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LA LIBERACIÓN DE FRANCIA
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El 1 de septiembre de 1944 la aviación aliada hundió un carguero japonés (Sekino Maru) en el mar de Célebes.

Los estadounidenses dieron por terminada la batalla de la Colina del árbol solitario. En ella habían muerto unos 4.000 soldados japoneses más otros 11.000 de hambre y enfermedades diversas. Las bajas estadounidenses habían sido de unos 400 muertos y 1.500 heridos.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Troilus) en el océano Índico, al sur de Yemen.

Finlandia anunció el cese de toda cooperación militar con Alemania como paso previo a la firma de un armisticio con la Unión Soviética.

Un submarino alemán hundió un carguero rumano (Oituz) en Constanza. Los soviéticos tomaron Călărași en Rumanía y llegaron a la frontera con Bulgaria en Giurgiu. Moscú pidió permiso al gobierno Búlgaro para entrar en su territorio.

El Consejo Nacional Eslovaco se proclamó la máxima autoridad de la resistencia eslovaca sin haberlo acordado con el gobierno checoslovaco en el exilio.

La Legión de los Voluntarios Franceses contra el Bolchevismo fue disuelta para integrar a sus miembros en la rama militar de las SS, uniendo varias tropas auxiliares de la Wehrmacht en una misma división.

Un periódico británico publicó un artículo de George Orwell en el que resumía muy bien la actitud de occidente ante la insurrección de Varsovia:

Quiero protestar contra la actitud mezquina y cobarde adoptada por la prensa británica hacia el reciente levantamiento en Varsovia. [...] Uno se queda con la impresión general de que los polacos merecían que les patearan el culo por hacer lo que los mensajes aliados les habían estado instando a hacer durante años. [...] En primer lugar, un mensaje a los periodistas e intelectuales de izquierda ingleses en general: 'Recuerden que la deshonestidad y la cobardía siempre se pagan. No imagines que durante años puedes convertirte en el propagandista lamebotas del régimen soviético, o de cualquier otro régimen, y luego volver repentinamente a la decencia mental. Una vez puta, siempre puta.

Pero la prostitución de los intelectuales de izquierdas iba a durar muchos años.

Fragatas canadienses hundieron un submarino alemán en el canal de La Mancha.

El general Eisenhower tomó personalmente el mando de las tropas aliadas desembarcadas en Francia.

Tropas canadienses tomaron Dieppe, en Normandía. Esto hizo que un bombardeo previsto sobre la ciudad fuera cancelado en el último momento. Ese día se lanzó la última bomba V-1 desde territorio francés, y durante un tiempo cesaron los bombardeos, mientras los alemanes preparaban nuevas bases de lanzamiento. Hasta entonces la aviación, la artillería antiaérea y los globos de intercepción habían destruido 4.261 bombas.

Ese día salió de Tourcoing el que sería el último tren de prisioneros franceses deportados a Alemania. Transportaba 872 prisioneros que los alemanes habían detenido en las últimas semanas, distribuidos en 13 vagones de transporte de ganado. La mayoría fueron puestos a trabajar y posteriormente distribuidos entre varios campos de concentración. Solo 284 sobrevivirían a la guerra.

Tropas alemanas trataron de tomar Meximieux a los estadounidenses. El ataque se inició pasado el mediodía y llegó a su punto más candente sobre las 18. Los alemanes lograron apoderarse de la parte norte de la localidad y en su intento de tomar la otra mitad se llegó a combates cuerpo a cuerpo por las calles. Los estadounidenses disponían de un campanario desde el que podían vigilar bien los movimientos del enemigo. Durante la noche fracasaron en un intento de tomarlo.

Ese día se estrenó Arsénico por compasión, una comedia negra dirigida por Frank Capra y protagonizada por Cary Grant. A pesar de que el actor, incómodo con lo macabro del argumento, consideró que fue la peor interpretación de su vida, las críticas fueron buenas y la recaudación también. Unos meses antes Grant había estrenado Érase una vez, una comedia fantástica sobre un empresario teatral que encuentra a un niño que tiene una oruga bailarina, y el mes siguiente estrenaría el drama romántico Un corazón en peligro, la primera película dirigida por el actor, autor y director teatral y guionista Clifford Odets, que era el autor del guión. Lela Rogers, la madre de Ginger Rogers, denunció el guión al Comité de Actividades Antiestadounidenses por contener propaganda comunista. Citaba como ejemplo la frase que el protagonista le dice a su madre: "No me vas a tener aquí trabajando para exprimir unos peniques a gente más pobre que yo." Rogers acusó abiertamente a Odets de ser comunista.

Por su parte, Frank Capra había dirigido tres documentales de la serie Por qué luchamos:  La batalla de China, Victoria en Túnez y El soldado negro. El último, destinado a incentivar el alistamiento entre la población negra, es especialmente notable, pues presenta a los negros en papeles dignos y "habituales", que distaban mucho de los papeles de esclavos o cómicos que solían tener en las películas de la época. Nadie sabía cuál sería la reacción ante esta novedad. Ni siquiera si los soldados negros la verían con buenos ojos (y mucho menos los blancos), y el resultado fue muy positivo. Los primeros soldados blancos y negros que vieron el documental coincidieron en que deberían verlo todos los soldados de ambas razas, y también la población civil. Las críticas fueron buenas, si bien no fue muy rentable en las salas de cine. El documental influyó sensiblemente en los papeles que recibieron los actores negros en películas posteriores, y fue un claro ejemplo de cómo el cine podía influir en gran medida a la audiencia con mensajes adecuadamente presentados.

El 2 de septiembre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Miyakawa Maru) en el mar del Japón. Un submarino británico hundió otro (Toso Maru) en el océano Índico.

En una reunión secreta, el parlamento finlandés aceptó las condiciones de paz presentadas por los soviéticos y decidió que se iniciaran oficialmente las negociaciones para un armisticio. Finlandia suspendió sus relaciones diplomáticas con Alemania y ordenó a los alemanes que abandonaran el país.

Tras la declaración de Stalin de que no reconocía la neutralidad de Bulgaria el primer ministro Ivan Babryanov presentó su dimisión y ahora se formaba un nuevo gobierno presidido por Konstantin Vladov Muraviev.

En Varsovia, los polacos empezaron a evacuar el casco antiguo de la ciudad a través de las alcantarillas, que eran uno de los principales medios de comunicación de los insurrectos.

Una flota británica, junto con la aviación de uno de sus portaaviones, hundió un submarino alemán en el mar de Noruega.

Tropas aliadas liberaron Maubeuge y, tras cruzar la frontera belga, liberaron Namur.

Un centenar de paracaidistas británicos atacaron la guarnición alemana en Châtillon-sur-Seine. Tras siete horas y media se retiraron dejando unos 100 alemanes muertos, numerosos heridos y nueve camiones y cuatro coches destruidos. Las bajas británicas fueron un muerto y dos heridos. Cuando el ataque hubo acabado, los alemanes tomaron 50 rehenes en la población, porque creían que había sido obra de la resistencia, pero cuando encontraron el cadáver del británico fallecido, liberaron a los arrestados.

Sobre las 3:00 los estadounidenses descubrieron que los alemanes se habían retirado de Meximieux. Aunque esto supuso una victoria estadounidense, lo cierto es que los alemanes habían logrado ralentizar su avance para permitir la evacuación de las fuerzas que habían empezado a evacuar Lyon. Las tropas estadounidenses que se aproximaban a la ciudad encontraron a los maquis en plena lucha con la Milicia Francesa y con la mayor parte de las áreas industriales en llamas.

El 3 de septiembre Finlandia y la Unión Soviética acordaron un alto el fuego a partir de las 8:00 del día siguiente. Mientras tanto Alemania lanzaba una operación para retener bajo su control las minas de níquel en la Laponia finlandesa.

El Ejército Rojo empezó a cruzar el Bug en su avance hacia Varsovia.

En Eslovaquia los alemanes estaban reaccionando con eficiencia ante la revuelta. Ese día tomaron Telgárt, mientras unidades llegadas de Austria estaban desarmando a los militares eslovacos en el valle de Váh

En Italia británicos y canadienses continuaban presionando la línea gótica. Los canadienses habían llegado hasta Riccione.

Hitler restituyó a Gerd von Rundstedt al frente de las fuerzas alemanas en el frente occidental, para que Walter Model pudiera regresar al frente oriental.

En Bélgica, el ejército británico liberó Bruselas, mientras los estadounidenses entraban en Tournai.

Tropas francesas y estadounidenses liberaron Lyon, donde unos 2.000 alemanes fueron hechos prisioneros. Los lyoneses estuvieron dos días celebrando la liberación junto a los estadounidenses.

Submarinos alemanes hundieron un carguero noruego (Fjordheim) y otro británico (Livingston) en el Atlánttico.

El 4 de septiembre entró en vigor el alto el fuego acordado entre Finlandia y la Unión Soviética, pero los soviéticos no quisieron perder la reputación que tanto les había costado labrarse de que la palabra de un comunista carece de valor, así que no lo respetaron durante 24 horas.

En Estonia los alemanes lanzaron un ataque con la intención de recuperar Tartu.

En Rumanía, los soviéticos tomaron Brașov y Sinaia.

En su avance hacia Varsovia, el Ejército Rojo llegó al río Narev

En Yugoslavia Hitler había estando haciendo ascos a los chetniks durante mucho tiempo, pero ése era un lujo que ya no se podía permitir. El representante alemán en Grecia y los Balcanes aprobó la unión de fuerzas y Mihailović ordenó el cese de cualquier ataque contra los alemanes.

En Italia los británicos lanzaron un enérgico ataque contra la línea Gótica en lo que se conoció como la batalla de Gemmano.

La RAF bombardeó Génova y hundió tres submarinos alemanes (originalmente italianos) y otro italiano, así como un barco hospital alemán (Erlangen).

En Bélgica, los británicos liberaron Amberes. Ese día dejaron de caer bombas V-1 sobre Gran Bretaña.

En Francia los estadounidenses liberaron Bourg-en-Bresse.

El 5 de septiembre submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses (Shingetsu Maru y Shonan Maru) en el Pacífico. Un submarino británico hundió otro (Shiretoko Maru) cerca de Batavia.

Un submarino alemán hundió un carguero griego (Ioannis Fafalion) cerca de la costa de Kenia.

Un dragaminas soviético hundió un submarino alemán en el Ártico.

El primer ministro búlgaro, Konstantin Muraviev, ratificó la abolición de las leyes contra los judíos y rompió las relaciones diplomáticas con Alemania, pero, a instancias de su ministro de guerra, el teniente general Ivan Marinov, evitó declarar la guerra a Alemania para dar tiempo a la evacuación de la parte de Yugoslavia ocupada por Bulgaria. Pero esto sirvió de excusa para que la Unión Soviética declarara la guerra a Bulgaria.

Mientras tanto, Ion Antonescu llegaba prisionero a Moscú.

El gobierno checoslovaco en el exilio nombró a Ján Golian comandante en jefe de todos los insurrectos y recibió del gobierno en el exilio el rango de coronel, para reforzar su autoridad. Como respuesta, el Consejo Nacional Eslovaco lo ascendió a su vez a general de brigada. Ese día, tanto Golian como el Consejo Nacional Eslovaco ordenaron de forma independiente la movilización de todos los varones menores de 35 años, lo que aumentó las fuerzas de los insurrectos hasta unos 7.000 hombres, Las primeras estimaciones de Golian fueron que podría resistir a los alemanes durante unas dos semanas. No obstante, los alemanes habían logrado arrestar a los principales generales eslovacos, con lo que los insurgentes no disponían de ningún oficial capacitado para dirigir adecuadamente las operaciones militares. Ese mismo día regresaron los los representantes enviados a pedir ayuda a británicos y estadounidenses, pero volvieron con las manos vacías. No habían recibido promesa alguna de ayuda o tan siquiera alguna información sobre los planes militares soviéticos que pudiera orientarles sobre sus expectativas. Sin embargo, ese mismo día empezaron a llegar suministros soviéticos, especialmente ametralladoras y material antitanque. Eso sí, solo llegaron a las unidades comunistas. Por otra parte, enviaron 21 cazas con pilotos checoslovacos.

Los guardias de los principales campos de trabajo eslovacos habían huido ante la insurrección, con lo que la mayor parte de los prisioneros judíos pudo escapar. Unos 1.600 o 2.000 se unieron a los partisanos, si bien muchos de ellos tuvieron que ocultar su condición de judíos, pues descubrieron que entre las pocas diferencias prácticas que pudiera encontrarse entre los comunistas y los fascistas eslovacos no se encontraba el antisemitismo.

La capital seguía en manos de Josef Tiso. El primer ministro, Vojtech Tuka, dimitió por motivos de salud, y los alemanes pusieron en su lugar a Štefan Tiso, un pariente lejano del presidente dispuesto a colaborar entusiastamente con los nazis. Ese día los alemanes tomaron Liptovský Mikuláš, pero los eslovacos recuperaron Telgárt en lo que fue el primer contraataque victorioso de los insurrectos.

Los gobiernos en el exilio de Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo firmaron en Londres un tratado de cooperación mutua que incluía la supresión de aranceles entre los tres estados, es decir, una unión aduanera, que fue conocida como el Benelux. Se acordó que entraría en vigor el 1 de enero de 1948, para dejar tiempo a la reconstrucción nacional.

Los aliados llegaron a Boulogne, pero el día anterior Hitler había ordenado que los puertos en el canal de La Mancha tenían que ser convertidos en fortalezas y prepararse para resistir eventuales asedios. Así sucedió. En Lorena los estadounidenses iniciaron una batalla contra los alemanes por la captura de Nancy. Un dos intentos de cruzar el Mosa, uno durante el día y otro por la noche, fueron rechazados. Esa noche fue bombardeado El Havre, en una operación de dudoso valor militar que causó más víctimas civiles que militares.

El 6 de septiembre cuatro grupos de portaaviones estadounidenses iniciaron una serie de ataques aéreos contra las islas Palaos, cerca de las Filipinas.

Los soviéticos rechazaron el ataque alemán sobre Tartu. Tras la salida de Finlandia de la guerra, los alemanes se estaban preparando para evacuar Estonia, ante la previsión de que la presión soviética podría hacerse insostenible. Desde el día del armisticio, Finlandia había abierto el paso a los soviéticos por las aguas finlandesas, con lo que la amenaza sobre los países bálticos era ahora mucho más grave.

En su avance hacia Varsovia, el ejército soviético, con apoyo polaco, aseguró varias cabezas de puente sobre el río Narev.

El general de brigada británico Fitzroy Maclean había sido enviado a Servia para organizar junto con los partisanos una serie de ataques contra las líneas de comunicación alemanas que entorpecieran la retirada ante el avance soviético. Ese día la aviación aliada bombardeó la guarnición alemana en Leskovac, que fue reducida a ruinas con un gran número de víctimas civiles. Por la noche los partisanos inutilizaron el ferrocarril volando algunos puentes y arrancando traviesas de la vía.

Sabiendo que el Ejército Rojo estaba a las puertas, los comunistas búlgaros empezaron a actuar. En Pernik se declaró una huelga de mineros y en Sofía otra de empleados de las líneas de tranvías. A éstas siguieron huelgas generales en Plovdiv y Gabrovo. Los presos políticos de las cárceles de Pleven, Varna y Silven fueron liberados. Destacamentos de partisanos empezaron a tomar el control de una localidad tras otra. A menudo se producían enfrentamientos violentos entre huelguistas y la policía, con víctimas en ambos bandos.

En Esolovaquia los alemanes tomaron Ružomberok. Los intentos de los eslovacos por recuperar la ciudad fracasaron, pero detuvieron allí el avance alemán.

El mariscal Pétain y Pierre Laval, retenidos en Belfort, se consideraban prisioneros y no estaban dispuestos a figurar al frente de un gobierno títere, como era el deseo de los alemanes. En las últimas semanas Joachim von Ribbentrop había dirigido unas tensas negociaciones con varias personalidades de lo que había sido el gobierno proalemán de Vichy, tratando de mantener la farsa de que existía un gobierno legítimo de Francia aliado de Alemania. Ese día se creó una Comisión Gubernamental presidida por Fernand de Brinon.

Otto Frank y su familia llegaron a Auschwitz, donde los hombres fueron separados de las mujeres y los niños. De los 1.019 prisioneros que llegaron en el mismo tren, 549 de ellos, fueron considerados no aptos para el trabajo y enviados a las cámaras de gas. Ello incluía a todos los menores que 15 años. Ana Frank había cumplido los 15 años hacía tres meses y fue una de las más jóvenes que se salvó. Toda su familia se salvo, de hecho, pero ella nunca lo supo, y conjeturó que su padre habría formado parte de los asesinados a la llegada. En el campo de trabajo la desinfectaron, le cortaron el pelo al cero y le tatuaron un número de identificación en el brazo. Poco después ella y su hermana cogieron la sarna y fueron llevadas a la enfermería, donde pasaban la mayor parte del tiempo a oscuras, acompañada de ratas y ratones. Su madre les cedía su propia comida, y se la hacía llegar a través de un agujero que había hecho en la pared de la enfermería.

Tropas británicas liberaron Gante y Lieja, en Bélgica. Tropas polacas liberaron Ypres. Una división armada canadiense cruzó la frontera belga y ocupó áreas alrededor de Ypres y Passchendaele. Tropas francesas liberaron Chalon-sur-Saône, en Francia.

Aviones australianos y neozelandeses hundieron un carguero alemán (Breda) y otro sueco (Rosafred) en sendos puntos de la costa alemana.

El 7 de septiembre un submarino estadounidense hundió un carguero estadounidense (Shinyo Maru) cerca de las Filipinas, y dañó un petrolero que viajaba en el mismo convoy (Eiyo Maru). El petrolero fue remolcado, pero fue dado por irreparable, y unos días más tarde fue destruido en un bombardeo. El Shinyo Maru transportaba unos 750 prisioneros de guerra aliados. Desde los otros barcos del convoy, se lanzaron botes salvavidas para rescatar a la tripulación japonesa a la vez que se ametrallaba a los supervivientes aliados. Un total de 668 (todos estadounidenses menos cinco de ellos) murieron, bien a manos de la tripulación de Shinyo Maru antes de abandonar el barco, bien en el agua, o bien tras haber sido rescatados por los japoneses y luego fusilados "por haber tratado de escapar". Un total de 83 prisioneros estadounidenses lograron llegar a nado hasta la costa filipina, donde recibieron ayuda de guerrilleros, que lograron organizar la evacuación de los náufragos a través de otro submarino estadounidense, unos días más tarde. Sólo el sargento primero Joseph P. Coe prefirió quedarse en Mindanao, donde continuó luchando contra los japoneses y más tarde fue condecorado por ello.

Tras tres meses de combate, los chinos lograron capturar las posiciones japonesas en el monte Song, lo que abría las líneas de comunicación con los aliados a través de Birmania. De los 1.300 japoneses que defendían la fortaleza japonesa, murieron 1.290 y 7 fueron hechos prisioneros. Por otra parte, el ejército japonés seguía avanzando por el sureste de china en la operación Ichi-Go. Ese día tomó Lingling. El primer ministro japonés, Kuniaki Koiso, prometió la independencia de Indonesia cuando acabara la guerra.

Hungría declaró la guerra a Rumanía y sus tropas atravesaron la frontera en Transilvania.

Tras el cambio de lado de Rumanía, Tito esperaba que los soviéticos llegarían pronto a Yugoslavia a través de su nuevo aliado. Por ello la actividad partisana aumentó y ese día los comunistas tomaron Zaječar.

Los estadounidenses reconocieron a los rebeldes eslovacos como fuerzas regulares combatientes, lo que en teoría les confería las garantías de la Convención de Ginebra. Los británicos secundaron la decisión unos días más tarde.

Siguiendo órdenes de Hitler, Pétain fue trasladado con su gobierno desde Belfort hasta Sigmaringen, en Alemania. Muchos de sus seguidores se reunieron con ellos voluntariamente, hasta sumar cerca de un millar de franceses exiliados. La Comisión Gubernamental organizada el día anterior instaló allí su sede, arropada con banderas francesas y otros símbolos, y no tardó en disponer de una radio, periódicos, etc., que pretendían presentarla como un gobierno de Francia en el exilio, pero en realidad no tenía poder alguno. La parte de Francia que seguía bajo el control alemán quedó bajo la autoridad militar.

Los aliados liberaban Besançon. El puerto de Dieppe, en Normandía, entró en funcionamiento. Tropas canadienses llegaron a Dunquerque y capturaron Bourbourg, a unos 13 km de la ciudad. En un primer ataque contra el perímetro alemán, en Loon-Plage, los canadienses fueron rechazados con grandísimas pérdidas. En Bélgica fue liberada Ostende, uno de los puertos atlánticos que los alemanes habían convertido en fortalezas y cuya guarnición constaba de unos 60.000 hombres.

Finalmente, los alemanes lanzaron los primeros cohetes V-2 contra posiciones aliadas. Concretamente, dos de ellos fueron lanzados contra París, pero estallaron en el aire poco después del despegue.

El 8 de septiembre un submarino estadounidense atacó un convoy japonés en el mar de la China Oriental y hundió tres cargueros (Nichian Maru, Nichiman Maru y Shinten Maru) y un transporte (Shokei Maru), provocando más de un centenar de muertos. Otro submarino atacó un segundo convoy cerca de las Filipinas, y hundió dos transportes (Ryuka Maru y Yanagigawa Maru), en el primero de los cuales murieron 321 soldados y 18 tripulantes.

El Ejército Rojo entró en Bulgaria desde Rumanía sin oposición alguna por parte del gobierno. Para entonces los partisanos controlaban ya unas 170 localidades.

Los soviéticos entraron en los restos del campo de concentración de Szebnie, que había sido abandonado previamente por los alemanes. La mayor parte de los barracones habían sido incendiados.

Desde Polonia, los soviéticos empezaron a atacar hacia la frontera eslovaca.

El gobierno belga en el exilio, presidido por el primer ministro Hubert Pierlot, se trasladó de Londres a Bruselas. En palabras de Paul-Henri Spaak, el ministro de asuntos exteriores:

Nadie había sido advertido de nuestra llegada. Los coches que nos llevaron a la ciudad fueron precedidos por un jeep. Uno de nuestros colegas se puso en pie en él gritando a los pocos ciudadanos que nos encontramos: Aquí está vuestro gobierno. Debo confesar que esto no produjo reacción alguna, ni hostilidad ni entusiasmo. Sólo una absoluta indiferencia.

Mientras tanto los canadienses se acercaban a Brujas. Tres compañías de asalto avanzaron desde Oostkamp y lograron cruzar el canal de Gante-Brujas cerca de la localidad de Moerbrugge en unas barcas que encontraron. Algunas se hundieron y varios soldados pesadamente armados murieron ahogados. Finalmente los alemanes los descubrieron y atacaron con fuego de mortero. Hacia la medianoche las tres compañías habían establecido una pequeña cabeza de puente, pero al precio de muchas bajas. Mientras tanto, dos divisiones británicas cruzaban el canal Alberto cerca de Geel y también acabaron el día con dos cabezas de puente establecidas.

Un cohete V-2 llegó hasta París desde Polonia, donde causó daños moderados, y otros dos cayeron en las afueras de Londres. Uno de ellos no causó daños, mientras que el otro destrozó once casas, mató a una mujer de 63 años, a una niña de tres años y a un zapador que estaba de permiso. El gobierno británico trató de ocultar lo sucedido y atribuyó las explosiones a fugas de gas, pero no tuvo éxito y la gente empezó a referirse a los cohetes alemanes como "tuberías de gas volantes". Se movían a 3.500 km/h, lo que los volvía intocables para la aviación.

Las tropas alemanas en Francia se habían dividido en tres grupos para su evacuación hacia Alemania. El del centro-oeste constaba de unos 11.000 hombres y el del centro con unos 7.000. Ambos habían logrado llegar ya a territorio seguro, pero aún quedaba el del suroeste, formado por unos 25.500 hombres bajo el mando del general Botho Elster. Sin los medios de transporte necesarios, no había tenido mejor opción que dispersar parcialmente a sus hombres para utilizar vías secundarias, y esto lo había expuesto al acoso constante de la resistencia francesa, que cada vez contaba con más medios. La aviación estadounidense también contribuía al hostigamiento. A la sazón el general se alojaba en el castillo de Châteauneuf-sur-Cher, donde su anfitrión involuntario, el duque Gilles de Maillé, le sugirió con tacto la posibilidad de rendirse a la brigada Carlos Martel, una unidad de maquis que le fue presentada como una unidad del ejército regular reconstruida. Sin embargo, el general Elster, que era de la vieja guardia prusiana, explicó que, según las reglas militares, de ningún modo podía rendirse si no era ante un auténtico ejército regular enemigo, y estaría dispuesto a ello ante el ejército estadounidense si se presentaba la ocasión.

Un submarino alemán atacó un convoy aliado cerca de Irlanda y hundió un petrolero británico (Empire Heritage) y un barco de rescate (Pinto).

El 9 de septiembre un submarino estadounidense atacó un convoy japonés cerca de las Filipinas y hundió dos cargueros (Manshu Maru y Tokooka Maru). Otro submarino atacó un segundo convoy al sur de Japón y hundió dos cargueros que transportaban tropas (Shoryu Maru y Tokiwasan Maru). Un tercer submarino hundió un transporte (Shonan Maru) y rescató a su tripulación. La aviación estadounidense hundió cuatro cargueros japoneses (Kuniyama Maru, Hurenai Maru, Mihaya Maru y Taiyu Maru) entre Malasia y las Filipinas, y dañó irreparablemente a otro más (Saiwai Maru).

En Bulgaria se había formado un Frente Patriótico opuesto a la influencia alemana. En un principio había sido una mezcla de partidos de distinta índole, pero finalmente los comunistas se habían hecho con el control. Esa noche el Frente Patriótico, con la ayuda del ejército, dio un golpe de Estado y varias unidades se hicieron con el control de varios puntos estratégicos de la capital, Sofía.

Stalin firmó un tratado en Lublin con Edward Bolesław Osóbka-Morawski, que estaba al frente del Comité Polaco de Liberación Nacional, es decir, de la organización comunistas dispuesta a asumir el gobierno del país en cuanto la ocasión lo permitiera. El acuerdo trató sobre un futuro intercambio forzoso de polacos y ucranianos que vivían en el lado equivocado de la que debía ser la frontera entre ambos países.

Por su parte los alemanes liberaron a los nacionalistas ucranianos Stepan Bandera y Yaroslav Stetsko, con la esperanza de que organizaran a su pueblo en contra del avance soviético.

En Eslovaquia la movilización decretada días antes había aumentado el número de partisanos de unos 18.000 hasta los 47.000.

Un submarino alemán fue hundido en Génova por la aviación aliada, pero todavía quedaba trabajo pendiente para asegurar su entorno. Los combates estaban siendo tan duros que la batalla era conocida como el Cassino del Adriático.

Los británicos capturaron Gemmano, en la Línea Gótica.

Los alemanes se retiraron de Loon-Plage, que fue ocupado por los canadienses, al igual que Coppenaxfort, reduciendo así el perímetro defensivo de Dunquerque.

A pesar de los contraataques alemanes, por la mañana los británicos lograron conectar las dos cabezas de puente que habían establecido en Geel. Por la noche un puente prefabricado permitió pasar tanques a la orilla opuesta del canal Alberto.

En Moerbrugge otro regimiento canadiense cruzó el canal Gante-Brujas y resistió varios contraataques alemanes. El fuego enemigo impidió montar un puente sobre el canal. Sin embargo, lo que pretendía ser el contraataque alemán definitivo fue rechazado y por la noche pudieron continuar la construcción del puente.

Tropas estadounidenses entraron en Luxemburgo.

De Gaulle organizó un nuevo gobierno "de unanimidad nacional", compuesto por Gaullistas, nacionalistas, socialistas, comunistas y anarquistas. Entre sus objetivos estaba asegurar una zona de ocupación francesa tras la guerra y un sillón permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Para ello se propusieron llevar a cabo una gran contribución militar en el frente occidental. Las fuerzas de la Francia Libre contaban con unos 560.000 hombres, incluyendo 233.000 magrebíes y unos 80.000 negros africanos. De Gaulle quería retrasar la convocatoria de elecciones hasta que los 2.6 millones de franceses que estaban presos en Alemania hubieran regresado.

El general Elster perdió a su jefe de Estado Mayor, que había sido hecho prisionero, tras lo cual la resistencia francesa concertó una nueva entrevista en el castillo del dique de Maillé. Esa noche las columna Elster intentó traspasar las fuerzas francesas que bloqueaban su avance en Decize, y tuvo lugar un combate de cuatro horas que resultó infructuoso. El general Elster recibió además informes de que una columna de 5.000 hombres que podía haberle auxiliado se había tenido que rendir. Era ya obvio que no tenía salvación posible.

Corbetas británicas hundieron un submarino alemán cerca de Irlanda.

El 10 de septiembre un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Chihaya Maru) cerca de Japón. Murieron 76 soldados japoneses y 9 tripulantes.

En su avance por Rumanía, las tropas soviéticas chocaron con una división acorazada húngara que acababa de cruzar el río Mureș. Los húngaros se vieron obligados a detener su avance y adoptaron posiciones defensivas.

Los búlgaros se enteraron por radio de que tenían un nuevo primer ministro, el general Kimon Georgiev, que explicó que:

Con la absoluta convicción de que es la auténtica y unánime voz de la voluntad popular, en esta hora fatídica y en condiciones tan difíciles, el Frente Patriótico asume el gobierno del país para salvarlo de la destrucción.

Todas las unidades partisanas descendieron de las montañas y se hicieron con el control de pueblos y ciudades. En la mayoría de los casos no se encontraron con oposición alguna, pero en ocasiones tuvieron que enfrentarse a policías leales al gobierno derrocado. En Sofía y otras regiones la intervención del ejército fue decisiva para el triunfo del golpe. Más de 8.000 presos políticos fueron liberados de las cárceles y varios campos de concentración fueron clausurados. El Ejército Rojo todavía estaba lejos de la capital, pero viendo que los comunistas búlgaros se las arreglaban bien por sí mismos, no se precipitaron. El antiguo primer ministro, Konstantin Muraviev, fue arrestado, al igual que los regentes del zar Simeón II y algunos miembros del gobierno. El zar tenía entonces siete años, y permaneció en arresto domiciliario junto con su madre y su hermana. Una de las primeras decisiones del nuevo gobierno fue declarar la guerra al Eje.

En Varsovia los alemanes habían permitido la evacuación de unos 20.000 civiles en los últimos días. El Primer Ejército Polaco, del general Berling, controlaba ya casi toda la parte de la ciudad situada al este del Vístula.

Los alemanes hundieron dos de sus submarinos en el mar Negro para evitar que fueran capturados por los soviéticos.

En Eslovaquia, como consecuencia de un ataque iniciado el día anterior, los alemanes tomaron Simonovany y Oslany con pocas bajas.

En Bélgica los británicos entraron en Geel y la guarnición alemana tuvo que replegarse al norte de la estación de ferrocarril. A media tarde el centro de la ciudad estaba asegurado. En Moerbrugge los canadienses terminaron el puente que consolidó definitivamente su posición sobre el canal de Gante-Brujas. Unos 700 alemanes habían resultado muertos, heridos o capturados. Las bajas canadienses fueron de unos 250 hombres. Una división acorazada estadounidense ocupó St Vith, con lo que alcanzó por primera vez la frontera alemana. Algunas tropas llegaron a penetrar en Aquisgrán.

Los estadounidenses liberaron la capital de Luxemburgo, de la que los alemanes se retiraron sin ofrecer resistencia.

El puerto principal que los alemanes conservaban en la costa de Francia era Le Havre. A las 17:45 dos divisiones británicas iniciaron un ataque, apoyadas por barcos de guerra que bombardearon el puerto y aviones de la RAF que habían lanzado 5.000 toneladas de bombas 90 minutos antes del ataque terrestre. Al final del día se habían conseguido los objetivos previstos.

Las tropas estadounidenses de vanguardia que avanzaban desde el sureste de Francia en el curso de la operación Dragón entraron en contacto en Dijon con las tropas de Patton, que habían desembarcado en Normandía.

El general Elster había aceptado ser conducido hasta Issoudun, donde firmó la rendición ante el general estadounidense Robert Macon. Era un puro formalismo, pues las tropas estadounidenses no eran las que le habían forzado a rendirse, sino que ello había sido fruto de la acción de la resistencia francesa. La ceremonia de rendición se efectuaría en Beaugency, hacia donde ordenó dirigirse a sus tropas.

El 11 de septiembre un submarino estadounidense hundió un cazasubmarinos japonés cerca de la costa japonesa. La aviación estadounidense hundió un carguero (Horai Maru) cerca de las islas Palaos y dañó otro (Hassho Maru) que finalmente fue hundido por sus propios buques de escolta.

Los alemanes hundieron otro de sus submarinos en el mar Negro, cerca de la costa turca.

Tras tres días de combate los soviéticos lograron tomar la ciudad de Krosno, en Polonia. El día anterior habían empezado a atacar un paso de montaña en Dukla que abriría el paso hasta Eslovaquia a través de los Cárpatos. Unos 378.000 soldados soviéticos auxiliados por 16.700 checoslovacos se enfrentaban a unos 100.000 soldados alemanes. Los soviéticos contaban con unos 1.000 tanques y unas 1.500 piezas de artillería, frente a 250 tanques alemanes y 2.000 piezas de artillería.

Una formación de 36 bombarderos estadounidenses se dirigía a atacar una fábrica de combustibles sintéticos en Schwarzheide, en Alemania. Volaba sin escolta, pues los cazas que debían escoltarlos iban a reunirse con ellos en la frontera alemana, sobre las montañas Metálicas, en la frontera con Checoslovaquia. Sin embargo, los alemanes detectaron la incursión y lanzaron 60 cazas, que en primer lugar mantuvieron un combate contra los cazas estadounidenses, en el que murieron 6 alemanes y 2 estadounidenses. Luego los cazas alemanes atacaron a los bombarderos antes de que hubieran podido encontrarse con su escolta, y en poco tiempo derribaron 14 aviones y dañaron algunos más. Poco después llegó la escolta y se enzarzó con los aviones alemanes facilitando que los bombarderos escaparan. En el segundo combate murieron 37 pilotos alemanes y 4 estadounidenses. Los pilotos alemanes eran muy jóvenes y sin experiencia. Para muchos aquélla había sido su primera misión. Los bombarderos estadounidenses lograron alcanzar su objetivo y lanzaron 53 toneladas de explosivos sobre la fábrica de combustibles.

Ese mismo día una fuerza de 75 bombarderos y 64 cazas estadounidenses atacó las refinerías de petróleo de Chemnitz y luego aterrizó en las bases soviéticas.

La aviación aliada hundió un barco hospital italiano (Giulio Cesare) cerca de Trieste.

Los alemanes lograron recuperar el centro de Geel mientras los británicos se veían obligados a retroceder a sus posiciones en el canal Alberto. Sin embargo, los alemanes se extendieron demasiado y finalmente sufrieron muchas bajas y terminaron abandonando la ciudad.

A las 14:00 se rindieron los últimos puestos de la primera línea defensiva de Le Havre, que no resistieron la amenaza de los nuevos Churchill Crocodiles, un nuevo modelo de tanque equipado con un lanzallamas.

El 12 de septiembre submarinos estadounidenses atacaron un convoy japonés cerca de Hong Kong y hundieron cuatro transportes (Kachidoki Maru, Rakuyo Maru, Nankai Maru y Zuiho Maru). Los dos primeros transportaban prisioneros de guerra estadounidenses y australianos, de los que murieron más de 1.700. El tercero transportaba tropas japonesas. Entre los tres transportes murieron casi 350 soldados. También resultaron hundidos un destructor (Shikinami) y otro barco de la escolta (Hirado). La aviación estadounidense hundió otros dos transportes (Nichiei Maru y Rakuto Maru) cerca de las Filipinas.

El primer ministro rumano, Constantin Sănătescu, firmó en Moscú un armisticio con las condiciones establecidas por los soviéticos. Entre otras cosas, establecían el pago en seis años de 300 millones de dólares a la Unión Soviética en concepto de reparaciones de guerra, la aportación de doce divisiones al bando aliado y el permiso de tránsito para el Ejército Rojo por territorio rumano. Para entonces, los soviéticos habían tomado unos 140.000 prisioneros rumanos, de los cuales unos 130.000 fueron transportados a la Unión Soviética, y muchos morirían en campos de concentración. Entre estos prisioneros estaba Ion Antonescu, cuya detención quedó legalizada por el armisticio. Fue llevado a una fortaleza a 60 km de Moscú, donde recibió buen trato.

El rey Pedro II de Yugoslavia, presionado por los británicos y por el gobierno yugoslavo en el exilio, anunció por radio la destitución de Mihailović como comandante en jefe del ejército yugoslavo y ordenó el apoyo al Ejército de Liberación Nacional de Tito. Esto hizo que muchos chetniks abandonaran a su caudillo, si bien otros se mantuvieron firmes en su convicción de la necesidad de combatir a los comunistas.

Un cuerpo de caballería soviético había logrado cruzar la segunda línea defensiva alemana en el paso de Dukla, pero los soviéticos se habían dado cuenta de que sus expectativas de recibir ayuda del ejército eslovaco habían sido infundadas, pues buena parte de éste había sido neutralizado por los alemanes desde el mismo inicio de la insurrección. Por otro lado, los militares eslovacos que combatían a los alemanes se encontraban con una dificultad, y era que los partisanos comunistas actuaban con completa independencia o, para ser más exactos, con completa dependencia de Moscú. Ese día se creó un Consejo Militar que pretendía coordinar la actuación de las unidades regulares y las de partisanos, pero que no consiguió nada debido esencialmente a la hipocresía de los representantes comunistas.

Los británicos tomaron el centro de Le Havre y a las 11:45 la guarnición alemana se rindió. Un total de 11.300 soldados alemanes fueron hechos prisioneros. Las bajas británicas fueron de unos 400 hombres, frente a unos 600 muertos alemanes, pero además unos 2.000 civiles franceses habían muerto durante el combate.

Los estadounidenses llevaban ya casi una semana intentando cruzar el Mosela por varios puntos para atacar Nancy. Algunos intentos habían fracasado directamente, mientras que otros habían permitido formar efímeras cabezas de puente. No obstante, en los últimos dos días, gracias a varios ataques coordinados, intensos bombardeos de artillería y algunas maniobras de distracción, se habían logrado establecer algunas cabezas de puente. Ese mismo día se había establecido una en Dieulouard, en la que los estadounidenses habían encontrado poca resistencia.

Ese día se inauguró la Segunda Conferencia de Quebec, en la que el primer ministro canadiense, William Lyon Mackenzie King, hizo de anfitrión de un nuevo encuentro entre Churchill y Roosevelt, si bien no participó en él.

Ese día se estrenó Wilson, una película basada en la biografía del presidente de los Estados Unidos durante la Primera Guerra Mundial. Fue dirigida por Henry King. Las críticas en general fueron muy buenas, pero a la Fox le supuso unas pérdidas de unos dos millones de dólares. El presidente Roosevelt hizo que se proyectara la película para los asistentes a la conferencia de Quebec. Churchill se fue a dormir antes de que terminara.

El 13 de septiembre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Etashima Maru) entre Corea y Japón.

Un barco japonés bombardeó los botes salvavidas de unos 350 supervivientes del naufragio de Rakuyo Maru, mientras remaban hacia tierra firme.

Los soviéticos lanzaron un ataque cerca de Vințu de Sus contra las posiciones húngaras que habían detenido el avance por Rumanía. Una unidad antitanque húngara destruyó los tres primeros tanques de la columna soviética. Ésta se desplegó y se inició un combate en el que los soviéticos perdieron 17 tanques más. En vista del fracaso, se reagruparon y se retiraron a posiciones defensivas.

En Varsovia los alemanes habían destruido ya todos los puentes sobre el Vístula, lo que indicaba que habían renunciado a sus posiciones en la orilla oriental. La aviación soviética empezó a lanzar suministros a los polacos durante la noche.

Ante el avance soviético, hacía meses que los alemanes habían empezado a cerrar los campos de trabajo situados hacia el este no relacionados directamente con la producción bélica. Los trabajadores acababan a menudo incinerados. Por ello, Oskar Schlinder decidió cambiar su producción y pasar a fabricar granadas antitanque. Mediante los sobornos reglamentarios a varios oficiales de Berlín y a Amon Göth, logró que le permitieran trasladar su fábrica y sus trabajadores a su ciudad natal de Brünnlitz, donde se dedicaría a producir armamento. Para ello tuvo que presentar una lista de trabajadores, en la que incluyó a 1.200 judíos, de los cuales 1.000 eran trabajadores de su fábrica y el resto de una fábrica textil.

Ese día Göth fue relevado de su cargo como responsable del campo de concentración de Płaszów. Se le acusó del robo de propiedades judías (de robárselas al Estado, no a los judíos), de no alimentar adecuadamente a los presos y de la violación de las reglas sobre el trato y castigo a los internos.

Destructores británicos hundieron un carguero alemán (Toni) cerca de Grecia.

Los alemanes habían empezado a evacuar Grecia a primeros de mes, ante el riesgo de que el avance soviético les cortara la retirada. Esto estaba dejando en situación muy comprometida a los colaboracionistas griegos, especialmente a los miembros de los "Batallones de seguridad" que los alemanes habían organizado para enfrentarse a la resistencia griega, especialmente a los partisanos comunistas. Escapando de represalias desde distintos lugares, cerca de un millar de ellos se habían concentrado en la ciudad de Meligalas. Allí acudieron unos 1.200 miembros del Ejército Griego de Liberación Nacional. Para evitar una desgracia, dos oficiales británicos, acompañados de un clérigo ortodoxo, habían llegado a la ciudad y habían propuesto a los colaboracionistas que entregaran sus armas y aceptaran ser trasladados a un campo de prisioneros para su propia seguridad. Dimitrios Perrotis, en nombre de los demás, rechazó la propuesta. Tampoco habían tenido éxito las súplicas de familiares de algunos de los colaboracionistas, que les aconsejaron que siguieran colaborando, pero ahora con los aliados. En su lugar, instalaron una ametralladora en el campanario de la iglesia y distribuyeron otras 50 ametralladoras ligeras entre las casas que la rodeaban, y en otras posiciones defensivas. Esa mañana los partisanos atacaron y se inició un combate en el que la mayor parte de las bajas las contaron los colaboracionistas. Esa noche una delegación fue enviada a pedir ayuda a una ciudad vecina, pero los enviados abandonaron su misión en cuanto se vieron libres fuera de Meligalas.

En Eslovaquia los alemanes tomaron Nováky a los insurrectos.

El día anterior, las agentes británicas Madeleine Damerment, Yolande Beekman, Eliane Plewman y Odette Hallowes fueron trasladadas repentinamente al campo de concentración de Dachau. A las pocas horas de su llegada, fueron ejecutadas, al parecer de un tiro en la nuca.

Los aviones estadounidenses que habían llegado a las bases soviéticas unos días antes salieron ahora para bombardear una planta siderúrgica y varias fábricas de armamento húngaras para luego aterrizar en Italia.

Ante la proximidad de las tropas estadounidenses, los alemanes habían empezado a evacuar la población civil de Aquisgrán. Muchos militares destinados en la ciudad decidieron acompañar a los civiles, pero más adelante Hitler se enteraría y los degradaría a todos, enviándolos al frente oriental como soldados rasos. El oficial al mando, el generl Gerhard von Schwerin, decidió suspender la evacuación y rendir la ciudad a los estadounidenses, pero, cuando ya tenía redactada la carta de rendición, le llegó una orden de lanzar un contraataque y la acató. Pero la carta de rendición llegó a manos de Hitler y von Schwerin fue arrestado y sustituido por el coronel Gerhard Wilck.

Una división de infantería neozelandesa y una brigada de montaña griega atacaron la línea Gótica hacia Rímini, aprovechando el éxito de la batalla de Gemmano. En primer lugar, los griegos trataron de apoderarse de dos pequeñas aldeas (Monaldini y Monticelli), pero los alemanes los rechazaron.

Los alemanes estuvieron a punto de destruir el puente estadounidense en Dieulouard, pero por la noche la posición se consideró segura y las tropas que habían estado cruzando el Mosela desde el día anterior llegaron hasta Château-Salins, situado al este de Nancy, que estaba a punto de ser rodeada. La guarnición alemana de Nancy recibió autorización para retirarse.

El general Leclerc obtuvo una victoria en Dompaire, donde los alemanes perdieron 59 tanques. Durante una pausa impuesta por el mando norteamericano, el general recibió informes de abusos alemanes, y escribió una carga al general Edgar Feuchtinger, en la que le decía:

El ejército alemán ya no respeta frente a la población civil las leyes de la guerra. Las aldeas son sistemáticamente incendiadas, sus habitantes fusilados o deportados [...] Se acaba de dar la orden de deportación de la población de Baccarat y de la de Raon-l'Étape [...] Advierto oficialmente al mando alemán que al mismo tiempo, pienso tomar nota y que hago constar cada vez los nombres de los oficiales responsables. Sea cual sea el número de semanas o de meses durante las cuales Alemania logrará aún prolongar la guerra, pronto deberá inclinarse, y yo emplearé toda mi influencia para que se haga justicia.

El general Feuchtinger no llevó a cabo la deportación que denunciaba Leclerc.

Los británicos tenían ya ultimado un nuevo ataque contra el acorazado alemán Tirpitz, que seguía en la base noruega Kaafjord. Esta vez iban a lanzar sobre él bombas "tallboy", que hasta entonces se habían usado con éxito contra túneles y otras instalaciones subterráneas. Como base de partida para el ataque se había elegido la base soviética de Yagodnik, que proporcionaba la ruta más corta en línea recta, pasando sobre Finlandia y sobre un tramo de Suecia antes de entrar en Noruega. No sin dificultades, los aviones que debían tomar parte en la misión habían volado hasta Yagodnik y allí habían estado esperando condiciones meteorológicas propicias. El 14 de septiembre 26 bombarderos estaban preparados en la base soviética, 20 de los cuales estaban armados con una tallboy y los restantes con minas Johnie Walker, que no habían sido usadas hasta entonces, y que debían caer al agua y dirigirse hacia el barco rápidamente antes de estallar. La misión se iba a ejecutar el día siguiente. Los militares soviéticos habían sido muy hospitalarios con sus colegas británicos, que, además de haber recibido toda clase de ayuda técnica (a lo largo del día un avión más acabó de ser reparado y pudo reincorporarse a la misión), pudieron disfrutar como despedida de una comida a mediodía, de un partido de fútbol por la tarde, de una película por la noche y de unas inquietantes imágenes a cualquier hora de supervisores golpeando brutalmente a presos políticos que eran usados por los soviéticos como mano de obra esclava.

Ese día los soviéticos lanzaron una nueva ofensiva contra los países bálticos, que empezó con un furioso ataque en dirección a Riga.

En Rumanía los soviéticos atacaron de nuevo a los húngaros, esta vez al oeste de Turda. Los húngaros acababan de recibir refuerzos, y ello les permitió contener el ataque. Por la tarde los soviéticos atacaron por el este y lograron acceder a los suburbios de la ciudad. Un oportuno contraataque permitió a los húngaros mantener sus posiciones en Turda.

Por otro lado, un ejército húngaro se encontró cerca de Păuliș con un ejército rumano. Un primer ataque por parte de dos batallones de infantería húngaros respaldados por tanques fue derrotado por los rumanos, y lo mismo sucedió con otros cinco ataques posteriores, hasta que cayó la noche. Los húngaros habían perdido 18 tanques y 3 carros blindados.

Esa noche, tres patrullas polacas cruzaron el Vístula en Varsovia para ponerse en contacto con los rebeldes de la orilla occidental, pero la artillería alemana causó muchas bajas, durante y después del cruce. Durante los días siguientes, los alemanes se esforzaron por desalojar las posiciones rebeldes en la orilla occidental, para evitar que actuaran como cabezas de puente. Los rebeldes esperaban nuevos cruces o, al menos, que se organizara una evacuación de heridos a través del río, pero nada de eso sucedió. Los soldados del general Berling llevarían a cabo más intentos de cruzar el Vístula en los días siguientes, pero todos ellos fracasaron en gran medida por la falta de apoyo adecuado por parte de los soviéticos.

Una división de infantería de refuerzo permitió a los alemanes recomponer el frente en el paso de Dukla y aislar a las unidades de caballería soviéticas que lo habían penetrado. En Eslovaquia tomaron Kraľovany y Prievidza, mientras los eslovacos se veían forzados a retroceder.

