| ANTERIOR | EL CONGRESO DE VIENA | SIGUIENTE | 
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En 1815 los británicos
      tomaron Kandy, en
      Ceilán, e iniciaron una rápida colonización
      de lo que había sido una colonia neerlandesa: crearon
      caminos y vías férreas y organizaron una
      economía basada en las plantaciones. El cultivo del
      té se fue convirtiendo paulatinamente en el recurso
      principal de la isla.
    
El 15 de febrero zarpó
      de Cádiz una expedición de 15.000 hombres bajo el
      mando del teniente general Pablo
        Morillo con el objetivo de someter a Venezuela y Nueva
      Granada.
    
En el Río de la Plata, José Rondeau, pese la
      oposición del director Carlos María de Alvear,
      había iniciado la invasión del Alto Perú. El
      19 de febrero la vanguardia de
      su ejército fue sorprendida y derrotada en El Tejar por el
      ejército realista.
    
El 24 de febrero murió
      en Nueva York el ingeniero Robert Fulton.
    
En su destierro en la isla de Elba, Napoleón estaba al
      corriente de lo que estaba sucediendo en Europa. Sabía que
      en el Congreso de Viena
      todavía recelaban de él y se barajaba la posibilidad
      de exiliarlo a las Azores, o a la isla de Santa Elena, en medio
      del océano Atlántico, e incluso había quien
      proponía ejecutarlo. Su esposa había vuelto a
      Austria y no había esperanzas de que volviera a ver a su
      hijo. Por otra parte, los franceses no estaban nada satisfechos
      con que Francia perdiera todos los territorios que se había
      anexionado desde que estallara la revolución francesa.
      Además, los prisioneros de guerra estaban regresando a
      Francia y con ellos se podría reorganizar la grande armée.
      Éstas y otras consideraciones lo llevaron a planear su
      regreso. El 26 de febrero,
      aprovechando el descuido de la guardia francesa y británica
      que lo custodiaba, embarcó con unos seiscientos hombres y
      el 1 de marzo estaba en
      Francia. Los ejércitos que supuestamente habrían
      tenido que detenerle se unían a él. Sin librar un
      solo combate, se encontró al frente de un considerable
      ejército.
    
Durante la guerra entre Gran Bretaña y los Estados Unidos,
      Argel había expulsado al cónsul estadounidense y
      declaró la guerra a los Estados Unidos aduciendo que no
      habían pagado a su debido tiempo el tributo al que
      Trípoli había renunciado diez años
      atrás, cuando fue derrotada. Acabada la guerra, el 3 de marzo el Congreso de los
      Estados Unidos aprobó el envío de una flota contra
      Argel bajo el mando del comodoro Stephen
        Decatur. 
    
Los triunfos de José Gervasio Artigas en la Banda Oriental
      convencieron a Carlos María de Alvear, el director supremo
      de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de la
      imposibildiad de retener el territorio, así que
      ordenó abandonar Montevideo sometiéndola previamente
      a un drástico saqueo, que tuvo lugar el 4 de marzo. La Banda Oriental
      quedó bajo el dominio de Artigas, que desde el año
      anterior la había organizado como una Liga de los Pueblos Libres,
      de los cuales él era el protector.
      
    
En el Estado de Virginia vivía un hombre llamado George Boxley, que
      había sido propietario de esclavos, pero que recientemente
      se había convertido en abolicionista. Es más,
      había recibido órdenes del Cielo para que se
      dedicara a liberar esclavos. Así lo hizo, y organizó
      una revuelta que debía estallar el 6 de marzo, pero una esclava llamada Lucy advirtió a su amo
      de la conspiración y ésta fue rápidamente
      abortada. Seis esclavos fueron encarcelados o ejecutados, y el
      propio Boxley fue arrestado, pero con la ayuda de su esposa
      logró escapar de la cárcel y, aunque se
      ofreció una recompensa, nunca fue capturado. Huyó a
      Ohio y de ahí a Indiana.
    
El 6 de marzo Olbers
      descubrió un cometa que hoy lleva su nombre.
    
La Santa Inquisición abrió un proceso al pintor
      Francisco de Goya por la obscenidad de su Maja desnuda, aunque
      finalmente fue absuelto por las influencias de alguna de sus
      amistades. Por esta época Goya pintó una serie de
      cuadros que reflejaban algunas escenas crueles y deprimentes de la
      España de su tiempo: Corrida
        de toros, Auto de fe de la Inquisición, Casa de locos,
        Procesión de disciplinantes...
    
Juan Ramírez de Orozco había salido de Arequipa a
      la captura del ejército de los independentistas de Cuzco.
      Tras casi un mes de cautas maniobras por parte de ambos bandos, se
      enfrentaron el 10 de marzo en
      la batalla de Umachiri,
      donde los rebeldes fueron estrepitosamente derrotados.
    
Cuando Napoleón se dirigía a Lyon, un
      ejército realista le interceptó el paso, pero
      Napoleón avanzó solo hacia él, se
      abrió el abrigo y dijo: "Si
        alguno de vosotros va a disparar a su emperador, que lo haga
        ahora", y todo el ejército adversario se
      unió a sus filas. (En París aparecieron pintadas que
      decían "Ya tengo
        suficientes hombres, Luis, no me envíes más.
        Napoleón.") El 13 de
        marzo Napoleón publicó un edicto en Lyon
      por el que disolvía las cámaras legislativas y
      convocaba una convención nacional para elaborar una nueva
      constitución. Ese mismo día llegaron al Congreso de
      Viena las noticias del regreso de Napoleón e inmediatamente
      se formó la séptima
        coalición contra él, que integró a
      prácticamente todas las potencias europeas.
    
El 15 de marzo el mariscal Ney
      se unió a Napoleón.
    
El concreso de Viena había decidido el año anterior
      entregar al príncipe Guillermo de Orange la
      soberanía de los Países Bajos, lo cual
      incluía las antiguas Provincias Unidas y también los
      Países Bajos españoles que luego habían
      pasado a Austria y luego a Francia. El 16
        de marzo, asustado por las noticias sobre
      Napoleón, se proclamó rey de los Países Bajos, con el
      nombre de Guillermo I. 
    
El 18 de marzo Napoleón
      escribió a su esposa la tercera carta desde que
      salió de Elba, en la que dice:
    
Mi querida Luisa, la gente corre en masa ante mí. Regimientos enteros lo dejan todo para unirse a mí. Cuando recibas esta carta estaré en París. Espero abrazarte antes de fin de mes.
El 19 de marzo entraba en
      París, abandonada precipitadamente por el rey Luis XVIII.
    
Los independentistas de Cuzco habían lograro reunir un
      ejército de 800 fusileros y 500 indios, pero lo pusieron
      bajo el mando de José
        Manuel Romano, que los traicionó y se
      rindió a los realistas. Los cabecillas de la revuelta
      huyeron en desbandada, pero pronto fueron capturados. El 25 de marzo Ramírez de Orozco
      dominaba el Cuzco y el 29 de marzo
      fue ejecutado José Angulo con algunos de sus colaboradores.
    
El rey Joaquín I de Nápoles, viendo que el Congreso
      de Viena estaba pensando en arrebatarle su reino, decidió
      jugárselo apoyando a Napoleón, y el 30 de marzo hizo un llamamiento al
      pueblo italiano para que se rebelara contra el dominio
      austríaco. Los italianos no reaccionaron, y los pocos que
      trataron de seguirlo fueron aplastados por los austríacos.
      Pese a ello, Murat avanzó rápidamente desde
      Nápoles al frente de unos 40.000 hombres. El 3 de abril derrotó junto al
      río Panaro (al sur
      de Módena) a un pequeño ejército
      austríaco, que se vio obligado a replegarse tras del Po. 
    
