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El 1 de junio de 1943 ocho cazabombarderos alemanes atacaron y derribaron un avión de transporte británico que había salido de Lisboa con destino a Bristol. Sus 17 ocupantes murieron, entre ellos el actor británico Leslie Howard. Se ha escrito mucho sobre lo sucedido. Es posible que los alemanes creyeran que Winston Churchill viajaba en ese avión. Y también se ha especulado sobre la posibilidad de que los servicios secretos británicos tuvieran información sobre el ataque, pero que no hubieran hecho nada para evitar que los alemanes descubrieran que el código ENIGMA no era seguro.

A causa de la presión alemana, los italianos cortaron toda colaboración con los chetniks en Yugoslavia. Recientemente habían sido expulsados de Herzegovina y los alemanes habían ocupado Mostar. Su bastión seguía siendo Montenegro, aunque sus posiciones se debilitaban cada vez más a medida que los partisanos ganaban fuerza.

Un barco hospital alemán (Birka) se hundió al norte de Noruega tras haber chocado con una mina lanzada por un submarino soviético. Murieron 115 personas.

Un carguero neerlandés (Salabangka) fue hundido por un submarino alemán en el océano Índico.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Noborikawa Maru) en la costa japonesa.

La Luftwaffe hundió un submarino soviético en el Báltico, y la RAF hundió un submarino alemán en el Atlántico.

El 2 de junio un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Eika Maru) cerca de Macao.

Tras la revuelta del gueto de Varsovia, Himmler había decidido liquidar los guetos y concentrar a los judíos que pudieran ser útiles en campos de trabajo. Ese día las SS completaron la liquidación del gueto de Lwów. Sus últimos ocupantes fueron enviados al campo de concentración de Janowska. Los alemanes tuvieron que incendiar edificios para hacer salir a los judíos que se escondían en ellos. Sólo unos pocos pudieron esconderse con éxito en las alcantarillas.

Destructores aliados hundieron un torpedero italiano (Castore) en el Mediterráneo. Murieron 79 de sus tripulantes y sobrevivieron alrededor de un centenar.

Ese día se estrenó en París Las moscas, una obra de teatro escrita por Jean-Paul Sartre. Ese año publicó también El ser y la nada, un ensayo en el que expone su filosofía existencialista. He aquí un fragmento:

Ahora nos es dado concluir. Desde nuestra introducción, habíamos descubierto la conciencia como una llamada al ser, y habíamos mostrado que el cogito remitía inmediatamente a un ser-en-sí objeto de la conciencia. Pero, después de descubrir el En-sí y el Para-si, nos había parecido difícil establecer un nexo entre ambos, y habíamos temido caer en un dualismo insuperable. Este dualismo nos amenaza, además, de otra manera: en efecto, en la medida en que puede decirse que el Para-si es, nos encontrábamos frente a dos modos de ser radicalmente distintos: el del Para-sí que tiene de ser lo que es, es decir, que es lo que no es y que no es lo que es, y el del En-sí, que es lo que es. Nos preguntábamos entonces si el descubrimiento de estos dos tipos de ser no terminaba en el establecimiento de un hiato que escindiera al Ser, como categoría general perteneciente a todos los existentes, en dos regiones incomunicables, en cada una de las cuales la noción de Ser debía ser tomada en una acepción originaria y singular. Nuestras investigaciones nos han permitido responder a la primera de esas preguntas: el Para-sí y el En-si están reunidos por una conexión sintética que no es otra que el propio Para-sí. El Para-sí, en efecto, no es sino la pura nihilización del En-si: es como un agujero de ser en el seno del Ser.

En eso se había convertido la filosofía del siglo XX. Sartre llevaba más de diez años conviviendo con una antigua compañera de estudios llamada Simone de Beauvoir. Ese año publicó su primera novela, La invitada, en la que describía mediante personajes ficticios sus relaciones amorosas con Sartre y con una alumna suya llamada Olga Kosakiewitz. Tuvo un gran éxito, que le valió la suspensión de su puesto como profesora universitaria, a raíz de una denuncia por incitación a la perversión de menores presentada por la madre de una de sus alumnas.

Ese día tres submarinos alemanes resultaron hundidos: uno al sur de Groenlandia, otro cerca de Daccar y otro cerca de la costa estadounidense.

El verano del año anterior, Abbot y Costello habían realizado una gira de un mes por los Estados Unidos para vender bonos de guerra, y se calcula que recaudaron 85 millones de dólares. De regreso rodaron dos películas Mi caballo murió y Pistoleros sin pistola, que se estrenaba ahora. Costello se encontraba en ese momento recuperándose de una fiebre reumática contraída durante una visita a una base militar hacía algo más de dos meses.

El 3 de junio la batalla del oeste de Hubei se dio por terminada. Los chinos la presentaron como una rotunda victoria, pero los observadores estadounidenses no eran tan optimista. Técnicamente había sido un empate en el que los chinos habían forzado una retirada japonesa a costa de un avance en forma de pinza que les había costado muchas bajas (más de 30.000 soldados además de otros tantos civiles masacrados por los japoneses). Las bajas japonesas ascendían a unos 25.800 soldados.

Un submarino japonés hundió un carguero estadounidense (Montanan) en el océano Índico, cerca de la costa de Omán.

Un submarino británico hundió un petrolero alemán (Henri Desprez) en el Mediterráneo.

En Argel se creó el Comité Francés de Liberación Nacional, presidido conjuntamente por los generales de Gaulle y Giraud, con el propósito de unir todas las fuerzas francesas en guerra contra el Eje.

Un submarino alemán hundió un carguero griego (Boris) en el Atlántico.

Unos once marinos afirmaron ante la policía de Los Ángeles que un grupo de chicanos que vestían zoot-suits les había dado una paliza. La policía respondió con una serie de redadas.

Desde el golpe de Estado que había llevado a cabo el General Uriburu hacía ya trece años, Argentina había pasado por una sucesión de gobiernos surgidos de elecciones descaradamente amañadas para mantener el poder en manos de los conservadores (este periodo de la historia argentina se conoce con el nombre de la Década Infame). Sin embargo, con el paso del tiempo, la relación entre el gobierno y las fuerzas armadas se había ido deteriorando. El presidente actual, Ramón Castillo, se había enfrentado ya a varias conspiraciones, y otras más estaban en curso. Ese día aumentó la tensión entre el gobierno y el Ejército cuando Castillo destituyó a su ministro de defensa, el general Pedro Pablo Ramírez, porque se había entrevistado unos días atrás con un grupo de representantes de la Unión Cívica Radical, que le habían propuesto presentarse como candidato a las próximas elecciones al frente de una alianza entre el ala moderada del Partido Radical, el Partido Socialista y el Partido Demócrata Progresista, que podría ser apoyada también por los comunistas. Como esa alianza no era la que tenía que ganar las elecciones, Ramón Castillo destituyó al general, y a raíz de ello, el general Arturo Rawson, que llevaba un tiempo urdiendo una conspiración, se reunió ese mismo día con Ramírez y decidió actuar de inmediato, aunque fuera de forma un tanto improvisada, y dar un golpe de Estado justo al día siguiente.

El 4 de junio unos 45 aviones alemanes bombardearon la ciudad soviética de Gorki, donde lanzaron 289 bombas, la mayoría sobre una fábrica de automóviles que estaba usándose para fabricar tanques.

Un submarino británico hundió otro alemán en el mar de Noruega, mientras que la RAF hundió otro cerca de Gibraltar.

El rey Víctor Manuel III de Italia recibió a Dino Grandi, el presidente de la Cámara de los Fascios y las Corporaciones (la Cámara Baja italiana, que, junto con el Senado, formaba el Parlamento) y que durante 20 años había sido uno de los colaboradores más cercanos de Mussolini. Grandi tanteó al rey sobre la necesidad de que Italia abandonara el Eje y se uniera a los aliados. Comparó a Víctor Manuel III con su antepasado, el duque Víctor Amadeo II de Saboya, que salvó la dinastía cambiando su alianza con Fancia por una alianza con el Sacro Imperio Romano Germánico. El rey respondió que él era un monarca constitucional, y que no podía hacer nada sin la aprobación del Parlamento o del Gran Consejo del Fascismo, que llevaban años sin reunirse, así que le pidió a Grandi que le facilitara el camino activándolos. Grandi volvió a su ciudad, Bolonia, a la espera del momento adecuado.

The Times hizo pública ese día la muerte de Leslie Howard, y en la misma página figuraba también la lista de bajas habitual, que incluía la del mayor William Martin, el inexistente oficial cuyo cadáver había sido enviado a los alemanes como parte de la Operación Carne Picada.

Mientras tanto Churchill se entrevistaba en Argel con de Gaulle y con Girard.

Unos 200 marinos montaron en unos 20 taxis y se dirigieron al barrio latino de Los Ángeles, donde empezaron a atrapar a todos los que se ponían a su alcance vistiendo zoot-suits, a los que les quitaban los trajes para luego quemarlos (a los trajes). Durante los días siguientes, acciones similares fueron secundadas por más marinos y también por civiles.

Los generales argentinos Arturo Rawson y Elbio Anaya, junto con los coroneles Emilio Ramírez y Fortunato Giovannoni y el teniente Tomás Adolfo Ducó, se sublevaron al frente de unos 8.000 soldados al noroeste de Buenos Aires, desde donde avanzaron hacia el centro de la ciudad. A la altura de la Escuela Mecánica de la Armada fueron atacados por tropas atrincheradas en ella, y el combate dejó 30 muertos y 100 heridos. Tras la victoria de los sublevados, el presidente Ramón Castillo huyó a Uruguay y Arturo Rawson fue recibido en la Casa Rosada como nuevo presidente. Todas las fuerzas sociales apoyaron el golpe excepto los comunistas. Las embajadas británica y estadounidense lo celebraron, pero el embajador alemán ordenó quemar documentos confidenciales, por si acaso.

La noche del 5 de junio unos 80 aviones alemanes bombardearon de nuevo la ciudad de Gorki. En el bombardeo de la noche anterior no habían logrado acceder a las plantas industriales, mientras que esta vez sí que lograron causarles considerables daños.

Los alemanes lograron sacar de una fundición en Minsk a unos 100 judíos que llevaban meses atrincherados en ella. Los mataron a todos y así el gueto de Minsk desapareció definitivamente. Sólo se habían salvado unos 250 judíos que habían sido ayudados por la población "aria" de la ciudad.

Un carguero alemán (Altenfels) fue hundido por una torpedera noruega.

Un carguero británico (Dumra) fue hundido por un submarino alemán en el océano Índico.

La aviación británica hundió un submarino italiano en el Mediterráneo.

Pierre Laval anunció por radio que era necesario enviar otros 200.000 franceses a Alemania para ayudar en la producción bélica.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán en el Atlántico.

En Los Ángeles, los cazadores de zoot-suiters se contaban ya por miles. Entraban en bares y otros establecimientos y atacaban a todos los chicanos que vestían zoot-suits. Unos entraron en un cine, atraparon a dos zoot-suiters, los llevaron ante la pantalla, delante de toda la audiencia, les quitaron el traje y se mearon en él. La policía tenía orden de no intervenir, aunque algunos agentes no la respetaban e intevenían apaleando también a algunos zoot-suiters. La prensa local alababa los disturbios, porque consideraban que estaban limpiando la ciudad de maleantes.

Arturo Rawson presentó a los líderes militares del golpe de Estado que acababa de tener lugar en Argentina los nombres de los ministros que integrarían su nuevo gobierno, entre los cuales figuraban tres amigos suyos ligados al régimen depuesto. Los militares los rechazaron de plano, y Rawson no dio su brazo a torcer.

El 6 de junio un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Shinei Maru) en el Pacífico.

Esa noche se produjo el más potente de los bombardeos alemanes sobre Gorki, con 157 aviones.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (William King) cerca de la costa sudafricana.

El Comité Francés de Liberación Nacional emitió un comunicado por radio en el que juraba que aboliría los "poderes arbitrarios" impuestos por el gobierno de Vichy y que restauraría todas las libertades francesas, las leyes de la República y el régimen republicano.

Ante el desacuerdo con los militares golpistas, el general Arturo Rawson presentó su dimisión como presidente golpista y fue sucedido por el general Pedro Pablo Ramírez.

El 7 de junio, en el ataque nocturno habitual a Gorki, participaron más de 50 aviones.

A principios de año, un miembro de la resistencia francesa, René Hardy, se había enamorado de una joven de 20 años llamada Lydie Bastien. Ésta no tardó en ganarse su plena confianza y tuvo acceso a los documentos más confidenciales. Pero Bastien tenía otro amante, el oficial de la Gestapo Harry Stengritt, quien pagaba su amor con joyas y diamantes incautadas a judíos. Ese día Hardy cayó en una trampa preparada por los alemanes con la ayuda de Bastien. Fue llevado a Lyon, donde Klaus Barbie dio una vuelta de tuerca a la situación. Llamó a Bastien e hizo que ésta se presentara ante Hardy llorando y asegurando que si no consentía en trabajar para Barbie ella y su familia también serían arrestadas. Hardy, con remordimientos por haber arrastrado a su amada al punto de mira de la Gestapo, accedió, y a partir de ese momento fue un agente doble.

Pedro Pablo Ramírez juró su cargo como nuevo presidente de Argentina. Formó un gobierno constituido exclusivamente por militares salvo en la cartera de Hacienda, en la que puso al abogado Jorge Santamarina. Rawson aceptó un puesto como embajador en Brasil, pero renunció al poco tiempo por su desacuerdo con las políticas del nuevo gobierno. Desde el mismo día del golpe de Estado, los militares se habían puesto a buscar y encarcelar dirigentes comunistas y sindicales.

El 8 de junio la munición almacenada en el acorazado japonés Mutsu estalló a causa del calor. La explosión mató a 1.222 personas.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Kohoku Maru) en el Pacífico.

Los japoneses empezaron a evacuar la isla de Kiska, su último reducto en las Aleutianas, y su último reducto en el hemisferio occidental.

La campaña italiana contra los partisanos griegos seguía en marcha, y esa mañana un ejército de unos 3.500 italianos se dirigió contra las posiciones partisanas en la región de Porta. Sobre las 5:30, un destacamento griego disparó sobre la columna italiana desde lo alto de las montañas y luego se retiró hacia las alturas. Pronto se iniciaron combates en Petra y Mouzaki. Ambas partes usaron artillería pesada, y la aviación italiana intervino. Hacia el mediodía los italianos se retiraron de Porta dejando un destacamento, que poco después fue obligado a retirarse también. Contra Mouzaki tuvieron más éxito. Tomaron la ciudad, la saquearon y luego la incendiaron.

La isla italiana de Pantelleria, situada entre Túnez y Sicilia, estaba siendo sometida a un intenso bombardeo aéreo aliado desde hacía dos semanas. Ese día una flota formada por cinco cruceros, ocho destructores y tres torpederas bombardeó su puerto principal.

Finalmente, los mandos de la Marina Estadounidense intervinieron para reducir la caza de zoot-suiters en Los Ángeles, reteniendo a los militares en barracones y prohibiéndoles la entrada en la ciudad. Pero en todos los incidentes que se habían producido, la posición oficial de la Marina fue que que los marines habían desnudado y apaleado a los zoot-suiters siempre en defensa propia.

El 9 de junio Josip Broz Tito casi muere a causa de la explosión de una bomba alemana que estalló cerca de donde se encontraba. Un agente británico que se encontraba con él resultó muerto, pero Tito sólo fue herido en un brazo.

Los italianos recibieron refuerzos en Porta, donde llegaron a sumar unos 5.500 hombres. Los partisanos griegos recibieron también refuerzos de unos 60 hombres, con lo que ya eran unos 250. Al amanecer los italianos reanudaron su ataque con artillería y soporte aéreo, en un intento de implicar a los partisanos en dos frentes opuestos. El primer ataque fue rechazado, pero finalmente los italianos entraron en Porti, que fue incendiada. No obstante, todos los intentos de seguir avanzando fueron frustrados. En el sector septentrional tuvieron más éxito, pues capturaron las ciudades de Gorgyri y Xylopariko, para luego bordear las tropas partisanas en Dousikos, lo que obligó a éstas a retirarse hacia las montañas. Cuando la guarnición partisana en Dousikos se quedó sin munición, los italianos entraron en la ciudad y la incendiaron.

Por la tarde, viendo que los italianos amenazaban con rodear las posiciones partisanas, los comandantes del Ejército Popular de Liberación Nacional ordenaron la retirada general. Los italianos, ocupados incendiando Porta, perdieron contacto con los griegos en rápida retirada, que establecieron nuevas defensas en Dramizi. En los dos días de combates, los partisanos sólo habían tenido tres heridos, mientras que las bajas italianas eran de unos 300 hombres, además de que habían perdido numerosos caballos y algunos aviones. Durante los días siguientes los italianos quemaron Vatsinia, Chania y Ropotania. Creyendo que las tropas griegas eran mucho más numerosas de lo que eran en realidad, los italianos no se atrevieron a adentrarse en las montañas y regresaron a sus bases. Los partisanos habían luchado en Porta más como un ejército que como guerrilleros, y los italianos se habían dado cuenta de ello, por lo que en el futuro las guarniciones italianas permanecieron en sus bases urbanas y no hicieron más intentos de enfrentarse a los partisanos.

La Abwehr, el servicio secreto alemán, arrestó en París al general Charles Delestraint, uno de los principales dirigentes de la resistencia francesa. Fue sometido a 50 horas de interrogatorio ininterrumpido y después enviado a una cárcel en Fresnes.

El 10 de junio un submarino estadounidense hundió un barco de suministro de petróleo japonés (Iro) cerca de la costa japonesa.

Entre 50 y 100 aviones alemanes bombardearon Gorki una vez más.

Ese día se estrenó El coronel Blimp, una película británica en la que Deborah Kerr interpreta los tres personajes femeninos protagonistas. Winston Churchill se había opuesto enérgicamente al rodaje de la película, no se sabe muy bien por qué. Ésta es probritánica, si bien con un toque irónico. Es posible que Churchill pensara que el protagonista era una parodia suya. Las objeciones por parte del gobierno desaparecieron en cuanto el ministro de Información vio una versión resumida, pero las de Churchill permanecieron. A causa de ello, la película tardó en estrenarse en el exterior, y cuando lo hizo fue en una versión reducida. La crítica la atacó duramente porque presenta como "bueno" a un alemán (un alemán contrario al nazismo, pero eso no importó) que además resulta ser más realista que el protagonista británico. Sin embargo, fue la cuarta película británica más taquillera del año y hoy está considerada como una de las diez mejores películas del cine británico.

Un submarino alemán hundió un petrolero estadounidense (Esso Gettysburg) en el Atlántico.

Alemania e Italia reconocieron el nuevo gobierno argentino, el único de toda América que aún mantenía relaciones con los países del Eje. Sin embargo, esa misma noche, el presidente Ramírez retiró los embajadores alemán e italiano el permiso para transmitir hasta 100 palabras cifradas a sus capitales respectivas.

El 11 de junio un barco de guerra estadounidense hundió un submarino japonés cerca de Alaska. Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Jinbu Maru) en las Aleutianas. Otros submarinos estadounidenses hundieron también un transporte (Genoa Maru) y dos cargueros japoneses (Hide Maru y Seinan Maru) en el Pacífico.

La RAF bombardeó Düsseldrof y Münster en el mayor ataque aéreo llevado a cabo hasta entonces por los británicos. Mientras tanto la aviación estadounidense bombardeaba Wilhelmshaven y Cuxhaven con 225 aviones, de los cuales fueron derribados 85. En total lanzaron 462 toneladas de explosivos, lo que era también un récord para la aviación estadounidense.

Tras una hora de bombardeos, sos aliados desembarcaron en Pantelleria, e inmediatamente los italianos se rindieron. Churchill escribiría más adelante en sus memorias que la única baja de la operación fue un hombre golpeado por una mula. Unos 11.000 italianos fueron hechos prisioneros.

La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de Islandia.

Gran Bretaña y los Estados Unidos reconocieron el gobierno del general Ramírez en Argentina.

El 12 de junio un carguero alemán (Birgit) resultó hundido por un avión soviético en el estrecho de Kerch, en el mar Negro.

Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Palima) cerca de Beirut.

Los militares alemanes seguían la costumbre de que los prisioneros de guerra de cada rama del ejército eran custodiados por militares de la misma rama. Así, el campo Stalag Luft III, situado cerca de la ciudad de Sagan (entonces parte de Alemania) estaba destinado a prisioneros de las fuerzas aéreas, principalmente oficiales, y estaba a cargo de la Luftwaffe, cuyos miembros tenían el mayor grado de civilización que podía esperarse de un nazi. Al mando del campo estaba el comandante Friedrich Wilhelm von Lindeiner-Wildau. Entre los prisioneros se encontraba el jefe de escuadrón británico Roger Joyce Bushell. Había protagonizado dos fugas anteriormente. En la primera, dos años atrás, había cortado la alambrada del campo en el que se encontraba y logró llegar hasta la frontera suiza, pero fue capturado poco antes de cruzarla por un guarda fronterizo. Unos meses más tarde, aprovechando que lo trasladaban a otro campo, logró saltar del tren en que lo llevaban y llegó hasta Praga, donde se puso en contacto con la resistencia. Desgraciadamente, fue capturado en una redada llevada a cabo a raíz del asesinato de Reinhard Heydrich. Cuando fue llevado al Stalag Luft III, no tardó en ser puesto al mando del Comité de fugas del campo. Ese día se llevó a cabo la fuga del despiojamiento, planeada por Bushell, aunque no participó en ella. Dos prisioneros disfrazados de guardias salieron por la puerta principal del campo seguidos de 24 oficiales que, supuestamente, eran llevados a un complejo cercano para ser despiojados. Otro grupo de seis oficiales escoltados por otro guardia falso trató de salir un poco más tarde, pero el pase falso que llevaban era un modelo antiguo y eso los delató. Los 26 que sí que habían logrado salir del campo fueron capturados a las pocas horas.

Un submarino británico hundió un carguero italiano (Bice) en el Adriático.

La isla italiana de Lampedusa se rindió a los aliados.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán en el Atlántico.

El 13 de junio un destructor estadounidense hundió un submarino japonés cerca de la costa de Alaska. Sus 101 ocupantes murieron.

Entre 50 y 80 aviones alemanes bombardearon Gorki por sexta vez.

La RAF hundió un carguero alemán (Emden) en el mar del Norte.

El 14 de junio la aviación aliada hundió un barco de pasajeros italiano (Hellenis) cuando estaba en reparaciones en el puerto de Nápoles.

Submarinos británicos hundieron un carguero alemán (Ringulv) y otro francés (Ste. Marguerite) cerca de Sicilia, otro carguero italiano (Rosandra) cerca de la costa albanesa y otro, también italiano (Valentino Coda) en el Adriático.

Dos submarinos alemanes resultaron hundidos en el Atlántico, uno a manos de un barco británico y otro de la RAF.

En los Estados Unidos se celebraba el Día de la Bandera, y fue precisamente el día elegido por el Tribunal Supremo para hacer pública su resolución sobre el caso planteado por los Barnett, una familia de testogos de Jehovah cuyas hijas habían sido expulsadas de un colegio de Virginia Occidental por haberse negado a saludar a la bandera siguiendo las directrices de su padre. A pesar de que ya existía una sentencia del Tribunal Supremo ratificando la constitucionalidad de exigir a los niños el saludo a la bandera sin que pudieran oponerse objeciones de naturaleza religiosa, los Barnett llevaron el caso a los tribunales y esta vez la sentencia fue en el sentido opuesto, anteponiendo la libertad de pensamiento garantizada por la Primera enmienda. En la sentencia se leía:

Si hay una estrella fija en nuestra constelación constitucional es que ningún funcionario, de alto o bajo nivel, puede decidir qué es ortodoxo en política, nacionalismo, religión u otras materias opinables, ni forzar a los ciudadanos a confesar sus creencias de palabra o por sus actos.

El 15 de junio submarinos estadounidenses hundieron un petrolero militar japonés (Sanraku Maru) y dos cargueros (Koyo Maru y Shinju Maru) en el Pacífico.

El crucero alemán Michel hundió un carguero noruego (Høegh Silverdawn) también en el Pacífico, a medio camino entre África y Australia.

Un submarino alemán hundió un petrolero británico (Athelmonarch) cerca de la costa palestina.

