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                  GUERRA DE INDEPENDENCIA | SIGUIENTE | 
|---|
El 6 de febrero de 1778
      Francia reconoció la independencia de los Estados Unidos de América, se
      establecieron generosos acuerdos comerciales y se intercambiaron
      representantes diplomáticos.
    
El 10 de febrero, a sus
      ochenta y cuatro años, Voltaire llegó a París, donde recibió en
      ese mismo día a unas trescientas personas que querían visitarlo.
    
El 14 de febrero llegó a
      Francia un barco Norteamericano cuya bandera fue saludada por los
      barcos franceses. Lo comandaba un escocés llamado John Paul Jones, que había
      llegado a América para apoyar la revolución y su amplia
      experiencia naval le hizo ascender rápidamente como oficial de la
      marina. En los últimos años había capturado numerosos barcos
      mercantes británicos.
    
El año anterior había llegado a América un oficial prusiano, el
      barón Friedrich Wilhelm von
        Steuben, y el 23 de febrero
      llegó a Valley Forge, el campamento de Washington, donde empezó a
      entrenar a sus soldados al estilo prusiano. Se cuenta que, una vez
      que quedó exhausto de chillar e insultar a sus hombres, ordenó a
      un ayudante que prosiguiera con los insultos, indispensables,
      según él, como parte de la instrucción.
    
En el Congreso continental
      se oían voces que proponían sustituir a Washington por Gates como
      responsable máximo del ejército. Al fin y al cabo, Gates había
      logrado la rendición de Burgoyne, mientras que Washington no había
      hecho más que retirarse una y otra vez. En realidad, Gates no
      había hecho nada meritorio en Saratoga y, si había alguien a quien
      ensalzar, era a Benedict Arnold, aunque nadie lo hizo. Entre los
      principales partidarios de Gates estaba Thomas Conway, un soldado irlandés recién llegado
      a América y que, contra la recomendación de Washington, había sido
      nombrado inspector del ejército continental. No obstante, la falta
      de coraje de Gates no se restringía a las cuestiones militares,
      sino que también la mostró en política. Cuando Washington,
      indignado, lo presionó, se echó atrás y Conway renunció y fue
      reemplazado por Steuben como inspector del ejército continental.
      El Congreso se vio
      obligado a respaldar a Washington, aunque lo hizo sin mucha
      convicción. No obstante, a Washington nunca le faltó el caluroso
      respaldo de sus soldados.
    
En marzo Mozart marchó a París
      con su madre, donde fue contratado por el duque de Guines para dar clases de
      música a su hija, que tocaba el arpa. Teóricamente, Mozart tenía
      que enseñarle composición, pero los informes que le daba al padre
      no eran muy alentadores: No
        tiene ideas... no le viene nada o En primer lugar, es totalmente
        estúpida, y en segundo lugar es totalmente holgazana.
      Tras veinticuatro lecciones de dos horas, coincidiendo con el
      anuncio del matrimonio de la joven, las clases terminaron. No
      obstante, Mozart compuso para padre e hija su célebre concierto para arpa y flauta.
      
    
El 24 de marzo España y
      Portugal firmaron el pacto de
        El Pardo, un pacto de no agresión en virtud del cual,
      además, si uno de los dos países se viera atacado por una
      potencia, el otro permanecería neutral. España se había quejado
      porque la colonización portuguesa en América había traspasado los
      límites fijados por el tratado de Tordesillas, mientras que España
      se había mantenido fuera de África por respetar el tratado. En
      compensación, la reina María I aceptó ceder a España la isla
      Fernando Póo así como la costa de Guinea situada entre los ríos
      Niger y Ogoue. 
    
El 26 de marzo un tenor
      llamado Johann van Beethoven,
      que cantaba en una capilla de Bonn, presentó en concierto a su
      hijo Ludwig, del que dijo
      que era "un niñito de seis
        años", aunque en realidad tenía ocho. Desde los cuatro,
      lo había tenido pegado sin compasión al clavicordio con la
      esperanza de convertirlo en un nuevo Mozart.
    
John Paul Jones recorrió las aguas próximas a Gran Bretaña
      atacando un gran número de barcos y llegó a desembarcar en la
      costa escocesa. El 24 de abril
      tomó un barco de guerra británico llamado Drake. 
    
Estaba claro que la toma de Filadelfia por parte de Howe no había
      servido de gran ayuda y, por el contrario, había propiciado la
      desastrosa rendición de Burgoyne, por lo que el 6 de mayo Howe fue relevado del
      mando y reemplazado por Clinton.
    
Un virginiano llamado George
        Rogers Clark propuso un plan para debilitar a los
      británicos en el oeste. Su idea era penetrar en el valle del Ohio,
      poblado en gran parte por antiguos colonos franceses bajo el mando
      de oficiales británicos, antiguos enemigos que, ahora que Francia
      era aliada de los Estados Unidos, se pondrían fácilmente de su
      parte. Patrick Henry, a la sazón gobernador de Virginia, aprobó el
      plan y el 12 de mayo Clark
      remontó el río Ohio con 175 hombres.
    
El 18 de mayo Voltaire, que
      había sufrido vómitos las semanas precedentes, entró en agonía, y
      murió el 30 de mayo. 
    
El 7 de abril William Pitt
      pronunció un discurso en el Parlamento conminando a salvaguardar
      la unidad del Imperio Británico y murió pocos días después.
    
También murieron ese año el príncipe Luis Víctor de Carignan, que
      fue sucedido por su hijo Víctor
        Amadeo II, y el naturalista sueco Carl von Linneo.
    
En la convención de Aranjuez,
      España se comprometió a apoyar a Francia en la guerra contra Gran
      Bretaña (una guerra declarada tácitamente desde el momento en que
      Francia reconoció la independencia de los Estados Unidos de
      América), con la promesa de que recibiría Gibraltar, Menorca, la
      Florida y Honduras. La guerra se hizo efectiva el 17 de junio, cuando la fragata
      francesa Belle-Poule se
      enfrentó y derrotó al navío británico Arethuse. 
    
