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LA RENDICIÓN DE ALEMANIA
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Al inicio de 1945 los estadounidenses encontraban cada vez más dificultades a la hora de hundir barcos y derribar aviones japoneses, principalmente por su escasez. El avance aliado por el Pacífico había puesto recientemente a Japón dentro del radio de alcance de los bombarderos aliados, si bien los fuertes vientos y en ocasiones el mal tiempo (no las defensas japonesas) habían reducido al mínimo el impacto de los bombardeos llevados a cabo durante el último mes. No obstante, los estadounidenses llevaban ya un tiempo almacenando bombas incendiarias en las islas Marianas, mientras trataban de resolver los problemas técnicos necesarios para estar en condiciones de informar a la población japonesa del auténtico estado de la guerra.

El Estado Mayor japonés sabía que el avance del general MacArthur en las Filipinas era imparable, y en cuanto las perdieran, todo el sistema defensivo del archipiélago japonés se iba a ver comprometido. Ante la falta de otros recursos, los militares japoneses estaban tratando de aprovechar uno que parecía inagotable: la estupidez de sus soldados. Al principio, el programa "viento divino" (kamikaze) había contado con un gran número de voluntarios entusiastas y, por si alguno no lo era tanto, se habían elaborado manuales de entrenamiento que, además de dar detalles técnicos sobre cómo debía proceder un kamikaze para maximizar sus probabilidades de éxito, se les orientaba sobre cómo debían concebir su inmolación:

Cuando elimines todos los pensamientos sobre la vida y la muerte, podrás ignorar totalmente tu vida terrenal. Esto también te permitirá concentrar tu atención en erradicar al enemigo con una determinación inquebrantable, mientras refuerzas tu excelencia en las técnicas de vuelo.

Los manuales explicaban qué partes de un barco eran preferibles como objetivo, y daban instrucciones detalladas, como no cerrar los ojos en los instantes previos al impacto, y además, justo en el instante del impacto, había que gritar hissatsu a pleno pulmón, que significa algo así como ¡muerte segura!

Pero los japoneses podían ser tontos, pero no tanto. Al poco tiempo el entusiasmo fue cada vez más difícil de encontrar. En palabras de un periodista japonés:

Es mentira que partieran llenos de valor y alegría, gritando "¡larga vida al emperador!" Eran ovejas camino del matadero. Todos miraban hacia abajo y se tambaleaban. Algunos no podían tenerse en pie y tenían que ser arrastrados y empujados dentro del avión por los soldados de mantenimiento.

Esto obligó a cambiar las técnicas de entrenamiento. En lugar de ensalzar lo glorioso que era morir por la patria, se optó por convertir en un infierno la vida de los futuros kamikazes, para que vieran su sacrificio como una forma de escape y dignificación. En palabras de uno de los pilotos que sufrieron el entrenamiento:

Este "entrenamiento" brutal estaba justificado por la idea de que inculcaría un "espíritu de lucha de soldado", pero las palizas diarias y los castigos corporales eliminaron el patriotismo entre muchos pilotos.

Los kamikazes podían regresar a la base si no encontraban un blanco adecuado. De hecho, se les recomendaba no malgastar su vida a la ligera, pero si uno regresaba nueve veces, no tenía una décima oportunidad, sino que le esperaba un pelotón de fusilamiento.

MacArthur había dejado a los australianos las operaciones en los territorios que habían perdido ya su importancia estratégica, como Nueva Guinea o la isla de Bougainville. Tras los últimos combates librados en ella los días anteriores, el 1 de enero exploradores australianos se encontraron con que los japoneses habían abandonado la zona. Encontraron los cadáveres de 34 japoneses, aunque había más en zonas prácticamente inaccesibles. Un único soldado japonés fue hecho prisionero. Durante las semanas siguientes avanzaron hacia la zona de la isla donde se concentraban las fuerzas japonesas, que trataron de evitar todo enfrentamiento todo el tiempo que pudieron.

Otra de las técnicas originales que habían decidido usar los japoneses eran los globos bomba, cuya efectividad era ligeramente mayor de la que creían. Ese día la revista Newsweek publicó un artículo titulado El misterio de los globos, pero inmediatamente el departamento de censura estadounidense envió una nota a los periódicos y emisoras de radio pidiendo que no difundieran noticias sobre globos bomba. El objetivo no era ocultarlo a los estadounidenses, sino a los japoneses, y funcionó bien. La única información que recibieron sobre la efectividad de la operación fue que un globo había llegado a Wyoming y había aterrizado sin estallar.

El Ejército Rojo también avanzaba imparable por Europa, y detrás del frente los comunistas se las arreglaban para hacerse con el control político de los territorios ocupados a través de "gobiernos legítimos" que nadie había legitimado, y cuyas primeras medidas eran siempre deportar a la Unión Soviética a cualquier adversario político. Ese mismo día Gran Bretaña se negó a reconocer al Comité Polaco de Liberación Nacional como gobierno legítimo de Polonia.

El ejército alemán tenía centenares de miles de hombres aislados en Curlandia y otros más en Budapest. Desesperado, Hitler ordenó un ataque para liberar la capital húngara de los soviéticos que se inició la misma noche de Año Nuevo. Tropas alemanas atacaron desorganizadamente el cerco soviético tratando de encontrar puntos débiles. Tropas de las SS lograron penetrar hasta las afueras de la ciudad y trataron de contactar con las fuerzas alemanas cercadas.

En su tradicional mensaje de Año Nuevo, transmitido por radio, Hitler habló durante 26 minutos sin dar información alguna sobre la situación de la guerra. Al respecto sólo dijo que la guerra continuaría hasta la victoria. La prensa extranjera especuló sobre si el discurso había sido en directo o estaba grabado, e incluso si se trataba de la voz de Hitler o no.

La noche precedente el ejército alemán había iniciado una ofensiva por sorpresa en Alsacia y Lorena en la que Hitler se lo jugaba todo. Sin preparación previa por parte de de la artillería, cinco compañías (unos 22.000 hombres) atacaron las posiciones estadounidenses en los bosques, a la vez que un ataque secundario tenía lugar contra Estrasburgo. Eisenhower ordenó retirar las tropas aliadas de Alsacia, lo que dejaría a Estrasburgo indefensa ante los alemanes. De Gaulle se negó rotundamente, considerando la defensa de Estrasburgo una cuestión de honor. De Gaulle arguyó que miles de centenares de miles de alsacianos sufrirían represalias por parte de los alemanes, además de que sería desmoralizador para las propias fuerzas estadounidenses que habían contado muchas bajas asegurando la zona. Churchill apoyó a de Gaulle y, tras una áspera discusión, Eisenhower anuló la orden de retirada.

Al amanecer, la Luftwaffe inició una serie de ataques simultáneos contra los principales campos de aviación aliados en Bélgica, los Países Bajos y el este de Francia, hasta un total de dieciséis de ellos. A las 8:30 se inició el ataque sobre Maldegem y Ursel, en Bélgica. A las 9:02 otras dos unidades cruzaron el frente por Malmedy y se dirigieron contra la base de Sint-Truiden. A las 9:10 otras unidades atacaron dos aeropuertos de Bruselas. A las 9:12 otra unidad apareció sobre el campo de aviación de Heesch, en los Países Bajos, pero no sabían que se encontraba allí, porque había sido construido hacía muy poco, y en realidad estaban buscando el de Volkel, pero no lo encontraron. A las 9:25 empezó el ataque sobre un campo de aviación en Amberes y poco después fue atacado otro en Woensdrecht. En Francia otra unidad atacó la base aéra de Metz-Frescaty, a las 9:15 fueron atacados Le Culot y Ophoven, en Bélgica. Parte de los aviones que debían atacar Asch acabó en Ophoven por error. Los últimos objetivos fueron Gilze-Rijen y Eindhoven.

Los resultados de estos ataques fueron variados. Algunas bases apenas sufrieron daños y en otras fueron destruidos muchos aviones. Las cifras exactas están disputadas, pues parece que los británicos y los estadounidenses trataron de disimular la magnitud de los daños. Las estimaciones más recientes hablan de 305 aviones destruidos y 190 dañados en tierra, además de 15 derribados y unos 10 dañados en vuelo. Pero, a pesar del éxito momentáneo, esa operación supuso el fin de la Luftwafe. Ya en ella se notó la inexperiencia de un buen número de los pilotos implicados, y algunos de los más experimentados perdieron la vida ese día, como Günther Specht. Se estima que los alemanes perdieron 280 aviones y otros 65 resultaron dañados. Unos 143 pilotos murieron, 21 resultaron heridos y 70 fueron hechos prisioneros. La Luftwaffe ya no estaría en condiciones de llevar a cabo ninguna otra operación de gran envergadura, y así el objetivo de negar a los aliados la superioridad aérea no se logró en absoluto. Pese a todas las pérdidas sufridas, ahora la aviación aliada ya no tenía rival.

Las noticias sobre los crímenes de guerra que los alemanes estaban cometiendo en Las Ardenas se habían transmitido de boca en boca entre los soldados aliados, y finalmente, en la localidad belga de Chenogne, se produjo una respuesta cuando soldados de una división acorazada estadounidense ametrallaron a unos 80 soldados alemanes que habían capturado. En realidad éste es un caso masivo que llamó más la atención, pero parece ser que algunos oficiales de alta graduación habían dado órdenes verbales de que no había que tomar prisioneros y, para algunas unidades del ejército estadounidense, matar prisioneros de las SS era algo rutinario desde hacía unas semanas. Meses más tarde Eisenhower ordenaría una investigación sobre lo sucedido en Chenogne, pero la guerra había terminado, la división involucrada no cooperó en absoluto y no se llegó a esclarecer lo sucedido. En el diario del general Patton se menciona el asesinato de unos cincuenta alemanes a la vez que expresa su deseo de que el asunto pueda ocultarse.

De Gaulle decretó la nacionalización de la empresa Renault, por su colaboración con la Alemania Nazi. La decisión fue especialmente polémica, porque en su testamento Renault había legado su fábrica a sus 40.000 trabajadores, así que era a ellos a quienes se les estaba expropiando.

El 2 de enero la aviación estadounidense atacó un convoy japonés en San Fernando (Luzón) y hundió cinco cargueros (Hakka Maru, Hishigata Maru, Koryo Maru, Shirokawa Maru y Taishen Maru), un transporte (Meiru Maru), en el que murieron 60 tripulantes y 400 pasajeros, y un barco de escolta. Submarinos estadounidenses hundieron también un carguero (Daian Maru) en el mar de Java y un barco-almacén de lanchas de desembarco (Shinshu Maru) en el que murieron 239 soldados y 33 tripulantes.

De Calcuta despegaron 46 bombarderos estadounidenses que atacaron un puente ferroviario cerca de Bangkok y otros objetivos en la zona.

La RAF bombardeó lanzó más de dos toneladas de bombas sobre Nuremberg y otras tantas sobre Ludvigshafen. El 90% del centro medieval de Nuremberg fue destruido.

Los alemanes tomaron Reipertswiller y Wissembourg, en Alsacia.

La psicosis ante los posibles espías alemanes omnipresentes en Las Ardenas no terminaba. Ese día dos soldados estadounidenses fueron abatidos ante la sospecha de que eran espías.

En los Estados Unidos se permitió el regreso a la costa oeste de los ciudadanos de origen japonés. La decisión se había retrasado para que no interfiriera con la campaña presidencial.

El 3 de enero la aviación estadounidense hundió cuatro cargueros japoneses (Kawauchi Maru, Kinrei Maru, Sanni Maru y Ume Maru) en la costa de Formosa. Otros dos (Shoto Maru y Yaei Maru) fueron hundidos por un submarino estadounidense.

La aviación estadounidense bombardeó Nagoya con bombas incendiarias. El resultado fue modesto. Se desataron varios incendios, pero no tardaron en ser controlados.

Un mercante japonés dañó un submarino británico en el océano Índico (HMS Shakespeare), que finalmente fue hundido por la aviación.

Los británicos invadieron la isla birmana de Akyab, donde los japoneses ofrecieron poca resistencia.

Cuatro divisiones soviéticas rechazaron el intento alemán de romper el cerco de Budapest, cuando los atacantes estaban apenas a 25 km del centro de la ciudad.

Los comunistas griegos estaban siendo aniquilados en Atenas, pero, a pesar de los esfuerzos de Churchill, Yorgos Papandréu presentó su dimisión como primer ministro y fue sucedido por el general Nikólaos Plastiras, que seguía exiliado en Francia desde hacía una década, pero que contaba con la aceptación de la mayoría de las fuerzas políticas griegas, incluidos los comunistas.

Un submarino alemán destruyó un carguero británico (Henry Miller) en el Mediterráneo.

Mihailović ordenó la concentración en Bosnia de sus escasas fuerzas, a la vez que trataba de convencer a cuantos milicianos yugoslavos podía de que se unieran a él. Su plan era resistir hasta la llegada de los británicos y estadounidenses para evitar que los comunistas acabaran dominando el país. 

Ese día se inició el contraataque de Montgomery en Las Ardenas, cuando a las 13:00 un batallón de paracaidistas británicos atacó la ciudad belga de Bure. La resistencia alemana fue enorme y hubo que enviar refuerzos. A las 17:00 los británicos ocupaban la mitad de la ciudad apoyados por tanques y por la artillería.

El 4 de enero un avión kamikaze se estrelló al sur de la isla filipina de Mindoro contra un carguero estadounidense (Lewis L. Dyche) que transportaba explosivos. Se produjo una detonación que mató a toda su tripulación y dañó a otros barcos cercanos. Otro ataque kamikaze dañó un portaaviones de escolta (USS Ommaney Bay) enel mar de Sulu, que tuvo que ser hundido.

En las Filipinas el teniente Robert Lapham, que no había aceptado la rendición estadounidense en las Filipinas dos años atrás, seguía dirigiendo una guerrilla que contaba con más de 13.000 filipinos. A mediados del año anterior había recibido transmisores de radio con los que enviaba información a Australia. Ahora, habiendo recibido órdenes del mando estadounidense, inició una campaña de ataques en Luzón como preparación para un desembarco inminente.

La aviación estadounidense atacó Formosa.

Tres portaaviones británicos escoltados por cuatro cruceros y ocho destructores atacaron las instalaciones petroleras de Pangkalan Brandan, en Sumatra. La misión tuvo un éxito moderado, a pesar de que muchos pilotos de cazas abandonaron su misión de proteger a los bombarderos para dedicarse a perseguir cazas japoneses, que era más divertido.

Una torpedera alemana embistió y hundió con cargas de profundidad un submarino soviético en la bahía de Danzig.

Los estadounidenses tuvieron que replegarse al este del río Móder, un afluente del Rin. Por la noche más batallones alemanes cruzaron el Rin en Gambsheim y establecieron una cabeza de puente.

Los británicos que ocupaban Bure estaban resistiendo un contraataque alemán tras otro. Ya había habido varios el día anterior y ese día hubo cuatro más. La ciudad estaba prácticamente en ruinas, pero los alemanes resistían entre ellas. Algunos tanques alemanes seguían activos por las calles. Una compañía británica de infantería llegó como refuerzo.

Un submarino alemán atacó un convoy aliado en el Atlántico y hundió dos cargueros, uno canadiense (Nipiwan Park) y otro noruego (Polarland) cerca de Halifax.

El 5 de enero la aviación de la marina estadounidense provocó una explosión en un destructor japonés (Momi) que se hundió con toda su tripulación. Ocho barcos estadounidenses recibieron impactos de aviones kamikazes, pero ninguno sufrió daños graves.

La República del Turquestán Oriental hizo una proclamación por la que se proponía erradicar a los chinos de su territorio a la vez que anunciaba relaciones cordiales con la Unión Soviética. Para entonces los soviéticos ya se habían encargado de organizar en Kulja una policía secreta encargada de eliminar toda oposición política. La represión incluyó matanzas de chinos, a las que los chinos respondieron con torturas y mutilaciones de prisioneros rebeldes.

Las tropas británicas bajo el mando del general William Slim perseguían a los japoneses, que se retiraron a la orilla oriental del río Irrawaddy, en Birmania.

Turquía rompió sus relaciones diplomáticas con Japón.

La aviación británica bombardeó un tren postal alemán que se dirigía a Linz, y así se llevó a cabo la primera misión de la llamada Operación Cornflakes. Además de bombas, los aviones lanzaron bolsas de correo idénticas a las que usaba el servicio de correos alemán, que contenían unas 3.800 cartas falsificadas dirigidas a miles de ciudadanos particulares, que simulaban ser cartas de propaganda, y lo eran, pero de propaganda antinazi. Cuando los restos del tren fueron recogidos, las cartas falsas se mezclaron con las auténticas que transportaba el tren y fueron distribuidas por el servicio de correo alemán. La operación había requerido un gran esfuerzo de inteligencia sobre el funcionamiento del sistema de correos, el aspecto de los sellos, bolsas, etc., así como la obtención de más de un millón de direcciones particulares, sacadas principalmente de guías telefónicas. Las fuentes habían sido países neutrales, prisioneros de guerra, exiliados alemanes, etc. La falsificación de los sellos con la cara de Hitler era de gran calidad, pero en algunas versiones los británicos se habían tomado la libertad de eliminar la carne de la mandíbula, y habían cambiado la leyenda Deutsches Reich (Imperio Alemán) por Futsches Reich (Imperio en ruinas). Se calcula que un 50% de las cartas distribuidas en las distintas misiones que se llevaron a cabo llegaron a sus destinatarios.

Un ataque al amanecer expulsó de Bure al grueso de las fuerzas alemanas. Algunos tanques alemanes permanecieron, pero a las 21:00 el último punto de resistencia fue eliminado. Las bajas aliadas fueron de unos 250 muertos y heridos y 16 tanques habían sido destruidos, frente a unas 500 bajas alemanas y 11 tanques.

El 6 de enero una flota estadounidense de más de 875 barcos empezó a bombardear la costa del golfo de Lingayen, al norte de Luzón. La aviación hundió cuatro cargueros japoneses (Iyasaka Maru, Kyodo Maru, Nanko Maru y Nanshin Maru) y tres petroleros (Kyoei Maru No3, No6 y No10) cerca de Luzón, y también resultó dañado un destructor (Hinoki) cerca de Manila, que sería hundido al día siguiente por destructores estadounidenses. Por su parte, en un contraataque japonés, aviones kamikazes dañaron dos acorazados estadounidenses, dos cruceros y cuatro destructores. Sólo resultó hundido un antiguo destructor estadounidense (USS Lang) que había sido reconvertido en dragaminas.

En la isla de Luzón se encontraba el campo de prisioneros de Cabanatuan. Tras la rendición de las Filipinas había llegado a albergar 8.000 prisioneros estadounidenses, pero los capacitados para trabajar habían sido trasladados campos de trabajo, principalmente en China. En Cabanatuan quedaban principalmente enfermos. Las condiciones de vida en el campo eran relativamente buenas. Los prisioneros recibían dos comidas al día, y tenían facilidades para conseguir comida clandestina adicional, mediante robos, sobornos, cultivando huertos, matando ratones, serpientes, etc.) Incluso la resistencia filipina les proporcionaba quinina para la malaria, lo que salvó muchas vidas. Un grupo de prisioneros había logrado introducir una radio en el campo, llevando una pieza cada uno. Los prisioneros podían jugar al béisbol o al ping pong, disponían de una biblioteca con unos 3.000 libros (proporcionada por la Cruz Roja) y hasta podían ver alguna película de vez en cuando. También podían enviar postales a sus parientes, aunque, naturalmente, pasaban por una censura previa. Lo peor eran los intentos de fuga. Había habido muchos y las represiones eran brutales. En una ocasión cuatro prisioneros que habían tratado de escapar fueron golpeados ante el resto, obligados a cavar su propia fosa y luego ejecutados. Los japoneses dividieron a los prisioneros en grupos de diez y colgaron carteles advirtiendo que si alguno trataba de huir, todo su grupo sería ejecutado. Ese día se produjo una situación insólita: tras haber recalcado que cualquiera que intentara escapar sería ejecutado, todos los guardias abandonaron el campo. Los prisioneros no se atrevieron a escapar, porque sospechaban que los japoneses querían cerrar el campo y sólo pretendían tener una excusa para matar a todos los prisioneros. Eso sí: no tardaron en arramblar con toda la comida que encontraron, y suministros variados.

Submarinos estadounidenses hundieron un petrolero japonés (Tarakan Maru) cerca de la costa china y otro (Nichiei Maru) cerca de Malasia.

El mariscal británico Harold Alexander llegó a Atenas, donde los comunistas seguían resistiendo.

En Auschwitz, Edith Frank había sido destinada a la cámara de gas, pero había logrado escabullirse y había permanecido escondida en un lugar del campo, donde le suministraban comida, pero se negaba a tomarla para enviársela a sus hijas. Finalmente murió de inanición.

Torpederas noruegas hundieron un carguero alemán (Dora Fritzen) en Askvoll.

El presidente Roosevelt no pudo leer en directo su discurso sobre el Estado de la Unión, y en su lugar lo envió al Congreso por escrito y leyó un resumen por radio. El final fue:

El año de 1945 puede y debe ver el comienzo sustancial de la organización de la paz mundial. Esta organización debe ser el cumplimiento de la promesa por la que los hombres han luchado y muerto en esta guerra. Debe ser la justificación de todos los sacrificios que se han hecho, de toda la terrible miseria que este mundo ha sufrido. Los estadounidenses de hoy, junto con nuestros aliados, estamos haciendo historia, y espero que sea mejor historia que la que se ha hecho antes. Rezamos para ser dignos de las oportunidades ilimitadas que Dios nos ha dado.

El 7 de enero un submarino estadounidense hundió un guardacostas japonés en el mar interior de Seto, que separa las islas japonesas de Honshu, Shikoku y Kyushu. El el golfo de Lingayen la aviación japonesa hundió dos antiguos destructores estadounidenses reconvertidos en dragaminas (USS Hovey y USS Palmer).

Eugene Nielsen, un soldado que el mes anterior había logrado escapar de la matanza del campo de prisioneros de Palawan, logró ponerse en contacto con los servicios de inteligencia estadounidenses y relató lo sucedido. Esto hizo cundir la preocupación por el destino que podrían correr en breve los ocupantes de campos similares y se empezaron a discutir posibilidades de rescate.

Esa noche, 654 aviones británicos bombardearon Munich.

Torpederas noruegas hundieron un carguero alemán (Viola) en Moster.

Hitler dio la orden de retirar todas las fuerzas alemanas de Las Ardenas, poniendo fin así a toda acción ofensiva en la zona, para concentrar los esfuerzos en Alsacia.

El 8 de enero dos submarinos estadounidenses atacaron un convoy japonés en el Pacífico y hundieron tres cargueros (Anyo Maru, Meiho Maru y Tatsuyo Maru) y otros tantos petroleros (Hikoshima Maru, Manju Maru y Sanyo Maru). Otro submarino hundió un carguero (Daigo Maru) cerca de Corea.

La guerrilla del teniente Lapham estaba teniendo un éxito enorme en Luzón. Sólo el batallón bajo el mando del sargento Ray C. Hunt había matado en los últimos días a más de 3.000 soldados japoneses, en una serie de emboscadas y de incursiones. Mientras tanto, la flota estadounidense seguía bombardeando la costa del golfo de Lingayen. Desde los barcos se pudo apreciar cómo en cierta zona un grupo de filipinos había organizado una especie de desfile con banderas estadounidenses y filipinas. Se ordenó que el fuego evitara el lugar. Aviones kamikazes impactaron en siete barcos estadounidenses, pero sólo un crucero y un portaaviones de escolta sufrieron daños relevantes.

La aviación estadounidense bombardeó una planta de construcción de aviones en Tokio.

Los alemanes acumulaban tropas en Alsacia y cruzaron el Rin por quince puntos. La ciudad de Hatten, punto de paso obligado para llegar a Estrasburgo, se vio atacada.

La aviación británica hundió un barco de pasajeros noruego (Fusa) cerca de la costa noruega.

A las 7:00 del 9 de enero la flota estadounidense retomó el bombardeo del golfo de Lingayen, pero esta vez era el preludio del desembarco, que empezó a las 9:30, con escasa oposición japonesa. Unos 68.000 soldados bajo el mando del general Walter Krueger empezaron a tomar tierra. Krueger no tardó en ponerse en contacto con Robert Lapham, cuyos guerrilleros se integraron pronto en el ejército estadounidense formando un regimiento de infantería.

La aviación estadounidense hundió un carguero (Fukuyama Maru) y un buque de escolta japonés en Formosa, dos cargueros (Hokoku Maru y Ume Maru) en Keelung, otro (Nanshin Maru) en Luzón, un petrolero (Kuroshio Maru) en Takao y otro (Kaiho Maru) en la isla de Pescadores. Finalmente, otro carguero (Hisagawa Maru) fue hundido con 2.200 soldados japoneses y sus 86 tripulantes. Aviones kamikazes provocaron daños en un crucero (USS Columbia) y en un acorazado (USS Mississippi). Otro crucero y un destructor también recibieron impactos, pero sin consecuencias graves.

Un guardacostas soviético hundió un submarino alemán en el mar Báltico.

El primer ministro estonio, Jüri Uluots, que se había librado de la "liberación" de su país por los soviéticos, había llegado hacía poco tiempo a Suiza, pero murió de un cáncer de estómago. Le sucedió August Rei, que era el miembro del gobierno de más edad.

Torpederas noruegas hundieron un carguero alemán (Nikolaifleet) en la costa noruega.

Después de que las fuerzas de Patton hubieran roto el cerco a Bastoña, los soldados habían esperado un relevo, pero en su lugar habían recibido órdenes de atacar. Ese día recapturaron Recogne.

Un submarino alemán hundió ante la costa de Marruecos un buque de escolta francés (L'Enjoue) de un convoy aliado.

Un submarino alemán destruyó un carguero estadounidense (Jonas Lie) en el canal de La Mancha.

Ese día se estrenó Esta noche y todas las noches, un musical protagonizado por Rita Hayworth, que por segundo año consecutivo se situaría entre las actrices más taquilleras.

El 10 de enero un submarino estadounidense hundió un buque de escolta japonés que se hundió con sus 170 tripulantes. En el golfo de Lingayen un ataque kamikaze dañó dos barcos estadounidenses, pero no de gravedad. Por otra parte, los japoneses seguían buscando formas originales de suicidarse. Tras el relativo éxito de los kamikazes y el menos efectivo método de los torpedos suicidas, ahora unas lanchas torpederas suicidas se estrellaron contra varios buques de desembarco estadounidenses en el golfo de Lingayen. Dos resultaron hundidas y otra pudo llegar a tierra y ser reparada. En teoría no eran suicidas, porque los pilotos tenían permitido lanzar las dos cargas de profundidad que llevaban y dar media vuelta, pero las posibilidades de salir vivos eran tan insignificantes que pocos pilotos sobrevivieron. Algunos modelos requerían dos tripulantes. El sargento Hunt y sus hombres se encontraron con las fuerzas estadounidenses que habían desembarcado en Luzón.

Los británicos capturaron Gangaw en Birmania.

Abdul Hamid Karami fue nombrado Primer Ministro del Líbano.

Un carguero británico (Blackheath) fue dañado por un submarino alemán en el Mediterráneo, y acabó encallando en la costa de Marruecos, destrozado.

En la Ciudad de México se reunieron 72 de los que habían sido diputados en la última legislatura de la Segunda República Española. En total había 205 en el exilio, otros 104 vivían en España, 88 habían muerto en la guerra civil y 88 habían sido fusilados por uno u otro bando. Los que asistieron fueron pocos y mal avenidos, pues los socialistas estaban divididos entre prietistas, negrinistas y caballeristas (según si eran fieles a Indalecio Prieto, a Juan Negrín o a Francisco Largo Caballero). Teóricamente, el presidente de la república en el exilio era Juan Negrín, que de Francia se había trasladado a Londres. En España, el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo le había impuesto en ausencia la pena máxima de 30 años de cárcel, así que no sabemos cuál habría sido la pena si hubiera sido masón o comunista. Cuatro años atrás, su padre había sido encarcelado acusado del delito de ser padre de Juan Negrín. Estuvo en prisión poco tiempo, pero había muerto poco después de su salida de la cárcel. Los comunistas, por su parte, que estaban organizando guerrillas en España y pretendían seguir la táctica estalinista de crear un gobierno autoproclamado que, llegado el momento, pudiera erigirse en "legítimo" sin permiso de nadie, se vieron completamente aislados entre los exiliados. Los prietistas no querían siquiera que fueran admitidos en las sesiones de las cortes. Ante esta tesitura, dieron un giro y reconocieron la legitimidad del gobierno republicano en el exilio, y se mostraron dispuestos a participar en las cortes, por odiosa que les resultara la democracia burguesa. Los nacionalistas vascos también acabaron fracturados entre los partidarios y los contrarios a la asistencia. Al final todo quedó en nada, pues los prietistas arguyeron que no había quorum y la reunión siguiente que debía tener lugar una semana más tarde fue aplazada sine die.

Según informes que indicaban que varios barcos japoneses dañados en las Filipinas estaban siendo reparados en Singapur, a las 8:20 del 11 de enero se inició un bombardeo aliado por parte de una flota de bombarderos que habían despegado de la India a medianoche. Aunque habían salido 47, sólo 27 llegaron a su objetivo y no hicieron mucho daño. Los restantes tuvieron que desviarse a causa del intenso fuego antiaéreo japonés en el Estrecho de Johor, y tuvieron que conformarse con bombardear Penang en Malasia, Mergui en Birmania y otros blancos secundarios, también con poco éxito. Dos de los aviones fueron abatidos.

Tras tres años de arduo trabajo, se puso en servicio una carretera que unía Ledo (en el extremo oriental de la India) con Kunming (en China) a través de Birmania. Había sido construida por unos 15.000 soldados estadounidenses (mayoritariamente negros) y 35.000 trabajadores locales. Unos 1.100 estadounidenses murieron durante la construcción y, como la longitud total era de 1.079 millas, se resumió el coste en la frase "un hombre, una milla". Los militares estadounidenses habían mostrado mucho más entusiasmo en el proyecto que los británicos. Churchill no creyó que pudiera acabarse antes de que terminara la guerra.

Los comunistas griegos evacuaron finalmente Atenas, pero se llevaron consigo miles de rehenes, muchos de los cuales murieron de frío o por la dureza de la marcha. Por su parte, los británicos habían capturado a unos 13.000 comunistas, que fueron llevados a campos de concentración.

En un nuevo intento de romper el bloqueo de Budapest, los alemanes se acercaron al aeropuerto de Ferihegy, pero los soviéticos detuvieron su avance y al día siguiente Hitler dio la orden de retirada. En la ciudad, los alemanes subsistían como podían, comiéndose incluso sus caballos.

Un carguero alemán (Bahia Camarones) fue hundido por la artillería costera desde Noruega.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Normandy Coast) y otro estadounidense (Roanoke) cerca de Irlanda.

Dos días atrás, el grueso de la Tercera Flota estadounidense, que cubría el desembarco en Luzón, había entrado en el mar del Sur de China sin que los japoneses hubieran advertido el movimiento. Los estadounidenses habían resistido incluso el impulso de atacar un enorme convoy japones de unos 100 barcos que se dirigía a Formosa bordeando China para no revelar su posición. Tras algunos retrasos por el mal tiempo y la necesidad de repostar de los destructores, el 12 de enero, antes del amanecer, despegaron aviones para localizar barcos japoneses. A las 7:31 despegaron los primeros aviones de combate. Los japoneses todavía no habían detectado la flota. El primer blanco fue un convoy que navegaba cerca de Quy Nhơn, en Vietnam. Fueron hundidos un petrolero y dos destructores de escolta. Otro convoy fue atacado cerca de Cape St.Jacques y dos cargueros, tres petroleros y tres destructores de escolta fueron hundidos u obligados a encallar. En Saigón fueron hundidos dos cargueros y un petrolero y muchos otros barcos resultaron dañados. También fueron atacados varios campos de aviación, almacenes y depósitos de petróleo, así como vías férreas y puentes. En total resultaron hundidos 46 barcos japoneses, y 15 aviones y 20 hidroaviones japoneses fueron abatidos. No abatieron más porque apenas había. Otros 77 aviones fueron destruidos en tierra. Los estadounidenses perdieron 23 aviones. Las autoridades coloniales francesas se negaron a entregar a los japoneses los pilotos que se habían visto obligados a descender en paracaídas y los escoltaron hasta la frontera china. La población civil también ayudó a varios pilotos, de modo que la mayoría de los pilotos abatidos acabó regresando a los Estados Unidos desde China.

En Luzón habían desembarcado ya unos 175.000 soldados, que habían formado una cabeza de playa de 32 km de largo y el general Oscar Griswold había iniciado el avance hacia Manila. Krueger estaba preocupado porque su flanco derecho estaba mal defendido y sería vulnerable a un ataque japonés, pero los japoneses nunca atacaron. Mientras tanto los barcos estadounidenses en el golfo de Lingayen seguían sufriendo ataques kamikazes. Ocho de ellos sufrieron impactos de distinta gravedad (dos destructores, cuatro cargueros y dos buques de desembarco de tanques), aunque ninguno resultó hundido.

Cuando se hundió el carguero Daigo Maru, cuatro días atrás, 49 de sus tripulantes habían sobrevivido en botes salvavidas, y ahora llegaban a la costa China, aunque 16 habían muerto durante la travesía. Allí fueron capturados por soldados chinos, pero lograron amotinarse y hacerse con el control del barco en que los metieron. Finalmente fueron rodeados pos tropas comunistas chinas y todos los japoneses menos uno prefirieron suicidarse antes que entregarse.

Un submarino japonés lanzó torpedos pilotados suicidas contra los barcos estadounidenses anclados en Ulithi, en las islas Carolinas. Uno fue destruido con cargas de profundidad, pero los otros dañaron un barco de almacenamiento de municiones y hundieron un buque de desembarco de tropas provocando tres muertes.

Tropas británicas desembarcaron en la península de Arakan, que corre paralela a la costa de Birmania. Avanzaron tierra adentro hasta que encontraron fuerzas japonesas que les disparaban desde una colina.

La Unión soviética inició dos grandes ofensivas contra Alemania, una en el Vístula, con más de dos millones de soldados, y otra en el Ondava, en Eslovaquia, con unos 600.000 soldados, soviéticos, rumanos y checos. A las 4:35 la artillería empezó a bombardear una cabeza de puente en Baranow, que aniquiló las fuerzas alemanas en la zona. Unas horas más tarde empezaba el bombardeo en el Ondava, y a las 8:15 se inició el avance de la infantería. En el Vístula, tras varios ataques de tanteo, a las 10:00 tuvo lugar un segundo bombardeo y a las 14:00 empezaron a avanzar los tanques. Para entonces los alemanes habían perdido las dos terceras partes de su antillería y la cuarta parte de sus tropas.

Una flota británica destruyó un carguero alemán (Charlotte) cerca de la costa noruega, y fue abandonado a la deriva. La RAF hundió otro carguero (Ilona Siemers) en Bergen.

A las 3:38 del 13 de enero se produjo un terremoto de intensidad 6.8 en la escala Richter con epicentro en la bahía de Mikawa, en Japón. Las autoridades japonesas trataron de ocultar la noticia, lo que dificultó las labores de rescate y aumentó el número de víctimas mortales, que fueron de más de 2.300 personas.

La flota estadounidense en el mar del Sur de China se retiró para evitar un tifón, así como a los aviones de exploración japoneses, y se situó en un punto adecuado para interceptar cualquier flota japonesa que tratara de llegar al golfo de Lingayen desde el norte o desde el sur. Mientras tanto los destructores eran abastecidos de combustible con dificultad, debido al intenso oleaje. Ese día tuvieron lugar los últimos ataques kamikazes en el golfo de Lingayen, que afectaron a un destructor de escolta y a otros dos barcos menores. Los tres sufrieron daños graves, pero no resultaron hundidos.

Un destructor estadounidense hundió un submarino japonés entre Ulithi y Eniwetok.

En Arakan los británicos atacaron las posiciones japonesas con tanques y aviones. Los japoneses decidieron resistir hasta la muerte y murieron. Durante los días siguientes los británicos estuvieron limpiando la zona de japoneses dispersos.

En Moscú se entrenó, bajo la dirección del compositor, la Quinta Sinfonía de Prokófiev. Fue un gran éxito, que, unido a la banda sonora de la película Ivan el Terrible y a su octava sonata para piano, que se estrenaría a finales de año, convirtió a Prokófiev en el compositor soviético más popular del momento.

Por si las dos ofensivas que la Unión Soviética había lanzado el día anterior les sabían a poco a los alemanes, ahora se iniciaba una tercera, con más de un millón y medio de soldados adicionales, 3.000 tanques, otros tantos aviones y 25.000 cañones, contra Prusia Oriental. Por primera vez el Ejército Rojo amenazaba el territorio que había sido secularmente alemán, antes de la expansión del Tercer Reich. La ofensiva se inició con un intenso bombardeo, pero la resistencia alemana fue superior a lo esperado y los soviéticos apenas avanzaron 1.5 km a lo largo del día.

Un grupo de noruegos entrenados en Gran Bretaña voló un puente por el que pasaba un ferrocarril en Snåsa, y unas horas más tarde un tren militar alemán que no detectó el sabotaje se precipitó al río. Murieron entre 70 y 80 personas, entre ellas dos noruegos, y más de un centenar resultaron heridas. La RAF hundió un carguero noruego en Homborsund.

Desde Bastoña, los estadounidenses tomaron Foy, pero encontraron una fuerte resistencia en el camino hacia Bourcy, pues en esa zona operaba lo mejor que quedaba del ejército alemán.

El 14 de enero la aviación estadounidense bombardeó de nuevo las fábricas militares de Nagoya, en Japón.

Una división india estableció una cabeza de puente sobre el río Irrawaddy cerca de Thabeikkyin, en Birmania.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Mimi Horn II) en el Báltico.

En el frente del Vístula los soviéticos habían cruzado el río Nida y avanzaban hacia Radomsko y el río Warta. En Prusia Oriental parecía que la ofensiva soviética iba a fracasar. Los soviéticos trataban de cruzar el Narev.

Los británicos iniciaron la operación Blackcock en los Países Bajos para liberar el triángulo formado por las ciudades neerlandesas de Roermond y Sittard y la ciudad alemana de Heinsberg.

Un submarino alemán hundió dos petroleros británicos (Athelviking y British Freedom) y un carguero estadounidense (Martin van Buren) cerca de Halifax.

La flota estadounidense seguía en el mar del Sur de China, entre Formosa y Hong Kong, y el 15 de enero a las 7:30 envió su aviación contra Formosa y la costa china. El mal tiempo frustró algunos ataques, pero aun así un carguero (Enoshima Maru), un petrolero (Mirii Maru) y un destructor (Hatakaze) resultaron hundidos en Takao, otro destructor (Tsuga) en Magong, y otros barcos más en otros puntos del mar del Sur de China: dos cargueros (Horei Maru y Kuiyo Maru) y un petrolero (Harima Maru). Un total de 16 aviones japoneses fueron abatidos, y otros 18 fueron destruidos en tierra. Por su parte, los estadounidenses perdieron 12 aviones. A las 16:44 los portaaviones maniobraron para ponerse en situación de bombardear Hong Kong al día siguiente.

En Luzón se produjo un segundo desembarco, a 72 km al sur de Manila.

Los británicos establecieron una segunda cabeza de puente en el río Irrawaddy, unos 32 km al sur de la establecida el día anterior. Los japoneses trataron en vano de recuperarlas durante varios días con duros ataques.

Finalmente se firmó un alto el fuego entre los británicos y los comunistas griegos, que aceptaron retirarse de Patras y Salónica y a desmovilizarse en el Peloponeso.

En Polonia los soviéticos tomaron Kielce, cruzaron el río Pilica y atacaron hacia Radom, Łódź y Poznan. En Eslovaquia el Ejército Rojo rompió el frente y punto avanzar 18 km en pocos días.

La RAF hundió un carguero alemán (Claus Rickmers) en Lervik (Noruega).

En su avance desde Bastoña, los estadounidenses tomaron Noville. Después de que Gerd von Runstedt hubiera obtenido el debido permiso de Hitler, los alemanes se retiraban precipitadamente de Las Ardenas, abandonando el frente. Hitler mantuvo una última reunión con von Rundstedt y Model, a los que dio instrucciones de resistir la acometida aliada todo el tiempo posible, y acto seguido marchó en tren rumbo a Berlín, para ocuparse de la ofensiva soviética.

Un submarino alemán hundió un petrolero británico (Maja) cerca de la costa irlandesa. Otro dañó un portaaviones (HMS Thane) entre Irlanda y Escocia, que no llegó a hundirse, pero fue declarado irreparable.

Orange C. Dickey era agente de la División de Investigación Criminal del Ejército de los Estados Unidos. Tras el arresto en Italia de Vito Genovese el año anterior, había descubierto que tenía causas pendientes en el Estado de Nueva York y había iniciado una investigación para procesarlo. Rechazó los 250.000 dólares que Genovese le ofreció a cambio de dejarlo en paz, y no atendió a los "consejos" de sus superiores para abandonar el caso. Finalmente Genovese llegó a Nueva York y Dickey lo acusó del asesinato de Ferdinand Boccia, sucedido doce años atrás. El mismo día de su llegada, uno de los testigos que tenían que declarar contra él, Peter LaTempa, había pedido protección y había sido alojado en una celda en una cárcel neoyorquina, pero ahora apareció  muerto en ella, envenenado. LaTempa sufría de cálculos biliares y tomaba unas pastillas. Al parecer alguien las había manipulado y, según la autopsia, había ingerido veneno suficiente para matar ocho caballos. Nunca se supo quién fue el asesino.

A las 7:32 del 16 de enero se inició el ataque sobre Hong Kong de la flota estadounidense. La ciudad fue bombardeada por 138 aviones por la mañana y por otros 158 por la tarde. Cinco petroleros de un convoy que se había desviado para evitar la flota resultaron hundidos. El aeropuerto de Hong Kong también resultó dañado, y todos los aviones que había en él fueron destruidos en tierra. También sufrieron daños varios puertos y líneas ferroviarias, así como varios blancos secundarios. La colonia portuguesa de Macao también fue atacada. Aunque teóricamente era neutral, desde hacía dos años había "consejeros" japoneses en ella. Otros grupos de aviones atacaron otras ciudades y un gran número de bases aéreas a lo largo de la costa china, pero encontraron pocos aviones.

Los estadounidenses perdieron ese día 22 aviones en combate y otros 27 en accidentes. Al menos cuatro pilotos fueron capturados después de que sus aviones fueran derribados en Hong Kong. Otros siete lograron abrirse camino hasta la parte de China bajo control aliado.

Un destructor soviético (Dejatelnyi) resultó hundido en el Ártico en combate contra un submarino alemán.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Henrietta Shulze) cerca de Liepaja, en Letonia.

En Polonia el ejército alemán que había resistido las acometidas soviéticas en los alrededors de Kielce empezó a retirarse. Más al sur, los soviéticos tomaron Radom. El coronel Bogislaw von Bonin autorizó la retirada de las fuerzas alemanas en Varsovia, desobedeciendo las órdenes explícitas de Hitler.

En Eslovaquia los soviéticos habían logrado avanzar 18 km en pocos días. Ahora tomaban Jasło

Saboteadores noruegos hundieron un barco alemán de transporte de tropas (Donau) en Oslofjord.

Desde Noville los estadounidenses pasaron a Rachamps.

Destructores estadounidenses hundieron un submarino alemán cerca de las Azores.

Un batallón de infantería australiano llevaba varios días avanzando hacia el norte por la isla de Bougainville sin encontrar oposición japonesa, hasta que finalmente el 17 de enero una patrulla encontró unas cabañas ocupadas por japoneses. Se produjo un enfrentamiento en el que los japoneses fueron expulsados de las cabañas y uno de ellos resultó muerto.

Dos de los integrantes de la operación Rimau, tras haber recorrido más de 3.000 km camino a Australia, fueron capturados por los japoneses. Ambos morirían unos meses más tarde en un campo de concentración, uno de sus heridas y otro de hambre.

En Borneo, un bombardeo aliado había destruido un aeropuerto que habían construido los japoneses usando prisioneros de guerra como mano de obra esclava. La mayoría de ellos había muerto y quedaban unos 1.900. Temiendo un próximo desembarco, los japoneses decidieron trasladar a los prisioneros del campo de Sandakan hacia el interior de la isla, hacia un pueblo en las montañas llamado Ranau. Se iniciaron así una serie de marchas de la muerte. En la primera, que duró nueve días, los 470 prisioneros trasladados recibieron comida para cuatro. Los que no podían seguir avanzando eran asesinados o se les abandonaba en el camino para que murieran. Al llegar a Ranau se les obligó a construir un campamento y fueron hacinados en chozas, donde la mayoría acabó enfermando y muriendo de malaria.

El ejército soviético entró finalmente en una Varsovia reducida a ruinas (un 85% de los edificios estaba destruido). Hitler recibió la noticia con furia y destituyó a dos de sus generales. El avance soviético desde el Vístula estaba resultando tan exitoso que al mariscal Iván Kónev se le asignaron nuevos objetivos, pues los previstos inicialmente estaban a punto de cumplirse. Los soviéticos superaban a los alemanes cinco a uno en tropas y seis a uno en artillería y en tanques.

Los soviéticos también habían llegado a Budapest, ese día Hitler autorizó a las tropas alemanas que defendían la ciudad retirarse de Pest para defender Buda. Los cinco puentes sobre el Danubio que unían las dos antiguas ciudades se congestionaron con el ingente número de civiles y militares que huían de los soviéticos.

Ese día, el general Rodion Malinovsky, que estaba al mando de las fuerzas soviéticas en Budapest, llamó al diplomático sueco Raoul Wallenberg a su cuartel general en Debrecen. Wallemberg creyó ingenuamente que los soviéticos no serían más peligrosos que los nazis, y aprovechó la ocasión para llevar consigo toda la información disponible sobre Auschwitz para instar al general a que el campo fuera liberado cuanto antes (o, al menos, ocupado por los soviéticos). A un colaborador le dijo: Voy a ver a Malinowski... si voy como invitado o como prisionero, aún no lo sé. Pero no tardó en saberlo. Malinowski lo acusó de ser un espía estadounidense y no se volvió a saber de él.

Ante el avance soviético, los alemanes ordenaron la evacuación de Auschwitz. Unos 58.000 prisioneros fueron saliendo gradualmente para marchar hacia el oeste. Algunos fueron transportados en tren, pero otros tuvieron que caminar a pie a temperaturas bajo cero. El doctor Josef Mengele fue trasladado al campo de concentración de Gross-Rosen.

Un tren que transportaba 250 judíos que habían sido rechazados en una mina polaca acabó en Brünnlitz, donde estaba la fábrica de Oskar Schindler. Los vagones no podían abrirse porque las cerraduras estaban congeladas, y un trabajador de la fábrica tuvo que emplear un soplete. En el interior doce personas habían muerto y el resto no estaba en condiciones de trabajar. Schlinder estaba en Cracovia, pero su esposa llevó a todos los judíos a su fábrica, donde improvisó un hospital para atenderlos. Mientras tanto, Schlinder seguía sobornando funcionarios para evitar que tocaran a sus trabajadores.

Un bombardeo estadounidense sobre Hamburgo destruyó cinco submarinos alemanes y ocho cargueros.

Los dos regimientos que habían estado cercados en Bastoña tomaron finalmente Bourcy. Los aliados declararon que la batalla de Las Ardenas había terminado. Mientras tanto en Alsacia había no menos de diez divisiones alemanas y los combates eran muy violentos, llegando al cuerpo a cuerpo en ocasiones.

Ese día, un grupo de pilotos alemanes veteranos se insubordinó contra Herman Göring, principalmente a causa del mal uso que se había dado a la aviación en el contraataque en Las Ardenas, que había provocado la práctica aniquilación de la Luftwaffe. Göring sospechó —acertadamente— que el organizador había sido Adolf Galland, con quien ya había mantenido algunas disputas previas. Himmler era partidario de juzgarlo por traición, mientras las SS y la Gestapo estaban investigando sus contactos. Pero Galland caía bien a Hitler, el cual, cuando se enteró del asunto, ordenó "poner fin inmediatamente a esa tontería", de modo que Göring y Himmler tuvieron que buscar una forma diplomática de resolver el asunto.

El 18 de enero los japoneses inauguraron un nuevo centro de entrenamiento de pilotos kamikazes en Formosa, ya que las bases en las Filipinas se habían vuelto inseguras ante el avance estadounidense.

Las tropas soviéticas llegaron a Łódź, en Polonia. El Comité Polaco de Liberación Nacional se trasladó de Lublin a Varsovia, para convertirse definitivamente en el típico "gobierno legítimo" comunista que nadie había legitimado. El día anterior las tropas soviéticas habían entrado en Chełmno, y ahora los alemanes evacuaban el campo de exterminio situado en sus cercanías. Para entonces la mayor parte de los cadáveres de prisioneros habían sido incinerados y la mitad de los 80 judíos encargados del trabajo habían sido ejecutados. Ese mismo día ejecutaron a los que quedaban y los camiones que habían sido usados para envenenar a los prisioneros salieron en dirección a Berlín.

Mientras tanto en Budapest los alemanes volaron los puentes sobre el Danubio, ante las protestas de los oficiales húngaros. El ejército alemán inició una nueva ofensiva para romper el cerco de Budapest. Con un buen apoyo aéreo, lograron sorprender a los soviéticos y al final del día habían abierto una brecha de 30 km de ancho y 60 km de profundidad.

En Esolvaquia los alemanes habían formado una línea defensiva en el río Ondava, y ahora se enfrentaban a una ofensiva soviética que los obligó a retroceder 22 km.

El 19 de enero un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Usa Maru) en Shanghái.

Un bombardeo estadounidense causó daños graves en una fábrica de aviones de Kwasaki en Akashi, en Japón. Las autoridades japonesas ordenaron a la población civil que no se encendiera ninguna luz a partir de las 22:00 y organizaron grupos de civiles de apoyo a los bomberos, que se veían desbordados en los bombardeos. Desde las islas Bonin era posible prevenir por lo general con una hora de anticipación la llegada de aviones estadounidenses, que era anunciada mediante sirenas.

El mal tiempo impedía a la flota estadounidense llevar a cabo más ataques en el mar del Sur de China. El suministro de combustible había sido prácticamente imposible hasta ese mismo día. La propaganda japonesa anunciaba que la flota estadounidense estaba rodeada y que sería destruida en cuanto tratara de abandonar el mar del Sur de China.

Tras dos días de combates, los australianos rechazaron un enérgico contraataque japonés en Bougainville. Los japoneses tuvieron que retirarse hasta la cordillera Tsimba, donde tenían dispuesto un sistema defensivo. Los australianos capturaron bastantes cañones y municiones. Un pelotón fue enviado a rodear las posiciones avanzadas japonesas y llegó hasta la aldea de Kunamatoro, donde había entre 30 y 50 japoneses. Tras 10 minutos de combate ya no quedaba ninguno: 14 habían muerto, 5 estaban heridos y el resto había huido. Al anochecer los australianos se retiraron de la aldea.

La aviación japonesa hundió un submarino británico (HMS Porpoise) en el estrecho de Malaca.

En Polonia los soviéticos tomaron Łódź, Cracovia, Mława y Włocławek. En Prusia Oriental tomaron Tilsit. En el gueto de Łódź sólo quedaban 877 judíos, de los cuales 12 eran niños. De los 223.000 judíos que había habido en la ciudad antes de la llegada de los alemanes, sólo 10.000 seguían vivos en otros lugares. En Eslovaquia los soviéticos tomaron Bardejov, Svidník, Prešov y Košice.

Con la entrada de los soviéticos en Varsovia, el general Leopold Okulicki comprendió que ya no había ninguna esperanza de que Polonia pudiera ser liberada. Okulicki había sido arrestado cuatro años atrás y había sido torturado en varias prisiones soviéticas. En sus propias palabras: En comparación con la NKVD, los métodos de la Gestapo son un juego de niños. Poco después se había firmado el acuerdo entre la Unión Soviética y el gobierno polaco en el exilio que le permitió marchar a Gran Bretaña, donde había reicibido entrenamiento antes de regresar a Polonia para combatir a los nazis. Ahora ordenaba la disolución de la resistencia polaca, pues veía que continuar la lucha sólo provocaría muertes innecesarias.

El coronel von Bonin fue arrestado por la Gestapo y enviado a un campo de concentración. Hitler ordenó que ninguna división o unidad del ejército de mayores dimensiones se retirara de sus posiciones sin su aprobación personal.

En su avance hacia Budapest, los tanques alemanes alcanzaron el Danubio en Dunapentele. Durante día y medio no hubo tropas soviéticas entre la vanguardia alemana y la guarnición que resistía en Pest.

Agatha Christie estrenó su obra de teatro Cita con la muerte, basada en su novela del mismo título.

El 20 de enero un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Hidaka Maru) en el Pacífico.

Los australianos iniciaron un ataque a las posiciones japonesas en la cordillera de Tsimba en Bougainville.

El ejército chino capturó Muse, en Birmania.

Representantes del gobierno húngaro presidido por el general Béla Miklós firmaron un armisticio en Moscú. Desde ese momento el país pasó a formar parte de los Aliados.

En Prusia Oriental la ofensiva soviética estaba estancada. En los primeros cinco días de ataque el Ejército Rojo apenas había avanzado 20 km, y con muchas bajas. El mariscal Konstantin Rokossovsky recibió órdenes de desviar la ofensiva hacia Elbing, lo que pilló a los alemanes por sorpresa.

En Polonia los soviéticos entraron en lo que había sido el más antiguo de los campos de exterminio nazis, el de Chełmno. Sólo encontraron allí a un chico judío de 15 años con una herida de bala en la cabeza, que había sobrevivido a su propia ejecución. Se calcula que los nazis habían matado allí a unas 340.000 personas. También llegaron a lo que había sido el campo de concentración de Cracovia-Płaszow, pero allí no quedaba nada. Sólo un descampado. Todos los cadáveres previamente enterrados en fosas comunes habían sido inhumados e incinerados.

Vidkun Quisling visitó a Hitler acompañado de Josef Terboven, el gobernador militar impuesto por Hitler en Noruega. Quisling le prometió a Hitler el apoyo noruego, a cambio de poder negociar la paz con los soviéticos independientemente del Reich en los territorios del norte del país que estaban siendo invadidos por los soviéticos. Sin embargo, Hitler se negó y le informó de que su plan era llevar a cabo una política de tierra quemada, y que ejecutaría a los civiles que se negaran a ser evacuados de los territorios en peligro de caer en poder de los soviéticos. Más tarde, Quisling no pudo evitar echarse a llorar cuando le contó la visita a un amigo. Comprendía que su imagen de traidor por antonomasia era ya indeleble.

Los soviéticos lograron interponerse entre Budapest y la fuerza de rescate alemana gracias al traslado de un cuerpo de caballería con 100 tanques, 360 piezas de artillería, tres regimientos de cañones antitanque y seis regimientos de artillería en una extenuante marcha de 60 km, aprovechando que los alemanes habían sufrido muchas bajas en su avance.

En los Países Bajos los británicos atacaron la ciudad de Sint Joost, que fue liberada tras cuatro horas de combate. Más de cien soldados alemanes murieron en su defensa y unos 60 fueron hechos prisioneros.

En Alsacia los estadounidenses se vieron obligados a abandonar Hatten y Rittershofen, pero esa noche se estabilizó el frente sobre el río Moder. La ofensiva alemana no había logrado liberar la bolsa de Colmar, que se había formado a finales del año anterior con la liberación de Estrasburgo. Eisenhower había encomendado su liquidación al ejército francés y ese día se inició la ofensiva. Antes del anochecer fueron liberadas Lutterbach, Pfastatt, Bourtzwiller, Illzach y Kingersheim. Por la noche los alemanes contraatacaron.

Franklin Delano Roosevelt inauguró su cuarto mandato como presidente de los Estados Unidos, esta vez con Harry Truman como vicepresidente.

El 21 de enero la flota estadounidense atacó de nuevo los puertos y bases aéreas de Formosa. Diez mercantes japoneses resultaron hundidos en Takao. El portaaviones ligero USS Langley recibió el impacto de dos bombas de pequeño tamaño arrojadas desde un avión japonés, y el portaaviones Ticonderoga fue gravemente dañado por el impacto de dos kamikazes. El destructor Maddox también sufrió el impacto de un kamikaze, pero los daños fueron leves. Por otro lado, el portaaviones USS Hancock sufrió daños graves cuando uno de sus aviones que acababa de aterrizar dejó caer sobre la cubierta una de sus bombas, que explotó en la cubierta de vuelo. El Hancock y el Ticonderoga tuvieron que retirarse para ser reparados.

El acorazado británico Queen Elizabeth y el crucero Phoebe abrieron fuego contra las defensas costeras de la isla birmana de Ramree, mientras aviones de la RAF bombardeaban las playas. Una hora después desembarcaba una brigada india que no encontró oposición y aseguró una cabeza de playa al oeste de Kyaukpyu.

En Prusia Oriental los soviéticos tomaron Gumbinnen. Los alemanes empezaron a derruir el monumento que conmemorava la victoria alemana en Tannenberg, durante la Primera Guerra Mundial, para que no fuera profanado por los soviéticos. En Polonia las fuerzas soviéticas cruzaron el río Warthen y se aproximaron a Poznań.

Los alemanes, en su avance hacia Budapest, habían ocupado 400 km2 de terreno, una superficie comparable al territorio ocupado al principio de la ofensiva de Las Ardenas, a finales del año anterior. La Luftwaffe atacaba constantemente las posiciones soviéticas, y lograron que cundiera el pánico. Unos 40.000 soldados soviéticos y abundante material bélico fueron trasladados a la orilla oriental del Danubio para evitar que cayeran en manos alemanas.

Ese día Hungría declaró la guerra a Alemania.

Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Galatea) en el canal de La Mancha. Destructores británicos hundieron otro submarino en el océano Atlántico, cerca de la costa británica.

El 22 de enero la flota estadounidense en el mar del Sur de China atacó las islas Ryukyu, que forman un arco entre Formosa y Japón. Después la incursión se dio por terminada y la flota regresó a su base en Ulithi.

En la península de Arakan, en Birmania, los británicos avanzaban lentamente, debido a la falta de carreteras. Habían tomado Kantha, como paso previo a la toma de Kangaw. Para cortar la retirada a los japoneses, ese día se produjo un desembarco a unos 3 km al sur de Kangaw. No hubo bombardeo previo por parte de la armada o de la aviación para pillar a los japoneses por sorpresa. Durante los días siguientes los británicos fueron tomando los objetivos previstos sin apenas oposición.

En la isla de Ramree los británicos ocuparon Kyaukpyu.

En Prusia Oriental los soviéticos lograron capturar la ciudad de Allenstein, en el flanco derecho alemán, amenazando la retaguardia.

Tras intensos combates, los alemanes capturaron la ciudad húngara de Székesfehérvár, que era clave en las líneas de comunicación soviéticas en Budapest.

La RAF destruyó una fábrica de hidrógeno líquido en Alblasserdam, en los Países Bajos, que los alemanes usaban para los cohetes V-2.

Más tropas francesas y una división de infantería estadounidense se unieron al ataque a la bolsa de Colmar, en Alsacia. Los estadounidenses cruzaron el río Ill (I-L-L) y rodearon Colmar por el norte. Mientras tanto los franceses atacaban hacia el Rin.

El 23 de enero destructores estadounidenses hundieron un submarino japonés cerca de las islas Carolinas. Submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Daikyo Maru) cerca de la costa china y otro (Taian Maru) cerca de Palau.

En Birmania una división india tomó Myinmu.

El ejército soviético lanzó un ataque contra la bolsa de Curlandia y logró tomar a los alemanes unas cabezas de puente en los ríos Bārta and Vārtāja, pero los alemanes lograron expulsarlos de sus nuevas posiciones.

En Polonia el Ejército Rojo alcanzó el Óder entre Oppeln y Steinau. Ese día Alemania empezó la evacuación del personal civil y militar de Curlandia, Prusia Oriental y el corredor polaco. La operación recibió el nombre de Operación Aníbal.

Adolf Galland dejó su puesto en la Luftwaffe supuestamente por motivos de salud, y fue sustituido por Gordon Gollob, que no se llevaba bien con Galland y empezó a buscar pruebas contra éste, a menudo con acusaciones falsas, según la cuales Galland era adicto al juego, mujeriego y que había dispuesto de aviones de la Luftwaffe para uso privado.

Ese día fue ahorcado Helmuth von Moltke, teóricamente por su participación en el último atentado contra Hitler. No pudo probarse su implicación, pero el juez Roland Freisler no se dejaba amedrentar por esos tecnicismos y lo condenó a muerte igualmente, por unas conversaciones que había tenido con unos amigos sobre el futuro de Alemania, que Freisler calificó como alta traición.

También fue ahorcado, por la misma causa Erwin Plank, hijo del físico Max Plank. Éste había suplicado en vano a Hitler que le conmutara la pena por otra de cárcel.

Los estadounidenses capturaron St Vith, con lo que se dio por terminada la batalla de Las Ardenas (aunque su conclusión ya había sido anunciada días antes). Las bajas estadounidenses habían sido de 19.000 muertos, 47.500 heridos y 23.000 desaparecidos. Fue la batalla más sangrienta que afrontaron los estadounidenses en Europa. Los británicos sufrieron 200 muertos y unos 1.200 heridos. Por su parte, las bajas alemanas fueron de 12.600 muertos, 38.600 heridos y 30.500 desaparecidos.

En Alsacia los alemanes todavía trataban de rechazar el avance estadounidense, y la aviación bombardeó Gries, Weitbruch y Kaltenhouse, pero los estadounidenses no cedieron terreno.

Torpederas alemanas hundieron un carguero británico (Halo) en el mar del Norte. Otro noruego (Vigsnes) resultó hundido por un submarino en el mar de Irlanda.

El 24 de enero submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Taiman Maru) en el mar del Sur de China y un destructor (Shigure) en el golfo de Siam.

Más de un centenar de aviones británicos bombardearon una refinería japonesa cerca de Palembang, en Sumatra. El bombardeo fue un éxito, pero se perdieron 32 aviones.

Las fuerzas del mariscal Rokossovsky llegaron a la laguna del Vístula y aislaron un ejército alemán y varias divisiones de otro en una nueva bolsa alrededor de Heiligenbeil. El oficial al mando ya había alertado de esta posibilidad cinco días atrás, pero Hitler no había consentido en llevar a cabo una retirada. Mientras tanto, unos 100.000 soldados soviéticos y unos 5.000 polacos empezaron a atacar la ciudad de Poznań, en la que se encontraban unos 40.000 soldados alemanes. La ciudad estaba defendida por un anillo de 18 fortalezas, rodeadas de fosos y búnqueres revestidos de casi un metro de hormigón.

Tras haber sufrido bombardeos durnate cinco dias, los británicos liberaron la ciudad neerlandesa de Montfort. Un total de 186 civiles habían muerto a causa de los bombardeos, muchos de ellos entre las ruinas de sus casas.

En Alsacia los alemanes trataron de rodear el bosque de Haguenau para expulsar a los estadounidenses sin enfrentarse directamente a ellos. Se produjeron violentos combates que llegaron al enfrentamiento cuerpo a cuerpo.

El 25 de enero un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Malay Maru) en el mar de la China Oriental.

La flota estadounidense bombardeó la isla de Iwo Jima.

Tras varios intentos infructuosos de expulsar a los japoneses de la cordillera de Tsimba, los australianos intentaron rodearla cruzando el río Genga, infestado de cocodrilos, y estableciendo una cabeza de puente. Para mantener abiertas las comunicaciones con la retaguardia tuvieron que patrullar continuamente la ruta. Durante los días siguientes los japoneses amenazarían la cabeza de puente con una serie de ataques poco menos que suicidas.

En la isla de Ramree los británicos ocuparon Mayin.

Ante la aproximación de los soviéticos, los alemanes dinamitaron y abandonaron la Guarida del Lobo, el búnquer desde el que Hitler había dirigido la invasión de la Unión Soviética cuatro años antes.

Hitler tomó importantes decisiones para detener el avance soviético. Dispuso que el Grupo de Ejércitos Norte (el que había quedado aislado en Curlandia) pasara a llamarse Grupo de Ejércitos Curlandia, el Grupo de Ejércitos Central (el que había quedado aislado en Heiligenbeil) pasaría a llamarse Grupo de Ejércitos Norte, y el Grupo de Ejércitos A pasaría a llamarse Grupo de Ejércitos Central. Además, en Polonia formó el Grupo de Ejércitos Vístula, pero no tuvo mejor idea que ponerlo bajo el mando de Himmler, que no tenía ninguna experiencia militar. Tal vez pensó que con estos cambios los soviéticos quedarían paralizados por el desconcierto de no estar seguros de cómo se llamaba cada grupo de ejércitos.

La aviación británica hundió un carguero noruego (Bjergfin) y dos alemanes (Ilse Fritzen y Pergamon) cerca de la costa noruega.

En Alsacia los alemanes lanzaron un nuevo contraataque y lograron cruzar el río Moder entre Kaltenhouse y Haguenau. Tras duros combates, estadounidenses y alemanes quedaron parapetados en las orillas opuestas del río. Mientras llegaban refuerzos estadounidenses procedentes de Las Ardenas, los alemanes recibieron la orden de Hitler de abandonar la operación y replegarse. Poco después muchas de las fuerzas serían transferidas al este, para defender el Óder frente al avance soviético.

Ese día se estrenó El regreso de aquel hombre, la quinta entrega de la serie que se había iniciado con La cena de los acusados, protagonizada por William Powell y Myrna Loy. La actriz había rechazado el papel tres años atrás, porque acababa de casarse y no estaba interesada en su carrera cinematográfica en esos momentos, pero ahora se acababa de divorciar y aceptó el trabajo. La productora había pensado en sustituirla en su papel, pero los seguidores de la saga se habían mostrado radicalmente opuestos a que nadie más encarnara su personaje, así que la oferta seguía en pie. En su primer día en el estudio todos (encargados de vestuario, maquillaje, etc.) acudieron a saludarla efusivamente. Como las entregas precedentes, fue un éxito de taquilla.

El 26 de enero marines británicos desembarcaron en la isla de Cheduba, a unos 10 km de la isla de Ramree, en Birmania.

Durante el último mes los alemanes habían llevado a cabo un contraataque que había hecho retroceder con muchas bajas al ejército Yugoslavo, pero finalmente el frente se estabilizó. Los soviéticos también pudieron frenar el avance alemán hacia Budapest, cuando sólo faltaban 25 km para entrar en contacto con la bolsa aislada en la capital húngara. Los defensores de Budapest pidieron permiso para abandonar la ciudad y abrirse paso hasta las líneas alemanas, pero Hitler se negó. Su objetivo era recuperar Budapest, no abandonarla.

En Lituania, por esas fechas los soviéticos habían matado a 659 miembros del Ejército de Liberación de Lituania y habían arrestado a otros 753.

En Prusia Oriental las tropas alemanas aisladas habían avanzado a marchas forzadas acompañadas por miles de civiles en medio de un invierno gélido hasta Elbing, esperando encontrar una ruta de escape, pero el ejército soviético bloqueaba el paso al este de la ciudad. Esa noche algunas tropas lograron romper el cerco, pero en los días siguientes fueron rodeadas de nuevo.

En Poznań los soviéticos tomaron dos de las fortalezas que rodeaban la ciudad, lo que les permitió entrar en el anillo intermedio y atacar las restantes desde atrás.

Los soviéticos entraron también en Przyszowice, una ciudad polaca situada junto a la frontera con Alemania. Para celebrarlo, incendiaron varias docenas de casas y se entretuvieron disparando a quienes trataban de apagar el fuego. Las víctimas fueron principalmente varones adultos, pero también hubo mujeres, niños y ancianos, entre 10 días y 78 años. Entre las víctimas estaban cuatro prisioneros de Auschwitz que habían logrado escapar el día anterior durante las marchas de evacuación del campo.

