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                  VICTORIA DE FRANCO | SIGUIENTE | 
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La ofensiva franquista contra Cataluña estuvo estancada hasta que
      el 3 de enero de 1939 los tanques
      alemanes forzaron una retirada republicana en un sector del Segre.
      Más al sur el general Yagüe logró que sus marroquíes cruzaran el
      Ebro y establecieran varias cabezas de puente.
    
El 4 de enero los nacionales atacaban
      Borjas Blancas y los republicanos se dieron a la fuga. La
      localidad cayó el 5 de enero junto con
      Artesa de Segre, lo que dejó un gran sector del frente sin
      defensas. 
    
La alianza entre los nacionalistas y los comunistas chinos fue un
      serio revés para las aspiraciones del primer ministro japonés,
      Fumimaro Konoe, hasta el punto de que el 5 de
        enero presentó su dimisión y fue sucedido por Kiichirō
        Hiranuma, cuyo mayor dilema fue si Japón debía reforzar su
      alianza con Alemania para combatir el comunismo en China o si ello
      sería contraproducente en caso de que estallara una guerra entre
      Alemania y las potencias occidentales, lo que podría llevar a que
      éstas apoyaran a China.
    
Mientras tanto los republicanos, dirigidos por el general Antonio
        Escobar, trataron de reducir la presión en Cataluña
      iniciando un ataque contra Hinojosa del Duque, en Córdoba.
      El 6 de enero ocuparon Fuente
        Obejuna, pero los franquistas los detuvieron en el camino
      hacia Peñarroya. El 7 de enero
      los republicanos tomaron Los Blázquez y Paraleda del
        Zaucejo. En pocos días los republicanos habían ocupado casi
      500 km2 en Andalucía, y Queipo de Llano advertía de que
      no contaba con recursos para detener la ofensiva, pero el 8 de enero una tormenta hizo que los
      camiones y tanques republicanos quedaran estancados en el fango.
      Mientras tanto los nacionales reanudaran la ofensiva sobre
      Cataluña.
    
Las leyes soviéticas que castigaban las irregularidades en el
      trabajo no se estaban cumpliendo apenas. Los gerentes necesitaban
      mano de obra y no querían perder trabajadores, así que hacían la
      vista gorda ante muchas irregularidades. A finales del año
      anterior, el gobierno había reforzado la legislación creando unas
      cartillas de trabajo que contendrían el historial de cada
      trabajador, necesarias para conseguir comida, alojamiento,
      atención médica, etc. Ahora dejaba claro que llegar tarde al
      trabajo 20 minutos, o prolongar 20 minutos un descanso, o irse 20
      minutos antes bastaba para justificar un despido obligatorio. Una
      avería en los medios de transporte (algo frecuente) no era excusa
      válida. Una enfermedad sin certificado médico tampoco, y los
      médicos demasiado generosos con los certificados podían ser
      perseguidos y encarcelados.
    
El 9 de enero la República Española
      movilizó a los reclutas de 15 y 17 años para la defensa de
      Cataluña, aunque carecía de material con que equiparlos.
    
Ese día Hungría reconoció al Estado de Manchuria, que Japón había
      formado al noreste de China.
    
El 12 de enero los nacionales tomaron
      Montblanch, en Tarragona.
    
Lord Halifax, el secretario británico de Asuntos Exteriores
      recibió una carta del IRA (el Ejército Republicano Irlandés) en la
      que conminaba al gobierno británico a abandonar Irlanda del Norte
      y le daba un plazo de cuatro días para dar una respuesta. En caso
      de que no hubiera respuesta o de que ésta fuera negativa, el IRA
      manifestaba su intención de "ir a la guerra".
    
El año anterior, un cine al borde de la bancarrota en Los Ángeles
      había presentado una función triple con Frankenstein, Drácula
      y King Kong, con los que obtuvo un gran éxito de taquilla
      y ello llevó a varias salas de cine estadounidenses a realizar
      promociones simialres que reavivaron el interés por el cine de
      terror. A su vez, esto llevó a la Universal a producir una
      secuela de Frankenstein, con "la criatura" interpretada
      nuevamente por Boris Karloff, y en la que Bela Lugosi tuvo también
      un papel relevante. El 13 de enero se
      estrenó La sombra de Frankenstein, que fue muy bien
      recibida, aunque Karloff decidió no volver a interpretar el
      personaje.
    
El 14 de enero, en su ascenso por
      Tarragona, las tropas de Yagüe tomaban Valls y poco
      después entraban en la propia ciudad de Tarragona.
    
El primer ministro yugoslavo, Milan Stojadinović, había logrado
      una serie de acuerdos comerciales con Alemania que permitían
      exportar el excedente agrícola y comprar productos industriales
      asequibles. Confiando en que la población premiaría estos
      resultados, había adelantado las elecciones a finales del año
      anterior. Sin embargo, a pesar de que el voto no fue secreto, el
      partido gubernamental obtuvo sólo el 54.1% de los votos, mientras
      que la oposición consiguió un 44.9%. Además, el 70% de los votos
      gubernamentales procedían de Servia, mientras que en los
      territorios con población croata la oposición había logrado el 80%
      de los votos. Los ministros croatas y eslovenos presentaron su
      dimisión. Cuando se inauguraron las cortes, el 15
        de enero, los diputados de Maček se reunieron en Zagreb
      sin intención de acudir a Belgrado y amenazando entre líneas con
      la posibilida de una guerra civil.
    
Irlanda amaneció llena de carteles en los que el IRA anunciaba
      una declaración de guerra a Gran Bretaña, ante la ausencia de
      respuesta a su ultimátum.
    
El 16 de enero el gobierno republicano
      ordenó la movilización general de todos los hombres y mujeres de
      entre 17 y 55 años. A Barcelona estaban afluyendo miles de
      refugiados que huían ante el avance franquista.
    
El IRA hizo estallar cuatro bombas ese día, dos en Londres, otra
      en Coleshill y otra en Alnwick. No causaron daños
      personales.
    
A partir del 17 de enero Barcelona
      sufrió bombardeos diarios. La aviación nacional también empezó a
      operar en el frente de Andalucía, donde los republicanos habían
      logrado algunos éxitos en los últimos días.
    
Una bomba del IRA dañó unos conductos de gas en Londres. Otra en
      Coleshill dañó una central eléctrica, otra en Great Barr
      trató de derribar un poste eléctrico, aunque no lo logró, y una
      cuarta bomba falló en Barton-upon-Irwell. 
    
El 18 de enero el consejo de ministros
      republicano acordó declarar el estado de guerra y asignó al
      ejército la autoridad civil en la retaguardia, pero el ejército
      estaba demasiado ocupado tratando de contener la ofensiva
      franquista como para hacerse cargo de la autoridad civil.
    
La policía británica arrestó a 14 sospechosos de los atentados
      terroristas de los días precedentes y se incautó de un arsenal de
      explosivos.
    
El 19 de enero estalló una bomba en el
      patio de un hotel. Sin embargo, el IRA negó estar implicado en el
      suceso.
    
Antes que permitir que miles de refugiados cruzaran la frontera
      francesa, el 20 de enero el gobierno
      francés prefirió autorizar la entrada en España de material bélico
      que tenía retenido. Sin embargo, esto no sirvió de nada a la
      república. Los reclutas y la población en general daban la guerra
      por perdida y no tenían ningún interés en prolongarla más.
    
En un poste eléctrico en Lancashire se encontró una bomba y un
      detonador averiado.
    
Viendo lo que se le venía encima, el 21 de
        enero el gobierno francés creó un "centro especial" para
      acoger refugiados en Rieucros. No obstante, de momento la
      frontera con España permanecía cerrada.
    
El 22 de enero el general Vicente Rojo
      informaba a Juan Negrín de que los nacionales habían roto el
      frente nuevamente entre Manresa y Sitges, apenas a 20 km de
      Barcelona, por lo que las tropas republicanas estaban
      retrocediendo para atrincherarse en la propia Barcelona. Como
      consecuencia, Negrín decretó el traslado del gobierno a Gerona,
      más cerca de la frontera francesa. Entre tanto los nacionales
      empezaban a recuperar en Andalucía el terreno que habían perdido.
      Ese día entraban en Peraleda del Zaucejo. 
    