El general Clinton recibió noticias de que una flota francesa se
      aproximaba a América y decidió concentrar sus fuerzas en Nueva
      York. Por ello, ordenó la evacuación de Filadelfia. El 18 de junio, las tropas británicas
      abandonaron la ciudad. Washington decidió entoncer perseguir a los
      británicos, para atacarlos por sorpresa durante la marcha, con sus
      filas extendidas y prácticamente indefensas. Para ello envió un
      destacamento de 6.400 hombres bajo el mando del inepto Charles
      Lee, que, tras haber sido hecho prisionero, había sido liberado en
      un intercambio. Sin embargo, el 28 de
        junio, cuando alcanzó a los británicos en Monmouth Court, no se atrevió
      a atacar de lleno. Sus órdenes eran confusas, como si quisiera
      evitar toda responsabilidad en lo que pudiera suceder, y cuando
      Clinton pudo concentrar mínimamente sus tropas, Lee ordenó
      rápidamente la retirada. Para entonces llegó Washington con el
      grueso del ejército y, espantado de ver el "trabajo" de Lee,
      contraviniendo su habitual calma caballerosa, le dijo a Lee todo
      lo que pensaba de él. Inmediatamente, ordenó detener la retirada y
      Von Steuben logró organizar un ataque, pero el factor sorpresa se
      había perdido, y se libró un combate equilibrado. Ninguna de las
      partes fue expulsada del campo de batalla y las bajas fueron
      parejas: unos 350 hombres en cada lado. No obstante, por la noche
      los británicos huyeron y así consiguieron su propósito de llegar a
      Nueva York. Washington llevó su ejército hasta White Plains y
      desde allí vigiló a los británicos en Nueva York. Carecía de
      fuerzas suficientes para atacar la ciudad.
    
El 2 de junio el Congreso Continental se
      reunió de nuevo en Filadelfia.
    
El 4 de julio Charles Lee fue
      juzgado por un tribunal militar y condenado un mes más tarde. Así
      terminó su carrera militar. Parece ser que, durante su cautiverio,
      había llegado a un acuerdo con los británicos y desde entonces
      había actuado como un traidor.
    
Benedict Arnold, declarado no apto para el servicio porque la
      herida sufrida en Saratoga le había inutilizado la pierna, fue
      destinado a comandar las tropas americanas en Filadelfia.
    
Ese mismo día, un ejército de "leales" organizado por John Butler en alianza con el
      jefe mohawk Joseph Brant atacó a un grupo de colonos conducidos
      por Zebulon Butler (sin
      ningún parentesco con el anterior) en el valle de Wyoming, Pennsylvania. Siguió
      una matanza indiscriminada. La ciudad de Wilkes-Barre fue
      incendiada y los indios reunieron 227 cabelleras.
    
El 5 de julio Clark había
      llegado al Mississippi superior y tomó las ciudades de Kaskasia y
      Cahokia, pues los franceses, según lo previsto, cambiaron de bando
      y reconocieron la soberanía de Virginia. Poco después tomó
      Vincennes.
    
El 8 de julio llegó a las
      cercanías de Nueva York una flota francesa comandada por Charles Hector D'Estaign. Para
      entonces, la flota británica estaba concentrada en el puerto de
      Nueva York y D'Estaign no se atrevió a atacar. En su lugar,
      decidió dirigirse contra Newport. El 29
        de julio se disponían a atacar este objetivo cuando de
      desató una gran tormenta. Los barcos se alejaron de la costa y se
      encontraron con una flota británica recién llegada. No obstante,
      la tormenta impidió que se librara una batalla y, cuando arreció,
      los maltrechos barcos británicos entraron en Newport mientras
      D'Estaign llevaba los suyos hasta Boston, para después retirarse a
      pasar el invierno en las Antillas.
    
La renuncia del elector palatino Carlos Teodoro a sus derechos
      sobre el electorado de Baviera perjudicaba a su heredero, el duque
      Carlos II de Zweinbrüken, y el rey Federico
      II de Prusia se las arregló para alentar sus protestas. Francia
      negó su apoyo a Austria en el caso de una guerra contra Prusia y,
      cuando Federico II se enteró de esto, se apresuró a invadir
      Baviera hasta el Elba. Se iniciaba así la llamada guerra de Sucesión de Baviera.
      
    
El 3 de agosto se inauguró en
      Milán un nuevo teatro de ópera, conocido como Nuovo Regio Ducal Teatro alla Scala,
      con la representación de L'Europa
        riconosciuta, de un joven compositor de veintiocho años
      llamado Antonio Salieri,
      compositor oficial de la corte de Viena.
    
En septiembre, Mozart dejó
      París decepcionado. Había recibido muy buenas palabras de todo el
      mundo, pero, a sus veintidós años, todos lo consideraban demasiado
      joven para darle un trabajo de importancia. Tras la muerte de su
      madre decidió regresar a Salzburgo, a su antiguo puesto al
      servicio del príncipe arzobispo.
    
El 11 de noviembre, Butler y Brant realizaron una nueva matanza en Cherry Valley, Nueva York, donde arrancaron cuarenta cabelleras a colonos que ya se habían rendido. Más al oeste, en Fort Detroit, el comandante británico Henry Hamilton suministraba cuchillos a los indios y les pagaba recompensas por cabelleras de colonos. Por ello fue llamado el Comprador de Cabello. Unas semanas después lanzó una fuerza de 500 hombres (la mitad de ellos indios) contra los hombres de Clark y el 17 de diciembre tomó Vincennes.
Desde Nueva York, Clinton decidió atacar Georgia, por lo que el 25 de diciembre envió al sur 3.500
      hombres bajo el mando del teniente coronel Archibald Campbell. Al mismo
      tiempo, mil hombres comandados por Augustine Prevost marcharon hacia el norte desde
      Florida. Ambas fuerzas se unieron y el 29
        de diciembre tomaron Savannah
      sin dificultad. El 29 de enero de 1779
      Campbell tomó Augusta, la capital de Georgia.
    
El 14 de febrero, unos
      indígenas robaron un bote de la expedición del capitán Cook y se
      produjo un altercado que terminó en un suculento festín, del que
      el propio Cook y algunos de sus hombres fueron el plato principal.
    
El navegante francés Louis Antoine Bougainville, que estaba
      participando en la guerra de independencia americana, fue nombrado
      almirante y mariscal de campo.
    
El 3 de abril, el rey Carlos
      III de España se propuso como mediador entre Gran Bretaña y
      Francia... a cambio de Gibraltar.
    