Un ataque combinado entre las tropas griegas y las neozelandesas tuvo éxito en un segundo intento de apoderarse de Monaldini. Luego se concentraron en Monticeli, que fue abandonada al poco tiempo por los alemanes.

Un regimiento de infantería estadounidense capturó Schevenhütte, en Alemania.

Los estadounidenses tomaron Arracourt, con lo que habían cortado todas las vías que tenían los alemanes para salir de Nancy. Una incursión en las líneas alemanas resultó exitosa y permitió capturar unos 400 prisioneros, además de algunos vehículos. No obstante, muchos alemanes estaban eludiendo el cerco y escapaban.

El general Elster llegó a caballo a Beaugency a la cabeza de sus tropas armadas, que desfilaron ante un destacamento estadounidense y allí el general se apeó y, tras una breve declaración, entregó su pistola al general Macon y fue hecho prisionero junto con 19.605 de sus hombres, entre ellos 470 oficiales. También entregó los ocho millones de francos que le quedaban. En su intento de llegar a Alemania, la columna había perdido unos 6.000 hombres, entre muertos, heridos, prisioneros o desertores. Los estadounidenses permitieron a los soldados alemanes conservar sus armas personales, porque, al igual que de Gaulle, consideraban que eran menos peligrosas en manos de soldados alemanes que en las de comunistas franceses. La resistencia francesa consideró la rendición de la columna Elster como su mayor éxito durante la guerra.

El 15 de septiembre, a las 6:30, barcos estadounidenses empezaron a bombardear una zona de la isla de Morotai, en el archipiélago de las Molucas. Varias aldeas ardieron, si bien hubo pocas bajas japonesas porque había pocos japoneses en la zona. A las 8:30 empezó a desembarcar la primera oleada de marines, que no encontraron oposición alguna. Al terminar el día habían cumplido sus objetivos con un perímetro seguro de 1.800 metros. Hubo pocos combates y apenas bajas.

Ese mismo día, a las 8:32 se había iniciado otro desembarco en Peleliu, la mayor de las islas del archipiélago de Palaos. En esta ocasión la resistencia japonesa fue mucho mayor, y los marines se vieron bajo fuego enemigo antes de tocar tierra. A las 9:30 los japoneses habían destruido unos 60 vehículos anfibios. Pese a todo, al final del día los marines habían establecido un perímetro de seguridad de 1.6 km, que dejaba tras de sí un saliente de la isla.

Después de que cazas británicos exploraran Kaafjord y confirmaran que las condiciones meteorológicas eran buenas, a las 7:00 (hora local) los 27 bombarderos británicos despegaron de Yagodnik rumbo a Noruega. A pesar de que sobrevolaron varias bases alemanas, no fueron detectados y los alemanes sólo advirtieron su presencia 10 minutos antes de que llegaran a Kaafjord. Levantaron entonces una cortina de humo, que estaba empezando a formarse cuando empezó el ataque a las 10:55 (hora británica). Sólo el primero de los dos grupos de aviones pudo lanzar sus bombas antes de que el Tirpitz quedara oculto en el humo. Una de ellas impactó en el barco y las otras le cayeron muy cerca. Las minas JW no tuvieron efecto alguno. Un carguero (Kehrweider) resultó hundido. A las 11:07 el ataque había terminado y todos los aviones emprendieron el viaje de regreso a Yagodnik sin conocer el resultado de la misión debido a la cortina de humo, si bien pudieron ver varias explosiones y una gran columna de humo negro. Los bombarderos llegaron a la base soviética al anochecer.

Por la tarde, aviones británicos inspeccionaron Kaafjord, e informaron de que no se veía daño alguno en el Tirpitz. Sin embargo, lo cierto era que el barco había quedado inutilizado para el combate. Una bomba tallboy había atravesado su cubierta de proa y había salido luego por el casco, estallando en el agua a estribor. La explosión destruyó la proa e inundó los compartimentos de proa. Las bombas que habían estallado cerca también habían deformado algunas partes del casco. Las bajas habían sido pocas: 5 muertos y 15 heridos, pero el barco necesitaría nueve meses de trabajo para ser reparado, y el capitán del Tirpitz recomendó que fuera retirado del servicio.

Los alemanes habían llegado a un acuerdo secreto con los finlandeses para proceder pacíficamente a la evacuación de los efectivos alemanes presentes en territorio finlandés, pero las relaciones se habían ido enturbiando, en parte por la presión soviética, en parte por los destrozos que causaban los alemanes en su retirada. Finalmente la Kriegsmarine atacó abiertamente la isla finlandesa de Suursaari, en el golfo de Finlandia, para asegurar sus rutas de transporte. Poco después de la medianoche, un dragaminas alemán llegó a la isla y exigió su rendición. Cuando los finlandeses se negaron, los alemanes empezaron a desembarcar tropas, y a las 0:55 los finlandeses abrieron fuego. En general, lograron contener los desembarcos, y a las 3:30 llegaron torpederas finlandesas atacaron a los barcos alemanes, y hundieron uno de ellos. Los barcos tuvieron que retirarse dejando a las tropas desembarcadas sin cobertura. Luego llegaron 36 aviones soviéticos que llevaron a la retirada completa de la flota alemana y al abandono de las tropas desembarcadas. Un total de 1.231 alemanes fueron apresados, a los que había que sumar 153 muertos. Los finlandeses contaron 36 muertos, 67 heridos y 8 desaparecidos.

Un ataque en Păuliș por parte del ejército húngaro, que había sido precedido por un fuerte bombardeo de artillería, obligó a los rumanos a retirarse sucesivamente a varias líneas de defensa, hasta que el avance húngaro fue detenido en el valle del río Cladova

Ese día el Ejército Rojo entró en Sofía.

Tras haber resistido varios ataques de los partisanos, los batallones de seguridad se rindieron en Meligalas. Cuando sus miembros habían sido apresados, los partisanos empezaron a llevar a cabo matanzas arbitrarias, a menudo motivadas por antiguas rencillas personales.

Un ataque aéreo estadounidense a la isla griega de Salamis hundió un destructor alemán.

Aviones estadounidenses despegaron de Italia y lanzaron suministros a los polacos en Varsovia. Luego debían dirigirse a las bases soviéticas, pero las malas condiciones meteorológicas los obligaron a dirigirse a Gran Bretaña.

Soviéticos y rumanos lanzaron un ataque a gran escala contra los húngaros en Turda, precedido por un fuerte bombardeo de artillería. Por segunda vez lograron abrirse paso hasta los suburbios de la ciudad y por segunda vez fueron rechazados.

La batalla de Gemmano se dio por concluida. Sus objetivos habían sido alcanzados, pero con un alto número de bajas. Mientras tanto los griegos atacaban el aeropuerto de Rímini respaldados por tanques neozelandeses. A pesar de que los alemanes contaban con considerable armamento, incluyendo artillería antitanque, finalmente fueron expulsados de sus posiciones.

Tropas estadounidenses entraron en Nancy sin encontrar resistencia. La mayoría de sus defensores habían escapado.

Fuerzas canadienses tomaron Bergues, cerca de Dunquerque. Ese día se cerró el cerco sobre la ciudad. Los alemanes estaban bien fortificados y estaba claro que no abandonarían su posición sin un asalto a gran escala.

El 16 de septiembre un submarino estadounidense hundió otro japonés en el Pacífico, a 460 km de Japón. Otro submarino atacó a un convoy y hundió un transporte (Tokushima Maru). La explosión dañó otro de los barcos del convoy (Ogura Maru), que fue torpedeado y hundido más tarde por otro submarino.

El primer objetivo de los marines que habían desembarcado en Peleliu era hacerse con el control de un campo de aviación cercano al punto de desembarco, y los japoneses fueron desalojados sin dificultad. Luego se dedicaron a limpiar de japoneses el extremo de la isla situado al sur del campo de aviación. Para ello tuvieron que enfrentarse con numerosas unidades japonesas atrincheradas por la zona, a la vez que con unas temperaturas que llegaban a los 46 grados, que hicieron enfermar a muchos hombres.

En su viaje de regreso a Gran Bretaña, uno de los bombarderos que había atacado al Tirpitz el día anterior se desvió de su ruta y chocó contra una montaña en Noruega. Murieron nueve hombres a bordo, que fueron las únicas bajas de la misión.

Desde el intento de invasión de la isla de Suursaari, las relaciones entre Alemania y Finlandia, aunque fueron más tensas, siguieron sin ser abiertamente hostiles. El día anterior una fortaleza costera finlandesa en la isla de Utö había impedido el paso al golfo de Finlandia de unos barcos alemanes, y ahora se presentaba ante ella un destacamento naval alemán formado por el crucero Prinz Eugen escoltado por cinco destructores. Ante estas razones, los finlandeses permitieron el paso de los barcos alemanes. En el norte, la evacuación alemana a través de Laponia seguía llevándose a cabo pacíficamente según los términos del acuerdo secreto.

Un ataque de la aviación soviética hundió un carguero alemán (Wolsum) en Kirkenes, en el extremo norte de Noruega, cerca de la frontera con la Unión Soviética.

Un contraataque por sorpresa permitió a los rumanos destruir buena parte de las fuerzas húngaras que habían penetrado las defensas rumanas en Păuliș.

Tras una primera oleada de asesinatos improvisados, en Meligalas siguió otra mucho más organizada, con un tribunal improvisado por los partisanos que condenó a muerte sumarísimamente a buena parte de los prisioneros. Las ejecuciones correespondientes fueron llevadas a cabo en un lugar en las afueras de la ciudad.

Los comunistas eslovacos lograron que el comandante de las fuerzas partisanas fuera reconocido como de rango igual al del teniente coronel Golian, que dirigía a las fuerzas regulares, con lo que la independencia de los partisanos quedó confirmada.

Los griegos se dedicaron a despejar los alrededores del aeropuerto de Rímini, aunque todavía quedaban algunos focos de resistencia alemana en la zona. Principalmente tuvieron que limpiar campos de minas.

Ese día terminó la Segunda Conferencia de Quebec. En ella se discutió un plan ideado por Henry Mortenthau, el Secretario del Tesoro estadounidense, por el cual, terminada la guerra, Alemania sería dividida entre los aliados, que forzarían su reconversión en un país esencialmente agrícola sin ninguna posibilidad de rearme. Churchill consideró que era un plan demasiado radical, pero en esos momentos necesitaba la ayuda económica estadounidense y no creyó que ganaría nada oponiéndose. Precisamente, los mecanismos para dotar de material bélico a los aliados estadounidenses fue otro de los grandes temas que se trataron. Roosevelt también se aseguró de que los británicos aseguraran su implicación en la lucha contra Japón en cuanto Alemania hubiera sido derrotada. A este respecto se confiaba en que el programa nuclear que estaba siendo desarrollado en secreto permitiría emplear bombas atómicas contra los japoneses.

Churchill puso mucho interés en Bulgaria. Temía que Stalin quisiera crear una "Gran Bulgaria" con parte de Grecia que tuviera salida al Mediterráneo, sobre la base de que Bulgaria era ahora un aliado soviético. Insistió en la necesidad de atacar cuanto antes en los Balcanes para contener el área de influencia soviética, pero hasta su propio jefe del Estado Mayor le tuvo que señalar que los planes que proponía eran militarmente inviables con los medios disponibles en aquel momento. Por su parte, Roosevelt no consideraba que los Balcanes fueran decisivos para la guerra.

El 17 de septiembre un submarino estadounidense atacó un convoy japonés en el mar del Sur de China, no lejos de Hong Kong, y hundió un portaaviones de escolta (Unyō) y un petrolero auxiliar (Azusa Maru), que explotó y toda su tripulación murió.

Marines estadounidenses empezaron a desembarcar en dos puntos de la isla de Angaur, situada a unos pocos kilómetros de Peleliu.

Mientras las bajas en el ejército alemán crecían espectacularmente en el frente de Riga, el Ejército Rojo abrió un nuevo frente en dirección a Tallin, donde unos 4.600 soldados alemanes sin apenas tanques tuvieron que enfrentarse a 140.000 soviéticos con 300 tanques. A lo largo de un frente de 90 km, los soviéticos habían distribuido 2.569 piezas de artillería. Los estonios, eligiendo entre lo malo lo menos malo, lucharon al lado de los nazis con unos 2.000 hombres. El ataque empezó con un bombardeo en el que se lanzaron 132.500 bombas, tras lo cual tres cuerpos de tiradores soviéticos cruzaron el río Emajõgi y rompieron la línea defensiva alemana. En el Narva, los alemanes contaban con más medios, pues allí unos 15.000 soldados lograron resistir el ataque de unos 55.000 soviéticos. De todos modos, ese mismo día los alemanes empezaron a evacuar Estonia por mar.

Los húngaros atacaron en Păuliș con todas sus fuerzas disponibles. Tras un bombardeo de artillería de 45 minutos, lograron romper la línea defensiva rumana cerca de Miniș, pero su avance fue detenido.

Perrotis y otros oficiales capturados en Meligalas fueron llevados a Kalamata, donde, en la plaza principal, una multitud enfurecida linchó a algunos de ellos, mientras que otros doce fueron ahorcados en farolas. En total, se calcula que el número de víctimas se acercaría al millar.

Finalmente los griegos y neozelandeses se habían hecho con el control del aeropuerto de Rímini y ahora se dirigían hacia la ciudad propiamente dicha. Cerca de Rímini se encuentra la pequeña república de San Marino, una de las antiguas repúblicas que florecieron en Italia en la Edad Media y que había conservado su independencia tras la reunificación italiana. Al frente del gobierno había dos capitanes regentes que eran elegidos cada seis meses. El partido gobernante a la sazón era el Partido Fascista Sanmarinés, que había contado en todo momento con el apoyo de Mussolini, pero había mantenido al país neutral en la guerra. Los alemanes no habían respetado completamente la neutralidad y el mes anterior habían instalado en su territorio un hospital militar. A primeros de mes fuerzas alemanas habían entrado en San Marino para "defenderla" de los aliados. Desde que se iniciaron los ataques aliados contra Rímini, la república había ido recibiendo cada vez un mayor número de refugiados que esperaban librarse de la guerra. El número de tales refugiados llegaría a ser del orden de las 100.000 personas, cuando la población del país era de apenas 15.000. Los combates en la Línea Gótica tenían lugar cada vez más cerca de la frontera, y finalmente, esa noche, tropas indias cruzaron el río Marano en un sector en el que constituía la frontera entre San Marino y la provincia italiana de Rímini y disputaron a los alemanes la ocupación de dos colinas.

Los aliados lanzaron la operación Market Garden, un ambicioso plan concebido por el general Montgomery por el que se establecería en poco tiempo un pasillo a través de los Países Bajos que llegara hasta el Rin. Para ello había que cruzar una serie de puentes que serían tomados por paracaidistas en la primera fase de la operación (Market) y reforzados en una segunda fase (Garden) por tropas terrestres bajo el mando del general Brian Horrocks, que formarían el pasillo hasta el Rin, el cual proporcionaría a su vez un acceso seguro al territorio alemán. En las últimas horas del día anterior 1.400 bombarderos aliados atacaron las defensas de los puntos de aterrizaje. A las 9:45, durante dos horas y cuarto, salieron de Gran Bretaña 1.545 transportes aéreos que remolcaban 478 planeadores escoltados por 1.131 cazas y bombarderos.

En el sur, una división de 7.000 paracaidistas estadounidenses logró capturar cuatro de los cinco puentes que tenían asignados, pero los alemanes volaron el situado en Son. Más al norte, otra división de 7.277 paracaidistas tomó el puente de Grave en tres horas y el de Heumen (situado sobre un canal del Waal) en seis. En cambio, los alemanes lograron retener el puente sobre el Waal situado en Nijmengen.

Una tercera división debía hacerse con el puente sobre el Rin en Arhhem, pero varias los alemanes retrasaron su avance con varias emboscadas. Un batallón bajo el mando del teniente coronel John Frost logró atrincherarse en el extremo norte del puente y desactivó los explosivos que los alemanes tenían preparados para volarlo en caso de necesidad, pero los alemanes mantuvieron el control del extremo sur y Frost quedó aislado con sus hombres. Todos los intentos por apoderarse del puente acabaron en fracaso. A las 14:35 Horrocks dio orden de iniciar el avance terrestre, que fue más lento de lo previsto.

El general Model tenía su cuartel general cerca de Arnhem y, mientras desayunaba, pudo ver con sus propios ojos cómo descendían los paracaidistas británicos. Al principio pensó que era una operación para capturarlo a él y a su estado mayor, pero cuando tuvo noticias de la magnitud del ataque comprendió que no era así. Es más, comprendió que los aliados habían iniciado una operación muy arriesgada y que era una oportunidad de la que se podía sacar partido. Model era famoso por su capacidad para tomar rápidamente decisiones acertadas en momentos críticos y esa misma noche ya había diseñado una respuesta.

Los canadienses redujeron un poco más el perímetro de Dunquerque con la toma de Mardyck. Ese mismo día iniciaron un asalto contra otro de los puertos franceses retenidos por los alemanes, el de Boulogne-sur-Mer. El primer día se cumplieron los objetivos previstos. Una brigada capturó Rupembert con una instalación de radar intacta.

El 18 de septiembre submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros (Gyōkū Maru y Gyokurei Maru) y un transporte japonés (Rokko Maru) en varios puntos del océano Pacífico. Un submarino británico hundió cerca de Sumatra un carguero japonés (Junyō Maru) que transportaba 4.200 esclavos javaneses y 2.300 prisioneros de guerra, la mayoría neerlandeses, aunque también había algunos británicos, australianos y ocho estadounidenses. En total murieron 5.680 personas, la mayor cifra en un naufragio hasta entonces. Sólo hubo 680 supervivientes.

Durante la noche, los japoneses habían atacado las dos cabezas de playa estadounidenses en Angaur, pero por la mañana ambas estaban ya conectadas y más de la tercera parte de la isla estaba ya bajo control estadounidense. El mayor foco de resistencia japonés estaba en el extremo noroeste, donde se concentraban cerca de un millar de soldados, aunque había otro menor en el sureste, defendido por unos 400 soldados.

Mientras los alemanes se retiraban de Estonia, Jüri Uluots, el último primer ministro del país previo a la invasión soviética se presentó como presidente legítimo del país, de acuerdo con la Constitución, y nombró un nuevo gobierno presidido por Otto Tief.

Para disgusto de los soviéticos, aviones estadounidenses despegaron de sus bases en Ucrania para arrojar más de un millar de contenedores con suministros a los polacos que luchaban contra los alemanes en Varsovia. No obstante, sólo 228 cayeron en territorio controlado por los polacos.

Los partisanos yugoslavos tomaron Valjevo.

En los últimos días, los alemanes habían lanzado varias bombas V-2 desde un campo situado en las afueras de Serooskerke, en los Países Bajos, pero ese día un camión que transportaba una de ellas se equivocó de camino y acabó en la propia ciudad, donde uno de sus habitantes tomó varias fotografías sin que los alemanes lo advirtieran. La resistencia neerlandesa se encargó de hacerlas llegar hasta Londres.

La operación Market Garden se estaba desarrollando con graves problemas de comunicación. Las radios no funcionaban bien y muchas unidades tenían que seguir los planes previstos inicialmente sin información alguna sobre si había contingencias o cambios de planes que tener en cuenta. En Arnhem, el general Robert Urquhart, que estaba al mando de la operación, había desaparecido. Los alemanes le habían cortado el acceso a su cuartel general y se había escondido en la casa de unos neerlandeses junto con otros oficiales. El teniente coronel Frost tenía más de 600 hombres en el lado norte del puente, y a lo largo del día llegaron unos 200 más. Sin embargo, las fuerzas aliadas iban sumando bajas paulatinamente. En Nijmegen llegó una segunda oleada de paracaidistas con refuerzos y recursos médicos. En Son los paracaidistas estadounidenses tuvieron que retroceder hacia Eindhoven, donde se encontraron con la vanguardia de las tropas terrestres y solicitaron la intervención de ingenieros británicos para que construyeran un puente prefabricado sobre el canal de Guillermina.

Los alemanes atacaron por sorpresa a las tropas estadounidenses en Luneville. Su objetivo era capturar la ciudad y destruir una cabeza de puente sobre el Mosela. El mal tiempo favoreció que el avance no fuera detectado, pero también dificultó la coordinación entre las distintas unidades alemanas. Los estadounidenses rechazaron lo que tomaron por un contraataque local y los alemanes perdieron más de veinte tanques.

El 19 de septiembre submarinos estadounidenses hundieron un barco de escolta japonés (Isohima) y un petrolero (Tosei Maru) y dañaron un buque nodriza de submarinos (Jingei) en diversos puntos del Pacífico. La aviación estadounidense hundió también un carguero (Tsukiura Maru) e inutilizó otro (Fuchu Maru).

Ese día se firmó el Armisticio de Moscú que ponía fin a la guerra entre Finlandia y la Unión soviética. Finlandia tuvo que ceder los territorios que ya había cedido en 1940 y que había recuperado durante la guerra, más la región de Petsamo. Además se comprometió a pagar 300 millones de dólares durante seis años en concepto de reparaciones de guerra. Además Finlandia tuvo que legalizar el partido comunista e ilegalizar otros que los soviéticos calificaron de fascistas. Afortunadamente para los habitantes de los territorios cedidos, la Unión Soviética expulsó de ellos a todos los finlandeses y los sustituyó por colonos rusos. Así Finlandia tuvo que acoger a más de 400.000 refugiados que se libraron del comunismo.

A medianoche, los alemanes abandonaron el frente del Narva, y los soviéticos se percataron cuatro horas después. Entonces empezaron a perseguir a las tropas alemanas en su huida hacia los puertos y la frontera con Letonia.

Los rumanos recibieron en Păuliș refuerzos soviéticos, con tanques e infantería mecanizada. Atacaron entonces a los húngaros y al anochecer habían recuperado todo el terreno perdido en los días anteriores.

En Varsovia, todos los intentos de Berling de cruzar el Vístula habían resultado infructuosos. Su ejército había sufrido más de 5.500 bajas. Los rebeldes en el lado occidental, sin ayuda alguna, comprendieron que sólo les quedaba la opción de luchar para conseguir unas condiciones aceptables en su inminente rendición.

Los húngaros atacaron a los soviéticos en Turda. El ataque fue precedido por una breve andanada de artillería. Los húngaros lograron ganar algo de terreno, pero los soviéticos lo recuperaron al precio de un gran número de bajas.

Aviones estadounidenses salieron de bases soviéticas para bombardear unas instalaciones ferroviarias húngaras en Szolnok, y desde allí aterrizaron en Italia. Fue la última misión en la que la aviación estadounidense usó bases soviéticas. Las relaciones entre los aviadores estadounidenses y soviéticos se habían enturbiado en gran parte por la insistencia estadounidense de llevar a cabo misiones en apoyo de la resistencia polaca en Varsovia. Finalmente, el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Viacheslav Mólotov, anunció a los estadounidenses que su presencia ya no era necesaria. Por su parte, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, alegando problemas logísticos, suspendió las misiones conjuntas.

Un submarino alemán fue hundido en aguas griegas por destructores británicos y polacos, mientras que otro fue dañado por aviones estadounidenses.

El ejército alemán empezó a arrestar policías daneses en las principales ciudades del país. En total, 1.960 policías fueron arrestados, para posteriormente ser deportados y enviados a campos de concentración.

Aviones canadienses hundieron dos cargueros noruegos (Lynx y Tyrifjord) en el mar de Noruega.

Las tropas de vanguardia soviéticas en el paso de Dukla lograron volver a sus líneas en Polonia gracias a duros combates y al precio de muchas bajas.

Los británicos dominaban ya las posiciones que habían estado disputando a los alemanes en la frontera de San Marino y empezaron a avanzar hacia la capital.

En Arnhem los paracaidistas británicos hicieron un nuevo intento de tomar el puente, pero fracasaron y se tuvieron que retirar hacia Oosterbeek con 150 bajas. Allí apareció en un jeep el general Urquhart, al que ya daban por muerto o capturado. Frost seguía resistiendo en el extremo norte. Las fuerzas de Horrocks llegaron hasta Grave y por la tarde alcanzaron Nijmegen, pero fueron rechazadas en un intento de tomar el puente. Los tanques británicos detuvieron un intento de los alemanes de tomar Eindhoven. Finalmente se tendió el puente sobre el canal de Guillermina y los alemanes intentaron destruirlo durante todo el día.

Tras varios intentos de rodear el bosque de Hürtgen, cerca de Aquisgran, los estadounidenses decidieron atravesarlo. Sin embargo, varias tentativas fracasaron, ya que los alemanes tenían defensas bien situadas que aprovechaban la accidentada orografía del terreno.

Tras su derrota en Luneville el día anterior, las fuerzas alemanas esquivaron la ciudad y atacaron las posiciones aliadas en un lugar más vulnerable: Arracourt. Contaban para ello con 262 tanques, una cantidad inusual en el frente occidental. Sin embargo, su plan de actuación no fue muy brillante. Sin exploradores adecuados, atacaron a ciegas, sin conocer la posición de las fuerzas estadounidenses, ocultas por la niebla matinal, y no tardaron en exponer su lado más vulnerable a los tanques estadounidenses, que no tardaron en destruir 11 tanques alemanes. Además, lograron conducir las fuerzas atacantes hasta el campo de batalla que consideraron más propicio. Los alemanes se acercaron sin ver los tanques enemigos hasta que estuvieron demasiado cerca.

Tras mes y medio de asedio, en Brest sólo quedaban en pie algunos antiguos edificios medievales de piedra. Finalmente los alemanes se rindieron, pero no antes de haber inutilizado el pueerto. El oficial alemán al mando era el general Hermann Bernhard Ramcke, y cuando se presentó ante él el estadounidense Charles Canham, que sólo era general de brigada, Ramcke le pidió sus credenciales (la autorización de un oficial superior para negociar la rendición), pero Canhan señaló a sus hombres y dijo "Ésas son mis credenciales". La frase se convirtió en el lema de su división. De los 45.000 defensores alemanes, unos 38.000 fueron hechos prisioneros. Los estadounidenses habían empleado 75.000 hombres en la toma de Brest, y habían sufrido casi 10.000 bajas. El alto mando aliado se convenció de que no merecía la pena el esfuerzo de tomar las fortalezas que los alemanes mantenían en el Atlántico, como Dunquerque, Lorient, St Nazaire, etc. Era preferible mantenerlas aisladas, hasta el final de la guerra si fuera necesario.

La aviación británica hundió un submarino alemán en el mar del Norte.

Cuando concluyó la Segunda Conferencia de Quebec, el presidente Roosevelt invitó a Churchill a su casa de Hyde Park, en Nueva York. Ese día firmaron un breve memorándum que resumía lo que habían estado hablando sobre el programa de investigación nuclear, al que los estadounidenses se referían como el proyecto Manhattan y los británicos como Tube Alloys. El texto decía lo siguiente:

Memorándum de la conversación entre el Presidente y el Primer Ministro en Hyde Park, 18 de septiembre de 1944.
1.    La sugerencia de que el mundo debería ser informado al respecto de Tube Alloys de cara a un acuerdo internacional sobre su control y uso no es aceptada. El asunto debe seguir siendo considerado de alto secreto, pero, cuando una bomba esté finalmente disponible, tal vez, tras haberlo analizado detenidamente, podría usarse contra los japoneses, que serían advertidos de que este bombardeo continuaría hasta su rendición.
2.    La plena colaboración entre el gobierno de los Estados Unidos y el gobierno británico con fines militares y comerciales debe continuar tras la derrota de Japón, a menos que se decidiera terminarla de mutuo acuerdo.
3.    Deben investigarse las actividades del profesor Bohr y deben tomarse medidas para asegurar que no es responsable de ninguna filtración, especialmente a los rusos.

El 20 de septiembre la aviación estadounidense hundió tres cargueros japoneses (Asaku Maru, Gokoku Maru y Shinsho Maru) en Formosa.

Los marines estadounidenses controlaban ya el sureste de Angaur, y el único foco de resistencia japonés era el del noroeste, donde quedaban unos 750 japoneses bien atrincherados en una colina. La supresión del foco del sureste había costado unas 300 bajas a los estadounidenses.

Fuerzas estonias invadieron los edificios gubernamentales de Tallin y expulsaron a los alemanes, que fueron reemplazados por el nuevo gobierno de Otto Tief. Las fuerzas alemanas que se retiraban del frente del Narva cruzaron a Letonia, excepto una división que organizó la defensa de Pärnu para retrasar al ejército soviético que les perseguía.

Los partisanos yugoslavos tomaron Aranđelovac. Por estas fechas controlaban ya una extensa área al sur y el suroeste de Belgrado.

Un submarino británico hundió un dragaminas alemán y un carguero noruego (Vela) ante la costa noruega.

Pese a la fuerte resistencia alemana, las tropas griegas, neozelandesas y canadienses habían logrado abrirse paso hasta los suburbios de Rímini, y al anochecer descubrieron que los alemanes la habían abandonado. En la ciudad de San Marino los alemanes resistían a los británicos en la parte noroccidental, pero por la tarde fueron derrotados y la ciudad quedó bajo control británico.

En Arnhem los alemanes lograron reducir el batallón de Frost. Los supervivientes fueron capturados. El resto de las tropas en la zona se estaban agrupando en Oosterbeek, donde llegaron a reunirse unos 3.600 hombres. En Nijmegen, ante la imposibilidad de disponer del puente, los británicos cruzaron el Waal en botes con grandes dificultades y atacaron a los alemanes por el extremo norte del puente. Los alemanes terminaron retirándose y así el puente quedó en manos aliadas. Mientras se preparaban para un contraataque alemán, varios cientos de alemanes se acercaron para rendirse. Finalmente la ciudad de Nijmegen fue liberada.

El rey Leopoldo III de Bélgica seguía retenido en Alemania, así que el gobierno belga nombró regente a su hermano, el príncipe Carlos.

Un nuevo intento alemán de atacar Arracourt fue frustrado prácticamente por un solo hombre, el mayor Charles Carpenter, más conocid como Bazooka Charlie Carpenter, quien montó en su avioneta de reconocimiento armada con un bazooka, divisó una columna de tanques que se dirigía hacia Arracourt, y lanzó no menos de 16 cohetes sobre ella, a lo largo de varios vuelos, pues tenía que regresar de tanto en tanto a la base para cargar municiones. Consiguió destrozar dos tanques y varios carros blindados, hasta el punto de que la columna regresó a su punto de partida.

Esa noche y la anterior, los paracaidistas británicos que habían acampado en los Vosgos recibieron otros 20 hombres de refuerzo que fueron lanzados junto con seis jeeps armados con ametralladoras, con los que pudieron mejorar sus tácticas de hostigamiento a los alemanes. En una ocasión una patrulla llegó a entrar en Moussey justo cuando una unidad de las SS estaba organizándose. Las ametralladoras se cobraron muchas bajas. Como represalia, los alemanes arrestaron a todos los varones residentes en Moussey entre 16 y 60 años (un total de 210 hombres), que fueron interrogados y luego llevados a campos de concentración. Sólo 70 regresaron acabada la guerra.

El 21 de septiembre submarinos estadounidenses atacaron un convoy japonés en el mar del Sur de China en el que resultaron hundidos dos cargueros (el Awaki Maru, con 327 muertos y el Mizuho Maru, con 1.397 muertos). La aviación estadounidense atacó otro convoy en el que resultaron hundidos cinco petroleros (Hōfuku Maru, con 161 muertos, Nansei Maru, con 29 muertos, Sarakaruta Maru, con 1 muerto, Shichiyo Maru, con 12 muertos y Yuki Maru, con 42 muertos) y otro más (Ogura Maru) resultó dañado y encalló en la costa. Un barco de escolta también terminó hundido. Un bombardeo en Manila hundió un destructor (Satsuki, con 52 muertos) dos cargueros (Hioki Maru y China Maru), tres petroleros (Kyokutō Maru, Niyo Maru y Sunosaki) y dos transportes (Norway Maru y Noshiro Maru). Para completar el día un submarino hundió también un carguero (Rizan Maru) en el que murieron 287 personas.

El presidente filipino José Paciano Laurel declaró la ley marcial en las islas.

Ese día unos 10.000 soldados del Ejército Rojo, mayoritariamente estonios, rodearon a una unidad de las SS formada principalmente por unos 1.500 estonios que se retiraba del frente. Se inició entonces una batalla cerca del lago Porkuni, en la que más de 500 estonios proalemanes resultaron muertos y otros 700 fueron hechos prisioneros. Muchos de ellos fueron asesinados por sus compatriotas, al igual que un grupo de heridos que se refugiaban en la iglesia de Avinurme Parish.

El mariscal Tito llegó a Rumanía, donde tomó un avión rumbo a Moscú para entrevistarse con Stalin. Entre ambos acordaron un plan para invadir Yugoslavia con la ayuda de tropas búlgaras.

Los soviéticos tomaron Arad, una ciudad de Transilvania bajo jurisdicción húngara, y esto hizo saltar las alarmas en Budapest.

Después de que una colina pasara de alemanes a soviéticos y viceversa más de 20 veces en 10 días, los soviéticos entraron en Dukla, lo que en principio permitía al Ejército Rojo cruzar los Cárpatos y entrar en Eslovaquia. La primera ciudad eslovaca invadida por los soviéticos fue Kalinov, cerca de Dukla, pero los alemanes habían fortificado enormemente la zona y el avance no iba a ser fácil. Mientras tanto la situación en Eslovaquia era muy desigual. El día anterior un grupo de rebeldes eslovacos inició un avance hacia Poprad con el que esperaba aliviar la presión alemana sobre otro grupo que estaba siendo rodeado en Martin. Esa noche fuerzas alemanas iniciaron un avance simultáneo desde el norte y el sur que llevaron a Golian a ordenar la evacuación de Martin, pero la orden llegó tarde y sólo las unidades motorizadas escaparon a tiempo, el resto tuvo que abandonar el armamento pesado y tratar de escabullirse por las montañas.

Esa mañana las tropas griegas entraron en el centro de Rímini. San Marino declaró la guerra a Alemania, mientras fuerzas locales arrestaban y expulsaban del país a todos los alemanes que encontraron. Poco después los británicos abandonaban su territorio. Así terminó la batalla de San Marino. Los alemanes contaron 274 muertos y 54 prisioneros, frente a los 323 muertos británicos.

La aviación soviética hundió un submarino soviético en el mar de Noruega.

En Oosterbeek los británicos estaban siendo rodeados poco a poco por los alemanes. La presión disminuyó cuando descendió una brigada de paracaidistas polacos que tenía que haber llegado dos días antes, pero cuya salida había tenido que posponerse por la niebla. Los polacos se encontraron con una situación muy distinta de la que esperaban. Incapaces de contactar con los británicos, se retiraron hasta Driel. Las tropas de tierra británicas, finalmente pudieron salir de Nijmegen en dirección a Arnhem. Mientras tanto los alemanes atacaban a los paracaidistas estadounidenses entre Grave y Veghel. Finalmente lograron cortar una autopista, y Horrocks tuvo que ordenar que algunos tanques que se dirigían a Arnhem dieran media vuelta para reabrirla.

Los alemanes seguían atacando en Arracourt, pero el tiempo había mejorado y la aviación estadounidense pudo intervenir contra las tropas terrestres alemanas. A partir de ese momento los alemanes no dejaron de perder terreno.

El 22 de septiembre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Jungen Go) cerca de Manila y otro chino (Shun Yuan) en el mar del Sur de China.

La ocupación de la isla de Morotai no había encontrado apenas resistencia hasta el momento, pero ese día una fuerza japonesa atacó el campamento de un batallón de infantería estadounidense. No obstante, el ataque fue rechazado con facilidad.

El nuevo gobierno de Estonia había tratado de organizar las tropas estonias que huían del frente acompañando al ejército alemán en retirada para organizar la defensa de la capital, pero las tropas estonias habían preferido seguir en compañía de las alemanas en su huida a Letonia, así que la capital se vio indefensa y ese día los soviéticos entraron en ella. Allí la NKVD empezó a tomar medidas para evitar que la población huyera del país, en especial los miembros del gobierno, muchos de los cuales fueron arrestados y, en muchos casos, enviados a campos de trabajo en Siberia. Otros logaron escapar a Suecia, entre ellos el presidente Uluots y el primer ministro Tief.

La aviación soviética hundió un transporte alemán (Moero) en el Báltico, cerca de Riga en el que viajaban 1.273 heridos y refugiados estonios. Murieron 655 personas.

En Turda tres divisiones soviéticas y una rumana atacaron a los húngaros con el apoyo de una brigada de tanques y un destacamento acorazado rumano. Los húngaros sólo disponían de 57 tanques y no pudieron detenerlos. Sólo ese día perdieron un millar de hombres.

En la frontera entre Rumanía y Servia, el Danubio transcurre por un desfiladero llamado Las Puertas de Hierro. Ese día los alemanes pensaban lanzar un ataque para expulsar del lugar a los partisanos y hacerse con el control de la zona, pero una fuerza soviética se les adelantó y atacó primero cruzando el Danubio. Los alemanes necesitaron varios días para devolverlos a la orilla oriental.

En Oosterbeek los alemanes empezaron a usar artillería contra los británicos parapetados en la ciudad. Aprovechando la niebla, una unidad de reconocimiento salió de Nijmegen para reunirse en Driel con los paracaidistas polacos. Por la noche trataron de cruzar el Rin para llegar hasta Oosterbeek, pero todos los intentos fallaron y fueron interrumpidos cuando sólo habían pasado 52 hombres.

Tras cinco días de avances constantes, las fortalezas que quedaban en Boulogne-sur-Mer empezaron a aceptar una tras otra un ultimátum de rendición. Sólo quedaba la fortaleza en la que se encontraba el oficial al mando, Ferdinand Heim, pero al ver las fuerzas que se acercaban hasta su posición, acabó rindiéndose también y ordenó el alto el fuego a los pocos focos de resistencia que seguían activos.

Ese día fue arrestado el empresario Louis Renault, que había pasado de haber recibido la Legión de Honor por su actuación durante la Primera Guerra Mundial a ser acusado de colaboración con la Alemania Nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

El 23 de septiembre un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Hokki Maru) en el mar del Sur de China. La aviación aliada hundió un carguero (Heiho Maru) en el mar de Célebes.

La ocupación de la isla de Peleliu estaba resultando mucho más problemática de lo previsto. Antes del desembarco, los estadounidenses pensaban que quedaría asegurada en cuatro días, pero ya llevaban nueve y los marines contaban 1.749 bajas. Ese día desembarcaron refuerzos que en poco tiempo lograron rodear a los japoneses en una bolsa en la cordillera Umurbrogol.

Los estadounidenses tomaron el atolón Ulithi, en las islas Carolinas.

La República Filipina declaró la guerra a los Estados Unidos.

Un submarino británico hundió otro alemán en el estrecho de Malaca.

La división alemana que estaba defendiendo Pärnu, en Estonia, dinamitó el puerto y escapó hacia Letonia.

Los húngaros recibieron una división alemana de refuerzo en Turda. Los soviéticos y los rumanos estaban también al límite de sus posibilidades y dejaron de atacar en ese sector.

La aviación aliada hundió un crucero alemán (Taranto) cerca de Italia y un carguero (Hermann Schulte) en el mar del Norte, cerca de la costa alemana.

Los hombres de Urquhart resistían los ataques alemanes en Oosterbeek, mientras la fuerza terrestre de Horrocks estaba dividida: una parte había regresado para despejar (con éxito) la autopista, otra parte estaba en la autopista más al norte, tratando de llegar hasta Arnhem, y otra parte había ido en auxilio de los paracaidistas canadienses, que esa noche habían empezando a cruzar el Rin con más éxito en unos botes canadienses que acababan de recibir.

Churchill seguía preocupado por si los soviéticos entraban en Grecia desde Bulgaria. Unos días antes el embajador británico en Moscú recibió un telegrama para que comunicara al gobierno soviético la intención británica de enviar tropas a Grecia, pero debía plantearlo tratando que los soviéticos admitieran tácitamente que no enviarían tropas también sin consultar antes a los británicos. Ese día el embajador logró una respuesta positiva.

Orson Wells estaba haciendo una enérgica campaña por la reelección del presidente Roosevelt. De vez en cuando le enviaba al presidente proyectos de chistes que podía incluir en sus discursos que ridiculizaban a sus adversarios. Uno de los más celebrados lo pronunció ese día por radio y fue conocido como "el discurso de Fala". Fala era el perro de Roosevelt, y en el discurso el presidente desmintió un bulo que los republicanos habían hecho correr sobre él:

Estos líderes republicanos no se han conformado con atacarme a mí, a mi esposa o a mis hijos. No, no contentos con eso, ahora incluyen a mi perrito Fala. Bien, por supuesto, no me siento herido por los ataques que me dirigen, ni tampoco mi familia, pero Fala sí. Ya sabéis, Fala es un [terrier] escocés y, siendo escocés, tan pronto como se enteró de que los escritores de ficción republicanos dentro y fuera del Congreso habían inventado la historia de que me olvidé de él en una de las islas Aleutianas y que había enviado un destructor a buscarlo, con un coste para los contribuyentes de dos o tres, o de ocho o veinte millones de dólares, su alma escocesa estaba furiosa. No ha sido el mismo perro desde entonces. Estoy acostumbrado a escuchar falsedades maliciosas sobre mí mismo, pero creo que tengo derecho a sentirme dolido, a oponerme, a declaraciones difamatorias sobre mi perro.

Un periodista señaló que la historia de Fala fue tan graciosa que hasta la más pétrea de las caras republicanas esbozó una sonrisa.

El 24 de septiembre la aviación estadounidense hundió en las Filipinas un buque nodriza de hidroaviones japonés (Akitsushima) un barco de transporte de municiones (Kogyo Maru) dos petroleros (Okikawa Maru y Taiei Maru) y tres transportes (Ekkai Maru, Kyokuzen Maru y Olympia Maru). En otros puntos del Pacífico también resultaron hundidos un transporte (Siberia Maru), dos cazasubmarinos y otros barcos más.

El regente húngaro, Miklós Horthy, escribió en secreto una carta a Stalin en la que le explicaba que la declaración de guerra contra la Unión Soviética tres años atrás (a causa del bombardeo sobre Kassa, de autoría dudosa) había sido un error, que ahora tenía claro que no habían sido los soviéticos. Horthy todavía confiaba en que Hungría podría librarse del comunismo si firmaba un tratado de paz a tiempo.

La división alemana que huía hacia Letonia perseguida por el ejército soviético presentó en Ikla la última batalla en territorio estonio, en la que destruyó más de 12 tanques enemigos.

En cuatro días los eslovacos habían avanzado hasta 10 km de Poprad, pero el frente se estabilizó de nuevo.

Un ataque aéreo estadounidense inutilizó dos submarinos alemanes en la base naval de Salamis, en Grecia.

Dos compañías británicas lograron cruzar el Rin, pero lo hicieron en un mal punto, porque quedaron entre dos posiciones alemanas. De los 315 soldados que cruzaron el río, sólo 75 llegaron a Oosterbeek, mientras que los restantes fueron capturados. Las tropas de Urquhart en Oosterberk eran superadas cuatro a uno y las provisiones y el armamento escaseaban. Finalmente Horrocks decidió que la misión no podía llevarse a cabo y que había que evacuar Oosterberk.

Los británicos liberaron Deurne, en los Países Bajos. Tropas estadounidenses liberaron Épinal, en Francia.

El 25 de septiembre submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses (Bushu Maru y Nissei Maru) en el Pacífico, y uno más (Rokkosan Maru) fue hundido por la aviación.

Los estadounidenses atacaron la colina de Angaur en la que resistían los japoneses, muchos de ellos refugiados en cuevas. En lugar de atacar las cuevas, usaban bulldozers para bloquear sus entradas.

Los prisioneros de guerra occidentales retenidos en Bulgaria habían sido liberados y repatriados vía Turquía. Ese día se cerró el campo de Shumen. En Stavroupoli, en la Macedonia ocupada por Bulgaria, se cerró también un campo de concentración que retenía a comunistas búlgaros y simpatizantes de los soviéticos.

En Oosterbeek se recibió la orden de retirada por la mañana, pero hubo que esperar hasta la noche para ejecutarla. Muchos menos botes de los que hubieran sido necesarios cruzaron el Rin una y otra vez durante la noche bajo el fuego de la artillería alemana. Cuando amaneció habían cruzado 2.398 hombres. En total, unos 10.000 paracaidistas habían saltado al norte del Rin. De ellos, 1.485 acabaron muertos, unos 6.000 prisioneros y unos 500 permanecían escondidos en los bosques.

Así terminó la operación Market Garden. Los aliados retuvieron Nijmegen, pero con ello habían abierto un pasillo que no llevaba a ninguna parte. Habían empleado más de 41.000 hombres, de los cuales unos 11.000 habían acabado muertos, heridos o desaparecidos y otros 6.500 habían sido hechos prisioneros. Las bajas alemanas se cifran en unos 13.000 hombres. Market Garden una victoria táctica de Alemania y el mayor fracaso que habían sufrido británicos y estadounidenses en los últimos años.

Tras un bombardeo preparatorio por parte de la aviación y de la artillería, a las 10:15 dos brigadas de infantería canadienses atacaron Calais. En las proximidades, los alemanes tenían instaladas varias baterías costeras, concretamente en los cabos Blanc Nez y Gris Nez y otra en las colinas Noires Mottes. La captura del cabo Blanc Nez fue inesperadamente fácil. Apenas el asalto llegó a las primeras líneas de defensa la guarnición ofreció su rendición. Muchos defensores estaban completamente borrachos. En Noires Mottes también hubo algunos grupos de alemanes que trataron de rendirse, pero desistieron al recibir disparos de su propio bando.

El 26 de septiembre un destructor estadounidense hundió un submarino japonés en el Pacífico. Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Koestu Maru).

Los estadounidenses habían puesto en servicio el campo de aviación de Peleliu y ese día llegaron bombarderos que en los días siguientes se emplearon en lanzar cohetes sobre entradas de cuevas y arrojando napalm.

Los eslovacos lograron frenar un avance alemán en Žiar nad Hronom.

Hitler ordenó a Himmler crear unas nuevas unidades militares especiales, una milicia a la que llamó Volksturm (Tormenta popular), en la que podrían alistarse (voluntaria o involuntariamente) todos los varones entre 16 y 60 años. Hitler confiaba en que podría reunir seis millones de hombres, que iniciarían "una guerra popular contra el invasor". El ministro de Armamento, Albert Speer, protestó al encontrarse con que trabajadores especializados irreemplazables iban a dejar sus puestos en la producción de armamento para engrosar la milicia.

En Italia el ejército británico cruzó el Rubicón. En una declaración conjunta, Roosevelt y Churchill aseguraron que devolverían paulatinamente a las autoridades italianas la administración de los territorios liberados, e invitaron al gobierno italiano a nombrar representantes en Londres y en Washington. Los soviéticos no dijeron nada parecido sobre los territorios que estaban invadiendo.

En Bélgica se constituyó un nuevo gobierno de unidad nacional en el que por primera vez había representantes comunistas. Por falta de candidatos, Hubert Pierlot siguió siendo el primer ministro.

El día anterior las fuerzas estadounidenses que combatían en Arracourt habían recibido órdenes de detener la ofensiva y consolidar el territorio conquistado. Así se hizo, aunque los alemanes siguieron atacando en vano unos días más.

La guarnición de Noires Mottes se rindió al amanecer. En cambio, la del cabo Gris Nez seguía resistiendo. De hecho, ya había resistido un primer asalto hacía poco más de una semana. Ahora era bombardeado por 532 aviones de la RAF, a los que siguió un ataque por parte de la infantería.

En Dunquerque, aprovechando un relevo de las fuerzas aliadas, los alemanes lanzaron dos ataques esa noche que, no obstante, fueron rechazados.

La aviación británica hundió un submarino alemán en el Atlántico, cerca de las Azores.

El 27 de septiembre submarinos estadounidenses hundieron un petroleros japonés (Tachibana Maru), un carguero (Hachirogata Maru) y un transporte (Ural Maru) en el que murieron 184 personas. También fue hundido un buque de escolta de un convoy en el que murieron 148 tripulantes.

Unos 150 miembros del Irgún atacaron cuatro comisarías de policía británicas en Palestina. Se desconoce el número de víctimas.