El 23 de enero, cuando se supo que el
      gobierno iba a abandonar Barcelona, miles de simpatizantes
      republicanos emprendieron una huida desordenada de la capital
      catalana hacia la frontera francesa, previo asalto de los
      almacenes de alimentos. Las carreteras se colapsaron. El ejército
      franquista atacaba Sabadell, Tarrasa y Badalona, y cruzaba el río
      Llobregat. 
    
Dos mujeres fueron arrestadas en Manchester por posesión de
      explosivos.
    
El 24 de enero se produjo el traslado del gobierno republicano hasta Gerona.
Ese día un terremoto devastó la ciuda de Chillán, en Chile, a causa del cual murieron unas 30.000 personas.
El 25 de enero los nacionales
      recuperaban Fuente Obejuna. En Barcelona algunos comunistas
      levantaban barricadas y repartían proclamas tratando de movilizar
      a la población civil, pero con escaso éxito. El gobierno francés
      pidió que se estableciera una zona neutral en territorio español
      donde pudieran concentrarse los refugiados republicanos bajo
      supervisión internacional, pero Franco rechazó la propuesta.
    
El 26 de enero los nacionales entraban
      en una Barcelona casi desierta sin encontrar resistencia. Por el
      contrario, las tropas franquistas fueron bien recibidas por un
      amplio sector de la burguesía catalana (para la que la dictadura
      franquista era un mal menor frente a la dictadura del proletariado
      que venía a sustituir), católicos (que por fin podían profesar su
      religión abiertamente) y gentes de orden en general, a quienes les
      dabal igual si quienes llegaban a librarlos de los comunistas eran
      fascistas o morloks. 
    
El 27 de enero Gran Bretaña y Francia
      acordaron conceder un préstamo de 8 millones de libras a
      Checoslovaquia, así como a hacer un donativo de 4 millones, con el
      propósito de salvar al país de la desestabilización tras las
      pérdidas territoriales que había sufrido el año anterior. Una
      parte del dinero se empleó en recolocar a los checos y eslovacos
      que habían huido de los territorios incorporados a Alemania.
    
Ese día se estrenó la película Jesse James, dirigida por
      Henry King, con Tyrone Power como protagonista y Henry Fonda como
      su hermano Frank James. Fue la cuarta película más
      taquillera del año, lo cual es mucho decir, porque fue uno de los
      años más fructíferos del cine estadounidense.
    
También fue el día del estreno de Placer de tontos, la
      única película en la que se ve cantar y bailar a Clark Gable y una
      de las pocas películas que Gable rodó para la Metro que
      fue un fracaso de taquilla. La coprotagonista era Norma Shearer.
    
Esa noche Francia abrió la frontera con España y el 28 de enero unos 15.000 refugiados cruzaron
      a Francia. En los días siguientes las cifras fueron mayores. Los
      campamentos de refugiados se multiplicaron. Eran lugares cercados
      por alambradas y vigilados por la gendarmería. Esa noche la
      localidad de La Garriga, donde se concentraban varios
      miles de refugiados que habían huido de Barcelona, fue bombardeada
      por la aviación nacional, y al amanecer del 29
        de enero se produjo un nuevo bombardeo. En total hubo 13
      muertos, entre ellos ocho niños. Ese día Francisco Largo Caballero
      cruzaba la frontera francesa, pero no tuvo que permanecer en un
      campo de refugiados, sino que pudo instalarse en París.
    
[...] Para los jefes y oficiales que depongan voluntariamente las armas, sin ser culpables de la muerte de sus compañeros, ni responsables de otros crímenes, aparte de la gracia de la vida, la benevolencia será tanto mayor cuanto más significados y eficientes sean los servicios que en estos últimos momentos prestan a la causa de España o haya sido menor su intervención y malicia en la guerra. Los que rindan las armas evitando sacrificios estériles y no sean reos de asesinatos y otros crímenes graves podrán obtener un salvoconducto que les pongan fuera de nuestro territorio, gozando entre tanto de plena seguridad personal [...] Ni el mero servicio en el campo rojo, ni el haber militado simplemente como afiliado en campos políticos extraños al Movimiento Nacional serán motivos de responsabilidad criminal.
Mientras crecía la tensión entre Francia e Italia por las
      exigencias que Mussolini había planteado el año anterior, Hitler
      pronunció un discurso en el que prometió el apoyo militar a Italia
      en caso de que fuera atacada sin provocación.
    
El 1 de febrero las Cortes republicanas se reunieron en Figueras, y Negrin redujo los "trece puntos" que había presentado el año anterior a tres condiciones que su gobierno presentaba a las potencias europeas como condiciones de paz: la independencia de España, que el pueblo español pudiera decidir su forma de gobierno y que no hubiera represalias políticas al terminar la guerra. Los nacionales entraron en La Garriga, donde no eran muy populares a causa de los recientes bombardeos. Fueron recibidos con las calles desiertas.
El 2 de febrero el coronel Segismundo
      Casado se entrevistó con José Miaja y otros generales republicanos
      a los que planteó un proyecto de rebelión contra el gobierno de
      Negrín, que sería sustituido por un Consejo Nacional de
        Defensa, integrado por militares y por todos los partidos
      políticos menos el Partido Comunista de España, cuyo propósito
      sería negociar la paz con los nacionales, en contra de la absurda
      política de resistencia que seguía defendiendo Negrín. Casado
      señaló que el propio gobierno de Negrín había entregado la
      autoridad civil a los militares, y en la zona centro la máxima
      autoridad militar era Miaja.
    
John Ford había dirigido películas de casi todos los géneros,
      pero no había dirigido un western desde la época del cine
      mudo. Recientemente había concebido un gran proyecto que fue
      rechazado por diversas productoras de Hollywood, pues los westerns
      se consideraban pasados de moda y sólo se producían en serie B,
      sin grandes presupuestos. No ayudaba en nada que Ford considerara
      innegociable que el protagonista fuera su amigo John Wayne, que
      sólo había participado en un western de serie A, La
        gran jornada, hacía ya nueve años, y desde entonces sólo
      había protagonizado películas de bajo presupuesto. Sin embargo,
      finalmente llegó a un acuerdo con un productor independiente,
      aunque con un presupuesto apenas superior a la mitad de lo que
      había pretendido. El resultado fue La diligencia, que
      inmediatamente fue un gran éxito de taquilla y de crítica que
      supuso el salto a la fama para John Wayne. Hoy está considerado
      como un clásico del cine del Oeste. 
    
El 3 de febrero Casado se reunió con
      Julián Besteiro, el mayor adversario político de Negrín dentro del
      PSOE, al que ofreció la presidencia de su proyectado Consejo
      Nacional de Defensa. Besteiro no aceptó presidir el Consejo, pero
      sí integrarse en él.
    
El 4 de febrero los nacionales tomaban
      Gerona mientras el gobierno republicano seguía en Figueras. Para
      entonces los nacionales habían contrarrestado completamente la
      última ofensiva republicana en Andalucía. A los republicanos les
      había costado unos 6.000 muertos, frente a unos 2.000 en el bando
      nacional.
    
En un discurso ante el Gran Consejo Fascista, Mussolini afirmó
      que Italia estaba siendo aprisionada por Gran Bretaña y Francia, y
      que Italia necesitaba más territorio para liberarse. Además,
      señaló a Grecia como un "enemigo vital de Italia y su expansión".
    
Dos bombas explotaron en el metro de Londres. Dos viajeros
      resultaron heridos. Dos comercios ardieron a causa de dispositivos
      incendiarios. La prensa afirmó que se habían encontrado documentos
      en Belfast con un plan para volar el palacio de Buckingham.
    
El año anterior se habían realizado celebraciones en Sudáfrica
      para conmemorar el centenario la gran migración que llevó a un
      grupo de bóers a desplazarse hacia el interior para fundar nuevas
      colonias libres de la dominación británica (que finalmente se
      integraron en la República Sudáfricana). Esto dio pie a que
      algunos "herederos" de aquellos bóers revivieran la aversión hacia
      Gran Bretaña y se declararan admiradores de la Alemania Nazi.
      Ahora fundaban el Ossewabranduwag, que significa algo así
      como el centinela del carro de bueyes, en referencia a los
      bóers que emigraron en carros. Su líder era un abogado llamado Johannes
        Van Rensburg, que unos años atrás había sido Secretario de
      Justicia y ello le había dado ocasión de viajar a Alemania y
      tratar con Hitler, y Göring, que le habían causado muy buena
      impresión. La organización no tardó en formar su rama paramilitar,
      cuyos miembros prestaban el juramento: "Si me retiro, matadme,
        si muero, vengadme, si avanzo, seguidme." 
    