Unidades de infantería y tanques alemanes en la bolsa de Colmar salieron de Riedwihr y atacaron a una compañía estadounidense. El teniente Audie Murphy ordenó a sus hombres que se replegaran en el bosque y se montó en un destructor de tanques en llamas a la vez que pedía una barrera de artillería sobre su propia posición. Luego los alemanes fueron atacados por cazabombarderos que aprovecharon un hueco en las nubes sobre el campo de batalla. Finalmente tuvieron que replegarse hacia Holtzwihr. Murphy sería condecorado por su acción. Ese mismo día los estadounidenses capturaron Riedwihr.

Fragatas británicas hundieron un submarino alemán en el mar de Irlanda.

Ese día se estrenó ¡Objetivo, Birmania!, considerada un clásico del cine bélico, dirigida por Raoul Walsh y protagonizada por Errol Flynn. Tuvo un gran éxito en los Estados Unidos y, sobre todo, en Francia, pero en Gran Bretaña no tardó en selr retirada. Winston Churchill estaba indignado, pues la guerra en Birmania corría a cargo casi exclusivamente de británicos, indios y otros miembros de la Commonwealth, y en la película parecía que los británicos no pintaban nada.

Después de que su población hubiera sido evacuada por mar, el 27 de enero los alemanes abandonaron la ciudad de Memel que había permanecido varios meses bajo asedio.

Un ejército soviético entró en el campo de exterminio de Auschwitz. La mayoría de los prisioneros habían sido evacuados, pero todavía quedaban unos 7.000 vivos y unos 600 cadáveres. Uno de los soldados soviéticos que entró en uno de los barracones relató así el momento:

Otros soldados estaban diciendo a los presos: ¡Sois libres, camaradas!, pero no respondían, así que lo intentó en ruso, polaco, alemán y ucraniano. Luego lo intentó en yiddish. Creían que los estaba provocando y empezaron a esconderse. Sólo cuando les dije: "No tengan miedo, soy judío y coronel del ejército soviético. Hemos venido a liberaros" [...] finalmente, como si la barrera se hubiera derrumbado, se precipitaron hacia nosotros gritando, cayendo de rodillas, besándonos los abrigos y abrazando nuestras piernas.

Entre los restos en el campo se encontraron 7.000 kg de cabello humano, que se estimó que procedían de unas 140.000 personas distintas. En ellos se encontraron restos de ácido prúsico, el ingrediente principal del Zyklon B que se usaba en las cámaras de gas.

Los soviéticos también encontraron los restos abandonados de La guarida del lobo.

Tras haber detenido el intento de rescate alemanes, los soviéticos reanudaron su ofensiva contra la bolsa de soldados alemanes que defendían Budapest.

En los Países Bajos se dio por concluida la operación Blackcock, habiéndose cumplido todos sus objetivos. Todo el triángulo entre Roermond, Sittard y Heinsberg había sido liberado, salvo una pequeña zona al sur de Roermond. Se calcula que la operación costó unas 1.200 bajas aliadas, frente a unas 2.000 alemanas.

Los estadounidenses liberaron Holtzwihr, en la bolsa de Colmar.

Un submarino alemán destruyó un petrolero noruego (Solør) que navegaba por el Canal de San Jorge, que separa Gran Bretaña de Irlanda. La escolta del convoy en el que viajaba logró hundir otro submarino en la zona.

El 28 de enero un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Sanuki Maru) y un barco de escolta (Kume) al noreste de Shanghái. En el transporte murieron 330 marinos japoneses.

Los prisioneros del campo de Cabanatuan habían permanecido solos un par de semanas, durante las cuales sólo algunas unidades japonesas habían pasado por el campo para alojarse en el curso de sus desplazamientos, sin prestar atención a los prisioneros salvo para pedirles comida. Luego habían llegado más tropas que restauraron el orden en el campo. Corría el rumor de que los japoneses planeaban ejecutarlos a todos. Lo mismo sospechaba Robert Lapham, que había propuesto al general Krueger una operación para liberar el campo. Estimaba que habría unos 300 soldados japoneses en el campo propiamente dicho, unos 1.000 en las proximidades y unos 5.000 en la ciudad de Cabanatuan. Krueger había autorizado la operación y así, tras haber estudiado fotografías aéreas del lugar y de haber recopilado información de guerrilleros, a las  5:00 un equipo de 133 hombres bajo el mando del teniente coronel Henry Mucci salió de Guimba y se infiltró en las líneas japonesas poco después de las 14:00. Guiados por guerrilleros filipinos, avanzaron por praderas abiertas para evitar las patrullas japonesas. Otros guerrilleros iban por delante para poner bozales a los perros y enjaular gallos en las zonas habitadas cercanas para evitar que los animales pudieran alertar a los japoneses de la presencia de extraños.

En Birmania, por la noche los británicos atacaron Kangaw y lograron expulsar a los japoneses.

A las 4:28 salían de Memel las últimas unidades alemanas. Los soviéticos entraron en el puerto unas horas más tarde, con lo que completaron la ocupación de Lituania. Se calcula que unos 70.000 lituanos acompañaron a los alemanes en su retirada, y finalmente terminaron asentándose en países diversos, la mayoría en los Estados Unidos. De entre los que se quedaron en Lituania, los soviéticos alistaron unos 80.000 soldados, aunque muchos lituanos evitaron el alistamiento uniéndose a los partisanos que combatían la ocupación soviética.

En Polonia los soviéticos ocuparon Katowice y Leszno.

En Poznań el comandante alemán fue reemplazado por el general de brigada Ernst Mattern, un nazi entusiasta que impuso una disciplina draconiana a la guarnición. Algunos alemanes que trataron de rendirse fueron abatidos por sus superiores.

Las tropas alemanas que habían tratado de llegar hasta Budapest iniciaron la retirada.

Aunque Hitler nunca había confiado en el general Andréi Vlásov, pues había manifestado su propósito de convertir a Rusia en un país democrático, la desesperación del momento le llevó a aceptar que los hombres de Vlásov formaran un ejército aliado, independiente de la Wehrmacht (el Ejército Ruso de Liberación) que contaba con una única división que fue destinada a defender el frente del Óder. Para entonces, Vlásov había logrado reclutar unos 300.000 hombres entre desertores del Ejército Rojo, voluntarios y prisioneros de guerra.

Vlásov era de los que veían al nazismo como un mal menor frente al comunismo. No comulgaba para nada con el ideario nazi, e incluso se sabe que ocultó a nueve judíos frente a las SS. Su interés por que sus hombres constituyeran un ejército independiente era facilitar la posibilidad de rendirse a los aliados occidentales y así evitar la represión soviética.

Albert Speer contó que a finales del año anterior había hablado con el director de orquesta Wilhelm Furtwängler, quien le preguntó si había posibilidades de que Alemania ganara la guerra. Speer le contestó que no, y le aconsejó que huyera a Suiza, porque la Gestapo andaba tras su pista. En efecto, Furtwängler mantenía relaciones con miembros de la resistencia alemana, y al parecer tuvo noticia de los planes de atentar contra Hitler el 20 de julio, si bien no participó en la conjuración. Poco antes había sido eliminado de la lista de artistas exentos del servicio militar por ser considerados insustituibles. Ahora, tras un concierto en Viena, siguió el consejo del ministro nazi, al parecer, cuando estaba a pocas horas de ser arrestado.

Un submarino soviético hundió un carguero danés (Viborg) en Rügenwalde (Alemania).

En Alsacia los franceses tomaron Grussenheim con muchas bajas.

El 29 de enero submarinos estadounidenses hundieron un transporte japonés (Clyde Maru) cerca de Formosa. En él murieron 972 soldados y 127 tripulantes.

Del millar de prisioneros de guerra que habían sobrevivido al naufragio del Oryoku Maru, a finales del año anterior, unos 900 habían llegado a Formosa y desde allí unos 550 sobrevivieron al viaje que los llevó a Japón. Los médicos japoneses quedaron impresionados por el lamentable estado de los prisioneros. Otros 150 morirían en Japón y Corea durante los meses siguientes.

Henry Mucci y sus hombres llegaron a unos 8 km al norte del campo de Cabanatuan y se informaron de la situación, especialmente gracias a los 200 guerrilleros del capitán Juan Pajota, que tenían muy buen conocimiento sobre la actividad japonesa, sobre el terreno y sobre los habitantes de la zona. Pajota insistió en que no era buen momento para un ataque, porque una división japonesa se estaba retirando hacia el norte y pasaría por una carretera cercana al campo. Era mejor esperar a que pasara. Mucci aceptó posponer la operación e informó a su cuartel general por radio.

Mientras tanto una división estadounidense desembarcó en Luzón, cerca de San Narciso, sin encontrar oposición japonesa. Desde allí se propusieron tomar un aeropuerto cercano, pero al llegar se encontraron con que guerrilleros filipinos bajo el mando del capitán Ramón Magsaysay lo habían ocupado hacía tres días.

En Bougainville los japoneses seguían atacando las posiciones australianas en la cordillera de Tsimba. Ahora lanzaban un ataque a gran escala que logró romper por un punto las defensas australianas. Sin embargo, tras unas horas de combate, la incursión fue rechazada.

Los británicos atacaron una refinería de petróleo en Soengei Gerong, en Sumatra. Los pilotos contaron 30 aviones japoneses derribados en el aire y otros 38 destruidos en tierra. Los británicos perdieron 16 aviones.

Los soviéticos iniciaron un ataque contra Königsberg. Mientras tanto el primer barco de vapor con evacuados del cercano puerto de Pillau transportó 1.800 civiles y 1.200 soldados heridos hasta territorio seguro. La aviación soviética dañó un submarino alemán en Königsberg, que tuvo que ser hundido.

Tras la ejecución de Sophie y Hans Scholl y Christoph Probst, dos años atrás, un amigo de los dos primeros, Hans Conrad Leipelt, que tenía entonces 21 años, recibió una copia de uno de los panfletos de La Rosa Blanca y, junto a Marie-Luise Jahn, las copió con una máquina de escribir y las distribuyó en Hamburgo entre sus familiares y amigos. Unos meses más tarde, ambos fueron denunciados por recaudar fondos para la viuda del profesor Kurt Huber, y fueron arrestados junto a otros 19 activisas. El año anterior Leipelt había sido condenado a muerte, mientras que a Jahn le asignaron 12 años de trabajos forzados. Ahora se ejecutaba la sentencia. Leipelt fue guillotinado en la prisión de Stadelheim.

El 30 de enero un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Issei Maru) cerca de la costa japonesa.

A las 11:30, dos exploradores estadounidenses disfrazados de filipinos entraron en una cabaña situada a unos 270 metros del campo de concentración de Cabanatuan, y establecieron un puesto de observación desde el que informaron de numerosos detalles de las instalaciones y de la actividad japonesa. El día anterior, dos niños filipinos habían tirado piedras al lado del campo ocupado por los prisioneros con mensajes que decían "Estad preparados para salir", pero los prisioneros pensaron que era una broma y no hicieron caso. A las 18:00 un avión pilotado por el capitán Kenneth Schrieber y el teniente Bonnie Rucks despegó y se dirigió al campo de concentración. Allí Schrieber apagó un motor a intervalos simulando que el avión tenía problemas y simuló intentos desesperados por realizar un aterrizaje forzoso que tuvo entretenidos durante 20 minutos a los soldados japoneses del campo. Mientras tanto, los rangers estadounidenses se arrastraban hacia el recinto y cortaron las líneas telefónicas. A las 19:40 los estadounidenses dispararon contra todas las torres de vigilancia y las trincheras del campo. El candado de la puerta principal fue roto de un disparo y se provocó un tiroteo para atraer a los guardias, mientras los prisioneros eran evacuados por la parte trasera. Al principio, éstos se resistieron pensando que era una trampa organizada por los japoneses. Algunos de ellos tuvieron que ser obligados a salir por la fuerza, e incluso llevados a hombros. Luego fueron transportados en carros tirados por búfalos.

Mientras tanto, los guerrilleros de Juan Pajota volaron un puente que impidió a las tropas japonesas cercanas dirigirse al campamento. En realidad el puente no quedó destruido, pero el agujero impidió el paso de tanques y vehículos pesados, y los soldados pudieron ser contenidos con un tiroteo. A las 20:15 una bengala indicó que todos los prisioneros estaban fuera del campo y que empezaba la retirada. A las 20:40 otra bengala indicó que todos los prisioneros habían cruzado el río Pampanga, por lo que los guerrilleros podían dejar de contener a los japoneses. Era más fácil decirlo que hacerlo, y no pudieron retirarse hasta las 22:00, cuando los japoneses dejaron de atacar el puente. La aviación bombardeaba y mantenía a raya a las tropas japonesas que seguían el rastro de los evadidos. Para entonces habían llegado a Plateros, donde no había guarnición japonesa y allí pudieron descansar media hora. El balance fue de dos soldados muertos (uno por fuego amigo) y cuatro heridos, que fueron atendidos en un hospital improvisado. También se descubrió que faltaba Edwin Rose, un prisionero británico sordo que se había quedado dormido y no se había enterado del rescate. A las 22:30 reemprendieron la marcha, mientras los guerrilleros filipinos trataban de conseguir más carros de bueyes para transportar a los prisioneros sin fuerzas para caminar. Algunos rangers, que no habían dormido más de seis horas en tres días, tuvieron que tomar anfetaminas para permanecer despiertos. En un momento dado fueron detenidos por el Hukbalahap, las guerrillas comunistas, que se negaban a dejarles pasar. Cuando un enviado de Mucci les dijo que les estaban persiguiendo los japoneses y que no tardarían en llegar, los comunistas consintieron en dejar paso libre a los estadounidenses, pero no a los guerrilleros de Pajota. Entonces Mucci, furioso, volvió a enviar a su emisario explicando que iba a llamar por radio a la aviación para convertir su campamento en picadillo comunista. Lo cierto es que su radio estaba estropeada, pero los comunistas mordieron el anzuelo y —por un tiempo— dejaron de estorbar.

Mientras tanto, las fuerzas desembarcadas en San Narciso tomaron el puerto de Olongapo y la Isla Grande en la bahía de Subic. Sólo hubo una baja, y no fue responsabilidad de los japoneses, sino que se trató de un soldado corneado por un toro furioso.

Un submarino soviético hundió un barco de transporte de pasajeros alemán (Wilhelm Gustloff), que transportaba a más de 10.000 civiles y personal militar evacuado de Polonia con rumbo a Kiel. Murieron unas 9.500 personas, algunas directamente por la explosión, otras durante los disturbios que se produjeron durante el proceso de evacuación del barco y muchos más congelados en el agua helada del Báltico. Unas 1.200 personas pudieron ser rescatadas. Es posiblemente el naufragio con mayor número de víctimas de la historia.

Ese día Hitler pronunció un discurso que fue retransmitido por radio con motivo del duodécimo aniversario de su ascenso al poder. Una vez más instó al pueblo alemán a mantener el espíritu de resistencia, pero no inspiró mucha confianza. Ese mismo día Albert Speer le informó que, con la pérdida ante los soviéticos de la región industrial de la Alta Silesia, era imposible mantener el suministro de armas y municiones. Hitler respondió que no le gustaba recibir malas noticias y le ordenó que no informara a nadie de ello.

En Italia el gobierno de Ivanoe Bonomi estableció el derecho de voto de las mujeres. Bajo el gobierno de Mussolini las mujeres sólo habían visto reconocido su derecho a voto en las elecciones locales (claro que, para las elecciones generales, era Mussolini el que establecía de antemano los ganadores, así que importaba poco que las mujeres votaran o no).

Ese día se inició la Conferencia de Malta, en el que representantes británicos y estadounidenses se reunieron para preparar la conferencia de Yalta, en la que Churchill y Roosevelt se iban a reunir con Stalin unos días más tarde.

El frente occidental estaba de nuevo donde había estado antes de que se iniciara la batalla de las Ardenas.

El 31 de enero un submarino estadounidense hundió dos petroleros japoneses (Daietsu Maru y Enki Maru) ante la costa de Vietnam.

La aviación estadounidense hundió un destructor japonés (Ume) al sur de Formosa. Destructores estadounidenses hundieron un submarino japonés cerca de la isla filipina de Mindoro. Por su parte, lanchas torpederas suicidas hundieron un cazasubmarinos estadounidense cerca de Luzón.

A las 8:00 Mucci pudo finalmente ponerse en contacto por radio con su cuartel general, desde donde recibió instrucciones de dirigirse a Talavera, una ciudad que acababa de ser capturada por los estadounidenses y que se encontraba a 18 km de su posición. Allí los prisioneros liberados pudieron ser montados en camiones y transportados hasta Guimba, donde fueron despiojados, duchados y recibieron ropa limpia. Ese día Edwin Rose despertó y se encontró solo en el campamento. Tranquilamente, se afeitó, se puso la ropa limpia que había guardado para el día en que fuera rescatado y salió del campamento. Afortunadamente fue encontrado por unos guerrilleros que lograron informar a los estadounidenses para que enviaran un destructor de tanques a recogerlo. En total habían sido liberados 489 prisioneros de guerra y 33 civiles. Otros dos prisioneros habían muerto. Uno de un ataque al corazón en el mismo momento en que estaba siendo liberado, otro murió al poco de llegar a Talavera. Se calcula que más de medio millar de japoneses (tal vez un millar) murieron durante la operación. Los prisioneros rescatados informaron de los crímenes de guerra cometidos por los japoneses en Bataán y en Corregidor, lo que aumentó drásticamente el apoyo de la opinión pública occidental a la guerra contra Japón.

Para entonces las tropas desembarcadas en San Narciso habían liberado toda la provincia de Zambales, y las fuerzas japonesas se habían replegado a la península de Bataán. En el istmo habían construido una red de fortalezas conectadas con túneles y trincheras. Para los estadounidenses, liberar Bataán tenía un gran valor psicológico, pues allí se había rendido tres años antes el ejército estadounidense destinado en las Filipinas.

En Birmania a las 5:45 los japoneses atacaron por sorpresa a un regimiento de infantería británico en una colina en Arakan, cerca de Kangaw. En una zona había tres tanques que fueron víctimas de ataques suicidas: ingenieros japoneses se abrieron paso en combates cuerpo a cuerpo y luego treparon sobre ellos portando cargas explosivas que hicieron estallar. Así destruyeron dos de los tanques tanques. A las 9:30 los británicos lanzaron un contraataque que resultó fallido, al cual siguieron varios más. Sólo a las 17:00 los japoneses empezaron a retirarse de la colina, pero un último contraataque británico al anochecer fue rechazado de nuevo. A lo largo del día los japoneses habían arrojado unas 700 bombas sobre la colina en disputa.

El campo de concentración de Stuthof, en Polonia, había sido evacuado ante el avance soviético. Sus prisioneros fueron obligados a marchar hasta Palmnicken, pero sólo 3.000 de los 13.000 que salieron acabaron llegando a su destino. Ahora las SS querían deshacerse de los que quedaban, y su primera idea fue meterlos en un túnel de una mina y sellar la entrada, pero el dueño de la mina, Hans Feyerabend, se negó y afirmó que mientras él viviera no se mataría a nadie en su mina. Feyerabend ya no vivía. No está claro si se suicidó o "lo suicidaron", pero para entonces las SS habían optado por un plan más simple: llevaron a los prisioneros al mar y los obligaron a punta de pistola a meterse en el agua sin dejar de avanzar. Sólo 33 prisioneros sobrevivieron.

Una unidad del Ejército Rojo cruzó la superficie helada del Óder y tomó la ciudad alemana de Kienitz, a unos 80 km de Berlín. Por el oeste, tropas canadienses capturaron, tras varios días de combates, la ciudad neerlandesa de Kapelsche Veer, sobre el Mosa, los franceses tomaron Elsenheim y Marckolsheim, y los estadounidenses Widensolen, estrechando aún más la bolsa de Colmar.

A las 10:04 fue fusilado en Francia el soldado estadounidense Eddie Slovik, que tenía entonces 24 años. A los soldados que lo llevaron ante el pelotón de fusilamiento les dijo:

No me fusilan por haber desertado del Ejército de los Estados Unidos; otros miles lo han hecho. Es que necesitan dar ejemplo con alguien y me han elegido a mí porque soy un exconvicto. Yo robaba cosas cuando era un niño, y por eso me fusilan. Me fusilan por el pan y los chicles que robé cuando tenía 12 años.

Fue el primer soldado estadounidense condenado a muerte por deserción desde la Guerra Civil. Durante la Segunda Guerra Mundial un total de 2.864 soldados fueron juzgados por deserción y 49 fueron condenados a muerte por ello, pero en los otros 48 casos la sentencia fue conmutada por una autoridad militar de mayor rango. Por otro lado, un total de 102 soldados estadounidenses fueron fusilados por crímenes de violación o de asesinato de civiles sin provocación previa. Aparte de que Solvik no sólo había robado pan y chicles (por ejemplo, en una ocasión robó un coche y lo estrelló mientras conducía borracho), lo que lo llevó a la muerte no fue su condición de exconvicto, sino el cinismo propio de un delincuente habitual con el que quiso conducir su caso: no quiso ser un prófugo, quiso ser juzgado y condenado cuanto antes, se aseguró de autoinculparse para agilizar el juicio, rechazó diversas ofertas de sobreseimiento, y no se molestó en defenderse, pues su propósito era convertir en un mero trámite el cambio de su servicio militar por unos años de cárcel, con la perspectiva de que las condenas se anularían una vez terminada la guerra. El propio Eisenhower convino en que el precedente que hubiera sentado permitir que se saliera con la suya habría sido nefasto. De las once balas que dispararon contra él (la costumbre era que, de los doce fusiles, uno estuviera cargado con una bala de fogueo) las once impactaron en su cuerpo, es decir, que ninguno de los soldados del pelotón prefirió errar el tiro a propósito. Su viuda pidió a los siete presidentes de los Estados Unidos que siguieron a Roosevelt (entre ellos estaría el propio Eisenhower) que anularan la sentencia, pero ninguno de ellos accedería.

Tras haber avanzado sin dificultad unos 5 km, el 1 de febrero los estadounidenses se encontraron con la primera fortaleza japonesa que defendía la entrada a la península de Bataán. El avance se detuvo y se iniciaron duros combates en los que los estadounidenses no acababan de tener información suficiente sobre la disposición de las defensas japonesas.

En la cordillera de Tsimba, en Bougainville, los australianos organizaron un contraataque que causó 30 bajas a los japoneses.

Singapur fue bombardeada por 112 aviones británicos. La base naval japonesa resultó gravemente dañada. Algunos de los aviones se desviaron para atacar otros objetivos en Panang y Martaban. Un caza japonés abatió un bombardero británico, y otro fue destruido en un aterrizaje forzoso.

En Birmania los británicos encontraron abandonada la colina que los japoneses habían atacado el día anterior. Allí quedaban 340 cadáveres japoneses. Los británicos contaron 45 muertos y 90 heridos. Mientras tanto, en la isla de Ramree, los británicos rodearon una fortaleza japonesa, y sus 900 defensores la abandonaron tratando de reunirse con un batallón atravesando la jungla, pero los británicos rodearon la zona y los japoneses tuvieron que combatir contra los escorpiones, mosquitos tropicales y los cocodrilos.

El gobierno comunista búlgaro había organizado un "Tribunal Popular" que ese día empezó a promulgar sentencias de muerte. Ese mismo día fueron fusilados los tres regentes del zar Simeón II (que tenía entonces ocho años): su tío, el príncipe Cirilo, el exministro Bogdan Filov y el general Nikola Mikhov. La misma suerte corrió Ivan Bagrianov, el que fuera primer ministro hasta el golpe de Estado comunista, a pesar de que en todo momento se había mostrado favorable a los aliados (occidentales) y contrario a las cesiones a Alemania. Pero, claro, no era comunista, así que había que matarlo para que la Internacional pudiera llegar a coincidir con el género humano. También fueron fusilados ese día los ex primeros ministros Petar Gabrovski y Dobri Bozhilov. (Actualmente en Bulgaria el 1 de febrero es festivo en recuerdo de las víctimas del comunismo.) En total, el régimen comunista asesinaría a través de este tribunal a 8 consejeros reales, 22 ministros, 67 parlamentarios y 47 generales. En total, serían acusadas 11.122 personas, de las cuales 9.155 serían condenadas 9.155, de entre ellas 2.730 a muerte y 1.305 a cadena perpetua. No obstante, no es seguro que todas las sentencias fueran ejecutadas.

Los soviéticos llegaron a Liebenov, en Polonia, cerca de la frontera con Alemania. En el frente occidental, tras tres días de combates, los estadounidenses recuperaron Kesternich, en Alemania, junto a la frontera con Bélgica, de donde habían sido expulsados dos meses antes.

En Alsacia los franceses liberaron Artzenheim,

Ecuador declaró la guerra a Alemania y a Japón y autorizó a los Estados Unidos a usar la isla de Baltra (en las Galápagos) como base naval.

Por esas fechas se publicó en los Estados Unidos una nueva novela de Agatha Christie, con el título de Muerte recreada, si bien a finales de año se publicaría en Gran Bretaña con el título original de Cianuro espumoso. Ese mismo mes se publicó Reencuentros, una novela de John Steinbeck

El 2 de febrero submarinos estadounidenses hundieron un petrolero japonés (Nanshin Maru) y un barco de escolta cerca de Malasia.

En el diario Pravda apareció un artículo sobre Auschwitz, pero sin muchos detalles. Ni siquiera se mencionaba a los judíos, sino meramente a "víctimas del fascismo".

El Alto Mando soviético dio por terminada la ofensiva del Vístula-Óder, que había llevado al Ejército Rojo hasta la frontera entre Polonia y Alemania. Sin embargo, el norte de Polonia (Pomerania) y el sur (la Baja Silesia) seguían bajo control alemán y era necesario asegurar los flancos antes de continuar hacia Berlín, así que el avance se detuvo momentáneamente.

Ese día fue ahorcado Carl Friedrich Goerdeler, el que fuera alcalde de Leipzig. Poco después del ascenso de los nazis al poder se convenció del peligro que suponía el nazismo y viajó por el mundo alertando sobre él. Incluso había llegado a reunirse con Winston Churchill. Luego se implicó en diversos intentos de atentados contra Hitler, incluido el del 20 de julio del año anterior, por el que finalmente fue arrestado, torturado durante meses y condenado a muerte por el "Tribunal Popular" de  Roland Freiser. Dejó una carta que terminaba con la frase: Pido al mundo que acepte nuestro martirio como disculpa para el pueblo alemán.

En Alsacia los estadounidenses liberaron Andolsheim. Tropas francesas y estadounidenses lograron entrar en Colmar y pasaron los días siguientes limpiándola de alemanes.

Roosevelt llegó a Malta, pero esquivó toda discusión con Churchill o con Anthony Eden sobre una posible postura común ante Stalin. Poco después saldrían en avión hacia Yalta, en Crimea junto con las delegaciones de sus países respectivos, casi 700 personas, que ocuparon 25 aviones. Se había propuesto celebrar la reunión en Malta, Chipre o Atenas, pero Stalin había rechazado todas las propuestas, tal vez por miedo a salir de la Unión Soviética o simplemente por miedo a volar.

El 3 de febrero fuerzas estadounidenses capturaron un puente sobre el río Tullahan, que los separaba de Manila. Por la tarde lograron entrar en la capital filipina, pero apenas pudieron avanzar por sus calles antes de encontrarse con fuertes defensas japonesas.

Las delegaciones británica y estadounidense llegaron a Yalta, donde Roosevelt y Churchill fueron recibidos por Viacheslav Mólotov (el comisario de Asuntos Exteriores). Stalin estaba de camino, en tren.

La fuerza aérea estadounidense envió 1.500 bombarderos a Berlín protegidos por 1.000 cazas, que arrojaron más de 2.000 toneladas de bombas sobre la ciudad. Fue el mayor bombardeo que había sufrido la ciudad en toda su historia. Causó 2.894 muertos y unos 20.000 heridos. Unas 120.000 personas se quedaron sin hogar. Varios sectores de la ciudad quedaron reducidos a escombros. Un gran incendio se fue expandiendo por el viento y tardaría cuatro días en ser sofocado. La falta de suministros hizo que las defensas antiaéreas alemanas sólo pudieran derribar 36 aviones. Entre los edificios afectados estuvo la Cancillería del Reich, el cuartel general de la Gestapo y la sede del Tribunal del Pueblo. Allí el juez Roland Freisler estaba juzgando al tenienteo Fabian von Schlabrendorff, que había participado en el complot del 20 de julio. Sabiendo que no tenía nada que perder, Schlabrendorff se había mostrado en todo momento desafiante, y Freisler llegó a decirle que lo iba a mandar directamente al infierno, a lo que Schabrendorff le respondió que con gusto le permitía ir delante. Se produjo entonces el aviso del bombardeo, pero los aviones llegaron antes de que hubiera dado tiempo a evacuar la sala. Freisler sería encontrado muerto bajo una columna con el expediente de Schlabrendorff en su mano. Se dice que nadie lamentó su muerte. Sus dos hijos se cambiaron el apellido poco después. Tras la destrucción de la sede de la Cancillería, Hitler pasó a vivir casi exclusivamente en el búnker de dos plantas situado bajo el jardín del edificio. Schlabrendorff sobrevivió.

Fragatas británicas hundieron un submarino alemán ante la costa noruega.

En la reducción de la bolsa de Colmar los estadounidenses tomaron Biesheim tras un día de combates. Otras unidades francesas y estadounidenses estaban despejando de alemanes las zonas liberadas en los últimos días.

El 4 de febrero un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Tairai Maru) en el mar Amarillo. La aviación japonesa hundió un submarino estadounidense (USS Barbel) en las Filipinas.

La aviación estadounidense bombardeó la ciudad japonesa de Kobe, la sexta más poblada del país, con más de un millón de habitantes. Sus casas estaban hechas mayoritariamente de madera, así que se lanzaron principalmente bombas incendiarias que causaron graves daños. Las fabricas principales también acusaron el bombardeo.

Una división de infantería estadounidense liberó a más de mil prisioneros de guerra que se encontraban en una cárcel de Manila, previamente abandonada por los japoneses, mientras otros rodeaban lo que había sido el campus de la Universidad de Santo Tomás, ahora convertida en otro campo de concentración. Más tropas iban llegando a las afueras de la ciudad por otros sectores, pero no lograban penetrar en ella, pues había japoneses atrincherados por todas partes. Al mando en la ciudad estaba el general Tomoyuki Yamashita, que ordenó destruir todos los puentes e instalaciones vitales de la ciudad.

Stalin llegó a Yalta y empezó visitando a Churchill. Ambos convinieron en que la derrota alemana era inminente, a lo que Churchill añadió que eso era más claro aún después de que Hitler hubiera destituido a varios de sus mejores generales.

Luego Stalin visitó a Roosevelt acompañado de Mólotov. El presidente estadounidense expresó su indignación ante la destrucción apreciable que la guerra había ocasionado en Crimea. Al parecer, llegó a decirle : Espero que proponga de nuevo un brindis por la ejecución de 50.000 oficiales del ejército alemán, en referencia al brindis que Stalin había hecho durante la conferencia de Teherán y que había llevado a Churchill a levantarse y marcharse de la sala. Stalin respondió que la destrucción de Crimea no era nada comparada con la de Ucrania.

Luego hablaron del papel de Francia en la guerra y la postguerra. Stalin afirmó que de Gaulle era poco realista, pues reclamaba derechos iguales a los de la Unión Soviética, los Estados Unidos y Gran Bretaña, cuando —según él— Francia había hecho muy poco en la guerra. Roosevelt, a quien tampoco le caía bien de Gaulle, comentó que en la conferencia de El Cairo se había comparado con Juana de Arco. Ambos estuvieron de acuerdo en conceder a Francia una zona de ocupación en Alemania por mera "amabilidad".

El caso era que de Gaulle no había sido invitado a Yalta, y el general francés nunca perdonó la afrenta. La atribuyó a la animadversión que Roosevelt sentía hacia él, pero lo cierto es que Stalin también había puesto objeciones a su presencia. A las 17:00 se inició la primera reunión, en la que hubo un total de 28 participantes. Stalin estuvo acompañado de Mólotov, Churchill de Eden y Roosevelt del general Marshall. Antes de las 19:00 la reunión terminó y Eden anotó en su diario que el ambiente había sido de cooperación. Más tarde hubo una cena en la que comieron caviar con pollo frito. Churchill y Roosevelt le confesaron a Stalin que a sus espaldas lo llamaban "Tío Joe", y Mólotov respondió que sus servicios de inteligencia ya le habían comunicado esto hacía dos años. También se habló del destino de Polonia, y Eden manifestaría más tarde que le había escandalizado el desprecio con que Stalin concebía a los países pequeños.

Un submarino soviético hundió un petrolero alemán (Hiddensee) en el Báltico.

Rudolf Hess seguía preso en Gran Bretaña, donde daba muestras de desequilibrio mental. Ese se clavó un cuchillo, aunque las heridas que se provocó fueron leves. Desanimado por las noticias de que Alemania estaba perdiendo la guerra, pasó una semana sin comer, y sólo aceptó la comida ante la amenaza de ser alimentado por la fuerza.

Fragatas británicas hundieron un submarino alemán cerca de Irlanda.

Ese día se completó la liberación de Bélgica.

El 5 de febrero los defensores del campo de concentración de Santo Tomás negociaron con los estadounidenses liberar a los prisioneros que habían tomado como rehenes a cambio de que los dejaran salir portando únicamente armas individuales y les dejaran vía libre hasta una zona al sur de la ciudad. Los japoneses no sabían que esa zona estaba bajo control estadounidense, así que los estadounidenses aceptaron el trato, los dejaron salir tranquilamente respetando lo acordado, y luego los japoneses fueron tiroteados por las fuerzas que se encontraban en su lugar de destino. Varios murieron y el resto fue apresado.

Tropas británicas se acercaron a Pakokku, en Birmania, con la misión de establecer una cabeza de puente en el río Irrawaddy. Los japoneses les bombardearon desde Kahnla, una aldea situada en la orilla opuesta del río. Un ataque a la aldea de Kahnia terminó con unos 30 japoneses muertos y muchos heridos.

En la segunda reunión plenaria de la Conferencia de Yalta se abordó la cuestión del destino de Alemania tras la guerra. Una comisión conjunta previa ya había acordado una partición provisional en tres áreas de ocupación, aunque se podría crear una cuarta para Francia. Stalin propuso el desmembramiento definitivo de Alemania, a lo que Churchill se opuso, considerando que era mejor posponer la decisión hasta el final de la guerra. Roosevelt sugirió dividir Alemania en cinco o siete Estados.

Luego se abordó la cuestión de si Francia tendría su propia zona de ocupación. Churchill se mostró dispuesto a ceder a Francia parte de la zona que se le asignara a Gran Bretaña, pues, previendo lo que iba a pasar, quería forjar una alianza sólida con Francia contra el avance del comunismo al oeste de Alemania. Stalin se negó, probablemente porque adivinaba las intenciones de Churchill, y Roosevelt propuso ceder una zona a Francia, pero sin darle acceso al órgano que gobernaría Alemania. No obstante, cuando Roosevelt anunció casualmente que los Estados Unidos no tenían intención de permanecer en Europa más de dos años, Stalin se apresuró a aceptar su propuesta sobre Francia.

Luego se abordó la cuestión de las indemnizaciones de guerra que debería pagar Alemania. Stalin reclamó 10.000 millones de dólares para la Unión Soviética, pero Churchill señaló que las altas indemnizaciones que se había hecho pagar a Alemania tras la Primera Guerra Mundial habían tenido nefastas consecuencias. Roosevelt sugirió dejar suficiente industria a Alemania como para autoabastecerse, pero sin llegar a un nivel de desarrollo superior al de la Unión Soviética.

Fuerzas soviéticas cruzaron el río Oder en Brzeg.

En el campo de concentración de Ravensbrück fue ejecutada Violette Szabo, junto con otras agentes británicas.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Henry B. Plant) en el canal de La Mancha.

Ecuador declaró la guerra a Japón.

El 6 de febrero submarinos estadounidenses hundieron un petrolero japonés (Engen Maru) en el mar del Sur de China y un transporte (Shohei Maru) en el mar Amarillo.

El general MacArthur anunció que Manila había caído y que 5.000 prisioneros de guerra habían sido liberados, pero no tardaría en tener que retractarse. Los japoneses seguían resistiendo en la mayor parte de la ciudad. Los estadounidenses capturaron ese día varias fuentes de suministro de agua.

Tras un bombardeo que había durado un día completo, a las 9:00 los australianos atacaron las posiciones japonesas en la cordillera de Tsimba, en Bougainville. Tres pelotones asaltaron la montaña desde puntos distintos apoyados por la artillería y la aviación. A las 11:30 los japoneses estaban rodeados. Los australianos contaron 9 muertos y 20 heridos.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Peter Silvester) en el océano Índico.

En la tercera reunión plenaria de la Conferencia de Yalta se abordó la organización de las Naciones Unidas. Entre otros temas, se tocó también el caso de Polonia. Churchill expresó su deseo de que la nueva Polonia fuera un Estado libre e independiente. Stalin pronunció una de sus frases más cómicas:

Todos dicen que soy un dictador, pero tengo suficiente sentimiento democrático para no establecer un gobierno polaco sin polacos.

Churchill respondió que el gobierno comunista polaco establecido por los soviéticos no representaba ni a la tercera parte de la población, pero ese detalle ya excedía el sentimiento democrático de Stalin. Posteriormente Roosevelt escribió una carta a Stalin en la que expresó su negativa a reconocer el gobierno polaco comunista y solicitó llevar inmediatamente a Yalta a representantes de este gobierno y también del gobierno polaco en el exilio.

En la bolsa de Colmar, los estadounidenses tomaron la ciudad fortificada de Neuf-Brisach, gracias a la ayuda de un adulto y dos niños que mostraron a los estadounidenses unas entradas no defendidas.

Los partisanos yugoslavos expulsaron a la Ustacha de la ciudad de Široki Brijeg, en Herzegovina. Como consecuencia, los alemanes tuvieron que replegar el frente hasta Mostar.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Everleigh) en el canal de La Mancha.

En Francia seguía su curso la llamada depuración legal. Ese día fue ejecutado Robert Brasillach, un periodista y escritor francés de 35 años que había encarnado el arquetipo de fascista durante la guerra. Desde el semanario que dirigía, había llamado al asesinato de políticos de izquierda, a la ejecución sumarísima de los miembros de la resistencia capturados, había publicado nombres y direcciones de judíos ocultos... Se declaraba admirador de José Antonio Primo de Rivera y del falangismo español, mientras que el Mein Kampf lo describió como "una obra maestra del cretinismo". Tras la liberación de París se escondió y escribió en su diario: Los judíos han vivido en armarios durante cuatro años, ¿por qué no imitarlos? Pero finalmente salió para librar a su madre de la cárcel, y entonces fue arrestado. Cuando fue condenado a muerte sus palabras fueron: Es un honor. Un grupo de escritores (algunos de izquierdas) firmaron una petición de indulto que dirigieron a de Gaulle, pero éste la rechazó. Sus últimas palabras antes de ser fusilado fueron: ¡Viva Francia, de todos modos!

Para evitar un destino similar, el escritor Belga Georges Simenon había huido a Canadá. Sus éxitos literarios, e incluso cinematográficos, durante la ocupación habían suscitado una investigación.

El 7 de febrero submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Okinoyama Maru) en el mar de la China Oriental, un petrolero (Daigyo Maru) cerca de Saigón y un barco de escolta cerca de la costa vietnamita.

El general MacArthur entró en Manila, a pesar de que la mayor parte de la ciudad seguía en manos de los japoneses.

En la cordillera de Tsimba, los japoneses lanzaron una carga banzai que fue rechazada por los australianos, pero que les permitió abrir una vía de escape. Pese a ello, mantuvieron un pequeño grupo de soldados defendiendo la posición.

En Birmania los británicos llegaron hasta la ciudad de Ramree, donde los japoneses ofrecieron resistencia.

Los soviéticos tomaron una estación de ferrocarril al sur de Buda.

Paraguay declaró la guerra a Alemania y a Japón.

Tras casi una semana de duros combates y al precio de muchas bajas, el 8 de febrero los estadounidenses habían logrado superar las defensas japonesas que les impedían el paso a la península de Bataán. Tras unos días de limpieza de la zona, unos 2.400 de los 2.800 japoneses destinados en la zona estaban muertos. Los estadounidenses sólo hicieron 25 prisioneros.

Los comunistas filipinos estaban resultando cada vez más molestos, así que los estadounidenses arrestaron a sus cabecillas más relevantes, casi 20 en total, entre los que se encontraba su líder, Luis Taruc y su mano derecha, Casto Alejandrino.

El Ejército Rojo inició una ofensiva contra las posiciones alemanas en la Baja Silesia. Tras 50 minutos de bombardeo a cargo de la artillería, a las 6:00 se inició el avance, y al final del día los soviéticos habían penetrado unos 60 km en las líneas alemanas.

Mientras tanto 50.000 soldados británicos y estadounidenses con 500 tanques atacaron en el frente occidental en una extensa área a lo largo de los ríos Rin y Mosa.

El 9 de febrero un ataque aéreo expulsó de la cordillera de Tsimba a los últimos japoneses que la defendían.

En Birmania los británicos tomaron la ciudad de Ramree.

El general Guderian pidió a Himmler que dispusiera un ataque desde Pomerania contra el flanco septentrional del ejército soviético en un plazo máximo de una semana. pero Himmler respondió que no estaba en condiciones de concretar una fecha. Guderian comprendió que simplemente Himmler no tenía ni idea de qué hacer y concentraba sus esfuerzos en disimularlo. No obstante, desde que Hitler lo había puesto al frente del Grupo de Ejércitos Vístula, Himmler se empleaba a fondo en su trabajo, al que dedicaba nada menos que unas cuatro horas diarias, siempre después de su masaje diario y sin perdonar una larga siesta después de comer. Se había instalado en un tren que rara vez abandonaba, sin radio ni apenas mapas y con una única línea telefónica, ideal para que no le molestaran con detalles técnicos desde los distintos puntos del frente.

El crucero alemán Almirante Scheer había llegado a la costa de Prusia Oriental y empezó a bombardear las posiciones alemanas en la península de Sambia.

En el frente occidental, los alemanes trataron de frenar el avance aliado en el frente occidental destruyendo varias presas en el Rur. El nivel del río fue aumentando rápidamente y durante dos semanas buena parte del valle del Rur quedó inundada. Entre tanto Hitler prohibió al mariscal Gerd von Rundstedt que retrocediera, arguyendo que ello sólo retrasaría un enfrentamiento inevitable. Sin embargo, ni las inundaciones y los densos bosques de la zona detuvieron el avance aliado.

Dos cazas británicos detectaron un destructor alemán que estaba siendo remolcado a lo largo de la costa noruega para ser reparado de los daños al haber encallado dos días antes. Pasado el mediodia, más de 40 aviones fueron enviados en su persecución. Sin embargo, los alemanes sabían que habían sido detectados y se habían preparado para un ataque. El barco había sido llevado al interior de un fiordo, donde podía ser bien defendido por varios barcos de escolta. La batalla se inició a las 16:10 y poco después aparecieron 112 cazas alemanes. A las 16:25 los aviones aliados se retiraron. Para entonces, los barcos alemanes habían derribado siete de ellos y los aviones otros tres. Muchos de los aviones supervivientes estaban dañados, y algunos tuvieron que tomar tierra sin disponer de tren de aterrizaje. Los barcos alemanes apenas sufrieron daños.

La ruta noruega se había convertido en la principal ruta de abastecimiento de Alemania, por lo que los británicos estaban destinando más recursos a interrumpirla. Ese díaun  submarino británico hundió otro alemán en la zona. Fue la única vez en la historia que un submarino ha hundido a otro estando ambos completamente sumergidos.

En Francia ya no quedaba nada de la bolsa de Colmar. Todas las tropas alemanas estaban ya al oeste del Rin.

Tras algunas victorias menores, el 10 de febrero los británicos lanzaron el ataque principal sobre el río Irrawaddy. Aunque tuvo que realizarse sin apoyo aéreo por el mal tiempo, por la tarde se había establecido una cabeza de puente. Por la noche los japoneses lanzaron seis contraataques, pero ninguno tuvo éxito.

El día anterior había zarpado de Pillau el SS General von Steuben, que llevaba más de 4.000 pasajeros alemanes, principalmente personal militar, que estaba siendo evacuado de Prusia Oriental. Poco después de la medianoche fue hundido por un submarino soviético. Murieron 3.608 de sus ocupantes.

El 11 de febrero un submarino estadounidense hundió otro japonés cerca de Luzón.

Tras varios días de intensos combates los estadounidenses pudieron capturar una central eléctrica que abastecía a Manila situada en la isla de Provisor. Ese día cayeron las últimas defensas exteriores japonesas de la capital, con lo que ésta quedó completamente rodeada. En el interior los japoneses habían logrado contener con cierta eficacia a los soldados de infantería estadounidense armados con lanzallamas, granadas y bazookas, pero ahora llegaban con tanques, destructores de tanques y lanzadores de obuses, que causaban estragos indistintamente entre los japoneses y la población civil. Sin embargo, la mayor amenaza para los civiles no eran las bombas estadounidenses, como no podía ser de otra manera. Unos días antes los japoneses habían recibido esta orden:

Los estadounidenses que han penetrado en Manila cuentan cono unas 1000 tropas, y hay además varios miles de soldados Filipinos del Ejército de la Mancomunidad y las guerrillas organizadas. Todas las mujeres y los niños se han convertido en guerrillas. Todos los presentes en el campo de batalla excepto el personal militar japonés, civiles japoneses y las unidades especiales de construcción deben morir.

Durante la batalla, los japoneses ejecutaron a unos 54.000 filipinos al norte de Manila, incluyendo niños, en diversas ciudades. A las mujeres embarazadas las mataban a menudo abriéndoles el vientre. El hotel Bayview, en Manila, fue elegido como "centro de violaciones". Allí fueron llevadas unas 400 mujeres y niñas filipinas procedentes de uno de los barrios ricos de la ciudad, algunas de 12 y 14 años, donde los militares japoneses se turnaban para violarlas. Unos 20 soldados japoneses violaron a una joven y luego le cortaron los senos. Uno de ellos los cogió y se los puso en el pecho diciendo que era una mujer entre las risas de los demás. Luego la rociaron con gasolina junto con otras dos mujeres y las quemaron vivas. Éstas son sólo algunas muestras de la cultura japonesa de la época.

Los australianos liberaron Mosigetta, en la isla de Bougainville.

Un submarino británico hundió un carguero japonés (Nanshin Maru) en el estrecho de Malaca.

En Birmania la aviación japonesa daño y dejó fuera de servicio a un destructor británico (HMS Pathfinder).

Ese día terminó la conferencia de Yalta. Churchill, Roosevelt y Stalin firmaron una declaración conjunta con proyectos para cuando acabara la guerra y para el mantenimiento de la paz en lo sucesivo. El acuerdo contemplaba organizar elecciones democráticas en todos los territorios europeos liberados y celebrar una conferencia en San Francisco para organizar las Naciones Unidas. También se anunció que sólo los países que a 1 de marzo estuvieran en guerra contra Alemania y Japón serían admitidos en las Naciones Unidas.

Alemania sería dividida en cuatro partes, cada una bajo el control de uno de los aliados: Gran Bretaña, los Estados Unidos, Francia y la Unión Soviética. Además, el país sería desmilitarizado y se le exigiría una indemnización de guerra que fue fijada inicialmente en 20.000 millones de dólares. Polonia quedaría bajo un "Gobierno Provisional de Unidad Nacional" que debería convocar elecciones libres, con voto secreto, tan pronto como fuera posible. La Unión Soviética se anexionaría la parte oriental del país y, a cambio, se entregaría a Polonia una franja occidental que durante siglos había sido alemana. La Unión Soviética se comprometía a entrar en guerra contra Japón en un plazo de tres meses tras la rendición alemana. A cambio recibiría las islas Sajalín y las Kuriles.

El comunicado de Yalta reafirmó a Hitler en que la rendición no era una opción. Todavía tenía esperanzas en ganar la guerra, ahora basadas en su convicción de que los británicos y estadounidenses no tardarían en romper con los soviéticos. Por otra parte, los soldados polacos que combatían junto a los aliados también reaccionaron con indignación al enterarse de los acuerdos, que suponían entregar parte del territorio polaco a la Unión Soviética.

El Emperador Hirihito también conservaba cierto optimismo. Por esas fechas el ex primer ministro Fuminaro Konoe le recomendó iniciar negociaciones para terminar la guerra, pero Hirohito rechazó la idea, esperando al menos una gran victoria que lo situara en mejor posición para negociar.

Mientras Pest se encuentra en territorio llano, Buda está situada sobre varias colinas que los alemanes podían defender más fácilmente. Ese día cayó ante los soviéticos la ciudadela principal, situada en la colina Gellért, desde la cual los soviéticos podían bombardear toda la ciudad. Los alemanes se concentraban en apenas dos kilómetros cuadrados y estaban cada vez más acuciados por el hambre y las enfermedades. El día anterior los soviéticos habían establecido una cabeza de puente que les abría el acceso a otra de las colinas, y esa noche unos 28.000 soldados alemanes y húngaros trataron de abandonarla rompiendo el bloqueo soviético acompañados de miles de civiles. La huida se organizó en tres oleadas, protegidas por una densa niebla. En realidad los soviéticos los habían detectado y les habían tendido una emboscada. La primera oleada logró, no obstante, aprovechar la sorpresa y muchos lograron escapar en medio de la confusión. Sin embargo, las otras dos fueron aniquiladas por la artillería, que provocó miles de muertos. No obstante, entre cinco y diez mil personas lograron salir del cerco y se dirigieron hacia Viena. No obstante, apenas 600 o 700 soldados alemanes lograron llegar a territorio seguro.

Las cien toneladas de oro que componían la reserva alemana fueron trasladadas desde Berlín a una mina de sal cerca de Eisenach.

Fuerzas canadienses capturaron la ciudad de Kleve, en el corazón de la línea Sigfrido.

Un submarino alemán hundió un carguero belga (Persier) en el canal de La Mancha.

Destructores estadounidenses hundieron un submarino alemán en el océano Atlántico.

El 12 de febrero los soviéticos iniciaron una nueva campaña contra la bolsa de Curlandia atacando hacia Džūkste.

En Poznań las defensas alemanas habían ido cayendo una tras otra y ahora la guarnición estaba confinada en una ciudadela en el centro de la ciudad.

La resistencia comunista griega firmó con el gobierno el tratado de Varkiza, por el que aceptaba entregar las armas a cambio de reconocimiento legal, elecciones libres y la eliminación de las fuerzas armadas y la policía de antiguos colaboradores con los nazis. Pero no todos lo aceptaron. En especial, Aris Velojiutis lo consideró una traición y se retiró a las montañas junto con unos pocos seguidores para continuar luchando contra el gobierno y sus aliados británicos.

Bélgica sufría una crisis de abastecimiento de alimentos tras la liberación, lo que unido a otras decisiones del gobierno que fueron criticadas provocó el cese del primer ministro Hubert Pierlot, que fue sucedido por un gobierno de unidad nacional encabezado por Achille Van Acker.

Perú declaró la guerra a Alemania y Japón.

El 13 de febrero submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Kotoshiro Maru) cerca de Japón y un submarino japonés cerca de las Filipinas.

La aviación estadounidense seguía bombardeando periódicamente la isla filipina de Corregidor, y ahora se unía una flota de cruceros y destructores.

En Birmania los británicos cruzaron el río Irrawaddy cerca de Mandalay (la segunda ciudad más importante del país) por dos puntos distintos y establecieron pequeñas cabezas de puente que los japoneses atacarían durante casi dos semanas.

Las tropas alemanas y húngaras que hasta entonces habían defendido Budapest se rindieron finalmente a los soviéticos. En total habían muerto 30.000 alemanes y 9.000 húngaros en la ciudad, mientras que 11.000 alemanes y 29.000 húngaros fueron hechos prisioneros. Los intentos de rescate habían provocado 8.000 muertos, 26.000 heridos y 1.000 prisioneros. Las bajas soviéticas se estiman en unos 280.000 hombres. Una buena parte de los prisioneros de guerra que tomaron los soviéticos eran en realidad civiles que fueron arrestados tras la ocupación de la ciudad, para aparentar que se habían enfrentado a una fuerza considerablemente mayor y disimular así sus excesivas bajas. Desde principio de año, unos 32.000 alemanes y más de 500.000 húngaros habían sido llevados a la Unión Soviética como mano de obra esclava.

Giorgio Perlasca, que había estado salvando judíos haciéndose pasar por cónsul español, se las arregló para huir de Budapest cuando entraron los soviéticos y pudo llegar hasta Italia.

Los soviéticos completaron el cerco a Breslau, en Polonia. Ese día el Ejército Rojo entró en el campo de concentración de Gross-Rosen, en la Baja Silesia, previamente evacuado por los alemanes. Se calcula que en él habían muerto unas 40.000 personas.

Mienras tanto, en Bergen-Belsen, Anne Frank se encontró con dos antiguas amigas, con las que pudo conversar de vez en cuando a través de una valla. Auguste van Pels estaba con Anne y se encargaba de cuidar a su hermana Margot, que se encontraba muy enferma. Anne había perdido el pelo, estaba demacrada y con temblores. Dijo que estaba convencida de que sus padres habían muerto, y que por ello no quería seguir viviendo. (En realidad Otto Frank había sido liberado en Auschwitz.) Probablemente murió poco después a causa de una epidemia de tifus que mató a unos 17.000 prisioneros. Murió un día después que su hermana.

Los partisanos yugoslavos expulsaron a los chetniks de Nevesinje.

El general Guderian se entrevistó con Hitler y logró que éste enviara al frente oriental al general Walther Wenck con un "mandato especial". Era un intento diplomático de obviar la ineptitud de Himmler, pero no salió del todo bien, pues Hitler envió a Wenck sin especificar su grado de autoridad.

A las 21:51 las sirenas anunciaron la inminencia de un bombardeo aliado en Dresde. Una primera oleada de aviones lanzó "árboles de Navidad", que era como los alemanes llamaban a las bengalas que guiaban al grueso de la fuerza. Entre las 22:13 y las 22:28 se lanzaron 881 toneladas de bombas. El resplandor de miles de incendios podía ser visto desde unos 100 km de distancia en tierra y unos 500 km desde el aire. Un testigo presencial, entonces un niño, relató así la noche:

Vimos cosas terribles: adultos incinerados reducidos al tamaño de niños pequeños, pedazos de brazos y piernas, muertos, familias enteras quemadas hasta la muerte, gente en llamas corrió de un lado a otro, autocares quemados llenos de refugiados, rescatistas y soldados muertos, muchos estaban llamando y buscando a sus hijos y familias, y fuego por todas partes, fuego por todas partes, y todo el tiempo el viento caliente de la tormenta de fuego arrojaba a la gente a las casas en llamas de las que intentaban escapar.

Los refugiados a los que se refiere eran alemanes que habían huido del avance soviético. Se calcula que en Dresde había entonces entre 100.000 y 200.000 de ellos. En total se calcula que murieron unas 23.000 personas.

El que había sido gran rabino de Roma, Israel Zoller, se bautizó y cambió su nombre por el de Eugenio Zolli, en honor del papa Pío XII (Eugenio Pacelli).

De regreso desde Yalta, Churchill y Roosevelt se entrevistaron separadamente con el rey Faruq de Egipto. La conversación con Roosevelt fue superficial, y el presidente le regaló un avión C-47 para su colección de aviones. En cambio, Churchill le dijo que debía ocuparse urgentemente de mejorar las condiciones sociales de Egipto. Le dijo que en ninguna otra parte del mundo coexistían de forma tan evidente la extrema riqueza y la extrema pobreza. Churchill le sugirió que era una gran oportunidad para un joven rey como él dar un paso adelante y defender los intereses y mejorar las condiciones de vida de su pueblo. Faruq no consideró interesante la idea, pero se mostró interesado en saber si Egipto podría unirse a las Naciones Unidas. Churchill le respondió que, tal y como se había anunciado en Yalta, sólo los países en guerra contra el Eje podrían formar parte de la organización.

El 14 de febrero una división de infantería india tomó Pakokku, en Birmania, y cruzó el río Irrawaddy en un amplio sector. Desde allí atacaron Nyaung U y Pagan, pero el Ejército Nacional Indio defendió ambas posiciones con eficacia. Finalmente, los tanques y la artillería británica abrieron fuego desde el otro lado del río y forzaron la rendición de Nyaung U. Los defensores de Pagan también terminaron retirándose.

Un submarino alemán destruyó un carguero estadounidense (Horace Gray) en el Ártico, cerca de la costa Soviética.

Churchill visitó Atenas y desfiló por las calles de la ciudad en un coche descubierto acompañado por el arzobispo Damaskinos, donde fue aclamado por unos 40.000 atenienses.

Los partisanos yugoslavos entraron en Mostar y se inició un combate en la ciudad. Los alemanes fueron expulsados de la parte occidental.

Las tropas alemanas rodeadas en Breslau habían hecho varios intentos de romper el cerco, y ese día lograron crear un pasillo por el que algunos soldados y civiles lograron escapar, pero los soviéticos no tardaron en reconstruir el cerco. Por otro lado, los intentos soviéticos de penetrar rápidamente en la ciudad se vieron frustrados.

A la 1:05, mientras los equipos de rescate alemanes trataban de sofocar los incendios, volvieron a sonar las sirenas de Dresde. Llegaba una segunda oleada de aviones aliados. Los exploradores vieron que la magnitud de los incendios era tal que no consideraron necesario insistir en la misma zona y señalaron objetivos en el perímetro de la zona incendiada. Entre la 1:21 y la 1:45, un total de 529 bombarderos lanzaron más de 1.800 toneladas de bombas. A las 12:17 otros 316 aviones bombardearon de nuevo la ciudad hasta las 12:30. Otros 115 bombarderos se confundieron y acabaron bombardeando otros lugares: 60 bombarderos estadounidenses atacaron Praga, y otros cayeron sobre Brux y Pilsen. En Praga hubo 701 muertos y 1.184 heridos. Los pilotos estadounidenses se disculparían varias veces por su error. Una investigación posterior determinó que no se trató de un error humano, sino que los instrumentos de navegación no funcionaron correctamente.

Se dice que Joseph Goebbels estuvo llorando de rabia durante veinte minutos desde que se enteró del bombardeo, para luego arremeter contra Göring (que seguía al frente de la Luftwaffe): Si de mi dependiera, llevaría a ese cobarde bueno-para-nada, a ese mariscal del Reich ante un tribunal. Ese parásito tiene buena parte de la culpa de todo esto, pues se lo debemos a su indolencia y a su amor por su propia comodidad.

Hitler también reaccionó con furia y ordenó ejecutar a un prisionero de guerra aliado por cada civil muerto. Pero varios miembros de su entorno, entre ellos Karl Dönitz y Joachim von Ribbentrop, le quitaron la idea de la cabeza. Es curioso que esta idea de Hitler la habían llevado a la práctica habitualmente los comunistas españoles durante la guerra civil. Fue una lástima que no tuvieran asesores nazis de los que aprender algo de civilización.

Fragatas británicas hundieron un submarino estadounidense cerca de las islas Faroe, en el Atlántico.

El 15 de febrero fuerzas estadounidenses desembarcaron en el puerto de Mariveles, al sur de la península de Bataán. Desde allí se dividieron en dos grupos, uno que avanzó por la costa occidental de la península hacia Bagac y otro por la oriental hacia Pilar.

En Nueva Bretaña los australianos tomaron Kamandran tras unos breves combates en los que lograron tender una emboscada a los japoneses.

Los alemanes abandonaron Mostar y los comunistas, en cuanto tuvieron el control de la ciudad, arrestaron a siete franciscanos, los ejecutaron y arrojaron sus cadáveres a un río.

Los alemanes lanzaron una ofensiva desde Stargard, al norte de Polonia. Aunque la mayoría de las unidades no estaban preparadas en la fecha prevista para el ataque, una división lo inició igualmente y logró romper el cerco soviético a la ciudad de Arnswalde.

El general Ernst Gonell, que estaba al mando de la guarnición alemana en Poznań, creía que tropas alemanas llegarían pronto a romper el asedio soviético, pero finalmente comprendió que no iba a ser así y, furioso, organizó una salida para esa noche con unos 2.000 soldados que se infiltraron en el cerco soviético en busca de ayuda. (En total, en la ciudad había casi 48.000 soldados alemanes y húngaros, además de 25.000 policías y miembros de las SS.)

La Luftwaffe inició una misión de abastecimiento de comida y otros suministros a la guarnición de Breslau, donde estaban cercados unos 35.000 soldados y 80.000 civiles.

Los territorios yugoslavos que habían sido ocupados por Hungría pasaron ese día a ser administrados por un gobierno civil comunista (un Comité de Libereación del Pueblo). Hasta entonces habían estado bajo un gobierno militar dependiente de Tito, que se había encargado de llevar a cabo los arrestos, abusos y ejecuciones en masa típicos del comunismo, principalmente dirigidos contra la población de origen alemán y húngaro, pero también de servios y rutenos. Se calcula que unos 110.000 civiles alemanes fueron internados, de los cuales unos 46.000 murieron en cautividad.

Aviones aliados tenían que bombardear una planta de petróleo sintético situada cerca de Leipzig, pero como el objetivo estaba oculto por las nubes, atacaron un objetivo secundario, que no era sino la ciudad de Dresde. Esta vez las bombas cayeron sobre su periferia y sobre las ciudades cercanas de Meissen y Pirna.

Venezuela y Uruguay declararon la guerra a Alemania y Japón.

Al amanecer del 16 de febrero bombarderos estadounidenses atacaron una vez más la isla de Corregidor, y luego se produjo un ataque de una hora con bombardeos a baja altura y ametrallamientos. A las 8:33 lo que caía ya no eran bombas, sino un millar de paracaidistas que pillaron por sorpresa a los japoneses, y no tardaron en entablarse fieros combates. Al mismo tiempo los marines desembarcaban en la costa.

La marina estadounidense bombardeó Tokio y Yokohama. La aviación estadounidense hundió un carguero japonés (Iida Maru) cerca de la costa vietnamita.

Una lancha torpedera suicida japonesa hundió un barco auxiliar de desembarco estadounidense en Mariveles

Ese día se inició el grueso de la ofensiva alemana desde Stargard. El pasillo abierto el día anterior hasta Arnswalde fue ensanchado y los soviéticos tuvieron que retroceder 8 km. Otra línea de ataque expulsó a los soviéticos de Sallenthin y de Muscherin, pero fue detenida a unos 70 km de Küstrin, que era su objetivo. En otros puntos del frente el avance fue más reducido: 4 km hacia Liebenow y 1 km hacia Reetz. La aviación soviética hundió un carguero alemán (Emsstrom) en Brüsterort.

El Ministerio de Propaganda alemán publicó una nota de prensa en la que denunciaba el bombardeo de Dresde y afirmaba que en la zona no había industria bélica, que era una mera ciudad cultural. No era cierto, pero también podría recordar que Hitler había prometido destruir todas las ciudades británicas que figuraban en la guía Beadecker (por su valor cultural).

Ese día llegó a Berlín el conde Folke Bernadotte, vicepresidente de la Cruz Roja Sueca. Se entrevistó con Ribbentrop, Himmler y otras personalidades nazis con objeto de llegar a un acuerdo para evacuar a Suecia o Dinamarca a los prisioneros de guerra escandinavos (noruegos y daneses). Himmler se opuso y Bernadotte rebajó su propuesta a que los prisioneros escandinavos fueran concentrados en un mismo campo en el que podrían recibir asistencia de la Cruz Roja. Los alemanes dijeron que estudiarían esa posibilidad.

Una fragata canadiense hundió un submarino alemán en el mar del Norte.

El 17 de febrero los estadounidenses tomaron el Hospital General de Filipinas, en Manila, donde liberaron a unos 7.000 civiles, así como dos campus de la Universidad de Filipinas. Al anochecer los japoneses trataron de romper el cerco a la ciudad, pero fracasaron. Para entonces quedaban unos 6.000 japoneses encerrados en la ciudad.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Thomas Scott) en el mar de Barents. Corbetas británicas hundieron otro submarino alemán en la zona.

A las 4:00 el ejército alemán inició en Hungría un bombardeo de artillería que duraría dos horas, para después atacar las líneas soviéticas cerca de Für y Kürt. Los soviéticos sufrieron algunas derrotas, pero finalmente detuvieron el avance alemán.

El general Wenck regresaba al frente después de haber participado en una reunión en Berlín. Su conductor llevaba 48 horas en servicio, sin dormir, así que decidió relevarlo él mismo, pero se durmió al volante, chocó y resultó herido. Fue reemplazado por Hans Krebs y, aunque es discutible que con Wenck al frente las cosas hubieran resultado muy distintas, lo cierto es que la ofensiva alemana que acababa de empezar en Polonia perdió la iniciativa necesaria.

Un bombardeo estadounidense en Trieste hundió un acorazado alemán (Impero) y dañó otro (Conte di Cavour) que terminaría hundiéndose unos días más tarde.

Un submarino alemán hundió un petrolero británico (Regent Lion) en el estrecho de Gibraltar.

El 18 de febrero la aviación japonesa dañó un destructor estadounidense (USS Gamble) ante la costa de Iwo Jima. Pudo ser llevado hasta Saipán, pero los daños eran tales que no fue reparado.

En Manila los estadounidenses tomaron el estadio Rizal, que los japoneses habían convertido en un depósito de municiones, así como la fortaleza de San Antonio Abad.

En la península de Bataán, las tropas estadounidenses que habían desembarcado en el sur entraron en contacto cerca de Bagac con las que descendían desde el norte.

Esa noche, a las 22:30, unos 500 japoneses lanzaron uno de sus estúpidos ataques Banzai contra las fuerzas estadounidenses en la isla de Corregidor. Los combates se prolongaron hasta el día siguiente, y terminaron con más de 250 japoneses muertos, frente a 14 estadounidenses muertos y 15 heridos. Al mismo tiempo se producía un nuevo desembarco estadounidense en otro punto de la isla, que estableció otra cabeza de playa.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Tolina) en el Báltico.

Los soviéticos lanzaron su ataque principal sobre Poznań. Como si estuvieran en la Edad Media, trataron de rebasar con escalas las murallas, pero los alemanes abatían a quienes lo intentaban desde los reductos de la fortaleza, que pronto se convirtieron en el objetivo central de los soviéticos.

En el norte de Polonia los soviéticos lograron contener el avance alemán. En el sur, en cambio, los alemanes tomaron Óriás-Puszta y avanzaron hacia Bátorkeszi. También ocuparon Köbölkút.

En Eslovaquia los soviéticos dieron por finalizada su ofensiva, en la que habían destruido 17 divisiones alemanas, con unos 137.000 prisioneros. La mayor parte del territorio eslovaco estaba ahora bajo control soviético.

Con los soviéticos cada vez más cerca, Josef Mengele huyó de Gross-Rosen disfrazado de oficial alemán.

Los estadounidenses rompieron la Línea Sigfrido en Echternach.

En Italia el tiempo empezaba a mejorar y los aliados lanzaron una ofensiva de artillería contra las posiciones alemanas en la línea Gótica alrededor de Monte Castello.

La isla de Iwo Jima había sido bombardeada casi una vez al día desde principios de año. Los japoneses llevaban casi un año entero preparándose para enfrentarse a una invasión. Ésta tuvo lugar finalmente a las 8:59 del 19 de febrero, cuando la primera oleada de marines desembarcó en la costa meridional de la isla. No encontraron resistencia. En un silencio absoluto, las sucesivas oleadas de hombres y vehículos fueron tocando tierra, abarrotando la playa paulatinamente hasta que, a las 10:00, los japoneses abrieron fuego sobre ellos desde todas partes, con ametralladoras y morteros. Las piezas de artillería pesada emplazadas en el monte Suribachi aparecían tras unas puertas de acero, disparaban y desaparecían de nuevo antes de que los barcos estadounidenses pudieran bombardearlas. Los búnqueres estaban conectados por túneles, de modo que los que parecían silenciados gracias a los lanzallamas, al cabo de un tiempo se reactivaban por sorpresa. Pese a todo, con muchas bajas, los marines lograron descongestionar la playa y adentrarse en la isla. A las 11:30 llegaron al extremo del campo de aviación japonés, donde pudieron resistir una carga absurda de un centenar de japoneses. Al anochecer habían desembarcado unos 30.000 marines. A bordo del buque de mando, el general Holland Mc Tyeire Smith recibía continuos informes de bajas y de las dificultades que estaban experimentando las fuerzas en tierra. En un momento dado le dijo a un corresponsal de guerra: No sé quién será, pero el general japonés que ha organizado este número es un bastardo muy listo. El "bastardo" era el general Tadamichi Kuribayashi, y sí que era más inteligente que la media de sus colegas, pues, además de haber organizado el eficiente sistema defensivo de la isla, había prohibido estrictamente las cargas banzai que los estadounidenses esperaron en vano. En su lugar, preparó ataques nocturnos con emboscadas y toda clase de tretas para causar el mayor número posible de bajas entre los invasores.