En Indonesia se encuentra la isla de Sumbawa, sobre la que los neerlandeses
      habían establecido un protectorado a principios del siglo
      anterior. En ella se encuentra el monte Tambora, que el 5 de
        abril estalló convertido en volcán y en
      sólo un día generó una nube de ceniza que
      cubrió el Sol durante dos días enteros en un radio
      de 600 km. La erupción se prolongó durante diez
      días, en las que se calcula que arrojó a la
      atmósfera un millón y medio de toneladas de polvo.
      La materia incandescente que lanzó mató a unas
      12.000 personas, a las que hay que sumar unas 49.000 que murieron
      de hambre en la región, porque todas las cosechas quedaron
      arruinadas.
    
Ese mismo día Pablo Morillo desembarcó en Venezuela
      y Francisco Tomás Morales, que se había convertido
      en la máxima autoridad militar de la región, se puso
      bajo su mando. El 7 de abril,
      Morillo y Morales desembarcaron en la isla Margarita, que era el
      último reducto revolucionario venezolano, y que fue
      sometido con poca resistencia, gracias a los ofrecimientos
      conciliadores de Morales.
    
El 8 de abril, mientras
      Joaquín I trataba de cruzar el Po por Occhiobello con una parte de
      su ejército (aunque el grueso de sus efectivos estaban
      ocupados asediando Ferrara) fue rechazado por los
      austríacos. El 9 de abril
      hizo un nuevo intento, pero los austríacos habían
      recibido refuerzos y el resultado fue peor aún. Con muchas
      pérdidas, tuvo que retirarse. El 10 de abril los austríacos expulsaron a los
      napolitanos de Módena tras derrotarlos en Carpi. El 12 de abril Joaquín I fue nuevamente
      derrotado en Casaglia,
      tras lo cual emprendió una huida a marchas forzadas,
      perseguido por un pequeño ejército austríaco
      bajo el mando del conde Adam
        Albert von Neipperg, que era el amante de María
      Luisa de Austria, la esposa de Napoleón.
    
En el Alto Perú, el rioplatense Martín Miguel de
      Güemes derrotó el 17 de
        abril al realista Joaquín de la Pezuela en el Puesto del Marqués. Por
      otro lado, el director supremo Carlos María de Alvear
      estaba preparando un ejército de 5.000 hombres bajo el
      mando de su ministro de guerra, Francisco
        Javier de Viana, para enfrentarse a Artigas en la Banda
      Oriental. Viana había enviado a su vanguardia bajo el mando
      del coronel Ignacio
        Álvarez Thomas, pero éste mantuvo una
      reunión secreta con un enviado de Artigas, tras la cual, el
      18 de abril, se rebeló
      contra Alvear afirmando que no participaría en una guerra
      civil y regresó a Buenos Aires. Allí se
      encontró con un amplio sector que exigía la
      dimisión de Alvear, arrestó a Viana y Alvear se vio
      obligado a huir a Brasil mientras muchos de sus partidarios,
      incluido su tío, Gervasio Antonio de Posadas, fueron
      arrestados. El 20 de abril fue
      elegido como sucesor José Rondeau, cuyo principal
      mérito es que estaba a 2.000 kilómetros de distancia
      y, por consiguiente, no estaba en condiciones de perseguir a sus
      adversarios en la capital. En la práctica, fue
      Álvarez Thomas quien ejerció de director supremo y
      se encargó de deportar a los principales miembros de la Logia Lautaro. Inmediatamente
      entabló negociaciones con Artigas para llegar a un acuerdo
      de paz. Además se acordó convocar un congreso en Tucumán para redactar
      una nueva constitución. Entre los partidarios de Alvear que
      tuvieron que abandonar Buenos Aires se encontraba el chileno
      José Miguel Carrera, que, viéndose sin apoyos para
      reconquistar Chile, marchó a buscarlos en los Estados
      Unidos.
    
El 21 de abril von Neipperg
      derrotó con 3.000 hombres junto al río Ronco a los 8.000 hombres que
      formaban la retaguardia de Joaquín I. El 23 de abril von Neipperg
      derrotó con 600 hombres a la guarnición napolitana
      en Cesenatico, formada
      por 3.000 soldados.
    
Ese mismo día, un Consejo
Nacional
        Servio proclamó una revuelta contra el dominio
      turco. Eligió como dirigente a Milos Obrenovic, que ya había participado
      en la revuelta de Karagjorgje, años atrás.
    
El 26 de abril las tropas
      realistas evacuaron Potosí, llevándose consigo las
      máquinas de la casa de la moneda y el tesoro
      público. Ese mismo día la ciudad fue tomada y
      saqueada por partidas de guerrilleros independentistas. 
    
El 28 de abril von Neipperg
      expulsó a unos 3.000 napolitanos de Pesaro. 
    
Joaquín I había llegado a Ancona, donde le esperaba un
      ejército de 30.000 hombres con el que planeaba enfrentarse
      al ejército principal austríaco en Italia, que
      avanzaba bajo el mando del general Frederick Bianchi. Para evitar que el
      ejército de von Neipperg se uniera al de Bianchi,
      envió un destacamento a cerrarle el paso bajo el mando del
      general Michele Carascosa,
      que el 1 de mayo fue derrotado
      en la batalla de Scapezzano.
      
    
En el Alto Perú, las relaciones entre José Rondeau
      y Martín de Güemes siempre habían sido tensas,
      pues éste pretendía seguir las directrices que le
      había marcado en su día José de San
      Martín cuando lo envió al norte. Finalmente se
      produjo una ruptura y Güemes abandonó el
      ejército del Norte juntamente con sus hombres. Rondeau puso
      al frente de su vanguardia a Francisco
        Fernández de la Cruz, que entró en
      Potosí. Pocos días después llegó
      Rondeau, que decretó la confiscación de todos los
      bienes de los soldados que luchaban en el bando realista.
    
El 2 de mayo Joaquín I
      se enfrentó a Bianchi en Tolentino,
      donde, tras dos días de combate, sufrió una rotunda
      derrota. El rey no tuvo más opción que emprender la
      retirada hacia Nápoles. Bianchi marchó al frente de
      un destacamento en su persecución y le dio alcance el 13 de mayo junto a Castel di Sangro, donde obtuvo
      una nueva victoria. Finalmente, Joaquín I llegó a San Germano, donde se
      reunió con el ejército que había dejado en
      reserva para defender Nápoles.
    
A pesar de sus éxitos militares, Simón
      Bolívar no halló ningún respaldo
      político en Nueva Granada, así que decidió
      embarcar hacia Jamaica, entonces colonia británica.
      Llegó a Kingston el 14 de mayo,
      y allí empezó a buscar el apoyo británico
      hacia la causa de la independencia de Sudamérica.
    
El 15 de mayo llegaron los
      austríacos a San Germano y entablaron una batalla que se
      prolongó hasta el 17 de mayo.
      El 19 de mayo Joaquín I
      huyó a Córcega y Michele Carascosa, que quedó
      al mando del ejército, firmó el 20 de mayo el tratado de Calazanza, que
      restablecía al rey Fernando I de Sicilia como rey de
      Nápoles. Sólo tres ciudades, Ancona, Pescara y
      Gaeta, se resistieron a aceptar la rendición y fueron
      puestas bajo asedio.
    