La ciudad de Beaumont, en Texas, albergaba una importante industria bélica que proporcionaba buenos salarios en una época en la que muchos estadounidenses atravesaban dificultades económicas. En los últimos tres años, su población había crecido de 59.000 hasta 80.000 personas, y esto había ocasionado tensiones entre sus habitantes, especialmente debido a que una parte sustancial de los recién llegados eran negros. El año anterior, Roosevelt había promulgado una orden por la que se eliminaba toda discriminación racial a la hora de acceder a empleos públicos, por lo que muchos negros habían conseguido trabajo en industrias estatales. La más importante en Beaumont era su astillero.

El día anterior, una mujer blanca había afirmado que había sido violada por un negro. La policía arrestó a varios sospechosos, pero la mujer no supo identificar cuál de todos era, si es que era alguno de ellos. La noticia dio que hablar entre los trabajadores del astillero, y pronto se inició una discusión entre blancos y negros. Finalmente, unos 2.000 trabajadores blancos de los astilleros, a los que se unieron otros 1.000 blancos más, se dirigieron hacia la cárcel donde estaban retenidos los sospechosos. Cuando llegaron hasta ella, ya eran casi 4.000. Cuando se les impidió el paso, se dividieron en pequeños grupos y asaltaron los barrios negros de los alrededores de la cárcel, donde destruyeron alrededor de un centenar de hogares. El alcalde llamó a la Guardia Nacional, que instauró la ley marcial. El alcalde ordenó el cierre de bares, parques y otros lugares de ocio, para evitar las agrupaciones multitudinarias. A los negros se les prohibió ir a trabajar.

El 16 de junio un submarino japonés hundió un transporte estadounidense (Portmar) de un convoy aliado cerca de la costa Australiana. Otro hundió un petrolero británico (San Ernesto) en el océano Índico.

Los alemanes dieron por terminada su campaña contra los partisanos de Tito en Yugoslavia. Los resultados no habían sido buenos. Tito había contado unos 7.000 muertos, aproximadamente la tercera parte de sus fuerzas, pero no había sido doblegado por los alemanes, y esto hizo que la población viera a los partisanos como una organización capaz de resistir el empuje de los nazis. Por ello, los nuevos alistamientos no tardaron en compensar las pérdidas. El oficial alemán que había estado a cargo de la operación, el general Rudolf Lüthers, escribió en su informe final que los "rebeldes comunistas" estaban "bien organizados, hábilmente dirigidos y con una moral de combate increíblemente alta".

El último hospital judío que quedaba en Berlín había sido cerrado unos días atrás, y ahora sus 200 empleados y 300 pacientes fueron enviados a Theresienstadt.

Un submarino británico hundió un barco de pasajeros italiano (Terni) cerca de la costa de Sicilia. La aviación australiana hundió un submarino alemán cerca de Palestina.

Los disturbios contra mexicanos en Los Ángeles estaban decayendo, pero a cambio habían surgido otros similares en otras ciudades, no sólo de California, sino también de Texas y Arizona. Incluso se registraron incidentes contra latinos en ciudades del norte, como Detroit, Nueva York o Filadelfia. En Filadelfia los miembros de una banda de jazz que no tenían nada de mexicanos fueron apaleados porque llevaban puestos los zoot-suits que usaban en el escenario. Ese día Eleanor Roosevelt publicó un artículo en el que criticaba levemente los disturbios, y no tardó en ser contestada por un editorial en Los Angeles Times, donde se la acusaba de tener tendencias comunistas.

El 17 de junio la aviación australiana hundió un submarino japonés cerca de la costa de Nueva Gales del Sur. Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés cerca de Rabaul.

El crucero alemán Michel hundió un petrolero noruego (Ferncastle) en el océano Índico, pero el naufragio que se cobró más víctimas ese día fue el de un transporte británico (Yoma) que fue hundido por un submarino alemán cerca de Libia, en el que murieron 484 de sus 1.961 ocupantes.

En el Líbano se produjo una crisis cuando el presidente Ayoub Tabet modificó la proporción de escaños en el parlamento correspondientes a cristianos y musulmanes. Hasta esa fecha el 54% de los escaños estaban asignados a los cristianos, y tras la reforma el porcentaje subió al 59%. Durante las semanas siguientes se produjeron tumultos en diversas ciudades del país.

Ese día salió de Luxemburgo el último tren cargado de judíos con destino a Auschwitz. El gobernador alemán, Gustav Simon, declaró a Luxemburgo Judenfrei.

Teniendo en cuenta los escasos logros que los generales Archibald Wavell y Claude Auchinleck habían conseguido en el norte de África antes de la llegada de Montgomery, el 18 de junio Churchill consideró prudente nombrarlos virrey y comandante en jefe de la India, respectivamente, para alejarlos discretamente de los campos de batalla en la próxima invasión de Italia.

El 19 de junio tres submarinos estadounidenses hundieron cuatro cargueros japoneses (Miyadomo Maru, Miyasho Maru, Sagami Maru y Tokiwa Maru) en varios puntos del Pacífico. Un submarino japonés hundió un carguero estadounidense (Henry Knox) en el océano Índico.

Con la aprobación del primer ministro japonés, Hideki Tōjō, en las Filipinas se formó el Comité Preparatorio para la Independencia Filipina, formado mayoritariamente por miembros de la Asamblea Nacional anterior a la guerra presididos por José Paciano Laurel y García, que empezó a preparar el borrador de una constitución.

La resistencia polaca estaba saboteando el proyecto de colonia alemana en Zamość con una eficacia mucho mayor que la que los nazis habían esperado. Ello había llevado a una escalada de atentados y represalias. Mientras tanto, la colonia estaba poco menos que paralizada. Ese día Hitler citó a Himmler en su casa de Obersalzberg, en Baviera, para una reunión secreta, en la que dispuso que los "bandidos" del Este de Europa (era su forma de referirse a la resistencia polaca) debían ser erradicados en los meses siguientes mediante la evacuación masiva de polacos.

En Roma tuvo se reunió el consejo de ministros italiano. El ministro de Comunicación, un poderoso empresario llamado Vittorio Cini, instó a Mussolini a encontrar el modo de sacar a Italia de la guerra. Tras la reunión presentó su dimisión. Varias personas leales a Mussolini, incluyendo su propio servicio secreto, advirtieron al dictador de que se estaban planeando diversas conjuras contra él, pero Mussolini nunca les dio crédito. Les contestaba que leían demasiadas novelas policíacas, o que tenían manía persecutoria.

La aviación estadounidense hundió un submarino italiano (Barbarigo) en el Atlántico. Un submarino alemán hundió un carguero brasileño (Pelotasóide) cerca de la costa brasileña.

El 20 de junio submarinos estadounidenses hundieron dos barcos de transporte de tropas japoneses (Meiten Maru y Shojin Maru)

Patrullas japonesas empezaron a tantear las posiciones australianas en la cordillera de Lababia, en Nueva Guinea, que fueron mantenidas con tan sólo 80 hombres.

Un submarino británico hundió un carguero italiano (Olbia) en el Mediterráneo.

Un submarino alemán fue hundido cerca de Groenlandia por la aviación estadounidense.

Ese día se levantó la ley marcial en Beaumont. En los disturbios habían muerto un hombre blanco y otro negro, y unas 50 personas habían resultado heridas. Otro negro moriría unos meses más tarde a causa de sus heridas. Pero ese mismo día surgieron nuevos disturbios en el otro extremo del país, en Detroit. La situación era similar a la de Beaumont, la próspera industria bélica había atraído muchos inmigrantes, parte de ellos negros. Recientemente, la Packard Motor Car Company había ascendido a tres empleados negros que trabajarían en sus líneas de ensamblaje juntamente con otros trabajadores blancos. Como respuesta, 25.000 trabajadores blancos abandonaron sus puestos de trabajo en Packard amenazando así con frenar la producción bélica. Esa tarde se produjo una pelea entre grupos de jóvenes blancos y negros en una isla del río Detroit, en las afueras de la ciudad (era domingo, y la isla era un típico lugar de descanso del lugar). A medida pasaba la tarde y la gente regresaba a sus casas, la pelea se fue trasladando hacia el interior de la ciudad. Allí corrió el falso rumor entre los negros de que los blancos habían lanzado al agua a una mujer negra junto con su bebé. Como respuesta, los negros saquearon y destruyeron varias propiedades de blancos.

Entre los blancos corrió a su vez el igualmente falso rumor de que los negros habían violado a una mujer blanca, y así formaron otra muchedumbre que visitó los barrios negros de la ciudad apaleando a todos los negros que se ponían a su alcance. Finalmente, grandes grupos de blancos se enfrentaron a otros similares de negros en diversos puntos. Los disturbios se prolongaron durante varios días, en los que hubo saqueos e incendios de casas y comercios.

El 21 de junio la guarnición australiana en la cordillera de Lababia se encontró con que los japoneses habían cortado las líneas telefónicas. A lo largo del día rechazaron tres ataques. Por la noche recibieron un nuevo pelotón de refuerzo, con unos 70 hombres.

Unos 75 aviones alemanes bombardearon Gorki una vez más.

La Luftwafe atacó un carguero alemán (Foula) en el que cuatro marinos noruegos trataban de huir a la Unión Soviética. Dos de ellos murieron.

Hitler contaba con información cada vez más detallada sobre los planes aliados de invasión de Grecia. En Egipto se estaba posicionando el XII Ejército aliado, que contaba con 12 divisiones cuyos movimientos podían ser rastreados gracias a diversos mensajes de radio interceptados y descifrados. Los aliados estaban reclutando intérpretes griegos, y habían comprado grandes cantidades de mapas de Grecia, y también estaban reuniendo moneda griega. Lo único que no sabían los alemanes es que todo esto era mentira. Se trataba de la Operación Barclay, un plan de diversión por el que los británicos habían logrado convencer a los alemanes de la existencia de un ejército fantasma. Como parte de este plan, se organizó también la Operación Animales, una campaña de sabotajes en el sur de Grecia por parte de la Dirección de Operaciones Especiales, en colaboración con la resistencia griega. Ese día, antes del amanecer, el Ejército Popular de Liberación Nacional voló cinco puentes de una línea ferroviaria en el sur de Grecia, inutilizando 4 km de vía. Otros grupos volaron puentes en la región de Litochoro y en Petrana. Por la mañana, un centenar de partisanos tendió una emboscada a una columna de infantería alemana cuando pasaba por un desfiladero cerca de Sarantaporo. Tras ocho horas de intercambio de disparos, 11 alemanes resultaron muertos, 97 se rindieron y 5 escaparon. El puente de Sarantaporo fue destruido junto con 64 coches y camiones de la columna capturada. La resistencia griega no tenía dónde retener a los alemanes, así que fueron asesinados unos días más tarde, tras haber sido interrogados.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Brinksburn) cerca de Argelia.

Jean Moulin había convocado una reunión en la casa del doctor Frédéric Dugoujon en Caluire-et-Cuire (un suburbio de Lyon) con siete máximos dirigentes de la resistencia francesa, André Lassagne, Albert Lacaze, Emile Schwarzfeld, Bruno Larat, Claude Bouchinet-Serreules, Raymond Aubrac y Henry Aubry, para tratar sobre la reciente captura del general Delestraint. Bouchinet-Serreules no acudió, mientras que René Hardy se presentó a pesar de que no había sido convocado. Casualmente luego se presentaron también varios miembros de las SS que tampoco habían sido convocados y que capturaron a todos los presentes. Casualmente Hardy fue el único que no fue esposado, y casualmente logró escapar. Todos los alemanes iban armados con metralletas, pero apenas dispararon sobre él unos pocos tiros en su huida. Raymond Aubrac, se percató de todos estos detalles, y nunca dudó de que Hardy los había traicionado. Bouchinet-Serreules llegó tarde a la reunión y así se salvó de ser capturado. Al día siguiente informó a de Gaulle de lo sucedido y gracias a él se pudo mantener el Consejo nacional de la Resistencia como órgano superior de todas las organizaciones que luchaban contra la ocupación alemana.

Un submarino alemán hundió un carguero sueco (Venezia) cerca de Rio de Janeiro.

La Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó por unanimidad un presupuesto de 71.510.438.873 dólares para el Ejército de los Estados Unidos, el mayor prespuesto militar de la historia.

La Facultad de Medicina de Harvard había pedido permiso para admitir mujeres como alumnas, pero la dirección de la universidad denegó la petición.

El FBI interceptó un telegrama enviado desde la sede en Nueva York de la KGB por el que descubrieron que un científico estadounidense con nombre en clave "Quantum" se había reunido unos días antes con funcionarios de la embajada soviética y les había proporcionado información confidencial sobre el proceso de separación del isótopo uranio-235 del uranio natural, pero nunca pudo descubrirse la identidad de Quantum. Sólo más de 60 años más tarde, tras la caída de la Unión Soviética, pudo saberse que se trataba de Boris Podolsky, que había nacido en el Imperio Ruso, pero cuya familia había emigrado a los Estados Unidos en 1914, cuando él tenía 17 años. Es famoso especialmente por un trabajo conjunto con Albert Einstein y Nathan Rosen, en el que concibieron la llamada Paradoja de Einstein-Podolsky-Rosen, que pone de manifiesto uno de los aspectos de la mecánica cuántica más alejados de la física clásica newtoniana.

El senador Jack Tenney llegó a Los Ángeles con la misión de determinar si los disturbios contra los zoot-suits estaban instigados por agencias nazis que trataban de enturbiar las relaciones entre los Estados Unidos y los países latinoamericanos. Tenney no tardó en asegurar que así era, aunque no consideró necesario aportar prueba alguna que lo confirmara.

Los ataques japoneses contra la cordillera de Lababia se sucedían. El 22 de junio unos 1.500 japoneses se enfrentaban a poco más de 100 australianos, pero todos sus ataques eran rechazados con la ayuda de la aviación australiana, que ametrallaba a los atacantes después de que la infantería marcara sus posiciones con bombas de humo.

Un submarino alemán hundió un petrolero de la Francia Libre (Lot) en en Atlántico.

Un destructor estadounidense hizo encallar un submarino japonés en la costa de Alaska. Murieron 87 de sus ocupantes.

El alcalde de Detroit y el gobernador de Michigan pidieron ayuda al gobierno federal. Roosevelt envió 6.000 soldados que ocuparon las calles de Detroit y pacificaron la ciudad. Para entonces habían muerto 24 personas, de las cuales 24 eran negros, y el número de heridos era de unos 600, de los que las tres cuartas partes eran negros. De los 1.800 arrestados, el 85% eran negros. La propaganda japonesa usó los disturbios para instar a los estadounidenses negros a no luchar por su país. Las potencias del Eje los usaron como muestra de la decadencia de Occidente.

El 23 de junio un submarino japonés hundió dos cargueros estadounidenses (Aludra y Deimos) cerca de las islas Salomón.

Los japoneses cesaron los ataques contra la cordillera de Lababia. En la operación habían contado 41 muertos y 131 heridos, frente a los 11 australianos muertos y 12 heridos.

Un destructor estadounidense desembarcó una avanzadilla en la isla de Woodlark, al norte de Nueva Guinea.

Un submarino alemán hundió un carguero soviético (Leningrado) en el mar Negro.

Ese día empezó la Operación Hombre-lobo al sur de Zamość. Tras bombardear la región con la artillería y la aviación, unos 10.000 hombres, miembros de las SS y de la policía local, iniciaron una gigantesca redada en la que arrestaban, aterrorizaban y, si venía al caso, ejecutaban, a cuantos civiles polacos iban encontrando.

Por esas fechas los chetniks estaban perdiendo el control de Montenegro, y muchos de sus guerrilleros se unían a los partisanos.

Un submarino británico hundió un carguero italiano (Pomo) en el Mediterráneo.

Un nuevo convoy con 1.018 judíos salió del campo de concentración de Drancy, en Francia, con destino a Auschwitz. Sólo 72 sobrevivirían a la guerra. Era ya el quincuagésimo quinto convoy que salía de Francia.

Unas elecciones generales en Irlanda permitieron a Éamon de Valera continuar al frente del gobierno, pero ahora gobernaba en minoría.

La aviación alemana hundió dos cargueros británicos (Shetland y Volturo) en el Atlántico.

El 24 de junio un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Ose) cerca de la costa china. Un submarino japonés hundió un petrolero británico (British Venture) cerca de la costa iraní.

Otra avanzadilla de tropas estadounidenses fue desembarcada en la isla de Kiriwina, al norte de Nueva Guinea.

Una veintena de aviones estadounidenses bombardeó el aeropuerto de Thermi, en Grecia.

Baldur von Schirach era el máximo dirigente del partido nazi en Viena. Ese día discutió con Hitler porque le insistió en que era necesario firmar una paz con los aliados. Conservó su puesto, pero Hitler no volvió a dirigirle la palabra.

Mussolini pronunció un discurso en Roma en el que, en un momento dado dijo:

Es necesario que, apenas el enemigo intente desembarcar, sea detenido en la línea que los marinos llaman de "bagnasciuga".

Muchos italianos tuvieron que consultar el diccionario para tratar de entender qué era eso del "bagnasciuga" (literalmente "moja-seca"), y se encontraron con un concepto técnico que no tenía pies ni cabeza en la frase del Duce. En realidad Mussolini quería referirse a la zona donde el agua toca la arena en la playa, tal vez tratando de imitar el "lucharemos en las playas..." de Churchill, y a decir verdad, aunque al parecer no es el significado ortodoxo de la palabra, sí que hay precedentes de su uso en dicho sentido, tanto en textos literarios como científicos. Sin embargo, lo cierto es que "el discurso del bagnasciuga" dio que hablar, y Mussolini dio la impresión de haberse hecho un lío con las palabras. En una época en la que el político medio tenía unas dotes oratorias muchísimo mayores que las de los políticos actuales y, especialmente en el caso de un líder carismático como Mussolini, eso fue interpretado como un signo de decadencia.

En la ciudad británica de Bamber Bridge se produjo un altercado cuando unos policías militares blancos estadounidenses trataron de arrestar a un soldado negro, estadounidense también. Un primer enfrentamiento tenso pudo ser apaciguado, pero cuando el soldado se marchó con algunos compañeros, los policías militares pidieron refuerzos y salieron en su busca para arrestarlos. Se produjo entonces una pelea en la que hubo varios heridos y un soldado negro sufrió una herida leve de bala en el cuello. Cuando los heridos fueron trasladados a su base, corrió el rumor de que los policías militares planeaban disparar contra soldados negros. A medianoche llegaron varios coches con policías militares, que llevaban incluso una ametralladora. Muchos soldados, presos del pánico, asaltaron la armería de la base, se hicieron con fusiles y salieron a perseguir a los policías militares. Se produjo entonces un tiroteo en el que un soldado (negro) resultó muerto y otros dos heridos. También hubo dos policías militares (blancos) heridos. Posteriormente, un consejo de guerra condenaría a 32 soldados por amotinamiento, apropiación de armas, causar disturbios, y disparar contra policías militares. Las penas fueron rebajadas en apelación.

Fuerzas aliadas hundieron cuatro submarinos alemanes en distintos puntos del Atlántico.

El 25 de junio submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses en el Pacífico (Iburi Maru y Shinryn Maru).

Unos 2.600 soldados estadounidenses desembarcaron en la isla de Woodlark. Los japoneses no hicieron nada más que enviar algunos vuelos de reconocimiento que lanzaron unas pocas bombas.

Los alemanes rechazaron un ataque contra un puente en la localidad griega de Bralos. Más tarde desactivaron un explosivo.

En la localidad polaca de Częstochowa, los nazis llevaban cerca de cuatro meses ejecutando paulatinamente a los judíos del gueto que consideraban inútiles (ancianos, niños, intelectuales...) hasta que finalmente la Organización de Luchadores Judíos se alzó en armas, escasas, pero armas al fin y al cabo. Levantaron barricadas en las calles y se enfrentaron a los sorprendidos alemanes.

Klaus Barbie fue informado de que uno de los arrestados en Caluire-et-Cuire era nada menos que Jean Moulin, y desde entonces el prisionero era llevado cada día al cuartel general de la Gestapo en Lyon para ser interrogado personalmente por Barbie. Sin embargo, Moulin no reveló información alguna a pesar de las torturas. Unos meses más tarde Hitler condecoró a Barbie con la Cruz de Hierro por la captura de Moulin.

A pesar del veto del presidente Roosevelt, el Congreso estadounidense aprobó la ley Smith-Connally, que permitía al gobierno federal intervenir las industrias relacionadas con la producción bélica cuando su producción se viera amenazada por huelgas. Roosevelt había argumentado que esa ley iba a fomentar los problemas laborales más que resolverlos.

El 26 de junio un submarino estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Shozan Maru y Toyo Maru) cerca de la costa japonesa.

En los últimos meses, el número de submarinos alemanes hundidos por los aliados había aumentado espectacularmente. Por ello, más de 200 marinos alemanes, tripulantes de seis submarinos con base en Noruega se amotinaron y se negaron a embarcar. Los amotinados fueron arrestados y encarcelados en Oslo.

Radio Vaticano emitió un mensaje del papa Pío XII en el que afirmaba que "cualquiera que establezca distinciones entre los judíos y el resto de los hombres es un infiel que se encuentra en contradicción con las leyes de Dios. La paz en el mundo, el orden y la justicia estarán siempre comprometidos mientras los hombres ejerzan discriminaciones entre los miembros de la familia humana". Al parecer, el papa llevó a cabo exorcismos a distancia sobre Hitler, pues estaba convencido de que éste estaba poseído por el Diablo.

El estudiante belga Youra Livchitz había sido arrestado por la Gestapo un mes después de haber detenido el tren que transportaba judíos a Auschwitz. Sin embargo, había logrado noquear a su guardian y quitarle su uniforme, con el cual pudo salir del cuartel general de la Gestapo en Bruselas. Ahora el coche en el que viajaba con su hermano Alexander fue detenido por la policía, que encontró armas en él, así que ambos fueron arrestados de nuevo.

El gobierno yugoslavo en el exilio no estaba siendo muy eficiente. Las rivalidades entre servios y croatas habían impedido que el primer ministro, Slobodan Jovanović pudiera aprobar siquiera una declaración de los objetivos de su gobierno. Por otra parte, Jovanović seguía apostando por el apoyo a Mihailović cuando los británicos estaban empezando a considerar la posibilidad de apoyar a los partisanos de Tito. El anuncio de matrimonio del rey Pedro II con Alejandra de Grecia (hija póstuma del rey Alejandro I de Grecia), desencadenó una nueva crisis de gobierno que terminó con la dimisión de Jovanović. Fue sustituido por Miloš Trifunović.

El rey Jorge VI de Gran Bretaña visitó a las tropas británicas en Malta y en el norte de África.

La Bell Aircraft Company probó el Bell 30, el primer prototipo de helicóptero pensado para su comercialización, que había sido diseñado por el ingeniero Arthur Middleton Young.

El 27 de junio, ataques aliados a los aeropuertos griegos de Eleusina y Kalamaki mataron a 16 alemanes y a 32 griegos. Otras 59 personas resultaron heridas y 12 aviones fueron destruidos.

Un submarino alemán hundió un carguero griego (Michalios) en el Mediterráneo cerca de la costa Siria. Otro hundió un carguero estadounidense (Sebastian Cermeno) en el océano Índico.

Un caza estadounidense se incendió, el piloto se lanzó en paracaídas y el aparato cayó en una playa de California, donde explotó y dejó a 49 bañistas heridos, tres de ellos mortalmente.

El 28 de junio un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Shotoku Maru) en el Pacífico. Un submarino japonés hundió un carguero noruego (Dah Pah) en un puerto de Omán.

Al norte de Guadalcanal, tras las islas Russell, se encuentra la isla de Nueva Georgia, la mayor de las Islas Salomón bajo control japonés, y ahora un batallón de unos 500 soldados estadounidenses desembarcó en ella, caminaron por tierra hasta llegar al puerto de Viru, y allí expulsaron a unos 245 japoneses que lo custodiaban. Las bajas fueron de 61 japoneses muertos frente a 13 estadounidenses. Posteriormente barcos estadounidenses accedieron al puerto.

Ocho explosivos detonaron a lo largo de una línea ferroviaria en el sur de Grecia.

