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VICTORIAS EN ÁFRICA
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El 1 de octubre de 1942 un comando compuesto por 60 soldados australianos atacó una base japonesa en Mubo (Nueva Guinea) y mató a unos 50 japoneses.

Submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses (Tosei Maru y Yomei Maru) ante las costas de Japón. Otro submarino torpedeó un barco de transporte de tropas japonés (Lisbon Maru) cerca de la costa china, sin saber que en él viajaban, además de 700 soldados japoneses, unos 1.800 prisioneros de guerra británicos, capturados tras la caída de Hong Kong. Viajaban en condiciones inhumanas, hacinados, sin apenas oxígeno, y muchos sufrían disentería. Los soldados japoneses abandonaron la nave, pero cerraron las escotillas dejando encerrados a los prisioneros mientras el barco se escoraba.

Dragaminas rumanos hundieron un submarino soviético en el mar Negro.

Tras un largo periodo de estancamiento se dio por concluida la batalla de Rzhev. El lugar había hecho honor a su nombre de "la picadora de carne", pues allí habían muerto más de 300.000 soldados soviéticos, frente a unos 70.000 alemanes. Los soviéticos apenas habían ganado unos palmos de terreno.

Un grupo de chetniks acompañados de soldados italianos llegaron a la aldea croata de Gata. Los chetniks se encontraron primero con un grupo de mujeres que transportaban leche y les abrieron la garganta con cuchillos. Luego rodearon la aldea e iniciaron una carnicería, en la que mataron desde un niño de nueve meses hasta una anciana de 87 años, 96 personas en total, mediante técnicas como la consabida de arrojar al aire niños de un año para ensartarlos con las bayonetas.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Empire Tennyson) y otro neerlandés (Achilles) en el Atlántico.

Patrullas australianas en Nueva Guinea descubrieron que los japoneses habían abandonado Ioribaiwa, y el 2 de octubre se lanzaron en su persecución hacia el norte.

Mientras tanto el Lisbon Maru seguía hundiéndose lentamente, y los prisioneros lograron romper algunas de las escotillas, pero al lugar habían acudido otros barcos japoneses desde los cuales los soldados ametrallaban a los que llegaban a la cubierta, y también a los que lograban saltar al agua. Luego, al parecer, se olvidaron de que eran japoneses y emperzaron a ayudar a los náufragos, e incluso permitieron que algunos pescadores chinos hicieran otro tanto. En total murieron unos 800 prisioneros.

Los británicos capturaron Anstirabe, en Madagascar.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la Guayana Francesa. Otro submarino alemán hundió un carguero panameño (Aneroid) cerca de la Guayana Británica, y un tercero hundió un carguero estadounidense (Alcoa Transport) cerca de la isla Trinidad.

El 3 de octubre un submarino japonés pudo evacuar algunos enfermos de la isla Goodenough, a la vez que proporcionó suministros para el resto (275 soldados, la mayoría enfermos de malaria). Otro submarino hundió un carguero soviético (Mikoyan) en el golfo de Bengala. Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Kinkai Maru) cerca de la costa de Japón.

Wernher von Braun trabajaba al frente de un equipo de ingenieros en un laboratorio secreto en Peenemünde, en la costa báltica alemana. Tras tres ensayos fallidos, el ese día logró un gran éxito al lanzar un cohete propulsado por combustible líquido que alcanzó una altura de más de 85 km, lo que hoy se consideran los límites de la atmósfera terrestre.

Ese día abrió sus puertas la Hollywood Canteen, un club para soldados en servicio organizado por Bette Davis con la ayuda de Cary Grant y la Warner Bros, en el que cualquier hombre o mujer de uniforme podía comer y beber gratis, y disfrutar de espectáculos a cargo de estrellas de Hollywood.

En Arkansas se abrió un nuevo "Centro de reubicación" de japoneses estadounidenses.

Esa noche un comando formado por 12 agentes especiales británicos desembarcó en la isla de Sark, perteneciente a las llamadas Islas del Canal, cerca de la costa francesa, en el canal de la Mancha. Sin ser descubiertos, entraron en la casa de una aldeana, que les informó de que había unos 20 alemanes en un hotel cercano. Ya el 4 de octubre, un guarda en la puerta del hotel fue pasado a cuchillo silenciosamente y luego encontraron cinco alemanes en el interior (ningún oficial) que fueron sacados a la calle. La mayoría iba en pijama, pero a uno lo encontraron desnudo y no le permitieron vestirse. Les ataron las manos para reducir el número de hombres necesarios para custodiarlos y volvieron al hotel por más. El prisionero que estaba desnudo salió corriendo y chillando, y los otros empezaron a revolverse. Tres intentaron huir (no está claro si se habían desatado las manos o no) y dos de ellos fueron abatidos. El que quedaba accedió a ser llevado a Gran Bretaña sin oponer resistencia. Aunque otros alemanes fueron alertados, los británicos lograron escapar sin bajas.

Un submarino estadounidense hundió un carguero jappnés (Setsuyo Maru) cerca de las costas de Japón.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Caribstar) en la desembocadura del Orinoco.

Un submarino japonés hundió un petrolero estadounidense (Camden) cerca de la costa de Oregón.

El 5 de octubre aviones británicos y estadounidenses hundieron tres submarinos alemanes, dos al suroeste de Groenlandia y otro entre Groenlandia e Islandia. Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (William A. McKenney) cerca de Venezuela.

Los chetniks, en colaboración con el ejército italiano, dieron comienzo a la operación alfa, para acabar con los dos brigadas de partisanos en Croacia. Convergieron hacia la zona desde tres puntos distintos, llevando consigo tanques y artillería.

En París fue fusilado Pierre Rebière.

Tras la huelga de actores que había tenido lugar en Noruega el mes de mayo, el teatro Trøndelag, en la ciudad de Trondheim, había venido programando obras con sátiras, a veces subliminales, a veces explícitas, contra las autoridades nazis. Su director, el actor Henry Gleditsch, habia recibido ya varias advertencias hasta que, finalmente, con motivo de algunas revueltas en Mahavatn y sabotajes organizados por la resistencia noruega en Glomfjord y Malm, el 6 de octubre fue declarada la ley marcial y los nazis aprovecharon para arrestar al Gleditsch y ejecutarlo ese mismo día, junto con otras ocho personas. El estado de emergencia duró seis días y 34 personas fueron ejecutados en total. El teatro Trøndelag fue "nazificado" y el público lo sometió entonces al mismo boicot que afectaba ya a los demás teatros.

Los partisanos croatas estimaron que se les venían encima entre 1.200 y 1.500 soldados italianos y entre 3.000 y 3.500 chetniks, mientras que ellos eran unos 300, así que huyeron antes de que llegaran preguntando por ellos.

Un avión estadounidense hundió un submarino japonés en el mar del Coral. Otro submarino hundió un petrolero estadounidense (Larry Doheny) cerca de la costa de Oregón.

El 7 de octubre los marines estadounidenses en Guadalcanal volvieron a atacar a los japoneses en dirección al río Matanikau. Unos 200 soldados japoneses fueron acorralados contra el río en su orilla oriental, cerca de la desembocadura. Otras fuerzas trataron de acudir en su ayuda, pero la artillería estadounidense les impidió cruzar el río.

Submarinos estadounidenses hundieron un barco de transporte de tropas japonés (Maninoue Maru) cerca de Rabaul y un carguero (Senkai Maru) cerca de Nueva Guinea. Un submarino japonés hundió un carguero británico (Manon) cerca de la India.

En Noruega se ordenó el arresto de todos los judíos varones de más de 14 años en la región de Trondheim.

La propaganda alemana había difundido la noticia de que dos de los alemanes capturados por los británicos en Sark habían sido asesinados con las manos atadas. También se dijo que otro tanto había sucedido en Dieppe. Ese día Hitler incluyó una nota en el parte diario a la Wehrmacht:

En el futuro, todas las tropas terroristas y de sabotaje, británicas y de sus cómplices, que no actúen como soldados, sino como bandidos, serán tratados como tales por las tropas alemanes y serán eliminados sin piedad durante el combate, dondequiera que se presenten.

Los italianos bombardearon la ciudad croata de Prozor por tierra y por aire en busca de partisanos.

Submarinos alemanes hundieron tres cargueros británicos (Ilse, Jessie Maersk y Sheafwater) de un convoy en el mar del Norte, otro (Andalucia Star) cerca de Liberia y otro más (Boringia), y otro estadounidense (Chickasaw City) y otro panameño (firethorn) cerca de Ciudad del Cabo.

El 8 de octubre algunos marines lograron cruzar a la orilla occidental del Matanikau sin que los japoneses lo advirtieran. Por otra parte, unos 150 japoneses supervivientes de la bolsa que había quedado aislada en la orilla oriental trataron de cruzar también y pillaron desprevenidos a dos pelotones estadounidenses, que no esperaban verse atacados desde la orilla oriental. Se produjo un combate cuerpo a cuerpo en el que murieron 12 marines y 59 japoneses. Los japoneses que sobrevivieron lograron cruzar el río y llegar a territorio amigo.

En Nueva Guinea, los australianos que perseguían a los japoneses tomaron contacto con ellos por primera vez en una escaramuza al sur de Myola.

El Armia Krajova (Ejército Nacional) era la principal organización de resistencia polaca, y en las primeras horas del día ocho grupos de cinco miembros cada uno llevaron a cabo la operación Wieniec (guirnalda), que consistió en volar distintas vías férreas y paralizaron así el tráfico ferroviario en los alrededores de Varsovia durante casi 12 horas. Para evitar represalias, trataron de aparentar que los responsables habían sido guerrilleros soviéticos llegados al país por aire.

Los italianos y los chetniks entraron en Prozor. Mihailović dio instrucciones a sus comandantes en la zona de que se centraran en acabar con los partisanos comunistas tratando de ganarse, en la medida de lo posible, el favor del resto de croatas y musulmanes. También afirmó que, cuando hubieran acabado con los comunistas sería el momento de liquidar a la ustacha.

Una radio alemana anunció que los hombres capturados en Dieppe el pasado mes de agosto habían sido esposados como respuesta a que los comandos que habían atacado Sark habían maniatado a los alemanes que habían capturado. El Ministerio de Guerra británico respondió que los prisioneros de guerra capturados en Dieppe no habían sido maniatados y que si los alemanes no desataban a sus prisioneros, los prisioneros de guerra alemanes retenidos en Canadá serian a su vez encadenados.

Un submarino británico hundió un carguero italiano (Lupa) ante la costa de Túnez.

Ese día se estrenó Los tigres voladores, protagonizada por John Wayne, que trata sobre una unidad de pilotos voluntarios que había luchado en China antes de la entrada de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. Era una película de propaganda con escaso rigor histórico, pero que fue un éxito de crítica y de taquilla tanto por su argumento, como por sus escenas de acción, como por sus efectos especiales. Wayne estrenaría un total de siete películas ese año. Además de Piratas del caribe, producida por la Paramount, estrenó el western Indomable y el drama Odio y pasión con la Universal, ambas junto a Marlene Dietrich y Randolph Scott, y otras tres con una productora (Republic Pictures) que hasta entonces se había especializado en películas del oeste, como Dama por una noche o En la vieja California, pero que ahora había encontrado un filón en las películas bélicas, como la propia Los tigres voladores, y también Reunión en Francia, cuya trama está relacionada con la resistencia francesa.

Submarinos alemanes hundieron cargueros británicos (City of Athens, Clan Mactavish y Sarthe), otro estadounidense (Swiftsure), otro neerlandés (Gaasterkerk) y dos griegos (Pantelis y Koumoundouros) cerca de la costa Atlántica sudafricana. Uno de los submarinos resultó hundido por un destructor británico. Otro carguero británico (Corbis) fue hundido en la costa índica sudafricana. Otro más (Glendene) ante la costa de Liberia y un carguero estadounidense (John Carter Rose) en el Caribe.

El 9 de octubre los estadounidenses atacaron a los japoneses en la orilla occidental del Matanikau y atraparon una bolsa en la que la artillería causó muchas bajas. Otro grupo fue atrapado en un barranco y fue prácticamente exterminado. Por la noche los estadounidenses se retiraron a la orilla oriental del río. En total, los marines habían matado unos 700 japoneses, frente a unas bajas de 65 estadounidenses.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Hachimanzan Maru) cerca de la costa japonesa.

Stalin suprimió los comisarios políticos en el Ejército Rojo. Los oficiales recuperaban así el mando militar pleno.

Viena fue clasificada como judenfrei.

Submarinos británicos hundieron un carguero italiano (Alga) y un petrolero alemán (Kreta) en el Mediterráneo. La aviación hundió otro carguero italiano (Dandolo).

Los submarinos alemanes que operaban en la costa africana hundieron dos cargueros estadounidenses (Coloradan y Examelia) otro belga (Belgian Fighter) y otro británico (Oronsay). En otros puntos resultaron hundidos un carguero canadiense (Carolus), otro británico (Pennington Court) y otro neerlandés (Flensburg).

El 10 de octubre los australianos recuperaron Myola sin encontrar resistencia y continuaron avanzando. Un total de 1.882 australianos perseguían a 986 japoneses. Durante los días siguientes se produjeron una serie de enfrentamientos entre Myola y Templeton's Crossing.

Un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Tonan Maru) cerca de Nueva Guinea.

Hitler había tenido que admitir que sus ejércitos no podrían hacerse con los pozos petrolíferos del Cáucaso antes del invierno, por lo que había decidido que si no podían ser suyos no serían de nadie, y había dado órdenes a la Luwtwaffe de que atacara  Grozny. Los bombardeos provocaron columnas de humo que se elevaron hasta más de 5 km de altura. Tres cargueros (Balajlava, Kamisi y Lepse) y un destructor soviético (Komitern) resultaron hundidos por la aviación alemana. Un submarino soviético hundió un carguero rumano (Carpati) en el mar Negro.

Un submarino británico hundió un carguero italiano (Enrichetta) cerca de la costa griega.

Submarinos alemanes hundieron un barco británico de pasajeros y otro de transporte de tropas (Duchess of Atholl y HMT Orcades) cerca de la costa africana.

En un campo de prisioneros en Bowmanville (Canadá), un grupo de prisioneros de guerra alemanes, la mayoría oficiales de alta graduación, se amotinaron ante el anuncio de que 100 de ellos iban a ser esposados en correspondencia con el trato de los alemanes estaban dando a los comandos capturados en Diepe. Unos 400 amotinados se atrincheraron en una sala de ocio armados con palos, barras metálicas y otras armas de fabricación propia. Los guardias no intervinieron a la espera de refuerzos.

A las 8:00 del 11 de octubre un convoy japonés formado por dos portahidroaviones y seis destructores bajo el mando del contraalmirante Takatsugu Jōjima zarpó de las islas Shortland, situadas en la parte septentrional del archipiélago de las islas Salomón, para llevar tropas y otros suministros a Guadalcanal. A las 14:00 zarpó otra flota formada por tres cruceros y dos destructores bajo el mando del contraalmirante Aritomo Gotō con la misión de bombardear el campo de aviación estadounidense en Guadalcanal. Mientras tanto el campo recibía dos oleadas sucesivas de aviones japoneses procedentes de Rabaul. Una primera formada por 17 Zeros seguida de otra con 30 Zeros y 45 bombarderos. El resultado fue de un bombardero derribado, junto a dos cazas estadounidenses, pero, por lo demás, los ataques apenas causaron daño alguno. A las 14:45 aviones estadounidenses avistaron el convoy de Jōjima, pero no el de Gotō, que le seguía.

Los japoneses ignoraban que unos días atrás había zarpado de Nueva Caledonia un convoy con 2.837 marines estadounidenses rumbo a Guadalcanal, y que una flota formada por cuatro cruceros y cinco destructores bajo el mando del contraalmirante Norman Scott estaba apostada junto a la isla de Rennell, al sur del archipiélago de las Salomón, para escoltar el convoy cuando se acercara a Guadalcanal. Al recibir el aviso, Scott se dirigió a interceptar la flota japonesa. Zarpó a las 16:07, con lo que calculaba que el encuentro con la flota enemiga se produciría al anochecer. Hasta entonces, los estadounidenses no habían ganado a los japoneses ninguna batalla nocturna.

A las 22:00 la flota de Scott se encontraba al noroeste de Guadalcanal. A las 22:30 Jōjima informaba a Gotō por radio de que no había naves estadounidenses en la zona. A las 22:33, las inexistentes naves estadounidenses adoptaron la posición de batalla. A las 23:30 los radares detectaron a la flota japonesa a unos 25 km. Los japoneses no disponían de radar, así que siguieron sin advertir la presencia enemiga. Sin embargo, debido a un error al interpretar una orden de Scott, los barcos estadounidenses no estaban donde Scott creía, y éste llegó a la conclusión de que los barcos detectados por el radar eran los de su propia flota, cuando en realidad eran los de Gotō. Similarmente, cuando los japoneses pudieron avistar la flota de Scott, a las 23:43, Gotō creyó que se trataba de la flota de Jōjima. El puro azar hizo que la flota de Scott "cruzara la T", es decir, que estuviera situada perpendicularmente al avance de la flota enemiga, que es la posición más ventajosa posible para un combate naval. A las 23: 45 la distancia entre ambas flotas era de 4.5 km y los vigías japoneses aseguraron que los barcos que veían eran estadounidenses, pero Gotō se mostró escéptico. A las 23:46 uno de los cruceros solicitó permiso para atacar y también fue un malentendido la respuesta afirmativa de Scott. El caso es que el crucero abrió fuego y todos los demás barcos hicieron lo mismo, incluso el barco en el que se encontraba Scott, para sorpresa de éste, casi tanta como la de Gotō. Todo el fuego alcanzó al Aoba, que iba a la cabeza de la flota japonesa y que fue alcanzado por unos 40 proyectiles que dañaron sus sistemas de comunicaciones, inutilizaron dos torretas de artillería y su sistema director de tiro principal. Varios proyectiles de grueso calibre atravesaron el puente de mando sin estallar, pero a su paso mataron a varios hombres e hirieron mortalmente a Gotō.

Mientras tanto, Scott seguía sin estar seguro de no estar atacando a sus propios barcos y a las 23:47 ordenó un alto el fuego que no todos sus barcos acataron. Luego ordenó a unos de sus barcos que hiciera señales de identificación y, al comprobar dónde estaba, a las 23:51 ordenó que se reanudara el ataque. El Aroba viró para eludir el fuego y esto expuso al barco siguiente, el crucero Furutaka. A las 23:49 fueron alcanzados sus tubos lanzatorpedos y se desencadenó en él un gran incendio que permitió afinar la puntería a los barcos estadounidenses. Mientras tanto fue localizado el destructor Fubuki a 1.3 km y, tras una andanada de artillería, empezó a hundirse. Los dos barcos restantes, el Kinugasa y el Hatsuyuki, habían virado en sentido contrario y no habían sido avistados. Durante el combate dos destructores estadounidenses, el Farenholt y el Duncan, resultaron dañados y se pusieron a resguardo tras los otros barcos.

Un carguero italiano (Una) fue hundido por un submarino británico cerca de la isla de Capri, en la costa italiana.

Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Agapenor y Waterton) y uno panameño (El Lago) en el Atlántico. Un submarino japonés hundió otro soviético cerca de la costa del Estado de Washington en el Pacífico.

A las 0:10 del 12 de octubre, mientras la flota estadounidense perseguía a la flota japonesa del contraalmirante Gotō (que no tardaría en morir), dos proyectiles del Kinugasa provocaron una explosión en el crucero Boise, que mató a casi 100 hombres y desató un incendio, pero también abrió una vía de agua que lo extinguió antes de que pudiera alcanzar la santabárbara. El Boise se retiró y el Kinugasa continuó combatiendo contra otros barcos hasta que a las 00:20 la flota japonesa escapó completamente del alcance de la estadounidense y cesó el combate. A las 2:28 se hundió el Furutaka, con lo que el balance total fue de un crucero y un destructor hundidos, mientras que la única pérdida estadounidense fue el destructor Duncan, que se había hundido poco antes que el Furutaka. Mientras tenía lugar la batalla, la flota de Jōjima había cumplido su misión de desembarcar los soldados y el material bélico que transportaba y, durante el regreso, se había enterado de lo que había sucedido y había enviado cuatro destructores, el Shirayuki, el Murakumo, el Asagumo y el Natsugumo para ayudar al Kinugasa y al Furutaka. Pero al amanecer empezaron a llegar aviones estadounidenses que, en varios ataques sucesivos, acabaron hundiendo al Murakumo y al Natsugumo, con lo que las pérdidas totales de los japoneses fueron de tres destructores y un crucero hundidos (más otro dañado), unos 400 muertos y 111 prisioneros. Los estadounidenses contaron 163 muertos.

Las fuerzas japonesas en las islas Salomón estaban bajo el mando del general Harukichi Hyakutake, que llevaba un tiempo proyectando un ataque terrestre a las posiciones estadounidenses en Guadalcanal, pero desde el momento en que los estadounidenses habían expulsado a los japoneses del margen oriental del río Matanikau, consideró que era necesario atacar por dos frentes, para lo cual ordenó que 7.000 hombres bajo el mando del teniente general Masao Maruyama marcharan por la selva hasta situarse al sur de las posiciones enemigas. Ese mismo día una compañía de ingenieros empezó a abrir un sendero que fue conocido como la carretera Maruyama.

La Luftwaffe bombardeó de nuevo los pozos petrolíferos de Grozny, en el Cáucaso. Sin embargo, los pozos principales eran los de Baku, que estaban fuera del radio de alcance de la aviación alemana.

Policías alemanes y auxiliares ucranianos rodearon el gueto de la ciudad ucraniana de Mizocz, poblado por unos 1.700 judíos, con el propósito de liquidarlo. Los judíos se rebelaron y se produjo un estado de confusión en el que aproximadamente la mitad pudo escapar.

Patrulleras finlandesas hundieron un submarino soviético en el golfo de Finlandia.

La policía irlandesa arrestó a Hugh McAteer, uno de los principales cabecillas del IRA, que fue condenado a 15 años de cárcel por traición.

Un submarino alemán fue hundido mediante carguas de profundidad por un avión británico al suroeste de Islandia. Otros submarinos hundieron un carguero estadounidense (Steel Scientist) y otro británico (Stornest) en el Atlántico.

Una vez llegaron refuerzos al campo de Bowmanville, los canadienses, armados con peligrosos bates de béisbol, entraron en la sala donde se habían parapetado los amotinados. Tras varias horas de lucha cuerpo a cuerpo, los canadienses empezaron a sospechar que los bates no eran lo más apropiado y pasaron a usar mangueras de agua y gases lacrimógenos, hasta que los amotinados se rindieron. No obstante se produjeron algunos incidentes aislados: a un guardia le fracturaron el cráneo con un tarro de mermelada, un prisionero agarró a un guardia y otro le disparó dos tiros desde una torreta de vigilancia, aunque no lo mató. Otro prisionero fue herido por una bayoneta, pero sobrevivió. Finalmente 126 prisioneros fueron trasladados a otro campo.

El 13 de octubre llegó con éxito a Guadalcanal el convoy estadounidense que Scott tenía que proteger. Al mismo tiempo, otro convoy japonés salió de las islas Shortland hacia Guadalcanal. Constaba de seis cargueros escoltados por ocho destructores y transportaba 4.500 soldados, una compañía de tanques y diversos suministros adicionales. Al mismo tiempo, dos buques de guerra, Kongō y Haruna, salieron de Truk escoltados por un crucero y nueve destructores con la misión de bombardear el aeropuerto estadounidense.

Esa noche, un submarino japonés se presentó de nuevo en la isla Goodenough, pero un avión aliado lanzó una bengala y el submarino se marchó rápidamente.

Los siete miembros del comando británico que habían sido capturados en Glomfjord el mes anterior fueron llevados a la Oficina Central de Seguridad del Reich, controlada por las SS, y allí fueron interrogados uno a uno.

Submainos británicos hundieron un petrolero alemán (Languste) y un carguero italiano (Loreto) en el Mediterráneo. En el segundo estaban siendo transportados 130 prisioneros indios que murieron en el naufragio.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Ashworth) y dos noruegos (Fagersten y Senta) del convoy SC 104 en el Atlántico Norte. Otro hundió un carguero británico (Empire Nomad) cerca de la costa sudafricana.

A la 1:33 del 14 de octubre y durante 1 hora y 23 minutos, el Kongō y el Haruna bombardearon el aeropuerto estadounidense de Guadalcanal dañando gravemente sus dos pistas, incendiando casi todos los depósitos de combustible y destruyendo 48 de los 90 aviones presentes. Murieron 41 hombres, entre ellos 6 pilotos. Después la flota japonesa regresó a Truk. A pesar de que los daños fueron graves, el personal del aeropuerto pudo poner en servicio una de las pistas en pocas horas y no tardaron en llegar 37 aviones para reemplazar los que se habían perdido. Ese mismo día pudieron despegar dos oleadas de aviones que atacaron al convoy japonés que se dirigía a la isla, pero no causaron daños graves. A medianoche el convoy llegó a Tassafaronga, en Guadalcanal, y empezó a descargar, mientras cruceros japoneses bombardeaban de nuevo el aeropuerto estadounidense, pero esta vez sin causar daños graves.

Submarinos estadounidenses hundieron tres cargueros japoneses (Shunko Maru, Sumiyoshi Maru y Takusei Maru) en el Pacífico. La aviación estadounidense hundió además tres transportes (Azumasan Maru, Kyusu Maru y Sasago Maru).

Un ataque masivo en Stalingrado permitió a los alemanes llegar hasta el Volga y dividir en dos un ejército soviético, retenido en una franja de 1 km de grosor en la orilla occidental del Volga. La Luftwaffe arrojó ese día 550 toneladas de bombas.  La aviación soviética sólo estaba en condiciones de realizar vuelos nocturnos, que no hacían mella en las líneas enemigas.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Jacobus Fritzen) cerca de la costa sueca. Otro resultó hundido por la aviación finlandesa en el golfo de Finlandia. Un tercer submarino se hundió en el mar Negro tras haber impactado con una mina.

El crucero alemán Komet había regresado a Alemania tras una exitosa campaña por el océano Índico, y recientemente había vuelto a zarpar, pero fue descubierto cuando trataba de atravesar el canal de la Mancha y terminó hundido por torpederas británicas.

Los alemanes lograron sofocar la revuelta del gueto de Mizocz. Los supervivientes, así como los huidos que habían podido ser capturados (alrededor de un millar en total) fueron llevados a un barranco aislado y asesinados uno a uno. El procedimiento era el "habitual" en estos casos: las víctimas eran obligadas a desnudarse, luego eran llevadas en grupos de cuatro o cinco, obligadas a tumbarse sobre los cadáveres de las víctimas anteriores y allí recibían un tiro en la nuca. Naturalmente, entre las víctimas había mujeres y niños.