El 5 de febrero, el teniente coronel José
        Centaño de la Paz, ayudande del coronel Casado, se reveló
      como agente franquista y le entregó una nueva versión de las
      condiciones de rendición que exigía el Caudillo, aunque ahora eran
      más intimidatorias que en su primera redacción. Empezaban
      diciendo: Tenéis la guerra totalmente perdida. Es criminal
        toda prolongación de la resistencia. La ESPAÑA NACIONAL exige la
        rendición. 
    
Manuel Azaña cruzó la frontera francesa junto con Lluís Companys
      y Antonio Aguirre. Negrín logró convencer a Azaña para que se
      alojara en la embajada española en París, con lo que técnicamente
      seguía en territorio español y no estaba en el exilio. Hasta ese
      día el gobierno francés no había permitido cruzar la frontera a
      soldados republicanos, pero finalmente eliminó esta restricción,
      con el requisito de que los soldados entregaran sus armas a la
      gendarmería.
    
En Conventry estallaron aparatos incendiarios en cuatro grandes
      almacenes. En Bristol apareció una nota en un depósito de petróleo
      en la que decía: Cuidado, estos tanques son los próximos que
        estallarán. La policía realizó varias detenciones y se
      incautó de bastante material explosivo. Varios edificios
      recibieron amenazas anónimas de que serían volados.
    
El regente yugoslavo, el príncipe Pablo, se había reunido en
      secreto una vez más con Maček y, como éste se negaba a dialogar
      con el primer ministro Stojadinović, el 6 de
        febrero el regente lo sustituyó por el ministro de
      Sanidad: Dragiša Cvetković.
    
El 7 de febrero se inició en Londres
      una Conferencia sobre el conflicto entre árabes y judíos en
      Palestina, pero la delegación palestina se negó a compartir
      habitación con la judía, así que las negociaciones se romperían un
      mes más tarde sin éxito alguno. 
    
En la ciudad de Derry, en Irlanda del Norte,
      simpatizantes del IRA quemaron octavillas en las que se instaba a
      la población a alistarse en el Servicio Nacional de
        Voluntarios.
    
La isla de Menorca seguía en poder de los republicanos. Ese día
      un crucero británico apareció ante las costas menorquinas y
      organizó un encuentro entre el vicealmirante Luis González de
        Ubieta, el comandante militar de la isla, y Fernando
        Satorius, el jefe de la aviación nacional en Mallorca.
      Sartorius afirmó que la situación republicana era desesperada y
      que la guarnición de Menorca no podía esperar ninguna ayuda si los
      nacionales la atacaban, y dio de plazo hasta las 10 de la mañana
      del día siguiente para la rendición de la isla. Después se
      iniciaría un ataque. Sartorius intentó sin éxito consultar con
      Negrín o con el general Miaja. Mientras tanto, el 8 de febrero un grupo de militares
      partidarios de franco dirigidos por el teniente Juan Thomás,
      animados por la presencia británica, se apoderaron de Ciudadela,
      en el otro extremo de la isla, y pidieron ayuda a Sartorius. Por
      otra parte, González de Ubieta estaba negociando ya la rendición y
      algunos militares republicanos trataban de buscar medios de huir
      de Menorca por su cuenta.
    
La intervención británica se debía principalmente a la
      preocupación por que los italianos pudieran instalarse
      definitivamente en Menorca. Ese mismo día aviones italianos
      bombardearon Mahón, pero el gobierno de Franco, complacido con que
      Menorca se rindiera a los británicos y no a los italianos, aseguró
      que los aviones italianos no habían sido llamados ni autorizados
      por Franco.
    
Los nacionales tomaron Figueras, que durante los últimos días
      había estado sometida a fuertes bombardeos. Juan Negrín cruzó la
      frontera francesa junto con su gobierno.
    
El parlamento irlandés promulgó una ley por la que se castigaba
      con la pena de muerte a quienes cometieran actos de traición,
      tanto si los cometían dentro o fuera del territorio irlandés. La
      medida estaba encaminada a combatir al IRA, que normalmente
      atentaba en territorio británico. Una segunda ley aumentaba las
      atribuciones de la policía para realizar registros, detenciones y
      encarcelar sospechosos. También se consideraba sedición cualquier
      declaración que insinuara que el gobierno irlandés no era el
      gobierno legítimo de Irlanda. Éamon de Valera afirmó que el IRA no
      tenía derecho a considerarse el Gobierno Republicano Irlandés.
      
    
El 9 de febrero el crucero británico
      en el que se había negociado la rendición de Menorca abandonó la
      isla llevando a 452 refugiados, entre ellos González de Ubieta.
      Otro barco zarpó poco después con otros 75 refugiados con destino
      a Argel. Muchos de los soldados que habían sido enviados a
      reprimir la rebelión de Ciudadela habían desertado para correr a
      Mahón, pero no llegaron a tiempo para embarcar y no tuvieron más
      remedio que rendirse a los nacionales. Por la tarde llegaron
      tropas marroquíes desde Tarragona, y por la noche desembarcaron
      más tropas procedentes de Mallorca. La isla fue ocupada sin la
      participación de fuerzas alemanas o italianas, tal y como las
      autoridades franquistas habían asegurado a los británicos.
    
Para entonces la mayor parte brigadistas internacionales
      rezagados que aún permanecían en territorio español pasaron a
      Francia.
    
Dos bombas estallaron en una estación de Londres. El Museo de
        Historia Nacional recibió amenazas.
    
El año anterior el marchante Paul Rosenberg había
      organizado una exposición itinerante con obras de Picasso y otros
      artistas cuya atracción principal era el Guernica. A
      finales de año el cuadro fue llevado a Londres para participar en
      una exposición de recaudación de fondos para el Comité de
        Ayuda a los Refugiados Españoles. De Londres fue llevado a
      otras ciudades británicas y ahora Picasso dispuso emplazarla
      definitivamente en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
    
Ese día el gobierno de Franco promulgó la Ley de
        Responsabilidades Políticas, pensada para servir de
      fundamento a una depuración de responsabilidades al término de la
      guerra. En su artículo primero afirmaba:
    
Se declara la responsabilidad política de las personas, tanto jurídicas como físicas, que desde el 1 de octubre de 1934 y antes del 18 de julio de 1936, contribuyeron a crear o a agravar la subversión de todo orden de que se hizo víctima a España y de aquellas otras que, a partir de la segunda de dichas fechas, se hayan opuesto o se opongan al Movimiento Nacional con actos concretos o con pasividad grave.
El artículo segundo ilegalizaba todos los partidos políticos que habían formado parte del Frente Popular y los que habían impulsado el separatismo vasco o catalán. En suma, se trataba de legitimar las represalias contra quienes hubieran participado en la rebelión de octubre del 34 o en los actos de violencia callejera de los años siguientes y contra quienes se hubieran opuesto al alzamiento del 36. Aunque algunos de los delitos señalados eran ya delitos en el momento en que fueron cometidos, muchos otros no lo eran, con lo que el principio jurídico de no retroactividad no quedaba muy bien parado.
El 10 de febrero las tropas
      franquistas ya controlaban toda Cataluña. Unos 400.000 refugiados
      habían pasado a Francia, lo que incluía a unos 220.000 soldados,
      60.000 varones no combatientes, 10.000 heridos y 17.000 mujeres y
      niños. En estas condiciones la República no tenía ninguna
      posibilidad de éxito, pero eso no entraba en la cabeza de Juan
      Negrín, que ese mismo día voló de Toulouse hasta Alicante
      acompañado por algunos de sus ministros, que no se atrevieron a
      negarse a acompañarlo. El que sí se negó a regresar a España fue
      Manuel Azaña, pese a que Negrín le insistió a ello. Azaña le dijo
      abiertamente que consideraba la guerra perdida. Desde Alicante,
      Negrín se dirigió a Valencia, donde se entrevistó con el general
      Miaja.
    
Ese día murió el papa Pío XI.
    