Wernher von Braun había invitado a Hitler a presenciar una demostración de sus cohetes en la isla de Peenemünde. El primero se estrelló a poca distancia, pero el segundo recorrió más de 200 km antes de caer al Báltico. Hitler no estaba muy impresionado. Decía que los cohetes eran meras bombas con un alcance algo mayor y un coste mucho mayor, pero a estas alturas necesitaba un "arma espectacular" que levantara la moral alemana, y no tenía más remedio que confiar en el entusiasmo de von Braun, que, a pesar de que sus cohetes distaban mucho de ser operativos, insistía en que lo estarían en breve. Hitler dio órdenes ese día de empezar a construir cuatro bases de lanzamiento de cohetes a lo largo del canal de la Mancha, equipados para resistir bombardeos.

En Auschwitz entraron en servicio cuatro nuevos crematorios. Los antiguos podían procesar hasta 340 cuerpos al día, mientras que los nuevos podían con 1.100 cada uno.

Entre los planes para la próxima invasión de Sicilia figuraba una acción para la que se necesitaban unos 40 planeadores adicionales, y el modelo estadounidense disponible en el norte de África no era adecuado. Los únicos disponibles se encontraban en Gran Bretaña y, tras un estudio del asunto, se aprobó transportar hasta Túnez 32 planeadores remolcados por otros tantos bombarderos. Nunca se había hecho una travesía semejante. En cada planeador iban tres pilotos que se turnaban cada hora para evitar la fatiga y ese día llegaron los primeros a su destino. En total se perdieron cinco planeadores y tres bombarderos.

Un bombardeo estadounidense en Livorno hundió un crucero (Bari) y un carguero italiano (Campania).

Tras varios ataques "molestos" con pocos aviones llevados a cabo durante los días anteriores, Colonia fue bombardeada por 608 aviones británicos.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Vernon City) no lejos de la costa brasileña.

La ocupación japonesa de la isla de Nauru había llegado a una situación desproporcionada. Frente a los 1.848 nativos, habían llegado 2.388 militares japoneses y 1.500 trabajadores japoneses y coreanos. Las autoridades japonesas temían que, en caso de bloqueo, la isla apenas tendría recursos para alimentar a tanta gente, así que habían anunciado a los nativos que iban a ser deportados a otra isla. El 29 de junio 600 nativos fueron embarcados y llevados a las islas Truk, que forman parte del archipiélago de las Carolinas.

Insurgentes griegos asesinaron a Adolf Ersfeld, el comandante de una unidad de la policía secreta alemana.

El papa Pío XII publicó la encíclica Mystici Corporis Christi, en la que condenaba las exclusiones por razón de raza o nacionalidad, el asesinato de discapacitados y las conversiones forzadas.

Un submarino británico hundió un carguero italiano (Bolzaneto) en el Mediterráneo.

Como parte de los suministros necesarios para la invasión de Sicilia, Eisenhower pidió que se le enviaran tres millones de botellas (llenas) de Coca-Cola junto con el equipo necesario para limpiarlas, rellenarlas y taparlas dos veces al mes.

El 30 de junio unas 2.250 tropas estadounidenses desembarcaron en Kiriwina sin oposición alguna. Al mismo tiempo se produjeron desembarcos en dos islas cercanas a Nueva Georgia: unos 6.000 hombres ocuparon Rendova y expulsaron a la guarnición de 120 japoneses que la custodiaba, la mitad de los cuales acabaron muertos frente a cuatro bajas estadounidenses. Al mismo tiempo, otros 1.000 hombres desembarcaron en Vangunu, donde se enfrentaron a una guarnición japonesa de algo más de un centenar de soldados. Uno de los transportes usados en el desembarco de Rendova (USS McCawley) fue hundido por error por torpederas estadounidenses mientras regresaba a su base.

Mientras tanto, en Nueva Guinea, soldados de infantería australianos y estadounidenses desembarcaron en la bahía de Nassau, con el objetivo de establecer una cabeza de playa que acortara las líneas de suministro en un próximo ataque a Salamaua. El desembarco fue complicado, con una fuerte lluvia, mala visibilidad y el mar revuelto. Tras un breve enfrentamiento con los japoneses, aseguraron un perímetro alrededor del lugar de desembarco. Los japoneses esperaron la llegada de refuerzos y luego lanzaron varios ataques y trataron de infiltrarse, pero fueron rechazados y se retiraron antes del amanecer del día siguiente, tras haber perdido unos 50 hombres.

Mientras tanto un batallón australiano sin mucha experiencia de combate asaltó las posiciones japonesas en la cordillera de Bobdubi sin mucho éxito. Poco después recibieron 200 soldados de refuerzo.

La insurrección del gueto de Częstochowa fue sofocada. El cabecilla de los insurrectos, Mordechaj Zylberberg, se suicidó cuando los alemanes estaban a punto de capturar su bunker. Cerca de un millar de judíos habían muerto en la lucha, y ese mismo día otros 500 fueron quemados vivos o enterrados en escombros. Los que se rindieron, unos 3.900, fueron enviados a otros campos de trabajo. No obstante, el gueto de Częstochowa no se cerró, sino que los alemanes llevaron unos 10.000 judíos de otros campos unos meses más tarde.

Dolores Ibárruri, la secretaria general del Partido Comunista de España en el exilio, envió a México a Jesús Hernández Tomás con la misión de organizar allí una delegación del PCE y, ya de paso, de liberar como fuera a Ramón Mercader, injustamente encarcelado por el asesinato de León Trotski (injustamente, no porque no fuera él el asesino, sino porque a ojos de una estalinista como Ibárruri, el asesinato de Trotski merecía una condecoración y no una pena de cárcel). Envió a Hernández para quitárselo de encima, porque no era exactamente un estalinista devoto como ella, y teniéndolo lejos lo tendría más fácil para hacerlo caer en desgracia. Pero, como no se fiaba de él, envió también a Francisco Antón para que lo vigilara. Antón había sido su amante y era estalinista convencido. En cuanto Hernández estuvo en México sin posibilidad de defenderse, Ibárruri empezó a chismorrear que éste pretendía socavar su autoridad, dividir al partido y desprestigiar a la Unión Soviética.

A Hernández le debemos algunas "perlas" sobre quién era Dolores Ibárruri. Por ejemplo, escribe cómo, ante la posibilidad de devolver a España a los niños españoles enviados a Rusia durante la guerra civil, la respuesta de Ibárruri fue:

No podemos devolverlos a sus padres convertidos en golfos y prostitutas, ni permitir que salgan de aquí como furibundos antisoviéticos.

El 1 de julio el general y primer ministro japonés Hideki Tōjō recibió un informe de más de tres mil páginas titulado Una investigación de la política global con la raza Yamato como núcleo. En un tono científico y académico, justificaba la expansión japonesa y explicaba que los japoneses, como el pueblo racialmente superior que eran, estaban destinados a regir en Asia eternamente, con las demás naciones supeditadas a su política paternal y benefactora. El informe calculaba la población japonesa que debía habitar incluso en territorios como Nueva Zelanda y Australia en el plazo de una década para "asegurar el espacio vital de la raza Yamato". La ideología subyacente era una curiosa mezcla de nazismo y confucianismo, aunque también apelaba a los escritos de Platón y Aristóteles, y a fuentes británicas.

El ministro de asuntos exteriores rumano Mihai Antonescu (sin parentesco cercano con el dictador Ion Antonescu) se reunió en Roma con Mussolini para tratar de que encabezara las negociaciones para que los países aliados con Alemania pudieran dejar el Eje. Pero Mussolini no se prestó a ponerle el cascabel al gato.

Una división alemana y dos regimientos italianos iniciaron una campaña contra los partisanos griegos cerca de Servia.

Un submarino alemán hundió un carguero brasileño (Tutoya) cerca de la costa brasieña.

En abril del año anterior, un oficial alemán llamado Hans Peter Krug había escapado de un campo de concentración en Canadá, desde donde se había dirigido a Detroit. Allí recibió la ayuda de Max Stephan, nacido en Alemania, pero de nacionalidad estadounidense. Más tarde el FBI capturó a Krug y Stephan fue acusado de ayudar a un extranjero. El delito de ayudar a un prisionero de guerra evadido no figuraba entonces en el código penal, pero Stephan fue condenado a muerte por traición. Ahora, siete horas antes de que se ejecutara la sentencia, el presidente Roosevelt le conmutó la pena por la de cadena perpetua y, en efecto, permanecería encarcelado hasta su muerte, nueve años más tarde.

El 2 de julio submarinos japoneses hundieron un transporte japonés (Yoneyama Maru) y tres cargueros (Banshu Maru, Canton Maru y Isuzu Maru) en varios puntos del Pacífico.

Los estadounidenses llevaron a cabo un nuevo desembarco en Nueva Georgia, esta vez en la playa de Zanana, con la misión de avanzar hasta Munda, donde los japoneses tenían un aeropuerto.

Un submarino alemán hundió un barco de pasajeros británico (Hoihow) en el océano Índico. Murieron 145 de las 149 personas a bordo.

Ese día 50 prisioneros de guerra fueron asesinados en Vyrsodepseia, en Grecia, como represalia por el asesinato del comandante Ersfeld. Por la tarde un grupo de insurgentes tuvo una escaramuza con una patrulla alemana en Platamonas.

Submarinos alemanes hundieron un petrolero estadounidense (Bloody Marsh) y un carguero británico (Empire Kohinoor) en el Atlántico.

El 3 de julio un submarino estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Anzan Maru y Kokuryu Maru) cerca de la costa China,

La guarnición japonesa de Vangunu había sido completamente aniquilada, con lo que la isla pasó a formar parte de la línea de suministros y de comunicaciones con las tropas desembarcadas en Nueva Georgia.

Los insurgentes griegos dispararon contra un coche alemán e hirieron a uno de sus ocupantes, y volaron una vía de tren en las afueras de Litochoro.

Esa noche 653 aviones bombardearon el área industrial de Colonia. Por primera vez, la Luftwaffe usó la táctica conocida como "Jabalí salvaje", consistente en iluminar con focos a los aviones atacantes para indicar su posición tanto a los aviones alemanes como a las baterías antiaéreas. Esto permitía emplear aviones no equipados para el combate nocturno. Para evitar que las baterías antiaéreas derribaran aviones alemanes, éstos nunca volaban por debajo de cierta altura convenida, y las baterías nunca disparaban por encima de dicha altura. Hasta entonces, las ciudades procuraban evitar toda señal luminosa para que los aviones atacantes no pudieran encontrar sus objetivos. En total derribaron 12 aviones.

La aviación británica hundió dos submarinos alemanes cerca de la costa atlántica española. Otro submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Elihu B. Washburne) cerca de la costa brasileña.

El 4 de julio submarinos estadounidenses hundieron un transporte (Liverpool Maru) y dos cargueros japoneses (Koki Maru y Mikkyo Maru).

La cabeza de playa en la bahía de Nassau seguía bien defendida, y en los días precedentes habían llegado numerosos refuerzos. El número de soldados desembarcados llegaba ya a los 1.400, y en los días siguientes aún llegarían algunos más.

Mientras tanto, 4.600 soldados estadounidenses desembarcaban en Nueva Georgia, cubiertos por tres cruceros ligeros y cuatro destructores bajo el mando del contraalmirante Walden Lee Ainsworth. Otros 4.000 soldados desembarcaron en la isla de Kolombangara, al norte de Nueva Georgia, con la misión de cruzar en balsas el estrecho que las separa.

Hacía dos días que Subhar Chandra Bose había llegado a Singapur y ahora se ponía a la cabeza de la Liga para la Independencia de la India y del Ejército Nacional Indio. Su carisma logró que muchos civiles se alistaran, con lo que el ejército dejó de estar formado únicamente por prisioneros de guerra. Es famosa su frase: ¡Dadme sangre! Yo os daré libertad.

Tras una serie de retrasos, finalmente los alemanes iniciaron la Operación Ciudadela, contra las tropas soviéticas en el saliente de Kursk. Sería la mayor batalla de tanques de la historia, pues los alemanes habían reunido casi 3.000, mientras que los soviéticos disponían de casi 5.000. Aun así, los alemanes contaban con dos divisones Panzer de menos, ya que Hitler las había movido a Grecia, junto con una tercera procedente de Francia, lo que ponía en evidencia que había mordido el anzuelo de las campañas de desinformación alidadas, como la operación carne picada, y esperaba una invasión aliada en Grecia. Con todo, la infantería ocupó algunas posiciones estratégicas para establecer puntos de observación y capturó algunos puestos de observación de la primera línea defensiva soviética. Hacia las 16:00 tomaron la ciudad de Butovo y antes de medianoche ocupaban Gertsovka.

Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Breiviken) y otro griego (Michael Livanos) en la costa índica africana.

Los partisanos yugoslavos atacaron la fortaleza de Zvornik en Croacia y a lo largo de la noche lograron apoderarse de ella. Las fuerzas de la Ustacha huyeron cruzando el río Drina hasta Servia, y muchos murieron en el intento.

Un nuevo sabotaje por parte de la resistencia griega provocó el desacarrilamiento de un tren que transportaba municiones y, en la explosión subsiguiente, diez alemanes resultaron heridos. Mientras tanto, una guarnición alemana entre Katerini y Pyrgetos fue atacada. Los alemanes respondieron matando a diez prisioneros de guerra y destruyendo parte de Litochoro.

Un submarino alemán hundió un barco de transporte de tropas (City of Venice) y un carguero británico (St. Essylt) cerca de la costa de Argelia.

El general Władysław Sikorski regresaba de una inspección a las tropas polacas desplegadas en Oriente Medio cuando su avión se estrelló en el mar 16 segundos después de haber despegado de Gibraltar. Un oficial polaco que contempló el accidente desde el aeropuerto dijo entre lágrimas: ¡Es el final de Polonia! En efecto, Churchill tenía mucho que agradecer a Sikorski por su colaboración con los británicos en los primeros años de la guerra, pero con la entrada de los Estados Unidos y la Unión Soviética, la importancia de Polonia se había reducido notablemente y el sucesor de Sikorski, Stanisław Mikołajczyk, no tuvo ni de lejos la influencia que había tenido el general fallecido.

Un submarino alemán hundió un carguero brasileño (Pelotaslóide) cerca de la costa brasileña.

El 5 de julio un destructor japonés hundió el destructor estadounidense Strong cuando se retiraba tras haber cumplido su misión en el desembarco en Nueva Georgia llevado a cabo durante la noche.

El ataque alemán al sur de la base del saliente de Kursk tenía que sumarse otro ataque desde el norte, pero los soviéticos estaban al tanto de los planes alemanes y atacaron primero. A las 2:00 Zhúkov tomó la iniciativa con un bombardeo de la artillería. Esperaba que con ello desbarataría el plan de ataque alemán, pero no causó daños graves ni ocasionó más que algunos retrasos en los planes alemanes. A las 5:00 los alemanes lanzaron su propio bombardeo de 80 minutos en el lado norte y de 50 en el lado sur. A las 5:30 se inició el avance principal con el apoyo de la aviación, a lo largo de un frente de 45 km. La aviación soviética lanzó un ataque sobre los aeropuertos alemanes, pero no causó daños graves y, por el contrario, las pérdidas fueron considerables (los soviéticos perdieron 176 aviones ese día, frente a 26 alemanes). Los alemanes penetraron casi 10 km en las líneas soviéticas y alcanzaron la segunda línea defensiva soviética, donde su avance fue frenado. Ese día contaron casi 1.300 muertos y casi 6.000 heridos.

El balance de la operación ítalo-alemana contra los partisanos griegos fue de 16 pueblos quemados, 92 civiles muertos y el saqueo de grandes cantidades de ganado.

Un submarino italiano fue hundido en un bombardeo aliado a La Spezia.

La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la costa atlántica española. Otro submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Maltran) en el Caribe.

La flota del contraalmirante Ainsworth se estaba retirando hacia el mar del Coral para repostar cuando a la 1:06 del 6 de julio detectó una flota de diez destructores japoneses bajo el mando del contraalmirante Teruo Akiyama, que llevaba 2.600 soldados a la isla de Kolombangara, para después pasarlos a Nueva Georgia. A la 1:57 los estadounidenses abrieron fuego y lanzaron 612 bombas en 21 minutos. El destructor Niizuki no tardó en hundirse con Akiyama a bordo. El crucero ligero estadounidense Helena había agotado su pólvora antidestellos, y se había visto obligada a usar pólvora antihumo, con lo que se iluminaba a sí mismo en cada disparo. Esto permitió a dos destructores japoneses lanzarle torpedos de largo alcance que hundieron el barco. El destructor Nagatsuki encalló y fue hundido al día siguiente por la aviación estadounidense, mientras que el Hatsuyuki resultó dañado. Ambas fuerzas se retiraron, pero un destructor japonés y dos estadounidenses se quedaron en la zona para rescatar náufragos. A las 5:00 el destructor Amagiri intercambió torpedos y disparos con uno de los destructores estadounidenses y se retiró dañado.

Los soviéticos lanzaron un contraataque en Kursk, tarde y mal coordinado. Unos 200 tanques se enfrentaron a los Panzer, de los cales 69 fueron destruidos y los restantes tuvieron que retirarse. Luego fueron los tanques alemanes los que atacaron la segunda línea defensiva soviética en Olkhovatka. Pero no pudieron romper las defensas soviéticas y sufrieron muchas bajas. Un ataque sobre Ponyri tampoco surtió efecto.

Un submarino alemán hundió un carguero griego (Hydraios) en el océano Índico.

Un submarino británico hundió un carguero italiano (Tripoli) en el Mediterráneo. Un submarino alemán hundió un carguero británico (Shahjehan) cerca de Libia.

El bey Muhammad VII de Túnez fue obligado a abdicar por las autoridades francesas y fue enviado al exilio, primero a Argelia, y luego al sur de Francia. Fue sucedido por su primo Muhammad VIII al-Amin, hijo del bey Muhammad VI.

Un piloto en misión de entrenamiento despegó esa noche de una base aérea en Texas para bombardear un objetivo simulado situado cerca de Conlen, pero se desorientó y acabó lanzando cinco bombas en Boise City, en Oklahoma. Aunque algunos edificios sufrieron daños, nadie resultó herido.

El 7 de julio los alemanes atacaron Ponyri y lograron tomar la mitad de la ciudad tras una intensa lucha casa por casa.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Leana) cerca de la costa oriental africana.

Un submarino británico hundió un petrolero alemán (Wilhelmsburg) en el Egeo.

Las matanzas de polacos por parte del Ejército Insurgente Ucraniano se habían intensificado hasta convertirse en una auténtica limpieza étnica. El mes anterior uno de sus comandantes había difundido una orden secreta en la que se leía:

Debemos llevar a cabo una acción a gran escala para liquidar el elemento polaco. Ahora que los alemanes se retiran, deberíamos aprovechar este conveniente momento para liquidar la totalidad de la población masculina entre los 16 y los 60 años. No podemos perder esta lucha, y es necesario debilitar a las fuerzas polacas cueste lo que cueste. Los pueblos y asentamientos cercanos a los grandes bosques deben desaparecer de la faz de la Tierra.

No obstante, los ucranianos mataban principalmente mujeres y niños. Dos delegados del Gobierno Polaco en el Exilio llegaron a Kustycze para tratar de llegar a un acuerdo con los ucranianos. Se encontraron con Jusif Stelmaszczuk, que inmediatamente los hizo arrestar.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la costa portuguesa.

Un submarino alemán atacó a un convoy aliado y hundió tres cargueros estadounidenses cerca de la costa brasileña (James Robertson, Thomas Sinnickson y William Boyce Thompson). Otro hundió un carguero neerlandés (Poelau Roebiah) en el Caribe.

El 8 de julio un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Showa Maru) en el mar de Japón.

Los australianos habían ocupado la que llamaban la Loma de la Emboscada, desde donde amenazaban tanto la cordillera de Bobdubi como las líneas de suministro a las fuerzas japonesas en Mubo y Salamaua. Esto obligó a los japoneses a lanzar una serie de feroces contraataques en los días siguientes.

Un contraataque soviético expulsó a los alemanes de Ponyri, pero una sucesión de contraataques hizo que la ciudad cambiara de manos varias veces en los días siguientes. En el frente meridional una formación de tanques soviéticos fue barrida exclusivamente por aviones armados con cañones antitanques, algo que no había sucedido nunca antes en la historia. Los soviéticos perdieron más de 50 tanques. Al final del día los tanques alemanes habían avanzado 29 km y habían penetrado la segunda línea defensiva soviética.

Un submarino británico hundió un carguero italiano (Valfiorita) en el Mediterráneo.

Jean Moulin había entrado en coma a causa de las palizas recibidas y murió como resultado del daño cerebral.

La aviación aliada hundió dos submarinos alemanes en el Atlántico. Otro submarino alemán hundió un petrolero noruego (B.P. Newton) y un carguero estadounidense (Eldena).

Otro batallón de marines había desembarcado en el puerto de Viru, en Nueva Georgia, y para el 9 de julio los japoneses habían sido expulsados de la zona.

A las 18:00 despegaron de Túnez en grandes planeadores 2.075 soldados británicos con siete jeeps, seis cañones antitanque y diez morteros, con la misión de llegar a Sicilia sobre la medianoche (los planeadores fueron remolcados casi todo el trayecto). Poco después, 18 aviones, seis de ellos equipados con inhibidores de radar, empezaron a recorrer la costa siciliana en la región de Siracusa. A las 21:00 55 aviones bombardearon el aeropuerto de Siracusa, como maniobra de distracción, donde causaron un gran número de bajas, incluyendo al comandante de la base naval de Siracusa, Giuseppe Gianotti. Luego se lanzaron 280 paracaídas con maniquíes al norte de la zona prevista para el aterrizaje auténtico. La operación fue más bien desastrosa, pues los planeadores encontraron fuertes vientos y mala visibilidad. Algunos fueron desenganchados antes de tiempo y 65 de ellos (casi la mitad) cayeron al mar y 252 hombres murieron ahogados. De los restantes, sólo 12 planeadores aterrizaron en el lugar previsto. Otros 55 lo hicieron a 40 km de distancia, mientras que otros pocos fueron derribados o regresaron a Túnez sin haber podido desengancharse.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Samuel Heintzelman) en el océano Índico. Otro hundió dos cargueros británicos (De la Salle y Manchester Citizen) de un convoy aliado cerca de la costa de Nigeria.

Aviones alemanes se disponían a bombardear algún punto del sur de Gran Bretaña y, por algún motivo, no pudieron alcanzar su objetivo. Algunos de ellos acabaron separados del resto. Un bombardero siguió el curso de una vía de ferrocarril y acabó llegando al pueblo de East Grinstead. Dio dos vueltas a la localidad y luego, a las 17:17, lanzó ocho bombas. Dos de ellas, una con espoleta retardada, cayeron en un cine, donde 184 personas estaban viendo un cortometraje previo a la película principal. Murieron 108, entre ellas muchos niños, así como unos 20 soldados canadienses estacionados en el pueblo, algunos estaban viendo la función y otros habían llegado luego para ayudar, cuando estalló la segunda bomba. Era raro que alguien del pueblo no conociera personalmente a alguien con un hijo muerto o herido por las bombas.

La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la costa portuguesa, y la estadounidense otro en la desembocadura del Amazonas.

Los congresistas estadounidenses se tomaron vacaciones por primera vez en los últimos cuatro años.

El 10 de julio un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Kyokuyo Maru) cerca de la costa japonesa.

En el frente de Kursk, los alemanes tenían asegurada la mayor parte de Ponyri, pero los contraataques soviéticos continuaban. Las bajas en ambos bandos eran muy altas. Los ataques alemanes a Olkhovatka y la cercana Teploe resultaron todos infructuosos, incluyendo uno llevado a cabo ese día con unos 300 tanques apoyados por la aviación. Para entonces, los soviéticos habían detenido completamente el avance alemán en la parte norte del saliente de Kursk. En el sur, en cambio, los alemanes empezaban a cruzar el río Psel y se dirigían hacia Prokhorovka.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Alice F. Palmer) en el océano Índico.

Tras tres días de intensas torturas, Jusif Stelmaszczuk ejecutó públicamente a los dos enviados polacos atando sus miembros a dos caballos para descuartizarlos.

Los chetniks, en colaboración con tropas italianas, mataron a 112 prisioneros de guerra croatas en Lovreć.