Paul Eppstein, el "alcalde" judío de la "bucólica" ciudad de Theresienstadt, que tan buena impresión había causado a la delegación de la Cruz Roja el año anterior, fue arrestado y fusilado por supuestos incumplimientos de la ley. Mientras tanto, a causa del bajo rendimiento del campo, la mayor parte de los prisioneros estaban siendo transportados a Auschwitz (18.401 personas fueron trasladadas en once transportes). En Theresienstadt quedaron unas 11.000 personas, principalmente ancianos, y en un 70% mujeres. En lo sucesivo, fueron llegando nuevos prisioneros de campos que los nazis se veían obligados a evacuar debido al avance soviético.

Hitler recibió un informe según el cual varios testigos implicaban al general Rommel en el intento de asesiato del 20 de julio. La Gestapo lo puso bajo vigilancia.

En Calais, después de un ataque con bombarderos pesados, varias fortalezas fueron cayendo sucesivamente ante los tanques lanzallamas. Primero Fort Lapin y luego Fort Nieulay.

Las fuerzas de Patton atacaron en Metz. Dos primeros asaltos fueron rechazados, pero el tercero logró crear una pequeña cabeza de puente sobre el Mosela al sur de la ciudad. Cerca de la ciudad los alemanes disponían de una impresionante fortaleza conocida como Fort Driant, hecha de acero y hormigón, contra la que los tanques estadounidenses pudieron hacer poco.

El 28 de septiembre un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Anjo Maru) cerca de las Filipinas. La aviación aliada hundió un carguero (Tone Maru) en el estrecho de Macasar.

Desde Peleliu, los estadounidenses desembarcaron en la isla vecina de Ngesebus. Un bombardeo previo por parte de la armada y la aviación mató a la mayor parte de los japoneses presentes en la isla, que no tardó en quedar bajo control, a pesar de que algunas unidades japonesas opusieron resistencia en cuevas y montañas.

El Ejército Rojo inició su avance hacia Belgrado desde Bulgaria. Los partisanos de Tito derrotaron a los chetniks que bloqueaban su avance hacia Servia y estuvieron a punto de capturar a Mihailović. El mariscal Tito seguía en Moscú.

Los partisanos eslovacos quedaron bajo el mando de un coronel soviético.

Los soviéticos habían advertido que la retirada alemana por Laponia se estaba desarrollando sin incidente alguno, y amenazaron con invadir Finlandia si ésta no atacaba a los alemanes. Finalmente, a las 8:00 tropas finlandesas exigieron la rendición de un pequeño contingente de la retaguardia alemana cerca de Pudasjärvi y, ante la negativa de los sorprendidos alemanes, les atacaron. Luego ambas partes entraron en contacto y los alemanes declararon que no tenían ningún interés en atacar a los finlandeses, pero que no se rendirían. Los finlandeses no insistieron más.

Una redada en Bratislava arrestó a unos 1.800 judíos y terminó con una de las organizaciones clandestinas judías más eficientes durante la guerra, conocida como el "Grupo de Trabajo". La mayoría de los arrestados terminaron en Auschwitz.

El cabo Gris Nez fue atacado por 302 bombarderos de la RAF. A su vez, Winnie y Pooh, las baterías británicas situadas en Dover, destruyeron una batería costera que los alemanes habían girado para disparar tierra adentro contra las tropas asaltantes.

El 29 de septiembre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Ekisan Maru) en el Pacífico.

El mariscal Tito firmó un acuerdo con los soviéticos para coordinar el ataque a Belgrado.

El Irgún asesinó en Jerusalén a un alto oficial de la policía británica.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Edward H. Crockett) y otro británico (Samsuva) en el mar de Barents.

Los alemanes habían evacuado la Estonia continental, pero aún ocupaban islas con valor estratégico, como el archipiélago Moonsund. Ese día los soviéticos lanzaron una campaña anfibia contra él. Los alemanes se retiraron sin apenas resistencia de las pequeñas islas de Muhu y Hiiumaa, pero se dispusieron a resistir en las restantes.

Los finlandeses trataron de tomar un puente sobre el río Olhava que estaban usando los alemanes en Laponia. Mientras intentaban desactivar los explosivos que los alemanes habían puesto en él, los alemanes los detonaron, matando a cinco finlandeses, entre ellos el oficial al mando. Luego se produjo un tiroteo que apenas duró media hora, hasta que los alemanes siguieron su avance hacia el norte.

Con los aliados atacando la Línea Gótica, las acciones de los partisanos italianos resultaban especialmente preocupantes para los alemanes, así que Kesselring organizó una campaña para erradicarlos de la zona con los métodos expeditivos que los nazis dominaban con virtuosismo. La misión quedó a cargo del mayor Walter Reder, que esa mañana inició una amplia redada en los municipios de Marzabotto, Grizzana Morandi y Monzuno. Los alemanes entraban en todas las casas, escuelas, iglesias, etc. que encontraban a su paso y no dejaban títere con cabeza. En la aldea de Casaglia di Monte Sole, la población se refugió en una iglesia. Los alemanes irrumpieron, ordenaron salir a todos los presentes y mataron al cura y a tres ancianos porque no obedecieron con la suficiente rapidez. Los demás fueron llevados al cementerio y allí fueron ametrallados: 197 personas, entre ellas 52 niños. Incidentes similares se repitieron durante una semana.

La batalla de Arracourt terminó cuando los alemanes claudicaron. Habían perdido más de 200 tanques.

A las 6:35 la artillería aliada abrió fuego contra la fortaleza del cabo Gris Nez, tras lo cual siguió un ataque de infantería. Las distintas posiciones alemanes se fueron rindiendo a medida que iban siendo alcanzadas. Mientras tanto el teniente Ludwig Schroeder, el oficial alemán al mando en Calais, propuso una declaración de ciudad abierta, pero fue rechazada porque se consideró una maniobra para ganar tiempo. No obstante, se acordó una tregua para evacuar a 20.000 civiles hasta el mediodía del día siguiente.

Un nuevo ataque contra Fort Driant resultó infructuoso. Los hombres de Patton se retiraron habiendo perdido 21 oficiales y 64 soldados, y con más de 400 heridos.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de Brasil.

Ese día se estrenó Él y su enemiga, una película del Oeste protagonizada por John Wayne. Las críticas fueron tibias, pero fue un éxito de taquilla. Unos meses antes había estrenado Batallón de construcción, en la que interpreta a un oficial de la Marina encargado de construir campos de aviación en el Pacífico. La película transmite mensajes muy claros sobre los japoneses, como cuando otro oficial le dice a Wayne: "Ya no luchamos contra personas, luchamos contra animales", o como cuando en la escena final Wayne inunda con petróleo ardiendo a los japoneses que avanzan y dice: "Esto dolerá a esos japos durante seis generaciones".

Para el 30 de septiembre, los estadounidenses ya controlaban la isla de Angaur, salvo por algunos focos dispersos de resistencia japonesa.

En su avance hacia Belgrado, los soviéticos tomaron Negotin. En Zaječar tuvieron lugar intensos combates.

Los alemanes hundieron dos de sus submarinos en la base naval de Salamis, en Grecia, después de que hubieran sido dañados irreparablemente durante un bombardeo aliado.

Los eslovacos lograron rechazar un ataque alemán a Banská Štiavnica, que era el núcleo rebelde más importante del país.

Los estadounidenses lanzaron una ofensiva en los Países Bajos con el objetivo de reforzar el pasillo creado durante la fallida operación Market Garden. Ese día atacaron Overloon, donde los alemanes presentaron una enérgica resistencia.

Apenas terminó la tregua en Calais, la aviación británica y la infantería canadiense iniciaron un nuevo ataque, y Schroeder no tardó en ordenar la rendición.

Un destructor estadounidense hundió un submarino alemán cerca de las islas Cabo Verde.

El juicio contra Chaplin por la presunta paternidad de la hija de Joan Barry se había repetido, esta vez con un jurado formado por once mujeres y un hombre, que decidió por 11 a 1 que Chaplin era el padre de la niña, sin que importara que las pruebas de paternidad afirmaran lo contrario. En contra de lo que sospecharán los malpensados, el jurado discordante fue una de las mujeres, que declaró: "No estoy defendiendo a Chaplin en absoluto, [...] sólo que no creo que sea el padre de la niña". El juez lo obligó a pagar el mantenimiento de la niña hasta los 21 años.

El 1 de octubre submarinos estadounidenses hundieron dos petroleros (Kyokuho Maru y Zuiyo Maru) y dos cargueros japoneses (Seian Maru y Takunan Maru) en varios puntos del Pacífico.

Las fuerzas rebeldes eslovacas pasaron a llamarse Primer Ejército Checoslovaco en Eslovaquia, pues los rebeldes tenían interés en que los aliados siguieran viendo a Checoslovaquia como un único país cuando terminara la guerra.

En sus intentos de probar que estaban en guerra contra Alemania, los finlandeses habían planeado atacar desde Oulu a las fuerzas alemanas situadas en Tornio y en Kemi, en la frontera con Suecia. Tropas finlandesas desembarcaron en Röyttä sin que los alemanes lo advirtieran, y su avance hacia Tornio y Kemi pasó inadvertido gracias en parte a que poco antes un grupo de soldados finlandeses fuera de servicio habían iniciado una revuelta en Tornio que mantenía ocupados a los alemanes. Cuando las tropas desembarcadas llegaron a Tornio, pillaron por sorpresa a las escasas fuerzas alemanes que habían sido enviadas para sofocar una mera revuelta local. A última hora los finlandeses capturaron un almacén de suministros alemán en el que encontraron grandes cantidades de bebidas alcohólicas y buena parte de los soldados decidieron organizar una fiesta olvidando palabras como "disciplina" o similares.

Los estadounidenses capturaron el monte Battaglia, en la Línea Gótica, con la ayuda de partisanos italianos.

El 2 de octubre un submarino estadounidense atacó un convoy japonés y hundió tres cargueros (Higane Maru, Hiyori Maru y Kokusei Maru). Otros submarinos hundieron además otro carguero (Azuchisan Maru) y un transporte (Tsuyama Maru) en otros puntos del Pacífico.

Los insurrectos de Varsovia habían empezado a negociar su rendición con los alemanes tiempo atrás, pero las conversaciones se interrumpieron cuando pareció que la intervención soviética era inminente. Al constatar que no era así, se habían reanudado de nuevo hacía unos días, y finalmente llegaron a un acuerdo. Esa noche terminaron todos los combates. Los alemanes se habían comprometido a tratar a los soldados polacos según la Convención de Ginebra y a tratar a la población civil con humanidad.

Un submarino francés hundió un barco hospital alemán (Tsar Ferdinand) en el Egeo.

Los partisanos yugoslavos entraron en Dubrovnik.

Tanto alemanes como finlandeses enviaron refuerzos  a Tornio. Ese día llegaron cuatro barcos finlandeses.

En la Línea Gótica, los estadounidenses tomaron Monghidoro, a 32 km de Bolonia.

En los últimos seis días, la artillería aliada había estado bombardeando las defensas alemanas alrededor de Aquisgrán. Ahora eran bombardeadas por 450 aviones, a los que siguió la artillería. Un total de 372 cañones dispararon 18.696 bombas en unas dos horas. Seguidamente una división de infantería estadounidense empezó a avanzar. Lentamente, logró cruzar el río Wurm y por la tarde llegó hasta la ciudad de Palenberg. Allí tuvo lugar un combate casa por casa. Por la noche un contraataque alemán resultó fallido.

La policía había arrestado a Charlie Kerins, a la sazón uno de los más altos dirigentes del IRA, y ese día fue condenado a muerte por un tribunal militar en Dublín por el asesinato dos años atrás del sargento Denis O'Brien. El presidente del tribunal retrasó la sentencia un día para que Kerins tuviera opción de realizar una apelación, pero no hizo nada. Al contrario, cuando se reanudó la sesión dijo: Por lo que a mí se refiere, podría haber retrasado la sentencia seis años, pues mi actitud hacia este tribunal será siempre la misma.

El 3 de octubre un destructor estadounidense hundió un submarino japonés en el Pacífico. Otro submarino japonés dañó un destructor estadounidense (USS Shelton), y otro destructor que lo acompañaba logró hundir un submarino en la zona, pero no se trataba del que había llevado a cabo el ataque, sino del USS Seawolf, del cual murieron sus 79 tripulantes. El USS SHelton fue remolcado durante un trecho, pero finalmente se hundió.

Tras 38 días de lucha, los japoneses capturaron Shaoyang, en China.

En Servia los partisanos expulsaron a los alemanes de Bor y allí liberaron a unos 1.700 trabajadores forzados, principalmente judíos húngaros.

Un submarino británico hundió un carguero alemán (Bertha) en el Egeo.

Los alemanes empezaron a desarmar a los soldados polacos de Varsovia. Unos 15.000 de ellos fueron enviados más tarde a varios campos de concentración. Unos 5.000 o 6.000 prefirieron confundirse con la población civil para continuar la lucha más adelante. Toda la población civil fue expulsada de Varsovia. En principio los civiles fueron trasladados a un campo de paso en Pruszków, de donde unos 90.000 fueron enviados a campos de trabajo, otros 60.000 a campos de exterminio y los restantes fueron llevados a diferentes lugares en Polonia y puestos en libertad.

Las fuerzas alemanas que habían llegado a la zona de Tornio se agruparon y se dirigieron contra la ciudad. Un intento de tomarla por la mañana fue rechazado, y los alemanes perdieron varios tanques. Luego un batallón alemán atacó al mismo tiempo que otro finlandés y ambos quedaron enzarzados en combate, pero finalmente el ataque principal alemán hizo retroceder a los finlandeses. En el norte del país, los finlandeses expulsaron a los alemanes de Taivalkoski.

Ese día empezó a operar el Kommando Nowotny, una nueva unidad de combate de la Luftwaffe que contaba con unos 40 aviones a reacción Messerschmitt Me 262, cuyo primer comandante fue el capitán Walter Nowotny, probablemente el mejor piloto con el que contaba la Luftwaffe. El año anterior, con 22 años, se había distinguido como el primer piloto que había alcanzado las 250 victorias (aviones enemigos derribados) en 442 misiones de combate, lo que le había merecido que Hitler lo condecorara con la Cruz de Hierro en una de sus versiones más exclusivas.

En su avance hacia Aquisgrán los estadounidenses tomaron Rimburg, pero el avance seguía siendo muy lento y costoso. La ciudad de Übach también fue tomada, pero los alemanes intentaron recuperarla lanzando un contraataque tras otro.

Los aliados necesitaban urgentemente puertos para enviar suministros a Bélgica y el norte de Francia, pero los que ya habían sido liberados, como el de Brest, habían sido completamente destrozados por los alemanes y tardarían tiempo en estar en operativos, y era inevitable que los alemanes destruyeran cualquier otro puerto aún en su poder antes de abandonarlo. Por ello, la mejor baza era Amberes. La ciudad estaba ya en manos de los aliados con el puerto listo para su uso, pero en la práctica era inútil, porque Amberes se encuentra situada sobre el río Escalda, y para llegar desde ella al mar del Norte hay que recorrer el largo estuario del río, que atraviesa la provincia neerlandesa de Zelanda, todavía ocupada por los alemanes. El estuario estaba lleno de minas, y era imposible limpiarlas mientras los alemanes controlaran Zelanda. La orilla meridional del estuario del Escalda estaba ocupada por una división alemana bajo el mando del general Knut Eberding, que había quedado aislada por tierra y constituía la llamada bolsa de Breskens. Durante el periodo de tranquilidad que había tenido mientras los aliados se centraban en la operación Market Garden, Eberding había tenido tiempo de levantar poderosas fortificaciones, principalmente en el canal de Leopoldo y el canal de Schipdonk. Además, contaban con la ventaja de que los alrededores estaban inundados. La orilla septentrional del estuario del Escalda se encontraban en la península de Zuid-Beveland y en la isla Walcheren, separada de ésta por un estrecho (que no se aprecia en el mapa).

Ese día bombarderos británicos atacaron un dique situado en Westkapelle, en la isla Wacheren, lanzando 1.270 toneladas de bombas que mataron a 152 civiles. El día anterior la RAF había lanzado octavillas advirtiendo a la población para que abandonara la zona, pero muchos no tenían adónde ir. Varias personas se habían refugiado en un molino de viento que fue destrozado por un impacto directo. El objetivo del bombardeo era inundar las instalaciones defensivas alemanas, para inutilizarlas, pero, como los ingenieros habían previsto, volar el dique de Westkapelle no era suficiente para tal fin. Al primer ministro neerlandés en el exilio, Pieter Sjoerds Gerbrandy, le habían llegado rumores sobre los planes de los militares sobre inundar Walcheren, pero cuando le preguntó acerca de ello a Winston Churchill éste respondió que no sabía nada del asunto.

La Cruz Roja Francesa logró que en Dunquerque se acordara una tregua de cuatro días para evacuar 17.500 civiles franceses y los militares aliados y alemanes heridos. La tregua se extendió un poco más para que los alemanes pudieran restablecer las defensas que habían quitado para posibilitar la evacuación. Algo similar se hizo en Saint-Nazaire, donde, además de los 28.000 soldados alemanes que defendían el puerto, había unos 130.000 civiles. La Cruz Roja logró que un gran número de ellos (principalmente mujeres y niños) pudiera abandonar el lugar, lo cual simplificó bastante a los alemanes sus problemas de abastecimiento.

Al inicio de la guerra, los dirigentes del Partido Comunista de España que, tras la guerra civil española, se habían exiliado en Francia, huyeron a Moscú, pero otros miembros del partido prefirieron quedarse y, en cuanto Hitler invadió la Unión Soviética y los nazis pasaron a ser malos a ojos de los comunistas, se formó una Agrupación de Guerrilleros Españoles que se coordinó con la resistencia francesa y luchó junto a los maquis, a quienes aportaron su experiencia en la guerra española. Entre ellos estuvo Jesús Monzón, que trató de reorganizar en PCE, así como la resistencia de los refugiados españoles contra la ocupación alemana. El año anterior había creado en Montauban la Unión Nacional Española, que pretendía agrupar las fuerzas españolas en Francia para luchar contra la dictadura franquista. Ahora que casi toda Francia estaba liberada y De Gaulle estaba desarmando a los partisanos, Monzón consideró que era un buen momento para aprovechar los recursos bélicos que todavía estaban en sus manos para invadir España y provocar una sublevación popular. Esta idea se concretó en la "Operación reconquista de España". Para entonces, la UNE contaba con 21 grupos, de los cuales 10 correspondían al PCE, 1 al PSOE, 6 al PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña), 2 al sindicato CNT y 2 a Izquierda Republicana, el que fuera el partido de Azaña.

Ese día, una brigada de 250 guerrilleros de la UNE cruzó la frontera y se enfrentó en Navarra con la policía y la guardia civil, provocando la muerte de 2 policías y 1 guardia civil. Casi al mismo tiempo otros 250 guerrilleros penetraban por otro punto de la frontera, también en Navarra, que tuvieron que enfrentarse al ejército español y a la guardia civil. La mayoría de los invasores terminó regresando a Francia, al no recibir apoyo alguno de la población civil. Los pocos que siguieron adelante acabaron muertos o arrestados.

El 4 de octubre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Taibin Maru) en el mar del Sur de China.

Tropas británicas empezaron a desembarcar en Grecia.

Los soviéticos lograron dividir las fuerzas alemanas que defendían Belgrado en tres grupos que quedaron aislados entre sí. Con los soviéticos a las puertas de la capital, el gobierno de Minal Nedić se disolvió y sus miembros trataron de huir como pudieron.

El general Tadeusz Bór-Komorowski, que hasta entonces había dirigido la resistencia polaca en Varsovia, se rindió a los alemanes, pero se negó a ordenar la rendición del resto de unidades de la resistencia, que quedaron bajo la dirección de Leopold Okulicki.

Aviones aliados bombardearon Praga por primera vez. Bombarderos alemanes hundieron un carguero finlandés (Maininki) en Röytä.

Un bombardeo de la RAF sobre Bergen (Noruega) destruyó cuatro submarinos alemanes, y tres cargueros (Elisabeth Bornhofen, Radøy y Sten), uno alemán y dos noruegos.

En su avance hacia Aquisgrán, los estadounidenses tomaron Hoverdor y Beggendorf, pero la resistencia era muy grande. En los últimos tres días habían contado unas 1.800 bajas.

El 5 de octubre un submarino estadounidense hundió en Manila un carguero japonés (Tatsushiro Maru) que transportaba 500 soldados. Se desconoce cuántos de ellos murieron.

Los japoneses capturaron Fuzhou, el último puerto que controlaban los chinos.

En su avance sobre el archipiélago Moonsund, los soviéticos desembarcaron en la isla de Saaremaa. Los alemanes se retiraron para fortificarse en la península de Sõrve. Mientras tanto el Ejército Rojo iniciaba una ofensiva contra Lituania con la que se conoció como batalla de Memel. En un frente de casi 100 km, la presión se concentró sobre una división alemana que se consideraba especialmente débil y que, en efecto, se derrumbó en el primer día de combates y abrió una brecha de unos 16 km.

En el bosque de Hürtgen los estadounidenses atacaron la ciudad de Schmidt, pero la resistencia alemana fue alta y hubo muchas bajas.

En la Línea Gótica los estadounidenses continuaron su avance hacia Bolonia apoyados por una división de infantería británica. Ese día terminó la matanza de Marzabotto. En total, hubo unos 770 muertos, entre ellos niños arrojados a las llamas, o bebés arrancados de los brazos de sus madres y luego decapitados.

Cinco pilotos canadienses participaron en el derribo de un Messerchmitt Me 262 sobre los Países Bajos. Era la primera vez que se derribaba un avión a reacción.

En la batalla de Aquisgrán los estadounidenses consiguieron un éxito notable al tomar Merkstein-Herbach.

Las mujeres francesas adquirieron ese día su derecho al voto.

Los británicos pusieron en libertad a Joel Brand, el cual viajó a Palestina. Dijo que los británicos no le dejarían regresar a Hungría, aunque también es probable que temiera que si regresaba lo asesinaran los alemanes.

El 6 de octubre submarinos estadounidenses hundieron tres petroleros japoneses (Akane Maru, Hokurei Maru y Yamamizu Maru), en el primero de los cuales murieron 810 personas a bordo, un transporte (Kinugasa Maru) y un buque de escolta, en el que murieron sus 170 tripulantes y los náufragos de Akane Maru que había rescatado. Un submarino neerlandés hundió otro alemán en el mar de Java.

Desde Arad, el ejército soviético entró en Hungría y logró avanzar casi 60 km en un día. Los alemanes lograron frenar otro ataque más al norte, que se estancó en Oradea, en Rumanía, tras un avance de apenas 10 km.

Finalmente los soviéticos habían superado las defensas alemanas en la zona de Dukla y así el Ejército Rojo pudo entrar definitivamente en Eslovaquia.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Triton) en Stralsund (Alemania).

De 406 aviones aliados, 121 alcanzaron su objetivo y bombardearon una refinaría de Hamburgo.

Milan Nedić voló desde Belgrado hasta Kitzbühel, en Austria.

Después de varios ataques fallidos por parte de los finlandeses, los alemanes hicieron un nuevo intento de desalojarlos de Tornio. El combate fue enérgico y los finlandeses lograron mantener a raya a los atacantes. No obstante, dos días atrás Hitler había autorizado la retirada de Finlandia y la operación estaba a punto de ponerse en práctica.

Unos días atrás una división canadiense había salido de Amberes hacia el norte, y ahora llegaba a la región de Woensdrecht, en la base de la península de Zuid-Beveland. Allí los alemanes ofrecieron una fuerte resistencia. Al mismo tiempo, otra división canadiense atacó la bolsa de Breskens. Un ataque con lanzallamas permitió establecer dos cabezas de puente sobre el canal de Leopoldo.

El 7 de octubre submarinos estadounidenses hundieron tres transportes japoneses (Kinugasa Maru, Macassar Maru y Shinyo Maru) en el Pacífico.

Cinco países árabes: Egipto, Iraq, Siria, Jordania y El Líbano, firmaron el Protocolo de Alejandría, encaminado a la formación de una organización de países árabes para acordar una política exterior común.

En la región ártica de Petsamo, que los soviéticos habían arrebatado a Finlandia tras la firma del armisticio, todavía había presencia alemana, y ahora los soviéticos lanzaron un ataque que rompió las líneas alemanas en el río Titovka. Los alemanes se retiraron y volaron los puentes tras haberlos cruzado.

Los soviéticos estaban aprovechando que tenían un gran dominio de las carreteras servias para penetrar en el territorio, posponiendo el combate contra los alemanes. Ese día tropas soviéticas salieron de Negotin, avanzaron sobre Rgotina y Žagubica y llegaron hasta Svilajnac. En 24 horas habían avanzado 120 km.

En Laponia las tropas finlandesas forzaron un combate en Ylimaa con tropas alemanas que pretendían retirarse. Aunque los alemanes estaban agotados por una larga marcha, lograron infligir numerosas bajas a los finlandeses antes de continuar su retirada.

En Lituania los soviéticos habían rodeado Memel y habían llegado hasta el mar, con lo que las fuerzas alemanas en Letonia quedaron aisladas.

En Auschwitz los alemanes anunciaron que 300 judíos que trabajaban en los hornos crematorios serían enviados a una ciudad cercana para limpiar escombros. Era frecuente que los alemanes hablaran de "traslados" similares para llevar a los "trasladados" a un descampado y asesinarlos, así que un grupo de los afectados organizó un levantamiento, atacó a los alemanes con piedras y martillos y prendió fuego al crematorio a su cargo usando trapos empapados en aceite que habían escondido previamente. Al escuchar el alboroto, los trabajadores de otro crematorio arrojaron a su supervisor al horno y escaparon cortando las vallas de alambre hasta refugiarse en el granero de un campo satélite en Rajsko. Pero los alemanes los encontraron y los exterminaron prendiendo fuego al granero. En el crematorio donde se había iniciado la revuelta 451 judíos fueron asesinados y otros 212 fueron capturados vivos, aunque esta circunstancia accidental no tardó en ser corregida.

En Eslovaquia, el teniente coronel Golian era incapaz de coordinar a los partisanos comunistas y otras facciones eslovacas, así que el general Rudolf Viest, hasta entonces en el exilio en Londres, voló a Eslovaquia para ponerse al mando de la revuelta contra los alemanes. No tuvo más éxito que Golian.

En Hungría los soviéticos continuaron su rápido avance y llegaron hasta el río Tisza. En el norte el ataque seguía congelado en Oradea.

Un centenar de bombarderos británicos atacó un dique en Vlissingen, en la isla de Walcheren, Como consecuencia, una porción considerable de la isla quedó inundada.

Ese día terminó en Washington la conferencia de Dumbarton Oaks, en la que hubo acuerdos sobre las líneas generales sobre cómo sería la futura Organización de las Naciones Unidas, si bien quedaron dos asuntos pendientes, uno sobre el sistema de votación del Consejo de Seguridad y otra sobre la insistencia de Stalin en que cada una de las 16 repúblicas soviéticas fuera reconocida como país independiente en la Asamblea General. Roosevelt propuso entonces que cada uno de los 48 Estados de los Estados Unidos fuera también reconocido como país independiente en la Asamblea General, y entonces a Stalin ya no le cuadraron las cuentas.

El 8 de octubre un submarino estadounidense hundió un barco de pasajeros japonés (Kohoku Maru) en el que murieron 361 pasajeros civiles, además de 56 tripulantes.

Aprovechando que el Alto Comisionado Británico, Sir Miles Lampson, estaba de vacaciones, el rey Faruq I de Egipto aprovechó para deponer al primer ministro Mostafa El-Nahas, que le habían impuesto los británicos dos años atrás y lo sustituyó por Ahmad Maher Pasha, que era hermano de Ali Maher Pasha. Lampson recibió de mal grado la noticia, pero tuvo que admitir que el gobierno corrupto de Nahas estaba perjudicando cada vez más la influencia británica en Egipto.

Los alemanes cejaron en su intento de retomar Tornio y se retiraron. Varias unidades alemanas habían sido rodeadas por los finlandeses en la zona, y ahora eran atacadas desde todas las direcciones. Muchos alemanes lograron escapar, pero los finlandeses tomaron también muchos prisioneros. Como respuesta, los alemanes tomaron rehenes civiles, 132 en Kemi y 130 en Rovaniemi, y propusieron intercambiarlos por los prisioneros de guerra bajo amenaza de ejecutarlos. Los finlandeses respondieron que si ejecutaban a los rehenes ellos harían lo propio con sus prisioneros. Mientras tanto los alemanes estaban demoliendo las áreas industriales de Kemi como paso previo a su retirada.

Esa noche tuvo lugar una sangrienta batalla cerca de la aldea de Tehumardi, en la entrada al istmo de la península de Sõrve, en la isla estonia de Saaremaa. Dos batallones alemanes, con algo más de 700 hombres marchaban el dirección a la península, y confluyeron con dos columnas soviéticas de unos 370 y 300 hombres, respectivamente, que avanzaban en la misma dirección. Los alemanes, sospechando la presencia enemiga, marchaban haciendo el menor ruido posible, y en un momento dado llegaron a caminar paralelamente a una de las columnas soviéticas, que no se alarmó al creer que se trataba de más tropas soviéticas. No obstante, en un momento dado los soviéticos lanzaron una bengala y descubrieron la identidad de sus acompañantes. Entonces se inició una batalla improvisada en la oscuridad de la noche, donde se llegó al cuerpo a cuerpo y hubo muchas bajas en ambos bandos. Unos 200 alemanes murieron (algunos después de ser hechos prisioneros por los soviéticos), y el resto logró llegar hasta la península de Sõrve, donde entraron en contacto con el resto de tropas alemanas en la isla. Las bajas soviéticas también fueron de unos 200 muertos, más una cantidad desconocida de heridos, del total de 370 involucrados, pues la otra columna no tuvo conocimiento del encuentro. Pocos días más tarde los soviéticos dominaban ya toda la isla salvo la península de Sõrve, donde los alemanes organizaron sólidas defensas.

Un submarino soviético hundió un transporte alemán en Ventspils (Letonia).

De un total de 44 trenes que habían salido de Atenas con soldados alemanes, sólo 17 llegaban ahora a Belgrado. El resto había sufrido ataques o bloqueos por parte de los partisanos. Los soviéticos llegaron al valle del Gran Morava, un afluente del Danubio que desemboca en él poco después de su paso por Belgrado.

Un submarino británico hundió un carguero alemán (Achilles) en el Egeo.

El Ejército Rojo, en su avance por Hungría, se desvió hacia el norte en dirección a Debrecen. Encontraron fuerzas alemanas en Hajdúszoboszló.

Una división estadounidense inició un ataque con la intención de capturar Verlautenheide y una colina conocida como "la colina del crucifijo", por un monumento que había en su cumbre, con lo que se completaría el cerco a Aquisgrán. El ataque fue precedido por un bombardeo masivo de artillería que permitió tomar la ciudad rápidamente. Mientras tanto los alemanes lanzaban un contraataque en Aquisgrán. Algunas unidades estadounidenses se encontraron aisladas o atacadas por la retaguardia. Finalmente los alemanes fueron obligados a regresar a sus posiciones iniciales con muchas bajas.

En Overloon se estaba desarrollando una batalla de tanques de dimensiones nunca vistas en suelo neerlandés. Los alemanes abandonaron la ciudad, pero los combates continuaron mientras los aliados avanzaban hacia Venray.

El día anterior se había presentado en su unidad de destino (en Francia) el soldado estadounidense Eddie Slovik. Ahora informaba al capitán Ralph Grotte de que tenía mucho miedo y pidió ser asignado a una unidad en la retaguardia. Aseguró que huiría si era asignado al frente y preguntó si eso constituiría deserción. Grotte le aseguró que así era, desestimó su petición y lo envió al frente.

Un batallón del ejército español se desplazó a Navarra por si a los comunistas se les ocurría volver a cruzar la frontera.

El 9 de octubre submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Shinki Maru) cerca de las cosas japonesas y dos petroleros de un convoy (Tachibana Maru y Tokuwa Maru) en el mar del Sur de China.

Ese día llegaron a Moscú Winston Churchill y Anthony Eden, su ministro de asuntos exteriores, para tratar con Stalin la situación y el futuro de Europa Oriental. En un principio estaba previsto que acudiera también Franklin D. Roosevelt, pero unos días antes había excusado su presencia por exigencias de la campaña presidencial. No obstante, en un mensaje a Stalin, dejó claro que cualquier acuerdo al que llegara con Churchill debería ser ratificado posteriormente por los Estados Unidos. Esto confundió a Stalin, que pensaba que Churchill representaría también los intereses estadounidenses, los cuales también eran novedosos, ya que hasta entonces Roosevelt no había mostrado ningún interés por Europa Oriental. El embajador estadounidense en Moscú, Averell Harriman, iba a estar presente en las conversaciones, pero esa noche, aprovechando la recepción informal que Stalin dispensó a sus invitados, en la que Harriman no estaba presente, Churchill sacó el tema de los Balcanes y, a medida que tanteaba al dictador soviético, fue elaborando una propuesta que terminó garabateando en un papel:

Básicamente, Churchill reclamaba para Gran Bretaña el predominio en Grecia y cedía a la Unión Soviética el predominio en Rumanía y Bulgaria. Stalin leyó el papel y trazó sobre él una marca de aprobación antes de devolvérselo a Churchill. Según declaraciones posteriores del primer ministro británico, Churchill dijo: ¿No podría parecer algo cínico si se pensara que hemos resuelto estos problemas, tan relevantes para el futuro de millones de personas, de forma tan improvisada? Mejor quememos el papel. Pero Stalin respondió: No, guárdeselo. No obstante, a pesar de este reparto improvisado, las posiciones británicas y soviéticas sobre Bulgaria, Hungría y Rumanía eran lo suficientemente opuestas como para impedir cualquier acuerdo formal.

Stalin reconoció el interés británico por el Mediterráneo, pero lo equiparó al interés "igualmente legítimo" de la Unión Soviética por el mar Negro, y a este respecto reclamó que, al igual que los Británicos controlaban el Canal de Suez y los estadounidenses el canal de Panamá, la Unión Soviética, como gran potencia, tendría que ver reconocido su derecho a controlar el estrecho de los Dardanelos por encima de los intereses turcos. Churchill se comprometió a presionar a Turquía en este sentido, pero a la vez pidió a Stalin que refrenara a los comunistas italianos. Respecto a Italia y Palmiro Togliatti (Ercoli), el Secretario General del Partido Comunista Italiano, Stalin dijo:

Es difícil influir en los comunistas italianos. La actitud de los comunistas es distinta en cada país. Depende de su situación nacional. Si Ercoli estuviera en Moscú, el mariscal Stalin podría influirle. Pero está en Italia, donde las circunstancias son diferentes. Él podría enviar al diablo al mariscal Stalin. Podría aducir que era italiano y decirle al mariscal Stalin que se ocupara de sus propios asuntos. Sin embargo, Ercoli es un hombre sabio, no un extremista, y no iniciará ninguna aventura en Italia.

Los soviéticos alcanzaron el Báltico cerca de Memel, con lo que unos 200.000 soldados alemanes quedaron aislados en la región letona de Curlandia. Como de costumbre, el Estado Mayor alemán, especialmente el general Guderian, aconsejó a Hitler evacuar la bolsa y emplear las tropas para estabilizar el frente oriental. Y, como de costumbre, Hitler se negó y ordenó que las fuerzas alemanas en Curlandia, al igual que las de las islas estonias de Hiiumaa y Saaremaa, mantuvieran sus posiciones a toda costa. Al parecer, Hitler todavía pensaba que podía ganar la guerra. Confiaba en que una nueva generación de submarinos podría hacerle ganar la batalla del Atlántico y expulsar a los aliados de Europa Occidental, con lo cual podría concentrarse en el frente oriental usando la "cabeza de puente de Curlandia" (así hizo que fuera denominada la bolsa) como base para una nueva ofensiva.

En Servia los soviéticos penetraban por el valle del Gran Morava hacia Petrovac. Lograron tomar un puente sobre el río cerca de Donje Livadice, frustrando el intento alemán de destruirlo.

En Hungría los soviéticos tomaron Hajdúszoboszló mientras los alemanes se atrincheraban en Debrecen.

Los eslovacos hicieron un esfuerzo por alistar una nueva tanda de soldados, pero apenas reunieron 2.000 hombres y no contaban ni con armas que entregarles ni con tiempo para entrenarlos.

La aviación soviética hundió cuatro transportes alemanes (Elbing I, Iller, Inge Christophersen, y Marie Seidler) en Mõntu, en la isla estonia de Saaremaa.

La aviación británica hundió un carguero alemán (Ludolf Oldendorff) cerca de la costa noruega.

En los Países Bajos, tras varios días de intensos combates, a veces incluso cuerpo a cuerpo, los canadienses conectaron sus dos cabezas de puente sobre el canal de Leopoldo. Mientras tanto, una brigada canadiense avanzó por el estuario del Escalda y desembarcó cerca de Hoofdplaat, para abrir un nuevo frente de ataque a la bolsa de Breskens. Los alemanes fueron pillados por sorpresa y ofrecieron poca resistencia al desembarco.

Patton decidió continuar su avance hacia el este dejando atrás a Fort Driant. Los paracaidistas británicos que seguían operando en los Vosgos estaban a 65 km de las tropas de Patton, pero no estaba previsto que llegaran a la zona a corto plazo. La misión tenía que haber durado dos semanas y llevaba ya dos meses, así que ese día se le puso fin. Los paracaidistas se dividieron en pequeños grupos y trataron de llegar a las líneas aliadas. Muchos de ellos fueron capturados por los alemanes y luego asesinados.

El soldado Eddie Solvik desertó de su puesto, caminó varios kilómetros hacia la retaguardia y se presentó a un cocinero militar que encontró al que le entregó una nota que decía:

Yo, el soldado Eddie D. Slovik, 36896415, confieso la deserción del Ejército de los Estados Unidos. En el momento de mi deserción, estábamos en Albuff, Francia. Vine a Albuff como reemplazo. Estaban bombardeando la ciudad y nos dijeron que cavaráramos para pasar la noche. A la mañana siguiente volvieron a bombardearnos. Estaba tan asustado, con nervios y temblores, que cuando los otros reemplazos se movieron, yo no pude. Me quedé en mi trinchera hasta que todo cesó y pude moverme. Luego caminé hacia la ciudad. Al no ver a ninguna de nuestras tropas, pasé la noche en un hospital francés. A la mañana siguiente me entregué a la policía militar francesa. Después de haber estado con ellos seis semanas, me entregaron a la Policía Militar Estadounidense. Me soltaron y le conté mi historia a mi oficial al mando. Le dije que si tenía que ir al frente de nuevo, huiría. Dijo que no había nada que él pudiera hacer por mí, así que volví a escaparme Y VOLVERÉ A ESCAPAR SI TENGO QUE IR DE NUEVO AL  FRENTE.

Firmado: Soldado Eddie D. Slovik A.S.N. 
36896415

El cocinero llevó a Slovik a un policía militar, el cual leyó la nota y le aconsejó que la rompiera. Slovik se negó y fue conducido ante el teniente coronel Ross Henbest, quien le dio de nuevo la oportunidad de romper la nota y volver a su unidad, con la garantía de que no sería procesado. Slovik se negó de nuevo y Henbest le ordenó escribir en el reverso de su nota que había entendido plenamente las consecuencias legales de incriminarse a sí mismo, y que la nota sería usada contra él en un consejo de guerra.

El 10 de octubre un submarino estadounidense dañó un carguero (Ejiri Maru) en el mar de Sur de China, que terminó encallando y explotando unas horas después de que hubiera sido abandonado. La tercera flota estadounidense, bajo el mando del almirante William Halsey, compuesta por 17 portaaviones, 6 acorazados, 4 cruceros pesados, 11 cruceros ligeros y 57 destructores se acercó a Japón y atacó Okinawa, en las islas Ryūkyū, el archipiélago más meridional de Japón, donde resultó hundido un destructor (Kaii) y un barco nodriza de submarinos (Jingei).

La flota japonesa estaba bajo el mando del almirante Soemu Toyoda, que estaba realizando un viaje de inspección por diversas bases japonesas. De hecho, lo había terminado con una estancia en Formosa y ahora se disponía a regresar a Japón, pero la proximidad de la flota estadounidense lo obligó a cancelar el viaje de regreso y quedarse en Formosa.

Una unidad especial australiana había creado una base secreta en una isla deshabitada de Indonesia, la isla Merapas, desde la que un equipo de 23 hombres disfrazados como nativos pensaban atacar la flota japonesa en Singapur. Se trataba de la operación Rimau (tigre, en malayo). Ese día salió la primera misión en un pequeño barco velero, pero dos horas antes del amanecer, por algún motivo desconocido, un barco de patrulla de la policía malaya se acercó al barco con intención de interrogar a sus tripulantes. Al parecer, entre los australianos cundió el pánico y alguno de ellos inició un tiroteo. Varios de los policías murieron, pero al menos uno escapó. Puesto que los japoneses no tardarían en ser informados, la misión fue abortada. El barco velero fue hundido, al igual que varios minisubmarinos que llevaban consigo, pero los australianos decidieron dividirse en varios grupos y llevar a cabo los objetivos previstos llegando hasta Singapur mediante unas canoas que tenían en Merapas.

En Moscú se reunieron Anthony Eden y Viacheslav Mólotov, y Bulgaria fue el principal punto de desencuentro. En particular, Mólotov trató de convencer a Eden de que Gran Bretaña apoyara el borrador de armisticio que la Unión Soviética planeaba para Bulgaria (esencialmente idéntico a los que habían firmado Rumanía y Finlandia) en lugar del propuesto por los Estados Unidos, que daba más poder a una Comisión Aliada de Control. Ante las reticencias de Eden, Mólotov terminó poniendo sobre la mesa el interés soviético por el mar Negro como condicionante último de sus propuestas sobre Bulgaria.

Fuerzas aliadas liberaron Corinto.

En Servia los soviéticos aseguraron una cabeza de puente sobre el Gran Morava. En Hungría ocuparon varias cabezas de puente en el margen occidental del Tisza, desde las que se acercaron a Kecskemét, a 70 km de Budapest.

La Wehrmacht detuvo el avance aliado hacia Bolonia en Livergnano. En Génova estalló un almacén alemán de municiones y provocó cientos de muertos. Probablemente la explosión la causó un rayo, aunque hubo sospechas de un ataque partisano.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Olsa) cerca de Kirkenes, en Noruega.

Los estadounidenses exigieron la rendición de Aquisgrán, y amenazaron con bombardear intensamente la ciudad en caso contrario. El coronel Wilck no aceptó.

Walter Model había ordenado a Eberding que aniquilara la brigada que había desembarcado en Hoofdplaat, y ese día, al amanecer, se inició un contraataque.

En Cuba se habían celebrado elecciones generales en las que el expresidente Ramón Grau San Martín había derrotado al candidato que Fulgencio Batista había designado como su sucesor. Ahora el presidente electo tomaba de nuevo posesión del cargo.

El 11 de octubre un submarino estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Joshu Go y Oita Maru) cerca de Formosa.

La conferencia de Moscú llegó a un cierto grado de entendimiento cuando Mólotov propuso a Eden un nuevo reparto de influencias:

así como una modificación de su propuesta de armisticio un poco más suave, pero que seguía posibilitando el control soviético sobre el país. Eden aceptó la propuesta de armisticio tanto para Bulgaria como para Hungría. En realidad, en ningún momento se especificó qué significaban en la práctica los porcentajes que se barajaban. En palabras de Churchill, eran simplemente una manera simple de reflejar el interés de británicos y soviéticos en los distintos países balcánicos. Ese día Churchill envió un telegrama a Roosevelt:

Stalin y yo estaríamos tratando de llegar a un punto de vista común sobre los Balcanes de modo que podamos evitar que estalle una guerra civil en varios países, en la que tú y yo simpatizaríamos con un bando y UJ [el tío José, Stalin] con el otro. Te mantendré informado sobre todo esto, y no se decidirá nada excepto acuerdos preliminares entre Gran Bretaña y Rusia, sujetos a negociaciones posteriores contigo.

El mismo día Churchill escribió una carta a Stalin en la que le decía que Gran Bretaña mantenía vínculos especiales con los reyes Pedro II de Yugoslavia y Jorge II de Grecia, por lo que era una cuestión de honor para los británicos que fueran restaurados en sus tronos, si bien también reconoció el derecho de los pueblos de los Balcanes a elegir cualquier sistema político de gobierno distinto del fascismo.

Paralelamente, una delegación húngara secreta firmaba en Moscú un acuerdo de alto el fuego. Hungría se comprometió a declarar la guerra a Alemania y a abandonar todos los territorios que había ganado desde 1937. Por su parte, los soviéticos —siempre tan bromistas— aseguraron que Hungría permanecería autónoma y soberana.

Los soviéticos tuvieron que abandonar sus posiciones al oeste del río Tisza, en Hungría, pero conservaron las cabezas de puente, cuya defensa confiaron a los rumanos. Al mismo tiempo las fuerzas soviéticas llegaban a las afueras de Debrecen. Ese día capturaron Szeged en Hungría y Cluj en Rumanía.

La aviación soviética hundió dos cargueros alemanes (Gotia y Sarp) en la costa noruega.

La artillería estadounidense lanzó ese día unas 5.000 bombas sobre Aquisgrán, además de las que dejó caer la aviación.

La RAF bombardeó otro dique en la costa septentrional de la isla de Walcheren, situado entre Veere y Vrouwenpolder. La zona central de la isla quedó inundada y los alemanes se vieron obligados a replegarse a las zonas más altas, lo que desbarató sus planes defensivos.

El año anterior, a la mujer de Howard Hawks le había llamado la atención en la portada de una revista una modelo de 19 años llamada Betty Joan Perske. Su marido estaba buscando una actriz para una nueva película "Tener y no tener", basada en la novela del mismo título de Ernest Hemingway, y le instó a llamarla y hacerle una prueba. Hawks ordenó a su secretaria que averiguara algo sobre la chica, pero la secretaria le entendió mal y directamente la citó. En cuanto la conoció, Hawks le ofreció un contrato por siete años y le cambió su nombre por el de Lauren. Ella misma completó su nombre artístico con el apellido de soltera de su madre, y así pasó a llamarse Lauren Bacall. En realidad su madre se llamaba Natalie Weinstein, pero era una inmigrante judía rumana, y, como muchos judíos, al emigrar se había cambiado el apellido por otro que no sonara judío. Su padre era hijo de inmigrantes bielorrusos.

El protagonista masculino de la película era Humphrey Bogart, quien inmediatamente congenió con Bacall y la orientó en todo momento para suplir su falta de experiencia en el cine. Incluso la animaba a acaparar el protagonismo en cada escena. Hawks encontró a Bogart inusitadamente fácil de dirigir. Y es que Bogart, a sus 44 años, se había enamorado de Bacall. Llevaba seis años casado con la que era ya su tercera esposa, la actriz Mayo Methot, pero hacía ya años que su matrimonio no funcionaba. Methot se daba a la bebida y llevaba al menos dos años sospechando (falsamente) que su marido le era infiel. Ahora que empezó a serlo de verdad las cosas empeoraron. El alcoholismo de Methot aumentó y a menudo arrojaba platos y otros objetos a su marido, llegó a incendiar la casa y se cortó las venas varias veces. Boggart también era violento a veces, y la prensa los llamaba los combatientes Boggart.

Por su parte, Hawks también se enamoró de Bacall y trató de convencerla de que no significaba nada para Bogart. Llegó a amenazarla con cederla a una productora de segunda fila. Ella se lo contó a Bogart, quien se enfrentó a Hawks y al final Jack Warner (uno de los Warner Brothers) tuvo que poner paz y el rodaje pudo continuar. Las críticas fueron variadas, pero el éxito en la taquilla fue enorme y casi llegó a igualar a Casablanca. Lauren Bacall se convirtió inmediatamente en una estrella de Hollywood, gracias en parte a una gran campaña publicitaria que lanzo la Warner.

El 12 de octubre la tercera flota estadounidense atacó las instalaciones militares japonesas de Formosa. Las fuerzas aéreas japonesas estaban en alerta desde hacía dos días, así que se produjo una batalla aérea sobre la isla. La mayor parte de los pilotos japoneses carecía de un entrenamiento adecuado, y así, unos 100 aviones japoneses fueron derribados, frente a nueve estadounidenses. Además, tres de los pilotos derribados fueron rescatados por submarinos. La flota japonesa también resultó dañada, pues resultaron hundidos un crucero auxiliar (Joshu Maru), dos cargueros (Hakko Maru y Mitsuki Maru) y un transporte (Asaka Maru). Un submarino hundió otro carguero (Toko Maru). Las instalaciones terrestres en Formosa también sufrieron daños considerables.