Por esas fechas se promulgó una orden por la que cada empresa belga debía seleccionar al 10% de sus trabajadores para marchar forzosamente a Alemania, a trabajar en condiciones de semiesclavitud.

Ese día se constituyó el Ejército Insurgente Ucraniano, la rama militar de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, cuyo objetivo era conseguir la independencia de Ucrania, lo cual significaba expulsar del país a soviéticos y alemanes y, ya de paso, también a polacos y a cualquier otra etnia que no fuera propiamente ucraniana. En teoría, su líder era Stepán Bandera, pero seguía preso en Sachsenhausen, con lo que poco podía dirigir.

Torpederas alemanas hundieron un carguero británico (Georges Balfour) en el mar de Norte.

Submarinos alemanes hundieron cinco barcos más del convoy SC 104, uno estadounidense (Susana), dos británicos (Empire Mersey y Southern Empress), uno griego (Nellie) y otro yugoslavo (Nikolina Matkovic). Pero el ataque más destacado de ese día se había producido a las primeras horas de la mañana, cuando un submarino alemán torpedeó un transbordador canadiense (SS Caribou) en el Golfo de San Lorenzo. Murieron 57 militares, 49 civiles y 31 tripulantes, incluyendo el capitán del barco y sus dos hijos.

El 15 de octubre la aviación estadounidense de Guadalcanal atacó al convoy japonés que estaba desembarcando en Tassafaronga y destruyó tres cargueros. A medianoche el resto del convoy zarpó después de haber descargado todo el personal y unos dos tercios de los suministros. Cruceros japoneses volvieron a bombardear el aeropuerto estadounidense, pero tampoco lograron gran cosa. La aviación japonesa hundió un destructor estadounidense (USS Meredith). Murieron 180 de sus 261 tripulantes.

Los ocho pilotos estadounidenses que habían sido capturados en China por los japoneses tras la operación Doolittle hacía ya medio año habían sido juzgados en Tokio, acusados de haber ametrallado a civiles. Fue un juicio de los "prácticos", en el que no se permitió ninguna forma de defensa a los acusados para no prolongar el trámite innecesariamente ni se consideró necesario que la acusación aburriera al tribunal presentando pruebas concluyentes de los delitos juzgados. Sí se respetó, no obstante, lo esencial del asunto, a saber, que todos los acusados fueran condenados a muerte. Sin embargo, el primer ministro, Hideki Tojo, se opuso a tal medida porque los estadounidenses podrían tomar represalias sobre los prisioneros japoneses. El emperador Hirohito zanjó la cuestión conmutando la pena de cinco de los acusados por la de cadena perpetua. Los otros tres fueron fusilados ese día. El presidente Roosevelt calificó a los japoneses de bárbaros y depravados (se ignora por qué escogió adjetivos pensados —en principio— para calificar a seres humanos).

Para esa fecha los alemanes ya habían aniquilado la bolsa de soldados soviéticos que habían formado en Volkhov y habían recuperado todo el terreno que habían ganado los soviéticos salvo una pequeña cabeza de puente cerca de Moskovkaya Dubrovka, en el frente de Leningrado. De los 190.000 hombres que los soviéticos habían destinado a la operación, unos 40.000 habían muerto o habían sido capturados, y otros 73.000 estaban heridos o enfermos. Los alemanes habían sufrido unas 26.000 bajas.

Los nazis no habían identificado a los responsables de la operación Wieniec, pero eso no era algo especialmente relevante para ellos. Ese día ejecutaron como respuesta a 39 presos de la cárcel de Pawiak y ahorcaron en público a otros 50.

Ese mismo día liquidaron el gueto de Brześć. Unos 16.000 judíos fueron sacados del gueto para su "reubicación" en unas zanjas excavadas en las afueras de la ciudad. Unos pocos cientos (débiles, policías, personal médico, niños del orfanato y los ancianos de una residencia) fueron "reubicados" allí mismo. Unos pocos centenares lograron esconderse, y luego fueron rastreados por policías polacos, bielorrusos o ucranianos. Cuando los encontraban, o bien les disparaban en el acto, o bien los encarcelaban, y finalmente fueron enviados en tren al campo de Baranowicze.

En Vilna, los judíos no aptos para el trabajo habían sido segregados a un "gueto pequeño" que por esas fechas era también liquidado. En el "gueto grande" quedaban unos 20.000 judíos, de los cuales unos 8.000 estaban en la clandestinidad.

Los chetniks aplicaron estrategias no muy diferentes cuando asesinaron entre 500 y 2.500 croatas y musulmanes (incluyendo ancianos, mujeres y niños) por haber albergado y ayudado a partisanos. Varios pueblos de los alrededores de Prozor fueron incendiados.

Tras una serie de pequeños "ataques molestos" esporádicos, esa noche Colonia fue bombardeada por 289 aviones británicos.

La escolta del convoy SC 104 mantuvo a raya a los submarinos alemanes, e incluso un destructor llegó a hundir uno de ellos, aunque a su vez resultó gravemente dañado. Un submarino alemán hundió un carguero británico (Newton Pine) de otro convoy.

El 16 de octubre las tropas del teniente general Maruyama empezaron a recorrer la "carretera Maruyama" según el plan previsto para tomar el aeropuerto estadounidense en Guadalcanal.

En Nueva Guinea los japoneses detuvieron el avance australiano en Templeton's Crossing.

Robert Daniel Murphy era el cónsul estadounidense en Argel, y había estado tanteando a los oficiales franceses para tratar de determinar cuáles apoyarían la Operación Antorcha, el proyecto de invasión de Marruecos y Argelia. En general, sus conclusiones fueron muy positivas, y había llegado a entenderse con varios oficiales, entre ellos el general Charles Mast, el comandante en jefe de las fuerzas francesas en Argel. Sin embargo, estos oficiales, antes de confirmar su apoyo definitivo, pidieron una entrevista secreta con oficial estadounidense de alta graduación. Por ello el teniente general Eisenhower reunió en Londres a cinco miembros de su equipo y, tras haberles informado de todo esto, organizó la Operación Mástil (en inglés Flagpole, porque Mast significa mástil en francés), por la que los presentes, encabezados por el mayor Mark Wayne Clark, formarían la delegación secreta que se entrevistaría con Mast en Argelia. Por otra parte, a través de la resistencia francesa, los aliados también habían entrado en contacto en Francia con el general Henri Giraud (entonces bajo arresto domiciliario en Toulon). Éste, a pesar de ciertas reticencias iniciales, había aceptado cooperar con la Operación Antorcha a condición de que sólo participaran en ella tropas estadounidenses (no británicas ni de la Francia libre, pues muchos militares franceses estaban resentidos con los británicos y con De Gaulle desde el ataque a Mers-el-Kébir) y de que él mismo u otro oficial francés estaría al mando de la operación. Giraud también autorizó al general Mast como representante suyo en Argelia.

La escolta del convoy SC 104 logró hundir un submarino alemán y dañar gravemente a otro. A partir de esa noche el convoy quedó dentro del radio de alcance de la aviación británica y así pudo llegar hasta su destino en Liverpool sin sufrir más ataques. En otros puntos del Atlántico, submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Primrose Hill) y otro noruego (Trafalgar).

En Nueva York se estrenó el ballet Rodeo, de Aaron Copland.

Hacía ya trece años que el dibujante Paul Houlton Terry había fundado su propia empresa de animación, Terrytoons, y ahora estrenaba un cortometraje con un personaje que durante un tiempo pasó desapercibido, pero que finalmente se convertiría en una de sus creaciones más famosas, una parodia de Superman llamada Súper Ratón.

El 17 de octubre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Holland Maru) ante las costas japonesas. La aviación estadounidense hundió un destructor japonés (Oboro) cerca de Alaska.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire Chaucer) cerca de la costa sudafricana.

Por esas fechas un médico alemán llamado Sigmund Rascher presentaba en un congreso en Nuremberg dos ponencias tituladas Prevención y tratamiento de la congelación y Calentamiento tras la congelación hasta el punto de peligro, en las que expuso interesantes resultados que podrían ayudar al tratamiento de soldados, marinos y pilotos que hubieran sufrido hipotermia, algo relativamente frecuente durante la guerra. Sin embargo, el "interés" de los resultados se esfumaba por una parte por el nulo rigor científico en que se basaban y, sobre todo, por la forma en que se habían obtenido. Rascher los había realizado en el campo de concentración de Dachau, donde casi 300 víctimas habían participado en casi 400 experimentos en los que eran congeladas mediante técnicas como tenerlos desnudos a la intemperie durante 14 horas, o manteniéndolos durante 3 horas en un tanque de agua helada, y después calentadas de nuevo por las técnicas más variadas, desde las más brutas, como inmersión en agua hirviendo, hasta las más variopintas, como situar a la víctima entre dos mujeres desnudas. (Obviamente, la mayoría de las víctimas acababan muriendo.) Al parecer, Rascher era sólo una pantalla, pues el "cerebro", valga la contradicción, de tales experimentos era al parecer el cirujano Erich Hippke, el médico jefe de la Luftwaffe, que logró que su nombre nunca fuera vinculado con tales prácticas.

Posteriormente Rascher había pasado a investigar otro asunto de interés militar: los efectos del cambio brusco de presión que sufrían los pilotos que volaban a gran altura y se veían obligados a realizar un aterrizaje forzoso. Las víctimas destinadas a estos experimentos eran introducidas en cámaras de presión donde la presión podía ser alterada rápidamente y el aire enrarecido para que tuviera poco oxígeno. De nuevo, la mayoría de las pruebas terminaban con la muerte de las víctimas. Todas ellas habían sido condenadas a muerte por los nazis, pero Himmler le sugirió a Rascher que a las que sobrevivieran se les podría conmutar la pena de muerte por la de cadena perpetua, pero Rascher respondió que no veía motivo para ello.

Rascher no era un caso aislado. Otras "eminencias médicas" que trabajaban en Dachau eran Hermann Becker-Freyseng y Konrad Schäfer, que acaban de publicar un trabajo titulado Sed y alivio de la sed en situaciones de emergencia en el mar, basado en experimentos en los que a unos 40 prisioneros se les obligó a beber agua de mar, y en algunos casos se les inyectó directamente en vena, para luego administrar (a la mitad de ellos) una droga experimental cuyos efectos fueron estudiados a través de biopsias del hígado sin anestesia. Todas las víctimas murieron, y la conclusión principal de los experimentos fue que la droga experimental era tóxica.

En Ravensbrück se encontraba Karl Gebhardt, que era el médico que había atendido a Reinhard Heydrich tras el atentado que le acabó costando la vida y había rechazado el consejo de Theodor Morell, el médico personal de Hitler, de suministrar a Heydrich sulfonamida (un antibiótico). El caso fue que Heydrich murió de una infección y, aunque nadie le dijo explícitamente a Gebhardt que eso es lo que pasa cuando no se suministran antibióticos si hay riesgo de infección, Gebhardt se había propuesto demostrar científicamente que la sulfonamida eran inútil contra la gangrena, y en ello estaba: rompiendo e infectando piernas a prisioneros para gangrenarlas y luego ver qué pasaba con sulfonamida y sin ella. Eso sí, para evitar conclusiones erróneas, los pacientes tratados con sulfonamida no recibieron apenas tratamiento de enfermería, mientras que los tratados sin ella recibieron más atención. Así salió la conclusión correcta que demostraba la gran intuición médica de la que estaba dotado Gebhardt. Por otro lado, también se dedicaba a arrancar cuidadosamente miembros a prisioneros (vivos, por supuesto) para tratar de implantárselos a soldados mutilados.

En el campo de Buchenwald estaba Karl Genzken, que investigaba vacunas contra el tifus, la viruela, el cólera y otras enfermedades contagiosas, lo cual estaría muy bien si no fuera porque luego provocaba las epidemias para ver si las vacunas eran efectivas, pero "el maestro", fue ampliamente superado por "su aprendiz", su ayudante Herta Oberheuser, que se dedicaba a simular heridas de guerra provocando cortes y heridas y luego restregando en ellas clavos oxidados, madera, cristales, serrín, etc. para luego tratarlas con sulfonamida. También practicaba trasplantes de huesos, músculos y nervios (obviamente sin éxito), para lo cual mataba niños con inyecciones de barbitúricos para luego extraerles los órganos vitales.

El 18 de octubre los japoneses lanzaron 15 obuses de largo alcance sobre el aeropuerto estadounidense de Guadalcanal. Desde primeros de mes habían desembarcado en la isla unos 15.000 soldados, con lo que en total contaban con 20.000, el doble de las tropas estadounidenses presentes en la isla según las estimaciones japonesas, aunque en realidad había 23.000 estadounidenses.

Los británicos tendieron una emboscada en Andramanalina a las tropas francesas en Madagascar, aprovechando un valle con forma de U. Los franceses sufrieron muchas pérdidas y unos 800 soldados acabaron rindiéndose.

Tras haber mantenido muchas deliberaciones con oficiales y abogados, Hitler promulgó la que se conoció como Orden de los Comandos, de la que se imprimieron únicamente 12 copias que fueron distribuidas con instrucciones expresas de que bajo ningún concepto debían caer en manos enemigas. El texto empezaba con un pasaje humorístico en el que Hitler acusaba a los británicos de violar la convención de Ginebra, para luego ordenar:

De ahora en adelante, todos los hombres que actúen contra las tropas alemanas en las llamadas incursiones de comandos en Europa o en África serán eliminados hasta el último hombre. Esto se hará con independencia de que sean soldados de uniforme o saboteadores con o sin armas; o de que estén luchando o tratando de escapar; y es igualmente irrelevante que hayan entrado en acción desde barcos, aviones o si hubieran descendido en paracaídas. Incluso si estos individuos, al ser descubiertos, mostraran claramente su intención de entregarse como prisioneros, no se les debe conceder ninguna clase de perdón. En estas situaciones se informará al cuartel general para que desde allí se informe al Alto Mando.

Luego se precisaba, entre otras cosas, que la orden no se aplicaba a soldados capturados en el campo de batalla en el transcurso de operaciones usuales, ataques o desembarcos a gran escala o lanzamientos masivos de paracaidistas, ni a los capturados en el mar tras una batalla naval ni a los pilotos que se lanzaran en paracaidas cuando su avión fuera a estrellarse. Esto era una forma de decir que los nazis nunca se rebajarían al nivel de los japoneses, pero, aun así, Hitler era consciente de que la orden podría causar rechazo en muchas instancias de su ejército.

Un submarino británico, que operaba bajo bandera noruega, después de haber sido transferido al ejército noruego en el exilio, hundió un carguero alemán (Libau) cerca de la costa noruega.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Trekieve) y otro noruego (Hai Hing) en el océano Índico, cerca de la costa africana. En el Atlántico hundieron un carguero estadounidense (Angelina).

El 19 de octubre un regimiento formado por 1.200 soldados japoneses bajo el mando del coronel Akinosuke Oka cruzó sin ser visto el río Matanikau y trató de ocupar las colinas situadas en la orilla oriental.

El mayor Clark y sus acompañantes zarparon de Gibraltar en un submarino rumbo a Argelia.

La presencia de las tropas estadounidenses en Islandia habían resultado mucho más beneficiosas de lo que nadie hubiera imaginado. Antes de la guerra, Islandia era una de las regiones más pobres de Europa, y ahora se estaba convirtiendo en una de las más ricas, debido a la inyección de dinero y de actividad que habían traído los estadounidenses. El paro en Reykjavik había desaparecido por completo. Esto había dado alas al movimiento independentista, que desde hacía un siglo reivindicaba la desvinculación completa del país respecto de Dinamarca y que hasta entonces apenas había tenido fuerza. De hecho, desde el final de la Primera Guerra Mundial Islandia era prácticamente autónoma, tenía su propia constitución y su conexión con Dinamarca era una mera unión personal a través del rey Cristián X, que sólo se traducía en que la política exterior de ambos países era determinada por el gobierno danés. Ese día se celebraron elecciones parlamentarias en las que el Partido por la Independencia fue el más votado (38.5%).

Un submarino de la Francia Libre hundió un carguero noruego (Nordland) cerca de la costa noruega.

Un submarino británico hundió un destructor (Giovanni da Verrazzano) y un carguero italiano (Beppe) en el Mediterráneo.

Una redada policial en Irlanda terminó con la captura de un miembro del IRA, Maurice O'Neill, pero uno de los detectives murió durante el enfrentamiento.

Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (Steel Navigator) y otro británico (Rothley) en el Atlántico.

Tras varios ataques frustrados por parte de los australianos, el 20 de octubre los japoneses se vieron forzados a retirarse de Templeton's Crossing y los australianos presionaban ahora hacia Eora.

Submarinos japoneses hundieron tres cargueros japoneses (London Maru, Ryunan Maru y Yamafuji Maru) en el Pacífico.

Eslovaquia había estado deportando judíos a Alemania de forma ininterrumpida durante los últimos siete meses. Hitler, al conocer un discurso del presidente Jozef Tiso en el que justificaba las deportaciones, había dicho: Es interesante cómo este curita católico nos envía a los judíos. En total, casi 60.000 judíos habían sido deportados, pero en ese momento los envíos cesaron. No se conoce el motivo exacto, pero se sabe que dos meses antes el primer ministro Vojtech Tuka había señalado en una reunión que la economía eslovaca no podía permitirse la pérdida de una porción tan grande de la población del país. Probablemente, la Iglesia Católica tuvo alguna influencia en este cambio, dado que el presidente Tiso era sacerdote católico. Un enviado del papa, el arzobispo Giuseppe Burzio, aseguró a Tiso que los alemanes estaban asesinando a los judíos deportados y Tuka se había visto obligado a cambiar de postura.

La Luftwaffe hundió un petrolero británico (Scalaria) en el mar Rojo.

Un submarino británico hundió en el Mediterráneo un carguero italiano (Titania) que estaba siendo remolcado tras haber sufrido un ataque aéreo el día anterior. Otro hundió otro carguero italiano (Lero) en el Egeo.

La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la costa irlandesa.

El 21 de octubre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Nichicho Maru) ante la costa de Formosa.

Un submarino finlandés hundió otro soviético en el mar Báltico.

Debido a varios informes que lo describían como brutal a intratable, Pierre Nouailhetas fue destituido como gobernador de la Somalia francesa y sustituido por Christian Raimond Dupont.

Un bombardero británico hundió un barco de transporte alemán (Palatia) ante la costa noruega. En él viajaban unos 1.000 prisoneros de guerra, mayoritariamente soviéticos, de los cuales murieron 915.

Ese día se estrenó el musical Por mi chica y por mí, la primera película en la que Judy Garland, a sus 20 años, interpretaba un papel de adulta y no de adolescente. Su pareja fue un joven bailarín de 30 años llamado Eugene Curran Kelly, que era más conocido como Gene Kelly. Dos años antes había sido descubierto en Broadway por un productor de la Metro-Goldwyn-Mayer y ésta era su primera aparición en la pantalla. El resultado fue la duodécima película más taquillera del año.

El 22 de octubre los australianos llegaron hasta Eora, donde los japoneses se habían parapetado con una doble línea defensiva.

Esa noche dos destructores transportaron 640 marines australianos a la isla de Goodenough (con lo que doblaban en número a los japoneses presentes en ella). Uno de ellos desembarcó sus tropas a las 23:00. No encontraron rastro de japoneses y empezaron a avanzar en su búsqueda. Al poco tiempo estalló una intensa tormenta que dificultó sus movimientos.

Un submarino japonés hundió un carguero británico (Ocean Vintage) cerca de la costa de Omán.

Antes del amanecer, el mayor Clark y sus cuatro acompañantes habían abandonado el submarino que los transportaba ante la aldea pesquera de Cherchell, a 132 km de Argel, donde se encontraron con el general Mast y con el cónsul Murphy. Allí se cerró el acuerdo de cooperación, pero los estadounidenses fueron informados de que, aunque el ejército y la aviación francesas eran en general favorables a una invasión estadounidense del Norte de África, la marina se opondría. Mientras tanto, los aliados seguían en contacto con el general Giraud, que exigía que el desembarco en el norte de África coincidiera con otro en el sur de Francia. Eisenhower descartó esto como imposible, pero Robert Murphy consideró más oportuno decirle a Giraud que así sería.

La edad de alistamiento en Gran Bretaña se redujo a los 18 años.

100 aviones británicos bombardearon Génova.

Un submarino alemán hundió dos cargueros británicos (Donax y Winnipeg II) de un convoy en el Atlántico. Por otra parte, la aviación británica hundió otro submarino en el mar de Noruega.

Ese día se estrenó La extraña pasajera, protagonizada por Bette Davis. Era lo que se consideraba una "película para mujeres", un proyecto por el que Davis no había mostrado mucho entusiasmo hasta que la convencieron de que las audiencias femeninas necesitaban dramas románticos para distraerse de la realidad de sus vidas.

El 23 de octubre el teniente general Maruyama, con algo de retraso respecto del plan previsto, trataba de disponer sus tropas para el ataque al sur del aeropuerto estadounidense en Guadalcanal. Su presencia no había sido detectada por los estadounidenses. En vista de que Maruyama necesitaba un poco más de tiempo, el general Hyakutake retrasó para el día siguiente la ofensiva que, en un principio, estaba prevista para ese día, pero, sin haber sido advertidos del cambio, dos batallones de infantería junto con nueve tanques se lanzaron contra los marines estadounidenses en la desembocadura del Matanikau. Los tanques no tardaron en ser destruidos por la artillería antitanque. Por otra parte, cuatro batallones de artillería estadounidenses lanzaron más de 6.000 proyectiles contra los atacantes provocando numerosas bajas en las filas japonesas.

A las 3:30 desembarcaron en la isla de Goodenough las tropas que llegaban en el segundo destructor, de modo que las posiciones estimadas de los japoneses quedaban entre ambos puntos de desembarco. A las 6:00 capturaron una ametralladora japonesa. Dos pelotones que avanzaban hacia el sur entraron en combate con los japoneses. A las 8:30 las tropas que habían desembarcado unas horas antes se encontraron con granadas de mano que caían sobre ellos por la ladera de una colina, mientras que otros se encontraron bajo un fuego intenso y preciso. Inmediatamente retrocedieron para ponerse a cubierto. Los combates se prolongaron a lo largo del día sin que los aliados pudieran avanzar, pero durante la noche los japoneses abandonaron la isla en dos barcazas, para llegar a la vecina isla de Fergusson. En el enfrentamiento habían sufrido 20 muertos y 15 heridos, mientras que los aliados contaron 13 muertos y 19 heridos. Unos cuatro japoneses quedaron abandonados en la isla. Uno sería capturado poco después por los nativos, otros dos morirían de malaria y otro lograría permanecer escondido durante más de medio año.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Seikyo Maru) ante la costa japonesa.

Tras tres días de combates, diez batallones italianos y dos de la Ustacha expulsaron a los partisanos yugoslavos de la ciudad de Livno.

Mihailović recibió un informe de un dirigente chetnik según el cual en Prozor habían matado a más de 2.000 croatas y musulmanes. Y añadía: Nuestros soldados volvieron entusiasmados. Los italianos no estaban cómodos con sus socios, y amenazaron con suspender toda colaboración, e incluso tomar represalias, si las matanzas no cesaban inmediatamente.

Las primeras víctimas de la Orden de los Comandos de Hitler fueron los siete miembros del comando británico capturados en Glomfjord, en Noruega, que habían sido trasladados al campo de Sachsenhausen y ese día fueron fusilados.

Pero el acontecimiento más notable del día fue que se trataba del día señalado por el general Montgomery para iniciar su ataque contra las posiciones alemanas en El Alamein. Ahora se iba a ver si todo el tiempo que Montgomery había reclamado para sus preparativos había merecido la pena y si su inperturbable confianza en sí mismo tenía fundamento. La operación Bertram había tenido éxito a la hora de convencer a los alemanes de que el ataque principal se iba a producir en la zona sur del frente, cuando en realidad estaba previsto al norte. Así, en el norte estaban los tanques camuflados como camiones, y al sur falsos tanques, falsos depósitos de suministros, y hasta se había ido construyendo un falso oleoducto. En el centro se jugó incluso al doble engaño: una semana antes se habían situado tres regimientos y medio falsos de artillería, pero se había dejado que se deterioraran para que los alemanes se dieran cuenta de que no eran reales, pero la noche anterior habían sido sustituidos por cañones auténticos.

El ataque empezó con un bombardeo de diversión sobre una división panzer al sur que sólo duró unos minutos. A continuación, a las 21:40, mil cañones empezaron a disparar. El momento en que cada uno de ellos tenía que abrir fuego se había calculado para que la primera andanada llegara al mismo tiempo a lo largo de los 64 km que medía el frente. A las 22:00 la infantería empezó a avanzar y los cañones pasaron a apuntar a objetivos específicos para ayudar a su avance. Esta segunda andanada duró cinco horas y media. En cuanto la infantería llegó a los campos de minas alemanes, los zapadores empezaron a abrir un pasillo por el que pudieran pasar los tanques.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (City of Johannesburg) en la costa índica de Sudáfrica y otros dos (Empire Star y Empire Turnstone) y otro estadounidense (Reuben Tipton) en el Atlántico.

Tras haber protagonizado una película de cine negro (Ojos del hampa), Lon Chaney Jr. interpretaba ahora a la momia en La tumba de la momia. Las críticas no fueron buenas.

El 24 de octubre un batallón estadounidense fue desplegado a lo largo del Matanikau como respuesta al ataque sufrido el día anterior, y fue entonces cuando descubrieron al sur las tropas de Oka. Por la tarde, las tropas que protegían el sur del perímetro descubrieron a las tropas de Maruyama, demasiado tarde para reorganizar sus posiciones. A las 14:00 Maruyama inició su ataque, pero sus tropas estaban agotadas por el largo viaje a través de la selva (además, cada soldado había tenido que cargar con una pieza de artillería). Para complicar las cosas, a las pocas horas y hasta el anochecer empezó a llover con intensidad, lo que dificultó los movimientos de los japoneses.

Un primer intento de asalto contra Eora se había saldado con 34 muertos y varios heridos entre las fuerzas australianas, y no se veían posibilidades de éxito. Por el contrario, los japoneses recibieron refuerzos.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Kenun Maru) ante la costa japonesa.

Habiendo completado con éxito la Operación Flagpole, el mayor Clark y su equipo embarcaron de nuevo en el submarino que los había llevado a Argelia y al día siguiente estaban ya de regreso en Londres.

