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Introducción

1 Un diálogo inconcluso

2 Agentes de mediación informativa y modos de organización comunicacional en internet

Conclusiones

Bibliografía

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La audiencia en la construcción de la sociedad en red

Asunción Vacas y Charo Álvarez

 

La audiencia interactiva

Interactividad. Hipertextualidad

El discurso público sobre internet

A modo de síntesis

 

 

 1. Un diálogo inconcluso

 

La audiencia interactiva

 

Charo: Pensar  en la audiencia desde una  concepción de  “audiencia interactiva” nos remite a un medio, Internet, por ser éste el medio multimedia más visible y extendido. Por otra parte  a la hora de buscar referencias  comparativas solemos acudir a la televisión, en su configuración actual (lo que algunos denominan neo-televisión), en la que el discurso televisivo se ha trasformado al igual que lo ha hecho el discurso social, generando nuevas relaciones con el medio, nuevos ritos,  a través de practicas que transmiten una determinada representación de la realidad y que tienden a reforzar el vínculo con el medio compartiendo el mismo espectáculo: los rituales comunicativos se  instalan  en  escenarios participativos en los que el espectador es un actor más del juego televisivo. En cuanto al mito que conforma el imaginario colectivo, contribuye a reforzar la identificación con el medio, “el ver está por encima del saber”, “lo he visto en la televisión”, es difícil de rebatir.  La televisión como agente socializador es el dispositivo más eficaz de reproducción de ritos y mitos y lo hace en lo simbólico, en el nivel figurativo y en el nivel comunicativo.[1]

 

Las posiciones respecto del poder de este medio, sus efectos y el mismo concepto de audiencia activa no son siempre coincidentes; Giovanni Sartori convulsiona el concepto, para él la televisión modifica y empobrece el aparato cognitivo del homo sapiens:

 

“Todo el saber del homo sapiens se desarrolla en la esfera de un mundus intelligibilis (de conceptos y de concepciones mentales) que no es en modo alguno el mundo sensibilis, el mundo que percibimos por nuestros sentidos. Y la cuestión es ésta: la televisión invierte la evolución de lo sensible en inteligible y lo convierte en ictu oculi, en un regreso al puro y simple acto de ver. La televisión produce imágenes y anula los conceptos, y de este modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender” (Sartori, 1998: 47)

 

Asun: Poco acertada me parece esta definición del saber humano y la jerarquía que establece entre las esferas de lo sensible y lo inteligible; que la producción de imágenes suponga una atrofia del intelecto es cuando menos una visión muy reduccionista de nuestros modos de pensar y me recuerda las siguientes palabras de Manuel Castells:

 

El nuevo orden alfabético, aunque permitió el discurso racional, separó la comunicación escrita del sistema audiovisual se símbolos y percepciones, tan importante para la plena expansión de la mente humana. Al establecer implícita y explícitamente una jerarquía social entre la cultura alfabetizada y la expresión audiovisual, el precio pagado por la fundación de la práctica humana en el discurso escrito fue relegar el mundo de sonidos  e imágenes a los bastidores de las artes, para ocuparse del dominio privado de las emociones y del mundo público de la liturgia. Por supuesto la cultura audiovisual se tomó su revancha en el siglo XX, primero con el cine y la radio, luego con la televisión, superando la influencia de la comunicación escrita en las almas y en los corazones de la mayoría de la gente. Esa tensión entre la comunicación alfabética noble y la comunicación sensorial e irreflexiva subyace en la frustración de los intelectuales opuestos a la influencia de la televisión, que sigue dominando la crítica social de los medios de comunicación de masas.” (Castells, 1997: 93)

 

Sin entrar en la discusión de cómo concebimos nuestras ideas y de cómo articulamos nuestros razonamientos, sí que considero acertado el situar la actividad de la audiencia televisiva en un nivel muy reducido, sea desde el punto de vista cognitivo, como social, sobre todo al observar la frecuencia con la que se suceden los “fenómenos” televisivos (Gran Hermano, Operación Triunfo...) y la lógica de la programación basada en los récords de audiencia con que se validan los contenidos.