Ese mismo día zarpó de Nueva York la escuadra
      estadounidense enviada contra Argel.
    
Mientras tanto el Congreso de Viena reconocía la Neutralidad perpetua de Suiza
      en los conflictos europeos.
    
El 1 de junio fue aprobada la
      constitución francesa propuesta por Napoleón (aunque
      con una inmensa abstención). No hacía más
      concesiones a las libertades de los ciudadanos que las que ya
      había hecho el rey Luis XVIII.
    
El emperador Francisco I de Austria había rechazado el
      año anterior recuperar su título de emperador del Sacro Imperio Romano
        Germánico, así que éste se dio por
      definitivamente extinguido. En su lugar aceptó presidir una
      Confederación Alemana,
      cuya acta de constitución fue aprobada el 6 de junio. La confederación
      integraba al Imperio Austríaco, a los reinos de Baviera,
      Hanover, Prusia, Sajonia y Würtemberg, doce principados, seis
      grandes ducados, doce ducados y las ciudades independientes de
      Bremen, Francfurt, Hamburgo y Lübeck.
    
El 9 de junio se clausuraba el
      Congreso de Viena. Sus disposiciones principales eran las
      siguientes:
    
En la delegación de Hesse en el Congreso de Viena figuraba
      Jacob Grimm, quien, ese mismo año, en colaboración
      con su hermano Wilhelm, publicó el segundo tomo de sus Cuentos de la infancia y del hogar.
      Jacob publicó también un tratado sobre
      mitología y una edición crítica de antiguos
      romances españoles.
    
El 15 de junio Napoleón
      cruzó la frontera de los Países Bajos al frente de
      un ejército de 128.000 hombres. Trazó el plan de
      enviar al mariscal Ney a enfrentarse con los británicos
      mientras él mismo se enfrentaba a los prusianos, impidiendo
      que ambos se unieran. Así lo hizo. El 16 de junio Ney se enfrentó en Quatre Bras al rey Guillermo I
      (Wellington llegó con retraso), mientras Napoleón se
      enfrentaba en Ligny al
      ejército prusiano del general Blücher. Aunque
      Blücher logró con gran dificultad ser completamente
      rodeado por los franceses, al caer la noche tuvo que retirarse con
      grandes pérdidas. Napoleón envió tras
      él un destacamento bajo el mando del general Emmanuel de Grouchy. El
      enfrentamiento en Quatre Bras resultó indeciso, aunque los
      aliados tuvieron que retirarse hacia Waterloo. Llegaron el 17
        de junio perseguidos por Napoleón, que
      había unido sus tropas a las de Ney.
    
Mientras tanto, la flota estadounidense de Stephen Decatur, poco
      después de haber cruzado el estrecho de Gibrarltar,
      capturó una fragata argelina tras un combate en el que los
      argelinos tuvieron treinta muertos y más de cuatrocientos
      heridos, mientras que los estadounidenses apenas sufrieron bajas.
    
Ese mismo día concluyó una entrevista, iniciada el
      día anterior en una goleta anclada en el río
      Uruguay, entre un representante de José Gervario Artigas y
      otro de Ignacio Álvarez Thomas. Éste ofreció
      a Artigas la independencia de la Banda Oriental respecto de las
      Provincias Unidas del Río de la Plata, pero la oferta fue
      rechazada, pues lo que Artigas pretendía era que la Banda
      Oriental permaneciera integrada en las Provincias Unidas en un
      régimen federalista, cosa que Buenos Aires no podía
      aceptar porque obligaría a conceder un régimen
      similar al resto de las provincias. Buenos Aires no volvió
      a invadir la Banda Oriental, pero los ejércitos de ambas
      partes continuaron luchando por el control de las regiones
      fronterizas.
    
Grouchy actuó con torpeza en la persecución de los
      prusianos. Blücher tuvo tiempo de reorganizarse y de correr a
      reunirse con Wellington dejando su retaguardia en Wavre para retener a los
      franceses. Así, el 18 de junio
      tuvo lugar otro doble enfrentamiento: Napoleón se
      enfrentaba en Waterloo al grueso del ejército aliado
      mientras Grouchy luchaba con la retaguarda prusiana en Wavre. Tras
      todo un día de combates, Napoleón tuvo que retirarse
      dejando en el campo de batalla unos 31.000 cadáveres, a los
      que había que sumar más de 15.000 heridos. Aunque la
      batalla de Waterloo se asocia siempre al duque de Wellington, cabe
      señalar que el británico actuó en todo
      momento con la actitud defensiva que siempre le había
      caracterizado, y que el triunfo aliado debía más a
      la resolución del general prusiano von Blücher, que a
      sus 72 años no vaciló en atacar a pesar de que la
      indecisión de Wellington puso en peligro en más de
      una ocasión a los prusianos y al éxito de la
      batalla. Mientras tanto, la batalla de Wavre se prolongó
      hasta el 19 de junio y Grouchy
      obtuvo la victoria, si bien ésta fue inútil tras el
      desastre de Waterloo.
    
El estadounidense Decatur capturó otro buque argelino sin
      sufrir ninguna baja, mientras que su enemigo acabó con
      más de veinte muertos y algunos heridos.
    
Mehmet Alí había recibido noticias del regreso de
      Napoleón y receló de que tratara de invadir Egipto
      por segunda vez, así que dejó en manos de su hijo Tusun la guerra contra los
      wahabíes y llegó a El Cairo el mismo día de
      la batalla de Waterloo. 
    
Napoleón regresó a París y consideró
      la posibilidad de instaurar una dictadura, pero finalmente
      abdicó en su hijo y trató de huir a los Estados
      Unidos. El 28 de junio el rey
      Luis XVIII regresaba a París, con lo que terminó el
      periodo de la historia francesa conocido como Los Cien Días,
      iniciado con la entrada de Napoleón en París.
      Durante los años siguientes, Francia permanecería
      ocupada por los ejércitos aliados. Cada semana, los
      ministros del rey debían rendir cuentas a los embajadores
      aliados, que se reunían en la casa de Wellington en
      París. Las instituciones y leyes napoleónicas
      permanecieron en vigor, salvo que se ilegalizó el divorcio,
      que "deshonraba al
        código civil". 
    
 El 29 de junio José Gervasio
      Artigas presidió en Concepción
        del Uruguay el Congreso
        de Oriente, que proclamó la Liga de los Pueblos Libres,
      una federación entre la Banda Oriental y otras cinco
      provincias limítrofes de las Provincias Unidas del
      Río de la Plata, bajo el control de Artigas. Se
      proclamó la independencia de España y se
      adoptó una bandera igual a la de las Provincias Unidas
      (azul-blanca-azul), pero atravesada en diagonal por una franja
      roja que simbolizaba el federalismo. Se acordó enviar una
      delegación a Buenos Aires, que llegó el 11 de julio, pero no fue recibida
      por el director Álvarez Thomas. Se ofreció una vez
      más a los delegados la independencia de la Banda Oriental,
      pero éstos insistieron en que la Banda Oriental
      pretendía integrarse federalmente en las Provincias Unidas.
El 29 de junio José Gervasio
      Artigas presidió en Concepción
        del Uruguay el Congreso
        de Oriente, que proclamó la Liga de los Pueblos Libres,
      una federación entre la Banda Oriental y otras cinco
      provincias limítrofes de las Provincias Unidas del
      Río de la Plata, bajo el control de Artigas. Se
      proclamó la independencia de España y se
      adoptó una bandera igual a la de las Provincias Unidas
      (azul-blanca-azul), pero atravesada en diagonal por una franja
      roja que simbolizaba el federalismo. Se acordó enviar una
      delegación a Buenos Aires, que llegó el 11 de julio, pero no fue recibida
      por el director Álvarez Thomas. Se ofreció una vez
      más a los delegados la independencia de la Banda Oriental,
      pero éstos insistieron en que la Banda Oriental
      pretendía integrarse federalmente en las Provincias Unidas.
    