En la batalla de Iwo Jima intervinieron con éxito seis "locutores de claves", que eran indios navajos que transmitían mensajes en un código basado en su propio idioma, totalmente incomprensible para cualquiera. Durante los dos primeros días se transmitieron unos 800 mensajes sin error alguno. Tras algunos incidentes, a cada operador navajo se le asignó un "guardaespaldas" para protegerlo de otros marines. En realidad tenían una segunda misión secreta, y era matar a su "protegido" si había riesgo de que fuera capturado por los japoneses, para proteger el código. Afortunadamente, nunca tuvieron que poner en práctica esa orden.

Mientras tanto, esa noche, en los pantanos de la isla birmana de Ramree, los cocodrilos causaron estragos entre los soldados japoneses acorralados por los británicos. Los soldados llegaron a hablar de un millar de muertos, aunque es una cifra bastante exagerada. Lo cierto fue que durante la noche no dejaron de oírse gritos de japoneses así como si estuvieran siendo devorados. En total, se calcula que de unos mil soldados japoneses que habían defendido la isla, aproximadamente la mitad logró huir al continente, mientras que de la otra mitad sólo 20 fueron capturados. Cuantos murieron entre dientes de cocodrilo y cuántos de otro modo ya es otra cuestión. El caso fue que a partir de ese momento la isla estaba ya bajo control británico.

Los soviéticos iniciaron un contraataque en el norte de Polonia, pero se estancó en un combate en las calles de Arnswalde.

En Prusia, tropas alemanas salieron de Kónigsberg, capturaron Metgethen y lograron unirse cerca de Gross Heydekrug con tropas procedentes de Pillau, con lo que formaron un pasillo que conectaba las dos ciudades.

En Hungría la ofensiva alemana iba bien. Búcs y Bátorkeszi fueron capturadas y limpiadas de tropas soviéticas. En Ebed fue rechazado un contraataque soviético. Desde Köbölkút capturaron Muzsla. Prárkány fue tomada por tropas que llegaron simultáneamente de Muzsla y Ebed. Desde allí un batallón tomó la aldea de Nana.

El 20 de  febrero submarinos estadounidenses hundieron un destructor japonés (Nokaze) cerca de Vietnam, un petrolero (Eiyo Maru) y un carguero (Daizen Maru) entre Borneo y Singapur.

En Manila los japoneses se habían retirado durante la noche se habían retirado al distrito amurallado de Intramuros. Para entonces los estadounidenses habían liberado el ayuntamiento, varias iglesias y el Hotel Manila. Fuera de Intramuros, los japoneses sólo retenían algunos edificios gubernamentales.

En Bougainville se inició una campaña de bombardeos aéreos sobre Rabaul, que a partir de entonces fue bombardeada al menos una vez al día siempre que el tiempo lo permitía.

Barcos británicos hundieron un submarino alemán cerca de la costa irlandesa.

El 21 de febrero, a las 18:45 fueron detectados 32 aviones japoneses que se dirigían hacia la flota estadounidense en Iwo Jima. Un avión se lanzó en picado contra el portaaviones USS Lunga Point, pero fue abatido a tiempo. A las 18:46 cinco aviones se lanzaron a la vez sobre el barco. Cuatro no lograron impactar el él, aunque uno de ellos patinó sobre la cubierta, provocando un pequeño incendio. El daño al barco fue mínimo, pero causó 11 heridos leves. No obstante, el quinto kamikaze cambió en el último momento su objetivo y se estrelló contra el portaaviones USS Bismark Sea provocando una gran explosión. Cuando el incendio estaba a punto de ser controlado, un segundo kamikaze se estrelló también matando a buena parte del equipo de extinción de incendios y destruyendo el sistema de bombeo de agua. Además se produjo una segunda explosión y el fuego ya no pudo ser controlado. Las municiones del portaaviones empezaron a estallar y una explosión sucedía a otra. A las 19:05 se dio la orden de abandonar el barco, que se hundió a las 21:15. En total hubo 318 muertos, algunos de hipotermia, y otros ametrallados por aviones japoneses. El portaaviones USS Saratoga también resultó dañado en el ataque, pero no se hundió.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Tairiku Maru) en el mar de la China Oriental.

En Corregidor los estadounidenses estaban rechazando numerosos ataques suicidas japoneses, que incluían la modalidad de soldados equipados con cinturones de explosivos, y que costaron unas 300 vidas (japonesas, por supuesto). Algunos atacaban desde una red de túneles. Los estadounidenses vigilaban las salidas con lanzallamas. Finalmente adoptaron la técnica del verter gasolina en ellos, prenderle fuego y esperar hasta que dejara de percibirse actividad en el interior.

Para entonces, Bataán estaba ya bajo control estadounidense. Las bajas estadounidenses habían sido cuantiosas: 339 muertos y 688 heridos. Los japoneses, por su manía de luchar hasta la muerte, contaron 2.400 muertos, 75 heridos y 25 prisioneros.

Los alemanes retiraron el grueso de sus fuerzas en el norte de Polonia, con lo que era una mera cuestión de tiempo que Pomerania quedara en manos de los soviéticos. En Hungría los alemanes contaron muchas bajas en un ataque a Köhidgyarmat, que fue tomada al anochecer.

El conde Bernadotte viajó de nuevo a Berlín, donde Himmler le comunicó que se había aceptado su propuesta de reunir todos los prisioneros escandinavos en un único campo, pero que los suecos tendrían que hacerse cargo del transporte.

El destino de Alemania quedó sellado ese día, cuando la república de San Marino le declaró la guerra.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Porto Alegre) entre Noruega y Dinamarca. Dos cargueros noruegos (Austri y Gula) fueron hundidos también por aviones británicos cerca de la costa noruega.

Tropas brasileñas expulsaron a los alemanes de Monte Castello, en la línea Gótica, media hora antes de lo previsto y horas antes de que los estadounidenses lograran tomar el Monte della Torraca.

Un submarino alemán hundió un carguero islandés (Dettifoss) en el mar de Irlanda.

El 22 de febrero un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés cerca de la costa de Vietnam.

Tras varios días de combates, los soviéticos habían logrado silenciar los reductos de Poznań, que durante mucho tiempo habían frustrado todo intento de penetrar la ciudadela. Uno fue silenciado con lanzallamas, y para otro los soviéticos no encontraron mejor medio que lanzar escombros hasta bloquear las líneas de fuego. Finalmente, esa mañana los tanques y cañones de asalto soviéticos entraban en la ciudadela. El general Gonell autorizó a sus hombres para que trataran de escapar, pero era demasiado tarde. Gonell se envolvió en una bandera y se disparó en la sien. Por la noche, los 12.000 soldados alemanes que quedaban en Poznań se rindieron a los soviéticos.

A las 8:00 los soviéticos iniciaron un bombardeo sobre Breslau de dos horas y 40 minutos, tras el cual avanzaron hasta ocupar tres suburbios de la ciudad.

Los alemanes seguían avanzando en Hungría. Ese día tomaron Bart, tras duros combates, mientras los soviéticos se retiraban hacia Bény.

Esa noche 3.500 bombarderos escoltados por 5.000 cazas aliados bombardearon 200 objetivos en las redes de comunicación alemanas: estaciones de tren, muelles, puentes, etc. Algunas bombas cayeron en Suiza, donde hubo 21 muertos.

Ese día fue liberado Vianden, en Luxemburgo, lo que supuso la expulsión de los alemanes del país.

Torpederas alemanas hundieron dos cargueros británicos (Blacktoft y Goodwood) en el mar del Norte. Un submarino alemán hundió un carguero británico (Alexander Kennedy) y una corbeta canadiense que lo escoltaba (HMCS Trentonian) en el canal de La Mancha.

Barcos británicos hundieron un submarino alemán ante la costa española, cerca de Gibraltar.

El 23 de febrero un submarino estadounidense hundió un buque de escolta japonés (Yaku) frente a la costa de Vietnam.

Los estadounidenses lograron rodear el monte Suribachi en el sur de Iwo Jima, si bien sabían que estaba conectado por túneles subterráneos con las posiciones japonesas situadas al norte de la isla. El fotógrafo Joseph John Rosenthal logró fotografiar a unos marines mientras plantaban una bandera en la cima del volcán, y la foto fue reproducida en miles de periódicos y revistas. Fue la única foto que ganó el premio Pullitzer el mismo año en que fue tomada.

A las 4:00 un batallón estadounidense montó en 54 vehículos de tracción por orugas y llegó sin ser detectado hasta unos 3 km del campo de prisioneros de Los Baños, en la isla de Luzón. El último tramo lo recorrieron a pie. Poco antes de las 7:00 un pelotón de reconocimiento tomó los puestos de vigilancia al norte y el oeste del campo, mientras guerrilleros filipinos mataban a los guardas japoneses. A las 7:00 descendieron paracaidistas y en una lucha de unos 15 o 20 minutos los estadounidenses se hicieron con el control del campo. En total, unos 400 soldados y 800 guerrilleros sometieron a los cerca de 200 japoneses que custodiaban el campo, tomados por sorpresa, y liberaron a 2.147 prisioneros, civiles y militares. No lejos de allí, a lo largo del río San Juan, había acampados más de 8.000 soldados japoneses, que fueron atacados por una fuerza de distracción, para evitar que acudieran al campo. Algunos prisioneros no querían marcharse, así que los estadounidenses incendiaron las cabañas para persuadirlos. Los heridos, las mujeres y los niños fueron montados en vehículos de tracción por orugas, que se habían acercado hasta el campamento y los demás formaron una columna que se dirigió hacia la playa, cuando las fuerzas que atacaban el río San Juan vieron que la columna llegaba a la playa, se retiraron a la defensiva para reconstruir la cabeza de puente sobre el río de la que habían salido. Los estadounidenses contaron 3 muertos y 2 heridos. Los filipinos 2 muertos y 4 heridos, los japoneses unos 70 u 80 muertos. Entre los liberados se encontraba Lois Kathleen McCoy, una niña que había nacido tres días antes, y Frank Buckles, un veterano de la Primera Guerra Mundial, que había sido capturado como civil en Manila.

A las 7:30 los estadounidenses iniciaron el asalto a Intramuros, en Manila. Tras un bombardeo con 140 cañones, penetraron en el distrito por grietas abiertas en las murallas. Durante el bombardeo, los japoneses mataron a un millar de rehenes, hombres y mujeres, que retenían consigo. Los combates se prolongaron durante varios días.

A punto de que venciera el plazo fijado en Yalta, Turquía se unió a los aliados y declaró la guerra a Alemania y Japón.

La Luftwaffe hundió un carguero estadounidense (Henry Bacon) en el mar de Barents. Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Göttingen) en la costa de Letonia.

Esa tarde, la ciudad alemana de Pforzheim sufrió uno de los bombardeos más devastadores de toda la guerra, en el que murieron unos 17.400 de sus habitantes, en 31.4% del total. Unas 30.000 personas tuvieron que usar cocinas públicas para comer, porque sus casas habían sido destruidas.

Adolf Galland fue encargado de organizar una unidad de la Luftwaffe para oponerse a los cada vez más frecuentes bombardeos aliados. Göring apreció su esfuerzo por familiarizar lo más rápidamente posible a los pilotos con los Me 262, aunque sólo disponía de momento de 16 aparatos y 15 pilotos.

El acorazado alemán Conte di Cavour se hundió en Trieste a causa de los daños que le había provocado unos días antes un bombardeo estadounidense. Ese día el general alemán Karl Wolff entabló contacto con un funcionario estadounidense en Suiza, Allen Welsh Dulles, para negociar una posible rendición de las fuerzas alemanas en Italia.

Un submarino alemán hundió un carguero canadiense (Point Pleasant Park) cerca de Sudáfrica.

El 24 de febrero submarinos estadounidenses hundieron un submarino japonés y dos cargueros (Tatsumomo Maru y Uzuki Maru).

Esa noche 174 bombarderos estadounidenses llevaron a cabo el primer bombardeo efectivo de Tokio, lanzando bombas incendiarias a baja altura, que destruyeron unos 3 km2 de la ciudad.

La aviación estadounidense bombardeó también Singapur. De un total de 116 bombarderos, 105 llegaron hasta la ciudad y dejaron en llamas el 39% de una zona de almacenes cerca de un muelle. Los estadounidenses perdieron un único avión que se estrelló en el mar al quedarse sin combustible de regreso a la India.

Ese día en Meiktila se celebraba una reunión de altos oficiales japoneses que discutían la posibilidad de un contraataque al norte del Irrawaddy. Un oficial destinado en el monte Poppa avisó de que unos 2.000 vehículos británicos se acercaban hacia Meiktila. Se trataba de una división india que había navegado desde Nyaung U hasta Taungtha, y ahora continuaba el trayecto por tierra. Sin embargo, algún japonés consideró que la cifra debía de ser errónea y le quitó un cero, y así, el informe que llegó a Meiktila hablaba de 200 vehículos.

El primer ministro egipcio, Ahmad Maher Pacha, acababa de anunciar en el Parlamento una declaración de guerra contra Alemania y Japón. Cuando estaba abandonando la cámara, se le acercó un joven de 28 años llamado Mahmoud El Essawy, quien le estrechó la mano, sacó una pistola y le disparó tres veces gritando que había traicionado a Egipto con la declaración de guerra. Essawy era miembro de los Hermanos musulmanes,  una organización que había sido fundada hacía ya 18 años por el que entonces era un estudiante llamado Hassan al-Banna. Había empezado siendo una mera organización religiosa, pero poco a poco había ido creciendo e implicándose en la política, especialmente a raíz de la revuelta palestina, hacía ya una década. Su oposición a la presencia británica en Egipto había llevado a al-Banna a aceptar financiación de la Alemania nazi, con la que compartía su aversión a británicos y judíos. Al-Banna consideraba que el Estado debía velar por la moralidad pública, recurriendo a la censura y a los castigos previstos por la ley islámica (decapitación, lapidación, amputación de manos o pies, flagelación, ...)

El primer ministro rumano, Nicolae Rădescu, había tratado de mantener a raya a los comunistas tratando de seguir el camino que había seguido Papandreu en Grecia, pero la situación era distinta. Ese día los comunistas organizaron una manifestación ante el palacio real para pedir su dimisión. Al mismo tiempo, agentes comunistas dispararon sobre los manifestantes y mataron a varios de ellos.

Los soviéticos ya habían controlado el ataque alemán en Pomerania y ese día abrieron una brecha de 60 km en las líneas alemanas al oeste de Grudziądz, por la que avanzaron casi 50 km. La ofensiva alemana había fracasado, pero convenció a los soviéticos de la necesidad de posponer el avance hacia Berlín hasta que Pomerania estuviera asegurada. Ese mismo día se inició la ofensiva, y los soviéticos avanzaron unos 20 km antes de que los alemanes pudieran detenerlos.

En Hungría los soviéticos habían protegido la ciudad de Kéménd imitando una técnica alemana de defensas antitanque, pero los alemanes lograron rebasarla en una intensa lucha y penetraron en la ciudad, donde se estableció un combate calle por calle. Los soviéticos volaron un puente sobre el río Garam, y luego tuvieron problemas para cruzar el río helado ante el avance alemán. La artillería soviética disparó contra los alemanes desde la orilla oriental del río sin preocuparse de la presencia de los propios soviéticos que trataban de vadear el río huyendo de los alemanes. Ese día los alemanes informaron de que la cabeza de puente soviética sobre el Garam había sido eliminada, y ése había sido el objetivo principal de la ofensiva, que terminaba así con éxito.

Esa noche casi 500 bombarderos aliados atacaron el muelle de submarinos de Hamburgo y dos refinerías de petróleo. Un carguero (Haukefjell) resultó hundido.

Ese día Hitler se reunió con los gobernadores nazis locales con motivo del vigésimo quinto aniversario de la presentación del programa del partido. Le temblaba ostensiblemente el brazo izquierdo y tuvo que dar su discurso sentado, en contra de su costumbre. Su discurso duró hora y media. Habló de la época "heroica" del partido y aludió a sus "armas milagrosas" que se estaban preparando y que podrían girar el curso de la guerra. Pero añadió que si finalmente Alemania perdía la guerra, eso significaría que el pueblo alemán no poseía el "valor interno" necesario y que él no sentiría la menor compasión por su destrucción.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Oriskany) en el Atlántico, cerca de Gran Bretaña, pero fue hundido a su vez por fragatas británicas en el canal de La Mancha. La RAF hundió otro en la misma zona, un destructor hundió un tercero en el Ártico y un bombardeo estadounidense sobre Bremen hundió otros cuatro submarinos más.

El 25 de febrero submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Koho Maru) y un buque de escolta (Shōnan) en el mar del Sur de China.

En el ataque al campo de Los Baños, el segundo oficial japonés al mando, el teniente Sadaaki Konishi, había logrado escapar. Era famoso por su odio hacia los blancos y su crueldad con los prisioneros. Unos días más tarde de la liberación llegó a lo que había sido el campo con unos cuantos soldados y, al ver que no quedaba ningún prisionero, se dirigió a la ciudad de Los Baños y a otras ciudades cercanas en las que asesinó a unos 1.500 civiles, hombres, mujeres y niños, por posible colaboración con los estadounidenses, además de incendiar sus casas.

Los comunistas rumanos iniciaron una brutal campaña propagandística contra el primer ministro Nicolae Rădescu, al que acusaban de no perseguir debidamente a los fascistas.

Los estadounidenses entraron en Düren, en Alemania. La propaganda alemana publicó un panfleto con fotografías de dos niños quemados en Dresde, bajo el título de Dresde, carnicería de refugiados.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Egholm) en el mar del Norte.

El 26 de febrero la aviación estadounidense hundió dos submarinos japoneses cerca de Iwo Jima y un destructor hundió un tercero.

Para entonces había terminado toda resistencia japonesa en Corregidor. Muchos japoneses —miles— se habían ahogado tratando de abandonar la isla a nado. Durante varios días se oyeron explosiones en el subsuelo: eran japoneses atrapados en túneles que preferían suicidarse antes que rendirse. Se calcula que murieron unos 6.600 japoneses, 50 resultaron heridos y 19 fueron hechos prisioneros. Otros 20 permanecieron ocultos y se rindieron meses después de que terminara la guerra. En cierta ocasión un tanque estadounidense disparó contra una cueva en la que se sospechaba que había japoneses escondidos, pero era un depósito que contenía toneladas de municiones. La explosión que se produjo mandó el tanque a varios metros de distancia y mató a sus ocupantes y a otros 48 soldados que andaban cerca. Las bajas estadounidenses en Corregidor habían sido de 207 muertos y 684 heridos.

El vicealmirante Sanji Iwabuchi, al mando de las fuerzas japonesas en Manila, se hizo el hara-kiri al amanecer. Pese a ello, los japoneses siguieron ofreciendo resistencia. No habían tenido mucho éxito conteniendo a los estadounidenses porque habían estado demasiado ocupados matando civiles.

Finalmente, los japoneses en Meiktila comprendieron que las fuerzas británicas que se aproximaban a la ciudad no eran una simple incursión, y se prepararon para defender la posición. La ciudad está situada entre dos lagos, así que el frente que había que defender era relativamente estrecho.

El rey Faruq de Egipto nombró primer ministro a Mahmoud El Nokrashy Pasha, de la Wafd. Ese día Siria y el Líbano declararon la guerra a Alemania y Japón.

Tanques soviéticos se unieron a la ofensiva en Pomerania y penetraron 40 km en las líneas alemanas.

Esa noche Berlín fue bombardeada de nuevo, y otras 80.000 personas quedaron sin hogar.

Por el oeste, mientras los estadounidenses avanzaban desde el Mosa hacia el Rin, más al norte tropas británicas y canadienses iniciaban una ofensiva similar por la Baja Renania.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Arsterturn) en Kristiansand, en Noruega.

El 27 de febrero MacArthur, en nombre de Los Estados Unidos, traspasó la autoridad en las Filipinas al presidente Sergio Osmeña.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Amato Maru) ante la costa de Vietnam.

Los soviéticos ocuparon Neustettin y rompieron el frente alemán en Baldenburg.

Un submarino alemán hundió un carguero noruego (Corvus) al oeste de las islas británicas, pero luego fue hundido a su vez por fragatas británicas junto con otro submarino.

Tras dos días de bombardeos, el 28 de febrero tropas estadounidenses desembarcaron en Palawan. Los japoneses apenas ofrecieron resistencia al desembarco. Los marines se extendieron rápidamente y llegaron a Puerto Princesa, donde descubrieron que los japoneses habían abandonado la ciudad para tomar posiciones en las montañas.

Elías Kazanjoglou era hijo de un comerciante griego que había vivido en la Constantinopla otomana, pero a sus cuatro años su familia había emigrado a los Estados Unidos, donde cambió su nombre por el de Elia Kazan. En los últimos años había destacado como actor y director teatral, y ahora estrenaba su primer largometraje: un drama titulado Lazos humanos, que fue estrenado en Manila ante las tropas estadounidenses destinadas en la ciudad. Las críticas fueron excelentes y la recaudación también.

En Birmania, los británicos atacaron Meiktila con el apoyo de la artillería y ataques aéreos. Al final del día dominaban una pare de la ciudad.

Arabia Saudí declaró la guerra a Alemania. Unas semanas antes, el rey Abdulaziz se había entrevistado con el presidente Roosevelt en el canal de Suez, donde un apretón de manos selló un acuerdo de suministro de petróleo a los Estados Unidos a cambio de protección al régimen Saudí.

Nicu Rădescu, el hijo del primer ministro rumano, que era comunista y había participado en la manifestación contra su padre unos días antes, le escribió una carta abierta en la que lo acusaba de haber ordenado disparar contra los pacíficos manifestantes.

Los estadounidenses capturaron Bitburg, en Alemania. En un discurso por radio, Joseph Goebbels afirmó que si Alemania era derrotada se quitaría con gusto la vida como hiciera Catón el Joven. La propaganda alemana estaba alertando a los alemanes que vivían en la parte oriental del Reich de lo que podían esperar si caían en manos de los soviéticos, y esto estaba provocando una serie de suicidios en masa.

Submarinos alemanes hundieron un carguero panameño (Alcedo) cerca de Islandia, otro británico (Norfolk Coast) en el mar de Irlanda y otro estadounidense (Soreldoc) entre Gran Bretaña e Irlanda.

El 1 de marzo la aviación estadounidense hundió cinco transportes (Daishin Maru, Hoshi Maru, Kinzan Maru, Taiken Maru y Toyosako Maru), un petrolero (Eisho Maru) y un barco de suministros (Kinezaki). Un submarino hundió un carguero (Tateyama Maru) cerca de la costa japonesa.

Los estadounidenses ocuparon el edificio del Ministerio de Agricultura en Manila.

En contra de las previsiones de los generales británicos, la resistencia japonesa en Meiktila, aunque tenaz, no fue nada eficaz. Dos pelotones protegidos por un único tanque eran capaces de ir despejando un búnquer tras otro sin apenas bajas. Los japoneses, en un intento de suplir su falta de armas antitanque, ponían soldados en trincheras abrazados a bombas de aviación con la orden de detonarlas cuando pasara un tanque sobre ellos, pero unos pocos soldados británicos se encargaron de volar de un tiro a estas "armas antitanque suicidas".

Fuera del plazo establecido en Yalta como condición para ingresar en las Naciones Unidas, Irán declaró la guerra a Japón con efectos retroactivos al día anterior.

En Palestina, la colaboración de la Agencia Judía con la administración británica había logrado terminar con los atentados terroristas del Irgún. Yaakov Meridor fue capturado y enviado a un campo de concentración, pero a quien no habían logrado encontrar era a Menájem Beguín. Más aún, en una carta del Alto Comisionado al ministro británico de las Colonias decía: Desafortunadamente, las listas de presuntos terroristas que confecciona la Agencia Judía sigue incluyendo a mucha gente que no tiene conexiones con el terrorismo, sino que meramente son indeseables por razones políticas para la Agencia Judía. Esto hace difícil a la policía separar las ovejas de las cabras.

Stalin añadió más presión sobre el primer ministro rumano, Nicolae Rădescu, anunciando que la Unión Soviética no permitiría la devolución del norte de Transilvania a Rumanía si éste seguía al frente del gobierno. Más aún, representantes soviéticos le dijeron abiertamente al rey Miguel I que la independencia de Rumanía peligraba si no apartaba a Rădescu del gobierno. Finalmente Rădescu presentó su dimisión y, acosado por los comunistas, acabó pidiendo asilo en la embajada británica.

Más ejércitos soviéticos se unieron a la ofensiva en Pomerania, atacando desde Reetz. Los alemanes se retiraron hacia Stettin.

En su avance por Alemania, los estadounidenses capturaron Mönchengladbach, a medio camino entre la frontera neerlandesa y Düsseldorf.

Roosevelt informó en una sesión conjunta del Congreso sobre los acuerdos alcanzados en Yalta.

El presidente salvadoreño Osmín Aguirre había convocado elecciones, pero cinco de sus contrincantes se retiraron durante la campaña electoral acusándolo de estar haciendo lo necesario para asegurar que saliera elegido su favorito, el general Salvador Castaneda Castro. Así, Castaneda ganó las elecciones con el 97% de los votos.

El 2 de marzo la flota y la aviación estadounidense iniciaron un bombardeo de 48 horas de las islas Ryuku. Un petrolero japonés (Nichirin Maru) resultó hundido.

Ese día, 64 bombarderos británicos despegaron con rumbo a Singapur, y 49 llegaron al objetivo. Bombardearon la base naval japonesa, si bien el fuego antiaéreo de los barcos japoneses limitó los resultados. Dos bombarderos fueron abatidos.

Colonia fue bombardeada por 858 bombarderos británicos.

Alemania conservaba ya pocos puntos de lanzamiento de bombas V-1 desde los que alcanzar territorio británico, así que ahora eran empleadas para atacar bases aéreas en los Países Bajos. Por otra parte, ese día empezaron a caer en Gran Bretaña versiones modificadas llamadas F-1, con más espacio para el combustible que les permitiera recorrer mayor distancia y, como contrapartida, menos carga explosiva.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (King Edgar) y otro noruego (Novasli) al oeste de Gran Bretaña.

El 3 de marzo submarinos estadounidenses hundieron un dos transportes japoneses (Nissho Maru y Suiten Maru) en el Pacífico. La aviación hundió un petrolero (Yaei Maru) al sur de Formosa.

Los estadounidenses ocuparon el edificio del Ministerio de Economía en Manila. En Palawan empezaron a producirse fuertes enfrentamientos con los japoneses cuando los marines empezaron a penetrar en las colinas que se levantan a unos 16 km del puerto.

Los británicos expulsaron a los japoneses de Meiktila, si bien éstos empezaron a preparar un contraataque que les devolviera el control de la ciudad.

Finlandia descubrió ese día que había estado en guerra contra Alemania desde el 15 de septiembre del año anterior.

En el último año, el conflicto territorial entre polacos y ucranianos (superpuesto a la guerra) se había cobrado la vida de unos 30.000 ucranianos y entre 70.000 y 100.000 polacos. Ese día la resistencia polaca dio un paso más asesinando a más de 150 ucranianos en Pawłokoma (hasta 366, según algunas fuentes).

Varios campos de concentración alemanes estaban saturándose con prisioneros procedentes de otros campos que habían tenido que ser abandonados a causa del avance soviético. Ese día llegaron unos 2.000 judíos a un subcampo de Gross-Rosen, y fueron tenidos a la intemperie, bajo la nieve, durante dos días. Cientos de ellos murieron.

Las tropas canadienses que avanzaban por Alemania hacia el Rin tomaron Xanten y se unieron a las tropas estadounidenses en Geldern.

Bombarderos de la RAF fueron enviados a destruir una base de lanzamiento de misiles V-2 en un parque de La Haya, pero las coordenadas que se dio a los pilotos eran incorrectas, lo cual, combinado con las nubes y la niebla, hizo que las bombas cayeran sobre un barrio residencial colindante. Entre las 8:00 y las 9:00 se lanzaron 67 toneladas de explosivos que provocaron grandes incendios. No había muchos coches de bomberos, ni tampoco bomberos, pues muchos habían sido empleados como mano de obra esclava por los alemanes y otros estaban escondidos para huir de eso mismo. Así que el fuego quedó descontrolado. Murieron 511 civiles, incluyendo 8 bomberos. Además hubo 244 heridos y unas 20.000 personas quedaron sin hogar. En cuanto los británicos descubrieron el error, los aviones volvieron para lanzar octavillas con disculpas. Churchill envió un mensaje mordaz al general Hastings Ismay pidiendo explicaciones por tan extraordinaria falta de puntería.

Los alemanes estaban intensificando el lanzamiento de cohetes V-2 como última medida desesperada para cambiar el curso de la guerra, o al menos para mantener la esperanza en los anuncios que hacía Hitler de próximas y poderosas "armas milagro". Sin embargo, las bombas V-2 se cobraron más víctimas en su proceso de fabricación (esclavos trabajando en condiciones infrahumanas) que explotando. Además, su producción requería recursos cada vez más escasos. El alcohol necesario para un lanzamiento requería destilar 30 toneladas de patatas, en un momento en que la comida era escasa. Ante la falta de explosivos, algunas tenían únicamente cemento en su cabeza, confiando en que su mera energía cinética causara suficiente destrucción.

El 4 de marzo 159 bombarderos estadounidenses atacaron Tokio.

Ese día se completó oficialmente la liberación de Manila. La batalla por la capital filipina había dejado 1.010 soldados estadounidenses muertos y 5.565 heridos. Unos 200.000 civiles habían muerto, en parte por las bombas estadounidenses y en parte asesinados deliberadamente por los japoneses. Sólo en Intramuros se contaron 16.665 cadáveres de japoneses.

Un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Palembang Maru) cerca de la costa vietnamita.

Arabia Saudí y Chile declararon la guerra a Japón.

Los soviéticos llegaron hasta el Báltico y las fuerzas alemanas en Pomerania quedaron divididas en varias bolsas. Unos 10.000 alemanes habían quedado aislados en Kolberg. Ese día tropas soviéticas lograron entrar en la ciudad, pero fueron rechazadas. Luego los soviéticos tomaron la cercana ciudad de Köslin y desde allí empezaron a organizar un ataque a Kolberg.

Un periódico alemán fundado por Goebbels publicó un largo artículo en el que destacaba el sufrimiento y el daño cultural causado por el bombardeo de Dresde. La propaganda alemana influyó en la prensa británica que, distorsionando unas declaraciones de un oficial de la RAF, afirmó que el gobierno británico estaba recurriendo al bombardeo terrorista.

En el transcurso de una misión de bombardeo contra Aschaffenburg, seis bombardeos estadounidenses se desviaron por error y, creyendo que bombardeaban Freiburg im Breisgau, un objetivo secundario, en realidad lanzaron 12.5 toneladas de bombas y 12 de bombas incendiarias sobre Zürich, matando a cinco personas. Otros bombarderos atacaron Basilea, también por error.

En el frente occidental los estadounidenses habían establecido cabezas de puente sobre el río Elf, y desde ellas habían ocupado Euskirchen. Una división estadounidense logró abrir una brecha en las líneas alemanas e inició una carrera hacia el Rin.

La noche anterior la Luftwaffe había puesto en marcha una operación de ataque a gran escala contra Gran Bretaña. Unos 500 cazas nocturnos habían despegado y habían cruzado el mar del Norte volando a baja altura. Pasada la medianoche se elevaron, arrojaron señuelos para los radares británicos y se dispusieron a interceptar a dos grupos de bombarderos de la RAF que regresaban de un bombardeo en Alemania. Un caza nocturno atacó a un bombardero aislado que regresaba de una patrulla. El avión resultó dañado, pero esquivó a su atacante y pudo aterrizar en una base cercana. Inmediatamente saltaron las alarmas y se activaron protocolos por los que todos los aviones en vuelo recibieron órdenes de dirigirse a bases alternativas más alejadas. No obstante, muchos bombarderos no recibieron la orden hasta las 00:45, cuando ya habían sido detectados por los alemanes. El resultado fue una gran batalla aérea sobre territorio británico cuyo balance final fue de 24 aviones británicos destruidos y 9 dañados frente a 22 aviones alemanes destruidos y 12 dañados. Los británicos contaron 18 pilotos y 17 civiles muertos y otros 12 civiles heridos. Los alemanes contaron 45 pilotos muertos y 11 heridos. Este resultado equilibrado era un fracaso para la Luftwaffe, pues sus recursos eran mucho más limitados, y el propósito de la misión había sido lograr una destrucción masiva de aviones enemigos. No habría un segundo intento.

El 5 de marzo submarinos estadounidenses hundieron tres petroleros japoneses (Ryoei Maru, Seishin Maru y Tamon Maru) y un carguero (Shoyo Maru) en el Pacífico.

En Nueva Bretaña un batallón australiano inició una serie de combates contra los japoneses al cruzar el río Wulwut, con lo que entraron en un área dominada por varias colinas alrededor del monte Sugi en la que los japoneses se habían atrincherado.

Los soviéticos capturaron Köslin, en Pomerania.

La Wehrmacht empezó a reclutar a chicos de 15 y 16 años.

El 6 de marzo un ejército chino capturó Lashio, en Birmania.

En Rumanía el rey Miguel I se vio obligado a nombrar como nuevo primer ministro a Petru Groza, que no era comunista, pero estaba dispuesto a colaborar con ellos. El Partido Comunista Rumano estaba bajo la dirección de Ana Pauker, que había pasado cuatro años exiliada en la Unión Soviética y había regresado con el Ejército Rojo, pero no quiso ponerse al frente del gobierno. En su lugar, Groza creó un gobierno de coalición en el que los comunistas estaban en minoría, pero controlaban los ministerios clave para asaltar el poder: defensa, justicia e interior. Los demás ministerios quedaron, no obstante en manos de personas de otros partidos, pero elegidas por los comunistas entre los simpatizantes del comunismo.

La Wehrmacht inició una nueva ofensiva contra los soviéticos en Hungría. Hitler consideraba prioritario conservar Austria y la parte de Hungría que todavía estaba bajo control alemán, pues allí estaban los últimos pozos petrolíferos que le quedaban a Alemania, sin los cuales sería imposible continuar la guerra. Incluso afirmó estar dispuesto a sacrificar Berlín antes que Austria y Hungría. Por ello la operación "Despertar primaveral" había sido planeada con todo cuidado y organizada con el máximo secreto. Dos ejércitos alemanes atacaron simultáneamente desde el norte y el sur del lago Balaton, con el objetivo de alcanzar el Danubio.

Un bombardeo británico en Saßnitz (en Polonia) hundió un destructor y un buque hospital alemán (Robert Mohring).

El avance estadounidense hacia el Rin se estaba produciendo a una velocidad imprevista. Ello se debía en gran parte a la desorganización de los mandos alemanes. Hitler había prohibido la retirada al margen oriental, y muchos oficiales, enfrentados a la misión imposible de defender sus posiciones y temiendo la ira de Hitler si no defendían lo indefendible, enviaban información falsa sobre su situación, y daban órdenes imposibles de cumplir para descargar la responsabilidad sobre sus subordinados.

Ese día los estadounidenses entraron en Colonia, pero no pudieron impedir que los alemanes volaran el último puente sobre el Rin que quedaba en la ciudad. De los pocos puentes que quedaban intactos, uno estaba en Remagen, donde unos 800 soldados de una división alemana estaban cruzando al margen oriental.

Un parlamentario británico planteó varias preguntas al gobierno sobre la política de bombardeos en Alemania, en las que citaba varios "datos" procedentes de la propaganda alemana.

El 7 de marzo se constituyó en Yugoslavia un Gobierno Provisional de la Yugoslavia Federal Democrática, donde lo de "democrática" era la típica broma comunista de Josip Broz Tito, que fue reconocido por sí mismo como primer ministro. El que hasta entonces había sido primer ministro del Gobierno Yugoslavo en el Exilio, Ivan Šubašić, pasó a ser ministro de asuntos exteriores. Tito puso en su gobierno no elegido por nadie una mayoría de ministros comunistas o simpatizantes del comunismo.

Rumanía declaró la guerra a Japón.

Los alemanes empezaron a evacuar Danzig.

El puente sobre el Rin en Remagen seguía intacto.  El general alemán responsable de la zona había sido capturado el día anterior, y su sustituto, el mayor Hans Scheller, no pudo llegar a la ciudad hasta las 11:15. El oficial al mando de las tropas que defendían el puente era el capitán Willi Bratge, que estaba tratando de detener a los soldados que cruzaban el puente ordenándoles que se quedaran para defenderlo, pero la mayoría eran rezagados que marchaban por su cuenta y no le hacían caso. A las 12:56 un escuadrón de reconocimiento estadounidense llegó a una colina al norte de Remagen y contempló atónito cómo el puente seguía en pie. De hecho, sólo quedaban tres puentes sobre el Rin y ése era uno de ellos. Inmediatamente comunicaron la noticia por radio y dos oficiales se acercaron a la colina para verlo por sí mismos: las calles de Remagen estaban saturadas de vehículos alemanes que trataban de llegar hasta el puente, que estaba congestionado con vehículos, soldados, civiles e incluso con ganado. Ataques aéreos anteriores habían destruido los barcos que usaban los civiles para cruzar el Rin habitualmente, y ahora el puente era la única vía. La noticia llegó al general William Morris Hoge, quien dio órdenes de capturar el puente lo antes posible. Podía ser una trampa tendida por los alemanes, pero también una oportunidad que no se podía dejar pasar. A las 13:50 salieron las fuerzas encargadas de la misión (17 tanques apoyados por infantería), y media hora más tarde estaban avanzando por Remagen haciendo frente a escasa resistencia. Ante su avance, los alemanes se apresuraban más todavía a cruzar el puente. A las 14:00 los tanques estaban ya cerca del extremo oriental del puente. El mayor Scheller tampoco tuvo éxito tratando de dar órdenes a las tropas alemanas que cruzaban el puente. Cuando quiso detener un vehículo que en el que viajaban cinco soldados y una ametralladora, éste aceleró.

Los alemanes dispusieron explosivos en el puente y a las 15:20 activaron el detonador, pero no sucedió nada. Un cabo se ofreció voluntario para llegar hasta el puente y detonar manualmente los explosivos. A las 15:50 los tanques estadounidenses habían expulsado a los alemanes del puente. Entonces se produjo la explosión, pero cuando se disipó el humo, tanto los alemanes como los estadounidenses se sorprendieron al ver que el puente seguía en pie. Sólo había estallado una parte de los explosivos, y éstos eran más débiles de lo necesario (lo único que habían conseguido los alemanes) y no fueron suficientes para dañar gravemente la estructura. Un pelotón estadounidense cruzó el puente mientras los tanques se unían para cubrirlos disparando contra la artillería alemana que había en la orilla opuesta. Los soldados cortaron los cables de detonación y arrojaron los explosivos al río.

El sargento Alexander Albert Drabik fue el primero en llegar a la orilla opuesta del río, al frente de su pelotón. Había cruzado los 117 metros del puente en una carrera, con una única pausa cuando se produjo la explosión. Todos llegaron ilesos al otro extremo y allí se atrincheraron hasta que llegaron refuerzos. Bratge trató de organizar un contraataque, pero los tanques estadounidenses lo frustraron. Buscó a Scheller, pero no estaba. Entonces trató de escapar por un túnel hasta Osberg para organizar allí otro contraataque (en esos momentos temía más a Hitler que a los estadounidenses), pero se encontró con que los estadounidenses controlaban los dos extremos del túnel, donde estaban atrapados varios civiles y soldados, así que tuvo que improvisar una bandera blanca para rendirse. Por su parte,  el mayor Scheller había tratado de informar por radio y por teléfono de la pérdida del puente, pero nada funcionaba. Sólo pudo hacerse con una bicicleta y él mismo montó en ella para informar personalmente de lo sucedido. Sólo cerca de la medianoche el mariscal Walter Model pudo ser informado acerca de la captura del puente.

Por su parte, Omar Bradley fue informado a las 20:15 y el general Harold Roe Bull, ayudante en jefe de Eisenhower, le dijo que ese puente no aprovechaba para nada, porque no encajaba con el plan previsto, y Bradley le resopondió: ¿Y qué demonios quiere que hagamos?, ¿volarlo? Entonces Bradley telefoneó a Eisenhower, que estaba cenando en Reims, el cual decidió que si el puente no se ajustaba al plan, habría que ajustar el plan al puente, y ordenó enviar a Remagen cinco divisiones que ya no hacían falta en Colonia. Sólo entonces llegaron órdenes oficiales de conservar el puente. Hasta medianoche, sólo 120 soldados estadounidenses lo habían defendido. Si los alemanes hubieran organizado un contraataque adecuado, los habrían expulsado fácilmente, pero no lo hicieron. A la entrada del puente se puso un gran cartel que decía: Cruce el Rin sin mojarse los pies. Cortesía de la novena división armada.

Fragatas canadienses hundieron un submarino alemán entre Gran Bretaña e Irlanda.

El 8 de marzo, en contra de las órdenes del general Kuribayashi, un capitán japonés ordenó una carga banzai en Iwo Jima con la que esperaba recuperar el monte Suribachi. Así, al anochecer, unos 1.000 soldados japoneses cargaron contra las posiciones estadounidenses provocando 90 muertos y 257 heridos. Al día siguiente los marines contaron 784 idiotas muertos. Mientras tanto, a lo largo del día los estadounidenses habían llegado al extremo norte de la isla, con lo que habían dividido en dos las fuerzas de Kuribayashi.

Las colinas de Palawan donde los japoneses habían ofrecido resistencia estaban ya limpias. La resistencia en la isla fue mínima a partir de ese momento.

Esa noche, un batallón indio realizó una incursión en la ciudad birmana de Mandalay. Los japoneses no tardaron en retirarse a la antigua ciudadela que los británicos llamaban Fort Dufferin.

En Pomerania los alemanes evacuaron la fortaleza de Marienburg, que llevaba dos días bajo amenaza de ser rodeadas por los soviéticos. El crucero Almirante Scheer tuvo que abandonar el Báltico oriental para reparar sus cañones, y partió llevándose consigo 800 civiles y 200 soldados heridos. Debía llegar a Kiel, pero un campo de minas lo obligó a dirigirse a Swinemünde.

En Kolberg los soviéticos recibieron refuerzos del Primer Ejército Polaco, al que le encargaron tomar la ciudad, pero un primer asalto fue rechazado, los alemanes suplían la falta de armas antitanque con la artillería de sus destructores.

Los alemanes volaron el puente sobre el Rin en Bonn. Tras haber reparado algunos desperfectos, a las 4:30 las tropas estadounidenses empezaron a cruzar el río por el puente de Remagen. Pronto aseguraron la ciudad cercana de Erpel y protegieron el puente con abundante artillería antiaérea. Al anochecer más de 8.000 soldados habían cruzado el puente y controlaban una cabeza de puente de 1.6 km de profundidad y 3.2 km de ancho.

Hitler se puso furioso cuando fue informado de la toma del puente de Remagen. Ordenó una investigación y decretó de antemano la pena de muerte para cualquiera que fuera hallado culpable de sabotaje o negligencia. También ordenó que la cabeza de puente tenía que ser destruida a toda costa. Göring llegó a pedir voluntarios para un ataque aéreo suicida contra el puente, pero incluso eso parecía inviable. Ese mismo día 10 bombarderos trataron de volar el puente, pero seis de ellos fueron derribados. A las 16:44 otros ocho bombarderos y un caza lo intentaron, pero sólo un avión sobrevivió. Media hora después atacaron otros ocho aviones, y todos fueron derribados.

Esa noche 312 aviones de la RAF bombardearon Hamburgo.

Los canadienses tomaron Xanten, en Alemania.

El general Wolff se encontró en secreto en Lucerna con Allen W. Dulles y propuso un plan de rendición para las tropas bajo su mando en Italia.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Lornaston) en el Canal de la Mancha.

Las islas del Canal seguían bajo control alemán. El oficial al mando de la guarnición alemana era el vicealmirante Friedrich Hüffmeier, que había organizado para esa noche una incursión a la costa francesa, a Granville, donde había un campo de prisioneros de guerra. A bordo de cuatro dragaminas, tres barcos armados, tres lanchas motoras, dos dragaminas pequeños y un remolcador, un soldados alemanes desembarcaron en Francia, pusieron minas en barcos británicos y uno noruego (en uno de los cuales mataron al capitán) y, mientras los barcos atacaban un cazasubmarinos estadounidense (en el que murieron 14 de sus tripulantes) otros soldados entraron en el Hotel des Bains, donde se alojaban varios oficiales estadounidenses y allí mataron a dos marines estadounidenses, un oficial británico y cinco miembros del personal militar que les ofrecieron resistencia. Poco después se retiraron llevándose consigo víveres y 67 prisioneros de guerra alemanes que habían rescatado.

Churchill envió un telegrama secreto a Roosevelt en el que le comunicaba su constatación de que, en contra de lo acordado en Crimea, Stalin había impuesto un régimen comunista en Bulgaria y ahora estaba haciendo lo mismo en Rumanía y Polonia. Merece la pena leer su análisis. Además, Churchill le propuso a Roosevelt lanzar a Stalin un terrible ultimátum: si no hacía lo necesario para garantizar elecciones libres en Polonia, se vería obligado a informar de ello al Parlamento Británico.

Japón tenía el control efectivo de la Indochina francesa, pero el almirante Jean Decoux seguía estando nominalmente al frente de la colonia y contaba con unos 65.000 soldados. El hecho de que el gobierno de Vichy ya no existiera y que Francia estuviera inequívocamente con los aliados no había cambiado en principio las tensas relaciones entre franceses y japoneses en la zona, hasta que el embajador japonés indicó a Decoux que, dado que una invasión aliada a Indochina era inevitable (?), el gobierno de Tokio deseaba organizar una "defensa conjunta" en Indochina, lo que más o menos podía interpretarse como que Japón quería el control sobre las fuerzas francesas en la colonia. Decaux puso objeciones, alegando que tal "plan de defensa" provocaría la invasión, pero concedió que que el control japonés sería admisible si la invasión se llegaba a producir realmente. El general Yuitsu Tsuchihashi, al mando de las fuerzas japonesas en Indochina (unos 55.000 hombres) no consideró suficiente esta respuesta, consideró que Decaux trataba de ganar tiempo y el 9 de marzo le presentó un ultimátum por el que las tropas francesas debían desarmarse. En los días previos había habido movimientos de tropas japonesas que dejaban claro que los japoneses iban a actuar. Decaux envió un mensaje al embajador japonés pidiendo nuevas negociaciones, pero llegó al edificio equivocado y Tsuchihashi, considerando que Decaux no había respondido al ultimátum, pasó a la acción. Esa misma noche tropas japonesas se presentaron en cada guarnición francesa exigiendo el desarme. En algunos puntos los franceses ofrecieron resistencia y se produjeron combates. En otros algunos franceses pudieron escapar y formar guerrillas, a las que se unieron algunos nativos, que preferían a los franceses frente a los japoneses.

Uno de los focos de resistencia más importantes fue Lang Son, en Vietnam, donde había una guarnición de 4.000 hombres bajo el mando del general Émile Lemonnier. Los japoneses lo habían invitado a un banquete. Lemmonier había rechazado la invitación, pero permitió ir a algunos de sus subordinados, que fueron inmediatamente arrestados y poco después la guarnición francesa era atacada con infantería y tanques. No obstante, los japoneses tuvieron que retirarse con bajas significativas.

En Hanoi el general Gabriel Sabattier tuvo tiempo de retirarse hacia la frontera con China antes de que los japoneses atacaran.

La aviación soviética hundió en Pomerania un carguero alemán (Borbeck) y un barco hospital (Meteor II) que estaba siendo usado para transportar tropas (en contra de las leyes de la guerra)

Los alemanes volaron el puente sobre el Rin en Urmitz. En Remagen los estadounidenses ya disponían de barcos para cruzar el Rin.

Los estadounidenses tomaron Bonn y Godesburg.

Como represalia por una emboscada que partisanos comunistas habían tendido unos días atrás a una columna de camiones militares de un comando fascista en el norte de Italia, 20 prisioneros de otra brigada comunista que habían sido hechos prisioneros a principio de mes fueron ametrallados en Salussola, después de haber sido brutalmente torturados. En realidad eran 21, pero uno pudo evitar la muerte atacando a la desesperada a los soldados que lo custodiaban y despeñandose por una colina.

Mussolini envió un sacerdote a Suiza con una propuesta de que Alemania e Italia se unieran con los aliados para combatir a los comunistas soviéticos. La propuesta no fue tomada en serio.

A las 6:00 los estadounidenses tenían cinco batallones antiaéreos vigilando el puente de Remagen. Sus instrucciones eran: "No os preocupéis por cuestiones de identificación. Si algo se acerca al puente, derribadlo." La aviación había organizado un paraguas defensivo que no sólo prevenía ataques por parte de la Luftwaffe, sino que también atacaba camiones y trenes alemanes en los alrededores. Los alemanes enviaron ese día 17 aviones contra el puente, de los cuales 13 fueron derribados.

El 10 de marzo a las 00:08 se inició un bombardeo sobre Tokio como nunca se había visto antes. Los primeros bombarderos en atacar crearon una cadena de incendios que dibujó una gigantesca X sobre una de las zonas más densamente pobladas de la ciudad (con más de un millón de habitantes). Después, cada grupo de aviones había recibido instrucciones de atacar un área distinta respecto de la X para asegurarse que todas las zonas recibían su parte. Un total de 279 bombarderos atacó la ciudad durante 90 minutos, durante los cuales lanzaron 1.665 toneladas de explosivos. Cuando el humo cubrió completamente la zona prevista, algunos aviones tuvieron que bombardear otras zonas de la ciudad. Algunos pilotos necesitaron máscaras de oxígeno para resistir el olor a carne quemada. Las defensas de la capital japonesa fracasaron rotundamente. La artillería antiaérea escasa y poco efectiva, aunque derribó 12 bombarderos y dañó a otros 42 (de los aviones derribados, 5 cayeron al mar y sus pilotos fueron rescatados por submarinos). Los cazas japoneses no fueron guiados por estaciones de radar y las únicas bajas que ocasionaron fueron las de varios de ellos mismos, que se quedaron sin combustible y se estrellaron. En total, los estadounidenses contaron 96 muertos o desaparecidos y 6 heridos.

En tierra, las defensas civiles también fueron inefectivas. Había unos 8.000 bomberos pobremente equipados y sus técnicas no eran eficaces contra las bombas incendiarias. Al cabo de una hora de bombardeo, los bomberos habían desistido de controlar el fuego, y en su lugar se esforzaban por guiar a la gente a lugar seguro. Los civiles que optaron por quedarse en sus casas y combatir el fuego no tuvieron ninguna opción de sobrevivir. El número de muertos se acercó a las 100.000 personas, y cerca de un millón se quedó sin hogar. Muchos civiles que vivían en barrios bajos fueron acogidos en barrios acomodados, y así tuvieron ocasión de hacerse una idea de cómo vivían los ricos, y en algunos casos eso dio lugar a protestas y saqueos.

Un submarino estadounidense hundió tres transportes japoneses (Dokai Maru, Keizan Maru y Sanka Maru) al sur del archipiélago japonés.

Tras tres días de bombardeos por parte de la flota, marines estadounidenses desembarcaron a 5 km de Zamboanga, en la península del mismo nombre situada al suroeste de la isla de Mindanao. La oposición japonesa fue mínima y la ciudad fue liberada rápidamente.

La aviación estadounidense hundió un petrolero japonés (Seishin Maru) ante la Indochina Francesa. Allí los japoneses lograron asaltar la fortaleza del general Lemonnier y lo arrestaron. Le exhortaron a que firmara una orden de rendición para todas las tropas a su mando en la zona, a lo cual se negó. Entonces le hicieron cavar una tumba (podía adivinar para quién) y le volvieron a exigir que firmara la orden. Se volvió a negar y entonces fue decapitado. Luego los japoneses ametrallaron a varios de los soldados franceses que habían capturado y decapitaron o mataron con la bayoneta a los supervivientes heridos. En total, 544 franceses murieron en Lang Son, de los cuales 387 habían sido ejecutados por los japoneses después de haberlos capturado. Además, 1.832 soldados nativos murieron en combate (menos 103, que fueron ejecutados) y unos 1.000 fueron hechos prisioneros.

Los soviéticos tomaron Elbing, en Pomerania.

Los soviéticos iniciaron una ofensiva contra la región checa de Moravia. La resistencia alemana fue grande. Durante el primer día, el Ejército Rojo apenas pudo avanzar 4 km.

Hamburgo sufrió un nuevo bombardeo.

El mayor Richard Bothmer fue juzgado por haber abandonado Bonn sin lucha. Fue degradado a soldado raso y condenado a cinco años de cárcel. Bothmer le quitó la pistola a un oficial del tribunal y se suicidó allí mismo.

Una división estadounidense cruzó el puente de Remagen bajo el fuego de la artillería alemana. Los médicos hacían lo imposible por retirar los heridos, e incluso los muertos, que bajaban la moral de los soldados. En palabras de uno de ellos: Tal vez haya un infierno en otro mundo, pero éste le está haciendo una dura competencia. Mientras tanto los ingenieros estaban construyendo otros puentes. Ese día un impacto directo mató a un oficial de ingenieros e hirió a otros 19. Un ingeniero diría: Mientras estábamos construyendo ese puente, éramos fugitivos de la ley de las probabilidades.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán al noroeste de Gran Bretaña.

Roosevelt comunicó al embajador estadounidense en Madrid que "nuestra victoria sobre Alemania conllevará el exterminio del nazismo e ideologías afines", por lo que "no hay lugar en las Naciones Unidas para un gobierno fundado en los principios del fascismo". El embajador transmitió la idea inmediatamente al ministro español de Asuntos Exteriores. Lo que al parecer no aclaró Roosevelt era cómo iba a excluir de las Naciones Unidas ideologías afines al fascismo a la vez que incluía a la Unión Soviética.

Los japoneses seguían lanzando sus globos de papel sin tener ninguna confirmación de su efectividad, que era escasa, pero ese día uno cayó en el Estado de Washington y dañó unos cables de alta tensión que abastecían el sistema de refrigeración de tres reactores nucleares del Proyecto Manhattan. No obstante, los sistemas de seguridad permitieron restablecer el suministro eléctrico de forma casi instantánea. Que los globos los enviaban los japoneses estaba claro. De hecho, la propaganda japonesa "informaba" de que estaban causando miles de muertos, pero su lugar de lanzamiento seguía siendo un misterio. Se especulaba sobre si eran lanzados desde la propia costa estadounidense por partidas que llegaban en submarinos y se volvían a marchar, o si podían ser lanzados por prisioneros de guerra desde campos de concentración, o incluso desde los centros de internamiento de estadounidenses de origen japonés. Sin emindbargo, la arena de los contrapesos de los globos fue analizada por geólogos y biólogos. Los microscopios revelaron la presencia de ciertas especies de diatomeas (algas microscópicas) y otras criaturas marinas que probaban que la arena no venía de playas estadounidenses, sino japonesas. Los geólogos llegaron a señalar específicamente la zona de Ichinomiya, en Japón como origen de la arena. Esto fue confirmado por un reconocimiento aéreo, que detectó en la zona dos de las plantas de producción de hidrógeno empleadas para hinchar los globos.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Baron Jedburgh) cerca de Bahia, en Brasil.

El 11 de marzo un portaaviones estadounidense resultó ligeramente dañado en Iwo Jima por un ataque kamikaze. El ataque fue un fracaso, pues de un total de 24 bombarderos, 13 tuvieron que regresar a la base por problemas en el motor y el resto sólo consiguió el resultado antedicho.

La censura japonesa trataba siempre de ocultar a los japoneses los desastres de la guerra, pero incapaz de negar la magnitud del bombardeo de Tokio, optó por lo contrario: por magnificar el ataque y el número de aviones enemigos abatidos. La prensa destacaba la inmoralidad del ataque. Para que la propaganda fuera realmente efectiva, es posible que se repartirían diccionarios entre la población civil para que pudiera buscar en ellos el significado de la palabra "inmoralidad", pues estaba claro que los militares japoneses la desconocían por completo, por lo que cabe suponer que la población civil compartiría ese desconocimiento en mayor o menor medida. Inevitablemente, la población japonesa empezó a sospechar —o a confirmar sus sospechas— de que la situación de la guerra era peor de la que pintaban los medios de comunicación. El gobierno japonés empezó a emplear técnicas represivas, incluyendo penas graves para los acusados de deslealtad o de difundir rumores.

Ese día Nagoya fue bombardeada por cientos de bombarderos estadounidenses.

En cuanto trataron de avanzar por la península de Zamboanga, los estadounidenses se encontraron con posiciones japonesas bien fortificadas en las colinas, con alambradas, campos de minas y toda clase de trampas. El terreno era demasiado accidentado para que pudieran usarse los tanques y el avance fue lento, apoyado por la aviación y la artillería de la armada.

El emperador vietnamita, Bảo Đại, había conservado el trono nominalmente bajo la colonización francesa, y también cuando los japoneses asumieron el control de facto del país. Ahora que los japoneses habían quitado de en medio a los franceses exigieron al emperador que proclamara la independencia de Vietnam, y así surgió el nuevo Imperio de Vietnam,

En Birmania, los británicos tomaron Mongmit.

En Lituania la NKVD envió tropas (los llamados batallones de destrucción) a liquidar un búnquer de partisanos que habían pasado de combatir a los nazis a combatir a los comunistas. Estaba situado cerca de Kiauneliškis. Los partisanos lograron romper el cerco soviético y escapar dejando sólo siete hombres atrás, que siguieron resistiendo en el búnquer. Cerca había otro búnquer cuyos partisanos habían acudido a ayudar, y con ello delataron su existencia a la NKVD. Pronto fueron rodeados también.

Hitler realizó una visita al frente oriental en Bad Freienwalde, donde se entrevistó con el general Theodor Busse y sus oficiales, a los que rogó que contuvieran el avance soviético el tiempo suficiente para que las nuevas armas estuvieran preparadas, pero no aclaró a qué armas se refería.

Hamburgo fue bombardeada una vez más, ahora por 469 bombarderos estadounidenses. Uno fue abatido y 41 resultaron dañados. Dos cargueros (Carl y Electra), un petrolero (Orion) y dos submarinos alemánes resultaron hundidos en el puerto. Mientras tanto, 1.079 aviones de la RAF bombardeaban Essen, sobre la que arrojaron 4.700 toneladas de bombas.

Mientras tanto, el teniente general Rudolf Hübner inició la tarea que Hitler le había encargado de juzgar a los condenados a muerte por la negligencia que permitió a los estadounidenses capturar el puente de Remagen. El primer condenado fue el capitán Bratge. Hübner no sabía nada de leyes, y actuó a la vez como juez y fiscal, algo que la legislación militar alemana prohibía expresamente. Un oficial con conocimientos de derecho le ofreció un ejemplar del código de justicia militar, pero Hübner consideró que no lo necesitaba, porque estaba siguiendo órdenes de Hitler. Bratge había sido condenado a muerte, pero como había sido capturado por los estadounidenses, la sentencia no se pudo ejecutar. Pero luego le tocó el turno al mayor Scheller y al teniente Karl Heinz Peters, cuya pena capital también fue confirmada en el juicio.

Roosevelt respondió al telegrama que Churchill le había enviado tres días atrás, pero rechazó dirigirse directamente a Stalin como proponía el mandatario británico:

Sobre las negociaciones sobre Polonia en Moscú, estoy ciertamente de acuerdo contigo en que debemos mantenernos firmes en la interpretación correcta de la decisión de Crimea. Haces bien al suponer que ni el gobierno ni el pueblo de mi país admitirán participar en un fraude o en un mero blanqueamiento del Gobierno de Lublin, sino que la solución debe seguir el cauce previsto en Yalta. Hemos enviado instrucciones a Harriman [el embajador estadounidense en Moscú] (una copia de las cuales ha sido depositada en tu embajada aquí) para dirigir un comunicado a Mólotov dejando esto claro y, en general, siguiendo las líneas de las sugerencias del Foreign Office a las que hacías referencia. Doy por hecho que Clark Kerr [el embajador británico en Moscú] recibirá instrucciones similares. En estas circunstancias creo que sería mucho mejor esperar el resultado de estos pasos por parte de nuestros embajadores antes de que tú o yo intervengamos personalmente ante Stalin, principalmente porque ninguno de nuestros gobiernos está dispuesto a aceptar la interpretación de Mólotov. Creo que nuestra intervención personal habría que evitarla mientras que cualquier otra posibilidad de poner a raya al gobierno soviético no haya sido agotada. Por ello espero que no envíes ningún mensaje a Tío Joe en estas circunstancias, sobre todo porque me parece que algunas partes del texto que propones podrían producir una reacción muy distinta a la que pretendes. Por supuesto, estaremos en contacto estrecho sobre esta cuestión.

Roosevelt

El 12 de marzo un submarino estadounidense hundió un transporte japonés (Shori Maru) en el mar de la China Oriental.

En Vietnam los japoneses atacaron la guarnición francesa de Dong Dang. Los franceses resistieron la acometida. Aviones estadounidenses sobrevolaban de tanto en tanto Indochina en apoyo de los franceses, pero ese día confundieron con japoneses una columna de prisioneros vietnamitas y los bombardearon y ametrallaron, causando unas 500 bajas, entre muertos y heridos. En general, los bombardeos en Indochian no estaban afectando mucho a los japoneses.

La aviación estadounidense bombardeó las islas de Bukom y Sebarok, en la costa meridional de Singapur. Las nubes hicieron que los daños causados fueran escasos. Los japoneses veían con preocupación que los habitantes de Singapur no protestaban por los bombardeos. Por la cuenta que les traía, disimulaban su satisfacción, pero no se quejaban. Los bombardeos aliados eran lo suficientemente precisos como para atacar objetivos militares con mínimos daños sobre la población civil, y los japoneses no lograban impedirlos ni combatirlos de forma efectiva, así que eran vistos como una muestra de la superioridad aliada y de la cada vez más próxima liberación del yugo japonés. La propaganda japonesa intentó sin éxito cambiar dicha percepción. Mostraba películas de bombarderos aliados derribados, pero no convencían. Incluso trataron de sublevar a los musulmanes mostrando imágenes de los daños sufridos por una mezquita como consecuencia de dos bombardeos, pero tampoco funcionó.

En Birmania, los intentos de los japoneses de retomar Meiktila con ataques mal coordinados que fracasaban uno tras otro. Ahora trataron de atacar los campos de aviación desde los que se abastecía la guarnición británica.

El embajador estadounidense en Moscú informó a Mólotov de la posibilidad de que el general Wolff se presentara en Lugano a negociar la rendición de las fuerzas alemanas en Italia. Poco después Mólotov respondió que el gobierno soviético no tenía nada que objetar siempre y cuando representantes soviéticos participaran también en las negociaciones.

En Kiauneliškis, los partisanos rodeados en los dos búnqueres seguían resistiendo a los soviéticos. Éstos fueron atacados por sorpresa por un grupo de partisanos que acudió en ayuda de los sitiados, pero, por algún motivo, luego se retiraron sin rescatarlos. Se especula sobre si los sitiados se negaron a ser rescatados pensando que era una trampa o si los rescatadores juzgaron que continuar su avance era inviable.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Borbeck) en Pomerania.

Un ataque aéreo estadounidense sobre Swinemünde (en Pomerania) hundió cinco cargueros alemanes (Andros, Heiligenhafen, Hilde, Jasmund y Tolima) y un barco de pasajeros (Cordillera). La aviación soviética hundió otro (Gerrit Fritzen) en el Báltico, ante Fehmarn.

Los comunistas polacos lanzaron un ataque contra Kolberg con tanques pesados y artillería.

La ofensiva alemana en Hungría no iba mal. Al sur del lago Balaton los alemanes habían logrado avanzar 10 km en las líneas defensivas soviéticas.

El difunto juez Roland Freiser fue sucedido al frente del Tribunal Popular por Harry Haffner. No tardó en absolver por falta de pruebas a Fabian von Schlabrendorff, el que había tenido el gusto de enviar a Freiser al infierno. A pesar de su absolución, fue internado en un campo de concentración. Freiser había condenado a la horca a Friedrich Fromm por su complicidad en el atentado del 20 de julio, pero Hitler había ordenado que fuera fusilado en su lugar. Ese mismo día se ejecutó la sentencia.

También fue el día en que fueron ejecutados el mayor Scheller y el teniente Peters. Se les propinó un tiro en la nuca y fueron enterrados allí donde cayeron.

Ese día empezaron a llegar al castillo de Friedrichsruh, a 30 km de Hamburgo, los primeros vehículos de la expedición sueca que fue conocida como "los autobuses blancos", que se encargarían de reunir en el cercano campo de concentración de Neuengamme los prisioneros de guerra escandinavos retenidos en Alemania. El conde Bernadotte había logrado reunir 36 autobuses-ambulancia, 19 camiones y otros vehículos junto con el equipamiento necesario, comida, combustible, etc., pues los alemanes no iban a aportar nada más que los prisioneros. Los autobuses se pintaron de blanco, con las cruces de la bandera de la Cruz Roja, con el fin de evitar que los aliados los bombardearan en sus trayectos, si bien el gobierno británico no se había comprometido a nada.

En Remagen ya había otros dos puentes operativos, y los ingenieros cerraron el original para reparar los daños que la artillería alemana había causado en él.

Un caza aliado ametralló una columna de coches en la que viajaba Mussolini, pero salió ileso.

El 13 de marzo la aviación estadounidense hundió un transporte (Masashima Maru)y un buque de escolta japonés en el mar del Sur de China.

A las 23:57 se inició un bombardeo sobre Osaka que se prolongó durante tres horas y media, en tres oleadas. El resultado fue de 3.987 muertos y 678 desaparecidos. Un total de 274 aviones lanzaron 1.733 toneladas de bombas sobre la ciudad. Sólo se perdieron dos aviones, uno por accidente, y no hubo bajas.

El rey de Camboya, Norodom Sihanouk, que tenía ahora 23 años, había pasado la guerra atendiendo a sus numerosas obligaciones, que incluían hacer deporte, rodar películas caseras y viajar por el país. Ahora que los japoneses habían disuelto la administración colonial francesa fue inducido a declarar la independencia del país, como había hecho unos días antes el monarca vietnamita Bảo Đại, y asumir el cargo de primer ministro a la vez que el de jefe del Estado del Reino de Campuchea, con lo que a partir de ese momento, además de hacer deporte, rodar películas caseras, etc., tuvo que firmar algunos papeles que le ponían delante.

A punto de quedarse sin municiones, los siete partisanos lituanos acorralados en Kiauneliškis, sabiendo que se estaba mejor muerto que en manos de los comunistas, usaron una granada de mano para suicidarse, aunque uno sobrevivió. En el otro búnquer, los soviéticos lanzaban granadas, pero los partisanos las cogían antes de que explotaran y las volvían a lanzar fuera. Finalmente los soviéticos llevaron morteros y granadas antitanque con las que enterraron el búnquer privándolo de ventilación, con lo que los partisanos murieron asfixiados.

El Ejército Rojo llegó al Báltico a unos 8 km de Kessel, que quedó así desconectada de Königberg. La bolsa de Heiligenbeil se estrechó un poco más. La reacción de Himmler no se hizo esperar: por prescripción médica, se retiró a un sanatorio para dirigir la guerra desde allí.