Por la noche aviones japoneses atacaron a la flota estadounidense guiándose por primera vez mediante el radar. El resultado fue pobre. Ocho aviones fueron derribados por la artillería de la flota y otros tres por los cazas nocturnos estadounidenses. Un destructor estadounidense sufrió algunos daños, pero se debieron a fuego amigo, no a los japoneses.

Un submarino británico hundió un carguero japonés (Manryu Maru) en el estrecho de Macasar.

Ese día los partisanos yugoslavos tomaron Leskovac. Los soviéticos se encontraron cerca de Topola con una brigada partisana, y se sorprendieron de lo bien equipada que estaba. Ese día se inició el ataque contra Belgrado, que estaba totalmente aislada. En la zona, los alemanes sólo controlaban algunas fortalezas dispersas en Šabac, Obrenovac, Topola y Mladenovac.

Los alemanes se dieron cuenta de que haber tomado rehenes en Finlandia había sido un error, porque no podían asesinarlos sin la contrapartida de que los finlandeses hicieran lo mismo con los prisioneros de guerra y además el gobierno finlandés usó el hecho como propaganda para minar la simpatía que parte de la población sentía todavía hacia quienes hasta hacía poco les habían ayudado a contener la amenaza comunista. Finalmente los rehenes fueron abandonados en Jaatila.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Lumme) cerca de Kirkenes, y otro (Capadose) fue hundido por torpederas soviéticas en Kiberg, también en la costa ártica noruega.

Los alemanes abandonaron Atenas, que inmediatamente fue ocupada por los partisanos griegos del Frente de Liberación Nacional. El primer ministro Ioannis Rallis fue arrestado, junto con muchos otros cientos de colaboracionistas que no pudieron huir a Alemania. Mientras tanto, paracaidistas británicos descendían en el aeropuerto de Megara, a 45 km de Atenas.

Los alemanes lanzaron un gran contraataque en Aquisgrán, pero fue rechazado gracias a un intenso fuego de artillería y defensas antitanque. Durante un tiempo los alemanes retomaron la colina del crucifijo, pero fueron desalojados al final del día. En la ciudad de Birk tuvo lugar un combate entre tanques que duró unas tres horas, tras el cual los alemanes abandonaron la ciudad. Más al sur, dos regimientos de infantería alemanes trataron de recuperar una colina que los estadounidenses habían ocupado días antes, pero finalmente fueron rechazados y los dos regimientos quedaron prácticamente aniquilados. La aviación estadounidense continuaba bombardeando Aquisgrán.

En los Países Bajos, tras dos días de intensos combates, los canadienses llegaron hasta Hoofdplaat con 17 muertos y 44 heridos. Allí tomaron la ciudad de Driewegen, donde tuvieron que rechazar numerosos contraataques alemanes. Por la noche tuvieron más éxito. Los canadienses perdieron y luego recuperaron Biervliet. Mientras tanto el canal de Leopoldo había sido rebasado y los alemanes retrocedían lentamente, sufriendo muchas bajas. Eberding quería establecer un perímetro más reducido que pudiera defender más fácilmente.

El 13 de octubre un submarino estadounidense hundió un petroleró japonés (Shinshu Maru) en el mar del Sur de China.

La flota estadounidense atacó de nuevo Formosa, el archipiélago de Pescadores y Luzón. A partir de las 14:00 las misiones de ataque fueron suspendidas y, en su lugar, la flota se preparó para defenderse de otro ataque nocturno. A las 16:40 el radar detectó aviones japoneses que se aproximaban y una formación de cazas fue enviada contra ellos. La encontraron a más de 100 km de la flota y allí destruyeron 10 aparatos. A las 18:12, justo antes del anochecer, otra formación fue detectada y otros 6 aviones fueron derribados en un intervalo de 20 minutos. Otros 6 aviones lograron llegar hasta los portaaviones y lanzaron al agua cuatro torpedos antes de ser derribados también. Uno de ellos trató de estrellarse contra uno de los portaaviones, pero resbaló sobre la cubierta y acabó cayendo al mar. A las 18:23 otros 10 aviones japoneses atacaron a otro grupo de barcos. Habían eludido a los radares volando a ras del agua. La artillería derribó a 6 de ellos, pero otro lanzó un torpedo que falló su objetivo, pero accidentalmente alcanzó al crucero USS Camberra, matando a 23 tripulantes y provocando daños graves, que obligaron a remolcarlo.

Tropas británicas liberaron Atenas. La aviación de un portaaviones británico hundió tres cargueros alemanes (Anna, Laudon y Nordpol) en la isla griega de Volos.

Tras una carga sobre los defensores alemanes, los partisanos yugoslavos llegaron al Danubio cerca de Boleč. Con ello aislaron de la guarnición de Belgrado a un grupo de tropas alemanas bajo el mando del general Walter Stettner, que tuvo que iniciar feroces ataques en un intento de restablecer el contacto con la capital servia.

Tropas soviéticas ocuparon Riga.

Los soviéticos atacaron la ciudad de Petsamo y cortaron la única carretera por la que los alemanes podían retirarse. Más al sur los finlandeses lograron rodear un batallón alemán en Kivitaipale, pero pudo ser rescatado por un regimiento que retrocedió a tal efecto.

Submarinos soviéticos hundieron un petrolero alemán (Terra) y un carguero sueco (Hilma Lau) en el mar Báltico.

Los estadounidenses empezaron a penetrar en la ciudad de Aquisgrán, pero las estrechas calles de su centro histórico eran un laberinto en el que los tanques estadounidenses no podían maniobrar, por lo que el avance fue complicado.

Los alemanes trataron de destruir el puerto de Amberes con bombas V-1 y V-2.

El 14 de octubre submarinos estadounidenses hundieron tres cargueros japoneses (Fushimi Maru, Nanrei Maru y Nittetsu Maru) y un petrolero (Eikyo Maru) en varios puntos del Pacífico.

A las 15:00 aviones japoneses atacaron una vez más a la flota estadounidense que seguía cerca de Formosa. Pocos lograron rebasar la barrera formada por los cazas estadounidenses, y los que lo lograron no causaron ningún daño. A las 17:00 llegó otra oleada de aviones. Nuevamente, la mayoría fueron abatidos por los cazas, y los que sobrevivieron se dieron por contentos con escapar de la persecución volando a ras del agua. A las 18:31, cuando ya se había puesto el sol, otro grupo de aviones atacó al grupo de barcos que remolcaba y escoltaba al Camberra. Las baterías antiaéreas derribaron 10 de ellos, pero otros llegaron hasta la flota y el crucero USS Boston recibió el impacto de un torpedo. La sala de motores se inundó y el barco se escoró. Al principio se dio la orden de abandonar el barco, pero luego se vio que podía ser remolcado.

Los soviéticos tomaron Oradea, en Rumanía.

El Ejército Rojo y los partisanos yugoslavos llegaron a las afueras de Belgrado y se inició un largo combate contra los alemanes casa por casa.

Los generales Wilhelm Burgdorf y Ernst Maisel se desplazaron del cuartel general de Hitler hasta la casa de Rommel en Ulm y allí le comunicaron que Hitler lo consideraba sospechoso de haber participado en el intento de asesinato del 20 de julio, con lo que tenía tres opciones:

  1.  Podía ir a Berlín a defenderse personalmente ante Hitler.
  2. Si se negaba a ello (lo que supondría admitir su culpabilidad) sería juzgado por el "tribunal popular" de Roland Freisler, lo que significaba que primero se le condenaría a muerte y luego se le juzgaría para confirmar la condena.
  3. Podía ingerir una cápsula de ácido cianhídrico que casualmente Burgdorf llevaba consigo.

Para ayudarle a tomar una decisión se le aclaró que, en los dos primeros casos, si al final era declarado culpable, su familia y los oficiales que habían estado bajo su mando sufrirían también represalias, mientras que en el tercer caso sería enterrado con honores de Estado y su familia recibiría la pensión correspondiente.

Antes de que llegaran los generales, Rommel ya había descartado ir a Berlín a hablar con Hitler, porque estaba convencido de que no llegaría vivo. Hitler no podía permitirse una condena contra Rommel, pues ello lo enemistaría con un sector importante del ejército en el peor momento posible. Precisamente por eso Hitler le había preparado una salida honrosa. Rommel negó cualquier implicación con el intento de asesinato y afirmó su lealtad a Hitler. Luego habló un momento con su mujer y su hijo, se vistió con su uniforme del Afrika Korps, tomó su bastón de mariscal, se subió al coche en el que habían venido los dos generales, fueron a las afueras de la ciudad, allí Maisel salió del coche y se alejó con el conductor y al cabo de cinco minutos Burgdorf les hizo señas de que regresaran al coche. El conductor notó que Rommel se había desplomado en el asiento. Murió antes de que llegaran al hospital. La causa de la muerte fue un ataque al corazón o una embolia debida al accidente de coche que había tenido poco tiempo atrás.

Los alemanes lograron romper el bloqueo soviético sobre Petsamo.

Los alemanes trataron de incendiar los edificios gubernamentales de Rovaniemi, la capital de la provincia de Laponia, en Finlandia, pero el fuego se extendió y llegó hasta la estación de tren, donde estalló un vagón cargado de municiones que a su vez extendió el fuego sobre toda la ciudad, cuyos edificios eran casi todos de madera.

Una división sudafricana entró en Grizzana mientras los alemanes abandonaban Livergnano.

En los Países Bajos los combates en el canal de Leopoldo estaban resultando extenuantes. Los canadienses contaba 533 muertos y unos 70 soldados estaban dominados por la neurosis conocida como "fatiga de combate". Muchos de ellos se acurrucaban en posición fetal y se negaban a hablar, comer o siquiera moverse. Por su parte, el general Eberding anunció entre sus hombres que cualquier soldado que se retirara sin permiso sería considerado un desertor y ejecutado sumariamente. Además, los nombres de los desertores serían hechos públicos y sus familiares serían considerados enemigos del pueblo alemán.

Un submarino alemán hundió una fragata canadiense en el golfo de San Lorenzo.

El 15 de octubre los japoneses abandonaron su estrategia de atacar a la flota estadounidense en Formosa sólo al anochecer y pasaron a hacerlo en pleno día. Entre las 10:45 y las 10:56 los cazas y la artillería antiaérea estadounidenses derribaron unos 24 aviones enemigos. Por la tarde cayeron muchos más. Los daños en la flota estadounidense fueron mínimos.

En la isla de Pelelou, los japoneses seguían resistiendo en la cordillera Umurbrogol. Ese día llegaron más refuerzos estadounidenses que empezaron a usar bulldozers y tanques lanzallamas.

Después de haber hundido con minas algunos barcos en Singapur, los japoneses encontraron en la isla de Soreh a cinco de los australianos que participaban en la operación Rimau. Se produjo un tiroteo tras el cual escaparon a un lugar seguro. Más tarde fueron encontrados de nuevo y se produjo un segundo tiroteo en el que dos resultaron heridos. Los otros tres mantuvieron a raya a unos 80 japoneses durante 9 horas mientras los heridos escapaban. Luego se escondieron en las copas de unos árboles, pero finalmente fueron detectados y asesinados con granadas. Los dos heridos murieron al día siguiente en la isla de Tapai, a la que habían llegado en una canoa, no se sabe si de sus heridas o por haber ingerido cápsulas de cianuro que llevaban consigo.

Finalmente, los 1.200 judíos de la lista de Schlinder estaban siendo transportados desde Płaszów hacia Brünnlitz. A raíz de las investigaciones sobre Amon Göth tras su detención, Oskar Schlinder había sido arrestado durante más de una semana (ya era la tercera vez) acusado de participar en el mercado negro y de haber sobornado a Göth. No obstante, fue puesto en libertad y el hecho de que Göth ya no estuviera en Płaszów le dio más libertad para organizar el traslado de sus trabajadores. Además de los trenes que llevaban a los judíos, hicieron falta otros 250 vagones cargados con maquinaria y materias primas. Uno de los trenes que transportaba a 300 mujeres de su lista acabó en Auschwitz por error, y Schlinder tuvo que enviar a su secretaria cargada de comida, diamantes, y otros productos del mercado negro, para asegurarse de que las judías acabarían en Brünnlitz como estaba previsto, sin que nadie pusiera objeciones tontas como que no estaban en condiciones de producir ni media granada.

Por esas fechas Hanna Reitsch fue a ver a Himmler con un folleto que un colega suyo había traído de Suecia. En él se afirmaba que los alemanes usaban grandes cámaras de gas para exterminar judíos y otros prisioneros. Himmler le preguntó si creía que eso era cierto, y ella respondió: ¡Por supuesto que no, pero debe usted hacer algo, no puede permitir que se diga eso de Alemania! Himmler le respondió: Tienes razón.

Las tropas búlgaras que habían entrado en Yugoslavia atacaron en Kósovo a las fuerzas alemanas que se estaban retirando de Grecia. En total había unos 17.000 alemanes en Kósovo, que recibían la ayuda del Frente Nacional albanés, que le disputaba el territorio a Yugoslavia, y además eran anticomunistas. Por su parte, los búlgaros contaban con el apoyo de los partisanos yugoslavos y el de los comunistas albaneses de Enver Hoxha.

El regente húngaro, Miklós Horthy, anunció a su gobierno que había firmado un armisticio con la Unión Soviética. Luego se lo comunicó al embajador alemán y finalmente pronunció un discurso por radio a las 14:00 para informar a todo el país. Hitler ya había encargado una respuesta ante esta eventualidad al capitán Otto Skorzeny, el mismo que había liberado a Mussolini y que posteriormente había organizado otras operaciones aún más complicadas, como un intento de asesinar a Stalin, Churchill y Roosevelt durante la conferencia de Teherán y otro de capturar a Josip Broz Tito con vida. Unos días atrás, ya había tratado de secuestrar al hijo y tocayo de Miklós Horthy con una falsa cita con representantes del mariscal Tito. Horthy no acudió a la cita porque vio individuos sospechosos en las inmediaciones, pero Skorzeny había logrado concertar otro encuentro justo para ese día en unas oficinas de un edificio gubernamental, pero cuanto Horthy entró en él los hombres de Skorzeny le atacaron, lo envolvieron en una alfombra, se lo llevaron al aeropuerto y lo condujeron hasta Viena. De ahí fue llevado al campo de concentración de Mauthausen.

Por otra parte, apenas Horthy padre hubo salido de la emisora de radio desde la que emitió su discurso, miembros del partido de la Cruz Flechada, con ayuda alemana, entraron en ella y emitieron una otra proclamación en nombre del general János Vörös, el jefe del Estado Mayor húngaro. Luego Skorzeny dirigió un convoy de tropas alemanas con cuatro tanques hasta el castillo en el que residía el regente. Éste, comprendiendo que su escolta no podía resistir un adversario de tal magnitud, dio órdenes de que no se ofreciera resistencia, pero una unidad no hizo caso y hubo un tiroteo durante una media hora. Luego Horthy fue capturado y pasó la noche en un cuartel de las SS.

Los soviéticos tomaron Petsamo, pero tuvieron que interrumpir su avance por falta de suministros.

La aviación soviética hundió un transporte alemán (Erfurt) en el Báltico, mientras que la aviación británica hundió un petrolero alemán (Norwegen) y otro Noruego (Inger Johanne) cerca de la costa noruega y un submarino alemán en Wilhelmshaven.

Ese día el acorazado Tirpitz fue trasladado de Kaafjord al puerto de Tromsø. A raíz de los informes que recibió sobre el último ataque que había sufrido el barco, el almirante Karl Dönitz había decidido que no era viable repararlo, por lo que en lo sucesivo sus baterías servirían para defender Tromsø, cuyas aguas eran poco profundas, lo que impediría que el barco se hundiera si recibía otro ataque. Además, como los aliados no tenían información concluyente sobre los daños que había sufrido, Dönitz esperaba que éstos siguieran planeando ataques contra él, con lo que malgastarían recursos que dejarían de emplear en otros objetivos más provechosos. Así fue, los británicos manejaban información contradictoria sobre el estado del Tirpitz, y en cuanto les llegaron noticias de su traslado saltaron las alarmas y se pusieron a investigar. Un acorazado que debía partir al océano Índico se quedó en Gran Bretaña por si el Tirpitz salía a mar abierto.

En un intento de aumentar la distancia entre las dos divisiones estadounidenses que atacaban Aquisgrán, los alemanes atacaron a una de ellas. Unos pocos tanques lograron romper las líneas enemigas, pero el grueso de las fuerzas atacantes fue aniquilado por la artillería y la aviación.

El 16 de octubre la flota estadounidense seguía derribando aviones japoneses a medida que iban llegando. El mayor ataque tuvo lugar sobre las 13:30, a cargo de 75 aviones japoneses. Uno logró disparar un torpedo contra el crucero USS Houston antes de estrellarse en en agua. La explosión arrojó al mar a 20 hombres y alrededor del barco se ardían llamas de gasolina inflamada. No obstante, el barco pudo ser remolcado.

Ese día terminó la batalla aérea de Formosa, porque la frota estadounidense inició su retirada y los pilotos japoneses que habían sobrevivido informaron de que había sido completamente destrozada, así que ya no había nada más que hacer. La realidad era que los japoneses habían perdido entre 300 y 500 aviones, además de haber sufrido daños graves en sus instalaciones en Formosa y Luzón, mientras que los estadounidenses habían perdido 89 aviones y sólo dos de sus cruceros habían resultado dañados, uno de forma superficial. Sin embargo, el Alto Mando japonés juzgó oportuno no cuestionar el relato de sus pilotos, y así el emperador Hiroito felicitó a la Armada y a las Fuerzas Aéreas por su rotunda victoria. La prensa japonesa también informó hasta la saciedad de que la flota estadounidense se había retirado hecha pedazos. Pero el almirante Shigeru Fukudome, que tenía a su cargo el sector de Formosa, describió así la batalla: Nuestros cazas fueron como muchos huevos arrojados contra la muralla de una formación enemiga invencible.

Partisanos albaneses tomaron Vlorë.

El Ejército Rojo inició una ofensiva contra Prusia. En el primer día penetró unos 11 km, pero las defensas alemanas eran muy sólidas y pronto detuvieron el avance.

El regente húngaro, Miklós Horthy, fue llevado a su palacio para que recogiera sus pertenencias personales. Allí se encontró con el primer ministro Géza Lakatos, que pidió que firmara un documento en el que renunciaba al armisticio firmado con la Unión Soviética y abdicaba en favor de Ferenc Szálasi, el líder del partido de la Cruz Flechada. Horthy se extrañó de que su amigo le pidiera tal cosa, y entonces Lakatos le explicó que su hijo había sido secuestrado. Los alemanes se lo confirmaron y le aseguraron que si firmaba su hijo sería liberado en breve plazo. Horthy firmó. Ahora Szálasi era tanto el jefe de Estado como el primer ministro de Hungría, y los altos cargos del partido de la Cruz Flechada no tardaron en asumir el mando de las fuerzas armadas. Con los soviéticos a las puertas de Budapest, Szálasi no vaciló en retomar las políticas nazis, y así ordenó la persecución de los judíos "y otros indeseables", entre los que no se incluían los miembros de su partido. Ese mismo día las milicias de la Cruz Flechada, junto con tropas alemanas, mataron a más de 200 indeseables en Budapest.

Ese día el general húngaro Béla Miklós recibió órdenes de presentarse ante el general alemán Gotthard Heinrici, pero, temiendo que iba a ser arrestado, huyó a través del frente con dos de sus ayudantes y dos sargentos. Se presentó ante las tropas soviéticas que, sorprendidas, lo llevaron hasta Lisko, en Polonia, donde estaba el cuartel general soviético más cercano.

Los finlandeses entraron en Rovaniemi, prácticamente arrasada por los alemanes antes de haberla abandonado.

Los alemanes trataron de organizar contraataques locales en Aquisgrán, pero las bajas eran tan numerosas que pronto tuvieron que desistir. Ese día las dos divisiones estadounidenses que atacaban Aquisgrán pudieron entrar en contacto. Para entonces los estadounidenses contaban unos 400 muertos y unos 2.000 heridos. El avance estadounidense por el bosque de Hürtgen estaba resultando penoso. Apenas habían ganado 3km y ya contaban 4.500 bajas. Ese día llegó una nueva división de relevo.

La operación Market Garden había dejado unos 500 paracaidistas británicos y estadounidenses escondidos al norte del Rin, en territorio neerlandés. En un principio se habían pensado en emplearlos como apoyo cuando los aliados cruzaran el Rin, pero en cuanto se vio que el cruce no entraba en los planes de los aliados a corto plazo, se pensó en evacuarlos, pues para la resistencia neerlandesa era un gran problema mantener oculta a tanta gente. Ese día el teniente coronel David Dobie cruzó el Rin a nado y alcanzó las líneas aliadas para acabar de concretar el plan de evacuación, que recibió el nombre de Operación Pegaso.

Un gigantesco bombardeo de artillería obligó finalmente a los alemanes a retirarse de Woensdrecht, con lo que los canadienses cortaron a los alemanes el acceso terrestre a la península de Zuid-Beveland. En la costa sur del estuario del Escalda, los canadienses habían encontrado la ciudad de IJzendijke bien defendida el día anterior, pero ahora los alemanes la habían abandonado, siguiendo el plan de Eberding de reducir el perímetro de la bolsa de Breskens.

Una fragata canadiense hundió un submarino alemán en el Atlántico.

A las 8:05 del 17 de octubre, tropas estadounidenses empezaron a desembarcar en las pequeñas islas filipinas de Suluan y Dinagat. En la primera dispersaron a una pequeña fuerza japonesa y destruyeron una estación de radio. La segunda estaba desierta.

La aviación británica hundió un carguero japonés (Ishikari Maru) en el océano Índico. Se trataba de una maniobra de distracción para retener recursos japoneses mientras los estadounidenses empezaban a liberar las Filipinas.

El día anterior el compositor checo Hans Krása había salido de Theresienstadt para ser transportado a Auschwitz. Allí fue enviado a la cámara de gas apenas llegó.

El propio Skorzeny escoltó a Miklós Horthy durante el viaje en tren que lo llevó hasta un castillo en la ciudad alemana de Weilheim, donde fue alojado confortablemente, pero custodiado en todo momento por 100 miembros de las SS. Su hijo siguió en Mauthausen. Lakatos fue encarcelado en la ciudad húngara de Sopron.

Mientras tanto el general Miklós emitió un comunicado por radio en el que instaba a los oficiales del Primer Ejército Húngaro (el que estaba bajo su mando) que dejaran de acatar órdenes del gobierno y se unieran a las fuerzas soviéticas. Pero, si elegir entre nazis y comunistas era ya de por sí una elección difícil, el hecho de que decantarse por los comunistas supusiera desobedecer al propio gobierno ya era demasiado para un militar, y así sólo el comandante de un regimiento eligió la segunda opción y no tardó en ser arrestado y ejecutado por los alemanes.

Ahora que los alemanes controlaban abiertamente Hungría, pudieron enviar desde allí 35.000 soldados a Eslovaquia. Por su parte, Stalin perdió interés en Eslovaquia para centrarse en Hungría.

Un total de 1.338 bombarderos y 811 cazas estadounidenses atacaron Colonia.

La brecha en el dique de Westkapelle fue bombardeada de nuevo por la RAF.

El 18 de octubre los estadounidenses ocuparon sin oposición la isla filipina de Homonhon, donde instalaron señales luminosas para guiar futuros desembarcos.

La aviación de la flota estadounidense atacó un convoy japonés cerca de la isla filipina de Calayán y hundió un carguero (Omine Maru), tres transportes (Hoten Maru, Terukumi Maru y Tsingtao Maru) y un cazasubmarinos. Un submarino estadounidense hundió además otro carguero (Hakushika Maru) y otro transporte (Arabia Maru) cerca de Manila. Otro hundió dos cargueros más (Shiranesan Maru y Taikai Maru) en el mar del Sur de China.

Las tropas alemanas que habían entrado en Eslovaquia desde Hungría avanzaban hacia Banská Bystrica. Los eslovacos pudieron detener parte de las unidades en Biely Potok, pero otras que avanzaban por la montaña derrotaron a las escasas fuerzas partisanas de la zona y tomaron Krupina.

En Ulm se celebró el funeral de Estado en honor del mariscal Erwin Rommel. Según su hijo, tuvo lugar en Ulm en lugar de en Berlín por deseo expreso del difunto. Hitler estuvo representado por el mariscal Gerd von Rundstedt. El cadáver fue incinerado para no dejar restos de la embolia encapsulada que lo mató.

Un avión británico localizó el Tirpitz en Tromsø y tomó algunas fotografías. Poco después, la aviación del portaaviones HMS Implacable inspeccionaron la zona y tomaron más fotografías a baja altura. Esa noche el comandante del Implacable pidió permiso para atacar al Tirpitz al día siguiente, pero le fue denegado.

Aquisgrán estaba casi completamente en manos de los estadounidenses. El cuartel general alemán estaba en el hotel Quellenhof, en una de las pocas áreas que resistían, y que ahora un regimiento de infantería se disponía a atacar. Por la noche 300 soldados alemanes se las arreglaron para entrar en el hotel para reforzar su defensa y un enérgico contraataque logró alejar por un tiempo del edificio a los estadounidenses.

En Italia, los británicos liberaron Galeata.

Ese día terminó la batalla de Overloon. Los aliados habían sufrido casi 2.000 bajas y habían perdido unos 40 tanques y dos aviones. Las bajas alemanas rondaban, en cambio, los 600 hombres. Para los aliados fue una victoria pírrica.

En Francia los estadounidenses liberaron Bruyères, en Lorena, pero los alemanes todavía ocupaban buenas posiciones en varias colinas alrededor de la ciudad, así que asegurar la ciudad llevó algunos días más.

El 19 de octubre la aviación de la flota estadounidense bombardeó Manila y hundió dos cargueros japoneses (Jogu Maru y Toshikawa Maru). Un transporte (Nichizui Maru) fue hundido cerca de Hong Kong y murieron 50 soldados.

En Angaur la resistencia japonesa había degenerado a pequeñas acciones a cargo de pequeños grupos aislados. Ese día el oficial al mando, el mayor Ushio Goto, murió en combate mientras defendía una cueva. Los japoneses estaban siendo desalojados de las cuevas con explosivos, lanzallamas, tanques y la artillería.

El vicealmirante Takijirō Ōnishi, que estaba al mando de la Primera Flota Aérea de la Armada Imperial Japonesa, llegó a Mabalacat, en la isla filipina de Luzón, y solicitó una reunión con los oficiales al mando. En ella les informó de que se había activado el plan previsto ante un intento de invasión de las Filipinas, el cual preveía que tres flotas acudieran al lugar de desembarco: una desde el norte, bajo el mando del vicealmirante Jisaburo Ozawa, que actuaría como señuelo para atraer la flota estadounidense, la fuerza principal, bajo el mando del vicealmirante Takeo Kurita, que se disponía a zarpar de Brunéi, y otra desde el sur, bajo el mando del vicealmirante Shōji Nishimura. Sin embargo, era necesario retrasar por lo menos una semana a la flota estadounidense para dar tiempo a la flota de Kurita. A Japón apenas le quedaban pilotos experimentados capaces de enfrentarse con éxito a una flota estadounidense, y ya se había visto recientemente que los cazas japoneses caían como moscas en los ataques. Por ello, a su juicio, y ante la falta material de tiempo para formar buenos pilotos, la única opción era formar pilotos de usar y tirar, es decir, pilotos con la formación mínima necesaria para hacer despegar un caza cargado con una bomba de 250 kg y estrellarlo contra un barco enemigo. Como "pilotos monouso" no sonaba muy digno, Ōnishi eligió un nombre más poético y acorde con la tradición japonesa, y así, lo que propuso fue crear un Shinpū tokubetsu kōgeki tai (Grupo Especial de Ataque "Viento Divino"), aunque estos grupos serían más conocidos por su abreviatura tokkōtai.

Ese día se clausuró la Conferencia de Moscú.

En Palestina, los británicos habían detenido a numerosos miembros del Irgún, que continuaba perpetrando actos terroristas. Ese día 251 detenidos fueron deportados en avión a un campo de detención en Asmara. Los detenidos a menudo se rebelaban e iniciaban huelgas de hambre. En los campamentos hubo muchos intentos de fuga, a veces con éxito, pero la mayoría de los evadidos fracasaba en su intento de regresar a Palestina.

Georgios Papandreou regresó a Atenas junto con el gobierno griego en el exilio. El rey Jorge II se quedó en El Cairo, porque Papandreou había prometido que el futuro de la monarquía griega se decidiría en un referéndum.

En Prusia los soviéticos lograron rebasar la primera línea defensiva alemana.

El día anterior los soviéticos habían continuado su avance desde Pestamo y esta noche llegaron hasta la frontera noruega.

Ese día España fue invadida por segunda vez por los Pirineos, pero no por Navarra, sino por Lérida. Y mucho más a lo grande, pues esta vez los invasores eran una división formada por más de 6.000 hombres bajo el mando del coronel Vicente López Tovar, que había logrado cierta fama en la lucha contra los alemanes en Francia. En poco tiempo ocuparon más de una docena de pueblecitos pirenaicos y apresaron a algunos guardias civiles.

El 20 de octubre un submarino estadounidense hundió dos transportes japoneses (Oyo Maru y Ugo Maru) en el mar del Sur de China.

A las 10:00 fuerzas estadounidenses desembarcaron en Leyte, en las Filipinas. Lo hicieron en dos playas situadas al norte y una tercera en el extremo sur de la isla. La resistencia japonesa no fue grande. Al cabo de una hora los marines habían asegurado cabezas de playa lo suficientemente amplias como para proceder al desembarco de vehículos y otros suministros. A las 13:30 desembarcó MacArthur, que no tardó en recordar el juramento que había hecho cuanto tuvo que abandonar las islas:

Pueblo de Filipinas, ¡He vuelto! Por la gracia de Dios Todopoderoso, nuestras fuerzas están de nuevo en suelo filipino.

Junto a él desembarcó el presidente filipino en el exilio Sergio Osmeña. Por la noche los japoneses lanzaron un contraataque infructuoso. Ese día los estadounidenses contaron 49 muertos, 192 heridos y 6 desaparecidos.

Las fuerzas soviéticas y yugoslavas controlaban ya Belgrado. Esto aceleró la retirada de los alemanes de los Balcanes.

Tres divisiones rumanas tomaron Debrecen.

Los soviéticos rompieron la segunda línea defensiva alemana en Prusia cerca de Gumbinnen.

En los Países Bajos tropas canadienses atacaron hacia Bergen op Zoom, con el propósito de asegurar el istmo de la península de Zuid-Beveland.

En Italia los estadounidenses liberaron Monte Grande.

Los republicanos españoles establecieron su cuartel general en Bosost. Mientras tanto, el ejército español, bajo la dirección del general Yagüe, maniobraba amenazando con rodearlos y cortarles la retirada.

En las primeras horas del día se produjo en Guatemala un golpe de Estado contra el presidente Feredico Ponce Vaides, organizado por una asociación de estudiantes y un sector del ejército dirigido por el teniente coronel Francisco Javier Arana. Las tropas rodearon las dos fortalezas que había en la capital y tomaron otros lugares relevantes. El presidente Ponce corrió a refugiarse en la embajada mexicana. Todos los civiles que quisieron colaborar con la revolución recibieron armas. Así se reunieron unas 800 personas, principalmente estudiantes y obreros, que combatieron a la policía por las calles de la ciudad. A las 10:30 las dos fortalezas se habían rendido y una guardia cívica recién organizada sustituyó a la policía en sus funciones de mantener el orden, incluso en la dirección del tráfico. Tras cuatro horas de negociación, Federico Ponce renunció al poder y ordenó el cese de toda resistencia a las fuerzas que apoyaban a su gobierno. A cambio se le permitió abandonar el país. Ese mismo día el gobierno fue asumido por un triunvirato compuesto por el teniente coronel Arana, el coronel Jacobo Árbenz y un político civil, Jorge Toriello Garrido.

La resistencia japonesa en Leyte estaba siendo esporádica y descoordinada. El 21 de octubre los estadounidenses capturaron Tacloban, la capital de la provincia.

Los partisanos yugoslavos tomaron Grahovo, en Montenegro, tras cinco días de lucha. Los alemanes organizaron el conocido como frente de Sirmia, con siete líneas de defensa, para contener el avance soviético por Yugoslavia y mantener abierta una vía de evacuación de Grecia.

En Prusia los soviéticos tomaron Nemmersdorf. Era una de las primeras ciudades que tomaban con población mayoritariamente alemana.

En Italia los británicos cruzaron el río Savio.

Después de que los estadounidenses se hicieran con el centro de Aquisgrán, el hotel Quellenhof, que era ya el último reducto alemán en la ciudad, se rindió. Los estadounidenses habían sufrido unas 7.000 bajas, frente a 5.000 bajas alemanas más otros 5.600 soldados que fueron hechos prisioneros. Fue la primera ciudad importante alemana que cayó en poder de los aliados.

Ólafur Tryggvason Thors tomó posesión como primer ministro de Islandia, el primero elegido desde la proclamación de la república, si bien ya había ocupado el cargo dos años atrás durante el reinado de Cristián X.

Tras la huida del dictador salvadoreño Maximiliano Hernández, el general Andrés Ignacio Menéndez había tratado de organizar unas elecciones justas, pero esto hizo que la cúpula militar lo derrocara y lo sustituyera por el coronel Osmín Aguirre y Salinas, que había sido director de la Policía Nacional durante el gobierno de Hernández, y que se dispuso a organizar unas elecciones "normales" a satisfacción de sus colegas.

El 22 de octubre un submarino estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Kokuryu Maru y Taiten Maru) en el mar del Sur de China.

La isla de Angaur estaba libre de japoneses.

El primer tokkōtai estaba listo para actuar, a la espera de encontrar el momento oportuno. El grupo estaba dirigido por el teniente Yukio Seki. Se había diseñado un rico ceremonial patriótico-religioso destinado a convencer (o, mejor dicho, a recordar) a los pilotos que el acto de ofrecer su vida a su país y al emperador era algo heroico y trascendente y no una estupidez. No obstante, a Seki no se le escapó que el "viento divino" no era sino un eufemismo por "piloto desechable". En una entrevista a un corresponsal de guerra declaró:

El futuro de Japón es sombrío si se ve obligado a matar a uno de sus mejores pilotos. No voy en esta misión por el Emperador o por el Imperio ... ¡Voy porque me lo han ordenado!

También aseguró que, si le dejaran, podría lanzar una bomba sobre la cubierta de un barco sin estrellarse y regresar.

Los partisanos albaneses organizaron en Berat lo que llamaros el Gobierno Democráctico de Albania y proclamaron a Enver Hoxha como primer ministro de Albania. Inmediatamente se establecieron tribunales para investigar, previa condena a muerte, a todos los "enemigos del pueblo", entre los que, naturalmente, se incluía a cualquiera que pudiera cuestionar la legitimidad del nuevo gobierno. Tales tribunales estuvieron a cargo de Koçi Xoxe.

Tres divisiones húngaras desalojaron a los rumanos una cabeza de puente sobre el Tisza. Los soviéticos tomaron Nyíregyháza, amenazando las líneas de comunicación alemanas.

En Prusia los soviéticos tomaron Gumbinnen.

En los Países Bajos estaba casi ultimada la operación Pegaso, por la que se haría cruzar el Rin a los paracaidistas británicos y estadounidenses que habían quedado atrapados tras el fracaso de la operación Market Garden. A ellos se habían unido algunos pilotos derribados, algunos civiles neerlandeses e incluso algún soviético. Dos días atrás los alemanes habían ordenado a los habitantes de la zona que abandonaran sus casas ese día, por lo que se pensó que merecía la pena adelantar la operación para aprovechar la confusión que se produciría. Al anochecer, un total de 139 hombres fueron llevados de sus escondites a un lugar cercano al río, y cercano también a un puesto de ametralladoras alemán. La mayoría pertenecían a una división de paracaidistas británicos. A las 21:00 empezaron a moverse hacia el río divididos en pelotones. En 90 minutos fueron evacuados todos excepto un ruso que fue capturado por los alemanes. No obstante, todavía quedaban muchos paracaidistas en la zona pendientes de ser evacuados.

Para evitar que los alemanes reforzaran el estuario del Escalda, los aliados iniciaron un ataque para liberar el Brabante septentrional, que es la región neerlandesa que se extiende al este de Zelanda. Un cuerpo de artillería británico empezó abriendo fuego sobre las posiciones alemanas en Nuland. Unas horas más tarde lograron un éxito notable cuando la aviación destruyó en Dordrecht el cuartel general de un ejército alemán. Dos generales y otros 70 oficiales murieron en el ataque. Luego Nuland fue liberada y un contraataque alemán fue rechazado. Otra división británica tomó Esschen en un ataque por sorpresa.

El 23 de octubre submarinos estadounidenses hundieron un petrolero japonés (Kikusu Maru), cuatro cargueros (Shinsei Maru, Tatsuju Maru, Toun Maru y Wakatake Maru) y una nave nodriza de hidroaviones (Kimikawa Maru) en el mar del Sur de China. Otro carguero (Hakuran Maru) resultó hundido cerca de la costa de Japón.

De acuerdo con el plan previsto, la flota del vicealmirante Kurita había zarpado de Brunéi y a las 0:16 un submarino estadounidense (Darter) la había detectado junto a la isla filipina de Palawan. Constaba de 5 acorazados, 10 cruceros pesados, 2 cruceros ligeros y 15 destructores. Otro submarino (Dace) siguió al Darter hacia la flota enemiga a toda máquina y esperaron al amanecer para iniciar un ataque. A las 5:24 el Darter lanzó seis torpedos, cuatro de los cuales impactaron sobre el buque insignia de Kurita, el crucero Atago. A las 5:34 otra tanda de torpedos impactó contra el crucero Takao. A las 5:56 el Dace logró cuatro impactos sobre el crucero Maya. El Atago y el Maya no tardaron en hundirse, hasta el punto que Kurita tuvo que ser rescatado del agua, mientras que el Takao tuvo que regresar a Brunéi escoltado por dos destructores. Los dos submarinos lo siguieron.

Mientras tanto MacArthur presidía una ceremonia en la que se restableció el gobierno legítimo en Leyte.

El ejército soviético pasó a Noruega desde Finlandia persiguiendo a los alemanes en retirada y atacó Kirkenes.

Los alemanes retomaron Nemmersdorf y allí se encontraron con unos 78 civiles asesinados por los soviéticos. La mayoría eran mujeres (entre 8 y 84 años), y fueron encontradas desnudas, con las manos clavadas a puertas o a carros, que habían sido violadas. También había bebés a los que les habían golpeado la cabeza. Algunas habían muerto a culatazos, otras fusiladas. También encontraron los cadáveres de 50 prisioneros de guerra franceses y belgas.

Los soviéticos y partisanos yugoslavos tomaron Novi Sad a los alemanes. No tardaron en organizar arrestos masivos de todos los sospechosos de simpatizar con el fascismo, como por ejemplo Pavle Tatić, uno de los fundadores del Partido Socialista en Novi Sad. En Rajina Šuma, cerca de Novi Sad, los partisanos habían matado a más de 200 servios acusados de simpatizar con los chetniks, y los habían enterrado en dos fosas comunes.

En el Brabante septentrional los alemanes lanzaron un enérgico contraataque contra las fuerzas canadienses que atacaban Bergen op Zoom. Mientras tanto los británicos tomaban Schijndel con relativa facilidad. Desde allí llegaron hasta Vught, donde liberaron el campo de concentración de Herzogenbusch, el único que había en territorio neerlndés. Albergaba a unos 31.000 presos, que se repartían entre miembros de la resistencia, judíos, gitanos, homosexuales, testigos de Jehovah, especuladores, vagabundos y otros "delincuentes" similares. Se calcula que 749 de ellos habían muerto de hambre y malos tratos y 329 miembros de la resistencia habían sido fusilados. Los alemanes detuvieron el avance aliado en Loon op Zand.

El coronel Tovar había enviado una avanzadilla que le informó de que en Viella se encontraba el general José Moscardó con tropas del ejército y de la guardia civil con superioridad numérica y de armamento. En total, había unos 50.000 militares españoles listos para actuar contra los invasores. Ante el nulo apoyo recibido de la población civil, Tovar dio la orden de retirada.

El 24 de octubre submarinos estadounidenses atacaron un convoy japonés en el mar del Sur de China y hundieron 6 transportes (Daiten Maru, Eiko Maru, Kikusui Maru, Kokuryu Maru, Shikisan Maru y Tenshin Maru). Uno de los submarinos, (USS Shark) disparó también contra el Arisan Maru, que llevaba a 1,781 prisioneros de guerra, de los cuales murieron 1.773, ya que los barcos del convoy sólo salvaban náufragos japoneses. Dos destructores de escolta lograron hundir a su vez al Shark. Otros submarinos estadounidenses hundieron además tres cargueros (Ikutagawa Maru, Kori Go Maru y Mikage Maru) en varios puntos del Pacífico y un transporte (Gassan Maru) cerca del propio archipiélago japonés.

Mientras trataba de ponerse en posición de rematar al Takao, el submarino Darter encalló en un arrecife y tuvo que ser evacuado por el Dace. Esto permitió que el Takao llegara sin contratiempos a Brunéi, si bien no pudo ser reparado.

El desembarco en Leyte estaba protegido por la séptima flota estadounidense, bajo el mando del almirante Thomas Cassin Kinkaid, que a su vez estaba cubierta por la tercera flota del almirante Halsey. Ésta estaba dividida en cuatro grupos, de los cuales Halsey había enviado al primero y al cuarto a reaprovisionarse en Ulithi, en las islas Carolinas. Ese mismo día, cuando tuvo noticia de que se acercaba la flota del vicealmirante Kurita, Halsey ordenó al cuarto grupo que regresara, pero dejó que el primero —el más numeroso— continuara rumbo a Ulithi.

La flota del vicealmirante Nishimura constaba de 2 acorazados, 4 cruceros pesados y 7 destructores, aunque tenía que reunirse con otra flota bajo el mando del vicealmirante Kiyohide Shima, integrada por 2 cruceros pesados, un crucero ligero y 4 destructores. A las 9:18 fue atacada por aviones del cuarto grupo, pero no sufrió daños destacables.

Esa mañana salieron de Luzón tres oleadas de entre 50 y 60 aviones japoneses cada una contra el tercer grupo. La mayoría de los aviones fueron derribados sin dificultad, como venía siendo habitual, pero uno pudo abrirse paso y a las 9:38 lanzó una bomba sobre el portaaviones ligero USS Princeton, que provocó una explosión seguida de un gran incendio que a su vez provocó más explosiones.

Por su parte, el segundo grupo envió una oleada de aviones contra la flota de Kurita. El bombardeo empezó a las 10:30 y los acorazados Nagato, Yamato y Musashi resultadon dañados, así como el crucero pesado Myōkō, que tuvo que retirarse hacia Borneo. Una segunda oleada logró otros 10 impactos sobre el Musashi, que también tuvo que retirarse. El destructor Wakaba también resultó hundido.

El incendio del Princeton parecía controlado hasta que a las 15:23 se produjo otra gran explosión que dañó a su vez al crucero ligero USS Birmingham, que navegaba junto al Princeton colaborando con la extinción del fuego. En el Princeton murieron 108 tripulantes, mientras que en el Birmingham hubo 233 muertos y 426 heridos. Otro crucero ligero y dos destructores también sufrieron daños.

A las 16:40 la aviación estadounidense localizó la flota del vicealmirante Ozawa, que pretendía constar de un gran grupo de portaaviones, pero que no disponía más que de 108 aviones.  El Princeton tuvo que ser evacuado y a las 17:50 fue hundido.

Mientras el Musashi se retiraba fue alcanzado por una tercera oleada de aviones, que le regalaron 11 bombas más y 8 torpedos. Finalmente se volcó y a las 19:30 se hundió. En él murieron 1.023 de sus 2.399 tripulantes. La flota de Kurita había dado media vuelta y había pasado en retirada junto al Musashi agonizante.

A las 20:00 la flota-señuelo de Ozawa se dirigió hacia Leyte y logró que Harley ordenara a los tres grupos disponibles de la tercera flota que se dirigieran hacia el norte, contra ella. Una serie de errores en las comunicaciones hieron que Harley no se enterara de que la flota que había decidido perseguir no era lo que aparentaba, ni de que la flota de Kurita había dado media vuelta y estaba atravesando el estrecho de San Bernardino, poniendo en riesgo el flanco septentrional de la séptima flota. A su vez, el alto mando de la marina estadounidense entendió que Halsey había dejado el grueso de su flota vigilando el estrecho y que había enviado un destacamento contra la flota de Ozawa. Mientras tanto 200 aviones japoneses habían atacado las cabezas de playa en Leyte, pero unos 50 aviones estadounidenses deribaron entre 66 y 84 de ellos. No obstante, un carguero (Augustus Thomas) resultó destruido.

A las 22:26, torpederas de la séptima flota estadounidense encontraron a la flota de Nishimura en el estrecho de Surigao y la atacaron sin éxito durante tres horas y media.

Los partisanos yugoslavos asesinaron en la isla de Daksa a 53 hombres de unos 300 que habían arrestado en Dubrovnik. Naturalmente, no hubo ninguna clase de juicio previo, y entre las víctimas había estudiantes, comerciantes, abogados, artesanos, carteros, profesores ...

En los Países Bajos una división canadiense avanzaba por la península de Zuid-Beveland. Hacia el oeste, tropas británicas, tras haber avanzado durante la noche, se enfrentaron a los alemanes en Bolduque.

Ese día murió Louis Renault. Cuando fue arrestado su salud ya no era muy buena, pero un reconocimiento médico realizado a instancias de su esposa a primeros de mes reveló un traumatismo craneal que no tenía antes de su arresto y del que nunca se aclaró su causa. En su autopsia se descubrió además una vértebra rota. Su actuación durante la guerra ha sido objeto de debate. Se le atribuye la frase: "Es mejor darles la mantequilla o se llevarán las vacas", en alusión a que si se hubiera negado a poner sus fábricas al servicio de los alemanes éstos habrían las trasladado a Alemania junto con todos sus trabajadores. Hay evidencias de que en las fábricas de Renault se sabotearon los motores, pero no está claro si eso sucedió por iniciativa de los trabajadores o de la dirección.

La "reconquista de España" había terminado en un rotundo fracaso. La mayoría de invasores había logrado regresar a Francia por donde había venido, pero 129 habían muerto y otros 588 habían sido heridos, y muchos de ellos arrestados. Por otra parte, habían muerto 32 militares españoles, y unos 200 habían resultado heridos. Tres días atrás, Santiago Carrillo se había presentado en el cuartel general del coronel Tovar, probablemente con la intención apropiarse del mérito de la operación, que en los días siguientes la presentó como un éxito a pesar del desastre. Un mes más tarde declararía que los días de la invasión de la comarca leridana del Valle de Arán habían sido para sus habitantes "los más felices desde el final de la guerra civil", y que durante ese tiempo "los españoles habían vivido unidos", y aseguró que la Unión Nacional Española había sido el primer paso para la victoria de la insurrección nacional contra Franco y la Falange. Tanto entusiasmo se correspondía con las ideas que Stalin había tenido sobre España hasta primeros de mes. En efecto, otro miembro destacado del PCE, el general Enrique Líster, relata que, a mediados de mes, Georgui Dimitrov, el que fuera Secretario General del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista hasta que fue disuelta por Stalin, le había explicado las opiniones y planes de Stalin con respecto a España (que eran esencialmente los mismos que había puesto en práctica en todos los países que habían caído hasta entonces en sus garras):

Es interesante señalar en este punto que, cuando, poco después de la muerte de Stalin, se hizo público el acuerdo de porcentajes al que éste había llegado con Churchill sobre los Balcanes, los soviéticos lo negaron rotundamente, puesto que Stalin no habría podido aceptar nunca un acuerdo "imperialista" como ése. Pero lo cierto es que lo había aceptado e incluso lo había buscado, y ahora estaba muy interesado en cumplir su parte para que los británicos cumplieran la suya, por lo que el pensamiento de Stalin principios de mes no se correspondía con el de finales de mes. Carrillo tardó un tiempo en enterarse de que a Stalin el intento de invasión de España no le había gustado nada, pero en cuanto se enteró no sólo comprendió al instante cuánta sabiduría le asistía en su criterio, sino que hizo éste suyo con efectos retroactivos, pues pasó a asegurar que había sido él quien había dado la orden de suspender la invasión:

A la salida del túnel de Viella estaba esperándonos el general Moscardó con varias decenas de miles de soldados, tanques y artillería; en conjunto una fuerza contra la que no teníamos ninguna posibilidad. Permanecer en el Valle de Arán no hubiera tenido ningún sentido; nos desalojarían fácilmente y avanzar por el túnel de Viella, como pensaban algunos, era meterse de cabeza en una trampa.