Viéndose perseguido y sin escapatoria, el 15 de julio Napoleón
      pidió asilo político al capitán Frederick Maitland, del barco
      británico Bellerophon.
      Su estrategia era acogerse a la jurisdicción
      británica, que le garantizaría el derecho de habeas corpus, es decir a no
      ser encarcelado sin un juicio, pero no funcionó. Los
      británicos no consintieron que pusiera el pie en Gran
      Bretaña. José Bonaparte emigró a los Estados
      Unidos, Lucien fue acogido en Roma por el Papa Pío VII,
      Jerónimo marchó a Suiza, mientras que Luis
      permaneció en Francia.
    
El 30 de junio, dos
      días después de presentarse con su flota ante Argel,
      Decatur logró que sus autoridades aceptaran un nuevo
      tratado de paz con los Estados Unidos. Luego marchó a
      Trípoli y Túnez, donde no halló ningún
      obstáculo para cobrar una indemnización por los
      daños ocasionados por los piratas el año anterior.
      Después regresó a los Estados Unidos, donde fue
      aclamado como "el conquistador
        de los piratas berberiscos". 
    
El 8 de agosto, con la toma de
      Gaeta, el rey Fernando I de las Dos Sicilias recuperó el
      control de todo su reino.
    
El pintor Jacques-Luis David había secundado a
      Napoleón durante los Cien
        días, y tras Waterloo había decidido huir a
      Suiza, pero ahora regresaba a Francia confiando en no tener muchos
      problemas con las autoridades.
    
La Academia Francesa
      recuperó su nombre tras un periodo en el que había
      sido reducida a una sección del Instituto de Francia. 
    
Desde Venezuela, Morillo y Morales habían pasado a Nueva
      Granada. Después de entrar en Santa Marta, prepararon el
      asedio de Cartagena de Indias, que había sido aislada por
      tierra el mes anterior y desde el 26
        de agosto fue bloqueada también por mar.
    
Simón Bolívar, en respuesta a una carta de un
      estadounidense, escribió la llamada carta
de
        Jamaica, datada el 6 de
        septiembre, en la que analiza la situación
      política de Sudamérica, su historia y sus
      perspectivas de futuro.
    
El zar Alejandro I de Rusia estaba atravesando un periodo de
      misticismo que lo llevó a convencerse de que este pasaje
      bíblico:
    
"Del norte levanté a uno, y vendrá; del nacimiento del sol invocará mi nombre; y pisoteará príncipes como lodo, y como pisa el barro el alfarero." (Is XLI 25)
hacía referencia a él mismo y a su victoria sobre
      Napoleón. Y dispuesto a asumir tan alto destino,
      promovió la creación de una Santa Alianza, cuyo texto fue
      redactado por él mismo y el 26
        de septiembre lo firmó junto con el emperador
      Francisco I de Austria y el rey Federico Guillermo III de Prusia.
      Su objetivo era asegurar que la política europea fuera en
      todo momento acorde a los principios de la religión, y no
      deja de ser irónico que los tres firmantes profesaran tres
      religiones diferentes. 
    
En La Coruña se produjo un nuevo intento de
      rebelión contra el absolutismo del rey Fernando VII de
      España. Lo dirigió Juan
        Díaz Porlier, uno de los guerrilleros que
      habían luchado contra los franceses en nombre del que ahora
      se convertía en su verdugo, pues Porlier fue ejecutado el 3 de octubre. 
    
El rey Joaquín I de Nápoles trató de
      recuperar su reino, para lo cual salió de Córcega y
      el 8 de octubre
      desembarcó en Calabria. Esperaba contar con el apoyo
      popular, pero fue todo lo contrario. Los calabreses no le
      perdonaban todas las medidas que había tomado para acabar
      con el bandidaje durante su reinado. Fue capturado y ejecutado el
      13 de octubre. 
    
El 17 de octubre
      Napoleón fue conducido a la isla de Santa Elena.
      Inicialmente convivió con un colono británico
      llamado William Balcombe
      y su familia.
    
El 20 de octubre
      Joaquín de la Pezuela derrotó al ejército del
      Norte rioplatense en Venta y
        Media. 
    
Un ingeniero de veintisiete años llamado Augustin Jean Fresnel,
      aprovechó que sus convicciones realistas lo habían
      llevado a perder su trabajo durante los Cien días para dedicar más tiempo
      a sus investigaciones sobre la difracción de la luz.
      Éstas le llevaron a postular que la luz es una clase de
      onda, cuando la comunidad científica se inclinaba por la
      teoría corpuscular de Newton. Fresnel desconocía los
      trabajos previos de Huygens y Young sobre la teoría
      ondulatoria, y ahora que ya había recuperado su puesto de
      trabajo, publicó sus conclusiones. Éstas
      contenían una teoría matemática capaz de
      predecir correctamente las interferencias producidas por la
      difracción de la luz cuando ésta se encuentra con un
      obstáculo o una rendija y la aplicó para obtener
      resultados teóricos sobre las interferencias de una fuente
      de luz reflejada en dos espejos.
    
Ampère publicó por las mismas fechas algunos
      resultados sobre la refracción de la luz.
    
Percy Bisshe Shelley malvivía con su esposa en las afueras
      de Londres, tratando de rehuir a los acreedores. Ésta se
      hacía llamar Mary
        Shelley, aunque no estaban casados. Por esta época
      Percy escribió Alastor o
        el espíritu de la soledad, que en su momento no
      causó un gran impacto, pero hoy se considera una de sus
      obras mayores.
    
Ese año se publicó en Gran Bretaña una
      novela titulada Guy Mannering,
      firmada por "El autor de
        Waverley". Era un secreto a voces se trataba de Walter
      Scott, hasta el punto de que el príncipe de Gales lo
      invitó a cenar porque quería conocer al "autor de
      Waverley", pero oficialmente Scott no reconoció su
      autoría.
    
El 5 de noviembre, el
      insurgente mexicano José María Morelos fue derrotado
      y hecho prisionero en la batalla de Tezmalaca. 
    
Tras derrotar a sus enemigos en la batalla de Te Feipi,
      el rey Pomare II  pudo regresar a Tahití y fue
      reconocido como rey de esta isla y sus vecinas.
    
Beethoven atravesaba una mala racha. Su economía se
      resentía, pues ya no contaba con el apoyo de ningún
      mecenas, y gastó una gran cantidad de dinero para procurar
      atención médica a su hermano Carl, que acabó
      muriendo el 15 de noviembre, y
      entonces se vio envuelto en un complejo pleito con su
      cuñada por la custodia de su sobrino Karl, que tenía
      entonces nueve años.
    
El príncipe von Metternich, que se estaba convirtiendo en
      el principal director de la política austríaca,
      consideraba que la Santa Alianza era, según sus propias
      palabras, un "rien sonore"
      (una nada retumbante), pero la idea de que la política
      europea fuera dirigida por una alianza entre las potencias
      principales le pareció buena. Como los británicos
      nunca se adherirían a lo que su ministro de asuntos
      exteriores, a la sazón Robert
        Stewart, el vizconde de Castlereagh,
      había calificado de "documento
de
        misticismo y tontería sublimes", se las
      arregló para que el 20 de
        noviembre Austria, Gran Bretaña, Prusia y Rusia
      firmaran una Cuádruple
        alianza, más prosaica, que regulara la
      política europea a través de reuniones
      diplomáticas periódicas y garantizara la ayuda mutua
      de las potencias para sofocar cualquier brote revolucionario o
      liberal que surgiera en el seno de cualquiera de ellas.
    