 

En este contexto de participación escasa, la aparición de Internet parece abrir un campo mucho más amplio de actividad, e incluso de agencia, dado que los usuarios de este medio intervienen también en la producción de mensajes, y no sólo en su recepción, sea ésta más o menos activa:

 

El éxito de la acogida de la sociedad a internet puede explicarse por su adaptación a procesos que ya estaban en marcha. Por la existencia de una sociedad que desea tomar un papel más activo en los procesos de comunicación. Una sociedad que se ha cansado de ser únicamente receptora. Al menos, se dibuja una sociedad destinada a la búsqueda y la selección.” (Callejo Gallego, Manuel Javier, 1999: 67)

Sin embargo, en este punto me asalta la duda de si realmente existe esa necesidad de participación en los procesos de comunicación para una mayoría de la sociedad o si no estamos más bien ante un grupo de usuarios muy limitado que interactúa con el medio; quizás debamos buscar el origen del consenso sobre las bondades de internet en las necesidades de la economía neoliberal y el control que ésta ejerce sobre el discurso público. De esto podemos hablar más tarde.

 

Interactividad. Hipertextualidad

 

Charo: De acuerdo. Creo que todavía tenemos que concretar un poco más el concepto de interactividad. Cuando nos referimos a audiencia interactiva puede que estemos asociando el término interactividad a un grado mayor de acción por parte de la audiencia, incluso a nuevas oportunidades de participación en los procesos de intercambio informacional; potencialmente la interactividad permite y potencia las comunicaciones bidirediccionales. Sin embargo, la interactividad, en el contexto tecnológico, es la relación entre la persona y el entorno digital definido por el hardware y el software, aunque sigamos pensando que es un modo de establecer relaciones conectados en red. “Muchos parecen creer que la existencia de los artilugios interactivos, desde los cajeros automáticos hasta los ordenadores personales, implica automáticamente un cambio en la relación hombre-máquina. Pero la tecnología interactiva no ofrece nada más que un marco de oportunidades, que siempre está llenado con aplicaciones e ideologías específicas. Éstas podrían no tener mucho que ver con la “interactividad”. (Kerckhove, Derrick de,1999: 45)

 

Sería un error obviar que en las relaciones mediáticas ha aparecido un nuevo “mediador”, el ordenador y la tecnología digital, más poderoso, en cuanto que nos fuerza a una nueva alfabetización.

 

En esta red de microprocesadores que dialogan entre ellos, que es Internet, se comparten unos códigos nuevos, a través de estos nuevos lenguajes se están distribuyendo todos los patrones y modelos simbólicos que conocemos: convergen los lenguajes textuales de imagen y sonoros, convergen modos de comunicación: comunicaciones asincrónicas, sincrónicas, unidireccionales y bidireccionales.

 

¿Quien tiene el control del código? “Las ciencias de la computación y las biologías modernas están construidas por un mismo movimiento, la traducción del mundo a un problema de códigos, una búsqueda de un lenguaje común en el que toda resistencia a un control instrumental desaparece y toda heterogeneidad puede ser desmontada, montada de nuevo, invertida o intercambiada” (Haraway, 1995: 280)

 

Si pensamos en la interactividad desde el punto de vista del usuario, éste da forma y proporciona el contenido, aprovechando el acceso no lineal puede hacer una selección de contenidos, incluso responsabilizarse completamente de ellos como suministrador o productor. Este acceso no lineal es lo que denominamos “hipertexto”, que Nelson definió ya en 1965 como “escritura no secuencial con enlaces controlados por el lector”. Internet es el ejemplo paradigmático, el lenguaje HTML (Lenguaje Marcado en Hipertexto). La hipertextualidad nos permite pensar en la red como en la extensión de los contenidos de nuestra propia mente, y por extensión, los contenidos de las memorias de cualquier persona se convierten en contenidos para el resto de personas, así, potencialmente, la red se convertiría en la memoria mundial. Si al hipertexto le añadimos “hipermedia” (podemos enlazar no solo texto, también, gráficos, sonido, movimiento), la hipertextualidad  se nos proyecta como el futuro de todas las industrias tradicionales de contenido o información; medios de comunicación, entretenimiento, investigación.