Mientras los planeadores británicos descendían en Sicilia, aviones estadounidenses lanzaban varias unidades de paracaidistas, pero el viento los había desviado de su ruta y acabaron dispersos a lo largo de la costa, entre Gela y Siracusa. Las tropas dispersas procuraron causar confusión entre las tropas italianas. Durante las primeras horas del día se iniciaron los desembarcos en 26 puntos principales de la costa siciliana, en un frente de 170 km. En total, el Séptimo Ejército de los Estados Unidos, bajo el mando del general Patton, y el Octavo Ejército británico, bajo el mando del general Montgomery, contaban con 160.000 hombres, 600 tanques y 1.800 cañones y en la operación participaron 2.590 buques. Cabe señalar que, incluso cuatro horas después de que se hubiera iniciado la invasión, aviones alemanes abandonaron Sicilia para reforzar Cerdeña. Hitler seguía convencido de que la invasión de Sicilia era un señuelo y que los aliados iban a invadir Grecia y Cerdeña.

Los combates más intensos se produjeron en la zona de Gela. La aviación aliada tenía previsto intervenir al amanecer, pero los aviones italianos llegaron antes y, sin contestación, atacaron a la flota estadounidense. A las 4:58 se hundía el destructor USS Maddox. Unos minutos más tarde, a las 5:01 llegaban los primeros aviones aliados. Una serie de contratiempos debidos esencialmente al mal tiempo y a la presencia de bancos de arena imprevistos fue compensada por la pobre respuesta italiana.

Un pelotón británico llegó a tomar un puente y rechazó todos los intentos italianos de recuperarlo. Otros paracaidistas acudieron atraídos por los disparos y a las 8:30 había 89 hombres defendiendo el puente.

Una columna de tanques italianos acompañados por infantería estuvo a punto de alcanzar las posiciones aliadas en Gela, pero a las 10:47 la armada estadounidense abrió fuego, destruyó varios tanques y dispersó al resto de las fuerzas italianas.

Fuerzas estadounidenses tomaron el puerto de Licata al precio de unas 100 bajas, entre muertos y heridos y luego rechazaron un contraataque. Sobre las 11:30 la posición estaba asegurada. Al mismo tiempo un batallón de infantería italiano con algo de artillería llegaba al puente retenido por los británicos. Cuatro horas más tarde sólo quedaban 18 británicos, que se quedaron sin munición y tuvieron que rendirse.

Al anochecer, las siete divisiones de asalto aliadas (tres estadounidenses, tres británicas y una canadiense) estaban firmemente establecidas en la costa. El puerto de Siracusa estaba en poder aliado y los temores de un ataque aéreo por parte del Eje se habían desvanecido. Los bombardeos de las semanas precedentes habían debilitado fuertemente la capacidad aérea del Eje en la zona, y la presencia constante de la aviación aliada con bases en Malta y Pantelleria mantuvo a la aviación enemiga relativamente bajo control. Por la noche la Luftwaffe hundió el barco-hospital de la Cruz Roja Talamba, que se encontraba a una prudente distancia de la costa siciliana, pero los 400 heridos a bordo pudieron ser evacuados.

Un submarino alemán hundió un carguero sueco (Scandinavia) cerca de la Guayana Francesa.

En la isla de Nauru había una colonia de leprosos. El 11 de julio los japoneses los subieron todos a bordo de un barco pesquero, lo remolcaron hasta mar abierto, cortaron la cuerda que lo unía al barco remolcador, dispararon con una ametralladora a sus ocupantes y lo hundieron a cañonazos. Si algún cuerpo en el agua daba señales de vida, lo remataban con fusiles. Así fue como un tifón acabó con la vida de los leprosos, según la versión oficial.

Un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Taiko Maru) en el mar de las Filipinas.

Unos 1.200 marines estadounidenses se hicieron con el control del puerto de Enogai, en Nueva Georgia, tras haber expulsado la guarnición de 400 soldados japoneses que la custodiaba, de los cuales unos 350 terminaron muertos. Las bajas estadounidenses fueron de 51 muertos.

En un ataque nocturno por sorpresa los alemanes lograron apoderarse de un puente sobre el Donets, a 18 km de Prokhorovka, lo que los ponía a un paso de encerrar todo un ejército soviético.

Un submarino alemán hundió un carguero griego (Mary Livanos) en el canal de Mozambique.

Esa noche la resistencia griega voló un puente cerca de Lamia mientras lo cruzaba una columna alemana. Veinticinco vagones con municiones fueron destruidos. Los británicos suspendieron su colaboración intensiva con la resistencia griega, pues su objetivo de hacer creer a Hitler que los aliados iban a invadir Grecia en lugar de Sicilia era difícil de sostener por más tiempo.

A las 3:00, el Ejército Insurgente Ucraniano inició una matanza de polacos a una escala nunca vista hasta entonces. Un total de 167 ciudades y aldeas polacas fueron atacadas y sus habitantes fueron torturados y asesinados en masa. En Gurow sólo sobrevivieron 70 de un total de 480, en Orzeszyn murieron 306 de un total de 340 polacos. En Sadowa sobrevivieron 20 de 600, etc. Las matanzas continuaron durante los cinco días siguientes.

A las 2:00 desembarcaron en Sicilia los primeros tanques estadounidenses, pero no tardaron en quedarse atascados en la arena de la playa. A lo largo del día se sucedieron 14 ataques aéreos por parte del Eje. También se inició un ataque terrestre, los italianos por la orilla izquierda del río Gela y los alemanes por la orilla derecha. A las 6:40 los alemanes entraron en contacto con las fuerzas aliadas, que empezaron a retirarse hacia la cabeza de playa. A las 10:40 la armada empezó a disparar contra los tanques, que pronto tuvieron que enfrentarse también a los tanques estadounidenses. La armada se ocupó también de la infantería italiana, cuyos proyectiles acabaron con la mitad de las tropas. Muchos cuerpos quedaron colgando de los árboles. Los aliados tomaron 400 prisioneros entre los supervivientes. Uno de los bombardeos dañó a un carguero estadounidense (Robert Rowan) y la munición que transportaba estalló a las 17:30, pero el barco estaba anclado en aguas poco profundas y no se hundió, de modo que sus llamas mantuvieron su entorno iluminado facilitando los ataques nocturnos por parte de la aviación del Eje. La aviación alemana hundió también un carguero neerlandés (Baarn) y, por otra parte, torpederos británicos hundieron un submarino italiano (Flutto) en el estrecho de Messina y un submarino británico hundió un carguero alemán (Tell) en el Mediterráneo. Al final del día, los aliados controlaban nueve de los puertos principales de Sicilia, además del de Siracusa.

La aviación alemana atacó un pequeño convoy que transportaba tropas desde Gran Bretaña hasta el África Occidental cuando navegaba a la altura de Portugal. Los dos destructores de escolta no pudieron impedir que los dos transportes que formaban el convoy terminaran hundidos.

El 12 de julio un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Niitaka Maru) ante la costa japonesa. Otro hundió un submarino japonés cerca de la isla de Kolombangara. La aviación estadounidense hundió otros dos cargueros (Chikuzan Maru y Tairyo Maru) cerca de la costa vietnamita.

Habiendo fracasado en su intento de retomar la Loma de la Emboscada, los japoneses se vieron obligados a retirarse de Mubo, en Nueva Guinea.

Finalmente el ejército soviético lanzó un contraataque contra los alemanes en el saliente de Kursk. Lo llamaron la Operación Kutuzov, por el nombre del mariscal ruso que se enfrentó a Napoleón. Tras un intenso bombardeo de artillería, la infantería y los tanques avanzaron desde el norte y el noreste sobre las posiciones alemanas. Aunque los alemanes resistieron bien la acometida, la superioridad numérica soviética era abrumadora y finalmente se abrió una brecha por la que los soviéticos avanzaron 23 km. Una división Panzer trató de cerrarla, pero fue rechazada. En el sur del saliente, los soviéticos atacaron a los alemanes en Prokhorovka con 616 tanques. Los alemanes contaban con casi 300, que se encontraron improvisadamente y así se entabló una de las mayores batallas de tanques de la historia. El resultado fue indeciso. Las bajas soviéticas fueron exorbitadas: casi 400 tanques destruidos o dañados y 5.500 bajas. Los alemanes tuvieron más de 800 bajas y perdieron alrededor de 60 tanques, con lo que tuvieron que detener su avance. Stalin estaba furioso y mantuvo una conversación telefónica nada agradable con el general al mando, Pavel Rosmistrov, que estuvo a punto de acabar en un consejo de guerra.

Los alemanes mataron a 13 griegos acusados del atentado de Lamia.

Antes del amanecer en Sicilia había desembarcado ya el 90% de los efectivos previstos. A las 8:45, unas 27 horas después de lo planeado, los aliados capturaron el aeropuerto de Ponte Olivo. A las 17:00 el general Patton desembarcó para instalar su cuartel general en tierra. En cuanto el aeropuerto de Ponte Olivo fue declarado seguro, aviones estadounidenses empezaron a aterrizar en él para usarlo como base. Varias unidades italianas cubrían la retirada hacia el norte de las fuerzas alemanas. Los británicos fracasaron en un intento de desembarco en Augusta.

Un destructor británico hundió un submarino alemán cerca de la costa argelina. Una torpedera hundió otro en el estrecho de Messina, y un tercero fue hundido por la aviación estadounidense cerca de la costa atlántica española. Por su parte, un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (African Star) cerca de la costa brasileña.

A la 1:00 del 13 de julio la flota del contraalmirante Ainsworth, que vigilaba Nueva Georgia para proteger el puerto de playa establecido a principios de mes, estableció contacto por radar con una flota japonesa. Estaba compuesta por un crucero ligero y cinco destructores bajo el mando del contraalmirante Shunji Isaki, que transportaba 1.200 soldados de refuerzo a Nueva Georgia. Ainsworth supuso que podía atacar a los japoneses por sorpresa, pero lo cierto es que éstos estaban al tanto de su presencia desde hacía al menos dos horas. Los destructores japoneses ya habían lanzado su mejor arma de guerra, los torpedos "tipo 93" de larga distancia (su radio de acción llegaba a los 40 km). Durante un tiempo, los estadounidenses no imaginaban que un torpedo pudiera ser lanzado desde una distancia superior a 10 km, por lo que atribuyeron a submarinos inexistentes muchos hundimientos.

El caso fue que Ainsworth ordenó a sus destructores que aceleraran para caer sobre la flota enemiga, pero sólo alcanzaron al Jintsū, el crucero en el que se encontraba Isaki, sobre el que concentraron el fuego y a la 1:45 se hundía casi con toda su tripulación, incluyendo al propio Isaki. Mientras tanto, cuatro de los destructores estadounidenses recibieron impactos de los torpedos lanzados previamente que los dañaron gravemente, hasta el punto de que uno de ellos, el Gwin, tuvo que darse por perdido y Ainsworth dio la orden de hundirlo. Otro de los destructores dañados estuvo fuera de combate durante el resto de la guerra. Por su parte, los destructores japoneses llegaron a su destino y pudieron desembarcar las tropas que transportaban.

Hitler se reunión con Erich von Manstein y con Günther von Kluge. Ante la operación Kutuzov y el desembarco aliado en Sicilia, siguiendo el criterio de Kluge y en contra del de Manstein, ordenó el cese de la operación Ciudadela y el repliegue de fuerzas hacia el Mediterráneo. No obstante, Manstein logró convencer a Hitler de que le permitiera destruir las reservas soviéticas al sur de Kursk antes de terminar la operación Ciudadela.

Ese día fueron guillotinados en Munich Hurt Huber y Alexander Schmorell. Ese mismo día fueron juzgados otros cuatro estudiantes por su vinculación con la Rosa Blanca. El juez que llevó el caso no era el mismo que había juzgado a los dos ejecutados y desestimó los cargos más graves condenándolos únicamente por no haber denunciado una traición, con lo que las penas fueron muy leves.

En Sicilia, los británicos pudieron finalmente entrar en Augusta, aunque pasaría un día antes de que pudieran asegurarla frente a francotiradores y otros focos aislados de resistencia. Para entonces los aliados controlaban ya la tercera parte de la isla, su punta meridional.

A las 19:30 despegaron del Norte de África aviones que transportaban una brigada de paracaidistas seguidos de otros que remolcaban planeadores que transportaban a 77 hombres, 6 cañones antitanque y 19 jeeps. Su misión era tomar el puente Primosole, en Sicilia, sobre el río Simeto, aterrizando a ambos lados para formar una cabeza de puente que facilitara el avance aliado. El desempeño de los planeadores fue igual de lamentable que en la acción con la que se había iniciado el ataque a Sicilia: 33 aviones se alejaron de la ruta prevista y acabaron sobrevolando un convoy aliado que esperaba un ataque aéreo, así que fueron confundidos con aviones del Eje y la escolta del convoy abrió fuego sobre ellos. Dos de los aviones chocaron entre sí mientras trataban de evitar el fuego antiaéreo y cayeron al mar. Otros dos fueron derribados y otros nueve quedaron tan dañados que tuvieron que regresar a su base. De los que llegaron a la costa de Sicilia, 37 fueron derribados por el fuego antiaéreo italiano. Algunos pilotos, con poca experiencia, se negaron a seguir adelante. Uno de los oficiales británicos, al darse cuenta de que su avion volaba en círculos, tuvo que amenazar con disparar a los pilotos si no seguían adelante. Finalmente, sólo 39 aviones lograron lanzar a los paracaidistas en un radio de menos de un kilómetro de la zona prevista. Otros grupos cayeron a unos 19 km de distancia e incluso cuatro aviones lanzaron a sus paracaidistas en las laderas del Etna, 32 km al norte. De los que cayeron en el lugar correcto, cerca de un centenar fueron capturados por los alemanes en el mismo instante en que tocaron tierra.

Pese a todo 50 paracaidistas lograron organizarse, llegaron hasta el puente Primosole y lo tomaron antes de que los italianos lograran volarlo. Pronto acudieron otros 40 paracaidistas, justo cuando los italianos estaban siendo apresados. Poco a poco fueron llegando más paracaidistas, hasta sumar unos 120 hombres, que empezaron a organizar un sistema defensivo. En cuanto a los planeadores, sólo cuatro pudieron aterrizar dos horas más tarde de lo previsto. El resto fue abatido por la artillería alemana. Los cuatro planeadores transportaban tres cañones antitanque y algunos hombres más, con lo que ya eran 295 en total.

Mientras tanto, dos submarinos italianos (Acciaio y Nereide) resultaron hundidos cerca de Sicilia, uno a manos de un submarino y el segundo por dos destructores británicos. La aviación aliada hundió además un carguero alemán (Ste. Christophe) en la misma zona, mientras que la Luftwaffe hundió un carguero estadounidense (Timothy Pickering).

En el océano Atlántico, dos submarinos alemanes resultaron hundidos por la aviación aliada.

A las 4:00 del 14 de julio se inició la Operación Roland, el plan con el que von Manstein trató de terminar lo más dignamente posible la Operación Ciudadela en el saliente de Kursk. Los alemanes atacaron al suroeste de Pravorot y lograron desalojar los restos de un cuerpo de tanques soviético en Belenikhino, para lo cual fue necesario un combate casa por casa, e incluso cuerpo a cuerpo.

Un carguero estadounidense (Robert Bacon) resultó hundido por un submarino alemán ante la costa oriental africana.

Para entonces los británicos habían asegurado Augusta. El ataque de un batallón italiano que había logrado traspasar las líneas británicas y llegar a la ciudad fue rechazado.

Los paracaidistas que habían tomado el puente Primosole rechazaron varios ataques desde ambos lados del río, pero su situación era cada vez más precaria. La artillería de un crucero británico alivió temporalmente su situación, pero finalmente se vieron obligados a concentrarse primero en uno de los extremos del puente y luego a abandonarlo para desplazarse a una posición más segura. De los 295 hombres iniciales, había ya 115 bajas. Con la retirada, un hospital de campaña quedó en tierra de nadie, y un oficial italiano entró en él para comunicar al personal médico que a partir de ese momento eran prisioneros de guerra, pero como estaban atendiendo a pacientes de ambos bandos, se les permitió seguir trabajando. Mientras tanto, las tropas británicas se acercaban desde el sur. Al llegar la noche estaban a menos de 2 km de distancia, pero, a pesar de sus órdenes de avanzar a marchas forzadas, se detuvieron a pasar la noche.

A un regimiento estadounidense se le había encomendado la misión de capturar el aeropuerto de Santo Pietro, en Biscari, cerca de la costa siciliana. Eran tropas que nunca habían entrado en combate hasta entonces y su actuación en los dos días anteriores había sido tan pobre que se había planteado la posibilidad de relevar a su comandante, pero al final lo que se hizo fue enviar un supervisor. Sobre las 10:00, el sargento Horace T. West recibió órdenes de conducir a un grupo de 45 prisioneros italianos y 3 alemanes hasta la retaguardia, fuera de la carretera, donde no fueran visibles, y retenerlos allí para ser interrogados posteriormente. El sargento West se alejó un par de kilómetros con los prisioneros y algunos soldados. Los prisioneros marchaban sin zapatos ni calcetines, algo habitual para evitar disuadirlos de la huida. Entonces ordenó que ocho o nueve de ellos fueran llevados al oficial de inteligencia para que los interrogara. Al resto los puso fuera de la carretera y a continuación pidió una ametralladora a uno de sus acompañantes. Cuando éste le preguntó para qué la quería, su respuesta fue que iba "a matar a los hijos de puta". Luego les dijo a los soldados que custodiaban a los prisioneros "daos la vuelta si no queréis verlo", y a continuación los ametralló a todos.

Sobre las 11:00 los estadounidenses empezaron a atacar el aeropuerto, donde francotiradores italianos provocaron numerosas bajas. El soldado Raymond C. Marlow logró pasar por un desfiladero  hasta encontrar un soldado italiano armado con un fusil. Marlow le gritó amenazándolo con su fusil y el italiano huyó y se metió en una trinchera. Al cabo de un par de minutos volvió a salir junto con otros 35 más, desarmados y algunos con ropa civil. Marlow los condujo a su campamento y afirmó a su sargento que había capturado a los francotiradores. Un intérprete les preguntó si habían actuado como francotiradores y no respondieron. Entonces el sargento preguntó a su oficial superior, el lugarteniente Hair, qué debía hacer con los prisioneros y éste a su vez preguntó al capitán John T. Compton. Éste preguntó a Hair si estaba seguro de que se trataba de los francotiradores y Hair respondió afirmativamente. Entonces Compton respondió sin dudarlo: fusílelos. Y así se hizo. Unos pocos prisioneros, cuando entendieron la situación, echaron a correr, y algunos se salvaron.

Cuando el general Omar Bradley informó al general Patton de que soldados estadounidenses habían matado a sangre fría entre 50 y 70 prisioneros de guerra, Patton contestó que probablemente sería una exageración, y le sugirió que asegurara que los prisioneros eran francotiradores, o que habían intentado escapar, o algo así, porque lo contrario "apestaría" en la prensa y volvería locos a los civiles. En cualquier caso, los prisioneros estaban muertos y eso ya no tenía arreglo. Bradley no siguió la recomendación de Patton y más tarde le informó de que todo apuntaba a que habían sido asesinados sin provocación alguna por parte de los prisioneros. Entonces su respuesta fue: Procese a los bastardos.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (San Francisco) y otro italiano (Venezia) cerca de Sicilia.

El general Giraud había marchado a primeros de mes en un viaje a los Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, con el propósito de conseguir armamento para el ejército francés. Esto dio a de Gaulle el protagonismo en exclusiva en las celebraciones del 14 de julio. Paulatinamente, los partidarios de Giraud fueron haciéndose gaullistas y, cuando Giraud regresó a Argel unas semanas más tarde, se encontró completamente aislado.

Ese día se estrenó Por quién doblan las campanas, basada en la novela de Ernest Hemingway, dirigida por Sam Wood y protagonizada por Gary Cooper e Ingrid Bergman. La acción transcurre durante la guerra civil española y los malos son los franquistas, así que la diplomacia española había tratado sin éxito de que se suspendiera el rodaje de la película o, al menos, de que se suprimieran o alteraran algunas escenas. Fue la película más taquillera del año.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán en el Atlántico.

El 15 de julio los soviéticos iniciaron la segunda fase de la operación Kutuzov. En ese momento estaban en combate más de 1.200.000 soldados soviéticos, con 2.409 tanques y 26.379 cañones.

En Kursk, los alemanes habían obligado a los soviéticos a replegarse, pero habían fallado en un intento de rodear un ejército soviético, lo que había sido una victoria decisiva, al menos a corto plazo. Puesto que esto no había sucedido, y antes de que la situación empeorara, a finales del día llegaron nuevas órdenes de abortar la Operación Roland y retirarse al sur del río Psel.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire Lake) cerca de Madagascar.

Los paracaidistas expulsados del puente Primosole oyeron fuego de tanques al sur y enviaron una patrulla a investigar. Así se encontraron con los tanques y la infantería británica que se había detenido la noche anterior y no tardaron en avanzar unidos. Los alemanes e italianos habían ocupado el puente y por la noche habían recibido refuerzos en paracaídas. El hospital militar capturado por los italianos fue liberado y ahora los heridos pudieron ser evacuados. Mientras tanto, varios intentos de retomar el puente fueron rechazados, mientras los alemanes trataban de volarlo haciendo estallar en él camiones cargados de explosivos, pero no lo consiguieron. Una serie de ataques sirvieron de distracción mientras dos compañías vadeaban el río en otro punto, lo que permitió establecer otra cabeza de puente. Finalmente, la infantería británica logró ocuparlo de nuevo. Técnicamente se trataba de una victoria aliada, aunque cuestionable en cuanto a que las bajas habían sido cuantiosas y la toma del puente no fue tan relevante como se había juzgado.

Un submarino británico hundió otro italiano (Remo) cerca de Sicilia.

El rey Víctor Manuel III se entrevistó con el mariscal Pietro Badoglio, que en los días previos había asegurado a sus amigos que iba a organizar un golpe de Estado con o sin el rey.  Víctor Manuel le dijo a Badoglio que tenía pensado convertirlo en el próximo jefe de gobierno, pero que no debía abogar por un armisticio, al menos de momento.

Tres submarinos alemanes fueron hundidos en el Atlántico, por la armada y la aviación aliada. Otro hundió un carguero británico (Harmonic) cerca de la costa brasileña.

El "Centro de reubicación de Tuke Lake", situado al norte del Estado de California, cerca de la frontera, fue transformado en el Centro de Segregación de Tule Lake, en el que se empezó a enviar a los ciudadanos estadounidenses de ascendencia japonesa considerados "desleales" o "conflictivos" por cualquier motivo. Uno de los métodos que se usaron para distinguir a los leales de los desleales fue hacerles una serie de preguntas sobre su lealtad. Los que respondían a todas con un sí sin matices fueron considerados leales (salvo que hubiera otros motivos para considerarlos desleales, claro) y los restantes fueron considerados desleales. Unos 6.500 de los ocupantes de Tuke Lake fueron considerados leales y fueron trasladados a otros campos. Por otra parte, unos 12.000 internos de diversos campos fueron considerados desleales y empezaron a ser trasladados a Tule Lake.

Desde Mubo, los australianos y estadounidenses siguieron avanzando en dirección a Samalaua, y el siguiente encuentro con los japoneses se produjo en el monte Tambu, donde el 16 de julio atacaron las posiciones japonesas y lograron asegurar parte de las laderas meridionales del monte. Los japoneses contraatacaron al anochecer, pero fueron rechazados con muchas bajas: perdieron unos 350 hombres sumando los ocho ataques que llevaron a cabo antes del amanecer. Los australianos contaron 12 muertos y 25 heridos.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Fort Franklin) en el océano Índico, cerca de la isla de Reunión. El crucero alemán Mitchel hundió un carguero estadounidense (William F. Humphrey) cerca de la costa atlántica sudafricana.

Lo que quedaba de la aviación italiana se retiró de Sicilia a la Italia continental. En la primera semana de invasión se habían perdido 160 aviones italianos. Aviones aliados lanzaron octavillas en Italia en las que se leía "Morid por Mussolini y Hitler o vivid por Italia y la civilización." Ese día, Giuseppe Bastianini, el vicesecretario italiano de asuntos exteriores (el secretario era el propio Mussolini) fue a ver al Duce al Palazzo Venezia para mostrarle un telegrama que iba a enviar a Hitler con una queja por la falta de apoyo alemán en Sicilia. Mussolini lo aprobó y a continuación Bastianini le pidió permiso para entrar en conversaciones con los aliados. Mussolini accedió también, pero a condición de no verse involucrado directamente. Esa misma tarde Bastianini se vio con el cardenal Luigi Maglione, el Secretario de Estado del Vaticano, al que le entregó un documento con la posición italiana ante una posible salida de la guerra unilateral. Se acordó que Giovanni Fummi, el banquero del Vaticano, iría a Londres como emisario secreto del gobierno italiano. Mientras tanto, varias autoridades fascistas se encontraron con Mussolini y le pidieron que convocara el Gran Consejo del Fascismo, que no se reunía desde hacía casi cuatro años. Mussolini aceptó. Luego escribió una carta a Hitler pidiendo una entrevista para discutir la situación, pero nunca llegó a enviarla, porque Hitler se le adelantó y fue él quien le pidió una entrevista lo antes posible.