Ese mismo día fue fusilado el mariscal Ney, tras haber
      sido declarado culpable de traición (por su apoyo a
      Napoleón) por un consejo de guerra. Se le concedió
      el derecho de dar la orden de disparar y la dió con estas
      palabras:
    
¡Soldados, rechazo ante Dios y ante la Patria el juicio que me condena! He luchado cien veces por Francia y nunca contra ella. Apelo a los hombres, ante Dios, ante la posteridad. Apuntad directo al corazón. ¡Viva Francia!
Los británicos habían desarrollado una exitosa
      campaña contra los nepalíes, que entablaron
      negociaciones para llegar a un acuerdo de paz, pero el 25 de noviembre se negaron a
      ratificarlo, por lo que el gobernador Hastings se dispuso a
      invadir Nepal con un ejército de 20.000 hombres bajo el
      mando del general Sir David
        Ochterlony, que había destacado durante la
      campaña precedente.
    
El 29 de noviembre tuvo lugar
      en los macizos de Viluma
      el enfrentamiento decisivo entre el ejército del Norte
      rioplatense, dirigido por José Rondeau, y el
      ejército realista dirigido por Joaquín de la
      Pezuela. Éste contaba con más de 4.000 hombres, que
      se enfrentaron a algo más de 3.000 rioplatenses, de los
      cuales más de un millar acabaron muertos o heridos,
      mientras que los realistas contaron muy pocas bajas.
      Además, los rioplatenses perdieron toda su
      artillería. Rondeu tuvo que retirarse perseguido por Pedro Antonio Olañeta.
      Poco después el rey Fernando VII nombraría
      marqués de Viluma a Joaquín de la Pezuela.
    
El virrey del Perú, José Fernando de Abascal,
      había publicado un artículo en un periódico
      de Lima en el que se atribuía los méritos del
      sometimiento de los independentistas chilenos. Cuando el
      gobernador de Chile, Mariano Osorio, tuvo noticia de esto,
      envió una respuesta al mismo periódico desmintiendo
      a su superior y atribuyéndose los méritos. Como
      consecuencia Abascal destituyó a Osorio y nombró en
      su lugar a Casimiro Marcó
        del Pont. 
    
El 6 de diciembre los
      españoles tomaron Cartagena de Indias. Se calcula que
      más de seis mil personas murieron durante el asedio, y este
      número aumentó sensiblemente con la entrada de los
      españoles.
    
El 10 de diciembre
      Napoleón fue trasladado a Longwood House, que se convertiría en su
      residencia definitiva en Santa Elena.
    
La situación de Bolívar en Jamaica era precaria.
      Llegó a sufrir un intento de asesinato, del que se
      libró porque no pudo acudir a la pensión en la que
      se alojaba por falta de pago. Sin obtener ningún apoyo
      explícito por parte del gobierno británico, el 15 de diciembre dejó la isla
      con destino a Haití.
    
"La autora de Orgullo y Prejuicio" publicó su nueva
      novela, Emma. La obra no gustó mucho a los
      admiradores de Jane Austen, que dijeron cosas como "no hay
        historia alguna en esta novela", o "hay poco que
        recordar" o "es demasiado natural para ser interesante",
      pero en cambio recibió unas críticas muy positivas
      de Walter Scott.
    
El 22 de diciembre, tras haber
      sido juzgado como hereje por la Santa Inquisición,
      José María Morelos (que era sacerdote) fue
      ejecutado. El virrey Félix Calleja desencadenó una
      drástica represión, con medidas como la
      ejecución de uno de cada diez (o, a veces, de cada cinco)
      varones de cada pueblo que había apoyado a la insurgencia.
    
La restauración de la Compañía de
      Jesús había dado nuevas alas a los jesuitas que,
      hasta entonces, habían pasado más o menos
      desapercibidos en su exilio ruso. Por ello, el 20 de diciembre, el zar Alejandro I
      publicó un edicto de expulsión.
    
El 24 de diciembre
      llegó Bolívar a Haití, dispuesto a presentar
      al presidente Petion un plan de reconquista de Venezuela. 
    
El 25 de diciembre se
      estrenó en Viena la obertura Para la Onomástica, de Beethoven, una
      obra que debía haber acabado el año anterior para
      una celebración en Francia en honor del rey Francisco I,
      pero que, al no haberla podido terminar a tiempo, la había
      dejado relegada hasta ahora.
    
Este fue uno de los años más prolíficos de
      Franz Schubert, que, a sus dieciocho años, llegó a
      componer en total unos 20.000 compases. Entre sus obras más
      destacadas estaban su segunda
        sinfonía, iniciada el año anterior, y su tercera sinfonía. 
    
Weber estrenó su concierto para trompa y orquesta en mi menor. Rossini sólo estrenó dos óperas: Elisabetta, regina d'Inghilterra, estrenada en Nápoles, y Torvaldo e Dorliska, estrenada en Roma el 26 de diciembre.
Luigi Cherubini había viajado a Londres para dirigir el estreno de tres obras que le había encargado la Real Sociedad Filarmónica de Londres: una sinfonía, una obertura y una composición para coro y orquesta.
El 2 de enero de 1816
      Simón Bolívar se entrevistó con Alexandre
      Petion, el presidente de Haití, quien se comprometió
      a facilitarle recursos para organizar una expedición a
      Venezuela. Los refugiados venezolanos y neogranadinos lo
      reconocieron como general en jefe. Ese año Petion se
      proclamó presidente vitalicio, y elaboró una nueva
      Constitución. Similarmente, Gaspar Rodríguez de
      Francia, el dictador supremo de la república del Paraguay,
      cuya dictadura acababa —en principio— dentro de tres años,
      reunió un Congreso que lo nombró dictador perpetuo
      para después autodisolverse. Rodríguez de Francia
      controló el país exaustivamente: nadie podía
      entrar ni salir sin su autorización, controlaba la Iglesia
      y suprimió las instituciones culturales, excepto la
      enseñanza primaria, que hizo obligatoria. Por otra parte,
      impuso una férrea honestidad administrativa, condenando el
      robo con la muerte. Llevó al país hacia la
      autarquía. El comercio estaba prohibido excepto en dos
      puertos, para importar lo más esencial, y el comercio con
      el exterior tenía que hacerse mediante trueque, sin dinero.
    
En el Alto Perú, José Rondeau había recibido
      dos mil hombres de refuerzo con los que pudo organizar una
      resistencia en Jujuy frente al ejército realista que lo
      perseguía.
    
El 21 de enero se
      conmemoró en Londres la ejecución del rey Luis XVI
      de Francia con un Requiem
      de Cherubini. Entre los "regicidas" que habían votado su
      ejecución se encontraba el pintor Jacques Louis David, que
      ahora fue expulsado de Francia por tal motivo, como consecuencia
      de una nueva ley del 12 de enero
      que excluía de toda amnistía a los regicidas que
      habían firmado la última constitución
      napoleónica. David solicitó asilo político al
      Papa, pero le fue denegado, y el 27 de
        enero fue aceptado en los Países Bajos. Se
      instaló en Bruselas. 
    