En mayo se estrenó en París la
      Ifigenia en Táuride de
      Gluck. Goethe estrenó en Weimar un drama del mismo título, que
      constituye la primara tragedia clásica de la literatura alemana.
      Después Gluck estrenó la ópera Eco
        y Narciso, que fue un fracaso, lo que le llevó a regresar
      a Viena.
    
Lessing publicó su drama filosófico Nathan el sabio. 
    
Johann Gottfried Herder publicó Las voces de los pueblos en cantos, donde
      estudia la Biblia, Homero, Shakespeare, entre otros.
    
Mozart estrenó sus óperas Thamos
      y Zaide, su serenata Posthorn (llamada así porque
      incluye en la instrumentación una corneta de cartero) y su sinfonía concertante para violín y
        viola. 
    
María Teresa de Austria propuso al rey Federico II de Prusia
      cederle algunos territorios a cambio de consentir que Baviera
      fuera anexionada a Austria, pero la zarina Catalina II de Rusia
      amenazó con apoyar a Federico II si Austria insistía en quedarse
      con Baviera. En estas circunstancias, María Teresa de Austria
      decidió no secundar las pretensiones de su hijo, el emperador José
      II y reconoció a Carlos Teodoro como príncipe elector de Baviera.
      El 13 de mayo firmó con
      Federico II el tratado de Teschen,
      por el que Austria recibía a cambio algunos territorios de Prusia,
      y Francia y Rusia manifestaban su conformidad con el acuerdo. Así
      terminó la guerra de sucesión
        de Baviera. 
    
Al frente de las fuerzas británicas, Clinton había extendido su
      dominación alrededor de Nueva York. El 31
        de mayo tomó un fuerte inacabado en Stony Point, donde dejó
      destacados unos 1.700 hombres. 
    
Los británicos rechazaron la oferta de mediación española y el 21 de junio España declaró formalmente la guerra a Gran Bretaña. Gibraltar fue asediado una vez más sin éxito.
En la media noche del 16 de julio,
      un contingente americano bajo el mando del general Anthony Wayne, se lanzó en una
      carga salvaje contra Stony Point. Aunque parecía un ataque
      suicida, lo cierto fue que tuvo éxito y el fuerte fue tomado con
      muy pocas bajas americanas.
    
Bernardo de Gálvez, el gobernador de la Luisiana Española,
      estaba preparando una ofensiva contra los británicos desde hacía
      meses, pues había recibido información de que los británicos
      planeaban atacar Nueva Orleans. Cuando España declaró la guerra a
      Gran Bretaña aceleró sus preparativos, pero el 20
        de agosto un huracán destruyó en Nueva Orleans la flota
      con la que pretendía ascender por el Mississippi
      
      . Pese a todo, el 27 de agosto Gálvez
      salió por tierra al frente de unos 700 soldados, muchos de ellos
      sin experiencia, en dirección a Baton Rouge (que entonces formaba
      parte de la Florida Británica). Por el camino se le sumaron unos
      600 indios, si bien el paludismo acabó con varios centenares de
      hombres.
    
John Sullivan, al frente de unos 2.700 hombres se dedicó a
      combatir a los "leales" que en el oeste habían perpetrado matanzas
      aliados con los indios. El 29 de
        agosto, Butler y los iroqueses bajo el mando de Brant
      fueron estrepitosamente derrotados. A continuación, los
      asentamientos iroqueses fueron sistemáticamente destruidos, sus
      huertos segados y sus campos de cereales arrasados. De este modo,
      el poder iroqués fue destruido para siempre.
    
La Fayette regresó a Francia, donde contribuyó a fomentar el
      apoyo oficial a la causa americana.
    
En las Antillas, el francés D'Estaign arrebató a los británicos
      la isla de Granada. El 3 de septiembre
      llevó la flota francesa hasta Savannah. Disponía de treinta y
      cinco barcos y 4.000 soldados, mientras que Savannah estaba
      defendida por Prevost al frente de unos 3.000 soldados. La flota
      bloqueó la ciudad por mar mientras unos 1.500 soldados americanos
      bajo el mando de Benjamin
        Lincoln la bloqueaban por tierra.
    
El 6 de septiembre el ejército de
      Bernardo de Gálvez llegó a Fort Bute, en la Florida
      Británica, y el 7 de septiembre ordenó
      un asalto. Los británicos, juzgando el fuerte indefendible, habían
      retirado sus tropas dejando una pequeña guarnición que no tardó en
      rendirse.
    
El 13 de septiembre Bernardo de Gálvez
      continuó su avance hacia Baton Rouge y el 20
        de septiembre empezó a bombardearlo. El 21 de agosto los británicos se rindieron. El
      21 de septiembre Gálvez tomó Fort
        Rosalie, en la ciudad de Natchez, y con ello puso fin a la
      presencia británica en el Mississippi.
    
John Paul Jones estaba al frente de una pequeña flota cuyo buque
      insignia era el Bon Homme
        Richard, llamado así en honor de Benjamin Franklin (era
      la traducción al francés de su pseudónimo Poor Richard). La noche del 23 de septiembre, Jones encontró una
      flota mercante británica custodiada por barcos de guerra, el mayor
      de los cuales era el Serapis.
      Jones puso al Bon Homme Richard
      al lado del Serapis y
      durante tres horas se intercambiaron cañonazos. El Bon Homme Richard sufrió
      serios daños, pero fue el Serapis
      el que se rindió. Los americanos tuvieron que pasar al barco
      británico, porque el suyo se estaba hundiendo. 
    
El 27 de septiembre, el
      Congreso Continental designó a John
        Jay como embajador en España. Su misión principal era
      lograr que España reconociera la independencia de los Estados
      Unidos, pero en esto fracasó. Al fin y al cabo, España también
      tenía colonias en América que podrían tomar ejemplo de sus vecinas
      del norte.
    
Se acercaba la época de tormentas y D'Estaign consideró que era
      necesario atacar Savannah para poner fin a un asedio que pronto se
      vería obligado a abandonar. Así se hizo el 9 de octubre, y fue un desastre. D'Estaign resultó
      herido y decidió regresar a Francia. En el transcurso del ataque
      murió el conde Pulaski, el patriota polaco que había emigrado a
      América tras el reparto de Polonia. Por esta época, los británicos
      dominaban prácticamente toda Georgia.
    
