
El parlamento noruego escribió una carta al rey Haakon VII
pidiéndole que abdicara.
Un submarino alemán hundió un petrolero neerlandés (Leticia)
y un carguero noruego (Lenda). Un destructor italiano
hundió el submarino británico HMS Orpheus.
El 28 de junio Rumanía accedió a las
exigencias soviéticas, y el Ejército Rojo inició inmediatamente la
ocupación. Naturalmente, cualquier rumano mínimamente informado
hubiera elegido vivir en el infierno antes que en la URSS si le
hubieran dado a elegir, así que casi 70.000 personas abandonaron
sus hogares para trasladarse a la parte no cedida del país.
Churchill había tratado en vano de ponerse en contacto con las
autoridades francesas del norte de África, así que reconoció a
Charles de Gaulle como el líder de la Francia Libre, con la
esperanza de que él pudiera tener más éxito, aunque siguió
manteniendo contactos con el gobierno de Burdeos.
Tras seis votaciones, los republicanos estadounidenses eligieron
como candidato a Wendell Wilkie, un antiguo demócrata, que
incluso había votado por Roosevelt en la convención demócrata de
1932 y que era partidario declarado de ayudar a los aliados. Por
lo demás, no tenía apenas experiencia política, pero era muy
popular. Las gradas de la convención estaban llenas de seguidores
que gritaban "¡Queremos a Wilkie!" En las votaciones
sucesivas había ido ganando cada vez más apoyos hasta lograr la
victoria.
El archipiélago de las islas del Canal se encuentra cerca de la
costa francesa, pero es una dependencia británica. Ese día las dos
islas principales, Jersey y Guernsey, sufrieron bombardeos por
parte de la aviación alemana y contaron 42 muertos. En ejército
británico había abandonado las islas hacía ya unos días, pero los
alemanes no lo sabían.
El gobernador italiano de Libia, Italo Balbo, murió
cuando el avión en que viajaba fue abatido por por una batería
antiaérea. Como cabía esperar, dada la eficiencia que estaba
demostrando el ejército italiano, la batería era italiana, que
confundió su avión con un bombardero británico porque llegó a Tobruk
poco después de un bombardeo. El hecho de que el avión estuviera
aterrizando no hizo sospechar a los artilleros. Hubo rumores de
que Mussolini había ordenado matarlo, pero no, fue pura ineptitud.
Balbo fue reemplazado por Rodolfo Graziani.
Siete cruceros británicos escoltaban a tres convoyes que viajaban
de Malta y de Creta hacia Alejandría. En el camino se encontraron
con un covoy italiano que se dirigía hacia Tobruk escoltado por
tres destructures. A las 18:30 los británicos dispararon contra
los barcos italianos, que emprendieron la huida. Viendo que no
podían dejar atrás a los británicos, uno de los destructores (el Espero)
se detuvo para permitir que los otros dos escaparan. Lanzó una
cortina de humo y emprendió maniobras evasivas, pero finalmente
fue hundido. Eso sí, los británicos emplearon para ello una
cantidad exorbitada de munición, que obligó a posponer por dos
semanas el envío de varios convoyes, hasta que pudo recibirse más
munición. Los destructores británicos acabaron también con un
submarino italiano (Argonauta), y la aviación hundió dos de
los cargueros (Anfitrite y Maria).
Unos días antes, Sir Miles Lampson había instado al rey Faruq I
de Egipto a destituir al primer ministro Ali Maher Pasha, porque
simpatizaba abiertamente con el Eje, y que nombrara en su lugar a
Nahas Pasha. El rey accedió a lo primero, pero se negó a nombrar a
Nahas Pasha alegando que "tenía muchos proyectos bolcheviques". En
su lugar nombró a Hassan Sabry Pasha, al que Lampson
consideró aceptable.
El 29 de junio el gobierno francés se
trasladó de Burdeos (en la Francia ocupada) a Clermont-Ferrand,
más o menos al centro del país, en la zona libre, naturalmente.
Ese día llegó a Hanói la comisión de inspección que Japón había
impuesto a los franceses.
Submarinos alemanes hundieron un mercante armado (HMS Edgehill)
y un carguero británico (Empire Toucan). Dos submarinos
italianos resultaron hundidos en el Mediterráneo, uno (Uebi
Scebeli) por destructores británicos y otro (Rubino)
por la aviación.
El presidente de Estonia Konstantin Päts fue puesto en arresto
domiciliario. El 30 de junio el
ministro de asuntos exteriores lituano visitó a Mólotov en Moscú,
quien le dijo abiertamente estas estremecedoras palabras:
Debería usted fijarse en la realidad y comprender que en el futuro las naciones pequeñas tendrán que desaparecer. Su Lituania, junto con las otras naciones del Báltico, incluyendo Finlandia, tendrán que unirse a la gloriosa familia de la Unión Soviética. Así que ustedes deberían empezar a familiarizar a su pueblo con el sistema soviético, que en el futuro reinará en todas partes, a lo largo de toda Europa, en algunos sitios se pondrá en práctica antes, como en las naciones del Báltico, y en otros más tarde.
Los soviéticos habían completado la ocupación de Besarabia y, ya
de paso, sin mediar explicación alguna, invadió también la región
de Hertza, que formaba parte del territorio rumano más
antiguo.
Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Belmoira),
otro griego (Frangoula B Goulandris) y otro estonio (Merkur).
Otros hundieron además un carguero británico (Avelona Star)
y otro griego (Georgios Kyriakides).
Para entonces los seguidores de Charles de Gaulle no podía
decirse que fueran muchos: tres coroneles, una docena de
capitanes, un jurista, tres batallones de legionarios que habían
aceptado quedarse en Gran Bretaña (la mayoría de los evacuados
habían decidido regresar a Francia) y una secretaria. El pequeño
archipiélago de las Nuevas Hébridas era la única colonia francesa
que lo había reconocido. No obstante, ese día recibió la adhesión
del almirante Émile Muselier, a quien el 1 de julio (a falta de más alternativas) de
Gaulle nombró comandante en jefe de las Fuerzas Navales de la
Francia Libre y, provisionalmente, también de su fuerza aérea. Ese
mismo día Muselier hizo un llamamiento a marineros y pilotos. Ese
mismo día de Gaulle creó una red de espionaje y sabotaje que no
tardó en establecer redes clandestinas en Francia.
Los alemanes estaban preparando una invasión de las islas del
Canal, hasta que finalmente se convencieron de que estaban
desmilitarizadas, por lo que fueron ocupadas sin violencia. No
tenían más valor estratégico que el propagandístico, pues ahora
los alemanes podían decir que habían ocupado territorio británico.
Submarinos alemanes hundieron dos barcos de un convoy británico
en el Atlántico.
Aviones italianos bombardearon Palestina.
El "Gobierno del Pueblo" de Lituania disolvió el parlamento y
anunció unas elecciones para formar un "Parlamento del Pueblo".
Antoine de Saint Exupéry marchó a Nueva York con la intención de promover la entrada en la guerra de los Estados Unidos.
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