Más aún, aseguró que había acudido precipitadamente desde Francia precisamente para suspender la operación de la que tan orgulloso había mostrado al menos durante el mes siguiente a su fracaso.

El 25 de octubre, tras haberse desembarazado de las torpederas estadounidenses, el vicealmirante Nishimura continuó su avance por el estrecho de Surigao, lo cual fue una imprudencia inexcusable, pues ahora los estadounidenses sabían que estaba atravesando el estrecho, con lo que lo tenían muy fácil para tenderle una trampa en la salida. En efecto, a las 3:00, cuando llegó a la salida del estrecho, se encontró con 6 acorazados, 8 cruceros, 13 destructores y 39 barcos menores de la séptima flota estadounidense, bajo el mando del almirante Jesse Barrett Oldendorf, dispuestos en T, es decir, de modo que todos podían atacar a los barcos japoneses a medida que iban saliendo uno a uno.

Los destructores estadounidenses lanzaron una andanada de torpedos que impactaron en el acorazado Fusō, que se puso a navegar en círculo envuelto en llamas, hasta que explotó, se partió en dos y se hundió.

Nishimura había tratado de adelantar sus destructores para que protegieran al resto de su flota, y en efecto, tres de ellos recibieron también parte de los impactos de la andanada y acabaron hundidos: el Asagumo, el Misishio y el Yamagumo.

A las 3:50 empezaron a bombardear los cruceros y los acorazados estadounidenses. Por error, dispararon al destructor USS Albert W. Grant, que no se hundió, pero tuvo que ser remolcado. También impactaron sobre el acorazado Yamashiro, que siguió avanzando a pesar de los daños. A las 4:04 recibió nuevos impactos y a las 4:20 se hundió.

El crucero pesado Mogami trató de escapar, pero un proyectil de artillería destruyó su puente de mando y mató a varios de sus oficiales. En ese momento llegó la fuerza del vicealmirante Shima, que lanzó una andanada de torpedos contra una columna enemiga y se retiró, pero la columna era un grupo de islotes.

Mientras tanto, la flota de Kurita había atravesado sin ser vista el estrecho den San Bernardino y había salido al mar de Sámar. A las 6:37 un piloto estadounidense de la séptima flota divisó un grupo de barcos que supuso serían de la tercera flota, pero pronto vio que eran japoneses. Así lo notificó al centro de mando de su unidad, un grupo de portaaviones de la séptima flota bajo el mando del contraalmirante Clifton Sprague, que constaba de 6 portaaviones de escolta y 7 destructores. Los portaaviones de escolta eran pequeños. Cada uno llevaba unos 28 aviones, y estaban allí para atacar objetivos terrestres cubriendo a los marines desembarcados, o para ahuyentar submarinos enemigos. Cuando fue informado, Sprague no podía creer lo que le decían. Pidió al piloto que se acercara más para asegurarse, y el piloto transmitió: ¡Veo la mayor bandera de la albóndiga [la bandera japonesa] sobre el mayor acorazado que he visto nunca! En efecto, el Yamato desplazaba tanta agua como todos los barcos de Sprague juntos. Y estaba apenas a 31 km.

Sprage dio la alarma y Oldendorf recibió inmediatamente la noticia, así que tuvo que abandonar la flota de Shima para dirigirse urgentemente al mar de Sámar. Mientras tanto el Mogami había sido atacado por la aviación y se había hundido, con lo que el balance japonés en la batalla del estrecho de Surigao fue de 2 acorazados, 1 crucero pesado y 3 destructores hundidos, además de unos 5.000 hombres muertos.

A las 6:45 la flota de Kurita estaba ante la de Sprague, pero el vicealmirante japonés no sabía que Harley había picado el anzuelo y la tercera flota había tomado rumbo norte, así que pensó que los barcos que tenía ante sí eran de la tercera flota. A las 6:50 Sprague ordenó el despegue de todos sus aviones, a los que se unieron otros que llegaron de otros grupos de portaaviones cercanos (unos 400 en total) y cambió el rumbo para dirigir sus portaaviones a una zona tormentosa, confiando en que ello burlaría los rudimentarios métodos con los que los japoneses ajustaban el tiro. A las 7:00 la flota japonesa abrió fuego, y los estadounidenses vieron asombrados cómo el cielo se llenaba de columnas de humo multicolores, ya que cada barco japonés usaba un colorante distinto para identificar dónde caían sus propios disparos y así hacer las correcciones pertinentes. El barco estadounidense más cercano era el destructor USS Johnston, bajo el mando del comandante Ernest Edwin Evans, quien a las 7:15 ordenó el despliegue de una cortina de humo y empezó a navegar en zigzag. Viendo que no tenía escapatoria, sin consultar a sus superiores, ordenó un avance directo hacia la flota enemiga, tratando de flanquearla. El Johnston concentró su fuego sobre el crucero pesado Kumano, en el que ocasionó un incendio. A las 7:16 Sprague ordenó un "small boys attack" y los destructores Hoel, Heermann y el destructor de escolta Samuel B. Roberts se lanzaron a un ataque suicida devolviendo el fuego a los acorazados japoneses.

Bastante más al sur, fuera del alcance de la flota japonesa, se encontraba otro grupo de portaaviones de escolta de la séptima flota, que, no obstante, fue atacado por aviones japoneses procedentes de Davao. A las 7:40 un avión que llevaba una bomba de unos 60 kg se estrelló sobre la cubierta de vuelo del portaaviones USS Santee y causó daños en unos hangares. Apenas 30 segundos más tarde la artillería del USS Suwannee abatió otro que iba directo hacia el USS Petrof Bay. Se trataba del primer ataque de los tokkōtai con el que se encontraban los estadounidenses.

Algo que compensó parcialmente la desventaja de los estadounidenses en el mar de Sámar fue que Kurita había ordenado un ataque general, lo cual significaba que cada barco actuaba por su propia cuenta, sin ninguna coordinación, y eso pronto entorpeció el ataque. Algunas instrucciones de maniobra que trataron de poner orden fueron más bien contraproducentes. A las 7:54, para esquivar unos torpedos del Hoel, el Yamato tuvo que hacerse a un lado y a partir de ese momento quedó en mala posición, de modo que Kurita no podía conocer la posición exacta de sus barcos.

La flota japonesa trataba de destruir los portaaviones estadounidenses, y concentraba el fuego sobre el más cercano, así que el USS Gambier Bay se sacrificó quedándose atrás para facilitar que los demás salieran del alcance del fuego enemigo.

A las 7:56 el Santee recibió el impacto de un torpedo lanzado por un submarino japonés, que inundó varios compartimentos. No obstante, los daños pudieron ser reparados.

Mientras tanto, al norte, Halsey había tomado contacto con la flota de Ozawa y a las 8:00 lanzó 180 aviones contra ella, que apenas disponía de 30.

Al sur el Suwannsee abatió un tercer avión tokkōtai, pero otro más que se había estado dando vueltas sobre el portaaviones, aunque fue alcanzado, cayó en picado sobre el barco y se estrelló a las 8:04 abriendo un boquete en la cubierta de vuelo, que se hizo mayor cuando estalló la bomba que llevaba.

La aviación estadounidense estaba resultando muy efectiva, dadas las circunstancias. El crucero Chokai, que había sido dañado previamente por fuego amigo, recibió el impacto de una bomba a las 8:51 y más tarde tuvo que ser hundido. A las 8:53 los cruceros pesados japoneses estaban sufriendo un duro ataque por parte de la aviación. A las 8:55 se hundió el USS Hoel y a las 9:00 el Samuel B. Roberts recibió el impacto final de un acorazado japonés que provocó su hundimiento.

Los japoneses seguían convencidos de que luchaban contra barcos de mayor envergadura, tal vez porque no imaginaban que unos pequeños destructores pudieran atacar con tal energía. En una ocasión en que dieron por hundido al USS Jonston, informaron del hundimiento de un crucero. Kurita fue informado de que la flota de Nishimura había sido destruida antes del amanecer, de modo que, pensando que tenía ante sí la tercera flota estadounidense y que no contaba con los refuerzos necesarios, aunque no había recibido daños graves, resolvió que la batalla era inútil, así que dio la orden a sus barcos de abandonar el combate y reunirse.

A las 9:02 el crucero pesado Chikuma logró zafarse de los aviones y de los destructores que no había dejado de golpearlo e inició su retirada, pero se hundiría al día siguiente por los daños recibidos. Tras haber recibido varios impactos, a las 9:07 volcó el USS Gambler Bay, que se hundió a las 9:11. A las 9:20 Kurita dio la orden de navegar de vuelta hacia el estrecho de San Bernardino.

El USS Johnston había desafiado una y otra vez a los barcos enemigos acumulando daños paulatinamente, hasta que a las 9:45 Evans dio la orden de abandonar el barco, que se hundió a las 9:40. Evans fue visto abandonando la nave, pero no se volvió a saber de él.

El Vicealmirante Kinkaid llevaba más de una hora pidiendo ayuda por radio, pensando que la tercera flota estaba cerca, pero no recibía respuesta. Sus mensajes fueron captados en Pearl Harbour, donde el almirante Chester William Nimitz, que estaba al frente de las fuerzas estadounidenses en el Pacífico, envió un mensaje a Halsey que decía: ¿Dónde, repito, dónde está la Task Force 34?  Para evitar que las frases típicas de inicio y despedida de un mensaje pudieran facilitar su decodificación, al principio y al final de cada mensaje se añadían frases de relleno sin sentido, elegidas al azar, que en este caso fueron "El pavo corre al agua" y "El mundo se pregunta". (La coletilla final eran unos versos famosos de un poema sobre La carga de la Brigada Ligera.) Sin embargo, el encargado de decodificar el mensaje mantuvo erróneamente la frase final, y lo que leyó Hasley fue: Dónde, repito, dónde está la Task Force 34, se pregunta el mundo. Halsey lo interpretó como una ironía con la que Nimitz se escandalizaba de su incompetencia. Montó en cólera, hasta el punto de que un oficial de su equipo tuvo que chillarle para que recobrara la compostura. Aun así, cayó en una depresión que lo mantuvo inactivo durante varias horas. Sin embargo, el vicealmirante John Sidney McCain, que estaba al frente del primer grupo de portaaviones, había recibido los mensajes y, sin esperar órdenes de Halsey, marchó con sus barcos hacia el golfo de Leyte a toda máquina.

A las 10:30, cuando todavía se encontraba a más de 600 km de su objetivo, McCain lanzó una oleada de aviones hacia el estrecho de San Bernardino.

A las 10:35 cuatro aviones del USS Kitkun Bay y uno del USS St. Lo (dos de los portaaviones de Sprague) atacaron sin éxito al Yamato. A las 10:50 eran los aviones de McCain los que atacaban a la flota de Kurita. El crucero pesado Suzuya no sufrió ningún impacto directo, pero algunas explosiones cercanas hicieron explotar algunos de sus torpedos, que a su vez desencadenaron incendios y más explosiones. Al mismo tiempo un gran número de aviones japoneses atacaban a los portaaviones de Sprague. Entre ellos se encontraban 21 Zeros dirigidos por el teniente Seki, que llevaron a cabo el segundo ataque de los tokkōtai (la formación incluía tanto a los aviones suicidas como a otros aviones de escolta). Durante el vuelo se oyó cómo Seki decía: Más vale morir que vivir como un cobarde. Dos de los aviones se dirigieron hacia el USS White Plains. Uno fue destruido por la artillería a pocos metros de la popa y cayó al mar, aunque los restos que se desprendieron del aparato causaron algunas heridas leves; el otro recibió un impacto y cambió de rumbo hacia el USS St. Lo., en el cual se estrelló y poco después estalló su bomba, que causó una cadena de explosiones e incendios. Media hora después se hundía el portaaviones. Otros cuatro aviones se lanzaron contra el USS Kalinin, de los cuales dos fueron abatidos y los otros dos lograron estrellarse contra el barco pero, aunque causaron daños graves en los lugares de impacto, no pusieron en riesgo al barco. Otro avión se precipitó sobre el USS Kitkun Bay, y provocó una muerte, pero apenas dañó el barco.

Sólo a las 11:15 Halsey ordenó a su flota que diera media vuelta y persiguiera a Kurita. Cuando llegó ya no había nadie a quien perseguir, pero a las 12:26 envió un mensaje a Nimitz, a Kinkaid y a MacArthur en el que decía: Puedo anunciar con seguridad que la Armada japonesa ha sido atacada, derrotada y destrozada por la tercera y la séptima flota.

A las 13:22 se hundía el Suzuya.

Halsey había hundido los portaaviones Ziuikaku, Chitose y Zuihō y el destructor Akizuki de la flota de Ozawa y, cuando se marchó, había dejado cuatro cruceros y nueve destructores bajo el mando del contralmirante Laurance Toombs DuBose, con órdenes de terminar el trabajo. A las 17:00 hundieron el portaviones Chiyoda, a las 20:59 el destructor Hatsuzuki y a las 23:10 un submarino estadounidense remató al crucero ligero Tama.

Así terminó la batalla del golfo de Leyte, según muchos criterios la mayor batalla naval de la historia, y la última en la que se han enfrentado dos flotas entre sí. Los Estados Unidos perdieron 1 portaviones ligero, 2 portaviones de escolta, 2 destructores y 2 destructores. Otros cuatro barcos resultaron dañados. Los japoneses perdieron 26 barcos: 4 portaviones, 3 acorazados, 6 cruceros pesados, 4 cruceros ligeros y 9 destructores (incluimos aquí seis barcos que salieron dañados de la batalla y que serían hundidos al día siguiente). Además, los cruceros Takao y Myōkō, aunque no se habían hundido, se dieron por irreparables.

Los japoneses contaron unas 12.500 bajas, frente a 3.000 bajas estadounidenses. Además habían perdido prácticamente todos sus aviones (unos 300), mientras que los estadounidenses perdieron unos 200 de un total de 1.500. El ministro de marina japonés, el almirante Mitsumasa Yonai, afirmó que esa derrota equivalía a la pérdida de las Filipinas. Y, aunque no lo dijera, la pérdida de las Filipinas equivalía a la pérdida de la guerra.

A las pérdidas navales del día hay que sumar un transporte (Hakuyo Maru) en el que murieron 1.312 pasajeros y 139 tripulantes cuando fue torpedeado por un submarino estadounidense, un petrolero (Jinei Maru) así como un carguero (Matsumoto Maru) y otro petrolero (Ebara Maru) que cayeron a manos del submarino USS Tang, el cual a su vez se hundió a causa de la explosión accidental de uno de sus torpedos.

Ōnishi consideró que la primera misión de los grupos especiales shinpu había proporcionado un resultado positivo. Ciertamente, no podía considerarse un éxito que al menos una docena de pilotos suicidas no habían conseguido hundir más que un barco en los dos ataques llevados a cabo ese día, pero había quedado demostrado que era posible hacerlo, algo que algunos colegas suyos habían cuestionado. Ahora era cuestión de buscar y ensayar las mejores estrategias.

Naturalmente, a los estadounidenses no les pasó inadvertido que los impactos de aviones no habían sido accidentales. No eran los primeros casos de pilotos que trataban de estrellar deliberadamente sus aviones, pero las ocasiones anteriores habían sido casos en los que un piloto trataba de sacar partido a una situación sin salida sobrevenida, o incluso se habían dado casos de pilotos que se habían estrellado contra un torpedo para evitar que hundiera un barco, pero en este caso era evidente que los suicidios estaban planeados de antemano, y además sabían que los japoneses eran lo suficientemente cerriles como para hacer algo así. Los servicios de inteligencia no tardaron en obtener información sobre los grupos especiales "viento divino", sólo que transcribieron los caracteres japoneses 神風 que forman la palabra shinpū según su pronunciación china, y así shin- se convirtió en kami-kaze, y los pilotos suicidas japoneses fueron conocidos en occidente como kamikazes.

Los alemanes retomaron Gumbinnen, donde pronto afluyeron soldados y civiles de la región que huían de los soviéticos.

En el norte de Noruega los alemanes no hacían más que retirarse esforzándose por frustrar los repetidos intentos soviéticos de cortarles la retirada. Ese día abandonaron una Kirkenes en llamas en dirección a Neiden. Una división soviética llegó a la ciudad a las 3:00 y se enfrentó a los alemanes en retirada. A las 5:00 los soviéticos empezaron a cruzar el fiordo de Bøk en Elvenes. Los alemanes resistieron aproximadamente una hora, pero se vieron forzados a retirarse ante la artillería enemiga. Sobre las 9:00 la mayoría de las fuerzas soviéticas había cruzado el fiordo y se dirigía hacia Kirkenes. A mediodía los soviéticos habían liquidado la retaguardia de las fuerzas alemanas que huían de Kirkenes.

Hamburgo fue devastada por un nuevo bombardeo.

En Italia los británicos se acercaban al río Ronco, tras el que se habían retirado los alemanes.

En los Países Bajos los canadienses liberaron Oostburg con muchas bajas, pero la moral en la bolsa de Breskens era cada vez más baja y el número de "desertores" fusilados por Eberding era cada vez mayor. En la península de Zuid-Beveland 120 soldados alemanes se rindieron a los aliados. La primera línea defensiva alemana estaba rota.

El 26 de octubre despegaron aviones tanto de bases terrestres como de los portaaviones de la tercera y la séptima flota estadounidense, y salieron en busca de la flota japonesa que se alejaba del golfo de Leyte. El crucero Abukuma, que había escapado del estrecho de Surigao, fue bombardeado y hundido en el mar de Sulú. El crucero Noshiro, de la flota de Kurita, fue hundido cerca de la isla de Panay. El crucero Kinu y el destructor Uranami sufrieron varias oleadas de ataques y acabaron hundiéndose cerca de Masbate. El destructor Hayashimo, que había sido dañado en el mar de Sámar, no llegó a hundirse porque fue bombardeado en aguas poco profundas, pero quedó inutilizado. Un destructor estadounidense encontró cerca de la isla de Legazpi al destructor japonés Nowaki, que había sufrido daños graves el día anterior, y lo hundió. Un submarino japonés atacó a un portaaviones estadounidense cerca de Leyte y acabó hundido por dos destructores.

El USS Suwannee se había recuperado de los daños producidos por el ataque kamikaze del día anterior, pero a las 12:40 otro avión impactó sobre un bombardero que acababa de aterrizar. Ambos estallaron e hicieron estallar a otros nueve aviones que se encontraban en la cubierta. El incendio duró varias horas, pero pudo ser controlado. Los dos ataques suicidas habían provocado 107 muertos y 160 heridos en la tripulación del Suwannee.

Ese día submarinos estadounidenses atacaron un convoy japonés en el mar del Sur de China y hundieron tres transportes (Taihaku Maru, Taisho Maru y Taiyo Maru) en los que murieron en total más de 5.000 soldados que se encontraban a bordo y 85 tripulantes. Otro submarino hundió un petrolero (Takasago Maru) en la zona.

En los últimos dos días, los kamikazes habían logrado hundir 5 barcos (de los cuales el portaaviones de escolta St. Lo. fue el único de gran tamaño), habían dañado gravemente otros 23 y moderadamente otros 12. Esto, unido a que la flota japonesa había quedado prácticamente fuera de combate, potenció la formación de más y más pilotos de usar y tirar. Fue necesaria una intensa campaña publicitaria, en la que se explicó que los pilotos desechables, cuando morían, se convertían en divinidades protectoras de Japón, que eran veneradas en el santuario Yasukuni, en Tokio. Los periódicos informaban sobre increíbles actos heroicos protagonizados por kamikazes, mostraban fotos de gentes despidiéndolos entre sonrisas y flores, e incluso se escribieron cuentos infantiles protagonizados por pilotos desechables.

En Hungría los alemanes retomaron Nyíregyháza, con lo que eliminaron la amenaza de verse rodeados por los soviéticos. Al contrario, fueron estos los que se vieron en riesgo de quedar aislados, por lo que tuvieron que retroceder precipitadamente abandonando buena parte de sus vehículos y armamento pesado.

En Noruega los soviéticos ocuparon un campo de aviación situado a unos 15 km al oeste de Kirkenes.

En los Países Bajos los británicos liberaron Oisterwijk y desde allí, con la ayuda de tropas neerlandesas, pasaron a atacar Tilburg, una de las mayores ciudades industriales del país.

El gobierno británico había recibido una petición de la resistencia danesa. A primeros de mes la Gestapo había arrestado a un mensajero que trabajaba para la cúpula de la resistencia, con lo que era cuestión del tiempo que los alemanes tuvieran información para arrestar a personas importantes que a su vez podrían proveerlos de información suficiente para desmantelar prácticamente la organización. Los británicos empezaron a trazar un plan para bombardear el cuartel general de la Gestapo en Dinamarca, que se encontraba en lo que había sido una residencia universitaria en la ciudad de Aarhus, la segunda ciudad más importante del país, después de su capital. El objetivo era destruir los archivos de la Gestapo. Era una misión delicada, porque había hospitales civiles a ambos lados.

La aviación estadounidense seguía persiguiendo a la flota japonesa. El 27 de octubre hundió los destructores Fujinami y Shiranuhi cerca de la isla filipina de Panay. Por su parte, submarinos estadounidenses hundieron un petrolero (Nichiho Maru) y un carguero (Tokai Maru) en dos puntos del Pacífico. Un submarino británico hundió otro carguero japonés (Sumatra Maru) cerca de Tailandia.

Los insurgentes eslovacos tuvieron que abandonar Banská Bystrica. Ese mismo día entraron los alemanes que, para entonces, ya controlaban la mayor parte del territorio.

Un total de 52 divisiones soviéticas lanzaron un ataque contra la bolsa de Curlandia entre Skrunda y Saldus.

En Noruega los alemanes habían preparado defensas en Neiden. Ese día los soviéticos lograron cruzar el río del mismo nombre y rebasar las defensas enemigas. Los alemanes incendiaron todos los edificios de la ciudad menos la iglesia antes de abandonarla.

Un submarino alemán encalló en la costa de Noruega tras haber sufrido varios ataques por parte de la aviación británica.

En los Países Bajos los canadienses llegaron a las afueras de Bergen op Zoom, mientras los británicos terminaban de expulsar a los alemanes de Bolduque. Una maniobra de diversión hizo que los alemanes abandonaran Tilburgo, y los británicos entraron en ella sin oposición. Desde allí avanzaron hacia Goirle y se pusieron en contacto con tropas polacas. El mariscal von Rundstedt, a sugerencia de Walter Model, trató de desorganizar el avance británico mediante un contraataque con dos divisiones que amenazaba con aislar una división acorazada estadounidense cerca de Meijel.

El 28 de octubre un submarino japonés hundió un destructor de escolta estadounidense (USS Eversole) en el golfo de Leyte. Por suparte destructores estadounidenses hundieron dos submarinos japoneses en el mar de las Filipinas.

En Leyte, tras tres días de combates, los estadounidenses capturaron una base de suministros japonesa en Tabontabon. Allí murieron 350 japoneses. Ese día, en la zona de Leyte bajo control estadounidense, se restablecieron el ejército y la policía filipinas.

En Moscú se firmó el armisticio entre Bulgaria y los aliados.

En Prusia los soviéticos tomaron Gołdap.

Las fuerzas soviéticas y checoslovacas tomaron Svidnik. Desde que atacaron el paso de Dukla, los soviéticos habían tenido 85.000 bajas, entre ellas 21.000 muertos. Mientras avanzaban por Eslovaquia, el gobierno checoslovaco en el exilio había tratado en vano de convencer a británicos y estadounidenses de que enviaran tropas para liberar Checoslovaquia de los soviéticos. Para entonces la revuelta eslovaca estaba sofocada. El general Viest envió un mensaje a Londres explicando que la resistencia organizada había terminado. Los restos de las fuerzas insurgentes se prepararon para formar guerrillas.

La aviación británica hundió un carguero noruego (Karmøy) en Lødingen.

Los canadienses liberaron la mayor parte de Berger op Zoom. Los soldados se sorprendieron del entusiasmo con que les recibió la población civil. No obstante, los alemanes seguían reteniendo la parte septentrional de la ciudad.

Una bomba V-1 mató a 71 personas en Amberes.

De Gaulle ordenó el desarme de la resistencia francesa. Varias organizaciones de la resistencia, entre las que los comunistas pugnaban por llevar la iniciativa, pretendían mantenerse como organizaciones políticas y militares. Incluso habían pedido que se les entregaran edificios públicos para organizar en ellos sus cuarteles generales. De Gaulle les dejó claro que, aunque sus esfuerzos y sacrificios habían sido reconocidos, no eran ya necesarias y, a menos que se incorporaran al ejército regular, debían deponer las armas y regresar a la vida civil.

El 29 de octubre un destructor estadounidense hundió un submarino japonés en el mar de las Filipinas (probablemente se trataba del submarino que había hundido el Eversole el día anterior). Un avión kamikaze se estrelló contra el portaaviones estadounidense USS Intrepid. No causó daños graves, pero mató a 10 hombres, y otros 6 resultaron heridos.

Un submarino japonés hundió un carguero estadounidense (John A. Johnson) cerca de Hawai. Luego ametralló a los supervivientes y mató a nueve personas.

Los soviéticos dieron por terminada la ofensiva de Petsamo-Kirkenes. Los alemanes habían logrado retirarse ordenadamente hasta Noruega sin daños graves.

La batalla de Debrecen terminó con unas 15.000 bajas alemanas y 20.000 húngaras de un lado y 20.000 soviéticas y 33.500 rumanas de otro. Ese mismo día soviéticos y rumanos iniciaron una ofensiva contra Budapest.

En los Países Bajos el general británico Miles Dempsey había reaccionado rápidamente ante el contraataque organizado por von Runsdedt desplazando dos brigadas de tanques desde Tilburg, que lentamente fueron haciendo retroceder las fuerzas alemanas, luchando a menudo en el fango bajo la lluvia. Los canadienses atacaron las posiciones alemanas alrededor de Steenbergen, al norte de Bergen op Zoom, tratando de rodearlas. Los alemanes ofrecieron una gran resistencia, pero terminaron replegándose en la ciudad. Una división canadiense inició un ataque contra Breda. Pronto liberaron las ciudades de Gilze, Molenschot y Dorst, pero la artillería alemana retrasó el avance sobre la propia Breda, al igual que un contraataque cerca de Dorst, que fue rechazado.

A través de una nota, Philippe Pétain prohibió a Fernand de Brinon que vinculara su nombre con la comisión gubernamental que pretendía ser el gobierno legítimo de Francia.

Esa mañana 39 bombarderos, modificados con depósitos extra de combustible para aumentar su radio de alcance y cargados con una Tallboy cada uno, despegaron con destino a Tromsø con la misión de destruir el Tirpitz. El viaje transcurrió sin incidentes, salvo unas baterías suecas que dispararon a la formación cuando pasaba cerca de Abisko, pero no hubo daños. En contra de todos los pronósticos meteorológicos, el cielo sobre el barco estaba cubierto de nubes. Los pilotos tenían órdenes de regresar si el contacto visual no era posible, pero ninguno quería volver cargando con una bomba de 5.400 kg, así que todos atacaron. Las primeras bombas cayeron a las 7:49 y la última a las 8:07. Sólo dos aviones no llegaron a lanzar su bomba. Sin embargo, el Tirpitz no sufrió ningún impacto directo. Sólo un par de bombas cayeron lo suficientemente cerca como para causarle algunos daños leves. La artillería antiaérea alemana dañó cuatro de los bombarderos atacantes. Sólo uno de ellos sufrió daños graves que le impedían completar el viaje de regreso, así que se dirigió a Suecia, donde realizó un aterrizaje forzoso cerca de Porjus.

El 30 de octubre dos submarinos estadounidenses dañaron un petrolero japonés (Takane Maru) cerca de la costa japonesa, que fue hundido al día siguiente por un tercer submarino.

Una división de infantería estadounidense desembarcó en Peleliu, donde los japoneses seguían ofreciendo resistencia.

El gobierno griego ilegalizó el Ejército Popular de Liberación Nacional, la principal milicia comunista del país.

En Hungría los soviéticos tomaron de nuevo Nyíregyháza a los alemanes.

El presidente eslovaco Jozef Tiso y el general Herman Höfle, que había comandado las fuerzas alemanas que habían suprimido la insurrección eslovaca, presidieron una celebración en Banská Bystrica en la que condecoraron a varios soldados.

La Rutenia Subcarpática era una región de Europa que siglos atrás había sido conquistada al Imperio Otomano por el reino de Hungría, pero tras la Primera Guerra Mundial había pasado a Checoslovaquia, luego Hitler había obligado a Checoslovaquia a devolvérsela a Hungría y ahora estaba en manos de los soviéticos. Hasta allí había llegado una delegación del gobierno checoslovaco que trató de publicar una proclamación para alentar el alistamiento en el ejército checoslovaco y organizar elecciones. Sin embargo, los soviéticos lo impidieron, se dedicaron a organizar "comités nacionales locales" (comunistas, por supuesto) e incluso prohibieron a la delegación checoslovaca que tratara de relacionarse con ellos.

Aviones aliados bombardearon nuevamente dos refinerías en Hamburgo y aprovecharon para atacar otros objetivos en la propia ciudad.

En Italia los británicos llegaron hasta Forlì. El avance se había retrasado bastante y parecía dudoso que se lograra el objetivo de liberar Bolonia antes de que llegara el invierno.

Tropas finlandesas liberaron Muonio.

En el Brabante septentrional los alemanes se retiraron completamente de Bergen op Zoom. Los británicos habían liberado Loon op Zand y ahora llegaban a Sprang. Los alemanes estaban en peligro de ser rodeados, y el riesgo aumentó cuando los británicos entraron en Geertruidenberg sin encontrar resistencia. Un contraataque alemán no pudo frenar el avance británico. Los canadienses completaron la liberación de Breda y fueron recibidos efusivamente. Por otra parte, tras cinco días de operaciones continuas, una división de infantería estadounidense había liberado la ciudad de Zundert, tras la cual no tardaron en caer Achtmaal, Leur y Etten.

En Francia los estadounidenses liberaron Mazières-lès-Metz.

En Washington se estrenó con gran éxito el ballet Primavera Apalache, de Aaron Copland.

El 31 de octubre submarinos estadounidenses hundieron dos transportes (Pacific Maru y Takane Maru) y un carguero japonés (Komei Maru) cerca de Manila.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Bremerhaven) en el Báltico.

Los alemanes abandonaron Salónica. Previamente destruyeron sus barcos en el puerto, con lo que terminó la presencia alemana en el Egeo.

A las 11:20 entraron en Dinamarca 24 bombarderos británicos. A las 11:36 los alemanes fueron alertados. A las 11:38 los bombarderos volaban en círculo sobre el lago Skanderborg, para dividirse en cuatro oleadas sucesivas. La primera llegó a Aarhus en pocos minutos y a las 11:41 estallaban las primeras bombas en el cuartel general de la Gestapo. Las otras tres oleadas se sucedieron a intervalos de cuatro minutos. La única oposición fue la artillería antiaeéra de un crucero que estaba anclado en el puerto de Aarhus, que dañó a uno de los aviones. Éste, escoltado por otro avión, tuvo que desviarse para aterrizar en Suecia. Los demás emprendieron el viaje de regreso a Gran Bretaña entre las 12:16 y las 12:34, y dos horas más tarde estaban en sus bases. Se calcula que el ataque costó la vida a entre 150 y 200 agentes de la Gestapo y a unos 30 daneses. En el momento del ataque había tres prisioneros en el cuartel general, que estaban siendo interrogados. Uno murió en el bombardeo, pero los otros dos lo aprovecharon para escapar y lograron llegar hasta Suecia, uno de ellos con graves heridas. Gran parte de los archivos de la Gestapo fueron destruidos.

Los canadienses atacaron la ciudad neerlandesa de Welberg, en las afueras de Steenbergen, mientras los polacos liberaban Moerdijk con apoyo británico. Los británicos habían llegado a Roosendaal, y habían solicitado refuerzos, porque temían una fuerte resistencia alemana, pero una patrulla descubrió que los alemanes habían abandonado la ciudad.

La península de Zuid-Beveland estaba ya en manos de los aliados, que controlaban así todo el estuario del Escalda salvo la parte de la isla Walcheren, donde las baterías costeras alemanas impedían el acceso al estuario. La isla estaba conectada con la península por un puente de 40 metros de ancho y 1.600 metros de largo. La isla había sido inundada y el fango desaconsejaba todo intento de acceder a ella por el agua, así que se había planeado un ataque al puente a cargo de la infantería canadiense que se inició ese mismo día. A medianoche, los canadienses controlaban la mitad del puente.

Un periódico francés publicó un artículo sobre Marcel Petiot, y poco después su abogado recibió una carta suya en la que afirmaba que todo lo que decía el artículo era mentira. Esto hizo sospechar a la policía que Petiot seguía en París y se organizó una nueva búsqueda. Entre los encargados de dar con él se encontraba el propio Marcel Petiot, que se había alistado en la resistencia con un nombre falso y ahora colaboraba con la policía. Finalmente alguien lo reconoció en una estación de metro y fue arrestado.

El 1 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron un petrolero japonés (Horai Maru) y dos transportes (Unkai Maru y Asama Maru). Un destructor estadounidense (USS Abner Read) resultó hundido en un ataque kamikaze en el golfo de Leyte.

Para entonces los estadounidenses controlaban ya la mayor parte de Leyte. Los japoneses controlaban únicamente un puerto importante (Ormoc), y habían sufrido unas 3.000 bajas.

A las 5:55 despegó de Saipán, en las islas Marianas un bombardero estadounidense rumbo a Japón. Volaba a 9.800 metros de altura. Su tripulación hizo unas 7.000 fotos, principalmente de fábricas de aviones y de motores cercanas a Tokio, de otras similares cerca de Nagoya, así como de zonas densamente pobladas. Era la primera vez que un avión aliado sobrevolaba Japón desde la incursión de Doolittle dos años atrás. Sobre las 13:00 despegaron cazas japoneses para interceptar el avión intruso, pero no estaban preparados para volar a gran altura y no lograron acercarse a menos de 1.000 metros de su objetivo. Trataron de ametrallarlo, pero sin éxito. Las baterías antiaéreas tampoco lograron nada. El bombardero estaba de regreso en su base 14 horas después de su despegue. La tripulación bautizó entonces al avión como La rosa de Tokio, que era el nombre que la prensa estadounidense daba a una locutora de radio japonesa que emitía propaganda para desmoralizar a las tropas estadounidenses intercalada entre música occidental. En realidad la "rosa de Tokio" no era una única persona, sino distintas locutoras sin relación entre sí que emitían desde lugares muy diferentes, como Tokio, Manila o Shanghái.

En China los japoneses iniciaron un ataque contra la ciudad de Guilin, defendida por unos 20.000 soldados chinos. Ante las noticias de la cercanía de los japoneses, muchos civiles habían abandonado la ciudad en las semanas precedentes.

A medida que los partisanos yugoslavos iban ganando terreno, en la retirada alemana hacia el norte ganaba peso el transporte marítimo siguiendo la costa yugoslava. Unos días antes los alemanes habían empezado a evacuar Zadar y Šibenik en dirección a Fiume. Ese día, a las 17:00 había zarpado un convoy desde Šibenik. Los británicos habían sido informados por los partisanos, y a la misma hora salían de la isla de Ist dos destructores británicos acompañados de torpederas y otros barcos menores. El encuentro no tardó en producirse y resultaron hundidas dos corbetas alemanas y un antiguo destructor convertido en torpedera.

En Letonia los soviéticos atacaron el puerto de Liepāja, en un frente de 12 km de largo.

En Yugoslavia se produjo una reunión entre representantes alemanes y enviados estadounidenses en la que participó Draža Mihajlović. Esto suscitó las protestas de Tito, que consideraba a Mihajlović colaboracionista. La misión estadounidense fue evacuada y Mihajlović recibió la oferta de salir de territorio con ella, pero se negó, convencido de que los aliados no simpatizarían con los comunistas por mucho tiempo y terminarían por devolverle su apoyo. Por esas fechas Mihajlović ofreció a los aliados 50.000 hombres para combatir en Yugoslavia o incluso en el extranjero, pero no recibió respuesta.

Al amanecer los canadienses controlaban ya el extremo occidental del puente que daba acceso a la isla Walcheren, donde tuvieron que rechazar varios contraataques alemanes, que empleaban lanzallamas. Al sur el general Eberding fue capturado. A pesar de sus propias órdenes de luchar hasta la muerte por el Fhürer, se rindió sin disparar un solo tiro. Mientras tanto tropas británicas desembarcaban en dos puntos de Walcheren: en Flesinga, al sur y en Westkapelle, al oeste. En Flushing los primeros desembarcos tuvieron lugar a las 5:45, aunque el grueso de las tropas llegó a las 6:30. A pesar del fuego enemigo, los británicos tomaron tierra con pocas bajas. Sobre las 16:00 habían alcanzado todos los objetivos previstos para el día y se dispusieron a consolidar sus posiciones. Las tropas que desembarcaron en Westkapelle provenían de Ostende y llegaron sobre las 9:30. Allí las baterías costeras alemanas eran más potentes y las bajas fueron mucho mayores. Aun así, el desembarco fue exitoso.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Midsland) en Calais.

El 2 de noviembre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Kuramasan Maru) cerca de Macasar. La aviación hundió un barco japonés (Noto Maru) cerca de Luzón, en el que murieron 80 pasajeros (entre ellos 30 soldados japoneses) y 4 tripulantes.

Un submarino británico hundió un carguero japonés (Hachijin Maru) cerca de Singapur. Un submarino alemán hundió un petrolero estadounidense (Fort Lee) en el océano Índico.

Ferenc Szálasi envió a unos 50.000 judíos de Budapest a la frontera con Austria en una larga marcha a pie que duraría seis días y en la que morirían unos 10.000 de ellos.

En el bosque de Hürtgen, en Alemania, un regimiento estadounidense tomó Vossenack.

Los alemanes frustraron todos los intentos de extender la cabeza de puente en la isla Walcheren. No obstante, el éxito de los desembarcos del día anterior habían vuelto innecesario el ataque al puente, que había costado muy caro en vidas. En el Bravante septentrional los estadounidenses lograron establecer una cabeza de puente sobre el río Mark en Standdaarbuiten. Los alemanes tuvieron que replegarse hacia el Mosa perseguidos por los estadounidenses.

Torpederas alemanas hundieron un petrolero británico (Rio Bravo) cerca de Ostende.

El 3 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Daimei Maru) y dos transportes (Atlas Maru y Hamburg Maru). Otro lanzó sus torpedos contra un portaaviones japonés (Jun'yō), pero un destructor (Akikaze) se interpuso en su trayecto y resultó hundido cerca de las Filipinas.

Los yugoslavos partisanos capturaron Šibenik y Zadar.

Los alemanes retomaron Gołdap. Para entonces la ofensiva soviética en Prusia había terminado. El Ejército Rojo contó 16.819 muertos o desaparecidos y 62.708 heridos, frente a 6.801 muertos o desaparecidos alemanes y 9.435 heridos.

En Eslovaquia los alemanes capturaron a Jan Golian y a Rudolf Viest en Bukovec. Se sabe que fueron enviados a un campo de concentración donde estuvieron varios meses, pero luego se les pierde el rastro. Se sospecha que fueron torturados y asesinados. Como represalia por la revuelta fallida, los alemanes enviaron a unas 30.000 personas a campos de concentración, y más de 12.000 judíos fueron deportados a pesar de las protestas del Vaticano.

En su avance por el bosque de Hürtgen los estadounidenses capturaron Kommerscheidt y Schmidt.

Los canadienses tomaron Knokke y Zeebrugge, y con ello la bolsa de Breskens había dejado de existir. Zeebrugge estaba en territorio belga, y con su captura se completó la liberación de Bélgica. En la isla Walcheren, las tropas desembarcadas en Westkapelle entraron en contacto con las desembarcadas en Flesinga.

En Francia un ataque estadounidense logró capturar la primera línea defensiva de Metz.

En una entrevista a la agencia de noticias United Press, Francisco Franco declaró que España nunca había sido nazi o fascista.

Ese día se estrenó La mujer del cuadro, una película de cine negro dirigida por Fritz Lang y protagonizada por Edward G. Robinson. Unos meses más tarde Lang estrenaría El ministerio del miedo, una adaptación de una novela de Graham Green.

El 4 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron un transporte japonés (Kagu Maru) en el mar del Sur de China.

Aunque Rabaul había perdido para los japoneses todo valor estratégico, en el extremo norte de Nueva Bretaña había unos 93.000 soldados japoneses, que se contentaban con sobrevivir cultivando arroz y hortalizas para complementar los escasos suministros que recibían, sin tratar de molestar a los estadounidenses que ocupaban la zona meridional de la isla. Ese día, unos 2.800 soldados australianos desembarcaron en la bahía de Jacquinot, como primer paso para relevar a los estadounidenses en la zona. No encontraron oposición alguna.

Fuerzas australianas empezaron a tomar también el control de Nueva Guinea. La base japonesa más cercana se encontraba en Wewak, aunque había fuerzas japonesas dispersas en un extenso territorio, privados de suministros, habían pasado varios meses tratando de evitar todo encuentro con los estadounidenses, pero los australianos se propusieron limpiar la zona y dos columnas empezaron a avanzar, una hacia Wewak y otra hacia los montes Torricelli.

En la isla de Merapas se refugiaban 18 de los australianos que habían participado en la operación Rimau contra Singapur. Ese día desembarcó en la isla una pequeña fuerza japonesa. Los australianos abrieron fuego. Dos de ellos acabaron muertos y los restantes se dividieron en dos grupos y pasaron a otras islas vecinas.

Ferenc Szálasi juró su cargo como caudillo de la nación en Budapest. Formó un gobierno de 16 miembros, la mitad de los cuales eran del partido de la Cruz Flechada. Su fidelidad a Alemania era absoluta. Durante su gobierno Hungría envió a Alemania grandes cantidades de ganado, maquinaria, trenes, materias primas industriales, etc. Reclutó muchos soldados que eran enviados a luchar contra los soviéticos sin ninguna posibilidad de éxito.

Un bombardeo aliado sobre Hamburgo hundió dos cargueros alemanes (Hemann Fritzen y Signal). El objetivo principal del ataque fue una refinería de petróleo.

Ese mismo día 749 aviones británicos bombardeaban la ciudad alemana de Bochum. Unos 4.000 edificios fueron destruidos y murieron casi 1.000 personas.

Un contraataque alemán con tanques expulsó de Schmidt el batallón estadounidense que había entrado en la ciudad el día anterior. Algunos de sus miembros huyeron en la dirección equivocada y acabaron prisioneros. Otros llegaron hasta Kommerscheidt. Ocho tanques estadounidenses trataron de llegar hasta allí como refuerzo, pero sólo tres lo consiguieron.

Una patrulla de la Armada estadounidense descubrió flotando en el aire cerca de Los Ángeles un enorme globo de papel de unos 10 metros de diámetro. Cuando descendió, se vio que llevaba una especie de sonda de radio. Ninguna organización gubernamental sabía nada sobre el origen del globo. En los días siguientes empezaron a llegar muchos más que procedían del oeste, pero que llegaban a penetrar en el continente hasta Estados como Iowa, o hasta la provincia de Manitoba en Canadá. La mayoría de ellos no llevaban sondas, sino bombas de 15 kg o bombas incendiarias de 12 kg. Por regla general, muchas de ellas no estallaban, y las que lo hacían no causaban daños graves, pues solían caer en sitios deshabitados. El mayor riesgo era que provocaran algún incendio forestal, pero en esa época del año no era muy probable. Uno que cayó en Nevada fue descubierto por unos vaqueros que lo cortaron y lo usaron como lona para cubrir montones de heno, otro fue entregado a las autoridades por un buscador de oro que lo llevó a lomos de su burro.

El gobierno estadounidense mantuvo en secreto la existencia de tales globos. Su procedencia era un misterio, pues parecía imposible que llegaran de Japón, pues la distancia era enorme, y era raro un ataque alemán desde el oeste. Se especulaba sobre que fueran lanzados desde submarinos japoneses, o desde la propia América por agentes enemigos. La realidad era que provenían del mismo Japón. Los japoneses no estaban en condiciones de alcanzar los Estados Unidos con sus aviones, pero habían descubierto la existencia de una potente corriente de aire sobre los 9.000 metros de altura capaz de transportar un globo a través del Pacífico en unos tres días. Los globos estaban fabricados de washi, un papel impermeable muy resistente, se llenaban con hidrógeno y estaban equipados con un altímetro que, cuando detectaba una altura superior a los 11.500 metros expulsaba parte del hidrógeno, y si detectaba una altura inferior a los 9.000 metros lanzaba una de las 36 bolsas de arena que llevaba el globo. Cuando éstas se agotaban, el globo se vaciaba por completo para que cayera, y los japoneses calculaban que para entonces estarían ya en América, al menos un 10% de ellos, y sus cálculos eran correctos. La materia prima de los globos-bomba era muy barata, pero la confección era costosa. Las láminas de washi tenían que ser pegadas a mano con un pegamento vegetal llamado konnyaku, de lo que se encargaban principalmente niñas en edad escolar. Uno de los problemas con que se encontraron los militares japoneses era que el konnyaku era comestible, y muchas de las niñas consideraban más práctico comérselo que desperdiciarlo pegando papel, por lo que a menudo desaparecían grandes cantidades de pasta.

Aunque el daño causado por los globos era escaso, a las autoridades estadounidenses les preocupaba que pudieran emplearse para diseminar agentes químicos o bacteriológicos. Se encargó a la aviación que buscara y derribara globos sobre el océano, pero era algo muy difícil, porque volaban a mucha altura y a una velocidad increíble.

El 5 de noviembre la aviación de los portaaviones USS Lexington y USS Ticonderoga hundió un crucero japonés (Nachi) cerca de Manila. Murieron 807 de sus ocupantes. Horas más tarde el Lexington sufrió el impacto de un avión kamikaze que destrozó su "isla" (la torre donde está el puente de mando y el centro de control de vuelos) y lanzó chorros de fuego en todas direcciones, lo que provocó varios incendios. Al cabo de 20 minutos los incendios mayores estaban bajo control y el barco pudo continuar en servicio. De hecho, abatió a otro kamikaze que se dirigía al Ticonderoga. Luego se dirigió a Ulithi para ser reparado, mientras en Tokio se aseguraba que había sido hundido.

Singapur fue bombardeada por 76 aviones estadounidenses que habían salido de Kharagpur, en la India. La base naval japonesa sufrió daños graves, que impidieron usarla para reparar los barcos dañados en la batalla del golfo de Leyte. Los japoneses encontraron en el puerto un grupo de trabajadores indonesios heridos y acabaron rápidamente con su sufrimiento sin necesidad de técnica médica alguna.

Hamburgo fue bombardeada de nuevo con 160 aviones estadounidenses.

Tras haber liberado Zevenbergen, los estadounidenses llegaron al Mosa. Unos 8.000 alemanes habían sido capturados a lo largo de la operación.

En Italia los británicos liberaron Rávena y cortaron la vía férrea que llegaba a Bolonia.

El 6 de noviembre la aviación del USS Ticonderoga hundió un petrolero japonés (Marifu Maru) cerca de Leyte.

Un submarino japonés hundió un carguero británico (Marion Moller) cerca de Ceilán.

Walter Guiness, Lord Moyne, el Viceministro de Estado Británico de las Colonias, llegó en automóvil a su residencia en El Cairo. Mientras uno de sus acompañantes salió para abrir la puerta de la residencia, el conductor, el cabo Arthur Fuller, salió también del coche para abrirle la puerta a Moyne. En ese momento una voz ordenó que nadie se moviera. Un hombre disparó a Fuller en el pecho mientras otro abría la puerta trasera para disparar tres veces sobre Moyne. Los desconocidos eran Eliyahu Bet-Zuri y Eliyahu Hakim, dos miembros de la organización terrorista Eli. Tenían 22 y 19 años, respectivamente. Ambos se subieron a sus bicicletas y se alejaron del lugar, pero el acompañante de Moyne dio la alarma y un policía egipcio en motocicleta salió tras ellos. Bet-Zuri disparó hacia él, pero cuando lo tuvo cerca se había quedado sin municiones. El policía disparó y le acertó en el pecho. Hakim trató de ayudarlo y en ese momento llegó un segundo policía. Los dos terroristas fueron arrestados. Lord Moyne seguía vivo, pero, aunque recibió atención médica y le extrajeron las balas, murió unas horas más tarde. La investigación posterior mostró que las pistolas que habían empleado se habían usado anteriormente en otros ocho asesinatos.