 

Asun: Si reducimos la interactividad al hecho de pulsar el ratón o manejar el teclado para pasar de una página web a otra, ciertamente las posibilidades de internet parecen múltiples y la participación del usuario elevada:

 

En virtud de las posibilidades de interacción, hoy podemos decir que son infinitas las formas de uso de internet, permitiendo que el usuario tenga permanentemente la posibilidad de manejar información y comunicarse.” (García Pérez, Rafael y González Hernández, Eva Mª, 1999)

 

Pero tampoco significan mucho más que el denostado zapping televisivo. Las sugerentes imágenes del ciberespacio como galaxia documental por la que el navegante intrépido, mezclando letras, sonidos, imágenes estáticas, películas... elabora sus propios textos, no parece que tenga mucho que ver con el modelo de usuario que reflejan encuestas y estudios: como principal razón del acceso a internet se cita la obtención rápida de información; como queja principal al usarla está la lentitud de las conexiones. (Informe de UCLA, 1991)

Esta rapidez admitida y elogiada del medio no parece la mejor compañera del descubrimiento intelectual y la creación de conocimiento con la que se publicita la red. Cuando hace unos meses realicé un curso sobre creación de páginas web nos contaron que hay que intentar atenerse a la “ley de los tres clics”, es decir, el usuario no debe “interaccionar” más de tres veces hasta encontrar lo que busca, sino abandonará el sitio. Los millones de hipertextos con todos sus tesoros informativos, ¿para qué le servirán? Como señala Ignacio Ramonet, “Informarse cuesta. Es una actitud que supone esfuerzo y movilización.[2]

Pero no es sólo que cueste hay que ser capaz de ello. A pesar de la insistencia en la utilización del calificativo de audiovisual respecto a la cultura y a la sociedad actuales, o el término multimedia para referirse a internet, lo cierto es que en la actualidad la red es fundamentalmente textual, en consonancia con la lógica descrita del uso acelerado. Y para moverse con cierta eficiencia y aprovechamiento por los océanos de información, es imprescindible el dominio de las estrategias de lectura. Desgraciadamente cuando se habla de la alfabetización digital la preocupación reside básicamente en el conocimiento de la herramienta informática y no en el aprendizaje de determinadas técnicas para saber decodificar, contextualizar o relacionar mensajes de la red. El año pasado se publicaron los primeros resultados de proyecto PISA (Programme for International Student Assessment), elaborado por la OCDE, que sorprendieron, alarmaron o reafirmaron a muchos agentes sociales sobre las carencias de los jóvenes respecto a la lectura. (El País: “Los estudiantes españoles llegan a los 15 años con peores niveles de comprensión de textos escritos, cultura matemática y conocimientos científicos que la media de los países más desarrollados del mundo”, 5-12-01).[3]

La “comprensión de lo escrito” queda definida en este proyecto como la capacidad de comprender textos, evaluar información, construir hipótesis y aprovechar conocimientos.

 

El discurso público sobre internet

 

Charo: Cierto, pero las carencias no se detectan solo en el área de la lectura, todas las materias del área de humanidades están en crisis. En España el debate de las humanidades fue el preludio de la batería de reformas educativas puesta en marcha por la administración popular. La denominada alfabetización digital tiene más que ver con el entrenamiento para adquirir habilidades instrumentales, que con procesos de aprendizaje orientados a la observación, el análisis, la asociación y la producción de conocimiento, aunque se hable pomposamente de la sociedad del conocimiento. En el cómo se está desarrollando la implantación de todo en el entorno tecnológico desempeñan un papel básico las políticas públicas. La primera administración Clinton pilló a Europa ensimismada y la forzó a una carrera de competencia en la que los aspectos económicos y la liberalización de mercados, sobre todo en el sector de las telecomunicaciones, han  tenido todo el protagonismo. Los aspectos sociales de esta “revolución“ están supeditados a las necesidades del mercado. En 1996 la Comisión Europea presentó un Libro Verde: Vivir y Trabajar en la Sociedad de la Información: Prioridad para las Personas. El Libro Verde explicita las preocupaciones en dos esferas: el empleo, la democracia y la igualdad.