Mickey Rooney protagonizó Las aventuras de Huckleberry Finn,
      aunque la crítica consideró mediocre la adaptación de la novela de
      Twain.
    
Otto Hahn y Fritz Strassmann habían publicado a principios de año
      sus resultados sobre la obtención de bario a partir de uranio, y
      el 11 de febrero Lise Meitner publicaba
      un artículo en la revista Nature en el que interpretaba
      dicho experimento como que se había producido una fisión de los
      núcleos de uranio en núcleos de bario y de kriptón. Fue su
      sobrino, Otto Frisch, quien acuñó el término fisión
        nuclear. Ambos observaron que el proceso conllevaba una
      pérdida de masa que se traducía en una emisión considerable de
      energía, en virtud de la conocida fórmula de Einstein E = mc2.
      Unas semanas antes, Niels Bohr había informado de esta teoría en
      un congreso de física teórica celebrado en Washington.
    
El 12 de febrero Juan Negrín se trasladó a Madrid y llamó a su presencia al coronel Casado para que le informara de la situación militar en la que volvía a ser la capital republicana de España. Casado le explicó que sería imposible resistir el previsible ataque que Franco no tardaría en lanzar sobre Madrid a lo que, según testimonio del propio Casado, Negrín le respondió —siguiendo su manual del buen fanático—: "Estoy de acuerdo con su criterio, pero yo no puedo renunciar a la consigna de resistir". Ese mismo día Negrín recibió desde París un telegrama del general Vicente Rojo, que renunciaba a su cargo como Jefe del Estado Mayor, a la vez que le reprochaba que continuara con su política de resistencia. Negrín consultó de nuevo su manual y no tuvo otra ocurrencia que ordenar a Rojo que regresara inmediatamente a España, orden que el militar se negó a cumplir.
Mientras tanto, los nacionales habian vuelto la vista de nuevo
      hacia Valencia, y el pueblo cercano de Játiva sufrió un duro
      bombardeo en el que perdieron la vida 129 personas y más de 200
      resultaron heridas, muchas víctimas eran militares, pues el
      objetivo principal del bombardeo fue la estación de ferrocarril,
      en la que estaba entrando un tren militar en ese momento.
    
El 13 de febrero la Cámara de los
      Comunes debatió sobre el papel que había desempeñado la flota
      británica en la conquista de Menorca por los nacionales españoles.
      La oposición laborista acusó al gobierno de Neville Chamberlain de
      haber decantado a Gran Bretaña en favor del bando franquista, si
      bien los informes sobre la evacuación de refugiados calmaron las
      protestas.
    
El primer ministro húngaro, Béla Imrédy, había tratado en vano de
      oponerse a la influencia alemana en su país, y al constatar que
      todo esfuerzo en esa línea era inútil, se había pasado al extremo
      opuesto, congraciándose con Alemania y con la extrema derecha
      húngara, haciendo gala de un discurso profascista y antisemita.
      Pero esto disgustó a una parte de quienes le habían dado su apoyo
      anteriormente, que decidieron atacarlo con sus propias armas y
      presntaron pruebas al regente Miklós Horty de que Imrédy era
      bisnieto de un judío. Al destaparse semejante crimen, no tuvo más
      remedio que dimitir. Fue sucedido por Pál Teleki. 
    
Antoine de Saint Exupéry publicó su novela autobiográfica Tierra
        de hombres, en la que relata un accidente de aviación en el
      Sahara en el que estuvo a punto de morir de sed. La obra obtuvo el
      Gran premio de novela de la Academia francesa.
    
Jean-Paul Sartre publicó una colección de novelas cortas titulada
      El muro. 
    
Graham Greene publicó una novela de viajes titualda Los
        caminos sin ley y otra de intriga, titulada El agente
        confidencial. 
    
Henry Miller publicó en Francia Trópico de Capricornio,
      que fue prohibida en los Estados Unidos por obscena, y tuvo que
      ser introducida de contrabando en el país.
    
John Dos Passos publicó Aventuras de un joven. 
    
William Faulkner publicó Las palmeras salvajes, una
      novela compuesa por dos historias entrelazadas.
    
Ese año apareció El sueño eterno, la primera novela del
      escritor estadounidense Raymond Chandler. Está
      protagonizada y narrada por el detective Philip Marlowe,
      pero no es una novela de detectives, sino una novela negra
      especialmente cruda. Está considerada una de las mejores novelas
      del género.
    
H. G. Wells publicó El gran dictador, una novela cuyo
      protagonista es una mezcla de Stalin, Mussolini y Hitler, en la
      que se analiza la psicología de tales monstruos y de las
      ideologías que los sustentan.
    
Pío Baroja publicó sus novelas Laura o la soledad sin remedio
      y Ayer y hoy.
    
El 15 de febrero el coronel Casado
      recibió un plan de capitulación de manos de la quinta columna
      franquista. Casado aseguró que "todo estaba dispuesto para el
        asalto a los reductos comunistas al grito de ¡Viva España y
        muera Rusia!" Poco después Casado recibió una orden de
      Negrín para que acudiera al día siguiente a una reunión de los
      altos mandos militares.
    
El 16 de febrero Negrín se reunió con
      diversos oficiales en la base de Los Llanos (Albacete).
      Entre los asistentes estaban el general Miaja, el coronel Casado,
      el general Escobar y el almirante Miguel Buiza, el Jefe de
      la Flota Republicana. Todos los presentes confirmaron lo que
      Casado le había comunicado unos días antes: que no había
      posibilidades de resistir un ataque por parte de los nacionales.
      El almirante Buiza le advirtió incluso del peligro de que toda la
      flota republicana desertara si no se ponía fin a la política de
      resistencia. Negrín, sin embargo, insistió en que no se daban las
      condiciones para la negociación porque el general Franco sólo
      aceptaba la rendición incondicional, por lo que la única salida
      continuaba siendo la resistencia. Al parecer, la idea de que
      Franco no aceptaba negociar porque no lo necesitaba no le entraba
      en la cabeza.
    
El 17 de febrero se estrenó Gunga
        Din, ambientada en la India y basada en un poema de Rudyard
      Kipling. Dirigida por George Stevens, estaba protagonizada por
      Cary Grant y Douglas Fairbanks Jr. Es uno de los clásicos del cine
      de aventuras.
    
El 18 de febrero Negrín escribió a
      Azaña una larga carta en la que lo conminaba a regresar a España.
      Azaña se mordió la lengua y no le respondió. Mientras tanto, el
      senador francés Léon Bérard se reunía en Burgos con
      Francisco Gómez-Jordana para tantear la posibilidad de que Francia
      estableciera relaciones diplomáticas oficiales con el gobierno
      franquista a cambio de garantías de que España no se uniría ni
      apoyaría al Eje Roma-Berlín en caso de un conflicto en Europa. En
      una reunión previa Gómez-Jordana, ya había indicado que el
      reconocimiento diplomático tenía que ir acompañado de un
      reconocimiento oficial del gobierno franquista como gobierno
      legítimo de España, entendiendo que esto a su vez deslegitimaba al
      gobierno republicano. Ahora añadía además la exigencia de que
      Francia entregara a España todos los bienes que la República había
      trasladado a aquel país (oro y divisas del Banco de España,
      colecciones artísticas del Museo del Prado, así como armamento
      adquirido por la República), así como la entrega de todos los
      buques o aviones republicanos que llegaran a territorios bajo
      control francés. Francia trató de que Gómez-Jordana aceptara que
      la manutención de los refugiados españoles se costeara con el
      dinero que la República tenía depositado en Francia, pero éste se
      negó rotundamente. Bérard sólo logró que Gómez-Jordana aceptara
      una declaración por la que ambos gobiernos debían obligarse a
      impedir las actividades de grupos armados que perturben la
      seguridad del país vecino. Francia entendía que esto excluía la
      presencia de bases alemanas o italianas en territorio español,
      pero los franquistas nunca pusieron nada concreto por escrito a
      este respecto.
    