El asesinato había sido planeado por Isaac Shamir, uno de los dirigentes principales del Lehi. Él mismo había seleccionado a Bet-Zuri y Halim para perpetrar el asesinato. Shamir, al igual que otros sionistas, responsabilizaba a Lord Moyne de la política británica que había restringido la inmigración judía a Palestina, de simpatizar con los árabes y del desastre del Patria que se había producido hacía ya casi cuatro años, y que en realidad fue responsabilidad de la Haganá. Unos días más tarde Lehi reivindicó el atentado:

Acusamos a Lord Moyne y al gobierno que representa de asesinar a cientos y miles de nuestros hermanos; lo acusamos de apoderarse de nuestro país y saquear nuestras posesiones. Nos hemos visto obligados a hacer justicia y luchar.

Grupos sionistas estadounidenses empezaron a presionar al rey Faruq I para que perdonara a los dos asesinos, mientras que Lampson lo presionaba en sentido opuesto. El rey se fue de viaje a Arabia Saudí.

En Montenegro los partisanos rodearon Cetinje, donde se encontraban soldados alemanes, camisas negras italianos y unos 600 chetniks.

Hamburgo fue bombardeada por tercer día consecutivo, esta vez por 291 bombarderos. Un carguero alemán (Oshoft) resultó hundido.

En el bosque de Hürtgen los tanques estadounidenses lograron destruir cinco tanques alemanes. Un enérgico contraataque alemán expulsó a los estadounidenses de Vossenack, pero luego éstos lograron recuperar la parte occidental de la ciudad.

Los británicos capturaron Middelburg, la capital de la isla Walcheren. La resistencia alemana se reducía ahora a varias bolsas aisladas.

El gobierno francés derogó todas las leyes antisemitas promulgadas por el gobierno de Vichy. Teóricamente los judíos debían recuperar los puestos de trabajo de los que habían sido despedidos y las propiedades que se les había confiscado, pero eso resultó difícil de llevar a la práctica.

El 7 de noviembre un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Kiri Maru) y un petrolero (Kota Maru) cerca de Tokio.

Ese día fue ahorcado en Tokio el espía soviético Richard Sorge.

El general Patrick Hurley llegó a China al frente de una misión diplomática estadounidense que pretendía fomentar la cooperación entre los nacionalistas de Chiang Kai-shek y los comunistas de Mao Zedong. Hurley pensaba que las diferencias entre ambos no eran mayores que las que existían en los Estados Unidos entre demócratas y republicanos. En general, la impresión que los estadounidenses tenían del Partido Comunista de China era muy favorable, en cuanto que parecía menos corrupto, más unificado y mejor preparado para resistir a los japoneses que el Kuomintang.

Dado que los japoneses no se molestaban en atacar a los australianos desembarcados en la bahía Jacquinot, fueron los australianos los que fueron en su búsqueda. Un destructor, una fragata y una corbeta que habían cubierto el desembarco, navegaron más al norte, hasta Wide Bay, y bombardearon las posiciones japonesas.

Desde que Sheng Shicai había roto sus vínculos con los soviéticos y había devuelto la provincia de Xinjiang bajo el control del gobierno nacionalista de Chiang Kai-shek, los soviéticos habían buscado el modo de revertir la situación, y finalmente lograron que los turcos de la región de Ili iniciaran una revuelta. Ese día los rebeldes atacaron la ciudad de Kulja y se hicieron con el control de parte de ella, asesinando a los soldados del kuomintang que encontraron a su paso.

Una larga columna de vehículos soviéticos avanzaba cerca de Niš, en dirección a Belgrado, bajo el mando del teniente general Grigory Petrovich Kotov. De repente, un grupo de cazas estadounidenses, que había confundido a los soviéticos con alemanes, empezó a ametrallar a los vehículos delanteros causando 31 muertos (entre ellos Kotov) y 37 heridos. A continuación apareció un segundo grupo de cazas y de una base aérea soviética en Niš despegaron cazas soviéticos que a su vez creían que los atacantes eran alemanes. Los estadounidenses dejaron de atacar el convoy para centrarse en los aviones, a pesar de las estrellas rojas claramente visibles en sus alas. Se produjo así un combate aéreo en el que fueron destruidos entre 3 y 7 cazas estadounidenses y 3 o 4 soviéticos. Posteriormente los estadounidenses se disculparon ante los soviéticos achacando el suceso a un grave error de los pilotos.

Un médico militar alemán, Günter Stüttgen, logró negociar con los aliados un alto el fuego extraoficial de cinco días cerca de Kall (en Alemania, no lejos de Aquisgrán) para atender heridos de ambos bandos, que se contaban por miles. Así, médicos alemanes salvaron la vida de muchos soldados estadounidenses.

El contraataque organizado por von Rundstedt en los Países Bajos había fracasado. Sus tropas estaban de nuevo en el punto de partida, así que von Rundstedt ordenó la retirada de Steenbergen para formar una línea defensiva más sólida al norte del Mosa, pero Hitler ordenó resistir al sur del río.

Ese día se celebraron las elecciones presidenciales estadounidenses. Los éxitos militares de los Estados Unidos en los últimos años habían vuelto a Roosevelt imbatible. Obtuvo la cuarta presidencia por 432 votos electorales frente a los 99 del candidato demócrata Thomas E. Dewey. El voto popular fue del 53.4% frente al 45.9% de Dewey.

El 8 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron cuatro petroleros japoneses (Banei Maru, Manei Maru, Nichinan Maru y Shimotsu Maru) y dos cargueros (Hakko Maru y Keijo Maru) en varios puntos del Pacífico. Un crucero y un destructor japonés hundieron un submarino estadounidense (USS Growler).

Un tifón complicó enormemente las operaciones estadounidenses en Leyte.

Ion Antonescu trató de suicidarse durante su cautiverio en Moscú.

Pavle Đurišić llegó a Cetinje con casi un millar de chetniks y logró romper el asedio de los partisanos. Unos días después era condecorado con la Cruz de Hierro.

Joseph Goebbels hizo pública la existencia de las bombas-cohete V-2 y cómo estaban siendo usadas "exitosamente" contra los británicos.

El piloto Walter Nowotny se estrelló mientras combatía a una formación de bombarderos aliados. No está claro si fue derribado o si su avión sufrió una avería. Fue el vigesimosexto Messerschmitt Me 262 que había perdido el Comando Nowotny desde su entrada en servicio poco más de un mes atrás.

La aviación canadiense hundió dos cargueros alemanes (Aquila y Helga Ferdinand) y otro noruego (Framnæs) en Frøysjøen (Noruega).

El avance británico por la isla Walcheren continuaba imparable hasta que ese día, a las 8:15, cuatro alemanes se acercaron a soldados aliados para ofrecer la rendición de todas las fuerzas alemanas en la isla.

El 9 de noviembre un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Hishi Maru) cerca de las Filipinas. Otro hundió un submarino alemán en Surabaya (en la isla de Java).

Tras algunas negociaciones, unos 40.000 alemanes se rindieron en la isla Walcheren.

En Italia los aliados cruzaron el río Montone.

El 10 de noviembre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Gokoku Maru) cerca de la costa japonesa. Dos días atrás había salido de Manila un convoy con destino a la bahía de Ormoc, en Leyte. Al dia siguiente había salido otro, de modo que la escolta de uno podía reforzar la del otro en caso de ataque. Los estadounidenses los habían detectado y ahora 32 bombarderos y 37 cazas procedentes de Morotai atacaban al primer convoy cerca de la isla de Ponson. Los dos transportes mayores (Takatsu Maru y Kashii Maru) resultaron hundidos, al igual que dos barcos de escolta. Siete bombarderos fueron derivados. No obstante, los 10.000 soldados que estaban siendo transportados llegaron a Ormoc sanos y salvos. Sólo habían perdido una parte de sus suministros.

Un barco estadounidense que transportaba municiones (USS Mount Hood) estalló por causas desconocidas en la isla de Manus, lo que causó la muerte de los 350 tripulantes que estaban a bordo, así como otros 82 de otro barco situado a su lado. Otros trece barcos de tamaño medio resultaron hundidos, así como ocho barcos pequeños.

En un hospital de Nagoya (Japón) murió de neumonía Wang Jingwei, el presidente de la "república China" organizada sobre el territorio chino bajo control japonés. Fue sucedido por Chen Gongbo, que ya estaba gobernando en funciones durante la enfermedad de Wang.

Los japoneses ocuparon Guilin y en Liuzhou, pero los combates continuaban mientras los chinos se retiraban desmoralizados.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Carl Cords) en Ventspils (Letonia).

La presencia soviética en el norte de Noruega había alarmado al gobierno británico casi tanto como al noruego. Apenas se supo que los soviéticos habían cruzado la frontera, se organizó una misión militar para que fuerzas noruegas en el exilio pasaran a hacerse cargo del territorio. Pronto se vio que no había motivos para alarmarse, pues los soviéticos no deseaban poner en peligro sus acuerdos con sus socios sobre Europa Central y no plantearon ninguna objeción. Los noruegos habían navegado hasta Murmansk en un crucero británico y desde allí llegaban ahora a Noruega en camiones soviéticos. El oficial soviético al mando se mostró interesado en que los noruegos se hicieran cargo del frente lo antes posible, pero eran muy pocos, y hubo que alistar voluntarios locales hasta que llegaran refuerzos. Unos 1.500 hombres fueron reclutados.

Los alemanes arrestaron unos 50.000 hombres en Rotterdam para llevarlos a Alemania como trabajadores forzados.

Winston Churchill informó en el Parlamento británico de los ataques sobre Londres con bombas V-2. Hasta entonces no se había dado ninguna explicación oficial sobre las misteriosas explosiones que se venían produciendo en la capital británica y en otros lugares. Por esas fechas llegaban a Gran Bretaña unas diez bombas V-2 al día. Más tarde Churchill voló a París para acudir a una recepción organizada por de Gaulle para el día siguiente.

Un submarino alemán hundió cerca de Islandia un barco de pasajeros islandés (Godafoss) y un petrolero británico (Shirvan) de un convoy aliado.

El 11 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron otros dos cargueros (Misaki Maru y Unkai Maru). Un submarino estadounidense (USS Scamp) fue dañado por un bombardero japonés y finalmente hundido con cargas de profundidad por un barco de escolta cerca de Tokio.

Mientras tanto 350 aviones de la tercera flota estadounidense atacaban al segundo convoy japonés que se dirigía a la bahía de Ormoc. Cuatro destructores (Hamanami, Naganami, Shimakaze y Wakatsuki) y cuatro cargueros (Mikasa Maru, Seiho Maru, Taizan Maru y Tensho Maru) resultaron hundidos y más de 4.500 japoneses perdieron la vida.

Un submarino británico hundió un carguero japonés (Palang Maru) en el estrecho de Malaca.

Las últimas fuerzas alemanas abandonaron Grecia. En Croacia, antes del amanecer, fuerzas soviéticas cruzaron el Danubio en barcos de pesca cerca de Batina, cubiertas por la artillería y atacaron a los alemanes, que detuvieron el avance en Zmajevac. A lo largo del día y de la noche los soviéticos siguieron cruzando el Danubio.

Esa noche, 245 aviones británicos bombardearon las refinerías de petróleo de Hamburgo.

Un submarino británico hundió otro alemán cerca de Noruega, mientras que corbetas británicas hundían otro cerca de Irlanda.

Churchill y de Gaulle fueron aclamados por miles de parisinos. El entusiasmo fue tal, que a Churchill no dejaban de saltarle las lágrimas una y otra vez.

Ese día se celebró el consejo de guerra por deserción contra el soldado Eddie Slovik. Previamente se le había dado la oportunidad de ser destinado a una unidad diferente, donde no le conocieran, y pudiera empezar con un "expediente limpio", pero una vez más Slovik se negó. Antes de alistarse, Slovik había estado en la cárcel en varias ocasiones, por pequeños robos. De hecho, había sido clasificado como "moralmente no apto" para el servicio militar, pero había cometido el error de casarse, con lo que, convertido en un "ciudadano ejemplar", al cabo de un año de matrimonio fue obligado a alistarse. Slovik era de los pocos soldados que consideraba que la cárcel era algo llevadero, mucho mejor que el combate en el frente, y estaba familiarizado con los procesos civiles que hacen que los pequeños delitos queden poco menos que impunes. Por eso había tratado de facilitar todos los trámites legales, para que su asunto se resolviera cuanto antes y pudiera pasar su temporada de cárcel cuanto antes y olvidar el asunto. Ni siquiera se molestó en declarar en su defensa. Quería ser declarado culpable cuanto antes. La cara le debió de cambiar cuando, al final del día, fue informado de que había sido condenado a muerte.

El general Norman Cota revisó y aprobó la sentencia del tribunal. Al este respecto diría posteriormente:

Dada la situación en ese momento, pensé que era mi obligación hacia mi país aprobar la sentencia. De no haberlo hecho, si hubiera permitido que Slovik se saliera con la suya, no sé cómo podría haber ido al frente y mirar a la cara a un buen soldado.

En efecto, una cosa era pasar por alto una deserción no premeditada, y otra muy distinta dejar constancia de que cualquier soldado podía desertar, entregarse y esperar cínicamente a que un tribunal le conmutara su deber por una temporada en la cárcel.

El 12 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron cuatro transportes japoneses (Gyokuyo Maru, Naruo Maru, Sugiyama Maru y Tatsuaki Maru) en el Pacífico. Un destructor estadounidense hundió un submarino japonés cerca de Palau. Un ataque kamikaze destruyó un buque de desembarco estadounidense en Leyte.

Los alemanes contraatacaron en Batina con tanques y 20 aviones y lograron ocupar una parte de la ciudad.

Una flota británica atacó un convoy alemán cerca de Noruega y hundió dos cargueros (Cornouaille y Greif).

Unas 80.000 personas se manifestaron en Roma para conmemorar la revolución bolchevique de 1917.

La RAF hizo un nuevo intento de hundir el acorazado alemán Tirpitz en Tromsø. El plan era esencialmente el mismo que en el intento anterior. Fueron enviados 32 bombarderos, de los cuales 29 llegaron a su destino. Aunque habían tratado de realizar el vuelo siguiendo un pasillo no cubierto por los radares alemanes, algunos aviones se salieron y fueron detectados. A las 8:51 el Tirpitz recibió un aviso sobre un posible ataque y las 9:15 pidió apoyo aéreo a Bardufoss, pero los aviones no despegaron hasta las 9:32. A las 9:38 los cañones del Tirpitz abrieron fuego contra los bombarderos británicos, que comenzaron su ataque a las 9:41. La primera Tallboy que lanzaron impactó en el barco. A las 9:44 terminó el ataque del primer escuadrón y a las 9:45 empezó el del segundo. Para entonces el acorazado estaba en llamas y cubierto de humo, se había escorado unos 30 grados y el capitán había ordenado la evacuación. La última bomba se lanzó a las 9:49. Dos habían impactado de lleno y otras habían caído cerca en el agua, provocando más daños en su casco. A las 9:52 el barco volcó completamente. Casi la totalidad de sus mil tripulantes habían muerto o estaban atrapados en el casco. Durante las 24 horas siguientes fueron rescatados 87, pero las labores de rescate se interrumpieron cuando se juzgó que el oxígeno del casco se habría agotado. La Gestapo arrestó a unos cuantos noruegos que manifestaron alegría al enterarse del hundimiento del barco. No está claro por qué la aviación alemana no llegó a tiempo para proteger el barco. Los aviones británicos regresaron a Gran Bretaña sin contratiempos.

El 13 de noviembre la aviación estadounidense hundió en Manila un crucero japonés (Kiso), cuatro destructores (Akebono, Akishimo, Hatsuharu y Okinami), cinco petroleros (Eiwa Maru, Kakogawa Maru, Ondo, Sekiho Maru y Teiyu Maru) y cinco cargueros (Hatsu Maru, Kinka Maru, Seiwa Maru, Shinkoku Maru y Taitoku Maru), y otros barcos menores. Una fragata y un dragaminas estadounidense hundieron cerca de Hawai el submarino japonés que había hundido el John A. Johnson dos semanas atrás.

Los turcos rebeldes de Ili tomaron los últimos focos de resistencia en la ciudad de Kuja, principalmente comisarías de policía.

El ejército búlgaro capturó Skopje.

El 14 de noviembre un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Unkai Maru) y uno de los buques de escolta del convoy en el que viajaba. La aviación estadounidense hundió un petrolero (Ayagiri Maru) cerca de las Filipinas.

Los partisanos albaneses capturaron Durrës. En Montenegro los alemanes lanzaron un ataque desde Podgorica hacia Nikšić para crear un pasillo por el que los alemanes pudieran retirarse hacia el norte. Unos 1.200 chetniks bajo el mando de Pavle Đurišić fueron desplegados en los flancos del ataque.

En Praga se constituyó el Comité para la Liberación de los Pueblos de Rusia, presidido por Andréi Vlásov, que aprobó el llamado Manifiesto de Praga, en el que declaraba su intención de garantizar la libertad de expresión, de prensa, religiosa y de reunión, así como el derecho de autodeterminación de todos los grupos étnicos que habitaban territorio ruso. El comité había sido alentado, naturalmente, por el gobierno alemán en un intento de desestabilizar a la Unión Soviética, pero el manifiesto contradecía los dogmas raciales nazis. No obstante, los alemanes lograron que en el preámbulo se calificara a los aliados occidentales de plutocracias aliadas de Stalin para la conquista de Europa. El Ejército de Liberación Ruso, formado por prisioneros de guerra soviéticos bajo el mando de Vlásov, cambió su nombre por el de Fuerzas Armadas del Comité para la Liberación de los Pueblos de Rusia.

Por esas fechas Vlásov se entrevistó con Piotr Krasnov, que estaba colaborando con los nazis para fomentar el reclutamiento de cosacos contra los soviéticos, pero Krasnov se negó a unirse al ejército de Vlásov, en parte porque no confiaba en alguien que había sido general del Ejército Rojo, en parte porque no estaba dispuesto a recibir órdenes de alguien más joven que él.

El 15 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron en varios puntos del Pacífico un petrolero japonés (Yuzan Maru), tres cargueros (Hinaga Maru, Nichiei Maru y Toyo Maru), un transporte (Sugiyama Maru) y un barco de aprovisionamiento (Kurasaki). Pero el mayor éxito del día fue el hundimiento cerca de Corea del portaaviones Akitsu Maru, que formaba parte de la escolta del convoy Hi-81, que había salido de Japón con destino a Indochina. Murieron unos 2.300 de sus tripulantes.

Los rebeldes turcos proclamaron la República del Turquistán Oriental en la región china de Ili. Muchos líderes rebeldes eran en realidad agentes soviéticos infiltrados. Durante las semanas siguientes los turcos fueron ocupando diversas localidades y bases militares chinas. Cuando se encontraron con dificultades para tomar a los chinos la base aérea de Airambek, tropas soviéticas intervinieron abiertamente en su ayuda.

En Letonia los alemanes frenaron el ataque soviético hacia Liepāja cuando apenas habían avanzado 4 km. En Croacia, tras varios días de lucha en las calles, expulsaron a los soviéticos de Batina, pero éstos seguían recibiendo refuerzos.

Un carguero alemán (Schirmeck) fue hundido en Copenhague por la acción de unos saboteadores.

Los estadounidenses liberaron Modigliana, en Italia.

Un destructor estadounidense embistió y hundió un submarino italiano (Luigi Settembrini) cerca de Gibrarltar.

Ese día se estrenó Treinta segundos sobre Tokio, dirigida por Mervyn LeRoy y protagonizada por Van Johnson, en la que Spencer Tracy interpreta al teniente coronel Jimmy Doolitle durante la incursión aérea que éste había dirigido dos años atrás. Está considerada como una de las mejores películas sobre aviación de la época y recrea los hechos con bastante fidelidad. Fue un éxito tanto de crítica como de taquilla. En la película participó un actor de 27 años que llevaba ya tres años representando papeles secundarios y que ahora había llamado la atención del director, lo que le permitió firmar un contrato por siete años. Se llamaba Robert Mitchum.

Spencer Tracy había estrenado, también con gran éxito, unos meses antes La séptima cruz, que trata sobre siete prisioneros que escapan de un ficticio campo de concentración alemán. Fue el actor más taquillero del año.

El 16 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron un crucero auxiliar japonés (Kisaragi Maru) y otros barcos menores en el Pacífico. Un submarino neerlandés hundió un carguero (Kaishin Maru) en el mar de Java.

Los soviéticos atacaron a los alemanes en Batina con todos sus efectivos y finalmente pudieron hacerlos retroceder hasta Draž y Zmajevac.

Entre las 11:13 y las 12:48, la aviación aliada bombardeó algunos puntos estratégicos de las posiciones alemanas en el bosque de Hürtgen. 1.204 bombarderos estadounidenses atacaron Eschweiler, Weisweiler y Langerwehe con 4.100 bombas, mientras otros 339 bombarderos atacaban Hamich, Hürtgen y Gey y otros 467 atacaban Düren y Jülich. Además, 180 bombarderos británicos atacaron Heinsberg. A continuación dos regimientos de infantería estadounidenses atacaron en columnas paralelas, una al norte, hacia Düren y otra más al sur, pero los alemanes lograron rechazar el ataque con pocas pérdidas.

El puerto de Amberes ya estaba operativo, y varias líneas ferroviarias francesas ya habían sido reparadas, así que dejó de funcionar el sistema de convoyes por carretera conocido como el Red Ball Expresss.

El 17 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron, además de otros barcos menores, dos cargueros japoneses (Esashi Maru y Seisho Maru), dos petroleros (Osakasan Maru y Shunten Maru) y un transporte (Edogawa) en el que murieron más de 2.000 marinos y soldados a bordo.

El convoy Hi-81 había permanecido un día en Corea tras el ataque sufrido, y a las 8:00 había zarpado de nuevo junto con otro convoy, de modo que la escolta era mayor. A las 12:05 se avistó un bombardero estadounidense que lanzó fallidamente una bomba y luego fue ahuyentado por los cazas del portaaviones Shinyo. No obstante, el avión informó de la posición del convoy y no tardaron en llegar varios submarinos. A las 4:15 estalló el Mayasan Maru justo enfrente del Shinyo. El barco se hundió y en él murieron 3.437 hombres, la mayoría soldados. Sobre las 17:00 otro submarino lanzó seis torpedos al portaaviones, que fue incendiado y no tardó en hundirse. Con él murieron al menos 1.130 japoneses.

Tras una batalla de 20 días, los partisanos albaneses de Enver Hoxha expulsaron a los alemanes de Tirana.

Władysław Szpilman era un pianista y compositor polaco de ascendencia judía. Cuando los alemanes entraron en Varsovia tuvo que confinarse en el gueto. Sus padres, su hermano y sus dos hermanas fueron enviados a Treblinka en un tren de transporte de ganado, y no volvió a saber de ellos. Cuando el gueto fue clausurado, logró escapar y esconderse en la ciudad gracias a la ayuda de otros músicos y del personal de la radio en la que había trabajado antes de la ocupación. Tras la revuelta fallida permaneció escondido en un edificio en ruinas, donde consiguió pasar inadvertido hasta que ese día se encontró con el capitán Wilm Hosenfeld. Para su sorpresa, no lo mató, ni siquiera lo arrestó, sino que le preguntó quién era y, cuando le dijo que era pianista, le pidió que tocara algo en un piano que había en el edificio. Con las manos entumecidad, Szpilman interpretó el nocturno en do sostenido menor de Chopin. Después Hosenfeld le proporcionó un escondite mejor al que de vez en cuando le llevaba comida y le cedió su abrigo. Hosenfeld se había afiliado al partido nazi hacía ya nueve años, pero llevaba ya tiempo avergonzado de lo que sus compatriotas estaban haciendo. Durante los últimos cinco años había hecho cuanto estaba a su alcance por ayudar a los polacos, primero durante su estancia en un campo de prisioneros de guerra en Pabianice, y luego en otros destinos, el último de los cuales había sido Varsovia.

Los británicos liberaron Wessem, en los Países Bajos.

Los estadounidenses habían rodeado la mayoría de las fortalezas que defendían Metz y estaban atacando la ciudad propiamente dicha. Los alemanes pronto empezaron a evacuarla.

Winston Churchill se refirió en el Parlamento Británico al asesinato de Lord Moyne:

Si nuestros sueños para el sionismo van a terminar en el humo de las pistolas de los asesinos y nuestros esfuerzos por su futuro van a producir únicamente una nueva organización de gangsters dignos de la Alemania nazi, muchos como yo tendremos que reconsiderar la posición que hemos mantenido tan coherentemente y durante tanto tiempo en el pasado. Si tiene que haber alguna esperanza de un futuro pacífico y exitoso para el sionismo, estas actividades perversas deben cesar, y sus responsables deben ser erradicados. [...] En Palestina, el ejecutivo de la Agencia Judía ha pedido a la comunidad judía —y cito sus palabras exactas— "Expulsar a los miembros de esta banda destructiva, privarlos de todo refugio y santuario, no ceder ante sus amenazas y prestar toda la ayuda necesaria a las autoridades en la prevención de actos terroristas y en la erradicación de la organización terrorista." Son palabras fuertes, pero debemos esperar que se traduzcan en hechos.

Las palabras se tradujeron en hechos. La Haganá, bajo la dirección de David Ben-Gurión, organizó poco después lo que llamó la Temporada de caza, contra el Lehi y el Irgún. En efecto, los terroristas judíos fueron objeto de una cacería. Menájem Begin ordenó a sus seguidores del Irgún que no reaccionaran contra agresiones por parte de otros judíos, y que se dejaran arrestar si era necesario antes que usar la violencia contra los judíos. Por una parte, con ello quería evitar una guerra civil y, por otra, estaba convencido de que el entusiasmo de la Haganá por colaborar con los británicos no tardaría en extinguirse y para entonces no quería que ningún judío tuviera motivos para estar resentido contra el Irgún.

Ese día se estrenó La princesa y el pirata, una parodia de las películas de piratas protagonizada por Bob Hope y en el que apareció por primera vez en un papel protagonista la actriz de 24 años Virgina Clara Jones, que había adoptado el nombre artístico de Virginia Mayo. La película fue un gran éxito de taquilla.

El 18 de noviembre submarinos estadounidenses hundieron cuatro cargueros japoneses (Banshu Maru, Chinkai Maru, Seisho Maru y Shinko Maru) en el Pacífico. Además, dos destructores y dos aviones estadounidenses hundieron un submarino japonés en la costa de Leyte.

Los soviéticos cruzaron el Danubio al norte de Apatin, en Croacia.

En el bosque de Hürtgen los estadounidenses tomaron Setterich y Bettendorf.

A unos 20 km al norte de Aquisgrán, sobre el río Wurm, un afluente del Rur, se encuentra la ciudad de Geilenkirchen. En esa zona la línea Sigfrido presentaba un saliente que separaba al Segundo Ejéricto británico del Noveno Ejército estadounidense. Ese día se inició una operación para reducir el saliente. A las 6:00, antes del amanecer, tropas británicas empezaron a abrir pasillos en un campo de minas y, tras un breve bombardeo por parte de la artillería, a las 7:00 un regimiento de infantería británico empezó a avanzar y tomó posiciones al este de Geilenkirchen. Luego iniciaron su avance las tropas estadounidenses. Al anochecer se habían alcanzado todos los objetivos previstos para el primer día. Por la noche los alemanes contraatacaron en Prummern con seis tanques.

Esa noche se llevó a cabo una segunda parte de la operación Pegaso, para evacuar a otro grupo de paracaidistas que permanecía oculto al norte del Rin en los Países Bajos desde la operación Market Garden. Ahora iban a cruzar el río entre 130 y 160 hombres, entre los que había una mayor proporción de civiles, aviadores y otros militares no habituados a este tipo de operaciones. El plan era esencialmente el mismo, pero el punto de cruce estaba 4 km más al este. Para llegar a él, tuvieron que caminar dos días (sólo durante la noche) y el grupo principal acabó fragmentándose. Unos cuantos trataron de tomar un atajo y acabaron encontrándose con una patrulla alemana. Se produjo un tiroteo en el que cerca de una veintena de hombres resultaron heridos. Los alemanes rastrearon la zona iluminándola desde aviones. Hicieron muchos prisioneros y la mayoría de los miembros de la resistencia neerlandesa que actuaban como guías acabaron muertos. Nadie logró cruzar el Rin.

La RAF  hundió un barco hospital de la Cruz Roja (Tübingen) en Pola, (Italia). Murieron nueve miembros de su tripulación.

Los estadounidenses entraron en Metz y empezaron a combatir en sus calles.

Con la retirada de Francia de las fuerzas de ocupación alemanas se había producido un lapso de vacío gubernamental en el que muchos colaboracionistas habían sufrido represalias, desde humillaciones públicas hasta ejecuciones sumarias. Se calcula que más de 10.000 franceses murieron en lo que se conoció como la "purga salvaje", aunque otras estimaciones dan cifras mucho mayores (80.000 o incluso 100.000 personas). Frente a esto, el gobierno recién constituido de de Gaulle quiso organizar una "purga legal", con garantías jurídicas, y ese día una ley estableció la creación de un Alto Tribunal de Justicia destinado a juzgar a personas acusadas de "indignidad nacional".  Los campos de concentración que el gobierno de Vichy había usado para internar a judíos, gitanos, republicanos españoles, miembros de la resistencia y otros indeseables, ahora albergaban a presuntos colaboracionistas, en muchos casos para su propia seguridad. La Cruz Roja estaba autorizada a acceder a los campos.

Es interesante el caso de Jean-Paul Sartre. Otros escritores en su misma situación habían sido arrestados por colaboracionistas, pero Sartre supo cambiar de bando a tiempo. Afortunadamente para él, su amigo Albert Camus lo había invitado a mediados de año a colaborar con la revista clandestina Combat, y Sartre había firmado una serie de siete artículos titulada Un caminante en el París insurgente, escritos en realidad por Simone de Beauvoir. Más adelante resultaría que Sartre y Beauvoir habían colaborado con una organización de la resistencia llamada Socialismo y libertad que debió de ser tan clandestina que nadie se enteró jamás de su existencia, ni siquiera sus propios integrantes. El caso fue que Sartre se las arregló para formar parte de un Comité de depuración organizado por los comunistas franceses, que se encargó de decidir qué escritores debían ser proscritos. Ese año el departamento de Estado estadounidense invitó a una docena de periodistas franceses a conocer los Estados Unidos y Sartre acudió como representante de Le Figaro, y fue recibido como un héroe de la resistencia francesa. No tardó en convertirse en uno de los intelectuales franceses de mayor renombre internacional.

El 19 de noviembre la aviación estadounidense hundió un transporte japonés (Seian Maru) en la costa de Luzón.

Un submarino británico hundió un transporte japonés (Nichinan Maru) en el estrecho de Malaca.

Las tropas soviéticas y rumanas empezaban a rodear Budapest.

Mientras los estadounidenses seguían haciendo frente al contraataque alemán en Prummern, los británicos capturaban Geilenkirchen. Desde allí avanzaron siguiendo el Wurm hacia Süggerath. La fuerte resistencia inicial alemana terminó cuando llegaron los tanques lanzallamas.

Unas semanas atrás, un intento de golpe de Estado en Bolivia dirigido por el coronel David Ovidio había sido frustrado, y el gobierno del general Villarroel decidió prescindir de juicios y otros trámites burocráticos de ese estilo. Esa noche cuatro de los implicados fueron fusilados cerca de Challacollo y otros más (dos senadores, dos ex ministros y un general) fueron fusilados cerca de Chuspipata, tras lo cual sus cadáveres fueron arrojados a un barranco de 900 metros.

El 20 de noviembre los japoneses probaron por vez primera una nueva forma de canalizar el fanatismo estúpido de sus soldados. Un submarino lanzó cinco torpedos contra la flota estadounidense anclada en Ulithi, pero no eran torpedos ordinarios, sino torpedos Kaiten (Retorno al Cielo), que tenían un casco un poco mayor para albergar un piloto y que disponían de un periscopio y de unos depósitos de aire, aunque carecían de radar o de radio. Así podían ser lanzados desde una mayor distancia y el piloto se encargaba de guiar al torpedo hasta el blanco, para luego morir en la explosión. Sin embargo, no eran fáciles de dirigir y no tuvieron mucho éxito. De los cinco torpedos lanzados, sólo uno pudo impactar en un barco y, como se trataba de un petrolero (el USS Mississinewa) se produjo una explosión tan aparatosa que el Alto Mando japonés fue informado de que tres portaaviones estadounidenses habían sido alcanzados. El primer piloto de usar y tirar fue el teniente Sekio Nishina, que llevaba consigo las cenizas del teniente Hiroshi Huroki, que había muerto durante los entrenamientos previos pilotando un prototipo muy primitivo. Ambos habían diseñado y dirigido los ensayos con los torpedos suicidas. Otro submarino japonés que participaba en la misión fue detectado y hundido por destructores estadounidenses.

La artillería soviética hundió un barco alemán de transporte de tropas (Füsilier) en Polangen (Lituania).

Hitler dejó su cuartel general en Rastenberg, en Prusia Oriental, para establecerse en Berlín.

Tras cuatro días de lento avance, los estadounidenses tomaron Würselen.

Durante la noche los británicos habían tomado Süggerath. Un bombardeo de cuatro horas expulsó a los alemanes de Bauchem y los estadounidenses rechazaron el contraataque alemán en Prummern usando tanques lanzallamas.

Los dragaminas británicos empezaron a limpiar de minas y otros obstáculos el estuario del Escalda.

El 21 de noviembre un submarino estadounidense hundió un destructor japonés (Urakaze) y un crucero (Kongō) en el que murieron 1.200 de sus tripulantes. Otro submarino hundió un barco de avituallamiento (Hokkai Maru) ante la costa japonesa y otros dos hundieron un transporte (Gyosan Maru).

Las misiones estadounidenses de reconocimiento aéreo sobre Japón se sucedían una tras otra, hasta ahora sin incidentes, pero ese día un caza se perdió en una misión a Nagoya.

Tito ofreció por segunda vez una amnistía a los chetniks que cambiaran de bando.

Esa noche 366 bombarderos estadounidenses atacaron varias refinerías de petróleo en Hamburgo, pero las nubes hicieron que la mayor parte de las bombas cayera en realidad sobre la ciudad propiamente dicha.

En el bosque de Hürtgen los estadounidenses tomaron Gereonsweiler.

El teniente general Heinrich Kittel, que estaba al mando de las fuerzas alemanas en Metz, fue herido y posteriormente capturado. Poco después la ciudad estaba ya completamente en poder de los estadounidenses, pero las fortalezas exteriores seguían resistiendo.

El ejército francés liberó Belfort.

El 22 de noviembre un submarino estadounidense hundió un transpore japonés (Dowa Maru) en el mar del Sur de China.

Un cazasubmarinos japonés hundió un submarino británico (HMS Stratagem) en el estrecho de Malaca.

Un submarino británico llegó a la isla de Merapas para evacuar a los comandos que habían participado en la operación Rimau. Dos oficiales desembarcaron y encontraron restos de la presencia reciente de algunos de ellos, pero no hallaron a nadie. Dando por hecho que la misión había fracasado, se marcharon y no regresaron más. Sin embargo, al menos 10 hombres estaban esperando la llegada del submarino. Cuando comprendieron que el submarino no iba a llegar los supervivientes de la misión se dispusieron a recorrer como pudieran los 3.000 km de los separaban de Australia. Casi todos cayeron en manos de los japoneses a lo largo de las semanas siguientes.

El ejército búlgaro, en colaboración con los partisanos yugoslavos, había completado la expulsión de los alemanes de Kósovo.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Kiel) en Måseskär (Suecia).

En Gran Bretaña se estrenó Enrique V, dirigida y protagonizada por Laurence Olivier. Fue la primera adaptación al cine de una obra de Shakespeare que alcanzó un gran éxito de crítica y de taquilla. Olivier la planteó como una exaltación patriótica de Gran Bretaña, y el propio Churchill orientó al director sobre cómo enfocarla para que sirviera de propaganda para las tropas británicas. Contó con un gran presupuesto y con la única cámara Technicolor que había en el país en ese momento.

El año anterior, un director teatral llamado Vincente Minnelli se había pasado al cine, y se había propuesto revivir el género de las películas musicales, que, con la excepción de las protagonizadas por Fred Astaire, estaban en decadencia. Tras dos películas que habían logrado un éxito moderado, ahora saltaba a la fama con Cita en San Luis, que está considerada como una de las mejores películas del género.

El 23 de noviembre un submarino estadounidense hundió tres cargueros japoneses (Amakusa Maru, Hozan Maru y Sakae Maru) en el estrecho de Formosa. Otro hundió otros dos (Fukuju Maru y Shuyo Maru) en el mar del Sur de China.

En Leyte un regimiento de infantería estadounidense fue atacado por sorpresa por los japoneses en el río Palanas. El regimiento se vio obligado a abandonar una colina y situarse a la defensiva a la espera de refuerzos.

La aviación japonea bombardeó las posiciones australianas en la bahía de Jacquinot.

Las posiciones alemanas en el archipiélago estonio de Moonsund se habían vuelto insostenibles, así que el mariscal de campo Ferdinand Schörner, que estaba al mando del grupo de ejércitos Norte, ordenó la evacuación, a pesar de que Hitler había dado órdenes de resistir hasta el último hombre. Por razones desconocidas, esto no le supuso la destitución.

En Croacia, los soviéticos entraron en Zmajevac, en Monjoroš y en Draž.

En el bosque de Hürtgen, los estadounidenses tomaron Bourheim, si bien los contraataques alemanes fueron continuos en los días siguientes. En los últimos días, intensas lluvias habían frustrado los planes aliados para capturar Würm y Müllendorf, pero el saliente de Geilenkirchen había sido reducido en gran medida y así la operación se dio por finalizada.

Cuando los oficiales alemanes en Estrasburgo tuvieron noticias de que se acercaban las tropas del general Leclerc huyeron presas del pánico dejando a sus subordinados desmoralizados. Muchos soldados se apresuraron a agotar sus municiones para tener así una excusa para rendirse. Así la ciudad fue liberada sin grandes dificultades. A las 14:30 la bandera tricolor ondeaba en su catedral, tal y como Leclerc había jurado que lo haría tres años atrás.

En el laboratorio anatómico de la Reichsuniversität de Estrasburgo, fundada por los nazis tres años atrás, se encontraron 86 cadáveres (60 de hombres y 29 de mujeres) con los que el doctor August Hirt pretendía crear una colección representativa de esqueletos judíos. Todavía no se les había quitado la carne porque primero se iban a hacer moldes de yeso de los cuerpos.

No lejos de allí, tropas estadounidenses liberaron el campo de concentración de Natzweiler-Struthof, donde sólo quedaban 16 prisioneros abandonados por los alemanes. El resto había sido trasladado a Dachau en los últimos meses. Fue el primer campo de exterminio liberado. Se calcula que en él murieron unas 22.000 personas, la mayoría en cámaras de gas o ahorcadas, pero también en "experimentos científicos". Se sabe de niños que fueron usados para probar venenos. Fue en este campo donde murieron 86 de los 89 judíos cuyos cuerpos fueron encontrados en Estrasburgo (los otros tres habían muerto en el camino desde Auschwitz). Tras su llegada, el año anterior, habían pasado un periodo en el que fueron bien alimentados para que sus cuerpos fueran "representativos", transcurrido el cual fueron gaseados (excepto uno, que opuso resistencia y recibió un tiro) y enviados a la universidad.

Con la liberación de Estrasburgo se completó un cerco que dejó aislados a unos 72.000 soldados alemanes en el centro de Alsacia, alrededor de la ciudad de Colmar.

Un submarino alemán destruyó un carguero estadounidense (William D. Burnham) en el canal de la Mancha.

El 24 de noviembre 110 bombarderos estadounidenses salieron de Saipán y bombardearon Tokio. Su objetivo era destruir una fábrica de motores, pero fuertes corrientes de viento imprevistas desviaron las bombas y sólo el 10% alcanzaron su objetivo. Los japoneses enviaron 125 cazas contra los bombarderos enemigos, pero sólo lograron derribar un aparato.

Tras 70 días ofreciendo resistencia, el teniente coronel Kunio Nakagawa, que estaba al mando de las fuerzas japonesas en Peleliu, se hizo el harakiri. Unos días más tarde los estadounidenses declararon la isla segura. Las bajas japonesas fueron de 10.695 muertos y 19 prisioneros, pero las bajas estadounidenses también habían sido inusitadamente elevadas: 2.336 muertos y 8.450 heridos.

La aviación estadounidense hundió cinco de los seis transportes que integraban un convoy japonés que había salido de Manila el día anterior.

En China los japoneses controlaban ya las dos terceras partes de la provincia de Guanxi, donde habían matado unos 215.000 civiles y herido a más de 431.000.

Stanisław Mikołajczyk, el primer ministro del gobierno polaco en el exilio, dimitió ante la imposibilidad de llegar a ningún acuerdo con el "gobierno de Lublin" que los soviéticos consideraban como el "legítimo gobierno de Polonia".

La evacuación del archipiélago Moonsund se llevó a cabo satisfactoriamente. Un total de 4.500 hombres, incluyendo 700 heridos, fueron transportados hasta Ventspils. Eran la cuarta parte de la guarnición inicial, aunque algunos heridos habían sido evacuados previamente, junto con un gran número de civiles estonios que veían a los nazis como un mal menor en comparación con los soviéticos.

Ferenc Szálasi huyó de Budapest antes que la capital fuera rodeada por el Ejército Rojo, y se estableció en Sopron.

Un submarino soviético hundió un barco de pasajeros sueco (Hansa) cerca de Gotland. Murieron 62 pasajeros y 22 tripulantes. Sólo hubo dos supervivientes.

La resistencia noruega logró hundir tres cargueros noruegos (Arna, Taiwan y Troma) y dos petroleros, uno noruego (Kaprino) y otro alemán (Euroland) en el puerto de Oslo.

Hacía un tiempo que el gobierno canadiense se enfrentaba a una oposición popular cada vez mayor al envío de tropas a Europa. Teóricamente, sólo se enviaban soldados voluntarios, pero "voluntario" puede ser un concepto muy relativo en el ejército. Los reclutas denunciaban que se les sobornaba con alcohol o dinero para que se ofrecieran voluntarios, y si eso no funcionaba, se los destinaba a lugares con temperaturas bajo cero,y se les negaba la asistencia médica, y los suboficiales que no se ofrecían voluntarios eran degradados. Ese día unos mil soldados de un campamento militar en Vernon desfilaron por la ciudad gritando "¡abajo el reclutamiento!". En Terrace estalló un motín. Algunos soldados se incautaron de armas y se propusieron resistir cualquier intento de ser enviados al extranjero.

El 25 de noviembre la aviación del portaaviones Ticonderoga hundió dos cruceros japoneses (Kumano y Yasoshima). Submarinos estadounidenses hundieron un destructor (Shimotsuki) y tres transportes (Manila Maru, Manju Maru y Shoho Maru). Dos kamikazes se estrellaron contra el portaaviones estadounidense USS Intrepid. Murieron 16 hombres y se produjo un grave incendio. El barco tuvo que ser enviado a San Francisco para ser reparado.

Morteza-Qoli Bayat fue nombrado primer ministro de Irán.

La ofensiva alemana contra Podgorica había fracasado. Los partisanos les habían infligido muchas bajas en 12 días de combates y no habían conseguido gran cosa, así que decidieron cambiar de estrategia y atacar Kolašin. Al llegar allí, los chetniks de Đurišić se separaron de los alemanes y se dirigieron hacia Bosnia para encontrarse con Mihailović. Durante su retirada llevaron a cabo reclutamientos forzosos de hombres, apalearon mujeres, saquearon pueblos y, en suma, se esforzaron por dejar un hondo recuerdo de su paso por Montenegro.

Los alemanes se retiraron de Kaigasniemi, en la Laponia Finlandesa. Los finlandeses ya no se preocupaban de perseguirlos. La brigada encargada de ello había sido desmovilizada.

Himmler ordenó que el campo de concentración de Auschwitz fuera desmantelado y se borrara todo rastro de los asesinatos en masa.

Tropas estadounidenses atacaron las posiciones alemanas en Monte Castello, en Italia. En la operación intervinieron por primera vez tropas brasileñas.

Una fragata británica hundió un submarino alemán cerca de las islas Shetland.

Un cohete V-2 cayó en un cruce de dos calles londinenses y mató a 6 personas. Otras 292 resultaron heridas. Otro cayó en una calle en la que se encontraban unos grandes almacenes y mató a 168 personas. Fue el peor ataque con cohetes V-2 que sufrió la capital británica durante toda la guerra.

El agente doble Juan Pujol García recibió del rey Jorge VI de Gran Bretaña la Excelentísima Orden del Imperio Británico. Anteriormente Hitler le había concedido la Cruz de Hierro, así que posiblemente fue el único hombre que recibió tan altas condecoraciones de ambos bandos.

Un submarino alemán hundió una corbeta canadiense (HMCS Shawinigan) cerca de Terranova.

El 26 de noviembre un petrolero japonés (Yuho Maru) se partió en dos en el mar del Sur de China como consecuencia del ataque de un submarino estadounidense.

Ese día llego a la isla de Java un barco japonés (Maros Maru) que transportaba prisioneros de guerra, principalmente británicos y neerlandeses. De los 650 que habían embarcado, sólo quedaban 327. Sólo en Macasar habían muerto 159 prisioneros retenidos en las bodegas del barco durante los 40 días que duraron unas reparaciones.

Un comité comunista sin más legitimidad que la que él mismo se había atribuido decidió que la Rutenia Subcarpática fuera anexada a la República Socialista Soviética de Ucrania. La delegación checoslovaca fue "invitada" a abandonar el territorio. Stalin consideró que la decisión era perfectamente democrática, si bien aceptó negociar con el gobierno checoslovaco de Edvard Beneš y posponer la anexión para cuando la guerra hubiera terminado y ya no necesitara aparentar nada ante sus aliados.

A pesar del bombardeo inicial y de todos los recursos empleados, el avance aliado por el bosque de Hürtgen seguía siendo frustrantemente lento, a unos 500 metros diarios. Ese día los estadounidenses ocuparon Weisweiler después de que los alemanes la abandonaran.

Un cañón antiaéreo en Eindhoven derribó por primera vez un avión a reacción Messerschmitt Me 262 de la Luftwaffe.

Las tropas estadounidenses y brasileñas habían tomado la cima de Monte Castello y la operación parecía que iba a terminar con éxito, pero un contraataque alemán les obligó a ceder todo el terreno ganado excepto el monte Belvedere.

Los estadounidenses no estaban atacando las fortalezas que rodeaban Metz por no malgastar munición, pero ese día se rindió la primera de ellas y muchas otras le siguieron, pero algunas continuaron ofreciendo resistencia. Ese día fueron liberadas Steige y Villé.

El 27 de noviembre un ataque kamikaze hundió un cazasubmarinos estadounidense en Leyte. Aviones estadounidenses bombardearon una fábrica aeronáutica cerca de Tokio, pero una vez más los fuertes vientos dispersaron los proyectiles y los daños causados fueron leves.

Un destructor francés, bajo el mando del capitán Jules Evenou, llevó 74 soldados desde la isla Mauricio hasta la isla Reunión. Sobre las 2:30 empezaron a desembarcar y unos 60 hombres tomaron tierra y no tardaron en hacerse con el control de la capital Saint Denis, que hasta entonces había permanecido leal al gobierno de Vichy. A las 6:00 desembarcó André Capagorry, el nuevo gobernador de la isla designado por de Gaulle, que fue recibido entre aclamaciones.

Los estadounidenses tomaron Koslar, Kirchberg y Merzenburg.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Fidelitas) en la costa noruega. No lejos de allí, la aviación de un portaaviones británico hundió un barco alemán (Rigel) que fue identificado como un barco de transporte de tropas, cuando en realidad transportaba 2.248 prisioneros soviéticos y servios, además de 95 desertores alemanes y 8 noruegos. Los custodiaban 455 soldados alemanes, y además iban a bordo 32 tripulantes. Sólo sobrevivieron 267 personas.