Un barco noruego (Bjørkhaug), que llevaba a bordo 1.800 minas alemanas que habían sido retiradas por dragaminas, estalló en el puerto de Argel, matando a casi un millar de trabajadores.

Los alemanes organizaron una redada en París en la que capturaron a unos 13.000 judíos, entre ellos unos 4.000 niños, que fueron enviados a Drancy para su posterior deportación a Auschwitz.

Pierre Péteul había luchado por Francia en la Primera Guerra Mundial y había recibido varias condecoraciones. Luego se doctoró en teología en Roma, ingresó en la Orden Franciscana de los capuchinos y se asentó en Marsella, con el nombre de Marie-Benoît. Tras el estallino de la Segunda Guerra Mundial se dedicó a facilitar la huida de judíos franceses a España o Suiza. Para ello había convertido su convento en una imprenta en la que falsificaba pasaportes, partidas de bautismo y otros documentos que permitieran a los judíos eludir la persecución nazi. Tras la ocupación alemana de la Francia Libre vio imposible continuar su labor en Marsella y se trasladó a Niza, ocupada por los italianos. Allí logró que las autoridades italianas aceptaran el paso de judíos franceses a la zona de Francia controlada por Italia. Allí conoció a Angelo Donati, un banquero judío italiano que había elaborado un plan para evacuar por mar a unos 30.000 judíos hasta el norte de África, pero para ello necesitaba la cooperación del gobierno italiano, y Donati esperaba que el padre Marie-Benoît pudiera conseguirla a través de la Santa Sede. Ese día el franciscano se reunió con el papa Pío XII y le explicó lo que la policía francesa estaba haciendo con los judíos a la vez que le exponía el plan de Donati junto con otro proyecto propio de evacuar judíos a España. El papa se mostró interesado y afirmó que se ocuparía de ello.

Otra autoridad religiosa que falsificaba certificados bautismales para judíos era Dimitrios Papandreou, conocido como Damaskinos de Atenas, que era el arzobispo de Atenas (la máxima autoridad de la Iglesia Ortodoxa Griega). Damaskinos recomendaba a los clérigos que proporcionaran toda la ayuda posible a los judíos, ocultándolos cuando no fuera posible hacerlos pasar por cristianos. Recientemente había escrito una carta al primer ministro Konstantinos Logothetopoulos y a Günther Altenburg, la máxima autoridad alemana en Grecia, denunciando la deportación de judíos, y consiguió que 19 personalidades griegas la firmaran junto a él. Altenburg le respondió asegurando que los judíos eran no enviados a Polonia para ser exterminados, como decían las malas lenguas, sino para trabajar en fábricas ubicadas allí. Logothetopoulos no respondió. Damaskinos hizo pública su carta, y cuando un oficial de las SS amenazó con fusilarlo, su respuesta —en alusión al ahorcamiento del patriarca Gregorio V de Constantinopla por una multitud turca en 1821— fue:

De acuerdo con las tradiciones de la Iglesia Ortodoxa Griega, nuestros prelados son ahorcados, no fusilados. Por favor, ¡respete nuestras tradiciones!

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Richard Caswell) cerca de la costa brasileña. Otro resultó hundido por la aviación estadounidense en el Atlántico.

El 17 de julio la aviación estadounidense hundió un destructor japonés (Hatsuyuki) mientras estaba desembarcando suministros en Kahili, en las islas Salomón.

Mientras tanto, el avance estadounidense hacia Munda, en Nueva Georgia, estaba llevándose a cabo en las peores condiciones imaginables. Tanto los soldados como los oficiales tenían poca experiencia en combate, y el número de casos de lo que se conoce como "fatiga de combate" estaba siendo inusitadamente alto. De un total de 30.000 hombres, unos 1.000 habían tenido que ser evacuados por esta causa, y otros 1.700 habían acabado heridos o enfermos. Ese día los japoneses, bajo las órdenes del general Minoru Sasaki, iniciaron un ataque masivo por la retaguardia, pero no lograron más que infiltrarse en algunos puntos aislados sin causar daños graves.

Los alemanes habían completado la retirada que ponía fin a la Operación Roland, pero otra cosa era que los soviéticos lo aceptaran. Ese día iniciaron una ofensiva en la cuenca del Donets con más de 270.000 hombres y 737 tanques y pronto abrieron una brecha en el frente de 20 km de ancho y 15 de profundidad. (Las reservas soviéticas resultaron ser muy superiores a las que los alemanes habían estimado.) Los soviéticos contaron con el apoyo de Adolf Hitler, que retrasó los planes con los que el Alto Mando alemán trató de contrarrestar la acometida.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (City of Canton) en la costa oriental africana.

El destructor italiano Scipione Africano había salido de Nápoles con órdenes de dirigirse a Tarento para no terminar bloqueado por los aliados. Esa noche logró atravesar con éxito el estrecho de Messina, resistiendo el ataque de varios torpederos británicos, así como de la artillería costera alemana e italiana, que desconocían su misión. Llegó a Tarento con algunos daños, pero en buenas condiciones. Mientras tanto los estadounidenses capturaban Porto Empedocle y Agrigento, y el general Montgomery atacaba hacia Catania, aunque sin éxito.

Wald Disnely publicó La victoria a través de la potencia aérea, un documental de 70 minutos que combina la imagen real con la animación y que ilustra las teorías del ruso nacionalizado estadounidense Alexander Nikolaievich Prokofiev de Seversky (que había abandonado Rusia a los 20 años, cuando estalló la revolución soviética). El año anterior había publicado un libro con el mismo título que se había convertido en el más vendido en el país. Disney quedó impresionado por los argumentos de Seversky sobre la importancia de la potencia aérea que decidió plasmarlos en un documental, el cual también tuvo un gran éxito de crítica y de taquilla.

Para el 18 de julio, la operación Kutuzov había devuelto a los alemanes a sus posiciones originales cuando iniciaron la Operación Ciudadela en Kursk.

Los aliados dominaban ya una tercera parte de la isla de Sicilia (la punta meridional hasta prácticamente el centro de la isla), así que nombraron al general Harold Alexander Gobernador Militar de Sicilia. Su primera actuación fue ordenar la disolución de todas las organizaciones fascistas.

La aviación británica hundió el submarino italiano Romolo cerca de Augusta, en Sicilia.

Un submarino alemán hundió un barco de pasajeros británico (Incomati) cerca de la costa de Nigeria. De las 223 personas a bordo, sólo murió una.

El 19 de julio los alemanes abrieron el campo de concentración de Varsovia sobre las ruinas de lo que había sido el gueto de Varsovia. Allí llevaron a unos cuantos prisioneros polacos y a judíos de otras partes con la misión de derruir los edificios que quedaban en pie para obligar a salir a los judíos de Varsovia que pudieran quedar escondidos entre las ruinas.

Montgomery decidió cancelar su ataque a Catania, ante la fuerte oposición con que se había encontrado y trató de presionar por el sector occidental.

Mussolini se entrevitó con Hitler en Feltre, en el norte de Italia. Entre los acompañantes del Duce estaban Bastianini y el general Vittorio Ambrosio, jefe de las fuerzas armadas, que antes de la reunión había recordado a Mussolini que su objetivo era sacar a Italia de la guerra en un máximo de 15 días. Sin embargo, Hitler empezó amonestando a Mussolini por la pobre actuación del ejército italiano, exigió medidas drásticas y seguidamente pasó a exponerle sus planes para detener la invasión aliada. Mussolini no supo cómo plantearle la posibilidad de que Italia abandonara la guerra. La reunión se interrumpió cuando un ayudante de Mussolini le informó de que en esos momentos Roma estaba siendo bombardeada por primera vez por la aviación aliada. Un total de 521 aviones causaron alrededor de 2.000 víctimas. Desde las 11 hasta las 12, los aviones aliados habían bombardeado los astilleros y la fábrica de acero de San Lorenzo. En cuanto hubo cesado el bombardeo, el papa Pío XII acudió acompañado de un sacerdote de su confianza, Giovanni Battista Montini, hasta la basílica de San Lorenzo Extramuros, donde repartió dos millones de libras entre la multitud.  Por la tarde los aliados bombardearon el Scalo del Littorio, al norte de la ciudad, y el aeropuerto de Ciampino.

Cuando el encuentro entre Hitler y Mussolini se interrumpió para comer, Bastianini y Ambrosio volvieron a presionar al Duce para que le dijera a Hitler que Italia firmaría en breve una paz con los aliados. Mussolini respondió que llevaba meses atormentado por la duda de si era mejor abandonar la guerra o continuar en ella, aunque en realidad su problema era que no se atrevía a llevarle la contraria a Hitler. Al poco de reanudar el encuentro con Hitler después de comer, Mussolini volvió a interrumpirlo aduciendo que no se encontraba con fuerzas. Aunque estaba previsto que el encuentro durara tres días, un poco más tarde volvió a ver a Hitler para anunciarle que se volvía a Roma. Él mismo pilotó su avión, y llegó al anochecer. Desde el aire pudo ver el resplandor de los incendios en las zonas de la ciudad que habían sufrido el bombardeo aliado.

El Departamento de Guerra estadounidense ordenó que los prisioneros de guerra más problemáticos (dirigentes nazis, agentes de la Gestapo y radicales) fueran concentrados en el campo de prisioneros de guerra de Alva en Oklahoma.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la costa brasileña.

El 20 de julio la aviación estadounidense hundió el destructor japonés Yūgure, cerca de Kolombangara, y a continuación también el Kiyonami, que había acudido a rescatar a los supervivientes.

Los marines estadounidenses fracasaron en un intento de ocupar el puerto de Bairoko, en Nueva Georgia. El ataque duró todo el día, pero al final los marines tuvieron que retirarse con unos 50 muertos.

Mussolini se reunió dos veces con el general Ambrosio ese día, y en la segunda reunión le dijo que había decidido escribir una carta a Hitler explicando la necesidad de Italia de abandonar la guerra. Ambrosio estaba decepcionado por el comportamiento de Mussolini en su encuentro con Hitler el día anterior y le presentó su dimisión, pero Mussolini no la aceptó.

Un petrolero británico (Fort Pelly) explotó y se hundió tras un bombardeo enemigo en Augusta.

La aviación británica hundió un submarino alemán en el Atlántico.

En Nueva Guinea, en su avance hacia Samalaua, tropas australianas y estadounidenses habían ocupado Boisi, en la bahía de Tambu, pero pronto empezaron a recibir fuego japonés procedente de la cordillera Roosevelt, así que al día siguiente, el 21 de julio, empezaron a atacar las posiciones japonesas en el lugar, pero la geografía facilitaba enormemente a los japoneses la defensa del lugar. Dos ataques aliados fueron rechazados ese día.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Saipan Maru) cerca de las Filipinas.

Las autoridades alemanas en Yugoslavia anunciaron una recompensa de 100.000 marcos por la captura de Josip Broz Tito y otros tantos por la de Draža Mihailović.

Mussolini llamó a Carlo Scorza, el secretario del partido fascista, y le ordenó convocar el Gran Consejo del Fascismo para tres días más tarde, pero sin dar publicidad a la convocatoria. Ese mismo día Dino Grandi se vio con Scorza y le mostró un borrador de orden del día que había redactado para la convocatoria. Estaba dividido en tres partes. La primera era un largo llamamiento a la nación, en el que se alababa a las fuerzas armadas por su heroica resistencia a los invasores, la segunda pedía el restablecimiento de las leyes e instituciones anteriores al fascismo, y la parte final era un llamamiento al rey para que asumiera el poder civil y militar de acuerdo con lo dispuesto en la Constitución del Reino. Dino esperaba que la mayoría de los miembros del Gran Consejo del Fascismo no entendieran que, aprobando ese documento, estaban legitimando al rey para destituir a Mussolini. Así se lo explicó a Scorza y este le dio su apoyo.

Montgomery estaba consiguiendo ciertos avances contra Catania, pero dos contraataques italianos le hicieron perder el terreno ganado recientemente. En el oeste Patton avanzaba rápidamente hacia Palermo mientras los alemanes e italianos se retiraban hacia la punta septentrional de Sicilia. Ese día sus tropas derrotaron a las fuerzas italianas que cubrían la retirada de una división Panzer alemana, aunque al precio de unas 200 bajas.

La Luftwaffe hundió dos cargueros británicos (Empire Florizel y Ocean Virtue) en el puerto de Augusta.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán ante la costa brasileña.

El 22 de julio la aviación estadounidense hundió el portahidroaviones japonés Nisshin, cerca de la isla de Bougainville, del que sólo sobrevivieron 178 de las 1.263 personas a bordo.

Tras muchas vicisitudes, los estadounidenses estaban en condiciones de lanzar un ataque sobre Munda, donde los japoneses tenían su aeropuerto en Nueva Georgia.

Los alemanes acabaron con los últimos 2.500 judíos que quedaban en el campo de concentración de Tarnopol, en Ucrania.

El presidente del Líbano, Ayoub Tabet, se vio finalmente obligado a dimitir a causa de los disturbios que seguían produciéndose en el país. Fue sucedido interinamente por Petro Trad, con el encargo de organizar nuevas elecciones.

Mussolini se reunió con el rey Víctor Manuel III, para informarle de su encuentro con Hitler. Le prometió que sacaría a Italia de la guerra para el 15 de septiembre. El rey mostró su conformidad, pero le recordó que en la conferencia de Casablanca los aliados se habían marcado como objetivo derrocar a Mussolini, de modo que, si no dimitía de sus cargos, cualquier acuerdo con los aliados sería prácticamente imposible. Mussolini no dio importancia a esta observación del rey y salió convencido de que contaba con el pleno apoyo del monarca. En la reunión le informó también de que había convocado el Gran Consejo del Fascismo.

Luego Carlo Scorza mostró a Mussolini el orden del día que Grandi había preparado para la reunión del Gran Consejo. El Duce lo calificó de inadmisible y vil. Scorza preparó entonces otro orden del día similar al de Grandi, pero en el que pedía concentrar el poder, no en el rey, sino en el Partido Fascista.

Mientras tanto las fuerzas de Patton entraban en Palermo, en el norte de Sicilia, aislando con ello la punta occidental. Los habitantes de la ciudad recibieron a los estadounidenses con gritos de júbilo.

Dino Grandi tenía prevista una audiencia ante Mussolini por un tema intrascendente, cuya duración prevista era de 15 minutos. Sin embargo, duró hora y cuarto. Mussolini había pedido explicaciones a Grandi por el orden del día que había redactado, y éste trató de convencerlo de la necesidad de que dimitiera para evitar una catástrofe, y que el orden del día estaba pensado para facilitar el proceso y darle una salida digna: si el documento era aprobado, Mussolini podía dimitir para mostrar su infinita capacidad de sacrificio por Italia. Mussolini escuchó impasible los argumentos de Grandi y al final le reprendió afirmando que sus previsiones eran erróneas porque Alemania estaba a punto de producir un arma secreta definitiva. Probablemente, Hitler le habría dicho eso en su último encuentro. En efecto, desde el año anterior, cuando las cosas empezaron a ponerse mal para el Eje, Alemania no había dejado de anunciar diversas Wunderwaffen (armas milagrosas) que cambiarían el curso de la guerra. Existían, ciertamente, docenas de proyectos de tales armas, pero la mayoría nunca se llevaron a la práctica, o quedaron como meros prototipos, o fracasaron estrepitosamente. Otros que sí que fueron viables no eran tan "milagrosos" (algunos nuevos modelos de tanques, submarinos, bombas o rifles). Entre los más fantasiosos se encontraba el cañón solar, un espejo parabólico que sería puesto en órbita y podría concentrar la luz del sol sobre cualquier punto del planeta.

Al parecer, Mussolini no se inquietó por el plan de Grandi porque requería el apoyo del rey, y estaba convencido de que el rey no le iba a traicionar. No obstante, ese mismo día había recibido una petición de un grupo de senadores para que reuniera el Senado y la había denegado.

Mientras tanto, Grandi buscó varios colaboradores, entre ellos uno de los mejores juristas del país, que retocaron el orden del día para asegurar que su aprobación permitiría derrocar legalmente a Mussolini.

El 23 de julio un submarino japonés hundió un petrolero noruego (Alcides) en el océano Índico. Tres oficiales fueron capturados como prisioneros de guerra, mientras que el resto de los tripulantes fueron ametrallados en los botes salvavidas.

Destructores británicos hundieron un submarino italiano (Ascianghi), mientras que un submarino británico hundía un carguero italiano (Aderno).

Los aliados dominaban ya toda Sicilia salvo su punta nororiental. Los alemanes habían creado una fuerte línea de defensa al sur del Etna.

Tres submarinos alemanes resultaron hundidos en el Atlántico a manos de la marina y la aviación estadounidense.

La guarnición japonesa en la isla Wake seguía aislada por el bloqueo estadounidense y la aviación estadounidense la sometía a bombardeos periódicos. El 24 de julio sufrió un ataque masivo por parte de la aviación de un portaaviones estadounidense que pasaba por allí.

Un submarino alemán hundió un petrolero sueco (Pegasus) en el océano Índico.

A las 17:00, los 28 miembros del Gran Consejo del Fascismo se reunieron a puerta cerrada y sin taquígrafos en la antesala del despacho de Mussolini en el palazzo Venezia. Grandi llevó consigo dos granadas de mano ocultas, pues estaba convencido de que no saldría del palacio con vida. Mussolini abrió la sesión con un discurso en el que resumió la situación del momento y anunció que estaba listo para trasladar el gobierno al valle del Po, y que el dilema que había que afrontar era el de ¿guerra o paz?

Tras varias intervenciones, le tocó el turno a Grandi, que leyó y explicó su documento, y terminó su discurso con una cita de Mussolini: Dejemos que mueran las facciones para que la nación viva.

Más adelante habló Roberto Farinacci, que había redactado una variante del orden del día de Grandi y lo explicó diciendo que, mientras Grandi consideraba que Mussolini había traicionado a la Constitución, en realidad había traicionado al Fascismo, y que para ganar la guerra era necesario eliminar a los demócratas y liberales que todavía quedaban en el partido, así como a los militares, y estrechar la alianza con Alemania confiándole plenamente la dirección de la guerra.

Siguieron varias intervenciones hasta que se hicieron las 23:30. Entonces Mussolini dijo que, dado lo que se había prolongado la sesión, algunos camaradas le habían pedido interrumpirla hasta el día siguiente. Pero entonces Grandi pidió que se votara su orden del día, añadiendo que sería vergonzoso irse a dormir cuando los soldados italianos estaban muriendo por su patria. Los jerarcas fascistas estaban desconcertados. Eso de votar era algo que no habían hecho nunca. Todas las reuniones del Gran Consejo habían consistido en discusiones que finalmente eran resumidas por Mussolini, que anunciaba lo que el Gran Consejo había decidido. Mussolini accedió de mala gana y a medianoche la reunión se suspendió durante 10 minutos. Grandi aprovechó para recoger firmas en apoyo de su propuesta.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la costa noruega, mientras que la aviación británica hundió otro cerca de la costa atlántica española.

Submarinos alemanes hundieron dos cargueros británicos (Fort Chilcotin y Henzada) cerca de la costa brasileña.

El 25 de julio submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Suwa Maru) en el Pacífico.

La Operación Hombre-Lobo contra los partisanos de la región de Zamość se había saldado con unas 32.000 personas evacuadas forzosamente de la zona, que fueron conducidas a un "campo de acogida" de Zamość, donde los "expertos raciales" de las SS encontraron 264 individuos "germanizables" y 29.214 personas aptas para el trabajo (forzado). En cuanto a los niños, unos 6.000, con edades comprendidas entre 4 y 14 años, fueron catalogados como racialmente aptos, y fueron enviados a Alemania para que se les sometiera a análisis más exhaustivos y, finalmente, fueran adoptados por familias alemanas. Otros 4.454 niños fueron considerados "no aptos", de los cuales, aproximadamente la mitad fueron enviados con sus madres al campo de Majdanek, donde finalmente se decidió exterminarlos y sus madres fueron enviadas a campos de trabajo. La otra mitad acabaron devolviéndola a las autoridades polacas. Muchos de los niños habían sufrido malos tratos o habían sido sometidos a experimentos "científicos".

A las 0:57 se inició el primer bombardeo de la llamada Operación Gomorra. Durante casi una hora, 791 bombarderos de la RAF atacaron el centro de Hamburgo. Por primera vez usaron reflectores antirradar, que no eran sino tiras de papel de aluminio que, lanzadas en paquetes, generaban en el radar la misma señal que un bombardero, con lo que inutilizaban completamente los radares enemigos. Los alemanes habían descubierto independientemente esa posibilidad, pero la habían silenciado para evitar que los británicos la usaran contra ellos, pues técnicamente no tenía ningún misterio. Los 40.000 bomberos que trataron de extinguir los incendios provocados por las bombas vieron dificultada su labor cuando se cortaron las comunicaciones telefónicas y los escombros bloqueaban el paso de sus vehículos.

El Gran Consejo del Fascismo seguía reunido. Después de varias intervenciones a favor y en contra del orden del día de Grandi, Mussolini pidió a los asistentes que meditaran su decisión, ya que si aprobaban el orden del día de Grandi eso significaría el fin del Fascismo. También advirtió sobre la ilusión de que los aliados se contentarían con ello, pues lo que perseguían realmente era acabar con Italia, que bajo su mandato se había hecho demasiado fuerte. Por último, añadió que si finalmente el rey renovaba su confianza en él, las consecuencias para los que hubieran apoyado el documento de Grandi serían nefastas.

En este punto Szorza sorprendió a todos presentando su propia versión del orden del día. La acompañó de una propuesta de nombrar tres ministros de la guerra y de interior, todos bajo la dirección de Mussolini, y concentrar el poder en las manos del Partido Fascista. Giacomo Suardo, el presidente del Senado, anunció que retiraba su apoyo al documento de Grandi y que, en su lugar, proponía la unificación de los tres documentos propuestos. Farinacci se negó a retirar su propuesta y a las 2:00 Mussolini dio por terminado el debate y ordenó a Scorza que diera paso a la votación. Como la propuesta de de Grandi era la que tenía más apoyos, se votó en primer lugar. El primero en votar fue Scorza, que dijo "no", pero el segundo fue el anciano mariscal Emilio de Bono, de 77 años, uno de los miembros históricos del partio, que dijo "sí", y con su voto arrastró a todos los indecisos. El resultado fue de 19 votos a favor, 8 en contra y la abstención de Suardo. Mussolini declaró el documento aprobado y preguntó quién le llevaría el resultado al rey. Grandi respondió: "Usted", y Mussolini le respondió: Usted ha provocado la crisis del régimen. Scorza trató de promover el tradicional "saluto al Duce", pero Mussolini lo detuvo.

Cuando se fueron todos, Mussolini se quedó a solas con Scorza, para discutir el valor legal del documento aprobado. Concluyeron que no era más que una recomendación al rey. Luego Mussolini telefoneó a su amante, Claretta Petacci, y, en una conversación que fue grabada, confesó que lo veía todo perdido. Seguidamente Scorza lo acompañó a Villa Torlonia, su residencia en Roma, donde lo esperaba su esposa Rachelle. Eran entonces las 3:00.

Grandi se encargó de que el rey fuera informado lo antes posible del acuerdo del Gran Consejo. La noticia le llegó a las 7:00. Tras haber leído el documento aprobado, llamó a Badoglio y le comunicó que iba a ser el sucesor de Mussolini.

Cuando Mussolini volvió a su despacho hizo llamar a Grandi, pero le dijeron que no estaba en Roma. Mussolini temió que pudiera estar contactando con los aliados para preparar un armisticio. Seguidamente llamó a la casa real para concertar una cita para ese mismo día. Esto inquietó al rey, que en un principio había previsto deponer a Mussolini la semana siguiente, pero cambió de idea y planeó arrestarlo ese mismo día.