En El Alamein, los zapadores de Montgomery habían tardado un poco más de lo previsto en crear el pasillo en el campo de minas alemán, pero a las 2:00 los primeros 500 tanques empezaron a avanzar. A las 4:00 llegaban al campo de minas, pero levantaron tanta arena que la visibilidad era nula y los tanques se atascaron. Ninguno logró abrirse paso. Los zapadores seguían teniendo problemas. Había dos campos de minas sucesivos, ambos más anchos de lo esperado. Al amanecer se había limpiado un paso en el primero, pero el fuego alemán impedía acabar de abrirlo en el segundo. Además, los tanques que trataban de cruzar el primer paso se atascaban, pues era tan estrecho que bastaba con que uno se estropeara para que el resto no pudiera avanzar, y los atascos los convertían en blanco fácil para la artillería alemana.

Rommel seguía en Alemania, reponiéndose de una infección hepática. El oficial al mando en El Alamein, el general Georg Stumme, estaba siguiendo escrupulosamente las disposiciones que había dejado Rommel en caso de ataque. Como tenía pocos recursos, prohibió usar la artillería contra la vanguardia británica para mantener suficientes reservas de municiones para cuando fueran más necesarias. Ese día salió en coche hacia el frente acompañado del coronel Andreas Büchting para evaluar la situación. Al contrario que Rommel, Stumme viajaba sin escolta, y en un momento dado en que atravesaba un llano expuesto al fuego distante enemigo, Büchting recibió un tiro en la cabeza, Stumme saltó del vehículo y se mantuvo a cubierto sujeto en un lateral mientras el conductor sacaba el coche del alcance del fuego enemigo, pero cuando se volvió Stumme ya no estaba allí. Al día siguiente fue encontrado muerto a un lado del camino sin ninguna herida. Al parecer le había dado un ataque al corazón. Cuando se informó a Berlín de la situación, Hitler ordenó que Rommel estuviera ya recuperado por completo de su enfermedad y que regresara a Egipto ipso facto.

La aviación británica mantenía a raya a las fuerzas alemanas a la espera de que los tanques pudieran avanzar. Por la tarde se produjo un primer enfrentamiento entre tanques, unos 100 en total, de los cuales la mitad había sido destruida al anochecer, pero las posiciones de ambos bandos permanecían inalteradas. La aviación del Eje logró destruir un convoy de 25 vehículos aliados que llevaban combustible y municiones, provocando un incendio que duró toda la noche. Un oficial propuso cancelar el ataque, pero Montgomery insistió en que sus planes estaban para cumplirse.

La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de las islas Azores. Otro submarino hundió un carguero británico (Holmpark) en el Atlántico, cerca de las islas Barbados.

En Guadalcanal las tropas de Maruyama estaban cayenndo como moscas sin obtener ningún progreso, pero, por motivos que se desconocen, alguien informó a Hyakutake de que el aeropuerto estadounidense había sido tomado, y así lo cominicó a su vez Hyakutake a sus superiores en Rabaul, en un mensaje enviado a las 0:50 del 25 de octubre. Sólo a las 3:00 el coronel Masajiro Furimiya logró llegar a las líneas de defensa estadounidenses al frente de dos compañías. La mayoría de sus hombres murieron en el intento, pero cerca de un centenar formó una bolsa dentro del perímetro estadounidense. A las 3:30 el ataque fue suspendido y los japoneses se retiraron a la selva para probar mejor fortuna la noche siguiente. Sólo quedó la bolsa del coronel Furimiya, que fue siendo destruida poco a poco a lo largo del día. Maruyama había perdido unos 1.500 hombres en su primer ataque, frente a 60 estadounidenses muertos. A las 4:30 Hyakutake informó a Rabaul de que la noticia de la ocupación del aeropuerto había sido errónea.

A lo largo del día 82 cazabombarderos japoneses atacaron las posiciones estadounidenses, mientras una flota formada por un crucero y tres destructores alejaba a cualquier barco estadounidense que tratara de acercarse a Guadalcanal. A las 10:53 uno de los cañones costeros dañó gravemente al destructor Akatsuki y la aviación estadounidense obligó a alejarse a los tres destructores. Tras haber recibido la falsa noticia de la captura del aeropuerto, otra flota japonesa, formada por el crucero Yura y cinco destructores, había sido enviada a Guadalcanal para apoyar a las tropas terrestres, pero los aviones estadounidenses atacaron constantemente al Yura hasta que se hundió a las 21:00. Para entonces, once cazabombarderos japoneses habían sido derribados, frente a dos cazas estadounidenses.

El portaaviones Enterprise, que había sido dañado dos meses atrás, había regresado a las islas Salomón tras una rápida reparación en Pearl Harbor. Ahora, encabezando una flota junto al portaaviones Hornet bajo el mando del contraalmirante Thomas Kinkaid, andaba en busca de la flota japonesa. En total la flota contaba con los dos portaaviones, un acorazado, 6 cruceros, 14 destructores y 136 aviones. La flota japonesa, por su parte, también estaba buscando a la estadounidense. Estaba dividida en tres grupos. El primero constaba del portaaviones Jun'yō, junto con 2 acorazados, 4 cruceros y 10 destructores; el segundo constaba de los portaaviones Shōkaku, Zuikaku y Zuihō junto con un acorazado y 8 destructores; el tercero constaba de 2 acorazados, 4 cruceros y 7 destructores. Un quinto portaaviones había tenido que retirarse por un incendio accidental en la sala de máquinas. Kinkaid se encontraba cerca de las Islas Santa Cruz cuando, a las 11:03 recibió un informe de que un avión había detectado la flota japonesa un poco más allá del radio de acción de sus aviones. Inmediatamente puso rumbo hacia ella a toda máquina y a las 14:25 lanzó sus aviones, pero los japoneses habían visto los aviones que los habían descubierto, así que se habían retirado y seguían sin estar al alcance de la aviación, por lo que los pilotos tuvieron que regresar al barco sin haber encontrado nada.

Mientras tanto los marines habían redistribuido sus fuerzas en Guadalcanal en previsión de un nuevo ataque por tierra esa misma noche. En efecto, Maruyama lanzó diversos ataques, pero ninguno tuvo éxito. Las bajas fueron muy numerosas y sólo algunos grupos pequeños de soldados japoneses pudieron penetrar las defensas, lo que simplemente se tradujo en que murieron un poco más lejos.

En El Alamein el frente alemán permanecía inamovible. Por otra parte, las fuerzas del Eje estaban lanzando contraataques en distintos lugares en busca de un punto débil en las defensas aliadas y no habían sacado nada de provecho. Montgomery redistribuyó en parte sus tropas para concentrar los esfuerzos en puntos concretos. Al anochecer un ataque aliado terminó desastrosamente, con la muerte de unos 500 hombres. A esas horas Rommel llegaba a El Alamein. En su viaje desde Alemania había hecho escala en Roma para pedir más combustible y suministros. Los informes que recibió al tomar el mando no eran muy alentadores: muchas bajas a consecuencia de los incesantes ataques aéreos, muchos tanques perdidos... y el más reciente era que a medianoche una división australiana había atacado un saliente del frente cerca de la costa y había aislado a una porción de soldados alemanes, que habían terminado rindiéndose (en total, 240 prisioneros). Así se habían apoderado de una pequeña colina de gran valor estratégico.

Los alemanes habían ofrecido una elevada recompensa por el resistente francés Pierre Georges y, a consecuencia de la denuncia de un agricultor, la policía lo sorprendió en Creux-de-l'Alouette junto con tres compañeros, que fueron arrestados. Él, en cambio, logró huir con una herida en la cabeza.

Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Primero) en el Atlántico.

A las 3:00 del 26 de octubre las tropas del coronel Oka atacaron las posiciones de los marines en el río Matanikau, donde una vez más los japoneses cayeron como moscas ante la artillería enemiga. Sólo a las 5:00 un batallón logró tomar una colina, pero a las 6:00 los marines ya la habían recuperado y los japoneses se retiraron dejando unos 300 muertos, frente a 14 muertos estadounidenses y 32 heridos. En vista del éxito, a las 8:00 el general Hyakutake suspendió el ataque y ordenó la retirada de todas las fuerzas japonesas. En total, las pérdidas japonesas fueron de casi 3.000 muertos, además del hundimiento del Yura y la pérdida de 14 aviones. Las bajas estadounidenses fueron de unos 80 muertos.

Mientras tanto aviones exploradores de las flotas japonesa y estadounidense en el Pacífico habían estado tratando de encontrar la flota enemiga. A las 6:45 fueron aviones estadounidenses los que avistaron los barcos japoneses, mientras que a las 6:58 fueron los japoneses los que avistaron la flota del Hornet. Ambos bandos compitieron por ser el primero en atacar. Los japoneses fueron los primeros en lanzar 64 aviones a las 7:40. A esa misma hora dos aviones exploradores estadounidenses dañaron el Zuihō con sus bombas inutilizando su pista de despegue. A las 8:30 el Shōkaku lanzó 24 aviones más, y a las 8:40 el Zuikaku lanzó otros 20. En total, 110 aviones estaban de camino hacia la flota estadounidense. Con veinte minutos de retraso respecto de los japoneses, los estadounidenses también habían lanzado sus aviones en pequeñas oleadas y precisamente a las 8:40 la primera oleada de 15 aviones se cruzó con los aviones enemigos que volaban en sentido contrario. Nueve cazas japoneses pasaron al ataque y cuatro fueron derribados, frente a cinco estadounidenses, más otros dos que resultaron dañados y tuvieron que regresar al Enterprise.

A las 8:50 la primera oleada de aviones estadounidenses se dispuso a atacar a la flota japonesa cuando tres cazas japoneses obligaron a los cazas estadounidenses a apartarse de los bombarderos que debían proteger, con lo que éstos pasaron a atacar sin escolta y fueron a su vez atacados por otros doce cazas, que derribaron dos bombarderos y dañaron otros dos, que tuvieron que retirarse. Los restantes atacaron el Shōkaku y le provocaron daños graves. El destructor Teruzuki también sufrió algunos daños.

La segunda oleada de aviones estadounidenses no encontró ningún portaaviones y atacó un crucero, aunque no le provocó daños. Las oleadas siguientes atacaron otro crucero, el Chikuma, que terminó fuera de combate. A las 8:52 los aviones japoneses avistaron el Hornet y se prepararon para el ataque. Los aviones estadounidenses derribaron algunos de ellos y a las 9:09 las baterías antiaéreas del Hornet empezaron a disparar. A las 9:12 una bomba cayó sobre la cubierta de vuelo del Hornet y atravesó tres cubiertas antes de estallar matando a 60 hombres. Inmediatamente una segunda bomba mató a 30 hombres y abrió un boquete de más de tres metros de diámetro. Una tercera bomba cayó cerca de donde había caído la primera y no mató a nadie, pero causó más daños. A las 9:14 el piloto de un bombardero japonés en llamas logró que el aparato cayera sobre el Hornet matando a 7 hombres y provocando un incendio. Mientras tanto llegó una nueva oleada de torpederos que paralizaron los motores del portaaviones. Cuando éste se detuvo, un avión japonés dañado se estrelló intencionadamente sobre el portaaviones provocando un incendio cerca de los depósitos de combustible para los aviones. A las 9:20 los aviones japoneses se retiraron y tres destructores ayudaron con sus mangueras a apagar los incendios, que sobre las 10:00 estaban controlados.

Los aviones que tendrían que haber aterrizado en el Hornet estaban haciéndolo en el Enterprise, pero cuando éste estuvo completo, mientras los radares anunciaban que una nueva oleada de aviones japoneses estaba de camino, los aviones que llegaban sin apenas combustible empezaron a realizar amerizajes de emergencia. Uno se estrelló al amerizar cerca del destructor USS Porter, y cuando éste se dispuso a rescatar a los tripulantes, recibió el impacto de un torpedo, probablemente lanzado por accidente del avión estrellado, y resultó hundido.

Los aviones japoneses que regresaban a sus portaaviones avistaron el Enterprise, por lo que, suponiendo que el Hornet se estaba hundiendo, la nueva oleada se lanzó sobre el segundo portaaviones. El ataque empezó a las 10:08. De los 19 aviones atacantes, 12 fueron derribados, pero el Enterprise recibió dos impactos graves. Unos 20 minutos después llegaron 16 torpederos, de los cuales tres fueron derribados y un cuarto dañado, pero el piloto se estrelló deliberadamente sobre el destructor Smith, matando a 57 tripulantes y desatando un gran incendio. Tras haber atacado al Enterprise y a otros de los barcos de su escolta, a las 10:53 los aviones se retiraron. De los 16 que habían llegado sólo quedaban 7. Entonces el Enterprise pudo recibir algunos aviones más antes de que llegara una nueva oleada de aviones enemigos. Esto sucedió a las 11:21, cuando llegaron 17 aviones del Jun'yō, que infligieron daños leves al portaaviones, a un acorazado y a un crucero, pero 11 de los 17 aviones atacantes fueron derribados.

A las 11:45 Kinkaid ordenó al Enterprise que se retirara del combate. Mientras lo hacía recibió a 57 de los 73 aviones que seguían en el aire. Los restantes tuvieron que amerizar y las tripulaciones fueron rescatadas por los barcos de escolta.

Los portaaviones Zuikaku y Jun'yō empezaron a recibir a los aviones que regresaban y sólo entonces los mandos japoneses comprendieron las pérdidas que habían sufrido. Los pocos pilótos que regresaban estaban tan impactados por la resistencia que se habían encontrado que muchos no podían ni hablar coherentemente. Los portaaviones dañados, Zuihō y Shōkaku, se retiraron y a las 13:06 los otros dos lanzaron nuevas oleadas de aviones, 24 aparatos en total. A las 14:45 el Hornet estaba siendo remolcado y reparado, pero a las 15:20 llegaron los aviones japoneses y a las 15:23 el barco recibió un impacto decisivo que obligó a la tripulación a abandonarlo. Sus restos se hundirían poco después de la medianoche. Por la noche el Jun'yō y el destructor Teruzuki fueron bombardeados por aviones estadounidenses.

El balance total fue, por la parte estadounidense que el Hornet y el destructor Porter habían sido hundidos, el Enterprise y otros dos destructores habían resultado dañados y se habían perdido 81 aviones de un total de 136. Los muertos ascendían a 266. Por la parte japonesa, dos destructores y un crucero habían resultado gravemente dañados y habían perdido 99 de 203 aviones, así como más de 400 hombres, entre ellos 148 pilotos experimentados que eran irreemplazables (los estadounidenses sólo habían perdido 26 pilotos, pues muchos habían sido rescatados de los aviones derribados). El almirante Nagumo, que había estado al mando del Shōkaku, analizó así el resultado:

Esta batalla fue una victoria táctica, pero una derrota estratégica para Japón [...] Considerando la gran superioridad de la capacidad industrial de nuestro enemigo, debemos ganar cada batalla abrumadoramente para ganar esta guerra. Ésta última, aunque una victoria, no ha sido, desgraciadamente, una victoria abrumadora.

En efecto, las pérdidas de pilotos japoneses eran más significativas. De los 765 pilotos bien entrenados que habían participado en el ataque a Pearl Harbor, al menos 409 habían muerto. El Zuikaku, aunque indemne, tuvo que marchar a Japón para reponer los aviones perdidos, y también por falta de pilotos, por lo que el Jun'yō era el único portaaviones japonés que quedó en la zona.

Esa noche un submarino evacuó a las tropas japonesas que, tras más de un día de viaje en lanchas, habían llegado el día anterior a la isla de Fergusson.

Un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Keizan Maru) al norte de Japón.

Un submarino soviético hundió un carguero finlandés (Betty H.) cerca de la costa finlandesa.

En El Alamein Rommel había conseguido administrar sus escasos recursos con su habitual virtuosismo y todos los intentos de Montgomery de lograr algún avance parecían condenados al fracaso. Los tanques británicos tuvieron que retroceder. Churchill, al ser informado de la situación, esclamó: ¿De verdad es imposible encontrar un general capaz de ganar una batalla? Sin embargo, Montgomery todavía podía jugar con la falta de recursos de Rommel. Esa noche la aviación británica hundió dos petroleros italianos, el Tergestea y el Proserpina, cerca de Tobruk, lo que ponía fin a toda esperanza de Rommel de recibir combustible a tiempo. Rommel anotó en su diario que con ello la batalla estaba perdida. De cara a desarrollar una estrategia de desgaste, Montgomery redujo los efectivos a lo largo del frente para crear unidades de reserva.

Un submarino británico hundió además un carguero italiano (Arca) cerca de la costa turca.

En Noruega la policía empezó a arrestar a todos los judíos varones del país, cuyos bienes eran automáticamente confiscados. En la primera semana unos 300 judíos fueron enviados a campos de concentración, principalmente a Berg.

Submarinos alemanes hundieron cos cargueros británicos, uno (Anne Hutchinson) en la costa índica sudafricana y otro (Anglo Maersk) en el océano Atlántico, cerca de las islas Canarias.

El 27 de octubre las tropas supervivientes de Maruyama empezaron a recorrer el camino de vuelta sin alimentos.

Los australianos iniciaron un nuevo ataque sobre Eora.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Hokuango Maru) frente a la Indochina Francesa.

Un submarino finlandés hundió otro soviético en el mar Báltico.

En el Alamein, Rommel lanzó a lo largo del día ataques sucesivos para recuperar un puesto avanzado que la infantería de Montgomery había capturado la noche anterior, pero todos fueron en vano y perdió más de 50 blindados. Los británicos sufrieron 72 bajas. Para entonces a Rommel le quedaban 114 tanques, casi la mitad de los que tenía al principio de la batalla. Los italianos tenían algunos más, aunque de mala calidad (los llamaban ataúdes metálicos), mientras que Montgomery contaba con unos 800, y muchos de ellos eran potentes tanques Sherman estadounidenses.

Un avión británico hundió un submarino alemán al sur de Islandia.

Submarinos alemanes hundieron dos barcos del convoy HX 212, un carguero estadounidense (Gurney E. Newlin) y otro británico (Sourabaya) y dos cargueros británicos (Pacific Star y Stentor) del convoy SL 125.

El 28 de octubre el mayor Horii ordenó la retirada de Eora y se dispuso a defender las cabezas de playa de Buna y Gona.

Ese día se estrenó en Munich Capriccio, una ópera de Richard Strauss.

Rommel hizo un nuevo intento de tomar la iniciativa con un ataque intenso, pero fue detenido por la artillería enemiga. A partir de ese momento sólo pudo mantenerse a la defensiva. La aviación británica hundió cerca de Grecia otro petrolero italiano (Luisiano), lo que frustraba un nuevo intento de abastecer a Rommel de combustible. Cuando recibió la noticia Rommel dijo a sus oficiales: Nos va a resultar imposible abandonar la batalla. No tenemos gasolina suficiente para tal operación. Sólo tenemos una opción y es luchar hasta el final en El Alamein. Para entonces a Rommel le quedaban 81 tanques y a los italianos 197, y Montgomery estaba al corriente, gracias a que los británicos no tenían dificultad en interceptar y descrifrar los mensajes enemigos.

Ese día se cumplía el vigésimo aniversario de la Marcha sobre Roma que había llevado a Mussolini al poder. Sin embargo, el duce no hizo ninguna aparición en público. Hacía más de un año que no se dejaba ver.

Submarinos alemanes hundieron un carguero noruego del convoy HX 212 (Kosmos II) y otros dos británicos del convoy SL 125 (Hopecastle y Nagpore).

Clark Gable fue admitido en el Ejército de los Estados Unidos con el grado de lugarteniente segundo. Se le concedió el derecho a dejarse crecer de nuevo su característico bigote, que había tenido que afeitarse cuando se alistó.

Desde Eora, el 29 de octubre los australianos continuaron avanzando hacia Kokoda por tres caminos diferentes.

La orden de que todos los ejércitos soviéticos tuvieran una "compañía de bloqueo" encargada de disparar a los soldados que huían del frente fue anulada, en vista de que no contribuía precisamente a exacerbar el patriotismo de las tropas.

Mongomery estaba preparando un gran ataque en el sector septentrional del frente, pero, observando los movimientos de tropas de Rommel, dedujo que éste había adivinado sus intenciones y se preparaba para resistir, así que cambió el objetivo del ataque procurando aparentar lo contrario, programando un ataque por el norte. Esto lo llevó a interrumpir su ofensiva mientras reorganizaba sus fuerzas.

Las matanzas masivas de judíos que estaban perpetrando los nazis empezaban a conocerse en Occidente. Ese día se celebró en Londres un acto de condena en el que intervinieron políticos y clérigos británicos. Churchill envió un mensaje de apoyo.

Un submarino alemán hundió un barco de pasajeros británico (MV Abosso) a su paso por las Azores. A pesar de que era un barco lento,  viajaba sin escolta desde Ciudad del Cabo con destino a Liverpool, y llevaba 393 personas a bordo, incluyendo 10 mujeres con niños. Los pasajeros eran 149 militares y 61 civiles. En total murieron 362 de sus ocupantes.

Otro submarino hundió dos cargueros británicos (Laplace y Ross) cerca de la costa atlántica sudafricana.

El convoy SL 125 perdió otro carguero británico (Corinaldo). El convoy HX 212 perdió otros tres barcos, uno británico (Barrwhin), otro canadiense (Bic Island) y otro estadounidense (Pan-New York). A partir de ese punto pudo ser escoltado por la aviación y no hubo más pérdidas hasta su llegada a Liverpool.

Un avión estadounidense hundió un submarino japonés en el Pacífico, cerca de la costa de Ecuador.

El 30 de octubre los australianos entraban en Alola, donde recibieron suministros lanzados desde el aire.

Tropas alemanas capturaron a los 48 milicianos soviéticos que todavía resistían en las minas de Adzhimushkay. En total, unos 10.000 habían sucumbido en el asedio.

La Luftwaffe hundió un petrolero soviético (Komitern) en el delta del Volga.

Dando por hecho de Stalingrado no tardaría en rendirse, Hitler dejó su cuartel general ucraniano conocido como "El hombre lobo" para regresar a La guarida del Lobo, en Alemania.

Cinco destructores británicos hundieron con cargas de profundidad un submarino alemán en el Mediterráneo Oriental.

Los bombardeos alemanes sobre Gran Bretaña habían disminuido considerablemente tanto en frecuencia como en intensidad, pero esa noche 30 aviones bombardearon Canterbury con una intensidad que hacía tiempo que no se veía.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (West Kebar) cerca de las Barbados.

El convoy SL 125 perdió seis barcos ese día (los cargueros británicos Baron Vernon, Brittanny, Bullmouth, Président Doumer, Silverwillow y Tasmania). A partir de ese punto el convoy recibió más barcos de escolta, así como protección aérea y pudo llegar ya a Liverpool sin más pérdidas. La RAF hundió dos submarinos alemanes en el Atlántico.

Esa noche Montgomery envió tropas australianas que ocuparon una carretera que dejó bajo amenaza un saliente del frente alemán en el sector septentrional. El 31 de octubre Rommel trató de desalojarlos mediante un contraataque en el que se llegó al combate cuerpo a cuerpo, pero no logró recuperar el terreno perdido.

Un submarino alemán hundió dos cargueros británicos (Empire Guidon y Reynolds) cerca de la costa índica sudafricana. Otro (Aldington Court) fue hundido en la costa atlántica sudafricana, y un cuarto (Marylyn) no lejos de la costa brasileña.

Entre la 1:00 y las 6:00 del 1 de noviembre ingenieros de la Marina estadounidense tendieron tres puentes sobre el río Matanilkau, en Guadalcanal. A las 6:30 unos 36 cañones en tierra más tres buques de guerra empezaron a bombardear la orilla occidental del río, conjuntamente con la aviación mientras la infantería cruzaba los puentes. En total, unos 4.000 marines se enfrentaban a unos 1.000 soldados japoneses. En muchos puntos la resistencia japonesa fue mínima, pero en otro los estadounidenses sufrieron muchas bajas y se vieron obligados a retroceder hacia el río, si bien tras recibir refuerzos el retroceso se detuvo. Al acabar el día, el oficial al mando, el mayor Merrit A. Edson, planeó un movimiento para rodear a los japoneses.

Un submarino soviético hundió un carguero finlandés (Agnes) ante la costa alemana.

Rommel hizo un nuevo intento de desalojar a los australianos de sus posiciones, pero el intento sólo se tradujo en más pérdidas de hombres y equipo. La aviación británica hundió otros dos barcos italianos que debían abastecer a Rommel (Tripolino y Ostia). Esto no era casual. Los británicos podían descifrar todas las comunicaciones del Eje y hacía ya meses que interceptaban el 70% de los barcos que trataban de llegar al norte de África. Los únicos suministros que recibía el Afrika Korps los llevaba la Luftwaffe desde Creta, pero eran muy limitados. Ya sólo le quedaban 90 tanques, mientras que los aliados seguían contando con 800, pues reponían sus bajas. Era ya obvio que la batalla estaba perdida y Rommel empezó a planear una retirada a Fuka, situada unos 80 km más al oeste. Ese día Montgomery lanzó su nueva ofensiva, que empezó con siete horas de bombardeo aéreo seguidas de cuatro y media de artillería.

Submarinos alemanes hundieron un barco de transporte de tropas británico (Mendoza) ante la costa índica de Sudáfrica,y  un carguero británico (Elmdale) y otro estadounidense (George Thatcher) en el océano Atlántico.

El 2 de noviembre los marines estadounidenses tuvieron éxito en su plan de acorralar a buena parte de los japoneses desplegados junto al río Matanikau, y la artillería estuvo bombardeándolos todo el día, lo que provocó un gran número de bajas.

El ala derecha de lo que quedaba de las fuerzas de Maruyama se estaba retirando hacia el este bajo el mando del general Toshinari Shōji. Como apoyo, cinco destructores se dirigían a la zona para desembarcar 300 soldados de refuerzo. Sin embargo, los estadounidenses habían interceptado las comunicaciones japonesas y sabían que el desembarco iba a producirse. Con la mayoría de sus hombres luchando el la zona oeste (en la otra orilla del Matanikau), el general Vandegrift sólo pudo enviar un batallón bajo el mando del lugarteniente Herman Henry Hanneken, que llegó a la zona al anochecer. Cruzó el río Metapona y dispuso a sus hombres en una franja de casi 2 km cara a la playa, para esperar el desembarco.

Las fuerzas australianas llegaron a Kokoda y se encontraron con que los japoneses la habían abandonado. Así retomaron el aeropuerto, que ayudó considerablemente al transporte de suministros.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Gifu Maru) cerca de las Filipinas.

Tropas rumanas tomaron Nakchik, en el Cáucaso. En dos días habían capturado unos 10.000 prisioneros soviéticos.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire Gilbert) en el mar de Barents.