En Filadelfia Benedict Arnold no era nada popular debido a sus
      extravagancias. Fue acusado de violar ciertas normas militares y
      en diciembre fue condenado por
      un tribunal militar a recibir una amonestación por parte de
      Washington, aunque Washington hizo cuanto estuvo en su mano para
      salvar el orgullo de Arnold. No obstante, Arnold estaba resentido
      porque juzgaba —con razón— que nunca se había hecho justicia a sus
      méritos. Hacía unos meses que se había casado en segundas nupcias
      con una joven de Filadelfia que simpatizaba con los leales, y ello
      contribuyó en gran medida a que tomara la decisión de vender
      información a los británicos. Tras el juicio, fue más allá y pidió
      a Washington el mando de West
        Point, una fortificación a orillas del Hudson, y
      Washington se lo concedió.
    
La reina María I de Portugal fundó la Academia de Ciencias de Lisboa. 
    
Campomanes editó un tratado titulado Proyecto económico en que se proponen varias
        providencias dirigidas a promover los intereses de España con
        los medios y fondos necesarios para su planificación.
      Como autor figuraraba el recientemente fallecido Bernardo Ward, si bien es un
      plagio de diversas obras inéditas del que fuera primer ministro
      José del Campillo. La obra fue aprovechada por diversas sociedades
      económicas, y también influyó en la política comercial con las
      colonias americanas.
    
Ese año murió el virrey de México Antonio María Bucareli. Destacó
      como administrador: en cuatro años había cubierto el déficit
      existente a su llegada y creó un importante fondo de reserva, todo
      ello sin crear nuevos impuestos ni solicitar préstamos. Poco antes
      de su muerte había enviado una nueva expedición hacia el norte,
      bajo el mando de Juan Francisco
        de la Bodega y Quadra, quien llegó lo suficientemente al
      norte para econtrar establecimientos rusos en Alaska.
    
También murió el pintor Anton Raphael Mengs, durante el
      transcurso de una estancia en Roma.
    
En Persia murió Karim Kan, que fue sucedido por su segundo hijo Mohammed Alí Kan, el cual
      nombró corregente a su hermano mayor, Abol Fath Kan. Sin embargo, poco después un tío de
      ambos, Sadiq Kan, los
      derrocó y asumió el poder. No obstante, tuvo poco poder y el
      imperio quedó en la anarquía.
    
Sir Eyre Coote había dejado la India hacía unos años y ahora era miembro de la cámara de los comunes, pero se le ordenó regresar a la India para enfrentarse a Haydar Ali, que luchaba contra los intereses británicos en alianza con Francia.
Una serie de migraciones bantúes producidas cuatro años atrás
      provocó diversos tensiones con los colonos bóers que finalmente
      estallaron en lo que se conoce como la primera guerra cafre. Los bóers, inferiores en
      número, pusieron en práctica el método del laager, un campo atrincherado
      mediante carretas de bueyes sobre el que se estrellaban los
      asaltos de los bantúes, que a continuación eran cazados por
      jinetes.
    
El químico sueco Carl Wilhelm Scheele descubrió la glicerina.
    
Alessandro Volta obtuvo una cátedra de física experimental en la
      universidad de Pavía.
    
Consolidado el dominio británico sobre Georgia, los británicos
      procedieron a atacar a Carolina del Sur. En enero de 1780 Clinton y Cornwallis condujeron un
      ejército de 8.500 hombres desde Nueva York, la tercera parte de
      los cuales eran americanos leales. Prevost, que había tratado sin
      éxito de tomar Charleston el año anterior, avanzó desde Savannah
      con su ejército para unirse a ellos. Por otra parte, Benjamin
      Lincoln reunió 5.000 hombres y se atrincheró en Charleston.
    
Ese año murieron:
    
El rey Carlos III de España nombró conde de Campomanes a su ministro.
    
Lagrange ganó el premio anual de la Academia de Ciencias de París por un trabajo
      sobre las perturbaciones de las órbitas de los cometas por los
      planetas.
    
Laplace, en colaboración con el químico Lavoisier, mostró que la
      respiración podía considerarse como una forma de combustión. Entre
      ambos realizaron los primeros estudios calorimétricos, que
      publicaron en su Memoria sobre
        el calor. 
    
Mozart viajó a Munich con motivo del estreno de su ópera Idomeneo, encargo del
      príncipe elector Carlos Teodoro de Baviera.
    
Lessing publicó La educación
        del género humano, en el que expresa su convicción en el
      progreso moral de la humanidad.
    
El 14 de enero Bernardo de Gálvez
      inició una nueva campaña contra los británicos zarpando de Nueva
      Orleans con una fuerza de unos 750 hombres con los que descendió
      por el Mississippi para encaminarse a la Florida Británica. El 9 de febrero llegó ante  Mobile, y
      perdió dos barcos en una tormenta. Tras haber recibido refuerzos,
      el 27 de febrero inició el asedio y el
      29 de febrero empezó a atacar las
      defensas británicas de Fort Charlotte.
    
Gran Bretaña trató de promover un bloqueo internacional contra
      España y Francia, pero la zarina Catalina II de Rusia se opuso
      tajantemente y en marzo
      organizó la liga de neutralidad armada, por la que Rusia,
      Dinamarca, Suecia, Prusia, Austria, Portugal, Países Bajos, Dos
      Sicilias y Francia se declaraban neutrales en la guerra que
      enfrentaba a Gran Bretaña con sus colonias americanas. En
      particular, no dejarían de comerciar con España, con Francia y con
      las propias colonias en rebeldía.
    
El 13 de marzo los españoles abrieron
      una brecha en las muralles de Fort Charlotte y el 14 de marzo los británicos rindieron Mobile.
      Por otra parte, la flota británica, comandada por el almirante George Brydges, barón Rodney, obtuvo varias
      victorias frente a la costa española.
    
El 11 de abril, 14.000
      británicos rodeaban por tierra y por mar la ciudad de Charleston,
      cuya defensa era cada vez más insostenible para los americanos.
    
Washington envió un destacamento al sur bajo el mando del barón
      de Kalb, pero el congreso decidió que fuera Gates quien dirigiera
      la operación, y Kalb quedó en segundo lugar.
    
El 2 de mayo zarpó de Francia
      rumbo a América una flota con 7.000 soldados bajo el mando de Jean Baptiste de Rochambeau.
      En ella se había embarcado el marqués de La Fayette. Sartine, el
      ministro de marina francés, fue obligado a dimitir por gastar más
      de lo asignado.
    