El 30 de enero el Papa
      Pío VII promulgó su encíclica Etsi longissimo terrarum,
      dirigida al clero americano, en el que recordaba cuán
      pecaminoso era oponerse a la legítima soberanía del
      devoto rey Fernando VII:
    
Aunque inmensos espacios de tierras y de mares nos separan, bien conocida Nos es vuestra piedad y vuestro celo en la práctica y predicación de la Santísima Religión que profesamos. Y como sea uno de sus hermosos y principales preceptos el que prescribe la sumisión a las Autoridades superiores, no dudamos que en las conmociones de esos países, que tan amargas han sido para Nuestro Corazón, no habréis cesado de inspirar a vuestra grey el justo y firme odio con que debe mirarlas. Sin embargo, por cuanto hacemos en este mundo las veces del que es Dios de paz, y que al nacer para redimir al género humano de la tiranía de los demonios quiso anunciarla a los hombres por medio de sus ángeles, hemos creído propio de las Apostólicas funciones que, aunque sin merecerlo, Nos competen, el excitaros más con esta carta a no perdonar esfuerzo para desarraigar y destruir completamente la funesta cizaña de alborotos y sediciones que el hombre enemigo sembró en esos países. Fácilmente lograréis tan santo objeto si cada uno de vosotros demuestra a sus ovejas con todo el celo que pueda los terribles y gravísimos prejuicios de la rebelión, si presenta las ilustres y singulares virtudes de Nuestro carísimo Hijo en Jesucristo, Fernando, Vuestro Rey Católico, para quien nada hay más precioso que la Religión y la felicidad de sus súbditos; y finalmente, si se les pone a la vista los sublimes e inmortales ejemplos que han dado a la Europa los españoles que despreciaron vidas y bienes para demostrar su invencible adhesión a la fe y su lealtad hacia el Soberano. Procurad, pues, Venerables Hermanos o Hijos queridos, corresponder gustosos a Nuestras paternales exhortaciones y deseos, recomendando con el mayor ahinco la fidelidad y obediencia debidas a vuestro Monarca; haced el mayor servicio a los pueblos que están a vuestro cuidado; acrecentad el afecto que vuestro Soberano y Nos os profesamos; y vuestros afanes y trabajos lograrán por último en el cielo la recompensa prometida por aquél que llama bienaventurados e hijos de Dios a los pacíficos. Entre tanto, Venerables Hermanos e Hijos queridos, asegurándoos el éxito más completo en tan ilustre fructuoso empeño, os damos con el mayor amor Nuestra Apostólica Bendición.
Rondeau esperaba nuevos refuerzos que se acercaban bajo el mando
      de Gregorio Aráoz de
        Lamadrid, pero el 31 de enero
      fue derrotado por los realistas en Culpina. 
    
En febrero Pablo Morillo hizo
      fusilar en Cartagena de Indias a nueve revolucionarios, en lo que
      fue el inicio de un régimen de terror contra la
      insurgencia. Desde allí envió cuatro columnas en
      direcciones distintas para ocupar Nueva Granada.
    
La guerra entre Gran Bretaña y los Estados Unidos, junto
      con algunos reveses comerciales, había paralizado el
      proyecto de John Cuffee de repatriar negros a Sierra Leona, pero
      finalmente estuvo en condiciones de retomarlo y el 3 de febrero llegó a Freetown
      con treinta y ocho colonos negros. Más tarde regresó
      a Nueva York donde, a pesar de que no recibió ninguna ayuda
      estatal, empezó a planear un envío masivo y
      sistemático de transporte de emigrantes. Muchos negros
      mostraron interés por el proyecto.
    
El 12 de febrero Pedro Antonio
      Olañeta derrotó a Aráoz en el río San Juan, cuando éste
      se retiraba a la ciudad de Tarija.
      El 13 de febrero Olañeta
      entró en esta ciudad. Poco después José
      Rondeau recibió orden de retirarse a Tucumán con su
      maltrecho Ejército del Norte.
    
Beethoven logró arrebatarle a su cuñada la custodia
      de su sobrino y lo ingresó en un colegio colegio privado,
      mientras los pleitos continuaban. Ese año su
      producción musical fue escasa: compuso poco más que
      su sonata para piano
        número 28. 
    
Schubert compuso su cuarta
      y su quinta sinfonía,
      si bien permanecieron inéditas, como la mayor parte de su
      obra.
    
Weber dejó su puesto de director de la Ópera de
      Praga para trasladarse a Berín.
    
El 20 de febrero Rossini
      alcanzó uno de sus mayores éxitos al estrenar en
      Roma Il barbiere di Siviglia.
      Rossini afirmó haberla compuesto en trece días. En
      realidad el estreno fue muy conflictivo, pero las representaciones
      siguientes causaron furor. Unos meses más tarde
      presentó en Nápoles La gazzetta y Otello.
      
    
Ese año, la rebelión militar contra el rey Fernando
      VII de España la encabezó el general Vicente Richard el 21 de febrero, que intentó
      secuestrar al rey para obligarlo a jurar la constitución de
      Cádiz, pero fracasó al igual que los intentos
      precedentes.
    
El 28 de febrero los
      británicos infligieron una severa derrota a los
      nepalíes en la batalla de Makwanpur,
      y el 4 de marzo se firmó
      el tratado de Sugauli que
      ponía fin a la guerra. Nepal perdió la tercera parte
      de su territorio, aunque poco después le fue devuelta una
      parte de los territorios cedidos.
    
El 20 de marzo murió en
      Río de Janeiro la reina María I de Portugal. Su
      hijo, que ya ejercía de regente desde finales del siglo
      anterior por la demencia de su madre, fue coronado como el rey Juan VI del Reino Unido de Portugal, Brasil y
        Algarve, pues el Congreso de Viena había
      reconocido a Brasil como un nuveo reino bajo la soberanía
      de María I. El nuevo monarca decidió permanecer en
      Brasil a pesar de que la metrópoli ya no estaba amenazada
      por Napoleón. Ese año casó a su hija Isabel con el rey Fernando VII
      de España (que era su tío, hermano de su madre,
      Carlota Joaquina de Borbón). 
    
El 24 de marzo inició
      sus sesiones el Congreso de
        Tucumán, en las Provincias Unidas del Río
      de la Plata, integrado por dieciocho abogados, nueve sacerdotes,
      dos frailes y cuatro militares. No enviaron representantes ni
      Paraguay, que ya había declarado su independencia respecto
      de las Provincias Unidas, ni las provincias de la Liga de los Pueblos Libres,
      constituida alrededor de la Banda Oriental, ni algunas provincias
      del Alto Perú, en poder de los realistas. Pocos días
      antes, José de San Martín instaba en una carta a
      declarar de una vez la independencia:
    
¡Hasta cuándo esperamos declarar nuestra independencia! ¿No le parece una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón, y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos. ¿Qué nos falta más que decirlo? Por otra parte, ¿qué relaciones podremos emprender cuando estamos a pupilo? Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos... Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas. Veamos claro, mi amigo; si no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo éste la soberanía, es una usurpación al que se cree verdadero, es decir, a Fernandito.
El 31 de marzo Simón
      Bolívar salió de Haití rumbo a Venezuela.
    