El dictador peruano Óscar Raimundo Benavides se las había
      arreglado para anular las últimas elecciones tras las que debía
      haber dejado el poder. Raúl Haya de la Torre, el líder del APRA,
      partido ilegalizado, recurrió a una curiosa estrategia para
      derrocar a Benavides. Su ministro de gobernación y hombre de
      confianza, el general Antonio Rodríguez Ramírez, creía en
      la astrología y en el espiritismo, y Haya de la Torre se las
      arregló para infiltrar un médium en las sesiones de
      espiritismo a las que acudía que lo convenció de que el espíritu
      de Luis Miguel Sánchez Cerro, el predecesor de Benavides, que fue
      asesinado seis años atrás, le hablaba desde el otro mundo para
      encargarle la noble misión de acabar con la dictadura de Benavides
      y devolver la democracia al país. También se cuidó de advertirle
      que para ello necesitaría la colaboración del APRA. Finalmente, el
      19 de febrero, aprovechando que era
      domingo de carnaval y que Benavides había salido de excursión, su
      ministro de gobierno y hombre de confianza, Antonio Rodríguez
        Ramírez, dirigió un golpe de Estado y ocupó el palacio de
      gobierno sin oposición. Inmediatamente se proclamó jefe interino
      de la república, anunció una amnistía general y la convocatoria de
      una asamblea constituyente. Sin embargo, el mayor Luis Rizo
      Patrón, jefe de la Guardia de Asalto, se presentó en palacio,
      exigió la rendición de Rodríguez, y cuando éste se acercó hacia él
      lanzó una ráfaga de ametralladora que acabó con su vida y con la
      de dos de sus acompañantes. Poco después Benavides regresaba
      precipitadamente a Lima y retomaba el poder.
    
En El Salvador, Maximiliano Hernández Martínez logró que un
      parlamento bajo su control lo ratificara en el cargo por otra
      legislatura sin necesidad del molesto trámite de pasar por unas
      elecciones. Lo mismo hizo Tiburcio Carías Andino en Honduras.
    
El 21 de febrero el ministro de Estado
      republicano envió un telegrama desde París a Juan Negrín, firmado
      también por el embajador español, en el que advertían de que Gran
      Bretaña y Francia estaban planteándose entablar relaciones
      diplomáticas con el gobierno de Franco, y que para evitarlo era
      imprescindible que, como mínimo, el presidente Azaña regresara a
      España.
    
El 22 de febrero Jozef Tiso, con
      motivo de la presentación en la Asamblea Eslovaca del nuevo
      gobierno, propuso la creación de un Estado Eslovaco independiente.
      Unos días antes Tiso se había entrevistado con Hitler.
    
Ese día murió en la cárcel el comandante Aleksandr Yegórov,
      uno de los generales que habían formado parte del jurado que había
      condenado a Mijaíl Tujachevski (o así constaba en los papeles,
      aunque hay quien duda de que hubiera habído juicio alguno). Cuatro
      años antes se había crado el rango de Mariscal de la Unión
      Soviética y Yegórov había sido uno de los cinco designados, pero
      dos años después había sido degradado a comandante y arrestado al
      año siguiente.
    
Antonio Machado había salido de Barcelona poco antes de la
      entrada de los nacionales. Tras una accidentada huida a Francia,
      murió en el pueblo de Colliure. 
    
El 23 de febrero fue fusilado Israel
      Pliner, el que estuviera por unos meses al frente de la GULAG.
    
El Parlamento Británico debatió sobre los disturbios en
      Palestina, y el Secretario de Estado para las Colonias anunció la
      intención del gobierno de disolver el mandato británico sobre
      Palestina que había sido establecido a raíz del Tratado de
      Versalles y organizar en su lugar un Estado independiente que
      respetara los derechos tanto de judíos como de árabes. En general,
      la población árabe recibió con entusiasmo el proyecto, entusiasmo
      que se tradujo en una serie de disturbios contra los judíos.
    
Ese día tuvo lugar la ceremonia de entrega de los que por primera
      vez fueron llamados oficialmente Óscars. Los óscar a la
      mejor película y al mejor director fueron para Vive como
        quieras, de Frank Capra. El mejor actor fue Spencer Tracy
      por La ciudad de los muchachos, y la mejor actriz Bette
      Davis, por Jezebel. Por primera vez, entre los nominados
      al óscar a la mejor película había figurado una película
      extranjera, La gran ilusión, del director francés Jean
        Renoir (hijo del pintor).
    
El 24 de febrero Juan Negrín abandonó
      Madrid para instalar su gobierno en una finca cercana a la
      localidad alicantina de Elda, cuyo nombre en clave era Posición
        de Yuste (en alusión al retiro de Carlos I al monastario de
      Yuste). La dirección del Partido Comunista de España se instaló
      también en las proximidades de la Posición de Yuste. El
      motivo de este traslado era difícil de entenderse, pues alejaba a
      Negrín de los mandos militares, y fue achacado a una forma de
      asegurarse la huida en caso de necesidad.
    
Hungría firmó el Pacto Antikomitern. 
    
El 25 de febrero, ante las presiones
      cada vez mayores, Manuel Azaña contestó a los requerimientos de
      Negrín reafirmándose en su negativa a regresar a España. Respecto
      del hecho de que Gran Bretaña y Francia se disponían a entablar
      relaciones diplomáticas con el gobierno franquista, le explicó que
      ello no se debía a que él estuviera en Francia, sino a que "hemos
      perdido la guerra", palabras que Negrín debió de tomar por algo
      así como una cita de Confucio en versión original.
    
El 26 de febrero Azaña abandonó la
      embajada española en París para trasladarse a una casa que su
      cuñado tenía en Collonges-sous-Salève. 
    
El 27 de febrero se hizo público el Acuerdo
        Bérard-Jordana, por el que el gobierno francés reconocía a
      Franco como gobernante de España. El mismo día Gran Bretaña hacía
      el mismo reconocimiento. El gobierno británico ni siquiera se
      había molestado en tratar de obtener contrapartidas. Daba por
      hecho que Franco iba a necesitar la ayuda de las potencias
      occidentales para reconstruir la economía española, por lo que no
      era necesario presionarlo de momento a que se desvinculara de
      Alemania e Italia, cosa que le iba a resultar difícil mientras
      España siguiera en guerra.
    
El gobierno eslovaco pidió al gobierno central checoslovaco que
      retirara los soldados checos del territorio eslovaco y que
      permitiera al Estado autónomo eslovaco nombrar embajadores y
      cónsules.
    
Ese día el Irgún respondió a los disturbios que habían
      protagonizado los árabes en los días precedentes. Una bomba en un
      mercado árabe en Haifa mató a 24 árabes, otra en Jerusalén a 4
      más, y en otros atentados murieron otros 5 árabes más. Jabotinsky
      escribió una carta a David Ratziel, el jefe del Irgún, en la que
      le decía: Vuestra respuesta a las manifestaciones de victoria
        de los enemigos del Estado Judío ha producido un efecto enorme y
        positivo. 
    
El 28 de febrero Azaña renunciaba a su
      cargo de Presidente de la República Española. En su carta decía
      que "En condiciones tales, me es imposible conservar ni
        siguiera nominalmente mi cargo al que no renuncié el mismo día
        que salí de España porque esperaba ver aprovechado este lapso de
        tiempo en bien de la paz." (dando a entender que
      Negrín podría haber aprovechado ese lapso para negociar la paz y
      no lo había hecho). Según la constitución republicana, Azaña debía
      ser sustituido interinamente por el presidente de las Cortes,
      Diego Martínez Barrio, que también estaba en Francia.
    
Ese día zarpaba del puerto de El Havre el Vita,
      un barco en el que Juan Negrín había dispuesto que se embarcaran
      joyas, metales preciosos y objetos de valor que habían sido
      incautados por el gobierno republicano durante la guerra, con
      instrucciones de trasladarlos a México.
    
El 1 de marzo el parlamento eslovaco
      debatió sobre la posibilidad de proclamar la independencia de
      Eslovaquia, si bien las dos opciones tuvieron sus defensores y no
      se llegó a ningún acuerdo.
    
El 2 de marzo Edouard Daladier designó
      al mariscal Philippe Pétain como embajador francés ante el
      gobierno franquista.
    
Tras dos días de cónclave resultó elegido papa el cardenal
      Eugenio Pacelli, que adoptó el nombre de Pío XII en honor
      a su antecesor. Antes de su coronación firmó ante notario su
      renuncia en caso de que fuera apresado por los nazis, para evitar
      que sucediera algo similara a cuando Napoleón apresó a Pío VII.
    