Un minisubmarino alemán hundió un carguero británico (Taber Park) en el mar del Norte.

El 14 de marzo la NKVD obligó a algunos habitantes de los alrededores de Kiauneliškis a que se ocuparan de los cadáveres que quedaban por el enfrentamiento que había tenido lugar entre los soviéticos y los partisanos lituanos. Contaron unos 300 cadáveres soviéticos y unos 70 partisanos. Los cadáveres de éstos fueron transportados a Švenčionys donde fueron exhibidos durante un día para mostrar los efectos de resistirse a la dictadura comunista. Luego fueron enterrados en una fosa común.

Los soviéticos tomaron Zvolen, en Eslovaquia.

El ataque polaco contra Kolberg había avanzado lentamente al precio de muchas bajas, pero finalmente fracasó. Los alemanes rechazaron una propuesta de rendición.

El "Despertar primaveral"  estaba cerrando los ojos. El ejército que atacaba al norte del lago Balaton iba muy retrasado respecto de los objetivos previstos, y el que avanzaba por el sur todavía iba más retrasado. Uno de los más destacados era la de Mohács, y estaba lejos de cumplirse, pues los alemanes se encontraron con una fuerte resistencia tanto por parte de un ejército búlgaro como por los partisanos de Tito. Las pérdidas eran elevadas. En el sur sumaban 15.117 bajas en ocho días. Al norte sólo quedaban 332 tanques de los aproximadamente 1.000 con los que habían iniciado la ofensiva.

Ese día Hitler ordenó usar cohetes V-2 para destruir el puente de Remagen. Era una medida desesperada, pues los misiles no tenían precisión alguna y era más fácil que cayeran sobre las posiciones alemanas que justamente sobre el puente.

Un submarino alemán hundió un carguero sueco (Magne) en el mar del Norte, pero fue a su vez hundido por un destructor británico y una fragata sudafricana.

El 15 de marzo, tras tres días de combates, los japoneses entraron en Dong Dang, donde 53 franceses supervivientes fueron decapitados o acuchillados con las bayonetas.

En Birmania llegaron a Meiktila aviones con refuerzos, que tuvieron que aterrizar en medio del fuego japonés, pero sólo dos aviones fueron destruidos, con 22 bajas.

Los comunistas polacos lograron ocupar una parte de Kolberg. Por su parte, los soviéticos iniciaron una ofensiva hacia Zoppot, una ciudad costera entre Gdingen y Danzig. En el sur de Polonia los tanques soviéticos rompieron el frente alemán al oeste de Oppeln y avanzaron hacia el sur, hacia Neustadt. Algunas fuerzas se desviaron para tomar Neisse.

Hacía año y medio se había creado la misión Alsos. Muchos creían que era un acrónimo, pero es una palabra griega que significa "arboleda" (grove, en inglés), en alusión al general Leslie Groves, director del proyecto Manhattan. El objetivo de la misión Alsos era recabar toda la información posible sobre el programa nuclear alemán. Cada vez que las tropas aliadas habían llegado a un lugar donde había algún centro científico importante, en Francia o en Italia, y ahora en Alemania, inmediatamente llegaban miembros de la misión Alsos, bajo el mando del coronel Boris Pash, para interrogar a científicos al respecto. En Francia e Italia habían encontrado poca cosa, pero habían obtenido evidencias de que los alemanes estaban experimentando con uranio y, especialmente en Estrasburgo, obtuvieron información sobre los lugares de Alemania donde probablemente se estaba llevando a cabo la investigación. La interrogación de algunos prisioneros permitió concluir que los alemanes estaban procesando uranio y torio en una planta en Uraniemburgo, cerca del campo de concentración de Sachsenhausen. Groves se encargó de que ese día la planta fuera bombardeada por unos 600 bombarderos, que lanzaron 1.500 toneladas de explosivos y 178 toneladas de bombas incendiarias sobre la planta.

Ese día los "autobuses blancos" empezaron a recoger prisioneros escandinavos de diversos campos de concentración alemanes en un radio de unos 540 km alrededor de Neuengamme. A lo largo de siete misiones unos 2.200 daneses y noruegos fueron recogidos. En general, su estado de salud y de higiene era razonable.

Unos 12.000 soldados estadounidenses y 1.000 franceses iniciaron un ataque desde el Mosa hacia el Rin para controlar su margen occidental en un sector todavía bajo control alemán, entre Sarrebruck y Haguenau. Era inevitable que las fuerzas alemanas acabaran retirándose hasta la línea Sigfrido, pero la cuestión era cuánto resistirían el ataque. El frente alemán fue traspasado y se inició un lento avance hacia el Rin, obstaculizado por campos de minas y nidos de ametralladoras alemanes.

En Suiza el general Karl Wolff se reunió con el general estadounidense Lyman Lemnitzer y con el británico Terence Airey y abordaron un posible plan de rendición.

El primer oficial de alto rango que fue condenado en los juicios de "depuración legal" que estaban teniendo lugar en Francia fue el almirante Jean-Pierre Esteva, que había sido Residente General de Francia en Túnez. Fue condenado a cadena perpetua, y se libro de la condena a muerte porque el tribunal reconoció que había ayudado a miembros de la resistencia dos años atrás.

En Guatemala se aprobó una nueva constitución y Juan José Arévalo se convirtió en el nuevo presidente de la república. Francisco Javier Arana, Juan José Árbenz y Jorge Toriello, que hasta entonces habían gobernado en triunviato, fueron nombrados Jefe de las Fuerzas Armadas, ministro de Defensa y ministro de Hacienda, respectivamente.

En Hollywood tuvo lugar la ceremonia de entrega de los premios óscar, dirigida por Bob Hope, como era habitual. Por primera vez fue retransmitida por radio. El premio a la mejor película fue para Siguiendo mi camino, que se llevó también el premio al mejor director (Leo McCarey) y el mejor actor (Bing Crosby). El óscar a la mejor actriz fue para Ingrid Bergman por su interpretación en Luz de gas. El óscar al mejor corto de animación volvió a ser para Tom y Jerry, esta vez por "Mouse trouble".

El 16 de marzo los estadounidenses declararon Iwo Jima segura, a pesar de que el general Kuribayashi seguía resistiendo en un desfiladero de 640 metros de largo en la punta noroccidental de la isla. Esa noche la aviación estadounidense bombardeo por segunda vez la ciudad japonesa de Kobe. Las bombas incendiarias provocaron tormentas de fuego que mataron al menos a 8.841 personas. Más de 650.000 personas se quedaron sin hogar y las casas de cerca de un millón de personas se vieron dañadas. Durante el bombardeo 96 cazas japoneses se enfrentaron a los aviones atacantes, pero sólo tres bombarderos fueron abatidos, y no está claro que fuera por mérito de los japoneses. Dos pilotos fueron hechos prisioneros, juzgados y condenados a muerte por "bombardeo indiscriminado". Uno de ellos, el sargento Algy S. Augunus, aprovechó la ocasión que se le dio de pronunciar unas últimas palabras para decir:

No les odio a ninguno de ustedes, porque han cumplido con su deber igual que yo cumplí con el mío. Lo único que quiero decir es que esta maldita guerra terminará pronto y habrá paz para siempre. Eso es todo.

En Nueva Guinea los australianos tomaron a los japoneses los campos de aviación de But y Dagua.

Los polacos lograron entrar en la ciudadela de Kolberg y los alemanes se concentraron en defender el puerto.

Los soviéticos iniciaron un contraataque en Hungría y no tardaron en devolver a los alemanes a las posiciones que ocupaban cuando iniciaron la operación Despertar primaveral. Pero Hitler todavía creía que podía lograr una victoria.

La aviación aliada hundió un submarino italiano (ahora bajo bandera alemana) en Monfalcone.

Bitche y Haguenau fueron liberadas.

Un submarino alemán hundió un carguero británico cerca de la costa occidental de Escocia.

El 17 de marzo un submarino estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Ikomasan Maru y Nanking Maru) en Fuchow (China). Otro hundió un petrolero tailandés (Samui) en Kuala Terengganu (Malasia).

En Moravia los soviéticos sólo habían hecho retroceder entre 6 y 12 km a los alemanes en un frente de unos 15 km de ancho. Los objetivos previstos no se estaban cumpliendo y las bajas eran cuantiosas.

La marina alemana completó la evacuación de la bolsa de Kolberg. Unos 75.000 civiles habían sido evacuados de la zona. Ese día se abandonaron las principales líneas de defensa dejando sólo un pequeño número de tropas para cubrir la retirada.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Margarethe Cords) ante la costa danesa.

El teniente general Hübner juzgó a otros dos condenados a muerte por el caso del puente de Remagen. El juicio duró 20 minutos y los dos acusados tuvieron 45 minutos para escribir a sus familias antes de ser escoltados a un bosque cercano, donde fueron abatidos de un tiro en la nuca.

Ese día se lanzaron desde los Países Bajos 11 cohetes V-2 contra el puente de Remagen. Uno cayó en Colonia, unos 200 km al norte de su objetivo, otro en Oedingen, donde mató a tres soldados estadounidenses y a varios civiles alemanes, otro cayó en Remagen a las 12:20, pero a 270 metros del puente, donde mató a 3 soldados e hirió a otros 30. El puente siguió intacto. No obstante, a las 15:00 acabó derrumbándose de forma inesperada, matando a 33 ingenieros estadounidenses e hiriendo a 63. Pa entonces los estadounidenses ya habían construido otros dos puentes en las cercanías. Hasta el momento, unos 25.000 soldados estadounidenses habían cruzado el Rin.

Por la noche un escuadrón de seis submarinistas bajo el mando de Otto Skorzeny trató de poner minas en el puente. El agua del Rin estaba a unos 5 grados centígrados y los submarinistas tuvieron que desplazarse unos 17 km hasta llegar al puente. Cuando llegaron se enteraron de que se había derrumbado y Skorzeny ordenó que volaran otro de los puentes construidos por los estadounidenses, pero fueron descubiertos por una nueva arma secreta británica, unos tanques equipados con potentes focos. Dos hombres rana murieron de hipotermia, dos fueron abatidos y los otros dos fueron capturados. Sus verdugos vaciaron sus bolsillos, rompieron las cartas que habían escrito a sus familiares y los enterraron superficialmente en el lugar.

La aviación británica hundió dos cargueros alemanes (Iris y Remagen) y uno noruego (Log) en Ålesund (Noruega).

El 18 de marzo la flota estadounidense atacó 45 campos de aviación japoneses en Kyusu, la tercera y más meridional de las grandes islas del archipiélago japonés. Los japoneses respondieron con ataques kamikaze y convencionales que dañaron ligeramente dos portaaviones y más gravemente el USS Yorktown, que recibió un impacto que mató a 5 tripulantes e hirió a otros 26. Por otra parte, 110 aviones japoneses fueron derribados.

Todos los colegios y universidades japoneses fueron clausurados y se dispuso que todos los japoneses a partir de los seis años colaboraran en el esfuerzo bélico en la medida de sus posibilidades.

La aviación estadounidense hundió un transporte (Kenyo Maru) y un petrolero japonés (Nansei Maru) en el mar de la China Oriental. Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Tsukushi Maru) al sur del archipiélago japonés.

Entre Luzón y Mindanao hay un grupo de islas que conforman la región filipina de Visayas. Unos 23.000 guerrilleros filipinos bajo el mando del coronel Macario Peralta controlaban ya la mayor parte de Panay, y ahora se les unían los marines que empezaron a desembarcar sin oposición en Tigbauan, cerca de Iloilo, donde se concentraba la guarnición japonesa.

En Meiktila los japoneses estaban cada vez más cerca de las pistas de aviación, así que los vuelos tuvieron que ser suspendidos. Los suministros pasaron a ser lanzados en paracaídas.

Los alemanes evacuaron con éxito Kolberg. El 80% de la ciudad había quedado destruido. Los comunistas polacos contaron 1.206 muertos y unos 3.000 heridos en sus filas.

El Almirante Scheer llegó finalmente a Kiel para ser reparado.

En el cielo de Berlín tuvo lugar una batalla entre 1.329 bombarderos aliados y 700 cazas que se enfrentaron a los Messerschmitt Me 262, los aviones a reacción de la Luftwaffe, armados con cohetes. El resultado fue que los aliados perdieron 6 cazas y 13 bombarderos, mientras que los alemanes sólo perdieron 2 aparatos. Pese a ello, unas 3.000 toneladas de explosivos cayeron sobre la capital alemana.

A las 3:00 un destructor y dos torpederas alemanas regresaban de sembrar minas al norte de Córcega cuando la flotilla fue detectada por los radares aliados. Dos destructores británicos que patrullaban cerca acudieron en su busca. Los torpedos británicos, guiados por radar, impactaron en ambas torpederas. Una se quedó cubriendo la retirada de los otros dos barcos. Tras haber recibido 40 impactos, se incendió y se hundió poco después de las 4:00. Los otros dos barcos seguían bajo el alcance del radar. La segunda torpedera no tardó en hundirse bajo el fuego de uno de los destructores. El destructor alemán logró huir con daños.

Ese día se estrenó en Madrid la comedia Tú y yo somos tres, de Enrique Jardiel Poncela. Unos meses más tarde se estrenarían El pañuelo de la dama errante y El amor del gato y del perro. Además, su comedia Es peligroso asomarse al exterior fue llevada al cine.

Destructores estadounidenses hundieron un submarino alemán cerca de la costa canadiense.

A las 6:18 del 19 de marzo la flota estadounidense lanzó una oleada de 20 aviones hacia los campos de aviación de Kure, en Japón, pero 40 cazas japoneses salieron a su encuentro y se libró una batalla aérea en la que 6 aviones estadounidenses y 4 japoneses fueron derribados. A las 7:08, cuando el portaaviones USS Frankin estaba lanzando su segunda oleada de aviones, un avión japonés logró llegar hasta él sin ser detectado y lanzó dos bombas. Se desataron varios incendios y las bombas cargadas en algunos aviones estallaron. La tripulación logró salvar el barco, pero hubo 742 muertos y 265 heridos. A las 7:10 otro avión logró lanzar una bomba sobre el portaaviones USS Wasp. El proyectil traspasó la cubierta y llegó hasta la cocina, donde mató a varios cocineros y ayudantes que estaban preparando el desayuno. Se desató un incendio que pudo ser controlado en 15 minutos, pero hubo 101 muertos y 269 heridos. A las 8:00 un kamikaze causó daños leves.

Mientras tanto, 158 bombarderos y 163 cazas llegaron a Kure, donde se encontraba una flota japonesa con al menos 3 acorazados, 4 portaaviones y otros 10 barcos más. En portaaviones Ryūhō recibió el impacto de tres bombas y dos cohetes que causaron bastante daño y mataron 20 tripulantes. El acorazado Hyūga recibió un impacto que mató a 40 tripulantes, mientras que el acorazado Ise recibió dos impactos. El Haruna fue alcanzado por una bomba que causó daños leves. El Yamato fue alcanzado por una bomba que estalló en el puente. El portaaviones Kaiyō se inundó y estuvo a punto de volcar. El portaaviones Katsuragi también fue inundado y el Amagi recibió una bomba en la cubierta de vuelo. El crucero ligero Ōyodo recibió tres impactos y evitó hundirse gracias a que fue remolcado A lo largo del día, los combates aéreos acabaron con el saldo de 14 aviones estadounidenses derribados frente a 25 japoneses.

El balance del ataque fue negativo. Teniendo en cuenta el número de aviones implicado, los daños en la flota japonesa fueron escasos. Ningún barco japonés resultó hundido y sólo un portaaviones de escolta y un crucero ligero habían sufrido daños de consideración. Ese mismo día Kobe y Nagoya fueron también bombardeadas.

Un submarino estadounidense hundió dos transportes japoneses (Hakozaki Maru y Tatsuharu Maru) cerca de Shanghái.

En Birmania los británicos tomaron Mogok.

La Unión Soviética informó a Turquía de que no tenía intención de renovar el pacto de no agresión que habían firmado en 1925 cuando expirara en noviembre. Stalin quería el control de los estrechos que conectan el mar Negro con el Mediterráneo.

Todos los submarinos alemanes desplegados en el Báltico recibieron órdenes de abandonar la zona y desplazarse hacia el oeste. La aviación soviética hundió un carguero alemán (Lisa Essberger) en Pomerania. El ejército Rojo había llegado a las afueras de Zoppot y los alemanes se habían tenido que replegar sobre Danzig.

Tras duras luchas en las ciudades de Drávaszabolcs, Drávapalkonya y Drávacsehi, los soviéticos completaron su contraataque en Hungría. Como consecuencia los alemanes habían empezado a evacuar una cabeza de puente sobre el Drava en Donji Miholjac.

Albert Speer llevaba un tiempo tratando de convencer a Hitler de que dejara de ordenar la demolición de infraestructuras alemanas por el riesgo de que cayeran en manos enemigas, pues eran imprescindibles para prolongar el esfuerzo bélico. Hitler no sólo no le hizo caso, sino que ese día promulgó el Decreto sobre demoliciones en el territorio del Reich, en el que se leía:

Es un error creer que las instalaciones de transporte y comunicaciones, los centros industriales y los depósitos de abastecimiento que no han sido destruidos o que sólo han sido puestos fuera de servicio temporalmente puedan volver a utilizarse para nuestros propios fines cuando se haya recuperado el territorio perdido. El enemigo no nos dejará más que tierra quemada cuando se retire, sin prestar la menor atención a la población. Por lo tanto ordeno:

1) Todas las instalaciones de comunicaciones y transporte militar, centros industriales y depósitos de suministros, así como cualquier otra cosa de valor dentro del territorio del Reich, que puedan ser utilizados de alguna manera por el enemigo inmediatamente o en un futuro previsible para continuar la guerra deberá ser destruido. [...]

Speer quedó petrificado al leerlo y empezó a pensar que Hitler estaba loco. Sin embargo, no puso objeciones y logró que Hitler le encargara en exclusiva ponerlo en práctica. Pero lo que hizo fue convencer a generales y autoridades locales para que no lo aplicaran. No era la primera vez que este tipo de órdenes de Hitler no se cumplían. También había ordenado arrasar París antes de abandonarlo. El decreto fue conocido como el decreto Nerón. Ese mismo día los alemanes volaron todos los puentes sobre el Rin que todavía estaban en su poder.

Ese día los "autobuses blancos" iniciaron una segunda etapa en la recolección de prisioneros escandinavos, que llegó hasta campos de concentración más alejados, como el de Dachau o el de Mathausen, a distancias mucho mayores (Dachau estaba a unos 800 km). Los prisioneros que encontraron estaban en condiciones mucho peores que los anteriores. Una enfermera relató:

En mis doce años de experiencia como enfermera nunca había visto tanta miseria como la que me encontré aquí. Piernas, espaldas, cuellos llenos de heridas tales que un sueco medio habría estado de baja por una sola de ellas. En un prisionero conté veinte y no se quejaba.

La primera misión recogió 550 prisioneros. Sin embargo, en contra de lo acordado, los alemanes no dejaron a los suecos entrar en Neuengamme para atender a los prisioneros, porque no querían que se vieran las condiciones del campo. En su lugar, los prisioneros tenían que andar hasta los autobuses para reicibir alimento y asistencia médica.

Cuando terminó la guerra civil Española, Juan de Borbón, el candidato al trono de España, había alabado entusiastamente a Franco. Luego, al ver que éste no restauraba la monarquía, había tratado de relacionarse con la Alemania nazi para que ésta presionara a Franco a hacerlo, pero Hitler no se había mostrado interesado. Ahora que veía que Franco no tenía ninguna intención de reconocerlo como rey y que los aliados iban perdiendo la guerra, don Juan descubrió que:

Hoy, pasados seis años desde que finalizó la guerra civil, el régimen implantado por el General Franco, inspirado desde el principio en los sistemas totalitarios de las potencias del Eje, tan contrario al carácter y a la tradición de nuestro pueblo, es fundamentalmente incompatible con las circunstancias que la guerra presente está creando en el mundo. La política exterior seguida por el Régimen compromete también el porvenir de la Nación.

Esto es parte del Manifiesto de Lausana, que hizo público ese día, cuyo núcleo era el siguiente:

Por estas razones, me resuelvo, para descargar mi conciencia del agobio cada día más apremiante de la responsabilidad que me incumbe, a levantar mi voz y requerir solemnemente al General Franco para que, reconociendo el fracaso de su concepción totalitaria del Estado, abandone el poder y dé libre paso a la restauración del régimen tradicional de España, único capaz de garantizar la religión, el orden y la libertad.

La prensa española no se enteró del manifiesto, pero sí la BBC, que lo difundió.

Wissembourg y Lauterbourg fueron liberadas, con lo que la presencia alemana en Francia se reducía ya a unas pocas fortalezas, como Lorient, Saint-Nazaire y Dunkerque.

Un submarino británico hundió un carguero alemán (Sirius) en el mar de Noruega.

Lanchas alemanas hundieron dos cargueros británicos (Crichtoun y Rogate) en el mar del Norte.

En la conferencia de Yalta se había acordado que los Estados Unidos transferirían barcos a la Unión Soviética para que ésta estuviera en condiciones de declarar la guerra a Japón. Esto no sucedería hasta unos meses después de la derrota de Alemania, por lo que la transferencia (que incluía el adiestramiento de marinos soviéticos) debía hacerse en el más absoluto secreto. Cuando el plan acabó de concretarse, se había acordado que un total de 180 barcos serían transferidos (30 fragatas, 60 dragaminas, 30 barcazas de desembarco de infantería, 56 cazasubmarinos y 4 factorías flotantes). El lugar elegido fue Cold Bay, en Alaska. Durante los últimos meses se había acondicionado una antigua base naval a la que ahora llegaba el oficial estadounidense al mando, el capitán William S. Maxwell.

El 20 de marzo la flota estadounidense se alejó un poco de Japón, pero siguió enviando aviones a destruir la aviación japonesa. En los dos días anteriores los pilotos estadounidenses afirmaron haber destruido 223 aviones en el aire y 250 en tierra. Por la tarde la flota sufrió un ataque kamikaze. Un avión se estrelló sobre el destructor USS Halsey Powell, pero no causó daños relevantes. Más grave fue el daño que sufrió el portaaviones USS Enterprise a causa de un impacto accidental procedente de la artillería antiaérea de otro barco estadounidense. La cubierta de vuelo quedó inutilizada.

Los estadounidenses tomaron Iloilo en la isla filipina de Panay, y al mismo tiempo ocuparon la isla de Guimaras sin encontrar resistencia japonesa.

Un submarino estadounidense hundió dos petroleros japoneses (Hosen Maru y Nanshin Maru) cerca de la Indochina francesa.

Submarinos alemanes hundieron dos cargueros estadounidenses (Horace Bushnell y Thomas Donaldson) en el mar de Barents, cerca de la Unión Soviética.

Los soviéticos tomaron Braunsberg. La bolsa de Heiligenbeil estaba fragmentada en varios grupos de unidades alemanas faltas de personal.

Para entonces Hitler entendió que no había sido buena idea encargar tal responsabilidad a un inepto, y ese día sustituyó a Himmler por el general Gotthard Heinrici. Hitler confiaba cada vez en menos gente. Ese día Hitler apareció en un acto público de entrega de medallas a soldados de las Juventudes Hitlerianas.

451 bombarderos y 355 cazas estadounidenses bombardearon el puerto de Hamburgo. Varios barcos fueron destruidos, entre ellos un submarino y dos cargueros (Isar y Nordwest).

Las tropas de Patton capturaron Maguncia, ciudad atravesada por el Rin. Patton se había propuesto cruzar el río antes que Montgomery. Más al oeste, franceses y estadounidenses capturaron Saarbrücken, junto a la frontera francesa. La Luftwaffe envió 300 aviones, incluyendo algunos Messerschmitt 262, que provocaron daños menores antes de ser neutralizados por la artillería antiaérea, que abatió 8 aparatos.

Como reacción al Manifiesto de Lausana, Franco convocó el Consejo Superior del Ejército, que estuvo reunido tres días. El general Kindelán se mostró partidario de restaurar la monarquía, y la respuesta de Franco fue tajante: Mientras yo viva nunca seré una reina madre.

El 21 de marzo los marines estadounidenses destruyeron el puesto de mando japonés en Iwo Jima con cuatro toneladas de explosivos.

Esa tarde 41 aviones japoneses trataron de atacar a la flota estadounidense, pero 150 cazas se encargaron de rechazarlos, provocando cuantiosas bajas. Los portaaviones Franklin, Enterprise y Yorktown se retiraron para ser reparados, si bien los daños del Franklin eran tales que ya no volvió a entrar en combate.

Los japoneses trataron de usar una nueva arma secreta, los Yokosuka MXY-7 Ohka (Yokosuka era la empresa que los fabricaba y Ohka significa cerezo en flor). Eran unos planeadores suicidas que debían ser transportados por bombarderos hasta la proximidad del objetivo, entonces los pilotos suicidas debían dirigir el planeador hasta apuntar bien al blanco para acto seguido activar un motor de propulsión que lanzaría el planeador imparable como un cohete. Ese día 16 bombarderos cargados con planeadores volaban hacia la flota estadounidense, pero cuando todavía estaban a casi 100 km de la flota fueron interceptados por la aviación estadounidense, que los abatió a todos. Los pilotos notaron que los aviones japoneses volaban a una velocidad extrañamente baja y que llevaban una carga no menos extraña, pero no le dieron importancia.

Los estadounidenses ocuparon sin combatir la isla filipina de Inampulagan, en la región de Visayas.

En China se inició una gran batalla entre las provincias de Henan y Hubei.

La aviación estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Fushimi Maru y Motoyama Maru) cerca de la costa vietnamita.

En Birmania los británicos habían planeado entrar en Mandalay a través de las alcantarillas, pero cuando lo hicieron se encontraron con que los japoneses habían abandonado la ciudad, también usando el alcantarillado en la dirección opuesta.

La aviación británica bombardeó Bremen y un destructor alemán resultó hundido. En Hamburgo 159 aviones destruyeron una refinería de petróleo, que quedó inutilizada hasta el final de la guerra.

La resistencia danesa llevaba un tiempo pidiendo a los aliados que bombardearan el cuartel general de la Gestapo en Copenhague. Durante un tiempo, los británicos se habían resistido por la dificultad de la operación, ya que el edifico estaba en pleno centro de la ciudad. Finalmente, tras varias semanas de preparación, con maquetas a escala del edificio para adiestrar a los pilotos, se llevó a cabo la operación, con tres oleadas de seis cazabombarderos volando casi a la altura de los tejados. En la primera oleada un avión chocó con una farola y cayó a tierra sobre una escuela, donde se desencadenó un incendio. Esto hizo que otros aviones creyeran que el edificio incendiado era el blanco y bombardearon la escuela también. El objetivo de la misión se cumplió con éxito: el cuartel general fue reducido a ruinas, los archivos de la Gestapo fueron destruidos, 55 soldados alemanes, 47 empleados daneses de la Gestapo y 8 prisioneros  murieron, pero otros 18 prisioneros aprovecharon para escapar. Sin embargo, en el colegio cercano, 86 niños y 18 adultos (en su mayoría, monjas) murieron.

El puerto de Venecia se había convertido en la principal entrada de suministros para la República Social Italiana, así que la RAF organizó una misión para bombardearlo. Recibió el nombre de Operación bombín, para recordar a los responsables que acabarían llevando bombín (es decir, que serían expulsados del ejército) si dañaban los monumentos de la ciudad. El bombardeo se hizo en picado, de modo que las bombas caían verticalmente sobre el puerto. Ningún edificio de la ciudad resultó dañado más allá de algunas ventanas rotas. Los civiles se subían tranquilamente a los tejados para ver el bombardeo. Varios barcos resultaron hundidos, al igual que la infraestructura portuaria, incluyendo un centro submarino para el adiestramiento de hombres-rana y torpedos humanos.

Submarinos alemanes hundieron dos cargueros estadounidenses (James Eagan Layne y John R. Park) cerca de la costa británica.

Roosevelt recibió un telegrama de su embajador en la Unión Soviética, en el que decía:

Debemos hacernos a la idea de que el programa soviético es establecer un totalitarismo que termine con la libertad y la democracia tal y como la conocemos.

El 22 de marzo el presidente colaboracionista de la Segunda República Filipina, José P. Laurel, que a finales del año anterior había abandonado Manila para refugiarse en Baguio, salía ahora rumbo a Taiwán.

En Birmania los británicos tomaron Myingyan tras cuatro días de lucha. Inmediatamente repararon el puerto y las vías férreas para incorporarlos a su red logística.

Los soviéticos habían sido informados de que las negociaciones con el general Wolff sobre la posible rendición de las tropas alemanas en Italia se estaban desarrollando sin la participación soviética, así que Mólotov escribió una carta al embajador estadounidense en la que se leía:

Durante dos semanas, a espaldas de la Unión Soviética, han tenido lugar negociaciones entre representantes del mando militar alemán y representantes del mando estadounidense y británico. El gobierno soviético considera esto absolutamente inadmisible.

Fue el principio de unas tensiones que dieron lugar a varios mensajes cruzados entre Roosevelt y Stalin. El presidente estadounidense negó en todo momento que se estuvieran produciendo negociaciones (sólo se estaba investigando la posibilidad de contactar con autoridades alemanas del nivel necesario para entablar negociaciones) y Stalin insistía con tacto en que sabía que no era así.

Ese día se fundó en El Cairo la Liga Árabe, integrada por Egipto, Iraq, Transjordania, Líbano, Arabia Saudí y Siria. Para celebrarlo fueron ahorcados Eliyahu Hakim y Eliyahu Bet-Zuri, los dos terroristas judíos que el año anterior habían asesinado a Lord Moyne. Murieron cantando la Hatikvah.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Mendoza) en el Báltico.

Heiligenbeil fue atacada con bombas de fósforo.

Pavle Đurišić se había entrevistado con Draža Mihailović en Bosnia, donde Đurišić discrepó abiertamente de las decisiones que estaba tomando Mihailović. Éste quería volver a Servia (porque los comunistas le habían suministrado información falsa sobre que había un gran número se servios insatisfechos con los comunistas que podrían unirse a sus filas), mientras que Đurišić había decidido ir a Eslovenia para conseguir protección aliada frente a los soviéticos (que también eran aliados, pero está claro el matiz). Varios comandantes chetnik abandonaron a Mihailović para seguir a Đurišić. Para llevar a cabo su plan, Đurišić tenía que atravesar Croacia, así que entabló negociaciones con Sekula Drljević, un montenegrino que había pasado la mayor parte de la guerra tratando de organizar un estado de Montenegro independiente con la ayuda de los alemanes y de la Ustacha, y aún no había perdido la esperanza. Ese día se firmó un acuerdo en Zagreb entre representantes de Drljević y Đurišić por el que éste reconocía a aquél como líder montenegrino supremo, así como a su gobierno no reconocido por nadie, y también la incorporación al ejército montenegrino de los chetnik montenegrinos. A cambio, Đurišić mantendría el mando del nuevo ejército y los heridos que viajaban con él recibirían asistencia.

En realidad, ninguno de los firmantes del pacto estaba siendo sincero. Lo que quería Drljević era fragmentar a los chetnik, que eran unionistas y se oponían a cualquier fragmentación de Yugoslavia, así como conseguir una posición de fuerza aparente que le diera influencia sobre los alemanes, la Ustacha quería usar el acuerdo para tender una trampa a Đurišić y capturarlo para ajustar cuentas con él, y Đurišić quería estar en condiciones de moverse hacia Eslovenia sin tener que enfrentarse a la Ustacha ni a las fuerzas del Estado Independiente de Croacia, con las que la Ustacha tenía buenas relaciones.

Los supervivientes de la operación Despertar primaveral se retiraron a Viena. Hitler puso a Albert Kesselring en lugar de Gerd von Rundstedt al mando de las tropas en el frente occidental. Las tropas alemanas en Italia quedaron bajo el mando del general Heinrich von Vietinghoff.

Para entonces los estadounidenses habían construido un tercer puente sobre el Rin en Honningen, 9 km río arriba de Remagen. En su avance por el Palatinado, en los últimos cinco días Patton había capturado más de 68.000 alemanes. En principio, se había planeado que fueran las tropas de Montgomery las que cruzaran el Rin más al norte, mientras que las tropas estadounidenses al sur tenían que limitarse a mantener el frente en el río. Sin embargo, la toma de Remagen convenció a Eisenhower de que era posible aprovechar mejor la situación, así que ese día dio permiso a Patton para cruzar en Rin cuando estuviera dispuesto. Era justo lo que Patton estaba esperando. Se proponía aventajar a Montgomery y conseguir que Eisenhower le encomendara la dirección del avance por Alemania. Para eso tenía que actuar deprisa. En realidad, el día anterior, en previsión de que Eisenhower le daría el permiso que había solicitado, ya había dispuesto que sus hombres estuvieran preparados para cruzar el Rin esa misma noche, un día antes que Montgomery.

Patton se encontraba en Maguncia. Al sur el río Meno afluye al Rin, por lo que el lugar más adecuado para cruzar el río era al norte de la ciudad, pues al sur hacía falta cruzar dos ríos en vez de uno. Pero Patton sabía que los alemanes lo sabían, así que decidió simular un cruce al norte mientras el grueso de sus tropas cruzaba por el sur. Esa noche, las primeras embarcaciones empezaron a cruzar el Rin en Nierstein. No encontraron resistencia. Siete alemanes sorprendidos se rindieron y accedieron a remar ellos mismos, sin escolta, hasta el otro lado del río, para ser detenidos. En Oppenheim no fue tan fácil. Cuando las embarcaciones estaban a mitad de camino empezaron a recibir fuego de ametralladora. A medida que iban llegando a la orilla, los estadounidenses atacaban las posiciones alemanas y, tras media hora de combate, los alemanes se rindieron. A medianoche las distintas unidades se movían por el margen oriental del río organizándose y preparando ataques a las localidades cercanas.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Empire Kingsley) en el Atlántico.

Ese día se estrenó Sin amor, una comedia protagonizada por Spencer Tracy y Katharine Hepburn. Las críticas fueron tibias, pero un estreno de Hepburn y Tracy siempre atraía público, y la recaudación no fue mala.

El 23 de marzo la aviación estadounidense hundió un transporte japonés (Kachosan Maru) en el que murieron 1.300 soldados y 122 tripulantes. Un submarino estadounidense hundió otro transporte (Doryo Maru) en el que murieron 262 soldados y 60 tripulantes. Un destructor embistió y hundió a un submarino japonés. La aviación estadounidense empezó una serie de bombardeos sobre Okinawa.

Tras varias semanas de intensa lucha, el centro de las líneas japonesas en Mindanao se quebró finalmente, y los estadounidenses pasaron los días siguientes despejando la zona. En Luzón los estadounidenses liberaron San Fernando.

En Birmania los británicos tomaron Wundwin.

Mihailović se enteró de acuerdo que Đurišić acababa de firmar con los separatistas montenegrinos y la Ustacha, e inmediatamente comunicó a los comandantes chetnik que Đurišić era un traidor y que no había que prestarle ninguna clase de ayuda. Al contrario, anunció un consejo de guerra contra él y añadió que informaría a los aliados de su alianza con la Ustacha. Al enterarse de esta reacción, Đurišić puso en marcha a sus hombres. Según el acuerdo firmado con Drljević, Đurišić estaba dirigiendo a soldados del "ejército montenegrino" y debía llevarlos a la región de Eslavonia, en Croacia, pero claramente se dirigía hacia el oeste, hacia Eslovenia. Drljević interpretó esto como una violación del acuerdo e informó a las autoridades croatas, que inmediatamente enviaron fuerzas (una mezcla de soldados croatas y la Ustacha) a una carretera en la que interceptarían el paso a Đurišić.

La aviación británica hundió un carguero noruego (Lysaker) y otro alemán (Rotenfels) ante la costa noruega.

Ese día Hitler aprobó una retirada al margen oriental del Rin, pero se daba la circunstancia de que apenas quedaban tropas alemanas en el margen occidental. Estaba defendido por 65 hombres.

Las fuerzas de Patton habían seguido cruzando el Rin sin grandes contratiempos. Las poblaciones vecinas cayeron sin apenas ofrecer resistencia y los contraataques alemanes fueron repelidos fácilmente. Los alemanes carecían de hombres y medios para hacer frente a la invasión. A lo largo de la mañana fueron cruzando tanques y destructores de tanques y por la tarde ya había un puente flotante abierto al tráfico. A medianoche la cabeza de puente se adentraba 8 km en el margen oriental del río. Ese día Patton informó a Omar Bradley de que sus fuerzas habían cruzado el Rin sin necesidad de apoyo aéreo, artillería o paracaidistas, y ya había capturado a unos 19.000 soldados alemanes. Esto lo decía con retintín, porque Montgomery había elaborado un minucioso plan para cruzar el Rin, que iba a ponerse en práctica esa misma noche, que requería todos esos elementos y más. Bradley, que compartía con Patton su animadversión hacia Montgomery, se aseguró de difundir la noticia en términos similares, para que la comparación fuera más odiosa.

En efecto, Montgomery había considerado que para cruzar el Rin necesitaba más de un millón de soldados, incluyendo paracaidistas, y más de 5.000 piezas de artillería, todo para enfrentarse a unos 69.000 alemanes provistos de 45 tanques. La operación había sido precedida por una campaña de bombardeos aéreos destinada a destruir las infraestructuras y redes de comunicaciones alemanas. Finalmente, a las 21:00 una división empezó a cruzar el río cerca de Rees, si bien se trataba de una maniobra de distracción para alejar a los alemanes de otros dos puntos de cruce más al sur. Las primeras oleadas cruzaron el río sin encontrar mucha resistencia.

Tropas francesas atacaron un fuerte que dominaba el Paso del Pequeño San Bernardo en los Alpes, en la frontera entre Francia e Italia, que los italianos habían ocupado cinco años atrás.

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (Charles D. McIver) ante la costa belga.

Un submarino alemán trató de embestir una fragata canadiense en el Atlántico, pero resultó dañado en la maniobra y la nave tuvo que ser hundida. Los supervivientes tuvieron que ser rescatados por otra fragata canadiense.

Ese día llegaron a Cold Bay los primeros representantes soviéticos para organizar el entrenamiento de marinos soviéticos. El capitán Maxwell consideraba que sería necesario un largo entrenamiento en tierra antes de que los soviéticos estuvieran en condiciones de empezar a entrenarse en el mar, pero los oficiales soviéticos no estuvieron de acuerdo y se negoció un plan de acción intermedio.

El 24 de marzo la aviación estadounidense atacó un convoy japonés cerca de Shanghái y hundió tres cargueros (Kaijo Maru, Koshu Maru y Soka Maru), un buque de escolta y otros barcos menores.

Los marines estadounidenses sellaron con explosivos las cuevas del norte de Iwo Jima, que servían de refugio a los japoneses.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Butyardingen) en el Báltico.

El Ejército Rojo inició una nueva acometida en Moravia, esta vez con más éxito que la precedente. Atacando a la vez desde el norte y el este, las líneas defensivas alemanas fueron penetradas en un área de 20 km de ancho por 7 de profundidad. Un contraataque alemán resultó inefectivo.

La aviación aliada hundió un barco de pasajeros alemán (Robert Ley) en Hamburgo, un carguero (Weser) en Danzig y otro más (Thetis) en Noruega, junto con un carguero noruego (Sarp).

Montgomery continuaba con su operación de cruce del Rin. A las 2:00 se inició el segundo cruce en Xanten, entre Wessel y Rees y posteriormente una división de infantería estadounidense cruzó al sur de Wessel. El bombardeo previo había causado tal efecto que apenas hubo resistencia. Las tropas se desplegaron en el margen oriental y tomaron las localidades cercanas también sin apenas oposición. A las 9:00 empezaron a despegar los aviones que transportaban paracaidistas, y sobre las 10:00 empezaron a tomar tierra. Montgomery había decidido que la misión requería dos divisiones de paracaidistas (una británica y otra estadounidense) que sumaban más de 16.000 hombres. Nunca tantos habían sido lanzados a lo largo de un mismo día en una misma zona. Sobre las 14:00 todas las unidades habían alcanzado sus objetivos previstos. Las bajas fueron de unos 2.500 hombres, pero habían capturado unos 3.500 soldados alemanes (el número de bajas alemanas se desconoce). Los paracaidistas habían capturado varios puentes sobre el Issel, aunque uno tuvo que ser destruido para evitar que lo retomaran los alemanes, habían capturado la ciudad de Hamminkeln, que era el objetivo de mayor importancia estratégica en la zona, y habían despejado varias zonas de la orilla oriental del Rin. A medianoche los paracaidistas estadounidenses ya habían tendido un nuevo puente sobre el río.

Ante el avance estadounidense y francés, las tropas alemanas en el Palatinado renano se replegaron a la orilla oriental del Rin, con lo que completaron la retirada que Hitler había autorizado el día anterior. En el transcurso de la operación los alemanes habían perdido 113.000 hombres, muchos de ellos hechos prisioneros. Los aliados habían contado 681 muertos y unos 4.500 heridos.

Ese día se estrenó el cortometraje de dibujos animados Vivir con plumas, de la serie Fantasías animadas de la Warner Bros, en el que aparece por primera vez el gato Silvestre.

El 25 de marzo, al amanecer, unos 300 japoneses lanzaron una carga banzai en Iwo Jima, que dio lugar a una lucha de unos 90 minutos que se saldó con 53 japoneses muertos y 120 heridos. No fue una carga típica, pues se acercaron en silencio a un campamento estadounidense y aprovecharon la sorpresa y la confusión para matar a soldados en sus tiendas mientras dormían. Se dice que el general Kuribayashi dirigió el combate, pero desprovisto de sus insignias para luchar como un soldado más. Otras versiones dicen que se había hecho el kara-kiri esa mañana.

El año anterior, la NKVD había convertido un campo de concentración nazi en Rembertów (en Polonia) en un campo de concentración comunista, donde había estado recolectando anticomunistas polacos. A los habitantes de la zona, que podían ver desde lo lejos cómo los prisioneros eran tenidos a menudo a la intemperie y eran víctimas de malos tratos, los soviéticos les decían que los prisioneros eran alemanes, e incluso trataban de disimular dándoles órdenes en mal alemán. Ese día salió el primer tren con unos 1.000 polacos destinados a Siberia. La cuarta parte no sobrevivió a las condiciones del viaje.

Los soviéticos tomaron Heiligenbeil al asalto y la ciudad quedó casi completamente destrozada. La artillería soviética hundió un barco de pasajeros noruego (Leda) en la desembocadura del Óder.

Esa noche tropas soviéticas y húngaras lanzaron un ataque por sorpresa en el río Hron, un afluente del Danubio en Eslovaquia, abriendo una brecha en el frente de 17 km de ancho.

650 bombarderos escoltados por cazas atacaron Praga en 12 oleadas. El objetivo eran tres campos de aviación militares y una zona industrial al este de la ciudad. Se eligió un domingo (domingo de Ramos) para que la mayor parte de las fábricas estuvieran cerradas y reducir así el número de víctimas civiles. El ataque provocó 235 muertos y 417 heridos. Además, 90 edificios fueron destruidos y más de un millar resultaron dañados. Los cazas de escolta abatieron un Messerschmitt 262 alemán.

El ejército de Patton cruzó el Rin al norte de Boppard. Más al este, ese día iniciaron un ataque contra la ciudad de Aschaffenburg, designada por Hitler como fortaleza, lo que significaba que no podía ser abandonada sin su permiso directo.

La cabeza de puente de Remagen intentó romper las líneas alemanas que trataban de contenerla presionando en todas direcciones con resultados diversos que resultaron en avances de hasta 19 km según la zona.

Ese día Churchill y Montgomery visitaron a Eisenhower. Después de comer fueron a una casa con vistas al Rin, en una zona que los alemanes habían dejado sin defensas en la orilla oriental. Cuando Eisenhower se marchó, Churchill, Montgomery y un grupo de oficiales estadounidenses y guardias armados cruzaron el Rin en una lancha y durante 30 minutos pasearon por territorio enemigo sin que nadie les molestara. Eisenhower diría más adelante que, de haber estado presente, nunca habría consentido semejante temeridad.

Poco después de la toma de Aquisgrán, los aliados establecieron un gobierno provisional. Con la mediación del obispo de Aquisgrán, pudieron ponerse en contacto con un grupo de empresarios, uno de los cuales, Franz Oppenhoff, se ofreció a ser nombrado alcalde. Su toma de posesión se hizo discretamente, sin fotógrafos, y el nombre del alcalde no fue divulgado, pues tenía parientes en la Alemania nazi que podrían sufrir represalias. Además, el periódico de las SS había avisado de que cualquiera que colaborara con el enemigo en territorio ocupado por los aliados no duraría ni un mes. Oppenhoff ya llevaba más de cuatro meses en el cargo, y se había estado ocupando de mantener a raya a los comunistas, pero ese día un comando alemán de las SS que se había lanzado en paracaídas unos días atrás llegó a la puerta de su casa. Estaba dirigido por Herbert Wenzel, y el segundo al mando era Josef Leitgeb. Le dijeron que eran pilotos que buscaban las líneas alemanas. Oppenhoff trató de convencerlos para que se entregaran, y entonces, al ver que Wenzel vacilaba, Leitgeb gritó "Heil Hitler" y disparó a Oppenhoff en la cabeza. En la huida, otro miembro del comando, Ilse Hirsch (una joven de 23 años) pisó una mina terrestre que la hirió al estallar y mató a Leitgeb.

La aviación británica hundió un carguero alemán (Priamus) ante la costa noruega.

Juan de Borbón pidió a los monárquicos que ocupaban puestos de responsabilidad en el régimen franquista que dimitieran de sus cargos, pero sólo lo hicieron dos de ellos: el duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, que era entonces embajador en Londres, y el general Alfonso de Orleáns y Borbón, que era inspector de las Fuerzas Aéreas. Franco envió dos emisarios a Juan de Borbón para informarle de que contaba con el pleno apoyo del Ejército, de la Iglesia, del partido único y de la mayoría de los monárquicos. El pretendiente tuvo que agachar las orejas y esperar otro momento que fuera más propicio.

Un submarino alemán hundió un carguero neerlandés (Pacific) cerca de la costa atlántica de Gran Bretaña.

El 26 de marzo se dio por concluida la batalla de Iwo Jima, aunque quedaban algunos grupos de japoneses escondidos en cuevas que en lo sucesivo hicieron poco más que robar comida a los estadounidenses para subsistir. La resistencia japonesa había sido enorme. En 36 días de campaña, los estadounidenses habían sufrido más de 26.000 bajas, entre ellas  6.800 muertos. Fue la única batalla en la que los marines sufrieron más bajas que los japoneses (unos 18.000 muertos y 216 prisioneros). Los japoneses creían estar sirviendo a su patria por su obstinación en luchar hasta la muerte, pero a largo plazo no fue así. Lo único que consiguieron con ello fue convencer a los mandos estadounidenses de que un desembarco en Japón provocaría una cantidad brutal de bajas, por lo que cualquier alternativa era preferible... e iban a encontrar una alternativa preferible.

El Escuadrón 731 del teniente general Shirō Ishii presentó un plan de guerra bacteriológica llamado Operación PX, en virtud del cual aviones japoneses rociarían ciudades de la costa Oeste estadounidense, como San Diego, Los Angeles y San Francisco con las bacterias causantes de la peste bubónica, el cólera, el tifus o el dengue. Sin embargo, el plan fue archivado al poco tiempo, sobre todo por la oposición del general Yoshijirō Umezu, basada principalmente en un argumento ético-humorístico: Si se pone en marcha una guerra bacteriológica, pasará de ser una guerra entre Japón y los Estados Unidos a una batalla interminable de la humanidad contra las bacterias. Japón se convertirá en el hazmerreír del mundo.

Ese día tropas estadounidenses desembarcaron en las islas Kerama, en el archipiélago de las islas Ryūkyū, al sur de Japón. Un submarino japonés torpedeó un destructor estadounidense (USS Halligan) que no se hundió, pero terminó embarrancando al día siguiente.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Shinto Maru) en el Pacífico.

Unos 5.000 marines estadounidenses desembarcaron en la isla filipina de Cebú, en la región de Visayas. En la isla había unos 15.000 japoneses, pero ninguno acudió a recibir a los invasores. Lo que sí que se encontraron fueron algunas trampas y campos de minas que causaron algunas bajas. Desde la cabeza de playa avanzaron hacia la ciudad de Cebú, encontrando por el camino pequeños focos de resistencia sin más propósito que el de retrasar el avance. Al anochecer habían llegado a unos 2.5 km de la ciudad.

Un destructor británico hundió un transporte japonés (Risui Maru) en el mar de Birmania. La RAF hundió un carguero japonés (Teshio Maru) en la misma zona.

Desde Heiligenbeil los soviéticos pasaron al puerto de Rosenberg, mientras los alemanes se refugiaban en la península de Kahlholzer Haken al tiempo que apresuraban la evacuación por mar. En Pomerania Gdingen caía también en poder de los soviéticos.

La aviación soviética hundió dos cargueros alemanes (Bille y Weser) en el Báltico.

En Moravia los soviéticos tomaron Wodzisław Śląski. En Eslovaquia tomaron Banská Bystrica, la que había sido el centro del alzamiento eslovaco que los alemanes habían sofocado el año anterior.

En Hungría tropas soviéticas, búlgaras y partisanos yugoslavos iniciaron una ofensiva para ocupar los campos petrolíferos al sur del lago Balaton que Hitler había tratado en vano de proteger con su Despertar primaveral. 

Un destacamento de la Cruz Roja Sueca llegó a Berlín para evacuar a las mujeres suecas casadas con alemanes. Un total de 1.400 mujeres y niños salieron de la capital alemana.

La cabeza de puente de Remagen venció definitivamente la contención alemana y ahora avanzaba rápidamente.

Una división estadounidense tomó una base aérea alemana y se reunió con otra a las afueras de Frankfurt. Al entrar en la ciudad encontraron intacto un puente sobre el Meno que los alemanes habían tratado de volar sin éxito.

Las fuerzas de Patton cruzaron el Rin de nuevo en St Goar, unos 8 km al sur de Boppard. En Worms se formó una cabeza de puente más.

Patton había organizado una columna formada por 11 oficiales y 303 soldados provistos de 16 tanques y otros vehículos bajo el mando del capián Abraham Baum con la misión de liberar los prisioneros de un campo de concentración en Hammelburg, para lo cual tenían que adentrarse unos 80 km tras las líneas enemigas. Ese día la columna llegó hasta una cabeza de puente en Aschaffenburg, donde el fuego enemigo destrozó varios vehículos, incluyendo uno de los tanques.

Una fragata británica hundió un submarino alemán en el canal de la Mancha.

Un minisubmarino alemán hundió un carguero británico (Newlands) en el mar del Norte.

El 27 de marzo la aviación estadounidense inició la "Operación hambruna", consistente en vuelos nocturnos a media altura en los que se lanzaban minas con paracaídas en los puertos japoneses y en los estrechos de las principales rutas marítimas que seguían los japoneses para abastecer su archipiélago. La primera misión consistió en el minado del estrecho de Shimonoseki, que separa las islas japonesas de Honshu y Kyushu.

Hacía ya meses que Aung San se había convencido de que la "independencia" que los japoneses habían otorgado a Birmania costaba de distinguir de una ocupación opresora, y había ido reuniendo apoyos para cambiar de bando. (En palabras de uno de sus seguidores: Si los británicos nos chupaban la sangre, los japoneses nos muelen los huesos.) Finalmente, al frente del Ejército para la Independencia de Birmania, declaró abiertamente la guerra a los japoneses y una revuelta estalló a lo largo de todo el país. Al mismo tiempo que el ejército se rebelaba, de la población civil empezaron a surgir bandas de guerrilleros que combatían a los japoneses por su cuenta.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Saßnitz) en el Báltico.

En Moravia los soviéticos avanzaron 5km más hasta llegar a unos 2 km del Óder en Bukau.

Los alemanes se ofrecieron a sacar de Neuengamme algunos prisioneros de otras nacionalidades para alojar prisioneros escandinavos, pero los "autobuses blancos" de la Cruz Roja tendrían que transportarlos a otros campos. Los suecos aceptaron y así unos 2.000 prisioneros fueron transportados a otros campos. En palabras de un militar sueco:

Ahora podíamos ver cómo trataban los alemanes a sus prisioneros en general, fanceses, belgas, neerlandeses, polacos y rusos. Era terrible. Esta vez los alemanes tuvieron que permitirnos entrar en el campo, pues muchos de los pasajeros no podían caminar la pequeña distancia que había entre los barracones y la carretera. De esos barracones fueron expulsadas unas criaturas que ya no parecían seres humanos.

Los estadounidenses cruzaron el Meno en Frankfurt bajo un intenso fuego enemigo y pasaron así a la parte septentrional de la ciudad. Para entonces los aliados tenían ya doce puentes sobre el Rin capaces de resistir el paso de tanques y otros vehículos pesados.

La columna del capitán Baum logró finalmente adentrarse en territorio enemigo, pero avanzaba lentamente, porque no se sabía dónde estaba exactamente el campo que buscaban, y había que ir preguntando a los locales. Además, había 15 mapas para 57 vehículos. Un avión alemán detectó la columna y, adivinando su propósito, el campo fue protegido con algunos tanques. Finalmente, esa tarde la columna llegó a divisar el campo. En un primer ataque, abrieron fuego contra la sección ocupada por prisioneros servios, probablemente porque el uniforme que llevaban era parecido al alemán. El comandante del campo, el general Gunther von Goeckel, pidió a uno de los prisioneros, el coronel John Knight Waters, que casualmente era yerno de Patton, que acompañara a un oficial alemán y otros prisioneros a pedir una tregua. Sin embargo, un soldado alemán que no estaba al tanto disparó sobre Waters antes de que el oficial le pudiera explicar lo que pasaba. Waters, herido en una nalga, tuvo que ser llevado a la enfermería.

Los prisioneros saludaron con alegría a los estadounidenses, pero Baum se dio cuenta entonces de que el campo estaba saturado y que no podía sacar de allí a todos los prisioneros. Con los vehículos que le quedaban, a lo sumo podría llevarse a 200. Dispuso que sólo los oficiales a partir de cierta graduación serían transportados. Los demás podían elegir entre quedarse en el campo o tratar de llegar al frente por sus propios medios. La mayoría, mal alimentados, optaron por quedarse. Waters, incapaz de moverse por su herida, también tuvo que quedarse. A las 10:00 se inició el camino de regreso hacia el frente. Sin embargo, en mitad de la noche, cerca de Höllrich, la columna cayó en una emboscada. Un tanque fue detrozado y los alemanes, respondiendo en inglés a los mensajes de radio que llegaban, lo usaron para atraer a otros tanques, que corrieron la misma suerte. En total cuatro tanques fueron destrozados. El avance nocturno había sido lento y había consumido demasiado combustible. Por ello, la columna tuvo que esperar al amanecer, para poder avanzar más rápidamente.

Unos días atrás unos 50 agentes británicos habían sido lanzados en paracaídas en el norte de Italia. Se habían reunido con algunos miembros de la resistencia italiana y con unos 70 prisioneros de guerra soviéticos que habían escapado de los campos de concentración en los que habían estado confinados. Ese día atacaron el cuartel general de un cuerpo del ejército alemán provocando más de 50 bajas. Los atacantes contaron 3 británicos muertos y cuatro británicos, dos italianos y un soviético heridos. El ataque contó con la presencia de un soldado escocés, David Kirkpatrick, vestido con kilt y tocando la gaita para que los alemanes comprendieran que eran británicos quienes les atacaban y no llevaran a cabo represalias contra la población local.

Los alemanes lanzaron los dos últimos cohetes V-2 desde el último punto de lanzamiento que les quedaba en los Países Bajos. Uno cayó en Gran Bretaña y el otro en Bélgica, provocando unos 200 muertos.

Fragatas británicas hundieron dos submarinos alemanes cerca de la costa escocesa.

Argentina declaró la guerra a Alemania y Japón. Hasta entonces había nadado entre dos aguas, porque Gran Bretaña había presionado para que permaneciera neutral, mientras que los Estados Unidos habían presionado para que se uniera a los aliados.

El 28 de marzo submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros japoneses (Honan Maru y Nase Maru) y un barco de escolta (Mikura), mientras que la aviación hundió un petrolero (Asokawa Maru) y otro barco de escolta. Previamente, el Mikura había hundido un submarino estadounidense (USS Trigger).

En la isla de Cebú hubo combates cuando los estadounidenses ocuparon el aeropuerto, y también al tomar una isla en el puerto de Cebú. La ciudad de Cebú no tardó en ser liberada, pero seguían quedando tropas japonesas atrincheradas en los alrededores. Unos 8.500 guerrilleros filipinos cooperaban con los estadounidenses en la isla.

En Bougainville los australianos habían ido avanzando hacia el sur sin apenas oposición, pero ese día tuvieron lugar dos incursiones japonesas, que trataron de infiltrarse por huecos en las líneas australianas, pero que fueron advertidas a tiempo y rechazadas.

En Birmania oficiales japoneses hicieron balance de la situación en el asedio a Meiktila. La buena noticia era que habían destruido 50 tanques británicos, la mitad de los que poseía la guarnición, pero la mala era que ello había costado 2.500 bajas y que apenas les quedaban 20 piezas de artillería. La conclusión fue que el sitio fue levantado y los japoneses se retiraron más al sur, donde esperaban contar con una mejor situación para frenar el avance británico.

El día anterior tres políticos y militares polacos (entre ellos el general Leopold Okulicki) que se habían presentado ante las autoridades soviéticas para participar en las conversaciones que se estaban llevando en Moscú sobre el futuro político de su país fueron arrestados por la NKVD en Pruszków, y ahora les seguían otros 12, junto a uno más que había sido arrestado un tiempo atrás. En total, los 16 políticos fueron apaleados brutalmente y luego transportados a Moscú. Cuando Churchill se enteró del suceso le explicó a Roosevelt lo que estaba pasando: Stalin retrasaba la celebración de elecciones en Polonia para ir eliminando a la oposición por métodos diversos. Uno era ése: invitar políticos a Moscú para luego arrestarlos, condenarlos a un gulag y luego juzgarlos (o al revés, pero para el caso era lo mismo).

Tras el fracaso de la Operación Despertar primaveral, Hitler había autorizado la evacuación de Sarajevo, pues su defensa había dejado de tener valor alguno. Ésta empezó con el traslado de unos 3.000 soldados alemanes heridos. Ese mismo día los partisanos yugoslavos iniciaron un ataque contra la ciudad con unos 38.000 hombres. Ese día Hitler destituyó a Guderian del Alto Mando alemán. Guderian era el último oficial que quedaba en el Alto Mando de los que había al inicio de la guerra.

El conde Bernadotte regresó a Berlín para continuar negociando con Himmler. La máxima preocupación ahora del jefe de las SS era trasladar prisioneros rápidamente para que no cayeran en manos de los aliados, y como eran demasiados para poder gestionarlos, finalmente accedió a que los escandinavos de Neuengamme fueran trasladados a Suecia.

El avance de Montgomery no iba todo lo rápido que se esperaba. Dorsten no pudo ser tomada, pero los paracaidistas británicos lograron abrir un pasillo que permitió rebasarla por el norte. Se abría entonces la posibilidad de rodeara las tropas de Model en la cuenca del Ruhr. A la vista de los acontecimientos, Eisenhower decidió modificar el plan de la ofensiva. En cuanto la cuenca del Ruhr quedara rodeada, el noveno ejército estadounidense, que de momento estaba bajo las órdenes de Montgomery, pasaría a estar bajo el mando del general Omar Bradley. Cuando la bolsa del Ruhr hubiera sido reducida, las tropas de Montgomery pasarían a cubrir el flanco septentrional de Bradley, que pasaría a llevar la iniciativa del ataque.

Churchill y Mongtomery se opusieron. Churchill consideraba un objetivo de gran trascendencia política llegar a Berlín antes que los soviéticos, pero Eisenhower no estaba de acuerdo. Afirmó que sólo se lanzaría hacia Berlín si se lo ordenaban sus superiores o si surgía alguna razón militar de peso para ello, pero que de no ser así trataría de terminar la guerra lo antes posible. Puesto que en Yalta se había acordado repartir Alemania en cuatro partes, todo el territorio que se ocupara hacia el este, tendría que ser cedido posteriormente a los soviéticos, por lo que no merecía la pena el esfuerzo. El Estado Mayor estadounidense secundó a Eisenhower y se siguió su plan.

Mientras tanto, las tropas estadounidenses que avanzaban desde Remagen cruzaron el Lahn. Habían avanzado 80 km capturando miles de soldados alemanes. Por otra parte, ese día tropas estadounidenses cruzaron la frontera de Austria.

Durante la noche, los alemanes habían rodeado la columna de Baum, y en cuanto amaneció y empezó a moverse abrieron fuego sobre ella. Comprendiendo que no había posibilidad de atrincherarse, Baum dio la orden de "sálvese quien pueda". El enfrentamiento duró unos pocos minutos, tras los cuales la mayoría de los estadounidenses fueron apresados. El balance total fue de 32 muertos y 256 heridos, desaparecidos o capturados. Además se habían perdido cinco tanques. Entre los heridos y apresados estuvo el propio capitán Baum.

Patton fue muy criticado por haber enviado una columna en condiciones precarias a liberar a su yerno. Él negó haber sabido que Waters estaba en Hammelburg, y que había organizado la misión por el riesgo de que los alemanes en retirada mataran a los prisioneros, pero una carta enviada poco antes a su esposa prueba que sí que lo sabía y que su propósito era precisamente el de liberar a Waters. Eisenhower se puso furioso cuando se enteró de lo sucedido.

La destrucción causada en el último bombardeo sobre Dresde había dado lugar a algunas críticas sobre el gobierno británico, y ese día Churchill envió una nota a su Estado Mayor en la que decía:

Creo que ha llegado el momento de revisar la cuestión de si debemos bombardear ciudades alemanas sólo para causar terror, aunque sea con otros pretextos. De otro modo, podríamos acabar ocupando un territorio completamente arruinado. [...] La destrucción de Dresde sigue provocando dudas sobre los bombardeos aliados. Mi opinión es que, en adelante, los objetivos militares deben estudiarse más estrictamente según nuestros intereses y no los del enemigo. El secretario de relaciones exteriores me ha hablado de este tema y creo que deberíamos concentrarnos más precisamente en objetivos militares como el petróleo y las comunicaciones en las zonas inmediatamente detrás del frente, en lugar de en meros actos de terror y destrucción sin sentido, por impresionante que sea.

Los bombardeos sobre Berlín continuaban. La mitad de los edificios había sido dañada y una tercera parte era inhabitable. Se calcula que los bombardeos habían causado unos 20.000 muertos. No eran muchos en comparación con los 23.000 de Dresde en un solo bombardeo, o los 40.000 de Hamburgo dos años atrás, también en un único bombardeo, o los 100.000 de Tokio unos meses atrás.

Un submarino alemán hundió un petrolero estadounidense (Oklahoma) en el Atlántico.

El 29 de marzo los estadounidenses desembarcaron en la isla filipina de Negros. En primer lugar desembarcó un pelotón por sorpresa cerca de Bacolod, que tomó un puente de acero sobre el río Bago, que separaba Bacolod del punto donde iba a tener lugar el desembarco principal, en Pulupandan. Así éste tuvo lugar sin oposición, y las tropas desembarcadas acudieron a reforzar las que defendían el puente. El avance fue rápido y ese mismo día los estadounidenses tomaron otros siete puentes.

La aviación estadounidense atacó un convoy japonés frente a la Indochina francesa y hundió un petrolero (Kaiko Maru) y dos barcos de la escolta. Un submarino hundió un tercer barco de escolta.

En el frente meridional de Bougainville hubo más incursiones japonesas que ponían a prueba las defensas australianas a la vez que trataban de aislar de su retaguardia a un batallón de infantería. Un sargento japonés capturado aseguró que las incursiones eran el preludio de un ataque masivo.

Ese día fueron evacuadas de Kahlholz y Balga las últimas tropas alemanas antes de que irrumpieran los soviéticos y capturaran los últimos restos de la bolsa de Heiligenbeil. El saldo final fue de unos 80.000 alemanes muertos y unos 50.000 capturados. Por su parte, las bajas soviéticas fueron de unos 150.000 muertos y unos 97.000 heridos o enfermos.

Ese día tropas soviéticas entraron en Austria.

Los estadounidenses cruzaron el Lippe al este de Wessel y alcanzaron las posiciones tomadas por los paracaidistas alrededor de Haltern.

Para entonces Frankfurt estaba ya bajo control estadounidense. Quedaban algunos focos de resistencia alemana, pero algunos soldados alemanes abandonaron la ciudad a instancias de los civiles, para evitar muertes innecesarias. El avance estadounidense desde Remagen giró hacia el norte, hacia Paderborn, mientras su flanco derecho era cubierto por las tropas de Patton, que avanzaban hacia Kassel.

Una torpedera alemana hundió un carguero noruego (Kommandøren) en Bergen.

Sir Arthur "Bombardero" Harris no había leído la nota de Churchill del día anterior, pero le habían contado lo que decía, y no le había gustado nada que Churchill calificara sus métodos de "terroristas", así que escribió una carta al Ministerio del Aire en la que decía:

En el pasado estaba justificado que atacáramos ciudades alemanas, pero hacerlo era repugnante y ahora que los alemanes están siendo derrotados por todas partes podemos dejar de llevar a cabo tales ataques. Ésta es una doctrina que nunca podría suscribir. Los ataques a ciudades, como cualquier otro acto bélico, son intolerables a menos que estén justificados por motivos estratégicos, pero es que están justificados por motivos estratégicos, en la medida en que tienden a acortar la guerra y salvan las vidas de los soldados aliados. A mi entender no tenemos ningún derecho a suspenderlos a menos que sea seguro que no tendrán este efecto. Personalmente, no creo que el conjunto de todas las ciudades que quedan en Alemania valgan tanto como los huesos de un granadero británico. El sentimiento que existe sobre Dresde podría explicarlo fácilmente cualquier psiquiatra. [...] Dresde era un conglomerado de fábricas de municiones, un centro de gobierno intacto y un punto clave de transporte hacia el este. Ahora ya no es nada de esto.

Lo de "los huesos de un granadero Británico" era una alusión a una frase de Bismark: "Los Balcanes en su conjunto no vale tanto como los huesos de un simple granadero de Pomerania." Varios oficiales británicos respaldaron a Harris y Churchill suavizó su nota.

Ese día cayó la última bomba V-1 en territorio británico. Lo hizo en Datchworth, y poco después su lugar de lanzamiento en los Países Bajos fue tomado por los británicos.

La aviación británica hundió un submarino alemán en el Atlántico y una fragata hundió otro en el canal de la Mancha.

James Stewart fue ascendido a sargento. Fue uno de los pocos estadounidenses que pasó de soldado raso a sargento en cuatro años.

El 30 de marzo los estadounidenses liberaron Bacolod, en la isla de Negros.

Los ataques japoneses en Bougainville se hicieron más frecuentes. Después de que tres ataques fueran rechazados, a las 13:00 se inició un cuarto precedido por fuego de mortero. Trece japoneses murieron, frente a un australiano muerto y dos desaparecidos. Las posiciones australianas se veían amenazadas y fueron enviados tanques, aunque avanzaban lentamente.

Los soviéticos entraron en Danzig.

En su marcha hacia Eslovenia, Đurišić cruzó el río Vrbas y tomó la aldea de Razboj, desde donde atacó Doline en la orilla derecha del río Sava.

El conde Bernadotte entró por primera vez en Neuengamme. La misión de la Cruz Roja había recibido permiso para acceder al campo el día anterior, y los prisioneros escandinavos eran mal vistos ahora por sus camaradas de otras nacionalidades, por el trato de favor que estaban recibiendo. Un prisionero danés describiría más tarde la visita de Bernadotte:

Por primera vez en la historia de Neuengamme, los carniceros nazis Pauly y Thuman no eran los arrogantes y jactanciosos representantes de la raza superior, agitando sus látigos. Se acercaron como gatitos tras Bernadotte, repentinamente complacientes, serviciales y dóciles, rayando la adulación servil, la típica adulación tan distintiva de los carniceros de la raza superior, cuando se dieron cuenta de que tenían los días contados. Ahora estábamos seguros de que podríamos regresar a casa.