La guerra entre Gran Bretaña y los Estados Unidos había potenciado un fuerte nacionalismo estadounidense. Los héroes de la guerra fueron ensalzados, como Andrew Jackson, o Stephen Decatur, el "conquistador de los berberiscos", que en una fiesta celebrada en Norfolk rspondió a un brindis en su honor con unas palabras que se hicieron famosas:
¡Por nuestro país! Que en sus relaciones con las naciones extranjeras tenga siempre la razón, pero, con razón o sin ella, ¡por nuestro país!
En este fervor nacionalista, el partido federalista que se
      había opuesto a la guerra y cuyas acciones habían
      rozado la traición, se sumió en el más
      profundo desprestigio y, ya durante el último año de
      la guerra, muchos de sus seguidores empezaron a pasarse al partido
      republicano demócrata. Este movimiento trasvasó
      también a este partido algunos aspectos de la
      ideología federalista, en especial uno que encajaba
      perfectamente con el nacionalismo dominante: la idea de un estado
      federal fuerte. En teoría, esta idea era el núcleo
      de la ideología federalista, pero ahora era adoptada por
      los republicanos demócratas con el nombre de unionismo. El ala unionista
      dentro del partido republicano demócrata indujo al
      presidente Madison a plantearse la reconstrucción del Banco de los Estados Unidos,
      que los demócratas republicanos habían dejado
      extinguirse cinco años atrás, cuando expiró
      el plazo asignado en el momento de su constitución. Los
      principales impulsores del proyecto fueron John Caldwel Calhoun y Henry Clay, que no
      desaprovecharon ocasión para poner en evidencia el
      perjuicio que había supuesto para el país carecer de
      un banco federal durante la guerra. Finalmente, el Congreso
      aprobó el proyecto el 10 de
        abril, que estableció la creación del Segundo Banco de los Estados Unidos
      por un periodo de veinte años.
    
Ese mismo día se recibió una Real Orden por la que el virrey del Perú, José María de Abascal, era relevado de su cargo a petición propia y era reemplazado por Joaquín de la Pezuela. Abascal regresó a España.
El 14 de abril llegó a
      Santa Helena sir Hudson Lowe,
      a quien se había encomendado la seguridad de Bonaparte y
      que se tomó tantas precauciones e impuso medidas tan
      férreas que se ganó la enemistad, no ya de
      Napoleón, sino de su propio séquito.
    
Ignacio Álvarez Thomas, el director interino de las
      Provincias Unidas del Río de la Plata, envió una
      expedición al frente de Eustoquio
Díaz
        Vélez con el fin de retener la ciudad de Santa Fe,
      que pretendía adherirse a la Liga de los Pueblos Libres de
      José Gervasio Artigas. Sin embargo, Dïaz Vélez
      buscó el consenso con Artigas para tratar de persuadirlo de
      que enviara diputados al Congreso
        de Tucumán. Parte del acuerdo consistió en
      que el 16 de abril Díaz
      Vélez forzó a dimitir a Álvarez Thomas, que
      fue sucedido, siempre a título interino, por Antonio
      González Balcarce.
    
El 27 de abril el Congreso de
      los Estados Unidos aprobó otra medida unionista,
      también impulsada por Calhoun y Clay, que en otros tiempos
      se habría considerado propia del partido federalista, y fue
      la imposición de un arancel sobre las importaciones de
      productos manufacturados, como el cuero, los textiles, sombreros,
      papel, etc. Su finalidad era potenciar el consumo de productos
      nacionales aunque, en principio, fueran de menor calidad que los
      de importación. Sin embargo, el presidente Madison era un
      republicano demócrata "auténtico" y recelaba de un
      gobierno excesivamente poderoso, así que llegó a
      echar atrás con su veto algunas propuestas que
      consideró excesivamente "unionistas", como lo que Clay
      había llamado el "sistema
        americano", consistente en que el gobierno federal se
      hiciera cargo de la construcción de una red de caminos,
      puentes y canales a lo largo de toda la nación. Madison se
      convertía así en uno de los principales (al menos,
      el más poderoso a la sazón) defensores de la
      doctrina de "los derechos de
        los Estados", según la cual el gobierno federal
      debía limitarse a ejercer las atribuciones que
      explícitamente le concedía la Constitución,
      dejando el resto en manos de los Estados. Así pues, la
      oposición entre federalistas y defensores de los derechos
      de los Estados había pasado de enfrentar a dos partidos
      políticos a enfrentar a dos sectores del mismo partido. 
    
El 2 de mayo se celebró
      la boda entre Carlota Augusta de
        Gales, la hija de veinte años del príncipe
      de Gales, con Leopoldo,
      príncipe de Sajonia-Coburgo,
      hermano del duque Ernesto de
        Sajonia-Coburgo. Después de que Napoleón
      invadiera el ducado familiar, Leopoldo estuvo un tiempo en
      París, donde rechazó el cargo de asistente que le
      ofreció el Emperador para marchar a Rusia. Allí
      destacó en la lucha contra Napoleón bajo las
      órdenes del zar Alejandro I, que le concedió el
      grado de mariscal de Rusia.
    
Ese mismo día la flota de Simón Bolívar
      capturó a los españoles un bergantín y una
      goleta. El 3 de mayo
      desembarcó en la isla Margarita, donde recibió el
      respaldo de sus habitantes, que se unieron a su causa y le
      reconocieron el mando supremo.
    
Ese mismo día el Congreso
de
        Tucumán nombró a Juan Martín de
      Pueyredón director supremo de las Provincias Unidas del
      Río de la Plata. 
    
Pablo Morillo tomó Santa Fe de Bogotá, donde
      formó tres tribunales: un Consejo de Guerra encargado de juzgar a los
      revolucionarios, un Consejo de
        Purificación, que se ocupaba de los menos
      comprometidos con la revolución, y una Junta de Secuestros, que se
      ocupaba de confiscar los bienes de los acusados.
    
Francisco Javier Mina había pasado de Francia a Gran
      Bretaña, y allí había tenido noticias de la
      rebelión mexicana contra España, así que,
      contando con alguna ayuda británica, el 15 de mayo embarcó rumbo a
      los Estados Unidos junto con algunos oficiales españoles,
      italianos y británicos con el objetivo de ayudar a la
      insurgencia mexicana.
    
El 25 de mayo Simón
      Bolívar dejó la isla Margarita y el 1 de junio desembarcó en Carúpano, en la costa
      venezolana, donde obtuvo una victoria sobre los realistas.
    
Las cenizas que había lanzado a la atmósfera el
      volcán Tambora el año anterior habían
      alterado significativamente el clima mundial (aunque entonces no
      se sabía la causa del fenómeno). Tanto en Europa
      como en el noreste de América se apreció una bajada
      espectacular de las temperaturas. El mes anterior la escarcha
      había arruinado muchas cosechas, y en junio hubo tormentas de nieve en Canadá y
      Nueva Inglaterra. En pleno verano se detectó hielo en
      ríos y lagos de latitudes tan meridionales como la de
      Pennsilvania. En Europa se desató una hambruna que produjo
      revueltas en Gran Bretaña y Francia, donde se saquearon
      almacenes, y sobre todo en Suiza. También en China hubo
      nieve estival y malas cosechas.
    