Dos bombas estallaron en respectivos acueductos, uno en Londres y
      otro en Wednesbury. No causaron daños graves.
    
Negrín llamó a la "posición de Yuste" al coronel Casado y
      al general Manuel Matallana, a los que comunicó que iban a
      ser relevados de sus cargos para ser sustituidos por militares
      comunistas.  Tras la entrevista, ambos marcharon
      inmediatamente a Valencia para entrevistarse con Miaja y elaborar
      un plan de acción, mientras el almirante Buiza convocaba en
      Cartagena a varios subalternos para informarles de la próxima
      constitución del Consejo Nacional de Defensa. Negrín tenía
      indicios de la conspiración contra él y ese mismo día nombró al
      comunista Francisco Galán nuevo jefe de la base naval de
      Cartagena. El 3 de marzo el ministro de
      Gobernación, Paulino Gómez, fue a Cartagena para informar
      del nombramiento en persona y convencer a los marinos de que la
      resistencia todavía era posible y de que Franco era una ilusión
      óptica, pero tuvo que volverse a "la posición" antes de lo
      previsto dada la hostilidad con la que fue recibido.
    
Un empleado ferroviario impidió que miembros del IRA volaran un
      puente durante la noche.
    
En París se había reunido la Diputación Permanente de las Cortes
      españolas para confirmar a Martínez Barrio como nuevo Presidente
      de la República. Antes de aceptar el cargo, Martínez Barrio envió
      un radiograma a Negrín en el que le pedía la confirmación de que
      el gobierno republicano aceptaría la política de la Diputación
      Permantente, partidaria de negociar la paz lo más rápidamente
      posible. Negrín respondió con un "sí, pero no" (es decir, "sí,
      siempre y cuando Franco se comprometa a no tomar represalias
      contra los vencidos"), pero el mensaje no llegó nunca a su
      destino, probablemente interceptado por personal leal a Casado. El
      resultado fue que Martínez Barrio, que se había mostrado dispuesto
      incluso a regresar a España acompañado del general Rojo, no llegó
      a aceptar la presidencia y el viaje no tuvo lugar.
    
Mientras tanto el coronel Casado informaba de sus intenciones al
      general Ignacio Hidalgo de Cisneros, a pesar de que era
      comunista. Le aseguró que podía conseguir de Franco mejores
      condiciones que Negrín, e incluso confiaba en que los nacionales
      respetarían la graduación. Hidalgo de Cisneros informó
      inmediatamente a Negrín de la conjuración y éste adoptó una medida
      infalible para contener una sublevación: el 4
        de marzo envió un avión a Madrid para que recogiera a
      Casado y lo llevara a su presencia. Para su consternación, Casado
      se negó a tomar el avión. Ante esta posibilidad, el presidente del
      Consejo de Ministros había trazado un plan B: telefoneó a Casado y
      le ordenó tomar el avión, pero algo debió de fallar, porque la
      medida no tuvo el efecto previsto.
    
Por otra parte, Negrín había enviado a Francisco Galán a
      Cartagena acompañado de una brigada comunista que le asistiera en
      caso de que tuviera dificultades para tomar el mando. Sin embargo,
      Galán consideró oportuno ordenar a la brigada que permaneciera en
      el pueblo de Los Dolores, a las afueras de Cartagena, a la
      espera de instrucciones, y el resultado fue que cuando se personó
      en la base fue arrestado por un grupo de militares profranquistas
      que, bajo la dirección del capitán de navío Fernando Oliva,
      inició una rebelión esa misma noche. Inmediatamente la base se
      declaró "a las órdenes del generalísimo". Cuando el
      gobieno de Burgos supo que la rebelión era profranquista, ya el 5 de marzo, envió a la aviación que
      bombardeó a la flota republicana de Cartagena. Mientras tanto, los
      sublevados amenazaron a la flota republicana con cañonearla con
      las baterías costeras si no salía del puerto en un plazo de unas
      horas. El almirante Buiza se reunió con otros oficiales, entre
      ellos Francisco Galán, y acordaron abandonar la base con unos 700
      refugiados, entre civiles y militares. Por la tarde las tropas
      comunistas entraron en Cartagena y acorralaron a los franquistas
      en unos pocos reductos.
    
Ese día Negrín volvió a emplear su técnica revolucionaria de
      llamar a su presencia a los generales Miaja y Matallana, pero de
      nuevo algo debió de torcerse, porque Miaja se las arregló para
      negarse a acudir. Matallana fue arrestado, pero fue liberado poco
      después. Por la tarde Segismundo Casado puso en marcha su golpe de
      Estado en Madrid. En colaboración con el sector antinegrinista del
      partido socialista y con los anarquistas, sus partidarios ocuparon
      los puestos estratégicos de la ciudad y arrestaron a varios
      comunistas. Inmediatamente se constituyó el Consejo Nacional de
      Defensa, presidido por el general José Miaja y que contaba con
      otros ocho consejeros, entre ellos el propio Casado como consejero
      de Defensa, Julián Besteiro como consejero de Estado y el también
      socialista Wenceslao Carrillo (el padre del comunista
      Santiago Carrillo) como consejero de Gobernación. Los restantes
      eran republicanos y sindicalistas (socialistas y anarquistas). A
      medianoche Casado y Besteiro se dirigieron por radio a la "España
      antifascista" para justificar el golpe contra el gobierno de
      Negrín, al que presentaron como ilegítimo desde la renuncia de
      Azaña. Luego Casado telefoneó a Matallana, que estaba cenando con
      Juan Negrín y el general Antonio Cordón, y le comunicó el
      éxito del golpe de Estado. Matallana informó a Negrín y éste
      empleó una vez más su arma secreta: se puso al teléfono y le dijo
      a Casado: ¡Queda usted destituido!,  pero Casado supo
      muy bien cómo esquivar el golpe y le contestó: Mire usted,
        Negrín, eso ya no importa. Ustedes ya no son gobierno, ni tienen
        fuerza ni prestigio para sostenerse y menos para detenernos...
        La suerte está echada y ya no retrocedo. Negrín encargó
      entonces al general Cordón que se pusiera en contacto con los
      principales oficiales del ejército, y se encontró con que sólo se
      declararon leales: el general Escobar, en extremadura, y otro más.
      Entonces trató de ganar tiempo ofreciéndose a traspasar
      ordenadamente el poder a Casado, pero este no aceptó, pues
      consideraba que Negrín no tenía ninguna legitimidad para traspasar
      nada. El 6 de marzo, después de esperar
      respuesta en vano a una última propuesta de entendimiento, Negrín
      y su gobierno volaron hacia Francia.
    
Mientras tanto los comunistas se reunían en Madrid y encargaban a
      Guillermo Ascanio la dirección de las operaciones contra
      los casadistas. Comunistas y casadistas se enfrentaron en
      las calles madrileñas y las tropas de Ascanio llegaron a entrar en
      el cuartel general de los golpistas, donde apresaron a tres
      coroneles ayudantes de Casado y los ejecutaron inmediatamente al
      más puro estilo comunista. Sin embargo, no encontraron a Casado.
      Al recibir la noticia de que las tropas de Alicante se habían
      unido a Casado y se dirigían a la sede del Partido Comunista de
      España, los dirigentes comunistas huyeron en avión a Francia y a
      Argelia. Los pocos que se quedaron con la misión de organizar un
      partido comunista clandestino fueron arrestados y trasladados a
      Albacete.
    