Ese día bombarderos estadounidenses atacaron las instalaciones portuarias de Bremen (donde hundieron 10 submarinos y 2 cargueros), Wilhelmshaven (3 submarinos, 4 cargueros y el crucero Köln) y Hamburgo (3 submarinos). La RAF también bombardeó Hamburgo, y hundió 2 submarinos.

Tropas de la misión Alsos llegaron a Heidelberg, donde capturaron a varios científicos alemanes. Los interrogatorios señalaron a Otto Hahn, que tenía su laboratorio en Tailfingen, mientras que Werner Heisenberg y Max von Laue estaban en Hechingen, mientras que un reactor de uranio que Heisemberg había construido en Berlín había sido trasladado a Haigerloch.

El mayor estadounidense Maurice Rose murió en combate cerca de Paderborn y, como represalia, sus tropas saquearon varias ciudades vecinas y mataron varios prisioneros de guerra alemanes (al menos 45). En general, los soldados aliados veían con frustración que los alemanes ofrecieran tanta resistencia cuando era evidente que tenían la guerra perdida, con lo que causaban muertes innecesarias, y el resentimiento era mayor cuando los civiles atacaban a los soldados. Así, Patton había ordenado destruir varias casas cuando un francotirador disparó contra uno de sus oficiales. Un manual aliado sobre técnicas para combatir guerrillas indicaba que había circunstancias en las que los oficiales podían tomar "medidas severas" contra civiles como respuesta rápida a ataques guerrilleros, aunque ello fuera contrario a las Convenciones de La Haya.

La aviación británica también bombardeó Menstad, en Noruega, donde hundió cuatro cargueros noruegos y uno alemán.

Una fragata británica hundió un submarino alemán cerca de la costa escocesa, completando la cifra de 19 submarinos que Alemania perdió en sólo un día.

El 31 de marzo destructores estadounidenses hundieron un submarino japones ante la isla de Okinawa. Ese día un batallón de marines desembarcó sin oposición en Keise Sima, cuatro islotes situados a unos 13 km de Naha, la capital de la isla de Okinawa. Allí instalaron varias piezas de artillería.

En Bougainville los tanques australianos llegaron al frente justo a tiempo para repeler un nuevo ataque japonés. Luego los tanques cubrieron el repliegue de la infantería australiana de vanguardia hasta posiciones seguras. Los jeeps que transportaban heridos cayeron en una emboscada y cinco australianos resultaron muertos. Luego se organizó un rápido contraataque en el que murieron 11 japoneses.

Los soviéticos tomaron Ratibor y Katscher, con lo que dieron por terminada la campaña de la Alta Silesia.

469 aviones británicos y canadienses bombardearon Hamburgo, donde resultaron hundidos dos cargueros alemanes (Martha Russ I y Stormarn) y varios submarinos en construcción. Los cazas alemanes abatieron 11 aviones.

Una división acorazada estadounidense completó un avance ininterrumpido de 64 km iniciado el día anterior hasta Beckum, en el que cortó dos de las tres líneas ferroviarias de la cuenca del Ruhr así como la autopista hacia Berlín. En Paderborn un grupo de estudiantes de las SS, armados con 60 tanques, ofrecieron una resistencia fanática que detuvo el avance estadounidense durante un día entero.

Para esas fechas, los cuatro ejércitos estadounidenses presentes en Europa habían cruzado el Rin. Eisenhower transmitió por radio una propuesta de rendición a los alemanes.

Fuerzas francesas hicieron un nuevo intento de capturar el fuerte en los Alpes que no habían podido tomar unas semanas atrás, y fracasaron de nuevo.

El 1 de abril se inició un desembarco en Okinawa. La oposición japonesa fue débil, lo cual no era de extrañar, teniendo en cuenta que en el frente podían verse soldados como los de la foto. El ejército había movilizado a niños entre 14 y 17 años, teóricamente voluntarios, pero en los colegios se les obligó a presentarse voluntarios y se falsificaron documentos cuando hizo falta. La mitad de los "voluntarios" acabaron muertos, algunos en ataques suicidas con bombas contra tanques.

La flota estadounidense fue atacada por aviones kamikazes que impactaron en tres transportes y en una de las torretas del acorazado West Virginia, pero no provocaron daños graves. También se emplearon seis Ohka, es decir, planeadores-cohete suicidas. Al principio se pensó que uno de ellos era el que había impactado sobre el West Virginia, pero en realidad ninguno dio en el blanco. Ninguno de los planeadores que los había transportado regresó a la base. No obstante, los estadounidenses pudieron advertir en qué consistía la nueva arma japonesa. No sabían su nombre, pero le dieron uno muy descriptivo bastante parecido al real: Baka, que es una palabra japonesa que significa "idiota". Inmediatamente tomaron medidas para crear anillos defensivos que detectaran las parejas de aviones con planeadores, para abatirlos antes de que los planeadores se soltaran y activaran su motor cohete.

En el frente meridional de Bougainville un regimiento de infantería japonés intentó llegar hasta las posiciones australianas, pero se encontró el camino bloqueado con alambradas y tuvo que desviarse para cruzar el río Puriata. El cruze empezó a las 3:00, pero los australianos los vieron a la luz de la luna y abrieron fuego sobre ellos. Entonces intentaron improvisar un ataque, pero un batallón quedó aislado de su retaguardia. Al amanecer los australianos empezaron a disparar con morteros y causaron numerosas bajas. El regimiento tuvo que retirarse, salvo el batallón aislado, que no pudo encontrar el camino de vuelta hasta bien entrada la tarde. Sobre las 12:00, un regimiento de artillería japonés reconvertido en infantería empezó a moverse para atacar las posiciones australianas, pero fue detectado a tiempo y empezó a recibir fuego enemigo antes de estar en la posición de ataque. El ataque se inició a las 12:40, con un asalto que obligó a retroceder a la vanguardia australiana, dejando atrás a los heridos. Por la tarde los australianos organizaron un contraataque para restablecer el contacto con las tropas avanzadas, pero fracasó.

Un submarino estadounidense detectó en el estrecho de Taiwan el Awa Maru, un barco japonés que navegaba con bandera de la Cruz Roja que había salido de Singapur rumbo a japón, supuestamente transportando víveres para prisioneros de guerra y contaba con un salvoconducto aliado. En realidad, aunque se había visto cómo cargaba sacos de arroz en sus bodegas, la noche antes de su partida se vio también como el arroz fue descargado y sustituido por contrabando. Por otro lado, los japoneses habían proporcionado a los aliados una ruta falsa para el barco, que pasaba por un campo de minas japonés, probablemente pensando que los aliados serían tan miserables como los japoneses y que intentarían atacar el barco pese al salvoconducto. El caso fue que el submarino confundió el Awa Maru con un destructor y lo hundió. De las 2.004 personas a bordo, sólo una sobrevivió. Cuando el superviviente reveló la identidad del barco, el capitán del submarino, Elliott Loughlin, informó inmediatamente de lo sucedido. Loughlin fue sometido a un consejo de guerra en el que asumió toda la responsabilidad por el incidente, cuando lo hubiera tenido fácil para traspasarla a sus subordinados. El tribunal lo eximió de los cargos principales y lo condenó a recibir una carta de amonestación del Secretario de Marina, Chester Nimitz. Éste consideró que la pena había sido demasiado benévola y envió también cartas a los miembros del tribunal más dura que la que escribió a Loughlin. El gobierno estadounidense ofreció a Japón indemnizarlo con un barco similar al hundido.

Los partisanos yugoslavos habían reclutado medio a la fuerza a unos albaneses de Kosovo, que de dirigían a pie en tres columnas hacia Bar, donde debían recibir entrenamiento antes de marchar al frente. En un momento dado se produjo un incidente, cuya naturaleza varía según las fuentes, que llevó a los partisanos que vigilaban a los reclutas a disparar sobre ellos. Otro grupo de varios centenares de albaneses fue obligado a entrar en una mina cuya entrada fue sellada para sepultarlos vivos.

Tropas soviéticas capturaron la ciudad húngara de Sopron, en la frontera austríaca.

Poco después del mediodía, dos divisiones acorazadas estadounidenses se encontraron en Lippstadt, completando en cerco de la cuenca del Ruhr, donde se encontraban unos 370.000 soldados alemanes pobremente armados. Model pidió suministros aéreos, pero la supremacía aérea aliada no lo permitía. Model llevaba días pidiendo permiso para retroceder y ahora empezó a pedir permiso para tratar de romper el bloqueo, que todavía era débil, pero Hitler se había negado y continuaría haciéndolo, exigiendo que las fuerzas en el Ruhr resistieran durante meses y retuvieran así al grueso del ejército aliado.

Las tropas estadounidenses llegaron ante Kassel, pero su avance fue detenido por fuego de artillería de largo alcance.

El 2 de abril un ataque kamikaze dañó un antiguo destructor estadounidense, empleado entonces como transporte (USS Dickerson) en Okinawa, provocando 54 muertos. El barco tuvo que ser hundido unos días más tarde a causa del daño sufrido. La aviación estadounidense hundió un buque de escolta japonés entre el archipiélago japonés y Okinawa. Un submarino estadounidense atacó un convoy japonés en el mar Amarillo y hundió tres cargueros (Edogawa Maru, Nisshin Maru y Taijo Maru).

Para entonces los estadounidenses controlaban ya toda la llanura costera de la isla de Negros. Los japoneses se habían retirado a las montañas en el interior de la isla, donde habían dispuesto fortificaciones y toda clase de trampas para los estadounidenses.

En Bougainville los japoneses se retiraron a la orilla opuesta del río Puriata para preparar un nuevo ataque. Durante los días siguientes el contacto con los australianos fue mínimo.

Los soldados croatas y la Ustacha atacaron a los chetniks de Đurišić en Razboj, provocando un gran número de bajas. Đurišić dirigió sus tropas hacia Topola. Aviones croatas lanzaron octavillas que instaban a los montenegrinos a abandonar a Đurišić y unirse a Drljević a la lucha contra los partisanos comunistas.

El ejército soviético atacó Bratislava y capturó el aeropuerto de Vajnory. Para entonces el presidente Tiso y el gobierno de la República Eslovaca ya habían abandonado la capital en dirección a Austria. En su avance hacia Chequia, los soviéticos cruzaron el Oder en Bukau y en Tworków y establecieron cabezas de puente. En el norte de Esolvaquia ocuparon Ružomberok. Mientras tanto, el Ejército Rojo se aproximaba a Viena, después de haber ocupado Wiener Neustadt, Eisenstadt, Neunkirchen y Gloggnitz.

Una columna de la Cruz Roja Sueca salió de Neugammen para recoger los últimos prisioneros escandinavos de los que tenían constancia. El viaje fue muy complicado. En muchas ocasiones tenían que pararse para prestar asistencia médica a alemanes. Algunos de los prisioneros que buscaban habían muerto. En total rescataron a 75, de Vaihingen, Mauthausen y, sobre todo, de Dachau, donde encontraron 43 gravemente enfermos.

En Kassel los estadounidenses destruyeron la batería alemana que les había detenido hasta entonces. Al final del día habían ocupado los suburbios del sur y el oeste. Se inició un combate casa por casa, pero los alemanes eran demasiado pocos para resistir mucho tiempo. Tanques estadounidenses estaban en camino.

La aviación británica hundió dos cargueros noruegos en Sognefjord (Concordia y William Blumer).

Unos 2.300 soldados británicos habían cruzado durante la noche el lago Comacchio, en el norte de Italia, y se enfrentaron a una guarnición de 1.200 alemanes, que acabaron retirándose, aunque dejaron 946 prisioneros.

La RAF hundió un submarino alemán al suroeste de Irlanda.

El 3 de abril la aviación estadounidense bombardeó Hong Kong. Tres transportes japoneses (Heikai Maru, Shozan Maru y Yokai Maru) y un barco de escolta (Manju) resultaron hundidos.

La aviación estadounidense bombardeó Kiel, donde tres submarinos alemanes, un carguero y un barco de entrenamiento resultaron hundidos.

Esa noche los alemanes destruyeron los grandes puentes sobre el Danubio en Bratislava.

Tras intensos combates en sus calles, Acchaffenburg se rindió a las tropas de Patton.

El 4 de abril la aviación estadounidense hundió un petrolero japonés (Kinyu Maru) cerca de Formosa.

En su afán por suicidarse de forma original, los japoneses lanzaron una lancha torpedera suicida contra un buque de desembarco estadounidense en Okinawa, que resultó hundido.

Đurišić fue atacado de nuevo en la región de Lijevče por las fuerzas croatas y la Ustacha. Tras haber sufrido cuantiosas bajas, organizó un contraataque y trató de negociar una tregua, pero su propuesta fue rechazada, lo que lo llevó a organizar un nuevo contraataque con todos sus hombres disponibles para la noche siguiente.

A los pocos días de la caída de Danzig, los soviéticos dieron por terminada su ofensiva en Pomerania. Con ambos flancos controlados, ahora nada impedía el avance sobre Berlín. Esa misma noche una flotilla de pequeños barcos alemanes logró evacuar unos 30.000 civiles y militares del norte de Polonia a la península de Hela. En los primeros días de abril unas 265.000 personas habían sido evacuadas de Danzig a Hela.

Ese día los soviéticos expulsaron a los alemanes de la parte de Bratislava situada al norte del Danubio.

Para entonces ya no quedaban tropas alemanas en Hungría. Los restos de la operación Despertar primaveral se afanaban en organizar la defensa de Viena ante las proximidad del Ejército Rojo, que amenazaba con rodear la ciudad.

Un nuevo ataque aéreo sobre Kiel acabó con tres submarinos alemanes, un carguero (Axenfels), un petrolero (Mexphalte), un barco de pasajeros (New York) y un barco hospital (Monte Olivia).

Ese día se descubrió el diario del almirante Wilhelm Canaris, el que había sido jefe del servicio secreto militar de Alemania. Hitler montó en cólera al leerlo y descubrir que quien había ocupado un cargo de tal responsabilidad en la represión de la oposición política había estado jugando en realidad un doble juego en contra de los nazis.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Feodosia) entre Dinamarca y Suecia.

El cerco a la bolsa del Ruhr quedó consolidado y, siguiendo el plan de Eisenhower, el noveno ejército estadounidense pasó de estar bajo el mando de Montgomery al de Bradley, e inmediatamente pasó a atacar la bolsa.

Ese día los estadounidenses encontraron escondidas en una mina de sal parte de las reservas de oro alemanas. No sólo había oro y papel moneda, sino también joyas y obras de arte robadas a judíos o en ciudades conquistadas.

También fue el día en que los estadounidenses entraron por primera vez en lo que había sido un campo de concentración alemán, en Ohrdruf. Los soviéticos que entraron en Auschwitz no debieron de encontrar nada que impresionara a unos comunistas curtidos, pero para los estadounidenses fue sobrecogedor encontrar montones de cadáveres, algunos cubiertos de cal y otros parcialmente incinerados. No lejos de allí estaba el campo de Buchenwald y los alemanes empezaron a organizar marchas de miles de prisioneros para evacuarlo.

La guarnición de Kassel se rindió a los estadounidenses, que hicieron 1.325 prisioneros.

Patton detuvo el avance de su ejército para que los otros dos ejércitos bajo el mando del general Bradley le alcanzaran, y así los tres llegaron a estar alineados norte-sur a la altura del río Leine.

Antes del amanecer, tropas estadounidenses habían cruzado el río Neckar silenciosamente y entraron en la ciudad de Helibronn. Cuando salió el sol, un batallón alemán contraatacó y terminó apretando a los estadounidenses contra el río. La pequeña cabeza de puente fue defendida por la artillería desde la orilla opuesta, mientras una división de refuerzo cruzaba el río en otro punto más al sur. El combate volvió a llevarse hasta las afueras de la ciudad. En un momento dado, un pelotón de las Juventudes Hitlerianas salió gritando hacia las líneas estadounidenses para rendirse mientras sus oficiales les disparaban para detenerlos. No obstante, en general la resistencia alemana fue intensa, y muchos soldados sólo se rendían cuando estaban a tiro de fusil.

El 5 de abril la aviación estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Kine Maru y Tokai Maru) y dañó un petrolero (Kamoi) que terminó hundiéndose unos días más tarde. Un destructor estadounidense hundió un submarino japonés cerca de Okinawa.

Guerrilleros filipinos se habían apoderado de Malabang, en Mindanao y ahora la aviación estadounidense empezaba a usar su aeropuerto para bombardear posiciones japonesas basándose en la información suministrada por las guerrillas.

Tras un bombardeo nocturno a cargo de la artillería, a las 5:00 los japoneses lanzaron su ataque definitivo sobre las posiciones australianas en el frente meridional de Bougainville. Durante unos 80 minutos, alrededor de un millar de japoneses atacaron en varias oleadas. La vanguardia australiana se vio superada, pero el ataque se estancó debido a los obstáculos dispuestos por los australianos y la falta de equipamiento adecuado para superarlos. Rápidamente la situación se invirtió y los japoneses se vieron aislados por el fuego de la artillería australiana y unas ametralladoras bien situadas. Tras la típica carga suicida, los japoneses supervivientes se retiraron. Hacia las 8:30 los australianos se dieron cuenta de que habían huido. Pasado el mediodía iniciaron las tareas de limpieza para acabar con los grupos dispersos de japoneses que todavía quedaban en la zona. En total, de unos 2.400 soldados japoneses que habían participado en la batalla en las últimas semanas, unos 650 habían muerto y cerca de 1.000 habían resultado heridos. Las bajas australianas fueron de 189 muertos y heridos.

La Unión Soviética comunicó a Japón, con los doce meses de antelación previstos, que no tenía intención de prolongar el pacto de neutralidad firmado en 1941. El comunicado explicaba que "la prolongación del pacto se había vuelto imposible". Los japoneses ignoraban que Stalin se había comprometido en Yalta a declarar la guerra a Japón tras la rendición alemana, pero este aviso lo dejaba entrever, y causó gran inquietud, porque Japón estaba concentrando sus tropas en el sur, para hacer frente a un previsible desembarco estadounidense, y con ello el norte era vulnerable a un ataque soviético. Ese mismo día presentó su dimisión el primer ministro, Kuniani Koiso.

Los chetniks de Đurišić atacaron con cierto éxito las posiciones del ejército croata y de la Ustacha, llegando a tomar Aleksandrovac por un tiempo, si bien al anochecer fue recapturada por los croatas. Durante los combates, ambos bandos se vieron atacados por partisanos. Đurišić trató de llegar a un acuerdo con el general croata, pero éste exigió una rendición incondicional, así que la lucha se prolongó durante toda la noche.

Los soviéticos completaron la ocupación de Bratislava. Para entonces Jozef Tiso había encontrado asilo en el monasterio austríaco de Kremsmünster. Mientras tanto, el presidente de Checoslovaquia en el exilio, Edvard Beneš, había volado desde Londres hasta Košice, en Esolvaquia, a la que declaró capital provisional del país hasta que los alemanes fueran expulsados de Praga. Allí nombró primer ministro al Socialdemócrata Zdeněk Fierlinger, que hasta entonces había sido embajador en Moscú del gobierno checoslovaco en el exilio. Beneš empezó a poner en práctica un programa político acordado en Moscú para después de la guerra para implantar en el país una "democracia popular", que era la forma tan graciosa con la que los comunistas llamaban a las dictaduras comunistas, con un Frente Nacional que incluiría a comunistas y socialdemócratas, pero que vetaría de la vida política a otros partidos "molestos", sobre todo el Partido Agrario, y que preveía la nacionalización de grandes empresas, restricciones en la propiedad privada, etc. Este programa también llevaba a una dependencia de la Unión Soviética, especialmente en lo relacionado con la seguridad y la defensa. El ejército Checoslovaco sería instruido a imagen y semejanza del Ejército Rojo, incluyendo "oficiales de propaganda".

El mariscal Pétain escribió una carta a Hitler, "jefe del gran Estado alemán", desde Sigmaringen, para pedirle que le permitiera regresar a Francia. Explicaba que se había enterado de que las autoridades francesas iban a instruir un proceso contra él y que deseaba estar en condiciones de "cumplir con su deber", y que "sólo en Francia podría responder de sus actos". No obtuvo respuesta.

La unidad de Galland se enfrentó a aviones estadounidenses con relativo éxito: abatió tres bombarderos.

El que fuera comandante del campo de concentración de Buchenwald, Karl-Otto Koch, fue fusilado en el propio campo por malversación, robo y otros delitos vinculados al ejercicio de su cargo. Su esposa, Ilse Koch, la bruja de Buchenwald, se fue a vivir con su familia.

Unos 3.000 soldados franceses atacaron a unos 1.500 soldados alemanes e italianos que defendían posiciones en Mont Cenis, en los Alpes. Lograron ocupar el que había sido su objetivo principal: Font-Froid, pero Fort de la Turra resistió la ofensiva.

En la isla neerlandesa de Texel se encontraba destinado un batallón de la llamada "Legión georgiana", compuesta por unos 400 soldados alemanes y unos 800 georgianos, que habían militado antes en el Ejército Rojo y habían preferido integrarse en la Wehrmacht en lugar de permanecer en un campo de concentración, y también algunos que se habían incorporado voluntariamente para combatir a los comunistas. Sin embargo, al final habían sido destinados al frente occidental y ahora corrían noticias de que iban a ser trasladados de la isla al continente para combatir a los aliados occidentales. Combatir a los soviéticos era algo que podía merecer la pena, pero a los británicos y estadounidenses no, así que esa noche estalló una revuelta. Poco antes de la medianoche los georgianos se rebelaron y ganaron el control de casi toda la isla. Unos 200 alemanes, tomados por sorpresa, perdieron la vida esa noche. La resistencia neerlandesa colaboró con los insurrectos.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Gasray) en St Abb's Head.

El 6 de abril la aviación japonesa inició la operación Kikusui (agua de crisantemo) contra la flota estadounidense que atacaba Okinawa. Un total de 524 aviones de los cuales 297 eran kamikazes se lanzaron a un ataque masivo. A las 12:26 el destructor USS Haynsworth recibió el primer impacto. Poco después, el destructor USS Bush recibió un segundo impacto que acabó con el hundimiento del barco, y lo mismo sucedió con el destructor USS Colhoun, sobre el que se estrellaron cuatro aviones. Los destructores USS Newcomb, USS Leutze, USS Morris y USS Witter no se hundieron, pero sufrieron daños irreparables. En cambio, los daños en el USS Mullany y USS Rodman fueron menores. El carguero Logan Victory también fue hundido por un kamikaze, mientras que Hobbs Victory explotaría al día siguiente a causa de los daños sufridos. El acorazado USS Maryland recibió un impacto, pero los daños no fueron graves. Otros barcos menores también resultaron hundidos o gravemente dañados.

Mientras tanto, un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Araosan Maru) mientras la aviación hundía dos de los barcos que escoltaban el convoy del que formaba parte cerca de la costa china, así como un destructor (Amatsukaze), que embarrancó, luego fue destrozado por una tormenta y finalmente fue hundido por los propios japoneses.

Un mes antes, el emperador Hirohito había preguntado a su Estado Mayor qué tenía pensado hacer la Armada para defender Okinawa del ya entonces previsible ataque estadounidense, así que la Armada se vio en el compromiso de enviar al acorazado Yamato y su escolta contra la flota estadounidense. Muchos comandantes japoneses pusieron objeciones al plan, y sólo lo aceptaron cuando fueron informados de la confianza que el emperador había puesto en la misión. A las 16:00 el Yamato, el crucero ligero Yahagi y ocho destructores zarparon de Tokuyama rumbo a Okinawa bajo el mando del almirante Seiichi Itō. Ante la escasez de combustible, se había ordenado que sólo se proveyera a los barcos del necesario para llegar a su destino y entablar combate, pero el personal portuario las desobedeció y proporcionaron todo el combustible disponible, aunque ni siquiera era seguro que bastara para garantizar el regreso. Dos submarinos estadounidenses divisaron la flota y la siguieron informando de su posición.

Las victorias británicas en Birmania habían permitido abrir una vía de suministro hacia China, y con el material recibido de los aliados los chinos se habían organizado para atacar a los japoneses. Éstos se dieron cuenta de la novedad cuando trataron de ocupar Hunan. Entraron en sus suburbios sin encontrar mucha resistencia, pero pronto se vieron atrapados en emboscadas y fuego de mortero. Además, los chinos tenían la superioridad aérea. Tras varias derrotas, decidieron retirarse, pero los chinos los persiguieron provocando muchas bajas. Las guerrillas locales actuaron también y los japoneses perdieron una gran superficie de terreno.

Una parte de las fuerzas de Đurišić habían quedado atrapadas entre los partisanos y los croatas y habían forzado el paso hacia el grupo principal. De unos 800, sólo 220 lo lograron. Đurišić abandonó la idea de apartar a los croatas de su camino y trató de pasar por uno de sus flancos con parte de sus hombres. A los restantes les dijo que fingieran cambiar de bando para unirse a los croatas y buscar la primera oportunidad para marchar hacia Eslovenia.

Los partisanos yugoslavos ocuparon Sarajevo.

Desde Bratislava, las tropas soviéticas avanzaron hacia Chequia y ese día empezaron a cruzar el río Morava.

Tras cuatro días de bombardeo por parte de la artillería, los soviéticos iniciaron el asalto a Königsberg. La ciudad estaba rodeada por tres líneas defensivas. Los soviéticos atacaron en todas direcciones. Hacia el mediodía la línea exterior había caído, tanto en el norte como en el sur, y la segunda estaba muy debilitada en el norte. Los soviéticos aportaron tropas de reserva y tres horas más tarde la segunda línea fue atravesada por varios puntos.

Británicos y estadounidenses iniciaron la "ofensiva de primavera" en Italia con un fuerte bombardeo sobre las defensas alemanas en el río Senio.

Unos 2.000 soldados alemanes llegaron a la isla de Texel desde el continente y empezaron a barrer a los rebeldes georgianos.

Un barco británico de transporte de tropas (Cuba) fue hundido en el Canal de La Mancha por un submarino alemán, que a su vez resultó hundido por un destructor británico.

El 7 de abril, a las 10:00, casi 400 aviones despegaron en varias oleadas de ocho portaaviones estadounidenses situados al este de Okinawa. Se dirigieron hacia la flota japonesa por delante de una flota formada por 6 acorazados, 7 cruceros y 21 destructores, que entrarían en combate si la aviación no liquidaba la flota japonesa. Los primeros aviones llegaron hasta el Yamato alrededor de las 12:00. Las precauciones ante la aviación japonesa resultaron inútiles. Pronto se descubrió que la flota enemiga carecía de protección aérea. A las 12:34 el Yamato abrió fuego. Los aviones estadounidenses actuaron con gran coordinación. Los cazas distraían a la artillería antiaérea para que los bombarderos pudieran descender y lanzar su carga. A las 12:46 un torpedo impactó sobre el crucero Yahagi en su sala de máquinas. Todo el personal de la sala resultó muerto y el barco quedó inmovilizado. Esto permitió que fuera fácilmente alcanzado por otros 6 torpedos y 12 bombas en varias oleadas de ataques aéreos. El destructor Isokaze trató de acudir en su ayuda, pero fue gravemente dañado y no tardó en hundirse.

Mientras tanto, a pesar de su gran velocidad y sus maniobras evasivas, el Yamato había sido alcanzado por dos bombas y un torpedo. Una de las bombas desencadenó un incendio que no pudo ser extinguido. Mientras tanto los destructores Hamakaze y Suzutsuki también quedaron fuera de combate, y el primero acabó hundiéndose. A las 13:20 llegó la segunda oleada de aviones, que se concentró sobre el Yamato. Para entonces había recibido el impacto de al menos 8 torpedos y 15 bombas. Los torpedos habían sido lanzados deliberadamente contra el lado de babor, para escorarlo hasta que volcara. Los mecanismos de control de inundaciones habían sido destruidos, así que, a las 13:33, en un intento desesperado de evitar que el barco volcara, los miembros del equipo de control de inundaciones inundaron deliberadamente las salas de calderas y de máquinas de estribor, para nivelar la nave. No se molestaron en avisar a los marineros que ocupaban dichas zonas, así que varios centenares de ellos murieron ahogados. El acorazado se niveló, pero el agua que lo inundaba ralentizó su movimiento. A las 14:00 el Yahagi volcó y se hundió. Los aviones se concentraron en el timón del Yamato, de modo que a las 14:02 iba a la deriva. El almirante Itō ordenó a la tripulación abandonar el barco y a los destructores que se dedicaran a rescatar supervivientes. A las 14:05 el Yamato se había detenido y empezaba a volcar. El almirante Itō se negó a abandonar el barco. A las 14:20 el barco estaba completamente boca abajo y empezó a hundirse. A las 14:23 se produjo una enorme explosión que derribó varios aviones estadounidenses que se habían acercado a ver el espectáculo. De los 2.332 tripulantes del acorazado, murieron 2.055. Mientras trataba de regresar a su base, el destructor Asahimo fue bombardeado y hundido. El Kasumi estaba tan dañado que tuvo que ser hundido por otros destructores.

Durante el transcurso de la batalla, la aviación japonesa atacó a la flota estadounidense, en una prolongación de la operación Kikusui. Sin embargo, los resultados no fueron comparables a los del día anterior. Sólo produjeron daños leves en el portaaviones Hancock, en el acorazado Maryland y daños más graves en el destructor Bennet. A cambio, los japoneses perdieron unos 100 aviones. Las pérdidas estadounidenses fueron de 97 muertos, 122 heridos, 10 aviones destruidos y los pequeños daños en la flota que acabamos de referir. Más de 4.000 japoneses murieron en la batalla, pero lo más relevante es que la flota japonesa había dejado de existir.

Ese día el primer ministro Kuniaki Koiso fue reemplazado por el almirante Kantarō Suzuki, que tenía ya 77 años.

Submarinos estadounidenses hundieron un crucero japonés (Isuzu) en el mar de Java.

Un bombardeo estadounidense destruyó la mayor parte de la fábrica de motores de aviones de Mitsubishi en Nagoya.

Los alemanes habían lanzado varios contraataques en Königsberg durante la noche, usando sus últimas reservas, pero los soviéticos lograron rechazarlos todos, con muchas bajas por ambas partes. Una mejora del tiempo permitió a los soviéticos emplear la aviación de la flota del Báltico. Algunos fuertes de los anillos defensivos que se habían resistido el día anterior fueron asaltados con lanzallamas, mientras que en otros se abrieron brechas en las murallas con explosivos. Se inició un combate casa por casa hacia la fortaleza central de la ciudad. El general al mando , Otto Lasch, viendo que todo estaba perdido, envió un mensaje por radio al cuartel general de Hitler, solicitando permiso para rendirse. La respuesta fue "luchar hasta el último soldado".

El intento de los chetniks de Đurišić de unirse a los croatas no funcionó. Fueron atacados por la artillería cerca de Razboj y luego por la infantería apoyada por tanques. Acabaron siendo rodeados y poco a poco se fueron rindiendo.

Hasta ese momento, los alemanes habían mantenido a los soviéticos fuera de los suburbios de Viena, pero finalmente lograron tomar algunas posiciones aisladas en el sur.

Ese día entró en acción el Comando Especial Elba, una unidad de la Luftwaffe formada por pilotos con escasa experiencia con una estrategia de ataque similar a la de los kamikazes japoneses pero quitando la estupidez de suicidarse. La idea era lanzar el avión contra un avión enemigo para estrellarlo, pero saltar en paracaídas antes del choque. Un total de 120 aviones—que no pilotos—suicidas salió a detener una oleada de bombarderos estadounidenses, pero el resultado fue deplorable: unos 90 aviones fueron abatidos y sólo 15 bombarderos enemigos fueron atacados, de los cuales sólo 8 fueron derribados. La primera misión del Comando Especial Elba fue también la última.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Oldenburg) en Vadheim (Noruega).

Un submarino alemán hundió un carguero estadounidense (James W. Nesmith) en el mar de Irlanda.

El 8 de abril un subarino estadounidense hundió un carguero japonés (Ritsu Go) en el mar de la China Oriental.

La resistencia en Okinawa seguía siendo intensa. Esa noche los estadounidenses lograron tomar un promontorio a los japoneses, pero les había costado unas 1.500 bajas. Por su parte, las bajas japonesas fueron de unos 4.500 hombres.

Los alrededores de la ciudad de Cebú estaban ya libres de toda presencia japonesa, pero todavía quedaban muchos japoneses en otros sectores de la isla.

Los japoneses habían encarcelado al rey de Laos, Sisavong, hasta entonces un títere de los franceses, y su primer ministro, el príncipe Phetsarath, se vio presionado para declarar la independencia de Laos, que pasaba a formar parte de la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia Oriental. 

Ese día la República del Turquestán Oriental creó el Ejército Nacional de Illi, que recibió uniformes, armamento y entrenamiento de la Unión Soviética para combatir a los nacionalistas chinos.

En Königsberg las tropas soviéticas que atacaban desde el norte entraron en contacto con las que atacaban desde el sur, y se formó una bolsa de soldados alemanes aislada del centro de la ciudad, donde el general Lasch contaba con unos 40.000 soldados y rechazó una oferta de rendición. Los alemanes trataron de romper el cerco soviético atacando al mismo tiempo desde el centro de la ciudad y desde la bolsa secundaria, pero sin éxito. La aviación soviética causaba estragos.

Los soviéticos ocupaban ya los suburbios al oeste de Viena y estaban empezando a infiltrarse en los suburbios septentrionales y orientales. Mientras tanto, otras tropas rebasaban la ciudad y se dirigían hacia Linz y Graz.

Hans von Dohnányi llevaba preso más de dos años, pero el diario de Canaris lo había incriminado definitivamente en el atentado del 20 de julio. Por órdenes expresas de Hitler, un tribunal lo había condenado a muerte hacía dos días y así fue ahorcado en en campo de concentración de Sachsenhausen.

Los muelles de Hamburgo fueron atacados por 440 aviones de la RAF.  Seis submarinos alemanes resultaron hundidos, además de un carguero (Albert).

Un ingeniero preso en Buchenwald, el polaco Gwidon Damazyn, había logrado construir una emisora de radio de onda corta, y ese día transmitió un mensaje en morse varias veces en inglés, alemán y ruso:

A los aliados. Al ejército del general Patton. Aquí el campo de concentración de Buchenwald. SOS. Socorro. Pretenden evacuarnos. Las SS quieren destruirnos.

De la transmisión en ruso se encargó el prisionero Konstantin Ivanovich Leonov. Tres minutos después de la que fue la última transmisión recibieron una respuesta:

KZ Bu [Campo de concentración de Buchenwald] Resistan. Corremos en su ayuda. El mando del Tercer Ejército.

Inmediatamente, los prisioneros tomaron las armas que habían logrado recolectar en los tres últimos años (una ametralladora y 91 fusiles), asaltaron las torres de vigilancia, mataron unos cuantos guardias y pusieron en fuga al resto. Mientras tanto se recibió una llamada del cuartel general de la Gestapo en Weimar que anunciaba que se iban a enviar explosivos para eliminar todo vestigio del campo, incluyendo a los prisioneros. Un prisionero respondió que no hacía falta que enviaran explosivos, que el campo ya había sido volado (lo cual era falso, pero coló).

Los ingenieros estadounidenses tendieron un puente en una de las cabezas de puente sobre el Neckar al sur de Heilbronn, pero apenas lo habían cruzado una compañía de tanques y dos batallones cuando la artillería alemana lo destruyó.

La noche anterior varios grupos de paracaidistas británicos y franceses habían descendido en diversos puntos de los Países Bajos ocupados todavía por los alemanes, con el fin de tomar intactos varios puentes y canales de interés estratégico. Muchos de los objetivos se cumplieron con éxito. En total, hubo 34 paracaidistas muertos, 60 heridos y 69 hechos prisioneros. Los alemanes contaron 300 muertos y 187 prisioneros.

Ese día se completó la construcción de un puente sobre el Rin en Wessel y se comprobó que soportaba el paso de un tren. Era el primer puente robusto que un ejército construía sobre el Rin desde los tiempos de Julio César. A partir de ese momento empezó a ser cruzado por trenes de 50 vagones cargados con suministros que tenían que reducir su velocidad a 8 km/h para evitar vibraciones.

Fragatas británicas hundieron dos submarinos alemanes en el océano Atlántico, cerca de la costa británica.

El 9 de abril destructores estadounidenses hundieron un submarino japonés cerca de la costa de Japón.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Nikko Maru) cerca de la costa China. Murieron 668 personas a bordo.

Una lancha torpedera suicida japonesa lanzó un torpedo sobre un destructor estadounidense (USS Charles J. Badger) provocando daños graves, si bien no llegó a hundirse. No obstante, la lancha falló en su objetivo de suicidarse y escapó indemne.

Tropas estadounidenses desembarcaron en la pequeña isla de Busuanga, cerca de Palawan, mataron a 10 japoneses que encontraron allí y declararon la isla segura. En las montañas de la isla de Negros, la resistencia japonesa seguía siendo intensa. Tres regimientos estadounidenses iniciaron un avance para estrechar las posiciones japonesas, pero se encontraron con las típicas trampas y búnqueres que disponían los japoneses en las montañas de las islas. Éstos adoptaban una actitud defensiva durante el día y llevaban a cabo ataques por la noche.

El primer ministro griego, Nikolaos Plastiras, no acababa de contar con la confianza de los británicos, así que la prensa publicó una carta suya en la que unos años atrás había propuesto la intervención alemana para poner fin a la guerra greco-italiana que había tenido lugar cinco años atrás, y esto forzó su dimisión. El regente, Damaskinos de Atenas, puso a Petros Vulgaris al frente de un gobierno provisional.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Albert Jensen) cerca de la costa de Prusia Oriental.

Unos 300 aviones británicos bombardearon el puerto de Kiel y hundieron el crucero Almirante Scheer, además de dos submarinos.

Aviones británicos hundieron también dos submarinos alemanes cerca de Gotemburgo (Suecia) y otro más un poco más al norte, junto a un carguero (Carsten Russ).

El día anterior Wilhelm Canaris y otros implicados principalmente por su diario, entre ellos el pastor y teólogo Dietrich Bonhoeffer, fueron juzgados y condenados a muerte por traición, en un juicio sumarísimo sin testigos ni otras florituras superfluas. Al amanecer fueron conducidos desnudos hasta el patíbulo donde fueron ahorcados. Bonhoeffer había recibido varias ofertas de los guardias de la prisión en que había estado recluido durante año y medio, para sacarlo de allí, pero el teólogo las había rechazado para evitar represalias sobre sus familiares, algunos de los cuales estaban también encarcelados.

Ese mismo día fue ejecutado en Dachau de un tiro en la nuca el carpintero Georg Elser, que seis años atrás había tratado de asesinar a Hitler en Munich. Lo habían mantenido con vida hasta entonces con la intención de celebrar un juicio propagandístico cuando acabara la guerra, pero estaba claro que eso no iba a suceder nunca, así que Hitler ajustó cuentas. Con Elser fue ejecutado también el capitán Sigismund P. Best, secuestrado por la Gestapo en Venlo poco después del atentado y al que pretendían acusar de haber organizado el atentado de Elser.

Los alemanes habían consentido que parte de los expedicionarios de la Cruz Roja Sueca regresaran a su país y fueran relevados por daneses. Ese día una expedición sueco-danesa viajó hasta Berlín para rescatar unos 200 prisioneros que estaban confinados en cárceles ordinarias en lugar de en campos de concentración. Otra columna rescató a 211 prisioneros de las cárceles de varias ciudades.

Los estadounidenses tenían ya varias cabezas de puente sobre el río Leine e instaban a Omar Bradley a que autorizara el avance hacia el Elba. Para entonces los estadounidenses controlaban la mayor parte de Heilbronn.

Viendo que todo intento de resistir a los soviéticos era inútil, a las 18:00 el general Lasch envió emisarios para negociar la rendición de Königsberg, y ésta fue aceptada poco antes de la medianoche. Para entonces el 80% de la ciudad estaba en ruinas, en parte debido a bombardeos previos de la RAF y luego por el ataque soviético.

Los soviéticos estaban empezando a alcanzar el centro de Viena, pero los combates calle por calle todavía eran muy intensos.

A los bombardeos en el norte de Italia se unió la aviación. Desde las 15:20 hasta las 19:10 se lanzaron cinco andanadas de artillería de media hora alternadas con bombardeos aéreos. Tanques y vehículos lanzallamas fueron distribuidos por el frente. Al anochecer se inició el avance de la infantería india y neozelandesa.

Un carguero estadounidense (Charles Henderson) explotó mientras se descargaban en Bari las 2.000 toneladas de bombas que transportaba. La explosión mató a 360 personas y dejó 1.730 heridos. Un carguero italiano que estaba junto a él (Lucia C.) también resultó hundido.

Un minisubmarino alemán hundió un petrolero estadounidense en el Escalda.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Samida) en el canal de La Mancha.

El 10 de abril un submarino neerlandés hundió un petrolero japonés (Hosei Maru) en el estrecho de la Sonda.

Persiguiendo a los alemanes que se retiraban de Sarajevo, los partisanos yugoslavos habían tomado Visoko, Kakanj y ahora Busovača. Con esto dieron por concluida la campaña de Sarajevo.

Los soviéticos tomaron la ciudad eslovaca de Trenčín y cruzaron el río Váh al sur de la ciudad, a pesar de que los alemanes habían derruido todos los puentes antes de retirarse.

Un submarino soviético hundió un carguero alemán (Ilmenau) cerca de la costa de Letonia. Una lancha torpedera alemana hundió por error un carguero alemán (Neuwerk) que transportaba evacuados de Prusia Oriental. Murieron unas 960 personas. Sólo hubo 8 supervivientes.

En Viena los alemanes destruyeron todos los puentes sobre el Danubio excepto dos.

Las fuerzas estadounidenses iniciaron su avance hacia el Elba, que era el objetivo final de la campaña (aunque algunos oficiales aspiraban a llegar hasta Berlín).

Los estadounidenses liberaron Hanover. La aviación aliada derribó ese día 30 aviones a reacción Messerschmitt Me262, con lo que la Luftwaffe quedó definitivamente tocada y se abandonó cualquier esperanza de usarla con éxito en la defensa de Berlín.

El día anterior un batallón canadiense bajo el mando del mayor Christopher Vokes había entrado la ciudad alemana de Sögel, pero, tras haber rechazado varios contraataques en los que participaron civiles, Vokes ordenó destruir con dinamita el centro de la ciudad, y así se hizo.

La bolsa del Ruhr se estrechó más con la liberación de Essen.

La aviación británica hundió un carguero alemán (Hansa I) cerca de la costa sueca.

En Italia, al anochecer, los neozelandeses habían llegado al río Santerno, lo que suponía un avance de 5.6 km.

El ejército francés inició un nuevo ataque hacia el paso del Pequeño San Bernardo, en los Alpes. A la vez, los franceses atacaron el macizo de Authion, empezando con un bombardeo de artillería contra el Fort de la Forca, pero los proyectiles no eran adecuados y apenas dañaron las estructuras de cemento. Un batallón de infantería tuvo que detener su avance al encontrarse con alambradas protegidas por el fuego enemigo. Los combates se prolongaron durante todo el día y el saldo fue de 66 muertos y heridos franceses a cambio de unas ganancias mínimas.

Un destructor y una corbeta británica hundieron un submarino alemán cerca de Saint-Nazaire, en Francia.

Los ataques kamikazes contra la flota estadounidense en Okinawa no habían cesado. El 11 de abril resultaron dañados el portaaviones Enterprise y el acorazado Missouri. El portaaviones Essex sufrió un daño en el casco bajo su línea de flotación.

En Mindanao los japoneses habían abandonado la zona de Malabang y se habían replegado hacia Parang. Ese día se produjo un nuevo desembarco estadounidense en la región de Visayas, concretamente en la isla de Bohol, donde contaban con el apoyo de la guerrilla local.

Ocho australianos desembarcaron durante la noche en la isla de Muschu, en la costa de Nueva Guinea, cerca de Wewak, con la misión de reconocer el terreno y capturar un oficial japonés para interrogarlo, todo esto como paso previo a una invasión de Wewak. Corrientes marinas imprevistas hicieron que las cuatro lanchas fueran lanzadas a tierra por las olas, de modo que se perdió buena parte del equipo. Los japoneses encontraron los restos e iniciaron una búsqueda con unos mil hombres. Siete de ellos fueron capturados, mientras que el octavo pudo huir cruzando a nado el canal de 3 km que separa la isla de Wewak, y desde allí tuvo que desplazarse por territorio enemigo hasta que más de una semana más tarde encontraría una patrulla australiana.

Muy diferente fue el resultado de una misión similar, en la que 13 australianos desembarcaron en la isla de Ternate y rescataron al sultán, sus dos esposas, sus ocho hijos y el resto de su corte y los llevaron a Morotai. El sultán había permanecido hasta entonces secuestrado en su palacio por los japoneses. Sólo uno de los 13 australianos resultó muerto.

La aviación soviética hundió un barco hospital alemán (Posen) e hizo encallar un carguero (Moltkefels) en Prusia Oriental provocando entre ambos 800 muertos.

Los soviéticos entraron en Lanžhot, en Chequia, tras cuatro días de combates. La cuarta parte de sus casas había sido destruida.

Tropas estadounidenses habían avanzado 117 km en poco más de 24 horas y habían alcanzado el Elba al sur de Magdeburgo, con lo que se encontraban a apenas 80 km de Berlín. Ese día las tropas de Patton liberaron Coburgo.

A las 15:15 llegaron tropas estadounidenses al campo de concentración de Buchenwald. Desde ese día el reloj de la entrada marca permanentemente esa hora. Más tarde entraron en el campo de Langenstein, uno de los campos menores integrados en el complejo de Buchenwald. Allí fueron liberados unos 21.000 prisioneros. Los estadounidenses dieron órdenes al alcalde de Langenstein de enviar comida y agua al campo y solicitaron la llegada urgente de servicios médicos.

Las tropas indias llegaron al Santerno cuando los neozelandeses ya habían empezado a cruzarlo. Por la noche lo cruzaron también tropas polacas.

Los alemanes iniciaron una sucesión de contraataques en el macizo de Authion, pero al final del día los franceses habían abierto una brecha en la línea defensiva y por la noche varias fortalezas fueron abandonadas y la guarnición de otra de ellas se rindió a los franceses.

España rompió sus relaciones diplomáticas con Japón, como consecuencia de las atrocidades cometidas por los japoneses en Manila. Al menos 66 misioneros españoles en Manila habían muerto durante la guerra, muchos de ellos asesinados por los japoneses.

Chile declaró la guerra a Japón.

Ese día se estrenó La zarina, una comedia dirigida por Ernst Lubitsch ambientada en la Rusia de Catalina la Grande. En realidad, aunque Lubitsch había dirigido los ensayos, había caído enfermo y el rodaje había corrido a cargo de Otto Preminger, un director nacido en Austria, que había emigrado a los Estados Unidos hacía una década y había alcanzado la fama en Broadway y, más tarde, como director de cine negro.

El 12 de abril nueve "bakas" atacaron la flota estadounidense en Okinawa. Uno partió en dos el destructor USS Mannert L. Abele. El destructor USS Jeffers logró abatir otro a 45 metros del barco, pero la explosión le provocó daños sustanciales. El destructor USS Stanly fue atacado por dos bakas. Uno lo atravesó y acabó explotando bajo el agua, mientras que el otro falló por poco (probablemente el fuego antiaéreo había matado al piloto) y se estrelló en el agua. Sólo uno de los aviones remolcadores regresó a la base. Los destructores USS Lindsey y USS Zellars fueron dañados gravemente por kamikazes "ordinarios". En Okinawa, durante la noche los japoneses lanzaron un ataque generalizado a lo largo de todo el frente meridional de la isla. Tras un fiero combate a corta distancia, los atacantes se retiraron.

Los partisanos yugoslavos (que entonces ya se hacían llamar Ejército Yugoslavo) rompieron las líneas defensivas alemanas y tomaron rápidamente Vukovar, Vinkovci y Županja, despejando el camino hacia Eslovenia y hacia la capital Croata.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Weserstein) en el puerto de Pillau, en Prusia Oriental.

La Orquesta Filarmónica de Berlín dio un concierto al que acudieron numerosos políticos y militares alemanes del momento. La última pieza interpretada fue el finale de El ocaso de los dioses, de Wagner, tras lo cual, miembros de las Juventudes Hitlerianas obsequiaron a los presentes con unas prácticas cápsulas de ácido prúsico. El suicidio se estaba poniendo de moda en Berlín entre las elites nazis.

El almirante Karl Dönitz organizó un grupo de siete submarinos alemanes que debía atacar el tráfico marítimo de Nueva York, mientras que otros dos submarinos debían dirigirse a aguas canadienses. El primer grupo recibió el nombre de Lobo de mar. Los aliados descifraron las órdenes emitidas y estaban al tanto de la salida y el destino de los submarinos. Sin embargo, hacía un tiempo que temían que los alemanes pudieran equipar a algunos de sus submarinos con plataformas de lanzamiento de cohetes V-2, y habían activado un plan de protección formado por dos "barreras", la primera de las cuales estaba formada por 2 portaaviones de escolta y 20 destructores, y la segunda por otros 2 portaaviones de escolta y 22 destructores.

Las tropas estadounidenses continuaban llegando a la orilla occidental del Elba. La resistencia alemana era impredecible: era inexistente en algunas zonas y muy potente en otras. Uno de los mayores focos de resistencia resultó ser Leipzig, donde los alemanes habían dispuesto un cordón de baterías antiaéreas que usaban contra las tropas terrestres causando graves daños. Eisenhower ordenó a Patton que detuviera su avance en el río Mulde, como consecuencia de un acuerdo con los soviéticos para establecer una frontera geográfica fácilmente identificable para evitar choques accidentales entre estadounidenses y soviéticos.

Heilbronn, prácticamente en ruinas, estaba ya libre tropas alemanas, y los estadounidenses habían levantado allí un puente sobre el Neckar.

Impactado por los informes que recibió, Eisenhower quiso ver personalmente el campo de concentración de Ohrdruf, y allí llegó acompañado de Patton y Bradley. Luego envió un informe al general Marshall:

Mientras recorría el campo me encontré con tres hombres que habían sido prisioneros y que, por una u otra artimaña, habían logrado escapar. Los entrevisté a través de un intérprete. La evidencia visual y el testimonio verbal de hambre, crueldad y bestialidad fueron tan abrumadores que me dejaron un poco enfermo. En una habitación, donde estaban amontonados veinte o treinta hombres desnudos, muertos de hambre, George Patton ni siquiera quiso entrar. Dijo que enfermaría si lo hacía. Hice la visita a propósito para estar en condiciones de dar pruebas de primera mano de estas cosas si alguna vez, en el futuro, surgiera una tendencia a calificar estos informes de mera propaganda.

Patton escribió en su diario:

En un cobertizo había una pila de unos 40 cuerpos humanos completamente desnudos en las últimas etapas de emaciación. Habían sido rociados con algo de cal, no para destruirlos, sino para eliminar el hedor. Cuando el cobertizo estuvo lleno —supongo que su capacidad sería de unos 200— los cuerpos fueron llevados a un pozo a una milla del campamento, donde fueron enterrados. Los reclusos afirmaron que 3.000 hombres que habían recibido disparos en la cabeza o que habían muerto de hambre habían sido enterrados desde el 1 de enero.

Cuando empezamos a acercarnos con nuestras tropas, los alemanes pensaron que convenía eliminar las pruebas de su crimen, por lo que hicieron que algunos de los esclavos exhumarn los cuerpos y los cologaran en una gigantesca plancha compuesta por vás de tren de 60 cm colocadas sobre cimientos de ladrillo. Vertieron brea sobre los cuerpos y luego encendieron un fuego con carbón y madera de pino bajo ellos. No tuvieron mucho éxito en sus operaciones, pues había un montón de huesos humanos, cráneos, torsos carbonizados encima o debajo de la plancha, que debían sumar varios centenares.

También llegaron periodistas al campo de Buchenwald y ese mismo día la CBS transmitió por radio el informe de uno de sus enviados. Mientras la prensa soviética había mencionado superficialmente la liberación de Auschwitz, Eisenhower puso especial interés en que las evidencias de los crímenes nazis fueran atestiguadas y difundidas por los periodistas.

La RAF hundió tres cargueros noruetos (Dione, Nordsjø y Traust) y uno alemán (Kalmar) en Porsgrunn (Noruega). Un submarino británico hundió otro alemán cerca de Bergen.

En Italia, mientras una división británica cruzaba el Santerno, otra avanzaba bordeando el lago Comacchio, donde encontró resistencia por parte de los alemanes en un puente cerca de Menate.

Ese día terminó la batalla de Authion. Los franceses habían abierto un camino desde Francia hacia el norte de Italia. El balance fue de unos 200 franceses y 100 alemanes muertos.

Una buena parte de los Países Bajos seguía bajo control alemán. Esa noche los británicos y los canadienses lanzaron una ofensiva contra Arnhem, que debía haber sido liberada en la operación Market Garden, pero no había sido así. El combate se inició con un monumental bombardeo por parte de la artillería y la aviación. A las 23:45 una compañía cruzó el río IJssel y encontró una oposición escasa en el margen oriental.

Fragatas británicas hundieron un submarino alemán en el mar de Irlanda.

El presidente Frankiln D. Roosevelt se había retirado a La pequeña Casa Blanca, una residencia que tenía en Georgia para descansar unos días antes de dirigirse a San Francisco a la conferencia inaugural de las Naciones Unidas. Allí estaba posando para un retrato sentado en una silla cuando dijo: ¡Tengo un terrible dolor de cabeza! A continuación se desplomó hacia adelante en la silla y fue llevado a su dormitorio. Murió a las 15:35, víctima de una hemorragia cerebral, a los 63 años. El vicepresidente, Harry S. Truman, fue llamado a la Casa Blanca, donde Eleanor Roosevelt le dio la noticia. Truman respondió: ¿Hay algo que pueda hacer por usted? y ella le contestó: ¿Hay algo que podamos hacer por usted?, porque es usted el que tiene un problema ahora. En efecto, Truman no estaba hecho para ser presidente. Le gustaba demasiado pasar su tiempo jugando al póquer y bebiendo bourbon y su carácter era más espontáneo y ordinario de lo que requería el cargo. Él mismo era consciente de ello y no tuvo reparos en decírselo a unos periodistas al día siguiente. Lo hizo en estos términos:

Muchachos, si rezáis alguna vez, rezad ahora por mí. No sé si alguna vez os ha caído encima un montón de heno, pero cuando me dijeron lo que pasó ayer, me sentí como si la luna, las estrellas y todos los planetas hubieran caído sobre mí.

A las 19:00 prestó juramento como trigesimotercer presidente de los Estados Unidos. Entre los numerosos homenajes que la radio estadounidense le dedicó ese día a Roosevelt destacó el programa de Orson Wells:

El no necesita homenajes y quienes lo amamos no tenemos tiempo para lágrimas [...] Nuestros hijos y hermanos combatientes no pueden parar esta noche para señalar la muerte de quien dará nombre a la era en que vivimos.

El 13 de abril los estadounidenses llegaron a la punta más septentrional de Okinawa. En el frente meridional se repitió un ataque como el de la noche anterior, que también acabó siendo rechazado.

Los japoneses retomaron la ofensiva en Hunan.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Karlsruhe) en la península de Hela.

Tras la caída de Königsberg, la presencia alemana en Prusia Oriental se concentraba en la península de Sambia. Una oferta de rendición quedó sin respuesta, tras la cual los soviéticos empezaron a bombardear el frente con la artillería y con la aviación. Luego la infantería avanzó y tomó Rauschen, en el extremo septentrional de la península. Las fuerzas alemanas situadas al norte se vieron obligadas a retroceder hasta Palmnicken, donde fueron destruidas.

Los soviéticos cruzaron el río Morava cerca de Hodonín, que fue tomada ese día.

En Viena una flotilla soviética llegó por el Danubio y desembarcó en ambas orillas del río tomando intacto uno de los dos puentes que quedaban sobre el río en la capital austríaca. Ese mismo día los últimos alemanes que defendían la ciudad se rindieron a los soviéticos. La ciudad estaba sin abastecimiento de agua, gas o electricidad, y proliferaban bandas (tanto de austríacos como de extranjeros) que desvalijaban las casas de los civiles indefensos. Los primeros soldados soviéticos que entraron en la ciudad tuvieron un comportamiento razonable, pero con la segunda oleada llegaron los típicos violadores y saqueadores comunistas que sembraron el pánico durante varias semanas.

Un tren que transportaba unos 4.000 prisioneros que los alemanes habían sacado de un campo de concentración ante el avance estadounidense tuvo que detenerse cerca de Gardelegen porque las vías estaban dañadas. Los guardias de las SS eran muy pocos, así que tuvieron que reclutar fuerzas de las Juventudes Hitlerianas y otras organizaciones locales para manejar a los prisioneros. Ese día, cerca de un millar de ellos, que estaban enfermos o demasiado débiles para continuar el camino andando, fueron llevados a un granero. Luego los guardias bloquearon las puertas y prendieron fuego a la paja, previamente rociada con gasolina. Algunos prisioneros trataron de escapar de las llamas cavando bajo las paredes del granero, pero muchos de ellos fueron abatidos al salir. Algunos, no obstante, lograron escapar.

Los estadounidenses habían establecido cabezas de puente sobre el Elba y esperaban permiso para avanzar hacia Berlín.

En los Países Bajos los británicos habían empezado a construir un puente sobre el IJssel a las 00:50. Una segunda oleada cruzó el río bajo un intenso fuego enemigo, pero luego avanzó rápidamente hacia Arnhem. A las 8:45 estaba habilitado el puente por el que empezaron a pasar tanques a la otra orilla del río. Los alemanes defendieron Arnhem durante todo el día, pero al caer la noche los británicos estaban ya preparados para entrar en la ciudad al día siguiente.

El cuerpo de Roosevelt fue transportado en tren hasta Washington D.C. Miles de personas se acercaron a las vías para presentar sus respetos.

El 14 de abril un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Juzan Maru) junto a la isla coreana de Jeju y dejó parcialmente hundidos en aguas poco profundas dos buques de escolta en los que murieron 173 tripulantes. Otro hundió otros dos cargueros (Kako Go y Shonan Maru) en el mar de Java.

Un ataque kamikaze dañó el destructor USS Sigsbee en Okinawa. Siete aviones portadores de bakas fueron abatidos antes de que los lanzaran. En la isla tuvo lugar, por tercera noche consecutiva, un nuevo ataque nocturno japonés, pero fue el último. Los japoneses concluyeron que los estadounidenses eran vulnerables a las infiltraciones nocturnas, pero que concentrar muchos soldados en un ataque era contraproducente por su mayor potencia de fuego, así que volvieron a su anterior estrategia defensiva.

El teniente estadounidense Emerson Hunt fue capturado por los alemanes cerca de Gardelegen, y logró convencerlos de que tanques estadounidenses se dirigían hacia la ciudad, lo que hizo que la guarnición alemana se rindiera sin lucha. Los estadounidenses llegaron antes de que los alemanes hubieran tenido tiempo de incinerar y enterrar los restos de la matanza que habían llevado a cabo el día anterior.

Las tropas canadienses del mayor Vokes habían ocupado la ciudad de Friesoythe. Durante el combate, unos 50 soldados alemanes habían atacado la base en la que se encontraba el teniente coronel Frederick Wigle, el cual acabó muerto. Corrieron rumores (probablemente falsos) de que Wigle había muerto a manos de un civil. Vokes se puso furioso al enterarse de la muerte de Wigle. Llamó a uno de sus ayudantes, el teniente coronel Mackenzie Robinson, y le dijo: Mac, voy a demoler esta condenada ciudad. Diles que vamos a arrasar este jodido sitio. Haz que la gente salga antes de sus malditas casas. Robinson obedeció, pero convenció a Vokes de que no pusiera nada por escrito. En realidad, los hombres del batallón que había dirigido Wigle ya habían empezado a incendiar Friesoythe por su cuenta, pero en cuanto llegó la orden de Vokes la tarea se llevó a cabo de forma sistemática, con lanzallamas y granadas de fósforo, durante más de ocho horas. Situaciones similares, normalmente no tan radicales, se daban con cierta frecuencia por estas fechas.

Precisamente, el día anterior el obispo von Galen se había dirigido a las autoridades militares estadounidenses para protestar por las violaciones de mujeres que llevaban a cabo los soldados soviéticos y polacos y por los actos de pillaje nocturno por parte de los británicos y estadounidenses.

Los estadounidenses liberaron Bayreuth.

Toda la zona de la bolsa del Ruhr situada al norte del río había sido ya liquidada. Y ese día el quinto y el noveno ejército estadounidense se encontraron en Hattingen, con lo que la bolsa al sur del río fue dividida en dos. Cada día los estadounidenses hacían miles de prisioneros.

A lo largo del día los británicos tomaron la mayor parte de Arnhem, que estaba completamente en ruinas. Mucho más al norte de los Países Bajos tropas canadienses estaban llegando al centro de Groningen

La gran duquesa Carlota de Luxemburgo regresó de su exilio en Londres.

Fuerzas polacas liberaron Imola, a unos 30 km al sur de Bolonia. Los combates se trasladaron al río Sillaro. Intervinieron entonces los estadounidenses, tras un bombardeo a cargo de 2.000 bombarderos pesados y 2.000 piezas de artillería.

Más al norte, los británicos habían avanzado desde el Santerno hasta el río Reno, y habían llegado a cruzarlo en Bastia, pero un contraataque los había obligado a retroceder. La división que avanzaba desde Menate se había detenido en un intento de cruzar el canal Fossa Marina.

Una torpedera alemana hundió por error un submarino alemán en la costa septentrional danesa.

Ese día tuvo lugar en la Casa Blanca el funeral del presidente Roosevelt.

Un submarino alemán hundió un carguero belga (Belgian Airman) frente a la costa de Maryland.

A lo largo de los últimos cinco días habían ido llegando a Cold Bay otros tantos barcos mercantes soviéticos, cada uno de los cuales transportaba casi 500 soldados que debían ser entrenados para manejar los barcos que los Estados Unidos iban a ceder a la Unión Soviética como ayuda para la guerra contra Japón. En total habían desembarcado 2.358 soldados, que se sumaron a los 1.350 estadounidenses presentes en la base.

El 15 de abril los estadounidenses se encontraron con una gran resistencia japonesa en la isla filipina de Jolo, alrededor del monte Dajó, donde unos 3.700 japoneses hacían frente a un regimiento de infantería apoyado por la guerrilla filipina.

El general francés Marcel Alessandri seguía atrapado en la Indochina Francesa sin posibilidad de llegar a China. La falta de provisiones y las enfermedades le obligaron a desarmar y dispersar a sus tropas vietnamitas, lo que enfureció a franceses y vietnamitas por igual. Los soldados coloniales estaban lejos de sus hogares, y muchos fueron capturados por los japoneses. Otros se unieron a las guerrillas comunistas. Las tropas francesas siguieron su camino abandonando paulatinamente vehículos y municiones.

El ejército búlgaro había atravesado Hungría y finalmente estableció posiciones defensivas en Eslovenia, cerca de la frontera con Yugoslavia.

Una expedición de la Cruz Roja rescató 524 prisioneros escandinavos de las cárceles de Mecklenburgo. Otra recogió 423 judíos escandinavos de Theresienstadt y emprendió un peligroso camino de regreso a Neugammen, que afortunadamente no se cobró ninguna vida. Poco después los judíos pudieron ser evacuados a Suecia.

Los estadounidenses descubrieron casualmente en Gardelegen el granero aún humeante en el que habían sido quemados vivos los prisioneros de guerra dos días antes. Encontraron 1.016 cadáveres y entrevistaron a varios prisioneros que habían logrado escapar. (En total, se encontraron vivos siete polacos, tres soviéticos y un francés.) Ese mismo día el New York Times y el Washington Post informaron del suceso, y recogieron el testimonio de un soldado estadounidense, que había declarado:

Nunca había tenido tan claro por qué estaba luchando. Antes de esto uno podría haber dicho que estas historias eran propaganda, pero ahora sabes que no lo eran. Ahí están los cuerpos y todos esos individuos están muertos.

Ese mismo día tropas británicas y canadienses entraron en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Encontraron allí unos 60.000 prisioneros enfermos y desnutridos junto con unos 13.000 cadáveres sin enterrar. Llevaban varios días sin recibir agua o comida. El periodista de la BBC Richard Dimbleby llegó con los británicos y dio cuenta de lo que vio:

Aquí, sobre un acre de tierra, yacían muertos y moribundos. No se distinguían los unos de los otros. Los vivos yacían con la cabeza apoyada en los cadáveres y en torno a ellos se movía una espantosa y fantasmal procesión de gente demacrada, sin nada que hacer y sin esperanza de vida, incapaces de apartarse, incapaces de mirar el terrible paisaje que los rodeaba. Allí habían nacido niños, cosas marchitas y diminutas que no podían vivir. Una madre, enloquecida, le gritó a un centinela británico que le diera leche para su bebé, y puso el pequeño niño en sus brazos. Él abrió el paquete y se encontró con que el niño llevaba varios días muerto. Ese día en Belsen fue el más horrible de mi vida.

Unos 15.000 prisioneros estaban en mejores condiciones porque habían llegado recientemente al campo, y se dedicaron a matar a unos 170 Kapos, es decir, prisioneros que los nazis habían seleccionado como supervisores del resto de prisioneros. Los británicos arrestaron únicamente al comandante del campo, Josef Kramer, y al resto del personal lo usaron para poner orden en el campo, repartir alimentos y enterrar a los muertos. La tasa de mortalidad en los días anteriores y posteriores a la liberación era de unos 500 prisioneros al día.

Entre el personal del campo se encontraba el doctor Fritz Klein, que había pasado más de un año en Auschwitz experimentando con prisioneros, y que luego se dedicó a separar prisioneros en condiciones de trabajar de los que debían ser enviados a las cámaras de gas. Es el que está en el centro de la foto, enterrando cadáveres en una fosa común por orden de los británicos. Más adelante se haría célebre su respuesta cuando le preguntaron cómo conciliaba sus actos con sus obligaciones éticas como médico:

Mi juramente hipocrático me exige extirpar un apéndice grangrenoso del cuerpo humano. Los judíos son el apéndice grangrenoso de la humanidad. Por eso los extirpé.

La entrada de los soviéticos en Austria comprometió la liberación del país, pero ese día Eisenhower ordenó a Patton que desplazara sus fuerzas hacia el sur, siguiendo el Danubio, hasta Linz y Salzburgo y el centro de Austria.

Walter Model había rechazado la sugerencia por parte de sus subalternos de rendir la bolsa del Ruhr, pues sabía que Hitler no lo autorizaría. En su lugar, lo que hizo fue disolver su ejército. Aconsejó a sus hombres que se deshicieran de sus uniformes y que se mezclaran con la población civil.

En Italia los estadounidenses empezaron a avanzar hacia Bolonia y el valle del Po. La resistencia alemana era intensa, por lo que el avance era lento.

Fragatas británicas hundieron dos submarinos alemanes cerca de las islas británicas.

El 16 de abril un ataque kamikaze en Okinawa hundió el destructor estadounidende USS Pringle y dañó irreparablemente los destructores USS Bryant y USS Hardling. Por su parte, submarinos estadounidenses hundieron cerca de Japón un buque de escolta japonés y dos cargueros (Manryu Maru y Toko Maru).

Seis aviones con bakas atacaron la flota estadounidense en Okinawa. Sólo regresaron dos de ellos, pero ningún baka impactó en su objetivo.

Una división de infantería estadounidense asaltó la isla de Iejima, cerca de la costa de Okinawa, donde la resistencia japonesa incluyó hasta mujeres armadas con lanzas.

En Palawan se produjo un nuevo desembarco estadounidense, cerca de Balabac, que no encontró resistencia alguna.

En Cebú, los japoneses se retiraron a las regiones montañosas más inaccesibles.

La artillería costera soviética en Pillau (en Prusia Oriental) hundió un submarino alemán.