Lord Byron había terminado escandalizando a la sociedad británica: su esposa lo había abandonado por sus infidelidades, se rumoreaba que había mantenido relaciones incestuosas con su hermana, con la que de hecho tuvo una hija, se le acusaba también de sodomía y de escribir poemas antipatrióticos. En vista de su escasa popularidad, decidió abandonar Gran Bretaña y estuvo de turismo por Europa. Visitó entre otras la localidad turística de moda: Waterloo, y finalmente se estableció en Suiza donde mantuvo un idilio con Claire Clermont, la hermanastra de Mary Shelley. Cuando ya se había cansado de ella, le sugirió que invitara a su hermanastra y a su cuñado, con quienes pasó el verano en una casa a orillas del lago Lemán. La relación entre Percy Shelley y Byron influyó en sus obras respectivas. Shelley compuso su Himno a la belleza intelectual, y el poema Mont Blanc, que incluyó en el libro Historia de una excursión de seis semanas, escrito junto con Mary. A su vez, Byron muestra la influencia de Shelley en el tercer canto de La peregrinación de Childe Harold y en Manfred. Pero el acontecimiento más famoso de estas vacaciones tuvo lugar una noche del 17 de junio, cuando lord Byron, retó a los participantes en una velada noctura, después de haber leído una antología de historias de fantasmas, a que escribieran una novela terrorífica. No queda constancia de que lo hicieran otros aparte de John William Polidori, el médico de Byron, y Mary Shelley. Polidori escribió Ernestus Berchtold o el moderno Edipo, obra que ha quedado eclipsada por la de Mary Shelley: Frankenstein o el moderno Prometeo. Polidori es autor de algunas obras consideradas mediocres, aunque una de ellas, compuesta unos días después, logró cierta fama. Se trata de El vampiro, cuyo protagonista es un vampiro de corte aristocrático (con ciertos rasgos de Byron, a decir verdad) que se convertiría en modelo de muchas historias posteriores.
El 6 de julio Bolívar
      desembarcó en Ocumare,
      pero poco después, ante el contraataque de Francisco
      Tomás Morales, enviado por Pablo Morillo desde Nueva
      Granada, tuvo que retirarse y regresar a Haití.
    
Ese mismo día Manuel Belgrano, recién llegado de
      Gran Bretaña, asistió al Congreso de Tucumán,
      donde propuso establecer una monarquía parlamentaria con
      capital en Cuzco y elegir como rey a un descendiente de los Incas.
      Consideraba que sólo así se podría lograr,
      por una parte, que el conservador Perú se uniera a las
      Provincias Unidas y, por otra, que Europa reconociera la nueva
      nación.
    
El 9 de julio
      Pueyrredón tomó posesión de su cargo de
      Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la
      Plata. Ese mismo día el Congreso de Tucumán
      declaró la independencia de las Provincias Unidas del
      río de la Plata, aunque en el texto aprobado se habla de
      las Provincias Unidas en
        Sud-América. 
    
El 14 de julio murió de
      una apoplejía en su prisión de Cádiz el
      revolucionario venezolano Francisco de Miranda.
    
El presidente de las Provincias Unidas de Nueva Granada, Camilo
      Torres Tenorio, fue capturado por los hombres de Pablo Morillo y
      llevado a Bogotá.
    
Algunos de los indios que habían luchado en alianza contra
      los británicos en el sur de los Estados Unidos, y que
      habían sido derrotados por el enérgico Andrew
      Jackson, habían cruzado la frontera española de
      Florida y se habían adueñado de un fuerte
      británico abandonado llamado fort Apalachicola, en la desembocadura del
      río del mismo nombre. Con ellos se habían reunido
      numerosos negros que huían de la esclavitud, y estos grupos
      de negros e indios se llamaban a sí mismos seminolas, de una palabra
      india que significa "fugitivos". Desde el fuerte, los seminolas
      realizaban incursiones en Georgia y Alabama. Además, el
      fuerte era un reclamo para muchos esclavos que se aventuraban a
      fugarse y buscar refugio en él. Por ello, los Estados
      Unidos enviaron un ejército que el 27 de julio destruyó fort Apalachicola.
      Técnicamente, esta incursión había supuesto
      una violación de la frontera Española, pero no
      había españoles en las proximidades y España
      no estaba interesada en generar un conflicto. Los seminolas
      contraatacaron y así se inició la Guerra seminola. 
    
Un oficial venezolano llamado José
Antonio
        Páez estaba obteniendo desde principios de
      año algunas victorias contra los Españoles en Nueva
      Granada. Fue convocado a una reunión de oficiales
      granadinos y venezolanos que se celebró en Arauca, en Nueva Granada con
      objeto de formar un gobierno provisional. Finalmente se
      constituyó un gobierno civil en Guasdualito (Velezuela), pero las autoridades
      militares no reconocieron a los funcionarios que éste
      nombró y, en su lugar, propusieron a Páez como jefe
      supremo en la región.
    
El 7 de agosto José
      Rondeau fue relevado del mando del Ejército del Norte y
      reemplazado por Manuel Belgrano.
    
Los piratas berberiscos habían llegado a un acuerdo con
      los Estados Unidos, pero los europeos seguían sufriendo su
      presencia. Especialmente sangrante era su costumbre de capturar
      cristianos para esclavizarlos. Durante la guerra contra
      Napoleón, Gran Bretaña había procurado
      mantener buenas relaciones con los estados berberiscos porque los
      necesitaba para aprovisionarse en el Mediterráneo, pero
      ahora las tornas habían cambiado, y envió como
      embajador al almirante Edward
        Pellew, vizconde de Exmouth,
      al frente de una pequeña flota que le sirviera como
      argumento negociador. Las autoridades de Túnez y
      Trípoli entendieron bien los argumentos británicos,
      y se avinieron a razones, mientras que en Argel las negociaciones
      fueron más complicadas. Finalmente se firmó un
      tratado, pero poco después, al parecer por falta de
      información, unos piratas argelinos mataron a unos 200
      pescadores de Sicilia, Córcega y Cerdeña. Gran
      Bretaña lo consideró un ultraje y envió de
      nuevo a Exmouth con instrucciones de ser más claro en sus
      planteamientos. Zarpó con diez buques de guerra a los que,
      al llegar a Gibrartar se unió una flota neerlandesa. El 27 de agosto Argel fue sometida a un
      intenso bombardeo. Las bombas no derribaron muchos edificios de la
      ciudad, pues éstos eran tan endebles que entraban por una
      pared y salían por otra sin dejar más que dos
      agujeros a su paso. Como consecuencia, unos 3.000 esclavos fueron
      liberados, aunque al cabo de un tiempo los piratas volvieron a sus
      labores.
    
El 28 de agosto Portugal
      invadió la Banda Oriental desde Brasil con un
      ejército de unos 12.000 hombres, entre ellos unos 5.000
      portugueses con experiencia en la guerra contra Napoleón,
      comandado por Carlos Federico
        Lecor. Tras ocupar la Fortaleza de Santa Teresa,
      anunció que "los
        generales portugueses tenían órdenes de tratar a
        los orientales como a sus hijos". El plan de
      invasión había empezado a gestarse a primeros de
      año, con el apoyo de los españoles exiliados de
      Montevideo.
    
En septiembre, el coronel Francisco Javier Aguilera
      derrotó a Manuel Ascensio Padilla en el Alto Perú y
      lo ejecutó junto con setecientos de sus guerrilleros. Desde
      allé se dirigió a Santa Cruz, defendida por Ignacio
      Warnes, que resistía esperando el regreso del
      Ejército del Norte.
    
Napoleón había designado como cónsul
      francés en Egipto a un abogado italiano llamado Bernardino Drovetti, que se
      había convertido en un hombre de confianza de Mehmet
      Alí gracias a la ayuda que le prestó en la
      organización del ejército, la agricultura, la
      creación de sistemas de riego e industrias textiles y la
      lucha contra el cólera. Destituido tras la caída de
      Napoleón se había embarcado en una
      exploración del Alto Egipto, y ahora llegaba a Nubia, donde
      visitó antiguos templos del egipto faraónico y en Abú Simbel no pudo
      retirar la arena que cubría la entrada al templo de
      Ramsés II. 
    
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