Mientras tanto Mussolini se reunía con el embajador japonés, al que le pidió que transmitiera el primer ministro, el general Tojo, que hablara con Hitler y lo convenciera de la necesidad de llegar a un acuerdo con Stalin, pues de lo contrario Italia se vería obligada a abandonar el Eje.

Luego fue a visitar el barrio de San Lorenzo, para inspeccionar los daños causados por el reciente bombardeo aliado. De vuelta a Villa Torlonia y cuando se disponía para entrevistarse con el rey, su mujer le aconsejó que no acudiera. Le dijo: No volverás. Pero él replicó que el rey era su mejor amigo.

A las 16:40 un total de 80 bombarderos estadounidenses cayeron sobre Hamburgo, atacando unos astilleros y una fábrica de motores de avión. Sin embargo, los astilleros no sufrieron daños graves y el humo no dejó ver la fábrica. Eso sí, en el puerto tres submarinos fueron destruidos, al igual que un carguero (Weissesee), un barco de pasajeros (Vaterland) y un barco hospital (Fasan), así como un carguero noruego (Haakon Jarl).

A las 17:00 Mussolini llegaba a Villa Savoia, donde el rey le estaba esperando. Le llevó una copia del documento que Víctor Manuel III ya conocía, y trató de convencerlo de que no tenía ningún valor legal y que muchos de sus partidarios habían cambiado de opinión (muchos eran uno, pues, en efecto, esa mañana se había encontrado en su despacho una carta de Tullio Cianetti, uno de los que habían votado a favor, que se retractaba de su voto). El rey le respondió que el país estaba roto y que era necesario nombrar un nuevo jefe de gobierno, y que había pensado en el mariscal Badoglio. Mussolini le expresó sus temores por su futuro, pero el rey le aseguró que él mismo velaría por su seguridad y la de su familia. Luego lo acompañó hasta la puerta, donde lo esperaba el capitán Paul Vigneri, de los Carabinieri. Mussolini se dirigió hacia su coche, pero Vigneri le dijo que, por su seguridad, era mejor que se marchara de incóginito en una ambulancia dispuesta para ello. Mussolini replicó que no había ninguna necesidad, pero accedió y llegó a la ambulancia, donde había más policías. La ambulancia lo llevó a toda velocidad hasta un cuartel de los Carabinieri, donde recibió una carta amable de Badoglio, en la que explicaba la necesidad de custodiarlo y le preguntaba dónde quería que lo llevaran. Mussolini respondió que a su residencia de verano, en Romaña, a la vez que le decía que estaba deseando ayudarlo a él y a su nuevo gobierno en lo que estuviera en su mano.

Mientras tanto en Roma se habían cortado las líneas telefónicas y la policía tenía órdenes de arrestar a todos los líderes fascistas presentes en la capital. Scorza fue liberado poco después de su arresto pues aseguró que el Partido Fascista sería leal al nuevo gobierno. Lo mismo sucedió con Enzo Emilio Galbiati, el comandante en jefe de los Camisas Negras. También aseguró su lealtad al nuevo gobierno y fue puesto en libertad, pero Badoglio lo reemplazó en su cargo por un general del ejército. Toda la organización de los Camisas Negras fue integrada en el ejército y desapareció como entidad independiente.

A las 19:30 llegaron a Berlín las noticias sobre la destitución de Mussolini. Hitler se puso furioso. Farinacci había acudido a la embajada alemana en Roma y el embajador le propuso que organizara una marcha fascista que recuperara el poder y liberara a Mussolini. Farinacci se negó y pidió ser llevado a Alemania (pues los líderes fascistas más radicales, como él, estaban siendo encarcelados). Al poco tiempo estaba en Munich.

A las 22:45 la radio italiana anunció que el rey había aceptado la dimisión de Mussolini y que había nombrado como nuevo jefe de gobierno, primer ministro y secretario de Estado al mariscal Pietro Badoglio. Pero, por si alguien se hacía ilusiones, el comunicado terminó con las palabras: La guerra continúa. Italia cumple su palabra. Un periodista resumió así la reacción que se produjo en las calles de Roma:

El silencio de una noche de verano fue roto por canciones, gritos y clamores. Varias personas salieron del Café Aragno y subió por la via del Tritone gritando como locas: Ciudadanos, despertad, han arrestado a Mussolini, ¡Muerte a Mussolini!, ¡Abajo el fascismo! Sonó como la voz de un mudo que recupera el habla al cabo de veinte años. Las ventanas se iluminaron de repente, las puertas se abrieron, las casas se vaciaron, todos se abrazaban unos a otros, contándose noticias, con esos gestos simples y exuberantes propios de la gente embargada por la emoción. Los más impulsivos se abalanzan sobre los que todavía llevan el alfiler con la insignia fascista, se lo arrancan y lo pisotean, "fuera el bicho", gritaban.  Columnas de gente iban a aclamar al rey en el Quirinal y a Badoglio en la via XX Settembre.

En toda Italia la gente se deshacía de los emblemas fascistas y arrancaban los pósters de propaganda de las paredes de las calles. La ausencia de violencia fue notable. Lo más que hacía la gente era arrancar los alfileres de las chaquetas de los fascistas y, a lo sumo, obligarlos a vitorear a Badoglio.

Los japoneses tenían unos 130 aviones en Nueva Guinea, y para ocuparse de ellos, los aliados habían construido su propio aeropuerto en Tsili Tsili. Para engañar a los japoneses, habían estado "construyendo" dos falsos aeropuertos en lugares próximos a las posiciones de la infantería japonesa, donde unos pocos operarios tenían órdenes de levantar mucho polvo. Así, mientras se construía el aeropuerto de Tsili Tsili, los japoneses estuvieron bombardeando los dos aeropuertos falsos. El 26 de julio llegaron al aeropuerto real los primeros aviones aliados.

Los alemanes se vieron obligados a avandonar su base de operaciones en Orel ante el avance soviético, pero la ciudad seguía en su poder.

Al mediodía, 71 aviones estadounidenses atacaron una base de submarinos en Hamburgo, mientras otros 54 bombardeaban Hanover. Los incendios provocados en Hanover quedaron sin control porque la mayor parte de los bomberos de la ciudad se habían trasladado a Hamburgo, para ayudar.

A las 2:45 una división de infantería alemana entró en Italia por los Alpes sin el consentimiento italiano, y pronto le siguieron otras dos, que aseguraron los pasos alpinos de la frontera franco-italiana. El general Rommel acababa de llegar a Grecia con la misión de prevenir el desembarco aliado del que Hitler seguía recelando, pero apenas llegó antes que la orden por la que debía volver a Berlín, donde se le puso al mando del ejército que ya había empezado a intervenir en Italia.

El gobierno proclamó el estado de emergencia y un toque de queda. En Milán se reunieron antiguos representantes de los partidos políticos abolidos por Mussolini.

Seis "Mosquitos" de la RAF atacaron Hamburgo esa noche para mantener la alarma. Otro ataque de la RAF a gran escala fue cancelado por los problemas que ocasionaría el humo que todavía producían los incendios, y en su lugar los 700 bombarderos fueron enviados contra Essen.

La Luftwaffe hundió dos cargueros británicos (El Argentino y Halizones) ante la costa portuguesa.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán en el Caribe.

El 27 de julio un submarino estadounidense hundió un submarino japonés en el Pacífico. Un submarino británico hundió un carguero francés (Château Yquem) en el Mediterráneo.

En Nueva Guinea, unos 100 soldados australianos y estadounidenses lograron llegar a la cima de la cordillera Roosevelt, pero tras duros combates fueron rechazados por los japoneses.

Badoglio reunió por primera vez a su consejo de ministros, en el que se acordó trasladar a Mussolini a una isla, así como la disolución del Partido Fascista, del Gran Consejo Fascista, de la Cámara de los Fascios y las Corporaciones y del Tribunal Especial para la Defensa del Estado. La reconstrucción de los partidos políticos fue prohibida. Ese mismo día tenía lugar en Roma una reunión de representantes de partidos políticos organizada por Ivanoe Bonomi. Mussolini fue llevado a Gaeta, donde una corveta lo llevó a la isla de Ponza, tratando de que nadie supiera de su paradero.

En las primeras horas del día la RAF había llevado a cabo un bombardeo sobre Hamburgo que apenas tuvo efectos debido a que una tormenta sobre el mar del Norte había obligado a muchos aviones a desprenderse de sus bombas. Sin embargo, esa noche, en condiciones climáticas totalmente favorables, la Operación Gomorra continuó con 787 aviones que aparecieron de nuevo sobre la ciudad alemana. Esta vez el bombardeo fue tan intenso que provocó una tormenta de fuego con vientos de hasta 240 km/h que alcanzaron temperaturas de 800o C y que derritieron el asfalto de las calles, así como el combustible de los barcos que había en el puerto. Murieron unas 30.000 personas y unas 14.000 quedaron sin hogar. Se perdieron 29 aviones. Temiendo nuevos ataques, más de un millón de habitantes de Hamburgo huyeron de la ciudad.

El 28 de julio la aviación estadounidense hundió dos destructores japoneses (Ariake y Mikazuki) cerca de Nueva Guinea. Un carguero (Tamishima Maru) fue hundido también cerca de la costa de Birmania.

Los australianos y estadounidenses no lograban progresos en el monte Tambu, en Nueva Guinea. Ese día llegaron 400 hombres de refuerzo que relevaron a parte de las tropas australianas. Un nuevo asalto a la cordillera Roosevelt terminó también en fracaso.

Ingvar Kamprad era un muchacho sueco de 17 años que vivía con sus padres en la granja Elmtaryd, en el pueblo de Agunnaryd. A los cinco años empezó un negocio de venta de cerillas, que amplió a los siete, cuando dispuso de una bicicleta. Descubrió que podía comprar cerillas muy baratas en grandes cantidades en Estocolmo y luego venderlas por unidades con un cierto margen de beneficios. Paulatinamente fue ampliando su negocio a la venta de pescado, adornos navideños, semillas, y luego bolígrafos y plumas. Recientemente su padre le había obsequiado con una suma de dinero por sus buenas notas, y con ellas decidió fundar una empresa de venta por correo. La registró con el nombre formado por sus iniciales, la de la granja de sus padres y la de su pueblo.

Ese mismo año habían empezado a venderse en Argentina los primeros bolígrafos comerciales. Habían sido diseñados por un periodista húngaro llamado László József Bíró, en colaboración con su hermano György, que era químico y contribuyó preparando una tinta con características adecuadas para el nuevo invento. Eran judíos, así que dos años atrás habían acompañado a su país a Juan Jorge Meyne, un amigo y socio argentino, para huir de los nazis, donde ahora se hacían llamar Ladislao y Jorge Biro. Allí habían patentado su invento y ahora se vendía con el nombre de birome (una mezcla de Biro y Meyne). La idea no era nueva. Un estadounidense llamado John Jacob Loud había presentado la primera patente de bolígrafo 50 años atrás, y muchas otras se habían sucedido, pero el birome era el primer modelo lo suficientemente práctico como para ser comercializado.

El general Eisenhower transmitió un mensaje por radio a Italia en el que instaba a los italianos, tras haber derrocado a Mussolini, a abandonar el Eje. Aseguró que conseguirían la paz inmediatamente "y en las condiciones honorables que nuestros gobiernos ya os han ofrecido."

La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la costa atlántica española, y la estadounidense hundió otro en el Caribe. Otro submarino alemán hundió un petrolero neerlandés (Rosalia) en el Caribe.

Los últimos 5.000 japoneses que quedaban en la isla de Kiska fueron evacuados, en medio de una espesa niebla, con lo que las Aleutianas quedaron libres de presencia japonesa, si bien los estadounidenses no se enteraron. El día anterior dos buques de guerra estadounidenses habían disparado en la zona contra unos objetivos marcados por los radares que debieron de ser aves migratorias, porque no se encontró nada más.

El 29 de julio un submarino alemán hundió un carguero británico (Cornish City) no lejos de Madagascar.

Los soviéticos retomaron Bolkhov a los alemanes.

La Operación Gomorra continuó con un nuevo ataque llevado a cabo por 777 aviones que devastaron una zona residencial situada al norte de los barrios destrozados por los bombardeos precedentes.

Incapaz de tomar Catania, Montgomery apuntó hacia Adrano. Si capturaba esta ciudad, las fuerzas alemanas quedarían divididas en dos partes, una a cada lado del Etna. Ese día sus tropas tomaron Catenanuova y formaron una cabeza de puente sobre el río Dittaino.

Un submarino británico hundió otro italiano (Pietro Micca) en el Mediterráneo. La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la costa atlántica española.

El 30 de julio un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Ryuzan Maru) en el océano Índico.

Un nuevo ataque contra las posiciones japonesas en el monte Tambu fracasó una vez más.

Un submarino alemán hundió un petrolero soviético (Emba) en el mar Negro.

Finalmente el Alto Mando alemán logró poner en marcha un contraataque a la ofensiva soviética en la cuenca del Donets.

Ese día la cosecha de submarinos alemanes fue excelente: cinco resultaron hundidos en el Atlántico y un sexto en el Mediterráneo.

Ese día se estrenó Informe desde las Aleutianas, un documental de 47 minutos dirigido por John Huston en el que muestra la vida cotidiana de los soldados destinados en la isla de Akad.

El 31 de julio un submarino estadounidense hundió un barco japonés de transporte de aviones (Mogamigawa Maru).

Siguiendo órdenes del rey Víctor Manuel III de Italia, el duque Aimone de Aosta renunció a su título de rey de Croacia, territorio sobre el que nunca había puesto el pie. Así el Estado Independiente de Croacia pasó a ser una república. Nadie notó la diferencia.

Los estadounidenses iniciaron un ataque contra Troina, considerado uno de los puntos claves de la línea del Etna, establecida por los alemanes.

De Gaulle consiguió finalmente desembarazarse de Giraud y ser reconocido como la única autoridad política de la Francia Libre. A cambio, Giraud fue reconocido como la máxima autoridad militar.

La aviación brasileña hundió un submarino alemán ante sus costas.

El 1 de agosto murió el presidente chino Lin Sen, y el Comité Ejecutivo Central eligió inmediatamente a Chiang Kai-shek como su sucesor.

Los japoneses reconocieron a Birmania como Estado independiente, un nuevo integrande de la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia Oriental. Como jefe de Estado y de gobierno nombraron a Ba Maw, mientras que Aung San fue el ministro de la Guerra.

La ofensiva alemana en la cuenca del Donets tuvo un éxito inmediato y cinco divisiones soviéticas quedaron acorraladas.

Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Mangkalihat) en el océano Índico.

Los alemanes fusilaron a once monjas católicas en Nowogródek (Polonia). En dos ocasiones anteriores, las monjas habían manifestado que rezaban para que Dios se las llevara a ellas en lugar de a otros presos que, teóricamente, los alemanes habían pensado matar, pero que finalmente (milagrosamente) habían enviado a campos de trabajo o incluso, en algunos casos, liberado. Así que el fusilamiento se interpretó como que Dios había aceptado el trato.

De Egipto despegaron 178 aviones estadounidenses con la misión de bombardear nueve refinerías de petróleo en los alrededores de Ploiești, en Rumanía, para reducir sustancialmente el suministro de combustible con que contaban los alemanes. Varios incidentes hicieron que algunos aviones se estrellaran (uno en el propio despegue) y otros tuvieron que regresar a su base. Los alemanes no tardaron en detectar la formación, aunque desconocían su objetivo. La misión terminó siendo un fracaso. Muchos aviones cayeron bajo las defensas antiaéreas rumanas, y sólo 88 regresaron a la base, muchos de ellos con daños graves. Las bajas fueron de 660 pilotos. En cuanto a los resultados, fueron pobres. Alguna de las refinerías fue destrozada, pero el volumen de suministro de combustible y otros derivados del petróleo apenas se vio afectado.

Dino Grandi constató que el gobierno trababa de ocultar la contribución de los fascistas a la caída de Mussolini, así que se reunió a primera hora con los embajadores de España y Suecia, que estaban deseando tener información de primera mano de lo que estaba sucediendo, y Grandi se la facilitó con la única condición de que cuanto dijera tenía que ser publicado en la prensa.

El mariscal Albert Kesselring, que estaba al mando de las fuerzas alemanas que combatían en Sicilia, acalló las protestas italianas a la entrada de tropas alemanas. Ese día una división de infantería alemana llegaba a La Spezia.

Montgomery empezó a moverse hacia Centuripe, que era el punto más meridional de las defensas alemanas alrededor de Adrano. Ese día los alemanes empezaron a evacuar equipamiento de Sicilia.

El carguero brasileño Bagé fue invitado a abandonar un convoy porque emitía demasiado humo, y poco después fue hundido por un submarino alemán. La aviación aliada hundió dos submarinos alemanes en el Atlántico, uno cerca de la costa española y otro de la francesa.

Una mujer negra, llamada Marjorie Polite, no encontró satisfactoria una habitación de un hotel de Nueva York y pidió que le devolvieran el dinero. Se le devolvió, pero a continuación pidió también que el ascensorista le devolviera el dólar que le había dado de propina, a lo que éste se negó, y entonces empezó a gritar en el vestíbulo del hotel. (Según otra versión, Polite salió borracha de una de las habitaciones.) Un policía blanco llamado James Collins la arrestó por "desorden público", y otra mujer negra, Florine Roberts, que había presenciado los hechos, intervino para exigirle a Collins que soltara a Polite. A su vez, esto hizo intervenir a Robert Bandy, hijo de la señora Roberts, que era soldado. Ambos se encararon con el policía y las versiones difieren sobre los hechos, pero la conclusión es que el policía disparó al soldado en un hombro. La herida era superficial, y Bandy fue llevado a un hospital, pero pronto se difundió por Harlem la noticia de que un policía blanco había matado a un soldado negro, y tanto el hospital como el hotel se vieron pronto rodeados de miles de negros protestando. Sobre las 22:30, alguien arrojó una botella desde un tejado vecino al hospital y entonces la muchedumbre se volvió violenta. Se dispersaron en grupos de entre 50 y 100 miembros que recorrieron Harlem saqueando tiendas de propietarios blancos. Los disturbios se prolongaron hasta la noche del día siguiente.

En su contraataque en la cuenca del Donets, el 2 de agosto los alemanes llegaron hasta el río Mius, tras haber causado un gran número de bajas a los soviéticos: 25.000 muertos o capturados, 74.000 heridos o enfermos y una gran cantidad de tanques y otras armas de asalto destruidas.

Casi 3.000 gitanos fueron gaseados en Auschwitz cuando se liquidó el campo que ocupaban.

En Treblinka, unos prisioneros lograron acceder a un arsenal mediante una llave que habían duplicado previamente. Tomaron una veintena de fusiles, otras tantas granadas de mano y varias pistolas y las sacaron disimuladamente en un carro. A las 15:45 unos 700 judíos iniciaron una revuelta en la que incendiaron varios edificios e hicieron explotar un bidón de gasolina. Luego atacaron armados la entrada principal mientras otros trataban de saltar las vallas. Las ametralladoras de las torres de vigilancia hicieron estragos, pero unos 200 prisioneros lograron escapar. Sin embargo, a nadie se le había ocurrido cortar las líneas telefónicas, que hubiera ayudado bastante. Los alemanes pidieron refuerzos e inmediatamente se inició una cacería por todos los alrededores, que acabó con la mitad de los evadidos. Otros, no obstante, lograron escapar con la ayuda de los partisanos o incluso de meros civiles polacos. La revuelta no duró más de media hora, pero Franz Stangl, el comandante del campo, fue sustituido por Kurt Franz, al que los prisioneros apodaban "la Muñeca", porque tenía el aspecto de una niña inocente. Ahí terminaba la semejanza, porque la Muñeca acostumbraba a disparar a prisioneros por los motivos más nimios, o les lanzaba a su perro Barry para que los destrozara.

Después de que la prensa suiza publicara el testimonio de Grandi, éste se entrevistó con el rey y luego con el papa Pío XII. Les propuso ser enviado en secreto a Madrid, donde podría ponerse en contacto con su amigo Samuel Hoare, a la sazón embajador británico en España, con quien podría plantear las condiciones de una rendición italiana. Sin embargo, el gobierno retrasó la salida de Grandi manteniéndose en un estado de inactividad que desconcertó a los aliados.

Las tropas de Montgomery iniciaron su ataque a Centuripe mientras otra división de infantería alemana entraba en Italia y se dirigía a Savona.

La RAF hundió un carguero alemán (Fortuna) en el mar del Norte.

En el Atlántico, sólo un submarino alemán resultó hundido, esta vez por la aviación australiana y cerca de la costa española.

El 3 de agosto un submarino estadounidense hundió un transporte japonés cerca de Borneo.

Una vez recuperados de la acometida alemana en Kursk, ahora eran los soviéticos los que tomaban la iniciativa en el sector sur del saliente. Tras una andanada de artillería, se inició un crudo combate que los alemanes no pudieron resistir.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (City of Oran) en el océano Índico.

La caída de Mussolini llevó a los nacionalistas albaneses del Frente Nacional a firmar un acuerdo con sus enemigos comunistas en la llamada Conferencia de Mukje, para expulsar cuanto antes a los italianos de Albania. Sin embargo, este acuerdo no gustó nada al Partido Comunista de Yugoslavia, que lo calificó de contrarrevolucionario, entre otras cosas porque los nacionalistas albaneses consideraban que Kosovo era parte de Albania, y los yugoslavos sostenían que era parte de Yugoslavia, así que éstos expresaron sus quejas ante los comunistas albaneses, sobre los que tenían bastante influencia, y éstos no tardaron en retractarse, ya que de "contrarrevolucionario" a "fascista" sólo había un paso en la jerga comunista.

Los judíos del gueto de Będzin, en Polonia, habían contemplado cómo los alemanes los deportaban cada vez a un ritmo más rápido. Desde el año anterior habían unos 10.000 judíos habían sido llevados en trenes no se sabía adónde (a las cámaras de gas, de hecho), y hacía dos meses que se había evacuado a otros 5.000. En los últimos tres días los alemanes sacaron a otros 8.000. De los 30.000 judíos que había inicialmente en el gueto, sólo quedaban unos 2.000, debido a las deportaciones y a las muertes debidas a las malas condiciones de vida. Finalmente un grupo de judíos se rebeló y formó barricadas en las calles que resistieron durante varios días a los intentos alemanes de sofocarlos, hasta que se quedaron sin municiones y fueron aniquilados. Poco después el gueto entero fue liquidado.

A plena luz del día, 740 aviones se dirigieron contra Hamburgo una vez más, si bien el mal tiempo hizo que sólo una decena alcanzara su objetivo. Con este bombardeo se dio por concluida la Operación Gomorra. En total, se calcula que habían muerto unos 42.000 alemanes, otros 37.000 habían resultado heridos y cerca de un millón había abandonado la ciudad. Hitler había llegado a afirmar que si se producían más ataques como el de Hamburgo Alemania tendría que rendirse. De un total de 524 grandes fábricas, 183 habían sido destruidas, así como más de 4.000 de otras menores.

Un destructor estadounidense hundió un submarino italiano (Argento) en el Mediterráneo.

Una división alemana llegó a Italia procedente del frente oriental y se instaló entre Parma y Reggio Emilia. Otra procedente de Austria se situó entre Ravenna y Rimini.

Superando grandes dificultades, los británicos lograron tomar Centuripe a los alemanes. Esto puso en peligro Adrano y, aprovechando que los alemanes estaban ocupados reorganizando sus tropas, Montgomery lanzó un nuevo ataque sobre Catania.

Tras varios intentos infructuosos, dos batallones estadounidenses lograron tomar Monte Basilio, lo que permitiría flanquear las posiciones alemanas en Troina, pero de momento la situación era muy precaria, con los alemanes disparando desde los montes vecinos. No obstante, un intento alemán de recuperar la posición fue rechazado con ametralladoras. Entonces los alemanes atacaron las líneas de comunicación estadounidenses, de modo que sólo una parte de los suministros requeridos llegaban a Monte Basilio. Mientras tanto, los estadounidenses empezaron a presionar también la línea del Etna en San Fratello, en su extremo septentrional.

