• Sintaxis: Dum loquor et flēmus, Lūcifer nitidissimus, stella grauis nōbis, caelō altō ortus erat.
  Dīuidor haud aliter, quam sī mea membra relinquam, et pars abrumpī corpore suō uīsa est.
  Sīc doluit Mettus tunc cum habuit equōs ultōrēs prōditiōnis in contrāria uersōs.
  Tum uērō exoritur clāmor gemitūsque meōrum, et maestae manūs feriunt pectora nūda.
  Tum uērō coniūnx umerīs abeuntis inhaerēns miscuit haec tristia uerba lacrimīs meīs:
  «nōn potes āuellī. Simul hinc, simul ībimus:» inquit, «tē sequar et coniūnx exul exulis erō.
  Et mihi uia facta est, et ultima tellūs mē capit: sarcina parua accēdam profugae ratī.
  Caesaris īra tē iubet ē patriā discēdere, mē pietās.
  Haec Pietās mihi Caesar erit.»
  Tālia temptābat, sīcut temptāuerat ante, uixque dedit ūtilitāte uīctās manūs.
  Ēgredior, sīue illud erat sine fūnere ferrī squālidus inmissīs comīs per hirta ōra.
  
  
• Traducción (literal): Mientras hablo y lloramos, el lucero del alba brillantísimo, estrella aciaga para mí, había aparecido en el alto cielo.
  Me separo no de otro modo como si dejara mis miembros, y una parte pareció ser arrancada de su cuerpo.
  Así sufrió Meto entonces, cuando tuvo caballos dirigidos en sentidos contrarios, vengadores de su traición.
  Brotó entonces el clamor y los gemidos de los míos, y tristes manos golpean pechos desnudos.
  Y entonces mi esposa, aferrándose a los hombros del que partía, mezcló estas tristes palabras con mis lágrimas:
  No puedes serme arrancado. Juntos de aquí, juntos partiremos, dice, te seguiré y seré la esposa exiliada del exiliado.
  Para mí ya está hecho el viaje, y la tierra remota me posee: como leve carga me subiré a la nave desterrada.
  La ira del César te ordena alejarte de la patria, a mí [me lo ordena] la devoción.
  Esta devoción será para mí un César.
  Intentaba tales cosas, como ya lo había intentado antes, y apenas dio su brazo a torcer [dio sus manos por vencidas] por el bien de ambos.
  Salgo, o aquello era ser llevado [al sepulcro] sin funeral, delgado, con el cabello desordenado por el rostro sin afeitar.
  
  
• Observaciones: Tito Livio (Ab urbe condita I, 28) relata la historia de Mecio (Mettius), un general albano que rompió un tratado de amistad con Roma y el rey Tulio Hostilio, tras derrotarlo, lo hizo descuartizar atando sus brazos y piernas a cuatro caballos. Ovidio lo llama Mettus.
  

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Comentarios:

Observemos que Ovidio ha intercalado en la narración de los sucesos descripciones astronómicas que marcan el avance de la noche: la Luna, las estrellas, Venus:

Lūnaque nocturnōs alta regēbat equōs [...]
uersaque ab axe suō Parrhasis Arctos erat [...]
Dum loquor et flēmus, caelō nitidissimus altō,
stella grauis nōbis, Lūcifer ortus erat.

Cada uno de ellos abre lo que se podría considerar una nueva "escena" de la narración.

En esta última escena Ovidio describe minuciosamente el instante mismo de la separación, en la que crea un nuevo clímax que se resuelve con el definitivo ēgredior. Ovidio emplea dos comparaciones: la de Mecio para describir su estado de ánimo y la de la pira funeraria para describir el de su esposa, para terminar con la idea del funeral que ha venido desarrollando desde el principio. La nueva alusión a los lamentos de fondo de "los suyos" contribuye a aumentar la tensión del momento.

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