El día anterior había salido de la península de Hela un convoy con más de 20.000 soldados y civiles alemanes. Uno de los barcos, el buque hospital Goya, fue torpedeado por un submarino soviético, y se hundió en 7 minutos llevándose consigo a más de 6.000 personas. Sólo hubo 183 supervivientes.

Tras dos intentos fallidos a causa del mal tiempo en días anteriores, 18 bombarderos británicos atacaron Swinemünde, donde se encontraban los cruceros Lützow y Prinz Eugen, el primero de los cuales resultó hundido, pero como las aguas no eran muy profundas, su cubierta quedó sobre el nivel del mar y la artillería del barco pudo seguir en uso.

A las 2:00 unos 22.000 cañones soviéticos de largo alcance abrieron fuego sobre un amplio frente sobre el Oder. El mariscal Gueorgui Zhúkov había iniciado la ofensiva que debía llevarle a conquistar la capital alemana. Contaba con un millón de hombres, 3.000 tanques y casi 17.000 cañones. Su plan era abrirse paso por las colinas de Seelow, pero el general Heinrici, a partir de los reconocimientos que Zhúkov había llevado a cabo los días previos, había adivinado sus intenciones y por ello la noche anterior había retirado casi todas sus tropas de la zona, por lo que el bombardeo apenas tuvo efecto alguno. A las 3:20 más de 100 proyectores iluminaron el campo de batalla, pero las nubes de humo reflejaban la luz, con lo que los soviéticos no veían nada y, al contrario, los alemanes podían ver sus siluetas. Heinrici organizó hábilmente un contraataque que frustró las expectativas de Zhúkov de un avance rápido. Stalin tampoco quedó satisfecho y ordenó al mariscal Iván Kónev, cuyas tropas se encontraban más al sur, que girara hacia el norte y tratara de llegar él también hasta Berlín. El resultado fue que Zhúkov y Kónev entraron en una competición a ver quién entraba antes en la capital alemana.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Cap Guir) cerca de la costa sueca.

Los alemanes empezaron a evacuar el campo de concentración de Flossenbürg. Los 1.700 prisioneros judíos fueron separados del resto y obligados a caminar más de 6 km hasta una estación, donde fueron subidos a un tren de mercancías. La aviación estadounidense ametralló el tren y los guardias huyeron momentáneamente. Luego regresaron y mataron a los prisioneros que habían sido heridos por los aviones y el viaje continuó.

Mientras tanto los estadounidenses iniciaron el asalto a Nuremberg. Al final del día habían capturado algunos de sus suburbios.

Ese día capituló la guarnición alemana de Groningen. Unos 5.200 soldados alemanes fueron hechos prisioneros, mientras que unos 2.000 habían huido hacia el norte. En Otterlo, cerca de Arnhem, se produjo un contraataque alemán, pero fue rechazado. Tropas canadienses llegaron al mar del Norte cerca de la frontera entre Alemania y los Países Bajos, con lo que los soldados alemanes en los Países Bajos quedaron atrapados.

Antes incluso de haber recibido la orden del general Model, las distintas divisiones alemanas atrapadas en la bolsa del Ruhr empezaron a rendirse a los aliados.

Tras varios días de combate, los sucesivos ataques aéreos habían hecho su efecto sobre las defensas alemanas y esa noche los británicos pudieron cruzar por dos puntos con relativa facilidad la Fossa Marina, en el norte de Italia.

Un submarino alemán hundió un petrolero británico (Athelduke) en el mar del Norte, cerca de Newcastle, pero fue hundido a su vez por un destructor británico. Otro petrolero (Gold Shell) fue hundido por un minisubmarino alemán.

Uno de los destructores estadounidenses enviados a localizar el grupo de submarinos Lobo de mar detectó uno de ellos cerca de las Azores. En colaboración con un segundo destructor empezó a lanzar cargas de profundidad y a las 0:33 el submarino se hundió. Poco después el radar detectó a otro de los submarinos del grupo que trataba de huir. A las 4:04 resultó hundido también.

El 17 de abril unos 50 aviones japoneses atacaron la flota estadounidense en Okinawa. A las 8:30 el destructor USS Laffey abatió un bombardero y poco después cuatro bombarderos abandonaron su formación para lanzarse directamente sobre él. Dos fueron derribados y los otros dos se estrellaron en el mar. Justo a continuación fue derribado un quinto avión que se acercaba ametrallando el barco. Diez segundos después fue abatido otro avión que lanzó una bomba. Ésta estalló bajo el agua e hirió a algunos tripulantes del USS Laffey con la metralla. Se produjo un pequeño incendio en el barco que fue rápidamente controlado. A las 8:42 otro avión fue derribado mientras se acercaba al barco. No impactó en él pero rozó la cubierta dejando en ella un reguero de combustible antes de caer al mar. A las 8:45 otro avión se estrelló contra el barco provocando tres muertos y destrozando varios cañones. Un almacén entró en llamas. A continuación otro avión se acercó ametrallando, se estrelló contra una torreta y se desintegró cuando su bomba hizo saltar por los aires un almacén de pólvora, lo que provocó un gran incendio. Otro avión que se acercaba fue incendiado por el fuego antiaéreo y se estrelló sobre una zona ya incendiada del barco. Casi al mismo tiempo otro avión arrojó una bomba que mató a varios tripulantes y atascó el timón del destructor. Finalmente dos aviones más impactaron contra el Laffey.

Mientras tanto la aviación estadounidense iba derribando otros aviones que amenazaban al destructor. Un avión japonés, perseguido por un caza estadounidense chocó contra un mástil del Laffey y cayó al agua, pero el caza que lo perseguía también chocó contra la antena del radar y cayó al mar, si bien el piloto pudo ser rescatado. Un bombardero japonés pudo lanzar su bomba antes de ser derribado, y ésta impactó sobre el barco. La escena se repitió a continuación, y la segunda bomba destruyó otro cañón y mató a sus artilleros. Otro caza estadounidense se situó entre dos bombarderos japoneses, derribó al que tenía delante y fue derribado por el que tenía detrás, que a su vez fue derribado por los cañones del Laffey.

El caso fue que el Laffey sobrevivió al ataque a pesar de haber recibido cuatro bombas, seis impactos kamikazes y varias ráfagas de ametralladora. En total hubo 32 muertos y 71 heridos. En un momento dado, un oficial había preguntado al capitán Frederick Becton si daba la orden de abandonar el barco, y su respuesta fue: ¡No! ¡No abandonaré el barco mientras haya al menos un cañón que pueda disparar!, y no oyó cómo un vigía decía en voz baja: Y si puedo encontrar un hombre que dispare. El Laffey fue remolcado hasta Okinawa, donde recibió algunas reparaciones de urgencia y más tarde navegaría hasta los Estados Unidos para ser reparado en profundidad. Permanecería en servicio varias décadas y fue conocido como El barco que nunca morirá.

En Mindanao desembarcaron más tropas estadounidenses, cerca de Malabang para asegurar un campo de aviación.

Tras su última derrota al sur de Bougainville, los japoneses habían establecido una nueva línea defensiva al sur del río Hongorai. Los australianos se habían tomado unos días de descanso, pero ahora reanudaban su avance. Calculaban que había unos 10.500 japoneses en la parte sur de la isla, de los cuales unos 2.300 estaban en el frente. El teniente general Tsutomu Akinaga había recibido órdenes de retrasar lo más posible el avance australiano hasta el río.

El emperador vietnamita Bảo Đại formó un gobierno con Trần Trọng Kim como primer ministro. Era un profesor de historia de 62 años que se había resistido a aceptar el cargo por su edad y por su nula experiencia en política, pero al final aceptó.

Pavle Đurišić se vio atrapado y no tuvo más opción que rendirse a los croatas. Fue desarmado y enviado a Stara Gradiška, donde se encontraba el resto de sus tropas capturadas previamente. A partir de aquí se le pierde el rastro, pero parece que la Ustacha lo ejecutó en el campo de concentración de Jasenovac junto con varios de sus oficiales.

Al amanecer, las tropas de Zhúkov habían destruido el la primera línea de defensas establecida por Heinrici en las colinas de Seelow, aunque con cuantiosas pérdidas de hombres y tanques. Con ello había avanzado apenas 6 km y ahora acometía la segunda línea alemana, que cayó también al cabo del día, lo que permitió a Zhúkov avanzar otros 5 km, pero con muchas más pérdidas. Mientras tanto, Kónev atacaba desde el sur el flanco alemán, defendido por el mariscal Ferdinand Schömer.

En Flossenbürg empezó la evacuación de los prisioneros que no eran judíos. Unos 2.000 de ellos salieron del campo a pie con destino a Dachau.

Nuremberg era una de las ciudades alemanas que, junto con Leipzig, más resistencia estaba ofreciendo al avance estadounidense. Ese día fueron capturados algunos puntos clave de su periferia, incluyendo su aeropuerto. La artillería empezó a bombardear el casco antiguo de la ciudad.

En Italia tropas brasileñas liberaron Montese. Los británicos tomaron Bastia y se dedicaron a ampliar la cabeza de puente sobre el Reno para permitir el paso de los tanques.

Walter Model recibió a un emisario estadounidense bajo bandera blanca que solicitó su rendición, pero el general se negó aludiendo a su juramento de lealtad hacia Hitler. Ese día Düsseldorf fue liberada por los estadounidenses sin apenas resistencia.

En los Países Bajos los estadounidenses liberaron Ede tras 24 horas de combate. Los alemanes en retirada provocaron una gran inundación al romper los diques de un lago artificial. Los aliados contemplaron con preocupación la posibilidad de que los alemanes causaran estragos en el país provocando inundaciones similares, y se plantearon tratar de llegar a algún acuerdo con ellos para evitarlo.

Churchill se refirió a Roosevelt en el Parlamento británico como "el mejor amigo estadounidense que jamás hemos conocido y el mayor defensor de la libertad que jamás haya traído ayuda y bienestar del nuevo al viejo mundo".

Ese día se rindió la guarnición alemana de Royan, una de las pocas fortalezas que resistían en la costa atlántica francesa, cuya guarnición se había reducido a 120 hombres.

También fue el día del estreno de Salomé la embrujadora, la película que lanzó a la fama a una actriz y bailarina canadiense de 23 años llamada Margaret Yvonne Middleton, que había adoptado el nombre artístico de Yvonne De Carlo. El éxito le valió ese mismo año el papel protagonista del western La dama de la frontera.

El 18 de abril destructores estadounidenses hundieron un submarino japonés cerca de Okinawa.

Los mariscales Zhúkov y Kónev endurecieron su ofensiva para llegar a Berín. Las escasas fuerzas alemanas apenas podían hacer más que ralentizar su avance. Kónev capturó Forst.

El general Wolff se entrevistó con Hitler y le informó de las negociaciones que según Roosevelt no estaban teniendo lugar entre él y los estadounidenses para la capitulación de las fuerzas alemanas en el norte de Italia. Hitler le ordenó que lograra mejores condiciones.

En su avance hacia Bratislava, el ejército soviético fue detenido en Rajhrad, a 15 km de Brno. Sin embargo, a las 22:00 alcanzaron la aldea de Ořechov, a 12 km de Brno, que quedó así bajo el alcance de la artillería soviética. Algunos tanques llegaron hasta la ciudad, pero fueron destruidos rápidamente.

Ese día el campamento danés de la Cruz Roja en Friedrichsruh fue ametrallado por cazas aliados. Cuatro conductores y una enfermera recibieron heridas leves y diez vehículos fueron destruidos. En los días siguientes se producirían más ataques, a consecuencia de los cuales morirían un conductor y 25 prisioneros. Por esas fechas 1.216 prisioneros enfermos daneses y noruegos habían podido ser evacuados a Suecia.

Avanzando hacia Hamburgo, una división británica capturó Welle y Tostedt. La aviación aliada hundió un carguero alemán (Pollux) en Hamburgo.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Filleigh) y otro noruego (Karmt) en el canal de La Mancha. Otro hundió un petrolero británico (Empire Gold) y un carguero estadounidense (Cyrus H. McCormick) cerca de la costa francesa. Otro hundió un petrolero estadounidense (Swiftscout) cerca de Carolina del Norte.

Los estadounidenses lograron acceder al casco antiguo de Nuremberg.

Los británicos ocupaban ya todo el territorio entre Argenta y el lago Comacchio, lo que precipitó la retirada de los alemanes hacia el margen septentrional del Po, abandonando equipos y armamento en su huida. Mussolini trasladó su gobierno a Milán, acompañado por su amante, Clara Petacci.

El 19 de abril submarinos estadounidenses hundieron dos cargueros (Daisei Maru y Hagane Maru) cerca de las costas japonesas. Otro (Kaiyo Maru) fue hundido en el mar Amarillo.

Decididos a vencer la tenaz resistencia japonesa en Okinawa, los estadounidenses emplearon simultáneamente 324 cañones, a los que se unieron acorazados, cruceros y destructores junto con la aviación, que arrojó napalm, cohetes, bombas y ráfagas de ametralladora sobre las posiciones japonesas.

Los comunistas yugoslavos amenazaban Zagreb, la capital del Estado Independiente de Croacia, y Ante Pavelić renunció a defenderla e inició una retirada hacia Austria. Decenas de miles de soldados croatas iniciaron una marcha hacia el norte sin un fin determinado. Sin embargo, un millar de soldados de la Ustacha dirigidos por los hermanos Ivan y Petar Rajkovačić se atrincheraron en la ciudad de Odžak y 24 aldeas vecinas, en la frontera entre Bosnia y Croacia, y se dispusieron a cerrar el paso a los comunistas. Ese día se produjeron los primeros enfrentamientos.

Al amanecer los soviéticos se encontraban a menos de 60 km de Berlín y ya no había fuerzas alemanas que se interpusieran entre ellos y la capital alemana, salvo algunas unidades aisladas y las que defendían la propia ciudad. Hasta entonces los soviéticos habían contado unas 20.000 bajas, entre muertos y heridos y habían perdido casi 3.000 tanques. Por el contrario, Heinrici había manejado sus fuerzas sustancialmente inferiores en número con gran habilidad y la mayor parte de ellas se había retirado ordenadamente hasta Berlín. Esa noche 79 bombarderos de la RAF bombardearon Berlín.

Tanques alemanes penetraron las líneas soviéticas, cuyos soldados estaban agotados, destruyeron varios tanques y retomaron Ořechov.

Unos 16.000 prisioneros del campo de Flossenbürg salieron en tren hacia Dachau. Ese día fue ejecutado en Dachau el general Charles Delestraint.

De Neuengamme salieron en autobuses blancos 4.255 prisioneros daneses y noruegos, que fueron evacuados a Dinamarca.

La aviación aliada hundió un carguero alemán (Dammtor) en el Elba. La RAF hundió un submarino alemán entre Suecia y Dinamarca.

Eisenhower telegrafió al general Marshall para pedir que una delegación de congresistas estadounidenses y periodistas visitaran los campos de concentración liberados en Alemania. Ese mismo día el presidente Truman autorizó el proyecto.

En Italia los británicos entraron en contacto con los estadounidenses que atacaban Bolonia, con lo que la ciudad quedó rodeada. La resistencia italiana declaró una insurrección general en el norte de Italia y se produjeron combates entre nazis y partisanos en Turín, Génova y muchas otras ciudades. Los alemanes se prepararon para abandonar Milán. Esa noche aviones estadounidenses lanzaron 226 paracaidistas italianos en diversos puntos al sur del Po para desorganizar la retirada alemana en coordinación con los partisanos.

Destructores estadounidenses hundieron uno de los dos submarinos que se habían separado del grupo Lobo de Mar para operar en Canadá.

William Colepaugh y Erich Gimpel habían sido sometidos a un consejo de guerra y condenados a muerte por espionaje, pero el presidente Truman les conmutó la pena por la de cadena perpetua.

El 20 de abril los estadounidenses y guerrilleros filipinos empezaron a rastrear las montañas de Cebú para acabar con cualquier japonés que se atreviera a asomarse. No obstante, unos 8.500 soldados japoneses permanecieron escondidos en cuevas y otros lugares remotos, sin dar señales de vida.

La aviación soviética hundió dos cargueros alemanes (Altengamme y Königsburg) en el Báltico.

Hitler cumplió 56 años, y para celebrar la ocasión recibió la visita de Himmler, Goebbels, Göring, Ribbentrop, Speer, etc. Muchos de ellos habían estado esperando con ansia el aniversario del Führer para poder marcharse discretamente de Berlín una vez hubieran cumplido con su visita de rigor. El más leal en esos momentos era Goebbels, que denunció como traidores al general Walter Model y a los hombres a su cargo, que habían renunciado a combatir en la cuenca del Ruhr.

Por alguna razón, los años no le sentaban bien a Hitler. Se le veía nervioso y deprimido, en muy mal estado físico. A las 11:00 recibió como regalo del Ejército Rojo un magnificente bombardeo sobre Berlín que se prolongaría ininterrumpidamente durante los días siguientes. Las fuerzas de Zhúkov empezaban a rodear la capital por el norte y por el este, mientras que Kónev se abría paso desde el sur. Hitler ordenó la activación de la Operación Clausewitz, el plan previsto para la defensa de Berlín, que establecía entre otras cosas que la capital del Reich será defendida hasta el último hombre y hasta la última bala.  Ese día salió de su búnker y, en el jardín de la Cancillería en ruinas, entregó la Cruz de Hierro a varios niños soldados de las Juventudes Hitlerianas. Goebbels había llenado las calles de Berlín de pintadas del estilo de:

Cada alemán defenderá su capital. Detendremos las hordas rojas ante los muros de nuestro Berlín. ¡Intentadlo y los detendréis!

Los estadounidenses habían rodeado el casco antiguo de Nuremberg. La resistencia alemana era tal que hubo que emplear la artillería y la aviación. La máxima autoridad en la ciudad era Karl Holz, que estaba acorralado en la comisaría de policía. Se le dieron cuatro oportunidades de rendirse pacíficamente, pero finalmente murió cuando los estadounidenses asaltaron el edificio. A las 11:00 las tropas alemanas se rindieron y por la noche la bandera estadounidense ondeaba en la Adolf Hitler Platz.

Leipzig también se rindió esa mañana.

Hamburgo, en cambio, aún resistía. Ese día los británicos liberaron Daerstorf, a unos 18 km de la ciudad y luego Vahrendorf, a unos 3 km. Sin embargo, en ese punto se detuvo el avance.

El político austriaco Karl Renner había promovido el voto favorable a la anexión de Austria al Reich alemán, y luego se había ofrecido a colaborar con los nazis, pero su oferta había sido rechazada y había permanecido apartado de la política. En cuanto los soviéticos empezaron su ofensiva contra Viena Renner se había puesto en contacto con el general Fyodor Tolbukhin, quien telegrafió a Stalin para informarle de que había un político austriaco interesado en colaborar. Stalin ya había diseñado el gobierno que iba a elegir democráticamente el pueblo austriaco para después de la guerra, pero un canciller que hubiera permanecido en Austria le pareció mejor opción que la de políticos exiliados. Ese día, sin consultar con los demás aliados, Stalin dio instrucciones a Renner para que organizara un gobierno provisional.

Tropas alemanas salieron de Ořechov y rodearon varias unidades soviéticas en Popůvky, pero carecían de efectivos suficientes para reducirlas.

Mussolini concedió una entrevista en Milán a un periodista de su confianza. Declaró que Italia resurgiría de nuevo, pero que para él todo había terminado.

En Francia se rindió otra de las fortalezas de la costa atlántica, la de Verdon-sur-Mer.

Ese día se estrenó El cuerno suena a medianoche, una comedia dirigida por Raoul Walsh y protagonizada por Jack Benny, que resultó un completo fracaso. Fue el final de la carrera cinematográfica de Benny. Siguió apareciendo en películas, interpretando papeles menores, o incluso a sí mismo. No obstante, Benny siguió siendo muy popular por sus programas de radio. El fracaso de esta película sería en el futuro un tema recurrente de sus chistes y gags.

Tras días de intensa lucha, el 21 de abril la isla de Iejima fue dada por segura, y en ella los estadounidenses emplazaron una nueva base aérea con la que podían atacar Japón.

Al igual que estaban haciendo los nazis, la Ustacha había pasado las últimas semanas tratando de ocultar las evidencias de sus asesinatos en masa en el campo de Jasenovac. Los prisioneros en mejor estado de salud habían sido obligados a cavar fosas comunes en las que enterrar los cadáveres, muchos de los cuales fueron incinerados previamente rociándolos con petróleo. Aunque habían contado con algunos hornos crematorios y cámaras de gas, éstos habían sido un tanto rudimentarios, y por lo general habían empleado otros métodos más "artesanales". A menudo los verdugos se jactaban de sus crímenes haciéndose collares con ojos y lenguas de sus víctimas.

Los partisanos se acercaban y ese día la Ustacha mató a las 700 mujeres que quedaban en el campo. Todavía seguían vivos algo más de mil hombres, que esa noche planearon una revuelta.

Hitler todavía veía posibilidades de salvar Berlín. Cuando se enteró de que el general Theodor Busse había logrado rechazar a los soviéticos en Cottbus (a unos 100 km al sur de Berlín) le ordenó que conservara la ciudad y que, con sus fuerzas, rodeara y destruyera las fuerzas de Kónev que le habían rebasado. Luego debía avanzar hacia el norte para atacar a Zhúkov por el sur, mientras el general Felix Steiner atacaba desde el norte. Para ejecutar su plan debían usarte todos los hombres, todos los tanques, todos los aviones y, en suma, todos los recursos disponibles. El hecho de que Steiner contara apenas con unos 10.000 hombres y unas docenas de tanques, mientras que Zhúkov contaba con unos 100.000, no le parecía un serio inconveniente. Por otro lado, Busse a duras penas resistía en Cottbus, y Heinrici le hizo notar que, si no se retiraba inmediatamente, sería él quien quedaría rodeado por los soviéticos. Heinrici no dudó en contradecir a Hitler al afirmar que era imposible que Busse se dirigiera al noroeste de Berlín, y que no había más opción que retirarse hacia el oeste. Dijo también que si Hitler no lo autorizaba, pediría ser relevado del mando. Ciertamente, Busse no pudo cumplir las órdenes de Hitler y Steiner ni siquiera se molestó en intentarlo, alegando que carecía de hombres suficientes. Hitler quedó perplejo cuando recibió esa noche la petición de Heinrici de retirar sus tropas a una posición que quedaba al oeste de Berlín, pues no estaba informado de que ya había retrocedido un buen trecho sin habérselo consultado. Esa noche los tanques soviéticos alcanzaron las afueras de Berlín.

Por su parte, Himmler estaba tratando de salvar el cuello por su cuenta. Ese día se entrevistó nada menos que con un representante sueco del Congreso Mundial Judío, para discutir la liberación de los judíos internados en campos de concentración. Hasta ese momento las instrucciones de Himmler a los comandantes de los campos habían sido que ningún prisionero tenía que ser rescatado con vida por los aliados. Ahora explicaba que los hornos crematorios en los campos de concentración habían sido construidos para contener epidemias de tifus, y que los campos de Auschwitz y Bergen-Belsen se habían caracterizado por unas altas tasas de supervivencia. Finalmente se llegó a un acuerdo que permitió que los autobuses blancos rescataran a unos 20.000 judíos.

Fuerzas polacas del ejército de Kónev se habían desviado hacia Dresde, pero los alemanes descubrieron fisuras en su disposición cerca de Bautzen y lograron incomunicar a los polacos (unos 90.000 hombres frenta a unos 50.000 alemanes) de las tropas soviéticas en su retaguardia. En un primer momento el general polaco, Karol Świerczewski, insistió en seguir adelante con su plan de tomar Dresde, a pesar de que sus líneas de comunicaciones estaban rotas, y esto aumentó la desorganización. Las fuerzas polacas quedaron divididas en cuatro bolsas. Muchas unidades acabaron rodeadas y aniquiladas.

Mientras tanto unos 9.000 prisioneros de Neuengamme estaban siendo subidos a bordo de cuatro barcos viejos, el Deutschland, el Cap Arcona, el Thielbek y el Athen. No estaba muy claro cuál era el destino de esos prisioneros. Estuvieron días en el puerto sin recibir agua ni comida.

También los prisioneros de Sachsenhausen estaban siendo evacuados. Desde el día anterior, unos 33.000 prisioneros fueron forzados a caminar hacia el noroeste. Las SS mataban a los muchos que caían exhaustos por el camino.

Adolf Galland fue felicitado por su centésimo avión enemigo derribado. Ese día recibió la inesperada visita de Göring, quien había descartado sus reticencias pasada hacia él. Se despidió diciéndole:

Le envidio, Galland, por entrar en acción. Ojalá fuera algunos años más joven y estuviera menos gordo. Así con gusto me pondría bajo su mando. Sería maravilloso no tener más preocupación que la de luchar bien, como en los antiguos tiempos.

Ese día Göring abandonó Berlín para dirigirse a una casa que tenía en Obersalzberg.

Fuerzas francesas liberaron Stuttgart.

Un oficial estadounidense seleccionó unos cientos de habitantes de Gardelegen y los obligó a enterrar debidamente a las víctimas de la matanza que había tenido lugar unos días antes. Durante los días siguientes unos 586 cuerpos fueron exhumados de zanjas y otros 430 fueron sacados del granero en el que habían sido quemados y fueron depositados en tumbas individuales.

Tropas francesas se encontraban ya a unos 60 km de Sigmaringen y, al amanecer, tropas de las SS y miembros de la Gestapo, siguiendo órdenes de Hitler, se llevaron al mariscal Pétain, a su esposa y a varios colaboradores hasta un castillo situado en Leutkirch im Allgäu, donde se alojaban refugiados de todas clases, entre ellos los niños de un orfelinato de Berlín. El camino fue difícil, pues las carreteras estaban congestionadas por soldados que se retiraban de todas partes y los aviones aliados ametrallaban de tanto en tanto. En el castillo sólo encontraron tres habitaciones disponibles. Una se la quedaron Pétain y su esposa, otra la ocuparon dos altos oficiales militares y el resto de acompañantes tuvieron que dormir en colchones tirados en el suelo en la habitación restante.

Walter Model había tratado de evadir el cerco estadounidense al frente de una pequeña columna, pero había fracasado. Había sido informado de que los soviéticos lo habían condenado por crímenes de guerra, concretamente por la muerte de medio millón de personas en campos de concentración de Letonia y por la deportación de otros 175.000 como mano de obra esclava (parece ser que a los comunistas no les gustaba que les copiaran sus técnicas). Ese día se disparó en la cabeza en un bosque. Para entonces los estadounidenses habían capturado 325.000 prisioneros alemanes en lo que había sido la bolsa del Ruhr.

Tropas polacas liberaron Bolonia, donde sólo quedaban algunas unidades alemanas aisladas. La población local recibió calurosamente a los polacos.

Destructores británicos hundieron un submarino alemán al oeste de Irlanda.

El 22 de abril los estadounidenses desalojaron a los japoneses del monte Dajó, en la isla de Jolo. Las bajas fueron de unos 35 muertos y 125 heridos frente a unos 2.000 muertos japoneses. Una pequeña flota de cañoneras remontó el río Mindanao, en la isla homónima, y tomó Kabacán. Las guarniciones japonesas cercanas huyeron hacia el norte. El río Mindanao se convirtió en la principal vía de suministro estadounidense. Un desembarco en la isla de Pandanan, cerca de Palawan, no encontró oposición. Con esto terminó la campaña de Palawan. Las bajas estadounidenses habían sido de 12 muertos y 56 heridos, frente a 900 muertos japoneses y 140 heridos. Como era habitual quedaban bastantes japoneses ocultos en lugares inaccesibles de las montañas, algunos de los cuales fueron siendo detectados y liquidados lentamente en las semanas siguientes.

Un submarino alemán hundió un carguero soviético (Onega) en el mar de Barents.

Unos 600 prisioneros de Jasenovac se rebelaron, pero sólo 54 lograron escapar. La Ustacha mató a todos los demás y quemó todas las instalaciones. Se estima que unas 100.000 personas habían muerto en el campo, mayoritariamente servios, pero también gran número de judíos y gitanos, así como algunos disidentes políticos.

Hitler fue informado de que las órdenes para llevar adelante el magnífico plan que había diseñado el día anterior no se habían cumplido: Ni Steiner ni Busse habían atacado a los soviéticos como él había ordenado. En ese momento sufrió un ataque de nervios. Trató de traidores e incompetentes a sus generales y por primera vez declaró que la guerra estaba perdida. Anunció que él se quedaría en Berlín hasta el final y que se pegaría un tiro. También dijo que Göring estaría en mejores condiciones que él para negociar un acuerdo de paz. El general Jodl sugirió que el ejército del general Wenck podría dejar el frente occidental en el Elba, dirigirse a Berlín y unirse a Busse para contener a los soviéticos. Hitler, más tranquilo, dictó órdenes al respecto para Wenck y para Heinrici. Ese mismo día le preguntó al doctor Werner Haase por la forma de suicidio más segura. Hasse le sugirió tomar una cápsula de ácido prúsico para acto seguido dispararse en la cabeza. Goebbels, para mostrar su lealtad a Hitler, se mudó ese día con su mujer y sus seis hijos a un búnquer colindante al del Führer.

Finalmente el general Świerczewski ordenó a sus tropas de vanguardia que se alejaran de Dresde y que auxiliaran a la retaguardia acosada por los alemanes. Durante un tiempo quedó incomunicado y Kónev envió a dos de sus ayudantes a ver cómo estaba la situación. Éstos restablecieron las comunicaciones y durante un tiempo Świerczewski fue destituido por incompetente. Kónev envió ocho divisiones soviéticas (más de 20.000 hombres) para contener la ofensiva alemana en Bautzen.

La aviación británica hundió un carguero alemán (Neukuhren) en la costa danesa.

Bernadotte recibió permiso para sacar de los campos de concentración a los enfermos de cualquier nacionalidad, no sólo escandinavos. Ese día una columna de 15 ambulancias dirigidas por el doctor Hans Arnoldson llegó a Ravensbrück para evacuar a las mujeres enfermas. Cuando llegó al campo de concentración, éste estaba en estado de caos, pues todo el campo iba a ser evacuado ante la proximidad de los soviéticos. Arnoldson aceptó llevarse a las 15.000 mujeres que había en el campo, a pesar de que eso era el triple de lo que podía albergar la flota completa de autobuses blancos. De momento las ambulancias se llevaron a 112 mujeres enfermas y, al llegar a Lübeck, Arnoldson se puso en contacto con Bernadotte para informarle de que necesitaba todos los medios de transporte posibles.

Los soviéticos entraron en el campo de concentración de Sachsenhausen, donde sólo quedaban unos 3.000 prisioneros.

Hay muchos testimonios de que los prisioneros polacos "liberados" por los soviéticos en Alemania y que intentaban regresar a su país eran a menudo objeto de robos por parte de los soldados soviéticos así como de los prisioneros de guerra soviéticos liberados. Las violaciones de polacas "liberadas" eran frecuentes y no era raro que acabaran también asesinadas por sus "liberadores". Con las mujeres alemanas la situación era peor.

El número estimado de mujeres alemanas violadas por los soviéticos oscila entre las decenas de miles y los dos millones. En muchos casos una misma mujer podía ser violada hasta 70 veces. Las edades de las víctimas oscilaban entre los 8 y los 80 años. Hay testimonios soviéticos que explican que, cuando el Ejército Rojo entraba en una población, los soldados disponían extraoficialmente de tres días para saquearla y violar indiscriminadamente. A partir del cuarto día ya podían ser castigados por ello. La foto muestra un ejemplo de dos mujeres y tres niños "liberados" por los soviéticos en Königsberg.

También los soldados estadounidenses cometieron violaciones, si bien en mucha menor proporción. Se calcula que unas 11.000 mujeres alemanas fueron violadas por estadounidenses. Muchas de estas violaciones quedaron impunes, aunque algunas fueron a juicio, sobre todo si el violador era negro. Por otro lado, así como el violador típico soviético terminaba matando o abandonando en mal estado a su víctima, había casos relativamente frecuentes de estadounidenses que, después de forzar a una mujer, le daban comida a cambio, convirtiendo así la violación en una especie de prostitución forzada, que no deja de ser una violación, pero en la que al menos la víctima recibe una contrapartida. Dos años más tarde, cuando fue permitido por la ley, unas 14.000 mujeres alemanas se casaron con soldados estadounidenses y se marcharon con ellos a los Estados Unidos. Esto no puede interpretarse en general como que muchas de las relaciones fueron en realidad consensuadas, pues en muchos casos, para una mujer alemana de la época, aceptar un marido estadounidense podía ser su única forma de supervivencia, por lo que no le quedaba mucho margen de elección.

Un caso en el que es posible comparar el comportamiento de los soviéticos con el de los estadounidenses es el de Austria. Según fuentes de la policía austriaca de 1946, más del 90% de los crímenes denunciados en territorio ocupado por los soviéticos los habían cometido soldados soviéticos, mientras que en el territorio ocupado por los estadounidenses el porcentaje no llegaba al 7%.

Los prisioneros evacuados de Flossenbürg habían viajado a pie y en camiones hasta Neunburg, donde algunos se habían reunido con los judíos que habían sido evacuados con anerioridad. Ese día sus guardianes desertaron.

Los soviéticos tomaron Opava, en Checoslovaquia.

Leutkirch im Allgäu fue bombardeada por aviones aliados y los alemanes anunciaro a Pétain que tenían que marchar hacia Bregenz, pero Pétain se negó a salir de su habitación, decidido a esperar la llegada de los aliados. Finalmente los alemanes le propusieron llevarlo hasta la frontera suiza y Pétain aceptó.

Un batallón de tanques estadounidense atacó la cudad alemana de Lippach, defendida por unos 300 miembros de las SS, muchos de ellos de apenas 16 años. Tras la batalla, 36 prisioneros fueron ejecutados en el acto. Otros 25miembros del mismo batallón encontraron un almacén de bebidas alcohólicas, se emborracharon y mataron a otros 10 prisioneros de un tiro en la nuca. Luego violaron a unas 20 mujeres del pueblo.

Las tropas estadounidenses empezaron a cruzar el Danubio en Austria.

En Italia los estadounidenses llegaron al Po en San Benedetto y ese mismo día los británicos empezaron a cruzarlo en Ficarolo. Mientras tanto los franceses avanzaban por los alpes. Ese día, tras un fuerte bombardeo de artillería, liberaron Larche, con lo que aislaron varias fortalezas enemigas de su retaguardia. Por la noche cayó Roche la Croix, tras una breve lucha.

En las primeras horas del día, la "primera barrera" estadounidense contra el grupo de submarinos Lobo de mar encontró y hundió otro de los submarinos del grupo. Esa noche los tres submarinos supervivientes recibieron la notificación de que el grupo quedaba disuelto y que cada uno de ellos debía situarse entre Nueva York y Halifax. Poco después se ordenó a otros tres submarinos que hasta entonces habían actuado independientemente que se situaran entre Nueva York y el Cabo Hatteras. Los estadounidenses captaron y decodificaron los mensajes de radio con estas instrucciones, y aumentó la preocupación de que estuvieran planeando un ataque con bombas V-1 o V-2 a la costa estadounidense. La primera barrera se retiró a puerto y la segunda ocupó su lugar.

Un submarino japonés hundió un carguero soviético (Pavin Vinogradov) cerca de la costa de Alaska.

El 23 de abril un submarino estadounidense hundió otro alemán en el mar de Java.

Los soviéticos ocuparon Uraniemburg, pero es poco probable que encontraran nada aprovechable de las investigaciones nucleares alemanas gracias al bombardeo estadounidense del mes anterior. La ciudad había recibido tal cantidad de bombas que hoy en día es la ciudad más peligrosa de Alemania, por el número de bombas sin explotar que permanecen en ella.

El general Groves se había encontrado con un problema delicado a la hora de continuar con la misión Alsos, y era que los centros de investigación alemana a los que tenía que acceder estaban en el territorio asignado a los franceses. Un intento de cambiar la asignación resultó inviable, dado que no se podía explicar el motivo, así que hubo que cambiar de estrategia. Hasta ese momento, los participantes en la misión Alsos llegaban a sus objetivos detrás de las tropas estadounidenses, y ahora tenían que penetrar en territorio alemán para adelantarse a los franceses. El plan era llevarse todo lo posible y destruir el resto. Así se hizo. El día anterior una columna estadounidense se había abierto paso hasta Haigerloch, que fue ocupada sin resistencia, y ahora llegaban los científicos de la misión Alsos. Allí encontraron una puerta en la ladera de una montaña que cerraba el paso a una cueva en la que encontraron lo que un técnico alemán aterrorizado describió como una "máquina de uranio". Aunque no tenía uranio, era un reactor nuclear listo para entrar en funcionamiento. Un científico alemán reveló que el uranio estaba escondido en la paja de un granero cercano. Los ingenieros estadounidenses tardaron dos días en desmantelar el reactor.

Las tropas de Kónev entraron en contacto con las de Zhúkov. Puesto que éstas todavía no habían tomado Berlín, la "carrera hacia Berlín" terminó en empate.

El día anterior, el general Jodl había comunicado a un alto oficial de la Luftwaffe Karl Koller, el anuncio de Hitler de que pensaba suicidarse, señalando su observación de que Göring negociaría la paz mejor que él. Esto era acorde al decreto secreto que había firmado cuatro años atrás nombrando a Göring como su sucesor. Koller consideró oportuno volar directamente hasta Oversalzberg para transmitirle a Göring la noticia. Si Göring tenía que ponerse al frente del país, convenía que lo supiera cuanto antes. Göring quedó desconcertado. Si hacía algo en calidad de sucesor de Hitler se le podría acusar de traición, pero si no hacía nada se le podría acusar de dejación de funciones. Releyó su copia del decreto de Hitler, que no sólo lo nombraba su sucesor en caso de muerte, sino que también le atribuía la máxima autoridad en caso de que Hitler hubiera perdido su libertad de acción. Göring entendía que, desde el momento en que Hitler había decidido morir en Berlín, se había incapacitado a sí mismo para gobernar, y así lo entendieron también las personas a las que consultó. Sin embargo, para no dar un paso en falso, decidió enviarle un telegrama a Hitler con un texto cuidadosamente pensado:

Mi Führer:

El general Koller me ha entregado hoy un informe basado en lo que le comunicó el Coronel General Jodl y el general Christian, según el cual usted habría hecho referencia a mí en ciertas decisiones y habría enfatizado que yo, en caso de que fuera necesario entablar negociaciones, estaría en mejor situación que usted en Berlín. Estas opiniones fueron tan sorprendentes y serias para mí que me sentí obligado a suponer que, si a las 22:00 en punto no recibo respuesta, usted habrá perdido su libertad de acción. Consideraré entonces cumplidas las condiciones de su decreto y actuaré por el bienestar de la Nación y la Patria. Sabe lo que siento por usted en éstas las horas más difíciles de mi vida y no puedo expresarlo en palabras. Dios le proteja y le permita a pesar de todo venir aquí lo antes posible.

Su fiel Herman Göring.

El telegrama llegó a las 0:56 y los asesores de Hitler se dividieron entre los que lo vieron razonable y los que lo entendieron como un intento de golpe de Estado. A lo largo del día Hitler recibió informes de que Göring había enviado telegramas a otras autoridades nacionales. En particular, uno a Ribbentrop en el que le decía que si no recibía noticias suyas o de Hitler antes de medianoche, a partir de ese momento debía responder ante él (Göring). Según Albert Speer, el telegrama hundió a Hitler en una gran depresión. Ese día recorrió con Speer la cancillería en ruinas y el ministro admitió que no había ejecutado su "decreto Nerón" de destruir todas las infraestructuras alemanas. Pero a esas alturas Hitler lo consideró una insignificancia. Luego Speer salió de Berlín hacia Hamburgo.

Goebbels hizo una proclamación a los berlineses en la que decía:

Os pido que luchéis por vuestra ciudad. Luchad con todo lo que tengáis, por el bien de vuestras mujeres y vuestros hijos, vuestras madres y padres. Vuestros brazos están defendiendo todo lo que siempre hemos querido, y a todas las generaciones que vendrán después de nosotros. ¡Sed orgullosos y valientes! Sed ingeniosos y astutos. Vuestro Gauleiter [Goebbels] está entre vosotros. Él y sus colegas permanecerán entre vosotros. Su mujer y sus hijos están aquí también. Él, que en una ocasión capturó la ciudad con 200 hombres, ahora usará todos los medios para galvanizar la defensa de la capital. La batalla por Berlín debe ser la señal para que toda la nación se alce en armas.

Otro mensaje radiado a todo el país afirmaba que Hitler estaba en el frente, en Berlín, y que permanecería en la capital a pesar de los rumores. Los aliados sospechaban que era falso, y que Hitler estaría probablemente en Baviera, la zona más segura de lo que quedaba del Reich en esos momentos.

El día anterior se había presentado ante Hitler el general Helmuth Weidling, al que Hitler había ordenado fusilar a causa de una información falsa según la cual había huido del frente. El informe que presentó impresionó a Hitler hasta el punto de que ahora lo ponía al frente de la defensa de Berlín. Weidling diría poco después que hubiera preferido el fusilamiento antes que semejante "honor". En Berlín no quedaban más que unos 45.000 soldados, y Weidling se tuvo que apoyar además en reservistas de más de 50 años y en miembros de las juventudes hitlerianas, de entre 14 y 18 años. Ese mismo día los soviéticos entraron en el sureste de la ciudad.

Himmler se entrevistó en secreto con el conde sueco Folke Bernadotte en el consulado sueco de Lübeck y le pidió que actuara de intermediario para negociar la rendición de las fuerzas alemanas en el frente occidental. Afirmó que Hitler se suicidaría en breve y, erigiéndose en representante del país, pidió a Bernadotte que informara a Eisenhower de que Alemania deseaba rendirse a los británicos y estadounidenses, y además proponía que la Wehrmacth se uniera a ellos para defender Berlín de los soviéticos. Bernadotte —pensando probablemente en la cara con que le iban a mirar cuando repitiera esa propuesta— le preguntó si podía presentar esa propuesta por escrito y Himmler lo hizo inmediatamente.

El expediente de Hanna Solf había sido destruido en el bombardeo que mató al juez Freisler, y finalmente fue puesta en libertad junto con su hija por un error burocrático.

El ejército soviético que se dirigía hacia Bratislava recibió refuerzos que ya no hacían falta en Viena, rompió las líneas alemanas y se dirigió hacia Brno.

El príncipe Bernardo de los Países Bajos había logrado que lo aceptaran en la RAF (en sus entrenamientos había destrozado dos aviones durante el aterrizaje, pero al final se había convertido en un piloto competente que había sobrevolado Europa bombardeando puestos de lanzamiento de bombas V-1, entre otros objetivos). También había ayudado a la resistencia neerlandesa y actuaba como secretario de la reina Guillermina. El Parlamento neerlandés lo había nombrado "general honorario", pero la reina borró personalmente lo de "honorario" en el decreto y así se convirtió en general "de verdad". El ministro de defensa no objetó nada a tal irregularidad y así quedó la cosa. Más de tres millones de neerlandeses estaban todavía en territorio bajo control alemán, en una bolsa aislada. Esto suponía que la hambruna que asolaba el país les afectaría más severamente y además los alemanes habían roto ya algunos diques para obstaculizar el paso a los aliados. Si continuaban con esa política, arrasarían el país. Por todo ello, Bernardo había pedido a Eisenhower que negociara una tregua con los alemanes en territorio neerlandés. Cuando Eisenhower le respondió que no tenía autoridad para ello, Bernardo se había dirigido directamente a Churchill y a Roosevelt, y ese día, finalmente, el generl Marshal dio su autorización.

Los estadounidenses entraron en el campo de concentración de Flossenbürg, donde encontraron unos 2.500 prisioneros. Algunos más fueron liberados en las cercanías, en marcha hacia Charm. De los 1.527 prisioneros encontrados en el hospital del campo, sólo 1.208 sobrevivieron a los días siguientes a la liberación. Entre los prisoneros que los alemanes habían matado por no estar en condiciones de ser evacuados y los que murieron en las marchas forzosas, sumaban unos 7.000. Unos 2.000, no obstante, llegaron a Dachau.

Dos columnas de "autobuses blancos" llegaron a Ravensbrück. Una partió con 786 mujeres, principalmente francesas, y otro con otras 360.

Los alemanes vovieron a presentarse ante Pétain, ahora acompañados de un funcionario suizo que llevaba un permismo de tránsito por Suiza para el mariscal para que llegara a Francia. Pétain salió con su esposa un séquito de unas diez personas más. Mientras tanto los franceses entraban en Sigmaringen y empezaron a arrestar a otros franceses que habían colaborado con el gobierno en el exilio organizado por los alemanes.

La aviación británica hundió un carguero noruego (Ingersecks) en la costa de su país.

Los paracaidistas italianos lanzados al sur del Po terminaron con éxito su misión. Habían matado a 481 soldados alemanes y habían capturado a otros 1.083. Además habían capturado varios tanques y otros vehículos, habían cortado 77 líneas telefónicas, habían tomado tres puentes intactos, habían volado un depósito de municiones entre otras acciones. A cambio habían contado 31 muertos y 10 heridos. Los estadounidenses cruzaron el Po y avanzaron hasta acercarse a Verona.

En los Alpes los franceses seguían tomando fortalezas. La de Saint-Ours Haut se la encontraron abandonada, pero la de Saint-Ours Bas tuvo que ser tomada al asalto.

El 24 de abril los estadounidenses entraron en Baguio, donde había estado el gobierno de Laurel tras haber abandonado Manila, y que los japoneses habían abandonado hacía dos días.

A lo largo del mes, los británicos habían ido ganando terreno a los japoneses en Birmania, más allá del río Irrawaddy, hasta ocupar Letse y Seikpyu. Ahora su vanguardia fue atacada con un intenso fuego de artillería desde una colina, que fue finalmente capturada. Se encontraron 39 cadáveres japoneses en el campo de batalla.

La aviación soviética hundió un carguero alemán (Huelva) en Letonia.

Berlín estaba ya completamente rodeada por los soviéticos. Varios distritos de la periferia de la ciudad estaban ya en sus manos. A las 6:20 unos 3.000 cañones y morteros descargaban sus proyectiles sobre Berlín.

El general Busse había llamado a Wenck para confirmarle que trataría de romper el cerco soviético a su ejército hacia el oeste y reunirse con él, como había ordenado Hitler, pero que luego no regresaría a Berlín, sino que cruzaría el Elba y se entregaría a los estadounidenses. Wenck estuvo de acuerdo y envió sus tropas al encuentro de Busse. Esa noche atacó a los soviéticos en Treuenbrietzen.

El avance alemán hacia Bautzen seguía teniendo éxito. Ese día los alemanes rodearon y destruyeron buena parte de una división soviética, a la vez que rescataba algunas unidades que habían quedado aisladas en la ciudad. En los días siguientes recuperarían la ciudad en una serie de combates casa por casa, pero el avance más allá de Bautzen se vio frenado por la falta de combustible.

Ese día fue el campo de Dachau el que inició el traslado a pie de más de 6.000 prisioneros en las condiciones habituales: los que no podían aguantar el viaje eran abatidos en el camino.

El mariscal Pétain llegó a Suiza e inmediatamente pidió ser enviado a Francia. Ese día cumplió 89 años.

El ejército de Patton alcanzó el Danubio y se dispuso a cruzarlo. Las tropas alemanas que quedaban en el sur de Alemania empezaron a rendirse por decenas de miles. En muchas ciudades se enarbolaron banderas blancas. A poca distancia del frente, siguiendo a las tropas de Patton, iba Marlene Dietrich, participando en actos de entretenimiento para los soldados. Un gag que repetía a menudo se lo había enseñado Orson Welles: afirmaba que tenía la capacidad de leer la mente, se acercaba a un soldado y le decía que se concentrara en lo que le venía a la mente, y luego se alejaba diciendo "Oh, piensa en otra cosa, no podría decir eso." Cuando le preguntaron por qué se arriesgaba de ese modo, su respuesta fue: Por decencia. (Dietrich había nacido en Berlín.) Billy Wilder dijo que Marlene Dietrich había estado más veces en el frente que Eisenhower.

En Italia el ejército alemán quedó rodeado en Bolonia. Los partisanos italianos liberaron Parma y Reggio Emilia. En Génova los alemanes hundieron la flota que les quedaba, incluyendo cinco destructores y dos submarinos.

La RAF hundió un carguero alemán (Tübingen) entre Suecia y Dinamarca.

Eisenhower recibió la propuesta que Himmler le había hecho a Bernadotte dos días antes, pero no se la tomó en serio. Ese día el canciller de Hacienda británico presentó los presupuestos ante el Parlamento, y anunció que el año anterior el gasto había superado los seis billones de libras esterlinas por primera vez en la historia, lo que suponía un déficit de 2.825 libras esterlinas. También estimó el coste de la guerra hasta marzo en 27 billones de libras.

Un submarino alemán hundió un carguero británico (Monmouth Coast) cerca de Irlanda.

La flota estadounidense en el Atlántico detectó uno de los submarinos que habían pertenecido al grupo Lobo de mar, que logró hundir uno de los destructores (USS Frederick C. Davis), para luego ser perseguido durante diez horas y finalmente hundido. El capitán Paul Just y otros 32 tripulantes fueron hechos prisioneros.

En 25 de abril un transporte estadounidense logró hundir un submarino japonés cerca de Okinawa con una única carga de profundidad que acertó de lleno en su objetivo.

Los soviéticos entraron en Pillau, y así terminó la campaña de Prusia Oriental, que les había costado 126.000 muertos y 458.000 heridos. Unos 220.000 alemanes fueron hechos prisioneros.

El Ejército rojo cruzó el Oder cerca de su desembocadura, lo que le permitió avanzar hacia los puertos alemanes de Stralsund y Rostock, en el Báltico.

Una torpedera soviética hundió un carguero alemán (Emily Sauber) en el Báltico.

Los soviéticos atacaban la última línea defensiva de la capital alemana, basada en el metro de Berlín. Ya no había ninguna perspectiva de salvar la ciudad. Lo máximo que se podía hacer era retrasar su caída. Por la noche empezaron a atacar el aeropuerto.

Ese día envió un telegrama a Göring en el que le decía que había cometido alta traición y le daba la opción de dimitir de todos sus cargos "por motivos de salud" a cambio de salvar su vida (con lo que, realmente, sería por motivos de salud). Göring se apresuró a dimitir, pero Martin Bormann, el secretario de Hitler, ordenó a las SS de Obersalzberg que lo arrestaran.

Esa noche Busse hizo un primer intento de romper el cerco soviético en dirección a Baruth.

Los polacos lograron estabilizar un frente en Bautzen.

Tanques soviéticos llegaron a las afueras de Brno por el este, mientras otras unidades llegaban desde el sur.

Una nueva columna de autobuses blancos llegó a Ravensbrück y se llevó a 706 mujeres francesas, belgas, neerlandesas y polacas. Por el camino la columna fue atacada por aviones aliados que causaron 25 muertos. Otras salieron en un tren con 50 vagones de mercancías a 80 mujeres por vagón. En unos pocos días unas 7.000 mujeres habían sido transportadas desde Ravensbrück hasta Dinamarca, y desde allí hasta Suiza.

El teniente primero estadounidense Albert Kotzebue cruzó el Elba en una barca con tres hombres en una misión de reconocimiento y lo que encontró en la otra orilla fue un grupo de soldados soviéticos bajo el mando del teniente coronel Alexánder Gordeyev. Fue el primer encuentro entre tropas estadounidenses y soviéticas. Poco después otra patrulla bajo el mando del teniente segundo William Robertson se encontró con un grupo de soldados soviéticos bajo el mando del teniente Alexánder Silvashko en un puente destruido cerca de Torgau.

El coronel estadoundense George Lynch dirigió estas palabras a los habitantes de Gardelegen:

A los alemanes les han dicho que las historias sobre las atrocidades alemanas eran propaganda aliada. Aquí podeis verlo por vosotros mismos. Algunos dirán que los nazis fueron los responsables de este crimen. Otros señalarán a la Gestapo. La responsabilidad no es de ninguno de los dos. Es la responsabilidad del pueblo alemán... Vuestra supuesta raza superior ha demostrado ser superior únicamente en el crimen, la crueldad y el sadismo. Habéis perdido el respeto del mundo civilizado.

La misión Alsos había llegado a Hechingen, pero Heisemberg ya no estaba allí. Ahora sus fuerzas rodeaban el Instituto de Química Kaiser Guillermo, en Tailfingen y arrestaban a Otto Hahn. Cuando le preguntaron por informes sobre su trabajo secreto sobre el uranio, respondió: "Los tengo todos aquí", y entregó unos 150 informes. Se encontraron 1.5 toneladas de uranio, varios barriles de agua pesada y abundante documentación, y todo ello se transportó en camiones. Luego las entradas a las instalaciones fueron voladas para que no las encontraran los franceses. Hahn y otros colegas fueron llevados a un castillo en ruinas en Versalles.

A las 9:30, 375 bombarderos estadounidenses escoltados por más de un centenar de cazas británicos y estadounidenses aparecieron sobre Obersalzberg, donde se encontraba el Berghof de Hitler. A algunos pilotos les habían dicho que Hitler se encontraba en el búnquer de la residencia, pero no está claro que el alto mando lo creyera realmente. En realidad, el plan para bombardear el Berghof se remontaba a los días del desembarco en Normandía, pues se creía que Hitler estaba dirigiendo desde allí la respuesta alemana, pero el general Henry Harley Arnold, el responsable estadounidense de los bombardeos en Europa, se había opuesto con varios argumentos, entre los que figuraba el hecho de que consideraba a Hitler como uno de sus más inestimables colaboradores. Así lo expresó en su diario:

Nuestra arma secreta es Hitler, así que no bombardeéis su castillo. No permitáis que resulte herido. Queremos que siga cometiendo errores.

Tras haber superado algunos problemas técnicos, a las 9:51 empezó el ataque de la primera oleada, que lanzó varias bombas tallboy con la esperanza de destrozar los búnqueres. La segunda oleada atacó a las 10:42. El Berghof sufrió daños leves, pero las casas que tenían en la zona Martin Bormann y Hermann Göring fueron destruidas, pero Göring había sido trasladado, siempre bajo arresto, a un castillo que poseía en Mautendorf. En la propia localidad de Obersalzberg hubo 31 muertos, algunos de ellos niños. Dos bombarderos fueron derribados por la artillería antiaérea. Cuatro de sus tripulantes murieron y los restantes fueron hechos prisioneros, pero no tardarían en ser liberados.

Mussolini se entrevistó con el cardenal Ildefonso Schuster, que trataba de mediar con los partisanos la rendición pacífica de los fascistas, pero poco antes de la llegada de Mussolini, el general Wolff le había comunicado al cardenal que estaba a punto de llegar a un acuerdo con los aliados, pero que no admitían sino la rendición incondicional. Schuster se lo comunicó a Mussolini y éste, sintiéndose traicionado por los alemanes, se levantó y puso fin a la entrevista. Los partisanos se estaban acercando a Milán, así que ese mismo día disolvió su gobierno y abandonó la ciudad acompañando a una columna alemana con su amante, Clara Petacci, y otros líderes fascistas. Se dirigía a Como, para pasar a Suiza desde allí, donde pensaba tomar un avión a España. Ese mismo día los partisanos entraron en Milán y publicaron este decreto:

Los miembros del gobierno fascista y aquellos líderes fascistas que son culpables de haber suprimido las garantías constitucionales, destruido las libertadoes del pueblo, creado el régimen fascista, comprometido y traicionado al país, llevándolo a la catástrofe actual, serán castigados con la pena de muerte.

Turín también estaba ya en manos de los partisanos tras cinco días de disturbios.

En los alpes, la resistencia italiana había cesado y los franceses se preparaban para pasar a territorio italiano.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la costa atlántica francesa.

Ese día se inició en San Francisco la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional, a la que asistieron 850 delegados de 50 países que, junto con sus asesores, personal auxiliar, etc., sumaban unas 3.500 personas, a las que se sumaron unos 2.500 representantes de medios de comunicación y observadores de organizaciones diversas. El propósito principal de la conferencia era redactar una carta fundacional de la Organización de las Naciones Unidas, basada en los acuerdos previos alcanzados por las grandes potencias en reuniones previas, especialmente en Dumbarton Oaks y en Yalta. El mapa muestra en azul claro los países fundadores y en azul oscuro sus colonias o protectorados. Polonia no estuvo representada porque no tenía gobierno en esos momentos.

Finalmente, la propuesta de Stalinde que cada república de la URSS fuera considerada como un miembro independiente de la ONU y la contrapropuesta de Roosevelt de que lo mismo sucediera con cada Estado de los Estados Unidos había acabado en el consenso de que se admitiera a Bielorrusia y a Ucrania para evitar un desequilibrio que, según Stalin, beneficiaba a los países occidentales. Por otro lado, la URSS se opuso a que Argentina fuera admitida, porque había permanecido neutral durante la guerra y había apoyado al Eje, pero muchos países latinoamericanos se opusieron a la inclusión de Bielorrusia y Ucrania si no se admitía a Argentina. Stalin decidió que en realidad Argentina le importaba poco y aceptó.

El presidente Truman no estuvo presente, pero intervino por teléfono en la sesión inaugural. Todavía no estaba en condiciones de participar en un acto de tales proporciones. Acababa de ser informado de que los aliados estaban desarrollando una nueva arma sin comparación con nada visto hasta entonces.

El 26 de abril se produjo un nuevo desembarco estadounidense en la isla de Negros, cerca de Sibulan y atacaron a unos 1.300 japoneses atrincherados en las colinas que rodeaban Dumaguete.

En Bougainville una serie de contraataques japoneses había logrado frenar el avance australiano hacia el río Hongorai, pero finalmente los australianos avanzaban de nuevo, con la aviación bombardeando y ametrallando las posiciones japonesas ante la infantería australiana así como un intenso fuego de artillería. La resistencia japonesa fue mínima y en dos días recorrieron la tercera parte de la distancia hasta el río, con sólo un herido.

En Nueva Bretaña el avance australiano se había detenido, afortunadamente para los australianos, pues tenían acorralada en Rabaul a una guarnición de 93.000 japoneses, un número muy superior al de las fuerzas australianas, pero los australianos no lo sabían y los japoneses tenían orden de no atacar a la espera de llevar a cabo un contraataque conjunto con la Armada, pero estaba el problema de que Japón ya no tenía Armada.

Durante los días anteriores, la artillería japonesa había atacado a varias brigadas británicas que avanzaban hacia Taungup, en Birmania. Tras haber identificado dos colinas donde estaban escondidos los japoneses, los británicos contraatacaron apoyados por la aviación, centrándose en una de ellas y, cuando sus ocupantes trataron de correr hacia la otra, fueron atacados en campo abierto. Finalmente tuvieron que retirarse a las laderas opuestas y los británicos tomaron las colinas. Un ataque nocturno causó confusión entre los británicos y cuatro acabaron muertos por fuego amigo.

Hanna Reitsch llevó a Berlín a su amante, el general Robert Ritter von Greim, al que Hitler había llamado a su presencia. Durante el aterrizaje resultó herido en un pie. El avión aterrizó en una pista improvisada cerca de la Puerta de Brandeburgo. Hitler promocionó a Greim a Mariscal del Aire y lo puso al frente de la Luftwaffe, en sustitución de Göring.

Esa noche Hermann Fegelein, el concuñado de Hilter, cogió dinero y ropa de civil salió del búnquer y se dirigió a un piso que tenía en la ciudad. Su intención era huir a Suecia con su amante.

El ataque de Busse hacia Baruth había empezado bien, y varios tanques soviéticos habían sido destruidos, pero los alemanes no tenían fuerzas suficientes para resistir un contraataque, y el intento acabó en un fracaso, con muchos alemanes capturados.

En Bautzen la división polaca que había encabezado el avance hacia Dresde se encontró aislada y trató de retroceder para unirse al grueso de su ejército, pero los alemanes habían obtenido documentos con las órdenes polacas y conocían la ruta que iban a seguir, con lo que casi aniquilaron completamente la división. Un convoy de dicha división que trasladaba heridos sufrió una emboscada cerca de Horka y los alemanes ejecutaron a unas 300 personas. Sólo hubo un superviviente.

Esa noche Weilding se presentó ante Hitler con un plan detallado para escapar de Berlín. Cuando hubo terminado de exponerlo, Hitler negó con la cabeza y dijo: Su propuesta es totalmente adecuada, pero ¿con qué finalidad? No tengo intención de vagar por los bosques. Me quedaré aquí y caeré al frente de mis tropas.

Los soviéticos entraron en Brno, pero algunos barrios quedaron en poder de los alemanes.

Unos 10.000 prisioneros fueron obligados a salir de Dachau a pie, en tren o en camiones. El grupo mayor consistió en unos 7.000 prisioneros que tuvieron que caminar hacia el sur durante varios días. Más de un millar moriría en el camino. Un prisionero llamado Karl Riemer logró escapar y fue al encuentro de tropas estadounidenses para informar de la existencia del campo.

El doctor Sigmund Rascher había sido evacuado de Buchenwald a Dachau, y allí fue fusilado por orden expresa de Himmler. Era culpable de experimentar brutalmente con seres humanos, pero fue fusilado esencialmente por haberle tomado el pelo a Himmler.

acusado esencialmente de haberle tomado el pelo.

Adolf Galland derribó dos bombarderos estadounidenses, pero luego su avión recibió un impacto que le obligó a realizar un aterrizaje forzoso y se lesionó la rodilla. Fue su última misión.

El mayor estadounidense Emil Fred Reinhardt se entrevistó en Torgau con el mayor soviético Vladimir Rusakov y acordaron una rueda de prensa para el día siguiente, para difundir la noticia del encuentro de sus respectivos ejércitos.

Los estadounidenses tomaron Bremen, tras una semana de combates.

Un regimiento alemán, apoyado por miembros de las Juventudes Hitlerianas, marinos y policías, salió de Hamburgo y atacó a las fuerzas británicas en Vahrendorf y llegaron hasta el centro de la ciudad, pero aparecieron tanques que los obligaron a retroceder.

Tropas brasileñas desalojaron a los alemanes de Collecchio, al sur de Milán, que tuvieron que retirarse hasta Fornovo di Taro.

Partisanos italianos capturaron al general Wolff, que estaba negociando la rendición de Italia con los aliados, pero agentes especiales británicos y miembros del servicio de inteligencia suizo se encargaron de liberarlo.

Pétain atravesó Suiza en tren, y durante el trayecto recibió muestras de afecto de la población. El viaje terminó en la localidad fronteriza suiza de Vallorbe. Al otro lado le esperaba el general Koenig con más de un centenar de soldados y policías armados, para proteger a Pétain de la resistencia francesa. El tren que había llevado al mariscal a través de Suiza avanzó un poco más hasta pasar la frontera y Pétain descendió. Saludo a los militares que le esperaban y se sintió desconcertado al ver que no se le devolvía el saludo. Luego tendió su mano a Koenig y éste, tras dudar un instante, se puso firme para evitar darle la suya. Otro tren llevó a Pétain y a su séquito hasta Paris, si bien tuvo que detenerse en Pontarlier porque los comunistas habían organizado una manifestación reclamando la muerte del prisionero, y arrojaron piedras y golpearon el vagón en el que viajaba. Finalmente el tren llegó a París sin más incidentes. Pétain y su esposa fueron trasladadas a Fort Montrouge, al sur de París, mientras que el resto de su séquito fue encarcelado en la prisión de Fresnes. La esposa de Pétain no estaba arrestada, pero quiso acompañar a su marido en todo momento.

El 27 de abril un carguero estadounidense (Canada Victory) ue hundido en Okinawa como consecuencia de un ataque kamikaze que provocó tres muertos. Una lancha suicida dañó un destructor USS Hutchins, que tuvo que ser remolcado, pero no llegó a ser reparado.

En Mindanao los estadounidenses tomaron Digos, sin que los japoneses pudieran hacer gran cosa, pues estaban preparados para resistir un ataque por mar, pero no uno por tierra, desde la retaguardia. Desde allí los estadounidenses avanzaron hacia Davao, la capital de la isla.

En Birmania los británicos estaban ya a 64 km de la capita, Rangún. Sin embargo, su avance se detuvo en Pegu, donde empezaron a encontrar resistencia. Los japoneses habían dispuesto minas y trampas para frenar el avance de los tanques.

Los soviéticos capturaron Potsdam, cerca de Berlín.

En Berlín rebasaron la última línea defensiva de Berlín. Los alemanes ya sólo controlaban el centro de la ciudad. El búnquer de Hitler perdió la comunicación por radio. Para dar órdenes al exterior contaban únicamente con algunas líneas telefónicas, y para informarse de lo que pasaba en el exterior sólo contaban con los programas de radio. Ese día los soviéticos apresaron a unas 2.000 mujeres y las pusieron a quitar piedras del aeropuerto para que los aviones soviéticos pudieran usarlo.

Las fuerzas de Busse encontraron un hueco en las líneas soviéticas y algunas unidades pudieron salir del cerco antes de que fuera cerrado. La aviación soviética causó estragos. Hitler fue informado de que Busse estaba tratando de abrirse paso hacia el oeste en lugar de hacia Berlín, en contra de lo que había establecido. Envió varios mensajes ordenando un giro hacia Berlín, pero no recibió respuesta.

La mayor parte de las tropas de Kónev recibieron órdenes de dirigirse hacia Praga, con lo que el honor de ocupar Berlín quedaba atribuido de antemano a Zhúkov.

Himmler se reunió en Rheinsburg con Karl Dönitz, Wilhelm Keitel y Alfred Jodl para discutir el curso de la guerra cuando la caída de Berlín se veía ya como inevitable. Himmler presidió la reunión en calidad de representante del Führer, pues tras la caída en desgracia de Göring era considerado el sucesor más probable.

Ese día los tenientes Robertson y Silvashko se fotografiaron dándose la mano sonrientes en Torgau. Los gobiernos estadounidense, británico, francés y soviético emitieron comunicados simultáneos en los que reafirmaban su intención de destruir completamente el Tercer Reich.

Los alemanes que habían atacado Vahrendorf el día anterior tuvieron que regresar a Hamburgo dejando atrás 60 muertos y 70 prisioneros.

Karl Renner formó un gobierno en Austria y proclamó la independencia de Austria respecto de Alemania. Tanto él como sus ministros estaban "protegidos" y vigilados por la NKVD. Gran Bretaña y los Estados Unidos, temiendo que Stalin estaba haciendo en Austria lo mismo que en Polonia, no reconocieron el nuevo gobierno.

Tropas estadounidenses llegaron a Milán, que ya estaba en poder de los partisanos. En Génova los alemanes todavía conservaban una parte de la ciudad, pero se rindieron en cuanto llegaron los estadounidenses, unos 14.000 hombres.

La columna alemana con la que viajaba Mussolini fue detenida por un grupo de partisanos cerca del pueblo de Dongo. Los comunistas identificaron a un dirigente fascista, y exigieron a los alemanes que les entregaran a todos los italianos que viajaban con ellos a cambio de dejarles continuar su camino. Poco después, Urbano Lazzaro descubrió a Mussolini en uno de los coches. Más tarde describiría así el momento:

Su cara era como cera y su mirada vidriosa, pero, en cierto modo, ciega. Leí en ella agotamiento, pero no miedo. Mussolini parecía completamente falto de voluntad, muerto en espíritu.

Mussolini fue llevado a Dongo, donde pasó la noche en un barracón. El socialista Sandro Pertini, uno de los organizadores de la insurrección del norte de Italia, anunció en la radio de Milán:

El jefe de esta asociación de delincuentes, Mussolini, mientras, amarillo de rencor y de miedo, trataba de cruzar la frontera suiza, ha sido detenido. Debe ser entregado a un tribunal del pueblo para que lo juzgue rápidamente. Esto es lo que queremos, aunque pensamos que un pelotón de fusilamiento es un gran honor para este hombre. Merecería que lo mataran como a un perro sarnoso.