Ese día Patton visitó un hospital de campaña y felicitó a los heridos con los que habló. En un momento dado vio a un soldado que no aparentaba tener herida alguna. Le preguntó qué le pasaba y el soldado respondió que no estaba herido, sino nervioso (había sido diagnosticado de agotamiento), y añadió: supongo que no puedo soportarlo. Entonces Patton montó en cólera, lo abofeteó con sus guantes, lo cogió por las solapas y lo arrastró hasta la entrada de la tienda de campaña, desde donde lo arrojó fuera de una patada en la espalda, mientras gritaba: No admitáis a este hijo de puta, y pidió que lo devolvieran al frente: ¿Me oyes, bastardo sin agallas? vas a volver al frente. Luego se vio que el soldado estaba enfermo de malaria. Patton anotó en su diario: He conocido al único cobarde desertor que nunca haya visto en este ejército. Las compañías deberían ajustar cuentas con esta gente y, si eluden su deber, deberían ser juzgados por cobardía y fusilados. Un corresponsal de guerra oyó a Patton afirmar que eso de la "fatiga de combate" era una invención de los judíos. 

Del petrolero Olterra salieron nuevamente tres torpedos humanos para minar barcos anclados en Gibraltar. Dos cumplieron su misión sin problemas y pusieron sus minas sobre el petrolero noruego Thorshøvdi y sobre el carguero británico Stanridge, mientras que el que debía encargarse del estadounidense Harrison Grey Otis tuvo problemas y de repente se hundió 34 metros. Uno de sus dos tripulantes logró emerger cerca de su objetivo y puso las minas. Sin rastro de su compañero, logró poner en marcha el torpedo con dificultad y se alejó de allí. Su compañero se quedó esperando dos horas junto al barco y, al no tener ninguna noticia, gritó pidiendo ayuda. Los estadounidenses lo subieron a bordo y, sin necesidad de que confesara nada, entendieron que el barco había sido minado. Las minas estallaron justo cuando un buzo iba a entrar en el agua para inspeccionar el casco. Los tres barcos se hundieron llevándose consigo todo su cargamento.

Ese día fueron hundidos tres submarinos alemanes en el Atlántico, uno cerca de la costa Noruega (a manos de un submarino británico), otro cerca de la costa española (a manos de la aviación australiana y estadounidense) y el tercero cerca de la isla de Trinidad, en el Caribe.

El 4 de agosto los estadounidenses tomaron el aeropuerto japonés en Munda (Nueva Georgia).

Tras un día de duros combates, los soviéticos tomaron Orel a los alemanes, que se vieron obligados a retroceder hasta una nueva línea defensiva.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Dalfram) cerca de Madagascar.

Un barco británico cargado con municiones (Fort La Montee) se incendió en Argel, estalló y destrozó el destructor británico HMS Arrow.

Otra división de infantería alemana entró en Italia y se dirigió a Alessandria.

Un bombardeo aliado sobre Nápoles hundió o dañó irreparablemente dos cargueros (Catania y Sant'Agata) y un barco de pasajeros italiano (Lombardia).

Los alemanes arrestaron a Jean Franklemon, uno de los estudiantes belgas que cuatro meses atrás ayudaron a escapar a algunos judíos que estaban siendo transportados a Auschwitz. Fue condenado a seis años de cárcel.

Los aliados (concretamente, la aviación canadiense) hundieron sólo un submarino alemán en el Atlántico ese día, cerca de Islandia.

El 5 de agosto un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Shoju Maru) cerca de Formosa.

Los soviéticos habían roto las líneas defensivas alemanas y ese día capturaron Belgorod, lo que suponía un avance de unos 60 km.

Un submarino alemán hundió un carguero griego (Efthalia Mari) en el océano Índico.

El gobierno sueco anunció que retiraba su consentimiento a que las tropas alemanas y cualquier material bélico viajaran por su red ferroviaria.

Los alemanes no podían retener Catania con Adrano amenazada, así que la abandonaron y ese día la ocuparon los británicos.

Las tropas estadounidenses en Monte Basilio andaban escasas de víveres y habían sufrido muchas bajas. Los alemanes atacaron de nuevo dispuestos a tomar la posición que amenazaba su línea de retirada. Durante el intenso combate, el soldado James William Reese llevó a su pelotón a una posición en la que podía disparar abiertamente contra la infantería alemana que se aproximaba y mantuvo un fuego continuado sobre los atacantes hasta que le quedó poca munición. Entonces ordenó a sus compañeros que se retiraran mientras él avanzaba aún más y destrozaba una ametralladora alemana con sus últimas rondas. Luego tomó su fusil y avanzó aún más hasta que fue abatido. Su acción contribuyó significativamente a que los estadounidenses mantuvieran su posición. Los alemanes también habían sufrido numerosas bajas en casi una semana de combates y, viendo que no podían asegurar por mucho tiempo su línea de retirada, optaron por abandonar Troina esa misma noche.

El padre Marie-Benoît estaba llevando a cabo su plan de enviar a España unos 2.600 judíos presuntamente de ascendencia española. Ese día recibió una carta del Vaticano en la que se le aseguraba que su proyecto de evacuar judíos a África estaba siendo estudiado, y que si necesitaban alguna aclaración adicional se pondrían en contacto con él.

A falta de que los aliados hundieran el submarino alemán del día, uno de ellos se hundió solo tras haber chocado con otro barco alemán en Memel.

El 6 de agosto la aviación japonesa hundió un carguero australiano (Macumba) ante la costa septentrional australiana.

Los japoneses, previendo que, tras la caída de Munda, no podrían retener sus posiciones en Nueva Georgia por mucho tiempo, empezaron a concentrar tropas en la vecina Kolombangara. Esa noche, cuatro destructores japoneses se dirigían a Kolombangara, transportando 950 soldados y suministros. Era el cuarto convoy que enviaban a Vella en menos de un mes, y los anteriores habían llegado con éxito a su destino sin más que una leve oposición estadounidense al tercero de ellos. Insensatamente, las autoridades militares japonesas volvieron a seguir la misma ruta por cuarta vez, pero ahora los estadounidenses ya estaban aleccionados. Una flota de 6 destructores esperaba a la flota japonesa y en apenas 63 segundos lanzaron 24 torpedos, para luego retirarse y ponerse a salvo de los torpedos de largo alcance japoneses. Los torpedos hundieron tres de los destructores japoneses (Arashi, Hagikaze y Kawakaze), que fueron tomados por sorpresa. El cuarto recibió el impacto de un torpedo que no estalló, tras lo cual huyó sin esperar a recoger supervivientes. Murieron 1210 soldados japoneses y unos 300 supervivientes pudieron llegar a la isla de Vella Lavella, desde donde fueron trasladados a Kolombangara.

Otros 1.200 soldados japoneses llegaron a la isla de Nauru, y ese mismo día los japoneses deportaron a las islas Truk a otros 600 isleños, principalmente mujeres y niños.

Los alemanes empezaron el proceso de liquidación del gueto de Vilna, en Lituania. De sus 50.000 ocupantes, los primeros 1.000 fueron enviados a Estonia.

En Sicilia, Adrano cayó en manos británicas.

Ese día tuvo lugar una reunión en Tarvisio entre Joachim von Ribbentrop y el ministro italiano de Asuntos Exteriores, a la que asistió también el general Ambrosio. La tensión y desconfianza mutua eran evidentes. Los italianos esperaban que las tropas alemanas que estaban entrando en Italia se dirigieran a Sicilia o, en todo caso, al sur de la península, para combatir a los aliados, pero los alemanes insistían en que se quedarían en el norte de Italia "como fuerza de reserva estratégica".

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Fort Halkett) cerca de la costa brasileña.

A las 4:40 del 7 de agosto la artillería soviética empezó a descargar sobre el frente alemán en la región de Smolensk. A las 6:30 se inició el avance en dirección a Roslavl, pero encontraron una fuerte oposición. En todo el día no pudieron avanzar más de 4 km y ello empleando todos los recursos disponibles.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Unvuma) en el océano Índico.

Un submarino británico hundió un carguero francés (Nantaise) en el mar Egeo.

Ante las deficiencias de seguridad de la isla de Ponza, Mussolini fue llevado a la isla La Maddalena (cerca de la costa de Cerdeña), pero la Gestapo le seguía la pista, con órdenes de Hitler de liberar al dictador.

Esa noche, mientras fuerzas estadounidenses tomaban una colina clave en el ataque contra San Fratello, otras tropas desembarcaron por sorpresa en Sant'Agata, unos pocos kilómetros por detrás de la línea del Etna. Los alemanes huyeron sin advertir a los italianos, así que la mayoría de los que cayeron prisioneros (más de mil) fueron italianos.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Contractor) en el Mediterráneo, cerca de Cerdeña.

Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Fernhill) en el Atlántico. Para compensar el descuido del día anterior, en que ningún submarino alemán resultó hundido en el Atlántico, ese día los aliados hundieron tres.

El 8 de agosto los japoneses trasladaron a Kolombangara casi todos sus efectivos en Nueva Georgia, dejando únicamente las tropas que defendían la zona de Bairoko.

Los soviéticos volvieron a atacar en Smolensk añadiendo un ataque simultáneo más al norte, hacia Yartzevo. Nuevamente, la enorme resistencia alemana apenas permitió un leve avance.

Avanzando desde Adrano, los británicos tomaron Bronte y, desde Troina, llegaron a Cesaro.

La aviación británica hundió un destructor italiano (Freccia) en el Mediterráneo.

Mientras tanto la Wehrmacht empezaba a ocupar la zona de Francia que hasta entonces había estado bajo control italiano.

El 9 de agosto un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Sekko Maru) cerca de Formosa.

Un submarino británico hundió un destructor italiano (Vincenzo Gioberti) cerca de La Spezia.

La aviación estadounidense sólo hundió un submarino alemán en el Atlántico.

El 10 de agosto un carguero japonés (Wakanoura Maru) fue hundido por un submarino estadounidense cerca de la costa japonesa.

Patton visitó de nuevo un hospital de campaña en Sicilia y de nuevo felicitó a los heridos que estaban pendientes de ingreso. Entonces se acercó a un soldado que estaba acurrucado y temblando, le preguntó cuál era el problema y éste respondió: Son mis nervios. Ya no puedo soportar los bombardeos. De nuevo Patton se enfureció, lo abofeteó y gritó: ¿Tus nervios? ¡demonios! ¡sólo eres un maldito cobarde! ¡Cállate ya ese maldito llanto! No dejaré a esos valientes que han sido heridos contemplando a este bastardo sentado aquí llorando. Lo abofeteó nuevamente y ordenó que no fuera admitido. Te quiero de vuelta al frente, donde te pueden disparar y matar, pero vas a luchar. Si no lo haces, te pondré ante un paredón y un pelotón de fusilamiento te matará a propósito. De hecho, debería dispararte yo mismo, maldito cobarde llorón. Entonces Patton sacó su pistola, lo que llevó al comandante del hospital a separarlos. Patton salió de la tienda gritando a los oficiales médicos que enviaran al soldado de vuelta al frente. Mientras seguía recorriendo el hospital no dejó de hablar del caso. No puedo evitarlo. Me hierve la sangre al pensar es un bastardo que está siendo mimado. No permitiré que esos bastardos cobardes estén merodeando por nuestros hospitales. Probablemente, en algún momento tendremos que fusilarlos, o criaremos una raza de imbéciles.

El soldado se llamaba Paul G. Bennet, llevaba cuatro años en el ejército y no había tenido historial médico hasta hacía cuatro días, cuando un amigo suyo fue herido en combate. Había mostrado fiebre y síntomas de deshidratación, incluyendo fatiga, confusión y desgana. Él mismo había solicitado regresar a su unidad, pero los oficiales médicos no lo habían autorizado.

Un submarino británico hundió un carguero italiano (Asmara) en el Mediterráneo.

Božidar Purić fue nombrado primer ministro del gobierno yugoslavo en el exilio.

El 11 de agosto la aviación aliada hundió un carguero japonés (Jutoku Maru) en el Pacífico.

En Smolensk, los soviéticos habían ido avanzando muy lentamente, incorporando constantemente tropas de reserva al combate. Para esas fechas habían avanzado entre 15 y 25 km, según la zona, y el ataque se estancó.

Ese día, en el Festival de Salzburgo, se estrenó el Concierto para trompa número 2 de Richard Strauss.

En Sicilia, Patton trató de tender una nueva trampa a la división alemana que se le había escapado en San Fratello mediante un nuevo desembarco por sorpresa, esta vez en Brolo, que le cortó la retirada, pero las tropas desembarcadas no fueron suficientes para contener el ímpetu de los alemanes que lograron abrirse paso en su huida. Los alemanes empezaron a transportar hombres a gran escala desde Sicilia a la Italia continental a través de un estrecho de Messina fuertemente protegido por más de doscientos cañones antiaéreos. El mal tiempo disuadió a los aliados de arriesgar sus barcos en el estrecho.

Para compensar que el día anterior los aliados no habían hundido ningún submarino alemán en el Atlántico, ese día hundieron tres.

Ernst Lubitsch estrenó con gran éxito la comedia El cielo puede esperar.

El 12 de agosto los alemanes pudieron detener el avance soviético desde Belgorod antes de que pudieran llegar a Járkov. Los soviéticos habían sufrido muchas bajas, como era habitual, y habían perdido 800 de los 1.112 tanques con los que habían iniciado su ataque.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Clan Macarthur) cerca de Madagascar.

El Frente Nacional albanés había dispuesto dos grupos de ocho minas a ambos lados de una carretera cerca de la ciudad de Kurtës. Poco después pasó un gran camión que transportaba tropas alemanas y que remolcaba un cañón. Entonces detonaron uno de los grupos de minas y dispararon contra los supervivientes mientras trataban de escapar por la carretera. Murieron 18 soldados alemanes, y los insurgentes se apropiaron del cañón. Una media hora más tarde se acercó un convoy de 23 camiones y el segundo grupo de minas estalló junto al primero de ellos, mientras los insurgentes disparaban con un cañón a los siguientes, dos de los cuales se incendiaron. En total, murieron entre 30 y 35 soldados alemanes, mientras que los albaneses no sufrieron bajas.

En una operación que apenas duró dos minutos, la resistencia polaca logró bloquear una calle en el centro de Varsovia cuando iba a pasar un camión alemán cargado de dinero, luego dispararon sobre los soldados que bajaron a despejar el camino, se llevaron el camión a una calle cercana, allí mataron al resto de alemanes que había en el camión y se llevaron el dinero, el equivalente a un millón de dólares de la época (unos 33 millones de dólares actuales). Los alemanes nunca llegaron a averiguar siquiera si el robo lo había cometido la resistencia polaca o simples delincuentes comunes, por lo que ni siquiera tomaron represalias sobre los civiles (que es lo que hubieran hecho de haber sabido que era obra de la resistencia).

El 13 de agosto un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Edo Maru) cerca de Formosa.

Tras un periodo de inactividad, los estadounidenses volvieron a atacar en la cordillera Roosevelt, en Nueva Guinea. Una patrulla había establecido un puesto avanzado que fue atacado por los japoneses durante la noche, pero sin éxito. Luego la artillería atacó las posiciones japonesas desde tres flancos y finalmente tres compañías avanzaron y lograron penetrar el frente por tres puntos.

Los soviéticos iniciaron una campaña contra los alemanes en la cuenca del Donets.

El frente en Sicilia había sido dividido en dos por el Etna. En la parte occidental, ese día los británicos tomaron Randazzo.

Los aliados habían dejado de bombardear Italia a la espera de que la caída de Mussolini se tradujera en un cambio de actitud por parte de Italia, pero en vista de que no había ningún cambio relevante, los bombardeos se reanudaron. La RAF lanzó bombas incendiarias sobre Milán y Turín a primeras horas de la mañana. A las 11:00, más de 300 aviones estadounidenses sometieron a Roma a un bombardeo de mayor intensidad que el del mes anterior, que provocó 502 muertes de civiles. También Berlín volvió a ser bombardeado y, por primera vez, Austria, cuando fue atacada una fábrica de armas al sur de Viena.

Un carguero británico fue bombardeado por la Luftwaffe en el Mediterráneo, cerca de Gibraltar. No se hundió, pero fue dado por irreparable.

El 14 de agosto los estadounidenses lograron situar cañones en una loma situada ante la cordillera Roosevelt, con lo que los japoneses no tardaron en huir a la selva. Mientras tanto, con la ayuda de la aviación, los australianos lograron desalojar a los japoneses de la que llamaban la Cordillera de los Cocoteros.

Mientras los japoneses acumulaban fuerzas en Kolombangara, al norte de Nueva Georgia, los estadounidenses habían decidido saltarse esta isla y pasar directamente a Vella Lavella, la isla situada justo a continuación, más al norte. Por la noche, la aviación japonesa atacó varias bases estadounidenses en Nueva Georgia, pero no detectó una flota formada por 19 destructores y dos cazasubmarinos que llevaba 4.600 soldados al puerto de Barakoma, en Vella Lavella.

Recorriendo una distancia 4.000 km, aviones australianos bombardearon por primera vez la isla de Borneo, donde atacaron las reservas de petróleo japonesas en Balikpapan.

Hitler había llamado a su presencia al zar Boris III de Bulgaria. Le habían llegado rumores de que había iniciado contactos secretos con los aliados. La reunión fue tensa. Hitler ordenó a Boris III que dispusiera sus tropas (que hasta entonces habían hecho bien poco) en un nuevo frente que obligara a los soviéticos a dividir sus efectivos, pero el zar se negó y salió de la reunión muy abatido.

Tras el segundo bombardeo de Roma, el gobierno italiano la declaró ciudad abierta, y se comprometió a eliminar todas sus defensas, bajo supervisión aliada, a cambio de que no volviera a ser bombardeada.

Corbetas italianas hundieron un submarino británico (HMS Sarracen) cerca de Córcega.

Ese día se estrenó la comedia musical Esto es el Ejército, dirigida por Michael Curtiz y protagonizada por Ronald Reagan y por una joven actriz de 18 años llamada Joan Agnes Theresa Sadie Brodel, que había adoptado el nombre artístico de Joan Leslie y que ya había interpretado algunos papeles relevantes en los últimos años. Fue la segunda película más taquillera del año y sería la película musical más taquillera de la historia durante más de una década. Sus beneficios fueron donados a una organización sin ánimo de lucro que atendía a los soldados estadounidenses.

El 15 de agosto los estadounidenses desembarcaron en Vella Lavella. Hacia el mediodía llegaron cazas japoneses, pero fueron alejados con fuego antiaéreo. Varios ataques posteriores a lo largo del día fueron rechazados también con pocas bajas. Los japoneses habían decidido no enviar más tropas a las Salomon y, en su lugar, su respuesta al desembarco aliado fue evacuar la isla desde Horaniu, en la costa noroccidental.

Ese día los japoneses bombardearon por primera vez el aeropuerto de Tsili Tsili, en Nueva Guinea, cuya existencia habían descubierto recientemente. Sin embargo, no causaron daños graves.

Poco antes de la media noche, una treintena de miembros de una organización de resistencia polaca había llegado a las afueras de la ciudad de Mittenheide, en Prusia, donde se dividieron en cinco grupos, cortaron las líneas telefónicas y empezaron atacando la casa de Herbert Opitz, un enviado especial de Himmler para erradicar a los polacos de la zona y que era uno de los objetivos principales de la operación. Lo mataron junto a su mujer y a sus hijos de 6 y 2 años. Allí se hicieron con varias armas, un coche y una moto. Luego entraron en la ciudad y atacaron la comisaría de policía, mientras otros grupos entraban otras casas habitadas por miembros del partido Nazi. Deliberadamente respetaron la casa de Hildegard Cramer von Laue, viuda de un oficial de la Wehrmacht que había destacado por el buen trato que daba a los polacos. El ataque terminó a las 2:00, cuando los polacos huyeron con un botín formado por diversas armas, municiones y uniformes alemanes. Durante los días siguientes estuvieron escondidos en los bosques antes de salir de Prusia, y ninguno de ellos fue capturado.

Un submarino británico hundió un petrolero italiano (Cesco) en el Adriático.

Rommel se reunió en Bolonia con autoridades militares italianas, y la desconfianza llegaba ya hasta el extremo de que los alemanes se negaron a probar la comida y la bebida que les ofrecían los italianos.

Más de 34.000 soldados estadounidenses y canadienses desembarcaron en la isla de Kiska dispuestos a desalojar a una guarnición japonesa que hacía semanas que se había ido. Pese a todo, los aliados sufrieron 313 bajas, debidas a fuego amigo, minas, "trampas cazabobos" (bombas camufladas como objetos inofensivos), enfermedades y accidentes.

El 16 de agosto los australianos ocuparon la cordillera de Komiatum y con ello cortaron la línea de suministros de los japoneses que defendían el monte Tambu.

Cuando los alemanes anunciaron que iban a cerrar el gueto de Białystok, varios centenares de judíos decidieron morir matando y se rebelaron con las armas que habían podido reunir hasta entonces.

Como represalia por las acciones de la resistencia griega, los alemanes mataron a 317 habitantes de la aldea de Kommeno, que a continuación fue incendiada. Gran parte de las víctimas fueron mujeres, niños y ancianos. Muchas mujeres fueron previamente violadas.

Rommel instaló su cuartel general junto al lago de Garda, al pie de los Alpes.

La aviación alemana hundió un carguero británico (Empire Kestrel) cerca de Argelia.

El 17 de agosto, antes del amanecer, 180 aviones aliados bombardearon el aeropuerto japones de Wewak, en Nueva Guinea, junto con otros aeropuertos auxiliares. Mientras tanto los japoneses eran expulsados de la cordillera de Bobdubi, aunque durante los días siguientes trataron de recuperarla en una serie de contraataques.

Por la noche, una flota japonesa formada por 20 barcazas y barcos auxiliares escoltada por 4 destructores llegó al puerto de Horaniu, en Vella Lavella, para evacuar a las tropas japonesas presentes en la isla. A las 23:30 aviones aliados atacaron a la flota japonesa y desorganizaron los planes de evacuación.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire Stanley) en el océano Índico.

Eliyahu Giladi era uno de los miembros más radicales de los Combatientes para la Libertad de Israel, pues insistía en planes que implicaban asesinar judíos civiles e incluso a algunos líderes sionistas, como David Ben-Gurión, así que uno de los dirigentes del grupo, Isaac Shamir, le aplicó su propia receta y lo hizo asesinar.

En Siria se habían celebrado elecciones que convirtieron en presidente a Shukri al-Quwati.

El alzamiento en el gueto de Białystok no alteró el plan de deportación que los alemanes habían trazado y, mientras los rebeldes resistían en sus trincheras, unos 10.000 judíos fueron metidos en trenes con destno a Treblinka, Majdanek y Auschwitz. Unos 1.200 niños fueron separados y enviados en un tren a Theresienstadt junto algunas mujeres acompañantes, debido a que estaban negociando con los británicos la posibilidad de dejarlos marchar a Palestina a cambio de la liberación de prisioneros de guerra alemanes. Eso se les dijo a los padres, algunos de los cuales se desprendieron de sus hijos voluntariamente, con la esperanza de que así pudieran salvarse. Otros fueron forzados a separarse de sus hijos. Algunos niños se escaparon del tren tratando de reunirse con sus padres y fueron abatidos por auxiliares ucranianos.

Tras varios retrasos debidos al mal tiempo, la aviación estadounidense puso en práctica una misión que pretendía paralizar la producción de aviones alemanes. El objetivo principal era Regensburg, donde se localizaba la producción de los Messerschitt Bf 109, que constituían casi la mitad de los cazas de la Luftwaffe. Para dividir y confundir a las reservas alemanas se atacaría al mismo tiempo un segundo objetivo, Scheweinfurt, donde estaba centralizada casi toda la producción de cojinetes de Alemania. Además se llevaron a cabo varios ataques de diversión a diversos puntos de la costa francesa y neerlandesa, así como a varios campos de aviación de la Luftwaffe. La distancia de los objetivos principales quedaba fuera del alcance de los cazas, por lo que los 376 bombarderos encargados de la misión quedarían sin protección a partir de cierto punto del trayecto y, especialmente, durante el bombardeo.

Los daños provocados por los bombardeos fueron considerables (Albert Speer evaluó en un 34% la disminución de la producción), pero la falta de escoltas resultó ser catastrófica, pues las bajas fueron exorbitadas. Se perdieron 62 aviones y casi un centenar regresó con daños graves, hasta el punto de que muchos de ellos nunca volvieron a volar. Murieron 7 tripulantes, 21 resultaron heridos y otros 557 desaparecieron o fueron capturados. Por otra parte, Alemania pudo compensar los daños ampliando la producción de otras fábricas. Si los aliados hubieran podido realizar nuevos ataques, la situación hubiera sido más comprometida, pero con las bajas sufridas eso era imposible por el momento.