Los alemanes disolvieron el pequeño gueto de Marcinkonys, en Polonia, que albergaba a algo más de 300 judíos, que habían recibido la orden de presentarse a las 8:00 para ser transportados a un campo de trabajo. A esa hora se presentaron 15 alemanes que, un poco más tarde, dispararon contra todos los presentes, no se sabe si fue a causa de algún intento de revuelta o sin causa alguna. Luego registraron el gueto, matando a todo el que veían y destruyeron cinco escondites con granadas de mano. Algunos lograron escapar, pero fueron rastreados por los alrededores. Se calcula que unos 46 sobrevivieron a la guerra.

A la 1:05 Montgomery hizo avanzar a su infantería. Al principio avanzó sin apenas oposición. Los ingenieros lograron abrir cinco pasos en el campo de minas y ello permitió a los tanques cruzarlos. Sin embargo, la resistencia alemana fue enérgica y las pérdidas fueron enormes. De un total de 400 tanques implicados en el atauqe, 230 fueron destruidos o capturados por los alemanes. No obstante, las pérdidas alemanas también fueron ingentes: ya sólo quedaban 35 tanques y la artillería antitanque se había reducido a la tercera parte. Rommel comunió a Berlín su situación junto con su intención de retirarse.

La aviación británica hundió un crucero italiano (Zara) y un mercante (Brioni) cerca de la costa libia.

Submarinos alemanes hundieron ocho cargueros británicos (Dalcroy, Empire Antilope, Empire Leopard, Empire Sunrise, Hartington, Maritima, Mount Pelion y Parthenon) y uno griego (Rinos) del convoy SC 107, que había salido de Terranova con destino a Liverpool. Otro hundió un cargero canadiense (Rose Castle) y otro de la Francia Libre (P.L.M. 27), también cerca de Terranova.

En el Atlántico Sur resultaron hundidos un carguero griego (Aegeus) y otro británico (Llandilo). Ante la costa de Brasil se hundió un barco de pasajeros neerlandés (Zaandam), en el que murieron 134 de las 299 personas a bordo, entre ellas supervivientes de varios hundimientos anteriores. No muy lejos del lugar un submarino italiano hundió otro carguero británico (Empire Zeal).

En las primeras horas del 3 de noviembre el desembarco japonés en Guadalcanal se produjo casi 1 km más al este del lugar donde Hanneken había dispuesto sus tropas. Éste observó el desembarco, pero permaneció escondido a la espera de que los japoneses se acercaran. Antes del amanecer, una patrulla japonesa descubrió a los estadounidenses y se inició el combate.

Mientras tanto, al oesde del Matanikau, sobre las 6:30 un grupo de japonese trató de escapar de la bolsa en la que estaban acorralados, pero los marines los obligaron a retroceder. A partir de las 8:00 y durante unas cuatro horas, la artillería fue aniquilando la bolsa. No hubo supervivientes.

Hanneken estaba sufriendo muchas bajas y no lograba contactar con su base para pedir refuerzos, así que tuvo que ordenar la retirada y sus tropas cruzaron de nuevo el Metapona. A las 14:45 pudo finalmente contactar con sus superiores e informar de la situación. El general Vandegrift poseía documentos incautados a los japoneses que hablaban de una ataque masivo por el este. Desconociendo que los japoneses habían abandonado ese plan, creyó que las tropas con las que se había enfrentado Hanneken eran la avanzadilla de la invasión, por lo que ordenó a las tropas que estaban atacando al oeste del Matanikau que regresaran a la base para enfrentarse al inexistente, pero inminente, desembarco japonés. Los japoneses habían perdido unos 400 hombres en el Matanikau, frente a 71 bajas estadounidenses.

Mientras tanto las tropas del general Shōji se estaban acercando a los refuerzos que tenían que unirse a ellas. Horas más tarde, 31 aviones estadounidenses atacaban a Shōji causando cerca de un centenar de muertos en sus filas. Por error también atacaron a las fuerzas de Hanneken, dejando algunos muertos y heridos.

Submarinos estadounidenses hundieron tres cargueros japoneses (Chikugo Maru, Sagami Maru y Tekkai Maru) en el Pacífico.

Rommel recibió este mensaje:

Al mariscal de campo Rommel. El pueblo alemán y yo mismo estamos siguiendo la heroica lucha en Egipto con plena confianza en su liderazgo y en el coraje de las tropas germano-italianas bajo su mando. En la situación en la que se encuentra no puede haber otro pensamiento sino el de mantenerse firme, no ceder ni una yarda más de terreno y lanzar cada cañón y cada hombre a la batalla. Considerables refuerzos aéreos están en camino. El Duce y el Comando Supremo están haciendo el máximo esfuerzo para enviarle los medios necesarios para continuar la lucha. Su enemigo, a pesar de su superioridad, también debe de estar apurando su capacidad. No sería la primera vez en la historia en la que una voluntad firme ha triunfado sobre batallones mayores. En cuanto a sus tropas, no puede mostrarles otro camino que no sea el que conduce a la victoria o a la muerte.
Adolf Hitler.

Al mismo tiempo llegó un mensaje similar de Mussolini. La reacción de Rommel fue ordenar la retirada para esa noche. Una fracción de sus tropas "permanecería firme" para permitir la maniobra del resto. Luego escribió a Hitler para confirmarle que mantendría sus posiciones.

Submarinos alemanes hundieron otros dos cargueros británicos (Empire Lynx y Jeypore) y otro estadounidense (Hahira) del convoy SC 107. Otro hundió cinco barcos de un convoy que se dirigía a Cuba (TAG 18), dos cargueros y un petrolero británico (Dagomba, Gypsum Express y RFA Thorshavet), otro canadiense (Chr. J. Kampmann) y otro panameño (Leda). En la costa sudafricana resultaron hundidos un carguero estadounidense (East Indian, en el Atlántico) y otro brasileño (Porto Alegre, en el Índico).

El 4 de noviembre marines estadounidenses empezaron a llegar a donde se encontraban las tropas de Shōji, tanto por tierra como por mar. Dos cruceros y un destructor bombardearon las posiciones de Shōji provocando un gran número de bajas.

Una vez el aeropuerto de Kokoda quedó asegurado y puesto en funcionamiento, y tras haber recibido suministros por aire, los australianos continuaron persiguiendo a los japoneses y volvieron a enfrentarse a ellos en Oivi. Eran unos 3.700 australianos contra unos 2.800 japoneses, pero la artillería japonesa era más potente.

En Yalta, en Crimea, ante la posibilidad de que la ciudad fuera tomada por los alemanes, la NKVD mató a todos los presos de todas las cárceles.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Trekieve) y otro noruego (Hai Hing) cerca de Mozambique.

En el Alamein las fuerzas de Montgómery atravesaron por varios puntos el frente alemán y amenazaron con rodear las tropas del Eje. No obstante, el avance era lento porque los campos de minas tenían que ser cruzados por las estrechas vías abiertas. Tres divisiones blindadas italianas fueron rodeadas y aniquiladas. Otras se internaron en el desierto sin agua ni provisiones, con lo que no tardaron en rendirse. Aunque ya estaba en retirada, Rommel seguía solicitando a Hitler el permiso para ello, y finalmente lo recibió esa noche.

De Francia salió un nuevo convoy de 1.000 judíos con destino a Auschwitz. Sólo sobrevivirían 5 de ellos.

El convoy SC 107 perdió tres barcos más a manos de los submarinos alemanes, dos cargueros británicos (Daleby y Hatimura) y otro neerlandés (Hobbema). Sin embargo, el submarino que había hundido a éste último resultó hundido a su vez cuando explotó el Hatimura. Otro submarino alemán hundió un carguero británico (William Clark) cerca de Groenlandia. Un submarino italiano hundió un carguero griego (Andreas) cerca de Brasil.

Un submarino japonés se hundió cerca de Alaska cuando trataba de sumergirse ante un ataque aéreo. Por accidente una escotilla había quedado abierta.

El 5 de noviembre se produjo el encuentro entre las tropas de Shōji y las que habían desembarcado dos días antes. En total eran unos 3.500 hombres, tantos como japoneses, o tal vez algunos más. Mientras tanto los estadounidenses maniobraban para rodearlos.

La central eléctrica de Stalingrado se colapsó.

En el Cáucaso, los alemanes tomaron Alagir.

Un submarino finlandés embistió y hundió otro soviético en el mar báltico.

La aviación alemana hundió un carguero británico (Chulmleigh) y otro soviético (Dekabrist) en el mar de Groenlandia.

Los británicos recibieron a un enviado del gobernador de Madagascar, Armand Annet, solicitando los términos de su rendición.

Un avión estadounidense hundió un submarino alemán al norte de Islandia.

Henri Giraud embarcó esa noche en un submarino británico junto con su hijo y otros tres oficiales franceses. Como Giraud había declarado que no quería relación alguna con los británicos y no había ningún submarino estadounidense en 5.000 km a la redonda, el HMS Seraph se convirtió por unos días en el USS Seraph, y sus tripulantes británicos recibieron órdenes de hablar con acento estadounidense tomando como referencia las voces de los actores de las películas de Hollywood. Al parecer, Giraud notó la farsa, pero una vez en el submarino ya no estaba en condiciones de protestar y no dijo nada. Había dejado uan carta dirigida a Pétain en la que afirmaba que Francia no debía mantenerse como espectadora del conflicto y se declaraba liberado de su juramento de no poner trabas a la actuación del gobierno de Vichy.

La situación en El Alamein era caótica. Las tropas alemanas estaban dispersas y las británicas se dispersaron a su vez al tratar de perseguirlas. La aviación británica no podía bombardear apenas en ninguna parte a riesgo de dañar a las tropas británicas. Una división armada se había separado durante la noche de sus vehículos de apoyo y al amaneces se había quedado sin combustible. En diversos combates, los británicos destruyeron 14 tanques alemanes y 29 italianos y capturaron unos 1.000 prisioneros ese día. Rommel llegó a Fouka, pero no vio factible establecer una posición defensiva y continuó su retirada hacia Marsa Matruh.

El convoy TAG 18 perdió dos barcos más, un petrolero estadounidense (Meton) y otro noruego (Astrell). Otros submarinos alemanes hundieron además dos cargueros británicos (La Cordillera y New Toronto) en el Atlántico.

El 6 de noviembre dos compañías de marines bajo el mando del teniente coronel Evans Carlson desembarcaron en la costa de Guadalcanal y se lanzaron en busca de las tropas de Shōji.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Elbing IX) en el mar Báltico. Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire Sky) en el mar de Barents.

En Ambalavao se firmó un armisticio entre los británicos y las tropas de Armand Annet, el gobernador de Madagascar.

Las tropas de Rommel seguían huyendo y perdiendo tanques y artillería en su huida. Los británicos ocuparon Fuka y su campo de aviación, mientras que la aviación estadounidense destruyó un carguero italiano en Tobruk (Etiopia) y un petrolero en Bengasi (Portofino). No obstante, los italianos habían podido desembarcar 4.000 toneladas de combustible en Bengasi que esperaban a las fuerzas de Rommel. De momento, en Marsa Matruh, las distintas unidades alemanas se peleaban por la escasa gasolina disponible.

Otros 1.000 judíos fueron deportados desde Francia hasta Auschwitz. Sólo sobrevivirían 4 de ellos.

En el océano Atlántico, submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Arica y Ocean Justice) y el barco de pasajeros City of Cairo, provocando la muerte de 104 de las 311 personas a bordo. El submarino emergió entre los botes salvavidas y su capitán, Karl-Friedrich Merten, preguntó a los ocupantes de uno de ellos por el nombre del barco, su cargamento y si llevaba prisioneros de guerra. Luego les indicó el rumbo hacia la costa más cercana y se despidió diciendo: Buenas noches y lamento haberles hundido.

Ese día se estrenó Crimen a medianoche, una comedia de misterio protagonizada por Abbott y Costello. Ambos cómicos fueron proclamados las estrellas más taquilleras del año. Recientemente habían realizado una gira por el país para vender bonos de guerra. Se calcula que lograron recaudar 85 millones de dólares.

Los japoneses habían resistido varias acometidas australianas en Oivi, pero el 7 de noviembre los australianos siguieron un camino paralelo hacia Gorari para flanquear a sus adversarios.

En Guadalcanal la patrulla de Carlson encontró una misión cristiana que había sido saqueada por los japoneses poco antes, donde habían matado a dos de los misioneros. Acelerando la marcha dieron con un pequeño grupo de japoneses que hirieron al guía nativo que encabezaba la columna. Los marines devolvieron el fuego y mataron a dos japoneses y ahuyentaron al resto.

Un submarino japonés hundió un carguero estadounidense (USS Majaba) en la desembocadura del río Tenaru, en Guadalcanal.

Un destructor alemán hundió un petrolero soviético (Donbass) en el mar de Barents.

Esa noche las últimas fuerzas de alemanas salieron de Marsa Matruh mientras Rommel trataba de organizar una defensa en Sidi Barrani que permitiera a sus tropas continuar su retirada hacia Sollum sin ser molestadas.

La aviación aliada bombardeó Burdeos y destrozó un carguero alemán (Elsa Essberger).

Henri Giraud llegó a Gibraltar, donde fue informado de que, en contra de lo que le habían asegurado, la invasión del norte de África no quedaría bajo su mando, sino que sería dirigida por el general Eisenhower (era absurdo que pudiera tener el mando alguien que no estaba al corriente de todo el entramado de la operación). El desembarco estaba previsto para el día siguiente, pero Giraud, a pesar de lo atareado que estaba Eisenhower en esos momentos, insistió en sostener una larga discusión con él, dificultada además por la necesidad de intérpretes. Eisenhower le ofreció el mando de las tropas francesas en el norte de África, pero Giraud se negó a participar en la operación en términos distintos de los que había acordado con Murphy (de los que Eisenhower no tenía noticia alguna).

Esa noche, de acuerdo con lo establecido por los servicios de inteligencia estadounidenses, un grupo de unos 400 resistentes franceses ocuparon los lugares estratégicos de Argel y capturaron en su domicilio al general Alphonse Juin, que estaba al mando de las fuerzas francesas del Norte de África. Allí acudió el cónsul estadounidense, Robert Murphy, que entregó a Juin una carta del presidente Roosevelt en la que pedía al Ejército de África francés que se uniera a las fuerzas estadounidenses para liberar la metrópolis. Juin, furioso, rechazó la oferta, y entonces hizo una revelación que sorprendió a los presentes: dijo que a quien deberían entregar esa carta no era a él, sino al almirante François Darlan, comandante en jefe del Ejército Francés, que ese mismo día se había presentado en la ciudad para visitar a su hijo, que estaba hospitalizado, enfermo de poliomielitis.

Darlan, al observar los movimientos de la resistencia, se había dirigido a la casa de Juin, y allí fue capturado también. Murphy le entregó la carta de Roosevelt y su reacción fue idéntica a la de Juin. Henri d'Astier, que estaba al mando de los resistentes que rodeaban la casa de Juin, se marchó tras haber informado a ambos militares de que estaban arrestados. Entonces Darlan convenció a Murphy para que le permitiera enviar una carta al Almiranazgo, bajo palabra de que no tendría ningún carácter militar. Sin embargo, entre líneas dejaba clara una orden de oponerse al desembarco inminente. Además, pedía que se enviara un telegrama a Pétain sin codificar, lo que implicaba que los alemanes lo interceptarían y conocerían inmediatamente los planes aliados (es probable que no hubieran tenido prisa en decodificar un mensaje cifrado procedente de sus medio aliados franceses). Murphy aceptó ingenuamente, pero el resistente que debía enviar el mensaje se detuvo en el cuartel general de la resistencia y allí le dijeron que era mejor no enviarlo. Sin embargo, media hora más tarde, de nuevo con el consentimiento de Murphy, Darlan envió una segunda carta que no fue interceptada.

Mientras tanto, en Casablanca, el general Antoine Béthouart había rodeado con sus hombres la casa del general Charles Noguès, la máxima autoridad al mando, pero éste pidió refuerzos por teléfono y Béthouart fue detenido. Además reveló el desembarco previsto para el día siguiente y ello permitió a Noguès prevenir a las baterías costeras.

En Orán las acciones previstas de la resistencia habían estado peor organizadas y habían contado con medios insuficientes, así que ni siquiera llegaron a ponerse en práctica.

Submarinos alemanes hundieron dos cargueros estadounidenses (La Salle y Nathaniel Hawthorne) y tres británicos (Lindenhall, Glenlea y Roxby) en el océano Atlántico.

El 8 de noviembre otras tres compañías de marines desembarcaron en Guadalcanal con la misión de incorporarse a la patrulla de Carlson.

El gobernador de Madagascar, Armand Annete, se entregó a los británicos. Ahora los aliados dominaban una posición de gran valor estratégico para controlar la ruta hacia la India y Persia.

Hitler fue ese día a Munich, a celebrar, como cada año, el aniversario del Putsch de Munich, y en su discurso afirmó que Stalingrado estaba ya en manos alemanas, salvo por unos pequeños focos de resistencia.

Rommel llegaba a Sollum, pero con apenas 2.000 soldados alemanes y otros tantos italianos, aunque contaba con una reserva de otros 3.000 alemanes y 500 italianos. Sólo le quedan 11 tanques panzer, más otros 10 italianos. Tenía al menos la suerte de que los británicos avanzaban muy lentamente y no llegaban a tiempo para atacar en los grandes pasos, donde podrían provocar un gran número de bajas.

La Operación Antorcha, se inició, según lo previsto, con un desembarco simultáneo de tropas británicas y estadounidenses en Safi, Casablanca, Port Lyautey, Orán y Argel. La fuerza occidental, que desembarcó en Marruecos, estaba bajo el mando del mayor George Smith Patton, y contaba con 35.000 hombres y unos 100 barcos que habían llegado directamente de los Estados Unidos. La fuerza central, que desembarcó en Orán, contaba con 39.000 hombres bajo el mando del mayor Lloyd Fredentall, que habían llegado de Gran Bretaña. Finalmente, la fuerza occidental, que desembarcó en Argel, contaba con 33.376 hombres bajo el mando del teniente general Kenneth Arthur Noel Anderson, de los cuales 20.000 no desembarcaron, sino que eran una reserva para invadir Túnez en una segunda fase.

El desembarco en Safi se produjo con relativa facilidad. Contó con 6 transportes escoltados por 8 barcos de guerra que, en un principio, no abrieron fuego pensando que no habría resistencia, pero cuando las baterías costeras empezaron a disparar, devolvieron el fuego. Además, la aviación destruyó un convoy de camiones que trataba de reforzar las defensas. Por la tarde Safi se había rendido y 6.400 marines habían desembarcado. Sólo quedaron algunos focos aislados de resistencia que se prolongarían durante un par de días.

El desembarco en Casablanca, el principal puerto en el Atlántico controlado por la Francia de Vichy, se repartió entre varios puntos cercanos de la costa. Hubo uno en Fedala, al este de la ciudad, donde no hubo incidentes y, desde allí, las tropas marcharon hacia Casablanca. Más hacia el este hubo otro desembarco en Port Lyautey, cerca de Rabat, donde los franceses tenían una fortaleza y una base aérea. La guarnición de la fortaleza no era muy numerosa, pero ofreció resistencia. Los intentos aliados por llegar a un acuerdo y suspender el combate fueron rechazados, pero la mayor parte de los soldados franceses simpatizaba con los aliados, y sólo necesitaban una orden de alto el fuego que no llegaba.

A Casablanca, propiamente dicha, llegaron 2 portaaviones, 1 acorazado, 4 cruceros, 14 destructores y 15 barcos de transporte de tropas. En el puerto se encontraba una flota francesa compuesta por 1 acorazado, 1 crucero, 9 destructores, 11 dragaminas y 11 submarinos. De nuevo, los aliados no abrieron fuego ante la posibilidad de que el desembarco no recibiera oposición, pero a las 7:00 las baterías costeras empezaron a actuar, a la vez que llegaban aviones franceses y que zarpaban cinco submarinos. Los barcos de guerra aliados contestaron y no tardaron en silenciar las baterías y en ahuyentar a los aviones. Cuando volvieron, se enfrentaron en un duelo aéreo con los aviones estadounidenses en el que siete aviones franceses y cuatro o cinco estadounidenses fueron derribados. Diez barcos civiles que estaban en el puerto acabaron hundidos. Tres submarinos (Amphitrite, Oréade y La Psyché) fueron destruidos antes de que pudieran zarpar. A las 9:00 varios barcos de guerra franceses salieron del puerto bajo una cortina de humo. La batalla se prolongó hasta el mediodía, y el balance fue de seis destructores franceses encallados o hundidos (Albatros, Boulonnais, Brestois, Fougueux, Frondeur, Milan y Tornade), un crucero encallado (Primauguet) y cinco submarinos hundidos. Varios barcos de guerra estadounidenses fueron dañados, pero ninguno de gravedad. Sólo cuatro transportes resultaron hundidos, pero las bajas fueron de apenas unos 174 muertos. Los franceses contaron 462 muertos y unos 200 heridos. El combate obstaculizó el desembarco. Al final del día habían tocado tierra menos de 8.000 hombres.

En Orán hubo dos desembarcos al oeste de la ciudad, otro al este y otro de menor volumen (dos barcos y 393 soldados de infantería) que debía acceder directamente al puerto de Orán para tomar el control de instalaciones valiosas e impedir así que fueran destruidas. Ésta última era realmente una misión suicida, pues en el puerto había 31 barcos franceses, además de las baterías costeras. Ambos barcos acabaron hundidos, las bajas fueron del 90% y los supervivientes se rindieron al cabo de dos días.

El desembarco al este, en Arzew, se produjo sin contratiempos. Los franceses fueron pillados por sorpresa y no tardaron en rendirse. Desde la playa los marines se dirigieron a un fuerte cercano y unoas horas más tarde lo habían tomado. Al oeste desembarcó el propio Eisenhower, también sin incidentes reseñables. En el tercer punto de desembarco, situado entre los dos anteriores, la situación fue algo peor, debido a que, como en Casablanca, tuvo lugar una batalla naval que se prolongó hasta el día siguiente. Ese día dos destructores franceses (Tornade y Tramontane) encallaron y dos submarinos (Acteon y Argonaute) resultaron hundidos. Entre tanto, paracaidistas estadounidenses tomaban dos aeropuertos cercanos.

En Argel hubo también tres puntos de desembarco, dos al oeste y otro al este de la ciudad. Al igual que en Orán, también hubo un intento de desembarcar algunas tropas en el propio puerto de Argel (un total de 622 tropas, transportadas en los destructores HMS Malcom y HMS Broke), y también resultó un fracaso, aunque menos catastrófico que el intento en Orán. Ambos barcos fueron dañados gravemente y el Broke se hundiría dos días más tarde, mientras estaba siendo remolcado. Por lo demás, sólo hubo 22 muertos y 55 heridos, y toda la infantería que logró desembarcar fue capturada. Por lo demás, la resistencia francesa fue mínima y los desembarcos se produjeron sin contratiempos graves, salvo por el hecho de que resultó bastante desorganizada, de modo que algunos equipos acabaron en playas distintas a las de los soldados que debían ocuparse de ellos. Esto retrasó la marcha sobre la propia ciudad de Argel. No obstante, los estadounidenses tomaron rápidamente el aeropuerto más importante de Argel y otro fue ocupado por la resistencia, lo que privó a los franceses de apoyo aéreo.

El retraso de la entrada aliada en Argel comprometió a la resistencia, que no estaba preparada para mantener sus posiciones indefinidamente, Pero, como sabían que era una mera cuestión de tiempo, optaron por mostrarse dispuestos a rendirse a las autoridades de Vichy, pero dilatando todo lo posible las negociaciones y la liberación de los numerosos rehenes que tenían en su poder. A la vez, los resistentes trataban de ganarse el apoyo de los policías y las unidades de soldados con las que trataban. En un momento dado se anunció que Giraud estaba hablando en Radio Argel. En realidad era un miembro de la resistencia que leía un discurso del general, pues éste no había consentido en participar en la operación y seguía en Gibraltar. El discurso terminó con el lema: Un solo objetivo: la victoria, tras el cual la policía entonó espontáneamente la Marsellesa. Mientras las fuerzas de Vichy se limitaban a combatir-negociar con la resistencia, los estadounidenses llegaron a los suburbios de la ciudad y empezaron a penetrarla. Por la noche, estimando que la resistencia era inútil, Darlan ordenó el alto el fuego. A partir de ese momento el desembarco pudo completarse sin oposición alguna y los aliados se hicieron con un puerto intacto, en el que las instalaciones no habían sido destruidas. No obstante, la orden de Darlan sólo se extendía a Argel, pero no a Orán ni a Marruecos, donde los combates continuaron.

Los británicos hicieron que su agente doble Garbo (Juan Pujol) enviara a los alemanes información verídica y valiosa sobre la Operación Antorcha, pero aunque estaba fechada con anterioridad al inicio de la operación, hicieron que el avión que la transportaba se retrasara de modo que llegó a los alemanes cuando ya no era útil. Pujol recibió una carta en la que se leía: Lamentamos que llegaran demasiado tarde, pero sus últimos informes eran magníficos. Estas tretas eran frecuentes. En una ocasión, Pujol alegó que su (inexistente) agente en Liverpool se había puesto enfermo justo en el momento en que podría haber informado de un importante movimiento de buques de guerra. Para darle fuerza a la excusa, finalmente el agente "murió" y se publicó un obituario. Los alemanes tragaron el anzuelo hasta el punto de que le concedieron una pensión a la viuda del agente fallecido.

Destructores estadounidenses hundieron un carguero alemán (Annelise Essberger) en el Caribe.

Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (West Humhaw), dos británicos (Capo Olmo y D'Entrecasteaux) y otro noruego (Maloja) en el océano Atlántico, así como otro panameño (Plaudit) en la costa índica sudafricana.

El 9 de noviembre los estadounidenses atacaron por todas parte a las tropas de Shōji en Guadalcanal, pero en su cerco había un agujero por el que los japoneses empezaron a escapar.

La "crisis del telegrama" desatada por la lacónica respuesta del rey Cristián X de Dinamarca a la efusiva felicitación de Hitler dos meses atrás obligó a dimitir al primer ministro Wilhelm Buhl, que fue sucedido por el hasta entonces ministro de asuntos exteriores Erik Scavenius. Alemania también había sustituido sus representantes en Dinamarca por otros más autoritarios.

Tras la invasión del África Francesa, Hitler preguntó al gobierno francés si está dispuesto a luchar junto a Alemania contra los anglosajones. Laval le respondió que era necesaria una reunión para discutirlo, y Hitler lo convocó en Munich para el día siguiente.

Torpederos alemanes hundieron un carguero noruego (Fidelio) en el mar del Norte.

Esa noche 213 aviones bombardearon Hamburgo.