Pero, si Pertini quería matarlo tras un juicio, los comunistas seguían viendo eso de los juicios como meros formalismos burgueses, y consideraban más práctico prescindir de ellos. Luigi Longo, uno de los principales dirigentes comunistas en Milán, ordenó a los partisanos Walter Audisio y Aldo Lampredi que fueran a Dongo y mataran a Mussolini. Según el propio Longo, la orden que le dio a Audisio fue: Ve y dispara. Más adelante Leo Valiani afirmó que la sentencia de muerte contra Mussolini la dictaron esa noche en una reunión él mismo, Sandro Pertini, Emilio Sereni y Luigi Longo.

La iniciativa del príncipe Bernardo de los Países Bajos culminó finalmente en el establecimiento de una tregua en la que los alemanes autorizaron que la aviación aliada suministrara alimentos a los civiles neerlandeses.

Pétain y su esposa llegaron por la mañana a Fort Montrouge y se convirtió en el único prisionero de la fortaleza. Fue recibido por el capitán Joseph Simon, que estaba al mando del lugar, y lo primero que le dijo fue: "Me arrojaron piedras cuando estaba en el tren." Koenig se despidió de Simon dándole la mano, pero rehusó de nuevo dársela a Pétain.

El capitán Paul Just y los tripulantes de su submarino que habían sido hechos prisioneros habían sido llevados a una base estadounidense en Argentia, donde fueron "interrogados" con todos los medios imaginables para averiguar lo antes posible si los otros submarinos que estaban actuando cerca de la costa estadounidense llevaban misiles. Fueron sometidos a aislamiento, agotamiento, palizas, etc.

El 28 de abril cuatro bakas atacaron la flota estadounidense en Okinawa, pero ninguno consiguió impactar en un objetivo. De los aviones que los transportaban sólo uno regresó.

Por esas fechas la Ustacha atrincherada en Odžak había matado unos 630 partisanos y había destruido un batallón yugoslavo.

En el camino del ejército soviético hacia Rostock se encontraba la ciudad alemana de Demmin. Tenía más de 15.000 habitantes, pero su población en esos momentos era casi el doble debido a la afluencia de refugiados procedentes del este. Los nazis habían obligado a mujeres, niños y ancianos a cavar una gran zanja antitanque al este de la ciudad, pero ahora que se acercaban los soviéticos empezaban a huir. Los dirigentes nazis confiscaron coches de bomberos y escaparon en ellos hacia el oeste, al igual que la policía y algunos civiles. El resto de la población civil quedó a merced de los soviéticos, y emplazó una bandera blanca en la torre de la iglesia.

Hitler destituyó a Heinrici, por haberse negado a obedecer la orden de defender Berlín a toda costa, y lo sustituyó por Helmuth Weidling. Heinici fue llamado a Berlín, y hubiera cumplido la orden si el capitán Hellmuth Lang no lo hubiera convencido para dirigirse a Plön, asegurándole que si iba acudía a Berlín lo matarían como habían hecho con Rommel (que había sido ayudante de Heinrici y luego comandante de Lang). Ese mismo día Heinrici se entregó a los británicos.

Por la tarde la BBC difundió la noticia de que Himmler había hecho una propuesta de paz a los aliados que había sido rechazada. La transmisión fue recibida en el búnquer de Hitler, y éste recibió atónito la noticia. Montó en cólera y afirmó que era el peor acto de traición que jamás había visto. Luego mandó llamar a su enlace con Himmler, que no era sino su concuñado, Hermann Fegelein, y entonces se descubrió que no estaba. La Gestapo recibió la orden de buscarlo por Berlín, acusado de deserción. Por la noche fue encontrado en un piso, borracho y con una mujer extranjera, que fue arrestada bajo sospecha de espionaje. Fue llevado al búnquer y se le organizó inmediatamente un consejo de guerra esa misma noche. Sin embargo, el juicio no pudo celebrarse. Fegelein seguía borracho, chillaba, gemía, vomitaba, insistía en que únicamente respondía ante Himmler, no ante Hitler...  El manual del ejército establecía que ningún soldado podía ser juzgado si no estaba en condiciones de defenderse, y Hitler admitió que el juicio no podía celebrarse. Por ello condenó a Fegelein a muerte sin juicio.  Eva Braun intercedió por su cuñado ante Hitler, pero éste fue inflexible.

Busse intentó de nuevo romper el cerco soviético hacia Baruth, ahora por dos puntos, desde Halbe y desde Teupitz. Nuevamente no fue posible una salida en masa, pero algunas unidades pudieron deslizarse entre las líneas soviéticas. Por la noche hubo un tercer intento desde Halbe que logró crear un pasillo hacia el oeste y los alemanes se centraron en mantenerlo a toda costa. La situación era caótica. Los soldados más jóvenes desertaban y se escondían en casas de civiles, e incluso disparaban contra otros soldados si intentaban arrestarlos. Busse logró reunirse con el ejército de Wenck. Algunos de sus hombres acabaron desmayados de agotamiento. Pero no podían detenerse, pues los soviéticos les pisaban los talones y tenían que moverse rápidamente hacia el oeste para entregarse a los estadounidenses.

Ritter von Greim y Hanna Reitsch salieron de Berlín en un pequeño avión con destino a Plön. Hitler había ordenado a von Greim que se asegurara de que Himmler era restado así como de que la Luftwaffe acudía a bombardear a los soviéticos que rodeaban Berlín. Los soviéticos que vieron el avión temieron que en él se estuviera escapando Hitler. Reitsch había instado en vano Hitler a que saliera de Berlín.

Wenck informó de que sus tropas habían sido detenidas por los soviéticos en Potsdam y que había tenido que retirarse hacia el oeste, pero se dedició no informar de ello a Hitler, que seguía manteniendo la esperanza de que llegaran refuerzos. Para entonces los alemanes controlaban únicamente una banda de 5 km de ancho y 15 km de largo en Berlín.

En la ciudad de Dachau hubo una revuelta armada, protagonizada por prisioneros que habían escapado del campo de concentración cercano, a la que se sumó una compañía de la milicia civil alemana. A las 8:30 los rebeldes tomaron el ayuntamiento de la ciudad, pero las SS aplastaron la revuelta en unas horas. Un representante de la Cruz Roja negoció la rendición del campo, y esa noche los prisioneros se rebelaron también.

Los británicos iniciaron su asalto sobre Hamburgo. En los bosques cercanos a la ciudad capturaron unos 2.000 alemanes. En el interior de la ciudad encontraron una fuerte resistencia de soldados, policías, bomberos y miembros de las Juventudes Hitlerianas.

La RAF hundió un submarino alemán en Kiel.

Clara Petacci había pedido que la llevaran con Mussolini, y con él se reunió en Dongo a las 2:30 más o menos. Los partisanos habían arrestado a unos 50 dirigentes fascistas con sus familias, luego fueron llevados a una granja cercana para esconderlos y evitar que fueran rescatados por los fascistas o por los aliados. Al amanecer llegaron a Dongo Audisio y Lampredi, donde se encontraron con Bellini delle Stelle, el cabecilla de los partisanos locales. Audisio le pidió la lista de los prisioneros fascistas que custodiaba y marcó en ella los nombres de Mussolini y Petacci para que fueran ejecutados. Bellini delle Stele preguntó bajo qué cargos se iba a ejecutar a Petacci, y Audisio replicó que ella había sido su asesora y que era tan responsable como él. Eran comunistas, así que no hacía falta ninguna averiguación adicional. Audisio, Lampredi y otros partisanos marcharon a la granja, sacaron a Mussolini y a Petacci, los llevaron a las afueras del pueblo de Giulino de Mezzegra, los sacaron del vehículo, les hicieron ponerse ante una pared y a las 16:10 Audisio les disparó con un subfusil.

Audisio trató más adelante de maquillar su actuación. Afirmó que se había celebrado un juicio en Dongo con un tribunal compuesto por Bellini delle Stelle, Aldo Lampredi, Urbano Lazzaro y Micchele Moretti y él mismo como presidente, en el que no hubo objeciones a las ejecuciones propuestas, pero Lazzaro negó que tal juicio hubiera tenido lugar y ya se sabe cuál es el valor de la palabra de un dirigente comunista (el de un comunista de a pie es sin duda más fiable). Audisio también dijo que había dado la oportunidad a Petacci de bajarse del coche, pero que se había negado. Por último, Audisio contó que Mussolini había muerto mostrando cobardía, mientras que Lampredi contó que había aceptado sereno la muerte y que sus últimas palabras fueron: "apunta al corazón". Por la noche los cadáveres fueron cargados en una camioneta para llevarlos a Milán.

A las 18:00 los brasileños atacaron en Fornovo di Taro a las fuerzas alemanas que habían huido de Collecchio. A las 22:00 los alemanes enviaron emisarios para pedir un alto el fuego.

El 29 de abril un submarino estadounidense hundió un petrolero japonés (Daishu Maru) cerca de la costa japonesa. La aviación hundió dos submarinos japoneses cerca de Okinawa.

Un submarino británico hundió un petrolero japonés cerca de Siam.

A pesar de una lluvia torrencial que se había desatado en Pegu, los británicos ocuparon los pueblos de los alrededores y se dispusieron a atacar la ciudad.

Fragatas británicas hundieron dos submarinos alemanes en el mar de Barents.

Poco después de la medianoche, Hitler se había casado con Eva Braun. Al firmar el acta matrimonial, Eva Braun escribió Eva B, e inmediatamente tachó la B para completar Eva Hitler. Luego los recién casados se habían retirado a sus habitaciones, donde dieron una fiesta con un modesto desayuno, mientras la secretaria de Hitler mecanografiaba su testamento privado y su testamento político, dictados poco después de la ceremonia. En su testamento político, firmado sobre las 4:00, explicaba que él nunca había querido la guerra, y que ésta había sido provocada por el sionismo internacional y sus colaboradores, y que se había perdido por la deslealtad de los generales de la Wehrmacht. Luego se refería a su decisión de suicidarse para "no caer en manos de sus enemigos", ni de las masas ávidas de un espectáculo organizado por los judíos. En una segunda parte nombraba presidente del Reich (el cargo que había ostentado Hindenburg) a Karl Dönitz y canciller a Joseph Goebbels. Göring y Himmler quedaban desposeídos de todos sus cargos. Goebbels añadió un apéndice al testamento político en el que afirmó que se negaba categóricamente a obedecer la orden de Hitler de abandonar Berlín, pues se sentía obligado a permanecer a su lado por razones de humanidad y lealtad personal.

Esa mañana Hemann Fegelein fue ametrallado en el sótano de la cancillería.

Hitler hizo que el doctor Hasse envenenara a su perra Blondi, para comprobar la efectividad de las cápsulas de ácido prúsico que estaba recomendando a todos los de su entorno. Hitler no presenció el acto, pero luego acudió a contemplar en silencio unos instantes el cadáver del animal.

Dönitz recibió un telegrama de Martin Bormann en el que le informaba de la destitución de Himmler y de la orden de arresto contra éste que había dado Hitler.

Entre los últimos defensores del búnquer no sólo había alemanes, sino que a Berlín habían acudido unos 500 franceses del "Batallón Carlomagno", bajo el mando del comandante Henri Frenet, y unos 300 españoles de lo que había sido la División Azul, bajo el mando de Miguel Ezquerra.

Ante el avance soviético, Wernher von Braun y su equipo de ingenieros se había trasladado a primeros de mes hasta Oberammergau, en los Alpes Bávaros, donde las SS vigilaban a los 450 especialistas con órdenes de ejecutarlos si había riesgo de que cayeran en manos de los enemigos. Sin embargo, von Braun había convencido al oficial al mando de las SS para que permitiera dispersar el grupo entre las ciudades de la zona para que no fueran un blanco fácil para los bombarderos estadounidenses. Ese día los estadounidenses liberaron Oberarmergau y capturaron a la mayor parte del equipo de von Braun, pero él y algunos otros lograron escapar hasta Austria.

Tropas estadounidenses entraron en el campo de concentración de Dachau. Unos 30.000 prisioneros fueron liberados. Como de costumbre, los estadounidenses encontraron centenares de cadáveres de prisoneros apilados y en estado de descomposición. Parece ser que algunos guardias de las SS fueron asesinados después de haberse rendido, algunos por los prisioneros liberados, ayudados por los soldados estadounidenses, que les proporcionaron armas, y otros por los propios soldados, pero los detalles no llegaron a investigarse, porque cuando se plantearon las acusaciones el gobernador militar de Baviera era Patton, y no vio nada irregular en los informes que le llegaron.

Por esas fechas los estadounidenses habían liberado Garmisch, en la frontera entre Alemania y Austria. Allí vivía Richard Strauss. Cuando el teniente Miton Weiss entró en ella, Straus bajó por una escalera y se presentó diciendo: Soy Richard Strauss, el compositor de El caballero de la rosa y Salomé. Weiss era músico y asintió en reconocimiento.

La RAF inició la Operación Maná, por la que se se lanzaron alimentos a la población civil neerlandesa en territorio ocupado.

Los alemanes (una división entera) se rindieron a los brasileños en Fornovo di Taro. En una semana los brasileños habían tomado como prisioneros a 14.700 soldados, 800 oficiales y 2 generales.

Sobre las 3:00 llegaron a Milán los cadáveres de Mussolini, Petacci y otros líderes fascistas, que fueron arrojados al suelo en la plaza de Loreto. Allí la gente los golpeó, los escupió, les arrojó verduras, etc. durante un tiempo hasta que fueron colgados boca abajo del techo de una gasolinera, para que pudieran apedreados más cómodamente. El día anterior un partisano había reconocido a Achille Starace, que había sido un dirigente notable del Partido Nacional Fascista. Lo llevaron a la plaza de Loreto para que viera lo que quedaba de su duce y, apenas le hubo saludado, le pegaron un tiro y lo colgaron en la misma fila. La llegada de tropas estadounidenses puso fin a la diversión y los cadáveres fueron llevados a una morgue. Posteriormente fueron enterrados en tumbas sin marcar en un cementerio al norte de la ciudad.

Hitler fue informado de la muerte de Mussolini, aunque es posible que le ahorraran los detalles.

El mariscal Rodolfo Graziani había salido con Mussolini en su huida hacia Suiza, pero luego se había separado de la columna alemana y así logró salvar su vida. Finalmente se había rendido a los estadounidenses y ahora un representante suyo firmaba la Rendición de Caserta, junto con representantes de los generales Karl Wolff y Heinrich von Vietinghoff. El alto el fuego tendría lugar tres días más tarde. Wolff trató de justificar la rendición a Berlín (para la que no había recibido ninguna autorización) explicando que había sido necesaria para prevenir una revolución comunista en el norte de Italia. Por su parte, Vietinghoff se había rendido porque sus tropas se iban a quedar sin municiones ni otros suministros en cuestión de días.

Tropas británicas llegaron a Padua, donde se encontraron con que los partisanos habían encerrado a los 5.000 alemanes que había en la ciudad.

Las últimas tropas italianas en los Alpes abandonaron el territorio francés y ese mismo día los franceses ocuparon las dos últimas fortalezas que éstos habían abandonado.

La aviación británica hundió un submarino alemán cerca de Irlanda.

Johnny Weissmuller protagonizó una nueva entrega de su personaje titulada Tarzán y las amazonas. Tras dos entregas en las que Jane no aparecía, Maureen O'Sullivan fue finalmente reemplazada por Brenda Joyce.

El 30 de abril un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Miho Maru) en el mar Amarillo.

Un escuadrón australiano desembarcó en la pequeña isla de Sadau, próxima a la isla de Tarakan, que a su vez está cerca de la costa de Borneo. No había japoneses en la isla, así que no hubo incidentes, más allá de un destructor sobre el que impactó una mina. El objetivo del desembarco era preparar un apoyo para los ingenieros que al día siguiente tenían que eliminar los obstáculos en la playa de Tarakan donde se iba a producir un desembarco mayor. Desde hacía dos días, torpederas iluminaban la playa por la noche para que los japoneses no pudieran reparar los desperfectos en las defensas causados por los bombardeos que estaban teniendo lugar desde hacía dos semanas. Mientras tanto, los dragaminas iban limpiando la zona de minas.

Los británicos lanzaron su ataque principal sobre Pegu. Los japoneses demolieron los puentes sobre el río Pegu, inundaron campos volando depósitos de agua para evitar que la ciudad fuera rodeada y ofrecieron una tenaz resistencia ante la que los británicos hicieron pocos progresos.

La vanguardia del ejército soviético llegó a Demmin y, al ver la bandera blanca en la iglesia, tres negociadores se acercaron al borde de la zanja antitanque y prometieron que la ciudad se libraría del saqueo protocolario si se rendía sin lucha. Obviamente, no era más que la palabra de unos comunistas, carente de valor alguno, pero un descerebrado no tuvo mejor ocurrencia que abatir a tiros a los negociadores. Las pocas unidades de la Wehrmacht que quedaban en Demnin se retiraron media hora más tarde y volaron tras de ellos los puentes que conectaban la ciudad con su entorno (está rodeada por tres ríos), con lo que los civiles quedaron atrapados.

Más tarde los soviéticos empezaron a entrar en la ciudad sin resistencia, confiados además por las banderas blancas que adornaban las calles, pero varios de ellos fueron abatidos, principalmente por miembros de las Juventudes Hitlerianas. Un testigo contó como un tal Gerhard Moldenhauer, después de haber disparado contra un soviético, explicó: "Acabo de disparar a mi mujer y a mis hijos. Ahora sólo quiero matar algunos rusos."  Al principio, los soviéticos fueron extendiéndose por la ciudad tranquilamente, pero por la noche empezó el saqueo, la destrucción y las violaciones, que se prolongaron durante tres días. Las primeras víctimas fueron las tiendas de bebidas alcohólicas, pero luego se dieron a violar a mujeres de todas las edades, rociaron los edificios con gasolina, les prendieron fuego y montaron guardia para que nadie tratara de extinguir los incendios.

En Berlín quedaban unos 10.000 defensores. Helmuth Weidling informó a Hitler de que los soviéticos estaban a menos de 500 metros del búnquer y que la guarnición se quedaría sin municiones esa noche. Más tarde Hitler y Eva Braun se despidieron de los ocupantes del búnquer y sobre las 14:30 se retiraron a sus habitaciones. El adiestrador de perros de Hitler sacrificó a los dos perros de Eva Braun y a los cachorros de Blondie. Hacia las 15:30 se oyó el sonido de un disparo. Tras esperar unos minutos, el criado de Hitler y Martin Bormann entraron en la habitación y encontraron los cuerpos sin vida de Eva Braun, que había muerto envenenada y de Hitler, que se había disparado en la sien con su pistola. De acuerdo con las instrucciones que había dado, los cuerpos fueron llevados al jardín de la Cancillería e incinerados con petróleo. Los cadáveres ardieron desde las 16:00 hasta las 18:30, y los restos fueron enterrados en el cráter de una bomba. Luego Goebbels envió al general Hans Krebs para tratar de negociar con Zhúkov.

Goebbels quedó muy afectado por la muerte de Hitler. Dijo que saldría a pasear por el jardín de la cancillería hasta que lo matara una bomba soviética. Al final no lo hizo, pero afirmó: "para nosotros todo está perdido y sólo nos queda el camino que ha elegido Hitler. Seguiré su ejemplo."

A las 18:00 los soviéticos empezaron a asaltar el Reichstag, el Parlamento alemán, defendido por unos 1.000 alemanes. El edificio había permanecido en ruinas desde el incendio que había sufrido en 1933, pues al parecer los nazis nunca habían llegado a adivinar qué utilidad podría tener un parlamento. Esto facilitó a los defensores organizar trincheras entre los escombros. Los soviéticos lograron entrar en el vestíbulo principal, pero allí eran víctimas fáciles de los alemanes, que les disparaban desde posiciones elevadas, así que el vestíbulo empezó a acumular cadáveres soviéticos. Finalmente cambiaron de estrategia y trataron de buscar una forma de llegar a los pisos superiores sin pasar por el vestíbulo.

Stalin quería que el Reichstag fuera tomado a tiempo para celebrarlo el 1 de mayo. Aviones soviéticos trataron de arrojar banderas sobre él para que pareciera que los soviéticos habían llegado a tomar el edificio y sacar una foto, pero no funcionó. Zhúkov recibió un informe de que soldados soviéticos habían llegado a ondear una bandera en el edificio, y así lo anunció, pero cuando llegaron periodistas soviéticos se encontraron con que los alemanes tenían a los asaltantes a raya, fuera del edificio. Sobre las 22:40, un soldado llamado Rakhimzhan Qoshqarbaev logró emplazar una bandera en el tejado amparado en la oscuridad, pero precisamente por eso no pudo hacerse ninguna foto, y al día siguiente los alemanes la habían quitado. En cualquier caso, hubiera sido una foto fraudulenta, pues el edificio seguía en poder de los alemanes. (También hay quien se plantea que toda esta historia puede ser mera propaganda soviética.)

Los soviéticos entraron en el campo de concentración de Ravensbrück, donde encontraron unos 3.500 prisioneros enfermos y desnutridos.

Karl Dönitz, sin saber todavía lo sucedido en Berlín, fue a ver a Himmler para pedirle explicaciones sobre las órdenes que había recibido sobre él desde Berlín el día anterior, a lo que Himmler respondió que eran noticias falsas.

Los estadounidenses liberaron Munich. En Hamburgo William Joyce grabó su último programa de radio como Lord Haw Haw. No es seguro que llegara a emitirse. En la grabación se aprecia que estaba borracho y su discurso es errático. Reprochó a Gran Bretaña que hubiera llevado la guerra más allá de contener a Alemania y advirtió sobre la amenaza soviética. Terminó con un Heil Hitler y adiós.

Los soviéticos tomaron Ostrava y Žilina en Checoslovaquia.

Los partisanos yugoslavos habían llegado a cruzar la frontera con Italia y rodearon Trieste.

La aviación estadounidense hundió un submarino alemán cerca de la costa francesa.

Los Estados Unidos y Gran Bretaña manifestaron que aceptaban la rendición de las tropas italianas en el norte de Italia, pero no como una capitulación de la República Social Italiana (Graziani había firmado en calidad de ministro de defensa) ya que nunca la habían reconocido como Estado.

Destructores estadounidenses hundieron un submarino alemán cerca de la costa de Carolina del Norte.

El capitán Just, poco antes de caer inconsciente en un interrogatorio, dio algunos detalles sobre el grupo de submarinos Lobo de mar, pero no aclaró si las sospechas de que los submarinos llevaban misiles eran ciertas o no.

El 1 de mayo submarinos estadounidenses hundieron un transporte (Chowa Maru) cerca de la costa de Japón. La flota británica, en cooperación con la aviación inició una nueva serie de bombardeos sobre Okinawa. Algunos kamikazes atacaron, pero los portaviones británicos tenían cubiertas blindadas, así que el daño que causaron fue mínimo.

Como estaba previsto, fuerzas australianas, estadounidenses y neerlandesas desembarcaron en la isla de Tarakan, como primer paso para invadir Borneo. El objetivo era tomar un campo de aviación para usarlo como base para operaciones posteriores. Tanto Tarakan como Borneo llevaban sufriendo bombardeos preparatorios desde hacía más de dos semanas. La operación se inició con un intenso bombardeo aéreo y naval. A las 8:00 se inició el desembarco propiamente dicho. Al anochecer se había establecido una cabeza de playa de unos 2.6 km que se extendía hasta unos 1.8 km tierra adentro, hasta las colinas cercanas a la ciudad de Tarakan. Aunque la resistencia japonesa fue leve, en parte gracias a los bombardeos de las semanas anteriores, por la noche actuaron algunos francotiradores. En total hubo 11 muertos y 35 heridos.

Esa mañana, patrullas británicas descubrieron que los japoneses habían abandonado Pegu (el día anterior el comandante japonés había recibido la orden de abandonar la ciudad para reforzar Rangún y defenderla hasta la muerte). Los británicos tendieron puentes rápidamente sobre el río Pegu y continuaron su avance hacia la capital birmana.

Mientras tanto paracaidistas británicos fueron lanzados a unos 3 km de un lugar cercano a Rangún donde los japoneses tenían instalada una batería de artillería a orillas del río Rangún. En el descenso no encontraron oposición. Luego avanzaron hacia la posición japonesa y esperaron a que la aviación llevara a cabo un bombardeo preliminar. Sin embargo, la aviación bombardeó y ametralló a los propios británicos causando bastantes bajas. Como consecuencia, se detuvieron los bombardeos, y los paracaidistas avanzaron en medio de una lluvia torrencial hasta la batería japonesa. Llegaron a ella sobre las 16:00 y se inició un combate a corta distancia. Algunos búnqueres japoneses fueron desalojados con lanzallamas. Finalmente la batería fue tomada dejando unos 40 japoneses muertos.

En Demmin, la población reaccionó ante los saqueos y violaciones de los soviéticos con una oleada de suicidios en masa para "liberarse" de los soviéticos. Usaron pistolas, hojas de afeitar, venenos, hubo quien se ahorcó, quien se arrojó a uno de los ríos, hubo familias que se arrojaron atadas al agua, madres que se sumergieron con una roca atada y con sus niños en brazos... Se calcula que hubo alrededor de un millar de suicidios, más las víctimas de la "liberación" soviética. Por otro lado, Demmin no fue un caso aislado. En Berlín hubo más de 4.000 suicidios entre abril y mayo, y también se contaron por cientos en muchas otras ciudades. En Stolp in Pommern también rondaron el millar.

El general Krebs se entrevistó con Zhúkov antes de las 4:00, y fue informado por el general Krebs de la muerte de Hitler. Ante la propuesta de un alto el fuego para entablar negociaciones de paz, Zhúkov respondió que sólo aceptaría una rendición incondicional. Krebs, sin autorización para aceptar tal contrapropuesta, regresó al búnquer, Goebbels anunció que, en tales condiciones, sólo cabía proseguir la lucha.

A las 10:53 Dönitz recibió un telegrama de Martin Bormann y a las 15:18 otro de Goebbels en el que le confirmaba la muerte de Hitler sin aclarar que se había suicidado, y le anunciaba su nombramiento como presidente. Entre sus primeras disposiciones estuvo la de acelerar la evacuación de tropas y civiles desde Curlandia, para librarlas de los soviéticos.

A las 21:30 Radio Hamburgo hizo pública la muerte de Hitler y a las 22:26 Dönitz leyó un comunicado por radio en el que decía que Hitler había muerto "esta tarde, luchando a la cabeza de sus tropas contra el bolchevismo" (aunque sabía que había muerto el día anterior).

Esa noche Goebbels hizo que un dentista de las SS inyectara morfina a sus seis hijos y luego, cuando estuvieron sedados, Madga Goebbels les puso una cápsula de ácido prúsico entre los dientes y les cerró la mandíbula para romperla.

Sobre las 20:00, Joseph y Magda Goebbels salieron del búnquer al jardín de la cancillería y, cerca de donde había sido enterrado Hitler, él disparó a su mujer y luego se disparó a sí mismo. Según algunas versiones, previamente habían mordido una cápsula de ácido prúsico. El ayudante de Goebbels había esperado cerca hasta que oyó los tiros y luego se acercó a los cádáveres y, siguiendo órdenes previas, disparó varias veces sobre el cuerpo de su jefe. Luego los cuerpos fueron rociados con petróleo e incinerados, pero no fueron enterrados. Un mes atrás, una familiar de Magda Goebbels le había oído decir que no quería que sus hijos crecieran oyendo que su padre había sido uno de los mayores criminales del siglo y que la reencarnación podía proporcionarles una vida futura mejor.

A las 23:00 un grupo de los ocupantes del búnquer trató de romper el cerco soviético y escapar. Iba dirigido por el general Wilhelm Mohnke, pero muy pocos lograron su objetivo y pudieron rendirse más tarde a los estadounidenses, la mayoría murieron o fueron capturados. Martin Borman murió (probablemente se suicidó con una cápsula de ácido prúsico), mientras que Mohnke fue apresado.

Uno de los mayores líderes nazis a los que se le perdió completamente el rastro fue Heinrich Müller (Gestapo Müller). Se le había visto ese día en el búnquer, y desde entonces no se supo más de él. Alguien le había oído decir: Conocemos muy bien los métodos de los rudos. No tengo la menor intención de dejarme apresar por los rusos. No hay ningún indicio de que hubiera sobrevivido, así que lo más probable es que muriera en el intento y su cadáver hubiera pasado inadvertido entre otros tantos.

Ese día los estadounidenses entraron en Braunau am Inn, el lugar de nacimiento de Hitler. También llegaron hasta Weilheim, donde permanecía cautivo el regente húngaro Miklós Horthy, que pasó de ser prisionero de los nazis a ser prisionero de guerra de los estadounidenses.

Los partisanos yugoslavos tomaron la mayor parte de Trieste, aunque los alemanes continuaron ofreciendo resistencia en algunos sectores de la ciudad, apoyados por chetniks.

La aviación estadounidense se unió a la operación de lanzar suministros a la población neerlandesa bajo ocupación alemana. Unos 500 soldados de una división alemana se rindieron ese día en los Países Bajos.

El 2 de mayo submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Rezikan Maru), un petrolero (Toryu Maru) y un barco de escolta (Ojika) en el mar Amarillo.

Tras haber rechazado algunas incursiones nocturnas de los japoneses, los australianos y neerlandeses atacaron el aeropuerto de Tarakan, donde los japoneses habían dispuesto numerosas cargas explosivas que dificultaron el ataque.

Los británicos avanzaban ya imparables hacia Rangún, y no tardaron en descubrir por qué el avance les estaba resultando tan fácil. Un avión de reconocimiento que sobrevoló la capital birmana no vio signos de japoneses y, en cambio, sí que vio un mensaje sobre la azotea de una cárcel pintado unos prisioneros de guerra que decía, aproximadamente, "Los japos se han ido, moved el culo". El avión aterrizó, pero dañó una de sus ruedas de modo que ya no podía despegar otra vez. La tripulación caminó hasta la prisión, donde cerca de un millar de prisioneros les informaron de que los japoneses se habían ido hacía ya unos días. Luego la tripulación tomó una barca para navegar por el río Rangún hasta las posiciones británicas e informar de que el campo estaba despejado. A lo largo del día las tropas británicas fueron entrando en la ciudad y empezaron a poner orden, pues desde que los japoneses se habían marchado se estaban produciendo saqueos y desórdenes.

A las 6:00 Helmuth Weilding se rindió y a las 8:23 fue llevado ante Zhúkov. A las 8:45 firmó la rendición incondicional de Berlín y pidió a todas las fuerzas alemanas que abandonaran el combate lo que provocó un gran número de suicidios. Los soviéticos entraron en la Cancillería del Reich. En el búnquer, el general Krebs y otros oficiales se suicidaron de un tiro en la cabeza, y los demás ocupantes se rindieron a las 9:00, cuando llegaron los soviéticos.

En cuanto tuvieron la ciudad bajo control, los soviéticos arrestaron a cualquiera que vistiera uniforme, lo que incluía bomberos y ferroviarios, por ejemplo, y así unos 180000 hombres fueron obligados a marchar hacia el este como prisioneros de guerra. Mientras tanto, una unidad especial de la NKVD se puso a buscar los restos de Hitler.

Con la ciudad pacificada, los soviéticos escenificaron la foto de un soldado izando la bandera comunista en el Reichstag que no habían podido tomar durante el combate. La identidad del soldado que posó es discutida, porque fue el primero que pasaba por allí y al que le ordenaron que subiera. Luego la retocaron poniéndole humo de fondo, para que pareciera más heroica y, lo que fue más importante, en la foto se ve un segundo soldado que parece llevar un reloj en cada muñeca, lo que sugería a que había participado en un saqueo, así que borraron los relojes de la foto antes de publicarla. No obstante, se sugirió que uno de los relojes podía haber sido en realidad una brújula de pulsera. (La foto de la izquierda es la versión original, en la que se aprecian las dos manchas blancas circulares en las muñecas del segundo soldado.)

Hitler había designado como primer ministro a Goebbels, que no estaba en condiciones de ejercer el cargo, así que Dönitz formó un gobierno dirigido por el hasta entonces ministro de hacienda, Lutz Graf Schwerin von Krosigk. Albert Speer se mantuvo al frente del Ministerio de Industria. El gobierno se reunió en Eutin, pero ante el avance británico Dönitz se reunió con Krosigk, Himmler y Keitel para discutir un nuevo emplazamiento urgente. Himmler propuso Praga, que era la mayor ciudad europea en manos alemanas, y más cercana a los estadounidenses con los que todavía aspiraba a negociar, pero Dönitz no quiso ni oír hablar de instalar su gobierno fuera de Alemania. Finalmente optó por establecerlo en las instalaciones de una academia naval en Flensburg, cerca de la frontera con Dinamarca. Himmler dio por sentado que seguía al frente de las SS, pero Dönitz se mostró reservado. Una buena parte de las SS seguían fieles a Himmler, así que adoptó una actitud ambigua hacia él a la espera de los acontecimientos.

Ese día entraba en vigor la rendición de Caserta, de la que Dönitz no había sido informado. Recibió la noticia con sorpresa e indignación, pues la capitulación había sido negociada en vida de Hitler contraviniendo sus órdenes. El plan de Dönitz era organizar una rendición escalonada que permitiera retirar hacia el oeste la mayor parte de tropas y civiles, para evitar que cayeran en manos de los soviéticos, pero para ello era necesario que Alemania continuara formalmente en guerra. Kesselring se opuso a respetar el acuerdo, pero cuando se enteró de la muerte de Hitler ya no puso objeciones. En cualquier caso, Vietinghoff cumplió lo acordado y la rendición de Caserta fue un hecho.

Entre los alemanes que lograron con éxito evitar a los soviéticos estaba Karl Plagge, que desde Vilna había logrado desplazarse hacia el este y ese día se rindió a los estadounidenses. En cambio, el capitán Wilm Hosenfeld había sido capturado por los soviéticos a principios de año, con lo que ya estaba condenado en un juicio que tardaría cuatro años en celebrarse.

La flota alemana empezó a ser destruida deliberadamente. En Kiel fue hundido el crucero Admiral Hipper, en Wilhelmshaven fueron hundidos 19 submarinos, otros 15 en Travemünde, y otros 7 en lugares diversos. La aviación británica hundió otros tres en Lübeck y en Kattegat.

Los británicos llegaron al campo de Neuengamme, pero lo encontraron totalmente despejado. Las SS acababan de evacuar a los últimos prisioneros. Muchos de ellos (más de 7.000) continuaban hacinados en barcos en Lübeck.

Pierre Laval había tratado de conseguir asilo en Suiza, pero le había sido denegada la entrada al país. Ese día salió en avión de Feldkirch, en Austria, junto a la frontera Suiza, con dirección a Barcelona.

El coronel Pash y su equipo de la misión Alsos llegó a Urfeld, donde, en colaboración con fuerzas de una división de infantería estadounidense, lograron que los 700 alemanes que defendían la ciudad se rindieran (afortunadamente, porque durante el tiroteo los soldados de infantería fueron reclamados para otra misión y sólo se quedaron siete de ellos). Así Pash pudo entrar en Urfeld y detener a Werner Heienberg en su casa.

Tropas estadounidenses detuvieron una marcha de prisioneros sacados de Dachau que pretendía llegar hasta Austria. Varios cientos de prisioneros fueron liberados.

Un soldado estadounidense iba solo en bicicleta por una carretera austriaca cuando un individuo le salió a su encuentro y en un inglés rudimentario le dijo: Soy Magnus von Braun, mi hermano inventó la V-2. Queremos rendirnos. Poco después Wernher von Braun hizo una declaración a la prensa en la que ponía en evidencia el peligro obvio de que la Unión Soviética acabara teniendo armas demasiado poderosas:

Sabíamos que habíamos creado un nuevo medio de guerra, y la cuestión de a qué nación, a qué nación victoriosa estábamos dispuestos a confiar nuestra creación, era más que nada una decisión moral. Queríamos ver al mundo a salvo de otro conflicto como el que acababa de atravesar Alemania y consideramos que sólo entregando tal arma a un pueblo que se guía, no por las leyes del materialismo, sino por el cristianismo y la humanidad, podíamos ofrecerle tal seguridad al mundo.

Lo que no quedaba claro era dónde había estado su moral cuando puso el arma al servicio de los nazis.

La mayor parte de los 13.000 chetniks que luchaban junto a los alemanes en Trieste aprovecharon la llegada de fuerzas neozelandesas para rendirse a ellas y así no caer en manos de los partisanos comunistas. Los alemanes siguieron combatiendo.

El primer ministro irlandés, Éamon de Valera, visitó al embajador alemán para presentar sus condolencias por la muerte de Adolf Hitler. El primer ministro portugués, António de Oliveira Salazar, envió un telegrama a Alemania para expresar también sus condolencias. Fueron los únicos jefes de gobierno del mundo que lo estimaron oportuno. En Portugal, además, las banderas oficiales ondearon a media asta en señal de luto.

El 3 de mayo un destructor estadounidense (USS Little) resultó hundido en Okinawa y otro (USS Aaron Ward) quedó gravemente dañado en las islas Kerama como consecuencia de un ataque kamikaze.

Fuerzas estadounidenses entraron en la ciudad de Davao, en Mindanao, sin encontrar apenas resistencia. Los japoneses se habían retirado destrozando antes la ciudad todo lo que pudieron.

Un dragaminas japonés hundió un submarino estadounidense (USS Lagarto) en el golfo de Siam.

Dönitz envió al almirante Hans-Georg von Friedeburg al cuartel general de Montgomery en Lüneburg con una oferta de rendición de las fuerzas del norte de Alemania, incluyendo las que se oponían al avance soviético. Montgomery respondió que no podía aceptar la rendición de las fuerzas que luchaban en el frente oriental, y que éstas debían rendirse a los soviéticos, pero que las fuerzas británicas podían aceptar la rendición de tropas alemanas que estuvieran huyendo hacia el oeste. Tras discutirlo con Eisenhower y el gobierno británico, Montgomery se reunió de nuevo con la delegación alemana y dijo:

Deben ustedes entender tres cosas: En primer lugar, deben rendir incondicionalmente ante mí todas las fuerzas alemanas en Holanda [...] Schleswig-Holstein y en Dinamarca. En segundo lugar, cuando lo hayan hecho, estaré en condiciones de discutir con ustedes las implicaciones de su rendición: cómo dispondremos de las tropas rendidas, como ocuparemos los territorios rendidos, como trataremos a los civiles, etc. Y el tercer punto: si no están de acuerdo con el punto 1, la rendición, entonces continuaré con la guerra y estaré encantado de hacerlo.

Y luego añadió, como si se le acabara de ocurrir: Todos sus soldados y civiles podrían morir. Von Friedeburg pidió 48 horas para considerar esa oferta y Montgomery le dio 24.

Ese día, siguiendo instrucciones de Dönitz, la ciudad de Hamburgo se rindió a los británicos. Antes 9 submarinos fueron hundidos deliberadamente en el puerto. Otros 46 fueron hundidos en Kiel, otros 17 en Lübeck, otros 4 en la desembocadura de Wesser y otros 13 en varios puertos del Báltico. Dos más fueron hundidos con casi toda su tripulación en un ataque aéreo británico. La RAF hundió también en Kiel cuatro cargueros (Energie, Inster, Inserburg, Irmtraud Cords y Wolgast) y un petrolero (Leda). En Lübeck la RAF hundió tres barcos cargados con prisioneros evacuados principalmente de Neuengamme, el Cap Arcona, en el que murieron unos 5.600 prisioneros, el Thielbek, en el que murieron otros 2.750 y el Deutschland, cuyos 2.000 ocupantes pudieron ser sacados del barco antes de que volcara y se hundiera. Durante los 30 años siguientes irían llegando a la costa cadáveres y fragmentos de esqueletos de las víctimas. Los barcos estaban repletos. Esa misma mañana unos 800 prisioneros (principalmente mujeres y niños) que habían llegado en autobuses blancos desde Stutthof y Mittelbau-Dora habían sido rechazados en el Cap Arcona porque no cabía absolutamente nadie más, así que las SS los habían ametrallado en la playa o los habían golpeado hasta matarlos.

En el Báltico, la RAF hundió también cinco cargueros (Dorpat, Dwarsee, Erna Gaulke, Musketier y Vega) y otros dos cargueros (Pallas y Vega) y un petrolero (Taifun) en la costa noruega. Además, los alemanes hundieron en Kiel el crucero Emden.

Los dos días anteriores, los guardias de las SS del campo de Mauthausen habían organizado marchas de prisioneros para llevarlos a Sankt Georgen, pero en ambas ocasiones los devolvieron al campo al cabo de unas horas. Finalmente desertaron y dejaron a los prisioneros abandonados. Al poco llegaron unos milicianos desarmados y una unidad improvisada de policías jubilados y bomberos huidos de Viena, que tomaron el control del campo, pero dejaron que los prisioneros se organizaran como quisieran.

Hanna Reitsch y Robert Ritter von Greim habían sido capturados por los estadounidenses. En un interrogatorio, cuando les preguntaron por su salida de Berlín, ambos declararon que había sido el día más negro de sus vidas, al no poder morir junto al Führer. Reitsch añadió: Todos deberíamos arrodillarnos en reverencia y oración ante el altar de la patria... y cuando le preguntaron a qué se refería con "el altar de la patria", aclaró que al búnquer del Führer en Berlín.

La familia de Hanna Reitsch había huido de Silesia con los soviéticos en los talones y se había refugiado en Salzburgo. Pero, tras haber oído rumores de que los refugiados iban a ser devueltos a sus lugares de origen, en su caso en la zona ocupada por los soviéticos, el padre de Reitsch mató de un disparo a su esposa, a su hija (hermana de Hanna) y a los tres hijos de ésta antes de suicidarse.

Las últimas fuerzas alemanas se rindieron en Trieste ante los neozelandeses (no a los comunistas yugoslavos).

El presidente irlandés Douglas Hyde visitó al embajador alemán para expresarse sus condolencias por la muerte de Hitler.

Ese día se estrenó la Batalla de San Pietro, un documental de 32 minutos dirigido por John Huston sobre una batalla que había tenido lugar cerca de Nápoles. Su realismo era inusitado, pues mostraba primeros planos de soldados estadounidenses muertos, y escenas en las que los cadáveres eran metidos en bolsas. Algunos oficiales mostraron reservas a que los reclutas vieran el documental, por miedo a dañar su moral. Sin embargo, el general George Marshall defendió el documental alegando que era adecuado para los entrenamientos, pues la visión de la muerte llevaría a los soldados a tomarse más en serio su entrenamiento. Algunos militares acusaron a Huston de que el documental era antibélico, y Huston replicó que si alguna vez había rodado un documental probélico debería ser fusilado. Eso no le hizo ganar muchas simpatías en el ejército.

Ese día se estrenó también El valle del destino, un drama romántico protagonizado por Gregory Peck, que recibió críticas tibias, pero que fue un éxito de taquilla.

El 4 de mayo la flota estadounidense en el pacífico sufrió una oleada de ataques kamikazes. Dos destructores (USS Luce y USS Morrison) resultaron hundidos en las islas Kerama, y 278 marines se hundieron en ellos. Un portaaviones de escolta (USS Sangamon) quedó inutilizable. Siete bakas atacaron a la flota en Okinawa. Uno impactó en el puente de un destructor (USS Shea) y causó daños graves y bajas. Otro (USS Gayety) fue dañado por un baka que le cayó cerca, aunque no llegó a impactar en él. Sólo uno de los aviones remolcadores pudo regresar a su base. Por otro lado, una lancha torpedera suicida dañó un carguero estadounidense (USS Carina). En Okinawa los japoneses trataron de llevar a cabo un desembarco detrás de las líneas estadounidenses, para lo que buena parte de la artillería de la isla fue sacada a campo abierto para apoyar el desembarco, pero fue un fracaso, la artillería estadounidense destruyó un gran número de piezas japonesas.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Shinpen Maru) cerca de la costa japonesa.

La ciudad polaca de Breslau llevaba ya casi 80 dias bajo el asedio soviético. En ese tiempo, los soviéticos habían matado causado unos 6.000 muertos y 23.000 heridos y habían tomado unos 40.000 prisioneros, aunque ellos mismos habían sufrido unas 60.000 bajas. Los civiles muertos en la ciudad rondaban los 80.000. La resistencia alemana estaba encabezada por el gautelier Karl Hanke, que había sido nombrado expresamente por Hitler, cuyo fanatismo era proverbial. Ese día varias autoridades eclesiásticas pidieron al general Hermann Niehoff que rindiera la ciudad a los soviéticos, pero Hanke prohibió a Niehoff cualquier conversación ulterior con los clérigos. Comunistas alemanes distribuyeron panfletos por la ciudad en los que instaban a la población a dejar de luchar y a no tener miedo del Ejército Rojo, cuyos soldados llegaban como liberadores. Pero Hanke no se caracterizaba por su sentido del humor y se tomó en serio los panfletos (tal vez fuera el único en hacerlo) e hizo ejecutar a 17 alemanes responsables de su distribución.

A las 18:00 el almirante von Friedeburg regresó al cuartel general de Montgomery y a las 18:30 se firmaba la rendición de las fuerzas alemanas en el noroeste de Alemania, Schleswig-Holstein y Dinamarca, incluyendo los barcos en dichas zonas, con efecto a las 8:00 del día siguiente. Montgomery, que nunca desperdiciaba la ocasión de apuntarse méritos, se aseguró que de la ceremonia de rendición se llevara a cabo ante periodistas de la BBC, con dos micrófonos ante él.

La cláusula de la rendición de la flota alarmó a Dönitz, cuyo objetivo principal era seguir evacuando tropas y civiles para librarlos de los comunistas, pero consideró que los barcos que ya hubieran zarpado en el momento en que la rendición entrara en vigor podrían continuar su viaje y no serían obligados a regresar a territorio amenazado por los soviéticos. Más aún, juzgó que los británicos tardarían un tiempo en hacerse con el control del territorio rendido, y ello permitirá continuar unos días con la evacuación.

Dönitz ordenó que cesara toda acción de la flota submarina. Trece submarinos alemanes fueron hundidos cerca de Flensburg, otros dos en Kiel y otros tres en otras bases navales alemanas, además de otros dos que fueron hundidos por la aviación británica. La RAF hundió también 7 cargueros (Bolkoburg, Else Hugo Stinnes, Grudziadz, Helga Schröder, Ostwind y Swakopmund) en diversos lugares así como un barco de pasajeros que estaba siendo usado para la evacuación de Prusia Oriental. La aviación soviética hundió un transporte (Orion) que llevaba a Copenhague a la tripulación de un antiguo acorazado que se había hundido recientemente por el impacto de una mina.

Los estadounidenses liberaron Innsbruck, Salzburgo y Berchtesgaden. En Mattsee (Austria) encontraron la Corona de San Esteban, una reliquia medieval de valor incalculable, y que fue transportada a los Estados Unidos para evitar que cayera en manos de los comunistas.

En Hamburgo, el corresponsal de guerra británico Wynford Vaughan-Thomas retransmitió una parodia del programa de William Joyce de propaganda alemana. Joyce había escapado de la ciudad e iba camino de Flensburg.

También entraron en Obersalzberg, que fue saqueado de forma inusitada, en gran parte porque allí estaban las residencias de Hitler y otras personalidades nazis. En palabras de un periodista que llegó poco después:

No ha quedado la menor pieza para un museo sobre el gran criminal de guerra. Esparcidos por le mundo, a la gente le van a mostrar ya para siempre un servilletero o un pincho de pepinillos supuestamente utilizados por Hitler.

El que fuera canciller austriaco Kurt Schuschnigg, tras haber sido torturado y humillado por las SS, había sido trasladado al campo de concentración de Sachsenhausen, donde había recibido un trato preferencial respecto a otros prisioneros, luego había sido llevado a Dachau y finalmente a un campo al sur del Tirol, de donde las SS habían huido y y los pocos soldados alemanes que quedaron habían liberado a los prisioneros. Finalmente Schuschnigg encontró tropas estadounidenses y fue trasladado a Capri, donde sería liberado y desde allí emigraría a los Estados Unidos.

El 5 de mayo los australianos controlaban ya el campo de aviación de Tarakan. Los japoneses (quedaban unos 1.700) se habían retirado, como de costumbre, al interior de la isla, a las zonas más escarpadas e inaccesibles. En su avance, los australianos se encontraron con unos 7.000 indonesios, mayoritariamente en mal estado de salud, que colapsaron los sistemas de atención neerlandeses que debían atenderlos. Pese a los bombardeos sufridos, la población local recibió a los australianos como liberadores y muchos de ellos se prestaron a trabajar como porteadores y para otras tareas.

Cuando Hitler destituyó a Himmler, había nombrado como su sucesor al frente de las SS a Karl Hanke, pero Hanke no se enteró hasta ese momento y la noticia fue la excusa perfecta para abandonar Breslau en un avión que había reservado para él, con destino a Praga. Por si acaso, iba vestido con uniforme de soldado raso de las SS.

El día anterior los soviéticos habían encontrado dos cadáveres carbonizados humanos junto a los de dos perros, que ahora eran exhumados. Sospechaban que podían ser Hitler, Braun, Blondi y su carrorro Wulf. Stalin vacilaba sobre si creer o no que Hitler estaba muerto y prohibió que trascendiera cualquier información sobre los hallazgos.

Finalmente, Dönitz informó a Himmler de que se proponía destituirlo de todos sus cargos, pero que le proporcionaría documentación falsa a él y a sus principales subordinados si desaparecían rápidamente.

Los alemanes seguían hundiendo su flota de submarinos. Ese día 66 naves fueron hundidas en varios puertos del norte de Alemania. Otro más se hundió cerca de Flensburg en una colisión y otro encalló. Otros 19 submarinos fueron recuperados intactos por los aliados.

Dönitz difundió por radio una versión en alemán de la capitulación firmada ante Montgomery que difería en algunos puntos de la versión en inglés que éste había dado a la prensa. En su versión, la rendición no se extendía a la flota, ni a los territorios de Schlesvig-Holstein que rodeaban Flensburg. Además la rendición se describía como una tregua y no una capitulación. Además, la versión alemana permitía leer entre líneas el interés que Dönitz ponía en evitar a toda costa las rendiciones a los soviéticos, y esto aumentó las reticencias que Stalin ya tenía inicialmente hacia estas "capitulaciones parciales". Eisenhower se dio cuenta y prohibió más capitulaciones parciales. No obstante, para entonces, siguiendo la política de Dönitz, las fuerzas alemanas en Baviera y el suroeste de Alemania firmaron en Munich un acuerdo de rendición que entraría en vigor al día siguiente.

El mayor problema que tenía Dönitz era qué hacer con las fuerzas alemanas que se oponían a las soviéticas en lo que entonces era oficialmente el Protectorado de Bohemia y Moravia, es decir, la parte checa de lo que había sido Checoslovaquia. Había trazado el plan de disolver el protectorado para sustituirlo por un gobierno checo títere (que se consideraría así liberado de la ocupación alemana), el cual declararía a Praga ciudad abierta e invitaría a entrar en ella a las fuerzas de Patton, mientras los alemanes seguían teniendo a raya a los soviéticos. Era de sobra conocido que cada vez que Patton tenía un comunista a menos de diez metros le daba un ataque de urticaria, así que Dönitz esperaba que Patton se prestaría a negociar una rendición sin importarle las objeciones que pudieran poner los comunistas. Además, con un poco de suerte, podría generar una desavenencia entre los aliados mayor que la que tenían sobre Polonia.

Sin embargo, el plan de Dönitz se frustró debido a una revuelta espontánea que se produjo ese día en Praga. Personal de la Radio Checa empezó a transmitir en checo, lengua prohibida por los alemanes, anunciaron que los alemanes habían perdido la guerra y pusieron música de compositores checos, también prohibida. Unos miembros de las SS entraron en el edificio de la Radio Checa, pero no encontraron la sala de emisión. Al mediodía llegaron algunos policías checos que ayudaron a varios trabajadores a entrar en el edificio por el tejado burlando a los guardias de las SS que bloqueaban la entrada. La bandera alemana fue arriada en el edificio y sustituida por una checoslovaca y otra estadounidense.

Mientras tanto, en las calles empezaron a reunirse civiles que tacharon carteles alemanes y arriaron banderas alemanas. En los balcones empezaron a aparecer banderas checoslovacas, así como en las solapas de las chaquetas. Los funcionaros de los tranvías dejaron de aceptar los marcos alemanes como moneda de pago y de anunciar las paradas en alemán, como tenían ordenado. Algunos soldados alemanes fueron rodeados y asesinados. El general Karl Hermann Frank amenazó con disparar a los civiles que se reunieran en las calles, y aumentó el número de patrullas. Algunos soldados, intimidados, dispararon a gente congregada.

A mediodía desde la emisora de radio se hizo un llamamiento a la policía checa para que acudiera a echar a las SS del edificio. Se hicieron famosas las palabras: ¡Llamando a todos los checos! Venid todos a una. ¡Llamando a todos los checos! La policía checa controlaba las plantas superiores del edificio, y las SS las inferiores, pero estaban desorientados porque no lo conocían y no había ninguna señalización en él.

Multitudes de civiles desarmados arrollaron guarniciones alemanas y almacenes. Francotiradores empezaron a abatir soldados alemanes, los cuales también se cobraron víctimas entre los civiles. Aparecieron barricadas en las calles, y los alemanes tuvieron que recurrir al saqueo para hacerse con suministros esenciales. Los civiles lograron hacerse con miles de armas de fuego, lanzagranadas y hasta cinco vehículos blindados.

A pesar de estar peor armados, los policías lograron expulsar a las SS del edificio de la Radio Checa. A las 17:30, los miembros de las SS que seguían en su interior se tuvieron que rendir. El mariscal Ferdinand Schörner ordenó que varias unidades de las SS dejaran el frente soviético para sofocar la revuelta en Praga. La noticia de que los tanques alemanes se dirigían a la ciudad llegó hasta los insurrectos, y a las 19:22 se transmitió un llamamiento a los ciudadanos para que levantaran barricadas que contuvieran a los alemanes. Otro llamamiento en inglés y en ruso pidió que la aviación aliada atacara a las fuerzas alemanas que se dirigían a la capital. Al final del día los insurrectos dominaban la mayor parte de Praga al este del río Moldava. En particular, controlaban la emisora de radio, la central telefónica, varias estaciones ferroviarias y diez de los doce puentes sobre el río. Unos 3.000 prisioneros fueron liberados de una cárcel.

Patton, que no estaba lejos, pidió permiso a Eisenhower para ayudar a los checos, pero Eisenhower, para no provocar un enfrentamiento con los soviéticos, le ordenó permanecer en Pilsen y permitir impasible que Praga sucumbiera ante las tropas de Kónev. Esa noche los insurrectos levantaron más de 1.600 barricadas en la ciudad. Durante los días siguientes, unos 30.000 checos (hombres y mujeres) combatirían a unos 40.000 alemanes apoyados por tanques, aviación y artillería.

La ayuda que los estadounidenses negaron a los sublevados de Praga se la otorgó el Ejército Ruso de Liberación, que tenía una división cerca bajo el mando del general Sergei Buyachenko. La resistencia le prometió asilo en Checoslovaquia para todos sus hombres y, en particular, que no serían repatriados a la Unión Soviética, donde ya estaban condenados a muerte. Andréi Vlásov se mostró reacio a dar ese paso, pero finalmente aceptó el plan de Buyachenko.

Mientras tanto los soviéticos entraban en Brno, pero el Alto Mando cambió sus órdenes y estableció como objetivo prioritario la ocupación de Praga. En la campaña de Brno y Bratislava los soviéticos habían contado unos 17.000 muertos.

El día anterior, los guardias de las SS del campo de concentración de Ebensee, en Austria, habían dicho a los prisioneros que los estadounidenses iban a bombardear el campo y que tenían que meterse en los túneles para protegerse. Los prisioneros, que oían el sonido de los combates en la distancia, comprendieron que los estadounidenses estaban cerca y se negaron a salir de sus barracones. Unas horas más tarde los túneles explotaron. Probablemente los alemanes habían dispuesto explosivos con un temporizador para deshacerse de los prisioneros. Esa mañana, al despertarse, los prisioneros descubrieron que las SS habían huido del campo, y sólo quedaban algunos guardias alemanes, ancianos, armados con rifles. Mataron a 52 de ellos y esperaron la llegada de los estadounidenses.

Una unidad de la Luftwaffe que pasaba por Mauterndorf se enteró de que Göring estaba preso allí y aprovechó para liberarlo. Göring se apresuró a dirigirse hacia las posiciones estadounidenses para entregarse y ponerse a salvo tanto de los nazis como de los comunistas.

Dinamarca estaba ya libre de la ocupación alemana. La gente salió a celebrarlo a la calle en muchas ciudades. Prisioneros de guerra fueron liberados y organizaron desfiles. En Aarhus, varias mujeres danesas de las que se sabía que habían tenido relaciones con soldados alemanes fueron sacadas a las calles, las raparon y las obligaron a marchar para humillarlas. Algo similar sucedió en la zona de los Países Bajos que había estado hasta el final bajo ocupación alemana, donde se vieron mujeres rapadas y pintadas de naranja, colaboracionistas linchados, etc. En la isla de Texel, la Legión Georgiana seguía luchando contra los alemanes y éstos no se dieron enterados de la rendición, así que la lucha continuó.

En la isla danesa de Møn se encontró una barcaza cargada con 370 prisioneros evacuados del campo de concentración de Stutthof que había sido abandonada por los alemanes. Fue remolcada hasta el puerto. Sus ocupantes presentaban síntomas de disentería, tifus, tuberculosis y desnutrición, además de pulgas. 19 de ellos murieron poco después. Los demás se salvaron gracias al esfuerzo de los habitantes de la isla, que les proporcionaron rápidamente alimentos y asistencia médica.

Las tropas estadounidenses llegaron finalmente a Mauthausen. Para entonces los prisioneros habían matado ya a unos 30 guardias de las SS que no habían huido.

El gran muftí de Jerusalén, Amin al-Husayni había intentado entrar en Suiza para pedir asilo, pero le había sido denegado. Finalmente fue puesto bajo la custodia de las tropas francesas que ocupaban Constanza.

Von Friedburg llegó al cuartel general de Eisenhower en Reims. Y allí fue informado de que ya no aceptarían más rendiciones parciales, sino que únicamente podían discutir los términos de una rendición total en todos los frentes. Por otro lado, Dönitz también había enviado un emisario a Suecia, a través del conde Folke Bernadotte, para tratar de negociar por separado la rendición de las fuerzas alemanas en Noruega, estimadas en unos 400.000 hombres.

Algunos submarinos alemanes seguían actuando en el Atlántico. Uno hundió un petrolero británico (Empire Unity) cerca de Islandia y otro un carbonero estadounidense (Black Point) cerca de Rhode Island, éste fue perseguido y hundido poco después. Ese día también resultó hundido otro de los submarinos que habían formado el grupo Lobo de mar.

El reverendo Archie Emrson Mitchell era un pastor evangélico que se disponía a pasar un fin de semana en la montaña en Bly (Oregon) con su esposa embarazada Elsie y cinco niños de entre 11 y 14 años de una escuela de su iglesia. En un momento dado su esposa y los niños bajaron del coche y se pusieron a buscar un buen sitio para el pícnic mientras él buscaba aparcamiento en el pueblo. Los niños encontraron un objeto extraño, lo arrastraron y alguno de ellos le dio una patada. Entonces el objeto estalló. Los cuatro niños murieron inmediatamente, y la niña lo haría un poco más tarde. Cuando se produjo la explosión el reverendo se dirigía ya hacia ellos y encontró a su esposa envuelta en llamas, y murió mientras él trataba de apagarlas con sus propias manos. Unas horas más tarde llegaron militares y se hicieron cargo del objeto, que no era sino uno de los globos bomba lanzados por los japoneses. Debía de llevar varios días en el lugar. Fue el único que se cobró vidas, cuando los japoneses ya habían dejado de lanzarlos hacía más de una semana, ante la falta de evidencias de que estuvieran teniendo efecto alguno.

En Bougainville el avance australiano hacia el río Hongorai se había detenido por la presencia de un cañón oculto defendido por unos 100 japoneses, pero un tanque logró destruirlo. En la mañana del 6 de mayo los japoneses atacaron y se produjo un combate de unas dos horas y media en el que 58 japoneses resultaron muertos, frente a un australiano muerto y 9 heridos. A partir de ese momento los australianos pudieron continuar su avance sin oposición.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Kinrei Maru) frente a la costa de Tailandia.

El general Gabriel Sabattier logró llegar a China tras haber recorrido 970 km. De los 5.000 soldados con los que había partido de Hanoi apenas le quedaban 2.000.

Las tropas del Estado Independiente de Croacia se retiraban a marchas forzadas hacia Eslovenia en busca de ejércitos occidentales ante los que rendirse. Por su parte, en Eslovenia había quedado un vacío de poder tras la retirada del ejército alemán. y los colaboracionistas locales huían a Austria con la misma finalidad. El gobierno de Ante Pavelić había organizado una retirada hacia el oeste de la población civil, él mismo cruzaba ahora la frontera eslovena. Algunos militares croatas y eslovenos creían que podrían llegar a un acuerdo con los aliados para expulsar a los comunistas de Yugoslavia.

El general Niehoff rindió Breslau a los soviéticos. Unos 45.000 soldados alemanes se convirtieron en prisioneros de guerra. Mientras tanto, Karl Hanke había tratado de marchar de Praga a Alemania, pero por el camino había encontrado partisanos checos y, tras un combate, se rindió en Neudorf. No fue identificado, así que fue internado en un campo de prisioneros junto con muchos otros.

Los soviéticos llevaron al doctor Haase a identificar los cadáveres de Goebbels, su mujer y sus hijos.

La aviación británica hundió un submarino alemán entre Dinamarca y Suecia.

El sargento Heinrich Hitzinger salió de Flensburg en dirección a Baviera. Esto no tendría nada de extraordinario de no ser porque el sargento Heinrich Hitzinger había sido ejecutado hacía tiempo por derrotismo. El hombre que se hacia pasar por él era Heinrich Himmler. Se había afeitado la cabeza y su característico bigote y se había puesto un parche en un ojo. Iba acompañado de unos pocos oficiales de las SS que todavía le guardaban lealtad.

La Luftwaffe bombardeó Praga, con muchos menos aviones de los previstos debido a la falta de combustible. Logró inutilizar la emisora de la Radio Checa, pero 80 minutos más tarde los insurrectos continuaron transmitiendo desde lugares alternativos. A mediodía llegó a la ciudad un batallón del Ejército Ruso de Liberación, que atacó a los alemanes. Una patrulla de reconocimiento estadounidense se encontró con miembros del Ejército Ruso de Liberación y también con dirigentes checos, y entonces fue cuando los checos se enteraron de que los estadounidenses habían acordado con los soviéticos que Praga no sería liberada por aquéllos, sino invadida por éstos. Como consecuencia, los rusos comprendieron que los checos no podrían garantizarles el asilo que les habían prometido, y los políticos checos comprendieron que si llegaban los soviéticos y los encontraban en buenas relaciones con el Ejército Ruso de Liberación, acabarían todos liberados en un gulag.

Finalmente los estadounidenses llegaron al campo de Ebensee. Un prisionero les mostró las pilas de cadáveres cerca del crematorio. Unos 300 prisioneros morían cada día de inanición. Los estadounidenses incautaron comida a los habitantes de la zona y prepararon sopa para los prisioneros.

En Mattsee, los estadounidenses descubrieron y arrestaron a Ferenc Szálasi.

Hermann Göring se entregó a los estadounidenses cerca de Radstadt. Llegó hasta allí en su Mercedes-Benz, seguido de una comitiva de coches y camiones con toda clase de equipaje. Al entregarse posó sonriente ante las cámaras de los periodistas, bebió champán y conversó amistosamente con los oficiales estadounidenses. Cuando Eisenhower se enteró de tal confraternidad se puso furioso y Göring fue llevado inmediatamente a una casa en Augsburgo para ser interrogado. Durante su cautiverio se evaluó su coeficiente intelectual, que fue estimado en 138, muy por encima de la media.

Informado de la exigencia por parte de Eisenhower de negociar únicamente una rendición total, Dönitz envió a Reims al general Jodl, con instrucciones de dilatarlas todo el tiempo posible. Las negociaciones se prolongaron durante todo el día, hasta que Eisenhower se convenció de que Jodl estaba contemporizando. Entonces, a las 21:00, Eisenhower amenazó con cerrar el frente occidental a toda rendición alemana: todo soldado aleman que tratara de rendirse sería abatido, de modo que la única opción sería rendirse a los soviéticos. Esto entraría en vigor a la medianoche del día siguiente.

La resistencia japonesa en Mindanao era cada vez más intensa, pero, viéndose cada vez más acorralados, los japoneses empezaron a hacer el idiota, según su costumbre. El 7 de mayo los estadounidenses se enfrentaron a una carga banzai, que causó considerables bajas, pero que acabó como acababan siempre estas cargas: con muchos japoneses muertos y ninguna ganancia.

Desde principios de año operaba en Polonia una policía secreta polaca que colaboraba con la NKVD en detener, torturar, ejecutar y deportar peligrosos criminales sospechosos del delito de no simpatizar con los comunistas, especialmente los que habían luchado contra los nazis. En respuesta, habían surgido varias organizaciones anticomunistas polacas. En la aldea de Kuryłówka se encontraban unos 200 miembros de una de ellas, y allí acudieron unos 300 miembros de la NKVD. No está claro de si fueron porque conocían su presencia o si buscaban a unos desertores que habían abandonado el ejército comunista polaco para unirse a la resistencia. El caso fue que se produjo una escaramuza en la que la NKVD terminó retirándose dejando unos 60 muertos.

Bornholm es la isla danesa situada más hacia el este, en el Báltico, al norte del la costa polaca. Había sufrido bombardeos soviéticos, pero, dado que Dinamarca se había rendido a los británicos, el comandante de la guarnición alemana, Gerhard von Kamptz, se había negado a rendirse a los soviéticos, y había telegrafiado varias veces a Copenhague solicitando que al menos un soldado británico se desplazara hasta allí para poder rendirse según lo acordado. Ante la negativa de von Kamptz, la aviación soviética bombardeó y destruyó más de 800 casas de civiles en las localidades de Rønne y Nexø. La radio danesa no informó de lo que estaba sucediendo para no aguar las celebraciones de la liberación.

Los alemanes hundieron dos de sus submarinos en Cuxhaven.

En su avance hacia Zagreb, los partisanos yugoslavos sufrieron 158 muertos y 358 heridos en su intento de apoderarse de Vrvibec. Mientras tanto, unos 12.000 soldados eslovenos, 10.000 alemanes, 4.000 servios y 4.000 rusos no comunistas, acompañados de unos 6.000 civiles eslovenos, trataban de llegar a Austria por el paso de Loibl en los Alpes. La carretera estaba colapsada con coches, camiones y carruajes. Desde el paso, la ruta continuaba hasta Hollenburg, donde había que pasar un puente sobre el río Drava. Soldados alemanes mantenían el puente abierto al paso, y al otro extremo estaban los británicos. Ese día los partisanos yugoslavos atacaron el puente para que los fugitivos no se perdieran las delicias del comunismo malográndose en las democracias capitalistas.

Espantado por el ultimátum de Eisenhower, a la 1:30 el general Jodl se comunicó por radio con Dönitz, quien le dio permiso para firmar una rendición incondicional, pero le indicó que tratara de acordar un plazo de 48 horas para que se hiciera efectiva, con la excusa de poder comunicarla a las posiciones alemanas más alejadas. A las 2:41 se firmó en Reims la rendición alemana, que tenía que hacerse efectiva a las 23:01 del día siguiente (hora británica de verano).

Eisenhower había enviado al general Alexéi Antónov el texto que iba a ser firmado, pero no obtuvo respuesta antes de la ceremonia de rendición. El documento fue firmado por un representante soviético, pero unas seis horas más tarde llegó la respuesta del Alto Mando soviético que consideraba inaceptable el documento de rendición, por una parte porque el texto "no se ajustaba a las condiciones pactadas previamente por los aliados" y porque el representante soviético no había sido autorizado a firmar la rendición. No obstante, esto eran meros pretextos. Por una parte, los soviéticos querían era que la capitulación alemana se firmara en Berlín, para que ellos pudieran presumir adecuadamente y, por otra, estaban molestos porque sabían que Dönitz estaba transmitiendo órdenes por radio al frente oriental con indicaciones de huir hacia el oeste en la medida de lo posible mientras no se encontraran con tropas soviéticas que les exigieran la rendición. Los soviéticos querían que en el documento constara explícitamente que los alemanes debían permanecer en sus posiciones desde el momento de entrada en vigor de la rendición y esperaran la llegada de los soviéticos para entregar las armas en lugar de huir de ellos como de la peste. Eisenhower comunicó entonces a los alemanes que el documento firmado era provisional y que la firma definitiva tendría lugar en Berlín el día siguiente en un acto presidido por el mariscal Zhúkov, con un nuevo texto redactado por los soviéticos.