 

El acceso a las herramientas de la sociedad de la información tiene una importancia fundamental para lograr los objetivos de igualdad y eficacia. Varios factores influyen sobre el acceso: disponibilidad, continuidad, precio, accesibilidad y conocimiento.“

 

La igualdad es un término que nunca está ausente en un documento europeo, por razones obvias.

 

Para poder beneficiarse de las ventajas económicas y sociales del progreso tecnológico, y para mejorar la calidad de vida de la población, la sociedad de la información debe basarse en los principios de: igualdad  de oportunidades. Servicio universal. Accesibilidad.

 

Otra cosa distinta es la aplicación práctica de estos principios. En los últimos años los gobiernos, al menos el español, se han centrado en tres aspectos: a) Políticas liberalizadoras del mercado de las telecomunicaciones y estrategias de posicionamiento y control de plataformas digitales; b) Campañas mediáticas dirigidas a sensibilizar a la población e inversiones en “infraestructuras“ no en “infoestructuras“ (programas como Infovill, auténtico fracaso, ha sido vendido como un gran éxito); c) Legislación: en este momento el borrador de la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y el Correo Electrónico no está despertando ningún interés mediático, tampoco respuestas ciudadanas, tal vez como dice P Lévy:[4]

 

La técnica es una de las dimensiones en las que se juega la autotransformación del mundo humano. Por lo tanto, fuerza es constatar la separación, propiamente alucinante, entre la  naturaleza de los problemas planteados a la colectividad humana por el curso mundial de la evolución técnica y el momento en el que se encuentra el debate "colectivo" sobre este tema, o más bien del estado de esta discusión previamente mediatizada. [ ] La democracia y la filosofía se cristalizaron en épocas cuando las  técnicas de transformación y comunicación se encontraban relativamente estables o parecían evolucionar hacia una dirección previsible. [ ] Hoy nadie cree más en el progreso, y la metamorfosis técnica de lo social nunca ha sido tan evidente. El trasfondo sociotécnico no se proyecta más que bajo la escena que producen los medios masivos de comunicación.”

 

Sin un sistema educativo que estimule mas la búsqueda, utilización y producción de información por parte de los alumnos (los consumidores inteligentes de información del futuro), a través, por ejemplo, de la promoción de las bibliotecas electrónicas en las escuelas, y de la formación de los formadores en información digital, toda inversión en cables puede resultar estéril. Si la sociedad no entiende que la educación es fundamental y que ésta no debe considerarse como un elemento más del  juego de la competencia (cosa en la que parece que algunos la quieren convertir), sino como una institución básica para el progreso de la sociedad, pocas razones tendremos para pensar que en la red la audiencia deje de ser mercancía para viejos y nuevos intermediarios.

 

Asun: Me parece que a veces volcamos en la educación todas las esperanzas para resolver las contradicciones del mundo en que vivimos. Para empezar creo que la escuela ha perdido mucho de su poder como agente de cambio e influencia social y lo está perdiendo cada vez más. En cuanto a los centros de enseñanza superiores reaccionan en gran medida a las leyes del mercado laboral y avanzan decidamente hacia la lógica competitiva de títulos y cifras que insinuabas.

En este sentido, resulta muy significativo observar con atención el estudio de la audiencia de internet que está realizando la Universidad de California. Sin haber llevado a cabo un análisis en profundidad del mismo, considero que se detecta la influencia del mundo empresarial en la formulación de preguntas y selección de temas, pero probablemente esto tenga que ver con la propia publicidad que ellos mismos se hacen y con las multinacionales que los financian:

  

Since the creation of the Center for Communication Policy in September 1993, it has been awarded a multi-million-dollar national research grant, held numerous national and local conferences, conducted three nationwide surveys with one of America's leading news magazines, and established a national identity in the area of communication policy for the Center and UCLA.