El primer ministro mongol, Anandyn Amar, gozó de una gran
      popularidad hasta que Stalin ordenó lanzar una campaña de
      desprestigio contra él, que culminó cuando fue acusado ante el
      Comité Central de haber apoyado a quienes confabulaban contra el
      gobierno, de haberse opuesto a que fueran arrestados y de haber
      descuidado la defensa de las fronteras. En cuanto Choybalsan
      respaldó las acusaciones todo el Comité Central se puso en contra
      de Amar. Éste se levantó y dijo:
    
Aunque creo en la religión, en lo que creo incluso más firmemente es en que Mongolia debería ponerse en pie con firmeza para convertirse en un país independiente. Amo a mi país. Lo he demostrado con mi trabajo. He estado entre los primeros en dedicarme a la causa del desarrollo de mi país, y se me rompe el corazón al verme llamado traidor y sujeto a castigo.
Ese día, durante una visita a Francia, murió de una neumonía el
      patriarca Miron Cristea, que había sido nombrado primer ministro
      de Rumanía (tenía 70 años). El rey Carlos II nombró en su lugar a
      Armand Călinescu, que había participado como ministro en
      varios gobiernos anteriores y era miembro fundador del partido
      único, el Frente de Renacimiento Nacional. Durante su etapa como
      ministro de Interior la policía había actuado enérgicamente contra
      la Guardia de Hierro, con detenciones masivas, torturas y
      asesinatos. Se le atribuye la organización del asesinato de
      Codreanu siguéndo las órdenes del rey. Carlos II se estaba
      esforzando por mantener su país fuera de la esfera de influencia
      alemana al amparo de Gran Bretaña (Alemania estaba interesada
      principalmente en el petróleo rumano) y Călinescu tenía un
      carácter fuerte capaz de mantener a raya a la Guardia de Hierro,
      pronazi.
    
Una flota franquista había llegado a Cartagena con la intención
      de desembarcar, pero se encontró con que una de las baterías
      costeras le disparaba mientras otra disparaba contra la primera.
      En efecto, los comunistas estaban ganando terreno a los
      sublevados, 66 de los cuales terminaron huyendo en un submarino.
      Otros hacían llamamientos desesperados por radio pidiendo ayuda a
      los franquistas. La flota franquista permaneció a la expectativa
      y, al comprobar que los comunistas se hacían con el control de la
      base naval, el 7 de marzo se retiró. La
      única excepción fue el Castillo de Olite, un barco
      mercante que transportaba tropas franquistas embarcadas en
      Castellón con instrucciones de desembarcar en Cartagena. Una
      avería en la radio le impidió enterarse de que la ciudad había
      terminado en manos de los republicanos, cosa que descubrió en el
      último momento al ver ondear banderas republicanas en varios
      edificios, pero era demasiado tarde. Las baterías costeras
      abrieron fuego y uno de los disparos impactó en la santabárbara
      del buque. La explosión provocó su hundimiento. De los 2112
      hombres que viajaban a bordo, murieron 1476, otros 342 resultaron
      heridos y 294 fueron hechos prisioneros.
    
El día anterior el almirante Buiza había recibido órdenes del
      gobierno de Negrín de volver a la base a colaborar con las tropas
      que combatían a los nacionales sublevados. Al parecer su primera
      intención fue obedecer la orden, pero se dejó convencer por los
      partidarios de la deserción y, ahora que la flota podía volver
      tranquilamente a Cartagena, prefirió llevarla a Túnez, donde las
      autoridades francesas, en cumplimiento del acuerdo Bérard-Jordana,
      la requisaron y la entregaron al gobierno nacional.
    
Los comunistas madrileños recibieron un considerable respaldo con
      la adhesión del coronel Luis Barceló, que se autonombró
      jefe del Ejército del Centro (el cargo que detentaba Casado) y
      atacó Madrid. Las luchas entre casadistas y comunistas se habían
      convertido ya en una pequeña guerra civil. Fuera de la ciudad el
      ejército republicano se puso mayoritariamente del lado de Casado.
      La principal excepción fue Ciudad Real, donde los comunistas
      fueron finalmente derrotados por las tropas del general Escobar,
      que tras unos días de vacilación se había unido a los casadistas.
    
Alemania estaba presionando a los nacionalistas eslovacos a
      declarar la independencia. Éstos empezaron a movilizar milicias
      fascistas. Entre los principales activistas estaba Vojtech
        Tuka, que había salido recientemente de prisión, tras haber
      estado diez años encarcelado acusado de espionaje y traición.
    
Ese día fue fusilado Matvei Berman, el precedesor de Pliner al
      frente de la GULAG.
    
En un juicio de un día, Anandyn Amar fue declarado culpable de
      cualquier cosa y depuesto como primer ministro. El cargo pasó
      finalmente a
      
      Horloogiyn Choybalsan, que era también ministro de Asuntos
      Internos, Ministro de la Guerra y Comandante en Jefe de las
      Fuerzas Armadas. De este modo, su autoridad no tenía ya discusión
      posible, y Mongolia quedó definitivamente bajo el control
      soviético. Amar y 28 de sus colaboradores más cercanos fueron
      encarcelados. Para entonces las purgas comunistas habían asesinado
      a unos 670.000 mongoles, alrededor del 65% de la población. Más de
      2.000 templos fueron arrasados y más de 71 toneladas de estatuas
      de metal fueron enviadas a la Unión Soviética.
    
El 8 de marzo los comunistas dominaban
      casi toda la ciudad de Madrid, y al anochecer diversas unidades
      avanzaban hacia el ministerio de Hacienda, en cuyos sótanos se
      encontraba el coronel Casado. Sin embargo, la situación cambió en
      la madrugada del 9 de marzo, en parte
      por la llegada de tropas anarquistas del frente de Guadalajara, en
      parte porque los comunistas se desanimaron al enterarse de que en
      el resto de España el golpe había triunfado, que las autoridades
      comunistas habían abandonado el país y que las instrucciones que
      habían dejado eran las de abandonar la lucha y preparar el paso a
      la clandestinidad. Además las tropas franquistas que rodeaban la
      ciudad permitieron movierse libremente a las tropas casadistas y,
      en cambio, atacaron las zonas defendidas por comunistas, por lo
      que buena parte de sus efectivos tuvieron que dejar de combatir a
      los casadistas para combatir a los franquistas. Esto permitió a
      Casado organizar una contraofensiva.
    
Ante el aumento de disturbios por parte de los independentistas,
      un ejército checo entró en Eslovaquia y destituyó al presidente
      Tiso.
    
El 10 de marzo se estrenó Sueño de
        hadas, la primera película en technicolor
      protagonizada por Shirley Temple. Tuvo un gran éxito, al igual que
      Susana, pero el hecho de que Temple rodara sólo dos
      películas ese año en lugar de tres o cuatro, como era habitual,
      hizo que pasara de ser la actriz más taquillera del año a ocupar
      la quinta posición.
    
El 11 de marzo fuerzas anarquistas
      obligaron a los anarquistas a retirarse de las posiciones que
      habían ocupado en Madrid. Sólo quedaron unos pocos reductos de
      combatientes atrincherados.
    
El 12 de marzo el Consejo Nacional de
      Defensa condenó a muerte al coronel Barceló por el asesinato de
      los tres ayudantes de Casado a manos de los comunistas (en los que
      probablemente el acusado no había tenido nada que ver. Por otra
      parte, dictó medidas para eliminar la "influencia comunista" en el
      ejército: abolió los comisarios políticos, suprimió la estrella
      roja en el uniforme militar y el puño cerrado como saludo militar,
      etc. Al anochecer los casadistas eran definitivamente dueños de
      Madrid, y Casado llegó a un acuerdo con los comunistas en los que
      se ponía fin a la lucha a cambio de que no hubiera represalias y
      se intercambiaran prisioneros. Sin embargo, la condena a muerte de
      Barceló no fue anulada.
    
La noche del 13 de marzo Jozef Tiso se
      reunió con Hitler y otros políticos y militares alemanes. Hitler
      dejó claro que Eslovaquia debía proclamar inmediatamente su
      independencia para ponerse bajo la protección de Alemania. En caso
      contrario, corría el riesgo de ser absorbida por Hungría. El
      ministro de asuntos exteriores Joachim von Ribbentrop, informó de
      que Hungría estaba concentrando fuerzas en la frontera eslovaca.
      En realidad no era así. Hungría conocía las intenciones de
      Alemania y no pensaba cuestionarlas. Donde concentraba tropas era
      en la frontera con Rutenia, la región de Checoslovaquia al este de
      Eslovaquia, que recientemente había quedado en manos de
      nacionalistas ucranianos y por ello había sido rebautizada como
      Ucrania Carpática.
    