Un petrolero alemán (Margot) fue hundido en Nantes durante un bombardeo aliado.

El destacamento que Rommel había dejado en Sidi Barrani para cubrir su retaguardia fue arrollado esa noche y tropas neozelandesas marchaban ya hacia Sollum.

Otros 1.000 judíos fueron deportados desde Francia hacia Auschwitz. Sólo sobrevivirían 15.

Un submarino italiano (Granito) fue hundido por otro británico cerca de Sicilia.

En Port Lyautey los estadounidenses habían desembarcado y tenían asegurado todo el terreno alrededor de la fortaleza francesa, pero ésta seguía resistiendo.

El intenso oleaje obstaculizaba las labores de desembarco en Casablanca. A las tropas en tierra les faltaba toda clase de suministros, por lo que no podían avanzar hacia la ciudad.

En Orán la flota estadounidense hizo encallar un destructor francés (Epervier). Poco después la ciudad se rindió a los estadounidenses, aunque antes los franceses hundieron sus barcos, un estructor (Typhon), tres submarinos (Ariane, Danae y Diane), además de varios cargueros.

Mientras tanto, tropas alemanas entraban en Túnez desde Libia sin oposición por parte del ejército francés.

Finalmente, Henri Giraud consintió en volar hasta Argel desde Gibraltar, pero el intento por parte de los estadounidenses de que los franceses lo aceptaran como comandante supremo fracasó por completo. Un discurso emitido por radio no tuvo efecto alguno.

Ese día Canadá, Cuba y México rompieron sus relaciones diplomáticas con la Francia de Vichy.

Un submarino alemán desembarcó en New Carlisle, en Canadá, a Werner von Janowski, que pasó la noche en un hotel de la localidad. Allí despertó las sospechas del hijo del gerente, Earle Annet Jr. Al cabo de tres horas, von Janowski dejó el hotel y anduvo hacia la estación. Annet lo siguió y se sentó a su lado mientras esperaba su tren, con lo que tuvo ocasión de confirmar sus sospechas y alertó a un policía, que se montó en el tren mientras éste arrancaba. Entonces localizó al sospechoso y, cuando le pidió que le abriera sus maletas dijo: No será necesario. Soy un oficial alemán que sirve a su país como usted sirve al suyo. Sin embargo, von Janowski no dudó mucho en dejar de servir a su país, y a partir de ese momento actuó como agente doble, transmitiendo información falsa a los alemanes.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Nurmahal) y otro noruego (Nidarland) en el Atlántico.

El 10 de noviembre un submarino japonés fue hundido por un destructor estadounidense cerca de las islas Salomón. Un submarino estadounidense hundió también un carguero (Venice Maru) cerca de la costa japonesa.

Laval se entrevistó con Hitler, el cual lo recibió con desprecio. Ya no le pedía la colaboración francesa, pues ya había dado la orden de invadir la Francia Libre. Simplemente le exigió que Francia pusiera a disposición del Eje los puertos de Túnez y Bizerta.

Winston Churchill anunció la victoria en El Alamein. Dijo: Esto no es el fin. Ni siquiera es el principio del fin, pero tal vez es el fin del principio. Las pérdidas alemanas Alamein habían sido de 25.000 muertos o heridos y 30.000 prisioneros (20.000 italianos y 10.000 alemanes). Los británicos contaron 2.350 muertos, 8.950 heridos y 2.260 desaparecidos. Mientras tanto Montgomery atacaba en Sollum, expulsando así a los alemanes de Egipto.

Una escuadra de 28 bombarderos italianos fue trasladada a Túnez.

En Port Lyautey los estadounidenses entraron finalmente en la fortaleza francesa y pusieron fin a toda resistencia. Tras esto pudieron ocupar el aeropuerto. Las bajas aliadas habían sido de 79 hombres. Las francesas fueron muy superiores.

El Jean Bart era un destructor francés que no estaba terminado de construir, pero que había entrado en combate dos días antes en Casablanca. Ahora, tras algunas reparaciones de emergencia volvió a atacar a dos destructores estadounidenses hasta que fue hundido por la aviación.

Submarinos alemanes hundieron un destructor británico (HMS Martin) y un carguero (Garlinge) ante la costa de Argelia.

Los estadounidenses necesitaban encontrar urgentemente un oficial francés que pudiera ser reconocido como máxima autoridad por los franceses del norte de África, para que el desembarco aliado no fuera visto como una invasión. Su apuesta por el general Giraud había sido un fracaso, y en de Gaulle ni se podía pensar (podría aceptarlo la resistencia, pero nunca la armada). Entonces, una opción que a priori se podría haber descartado por absurda empezó a cobrar fuerza: Darlan. Era la máxima autoridad militar del gobierno de Vichy, su hoja de servicios era la del perfecto colaborador de los nazis, pero, por otro lado, ningún militar francés cuestionaba su autoridad. Eisenhower se reunió con él y ese mismo día Darlan ordenaba el alto el fuego a todas las tropas francesas en África, mientras continuaba negociando con Eisenhower. Al parecer, a Darlan le preocupaba que el "traidor" Giraud pudiera acabar al mando del África Francesa.

Esa noche un ejército alemán salió del extremo sur de la Francia ocupada y avanzó hacia el este paralelamente a la frontera con España. Al mismo tiempo, otro ejército partía de la Francia Central hacia Vichy, para luego dirigirse a Toulon. Un ejército italiano ocupó la Riviera Francesa y una división italiana desembarcó en Córcega.

Al conocer la noticia, Darlan declaró que la ocupación alemana lo liberaba de su lealtad hacia el gobierno de Vichy. Entonces juró lealtad a los aliados a cambio de que fuera reconocido como Alto Comisionado del África Septentrional Francesa. Eisenhower aceptó.

Un submarino alemán hundió un carguero noruego (K.G. Meldahl) en la costa índica de Sudáfrica. Otro hundió dos cargueros británicos (Cerinthus y Start Point) cerca de las islas Cabo Verde. Un submarino italiano hundió un carguero estadounidense (Marcus Whitman) también en el Atlántico.

Ese día se estrenó Camino a Marruecos, la tercera entrega de la serie de comedias musicales "Camino a...", protagonizada por Bing Crosby, Bob Hope y Dorothy Lamour. Fue la cuarta película más taquillera del año.

El 11 de noviembre los estadounidenses cerraron el agujero por el que se les estaban escapando las tropas de Shōji en Guadalcanal, pero ya sólo atraparon a unos 500 soldados. Las cinco compañías de Carlson se lanzaron tras el resto, separándose para barrer la zona y pronto varias de ellas se enzarzaron en combate. Al final del día contaban 10 bajas, y estimaban que habrían matado a unos 120 japoneses.

El día anterior Vandegrift había enviado tropas más allá de la orilla occidental del Matanikau, pero desde hacía varios días estaban desembarcando tropas japonesas en la zona, así que, tras haber llevado a cabo pequeños avances, Vandegrift ordenó que todas las fuerzas se retiraran a la orilla oriental del Matanikau.

A punto de ser rodeados, los japoneses se retiraron de Oivi. Un regimiento no recibió la orden y tuvo que huir cuando ya era tarde, a costa de cuantiosas bajas. En total los japoneses contaron 430 muertos y 400 heridos, frente a 121 australianos muertos y 225 heridos. Inmediatamente se reanudó la persecueción hacia el norte.

Dos cruceros japoneses (Aikoku Maru y Hokoku Maru) atacaron a un petrolero británico (Ondina) en el océano Índico. Sin embargo, el Ondina estaba armado con un cañón que, con un tiro certero, provocó una gran explosión en el Hokoku Maru. El barco tuvo que ser abandonado y el otro destructor se centró en rescatar a los náufragos. El Ondina aprovechó la ocasión para escapar, pero luego el Aikoku Maru, mucho más rápido, se lanzó en su persecución. El Ondina se había quedado sin municiones, por lo que su capitán, al verse bajo el fuego enemigo, izó la bandera blanca, detuvo los motores y ordenó evacuar el barco. Pero, claro, ya se sabe que Dios hizo a los japoneses para que los nazis y los comunistas pudieran parecer gentes de bien. En lugar de hundir el barco, dispararon a los botes salvavidas, si bien no hicieron mucho daño (sólo mataron a un marinero e hirieron gravemente a otros tres), porque luego el barco se alejó de nuevo para seguir rescatando náufragos del Hokoku Maru. Algunos marineros del Ondina (el capitán había muerto) se atrevieron a subir de nuevo al barco, y, observando que los motores estaban intactos, crearon nuevas vías de agua para equilibrarlo y pudieron continuar el viaje hasta Ceilán.

Un submarino japonés hundió un carguero estadounidense (Edgar Allan Poe) cerca de Nueva Caledonia.

La traición de un oficial de policía permitió a los alemanes capturar a Kostas Perrikos, un oficial de las fuerzas aéreas griegas, y otros miembros de la Unión Panhelénica de Jóvenes Combatientes, responsables del atentado contra la sede de la Organización Patriótica Nacional Socialista del pasado mes de septiembre.

Los tanques alemanes llegaban a la costa mediterránea francesa. Paul Reynaud, el que fuera primer ministro de Francia durante la invasión alemana, había permanecido hasta entonces encarcelado en el sur de Francia y ahora los alemanes lo llevaron al campo de concentración de Sachsenhausen. Alemania no estaba en condiciones de reemplazar a todo el aparato estatal francés, pero la policía quedó bajo el mando de la Gestapo.

Con el avance alemán, unos 50.000 soldados franceses se habían replegado sobre Toulon, donde permanecía la flota francesa. El gobierno de Vichy dio órdenes a los responsables de la base naval (los almirantes Gabriel Paul Auphan y Jean de Laborde) de no permitir la entrada de tropas extranjeras en las instalaciones de la marina o en los propios barcos y, en caso de que las negociaciones fracasaran, la flota debía ser hundida.

Un convoy con 745 judíos salió de Francia hacia Auschwitz. Sólo sobrevivirían 2 de ellos.

Tropas aliadas desembarcaron en Bujía, en Argelia, al este de Argel. El Eje había invadido Túnez, y los aliados trataban de crear líneas de comunicaciones que les permitieran entrar en Túnez lo antes posible.

Ese día los británicos retomaban Bardia, ya en Libia. Un convoy británico llegó a Malta desde Alejandría y oficialmente se anunció el fin del bloqueo que hasta entonces había sufrido la isla. La base aérea británica en Malta había sido fundamental para privar a Rommel de suministros, que a su vez había sido la causa esencial de la derrota del Afrika Korps. Ahora que la costa egipcia estaba de nuevo bajo control aliado, el abastecimiento de la isla quedaba garantizado.

Submarinos alemanes continuaron atacando la flota aliada en el norte de África. En Fedala hundieron un transporte, con lo que murieron unos 100 de los 358 soldados a bordo. Otro transporte fue hundido cerca de Orán, pero en este caso sólo hubo cuatro bajas. En Casablanca también hubo ataques, pero ningún barco resultó hundido. Un barco de transporte de tropas neerlandés fue hundido también cerca de Gibraltar, igualmente con pocas bajas. Por su parte, la aviación aliada hundió también un submarino francés (Sidi Ferruch) en Fedala y un carguero alemán (Thessalia) cerca de Bengasi. Además, un submarino británico hundió un barco de abastecimiento de submarinos (Benghazi) cerca de la costa de Cerdeña.

Obedeciendo la orden de Darlan, Casablanca se rindió a los estadounidenses cuando todavía faltaba por desembarcar el 75% de los suministros.

Esa noche nueve soldados británicos desembarcaron en Plouézec, en la Bretaña francesa, con la misión de capturar a algunos alemanes para interrogarlos. Sin embargo, fueron descubiertos por unos centinelas y, después de un tiroteo en el que murieron varios alemanes, tuvieron que retirarse.

Seis meses atrás, Franco había escrito una carta a Juan de Borbón en la que afirmaba que la "revolución nacional" que encarnaba su régimen entroncaba con la "revolución totalitaria" de los Reyes Católicos y de Felipe II, a la que contraponía las decadentes monarquías posteriores. Sin embargo, poco después obligaba a abandonar el país a algunos monárquicos civiles destacados que servían de enlace entre Juan de Borbón y los generales monárquicos. Ahora un periódico suizo publicaba unas declaraciones de Juan de Borbón en las que manifestaba su seguridad en que la monarquía sería restaurada en España y que serviría para reconciliar a todos los españoles.

Al mismo tiempo, el general Kindelán se entrevistaba con Franco para pedirle, en su nombre, y en el de los demás generales monárquicos (al menos seis) que proclamase la monarquía y se declararse regente. También señaló que el Ejército no podía aceptar que su Generalísimo fuera al mismo tiempo el jefe de un partido, la Falange, cuya acción consideraban nefasta para el país (en alusión a los esfuerzos del ministro falangista José Asensio por que España entrara en la guerra). Franco respondió conciliador. Negó la existencia de ningún compromiso formal con el Eje, afirmó que no deseaba permanecer más de lo necesario en un cargo que cada día encontraba más desagradable, así como que veía a Juan de Borbón como su sucesor. Sin embargo, unos meses más tarde cesó a Kindelán como capitán general de Cataluña y lo nombró director de la Escuela Superior del Ejército, de modo que no tenía mando directo sobre tropas.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (City of Ripon) cerca de la Guayana Británica y otro neerlandés (Veerhaven) cerca de Brasil. Un submarino británico (HMS Unbeaten) desapareció cerca de la costa atlántica francesa, probablemente hundido por error por un avión de la RAF.

El 12 de noviembre las tropas de Shōji encerradas en Guadalcanal fueron exterminadas. Las bajas estadounidenses fueron de 40 muertos. Shōji emprendió una larga marcha a través de la selva para rodear las posiciones estadounidenses y llegar a la orilla occidental del Matanikau, perseguido por la patrulla de Carlson. Ese día Carlson entró en la aldea de Asamana, donde sorprendió y mató a varios japoneses. Había indicios de que las tropas de Shōji habían tomado el lugar como punto de reunión, así que se apostaron en los alrededores y a lo largo del día mataron a 25 soldados que se dirigían al lugar.

Mientras tanto un gran convoy japonés se dirigía hacia Guadalcanal. Constaba de 11 barcos de transporte con capacidad para 7.000 soldados con su equipamiento y provisiones correspondientes, escoltados por 12 destructores bajo el mando del contralmirante Raizō Tanaka. Por delante marchaban 2 acorazados (Hiei y Kirishima), 10 cruceros y 4 destructores bajo el mando del vicealmirante Hiroaki Abe, con la misión de destruir el aeropuerto estadounidense y garantizar así la seguridad del resto del convoy. La aviación estadounidense detectó el convoy y permitió prepararse para el ataque. El oficial al mando era el almirante Daniel Callaghan, que contaba con 5 cruceros y 8 destructores.

La región de Zamość fue elegida como banco de prueba para el plan de germanización de Polinia. En los meses siguientes unos 110.000 polacos serán deportados a campos de concentración, mientras unos 30.000 niños serán separados de sus familias para ser germanizados en el seno de familias alemanas. A la ciudad llegaron arquitectos, decoradores, ingenieros, etc., dispuestos a convertirla en una ciudad alemana modélica.

Italia y Alemania organizaron un puente aéreo por el que empezaron a transportar cantidades ingentes de tropas y suministros a Túnez.

Paracaidistas aliados ocuparon el aeropuerto de Bona, en Argelia, y poco después el puerto. Desde Argel, Darlan lanzó un llamamiento a la flota francesa en Toulon para que zarpara y se uniera a la Francia Libre.

Submarinos alemanes hundieron un destructor británico (HMS Hecla) cerca de Gibraltar, tres transportes estadounidenses en Fedala y otro británico en Bujía. Por otra parte, corbetas británicas hundieron un submarino alemán en Orán.

Un submarino alemán hundió un carguero panameño (Buchanan) en el Atlántico.

El 13 de noviembre, poco después de la medianoche, las flotas japonesa y estadounidense se avistaron mutuamente en Guadalcanal. Había luna nueva y la oscuridad era total. Tanto Abe como Callaghan dudaron en atacar, y ello hizo que ambas flotas acabaran entremezclándose. A la 1:48 el Hiei y el destructor Akatsuki iluminaron el crucero USS Atlanta con reflectores, y entonces varios barcos estadounidenses empezaron a disparar. En poco tiempo el Akatsuki explotó y se hundió, pero antes había disparado sobre el Atlanta, cuyos motores se averiaron y quedó a la deriva. Se interpuso en la línea de fuego de otro crucero estadounidense que disparó sobre él por error aumentando los daños. Los barcos japoneses también abrieron fuego y dañaron el destructor USS Cushing. Luego el Hiei volvió a encender sus reflectores y ello lo convirtió nuevamente en blanco de la flota enemiga. El puente de mando sufrió desperfectos y Abe resultó herido. Entonces el Hiei y otros tres barcos atacaron al USS San Francisco y murió la mayor parte del personal del puente de mando, incluido el almirante Callaghan. El San Francisco logró dañar al Hiei y se puso a cubierto. Otros barcos japoneses encontraron al Cushing a la deriva y lo hundieron. Poco después explotaba y se hundía también el destructor USS Laffey, seguido del USS Barton y del USS Monssen. Los cruceros USS Portland y USS Juneau resultaron dañados. El destructor Amatsukaze se acercó al San Francisco para terminar de hundirlo, pero no se dio cuenta de que se le acercaba un crucero que disparó sobre él y lo obligó a retirarse envuelto en una cortina de humo. Dos destructores estadounidenses divisaron al mismo tiempo al destructor Yudachi, lo atacaron desde dos direcciones distintas y lo dañaron gravemente.

A las 2:26, tras unos 40 minutos de combate, ambos bandos se retiraron. A los estadounidenses les quedaba un crucero y un destructor en buenas condiciones (el Helena y el Fletcher) y otros cuatro cruceros y dos destructores dañados. En cambio, Abe contaba con un acorazado, un crucero y cuatro destructores. Tenía el camino despejado para atacar el aeropuerto estadounidense y obtener así una victoria decisiva, pero, tal vez por no tener una información fiel de sus bajas y las de su enemigo, optó por retirarse. A las 3:00 el convoy que seguía a la flota de Abe recibió órdenes de retroceder y quedar a la espera de nuevas órdenes.

Al amanecer tres barcos dañados japoneses (el Hiei, el Yudachi y el Amatsukaze) se encontraron relativamente cerca de otros tres barcos dañados estadounidenses (el Portland, el Atlanta y el Aaron Ward). El Amatsukaze fue atacado por aviones, pero pudo escapar. El Yudachi, abandonado, fue hundido por el Portland, mientras que el Hiei fue atacado repetidamente por aviones procedentes de Guadalcanal, de Espíritu Santo y del portaaviones Enterprise, que acababa de regresar de Nueva Caledonia, donde había sido reparado de los daños sufridos en la batalla de las islas Santa Cruz. Abe pasó al destructor Yukizake y el Hiei se hundiría unas horas más tarde. El Atlanta se hundió mientras se dirigía a puerto y el Juneau fue hundido por un submarino. En total, las bajas estadounidenses habían sido de 1.439 hombres, mientras que las japonesas estaban entorno a los 700.

Una columna japonesa se dirigía hacia Asamana, y allí fue recibida por la patrulla de Carlson, que mató a una gran parte y dispersó al resto.

En Nueva Guinea, los australianos llegaron a Wairopi, donde los japoneses en retirada tuvieron que abandonar gran parte de su artillería, munición y otros suministros para cruzar el río Kumusi, cuyos puentes habían sido destruidos.

Bandas ucranianas asesinaron a 50 polacos en Lutsk, aunque no hay evidencias de que la matanza hubiera sido premeditada.

Rommel pretendía salvar más de 9.000 toneladas de equipamiento que tenía en Tobruk, pero los británicos la tomaron ese día. No obstante, a guarnición alemana eludió un intento de Montgomery de rodearla y pudo escapar hacia Bengasi con pocas bajas.

El almirante Darlan fue reconocido oficialmente como Alto Comisionado del África Septentrional y Occidental Francesa. Giraud fue nombrado comandante en jefe de las tropas francesas, a las órdenes de Darlan. A de Gaulle ni se le nombró. Darlan afirmaba que gobernaba en nombre de Pétain y movilizó a las fuerzas del África Francesa para "liberar al mariscal".

Tropas aliadas se desplazaron por tierra en Argelia hasta el aeropuerto de Djedjelli. Submarinos alemanes hundieron un destructor neerlandés (Isaac Sweers) cerca de Argel y dos cargueros británicos (Maron y Lalande) cerca de Orán. Por su parte, la aviación británica hundió un submarino alemán al oeste de Gibraltar.

Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (Excello) y otro británico (Luise Moller) cerca de la costa índica de Sudáfrica.

El Almirante Yamamoto, que estaba al mando de la flota japonesa relevó a Abe del mando (y poco después forzaría su retiro) y ordenó inmediatamente nuevas operaciones. En primer lugar, el vicealmirante Gunichi Mikawa fue enviado a atacar el aeropuerto de Guadalcanal con seis cruceros y seis de los destructores que estaban sirviendo de escolta a los transportes. Dos de los cruceros alcanzaron el aeropuerto el 14 de noviembre y lo bombardearon durante 35 minutos, hasta las 2:30, pero los daños, aunque notables, no fueron graves. Al amanecer, los aviones estadounidenses bombardearon a los barcos en retirada, hundieron el crucero Kinugasa y dañaron gravemente al Maya. Luego se dirigieron contra los transportes japoneses que seguían esperando el momento de acceder a Guadalcanal, hundieron seis de ellos y dañaron otro más, que tuvo que volver a su base. Quedaban cuatro transportes que avanzaron hacia Guadalcanal, pero luego se quedaron a la espera de los resultados de un nuevo ataque planeado para esa noche.

En efecto, una nueva flota llegaba al aeropuerto bajo el mando del vicealmirante Nobutake Kondō. Contaba con el acorazado Kirishima, cuatro cruceros y nueve destructores, varios de ellos supervivientes del combate de la noche anterior. Los estadounidenses también habían reunido, algo improvisadamente, una flota formada por dos acorazados y cuatro destructores bajo el mando del almirante Willis Augustus Lee. El radar localizó la flota enemiga y se inició un combate en el que los destructores USS Walke y USS Preston no tardaron en ser hundidos, mientras que el USS Benham y el USS Gwin fueron gravemente dañados. Destras de los destructores estaban los dos acorazados, el USS Washington y el USS South Dakota. El primero se encontró con el destructor japonés más avanzado, el Ayanami, y logró incendiarlo. El South Dakota sufrió mientras una serie de fallos eléctricos, en parte debidos a una negligencia de un ingeniero. Así se quedó sin radar, sin radio y con parte de su armamento inutilizado. Se dispuso a seguir al Washington, pero cuando llegaron a la zona en la que estaban los destructores dañados, el Washington giró de modo que los destructores quedaron entre él y la flota japonesa, mientras que el South Dakota se vio obligado a girar en sentido contrario para no chocar contra el Benham. El resultado fue que quedó ante la flota japonesa iluminado por las llamas del Benham. Inmediatamente fue el blanco de los reflectores japoneses y luego de sus cañones y torpedos.

En Guadalcanal la patrulla de Carlson aniquiló un campamento de 15 exploradores japoneses.

La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de Orán y otro cerca de Argel. La aviación alemana hundió un barco de pasajeros británico (Narkunda) cerca de Bujía. Un submarino británico hundió un carguero italiano (Scillin) cerca de la costa de Túnez. El barco transportaba 814 prisioneros de guerra aliados (aunque sólo había espacio para unos 300). El submarino pudo rescatar a 27 prisioneros de guerra y a 35 italianos (incluyendo el capitán del barco) antes de que llegaran barcos italianos y se viera obligado a retirarse.

De Gaulle y sus seguidores estaban indignados con el acuerdo al que Eisenhower había llegado con Darlan, al igual que los resistentes que habían preparado el desembarco aliado en Argel. En una sesión secreta en la Cámara de los Comunes, Churchill argumentó el Eisenhower había hecho lo correcto, y que, incluso si no era del todo correcto, había supuesto que los fusiles franceses pasaran de apuntar a los aliados a apuntar al Eje. "Lamento tener que mencionar algo así, pero para un soldado hay una diferencia muy grande entre que alguien dispare su arma contra él o contra el enemigo". Roosevelt también tuvo que dar explicaciones en su país y, como Churchill tenía más labia que él, le pidió consejo, y finalmente usó las palabras que el primer ministro le recomendó: el acuerdo era "un recurso temporal justificado únicamente por las exigencias de la guerra".

Ese día fue ejecutado el terrorista del IRA Maurice O'Neill, tras haber sido condenado a muerte por un tribunal militar irlandés.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Warwick Castle) y otro panameño (Scapa Flow) en el Atlántico.

La batalla naval proseguía en Guadalcanal. El 15 de noviembre el South Dakota estaba siendo destrozado bajo el fuego enemigo y a las 0:17 tuvo que retirarse del combate con su armamento y sus comunicaciones inutilizadas y varios incendios en cubierta. Pero, mientras la flota japonesa disparaba al South Dakota, no advirtió cómo se acercaba el Washington. Hasta el momento había permanecido inactivo porque no estaba seguro de cuál de los barcos que detectaba era el South Dakota, pero con el resplandor de la batalla quedó claro, y entonces atacó al crucero Kirishima, inutilizándolo y dejándolo en llamas. A las 00:25 el almirante Kondō ordenó a todos sus barcos que se reunieran y destruyeran los barcos estadounidenses restantes, pero el Gwin y el South Dakota ya se habían retirado y el Benham había sido hundido por los propios estadounidenses, mientras que nadie sabía dónde estaba el Washington (los japoneses no tenían radares). El Washington se había alejado para atraer hacia sí la flota enemiga y alejarla de lso barcos dañados. Cuando lo localizaron, los japoneses lo persiguieron durante un tiempo, sin lograr dañarlo. A la 1:04 Kondō ordenó la retirada. A las 2:00 los japoneses hundieron el Ayanami, pues era imposible llevarlo a puerto y a las 3:25 se hundió el Kirishima. El balance fue de 242 estadounidenses y 249 japoneses muertos. Los estadounidenses habían perdido tres destructores y el acorazado USS Dakota tenía daños que lo habían inutilizado para el combate, pero que eran fáciles de reparar. Por su parte, los japoneses habían perdido un acorazado y un destructor, y no habían destruido el aeropuerto de Guadalcanal, que había sido el objetivo de su misión.

Los cuatro transportes que les quedaban a los japoneses desembarcaron a las 4:00, y los destructores que los escoltaban se marcharon imediatamente a posiciones más seguras. A las 5:55 la aviación estadounidense empezó a atacar el punto de desembarco y el destructor USS Meade destruyó los cuatro transportes que todavía estaban siendo descargados. Unos 1.900 soldados japoneses murieron, y muchos de los que desembarcaron se habían quedado sin alimentos ni municiones.