El 12 de mayo, Lincoln se
      rindió en Charleston a los británicos. Unos 5.400 hombres fueron
      capturados, entre ellos siete generales, además de cuatro barcos y
      numerosos suministros. Clinton regresó a Nueva York dejando a
      Cornwallis en Carolina del Sur, al mando de un ejército formado
      principalmente por americanos leales. El segundo en el mando era
      sir Banastre Tarleton,
      que se había ganado deliberadamente una reputación de crueldad, y
      permitió a sus soldados matar a los prisioneros.
    
El 26 de mayo una fuerza británica
      formada por unos 750 hombres apareció ante San Luis, que estaba
      defendida por una guarnición de unos 29 soldados españoles bajo el
      mando del capitán Fernando de Leyba. Éste había sido
      informado del avance británico y había logrado el apoyo de unos
      150 milicianos franceses. Además, había ordenado reforzar las
      defensas. Los británicos pensaban que la ciudad estaba indefensa y
      fracasaron en su intento de tomarla. Leyba dirigió la defensa a
      pesar de estar gravemente enfermo. Moriría apenas un més más
      tarde, y Bernardo de Gálvez le concedería a título póstumo el
      grado de teniente coronel.
    
En junio volvía a Nueva York
      desde Charleston John André,
      el responsable del servicio de inteligencia de Clinton, quien se
      encontró con una oferta por parte de Benedict Arnold de entregarle
      West Point a cambio de cierta suma de dinero.
    
Los españoles fundaron Los
        Ángeles en la Alta California.
    
El 11 de julio los hombres de Rochambeau desembarcaron en Newport, Rhode Island, pero inmediatamente llegó una flota británica que inmovilizó los barcos franceses. Rochambeau decidió que no quería abandonar sus barcos y permaneció en Newport sin hacer nada.
El 16 de agosto el ejército de
      Gates se enfrentó al de Cornwallis en Candem, Carolina del Sur, a unos 190 kilómetros al
      norte de Charleston. La marcha de Gates había sido complicada, con
      grandes dificultades para obtener alimentos y otros suministors,
      así que su ejército se había reducido a unos 3.000 hombres. El
      ejército británico era algo menor, pero sus hombres estaban mejor
      entrenados y en mejores condiciones. Tarleton se lanzó a la carga
      y los americanos rompieron filas y huyeron (con Gates a la
      cabeza). El barón de Kalb hizo lo que pudo con sus hombres, pero
      murió en el intento. Gates siguió huyendo hasta Charlotte, en Carolina del
      Norte, a unos 100 kilómetros al norte de Candem. Al llegar contaba
      tan sólo con unos 700 soldados. Ése fue el fin de su carrera
      militar.
    
El 21 de septiembre, John
      André remontó el Hudson con una bandera blanca y ultimó con Arnold
      los términos de la traición. Arnold recibiría 20.000 libras si la
      rendición de West Point tenía éxito y la mitad si lo intentaba,
      fracasaba, y se veía obligado a huir a territorio británico.
      Cuando André trató de regresar, se encontró con que su barco había
      sido atacado y se había retirado, así que optó por volver a pie
      durante la noche hasta territorio británico. Consideró necesario
      quitarse su uniforme británico y viajar con ropas civiles, pero
      eso lo convertía técnicamente en un espía. Si era capturado con
      uniforme se convertía en prisionero de guerra, mientras que sin él
      podía ser ahorcado. Una patrulla americana lo detuvo y encontró en
      su bota documentos concernientes a West Point, que fueron enviados
      a Arnold. Éste, viendo que su traición saldría pronto a la luz,
      decidió huir a territorio británico abandonando a André a su
      suerte.
    
El 23 de septiembre se conoció
      el complot de Arnold y André fue condenado a muerte.
    
Tras dos años de haber tomado posesión de la isla Fernando Póo y
      de la que había pasado a llamarse Guinea Española, el 24
        de septiembre se produjo un motín por la falta de
      atención de la metrópoli a las enfermedades y la hostilidad de los
      nativos. Unos meses después, tras un ataque indígena y otro
      inglés, los españoles abandonaron la colonia.
    
Washington propuso a Clinton intercambiar a André por Arnold,
      pero Clinton había prometido a éste su protección y consideró que
      su honor le impedía incumplir su palabra, así que André fue
      ahorcado el 2 de octubre. 
    
Los británicos dominaban ya Georgia y Carolina del Sur casi
      totalmente. La única salvedad era el acoso de algunos
      guerrilleros, entre los que destacaban Francis Marion (conocido como el Zorro de las Ciénagas,
      porque se había refugiado en unas ciénagas tras la caída de
      Charleston y desde ellas lanzaba sus ataques), Andrew Pickens y Thomas Sumter. 
    
El siguiente paso para los británicos era Carolina del Norte.
      Cornwallis avanzó hacia el norte con su ejército y, por una ruta
      paralela, avanzaba un ejército de unos 1.400 leales comandados por
      Patrick Ferguson, que
      acampó en King's Mountain,
      en Carolina del Sur, a menos de tres kilómetros de la frontera con
      Carolina del Norte. El 7 de octubre,
      unos 900 americanos rebeldes empezaron a escalar la montaña, pero
      no lo hicieron en formación para ser un blanco fácil, sino
      ocultándose entre los árboles y las rocas. Fueron atacando con sus
      rifles a los leales que se les pusieron a tiro y se ocultaron
      cuando los leales trataron de organizar un ataque, para continuar
      después con su acoso. El resultado fue que murió la mitad de los
      leales, con Ferguson entre ellos, y los restantes se rindieron.
      Los rebeldes tuvieron 90 bajas.
    
Hacía ya tres años que el Congreso Continental había aprobado los
      artículos de la Confederación,
      que establecían una débil unidad política entre las antiguas
      colonias británicas que ahora reclamaban su independencia. Doce de
      los Estados los habían ratificado, pero Maryland se negaba
      tenazmente a aceptarlos, y la falta de unanimidad los invalidaba
      legalmente. Maryland era, junto con Rhode Island, Nueva Jersey y
      Delaware, uno de los Estados completamente rodeados por el mar y
      por otros estados, de modo que no tenía ninguna capacidad de
      expansión. Los restantes Estados, en cambio, tenían límites vagos
      por el oeste, y tenían la posibilidad de extenderse
      indefinidamente. Maryland consideraba que, a la larga, los Estados
      occidentales se volverían "gigantes" que asfixiarían a los
      pequeños Estados del este, que terminarían sin peso alguno en la Confederación. Por ello, se
      negó a aprobar los artículos de
        la Confederación hasta que todos los Estados renunciaran
      a los territorios occidentales. Éstos debían ser considerados como
      territorios de la Confederación
      en su conjunto y no de ningún Estado en particular y, en todo
      caso, en un futuro podrían organizarse como nuevos Estados, pero
      no como parte de otros ya existentes. Dada la insistencia de
      Maryland sobre este punto, y con el fin de materializar
      políticamente la Confederación,
      el 10 de octubre, Connecticut
      fue el primer Estado en renunciar a toda posible expansión
      territorial.
    