El caso era que las tropas alemanas y húngaras huían a toda prisa de los soviéticos en el frente húngaro. Las tropas del general Wenck habían logrado cruzar el Elba junto con un gran número de civiles que quedaron así a salvo de los soviéticos. Ese día se rindió a los estadounidenses, con un total de 195.000 soldados alemanes y 5.000 rusos del Ejército Ruso de Liberación. A media tarde, la división rusa que había acudido a Praga salió huyendo en busca de estadounidenses.

En su avance hacia Praga los soviéticos tomaron Meissen. En la capital checa los alemanes llegaron a la plaza de la Ciudad Vieja, uno de los centros de la insurrección, pero luego fueron expulsados.

Mientras tanto unos 5.000 soldados rusos fueron apresados por los soviéticos, junto a 195.000 alemanes, en Tangermünde.

Los estadounidenses liberaron en Austria al rey Leopoldo III de Bélgica.

En los últimos meses, Vidkun Quisling había luchado con empeño contra la resistencia noruega, tomando y ejecutando numerosos rehenes, pero finalmente ordenó a la policía que no ofreciera resistencia al avance aliado, salvo en legítima defensa. Tras enterarse de la capitulación alemana, se puso en contacto con los dirigentes de la resistencia para negociar su propio arresto. Sus condiciones fueron que no quería ser tratado como un delincuente común, pero que tampoco quería un trato preferente, que quería un juicio con garantías y ser arrestado en una casa y no en una cárcel.

Las fuerzas alemanas en los Países Bajos se habían rendido dos días atrás, pero todavía no habían llegado tropas aliadas a Amsterdam. El día anterior la prensa había anunciado que en pocas horas llegarían fuerzas canadienses, así que la gente salió a celebrar la victoria y dar la bienvenida a sus liberadores. Fuerzas de la resistencia neerlandesa arrestaron a dos soldados alemanes, y uno de ellos se negó a entregar su pistola y disparó un tiro. Entonces, otros soldados alemanes que estaban acorralados en un club en la plaza Dam, se asomaron al balcón y ametrallaron a la multitud que se encontraba en la plaza. La multitud huyó despavorida y se inició un tiroteo de dos horas entre los alemanes y la resistencia. Cuando el fuego cesó, los alemanes se mantuvieron parapetados en el club. Unas 30 personas habían muerto.

Ese día se rindieron los 22.000 alemanes que resistían en La Rochelle.

Un submarino alemán atacó un convoy aliado en el mar del Norte y hundió un carguero británico (Avondale Park) y otro noruego (Sneland I).

España rompió sus relaciones diplomáticas con Alemania.

En un desierto de Nuevo México, cerca de la base aérea estadounidense de Álamo Gordo, se había levantado una plataforma de madera en la que se habían depositado 100 toneladas de TNT mezcladas con uranio. A las 4:37 se hizo estallar. Un avión observó la explosión desde 4.500 metros de altura. Desde tierra la observaron, entre otros, el general Thomas Farrell, ayudante del general Groves, y el físico Robert Oppenheimer. El propósito de este "experimento" era calibrar una serie de instrumentos de medida con una explosión de magnitud conocida, que generaría un nivel de radiación también conocido, de cara a estudiar los efectos de una explosión similar de una bomba atómica diseñada por el propio Oppenheimer. Éste había considerado que esta prueba era innecesaria, pero luego tuvo que aceptar que permitió llevar a cabo varias correcciones esenciales de varios instrumentos de medida.

Los polacos que se habían enfrentado a la NKVD en Kuryłówka habían huido para evitar represalias, pero los comunistas no necesitaban hallar a los culpables de un ataque para tomar represalias. Al día siguiente, el 8 de mayo, llegaron más fuerzas de la NKVD, incendiaron la aldea arrasando más de 200 casas. Seis personas fueron fusiladas y otras dos murieron en los incendios. Más de 900 personas quedaron sin hogar.

Cerca de Pečovnik, en Eslovenia, había una mina de carbón que hasta hacía poco tiempo habían estado explotando los alemanes. Tito había ordenado a su ejército que la cerrara, a pesar de que la población local señaló que seguía siendo productiva y no había motivo para ello (aparte de que dejaba a muchos mineros sin trabajo). Los comunistas cumplieron la orden recibida y sellaron las entradas con cemento, pero antes aprovecharon para meter en los túneles a unos 12.000 croatas, entre ellos 2.000 mujeres y niños, que quedaron así sepultados vivos.

Los representantes alemanes de la Infantería, la Marina y la Aviación volaron hasta el cuartel general de Zhúkov en Karlshorst (un suburbio de Berlín) para firmar la capitulación alemana. Allí tuvieron que esperar hasta las 10:00, cuando llegaron los representantes occidentales. Entonces los aliados representaron una divertida comedia para entretenimiento de los alemanes. Los soviéticos habían preparado su propia versión del texto, pero ella sólo contemplaba la firma de Zhúkov y los representantes británico y estadounidense, pero en la delegación aliada estaba también el general Jean del Lattre de Tassigny, el jefe del Estado Mayor francés, y De Gaulle exigía que firmara también el documento. Se preparó una nueva versión que lo nombraba a él, con espacio para su firma, pero los soviéticos replicaron que no estaban dispuestos a aceptar más de tres firmantes aliados. Franceses, británicos y estadounidenses discutieron entonces entre ellos si cuestionaban esto a los soviéticos o si excluían a alguno de los tres, pero ninguno estaba dispuesto a ser excluido. Tras varias discusiones se llegó a un acuerdo: Eisenhower no había acudido a Berlín porque entonces tendría que haber presidido él la ceremonia, ya que era el comandante en jefe aliado, por encima de Zhúkov, pero los soviéticos querían que Zhúkov fuera el presidente. Por ello Eisenhower había enviado en su nombre a su ayudante, el mariscal británico Sir Arthur William Tedder, así que él tenía que firmar seguro. Como representante estadounidense iba a firmar el general Carl Spaatz, que estaba al mando de las fuerzas aéreas estadounidenses en Europa, y al final se decidió que tanto él como el general Lattre firmaran como testigos, y los soviéticos lo aceptaron. Pero la discusión supuso traducir y mecanografiar una versión tras otra, lo cual llevaba tiempo, así que los atónitos alemanes tuvieron que esperar hasta que les presentaron un documento definitivo, de modo que la firma se produjo unos minutos después de la medianoche, aunque se tuvo que hacer retrospectiva para cumplir con los tiempos previstos.

Los firmantes alemanes fueron el general Wilhelm Keitel como comandante en jefe de la Wehrmacht, Hans-Georg von Friedeburg como comandante en jefe de la Kriegsmarine y el general Hans-Jürgen Stumpff como representante de la Luftwaffe, ya que su comandante en jefe, Robert Ritter von Greim, estaba desaparecido, aunque no tardó en aparecer: Ese día fue capturado en Austria y las palabras con las que se identificó fueron: Soy el jefe de la Luftwaffe, pero no tengo Luftwaffe.

En esos momentos, el general alemán más activo era Schörner, que tenía a su cargo el grupo de ejércitos central, que estaba combatiendo en Praga y conteniendo el avance soviético. Esa mañana transmitió por radio un mensaje a sus tropas en el que desmentía los "falsos rumores" de que el Alto Mando alemán se había rendido a los soviéticos al igual que a los aliados occidentales: La lucha en el oeste ha terminado, pero la rendición ante los bolcheviques es impensable. Ante semejante declaración, un coronel alemán tuvo que ser escoltado a través del territorio alemán ocupado por los estadounidenses para que se pusiera en contacto con Schörner, y a su regresó explicó que Schörner, informado de que la rendición ante los bolcheviques no era un rumor, respondió que ordenaría el cumplimiento de las condiciones de la rendición, pero que no podía garantizar que sus órdenes fueran obedecidas. Y, en efecto, no podía garantizarlo, porque él mismo no las obedeció y, en lugar de mantenerse en su posición según lo exigido por la capitulación alemana, ese mismo día huyó a Austria.

Las fuerzas alemanas en Praga estaban bajo el mando del general Rudolf Toussaint, que también estaba tratando de organizar la retirada de sus fuerzas hacia el oeste antes de que llegaran los soviéticos, pero los insurgentes lo tenían atado de manos. Éstos, por su parte, tampoco estaban satisfechos con la situación, pues ya tenían claro que en lugar de la ayuda alidada que habían esperado, les iban a llegar tropas soviéticas. Se daba así la paradoja de que los insurrectos pretendían librarse de los alemanes y lo único que estaban consiguiendo con su insurrección era impedir que los alemanes pudieran retirarse. Tras varias horas de negociación, se acordó que, a partir de la medianoche, los checos dejarían pasar a los alemanes por Praga hacia el oeste y, a cambio, éstos dejarían sus armas. Por la noche llegó la noticia de que los soviéticos habían entrado a las 21:00 en el campo de concentración de Theresienstadt, cerca de Praga. Los soviéticos enviaron mensajes por radio exigiendo que todas las fuerzas alemanas depusieran las armas y se entregaran a partir de las 23:00. Evidentemente no obtuvieron respuesta. Todos los alemanes estaban demasiado ocupados huyendo hacia el oeste.

Ese día se rindieron numerosas tropas alemanas, unas con más fortuna que otras. Los que tenían más fácil no se hicieron de rogar: en Noruega ya se habían ido produciendo rendiciones parciales los días precedentes, y ahora se completaba la rendición de los 400.000 soldados alemanes que había en el país, aás de 5.000 tropas alemanas y unas 600 italianas se rindieron a los británicos en el Dodecaneso. Unos 2.000 soldados indios que habían combatido junto a los nazis se rindieron a los franceses cerca del lago Constanza. Algunas tropas marroquíes francesas mataron unos cuantos indios en Immenstadt, pero los demás fueron entregados a los británicos para que los devolvieran a la India. Otros tuvieron que sudar para escapar de los soviéticos: unos 5.000 soldados pudieron rendirse a los estadounidenses en Tangermünde, otros 6.000 lo hicieron en Baviera, otros 9.000 soldados de infantería que unos días atrás casi habían sido acorralados por los soviéticos en la península de Hela había logrado llegar hasta las líneas estadounidenses en el Elba. Otros 15.000 procedentes de Berlín también lograron rendirse a los estadounidenses en Teplice. Sin embargo, una división de infantería formada por unos 5.000 alemanes había tratado en vano de cruzar el Elba y al final tuvo que rendirse a los soviéticos.

En Austria, unos 10.000 miembros de las Juventudes Hitlerianas lograron rendirse a los estadounidenses en Enns, mientras que otros 6.000 soldados lo hacían en Linz y otros 14.000 se rendían a los británicos en Klagenfurt. Unos 50.000 cosacos rusos bajo el mando de Hermann von Pannwitz que huía de Yugoslavia hizo caso omiso de todas las exigencias de rendición y se fue abriendo paso hacia las líneas británicas.

En Curlandia, el general Carl Hilpert no tenía escapatoria, así que trataba desesperadamente de negociar unas condiciones mejores con los soviéticos, mientras ganaba tiempo para que continuara la evacuación. Ese mismo día, a las 21:00 salió de de la ciudad letona de Liepāja un convoy formado por 92 barcos, grandes y pequeños, que transportaban unos 18.000 soldados y civiles. Torpederas soviéticas lograron detener algunos barcos pequeños, pero el resto logró ponerse a salvo de los comunistas. La evacuación continuó durante al menos una semana más. Unos 150.000 civiles letones (que ya sabían lo que era vivir bajo el yugo comunista y no querían repetir) abandonaron el país como pudieron, en barcos pesqueros o acompañando a los alemanes, hasta Suecia o Alemania, desde donde emigrarían a diversos países del mundo, sobre todo Australia y los Estados Unidos.

Los alemanes hundieron siete submarinos más en varios puertos europeos.

Ante Pavelić reunió su gobierno en la ciudad eslovena de Rogaška Slatina y desde allí ordenó a las tropas croatas no rendirse a los partisanos, sino escapar hacia Austria. Para entonces los partisanos se apoderaban de Zagreb. Ese mismo día escapaba de la capital el primer ministro Nikola Mandić. Se calcula que en los últimos cinco años, la Ustacha había asesinado a unas 7.000 personas en la capital croata, unos 2.000 acusados de ser comunistas, otros de ser judíos o gitanos, y antifascistas en general.

En Eslovenia los partisanos bloquearon el paso entre Ferlach y Hollenburg, cerrando la vía de escape de los miles de refugiados que trataban de llegar hasta los británicos. Rodeados, tanto civiles como militares trataron desesperadamente de abrirse paso a la fuerza para escapar de los comunistas.

El general Philippe Leclerc se encontró en Karlstein con un grupo de soldados prisioneros de la división Carlomagno. Leclerc les preguntó por qué vestían uniformes alemanes, y uno de ellos le replicó preguntando por qué vestía él un uniforme estadounidense. Leclerc dijo a los soldados que los custodiaban que se encargaran de ellos. Éstos lo interpretaron como una orden de ejecutarlos inmediatamente, y así lo hicieron. Los dejaron tendidos en el lugar hasta que tres días después los recogió un equipo de enterradores estadounidenses.

Oskar Schlinder logró salvar su vida, la de su mujer y la de su amante escapando de los soviéticos en coche (hasta que se lo requisaron los soviéticos) y luego en tren y a pie hasta Lenora, donde estaban los estadounidenses. Desde allí fueron a Passau, donde una organización judía les proporcionó un viaje en tren hasta Suiza. Estaba arruinado. Toda su fortuna la había gastado en sobornos y en suministros para los trabajadores judíos a su cargo.

El pretendiente carlista al trono de España, Javier I, había pasado por varios campos de concentración, entre ellos el de Dachau, donde un médico alemán lo había dado por muerto, pero un médico judío lo había curado haciéndole un trepanación sin anestesia. Evacuado de Dachau por los alemanes, acabó en un campo del Tirol, donde fue finalmente liberado por tropas estadounidenses procedentes de Italia.

Los canadienses llegaron finalmente a Amsterdam. Decenas de miles de personas se reunieron en la plaza Dam para celebrarlo. Los soldados alemanes que habían provocado el tiroteo del día anterior seguían parapetados, hasta que los canadienses los arrestaron para enviarlos a Alemania.

Millones de personas celebraron en el mundo el fin de la guerra en Europa. Winston Churchill anunció por radio la rendición alemana, que tendría efectos a partir de las 23:01 de ese día. Luego fue al palacio de Buckingham, donde una multitud reclamaba la presencia del rey Jorge VI, que salió al balcón con su familia y pidió a Churchill que se asomara junto a ellos para compartir las aclamaciones. A las princesas Isabel y Margarita se les permitió que salieran a la calle de incógnito para sumarse a las celebraciones. Luego Churchill se dirigió a su despacho, donde se dirigió a otra multitud congregada ante él:

Dios os bendiga a todos. Ésta es vuestra victoria. En nuestra larga historia, nunca habíamos visto un día más grande que éste. Todos, hombres y mujeres, habéis dado lo mejor de vosotros.

Luego pidió a Ernest Bevin (el ministro de Trabajo y Seguridad Nacional, que había sido el responsable de la organización del país durante la guerra) que se dirigiera él a la multitud, pero Bevin dijo: No, Winston, hoy es tu día, y empezó a cantar "Porque es un muchacho excelente", seguido por todos.

Los soviéticos seguían bombardeando Bornholm, a pesar de que la guarnición alemana estaba dispuesta a rendirse ante los británicos de acuerdo con la rendición firmada ante Mongtomery. Unas 3.000 casas de civiles resultaron gravemente dañadas.

En la ciudad argelina de Sétif las autoridades coloniales francesas habían autorizado una manifestación para celebrar el final de la guerra, a condición de que en ella no se lanzaran consignas políticas nacionalistas. Sólo se podían enarbolar banderas francesas y no se podían llevar armas. Pero los líderes nacionalistas aprovecharon la ocasión para organizar sus propias reivindicaciones. Poco después del amanecer las calles se llenaron con unas 10.000 personas que empezaron a cantar un himno nacionalista, luego empezaron a verse pancartas que decían "Queremos ser vuestros iguales", "Abajo el colonialismo", y poco después "Viva Argelia libre e independiente". A la cabeza de la manifestación surgió una bandera argelina. Un comisario de policía, furioso, quiere apoderarse de ella, pero lo lanzan al suelo, europeos que presenciaban la manifestación se lanzan a ayudarlo. En un momento dado se producen disparos (no se sabe quién empezó), y al final se llega a un tiroteo que termina con unos 28 europeos muertos (entre ellos el alcalde de la ciudad, que había tratado de poner orden) y unos 30 muertos y 50 heridos argelinos. La noticia de los disturbios se propagó y en aldeas vecinas estallaron revueltas al grito de yihad. Varias casas de colonos europeos fueron atacadas y algunos fueron asesinados, en algunos casos brutalmente.

En la ciudad de Guelma pasó algo similar por la tarde. Una manifestación teóricamente "patriótica" se convirtió en una reivindicación nacionalista que llegó hasta el lugar donde acababan de terminar las celebraciones francesas por el final de la guerra. Los europeos se asustaron al ver tantos argelinos juntos en la zona europea de la ciudad y trataron de dispersarlos. El subprefecto de la ciudad fue zarandeado por los manifestantes y lanzó un tiro al aire. Varios gendarmes lo imitaron antes de lanzar una carga en la que un argelino resultó muerto y otros seis heridos graves. La multitud entró en pánico y se puso en fuga. Los gendarmes les perseguían, y desde algunas casas, europeos disparaban contra los argelinos provocando varios heridos. Los gendarmes arrestaron a varios miembros de la organización nacionalista Amigos del manifiesto de la libertad, entre ellos su fundador, Ferhat Abbas, y registraron sus sedes en busca de documentación. Las revueltas se multiplicaron en numerosas ciudades argelinas.

Ese día el presidente Truman cumplía 61 años. Dedicó la victoria a su predecesor, Frankin D. Roosevelt. Las banderas del país seguían a media asta en señal de duelo por su fallecimiento. También hubo grandes celebraciones en muchas ciudades estadounidenses, como en el resto del mundo. No obstante, tanto Truman como Churchill recordaron que era sólo una media victoria, ya que Japón seguía en guerra.

El 9 de mayo dos destructores de escolta estadounidenses (USS England y USS Oberrender) resultaron hundidos en las islas Kerama como consecuencia de ataques kamikazes.

Fritz Etchmann, un mecánico dental que había trabajado para el dentista de Hitler, recibió una visita de la NKVD. Le mostraron una caja de puros dentro de la cual había una mandíbula y dos puentes dentales. Le preguntaron si podía identificarlos como correspondientes a Hitler y, tras haberlos examinado, Etchmann respondió que eran de Hitler y de Eva Braun.

Los soviéticos llegaron al campo de concentración de Stutthof, donde encontraron unos cien prisioneros que habían logrado esconderse.

A las 4:00 llegaron a Praga las primeras tropas soviéticas. Casi no quedaban ya soldados alemanes en la ciudad, así que no les costó apenas apoderarse de ella. Los checos, creyendo ingenuamente que no podrían ser peores que los nazis, salieron a las calles a darles la bienvenida. Los comunistas convencieron a los checos de que los estadounidenses habían contemplado impasibles cómo los nazis sometían la revuelta de Praga, lo cual era cierto, pero olvidaron mencionar que fue así porque los comunistas habían exigido que se respetara la línea de demarcación pactada previamente y no intervinieran en territorio asignado a los soviéticos.

Ese día se rindieron unos 6.000 alemanes en los Países Bajos, unos 11.500 en la isla de Jersey, unos 12.000 en Guernsey, unos 1.600 en Steyr (en Austria), unos 14.000 cerca de Fürstenfeld (Austria), otros 3.000 en Checoslovaquia. El mariscal Kesselring se rindió a los estadounidenses cerca de Salzburgo. No fue arrestado, sino que el general Maxwell Davenport Taylor lo trató con una exquisita cortesía, sin prácticamente limitar sus movimientos. Éstos, junto a la guarnición de Dunquerque (20.000 hombres), fueron los afortunados del día, que pudieron rendirse a los aliados occidentales. Los 12.000 soldados que estaban en Bornholm, tras una breve escaramuza con las tropas soviéticas que desembarcaron en la isla, tuvieron que entregarse a los comunistas. Ese día los soviéticos empezaron también a apresar a los 135.000 soldados que quedaban en Curlandia.

El mariscal Tito emitió un mensaje por radio en el que instaba a todos los colaboradores [de los nazis] armados a rendirse, amenazando con una respuesta despiadada contra quienes se negaran a hacerlo. El problema es que nadie se negaba a rendirse. Lo que querían era rendirse ante alguien, no ya piadoso, pero, al menos, civilizado. Mientras tanto los partisanos iban cerrando las rutas de los civiles y militares que huían de Croacia. Ese día tomaron Maribor, con lo que cerraron el paso a una columna. Tropas búlgaras levantaron barricadas en los puentes sobre el Drava en Dravograd.

En Noruega la resistencia arrestó a Vidkun Quisling y lo retuvo en una comisaría de policía, donde estuvo estrechamente vigilado para evitar un posible suicidio. Luego fue llevado a una fortaleza en Oslo a la espera de juicio.

Hasta ese momento, Ion Antonescu y sus colaboradores habían sido relativamente bien tratados por los soviéticos en la fortaleza en la que estaban encarcelados, pero el 10 de mayo fueron trasladados a Moscú, donde sus condiciones de vida empeoraron sustancialmente.

En su travesía hacia Servia, Mihailović condujo a sus fuerzas (unos 4.000 hombres) hasta un profundo desfiladero para cruzar el río Jerezica cerca de Zelengora. Allí los partisanos pudieron atacar fácilmente con el apoyo de la aviación y la artillería. Ese día perdió casi la mitad de sus hombres.

El general Guderian logró rendirse a los estadounidenses. Una división de unos 25.000 voluntarios ucranianos que se habían unido a las SS lograron rendirse a los británicos en Italia, cerca de Rimini. Los 24.000 soldados alemanes que componían la guarnición de Lorient se rindieron a los franceses.

Finalmente, el general Hilpert tuvo que rendir a los soviéticos sus fuerzas en Curlandia (unos 165.000 alemanes y unos 15.000 letones). Similarmente, unos 2.000 alemanes se rindieron a los partisanos en Croacia. En eslovenia los partisanos tomaron Celje, pero eran demasiado pocos para detener el torrente de tropas y civiles que huían hacia Dravograd, para pasar a Austria. Una división alemana acompañada de milicianos eslovenos y de civiles trató de abrirse paso entre los partisanos que bloqueaban el puente del Drava en Hollenburg. Previamente habían contactado por radio con los británicos, que se habían mostrado dispuestos a protegerlos de los comunistas si lograban cruzar el río.

El 11 de mayo el portaaviones estadounidense USS Bunker Hill quedó inutilizado en Okinawa por dos impactos sucesivos de aviones kamikaze con 30 segundos de diferencia, que provocaron varias explosiones e incendios. Murieron 393 tripulantes y otros 264 resultaron heridos. Otros dos destructores (USS Evans y USS Hugh W. Hadley) también resultaron dañados, el primero por un ataque kamikaze convencional, y el segundo por un baka.

Los eslovenos lograron expulsar a los partisanos yugoslavos de Ferlach. Los partisanos sufrieron 180 bajas. Otras unidades partisanas fueron rechazadas y los refugiados croatas empezaron a cruzar el Drava para entregarse a los británicos. Sin embargo, unos 20.000 soldados alemanes tuvieron que rendirse a los comunistas cerca de Celje. Otras tropas croatas llegaron finalmente a Dravograd y encontraron a las tropas búlgaras bloqueando los puentes. Dos generales croatas intentaron negociar con ellos para que les permitieran pasar a Austria, pero los búlgaros les recomendaron que se dirigieran a Prevalje y Bleiburg, a unos 4 km. En Bleiburg los partisanos dejaron que los alemanes pasaran a Austria para rendirse a los británicos, pero los croatas fueron arrestados (unos 2.000).

El grueso de lo que quedaba del ejército alemán, unos 580.000 soldados del Grupo de Ejércitos Central que no habían caído en manos de los soviéticos, se rindieron a los estadounidenses. Su comandante, el mariscal Ferdinand Schörner, había huido de Praga en avión unos días antes, presuntamente para organizar la defensa de un último reducto nazi en los Alpes. Al abandonar el avión viajó disfrazado de campesino, a pesar de que tiempo atrás había mandado fusilar a varios de sus hombres por usar ropa de civil. En Francia se rindió la guarnición de Saint-Nazaire (unos 28.000 soldados).

Entre los desdichados del día estuvieron unos 7.000 soldados estonios que habían formado una división extranjera de las SS fueron capturados por partisanos checos en Mělník (Checoslovaquia) (algunos habían sido obligados por los alemanes a alistarse en el ejército, y muchos otros lo habían hecho voluntariamente para defender su país de los soviéticos, aunque habían terminado en Checoslovaquia). Los partisanos checos, después de que los estonios hubieran depuesto sus armas, torturaron y humillaron a muchos de ellos y luego los mataron. El número de muertos fue de al menos 500 o 1000, pero probablemente fue mucho mayor.

Himmler y unos pocos compañeros vagaba por Alemania sin tener claro adónde ir. A la sazón se dirigían hacia el sur, a Friedrichkoog, y de allí siguieron hasta Neuhaus, donde el grupo se separó.

En los últimos días, una delegación del gobierno belga había estado reuniéndose en Austria con el rey Leopoldo III, para estudiar su posible rehabilitación en el trono belga (pues el año anterior había sido declarado "incapacitado para reinar"). Le pidieron que anunciara públicamente su apoyo a la causa aliada y su compromiso con la democracia parlamentaria, pero no se llegó a un acuerdo.

Eisenhower ordenó que ningún soldado estadounidenses que hubiera combatido en África o en Europa fuera enviado al Pacífico.

El 12 de mayo un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Rekizan Maru) en el mar de la China Oriental.

Tras la muerte de Hitler, los aliados habían acordado no reconocer oficialmente el gobierno de Dönitz, pero Churchill no se acabó de alinear con esa decisión, y en su discurso del día de la Victoria había afirmado que la rendición había sido aceptada por "El gran almirante Dönitz, el Jefe de Estado alemán designado". Luego insistió en la conveniencia de mantener el gobierno de Flensburg para organizar la rendición de Alemania como país, más allá de su rendición militar. En realidad, lo que Churchill quería evitar era que los soviéticos crearan un gobierno comunista en Berlín y que lo presentaran como "el legítimo gobierno de Alemania" igual que habían hecho en Polonia. Eisenhower desconfiaba del gobierno de Flensburg, porque temía que pudiera ser una fachada tras la cual el propio Hitler (de cuya muerte todavía no tenía constancia) o Himmler, pudieran estar operando en la sombra. Con reservas mal disimuladas, había aceptado el criterio de Churchill de mantener relaciones con el gobierno de Dönitz, pero dejando claro que esto no significaba reconocerlo como jefe de Estado, sino meramente como un instrumento para organizar el abastecimiento, el desarme y la atención médica de las fuerzas armadas alemanas. Sin embargo, ese día, cuando finalmente se entabló contacto en Flensburg con el gobierno de Dönitz, los británicos pudieron comprobar que carecía de toda autoridad real, por lo que resultaba completamente inútil.

Los 10.000 soldados alemanes en Creta se rindieron a los británicos. Unos 12.000 afortunados soldados de una división croata de las SS lograron rendirse a los británicos en Sankt Veit an der Glan (Austria). También se rindió la guarnición de 11.755 soldados alemanes de Gernsey, con lo que se completó la liberación de las Islas del Canal.

Entre los desafortunados estuvieron los 6.000 hombres bajo el mando del oficial de las SS Carl Friedrich von Pücker-Burghauss. Tres días atrás habían logrado llegar, acompañados por civiles alemanes, hasta la zona entre Milin, Silvice y Čimelice, cerca de la línea de demarcación que separaba el territorio checo ocupado por los soviéticos del ocupado por los estadounidenses. Las rutas hasta el lado estadounidense estaban bloqueadas por partisanos checos, y los estadounidenses estaban devolviendo a los soviéticos los pocos soldados alemanes que lograban abrirse paso y cruzar la línea para entregarse. El día anterior los partisanos habían tratado de asaltar las posiciones ocupadas por Pücker-Burghauss, pero habían sido rechazados. Por la noche, finalmente, las defensas alemanas cedieron y a las 3:00 Pücker-Burghauss firmó una capitulación ante representantes estadounidenses y soviéticos, pero cuando vio que finalmente iban a ser los soviéticos los que se encargaran de su custodia, él y algunos de sus oficiales se suicidaron de un disparo.

Mientras tanto los partisanos yugoslavos habían formado una bolsa con los croatas, civiles y militares, que se agolpaban cerca de Dravograd en su intento desesperado de acceder a las líneas estadounidenses. Los británicos acababan de ocupar Bleiburg y también tenían tropas en Klagenfurt. La única esperanza de salvación para los croatas era romper el cerco y abrirse paso hasta cualquiera de dichas ciudades.

Para entonces los franceses ya habían sofocado las revueltas nacionalistas en Argelia, pero la cosa no quedó allí. La Legión Extranjera, junto a tropas marroquíes y senegalesas, se dedicaron a rastrear el país buscando simpatizantes de las revueltas nacionalistas y realizando, cuando procedía, ejecuciones sumarias. Las zonas menos accesibles fueron bombardeadas por la aviación o la armada.

El 13 de mayo submarinos estadounidenses hundieron un carguero japonés (Shinnan Maru) ante la costa japonesa y un petrolero (Yosei Maru) en el mar de Java.

La resistencia japonesa en Okinawa seguía siendo intensa. Ese día los estadounidenses lograron tomar una colina clave en el sistema defensivo de la ciudad de Shuri, que esperaban rodear.

El sah de Irán nombro primer ministro a Ebrahim Hakimi.

A principios de siglo, un joven iraní llamado Ahmad Kasraví había abandonado sus estudios religiosos para interesarse por el pensamiento occidental, y se había vuelto muy crítico con las supersticiones y con el clero islámico. Ahora tenía 65 años y era un historiador de prestigio y había fundado el movimiento pakdini (de la fe pura), que había suscitado las críticas de muchos fundamentalistas islámicos. Recientemente había recibido en su casa de Teherán la visita de un joven de 22 años llamado Navvab Safaví, un joven de 22 años, estudioso del Corán, que trató de convencerlo de que abandonara su pensamiento "herético". Tras varias reuniones sin éxito, Safaví había fundado el "Colectivo de Lucha contra la Irreligiosidad", con el que aumentó su presión sobre Kasraví, aunque también sin éxito, por lo que el paso siguiente fueron las amenazas de muerte hasta que ese día Safaví y unos seguidores trataron de asesinar a Kasraví en una plaza de Teherán. Safaví fue encarcelado, pero al poco tiempo fue puesto en libertad gracias a la intervención de varios líderes religiosos.

Los combates entre los chetniks y los partisanos en Zelengora se habían prolongado y el resultado final fue la aniquilación de las tropas de Mihailović. Apenas 400 hombres lograron escapar con vida, entre ellos el propio Mihailović, que disolvió las tropas que le quedaban en otros lugares y pasó a la clandestinidad, sin radio ni otra forma de comunicarse con nadie.

Essa noche tropas croatas lograron romper el bloqueo partisano y abrirse paso hacia Bleiburg.

Los soviéticos encontraron en Praga al presidente Emil Hácha, que fue encarcelado inmediatamente.

Ese día fue arrestado el general Karl Wolff.

Winston Churchill fue entrevistado en un programa de radio de la BBC, y en un momento dado dijo:

Los accesos que los puertos y aeródromos del sur de irlanda podrían haber protegido fácilmente fueron cerrados por aviones y submarinos enemigos. Este fue, ciertamente, un momento mortal en nuestra vida, y si no hubiera sido por la lealtad y amistad de Irlanda del Norte, nos habríamos visto obligados a vernos las caras con el Sr. de Valera o desaparecer de la faz de la tierra. Sin embargo, con una contención y un aplomo con los que, me atrevo a decir, la Historia encontrará pocos paralelos, el gobierno de Su Majestad nunca puso una mano violenta sobre ellos, a pesar de que en varias ocasiones hubiera sido bastante fácil y natural, y dejamos que el gobierno de Valera festejara a su antojo con el gobierno alemán y luego con los representantes japoneses.

El 14 de mayo un kamikaze dañó el buque insignia de la flota estadounidense en Okinawa, el portaaviones Enterprise, que tuvo que retirarse para ser reparado. Hubo 13 muertos y 68 heridos.

La ciudad japonesa de Nagoya sufrió un nuevo bombardeo.

En Mindanao los japoneses intentaron una carga banzai, pero fue un fracaso: las ametralladoras estadounidenses acabaron con los atacantes antes de que llegaran a sus líneas, matando 73 japoneses.

En Tarakan, tras cuatro días de combates, los australianos expulsaron a unos 200 japoneses de una colina con la ayuda de aviones que bombardeaban y, acto seguido, lanzaban napalm. La técnica resultó especialmente efectiva y se convirtió en la forma habitual de apoyo aéreo.

La aviación estadounidense hundió un carguero japonés (Dai Maru) cerca de Macasar.

Soldados croatas y milicianos eslovenos se acercaron a posiciones tomadas por los partisanos yugoslavos cerca de Poljana y pidieron que se les permitiera pasar hacia el oeste, para rendirse a los británicos en Klagenfurt. Los partisanos se negaron y se inició una batalla. Esa tarde, en un castillo cercano, se produjo un encuentro entre representantes británicos, yugoslavos y croatas. Los croatas volvieron a pedir paso libre para alcanzar las posiciones británicas y rendirse allí. Los yugoslavos arguyeron que la Ustacha había cometido crímenes de guerra en Yugoslavia y debía responder por ellos en Yugoslavia. Los británicos estuvieron de acuerdo y advirtieron de que sus tanques bloquearían la única vía de escape hacia el oeste. Mientras tanto la batalla continuaba.

Los soviéticos capturaron cerca de Plzeň, en Checoslovaquia a los 20.000 soldados del Ejército Ruso de Liberación dirigidos por el general Buyachenko. Andréi Vlásov fue encontrado escondido entre dos mantas en un coche y fue identificado por su propio conductor.

Ese día murió Heber Jeddy Grant, el presidente de la Iglesia de los mormones. Durante su mandato, no sólo había erradicado la poligamia entre sus fieles, sino que había promovido un código de salud que incluía la prohibición del tabaco, de las bebidas alcohólicas, el café y el té. Fue sucedido por George Albert Smith (de 75 años), nieto de un primo de Joseph Smith.

El 15 de mayo los japoneses abandonaron el aeropuerto de Wewak, en Nueva Guinea y se retiraron a las montañas situadas al sur. En Bougainville, los australianos ya controlaban toda la costa, excepto los extremos meridional y septentrional. En los últimos dos meses y medio la aviación australiana había arrojado de media al día unas 85 toneladas de explosivos sobre las posiciones japonesas.

A Poljana llegaron 20 tanques británicos que pusieron fin a los combates. Tras unas tensas negociaciones en las que los oficiales británicos dejaron claro que la única opción para los croatas y eslovenos era rendirse incondicionalmente a los partisanos, a las 16:00 se produjo la rendición de unos 1000 alemanes, 15.000 croatas, 11.400 eslovenos y 2.000 montenegrinos.

Mientras tanto, más de 25.000 refugiados habían conseguido abrirse paso hasta Bleiburg, mientras que otras 175.000 personas estaban en Yugoslavia tratando de seguir sus pasos. Sin embargo, las negociaciones entre británicos, partisanos y la Ustacha terminaron como era previsible: todos los refugiados quedaban a cargo de los partisanos que, con su sentido del humor característico, aseguraron a los británicos que los prisioneros serían tratados humanitariamente y que sólo los criminales políticos serían juzgados por tribunales.

Los prisioneros, tras haber sido desarmados, fueron organizados en columnas que fueron obligadas a alejarse de la frontera para internarse en territorio yugoslavo. En presencia de los británicos los partisanos se comportaron como personas con los prisioneros, pero en cuanto se alejaron de la frontera dejaron de suministrarle comida o agua, los despojaron de sus pertenencias, mataron a los que no podían caminar, e hicieron todas esas cosas que suelen hacer los comunistas en estas circunstancias. Hay testigos que hablan de muchedumbres obligadas a entrar en trincheras antitanque para ser ametralladas durante 15 o 20 minutos. También está el caso de más de 100 prisioneros encerrados en un depósito de agua que llenaron lentamente hasta que todos murieron ahogados... lo típico y previsible.

Nikola Mandić, el primer ministro del Estado Independiente de Croacia, logró entregarse a los británicos en la frontera con Austria, y pidió asilo político.

Finalmente Albert Kesselring fue arrestado y encarcelado en Luxemburgo.

Tras haber interrogado durante horas y horas a Wernher von Braun, los agentes de contrainteligencia estadounidenses lograron localizar 14 toneladas de documentos sobre los cohetes V-2 en Alemania, en la zona de ocupación británica.

El 16 de mayo un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Eiju Maru) en el mar Amarillo.

Nagoya fue bombardeada de nuevo. Fueron atacadas fábricas de motores de aviones de Mitsubishi, así como otras industrias bélicas, el arsenal, el puerto y las estaciones ferroviarias.

Dos días atrás el crucero japonés Haguro y el destructor Kamikaze habían salido de Singapur con la misión de llevar suministros y evacuar la guarnición de Port Blair, en las islas Andaman, que estaba bloqueada por la Royal Navy. Unos días antes se había intentado llevar a cabo la misión, pero los barcos habían tenido que regresar a Singapur para evitar el encuentro con una flotilla de destructores británicos que había salido en su busca. Ahora se repetía la misma situación: la aviación británica había descubierto a los barcos y cinco destructores británicos se dirigían hacia ellos. Una vez más, los barcos japoneses trataron de regresar a puerto, pero los destructores británicos habían logrado disponerse en forma de media luna y el Haguro cayó en la trampa (era medianoche y estaban en medio de una tormenta). El Haguro fue atacado simultáneamente desde varias posiciones. A la 1:25 recibió el primer impacto de un torpedo, unos minutos más tarde recibió otros dos procedentes de otro destructor, que detuvieron sus motores, luego recibió otros tres impactos de torpedos más casi una hora de fuego de artillería, hasta que a las 2:06 terminó hundiéndose con unos 900 de sus tripulantes. El kamikaze escapó con algunos daños. Uno de los destructores británicos también resultó dañado.

En el campamento del general Slim en Birmania se presentó sin previo aviso un hombre vestido con uniforme de oficial japonés. Resultó ser Aung San, que ofreció a Slim sus fuerzas hasta que los japoneses hubieran sido expulsados de Birmania.

Éamon de Valera respondió en un discurso por radio a la alusión a Irlanda que había hecho Churchill tres días atrás:

Me gustaría hacer una pregunta hipotética; es una pregunta que he hecho a muchos ingleses desde la última guerra. Supongamos que Alemania hubiera ganado la guerra, que hubiera invadido y ocupado Inglaterra, y que, después de un largo lapso de tiempo y muchas luchas encarnizadas, finalmente se hubiera visto obligada a admitir el derecho de Inglaterra a la libertad y a liberar Inglaterra, pero no toda Inglaterra, sino toda menos, digamos, los seis condados del sur.

Vamos a suponer que Alemania hubiera separado estos seis condados del sur, los que dominan la entrada a los estrechos, y hubiera insistido en retenerlos con miras a debilitar a Inglaterra en su conjunto y mantener la seguridad de sus propias comunicaciones a través del Estrecho de Dover. Supongamos además que, después de que hubiera sucedido todo esto, Alemania se hubiera visto envuelta en una gran guerra en la que pudiera demostrar que estaba del lado de la libertad de varias naciones pequeñas, ¿Dirigiría el Sr. Churchill, como un inglés que creyera que su propia nación tiene tanto derecho a la libertad como cualquier otra, no a la libertad sólo para una parte, sino la libertad para toda ella, dirigiría él, mientras Alemania todavía mantuviera la partición de su país y ocupara seis condados, su Inglaterra dividida para unirse a Alemania en una cruzada? No creo que el Sr. Churchill lo hiciera.

¿Pensaría que el pueblo de esa Inglaterra dividida debería avergonzarse de sí mismo si se mantuviera neutral en tales circunstancias? No creo que el Sr. Churchill lo pensara.

Puestos a hacer especulaciones hipotéticas, el Sr. de Valera podría haberse planteado también que habría sucedido si Irlanda hubiera estado situada al este en lugar de al oeste de Gran Bretaña. Porque en tal caso habría sido invadida por Alemania exactamente igual que Noruega y los demás países de Europoa occidental, y tal vez entonces El Sr. de Valera hubiera estado más interesado en que los aliados ganaran la guerra, y le habría entristecido menos la muerte de Hitler. El nacionalismo irlandés se había convertido en una ideología fanática, acomplejada, rencorosa, victimista y dispuesta a supeditar todo a su propia ideología egocéntrica. Y no estaba dispuesto a admitir competencia. Así, el gobierno irlandés había denunciado como "propaganda antinacionalista" un informe sobre las atrocidades de los nazis en el campo de concentración de Bergen-Belsen, y durante toda la guerra había evitado acoger refugiados judíos en el país mediante todo tipo de obstáculos, oficiales o extraoficiales. Al fin y al cabo, los judíos no eran irlandeses. ¿Por qué tendría nadie que lamentar la suerte de un no irlandés? ¿no hubiera merecido la pena el holocausto si a cambio Alemania hubiera podido acabar con Gran Bretaña? Para un "buen" nacionalista irlandés, las respuestas a estas preguntas eran obvias, aunque a la vez pudieran ser inconfesables.

El 17 de mayo un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Chosan Maru) en el Pacífico.

Tropas francesas desembarcaron en Beirut para recuperar el control del Líbano.

Dinamarca rompió sus relaciones diplomáticas con Japón.

El 18 de mayo la aviación estadounidense hundió un carguero japonés (Enkyo Maru) en Corea. La artillería costera japonesa dañó un destructor estadounidense (USS Longshaw) que terminó encallando en Okinawa y posteriormente fue hundido por otros barcos estadounidenses. En la isla los estadounidenses lograron tomar una colina defendida por unos 1.000 japoneses que dejó definitivamente expuesta la ciudad de Shuri.

Los estadounidenses empezaron a entregar a los partisanos yugoslavos a los croatas que habían logrado llegar hasta los alrededores de Bleiburg y que habían sido alojados en varios campos de internamiento de la zona. A los afectados se les dijo que los enviaban a Italia. Ante Pavelić se había separado a tiempo de la masa de refugiados croatas y no había sido internado. Ahora llegaba a la ciudad austriaca de Leingreith, donde su mujer y sus hijas estaban viviendo desde finales del año anterior. Ese día Ferdinand Schörner se entregó a los estadounidenses, pero éstos, unas semanas más tarde, lo entregarían a los soviéticos.

Ese día se estrenó El hombre del sur, una película de Jean Renoir que trata sobre las dificultades de una familia humilde que trata de crear una plantación de algodón en Texas. La película fue criticada y boicoteada en varios Estados sureños porque daba "una visión sórdida de la vida en los Estados del Sur". No obstante, hubo algunas organizaciones, como Las Hijas Unidas de la Confederación, que vieron esa "visión sórdida" como un elogio y defendieron la película porque sus personajes ejemplificaban los mejores atributos del Sur, como el coraje, la valentía y el amor por la tierra.

El 19 de mayo barcos de guerra japoneses dañaron con cargas de profundidad un submarino británico (HMS Terrapin) en el mar de Java. El submarino pudo llegar hasta Australia, pero no pudo ser reparado.

Los australianos ya controlaban la isla de Tarakan, y se dedicaban a limpiarla de soldados japoneses aislados.

Tropas francesas estaban tratando de recuperar el control de Siria, y ese día se produjeron manifestaciones nacionalistas en Damasco que terminaron con disturbios en los que no hubo muertos, pero sí varios heridos por armas de fuego.

Desde la ocupación de Praga por los soviéticos, los comunistas habían organizado un Tribunal Popular Extraordinario que había tenido tiempo de emitir unas 20.000 sentencias, de las cuales el 7% eran de pena de muerte o cadena perpetua, por traición o colaboración con los fascistas.

En Gran Muftí de Jerusalén, Amin al-Husseini, fue trasladado a París por las autoridades francesas, donde fue puesto bajo arresto domiciliario. Los franceses lo trataban con cautela porque estudiaban la posibilidad de usarlo para reconstruir la influencia francesa en Oriente Medio. Los británicos también estaban interesados en él, como posible mediador para resolver el conflicto entre árabes y judíos en Palestina.

Ese día se estrenó Los toreros, una película de Stan Laurel y Oliver Hardy. La Fox había decidido dejar de producir películas de serie B, pero la película de Laurey y Hardy tuvo tal éxito en taquilla que les ofrecieron hacer una excepción sólo para ellos, pero los cómicos rechazaron la oferta y decidieron tomarse unos años de descanso.

El 20 de mayo dos destructores estadounidenses (USS Chase y USS Thatcher) quedaron inutilizados en Okinawa como consecuencia de ataques kamikaze.

En Bougainville, los australianos iniciaron un avance hasta la orilla del río Hongorai, para cruzarlo. La aviación ametralló las posiciones japonesas durante 20 minutos y luego la infantería avanzó hacia el río mientras la artillería despejaba el camino. Sobre las 16:00 los tanques empezaron a cruzar el río sin que los japoneses lo advirtieran. Al final del día casi todas las unidades habían conseguido los objetivos previstos.

En Alepo se produjeron más disturbios contra la ocupación francesa, que terminaron con varios soldados muertos y algunos más heridos. Como respuesta, las tropas francesas dispararon contra unos manifestantes en Damasco. Esto a su vez generó protestas que desembocaron en varios días de combates en Hama y Homs.

El gobierno soviético anunció que se negaba a reconocer el gobierno de Flensburg, en el fondo porque le escocía la actitud manifiesta que había adoptado de retrasar la rendición para librar de los comunistas al mayor número posible de alemanes. La revista de humor soviética Pravda dijo:

Continúan las discusiones sobre el status de la banda fascista que rodea a Dönitz. Varios círculos aliados destacados considerarán necesario hacer uso de los "servicios" de Dönitz y sus colaboradores. En el Parlamento británico, esta banda ha sido descrita como la 'Administración Dönitz'…. Un reportero de la prensa reaccionaria de Hearst ha calificado el alistamiento de Dönitz como "un acto de sagacidad política". Así, un escribano fascista ha considerado oportuno hacer causa común con el discípulo merodeador de Hitler. Al mismo tiempo, la prensa fascista de ambos lados del Atlántico ha puesto de manifiesto las condiciones de Alemania en 1918, cuando los derechistas alemanes inventaron cuentos de hadas similares de caos inminente. Luego, las unidades intactas del ejército alemán se utilizaron para nuevas aventuras en el este, inmediatamente después de la capitulación. La presente campaña tiene objetivos similares. Muchos círculos reaccionarios alrededor de los aliados se oponen a la creación de una nueva Europa sobre la base de la Conferencia de Crimea. Estos círculos consideran la preservación de los estados fascistas y los caldos de cultivo como un medio para frustrar las aspiraciones democráticas de todas las naciones amantes de la libertad.

En los Países Bajos los alemanes habían seguido luchando contra las tropas georgianas que se habían insubordinado en Texel, hasta que finalmente llegaron los canadienses a poner orden y tomaron como prisioneros a los 4.000 alemanes y los 228 georgianos supervivientes que se habían escondido de los alemanes, algunos amparados por granjeros locales, que serían deportados a la Unión Soviética y acabarían en gulags.

El 21 de mayo los estadounidenses liberaron la ciudad de Malaybalay en Mindanao.

La NKVD había internado en el campo de concentración de Rembertów varios oficiales polacos y estaba previsto otro transporte a Siberia para unos días más tarde, así que, el día anterior, parientes de los prisioneros habían llevado al campo grandes cantidades de bebidas alcohólicas que "inesperadamente" fueron requisadas por los guardas, e invitaron a una fiesta al comandante del campo. Pasada la medianoche, con buena parte de los guardias borrachos, la resistencia atacó la instalación y en unos 25 minutos logró liberar a los prisioneros, que se dispersaron por los bosques y las localidades cercanas. Unos 100 heridos fueron evacuados en dos camiones. Unos 40 prisioneros murieron ametrallados mientras trataban de escapar. Las cifras de muertos de la NKVD varían según las fuentes, entre 15 y 68. Ninguno de los miembros de la resistencia resultó muerto, aunque hubo tres heridos.

A lo largo del día los soviéticos peinaron la zona en busca de los prisioneros y lograron atrapar a 27 de ellos, principalmente alemanes que no habían sabido dónde ir. A lo largo de los días siguientes otros 50 fueron capturados y ejecutados al momento. En Moscú, Lavrenty Beria ordenó una investigación especial, cerró el campo, destituyó a su comandante y ordenó una revisión de otros campos similares.

Himmler y dos de sus ayudantes fueron arrestados en un puesto de control establecido por ex-prisioneros de guerra soviéticos. No fue identificado, pero llamó la atención el perfecto estado de su documentación (falsa) y su exquisito aseo personal, nada frecuente en soldados fugitivos.

Una convención del Partido Laborista británico aprobó dejar de apoyar el gobierno de Churchill y forzar la convocatoria de elecciones.

Humphrey Bogart se había divorciado de su tercera esposa hacía unos meses y ahora se casaba discretamente con Lauren Bacall.

El 22 de mayo los australianos ya habían rebasado el Horongai en Bougainville y, aunque todavía quedaban algunos grupos de japoneses amenazando sus líneas de comunicaciones, pudieron empezar ya las tareas de "limpieza" de la zona. El cruce del río había costado 106 muertos a los japoneses y 13 muertos y 64 heridos a los australianos.

Los partisanos yugoslavos ejecutaron cerca de Brežice a más de 2.000 soldados alemanes que se habían rendido en Celje. Los desnudaron, los ataron en grupos con cable telefónico, les dispararon y los enterraron en una trinchera. Por estas mismas fechas estaban teniendo lugar matanzas similares de croatas repatriadas desde Bleiburg cerca de un campo de tránsito situado en Tezno. Un testigo lo relataría así:

Los prisioneros estaban alineados al borde del agujero donde yacían los cadáveres anteriores. A continuación, fueron saqueados de sus pertenencias. Finalmente, los cien prisioneros fueron ametrallados. Vi esta matanza desde una distancia de cien metros o menos. Algunos de los prisioneros se tiraron al suelo y escaparon del fuego de la ametralladora. Fingían estar muertos, pero los partisanos iban de un cadáver aparente a otro y pasaban sus bayonetas por todos los que sospechaban que estaban vivos. Los gritos rasgaron el aire, proporcionando una prueba sombría de que quienes habían esquivado el fuego de la ametralladora no habían eludido la muerte por mucho tiempo. Las nuevas víctimas fueron arrojadas al hoyo encima de los cadáveres anteriores. Luego, los partisanos dirigieron varias ráfagas más de ametralladora hacia la pila de cuerpos, solo para asegurarse de que no habían dejado a nadie con vida.

Esta escena se repitió una y otra vez durante una semana. Se calcula que el número de víctimas se eleva a unas 15.000. Más adelante, el gobierno de Tito ordenaría cubrir las fosas con tierra y plantas y la zona fue oficialmente calificada como "cementerio militar", pero se prohibió toda manifestación de duelo en el lugar.

Los estadounidenses capturaron a Joachim Peiper.

Para entonces los franceses ya habían sofocado cualquier amago contestatario en Argelia. El ejército organizó ceremonias en las que los argelinos debían prosternarse ante la bandera francesa y recitar a coro consignas como: Somos perros y Ferhat Abbas es un perro. Después, algunos —tal vez los que parecían menos convencidos de lo que habían dicho— fueron apartados y asesinados. Las estimaciones de argelinos asesinados por los franceses son muy variadas, pero apuntan a más de 10.000.

La Ustacha seguía resistiendo en Odžak un ataque de los partisanos tras otro. El 23 de mayo Tito envió la aviación, que empezó a causar estragos, aunque la mayoría de las víctimas fueron civiles.

Para entonces los soviéticos ya habían arrestado a todos los soldados alemanes que se habían rendido en Curlandia, unos 180.000, de los que se hizo cargo la NKVD.

Un oficial británico se presentó en el cuartel general de Dönitz y pidió hablar con los miembros de su gobierno. Poco después Dönitz, von Friedeburt y Jodl fueron llevados al barco que servía de cuartel general a la delegación aliada en Flensburg y allí fueron informados de que quedaban bajo arresto y que su gobierno quedaba disuelto. Se ordenó que los prisioneros fueran registrados desnudos, por si escondían cápsulas de veneno. Von Friedeburg se adelantó y se suicidó. Alemania quedó sin ninguna clase de gobierno nacional.

En un campo de interrogatorios civiles, el capitán británico Thomas Selvester inició un interrogatorio rutinario a un prisionero, cuando de repente éste se quitó el parche que llevaba en el ojo, se puso sus gafas redondas, declaró ser Heinrich Himmler y pidió hablar con el general Eisenhower o Montgomery. El sorprendido capitán telefoneó inmediatamente a su cuartel general y le indicaron que lo primero que debía hacer urgentemente era ordenar un registro minucioso para prevenir cualquier forma de suicidio. Himmler fue llevado a una casa confiscada en Luneburgo que los británicos estaban usando como cuartel y por el camino los soldados lo trataron con muy poca cortesía. Al llegar, hicieron que se desnudara para que un médico lo inspeccionara. Himmler estaba cada vez más impactado, pues no esperaba que alguien de su rango pudiera recibir semejante trato. Cuando intentó mirarle el interior de la boca se resistió. El doctor vio algo entre sus muelas y le metió la mano. Himmler le mordió y luego masticó la cápsula de cianuro de potasio que escondía en la boca. Se intentó provocarle el vómito y realizarle un lavado de estómago, pero fue inútil. Quince minutos después yacía muerto. Fue enterrado en una tumba sin marcar, y todavía hoy se ignora su paradero.

Ante la ruptura de la coalición de gobierno por parte de los laboristas, Winston Churchill presentó su dimisión ante el rey Jorge VI. Luego volvió a Downing Street y, unas horas más tarde, el rey lo llamó para pedirle que formara un nuevo gobierno provisional hasta que se celebraran las próximas elecciones. El nuevo gobierno estuvo formado por miembros del Partido Conservador.

Ese día se estrenó Juego de pasiones, una película romántica protagonizada por Van Johnson y Esther Williams. Fue la séptima película más taquillera del año, aunque las críticas no fueron buenas. El crítico cinematográfico del New York Times dijo: La señorita Williams luce su traje de baño maravillosamente y tiene una buena figura en el agua, pero ahí termina su talento.

El 24 de mayo 550 bombarderos estadounidenses descargaron 4.500 toneladas de bombas incendiarias sobre Tokio.

En Okinawa los estadounidenses cruzaron el río Asato y entraron en las ruinas de Naha, la mayor ciudad de la isla, que encontraron prácticamente desierta.

Los japoneses, no satisfechos con haber inventado las cargas suicidas, los aviones suicidas (kamikaze), los cohetes suicidas (ohka) y las lanchas torpederas suicidas, esa noche emplearon por primera vez en Okinawa paracaidistas suicidas. Una compañía de paracaidistas fueron lanzados en Yomitan (en territorio controlado por los estadounidenses, sin posibilidad de escapar). Iban armados con ametralladoras y explosivos, y destruyeron depósitos con 260.000 litros de combustible, así como nueve aviones y dañaron otros 29 antes de que los mataran a todos menos uno, que logró regresar a territorio seguro varias semanas más tarde. Los estadounidenses perdieron dos hombres.

La aviación yugoslava seguía bombardeando las posiciones de la Ustacha alrededor de Odžak. El cuartel general, situado en una escuela de Vlaška Mala fue completamente destruido. La Ustacha planeó evacuar la zona rompiendo el cerco por dos puntos la noche siguiente. Un grupo lo haría desde Odžak, donde tenían el hospital, y evacuarían a los heridos, y otro desde Vlaška Mala.

Los británicos habían terminado de repatriar a los refugiados croatas en Bleiburg y ahora les llegaba el turno a los servios y montenegrinos.

Robert von Greim se enteró de que iba a ser entregado a los soviéticos y se suicidó con la con la consabida cápsula de cianuro que todo nazi que se preciara llevaba consigo esos días.

Gran Bretaña solicitó a Francia la extradición de Amin al-Husseini, argumentando que era un ciudadano británico que había colaborado con los nazis, y figuraba en la lista de criminales de guerra. Sin embargo, Francia no atendió la petición.

El 25 de mayo la flota estadounidense en Okinawa sufrió un ataque aéreo en el que aviones kamikaze destruyeron un antiguo destructor reconvertido en transporte (USS Barry) y hundieron otros barcos menores. También atacaron 11 bakas, pero el mal tiempo hizo que algunos regresaran a su base sin haber intervenido y los restantes no consiguieron impactar en ningún barco.

Un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Toryu Maru) en el mar de la China Oriental. Otros dos (Nittei Maru y Shinto Maru) fueron hundidos por submarinos británicos, en Borneo y en el mar de Java, respectivamente.

Esa noche los croatas cercados en Odžak trataron de llevar a cabo su plan de romper el cerco de los partisanos. Unos 700 croatas lograron salir de Vlaška Mala y se dirigieron hacia Potočani y Lipa, donde continuaron luchando como guerrilleros. En Odžak los defensores de la fortaleza Nuića Štala lucharon hasta el último hombre (sabían que no ganaban nada rindiéndose a los comunistas). Otros que lograron escapar hacia Prud acabaron siendo rodeados y apresados. Los partisanos entraron en el hospital de Odžak y asesinaron brutalmente a los heridos que encontraron, civiles y militares. Luego mataron a todos los civiles que encontraron y los arrojaron a una fosa común.

Ese día se estrenó El reloj, un drama romántico dirigido por Vincente Minnelli y protagonizado por Judy Garland y Robert Walker. Durante el rodaje, Walker se enteró de que su mujer, Jennifer Jones, le engañaba con el productor David O. Selznick y pidió el divorcio. A menudo Garland lo encontraba borracho en un bar y tenía que ocuparse de quitarle la resaca para dejarlo en condiciones de rodar la mañana siguiente. Por su parte, Garland era cada vez más adicta a los antidepresivos que le suministraba el estudio y los medicamentos para mantener su peso. Tras haber finalizado una aventura con Orson Welles, se había enamorado de Minnelli y ambos se casarían unas semanas más tarde. La película fue bien recibida por la crítica y produjo beneficios razonables, pero menores que los de otras películas de Garland. Al público le decepcionó que no cantara.

También se estrenó El ladrón de cuerpos, protagonizada por Boris Karloff y Bela Lugosi. Era la tercera película del director Robert Wise, que hasta entonces había trabajado en montaje (Orson Welles le había encargado el de Ciudadano Kane), y ahora empezaba a dirigir películas de serie B. Unos meses más tarde estrenaría El juego de la muerte, sobre un hombre que caza humanos en su isla privada.

El 26 de mayo un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Kotobuki Maru) en el mar de la China Oriental. El 27 de mayo un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Kinei Maru) cerca de la costa japonesa. Los estadounidenses liberaron Santa Fe, en Luzón.

En Bleiburg empezó la repatriación de los refugiados eslovenos, unos 11.000 militares y 600 civiles. Los comunistas se dedicaron a apalearlos por el camino y a asesinarlos de diversos modos. Miles de ellos fueron arrojados a cuevas, pozos y barrancos cerca de Kočevski Rog. Otro punto de ejecución fue Huda Jama. En las cercanías había una mina en cuyos pozos los partisanos iban arrojando eslovenos. A veces les disparaban antes, a veces les daban un golpe de pico o de martillo en la cabeza, a veces los arrojaban vivos en grupos de unos 20 o 30 y luego tiraban una granada al pozo, etc. Cualquier forma de juicio previo a la ejecución era claramente innecesaria, ya que las víctimas no eran comunistas.

El 28 de mayo dos kamikazes atacaron los destructores estadounidenses USS Dresler y USS Lowry. El primero fue abatido por la artillería de ambos barcos y la aviación, el segundo trató de impactar contra el Lowry, pero falló y acabó chocando con el Dresler, donde provocó graves incendios. A pesar de ello, el destructor logró abatir otros dos aviones que se lanzaban sobre él, pero a las 7:03 otro logró impactar con tal fuerza y en tal ángulo que el destructor volcó y se hundió en apenas 50 segundos. Esto hizo que el número de bajas fuera elevado: 158 muertos y 52 heridos.

La isla filipina de Negros estaba ya bajo control estadounidense, y se empezaron las labores de búsqueda de japoneses aislados.

En un campo de prisioneros cerca de Lienz (Austria) se encontraban unos 2.500 cosacos que habían combatido a los soviéticos junto a los nazis. Ese día los británicos se dispusieron a entregárselos a los soviéticos y, aunque les aseguraron justo lo contrario, los cosacos adivinaron sus intenciones. Un periodista austriaco relató así lo sucedido:

El primero en suicidarse, ahorcándose, fue el editor cosaco Evgenij Tarruski. El segundo fue el general Silkin, que se pegó un tiro [...] Los cosacos se negaron a subir a los camiones. Los soldados británicos, con pistolas y porras, comenzaron a usarlas, apuntando a la cabeza. Primero sacaron a los hombres del grupo y los arrojaron a los camiones. Los hombres saltaron. Los volvieron a golpear y los arrojaron al suelo de los camiones. Nuevamente saltaron. Los británicos luego los golpearon con las culatas de los rifles hasta que quedaron inconscientes y los arrojaron, como sacos de patatas, en los camiones.

Unos soldados del Servicio de Inteligencia estadounidense encontraron en Flensburg a un hombre desaliñado que descansaba tras haber cortado algo de leña. Entablaron conversación con él en francés y en inglés. A uno de ellos le sonó su voz, y le preguntó si era William Joyce (Lord Haw, Haw). El hombre se llevó la mano al bolsillo para sacar un pasaporte falso, pero uno de los soldados, pensando que iba a sacar un arma, le disparó en una nalga. En efecto, resultó ser Joyce, que fue entregado a la policía militar británica.

El año anterior, Piotr Krasnov se había entregado a los británicos en Austria, quienes le prometieron no entregarlo a los soviéticos. Ese día fue entregado a los soviéticos, en parte gracias a la actuación de Kim Philby, un miembro del servicio de inteligencia británico que en realidad trabajaba para la Unión Soviética.

Por esas fechas también fue capturado Amon Göth, que fue encontrado en un manicomio en Bad Tölz, donde había sido internado hacía unos meses después de que un juez de las SS lo hubiera declarado enfermo mental.

Ese día salió de Cold Bay el primer convoy de barcos estadounidenses transferidos a la Unión Soviética (tres dragaminas y cinco dragaminas auxiliares).

El 29 de mayo la aviación estadounidense lanzó 2.570 toneladas de bombas sobre Yokohama, que arrasaron el 85% de la ciudad.

Un submarino estadounidense hundió dos cargueros japoneses (Kuretake Maru y Tenryo Maru) cerca de la isla de Sajalín, en los que murió más de un millar de soldados japoneses.

Un ataque kamikaze causó daños irreparables a un destructor estadounidense (USS Shubrick) cerca de la isla japonesa de Tori-Shima.

En Okinawa los estadounidenses tomaron el castillo de Shuri, después de haber constatado que los japoneses se habían retirado inadvertidamente de Shuri hasta su última línea defensiva, en la península de Kiyan.

En Mindanao los estadounidenses rompieron las defensas japonesas de Davao y capturaron las ciudades de Tacunan, Ula, Matina Biao y Magtuod.

En Borneo los japoneses organizaron un segundo traslado de prisioneros a pie desde el campo de Sandakan hasta Ranau. Esta vez salieron 536 prisioneros custodiados por unos 50 japoneses. En Sandakan quedaban tan solo unos 250 prisioneros, demasiado débiles para emprender el viaje.

Tropas francesas irrumpieron en el parlamento sirio y trataron de arrestar al presidente Shukri al-Quwatli, pero logró escapar. Los franceses incendiaron y bombardearon el edificio y cortaron la electricidad en Damasco. Además cerraron la frontera con Jordania, Iraq y el Líbano. La capital siria fue saqueada.

Al-Quwatli logró escapar en un carro blindado británico y envió un mensaje a Churchill pidiendo su intervención en Siria. Churchill le respondió que haría lo que pudiera, pero que sus relaciones con de Gaulle no pasaban por su mejor momento. Unos meses atrás, Churhill había dicho al alguien de su confianza:

De Gaulle es un gran peligro para la paz y para Gran Bretaña. Tras cinco años de experiencia, estoy convencido de que es el peor enemigo de Francia en sus dificultades [...] es uno de los grandes peligros para la paz en Europa. [...] Estoy seguro de que a largo plazo no se podrá llegar a ningún entendimiento con el general de Gaulle.

El hecho de que Alemania estuviera oficialmente sin gobierno hacía que muchos alemanes continuaran con sus rutinas de trabajo inalteradas. Era el caso de Mina Wörle, la enfermera jefe de una institución psiquiátrica cercana a Munich, que se acercó a la cama de Richard Jenne, un niño de cuatro años clasificado como "idiota" (esto es un término médico) y le administró la inyección letal que procedía en estos casos. Tenía experiencia en ello, pues, según declararía más adelante, había hecho lo mismo más de 200 veces anteriormente. El niño había ingresado en el hospital hacía unos meses, y se le había sometido a una dieta calculada para que llegara a un estado de debilidad que pudiera explicar su muerte. El certificado que se iba a enviar a sus padres la atribuía al tifus. Probablemente Jenne fue la última víctima del programa de eutanasia nazi. Se calcula que unas 200.000 personas habían sido asesinadas en Alemania y otras 100.000 en países ocupados como consecuencia de la Acción T4.

El 30 de mayo un submarino estadounidense hundió un carguero japonés (Hokoku Maru) en el estrecho de la Sonda.

El gobierno checoslovaco había aprobado un plan para expulsar del país a la minoría de origen alemán. Ese día los alemanes de Brno que no eran trabajadores (todas las mujeres y los varones de menos hasta 14 años o de más de 60) fueron obligados a marchar hacia Austria. En total eran 18.072. Para seleccionarlos la policía aprovechó un censo que habían hecho los alemanes para el racionamiento de la comida, en el que se distinguían grupos según etnia y raza.

El 31 de mayo un avión estadounidense hundió un submarino japonés cerca de Okinawa.

La aviación estadounidense bombardeó ininterrumpidamente la ciudad de Taihoku en Taiwan desde las 10:00 hasta las 13:00, sin encontrar prácticamente ninguna resistencia. En total se arrojaron unas 3.800 bombas. El número de muertos superó las 3.000 personas y decenas de miles quedaron sin hogar.

T.V. Soong volvió a ocupar el cargo de primer ministro de la república China, sucediendo a Chiang Kai-shek, que siguió siendo el presidente.

Tras haber recibido informes de que la actuación del ejército francés había provocado más de un millar de muertes en Siria, Churchill envió un mensaje a de Gaulle que decía:

Para evitar un choque entre las fuerzas británicas y francesas, le pedimos que ordene inmediatamente a las tropas francesas un alto el fuego y que regresen a sus cuarteles.

Ese día se estrenó Regreso a Bataán, protagonizada por John Wayne y Anthony Quinn, ambientada en la batalla de Bataán, que había tenido lugar tres años atrás. Wayne estrenaría también ese año otra película bélica, No eran imprescindibles, dirigida por John Ford, y una del oeste: Dakota.

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