In a short period of time, the UCLA Center for Communication Policy has become an internationally regarded policy studies center. The Center is committed to studying, through a variety of prisms, the important communication issues that transform our lives.”

 

El informe parece confirmar suposiciones comunes, o servir más bien para la implantación de un discurso tecnológico conductista que para la exploración de las relaciones entre los usuarios y el medio. Así, por ejemplo, el valor positivo de incluir a los no usuarios para poder comparar motivaciones respecto de la audicencia de internet produce en realidad su estigmatización. En un punto relacionado con la satisfacción vital que contiene aspectos como soledad, pobreza, alienación... se muestra un gráfico en el que se señala una ligera ventaja para los usuarios de internet. Incluir este tipo de elementos en relación al medio produce confusión: ¿qué influencia tiene en ello el medio?, ¿qué influencia el origen social de los encuestados? No olvidemos que los usuarios de internet pertenecen a las clases sociales más altas.

Igualmente reveladora es la cita (como lo es la identidad de su autor) que se encuentra nada más acceder a la página del centro de UCLA: “The center is the premier educational institution setting trends in entertainment” (Bill Clinton)

 

Me temo que cada vez va a resultar más difícil que los sistemas y las instituciones educativas asuman la enseñanza de “los siete saberes necesarios para el futuro” que defiende Edgar Morin e introduzcan “en la educación una noción mundial más poderosa que el desarrollo económico: el desarrollo intelectual, afectivo y moral a escala terrestre”.[5]

 

Para ello sería necesario, como mencionabas, fomentar un debate social entorno a lo que debemos entender por progreso (desarrollo tecnológico=más productividad=progreso social):y ampliar sus fronteras hacia otras asunciones de lo humano y lo social:

 

“...la idolatría científica nos ha llevado a la tremenda crisis espiritual de nuestro tiempo, y ahora, como diría Schopenhauer, el progreso es reaccionario y la reacción es progresista. Y cuando hablo de reacción, por favor, no me pongan del lado de los partidarios de la injusticia social: quiero antes que nada justicia social y libertad, pero no quiero alienación tecnológica.” (Sábato, Ernesto, 1988: 67)

El discurso público europeo, tanto de políticos como de los medios de comunicación, seguirá situando entretanto la expansión de internet como una herramienta para la defensa contra la “colonización económica” norteamericana, que nos lleva en ello mucha delantera, y contabilizando los enganches a la red como pruebas del progreso económico y por tanto, como victorias de la sociedad del conocimiento:

 

El Consejo Europeo de Lisboa estableció para la UE el objetivo de convertirse en la economía basada en el conocimiento más dinámica del mundo en 2010. El plan de acción eEurope 2002 –apoyado por el Consejo Europeo de Feira en junio de 2000- es un elemento fundamental para esta estrategia de transformación de la economía europea.” (Informe de evaluación comparativa de la acción eEurope, Comisión Comunidades Europeas, 2002)

 

Y en esta carrera las infraestructuras juegan un papel destacado que se antepone al uso, excepto que sea el ecommerce, y a la igualdad de oportunidades. No hay que olvidar que por EE.UU pasa la mayoría del tráfico generado desde Europa y con destino a aplicaciones europeas y que las diferencias en los costes de conexión y la rapidez de circulación de la información son todavía enormes entre ambos competidores:

 

El flujo del dinero sigue la estela del flujo de los bits ya que el sobrecoste de las telecomunicaciones va a parar en general a las empresas USA. Los websites corporativos con una proyección global prefieren estar ubicados en Estados Unidos y esto genera un flujo desde nuestro país a EEUU en términos de comunicaciones, dinero y creación de empleo, ya que los puestos de trabajo que genera la explotación, gestión y mantenimiento de estos servicios se crean fuera de nuestras fronteras.