En tierra, Carlson movió su campamento principal a Asamana, pero para entonces las tropas de Shōji ya se habían alejado de la zona y en los días siguientes sólo cazaron a unos pocos japoneses perdidos.

En Timor seguía habiendo unos 1.000 guerrilleros australianos y neerlandeses, pero los japoneses habían ido reforzando sus tropas y ya eran unos 12.000. Su mayor preocupación era cortar la colaboración de los colonos portugueses (teóricamente neutrales) con los australianos, pero todas las medidas represivas no hacían sino aumentar las simpatías de los portugueses hacia los guerrilleros. Por otra parte, los portugueses presionaban a los aliados a que evacuaran mujeres y niños de la isla, y unos 300 pudieron salir.

Las tropas de Montgomery retomaban Derna, en Libia. La RAF ocupó rápidamente el aeropuerto de Martuba, con lo que mejoró su corbertura a los convoyes hacia Malta.

La RAF hundió un submarino alemán cerca de Argel. La vanguardia británica cruzó la frontera de Argelia con Túnez y ocupó Tabarka.

Ese domingo las campanas de todas las iglesias británicas voltearon para celebrar la victoria en El Alamein. Era el primer día en que se oían campanas desde 1940.

Pétain recibió a los almirantes Laborde y Auphan. En privado, Auphan trató de convencer a Laborde de que zarparan con la flota para unirse a los aliados, pero Laborde se negó a obedecer cualquier orden que no proviniera del gobierno. Poco después Auphan presentó su dimisión.

Un submarino alemán hundió un pequeño portaaviones británico (HMS Avenger) y un barco de transporte de tropas al oeste de Gibraltar. Otro hundió un carguero británico (King Arthur) cerca de la isla de Trinidad. Un destructor británico hundió un submarino alemán cerca de la costa portuguesa.

El 16 de noviembre los australianos lograron finalmente cruzar el río Kumusi para continuar la persecución de los japoneses hacia Buna y Gona, apenas a 40 km de distancia.

Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés en el Pacífico. Murieron 228 soldados y 18 tripulantes.

Paracaidistas británicos bajo el mando del teniente coronel James Hill descendieron cerca de la ciudad argelina de Béja, y al aproximarse a ella fueron bien recibidos por la guarnición francesa. Luego aviones alemanes bombardearon la ciudad, pero causaron pocos daños.

Un cazasubmarinos alemán hundió un submarino griego (Tritón) en el Egeo. Un submarino británico hundió un petrolero italiano (Abruzzi) en el Mediterráneo, otro hundió un carguero alemán (Hans Arp) ante Bengasi. Destructores británicos hundieron un submarino alemán ante las costas de Casabanca.

Fritz Pfeffer era un dentista judío alemán que había emigrado a los Países Bajos después de la Noche de los cristales rotos. Cuando la burocracia frustró su intento de salir del país, empezó a buscar un lugar donde esconderse, y entre otras personas, preguntó a una de sus pacientes, Miep Gies, que, junto con su esposo Jan, era la única que conocía el escondite de Otto Frank y su familia. Miep lo consultó con Otto y éste accedió a acoger a Pfeffer, cuyos conocimientos de medicina resultaron útiles. Para acomodarlo, Margot Frank tuvo que pasar a dormir con sus padres, mientras que su hermana Ana (de trece años) tuvo que compartir su habitación con el dentista de 53, y pronto descubrieron que no se aguantaban el uno al otro. Él era judío ortodoxo, ella no le daba tanta importancia a la religión, él la consideraba una maleducada y ella a él un presuntuoso.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Clan Mactaggart) y otro irlandés (Irish Pine) en el océano Atlántico.

El 17 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron un transporte japonés (Oregon Maru) cerca de las Filipinas y un carguero (Nissei Maru) al sur de Java.

Los paracaidistas británicos en Béja se trasladaron hasta Sidi N'Sir, donde los franceses tampoco opusieron resistencia, pero había tropas alemanas por los alrededores.

En Túnez se produjo un desembarco de tropas alemanas bajo el mando del general Walther Nehring, y el comandante militar francés en Túnez, el general Georges Barré, se retiró a las montañas y estableció una línea defensiva dispuesto a no dejar pasar a los alemanes. Mientras tanto los paracaidistas británicos tomaban Gafsa.

La aviación británica atacó un submarino alemán cerca de Argel y una escotilla resultó dañada, lo que le impidió sumergirse y el capitán hizo señales indicando que se rendía. Un destructor recibió órdenes de acudir a apoderarse del submarino, pero entre tanto cinco aviones británicos que desconocían la situación bombardearon el submarino y lo hundieron. Murieron 32 tripulantes y sobrevivieron otros 17.

Submarinos alemanes atacaron al convoy ON 144 en el Atlántico y hundieron dos de sus barcos, un carguero británico (Widestone) y otro griego (Mount Taurus). Otro submarino hundió un carguero británico (City of Corinth) cerca de la isla de Trinidad.

El 18 de noviembre los estadounidenses atacaron de nuevo a los japoneses al oeste del río Matanikau, en Guadalcanal.

Los británicos alcanzaron Djebel Abiod, en Túnez, donde por primera vez se encontraron con 400 paracaidistas alemanes y 17 tanques.

Desde Sidi N'Sir los paracaidistas británicos se habían desplazado hacia Mateur. Al amanecer vieron pasar un convoy alemán de carros blindados. Por si regresaba, pusieron minas en la carretera y ocultaron un mortero. En efecto, el convoy regresó, el vehículo que iba en cabeza hizo explotar una mina y los restantes fueron destrozados con fuego de mortero, granadas y las minas. Varios alemanes murieron y el resto fue apresado. Una segunda patrulla se encontró con un contingente alemán más numeroso y sufrió algunas bajas.

Un submarino británico hundió un petrolero italiano (Giulio Giordani) en el Mediterráneo.

Esa noche la RAF bombardeó Berlín.

El convoy ON 144 perdió cuatro barcos más, cerca de Groenlandia, dos cargueros estadounidenses (Parismina y Yaka), un petrolero británico (President Sergent) y una corbeta noruega de la escolta. Cerca de la costa americana, los submarinos alemanes hundieron un petrolero estadounidense (Brilliant), un carguero británico (Tower Grange) y otro noruego (Tortugas).

El 19 de noviembre los australianos empezaron a atacar Buna y Gona. En Buna había más de 2.000 japoneses, mientras que en Gona habría más de 800. Entre ambas posiciones había una tercera guarnición en Sanananda.

Ese día los soviéticos iniciaron la Operación Urano, con el objetivo de rodear las fuerzas del Eje que atacaban Stalingrado. Contaban con más de un millón de soldados, casi 900 tanques, 13.000 piezas de artillería y 1.500 aviones. El plan pretendía aprovechar que las tropas rumanas que protegían los flancos del ejército alemán eran mucho más débiles y estaban muy inferiormente equipadas, por lo que el ataque se inició en los puntos del frente defendidos por los rumanos. A las 7:20 la artillería atacó durante 80 minutos las posiciones rumanas del extremo septentrional del frente. A las 7:30 empezaron a volar los primeros cohetes Katyusha. El efecto fue devastador. Se interrumpieron las líneas de comunicación, los depósitos de municiones fueron destruidos, los puntos de observación avanzados quedaron despedazados y muchos soldados rumanos empezaron a huir hacia la retaguardia. A las 8:50 empezaron a moverse la infantería y los tanques soviéticos. Los rumanos repelieron los dos primeros asaltos, pero la falta de armamento antitanque permitió a los soviéticos atravesar las defensas enemigas hacia el mediodía. Varias divisiones rumanas se retiraron desorganizadamente. Los alemanes subestimaron el ataque y enviaron menos de 100 tanques con pocas reservas de combustible. Ese día los soviéticos capturaron 27.000 rumanos.

Esa noche 34 soldados británicos iniciaron una misión cuyo objetivo era sabotear una planta química noruega productora de agua pesada. Fueron transportados en dos planeadores remolcados por otros tantos aviones, pero el aterrizaje fue catastrófico. El primer avión perdió mucho tiempo debido a una avería en el sistema que debía recibir una señal que indicaba el punto de aterrizaje, luego se rompió el cable que sujetaba el planeador y éste fue lanzado sin control, con lo que terminó estrellándose. De los 17 hombres a bordo, tres murieron en el choque. El avión, con poco combustible, tuvo que volver a Gran Bretaña creyendo que el planeador se había estrellado en el mar. El segundo avión soltó también de mala manera su planeador y poco después se estrelló contra una montaña. Sus tripulantes murieron en el acto. El planeador cayó en círculo y también se estrelló. Siete hombres murieron y los otros diez sufrieron heridas de distinta gravedad.

Torpederas alemanas hundieron dos barcos británicos (Birgitte y HMS Ullswater) y otro noruego (Lab) en el canal de la Mancha.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Scottish Chief) ante la costa índica sudafricana y otro noruego (Gunda) ante la costa de Mozambique.

Ese día se estrenó Bailando nace el amor, la segunda película protagonizada por Fred Astaire y Rita Hayworth, y que repitió el éxito de la anterior. Aunque Hayworth tenái buena voz, la productora impuso que en las canciones fuera doblada por la cantante Nan Wynn. Hayworth había protagonizado también ese año el musical Mi chica favorita, también con gran éxito.

El 20 de noviembre la patrulla de Carlson regresó por barco a su base en Espíritu Santo. Shōji continuó su retirada. Había salido con casi 3.000 hombres y sólo llegaron unos 800. Del resto, algunos habían muerto por incursiones estadounidenses y la mayoría por falta de alimentos y por enfermedades tropicales. Éstas también habían afectado a los hombres de Carlson. Además de 16 muertos y 17 heridos en combate, 225 habían contraido enfermedades de diversa gravedad.

En Stalingrado los soviéticos empezaron a atacar las posiciones rumanas en el extremo meridional del frente. Nuevamente los alemanes vieron cómo los rumanos cedían sus posiciones. Un contraataque alemán costó a los soviéticos 50 tanques, pero no detuvo su avance. Los alemanes trataron de reorganizar sus tropas, pero no tenían combustible suficiente. Además una tormenta de nieve dificultaba seriamente las operaciones de ambos bandos.

Submarinos alemanes hungieron un carguero estadounidense (Pierce Butler) y otro griego (Corinthiakos) en el océano Índico.

Los comandos británicos que se habían estrellado en Noruega fueron protegidos por los habitantes de la zona, pero, como necesitaban tratamiento médico, finalmente se entregaron a los alemanes pensando que serían tratados como prisioneros de guerra. Sin embargo, no contaban con la reciente Orden de los Comandos, en virtud de la cual no tardaron en ser fusilados.

Rommel había decidido que no estaba en condiciones de defender Bengasi y la había abandonado tras haber arrasado las instalaciones portuarias. Ahora las tropas de Montgomery entraban en la ciudad.

En Túnez, el día anterior el general Nehring exigió al general Barré que le permitiera cruzar un puente en Medjez el Bab, pero Barré, apoyado por los paracaidistas británicos, se opuso. Se inició entonces un combate en el que, tras dos acometidas frustradas, los alemanes terminaron retirándose, pero se mantuvieron en Medjez.

Entre gritos de júbilo llegó a Malta un convoy procedente de Alejandría que no había sufrido más bajas que daños graves en uno de los destructores que lo escoltaban y cinco aviones perdidos. Ninguno de los cuatro cargueros había sufrido daño alguno y los ataques del Eje habían sido escasos.

Los alemanes detuvieron al mariscal Weygand y lo internaron en un castillo en Austria. Unas semanas antes había mantenido una conversación con Pierre Laval, cuya reacción a la invasión alemana había sido multiplicar sus esfuerzos por hacer la pelota a Hitler. Weygand le había dicho: Señor Laval, tiene usted en contra al 95% de los franceses, y éste replicó: Diga más bien al 98%, pero yo velaré por ellos a su pesar.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Grangepark) y otro noruego (Prins Harald) al oeste de Gibraltar.

En Stalingrado los soviéticos habían penetrado 50 km en el frente alemán por distintos puntos. Los rumanos estaban siendo aniquilados poco a poco en batallas aisladas y los soviéticos empezaban a entrar en contacto con los flancos de las tropas alemanas. En lugar de ordenar una retirada, el 21 de noviembre Hitler ordenó que sus tropas adoptaran una posición defensiva "en todas direcciones", que era poco más o menos lo mismo que dejarse rodear.

En Argelia, tropas francesas y los paracaidistas de Hill atacaron a un grupo de soldados alemanes e italianos acampados en una colina. Al llegar a la cima se encontraron con que había además tres tanques italianos. Hill sacó su revolver y, junto a unos pocos paracaidistas se subió al primer tanque, disparó por las ventanillas de observación e intimidó a los ocupantes para que salieran y se rindieran. La táctica funcionó también con el segundo tanque, pero la tripulación del tercero disparó por la ventanilla hiriendo a Hill en el pecho. El combate prosiguió y los aliados lograron la victoria. Hill se salvó gracias a que recibió rápidamente asistencia médica.

Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Empire Sailor y Empire Starling) y uno neerlandés (Bintang) en el océano Atlántico. Otro submarino fue hundido por la aviación británica al sur de Groenlandia.

El 22 de noviembre los soviéticos cerraron el cerco en Kalach, donde la guarnición alemana estaba compuesta principalmente por personal de intendencia que desconocían la magnitud del ataque. Los guardas que custodiaban el puente sobre el Don se encontraron con dos tanques alemanes que se dirigían hacia ellos y que, cuando estuvieron cerca, los volaron (eran dos tanques que los soviéticos habían capturado). Luego los soviéticos entraron en la ciudad, expulsaron a los alemanes, continuaron su avance y finalmente entraron en contacto con las fuerzas que llegaban desde el sur.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Alcoa Pathfinder) cerca de Mozambique.

En Túnez, una brigada de tanques italianos obligó a los aliados a abandonar Gafsa.

Un submarino alemán hundió un carguero brasileño (Apalóide) cerca de la isla de Trinidad.

En Nueva Guinea, el mayor Horii había tratado de anticiparse a los australianos llegando a Buna en una balsa junto a unos pocos hombres. En un momento dado la balsa se había estrellado contra unos árboles y Horii había tomado una canoa que había encontrado en la orilla, pero ésta fue arrastrada al mar durante una tormenta y el 23 de noviembre murió ahogado.

En Guadalcanal las tropas estadounidenses habían encontrado una firme resistencia al oeste del Matanikau y no estaban haciendo muchos progresos. Por esas fechas se formó un frente estable.

Varios ejércitos soviéticos más entraron en contacto hasta asegurar el cerco a más de 250.000 soldados del Eje en un área de 50 x 40 km. En su interior quedaba el Sexto Ejército alemán, bajo el mando del general Friedrich Paulus, parte del Cuarto Ejército Panzer y los restos del Tercer y Cuarto Ejército rumano. Las tropas que habían quedado fuera del cerco huían desesperadamente para no quedar atrapadas.

Submarinos japoneses hundieron dos cargueros británicos (Cranfield y Tilawa) en el océano Índico.

En Libia los alemanes e italianos se retiraban de Agedabia hasta Mersa Brega perseguidos por la aviación británica. Para detener el avance británico los zapadores alemanes minaron la zona y enterraban también cascos metálicos para confundir a los detectores de minas. La tensión entre Rommel y sus superiores iba en aumento. Mussolini quería retener la parte noroccidental de Libia y Hitler estaba de acuerdo, mientras que Rommel quería replegarse a Túnez lo antes posible. Sostenía que mantener su posición era necesario un suministro de combustible y municiones del que carecía, así como más apoyo aéreo. Sin embargo, todos los recursos del Eje estaban siendo desviados hacia Túnez para contrarrestar la invasión aliada.

Submarinos británicos hundieron dos cargueros italianos (Fertilia y Luigi Favorita) en el Mediterráneo.

Submarinos alemanes hundieron un petrolero estadounidense (Caddo), dos cargueros británicos (Benlomond y Goolistan) y otro soviético (Kuznets Lesov) en el océano Atlántico.

El 24 de noviembre la aviación estadounidense y australiana hundió un destructor japonés (Hayashio) cerca de la costa de Nueva Guinea.

Las tropas alemanas no atrapadas en Stalingrado cruzaron el Don y volaron los puentes para contener al ejército soviético. Luego trataron de levantar defensas a la desesperada. Los soviéticos, por su parte, levantaron una doble línea defensiva, tanto hacia adentro de la bolsa como hacia afuera. El mariscal de campo Erik von Manstein aconsejó a Hitler que no ordenara al Sexto Ejército un intento de romper el cerco, porque él podría romperlo mejor desde fuera. A esto se unió que Göring aseguró que la Luftwaffe podría abastecer a los cercados mientras tanto, una afirmación más que pretenciosa, dada la magnitud de la bolsa. Wolfram von Richthofen, que estaba al mando de la Luftwaffe en la zona y sabía que eso era imposible, trató de oponerse, pero Hitler lo vio viable y así, durante el mes siguiente, el Sexto Ejército recibió menos del 20% de sus necesidades diarias.

Mientras tanto, unos 95.000 soldados soviéticos atacaban el frente alemán mucho más al norte, con la intención de capturar la ciudad de Velikiye Luki.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Dorington Court) y otro griego (Mount Helmos) ante la costa de Mozambique.

Un grupo de tanques británicos había logrado infiltrarse tras las líneas del Eje en Túnez y atacó el aeropuerto de Djedeida, destruyendo más de 20 aviones. Como carecían de apoyo suficiente, los británicos se retiraron hasta Chouigui.

La aviación aliada hundió un carguero italiano (Luigi) cerca de Cerdeña y otro alemán (Maritza) cerca de Creta. Por su parte, la Luftwaffe hundió un carguero británico (Trentbank).

Tras el éxito de la Operación Urano, el 25 de noviembre los soviéticos lanzaron la Operación Marte con el objetivo de formar otra gran bolsa de soldados alemanes en el saliente de Rzhev, la tradicional picadora de carne (comunista). El principio no fue bueno, pues el mal tiempo impidió despegar a los aviones que debían apoyar el ataque terrestre, y la artillería inicial no fue nada precisa. El avance de la infantería el primer día fue muy inferior al previsto. Los tanques alemanes y la artillería antitanque despacharon bien a los tanques soviéticos.

Como respuesta a un ataque previo de los partisanos, los italianos bombardearon la ciudad croata de Primošten, donde murieron 80 personas.

En Albania surgió un Frente Nacional que se oponía tanto a los comunistas como a los monárquicos como a los italianos que colonizaban el país. Simpatizaría con los nazis (por su anticomunismo) si no fuera porque eran aliados de los italianos invasores. Entre sus fundadores estaba el escritor Midhat Frashëri, que treinta años atrás había sido uno de los firmantes de la declaración de independencia de Albania respecto del Imperio Otomano.

Esa noche se llevó a cabo en Grecia la Operación Harling, en la que participó un comando de 12 soldados británicos que habían descendido en paracaídas hacía casi un més y 138 miembros de la resistencia griega, de los cuales 86 pertenecían al Ejército Popular de Liberación Nacional, dirigido por Aris Velujiotis. El objetivo era volar un puente para interrumpir las comunicaciones entre Atenas y Salónica, el cual estaba protegido por 80 soldados italianos. Dos equipos de ocho guerrilleros resistentes cortaron la vía férrea y las líneas telefónicas en ambas direcciones mientras unos 100 guerrilleros se enfrentaron a los italianos. Tras algunos retrasos y algunos imprevistos, el puente fue volado. Mientras tanto un tren que traía refuerzos italianos había sido interceptado. Luego todos los atacantes interrumpieron los combates y se alejaron con sólo cuatro heridos.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Erika Hendrik Fisser) cerca de la costa noruega.

Un submarino británico (HMS Utmost) fue hundido por un torpedero italiano cerca de Malta.

El ataque a Djedeida había pillado a Nehring por sorpresa, por lo que decidió retirarse de Medjez el Bab durante la noche para levantar nuevas defensas en Djedeida, apenas 30 km de la capital tunecina.

En Australia eran frecuentes los disturbios entre los soldados australianos y los estadounidenses. Las causas de fondo eran múltiples: los soldados estadounidenses estaban mejor pagados, recibían mejores suministros (que incluían bebidas alcohólicas, cigarrillos, chocolate y otros "lujos") y eran cortejados por todos los comerciantes locales ávidos de dólares. Por otra parte, muchos estadounidenses tenían un pobre concepto de la valía de los soldados australianos. Incluso MacArthur hablaba en sus informes de "victorias estadounidenses" cuando eran estadounidenses y de "victorias de los estadounidenses y los aliados" cuando eran principalmente australianas. Recíprocamente, los australianos también consideraban que el desempeño en el combate de los estadounidenses no estaba a la altura de su prepotencia. El caso era que cada noche se producían unas 20 peleas entre estadounidenses y australianos. La tarde del 26 de noviembre un policía militar estadounidense, Anthony E. O'Sullivan, quiso arrestar en Brisbane a un soldado estadounidense borracho que estaba hablando con tres australianos. Si los estadounidenses caían mal a muchos soldados australianos, la policía militar caía mucho peor. Los australianos gritaron groserías al policía invitándole a marcharse, éste levantó su porra, pero los otros se lanzaron sobre él antes de que pudiera usarla. Entonces otros policías militares acudieron, luego se sumaron soldados y algunos civiles australianos y los policías, superados en número, se retiraron llevándose a O'Sullivan herido. Mientras tanto, cerca de un centenar de australianos la emprendieron contra una cantina estadounidense, lanzando botellas y piedras y rompiendo sus cristales. Hacia las 20:00 unas 5.000 personas estaban envueltas en una pelea callejera generalizada. La policía militar empezó a armarse con pistolas y se produjeron algunos tiroteos que dejaron varios heridos. A las 22:00 la multitud se había dispersado, dejando la planta baja de la cantina arrasada.

Debido a la amenaza estadounidense, los japoneses llevaban diez días abasteciendo a sus tropas en Guadalcanal mediante submarinos, pero la capacidad de éstos era insuficiente. Algunas unidades en el frente llevaban seis días sin recibir suministros, e incluso algunas las cercanas a la costa contaban sólo con la tercera parte de los necesarios. En vista de ello, la Marina japonesa se vio obligada a planear nuevas entregas con destructores.

Un carguero italiano (Algertino) fue hundido ante la costa de Libia por la aviación aliada.

Tras la retirada alemana, los británicos ocuparon Medjez el Bab y desde allí avanzaron hasta Tebourba. Mientras tanto otro ataque británico más al norte cayó en una emboscada y terminó con 149 bajas.

Los alemanes deportaron a 532 judíos de la región de Oslo con destino a Auschwitz al tiempo que la orden de arresto que hasta entonces pesaba únicamente sobre los judíos varones se hacía extensiva a mujeres y niños.

Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Barberrys y Ocean Crusader) y uno noruego (Indra) en el Océano Atlántico.

Ese día se estrenó una de las películas más carismáticas de todos los tiempos: Casablanca, dirigida por Michael Curtiz y protagonizada por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman. Las críticas de la época fueron buenas, pero no espectaculares. Fue la novena película más taquillera del año.

La tarde del 27 de noviembre más de 500 soldados australianos se reunieron de nuevo en Brisbane gritando consignas contra los estadounidenses. Un grupo de soldados armados con porras atacaron a unos 20 policías militares estadounidenses, que formaron una línea y sacaron sus pistolas. Un oficial australiano intervino y convenció a los estadounidenses de que era mejor que se fueran a otra zona. Luego la multitud marchó ante el cuartel general de MacArthur profiriendo maldiciendo todo lo maldecible. Las peleas continuaron en las calles durante unas horas. Las autoridades militares tomaron medidas para atajar el asunto y ya no volvieron a darse incidentes de tal magnitud. Oficialmente hubo un muerto y seis heridos de bala, además de incontables heridos de menor gravedad, pero es difícil saber los daños reales porque la censura silenció lo ocurrido y la prensa sólo dio una información muy vaga sobre la "Batalla de Brisbane". Algunos testimonios hablan de soldados estadounidenses apaleados hasta la muerte.

Los soviéticos, a pesar de las cuantiosas pérdidas humanas habituales, habían logrado cortar todos los accesos terrestres a Velikiye Luki, encerrando así a la guarnición alemana, que estaba compuesta por unos 7.000 soldados. Éstos recibieron la orden de mantener la posición a toda costa, mientras se reunían fuerzas para romper el cerco.

El destructor Léopard de la Francia Libre que había llegado desde la isla Maricio desembarcó unos 60 hombres en la isla de Reunión, cerca de Madagascar, los cuales se apoderaron sin encontrar gran resistencia de la ciudad de Saint-Senis. Por la tarde, un gobernador designado por de Gaulle fue aclamado por la población. La resistencia de los funcionarios leales a Vichy no duró mucho y fueron destituidos. Allí se encontraba exiliado Duy Tân, el que fuera emperador de Vietnam, que tenía entonces 35 años. Había colaborado con la resistencia contra las fuerzas de Vichy y tras la liberación se unió a la tripulación del Léopard como oficial de radio.

Un submarino alemán hundió un crucero estadounidense (Jeremiah Wadsworth) ante la costa índica de Sudáfrica.

A las 4:00 grupos de combate alemanes entraron en Toulon y se dirigieron al puerto con órdenes de hacerse con el control de la flota francesa. En el camino encontraron escasa resistencia. A las 4:30 entraron en Fort Lamalgue y arrestaron al almirante André Marquis (que había sucedido a Auphan tras la dimisión de éste), sin embargo, no pudieron evitar que Marquis diera la orden de hundir la flota. La orden llegó al almirante Laborde, que estab a bordo del acorazado Strasbourg. Laborde dio las órdenes pertinentes, incluida la de abrir fuego contra toda persona no autorizada que se acercara a los barcos. Hacia las 5:00 los alemanes empezaron a ametrallar los submarinos franceses. Algunos zarparon para hundirse en mar abierto, pero algunos huyeron. Los alemanes tardaron en encontrar el acceso a los muelles, y entonces se encontraron con temibles funcionarios franceses que les pedían papeles. Esto los retrasó hasta que a las 5:25 llegaron tanques que no necesitaban papeles para abrirse paso. Entonces el Strasbourg lanzó la orden de hundimiento a toda la flota. A las 6:45 alemanes y franceses luchaban ante el Strasbourg y el crucero Foch. Un oficial francés resultó muerto y cinco marineros resultaron heridos. Cuando los cañones de los barcos empezaron a disparar contra los tanques, los alemanes pidieron negociar. Un oflcial alemán pidió a Laborde que entregara el Strasbourg y Laborde respondió que el Strasbourg estaba ya hundido. Poco a poco se fueron oyendo explosiones en un barco tras otro. Los alemanes abordaron el crucero Dupleix, pero el capitán ordenó hacer estallar las cargas para hundirlo y, cuando el barco estuvo en llamas, alemanes y franceses salieron corriendo juntos.