Un cohete V-2 mató a 157 personas en Amberes.

El Partido Comunista de Francia había llevado a cabo una campaña para que se permitiera el regreso al país de Marice Thorez, el que fuera líder del partido y que había desertado y huido a la Unión Soviética para no combatir a los nazis cuando éstos eran aliados de los soviéticos. De Gaulle había llegado a un acuerdo secreto con Stalin para indultar a Thorez a cambio de que Stalin garantizara que los comunistas franceses no opondrían resistencia a la disolución de las milicias comunistas. Ese día llegó a Francia. Antes de su salida de la Unión Soviética, Thorez se había reunido con Stalin, quien le había recomendado que escondiera las armas y que se valiera del Partido Comunista de Francia para retirar a de Gaulle de la vida política.

El 28 de noviembre tres submarinos japoneses resultaron hundidos, uno ante un submarino estadounidense, cerca de la costa japonesa, y otros dos a manos de destructores estadounidenses en las Filipinas. Cuatro supervivientes de uno de ellos prefirieron morir en el agua antes que ser rescatados por los estadounidenses. La aviación estadounidense hundió también un petrolero (Atago Maru) en Borneo.

Las tropas francesas que habían desembarcado en la isla Reunión se habían puesto en contacto con células comunistas que operaban en la isla, que ahora trataban de tomar una batería costera en Le Port, defendida por el teniente Émile Hugot, que era un fiel partidario de Pétain. La batería abrió fuego contra el destructor que había llevado las tropas, que tuvo que alejarse de la costa antes de responder. La guarnición realizó una salida, pero tuvo que replegarse con muchas bajas. El propio Hugot fue gravemente herido. El capitán Evenou amenazó con bombardear las fábricas que había en la isla.

Los soviéticos tomaron la ciudad húngara de Mohács.

Los estadounidenses lograron entrar en Langerwehe, Jüngersdorf y Merode, pero un violento contraataque alemán hizo que dos compañías se perdieran en Merode. Para entonces habían alcanzado el Rur en un amplio sector en el que los alemanes sólo conservaban dos cabezas de puente.

En Italia los alemanes se apoderaron del monte Belvedere, lo que frustró los planes de un nuevo ataque que los estadounidenses y brasileños habían preparado para el día siguiente.

Al puerto de Amberes llegó el primer convoy aliado.

El gobierno francés estaba devolviendo a África a las tropas coloniales que habían combatido en Francia, incluyendo a muchos prisioneros de guerra que habían sido liberados de campos de concentración alemanes en territorio francés. Se los devolvía principalmente porque eran negros y su presencia en el ejército ponía en evidencia que los franceses habían necesitado para liberarse más ayuda de la que les hubiera gustado necesitar. Hacía una semana que 1.635 "fusileros senegaleses" (éste era el nombre del cuerpo al que pertenecían, pero no procedían todos de Senegal, sino de regiones diversas del África Occidental Francesa) había llegado a Dakar en un barco británico, y estaban esperando que el gobierno francés les pagara unos atrasos y primas de desmovilización que les correspondían. Sin embargo, el ministro de las Colonias les había prometido que recibirían el dinero a su llegada a Dakar. De hecho, unos 300 fusileros se habían quedado en Francia porque se habían negado a embarcar hasta que se hubiera regularizado su situación, y otros 400 que habían desembarcado en Casablanca durante una escala del barco, también se habían negado a embarcar de nuevo. Pero tras una semana de estancia en Dakar, el dinero seguía sin llegar. Un grupo que debía haber embarcado hacia Bamako se había negado a hacerlo y ahora se presentaba en el campamento el general Marcel Dagnan. Los fusileros presentaron sus exigencias, rodearon el coche del general, lo sacudieron y no mostraron el menor respeto hacia su cargo. El general se marchó sin aclarar nada sobre las reclamaciones de los fusileros.

El 29 de noviembre un submarino estadounidense hundió un portaaviones japonés (Shinano) cerca de la costa japonesa. Murieron 1.436 de sus tripulantes. Otro submarino hundió un carguero (Daiboshi Maru) en el mar Amarillo. La aviación estadounidense atacó un convoy japonés cerca de Leyte y destruyó un carguero (Shinsho Maru), que terminó embarrancando. Un cazasubmarinos de la escolta resultó hundido. Un nuevo bombardero estadounidense sobre Tokio resultó un fracaso. Sólo una pequeña zona resultó dañada.

En Leyte los estadounidenses tomaron nuevamente la iniciativa tras haber rechazado el ataque japonés iniciado una semana antes.

Pierre Aubert, el gobernador de Reunión, había tratado en vano de comunicarse con el gobierno de Vichy para recibir instrucciones y, cuando se enteró de que los invasores no eran británicos sino franceses, renunció a toda resistencia y empezó a negociar la rendición, pero pidió que se repitiera el ultimátum de Evenou para salvar el tipo.

Los comunistas albaneses tomaron Shkodër y persiguieron a los alemanes hasta Visegrado (en Bosnia). Con ello Albania quedó totalmente sometida al gobierno de Enver Hoxha.

En Hungría, Ferenc Szálasi parecía no haberse enterado de que el nazismo se estaba desmoronando. Ese día se creó el gueto de Budapest. Unos 70.000 judíos fueron confinados en un área de 0.26 km2, que fue completamente aislada: no podían entrar alimentos ni se sacaba la basura. Los que sí que entraban de vez en cuando eran los miembros del partido de la Cruz Flechada, que realizaban incursiones y organizaban ejecuciones en masa en el gueto. Los cadáveres quedaban en las calles, a falta de un lugar donde enterrarlos. El hacinamiento provocó la transmisión de enfermedades, como el tifus. Otros 20.000 judíos que no cupieron en el gueto fueron alojados en casas claramente marcadas.Unos 20.000 judíos se libraron simplemente porque no cabían, pero fueron alojados en edificios marcados con estrellas de David. Cuando los nazis entraron el la capital a principios de año, quedaban unos 200.000. Ahora no llegaban a los 100.000.

Entre tanto, la actividad de los diplomáticos de los países neutrales no había cesado. Las colas ante las embajadas sueca, suiza, vaticana y española para pedir cartas de protección eran larguísimas. El sueco Raoul Wallemberg había alquilado 32 edificios y los había declarado protegidos por la inmunidad diplomática. Puso en ellos carteles como "Biblioteca Sueca", "Institudo Sueco de Investigación", etc. y colgó enormes banderas suecas en sus fachadas. En ellos albergó a unos 10.000 judíos que se libraron así del gueto. El suizo Carl Lutz también había alquilado unos 76 edificios con el mismo fin, el más famoso de los cuales fue "La casa de cristal", en la que se refugiaron unos 3.000 judíos. Igualmente, el embajador español, Ángel Sanz Briz, había alquilado varios edificios en los que había puesto rótulos de "Anejo a la embajada española", en los que daba refugio a numerosas familias judías.

La actuación del nuncio Angelo Rotta se extendía más allá de la capital húngara. El mes anterior había regresado a Budapest un joven seminarista de 22 años llamado Tibor Baránszki. Se alojaba con una tía suya, que le pidió que tratara de conseguir cartas de protección de la embajada del Vaticano para una familia de judíos amigos suyos. Baránszki se puso una sotana, se dirigió a la embajada y, sin más que afirmar con convicción que "iba para un asunto oficial", lo dejaron pasar. Después de haber vagado un rato por el edificio, encontró el despacho de Rotta y allí que entró. El sorprendido nuncio proporcionó al joven las cartas que le pedía, y unos días más tarde volvió a acudir ante él para pedirle otras para otra familia. Rotta, que seguía impresionado por la facilidad con la que Baránszki se las arreglaba para entrar en la embajada sin autorización y por su perfecto alemán, le fue encargando varias misiones para llevar judíos a lugares seguros hasta que lo nombró "Secretario ejecutivo del Movimiento de Protección de Judíos del Vaticano".  Desde entonces se había encargado de organizar reuniones secretas con Wallenberg, Lutz y Sanz Briz, además de rescatar judíos.

En una ocasión, Rotta le encargó que fuera a una fábrica donde unos 50 judíos estaban a punto de ser deportados. Le ofreció un pequeño Opel para llegar hasta allí, pero Baránszki, con todo el descaro, le pidió su Rolls-Royce oficial, con la bandera del Vaticano. Le dijo: Los nazis son gente primitiva. Una lata de sardinas no les dará sensación de autoridad, pero con un Rolls-Royce quedarán impresionados. Rotta accedió, Baránszki convenció a un amigo para que hiciera de chófer, se disfrazó de cura y se presentó en la fábrica. Los alemanes no querían dejarlo pasar, pero Baránszki amenazó con estrellar el coche contra la puerta. Para alivio de Rotta, le abrieron la puerta y se ofrecieron a acompañarlo hasta los prisioneros, pero Baránszki los despidió con altivez asegurando que sabía ir solo. Luego proporcionó cartas a los prisioneros y les informó sobre cómo contactar con la resistencia.

Baránszki mostraba a menudo a los alemanes documentos ficticios, pero con aspecto oficial y acompañados por fuertes dosis de aplomo, con los que lograba sus propósitos una y otra vez. Recientemente, Rotta lo había enviado a Hegyeshalom, en la frontera entre Austria y Hungría, para encontrar una "marcha de la muerte" en la que unos 50.000 judíos salidos de Budapest estaban a punto de salir del país. Casi 10.000 habían muerto por el camino. Baránszki repartió certificados entre cientos de judíos y los llevó de regreso a Budapest en un tren, donde fueron alojados en casas protegidas por el Vaticano. Con la ayuda de su tía, que trabajaba para una empresa farmacéutica, les proporcionó medicinas, comida y otros suministros.

En una ocasión un oficial alemán le puso una pistola en la cabeza y le preguntó por qué ayudaba a los judíos. Sin turbarse, le replicó: Eres tonto o idiota. Los ayudo porque soy cristiano. En una ocasión le telefoneó el mismísimo Adolf Eichmann, quien le comunicó que sólo se aceptarían 3.000 de las 12.000 cartas de protección que los nazis habían autorizado previamente. Sin saber con quién estaba hablando Baránszki, le replicó: Pensaba que estaba hablando con un oficial alemán, no con un canalla alemán.

Ese día una delegación de judíos que habían escapado de Roma el año anterior gracias a la actuación del Papa se presentó ante Pío XII para agradecer sus esfuerzos.

Hitler había puesto al frente de la investigación sobre el atentado del 20 de julio a Ernst Kalterbrunner, uno de sus más fanáticos seguidores. Con sus casi dos metros de estatura, una cara marcada por grandes cicatrices y un carácter irascible, se decía que hasta Himmler le temía. Ahora le presentaba el informe con las conclusiones finales de la investigación. Según el informe, los implicados se contaban por miles, y entre ellos figuraba hasta el papa Pío XII.

Los estadounidenses entraron en Hürtgen. Poco después tomaron Grosshau y Kleinhau.

En Canadá fue sofocado el motín de Terrace. El gobierno logró censurar la información sobre el mismo para que no fuera imitado en otras partes del país. Había sido el acto de indisciplina más grave de la historia militar canadiense. Ese mismo día, el político René Chaloult dijo en un mitin que Quebec debería independizarse de Canadá si no se le permitía decidir sus propias políticas de alistamiento.

A las 23:00 aproximadamente, un submarino alemán emergió ante la costa de Maine y dos espías fueron trasladados a tierra en una lancha de goma por dos marineros. Los marineros permanecieron unos minutos en suelo estadounidense antes de regresar al submarino, así que, técnicamente, los Estados Unidos habían sufrido una pequeña invasión alemana. Los espías eran William Colepaugh, un estadounidense de 26 años que había huido a Alemania, y Erich Gimpel, un operador de radio alemán que había participado en diversas operaciones de espionaje en varios países. Caminaron unos 8 km hasta llegar a una carretera donde tomaron un taxi. Habían desembarcado cerca de un pequeño pueblo en un lugar solitario, pero precisamente por ello no pasaron inadvertidos y despertaron sospechas en varias personas que los vieron caminar por la noche con maletas. Un boy scout de 17 años observó que sus huellas en la nieve se originaban en un camino que conducía a la playa, y se lo contó a su padre, que era ayudante del sheriff local. Éste lo vio sospechoso e informó al FBI.

El 30 de noviembre un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Dairen Maru) en el mar Amarillo, y la aviación atacó un convoy cerca de las Filipinas y hundió un carguero (Shinetsu Maru).

A las 8:45 el gobernador Aubert de la isla Reunión presentó formalmente su rendición. El nuevo gobernador, André Capagorry, lo anunció personalmente por radio.

Los soviéticos tomaron la ciudad húngara de Eger.

El suizo Carl Lutz era el diplomático que más enérgicamente estaba actuando en Budapest en defensa de los judíos, hasta el punto de que Edmund Veesenmayer, el procónsul alemán en Hungría, había pedido permiso a Berlín para asesinarlo, pero no había recibido respuesta. Así, cuidando un poco las formas, los diplomáticos de países neutrales estaban relativamente seguros en la Budapest controlada por los nazis, pero los soviéticos no tardarían en entrar en la ciudad y era de prever que el cambio sería para peor. Ese día el embajador español abandonó la ciudad con destino a Suiza y Lutz no tardaría en seguirle. El portugués Carlos de Liz Texeira Branquinho había vuelto a Lisboa hacía un mes. Se calcula que Lutz había salvado a unos 62.000 judíos gracias a las cartas de protección que entregó. Dos años atrás había salvado también a unos 10.000 niños organizando su emigración a Palestina. A Sanz Briz se le atribuye la salvación de unos 5.000 judíos, y a Carlos de Liz la de salvación otros 1.000.

Un cohete V-2 cayó en una calle de Londres y mató a 23 personas.

El 1 de diciembre el gobierno de Yorgos Papandreu, apoyado por el general Scobie (Sir Ronald MacKenzie Skobie, que estaba al mando de las tropas británicas en Grecia) exigió el desarme de todas las milicias griegas, salvo unas pocas en las que el gobierno tenía plena confianza (lo cual no incluía —obviamente— a ninguna organización comunista, en especial la más fuerte de todas, el Ejército Popular el Liberación Nacional) que serían usadas en las próximas operaciones en Creta y en las islas del Dodecaneso, todavía ocupadas por los nazis. El secretario general del Partido Comunista de Grecia, Georgios Siantos, animó a no acatar la resolución. Las instrucciones que llegaban desde Moscú iban en sentido contrario, pero Siantos también estaba bajo la influencia del mariscal Tito, que era ajeno a los pactos entre Stalin y Churchill sobre Grecia.

Giorgio Perlasca, un funcionario italiano de la embajada española en Budapest, vio cómo miembros del partido de la Cruz Flechada estaban sacando judíos de uno de los edificios extraterritoriales vinculados a la embajada. Perlasca se dirigió al que estaba al mando, el cual le explicó que tenían constancia de que el embajador Sanz Briz había salido del país, por lo que ya no había embajada española y los judíos ya no gozaban de inmunidad alguna. Perlasca mintió asegurando que Sanz Briz había dejado momentáneamente el país, pero que regresaría en breve y que, entre tanto, él estaba al frente de la embajada en calidad de cónsul. En realidad, Perlasca no era siquiera diplomático, ni tampoco ciudadano español de pleno derecho. Perlasca era un fascista que había acudido como voluntario para luchar en el bando nacional en la guerra civil española y que había sido nombrado "ciudadano español honorario" por el gobierno de Franco. No obstante, sus mentiras (apoyadas más tarde por algunos documentos falsos) tuvieron éxito y los húngaros siguieron reconociendo la extraterritorialidad de los edificios vinculados a la embajada española. Perlasca continuó la labor que había estado realizando hasta entonces Sanz Briz (con el cual había estado colaborando estrechamente).

Los estadounidenses capturaron Linnich, en Alemnia.

El terrorista del IRA Charlie Kerins fue ahorcado en Dublín.

Los fusileros senegaleses seguían amotinados en Dakar, y el general Dagnan se presentó de nuevo en el campo, pero esta vez acompañado de gendarmes, soldados y varios vehículos blindados. Tras dos horas y media de discusión, se produjeron disparos que mataron a 35 fusileros, otros tantos heridos graves y muchos más heridos leves. Los oficiales franceses afirmaron que habían disparado porque los fusileros se estaban agrupando y temían un ataque, mientras que los fusileros aseguraron que se habían agrupado para acceder conjuntamente a las demandas que se les hacían. Poco después, 300 fusileros fueron embarcados a la fuerza hacia Bamako. Unos meses más tarde 34 fusileros serían juzgados y condenados a penas entre multas y 10 años de cárcel.

El 2 de diciembre un submarino estadounidense atacó un convoy japonés en el mar del Sur de China y hundió un petrolero (Akikawa Maru) y un transporte (Hawai Maru). En el primero murieron 256 soldados y 18 tripulantes, mientras que en el segundo murieron todos sus ocupantes: 1.896 soldados y 148 tripulantes.

El primer ministro rumano, Constantin Sănătescu, fue sustituido por el general Nicolae Rădescu, hasta entonces jefe del Estado Mayor y que contaba con la aprobación soviética, entre otras cosas porque nunca había intervenido en política y porque tenía amigos comunistas.

Unos 2.000 albaneses anticomunistas atacaron algunas posiciones ocupadas por los partisanos yugolavos en Kosovo.

Seis ministros del gobierno de Papandreu, la mayoría pertenecientes al Partido Comunista, presentaron su dimisión y el Frente de Liberación Nacional convocó una huelga general para el día siguiente y una manifestación ante el Parlamento griego.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Seeburg) en el mar Báltico.

En Alemania, los estadounidenses capturaron Leiffarth y Roerdorf. Más al sur empezaron a cruzar el río Inde por Lamersdorf. En Brandenberg los alemanes lanzaron un ataque aéreo con 60 aviones, pero causó pocos daños.

Tres destructores estadounidenses atacaron por la noche un convoy japonés que estaba descargando en el puerto de Ormoc. Los transportes fueron hundidos, pero los destructores fueron atacados por bombarderos, por baterías costeras y por submarinos. Un destructor japonés que formaba parte de la escolta del convoy lanzó torpedos contra uno de los destructores estadounidenses (USS Cooper), para luego retirarse con algunos daños. El Cooper fue alcanzado y poco después, ya en la primera hora del 3 de diciembre, se hundió. Otro destructor japonés (Kuwa) también acabó hundido. Tokio fue bombardeado una vez más por la aviación estadounidense, y una vez más los resultados fueron insignificantes.

Un submarino alemán atacó un convoy aliado y hundió un carguero soviético (Revoljucija) en el mar de Barents.

Unos 200.000 simpatizantes comunistas marchaban hacia la Plaza de la Constitución en Atenas, pero el camino estaba cerrado por policías griegos y tanques británicos. En un momento dado, la policía abrió fuego y mató a 28 manifestantes, mientras que otros 148 resultaron heridos.

El Ejército Rojo tomó la ciudad húngara de Miskolc.

Un submarino alemán hundió un carguero canadiense (Cornwallis) ante la costa de Maine, en los Estados Unidos.

El 4 de diciembre un submarino estadounidense hundió un destructor (Kishinami) y un petrolero japonés (Hakko Maru) en el mar del Sur de China.

En las primeras horas del día, los comunistas griegos iniciaron acciones en la zona de Atenas-El Pireo en protesta por los incidentes del día anterior. Unos 1.200 hombres atacaron varias comisarías de policía, así como la sede de la Organización X (la letra griega ji). Se trataba de una organización de la resistencia griega que había colaborado con los aliados, pero al tiempo se había marcado el objetivo de evitar que los comunistas acabaran apoderándose del país. Había sido fundada tres años atrás por el coronel Georgios Grivas, más conocido como Digenis. El año anterior se había integrado en la Coalición Panhelénica de Liberación, junto con otras organizaciones anticomunistas. El cuartel general de la Organización X se vio atacado por unos 400 comunistas, que acabaron forzando la retirada de los jititas, la mayoría de los cuales se refugiaron en una comisaría de policía. Los comunistas mataban a todo enemigo que se encontraban, pues, al parecer, no siendo comunista, no le veían el sentido a tomarlo prisionero y mantenerlo vivo.

Papandreu presentó su dimisión al general Scobie, el cual no la aceptó. Por la noche, los comunistas organizaron una manifestación pacífica de duelo por los fallecidos en la manifestación del día anterior, pero los jititas no reconocieron el derecho de los comunistas a decidir cuánto eran pacíficos y cuando no. Aunque la policía no intervino, los jititas sí que lo hicieron y dejaron más de 100 muertos entre los simpatizantes de los comunistas.

Éste fue el principio de una violenta confrontación en Atenas entre los comunistas y las fuerzas gubernamentales, apoyadas por los británicos. El conflicto se redujo esencialmente a los alrededores de la capital griega y no se vio reflejado en otras ciudades importantes. Por otra parte, los comunistas no pudieron resistir sus instintos y aprovecharon el conflicto para purgar sus filas de trotskistas, anarquistas y cualquier otro género de disidencia.

Los estadounidenses bombardearon la ciudad alemana de Heilbronn con bombas incendiarias. Hubo 7.147 muertos.

El 5 de diciembre la aviación japonesa dañó un carguero estadounidense (Antoine Saugrain) en Leyte, que se hundió al día siguiente. Un ataque kamikaze hundió también un buque de desembarco de tropas.

El ejército soviético capturó Vukovar en Croacia y Szigetvár en Hungría.

Un submarino alemán hundió un carguero soviético (Proletarij) en el mar de Barents.

Los estadounidenses habían tomado la ciudad de Lucherberg, en Alemania, pero habían sido expulsados por un enérgico contraataque alemán. Tras horas de lucha, la ciudad volvía a estar en manos estadounidenses, y ahora firmemente asegurada. Ese día tomaron también Bergstein, y lograron rechazar también un contraataque alemán que se prolongó hasta bien avanzada la noche.

La aviación británica hundió dos cargueros alemanes (Albert Janus y Radbod) en Noruega.

Los aliados liberaron Rávena, en Italia.

El 6 de diciembre submarinos estadounidenses atacaron un convoy japonés en el mar del Sur de China y destruyeron un carguero (Yasukumi Maru) y hundieron tres transportes (Banshu Maru, Fukuyo Maru y Jinyo Maru), en los que murieron más de 2.300 soldados y 160 tripulantes. Otro submarino hundió un segundo carguero (Shinto Maru) en la zona.

Más de 400 paracaidistas japoneses tomaron tierra en Leyte cerca del campo de aviación de Buri, mientras la infantería lanzaba un ataque. Según un oficial de artillería estadounidense, las baterías antiaéreas hacían pedazos a los paracaidistas mientras descendían. El ataque japonés estuvo mal coordinado y sólo un batallón llegó al campo de batalla establecido. Lo único que consiguieron fue hacerse con algunos depósitos de armas y provisiones.

Los británicos tenían dificultades para mantener el control de Atenas. Aviones británicos empezaron a ametrallar comunistas.

La aviación británica hundió un submarino alemán al norte de Escocia.

Churchill había insistido en que de Gaulle debía estar presente en las futuras conferencias de los Aliados, pero Roosevelt envió ese día un telegrama a Churchill y Stalin en el que afirmaba que la presencia de de Gaulle "meramente introduciría un factor indeseable que complicaría las cosas ".

Unos meses atrás Laurel y Hardy habían estrenado El gran estruendo, y ahora estrenaban Sólo problemas. Eran películas en las que repetían gags ya pasados de moda, pero seguían teniendo buen resultado en taquilla, especialmente entre el público infantil y algunos nostálgicos.

El 7 de diciembre submarinos estadounidenses hundieron un transporte japonés (Kenjo Maru) en el mar del Sur de China. Tropas estadounidenses desembarcaron en Albuera, 5.6 km al sur de Ormoc, en Leyte. En tierra no encontraron oposición, pero ataques kamikazes hundieron dos destructores (USS Ward y USS Mahan), así como un buque de desembarco de tropas. Un convoy japonés que se dirigía a Ormoc, al enterarse de los desembarcos, se detuvo en San Isidro y empezó a descargar allí, pero fue atacado por la aviación estadounidense, que destruyó cuatro transportes japoneses (Akagisan Maru, Hakuba Maru, Nichiyo Maru y Shinshei Maru). Dos destructores (Ume y Sugi) fueron dañados. Mientras tanto, Japón sufrió un terremoto acompañado de un tsunami que provocó 1.223 muertos y unos 2.000 heridos.

A unos 1.200 km al sur de Tokio se encuentra la isla japonesa de Iwo Jima. Para los japoneses tenía una gran importancia estratégica, porque si la ocupaban los estadounidenses el archipiélago japonés estaría a su merced. Los civiles habían sido evacuados forzosamente de la isla, y desde entonces no ha vuelto a tener población civil permanente. Ese día sufrió un duro bombardeo.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Nordenham) en Ventspils, en Letonia.

Torpederas noruegas hundieron un carguero alemán (Ditmar Koel) en Noruega.

El 8 de diciembre submarinos estadounidenses hundieron un petrolero japonés (Shoei Maru) en la costa de Malasia.

Ante el avance estadounidense, los alemanes se retiraron de Jülich.

En Francia se rindió Fort Driant.

El 9 de diciembre tres submarinos estadounidenses atacaron el portaaviones japonés Jun'yō en el estrecho de Formosa. No lo hundieron, pero quedó fuera de combate y no volvió a entrar en servicio.

Una corbeta británica hundió un submarino alemán en el mar de Barents.

Ante el avance soviético, Ferenc Szálasi se estableció en Szombathely.

Los alemanes perdieron sus cabezas de puente sobre el Rur.

El soldado Eddie Slovik condenado a muerte por deserción escribió una carta al general Eisenhower pidiendo clemencia. Ya no le parecía buena idea haber renunciado a defenderse a sí mismo.

La aviación británica hundió un barco de pasajeros noruego (Havda) en Florø.

Ese día se estrenó Historia de un detective, basada en la novela Adiós, muñeca, de Raymond Chadler. El actor de comedias musicales Dick Powell cambió radicalmente de estilo para interpretar por primera vez en la pantalla a Philip Marlowe. Su actuación fue controvertida: algunos la consideran la mejor encarnación del personaje y otros opinan que era demasiado frívola. Chandler quedó muy satisfecho.

El 10 de diciembre un ataque kamikaze hundió un carguero estadounidense (William S. Ladd) en Leyte y destruyó una lancha de desembarco de tanques y una torpedera.

Los estadounidenses entraron en Ormoc, con lo que los japoneses perdieron su último gran puerto en Leyte. Durante el avance final murieron unos 1.500 japoneses y siete fueron hechos prisioneros. Las bajas estadounidenses fueron de 123 muertos, 329 heridos y 13 desaparecidos.

Francia y la Unión Soviética firmaron un tratado de asistencia mutua por 20 años.

Los lituanos estaban redescubriendo las delicias del comunismo. Un informe de la policía secreta soviética sobre las regiones de Klaipéda y Šilutė relataba esto:

Están siendo violadas tanto mujeres de setenta años como chicas de catorce, incluso en presencia de sus padres. Por ejemplo, en noviembre de 1944 once soldados violaron a una residente del condado de Priekulé en presencia de su marido. En el distrito de Šilutė, dos soldados con la cabeza cubierta con una bolsa violaron en la entrada a una mujer de setenta años. El 10 de diciembre dos soldados dispararon a una anciana que pasaba.

En otro informe, también de la NKVD, se leía que en Kaunas:

La noche del 20 de octubre, el oficial de la aviación M. Kapylov, como represalia porque Marija Drulaité, de 14 años, no había querido tener relaciones sexuales con él, la mató a ella, a su madre, a su tío Juozas e hirió gravemente a un chico de 12 años.

Otro se refería a Priekulé:

Los soldados rompían ventanas, desmontaban chimeneas, rompían los muebles y la maquinaria agrícola y se lo llevaban todo para venderlo como chatarra. Muchos soldados del Ejército Rojo participaban en robos, violaciones y asesinatos. Los lituanos que veían a los soldados por la noche a menudo salían corriendo de sus hogares y se escondían.

Una gran cantidad de hombres entre 17 y 48 años estaban siendo arrestados y deportados.

En Alemania, los estadounidenses cruzaron el Rur y avanzaron hacia Düren, donde los alemanes disponían de pocos hombres, y sus defensas se apoyaban principalmente en la artillería.

La aviación británica hundió un carguero alemán (Gudrun) en Noruega.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Dan Beard) en el mar de Irlanda.

Después de cinco años volvieron a entregarse los premios Nobel, pero la ceremonia no tuvo lugar en Estocolmo, sino en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York. De acuerdo con los estatutos de la Fundación Nobel, que permitía posponer la asignación de un premio al año siguiente si no había candidatos adecuados, se entregaron premios correspondientes tanto a 1943 como a 1944.

El 11 de diciembre la aviación estadounidense atacó un convoy japonés cerca de las Filipinas y hundió dos transportes (Mino Maru y Tasmania Maru). El convoy llegó a su destino en Palompon (en Leyte), donde desembarcaron 4.000 tropas japonesas. Para entonces los japoneses contaban con 34.000 soldados en la isla. Un ataque kamikaze provocó el hundimiento de un destructor estadounidense (USS Reid), en el que murieron 103 tripulantes.

En Italia, los británicos cruzaron el río Lamone.

Hitler se instaló en un búnker en las montañas de Taunus, en Alemania, el mismo desde el que había supervisado la exitosa invasión de Francia en 1940. Al parecer, eligió el sitio por sus creencias supersticiosas.

El 12 de diciembre dos destructores japoneses (Uzuki y Yūzuki) resultaron hundidos en la bahía de Ormoc.

Dos destructores alemanes se hundieron al entrar en un campo de minas alemán en Tallin. La aviación soviética hundió tres transportes alemanes (Erica Schünemann, Clara L.M.Russ y Otterburg), un petrolero (Inca) y un carguero (Minna Cords) en Liepāja, Letonia.

Los comunistas griegos controlaban casi la totalidad de Atenas. Las fuerzas británicas estaban rodeadas en el centro de la ciudad. Una división de infantería india fue transportada desde Italia como refuerzo. Roosevelt había criticado el enfrentamiento entre los británicos y los comunistas griegos, afirmando que Gran Bretaña estaba practicando la política de la fuerza, y en privado había manifestado que estaba consternado al ver cómo los británicos reclutaban abiertamente griegos que habían colaborado con los nazis para que ahora lucharan contra los comunistas. Churchill respondió a Roosevelt en un discurso:

¿Qué es la política de la fuerza? ¿Tener una Armada dos veces más grande que cualquier otra Armada del mundo es política de la fuerza? ¿Tener la mayor fuerza aérea del mundo, con bases en cada rincón del mundo, es política de la fuerza? ¿Tener todo el oro del mundo es política de la fuerza? Si es así, sin duda no somos culpables de esos delitos. Siento decirlo, pero el tiempo de esos lujos ya ha pasado para nosotros.

La aviación británica hundió un carguero alemán (Wartheland) en Noruega.

En Alemania, un contraataque había permitido a los alemanes recuperar Schafberg, con lo que algunas unidades estadounidenses habían quedado aisladas en Strass y habían tenido que ser aprovisionadas por aire. Ahora los estadounidenses recuperaron Schafberg, y sus tanques llegaron a Strass, cosa que hasta el momento habían impedido las minas y los caminos enfangados. A pesar del éxito final, las bajas habían sido cuantiosas: unos 1.000 hombres en tres días.

El ejército estadounidense capturó una fábrica de cohetes V-2 en Wittring, en Francia.

El 13 de diciembre un submarino estadounidense destruyó un crucero japonés (Myōkō) en el mar de Java. Con la isla de Leyte casi totalmente controlada, MacArthur estaba ultimando los preparativos para un desembarco en la isla de Mindoro. Sin embargo, ese día un ataque kamikaze causó algunos daños en la flota destinada a la misión. Un crucero (USS Nashville) resultó gravemente dañado, con 130 muertos y unos 190 heridos. Entre los heridos estaba el general de brigada que tenía que dirigir las tropas terrestres. El crucero tardaría cuatro meses en ser reparado. Otros kamikazes destruyeron dos buques de desembarco de tanques. No obstante, la fecha prevista para el desembarco (dos días más tarde) se mantuvo inalterada.

En Alemania un regimiento de infantería estadounidense tomó rápidamente Bickerath, Paustenbach, Witzerath y Simmerath y se atrincheró ante la pequeña aldea de Kesternich, aunque acabaron siendo desalojados del lugar.

La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de la costa noruega.

En Francia se rindió Fort Jeanne d'Arc, la última fortaleza de Metz.

El 14 de diciembre un submarino estadounidense hundió un buque de escolta japonés cerca de Manila, en el que murieron 150 tripulantes. El día anterior había salido de Manila un barco de pasajeros japonés (Oryoku Maru) que transportaba en sus bodegas 1.620 prisioneros de guerra, la mayoría estadounidenses, y también 1.900 civiles japoneses y personal militar. Ese día fue atacado por la aviación estadounidense, que lo hizo encallar. No obstante, pudo ser reparado y reflotado con la marea alta.

Una flota estadounidense formada por seis portaaviones de escolta, tres acorazados, seis cruceros y muchos otros barcos menores se dirigía hacia Mindoro y 186 aviones japoneses salieron a su encuentro. No obstante, la mayoría de ellos no encontraron su objetivo y 46 fueron derribados.

En Puerto Princesa, en la isla filipina de Palawan había un campo de prisioneros y, ante el temor de que pudieran acabar siendo rescatados por los estadounidenses, los japoneses hicieron sonar una falsa sirena de ataque aéreo, los prisioneros se metieron en unas trincheras que usaban como refugio y allí fueron quemados vivos cuando los japoneses prendieron la gasolina que habían vertido previamente. Los que trataron de escapar del fuego fueron ametrallados. Murieron 139 prisioneros y 11 lograron escapar hacia el sur, donde recibieron la ayuda de guerrilleros filipinos.

En Cogan, al norte de Ormoc, un bunker japonés había resistido a los estadounidenses durante dos días, pero finalmente fue reducido con artillería, lanzallamas y bulldozers blindados.

En Alemania los estadounidenses habían capturado Gürzenich y Birgel, y un ataque con tanques obligó a los alemanes a retroceder al este de Strass. Paralelamente, un intento de tomar Kesternich acabó estancado.

Por esas fechas llegaba a Suiza un segundo tren con los judíos que Rudolf Kastner había logrado sacar de Hungría. En total se habían salvado unos 1.670 judíos.

Tas haber interpretado un par de papeles secundarios, en los que ni siquiera apareció en los títulos de crédito, Elizabeth Taylor obtuvo su primer papel protagonista junto a Mickey Rooney  en Fuego de juventud. Entre los actores de reparto se encontraba Angela Lansbury. Fue un gran éxito de taquilla. Las escenas de Rooney fueron rodadas las primeras en un mes, antes de que tuviera que incorporarse al ejército. Ahora estaba llevando a cabo importantes misiones de entretenimiento para los soldados que luchaban en Europa. Unos meses antes había estrenado El problema rubio de Andy Hardy.

El 15 de diciembre un submarino estadounidense hundió un destructor japonés (Momo) cerca de Luzón.

El Oryoku Maru volvió a ser atacado por la aviación estadounidense, y esta vez se hundió a menos de 300 metros de la base naval japonesa de Olongapo, al sur de Luzón. En él murieron 286 prisioneros de guerra, 442 civiles japoneses y 48 tripulantes. Los prisioneros que sobrevivieron fueron llevados a una pista de tenis al aire libre en la base naval, donde pasaron varios días sin disponer de ninguna clase de instalaciones sanitarias y sometidos a malos tratos. Luego fueron transportados a San Fernando. Allí 15 prisioneros que estaban débiles o heridos fueron metidos en un camión y llevados a un cementerio, donde fueron decapitados y arrojados a una fosa común.

Los estadounidenses empezaron a desembarcar en Mindoro. La flota sufrió un ataque kamikaze que hundió un buque de desembarco y dañó otro. No obstante, el segundo, en llamas, se dedicó a rescatar a los ocupantes del primero, junto con un destructor (USS Moale), que acabo recibiendo daños de varias explosiones que se produjeron en el buque de desembarco que seguía a flote, y que posteriormente tuvo que ser hundido. El destructor tuvo que retirarse para ser reparado. Por lo demás, los japoneses no ofrecieron apenas resistencia al desembarco. En la isla había unos 1.200 japoneses, que poco podían hacer ante los 10.000 soldados estadounidenses que desembarcaron ese día. Al final del día los ingenieros estadounidenses ya estaban construyendo campos de aviación en Mindoro que se usarían para atacar Luzón.

Los estadounidenses hicieron un nuevo intento de apoderarse de Kesternich. Hacia el mediodía lograron entrar en la ciudad donde se inició un combate casa por casa, pero a las 16:15 los alemanes lanzaron un contraataque que se prolongó durante la noche. Al principio, los estadounidenses lograron contener el ataque principal, pero los alemanes lograron infiltrarse en sus líneas y muchos estadounidenses quedaron rodeados. Por la noche se rindieron casi todos, si bien algunos quedaron ocultos en diversos edificios.

El capitán Glenn Miller había sido ascendido al rango de mayor. Ese día salió en un avión de Bedford (Gran Bretaña) con destino a París, para preparar el viaje de su banda a la capital francesa en un futuro próximo. Sin embargo, su avión desapareció sobre el canal de la Mancha sin que nunca haya llegado a saberse qué fue de él. Se han elaborado las teorías más dispares al respecto, desde que fue derribado por error por bombarderos aliados que regresaban de una misión hasta que murió en el desempeño de una misión secreta que le había encomendado Eisenhower para negociar la paz con los nazis.

El año pasado, tras haber cumplido los 18 años, Freddie Bartholomew se había alistado en las Fuerzas Aéreas Estadounidenses, donde fue encargado del mantenimiento de aviones, pero durante su entrenamiento había sufrido un accidente por el que había tenido que estar hospitalizado durante siete meses, tras los cuales fue licenciado. Ahora estrenaba una comedia de bajo presupuesto, La ciudad se volvió loca, que no tuvo mucho éxito y Bartholomew pasó a actuar en teatros de segunda fila y en vodeviles, y no fue capaz de reconstruir su carrera como actor.

Ese día se estrenó también La casa de Frankenstein, en la que Boris Karloff no interpreta al monstruo, sino a un científico loco que revive al conde Drácula (John Carradine) y descongelan al hombre lobo (Lon Chaney Jr.) y al monstruo de Frankenstein, que fue interpretado por Glenn Strange, un actor que hasta entonces había intervenido en películas del oeste, pero que fue propuesto para el papel por uno de sus maquilladores.

Lon Chaney Jr. estrenó poco después La maldición de la momia, y unos meses antes había estrenado El fantasma de la momia (también con Carradine), Los ojos del muerto y Amenaza incógnita. Por su parte, Boris Karloff había estrenado Misterio en la Ópera, rodada en los mismos escenarios de una versión de El fantasma de la Ópera estrenada el año anterior. Carradine había estrenado Barbazul.

Eldred Gregory Peck era un actor de 28 años que había alcanzado un gran éxito en Broadway, y ese año había decidido pasar al cine. Unos meses antes había estrenado Días de gloria, en la que interpretaba a un partisano soviético que luchaba contra los alemanes cuando estos avanzaban hacia Leningrado. La película no destacó, pero los críticos apreciaron el potencial de Peck, que ahora obtenía resultados mucho mejores en su segunda película, Las llaves del reino, en la que interpreta a un sacerdote británico enviado a evangelizar chinos.

El 16 de diciembre un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Jusan Maru) a unos mil km al sur de Tokio.

Por esas fechas Mindoro estaba ya bajo control estadounidense. Los japoneses habían contado unos 200 muertos y unos 375 heridos. Los que no habían sido capturados se retiraron a la selva, donde estuvieron acechando hasta el final de la guerra, pero no fueron más que una molestia secundaria.

Los estadounidenses ya controlaban casi la totalidad de la orilla occidental del Rur, en el que los alemanes apenas conservaban unas pocas cabezas de puente. El avance hacia el Rur había costado a los estadounidenses unas 27.000 bajas en un mes. Sin embargo, la línea Sigfrido resistía con solidez. El avance aliado por territorio alemán era mucho más complicado de lo que había sido el avance por territorio francés, ya que no contaban con la valiosa información que proporcionaba la resistencia. En su ataque a la línea Sigfrido había costado a los aliados un total de 57.069 bajas en combate, más 71.654 debidas a otras causas (accidentes, enfermedades, congelación, etc.) Los alemanes, por su parte, contaron unos 12.000 muertos, 95.000 prisioneros y un número desconocido de heridos. Ese día terminaron todas las ofensivas aliadas en territorio alemán, porque los alemanes lanzaron por sorpresa una ofensiva a gran escala con el propósito final de retomar Amberes. En efecto, los aliados fueron pillados totalmente desprevenidos ante un ataque con casi 30 divisiones a través de Las Ardenas, que pronto crearía un enorme saliente en el frente que llegaría a alcanzar casi 100 km en su mejor momento. Desde el punto de vista de los aliados, ese "saliente" era un "entrante" o una "bolsa", por lo que la prensa se refirió a la ofensiva alemana como la "ofensiva de la bolsa".

El ataque inicial contó con 410.000 hombres, más de 1.400 tanques, 2.600 piezas de artillería, 1.600 cañones antitanque y unos 1.000 aviones. Hitler había esbozado su plan de ataque a sus sorprendidos generales hacía tres meses. Sus cálculos iniciales contaban con tomar Amberes en cuatro días. La idea era que la drástica reducción que había sufrido el frente oriental ante el avance soviético había eliminado muchos problemas logísticos y permitía destinar muchos más recursos al frente occidental. Si privaban a los aliados del puerto de Amberes y lograban separar a los británicos de los estadounidenses, podrían rodear y destruir cuatro ejércitos aliados, forzar un tratado de paz razonable con Gran Bretaña y los Estados Unidos y entonces concentrar todos los esfuerzos bélicos contra los soviéticos. Para que el plan tuviera éxito era necesario contar con el factor sorpresa, atacar en un momento de mal tiempo para contrarrestar la superioridad aérea aliada, y también era crucial capturar intactas las reservas de combustible aliadas, pues los alemanes apenas contaban con combustible para recorrer un tercio del camino pretendido.

Walter Model y Gerd von Rundstedt se atrevieron a tratar de mostrarle a Hitler que su plan era inviable. Ambos elaboraron dos planes alternativos menos ambiciosos, pero los unificaron en un plan común antes de presentárselos a Hitler para estar en condiciones de defender conjuntamente su propuesta. Hitler no quiso escuchar. Más adelante, von Rundsedt, al tiempo que reconocía el mérito del plan de Hitler, afirmó que ninguna, absolutamente ninguna de las condiciones necesarias para que una ofensiva de tales características pudiera tener éxito se daba en aquel momento. Hitler insistió en que el ataque se llevara a cabo a través del bosque de Las Ardenas. Al principio de la guerra, el ejército alemán había atravesado el bosque rápidamente sorprendiendo a los franceses, pero ahora no se trataba de atravesar el bosque sin ser vistos, sino de combatir en él.

A las 5:30, en medio de una tormenta de nieve y a 12 grados bajo cero, la ofensiva se inició con un bombardeo de artillería de 90 minutos a cargo de 1.600 piezas repartidas en un frente de 130 km. Al principio, los aliados creyeron que se trataba de un contraataque local como respuesta a un pequeño éxito que habían tenido recientemente ante la línea Sigfrido. En medio de una tormenta de nieve, los alemanes avanzaron hacia las ciudades belgas Bastoña y St. Vith en el centro del frente y hacia Luxemburgo en el sur para proteger el flanco de posibles contraataques aliados.

En el extremo norte del frente, al sur de Monschau, los estadounidenses fueron arrollados, muertos y a veces simplemente rebasados sin mayor atención por unos alemanes preocupados por cumplir los ajustados plazos de su misión.

El sector situado un poco más al sur fue el único en el que los estadounidenses impidieron el avance alemán casi desde el primer momento. A las 7:45 los alemanes se retiraban para intentar un nuevo ataque a las 12:35, pero de nuevo fueron rechazados. Las fuerzas estadounidenses recibieron órdenes de retirarse al día siguiente hasta la cordillera de Elsenborn, donde sería más fácil establecer una defensa.

Más al sur, cerca de Losheim, el avance alemán se detuvo ante unos puentes que los propios alemanes habían volado unos meses antes, cuando se retiraban de la zona, y que no habían sido reparado. Por razones desconocidas, los ingenieros alemanes no empezaron a reparar uno hasta el mediodía, y otro hasta el día siguiente. La vanguardia del Sexto Ejército alemán, una columna de tanques bajo el mando del teniente coronel Joachim Peiper, llegó a Losheim a las 19:30 y desde allí, impaciente por el retraso, llegó hasta Lanzerath a medianoche tras haber atravesado conscientemente un campo de minas en el que perdió varios vehículos blindados, para reunirse con una división de infantería, a la que encontró preparada para pasar la noche a pesar de que llevaban varias horas de retraso respecto del plan previsto. Todos los oficiales de infantería interrogados por Peiper aseguraron que los bosques cercanos estaban repletos de tanques estadounidenses, pero al final resultó que en ningún momento se había enviado patrulla alguna a investigar la situación. Peiper estaba furioso. En realidad, en el bosque no había más que un pelotón de exploradores estadounidenses de 22 hombres bajo el mando del teniente Lyle Joseph Bouck, que cumpliría 20 años al día siguiente, y que finalmente había sido capturado junto con la mayoría de sus hombres, pero que habían logrado engañar a los alemanes y detener su avance durante unas 20 horas que resultarían cruciales.

Al sur de Losheim se encuentra St. Vith, que era uno de los objetivos más destacados de los alemanes. El único obstáculo era Kobscheid, donde un escuadrón estadounidense se había parapetado y defendió la posición hasta que cayó la noche, cuando se retiró hasta St. Vith.

A la retaguardia de tres divisiones Panzer avanzaba una brigada entrenada por Otto Skorzeny, a quien Hitler había encomendado una misión especial. Las palabras del Führer habían sido:

Quiero que dirija usted un grupo de tropas estadounidenses y británicas, que cruce con ellas el Mosa y que se apodere de uno de los puentes. No serán, mi querido Skorzeny, auténticos estadounidenses o británicos. Quiero que cree usted unidades especiales que vistan uniformes estadounidenses y británicos. Viajarán en tanques aliados capturados. ¡Piense en la confusión que usted podría causar! Imagino toda una cadena de órdenes falsas que alterarán las comunicaciones y atacarán la moral.

Skorzeny había logrado seleccionar 80 soldados que hablaban inglés con soltura (aunque muchos no conocían bien el lenguaje coloquial) y contaba con 16 todoterrenos estadounidenses y 60 tanques alemanes modificados para que parecieran estadounidenses. El ataque alemán en sí mismo causó una gran confusión en las filas aliadas, pues muchas unidades trataban de seguir órdenes previas que habían quedado obsoletas tras la ofensiva alemana, pero además algunas de ellas pasaron a seguir nuevas órdenes proporcionadas por "oficiales" de la brigada de Skorzeny. Un grupo de sus hombres convenció a una unidad estadounidense para que abandonara Poteau (en Bélgica), mientras que otro alteró las señales en una carretera y logró que un regimiento entero marchara en dirección equivocada.

Benito Mussolini pronunció un discurso en el Teatro Lírico de Milán. Aseguró que Hitler tenía armas secretas con las que podría ganar la guerra, insistió en la necesidad de defender el valle del Po "con uñas y dientes", y explicó que si los aliados vencían, Europa se vería sojuzgada por el bolchevismo. También reafirmó su propósito de socializar Italia.

La aviación británica atacó un convoy alemán y hundió un carguero (Ferndale) cerca de la costa noruega.

Un cohete V-2 cayó sobre el tejado del cine Rex en Londres y provocó 567 muertos y 291 heridos. Fue el cohete V-2 que causó mayores pérdidas humanas en el transcurso de la guerra.

El 17 de diciembre, poco después de la media noche, 112 aviones alemanes despegaron en medio de una fuerte tormenta de nieve con 1.300 paracaidistas a bordo. Éstos tenían que tomar tierra a 11 km de Malmedy, en Bélgica. En realidad tenían que haber despegado 24 horas antes, pero los aviones no estuvieron a punto. Los pilotos carecían de experiencia, la mitad nunca había volado en combate, y mucho menos de noche. Muchos de los aviones se salieron de la ruta, unos 200 paracaidistas aterrizaron cerca de Bonn, otros no llegaron a lanzarse y muchos de los que fueron lanzados más o menos cerca de la zona prevista fueron arrastrados por los fuertes vientos a bastante distancia. Los paracaidistas competían con los pilotos en falta de experiencia. Muchos se lesionaron o incluso murieron al tomar tierra. Algunos cadáveres se encontrarían en la primavera siguiente, cuando se derritió la nieve.