Tras lo sucedido en King's Mountain, Cornwallis decidió posponer
      el ataque a Carolina del Norte hasta el año siguiente y el 14 de octubre llevó a sus soldados a
      su cuartel de invierno en Winnsboro,
      Carolina del Sur. Ese mismo día, Washington puso a Nathaniel
      Greene al frente del ejército del sur. El barón von Steuben
      redactó un reglamento disciplinario para el ejército americano y
      dirigió varias operaciones en Virginia.
    
Los indígenas peruanos tenían un sistema de gobierno propio
      relativamente independiente del gobierno español, pero los abusos
      de las autoridades españolas eran constantes. En noviembre, un indio llamado José Gabriel Condorcanqui,
      apresó a un corregidor español y después lo hizo ejecutar.
      Seguidamente, reunió a unos cuantos seguidores y se dispuso a
      combatir a otros corregidores. El 18
        de noviembre se enfrentó en Sangarará a una fuerza de 1.200 hombres enviados
      contra él desde Cuzco y obtuvo una victoria que le habría
      permitido tomar Cuzco, pero en lugar de ello se retiró a su
      localidad natal de Tungasuca,
      donde afirmó ser descendiente por línea materna del inca Túpac
      Amaru I y se declaró soberano legítimo del antiguo imperio
      incaico, con el nombre de Túpac
        Amaru II. Pocos meses antes había sido nombrado virrey
      del Perú Agustín de Jáuregui y
        Aldecoa, quien se apresuró a organizar un ejército para
      sofocar la rebelión.
    
Aunque los bóers se estaban imponiendo sobre los bantúes,
      problemas financieros los llevaron a optar por una solución
      negociada al conflicto entre ambos pueblos: se estableció una
      frontera en el Great Fish River.
      
    
A pesar de que oficialmente los Países Bajos eran neutrales, el 20 de diciembre Gran Bretaña les
      declaró la guerra, debido a las intensas relaciones comerciales
      que mantenían con las colonias americanas. Los miembros de la Liga de Neutralidad Armada no
      hicieron nada al respecto, por lo que la Liga no tardó en darse por disuelta.
    
El 2 de enero de 1781, el
      Estado de Virginia aceptó renunciar a toda expansión territorial
      tal y como exigía Maryland para firmar los artículos de la Confederación.
      
    
El 5 de enero, Benedict
      Arnold, ahora convertido en oficial británico, saqueó e incendió
      Richmond, que desde hacía dos años era la capital de Virginia.
    
El 7 de enero los británicos trataron
      de recuperar Mobile con unos 180 soldados regulares y 420 indios
      bajo el mando del coronel Johann von Hanxleden. Este murió
      en un ataque fallido contra un puesto avanzado defendido por el
      capitán Ramón de Castro, tras el cual los británicos se
      retiraron.
    
El 8 de enero, los indios
      dirigidos por Túpac Amaru II fueron derrotados por el ejército
      enviado contra ellos por el virrey del Perú.
    
Tan pronto como Nathaniel Greene tomó el mando del ejército en
      Virginia, penetró en Carolina del Sur. No tenía fuerzas
      suficientes para atacar a Cornwallis, pero envió un destacamento
      de 800 hombres bajo el mando de Daniel Morgan para limpiar de
      británicos el oeste de Carolina del Sur. Cornwallis envió a
      Tarleton a enfrentarse con Morgan, y se encontraron en Cowpens el 17 de enero. Morgan había planeado
      cuidadosamente el encuentro. Sus hombres habían aumentado hasta el
      millar. Los dispuso en tres líneas, con la caballería oculta tras
      una colina. Tarleton tenía un número similar de hombres que
      avanzaron y sufrieron el fuego de los rifles de la primera línea
      enemiga, la cual se retiró inmediatamente. La segunda línea hizo
      lo mismo y los británicos, aunque habían sufrido considerables
      bajas, pensaron que la doble retirada era un signo de que el
      enemigo no resistiría su ataque, así que cargaron
      desordenadamente, pero las dos primeras líneas se habían retirado
      sólo para unirse a la tercera, y ahora las tres juntas hicieron
      frente firmemente a la carga británica mientras la caballería
      atacaba por la retaguardia. Los británicos sufrieron un total de
      329 bajas y los supervivientes se rindieron. Los hombres de morgan
      tuvieron 75 bajas.
    
El año anterior, rebeldes americanos de Cahokia habían
      atacado con éxito Fort Saint Joseph, cerca del lago
      Michigan, pero luego fueron perseguidos por los británicos,
      alcanzados y derrotados. Dos jefes milwaukee que habían
      participado en el ataque habían llegado a San Luis, donde pidieron
      ayuda al gobernador Francisco Cruzat, que había sucedido a
      Fernando de Leyba, para atacar de nuevo el fuerte. En previsión de
      que los británicos pudieran atacar de nuevo San Luis, Cruzat envió
      una expedición de milicianos dirigida por el capitán Eugenio
        Pouré, que el 12 de febrero
      tomaron el fuerte por sorpresa, lo saquearon y se retiraron a San
      Luis.
    
Los soldados americanos eran pagados con dinero continental, de nulo
      valor en la práctica, pero corrió el rumor de que, para estimular
      el reclutamiento, a los nuevos reclutas se les pagaba con dinero
      en metálico, por lo que algunas tropas de un campamento de Morristown se rebelaron
      exigiendo que se les pagara con la misma moneda. Aunque se
      hicieron algunas concesiones, algunos soldados desertaron
      enfurecidos. Otras revueltas de soldados en Pennsylvania y Nueva
      Jersey sólo pudieron ser sofocadas tras fusilar a algunos hombres.
      El 20 de febrero, el Congreso Continental nombró
      superintendente de finanzas a Robert
        Morris, uno de los firmantes de la Declaración de independencia,
      nacido en Inglaterra, pero residente en América desde los catorce
      años, donde había llegado a ser un próspero comerciante. Morris se
      las arregló para gestionar eficientemente el dinero que empezaba a
      llegar de Francia, España y los Países Bajos.
    