En total, los franceses hundieron 77 barcos, incluyendo 3 acorazados, 7 cruceros, 15 destructores, 13 torpederos, 6 corbetas, 12 submarinos, 9 patrulleras, 19 barcos auxiliares, 1 buque-escuela, 28 remolcadores y 4 grúas. Cuatro submarinos llegaron a puertos aliados. Los alemanes pudieron apoderarse de tres destructores desarmados, cuatro submarinos gravemente dañados y tres barcos civiles. El Alto Mando de la Marina Alemana quedó decepcionado por la pérdida, pero Hitler consideró un éxito la operación, puesto que los barcos no habían caído en manos de los aliados. Los soldados franceses concentrados en Toulon tomaron posiciones defensivas, pero los alemanes los invitaron a dispersarse y se dispersaron. Ahora Alemania controlaba directamente toda Francia.

En Túnez los alemanes lanzaron un fuerte ataque desde Djedeida contra las posiciones británicas.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Clan Madfadyen) y otro neerlandés (Polydorus) en el Atlántico.

El 28 de noviembre submarinos alemanes hundieron un carguero griego (Evanthia) ante la costa de Mozambique y un barco de transporte de tropas británico (RMS Nova Scotia) ante la costa índica sudafricana, en el que murieron 858 de las 1.052 personas a bordo. Por otra parte, un destructor australiano y otro neerlandés hundieron un carguero alemán (Ramses) en el océano Índico.

Los británicos contaban ya 30 heridos y 86 prisioneros en Djedeida. Un intento de aliviar la presión alemana mediante un ataque a la ciudad terminó en fracaso con la pérdida de cinco tanques.

La Luftwaffe destrozó un destructor británico (HMS Ithuriel) ante la costa de Argelia y un carguero noruego (Selbo) ante la costa de Sicilia. Por otra parte, destructores británicos hundieron un submarino italiano (Dessiè) en la misma zona.

Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (Alaskan) ante la costa brasileña y otro británico (Empire Cromwell) ante la isla de Trinidad.

El 29 de noviembre el crucero alemán Michel hundió un carguero estadounidense (Sowokla) cerca de Madagascar.

Un carguero griego (Argo) fue hundido en el Mediterráneo por un submarino italiano. Un carguero italiano (Sirio) fue hundido cerca de Trípoli por la aviación aliada.

En Túnez 540 paracaidistas británicos bajo el mando del teniente coronel John Dulton Frost fueron lanzados cerca de un aeropuerto que los alemanes habían abandonado. Tras el aterrizaje quedaron dispersos, pero no econtraron oposición. Pronto ocuparon el aeropuerto y por la noche salieron hacia el aeropuerto de Oudna, que era el objetivo de su misión.

Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Tjileboet) en el océano Atlántico.

Los estadounidenses interceptaron un mensaje por el que descubrieron que la noche siguiente una flota de ocho destructores trataría de aprovisionar a las fuerzas japonesas en Guadalcanal. Inmediatamente se preparó una operación para interceptarlos, en la que participarían cinco cruceros y cuatro destructores. Así, el 30 de noviembre a las 23:06 los radares de la flota estadounidense empezaron a detectar los barcos enemigos. A las 23:12 los japoneses avistaron la flota estadounidense. A las 23:16, el contraalmirante Tanaka, que estaba al frente de la flota japonesa, ordenó que la flota se dispusiera en formación de combate. A las 23:20 los destructores estadounidenses lanzaron un total de 20 torpedos. Luego lanzaron bengalas y se apartaron para dejar paso a los cruceros, que a las 23:21 empezaron a disparar. Casi todos los disparos que dieron en el blanco lo hicieron sobre el destructor Takanami, que acabó en llamas, pero los demás barcos japoneses apenas sufrieron daños y no tardaron en contraatacar. A las 23:23 empezaron a lanzar sus torpedos. A las 23:27 un crucero estadounidense (Minneapolis) fue alcanzado por dos torpedos que causaron daños graves. Poco después fue alcanzado otro crucero (New Orleans), donde murieron 183 de sus tripulantes. A las 23:39 otro más (Pensacola) fue alcanzado y sufrió un incendio en el que murieron 125 marineros. A las 23:48 cayó otro crucero más (Northampton), aunque para entonces Tanaka ya había dado la orden de retirada.

Esa nohe la Armada Australiana logró desembarcar tropas neerlandesas en Timor a la vez que recogía a 190 soldados y 150 civiles portugueses. Sin embargo, una de las corbetas fue hundida por la aviación japonesa y murieron unas 100 personas a bordo.

En Yokohama, un petrolero alemán (Uckermark) estalló accidentalmente y destruyó tres barcos cercanos: el crucero alemán Thor, el carguero alemán Leuthen y el carguero japonés Unkai Maru.

El crucero alemán Thor fue destruido por una explosión accidental en Yokohama.

Submarinos alemanes hundieron un carguero griego (Cleanthis) y un barco británico de transporte de tropas (Llandaff Castle) cerca de Mozambique.

En Túnez, las tropas de Frost se aproximaron al aeropuerto de Oudna y descubrieron que había sido abandonado. Sin embargo, pronto fueron atacados por los tanques y la aviación alemana. El ataque fue repelido, pero Frost se retiró a una zona más fácil de defender, a la espera de refuerzos.

El resistente francés Pierre Georges fue capturado en un control policial en Paris. Después de haber recibido una paliza en una comisaría de policía, fue entregado a los alemanes.

Ese día Mickey Rooney estrenó La doble vida de Andy Hardy, en la que un personaje secundario es interpretado por una joven de 20 años que había adquirido cierta fama como nadadora. Se llamaba Esther Williams y ésta era su primera película.

A la 1:00 del 1 de diciembre la flota japonesa localizó el Takanami, el único barco que no había respondido a los mensajes por radio, pero la presencia de barcos enemigos impedía cualquier operación de rescate, así que fue abandonado. A la 1:30 una explosión mató a muchos de sus tripulantes, incluyendo a muchos de los que ya habían abandonado el barco, entre ellos a su capitán. A las 3:04 se hundía el Nothampton, de modo que el balance total de la batalla del día anterior fue de un destructor japonés hundido frente a un crucero hundido y otros cuatro dañados. Aunque la victoria era indudablemente japonesa, el hecho fue que los suministros no fueron descargados.

En Túnez los alemanes y los italianos lanzaron una contraofensiva contra las tropas británicas que habían invadido el territorio desde Argelia.

En Francia surgió una nueva organización de la resistencia, la Organicación de Resistencia del Ejército, dirigida por el general Aubert Frère, que reconocía al general Giraud como máximo dirigente francés, y no se llevaba bien con las organizaciones supeditadas a de Gaulle. A lo largo del año los grupos de resistencia franceses llevaron a cabo 278 acciones de sabotaje, frente a los 168 bombardeos llevados a cabo por la aviación aliada.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Trevalgan) cerca de la isla de Trinidad.

El primer ministro griego, Georgios Tsolákoglu, había perdido la poca popularidad que le quedaba cuando intentó enviar ciudadanos griegos a trabajar a Alemania, como estaban haciendo los gobiernos de Francia y otros países ocupados. El 2 de diciembre Tsolákoglu fue destituido y sustituido por el vice primer ministro, Konstantínos Logothetópoulos, quien anunció que 80.000 griegos serían enviados a Alemania. Las protestas que se produjeron obligaron a retirar el plan.

Un submarino alemán hundió un carguero panameño (Amarylis) en la costa índica sudafricana.

Mussolini seguía deprimido, pero se dirigió a la multitud en el Palazzo Venezia en Roma, tras año y medio sin aparecer en público. Esa noche se produjeron sucesos que no le ayudarían a recuperarse. Un convoy de cuatro barcos de transporte de tropas escoltados por tres destructores y dos torpederos se dirigía a Túnez cargado de suministros para Rommel, que incluían 1.766 soldados de refresco, 698 toneladas de carga, 4 tanques, 32 vehículos y 12 piezas de artillería. Contra él se dirigió una flota británica compuesta por tres cruceros y dos destructores. Se entabló una batalla en la que los cuatro barcos de transporte resultaron hundidos (KT 1, Aventino, Puccini y Aspromonte), dejando más de 2.000 muertos, así como uno de los destructores de la escolta (Folgore). Otro destructor resultó gravemente dañado por una explosión en las bodegas donde se almacenaba la munición (118 muertos) y los dos torpederos también sufrieron graves desperfectos. La flota británica no sufrió daños. Sin embargo, unas horas más tarde sufrió un ataque sin apenas consecuencias de la aviación italiana y luego otro de la aviación alemana que hundió uno de los destructores británicos (HMS Quentin).

Otra flota británica localizó un segundo convoy italiano (el Convoy C) y hundió dos de sus barcos, un carguero (Veloce) y un torpedero (Lupo). Por otra parte, submarinos británicos hundieron un carguero italiano (Sacro Cuore) cerca de Libia y otro francés (Sainte Marguerite II) cerca de San Remo.

El presidente Roosevelt recibió un mensaje que decía "El navegador italiano ha tocado tierra en el nuevo mundo". Era la clave que indicaba que se había logrado por primera vez llevar a cabo una reacción nuclear en cadena. Lo había logrado un equipo de la universidad de Chicago bajo la dirección de Enrico Fermi.

Un submarino alemán hundió un barco de pasajeros estadounidense (Coamo) en el océano Atlántico. Murieron 186 de las personas a bordo, incluyendo 133 tripulantes. Otros hundieron un carguero británico (City of Bath) y otro noruego (Beholt).

El 3 de diciembre los japoneses hicieron un nuevo intento de abastecer Guadalcanal con destructores, pero la aviación estadounidense hundió casi todos los suministros y sólo llegó a tierra una ínfima parte.

Un submarino japonés hundió un petrolero noruego (Belita) en el océano Índico.

Rommel se presentó en Berlín, pero para entonces Hitler y Mussolini ya habían asumido la necesidad de abandonar Libia, así que empezaron los preparativos de la maniobra. Mientras tanto, Montgomery, que seguía tenía presente el virtuosismo que había demostrado Rommel en organizar contraataques por sorpresa, había detenido su ofensiva para reorganizar sus efectivos y evitar contratiempos.

Ahora era la aviación británica la que atacaba al Convoy C italiano. Tres cargueros (Audace, Menes y Palmaiola) resultaron hundidos.

Una torpedera alemana hundió un destructor británico (HMS Penylan) en el canal de la Mancha.

Submarinos alemanes hundieron tres cargueros británicos (Empire Dabchick, Solon II y Wallsend) en el océano Atlántico.

El 4 de diciembre la aviación estadounidense bombardeó por primera vez la Italia continental y hundió un crucero (Muzio Attendolo) en el puerto de Nápoles.

Ese día se estrenó El cisne negro, una película de aventuras dirigida por Henry King y protagonizada por Tyrone Power y Maureen O'Hara. Para entonces, Power se había alistado en la marina y estaba recibiendo entrenamiento.

El 5 de diciembre los japoneses atacaron de nuevo al Hubalahap, en las Filipinas, pero tampoco lograron ningún resultado efectivo.

Un nuevo convoy británico llegó a Malta procedente de Port Said sin que hubiera sufrido ningún ataque relevante, con lo que la isla quedó abastecida para varios meses. Definitivamente, el bloqueo había sido anulado.

Las fuerzas del Eje habían hecho retroceder a los británicos en Túnez casi hasta su punto de partida.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Teesbank) en el océano Atlántico.

En el campo de concentración de estadounidenses japoneses en Manzanar (California) se habían producido tensiones internas debido a la escasez de azúcar. El líder de la Liga de Ciudadanos Japoneses Estadounidenses había recibido una paliza por parte de seis hombres enmascarados. Ese día un cocinero japonés, Harry Ueno, fue trasladado a otro campo bajo sospecha de haber estado relacionado con la agresión, pero más de 3.000 internos se congregaron para protestar y, tras unas negociaciones, Ueno pudo regresar.

El 6 de diciembre la RAF bombardeó Eindhoven, en los Países Bajos.

Un submarino británico hundió otro italiano (Porfido) ante la costa de Argelia.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Henry Stanley) y otro neerlandés (Serooskerk) en el océano Atlántico.

Varios cientos de internos del campo de Manzanar se congregaron para protestar por el regreso de Ueno, y la policía militar les lanzó gases lacrimógenos. Un grupo lanzó un camión sin conductor y entonces la policía disparó. Un chico de 17 años murió al instante y un hombre de 21 años fue herido en el abdomen y murió días después. Otros nueve prisioneros resultaron heridos, así como un policía militar, a consecuencia del rebote de una bala.

El 7 de diciembre 12 destructores japoneses intentaron por tercera vez llevar suministros a Guadalcanal, pero fueron alejados por torpederas estadounidenses. Por esas fechas los japoneses perdían unos 50 hombres al día en Guadalcanal a causa de la malnutrición, enfermedades y ataques aliados.

Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Hino Maru No 3) en el mar del Sur de China.

Un submarino alemán hundió un carguero griego (Saronicos) ante la costa de Mozambique.

Esa noche se puso en marcha la Operación Frankton. Diez marines británicos salieron de un submarino en cinco canoas cerca del estuario del río Garona con la misión de remar por él durante la noche, ocultándose durante el día, hasta llegar al puerto de Burdeos y poner bombas lapa en los barcos anclados en él. En realidad tenían que haber sido seis canoas, pero una se dañó al sacarla del submarino y sus tripulantes tuvieron que quedarse en él. El tiempo no era bueno y una de las canoas se perdió. Sus dos ocupantes murieron de hipotermia. Las olas de metro y medio volcaron otra canoa, cuyos ocupantes pudieron sujetarse a las otras para ser remolcados a tierra. Finalmente tres canoas desembarcaron cerca de St. Vivien du Medoc, la cuarta se había distanciado de ellas y terminó hundiéndose. Sus ocupantes, el teniente John MacKinnon y el marine James Conway fueron hospedados unos días en una granja, y luego salieron tratando de llegar hasta España.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Peter Maersk) en el océano atlántico. No muy lejos del lugar, otro hundía un barco de pasajeros (Ceramic) con 657 personas a bordo bajo una intensa tormenta. El oleaje volcó varios de los botes salvavidas. A la mañana siguiente el submarino regresó para comprobar si el barco se había hundido. Los ocupantes de un bote salvavidas hicieron señales de petición de auxilio. El capitán del submarino había ordenado preparativos para rescatar al capitán del barco, pero la tormenta seguía siendo intensa y en esas circunstancias ordenó que rescataran al primer náufrago que encontraran, y el afortunado fue el zapador Eric Munday, que, aunque convertido en prisionero de guerra, fue el único superviviente del naufragio.

La noche del 8 de diciembre torpederas estadounidenses hundieron un submarino japonés que trataba de abastecer Guadalcanal.

La invasión aliada de Irán había provocado una crisis alimentaria. Ese día hubo disturbios en Teherán. Grupos de estudiantes tomaron el edificio del Parlamento, las tiendas de los alrededores fueron saqueadas y la casa del primer ministro, Ahmad Qavam, fue incendiada.

El crucero alemán Michel hundió un carguero griego (Eugenie Livanos) cerca de Madagascar.

Durante el día el sargento Samuel Wallace y el marine Robert Ewart, mientras permanecían ocultos en Francia en el transcurso de la Operación Frankcton, fueron capturados en Grave Point. Los otros cuatro miembros del equipo reanudaron su marcha al caer la noche y avanzaron 35 km en 6 horas.

El puerto español de Algeciras se encuentra justo delante del Peñón de Gibraltar. El mismo día en que Italia entró en guerra, comandos británicos sabotearon y hundieron el Olterra, un petrolero italiano que se encontraba entonces en Algeciras. En los últimos meses había sido reflotado para repararlo vendérselo a un naviero español, aunque eso era sólo una fachada para una operación secreta de la marina italiana, de la que no tenía conocimiento el gobierno español. Se trataba de convertir el barco en una base de "torpedos humanos", es decir, de torpedos que serían guiados por submarinistas hasta objetivos en Gibraltar. Los torpedos habían sido introducidos de contrabando en España separados en piezas. Y finalmente el Olterra estaba listo para entrar en acción.

Dos días atrás habían llegado a Gibrarltar varios barcos que habían participado en la Operación Antorcha, entre ellos un acorazado, un crucero, dos portaaviones y varias unidades de escolta. En las primeras horas del día tres torpedos humanos salieron del Olterra, cada uno dirigido por dos hombres. El primero llegó a Gibraltar a las 2:15 y sus tripulantes trataban de encontrar una brecha en la red de acero que protegía la entrada al puerto cuando fueron alcanzados por una carga de profundidad de las que lanchas británicas lanzaban cada tres minutos precisamente para recibir a esa clase de visitantes. Los cuerpos de los dos italianos serían recuperados unos días más tarde. El segundo torpedo fue divisado por un foco y varios cazasubmarinos salieron en su búsqueda.Los dos tripulantes optaron por hundirlo y esconderse en un carguero estadounidense que estaba en el puerto. Allí se quitaron sus trajes de buzo y luego se entregaron a las autoridades británicas y afirmaron que habían llegado en submarino. El tercer torpedo se encontró con que lo estaban buscando por la alarma que había causado el anterior y volvió a su base.

Submarinos alemanes atacaron al convoy HX 217 al sur de Groenlandia. Uno de ellos chocó contra otro mientras maniobraba y se hundió. Otro fue hundido por cargas de profundidas por la aviación británica, y otros dos lograron hundir un carguero estadounidense (James McKay) y un petrolero británico (Empire Spenser).

El 9 de diciembre los australianos expulsaron a los japoneses de Gona, en Nueva Guinea. Ese día el general Vandegrift fue sustituido por el general Alexander Patch al frente de las tropas estadounidenses en Guadalcanal.

Torpederas estadounidenses hundieron un submarino japonés ante Guadalcanal. Murieron 89 de sus tripulantes y sólo se salvaron cuatro, que lograron llegar a tierra a nado.

Ese día se estrenó en Perm con gran éxito el ballet Gayaneh, de Aram Jachaturián, que incluye la archiconocida "Danza del sable". El compositor fue galardonado con un Premio del Estado Soviético, pero devolvió el importe con la petición de que se empleara en la construcción de un tanque para el Ejército Rojo.

Las pruebas de Wernher von Braun y sus cohetes no iban muy bien. Tras el éxito conseguido hacía dos meses, un nuevo intento había sufrido una avería en vuelo y los siguientes habían ido de mal en peor, sin pasar de los 14 km de recorrido. Ese día lanzó otro prototipo que estalló tras haber recorrido unos 100 metros.

Un submarino alemán destruyó un destructor británico (HMS Porcupine) cerca de Orán. La aviación italiana hundió una corbeta británica (HMS Marigold) y un carguero francés (Mascot) en el Mediterráneo, mientras que un submarino británico hundió un carguero alemán (Süllberg) cerca de Túnez.

El convoy HX 217 perdió un carguero británico (Charles L D) a manos de los submarinos alemanes. Otro submarino hundió otro carguero (Nigerian) cerca de Trinidad.

El 10 de diciembre submarinos estadounidenses hundiero un petrolero y dos cargueros japoneses (Kamoi Maru, Genzan Maru y Shingo Maru) cerca de Japón.

El frente en Túnez se estabilizó al este de Medjez el-Bab. Los británicos contaban ya 1.000 desaparecidos (la mayoría prisioneros de guerra), 73 tanques perdidos, otros 432 vehículos y 70 piezas de artillería.

El 11 de diciembre once destructores japoneses trataron de abastecer Guadalcanal por cuarta vez, pero torpederas estadounidenses lograron hundir el Teruzuki, el barco en el que se encontraba Tanaka, que resultó herido. Nuevamente, sólo una pequeña parte de los suministros pudo ser entregada. Tanaka fue relevado del mando.

Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Johore Maru) en el Pacífico.

Montgomery lanzó una nueva ofensiva en El Agheila contra los restos del Afrika Korps. Rommel empezó a poner en práctica su plan de retirada hacia Túnez.

Un submarino alemán hundió un destructor británico (HMS Blean) cerca de Orán.

Finalmente los cuatro supervivientes de la Operación Frankton habían llegado al puerto de Burdeos. Allí colocaron las bomba lapa en los barcos que encontraron y luego se retiraron. Mientras tanto Wallace y Ewart, tras haber pasado por largos interrogatorios sin confesar nada, fueron fusilados de acuerdo con la Orden de los Comandos, a pesar de que habían sido capturados vistiendo uniforme.

Marlene Dietrich, Randolph Scott y John Wayne habían estrenado unos meses atrás el western El usurpador, y ahora repetían la combinación con Pittsburgh. Fue un éxito de taquilla, aunque la crítica lo calificó de rutinario y predecible.

El 12 de diciembre unos pocos japoneses lograron infiltrarse tras las líneas estadounidenses en Guadalcanal y destruyeron un avión y un camión cisterna del aeropuerto antes de retirarse.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Gyukozan Maru) cerca de la costa japonesa.

Erik von Manstein inició un ataque al frente del Cuarto Ejército alemán con la misión de rescatar al Sexto Ejército rodeado en Stalingrado. La operación se llamó Tormenta de Invierno. Sus efectivos eran bastantes menos de los que había solicitado, pero pilló por sorpresa a los soviéticos y no tuvo dificultad en arrollar a la infantería soviética y capturar intacta su artillería. Los soviéticos se apresuraron a reforzar las poblaciones situadas frente a la zona de avance alemán.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire Gull) ante la costa de Mozambique.

Los alemanes liquidaron el gueto de Łuck, ejecutando a sus más de 25.000 ocupantes. Sólo unos pocos lograron escapar. Un grupo de judíos se atrincheró en una antigua escuela, y a los alemanes les costó todo el día vencer su resistencia.

Unos 18.000 judíos, principalmente ancianos, fueron deportados de Theresienstadt a otros campos, donde la mayoría fue asesinada inmediatamente.

Un submarino italiano lanzó un grupo de hombres rana y "torpedos humanos" contra el puerto de Argel. Un carguero británico (Ocean Vanquisher) y otro noruego (Berta) resultaron hundidos y un petrolero (Armatan), un carguero (Empire Centaur) y un barco estadounidense de transporte de tropas resultaron dañados. Por otra parte, 16 submarinistas italianos fueron capturados.

Una torpedera italiana hundió un submarino británico (P222) ante la costa de Capri.

En Libia Montgomery envió una división australiana con la misión de rodear a las fuerzas del Eje y cortarles la retirada.

Torpederas alemanas hundieron cuatro cargueros británicos (Avonwood, Glen Tilt, Knitsley y Lindisfarne) y uno noruego (Marianne) de un convoy en el mar del Norte.

A partir de las 7:00 empezaron a explotar las bombas lapa que habían sido colocadas la noche anterior sobre los barcos del puerto de Burdeos. Los resultados fueron modestos: seis barcos resultaron dañados, aunque sólo uno de gravedad. Los cuatro marines supervivientes habían hundido sus canoas y se disponían a atravesar Francia hasta la frontera española, pero dos de ellos, el cabo Albert Frederic Laver y el marine William Mills, fueron capturados por la gendarmería, que los entregó a los alemanes. Los dos restantes, el mayor Herbert George Hasler y el marine William E. Sparks, lograron contactar con la resistencia francesa.

El general Agustín Muñoz Grandes, que Franco había enviado al frente de la División Azul, se había entrevistado con Hitler tiempo atrás y, a través del intérprete español, Franco se enteró de que, al parecer había causado muy buena impresión al Führer. Parece ser que Hitler pensaba que Muñoz Grandes apoyaba con entusiasmo la idea de que España entrara en la guerra, y ello podría hacer interesante que pudiera sustituir a Franco al frente del gobierno español. Por ello ahora Franco ordenaba la sustitución de Muñoz Grandes por el general Emilio Esteban-Infantes.

Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Empire Hawkbill y Ripley) en el océano Atlántico.

El 13 de diciembre las tropas de von Manstein derrotaron a un ejército soviético de tanques, tras lo cual cruzaron el río Alksay. Entonces se inició una gran batalla con tanques cerca de la pequeña aldea cosaca de Verkhne-Kumskiy. Al precio de cuantiosas bajas materiales y humanas, los soviéticos pudieron devolver a los alemanes a las orillas del Alksay, pero los alemanes conservaron la aldea y sus cabezas de puente.

La aviación británica hundió un carguero alemán (Theano) ante la costa noruega.

La aviación italiana detectó el intento de Montgomery de rodear a las tropas de Rommel. Éste quiso entonces atacar a las unidades australianas, pero no disponía de combustible suficiente. Los italianos contuvieron un ataque británico que había contado con 80 tanques y por la noche lanzaron un contraataque tras el cual los australianos se retiraron dejando 22 tanques y 2 carros blindados ardiendo.

Una corbeta británica hundió un submarino italiano (Corallo) cerca de Bujía. La aviación británica hundió un carguero italiano (Foscolo) en el Mediterráneo.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (City of Bombay) y otro sueco (Scania) en el océano Atlántico.

El 14 de diciembre los australianos entraron en Buna, apoyados por siete tanques, pero los japoneses seguían conservando su cabeza de playa en la zona.

La aviación estadounidense hundió un carguero japonés (Canberra Maru) en Guadalcanal.

Varios ataque soviéticos contra las posiciones alemanas en Verkhne-Kumskiy habían fracasado y von Manstein estaba avanzando hacia el río Myshkova, aunque tuvo que tomar un tiempo después de la batalla para reorganizar sus tropas y reparar algunos tanques.

Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Sawahloento) en la costa índica de Sudáfrica.

Etiopía se unió oficialmente a los aliados.

Submarinos británicos hundieron  un petrolero (Castelverde) y dos cargueros italianos (Delfin y Honestas) en el Mediterráneo. Otro carguero (Caucaso) fue hundido por la aviación. Un submarino alemán hundió un carguero británico (Edencrag) cerca de Argel.

Submarinos alemanes hundieron un carguero británico (Orfor) y otro sueco (Etna) en el océano Atlántico.

El 15 de diciembre cinco soldados japoneses realizaron una incursión en el aeropuerto estadounidense en Guadalcanal y destruyeron varios aviones. El general Patch consideró que estas incursiones ponían de manifiesto un riesgo inaceptable, y se propuso expulsar definitivamente a los japoneses de la isla. El primer paso sería expulsarlos de una colina cercana que los estadounidenses habían bautizado como monte Austen.