 

Si hablamos de Comercio Electrónico esta situación se puede agravar notablemente ya que si la empresa decide gestionar sus compras globalmente en un solo punto, perderemos todo lo relacionado con la logística y por supuesto, los impuestos derivados de esa actividad se devengarán allá donde la transacción se realiza.” (Pérez Subías, Miguel, 2000)

 

Frente a la nueva colonización económica que nos anuncian con la expansión de internet, podríamos esgrimir la riqueza cultural europea (a la que se asegura contribuirá internet), si no fuera por determinados espectáculos mediáticos como el concurso musical de “Eurovisión” que nos alertan sobre otra dominación quizás ya asumida.[6].

 

 

 

 

 

 

 

 

A modo de síntesis

 

·       La televisión como agente socializador es el dispositivo más eficaz de reproducción de ritos y mitos, pero la actividad de la audiencia televisiva está en un nivel muy reducido, sea desde el punto de vista cognitivo, como social.

 

·       La aparición de Internet parece abrir un campo mucho más amplio de actividad, e incluso de agencia, dado que los usuarios de este medio intervienen también en la producción de mensajes, y no sólo en su recepción, sea ésta más o menos activa.

 

·       La hipertextualidad se nos proyecta como el futuro de todas las industrias tradicionales de contenido o información; medios de comunicación, entretenimiento, investigación. Pero a pesar de la insistencia en la utilización del  término multimedia para referirse a internet, lo cierto es que para moverse con cierta eficiencia y aprovechamiento por los océanos de información, es imprescindible el dominio de las estrategias de lectura. Desgraciadamente cuando se habla de la alfabetización digital la preocupación reside básicamente en el conocimiento de la herramienta informática.

 

·       El discurso público europeo, tanto de políticos como de los medios de comunicación, seguirá situando la expansión de internet como una herramienta para la defensa contra la “colonización económica” norteamericana, a través de políticas liberalizadoras del mercado de las telecomunicaciones y estrategias de posicionamiento y control de plataformas digitales, y  por medio de campañas mediáticas dirigidas a sensibilizar a la población.

 

·       El sistema educativo no es una isla, forma parte de la estructura económico-social. Situar en él la humanización tecnológica y la consecución del desarrollo intelectual, afectivo y moral de las personas a través de las nuevas tecnologías, resulta por tanto un espejismo, si antes no se produce un debate social entorno a lo que debemos entender por progreso y ampliar sus fronteras hacia otras asunciones de lo humano y lo social.

 

 

Síntesis de un diálogo abierto sobre las concepciones de la audiencia de internet y de este medio en nuestra sociedad, originadas por un discurso público dominado por la economía y la técnica.

 

Pretendemos a continuación analizar el flujo informativo que recorre la red y detenernos en algunos filtros que operan controlando su difusión. En segundo lugar, nos centraremos en las posibilidades de comunicación que ofrece esta herramienta y en algunos procesos de vinculación social que se establecen a través de ella. En este apartado nuestro objetivo es explorar la extendida creencia democratizadora del medio que postula la igualdad de oportunidades de los usuarios para acceder a la información y para practicar la libertad de expresión a niveles sin precedentes en las democracias modernas. Asimismo, lo es el reflexionar sobre la potencia que se le atribuye para establecer y fortalecer nuevos lazos en la estructura social.

 

 



[2] Ramonet, Ignacio (1997): “¿Más información, más libertad?”

 

[3] El debate social que generó este estudio fue todavía más intenso en Alemania, donde los resultados en este campo de la lectura eran peores que los españoles.

[4] Lévy, P: “La Técnica no es un ídolo. Siete tesis sobre la tecnodemocracia

 

[5] Comentarios de una conferencia pronunciada con motivo de la publicación de su libro: Los siete saberes para la educación del futuro,  Paidós-Unesco, Barcelona, 1999, recogidos en un artículo publicado en El País, ya no disponible, que se puede consultar en http://www.geocities.com/nonopp_99/filos_educ/Morin_7saberes.htm, consulta realizada: 15-05-02.

[6] De 24 participantes en 2002, sólo uno, la representante de Francia, cantó la canción completamente en otra lengua que no fuera el inglés.