Por otra parte, como los paracaidistas se habían dispersado tanto, los aliados informaron de su presencia en una zona amplísima, y creyeron que una división entera había aterrizado detrás del frente. Unos 5.000 hombres y 300 tanques fueron destinados a buscar a los paracaidistas, cuando en realidad a mediodía apenas 300 de ellos se habían agrupado, con munición para un único combate. Estaban bajo el mando de Friedrich August Freiherr von der Heydte, un paracaidista experto al que le habían dado ocho días para entrenar al equipo, pero para mantener el secreto de la operación no le habían permitido transportar a su unidad, sino que había tenido que usar hombres de diversos regimientos, y cada regimiento había aprovechado para desprenderse de lo peor que tenía. Heydte no había tenido ocasión de protestar por esas condiciones, porque era primo de Claus von Stauffenberg.

A las 4:30 Peiper salió de Lanzerath y se dirigió a la estación de Bucholz, donde un batallón estadounidense fue sorprendido y capturado. Desde allí se dirigió a Honsfeld, donde destruyó varios vehículos blindados estadounidenses y, al apoderarse de la ciudad, se hizo con una gran cantidad de combustible. En Büllingen sus hombres mataron a varias docenas de prisioneros de guerra estadounidenses. desde Honsfeld continuó su avance hacia el oeste, hacia el Mosa. Cuando se acercaba a Baugnez, los tanques de Peiper se encontraron con un convoy de unos 30 camiones estadounidenses, dispararon al primer y al último vehículo y así inmovilizaron al resto. Los estadounidenses sólo contaban con armas de pequeño calibre y se rindieron. Mientras la columna de Peiper continuó su avance, unas tropas de las SS se quedaron con los prisioneros. En un momento dado, sin causa conocida, los alemanes empezaron a disparar sobre los prisioneros. Éstos se desbandaron presas del pánico, pero pocos pudieron escapar. Algunos se hicieron los muertos, pero los alemanes pasearon entre los cuerpos disparando a todos los que parecían estar vivos. Algunos se escondieron en un edificio que encontraron cerca, pero los alemanes le prendieron fuego y dispararon a los que salían huyendo de las llamas. Un total de 43 soldados habían logrado esconderse y llegaron hasta Malmedy y contaron lo sucedido. Los rumores de que los alemanes estaban matando prisioneros de guerra no tardaron en expandirse por el frente. Una unidad estadounidense emitió órdenes de no tomar prisioneros de las SS o paracaidistas.

Los ingenieros alemanes habían reparado los puentes en Losheim y pudieron continuar su avance, pero fueron detenidos en la cordillera de Elsenborn. Tras duros combates en los bosques, la primera línea estadounidense fue rebasada. Muchos estadounidenses fueron hechos prisioneros y otras pequeñas unidades quedaron aisladas, pero no pudieron ir más allá. Aunque en inferioridad numérica tropas veteranas estadounidenses se las arreglaron para mantener a raya a los tanques panther y tiger alemanes durante varios días.

En su avance hacia St. Vith, los alemanes tomaron BleialfWinterspelt, y luego Steinebruck, donde había un puente sobre el río Our, pero fueron rechazados en un contraataque. Los estadounidenses se plantearon retomar Winterspelt, pero finalmente optaron por formar un frente en el margen occidental del Our. Sin embargo, a las 8.45 los alemanes se apoderaron de otro puente en Schoenberg, con lo que aislaron a dos regimientos de artillería estadounidenses y varias unidades auxiliares que habían tratado de pasar al margen occidental del río. Al anochecer, más de 7.000 soldados estadounidenses habían quedado rodeados al este del Our.

Un regimiento de artillería que estaba a cargo de una batería en la orilla oriental del Our había sido prácticamente aniquilado, pero once de sus miembros lograron escapar y trataron de llegar a las líneas estadounidenses. En el pueblo de Wereth, en Bélgica, un granjero les ofreció un escondite. En la localidad sólo vivían nueve familias, pero tres de ellas eran proalemanas (el territorio había pertenecido a Alemania hasta la Primera Guerra Mundial) y la esposa de un soldado alemán avisó a una división de las SS de que había estadounidenses escondidos en el pueblo. Los estadounidenses se rindieron sin resistencia cuando los encontraron, pero eran negros, así que los nazis no vieron necesidad alguna de matarlos como si fueran seres humanos. Los llevaron a un campo cercano y allí los torturaron: les golpearon en la cara, les partieron las piernas a culatazos, les cortaron los dedos, les clavaron bayonetas hasta que finalmente murieron.

A las 9:30 los alemanes atacaron Clervaux, donde estaba el cuartel general de un regimiento estadounidense. Cinco tanques Sherman rechazaron la primera acometida, aunque tres de ellos fueron destruidos, pero finalmente los estadounidenses perdieron 14 tanques y la mayor parte de sus tripulaciones. Por la noche tomaron la ciudad. La mayoría de los estadounidenses se rindió, pero cerca de un centenar resistió en un castillo.

Por la noche Peiper estaba cerca de Stavelot, pero con mucho retraso. Le había costado 36 horas recorrer un trecho que al principio de la guerra los alemanes habían recorrido en 9 horas.

Ernest Hemingway, al enterarse del ataque alemán, se había apresurado a dirigirse al frente conduciendo un automóvil enfermo y con fiebre. En cuanto llegó a su destino, los militares lo llevaron a la enfermería, donde le diagnosticaron neumonía y tuvo que pasar una semana hospitalizado.

Los estadounidenses no habían tardado en comprender que había espías alemanes haciéndose pasar por oficiales británicos y estadounidenses. Como consecuencia, muchos soldados, cuando se encontraban con un oficial al que no conocían personalmente, antes de aceptar sus órdenes les hacían preguntas sobre temas variados (como capitales de Estados estadounidenses, o los resultados de la liga de béisbol, o cómo se llamaba la novia de Mickey Mouse, etc.) en parte por seguridad y en parte porque les divertía la ocasión que tenían de poner en aprietos a sus superiores. La técnica funcionó y tres presuntos oficiales que no supieron responder algunas preguntas fueron arrestados cerca de Aywaille (en Bélgica) y resultaron ser alemanes: Manfred Pernass, Günther Billing y Wilhelm Schmidt. Uno de ellos "confesó" que el objetivo de Skorzeny era asesinar a Eisenhower, lo cual no era verdad, pero como los aliados sabían que Skorzeny había liberado a Mussolini y había intentado asesinar a Roosevelt, a Churchill y a Stalin en Bagdad, lo consideraron creíble y la paranoia se extendió entre los aliados. Ese mismo día el general de brigada estadounidense Bruce Clarke fue retenido a punta de pistola durante un tiempo porque le habían preguntado si los Chicago Cubs estaban en la Liga Americana (de béisbol) y había respondido que sí. Más sangrante fue el caso del general Omar Bradley, que fue retenido unos minutos porque le habían preguntado por la capital de Illinois y había respondido que era Springfield. La respuesta era correcta, pero los policías creían que era Chicago.

En Italia los estadounidenses liberaron Faenza mientras, un poco más al norte, una división india cruzaba el río Senio.

Una fragata británica hundió un submarino alemán cerca de Irlanda.

Un día antes de que se hiciera pública una sentencia del Tribunal Supremo que —aunque reconocía que haber expulsado de la costa oeste a los estadounidenses de ascendencia japonesa había sido constitucional por necesidades militares— declaraba no lo era retener en campos de concentración sin causa justificada a ciudadanos leales fuera cual fuera su ascendencia, el presidente Roosevelt proclamó el cese de las órdenes de exclusión y prometió que los estadounidenses de origen japonés podrían regresar a la costa oeste el mes siguiente.

En el Pacífico estaba activo un gran tifón con vientos de hasta 190 km/h, alto oleaje y lluvias torrenciales. Una operación de aprovisionamiento de la Tercera Flota estadounidense tuvo que ser suspendida, pero el almirante William Halsey, en parte por imprudencia y en parte porque la información meteorológica de que disponía era inexacta, el 18 de diciembre condujo la flota al centro del tifón. Tres destructores (USS Hull, USS Monaghan y USS Spence) volcaron y se hundieron y otros nueve barcos resultaron dañados. Murieron unos 790 marinos. Cerca de un centenar de aviones fueron destrozados. En el portaaviones Monterey varios aviones chocaron entre sí, estallaron y provocaron un gran incendio que, milagrosamente, pudo controlarse en media hora. El tifón pronto fue conocido como el tifón de Halsey. El almirante fue juzgado y condenado por imprudencia. Un mes más tarde el mando de la flota pasaba al almirante Raymond Spruance.

Un ataque kamikaze hundió una torpedera estadounidense en Mindoro. Murieron ocho tripulantes, y seis de los siete supervivientes estaban heridos.

Los japoneses estaban cada vez más acorralados en el extremo noroccidental de Leyte, pero el avance estadounidense era lento. En una zona boscosa al norte del valle del Ormoc estaban empleando lanzallamas, granadas de mano, rifles y bayonetas, pero en cinco días de dura lucha apenas habían avanzado un kilómetro.

Desde las bases aéreas en China, los estadounidenses bombardearon la ciudad de Hankou, donde los japoneses almacenaban una gran cantidad de suministros. Las bombas incendiarias resultaron ser muy útiles en ciudades con casas hechas de madera.

Un ataque aéreo de la RAF a Gotenhafen hundió cuatro cargueros alemanes (Heinz Horn, Leverkusen, Seelöwe, Trude Schünemann) así como dos antiguos acorazados, el Schleswig-Holstein, que para entonces era un buque de entrenamiento, y el Zähringen, que se usaba como blanco para los entrenamientos.

En la cordillera de Elsenborn los alemanes lanzaron un nuevo ataque con un cañón de 88mm que esperaban que resultara decisivo. Los combates se centraron en los alrededores de Rocherath-Krinkelt. Los tanques alemanes llegaron a entrar en la ciudad, donde se enfrentaron a tanques estadounidenses, pero también al fuego de bazookas instalados en los tejados. Las bajas en ambos bandos fueron elevadas a lo largo de todo el día.

Mientras las fuerzas alemanas se concentraban en la orilla oriental del Our, los estadounidenses volaron el puente en Steinebruck. Los alemanes se apoderaron de Andler y desde allí se dirigieron a Schoenberg. Sin embargo, no tardaron en producirse atascos de tanques en las calles y carreteras estrechas de la zona. Descongestionar el tránsito de vehículos se convirtió en la tarea principal a la que tuvieron que enfrentarse los comandantes alemanes en la zona de St Vith. Los aliados también se encontraron con problemas similares. Las maldiciones del general Clarke ante los atascos de tanques al oeste de St Vith no diferían mucho de las que lanzaba Model ante el atasco al este de Schoenberg.

Los estadounidenses rodeados al este del Our recibieron órdenes de forzar la salida por la carretera entre Bleialf-Schoenberg-St Vith, a la vez que limpiaban la zona de alemanes a su paso. La operación se inició a las 10:00, y al anochecer había avanzado casi 5 km y se preparaban para retomar el puente de Schoenberg al día siguiente.

El castillo de Clervaux estaba en llamas y los estadounidenses que lo defendían se habían quedado sin municiones. Los tanques alemanes acabaron entrando y la mayor parte de los estadounidenses se rindieron. Unos pocos lograron escapar, pero la mayoría fueron capturados antes de que pudieran llegar a las líneas aliadas.

Peiper atacó Stavelot, pero antes de que pudiera entrar en la ciudad los estadounidenses habían evacuado un gran depósito de combustible que los alemanes necesitaban con urgencia. Tres tanques trataron de ocupar un puente sobre el Amblève, de vital importancia, pero el primero fue inutilizado por una mina y obstruyó el paso a los otros. Sesenta granaderos trataron de tomarlo poco después, pero fueron rechazados por el fuego estadounidense. Peiper envió un destacamento para tomar otro puente entre Stavelot y Trois-Ponts. Lo alcanzaron a las 11:30, pero los ingenieros estadounidenses lograron volarlo antes de retirarse. En la zona los alemanes mataron a unos 100 civiles belgas. Tras una batalla de tanques, finalmente Peiper entró en Stavelot. Los estadounidenses fracasaron en su intento de volar el puente. Desde Stavelot se dirigió hacia Cheneux, donde su vanguardia fue atacada por la aviación estadounidense, que destruyó dos tanques y otros vehículos y la carretera quedó bloqueada. Los estadounidenses frenaron nuevamente su avance al volar un puente sobre el Lienne. Peiper se desplazó hacia el norte y acampó para pasar la noche en un bosque entre La Gleice y Stoumont. Allí recibió informes de que Stoumont estaba fuertemente defendido por los estadounidenses, que además estaban recibiendo refuerzos desde Spa. Hubo informes de matanzas de prisioneros en Stavelot, Cheneux y La Gleice.

Más al sur los estadounidenses habían frenado el avance alemán, y parte de las tropas, bajo el mando del mayor Gustav Knittel, fueron desviadas hacia el norte para apoyar a Peiper. Knittel entró en Stavelot y cruzó el puente, pero tuvo que enfrentarse a las fuerzas estadounidenses que trataban de retomar la ciudad. Finalmente lo lograron, y Knittel y Peiper se encontraron con la amenaza de acabar rodeados.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Silverlaurel) en el canal de La Mancha. Otro submarino encalló en la zona y murieron 9 de sus 44 tripulantes. Los restantes fueron rescatados por barcos de la Royal Navy.

El periódico más prestigioso de Francia antes de la guerra había sido Le Temps, pero durante el gobierno de Vichy habían surgido serias dudas sobre su independencia y objetividad, así que de Gaulle había instado la creación de un nuevo periódico de referencia equiparable a los que había en otros países europeos. Ese día salió a la venta el primer número de Le Monde.

Un periódico estadounidense publicó que el FBI estaba investigando un misterioso globo de papel de unos 10 metros de diámetro cargado con bombas incendiarias que había encontrado un leñador de Montana la semana anterior.

El 19 de diciembre un submarino estadounidense hundió un portaaviones japonés (Unryū) en el mar de la China Oriental. Murieron 1.239 de sus tripulantes y se salvaron un oficial y 146 marinos.

Un carguero japonés (Hida Maru) fue bombardeado en Hong Kong y encalló cuando estaba a punto de hundirse. También se hundió otro carguero (Shinfuku Maru) que había sido dañado por la aviación semanas antes.

En la cordillera de Elsenborn los alemanes concentraron sus ataques en el sector meridional, en un intento de atacar el flanco derecho de los estadounidenses. Al amanecer la infantería y los tanques atacaron Domäne Bütgenbach. Unos 100 alemanes lograron apoderarse de cuatro edificios del pueblo de Höfen, abriendo así un hueco de unos 400 metros en el frente estadounidense. Tras varios intentos fallidos por desalojarlos, finalmente lo consiguieron con granadas de fósforo. Al final 25 soldados se rindieron y los otros 75 fueron hallados muertos en los edificios. Más tarde la artillería logró rechazar el ataque alemán. Mientras tanto los estadounidenses se retiraban de Rocherath-Krinkelt, que había quedado en ruinas y empezaron a atrincherarse un poco más al sur. Los alemanes habían perdido bastantes tanques en el ataque, pero los estadounidenses se estaban quedando sin municiones. Afortunadamente pudieron hacerse con un depósito de armas abandonado por los alemanes.

A los paracaidistas de Heydte sólo les quedaba comida para un día, y eran demasiado pocos para llevar a cabo la misión que les había sido encomendada, así que marcharon hacia las líneas alemanas atacando a la retaguardia aliada. Sólo un tercio sobrevivió. El propio Heydte, herido, congelado y enfermo de neumonía, llegó a Monschau, llamó puerta a puerta hasta que encontró una familia alemana y a la mañana siguiente envió a un niño con una nota de rendición para los aliados.

Un ataque por sorpresa al amanecer permitió a Peiper ocupar la mitad de Stoumont. Tras una batalla de tanques de dos horas, completó la ocupación sobre las 10:30. Allí acudió Knittel, que le informó de que los estadounidenses habían retomado Stavelot. También hay informes de matanzas de prisioneros de guerra en Stoumont.

A las 9:00, una hora antes del ataque contra Schoenberg previsto por los estadounidenses aislados al este del Our, sus posiciones sufrieron un bombardeo por parte de la artillería alemana. Un batallón de artillería estadounidense que debía apoyar el ataque fue aniquilado. Pese a todo, a las 10:00 los estadounidenses atacaron Schoenberg, pero fueron atacados por cañones y por artillería antiaérea alemana. Soldados de infantería avanzaron por sus flancos con armas de pequeño calibre y una columna de tanques que estaba esquivando un atasco apareció también en la zona. El resultado fue que los estadounidenses se vieron atacados por todas partes, y a las 16:00 se rindieron a los alemanes. Unos 7.000 soldados fueron hechos prisioneros, mientras que unos 500 continuaron ofreciendo resistencia en grupos dispersos.

Una división de paracaidistas estadounidense llegó en camiones hasta Bastoña, que estaba a punto de ser rebasada por dos columnas alemanas y en cualquier momento podría quedar aislada. En la localidad cercana de Noville un batallón de infantería equipado con armamento antitanque logró destruir más de 30 tanques alemanes y causar entre 500 y 1.000 bajas. Los alemanes creyeron que las fuerzas estadounidenses en Noville eran muy superiores a las reales, y su avance se retrasó lo suficiente para organizar adecuadamente la defensa de Bastoña.

En el norte de Noruega algunas poblaciones arrasadas por los alemanes en su retirada estaban empezando a ser repobladas. En Gamvik se habían instalado unos 300 civiles, pero ese día llegaron algunos alemanes en lanchas dispuestos a destruir la ciudad por segunda vez. Algunos civiles armados lograron contener el ataque alemán el tiempo suficiente para que los demás pudieran huir.

Ese día los principales oficiales aliados se reunieron en un búnquer en Verdún. Eisenhower afirmó que sería más fácil destruir a los alemanes ahora que estaban atacando que no cuando estaban atrincherados en posiciones defensivas. Dijo: Debemos ver la situación actual como una oportunidad y no como un desastre. Sólo quiero ver caras alegres en esta mesa. Patton captó la idea y dijo: ¡Demonios! ¡Tengamos las agallas de dejar que esos bastardos vengan hacia París! Entonces los rodearemos y los machacaremos. Eisenhower, tras contener el optimismo de Patton, le preguntó cuánto tiempo necesitaría para trasladar sus fuerzas desde el noreste de Francia hacia Bélgica, para iniciar un contraataque en el extremo sur del saliente que habían creado los alemanes. Patton contestó que tres días, y los demás generales sonrieron. Montgomery afirmó que era imposible en menos de seis días. Pero lo que no sabían era que Patton ya había dado órdenes días antes para iniciar el movimiento. Le bastarían tres días.

La Junta Revolucionaria guatemalteca había organizado unas elecciones presidenciales que habían tenido lugar durante los tres últimos días. Fueron completamente atípicas, en parte porque fueron las primeras elecciones en el país en las que votaron las mujeres, pero lo más insólito es que parece haber acuerdo en que no fueron fraudulentas. El ganador, con el 86% de los votos, fue un profesor universitario, doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, que hasta hacía poco tiempo había sido un perfecto desconocido, sin vinculación alguna con la política, pero la falta de otro candidato de consenso entre los partidos principales formados tras la revolución que había derrocado a Jorge Ubico, lo convirtió en el favorito. Se trataba de Juan José Arévalo.

El 20 de diciembre la aviación neerlandesa hundió un carguero japonés (Shoeki Maru) en las islas Célebes.

Los aviones de la flota estadounidense salieron con la misión de atacar una refinería de petróleo en Pangkalan Brandan, en Sumatra, pero las nubes les impidieron localizar el objetivo y, en su lugar, atacaron un objetivo secundario, Belawan Deli, donde el tiempo era algo mejor. Mientras los bombarderos atacaban los muelles, los cazas ametrallaban los depósitos de petróleo y los almacenes de la ciudad. Un tren fue alcanzado en la cercana Kuala Simpang. Dos cazas se desorientaron y ametrallaron un gran depósito de combustible, tal vez en Pangkalan Brandan. Las defensas no fueron efectivas. La artillería antiaérea no logró nada y no despegó ningún avión japones, salvo un caza que pasaba por allí y fue cogido por sorpresa y derribado.

Fritz Pfeiffer, el médico que había compartido escondite con Otto Frank y su familia, había pasado un tiempo con éste en Auschwitz, pero luego había sido transferido a Sachsenhausen y desde allí a Neuengamme, donde ese día murió de enterocolitis.

Otro ataque alemán en la cordillera de Elsenborn fracasó de nuevo.

Los alemanes tomaron Noville y, poco después, Foy, en su avance hacia Bastoña. Allí encontraron un robusto sistema de defensas. Un primer ataque de reconocimiento por el sur estuvo a punto de tener éxito al anochecer, pero los estadounidenses lograron rechazaron con algunos hombres reunidos improvisadamente.

La paranoia por la presencia de espías alemanes en Las Ardenas estaba haciendo que muchos soldados estadounidenses se vieran en problemas a la hora de justificar ante policías militares que realmente eran lo que parecían ser. Ese día dos soldados estadounidenses fueron abatidos por dos policías militares nerviosos.

Ese día se estrenó Nevada, un remake de un western del cine mudo que había protagonizado Gary Cooper y que fue la primera película protagonizada por Robert Mitchum

El 21 de diciembre un ataque kamikaze hundió dos buques estadounidenses de desembarco de tanques en el mar de Sulú.

Los soviéticos lanzaron un ataque cerca de Saldus contra la "bolsa de Curlandia". Se inició una batalla en la que hubo tropas letonas en ambos bandos.

En Debrecen se formó un "gobierno húngaro" controlado por los soviéticos que tuvo como primer ministro títere al general Béla Miklós.

Un bombardeo aliado hundió un carguero alemán (Trostburg) en Hamburgo.

En la cordillera de Elsenborn los alemanes trataron de rebasar Dom Butgenbach por el sureste. Algunas unidades entraron en la ciudad, pero fueron rechazadas. A lo lardo del día se sucedieron varios ataques, con artillería, tanques, infantería y cañones autopropulsados. Hubo uno a las 9:00, otro a las 11:00 y otro a las 17:30, pero todos fueron rechazados.

Los hombres de Peiper capturaron a un oficial estadounidense, el mayor Harold D. McCown. Éste había oído hablar de la matanza sucedida en Baugnez, así que le preguntó a Peiper por el destino que les esperaba a él y a sus hombres. Peiper respondió que no corrían ningún riesgo, pues no tenía por costumbre matar a sus prisioneros. En efecto, McCown y sus hombres fueron tratados correctamente en todo momento, pero hay que tener en cuenta que Peiper estaba acorralado, casi sin combustible y con un 80% de bajas entre sus filas, por lo que era de esperar que fuera capturado de un momento a otro. Mientras Peiper trataba de retirarse de Cheneux, sus hombres se vieron envueltos en una lucha casa por casa contra paracaidistas estadounidenses.

Para entonces había cesado toda resistencia organizada por parte de los restos del ejército estadounidense acorralado al este del Ours. Había sido la mayor derrota sufrida por los estadounidenses en territorio europeo. Alemania estaba de nuevo libre de fuerzas aliadas.

Ese día los alemanes cruzaron el río Ourthe por Ourtheville, pero la falta de combustible los obligó a detenerse durante un día entero.

A las 15:00 la artillería alemana marcó el inicio del ataque alemán sobre St Vith. A las 17:00 intervinieron los tanques que llegaban desde Schoenberg y a las 21:30 Clark ordenó la retirada. Los alemanes entraron en la ciudad y se hicieron con gran cantidad de suministros estadounidenses, a la vez que creaban un nuevo atasco que impidió perseguir a los estadounidenses en retirada.

En Bastoña los alemanes habían cortado todas las carreteras de acceso. La ciudad estaba sitiada. Los estadounidenses estaban superados cinco a uno y carecían de ropa de invierno, municiones, comida, material médico e incluso de oficiales de alta graduación.

Ese día los tres espías alemanes capturados en Aywaille fueron juzgados en Henri-Chapelle y sentenciados a muerte, de acuerdo con la normativa vigente sobre espionaje.

Mientras tanto, Colepaugh y Gimpel, los dos espías alemanes que habían desembarcado en los Estados Unidos, habían alquilado un apartamento en Nueva York y Gimpel se había dedicado a construir una emisora de radio, según el plan previsto, para lo cual se había encontrado con muchas dificultades inesperadas. Colepaugh le ayudaba comiendo en restaurantes de lujo, asistiendo a representaciones teatrales, emborrachándose y visitando locales nocturnos en busca de mujeres. A veces le acompañaba Gimpel. Se calcula que entre los dos se habían gastado más de 2.000 dólares (hoy serían casi 40.000) en un mes. Pero Gimpel tenía cada vez más dudas sobre que esas actividades ayudaran a su misión, así que ese día Colepaugh lo abandonó llevándose 48.000 dólares (hoy serían casi 700.000) y alquiló una habitación en el lujoso hotel St Moritz para continuar con las labores de espionaje tal y como él las entendía.

Ese día se estrenó en la Ciudad de México Los tres caballeros, un largometraje de Walt Disney compuesto por varios cortos ambientados en distintos lugares de América Latina en los que los dibujos animados se mezclaban con actores reales. Los tres caballeros son el pato Donald, el loro brasileño José Carioca y el gallo mexicano Panchito Pistolas. La película obtuvo unos beneficios moderados, y las críticas de la época fueron tibias, en contraste con las posteriores, que la valoran bastante mejor. Los críticos de la época no acabaron de ver con buenos ojos a un pato Donald babeando continuamente ante la vista de chicas guapas.

El 22 de diciembre un submarino estadounidense hundió en el mar del Sur de China tres petroleros japoneses (Arita Maru, Omurosan Maru y Otowasan Maru) en los que murieron 122 tripulantes, 56 soldados y un pasajero. Otro submarino hundió un carguero cerca de Luzon (Kenzui Maru) en el que murieron 1.742 soldados. Un nuevo bombardeo estadounidense sobre Tokio fue frustrado una vez más por el mal tiempo.

Dos submarinos británicos hundieron otro petrolero japonés (Yaei Maru) en el estrecho de Malaca.

En Leyte llegaron tanques de refresco al frente y se inició un avance hacia Palompon. Un batallón de ingenieros se encargaba de reparar y reforzar puentes para que pudieran cruzarlos los tanques y la artillería. El avance fue rápido hasta llegar a unos 13 km de la ciudad.

En Vietnam Hồ Chí Minh fundó el Ejército de Liberación Vietnamita de Propaganda, compuesto por 31 hombres y 3 mujeres armados con dos pistolas, 17 rifles, una ametralladora ligera y 14 pistolas antiguas, bajo la dirección del general Võ Nguyên Giáp, cuya misión era la de "educar, reclutar y movilizar a los vietnamitas" para crear un ejército que expulsara a franceses y japoneses del país. Giap recibió instrucciones según las cuales en el plazo de un mes debía ganar una victoria relevante con fines propagandísticos. El año anterior, Giáp había sido informado de que su mujer había sido golpeada hasta la muerte por los guardias de la cárcel central de Hanoi, así como que su hermana había sido guillotinada y su hija había muerto en prisión por causas desconocidas.

Un nuevo ataque sobre las posiciones estadounidenses en la cordillera de Elsenborn corrió la misma suerte que los precedentes. Los estadounidenses lanzaron 10.000 obuses en su respuesta.

Los estadounidenses bombardearon las fuerzas de Peiper. Un intento de la Luftwaffe de aprovisionarlo fracasó porque un oficial alemán insistió en que las coordenadas que les había facilitado Peiper debían de estar mal, y los suministros fueron lanzados sobre los estadounidenses en Stoumont. Peiper se atrincheró en La Gleice esperando ser rescatado.

Afortunadamente para los defensores de Bastoña, los alemanes no juzgaron oportuno atacar, sino que continuaron su marcha hacia el Mosa dejando un regimiento a cargo del bloqueo de carreteras alrededor de la ciudad. En general Heinrich Freiherr von Lüttwitz envió parlamentarios con esta nota:

Al comandante estadounidense de la ciudad cercada de Bastoña:

La suerte de la guerra está cambiando. Esta vez, las fuerzas estadounidenses en Bastoña y sus alrededores han sido rodeadas por fuertes unidades blindadas alemanas. Más unidades blindadas alemanas han cruzado el río Our cerca de Ortheuville, han tomado Marche y han llegado a St. Hubert pasando por Hompre-Sibret-Tillet. Libramont está en manos alemanas.
Solo hay una posibilidad para salvar de la aniquilación total a las tropas estadounidenses rodeadas, y es la rendición honorable de la ciudad rodeada. Para pensar sobre ello se concederá un plazo de dos horas a partir de la presentación de esta nota.
Si esta propuesta fuera rechazada, un cuerpo de artillería alemán y seis batallones pesados ​​están listos para aniquilar a las tropas estadounidenses en Bastoña y sus alrededores. La orden de disparo se dará inmediatamente después de este plazo de dos horas.
Todas las graves pérdidas civiles causadas por este fuego de artillería no se ajustarían a la reconocida humanidad estadounidense.
El comandante alemán.

El oficial estadounidense al mando, el general de brigada Anthony McAuliffe, entregó esta respuesta escrita en un folio a los parlamentarios alemanes:

Al comandante alemán:
¡Tus huevos!
El comandante estadounidense.

Mientras eran acompañados al exterior, los alemanes preguntaron confusos a un oficial estadounidense qué significaba esa respuesta, y éste les explicó que, más o menos, queria decir "¡Váyase al infierno!".  La respuesta elevó la moral de sus tropas, sobre todo cuando von Lüttwitz no atacó, sino que aguardó unos días a que llegaran refuerzos. McAuliffe, ante la falta de suministros, puso un límite de diez bombas por cañón y día. Sin embargo, el 23 de diciembre el tiempo mejoró sustancialmente y la aviación aliada pudo empezar a actuar. Bastoña pudo ser aprovisionada por aire. Hasta llegó en planeador un equipo de cirujanos voluntarios.

La aviación aliada lanzó ataques devastadores sobre la retaguardia alemana, destrozando sus puntos de suministro.

Viendo que las fuerzas que debían rescatar a Peiper eran incapaces de llegar hasta él, Peiper ordenó a sus hombres que abandonaran sus tanques y el material pesado y escaparan a pie. La mayoría de sus 800 hombres logró llegar a territorio seguro.

Ese día fueron fusilados en Henri-Chapelle los espías Pernass, Billing y Schmidt, a la vez que otros tres eran juzgados y condenados también a muerte.

También fue el día en que Eisenhower confirmó la pena de muerte contra el soldado Slovik, señalando que era necesaria para disuadir a futuros desertores. En efecto, la crudeza de los combates en Las Ardenas había aumentado preocupantemente las deserciones de soldados estadounidenses.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Dumfries) en el Canal de la Mancha.

El 24 de diciembre un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Robert J. Walker) cerca de Nueva Gales del Sur, en Australia.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Junpo Maru) cerca de Macasar.

Un minisubmarino alemán hundió un carguero panameño (Alan A. Dale) en Amberes.

La superioridad aérea aliada se hacía notar en las Ardenas. Ese día hubo 5.000 despegues aliados, frente a 1.000 alemanes. A las 19:00 aviones alemanes empezaron a bombardear Bastoña, en preparación para un ataque al día siguiente. Los alemanes no disponían de muchos hombres, así que, en lugar de atacar por todas direcciones, atacaron sucesivamente en puntos concretos. Un asalto con 18 tanques y un batallón de infantería logró perforar las líneas estadounidenses y llegó hasta Hemroulle, donde estaba el cuartel general de un batallón estadounidense. Éste logró mantener su posición y rechazó un ataque de infantería posterior tomando 92 prisioneros. Los tanques fueron destruidos con armamento antitanque.

Una unidad alemana entro en la localidad belga de Bande, cerca de Bastoña, y al anochecer fusiló a 34 de sus habitantes, todos varones entre 20 y 31 años, al parecer en represalia por la muerte de ciertos oficiales alemanes que habían sido atacados por guerrilleros tres meses antes en las cercanías del lugar. Sólo Léon Praile se libró de la muerte golpeando a un guardia y huyendo al bosque. Luego se escondió en un granero, donde permaneció oculto más de dos semanas.

Los alemanes llegaron a tomar la ciudad de Celles, pero ello supuso el final de su avance, sin haber llegado siquiera al Mosa. Los problemas con los suministros se habían vuelto insostenibles para los alemanes. Esa noche el general Hasso von Manteuffel recomendó a Hitler detener la ofensiva y organizar la retirada. Naturalmente, Hitler se negó.

Un submarino alemán hundió un barco belga de transporte de tropas (Leopoldville) en el canal de La Mancha, cerca de Cherburgo. Murieron 756 soldados estadounidenses y 56 tripulantes.

Medio centenar de bombas V-1 lanzadas desde aviones alemanes cayeron sobre Manchester, donde causaron 42 muertos y más de 100 heridos.

El 25 de diciembre un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Manila Maru) en el mar del Sur de China.

Marines estadounidenses desembarcaron en Palompon, el último puerto que los japoneses tenían en Leyte, y en cuatro horas tuvieron la ciudad bajo control.

En Vietnam, Võ Nguyên Giáp atacó con éxito unos puestos franceses en los alrededores de Khai Phat y Na Ngan. (Vietnam había recibido el consentimiento del gobierno de Vichy para ocupar Vietnam, y las fuerzas francesas no se habían retirado del territorio.) Dos tenientes franceses fueron asesinados y los soldados vietnamitas que estaban bajo sus órdenes se rindieron.

Los alemanes rodearon y capturaron a dos grupos de agentes británicos que habían ayudado en la insurrección eslovaca. Algunos fueron ejecutados sumariamente y otros fueron enviados al campo de concentración de Mauthausen, donde fueron torturados y ejecutados.

Los comunistas griegos seguían manteniendo Atenas bajo control, y ese día el propio Winston Churchill llegó a la capital griega a bordo del crucero Ajax con su ministro de asuntos exteriores, Antony Eden, dispuesto a negociar con ellos, junto con representantes del gobierno griego y una delegación soviética. Ese mismo día se entrevistó con el arzobismo Damaskinos de Grecia, que ejercía de jefe de Estado porque los monárquicos griegos lo habían reconocido como regente hasta que un referéndum decidiera sobre el posible regreso del rey Jorge II. El rey no veía la regencia con buenos ojos, y había convencido a Churchill de que Damaskinos había colaborado con los nazis y, peor aún, de que simpatizaba con el comunismo. Con esas referencias, Churchill había dicho de él que era un "clérigo pestilente, un resto de la Edad Media", pero en cuanto lo conoció cambió radicalmente de criterio.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Baltenland) en el norte de Noruega.

El 26 de diciembre la aviación estadounidense bombardeó un destructor japonés (Kiyoshimo) que un poco más tarde fue rematado por un submarino cerca de Manila. Murieron 82 de sus tripulantes.

Un ataque kamikaze destrozó un carguero estadounidense (Benjamin Ide Wheeler) en Leyte. La aviación japonesa hundió otro (James H. Breasted) en Mindoro.

Churchill se entrevistó por segunda vez con el arzobispo Damaskinos. Más adelante escribiría: "Ya estaba convencido de que era la figura destacada en el embrollo griego".

Para entonces Budapest ya estaba totalmente rodeada por los soviéticos, con unos 79.000 soldados alemanes y húngaros aislados en una gigantesca bolsa.

En el extremo occidental de la línea Gótica, unos 9.100 soldados (dos tercios italianos y un tercio alemán) atacaron las posiciones defendidas por los estadounidenses cerca de Lucca y Massa. Contaban con unos 100 cañones, pero no tenían tanques, y habían elegido un día de mal tiempo para que la aviación estadounidense no pudiera actuar. Los estadounidenses los doblaban en número y contaban con 120 tanques y 160 aviones dispuestos a actuar en cuanto el tiempo lo permitiera. Por la mañana, unos 200 alemanes ocuparon las posiciones estadounidenses al sur de Sommocolonia. Los estadounidenses se retiraron a Coreglia. Mientras tanto los morteros del Eje empezaron a disparar a lo largo de todo el frente y poco después la infantería capturaba Fornaci. También fue capturada Molazzano, pero con muchas pérdidas y Brucciano resistió la acometida.

Una división alemana intentó un nuevo ataque contra la cordillera de Elsenborn, pero la artillería estadounidense lo desarticuló prácticamente apenas se inició.

La vanguardia de Patton llegó a Bastoña y se estableció un estrecho corredor que rompió el cerco alemán.

En Celles una división acorazada estadounidense rodeó una división panzer alemana y tomó 1.500 prisioneros.

En Henri-Chapelle fueron fusilados los tres espías alemanes condenados tres días antes, y otros siete fueron juzgados y condenados a muerte a su vez. Ante el temor de que la vida de Eisenhower estuviera en peligro, el general se había visto obligado a pasar las Navidades aislado en su cuartel general en París por razones de seguridad, aunque esto fue así sólo hasta el momento en que se saltó el confinamiento afirmando de muy mal humor que tenía que salir y que le daba igual si alguien intentaba matarlo. Por el contrario, le divirtió mucho que le contaran que, al enterarse de su confinamiento, el entonces mariscal de campo Bernard Montgomery se había presentado en Malmédy para aumentar su prestigio entre las tropas aliadas, pero los soldados de un puesto de control habían oído rumores de que un espía alemán increíblemente parecido a Montgomery andaba por la zona. Cuando pararon el coche del británico y trataron de identificarlo con preguntas variadas, Montgomery respondió que no toleraría semejantes tonterías y ordenó a su chófer que siguiera adelante. Los soldados dispararon a sus neuméticos, lo sacaron del coche y lo llevaron a un granero cercano. Montgomery amenazaba a los soldados estadounidenses con un consejo de guerra si no lo soltaban inmediatamente, aunque lo que más le ofendía era que no lo hubieran reconocido. Sólo fue liberado unas horas más tarde cuando un oficial británico al que conocían los estadounidenses identificó al iracundo mariscal de campo. Eisenhower rió encantado un buen rato cuando se lo contaron, y dijo que era lo mejor que había hecho nunca Skorzeny.

William Colepaugh había encontrado en Nueva York a un antiguo compañero de colegio, que se sorprendió de encontrarlo en los Estados Unidos. Acabó confesándole que era un espía y le pidió consejo sobre cómo entregarse a las autoridades. Éste contactó con el FBI en nombre de su amigo y ese día, tras un breve interrogatorio, agentes del FBI arrestaron a Colepaugh.

Ese día se estrenó en Chicago El zoo de cristal, una obra de teatro que lanzó a la fama a un autor de 33 años hasta entonces desconocido: Thomas Lanier Williams, pero que firmaba sus obras como Tennessee Williams. Las críticas fueron buenas y unos meses más tarde se interpretaría en Broadway, donde Williams recibió su consagración como autor de renombre.

El 27 de diciembre los estadounidenses bombardearon Tokio una vez más, pero de nuevo sin resultados relevantes.

Los italianos capturaron Calavorno y allí terminaron su ofensiva en la línea Gótica. El frente se había desplazado unos 25 km hacia el sur y unos 250 aliados habían sido apresados con armas y otros suministros.

Un convoy de ambulancias evacuó los heridos de Bastoña. Poco a poco iban llegando más suministros, hasta pavos para celebrar la Navidad con retraso.

El resistente francés Pierre Georges había logrado escapar de la cárcel el año anterior, se había unido a los maquis y luego se había incorporado al ejército francés. Ahora moría al estallarle una mina que estaba examinando.

Una corbeta canadiense hundió un submarino alemán cerca de las Azores y rescató a todos sus tripulantes.

El 28 de diciembre un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Nosaki) en el mar del Sur de China.

La aviación japonesa hundió un carguero japonés (Hobart Baker) en la isla filipina de Mindoro. Otros dos cargueros (John Burkle y William Sharon) resultaron hundidos por ataques kamikazes.

La reunión de Churchill con los representantes de los comunistas griegos se iba a celebrar en el Hotel Grande Bretagne, pero se descubrió que los comunistas pretendían volar el edificio y matar a todos los participantes, así que finalmente se celebró a bordo del crucero Ajax. La reunión terminó en un fracaso, pues las exigencias de los comunistas se consideraron excesivas. La posición del representante soviético desconcertó a los comunistas griegos, que se referían a él como "la esfinge", ya que se mostró completamente indiferente a la revuelta griega, sin alentarla ni condenarla, ni reveló en ningún momento las intenciones soviéticas. El caso era que Stalin permanecía fiel al acuerdo reparto verbal al que había llegado con Churchill, en virtud del cual Grecia era asunto británico. El diario Pravda no había mencionado en ningún momento los violentos combates que estaban teniendo lugar en Atenas.

La aviación británica hundió un petrolero (Holmengraa) y un submarino alemán ante la costa noruega.

Finalmente, Hitler admitió que su plan de capturar Amberes era irrealizable y cambió el objetivo por el de destruir las tropas aliadas en las Ardenas. Ese día presentó un nuevo plan de ataque a sus generales:

Este ataque tiene un objetivo muy claro, a saber, la destrucción de las fuerzas enemigas. No se trata de una cuestión de prestigio. La cuestión es destruir y exterminar las fuerzas enemigas donde las encontremos.

El guerrillero checheno Hasan Israilov había logrado eludir la deportación a primeros de año, si bien todos sus familiares habían sido deportados o asesinados. Durante meses había logrado esconderse de los soviéticos yendo de cueva en cueva, pero un informe secreto soviético afirmaba que su cadáver había sido localizado y fotografiado el 29 de diciembre. Al parecer había sido traicionado y asesinado por dos de sus hombres. Sin embargo, restos de la guerrilla chechena seguirían hostigando a los soviéticos en el norte del Cáucaso durante casi una década.

Un submarino alemán atacó un convoy aliado y destruyó dos cargueros estadounidenses (Arthur Sewall y Black Hawk) en el canal de La Mancha, pero después fue hundido por una corbeta canadiense que escoltaba el convoy.

Los barcos japoneses resultaban cada vez más difíciles de hundir, por su escasez, pero el 30 de diciembre la aviación estadounidense atacó un convoy y hundió tres transportes (Aobason Maru, Muroran Maru y Teikai Maru) y dos barcos de su escolta. Poco después un submarino hundió un destructor (Kuretake), que también formaba parte de la escolta del convoy. Un ataque kamikaze hundió un petrolero estadounidense (USS Porcupine) y un buque nodriza de lanchas torpederas (USS Orestes).

Hacía ya dos meses que los australianos habían relevado a los estadounidenses en la isla de Bougainville, y los japoneses se habían cuidado mucho de no molestarlos. Durante todo este tiempo sólo había habido un par de combates aislados provocados por los australianos. Pero éstos querían apoderarse de una montaña desde la que se podía observar toda la isla. Así, tras 40 minutos de bombardeo aéreo a cargo de la aviación neozelandesa, unos 800 australianos atacaron la posición apoyados por la artillería y por ametralladoras. Los australianos creían que se enfrentaban a unos 80 o 90 japoneses, pero en realidad eran 550. Los japoneses rechazaron el ataque y los australianos se atrincheraron cerca de las posiciones japonesas.

Ese día se estrenó en Moscú la primera parte de Iván el Terrible, película dirigida por Seguéi Eisenstein, con música de Serguéi Prokófiev. Eisenstein sabía que Stalin admiraba al personaje y, en efecto, cuando el dictador se enteró de su proyecto le dio todas las facilidades para llevarlo a cabo. El resultado le pareció completamente satisfactorio.

Tibor Baránszki había sabido manejar muy bien a los nazis en sus operaciones para rescatar judíos, pero no se le ocurrió pensar que los soviéticos pudieran ser peores. El resultado fue que, en una de sus salidas de Budapest, fue capturado y obligado a recorrer 260 km a pie. Durante el trayecto le dieron de comer cuatro veces en 16 días, y no fue asesinado por un soldado soviético porque otro que era religioso en vez de comunista intercedió por él y logró liberarlo. Baránszki regresó a Budapest.

Antes de que la aviación aliada pudiera contraatacar ante el reciente avance italiano en la línea Gótica, los italianos se retiraron de nuevo hasta casi sus posiciones iniciales. Los aliados retomaron sin lucha las posiciones que los italianos abandonaban. La propaganda fascista destacó el "gran éxito" de los italianos y la moral de las tropas de la República Social Italiana mejoró un tanto.

Los alemanes atacaron en Houffalize en un intento frustrado de volver a cercar Bastoña.

En Henri-Chapelle fueron ejecutados los siete espías alemanes condenados a muerte unos días antes.

El general Leslie Groves, director del proyecto Manhattan, informó de que para el verano próximo estaría lista para ser probada una bomba atómica de potencia equivalente a diez mil toneladas de TNT. Las investigaciones relacionadas con el proyecto nuclear habían dado lugar a la síntesis de dos nuevos elementos químicos, el curio en Universidad de California, en Berkeley, y poco después el americio, en la Universidad de Chicago. El primero recibió su nombre en honora  Pierre y Marie Curie, mientras que el segundo se llamó americio porque su lugar en la tabla periódica está justo debajo del europio. Su existencia se mantuvo en secreto durante unos meses como parte de la información relacionada con el proyecto Manhattan.

Unos días antes, el físico Werner Heisenberg había dado una conferencia en Suiza, a la que se dice que asistió un agente estadounidense con órdenes de dispararle si daba indicios de que Alemania estaba cerca de fabricar una bomba atómica.

Delatado por su colega Colepaugh, el FBI arrestó a Erich Gimpel.

Para el 31 de diciembre la resistencia organizada de los japoneses en Leyte había terminado, si bien quedaban grupos aislados que continuarían actuando en la isla durante unos meses. En la batalla de Leyte los japoneses habían perdido cuatro divisiones y algunas unidades de combate adicionales. Todavía quedaban unos 250.000 soldados japoneses en Luzón, pero los militares japoneses sabían que no estaban en condiciones de retener las Filipinas.

En un segundo ataque, los australianos derrotaron a los japoneses en Bougainville y se hicieron con el punto de observación que querían y establecieron sólidas defensas a su alrededor. Por la noche los japoneses las tantearon, pero sin conseguir nada.

Un submarino británico hundió un carguero japonés (Unryu Maru) en el océano Índico.

Cuando terminó el monzón, los británicos iniciaron una nueva campaña contra los japoneses en Birmania. Una división limpió el valle del río Kalapanzin y cruzó una cordillera para entrar en el valle del Kaladan. Luego se reunió con otra división en el nacimiento del río, y ambas cortaron las líneas de suministro japonesas de la península de Mayu. Ese día los japoneses se retiraron de la isla de Akyab, en el extremo de la península, con lo que los británicos se hicieron con un objetivo que habían intentado ocupar sin éxito los dos años precedentes.

Los alemanes aislados en la bolsa de Curlandia habían resistido la ofensiva soviética y lograron estabilizar el frente.

El Comité Polaco de Liberación Nacional se autoproclamó Gobierno Provisional de la República de Polonia, teóricamente por exigencia de la población, pero sólo la Unión Soviética lo reconoció como tal. Los aliados occidentales seguían reconociendo al gobierno polaco en el exilio, instalado en Londres, pero era el gobierno soviético el que contaba con el apoyo del Ejército Rojo para que sus disposiciones se acataran en la parte de Polonia situada al este del frente. Edward Osóbka-Morawski era ahora, al menos para los soviéticos, el primer ministro polaco.

El gobierno húngaro de Bela Miklós declaró la guerra a Alemania.

Esa noche, 526 bombarderos estadounidenses atacaron las refinerías de petróleo y el área industrial de Hamburgo. En el puerto resultaron hundidos tres cargueros (Faro, Mannheim y Rival) y un submarino en construcción.

La aviación británica hundió dos cargueros alemanes (Achilles y Palermo) en la costa noruega. Luego 12 aviones atacaron Oslo, donde trataban de destruir el cuartel general de la Gestapo en la capital noruega, pero el edificio quedó intacto y los daños los sufrieron otros edificios cercanos, en los que murieron 78 noruegos y 28 alemanes.

Otros tres espías alemanes capturados en las Ardenas fueron juzgados y condenados a muerte.

El desembarco de Normandía
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