En Nueva Guinea, los japoneses fueron definitivamente expulsados de Buna.

Tras diez días de combate, los partisanos yugoslavos retomaron a la Ustacha la ciudad de Livno.

En Libia los australianos habían logrado situarse al oeste de las fuerzas de Rommel y bloquear la carretera por la que huían, pero estaban muy dispersos y Rommel pudo dividir sus tropas en pequeños grupos que lograron colarse entre los huecos que dejaban las posiciones australianas, burlando así el cerco. Más adelante Rommel señalaría que Montgomery no tenía que haber lanzado su ataque en El Agheila hasta que los australianos no hubieran estado en condiciones de cortarles la retirada.

Un destructor británico y otro griego obligaron a emerger a un submarino italiano (Uarsciek) con cargas de profundidad y, tras un combate en superficie, lo capturaron. Más tarde se hundió mientras era remolcado. Un submarino británico hundió un carguero italiano (Sant'Antioco) en el Mediterráneo. La Luftwaffe hundió un carguero británico (Hannah Møller) cerca de Bengasi.

Submarinos alemanes hundieron un carguero estadounidense (Alcoa Rambler) y otro egipcio (Star of Suez) en el océano Atlántico. Otro submarino fue hundido por un guardacostas estadounidense. Por su parte, barcos británicos hundieron un carguero alemán (Germania) cerca de la costa atlántica española.

El 16 de diciembre un submarino estadunidense hundió dos cargueros (Genzan Maru y Shingo Maru) de un convoy japonés en el Pacífico.

Los soviéticos habían planeado una Operación Saturno similar a la Operación Urano para aislar la vanguardia de las tropas alemanas en el Cáucaso, pero la acometida alemana en la Operación Tormenta de Invierno había obligado a modificar los planes a otros menos ambiciosos, y así, ese día se puso en marcha la Operación Pequeño Saturno, en la que dos ejércitos soviéticos atacaron desde el norte al Octavo Ejército italiano.

Himmler promulgó un decreto por el que los gitanos y miembros de otros clanes balcánicos de origen no alemán debían ser enviados a Auschwit, como los judíos, a menos que hubieran servido en la Wehrmacht.

Esa noche una compañía estadounidense atacó Maknassy, 249 km al sur de la ciudad de Túnez, y capturó 21 prisioneros italianos.

El primer ministro polaco en el exilio, el mariscal Władysław Sikorski, informó en Nueva York sobre un documento hecho público una semana antes en el que se descibía la magnitud del genocidio judío en Polonia.

Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (East Wales y Observer), otro belga (Emile Francqui) y un petrolero noruego (Bello) en el Atlántico.

El 17 de diciembre un batallón estadounidense bajo el mando del teniente coronel William C. Wright, empezaba a ascender por el monte Austen, en Guadalcanal.

Mientras tanto cuatro brigadas británicas cruzaban la frontera de la India y entraron en Birmania, donde pronto se encontraron con la oposición japonesa.

Tres cuerpos de tanques soviéticos penetraron el frente alemán en Stalingrado y uno de ellos inició entonces una incursión hacia el aeropuerto de Tatsinkaya, que era la base principal de operaciones de la Luftwaffe en la zona.

Un submarino británico hundió un destructor italiano (Aviere) cerca de Bizerta, en Túnez.

En un pleno de la Cámara de los Comunes británica, el Secretario de Asuntos Exteriores, Anthony Eden, leyó el comunicado siguiente, que fue publicado por los principales periódicos del mundo libre:

Los gobiernos de Bélgica, Checoslovaquia, Grencia, Yugoslavia, Luxemburgo, los Países Bajos, Noruega, Polonia, la Unión Soviética, el Reino Unido y de los Estados Unidos, así como del Comité Nacional Francés, han recibido numerosos informes procedentes de Europa según los cuales las autoridades alemanas, no satisfechas con haber denegado a las personas de raza judía en todos los territorios sobre los que ha sido extendido su bárbaro gobierno los más elementales derechos humanos, ahora están llevando a cabo la intención a menudo manifestada por Hitler de exterminar la población judía de Europa.

Los judíos están siendo transportados desde todos los países ocupados, en condiciones de horror y brutalidad estremecedoras, hasta la Europa del Este. En Polonia, que se ha convertido en el principal matadero nazi, los guetos establecidos por el invasor alemán están siendo vaciados sistemáticamente de todos los judíos excepto de unos pocos trabajadores altamente cualificados necesarios para las industrias bélicas. De todos ellos no se ha vuelto a saber nada. A las personas sanas se las hace trabajar hasta morir lentamente en campos de trabajo. A los débiles se les deja morir de hambre o por las enfermedades, o son asesinados en ejecuciones masivas. El número de víctimas de estas sangrientas crueldades se calcula en varios cientos de miles de hombres, mujeres y niños completamente inocentes.

Los gobiernos mencionados anteriormente y el Comité Nacional Francés, condenan en los términos más enérgicos posibles esta política brutal de exterminio a sangre fría. Y declaran que tales sucesos sólo pueden fortalecer la determinación de todos los pueblos amantes de la libertad de derrocar la bárbara tiranía hitleriana. Y así reafirman su resolución solemne de asegurar que los responsables de tales crímenes no escaparán al castigo y de continuar con las medidas prácticas necesarias para este fin.

En general, estas noticias fueron acogidas con escepticismo, como exageraciones de la propaganda de guerra, o como el producto de rumores infundados, pues la mayoría de la gente no podía creer que pudiera haber seres con cromosomas humanos y que estuviran haciendo lo que los nazis estaban haciendo. Cada vez aumentaban más las presiones sobre el papa Pío XII para que condenara estos hechos, algo que se resistía a hacer arguyendo que unas declaraciones suyas en tal sentido podrían poner en peligro a millones de católicos en los territorios ocupados por los nazis.

Esa misma noche los nazis llevaron a cabo una redada en la iglesia católica y el monasterio de las Hermanas de los Pobres en Słonim, donde judíos evadidos del gueto liquidado unos meses antes se escondían en áticos, establos, almacenes e invernaderos. Varios cientos de polacos católicos fueron capturados y ejecutados al día siguiente siguiendo el mismo sistema empleado con los judíos, entre ellos el cura de la parroquia, Adam Sztark.

Un submarino alemán hundió un destructor británico (HMS Firedrake) en el océano Atlántico.

El 18 de diciembre las fuerzas estadounidenses entraron en combate con las japonesas en el monte Austen, pero estaban agotados y deshidratados como consecuencia del viaje por la densa selva, y no pudieron vencer la resistencia japonesa.

Un submarino estadounidense hundió un crucero japonés (Tenryū) cerca de Nueva Guinea.

La ofensiva de la Operación Pequeño Saturno había logrado crear una pequeña brecha en el frente italiano. Von Manstein empezó a considerar que su flanco izquierdo quedaba amenazado y que, en esas circunstancias, no podía continuar con su misión de rescatar el ejército de Paulus aislado en Stalingrado. Manstein sugirió entonces a Hitler que ordenara a Paulus que presionara también desde su lado para romper el cerco, pero Hitler se negó.

Un submarino alemán hundió un destructor británico (HMS Partridge) ante la costa de Orán. En el Atlántico otros submarinos hundieron un carguero británico (Bretwalda) y otro griego (Oropos).

El 19 de diciembre, tras un bombardeo aéreo, el lugarteniente Wright estaba inspeccionando la zona cuando fue abatido por el fuego de unas ametralladoras japonesas camufladas. Mientras esperaban la llegada de un nuevo oficial al mando, las tropas se tuvieron que defender de tiradores japoneses inflitrados en sus posiciones.

Las tropas de von Manstein lograron cruzar el río Myshkova, pero en otros puntos del frente el ejército soviético frustraba todos los intentos alemanes de avanzar. Manstein envió a uno de sus oficiales a Stalingrado a informar a Paulus de la situación. Paulus coincidió con Manstein en que la mejor opción era que sus hombres trataran de romper el cerco, pero cuando se enteró de que Hitler pensaba lo contrario, comprendió que era inviable. El caso era que ese mismo día las fuerzas de Manstein había llegado a situarse a apenas 48 km de las de Paulus. La Luftwaffe alcanzó ese día el mayor éxito de su campaña de abastecimiento, transportando 262 toneladas de suministros a la bolsa de Stalingrado en 154 vuelos.

Los italianos en el Cáucaso tuvieron que retroceder a nuevas posiciones defensivas.

Hitler recibió a Pierre Laval, el primer ministro francés, a quien le reprochó la incapacidad de su gobierno para mantener el orden público en Francia.

El 20 de diciembre un submarino estadounidense hundió otro japonés en el Pacífico.

La picadora de carne había hecho honor a su nombre y la Operación Marte terminó en un estrepitoso fracaso para el Ejército Rojo. Los alemanes habían recuperado casi todo el terreno perdido, y las bajas soviéticas eran de unos 100.000 muertos y unos 235.000 heridos, y además habían perdido unos 1.600 tanques. Las bajas totales alemanas eran de unos 60.000 hombres.

Un submarino alemán hundió un petrolero británico (Otina) al oeste de Irlanda.

El 21 de diciembre un submarino alemán hundió un carguero británico (Montreal City) cerca de Terranova.

El 22 de diciembre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Teifuku Maru) en el Pacífico.

Unos 25.000 italianos y 1.500 alemanes habían quedado encerrados por el ejército soviético cerca de Chertkovo. No era un lugar muy agradable para permanecer sin buenos suministros, pues en esas fechas las temperaturas solían llegar a los 50 grados bajo cero. Los cercados trataron de encontrar una salida por todos los medios, pero no lo tenían fácil. La artillería soviética atacaba por todas partes y no había medios para atender a los heridos. Algunos grupos de italianos se entregaron, pero la mayoría resistió. Un comisario político soviético se presentó en tres ocasiones a solicitar la rendición. En las dos primeras la respuesta fue negativa, aunque unos pocos italianos prefirieron acompañarlo para entregarse como prisioneros de guerra. A la tercera oferta de rendición vez un alemán mató tanto al soviético como a los negociadores italianos, respuesta que los soviéticos interpretaron como un no. Ese día los soviéticos capturaron 4.500 prisioneros.

Arvid Harnack y Harro y Libertas Schulze-Boysen, los cabecillas de la Orquesta Roja, fueron ahorcados en Berlín tras haber sido condenados por alta traición. Mildred Harnack fue condenada a seis años de cárcel, pero Hitler se dio cuenta de que el juicio no había sido justo en su caso (pues no la había condenado a muerte también) y ordenó que se repitiera.

Las fuerzas británicas lanzaron un gran ataque contra las posiciones alemanas en Túnez y lograron un avance significativo.

Si alguien se paraba a observar a los niños de cualquier colegio estadounidense, no era raro que pudiera verlos de pie con el brazo derecho levantado con la palma hacia abajo saludando a la bandera nacional. Si la escena le llevara a uno a dudar de si no estaría contemplando una reunión de las Juventudes Hitlerianas, sólo necesitaba esperar unos segundos para comprobar cómo, a medida que los niños recitaban el juramento de lealtad, las palmas de sus manos giraban para ponerse con la palma hacia arriba. Era el saludo Bellamy, pero la idea de que, a primera vista (y en las fotografías), pudiera confundirse con el saludo romano adoptado por los nazis resultaba cada vez más molesta, así que ese día el Congreso modificó una ley aprobada unos meses antes en virtud de la cual se fijó que la forma en que los civiles o militares retirados mostrarían su respeto a la bandera durante el juramento de lealtad o la interpretación del himno nacional sería llevando la mano derecha sobre el pecho, a la altura del corazón. La ley reconocía por primera vez oficialmente el juramento de lealtad, pero con un texto ligeramente modificado:

Juro lealtad a la bandera de los Estados Unidos de América y a la república que representa, una nación indivisible con libertad y justicia para todos.

El 23 de diciembre los tanques soviéticos que avanzaban hacia el aeropuerto de Tatsinkaya había alcanzado la cercana Skassirskaya. Von Manstein desistió ya definitivamente de todo intento de rescatar al ejército de Paulus.

Un contraataque del Eje en Túnez devolvió a los británicos a sus posiciones iniciales.

Los estadounidenses habían continuado su avance por el monte Austen sin encontrar apenas resistencia japonesa, hasta que finalmente el 24 de diciembre fueron detenidos en la ladera de una colina ante la mayor fortaleza levantada por los japoneses en la isla, conocida como Gifu (el nombre de una región de Japón) y que estaba defendida por unos 800 hombres.

Tras media hora de bombardero de artillería, los soviéticos lanzaron su ataque definitivo sobre los alemanes e italianos rodeadodos en Chertkovo, pero éstos continuaron resistiendo incluso en combates cuerpo a cuerpo. Mientras tanto los tanques soviéticos llegaban al aeropuerto de Tatsinkaya, donde los pilotos de la Luftwaffe no contaban con más protección que unos cuantos soldados rumanos. En menos de una hora despegaron 124 aviones que se desplazaron a Novocherkassk, mientras que más de 70 aviones acabaron en llamas.

Los alemanes llevaron al cementerio a un grupo de judíos del gueto de Mińsk y los asesinaron. Ya sólo quedaban unos 400.

François Darlan se disponía a entrar en su despacho en el Palacio de Verano, donde tenía su cuartel general, cuando un joven de 20 años llamado Fernand Bonnier de La Chapelle sacó una pistola y le disparó dos tiros, uno en la cara y otro en el pecho, y luego otro en el muslo de un capitán de fragata que lo acompañaba. Los presentes redujeron a al asesino, que no parecía preocupado por las consecuencias que pudiera ocasionarle su actuación. Bonnier pertenecía a la resistencia francesa y había colaborado en el golpe previo al desembarco aliado unas semanas antes.

En su mensaje de Navidad, difundido por radio, el papa Pío XII hizo una alusión a "los centenares de miles de personas que, sin ninguna culpa por su parte, y tal vez por el meero hecho de su nacionalidad o de su raza, han sido abocados a la muerte o a una exterminación progresiva". Las autoridades nazis no tardaron en anunciar que "el papa se ha hecho portavoz de los judíos, criminales de guerra".

El 25 de diciembre aviones estadounidenses bombardearon Rabaul. Submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses en el Pacífico (Banshu Maru No 2 y Tokiwa Maru No 1).

En Chertkovo unos pocos soldados italianos había logrado evadir el cerco soviético y llegar a la ciudad. Entre los restantes, hubo más de 10.000 muertos, unos 5.000 heridos o víctimas del frío y más de 10.000 prisioneros.

En Túnez los británicos tuvieron que retirarse hasta Medjez ante la falta de munición y la precaria posición en la que se encontraban.

En Argel un juicio sumarísimo condenó a muerte a Fernand Bonnier. La defensa solicitó clemencia, pero Henri Giraud se negó a posponer la ejecución, que fue fijada para el día siguiente. Ello era contrario al sistema legal vigente de la Francia de Vichy.

Torpederos italianos hundieron un submarino británico ante la costa de Túnez.

El embajador estadounidense en el Vaticano le dijo al papa que su mensaje de Navidad no había estado a la altura de las expectativas, a lo cual el pontífice le respondió que, al hablar de atrocidades, no podía haber mencionado a los nazis sin haber mencionado igualmente a los bolcheviques, y que a su juicio eso no habría complacido tampoco a los aliados. Por otra parte, si bien el papa tenía en eso toda la razón, no es menos cierto que, al hablar de atrocidades, también habría tenido que mencionar a los croatas católicos, como "El hermano Satán", el franciscano Miroslav Filipović, que para celebrar la Navidad en el campo de concentración de Stara Gradiška ordenó una misa, y luego un acto en el que, tras haber matado a dos presos con un cuchillo mientras un judío tenía que cantar, ordenó a éste que se le acercara y lo apuñaló también en el pecho y en la garganta. Después ató a 56 judíos bosnios y empezó a golpearlos con un hacha hasta hacerlos caer en un pozo. Para rematar la ceremonia (nunca mejor dicho) asesinó a 40 aldeanos bosnios disparándoles en la cabeza. Luego se sentó y declaró que se había hecho justicia.

Por otro lado, también hay que destacar la labor de los curas y monjas católicos de Bélgica, que estaban ocultando a grandes cantidades de judíos. Un 40% de la población judía belga estaba escondida, principalmente al amparo de gentiles. Muchos otros habían aceptado ser deportados a lo que creían que eran trabajos forzosos en Alemania, cuando en realidad iban a campos de exterminio en el este de Europa. Unos 16.000 judíos habían sido deportados en 17 convoys.

Un submarino italiano hundió un carguero filipino (Doña Aurora) ante la costa brasileña.

Ese día se estrenó Las mil y una noches, una película de aventuras protagonizada por Sabu Dastagir, y la primera película que la Universal rodaba en color en los últimos 12 años. Fue un gran éxito de taquilla, aunque las críticas fueron tibias. El papel de Scheherezade lo interpretó una actriz dominicana llamada María África Gracia Vidal, aunque había adoptado el nombre artístico de María Montez. Había empezado su carrera cinematográfica dos años antes, pero éste fue su primer papel destacado, y pronto sería conocida como La reina del Technicolor. El papel del califa Harún al-Rashid lo interpretó Jon Hall, cuyo primer papel protagonista lo había obtenido recientemente en una película de ciencia ficción titulada El agente invisible.

La única colonia africana francesa que resistía a los aliados era Somalia, pero finalmente, ante la caída de Madagascar y el paso del resto de África a la Francia Libre, el 26 de diciembre el gobernador Dupont presentó su rendición.

A las 7:30 de la mañana fue fusilado Fernand Bonnier. La rapidez en la ejecución de la sentencia desató muchos rumores sobre quién podía haber estado detrás del asesinato de alguien tan molesto para los aliados como había sido el almirante Darlan, que fue sucedido por Giraud como máxima autoridad del África Septentrional y Occidental Francesa.

Destructores británicos hundieron un submarino alemán al noroeste de Irlanda.

El general soviético Andréi Vlásov había recibido en su cautiverio la visita del capitán Wilfried Strik-Strikfeldt, que había luchado contra los bolcheviques en la guerra civil rusa. Fue a su encuentro porque sus carceleros nazis habían detectado cierta aversión hacia Stalin en Vlásov y, en efecto, Strik-Strikfeldt logró convencer a Vlásov de que encabezara un Movimiento de Liberación de Rusia (de liberación del comunismo, naturalmente). Vlásov escribió un memorándum en el que razonaba la conveniencia de una estrecha colaboración entre la Alemania nazi y los rusos antiestalinistas, a raíz del cual Goebbels lo mandó llevar a Berlín y el 27 de diciembre se formó el Ejército Ruso de Liberación, al menos sobre el papel (y sobre los planfletos firmados por Vlásov que fueron esparcidos por el frente), porque Hitler no estaba dispuesto bajo ningún concepto a armar  a los soviéticos. Fue un concepto que existió sólo a efectos de fomentar la deserción de oficiales y soldados soviéticos y de conseguir la colaboración de muchos prisioneros de guerra. Este ejército fantasma llegó a disponer de 1.5 millones de soldados, algunos de los cuales fueron enviados al frente únicamente en calidad de tropas auxiliares, sin actividad bélica propiamente dicha.

En las primeras horas del día un submarino alemán había detectado al convoy ON 154 en el Atlántico, y a lo largo del día varios submarinos hundieron cinco de sus barcos, cuatro cargueros británicos (Empire Union, King Edward, Melrose Abbey y Scottish Heather) y uno neerlandés (Soekaboemi). Uno de los submarinos fue a su vez hundido por la escolta del convoy. Otro submarino hundió un carguero británico (Oakbank) ante la costa brasileña.

La noche del 28 de diciembre la mayor parte de las tropas estadounidenses destinadas en la isla de Goodenough fueron transportadas a Nueva Guinea para participar en la batalla de Buna. No obstante, los pocos efectivos que permanecieron en la isla hicieron creer a los japoneses que su número era mucho mayor. Disponían de varios troncos apuntando al cielo como si fueran cañones antiaéreos, de falsas alambradas, y hasta de un falso hospital. También encendían fuegos como si estuvieran cocinando para un gran número de soldados y enviaban mensajes en clave fácilmente descifrables.

Submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses (Choyo Maru y Omi Maru) en el océano Pacífico.

En Birmania, los japoneses frustraron un intento británico de tomar la ciudad de Rathedaung.

El grupo A del ejército alemán (el que atacaba el Cáucaso) recibió órdenes de retirarse para reforzar al grupo A en el frente de Stalingrado.

Un submarino británico hundió un carguero alemán (Gran) en el Mediterráneo.

El teniente John MacKinnon y el marine James Conway, mientras trataban de llegar a España tras su fracasada participación en la operación Frankton, fueron detenidos por la gendarmería francesa, que los envió a a Burdeos, donde se encontraron con sus camaradas Laver y Mills.

El convoy ON 154 fue víctima de un ataque submarino masivo. Siete cargueros británicos (Baron Cochrane, Empire Wagtail, Empire Shackleton, Lynton Grange, Melmore Head, Ville de Rouen y Zarian), uno noruego (Norse King) y otro belga (President Francqui) resultaron hundidos. Otro submarino hundió el carguero británico Treworlas, también en el Atlántico.

El 29 de diciembre fracasó un intento estadounidense de flanquear el Gifu, dejando tras de sí 53 muertos, 129 heridos y 131 enfermos.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Haichan Maru) en el mar de Java.

El general Mohan Singh del Ejército Nacional Indio había llegado perspicazmente a la conclusión de que los japoneses no tenían ningún interés en contribuir a la formación de una India independiente, sino más bien de emplear a los indios en su lucha contra los británicos. Los japoneses, más perspicazmente aún, se habían dado cuenta, así que lo destituyeron y lo pusieron bajo custodia de la policía militar japonesa.

Submarinos británicos hundieron dos cargueros italianos en el Mediterráneo (Marte y Torquato Gennari). La aviación hundió un tercero (Iseo) cerca de Argelia.

El 30 de diciembre un submarino estadounidense hundió un transporte (Hitesu Maru) y un carguero japonés (Hissho Maru) en el Pacífico. La aviación hundió otro carguero (Tomiura Maru) en el puerto de Rabaul.

Henri Giraud había ordenado una nueva investigación sobre el asesinato de Darlan y ahora ordenaba el arresto de 27 cabecillas de la resistencia francesa en Argel, entre ellos Henri d'Astier, que habían participado en el golpe previo al desembarco aliado y a los que se suponía fuertemente implicados en el asesinato. Giraud había mantenido a los principales colaboradores de Darlan y no había hecho ningún amago de depuración de los militares que se habían mostrado leales al régimen de Vichy, lo cual tal vez contribuyó a mantener la lealtad hacia los aliados del África Francesa. Tampoco derogó ninguna ley promulgada en Vichy. Así, por ejemplo, siguió estando prohibido el acceso de los judíos al ejército francés.

Submarinos alemanes hundieron un carguero noruego (Ingerfem) y otro polaco (Paderewski) en el Atlántico. Otro hundió uno de los barcos de la escolta del convoy ON 154 (HMS Fidelity).

Hacía casi cinco años que el clarinetista de jazz Benny Goodman había saltado a la fama y desde entonces había enlazado un éxito tras otro. Ese día dio un concierto en el teatro Paramount de Nueva York y en un momento dado subió al escenario, como estrella invitada, un cantante de 27 años, hijo de padres italianos, cuya popularidad había ido aumentando vertiginosamente en ese mismo periodo, cuando, en sus propias palabras "se armó la de Dios". Una horda de quinceañeras entró en estado de histeria. Desde entonces, el joven Frank Sinatra tuvo que aguzar el ingenio para escapar de sus admiradoras, a las que no parecía importarles que que llevara tres años felizmente casado.

La Armada japonesa llevaba un tiempo presionando para abandonar Guadalcanal, a lo que el Ejército se oponía firmemente. Finalmente, el 31 de diciembre, el Alto Mando japonés, con la aprobación del emperador Hirohito, ordenó la evacuación y el establecimiento de una nueva línea defensiva en las islas Salomón centrada en Nueva Georgia.

La aviación alemana había detectado unos días atrás al convoy JW 51B, en el que 14 barcos mercantes llevaban suministros a la Unión Soviética, y poco después una flota formada por 2 cruceros y 6 destructores había salido para interceptarlo. El convoy tenía a su vez una escolta de 6 destructores y otros cinco barcos menores. A las 8:20 uno de los destructores británicos divisó tres destructores alemanes a lo lejos, y poco después otro avistó al Almirante Hipper. Se inició entonces la Batalla del mar de Barents. El Almirante Hipper dañó gravemente al destructor Onslow, en el que viajaba el capitán Robert Sherbrooke, que resultó herido y tuvo que transferir el mando al Obedient. Luego el Almirante Hipper atacó al dragaminas Bramble, al que destrozó con su armamento superior y luego se volvió hacia el Obedient y el Achates dejando en manos de un destuctor acabar con el Bramble, que no tardó en hundirse. El Achates estaba creando una cortina de humo para proteger a los mercantes, y recibió graves años, a pesar de lo cual siguió con su cortina de humo hasta que se hundió.

Mientras tanto, otra flota británica, formada por dos cruceros (HMS Sheffield y HMS Jamaica) y dos destructores, estaba acudiendo a la zona. Los cruceros se acercaron al Almirante Hipper sin ser detectados y abrieron fuego contra él a las 11:35 y dañaron dos de sus salas de calderas, lo que redujo drásticamente su velocidad. Dos destructores alemanes confundieron al Sheffield con el Almirante Hipper (era de noche en el Ártico) y trataron de situarse en formación junto a los barcos británicos. El resultado de haber buscado malas compañías fue que uno de ellos (Friedrich Eckholdt) acabó partido en dos. El segundo crucero alemán disparó contra los mercantes, pero la cortina de humo hizo que no recibieran ningún daño. Al mediodía ambas partes se separaron y el convoy continuó tranquilamente su marcha. Todos los mercantes llegaron a su destino.

Los alemanes nunca llegaron a advertir que dos cruceros se habían sumado al combate y Hitler estaba indignado de que dos cruceros pesados hubieran sido derrotados por meros destructores. Dio la orden de que los principales barcos de guerra alemanes fueran enviados al desguace, por inútiles. El almirante Erich Raeder, comandante supremo de la Kriegsmarine, presentó su dimisión, Hitler la aceptó y lo sustituyó por el almirante Karl Dönitz, hasta entonces al mando de la flota submarina. Dönitz convenció a Hitler para que anulara su orden de desguazar la flota alemana. Además ordenó que a partir de entonces los ataques a los convoyes enemigos se hicieran únicamente mediante submarinos.

En el Mediterráneo, un submarino británico hundió un carguero italiano (Maddalena) ante las costas tunecinas.

Los primeros éxitos de los aliados
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