Bernardo de Gálvez llevaba un año planeando un ataque contra
      Pensacola, la capital de la Florida Británica, y había tenido que
      vencer toda clase de objeciones y retrasos. Él mismo había tenido
      que desplazarse hasta La Habana para conseguir que, finalmente, el
      28 de febrero, una flota española
      zarpara en dirección a Pensacola con 1.500 soldados.
    
El 1 de marzo, el Estado de
      Nueva York renunció también a toda futura expansión territorial
      hacia el oeste y ese mismo día Maryland se dio por satisfecho y
      firmó los artículos de la
        Confederación, con lo que, finalmente, éstos entraron en
      vigor. Puede considerarse que ese día nacieron oficialmente los Estados Unidos de América,
      pues desde ese momento existió oficialmente una vinculación
      política entre los trece Estados. El Congreso continental pasó a ser el Congreso de los Estados Unidos.
      
    
La noche del 9 de marzo la flota
      española llegó a la isla de Santa Rosa, que cierra la
      bahía de Pensacola. El 10 de marzo
      siete barcos británicos fueron capturados y los españoles
      iniciaron el desembarco en la isla, que no tardó en quedar bajo su
      control.
    
Tras la derrota de Cowpens, Cornwallis persiguió con su ejército
      a los americanos, pero Morgan y Greene se retiraron hasta reunirse
      en Carolina del Norte. Desde allí continuaron retirándose hacia el
      norte, hacia Virginia. Sin embargo, Cornwallis llegó al sur de
      Virginia sin haber dado caza al enemigo, y sus hombres estaban
      fatigados, así que tuvo que retirarse hasta Hillsboro, en Carolina del
      Norte. Mientras tanto, Greene recibió refuerzos y volvió hacia el
      sur. Cornwallis, al enterarse, volvió a avanzar hacia el norte y
      ambos se encontraron en Guilford
        Courthouse el 15 de marzo.
      La batalla se libró por ambas partes con el mismo planteamiento
      que la de Cowpens, pero una parte de los soldados americanos fue
      presa del pánico y Greene juzgó prudente ordenar la retirada.
      Técnicamente fue una victoria británica, pero Cornwallis había
      sufrido muchas bajas.
    
En la India, sir Eyre Coote derrotó a Haydar Ali en Porto Novo. 
    
Friedrich Wilhelm Herschel
      era un profesor de música nacido en Hanover pero afincado en Gran
      Bretaña desde muy joven. Se había aficionado a la astronomía y
      observaba el firmamento con ayuda de diversos telescopios
      construidos por él mismo con la ayuda de su hermana Caroline. Buscaba estrellas
      dobles, es decir, pares de estrellas tan próximas que parecen una
      si no se observan con el telescopio, pero un día encontró algo
      insólito:
    
El martes 17 de marzo de 1781, entre las 10 y las 11 de la noche, mientras examinaba las pequeñas estrellas que ha cerca de H Geminorum, vi una mucho mayor que las otras; asombrado por su inusitado tamaño, la comparé con H Geminorum y con las estrellas pequeñas que hay entre Auriga y Géminis, y al resultar mucho mayor que éstas, pensé que se trataba de un cometa. [...] Utilizaba una lente de 227 aumentos. Sabía por experiencia que el diámetro de las estrellas fijas no crece proporcionalmente al utilizar lentes de más aumentos, como ocurre con los planetas, por eso me serví de una de pocos aumentos, siguiendo la hipótesis de que no era una estrella fija. Así pude confirmar que mi hipótesis era válida.
Herschel trató de calcular la órbita del supuesto cometa, pero no
      lo consiguió y consultó al matemático Anders Johann Lexell, quien estableció con
      exacitud la órbita del objeto, y resultó ser casi circular y estar
      contenida en el mismo plano que contiene a las de los demás
      planetas. Más aún, su distancia al Sol era la que predecía la ley de Titius-Bode para un
      hipotético planeta situado más allá de Saturno. En suma, quedó
      claro que Herschel había descubierto un nuevo planeta del sistema
      Solar, al que decidió llamar Georgium
        Sidus (astro de Jorge) en honor al rey Jorge III, aunque
      más tarde se adoptó el nombre de Urano,
      propuesto por Bode y que estaba más en consonancia con los nombres
      de los otros planetas. La fama que adquirió con su descubrimiento,
      permitió a Herschel dedicarse exclusivamente a la astronomía, que
      hasta entonces había sido para él una mera distracción.
    
El comandante de la flota española, José Calvo de Irizábal,
      no se atrevía a entrar en la bahía de Pensacola y, harto de
      esperar, Bernardo de Gálvez reclamó el mando de los cuatro barcos
      que había traído de Nueva Orleans y, a bordo de uno de ellos,
      entró en la bahía el 18 de marzo,
      mostrando que el ataque era viable. Ante los informes que envió,
      el resto de capitanes españoles insistieron en seguirlo, y
      finalmente el 19 de marzo Calvo de
      Irizábal dio su aprobación. Los temores resultaron infundados y
      así se empezó a preparar el asedio a Pensacola. El 22 de marzo llegaron refuerzos de Mobile y
      el 23 de marzo de Nueva Orleans, con lo
      que las fuerzas españolas sumaron más de 4.000 hombres.
    
El 28 de marzo Cornwallis
      llevó sus tropas a Wilmington,
      en Carolina del Norte, una ciudad costera donde podía esperar la
      llegada de refuerzos por mar. Greene pasó entonces a Carolina del
      Sur y, sin librar ninguna batalla importante, logró recuperar el
      control del territorio, de modo que los británicos sólo
      conservaron Charleston y sus alrededores. Después de tres años de
      guerra, los británicos sólo controlaban los puertos de Nueva York,
      Charleston, Wilmington y Savannah.
    