Esa noche los británicos llevaron a cabo otra operación de gran importancia estratégica. Sus servicios de inteligencia habían reunido suficiente información sobre la base de Peenemünde, donde Wernher von Braun estaba experimentando con sus cohetes como para considerar que era imprescindible sabotear el proyecto. Peenemünde estaba a 1.000 km de la base aérea británica más próxima, lejos del radio de alcance de los cazas y de la marcación de objetivos por ondas de radio, por lo que el bombardeo tenía que hacerse en una noche de luna llena y con buen tiempo para que los pilotos pudieran fijar manualmente los objetivos. Esa noche cumplía todos los requisitos y por ello se puso en marcha la Operación Hidra. A los pilotos no se les explicó qué había realmente en Peenemünde. En lugar de hablarles de cohetes, se les dijo que los alemanes estaban desarrollando un nuevo tipo de radar que mejoraría enormemente su capacidad defensiva nocturna.

La noche anterior las fuerzas de Patton entraron en Messina, y pocas horas después lo hicieron las de Montgomery, lo que ponía fin a la conquista de Sicilia. El coste de la operación fue de unos 5.500 muertos y 14.000 heridos en el bando aliado, y de 9.000 muertos, 46.000 heridos y 127.000 prisioneros del Eje. Desde Messina, la artillería aliada alcanzaba a bombardear la Italia continental.

Los dos incidentes que Patton había mantenido con enfermos en sus visitas a los hospitales habían llegado hasta el general Eisenhower, quien ordenó que los hechos fueran investigados extraoficialmente y, a la vez, escribió una carta a Patton en la que se leía:

Entiendo claramente que a veces son necesarias medidas firmes y drásticas para asegurar los objetivos deseados. Pero esto no justifica la brutalidad, el abuso con los enfermos, ni la exhibición de un temperamento incontrolable frente a los subordinados. [...] Estoy convencido de que los servicios personales que ha prestado a los Estados Unidos y la causa aliada durante las últimas semanas son de un valor incalculable; pero, no obstante, si hay un elemento sustancial de verdad en las acusaciones que acompañan a esta carta, debo cuestionar tan seriamente su buen juicio y su autodisciplina como para plantearme serias dudas sobre su utilidad futura.

Eisenhower le aseguró que no quedaría ningún registro formal de lo sucedido salvo en sus propios archivos confidenciales, pero le sugirió que se disculpara con todos los involucrados.

Ese día se inició en Quebec una reunión secreta a la que asistieron Winston Churchill y el presidente Franklin Delano Roosevelt. Stalin había sido invitado, pero declinó el ofrecimiento "por razones militares". Por otra parte, Churchill había sugerido que el primer ministro canadiense, William Lyon Mackenzie King, interviniera en ella, pero Roosevelt se negó, así que King actuó como mero anfritrión.

A las 0:29 del 18 de agosto, cuatro destructores estadounidenses atacaron a la flota japonesa que estaba evacuando Vella Lavella, pero sólo hundieron algunos barcos auxiliares y dañaron levemente a dos destructores. A la 1:00 los japoneses se retiraron completando con éxito la misión de evacuar unos 9.000 hombres. No obstante, en la isla quedaban todavía varios cientos de soldados japoneses y los aliados decidieron arrinconarlos en el noroeste de la isla para luego eliminarlos.

Ante el riesgo de acabar rodeados, los japoneses se retiraron del monte Tambu, en Nueva Guinea.

La aviación estadounidense y australiana bombardeó de nuevo los aeropuertos japoneses en Nueva Guinea.

En el norte del saliente de Kursk, los soviéticos alcanzaron la nueva línea defensiva alemana, con lo que el frente se estabilizó de nuevo y así terminó la Operación Kutuzov. Fue una de las campañas más sangrientas de la batalla de Kursk. Los alemanes sufrieron más de 86.000 bajas, y los soviéticos contaron 112.000 muertos y 317.000 heridos. En el sur, los alemanes iniciaban entonces un contraataque contra los recientes avances soviéticos.

Los alemanes llevaban cinco meses deportando griegos (principalmente judíos) desde Salónica hasta Auschwitz. Ese día se completó el proceso. En total, unos 46.000 griegos habían sido deportados y asesinados.

Apenas pasada la medianoche, llegó a Peenemünde la primera oleada de bombarderos encargados de la Operación Hidra. El ataque duró una media hora y fueron destruidos muchos de los edificios que albergaban al personal de la base, pero sólo murieron unos 170 de sus 4.000 ocupantes, pues los refugios antiaéreos eran muy buenos. Aun así, dos ingenieros jefe murieron en el ataque. Algunas bombas arrojadas antes de que los objetivos estuvieran bien señalizados habían matado a unos 500 trabajadores forzados. A las 00:31 empezó a actuar la segunda oleada, que se centró en las fábricas, mientras que una tercera oleada se centró en las áreas de experimentación. La efectividad del bombardeo ha sido objeto de debate. Se especula sobre que pudo causar un retraso en las investigaciones de hasta dos meses.

En Berlín, Hans Jeschonnek, un alto oficial de la Luftwaffe, había ordenado a las defensas antiaéreas disparar contra 200 cazas alemanes creyendo que eran aviones aliados. Al enterarse del error se suicidó. Los nazis lo enterraron con todos los honores.

Churchill sorprendió al parlamento británico cuando anunció que había apelado a un tratado firmado con Portugal en 1373 para que el gobierno portugués autorizara a los aliados instalar bases navales y aéreas en las islas Azores. Obviamente, la razón por la que Oliveira Salazar había dado su consentimiento no era el tratado de 1373, sino simplemente que no podía rechazar la petición británica, tal y como andaban las cosas. A cambio, trató de conseguir que los británicos le suministraran armas para defenderse de un hipotético ataque alemán, así como la garantía de que la colonia de Timor Oriental, ocupada por los japoneses, sería devuelta a Portugal cuando acabara la guerra. El acuerdo permitía a los aliados extender el radio de acción de la aviación en la lucha contra los submarinos en el Atlántico y en la protección de los convoyes. De todos modos, los submarinos alemanes eran cada vez más difíciles de encontrar en el Atlántico, pero ese día la aviación británica encontró uno cerca de la costa senegalesa y lo hundió.

El 19 de agosto la aviación estadounidense junto con un dragaminas neozelandés hundieron un submarino japonés en el océano Índico.

El mariscal Hajime Sugiyama informó al emperador Hirohito de que el avance estadounidense en las islas Salomón no podía ser detenido. Hirohito estaba furioso: ¿Cuándo y dónde va a organizar un buen combate? ¿Y cuándo va a obtener una victoria decisiva? Mientras tanto, los medios de comunicación presentaban cada derrota al pueblo japonés como si se tratara de una gran victoria.

La cordillera de Bobdubi estaba ya sólidamente defendida por los australianos, que ya estaban preparando el paso siguiente en su avance hacia Salamaua.

En Lisboa Italia y los aliados iniciaron conversaciones secretas para tratar la posible rendición italiana. Tres generales italianos habían sido enviados independientemente a tal efecto, y lo primero que hicieron fue discutir entre ellos para decidir quién estaba al mando. Al final se decidió que el general Giuseppe Castellano dirigiría las negociaciones.

Franklin D. Roosevelt y Winston Churchill firmaron el Acuerdo de Quebec, un tratado secreto que estipulaba que los Estados Unidos y Gran Bretaña unificarían sus proyectos respectivos para la producción de armas nucleares, que ninguno de los dos países las emplearía contra el otro, ni contra terceros países sin el consentimiento mutuo, así como que ninguno de los dos países suministraría información sobre armas nucleares a terceros países sin consentimiento mutuo. Por último, el acuerdo señalaba que, dado que los Estados Unidos estaban asumiendo la mayor parte de los costes de la investigación sobre la energía atómica, el Presidente podría limitar los usos comerciales o industriales de ésta por parte de Gran Bretaña.

El 20 de agosto submarinos estadounidenses hundieron un barco de transporte de tropas (Seizan Maru) y dos cargueros japoneses (Fusei Maru y Steitai Maru) en el Pacífico. Un submarino neerlandés hundió un carguero más (Khosa Maru).

Japón y Tailandia firmaron un acuerdo por el que Japón transfería a Tailandia la administración de las provincias malayas de Kedah, Perlis, Kelantan y Terengganu, que Tailandia había cedido a Gran Bretaña en 1909.

La aviación británica hundió un submarino alemán en el océano Índico.

Un submarino soviético hundió un carguero búlgaro (Varna) en el mar Negro.

Los alemanes lograron encerrar partes de dos ejércitos soviéticos, incluyendo dos cuerpos de tanques, pero la bolsa formada era mucho más numerosa que las fuerzas alemanas, por lo que muchas unidades soviéticas lograron abrirse paso entre el cordón alemán, a costa de muchas bajas. Tras este fracaso, los soviéticos se concentraron en Járkov. Sin embargo, los alemanes, que vieron cómo los tanques soviéticos se iban agrupando, enviaron a la aviación, que lanzó sobre ellos bombas de dos toneladas, diseñadas para atacar buques acorazados. Los soviéticos entonces dispersaron sus tanques y lanzaron igualmente un ataque masivo sin importarles las numerosas bajas que la artillería alemana pudiera causar en ellos. La respuesta alemana fue efectiva, pero al precio de agotar prácticamente las escasas reservas que les quedaban, tanto de municiones como de personal. Apenas disponían de 4.000 soldados de infantería, aproximadamente uno por cada 10 metros de frente.

Los judíos de Białystok lograron ofrecer cierta resistencia a los alemanes, pero ésta cesó en cuanto un tanque entró en el gueto y los alemanes empezaron a provocar incendios. Los líderes de la revuelta se suicidaron en sus trincheras en cuanto se quedaron sin municiones.

Ese día fue ejecutada en Berlín Rita Arnould, por su colaboración con la Orquesta Roja.

Aviones estadounidenses y australianos bombardearon por tercera vez los aeropuertos japoneses en Nueva Guinea, y el 21 de agosto lo hicieron por cuarta y última vez. El balance total fue de cerca de 100 aviones destruidos, la mayoría en tierra, de un total de 130. En su avance hacia Salamaua, los australianos cruzaron el río Francisco.

Ante la persistencia de los ataques soviéticos, Manstein autorizó la retirada de Járkov, sin tener en cuenta la insistencia de Hitler de que la ciudad debía ser defendida hasta el final.

El 22 de agosto los alemanes empezaron a salir de Járkov, mientras los soviéticos los atacaban desde tres lados distintos, luchando por mantener abierta su vía de escape. La aviación soviética ametrallaba las columnas alemanas que salían de la ciudad. Antes de abandonarla, se preocuparon de destruirla por completo, volando arsenales e incendiando edificios.

El 23 de agosto un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Ataka Maru) ante la costa de Japón.

Los soviéticos entraron en Járkov. Terminó así la ofensiva soviética en el saliente de Kursk, con un balance (referido únicamente al último mes) de 71.000 muertos, 184.000 heridos y 1.800 tanques destruidos. Las bajas alemanas, sin ser desproporcionadas como las soviéticas, también fueron grandes: casi 9.000 muertos, más de 16.000 heridos y 240 tanques perdidos.

Las SS arrestaron a Karl-Otto Koch (entonces al frente del campo de exterminio de Majdanek) y a su esposa Ilse, la bruja de Buchenwald, que seguía en dicho campo. Los cargos contra ellos fueron de desfalco y de haber asesinado a prisioneros para encubrir sus delitos. La crueldad con la que habían tratado a los prisioneros bajo su custodia no interesó mucho a las autoridades. Ilse Koch había ordenado el asesinato de varios prisioneros para que fueran despellejados para conservar sus tatuajes, al parecer para ayudar al doctor Erich Wagner con su tesis sobre "tatuaje y criminalidad". Se decía que se había hecho una lámpara con la piel de los prisioneros, aunque ésta nunca fue hallada.

Los estadounidenses habían ido ocupando paulatinamente toda el área alrededor de Bairoko y, finalmente, tras dos semanas de duros combates, el 24 de agosto entraron en el puerto abandonado por los japoneses.

El tren con los niños de Białystok llegó a Theresienstadt y las acompañantes (excepto una muy joven que pudo hacerse pasar por una niña) fueron alojadas en otro tren hacia Auschwitz, donde una veintena fue seleccionada para trabajos forzados y las demás fueron gaseadas. Del tren, los niños fueron llevados a una sala para ducharse y desinfectarse, pero entre los mayores cundió el pánico y empezaron a gritar: ¡Gas, gas, gas! El personal que los atendía (que eran prisioneros del campo) tenía prohibido hablar con los niños, pero pudieron asegurarles que allí no había cámaras de gas, y se tranquilizaron cuando vieron que de las duchas salía agua. Luego fueron alojados en un campamento separado por una alambrada del resto de los prisioneros. Allí fueron relativamente bien tratados, con más comida de lo que era habitual, e incluso se permitió a 53 prisioneros checos voluntarios, que eran médicos y enfermeras, que accedieran hasta ellos para atenderlos (entre ellos estaba Ottla Kafka, la hermana menor del escritor, que tenía entonces 51 años).

Hitler nombró a Himmler ministro del Interior.

Los submarinos alemanes en el Atlántico estaban muy pacíficos últimamente y costaban de encontrar, pero ese día la aviación británica encontró y hundió uno, y la estadounidense otro.

Ese día terminó la Conferencia de Quebec. Los aliados habían empezado a discutir los planes para una invasión de Francia (Operación Overlord), aunque no descartaban la posibilidad de invadir Noruega y Finlandia (Operación Júpiter), si las defensas de la costa francesa resultaban ser excesivas. En el Mediterráneo se acordó la invasión inmediata de la Italia continental tras la reciente caída de Sicilia. El objetivo prioritario a medio plazo era sacar a Italia de la guerra. En los Balcanes se acordó seguir limitándose a proporcionar recursos a las guerrillas, mientras que en la lucha contra Japón se acordó intensificarla para agotar cuanto antes los recursos del enemigo. También se condenaron las atrocidades cometidas por los alemanes en Polonia.

Al sargento canadien Émile Couture (que tenía entonces 25 años) se le encargó limpiar las salas donde habían tenido lugar las reuniones de la Conferencia de Quebec, y en una de ellas encontró una cartera de cuero en la que se leía en letras doradas: Churchill-Roosevelt, Conferencia de Quebec, 1943. Decidió quedársela como recuerdo, pero por la noche descubrió que en su interior había documentos que contenían planes casi completos para la Operación Overlord (la invasión de Francia). Consciente de la importancia de esos papeles, aplicó un protocolo de alta seguridad: ocultó la cartera debajo de su colchón, y la devolvió a la mañana siguiente.

El 25 de agosto un destructor estadounidense hundió un submarino japonés en el mar del Coral.

Witold Pilecki, el soldado polaco que se había infiltrado en Auschwitz, llegó a Varsovia, donde a través de la resistencia polaca envió un informe detallado a Londres de lo que había visto allí. Conocedor de primera mano del infierno que se vivía en el campo de exterminio, instó a la resistencia polaca a actuar inmediatamente para liberar a sus prisioneros, pero, después de perder a varios agentes en labores de reconocimiento de los alrededores del campo, se determinó que era imposible hacer nada sin la ayuda aliada.

Una nueva división de infantería alemana entró en Italia procedente de Dinamarca y se instaló en Friuli. Ya habían entrado más tropas alemanas en Italia que las que Hitler había negado a Mussolini en su última entrevista.

Destructores británicos encontraron un submarino alemán en el Atlántico y lo hundieron con cargas de profundidad.

Tras los últimos avances del ejército soviético, el frente oriental se había situado en una zona que los alemanes difícilmente podían mantener con sus fuerzas cada vez más desgastadas. Más hacia el oeste corría el Dniéper, donde a los alemanes les resultaría más fácil contener un posible ataque soviético. Ante esta tesitura, el Alto Mando soviético se planteó dos posibilidades: El mariscal Zhúkov proponía tomarse un tiempo para reagrupar fuerzas, encontrar uno o dos puntos débiles en el frente por los que penetrarlo profundamente, rodear las defensas alemanas para cortar los suministros a su vanguardia y así capturar fácilmente una gran extensión de territorio y un gran número de soldados enemigos. La segunda opción —para no dar tiempo a los alemanes a arrasar el territorio que sabían que no tardarían en tener que desalojar— era no esperar ni examinar el frente, sino atacar en todo él inmediatamente para forzar una retirada masiva, por lo menos hasta el Dniéper. Esta segunda opción produciría muchas más bajas en el Ejército Rojo, por lo que, lógicamente, era la preferida de Stalin, y así se hizo. El 26 de agosto los soviéticos atacaron simultáneamente en un frente de 1.400 km que se extendía desde Smolensk hasta el mar de Azov. Los ejércitos involucrados sumaban 2.650.000 hombres, con 2.400 tanques y 2.800 aviones. La Wehrmacht empezó a retroceder hacia el Dniéper tratando de retrasar al máximo el avance soviético.

Un submarino italiano hundió otro soviético en el mar Negro.

Un submarino alemán hundió dos cargueros estadounidenses (John Bell y Richard Henderson) y otro noruego (Christian Michelsen) de un convoy aliado en el Mediterráneo.

El 27 de agosto submarinos estadounidenses hundieron tres cargueros japoneses (Taifuku Maru, Meizan Maru y Tokai Maru) en el Pacífico.

Entre las islas de Nueva Georgia y Kolombangara se encuentra la isla de Arundel, todavía ocupada por los japoneses y donde los estadounidenses desembarcaron ese día.

La víspera del día que la Gestapo tenía previsto liberar a Mussolini de su cautiverio en La Maddalena, un hidroavión de la Cruz Roja lo sacó de la isla y lo llevó a Campo Imperatore, un hermoso parque de montaña situado en una meseta de los Apeninos, a la misma altura que Roma en la península italiana, pero más cerca del mar Adriático. Mussolini se cortó las venas, pero sólo se provocó heridas superficiales que fueron rápidamente controladas.

El general Castellano había regresado a Roma tras sus conversaciones con los aliados en Lisboa e informó de que los aliados pedían que se llevara a cabo una reunión en Sicilia. Para asegurar al máximo el secreto de las comunicaciones con los aliados, los italianos liberaron discretamente a un prisionero británico para que ejerciera de intermediario.

Submarinos británicos hundieron dos cargueros italianos (Città di Spezia y Rastrello) en el Mediterráneo.

Albert Lebrun, el destituido presidente de la República Francesa, seguía en Vizille. Los italianos habían dejado de custodiarlo y le habían aconsejado que huyera antes de que llegaran los alemanes. La resistencia francesa se había ofrecido a llevarlo a Argelia, pero el se negó, y finalmente los alemanes lo arrestaron y lo llevaron al castillo de Itter, en Austria, donde se reunió con varios políticos franceses, pero sólo estuvo unos meses, porque su salud empeoró y fue devuelto a Francia.

Joseph Darnand había ingresado en las SS, donde recibió el grado de teniente y juró lealtad a Hitler en la embajada alemana en París.

La aviación estadounidense encontró y hundió otro submarino alemán en el Atlántico.

Ese día se estrenó Alerta en el Rin, protagonizada por Bette Davis y el actor húngaro Pál Lukács, que había simplificado su nombre hasta Paul Lukas hacía unos 15 años, cuando se estableció en los Estados Unidos. Había empezado como actor en la época del cine mudo, pero éste fue su primer papel de éxito.

El 28 de agosto un submarino alemán hundió un carguero soviético (Dikson) en el océano Glacial Ártico y otro fue hundido en la misma zona por un submarino soviético.

Ese día murió el zar Boris III de Bulgaria. Desde hacía cinco días, nueve días después de su viaje a Alemania para entrevistarse con Hitler, había empezado a padecer vómitos violentos, por lo que no tardó en plantearse la sospecha de que el zar podría haber sido envenenado, si bien nunca pudo probarse nada. La autopsia oficial indicó que el monarca padecía una trombosis coronaria, neumonía, edema pulmonar y edema cerebral, pero que había muerto de un ataque cardiaco, mucha enfermedad para alguien que hasta hacía unos días se mostraba perfectamente sano. Fue sucedido por su hijo de seis años, el zar Simeón II de Bulgaria, bajo la regencia de su tío, el príncipe Cirilo, el primer ministro Bogdan Filov y el ministro de defensa, el general Nikola Mikhov.

Dinamarca había sido para Hitler un protectorado modelo, pero los reveses que estaba sufriendo en la guerra habían alentado a sus "protegidos" a declarar huelgas y causar disturbios en diversas ciudades. El gobierno danés se negaba a resolver los conflictos al estilo nazi, hasta que finalmente recibió un ultimátum que incluía estas demandas: Prohibición de las reuniones públicas, ilegalización las huelgas, declaración de un toque de queda, introducción de la censura bajo control alemán, creación de tribunales militares especiales y pena de muerte para los saboteadores. Además, la ciudad de Odense debía pagar una elevada multa por la muerte de un soldado alemán. Entre tanto, los alemanes tomaron algunos rehenes daneses por seguridad. El gobierno danés se negó a aceptar tales condiciones por lo que el general Hermann von Hanneken declaró la ley marcial. A las 4:00 del 29 de agosto cada cuartel del ejército danés fue asaltada por sorpresa por soldados alemanes. La resistencia fue esporádica. En el cuartel de Næstved murieron dos soldados daneses, mientras que en una escuela militar de Copenhague murieron tres soldados alemanes. En el palacio de Sorgenfri, donde se encontraba la familia real, siete soldados alemanes murieron en una escaramuza, pero finalmente el rey Cristian X fue puesto bajo arresto, al igual que el primer ministro Erik Scavenius.

La Armada tenía órdenes desde 1041 de hundir los barcos en caso de que los alemanes quisieran apoderarse de ellos. A las 4:08 llegó el aviso de que los alemanes se dirigían hacia las bases navales y a las 4:13 se produjo la primera explosión de las muchas con que los barcos de la frota danesa empezaron a ser hundidos. De los 52 buques de la flota danesa, 2 estaban en Groenlandia, 32 fueron hundidos, 4 pudieron huir hasta Suecia y 14 fueron capturados por los alemanes. Murieron 9 marinos daneses y 10 resultaron heridos.

En total unos 4.600 daneses fueron arrestados, unos 25 murieron y unos 50 resultaron heridos.

El 30 de agosto un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Taibun Maru) en el Pacífico.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Thisbé) en el mar Negro, cerca de Estambul.

Patton se había entrevistado con los dos soldados a los que había abofeteado en sus visitas a los hospitales y les había pedido disculpas, o algo parecido (en su diario anotó que detestaba disculparse y volvió a argumentar que los soldados se merecían las reprimendas). El Séptimo Ejército que había dirigido Patton iba a dividirse: una parte se quedaría en Sicilia como guarnición, y otra parte se uniría al Quinto Ejército. En los últimos días Patton se había despedido individualmente de cada una de las divisiones que había dirigido con un discurso de 15 minutos en el que, en la parte final, se disculpaba por cualquier momento en el que hubiera sido demasiado duro con sus hombres, aludiendo vagamente a los dos incidentes. Cuando se acercó a esta parte final ante la tercera división de infantería, los soldados, que ya sabían lo que iba a decir, empezaron a cantar No, general, no, no... para que no tuviera que disculparse, y Patton se emocionó visiblemente. Eisenhower afirmó al general George Marshall que estaba convencido de que Patton refrenaría en el futuro su carácter porque su ansia de ser reconocido como un gran comandante militar suprimiría implacablemente cualquier rasgo que pudiera arriesgarlo.

Barcos británicos encontraron otro submarino alemán cerca de las Azores y lo hundieron con cargas de profundidad.

El 31 de agosto un submarino estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Kokko Maru y Shoto Maru) en el Pacífico. Un submarino japonés dañó un petrolero estadounidense (W.S. Rheem), que tuvo que ser hundido unos días más tarde.

El general Castellano llegó a Sicilia en avión y luego se trasladó en coche hasta Cassibile, donde se reunió con representantes de los aliados para negociar la rendición de Italia. Castellano exigía que los aliados se comprometieran a defender a Italia de la previsible reacción alemana, pero las garantías que le daban a ese respecto eran vagas. Además, los aliados no harían nada hasta que el acuerdo no estuviera firmado.

La aviación aliada bombardeó Pisa.

Un submarino británico hundió un petrolero italiano (Flegetone) en el Mediterráneo.

Stalingrado
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