El virrey del Perú envió desde cuzco un ejército de 17.000
      hombres bajo el mando del mariscal José del Valle y Torres para enfrentarse
      nuevamente a Túpac Amaru II y sus seguidores. El encuentro se
      produjo la noche del 5 de abril.
      Túpac Amaru II fue vencido y capturado junto con su esposa y
      varios familiares. La rebelión continuó bajo la dirección de su
      hermanastro Diego Cristóbal
        Túpac Amaru, al tiempo que Julián Túpac Catari asediaba La Paz.
    
El 19 de abril se avistó una flota que
      se acercaba a Pensacola. Los españoles creyeron al principio que
      eran barcos británicos, pero resultaron ser refuerzos que llegaban
      de La Habana, con 1.700 marinos y 1.600 soldados. En total, los
      españoles disponían ya de unos 8.000 hombres, frente a los cuales
      los británicos no tenían posibilidades de resistir. El 22 de abril se iniciaron los desembarcos en
      los alrededores de Pensacola.
    
El 25 de abril, Cornwallis
      abandonó Wilmington y avanzó hacia el norte, hacia Virginia.
    
El 30 de abril la artillería española
      empezó a descargar contra Pensacola, dando inicio a un ataque a
      gran escala. El 8 de mayo explotó el
      polvorín de uno de los fuertes británicos que defendían Pensacola.
      La explosión mató a 57 soldados británicos. Esa misma tarde se
      iniciaron las negociaciones para la rendición de la plaza, que
      tuvo lugar el 10 de mayo. Mas de 1.000
      soldados británicos y tropas coloniales fueron hechos prisioneros.
      Esta derrota supuso la salida de los británicos de Florida.
    
Jacques Necker había logrado éxitos notables saneando la economía
      francesa. Su administración le permitió financiar la guerra en
      América y, lo que era más de admirar, financiar la fastuosa corte
      de Luis XVI. No obstante, una propuesta de reformar los
      presupuestos le ganó numerosos enemigos. Publicó entonces su Informe al rey, en el que
      describía la situación financiera del estado y denunciaba las
      excesivas sumas distribuidas entre los cortesanos. Estó aumentó el
      número de sus enemigos y el 19 de mayo
      se vio obligado a dimitir. Poco antes había modificado el
      procedimiento criminal aboliendo la tortura.
    
El 20 de mayo el ejército de
      Cornwallis se unió a las tropas de Arnold en Petersburg, a unos cincuenta
      kilómetros de Richmond. La legislatura de Virginia abandonó la
      capital y se trasladó a Charlottesville,
      unos cien kilómetros más al norte. Tarleton condujo tropas hasta
      allí, que estuvieron a punto de capturar a Thomas Jefferson, el
      gobernador del Estado. Cornwallis contaba con unos 7.500 hombres,
      pero las fuerzas americanas en Virginia las dirigían con
      eficiencia La Fayette y otros franceses, por lo que los británicos
      no hicieron grandes progresos.
    
En Francia había muchos jóvenes entusiasmados con alistarse en el
      ejército y contribuir a la independencia de Norteamérica, y fue
      para ellos un jarro de agua fría el llamado edicto de Ségur, que obligaba
      a todos los candidatos a oficiales del ejército francés a
      demostrar cuatro grados de nobleza.
    
Los familiares del indio Túpac Amaru II fueron ejecutados en su presencia y después él mismo corrió la misma suerte. En junio, Diego Cristóbal Túpac Amaru tomó la dirección del asedio a La Paz.
El 5 de julio, Washington se
      encontró con Rochambeau y lo convenció para que uniese sus tropas
      a las tropas americanas situacas cerca de Nueva York.
    
El 1 de agosto, Cornwallis
      llegó con su ejército a Yorktown,
      Virginia, una ciudad costera donde esperaba recibir suministros.
    
El 14 de agosto Washington recibió noticias de la flota francesa en las Antillas, que ahora estaba bajo el mando del almirante François De Grasse, que había obtenido allí algunas victorias sobre los británicos. De Grasse se ofrecía a conducir su flota a Nueva York, para bloquear a Clinton, o a Yorktown, para bloquear a Cornwallis. Washington eligió Yorktown, pero simuló disponerse a atacar Nueva York llevando sus tropas a Staten Island. Tan pronto como los británicos replegaron sus tropas en Nueva York, Washington cambió de rumbo y se dirigió rápidamente al sur.
El 30 de agosto la flota
      francesa estaba frente a Yorktown, mientras La Fayette bloqueaba
      la ciudad por tierra. No tardó en llegar una flota británica, pero
      De Grasse se enfrentó a ella el 5 de
        septiembre y, tras recibir refuerzos, logró que los
      barcos británicos abandonaran a Cornwallis. El francés era
      partidario de atacar inmediatamente la ciudad, pero La Fayette
      insistió en que había que esperar a Washington. Washington y
      Rochambeau no tardaron en llegar, se inició el asedio y el 17 de octubre Cornwallis ofreció su
      rendición a Rochambeau, pero éste la rechazó: tenía que rendirse
      ante Washington. El 18 de octubre
      Cornwallis aceptó y el 19 de octubre
      cerca de ocho mil soldados británicos depusieron sus armas. Una
      semana más tarde, Clinton llegó con barcos y hombres para auxiliar
      a Cornwallis, pero, al ver que ya no podía hacer nada, dio media
      vuelta y regresó a Nueva York.
    
Washington propuso repetir la jugada contra Clinton en Nueva
      York, pero De Grasse se negó a ello y decidió volver a las
      Antillas: había tenido mucha suerte en su enfrentamiento contra la
      flota británica y no quería seguir tentando a la fortuna.
    
El emperador José II, tras el fallecimiento de su ultracatólica
      madre, promulgó un edicto de tolerancia que ponía fin a las
      persecuciones contra protestantes y ortodoxos. En cuanto a los
      católicos, anuló completamente la autoridad papal en sus dominios,
      promoviendo la versión austriaca del galicanismo francés, que fue
      conocida como josefinismo.
      El 29 de noviembre suprimió
      todos los monasterios que no practicasen la enseñanza ni la
      caridad hospitalaria. Esto afectaba, entre otros, a los
      capuchinos, los cartujos, los carmelitas y las clarisas, cuyos
      bienes pasaron a formar parte del Fondo de religión, que servía para mantener al
      bajo clero y a las escuelas parroquiales. Por otra parte,
      estableció que los sermones de los sacerdotes debían ser
      comunicados previamente para pasar por una censura. Reglamentó
      también las inhumaciones.
    
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