El 14 de marzo se reunió el parlamento
      eslovaco y, ante los informes de Tiso sobre su reunión con Hitler,
      aunque con ciertas dudas iniciales, se terminó aprobando la
      proclamación de independencia, con Tiso como presidente. Pasada la
      medianoche, ya el 15 de marzo, Tiso
      envió un telegrama a Berlín pidiendo la protección alemana (un
      telegrama que había sido redactado en Berlín dos días antes).
      Hitler había convocado en Berlín al presidente checoslovaco Emil
      Hácha. Después de tenerlo esperando durante horas mientras él veía
      una película, lo recibió a la 1:30 y le informó de que mientras
      hablaban el ejército alemán estaba preparándose para invadir
      Checoslovaquia. Tras la anexión de los Sudetes, todas las defensas
      checoslovacas estaban en poder de Alemania, por lo que no había
      resistencia posible. Hácha tenía que elegir entre colaborar con
      Alemania, en cuyo caso Checoslovaquia mantendría un cierto grado
      de independencia y autonomía bajo tutela alemana, o bien oponer
      resistencia, en cuyo caso Alemania emplearía todos sus medios
      contra ella. Sobre las cuatro de la mañana Göring amenazó a Hácha
      con bombardear Praga, y el efecto fue que el primer ministro
      sufrió un ataque al corazón y tuvo que ser medicado. Después
      telefoneó a Praga y dio órdenes para que no se opusiera
      resistencia a la invasión alemana. Sobre las cinco de la mañana
      Hitler declaró que la inestabilidad de Checoslovaquia era una
      amenaza para la seguridad alemana, por lo que ordenó invadir
      Bohemia y Moravia y, de acuerdo con lo acordado, la wehrmacht
      no encontró oposición.
    
Para sorpresa de los eslovacos (que pensaban que necesitarían la
      ayuda alemana para protegerse de Hungría) el gobierno húngaro
      reconoció ese mismo día la independencia de Eslovaquia.
      Inmediatamente la Ucrania Carpática se autoproclamó como la República
        de Cárpato-Ucrania, con el reverendo Avgustin Voloshin
      como presidente. Los cárpato-ucranianos se tomaron la molestia de
      promulgar una constitución, elegir una bandera, un escudo nacional
      y un himno, pero todo esto no valió más que unas horas, porque ese
      mismo día la nueva república fue invadida por Hungría con el
      beneplácito alemán.
    
Ese día fue fusilado el coronel Barceló.
    
El año anterior, el embajador iraní en Egipto transmitió al rey
      Faruq I el deseo del sah Reza Khan de que su heredero Mohammad
        Reza Pahlaví se casara con la princesa Fawcia,
      hermana del rey de Egipto. Más tarde, emisarios iraníes llegaron a
      El Cairo con un collar, un broche y unos pendientes de diamantes.
      Faruq I no quedó impresionado, le mostró las riquezas que había en
      sus cinco palacios y preguntó si en Irán tenían algo equiparable.
      No obstante, su consejero Ali Maher Pasha le recomendó aceptar la
      proposición, pues con ella mejoraría la posición de Egipto ante el
      mundo islámico frente a Gran Bretaña. Reza Kahn y Faruq I
      emitieron un comunicado de prensa conjunto anunciando el
      matrimonio y el príncipe Mohammad se enteró al leerlo de quién iba
      a ser su esposa. La boda se celebró ese día en El Cairo. Los
      prometidos sólo se habían visto anteriormente en una ocasión. El
      rey llevó a los recién casados de viaje por Egipto, tras lo cual
      partieron hacia Teherán donde se repitió la ceremonia nupcial. La
      princesa vio a Irán como un país subdesarrollado que no podía
      ofrecerle los lujos a los que estaba acostumbrada en Egipto. Su
      marido le parecía un hombre rudo y violento.
    
El 16 de marzo llegó a España el
      mariscal Pétain como embajador de Francia y se instaló en San
      Sebastián.
    
Una discusión en la Asamblea Nacional francesa llegó a tales
      extremos que la sesión tuvo que ser suspendida. El motivo fue la
      denuncia de la brutalidad que el comunista André Marty (el
      Carnicero de Albacete) había exhibido durante la guerra civil
      española. Marty no tardó en instalarse en Moscú.
    
 Hitler se trasladó a Praga y allí
      proclamó el Protectorado de Bohemia y Moravia. El
      presidente Hácha fue mantenido como máxima autoridad, aunque ahora
      no era más que un títere de Hitler. Para lo que era habitual en la
      Alemania nazi, la intervención fue moderada. No obstante, Hácha
      tuvo que firmar las leyes antisemitas que ya estaban en vigor en
      Alemania.
Hitler se trasladó a Praga y allí
      proclamó el Protectorado de Bohemia y Moravia. El
      presidente Hácha fue mantenido como máxima autoridad, aunque ahora
      no era más que un títere de Hitler. Para lo que era habitual en la
      Alemania nazi, la intervención fue moderada. No obstante, Hácha
      tuvo que firmar las leyes antisemitas que ya estaban en vigor en
      Alemania.
    
Mientras las tropas húngaras seguían avanzando por la Ucrania
      Carpática, el gobierno húngaro proclamó la anexión del territorio.
      El 17 de marzo las últimas tropas
      checoslovacas abandonaron la región y el presidente Voloshin huyó
      a Rumanía. Ese mismo día Hungría completó la ocupación al llegar
      hasta la frontera polaca. Los milicianos que se habían opuesto a
      la invasión y que no lograron huir fueron ejecutados. Algunos eran
      atados con alambre de púas en grupos de cuatro y arrojados al río
      Tisza.
    
Aunque Hungría había reconocido la independencia de Eslovaquia,
      al mismo tiempo que invadía la Ucrania Carpática (que ahora volvía
      a ser Rutenia), había penetrado en la región de Eslovaquia al
      norte de Uzhhorod. Los eslovacos lograron repeler el
      ataque, aunque afirmaron haber sufrido 13 muertes. Eslovaquia
      apeló a la protección alemana de la que supuestamente se había
      hecho acreedora, pero el ministro de Asuntos Exteriores húngaro
      comunicó al gobierno alemán que Hungría estaba dispuesta a
      negociar con Eslovaquia la frontera en el punto disputado y, tras
      aportar "pruebas" de que la frontera vigente era "incorrecta", el
      18 de marzo, los dirigentes eslovacos,
      mientras firmaban en Viena el Tratado de Protección con
      Alemania, tuvieron que aceptar que la frontera con Hungría se
      desplazara unos 10 km más al norte en la zona disputada.
    
En Hungría el ilegalizado Partido de la Voluntad Nacional estaba
      ganando cada vez más partidarios, y se había reorganizado con el
      nombre de Partido de la Cruz Flechada (ultranacionalista y afín al
      nazismo), pero su líder, Ferenc Szálasi, seguía en la cárcel. Un
      día, un grupo de sus seguidores interrumpió una ópera cantando "Justicia
        para Szálasi" para que les oyera el regente Horthy. Se
      produjo entonces una pelea y el embajador estadounidense se
      dirigió a donde estaba el regente, y se encontró con dos o tres
      hombres derribados en el suelo mientras Horthy sujetaba por la
      garganta a otro al tiempo que lo abofeteaba y le decía "¿Así
        que traicionarías a tu patria?". Aunque tenía ya casi 72
      años, no había necesitado ayuda para enfrentarse a quienes habían
      tratado de intimidarlo.
    
El año anterior Hungría había aprobado una ley que restringía a
      un 20% el porcentaje de judíos que podían ejercer cada profesión,
      y ahora lo reducía al 5%. Unos 250.000 judíos húngaros perdieron
      su trabajo por estas leyes.
    
El desmembramiento de Checoslovaquia convenció definitivamente a
      Neville Chamberlain de que la política de apaciguamiento seguida
      hasta entonces con Alemania había sido un fracaso, y emepezó a
      preparar al ejército británico para una eventual guerra. Francia
      hizo lo mismo. Por su parte, Hitler se apropió de armamento
      suficiente en Checoslovaquia como para armar a la mitad del
      ejército alemán de la época.
    
Julián Besteiro se dirigió por radio a los madrileños y, entre
      otras cosas, les leyó el comunicado que el Consejo Nacional de
      Defensa acababa de enviar al "gobierno nacionalista", que así era
      como los casadistas llamaban al gobierno de Franco:
    
Ha llegado el momento de que este Consejo Nacional de Defensa se dedique por completo a su misión fundamental y, en consecuencia, se dirige a ese Gobierno para hacerle presente que estamos dispuestos a llevar a efecto negociaciones que nos aseguren una paz honrosa y que al mismo tiempo puedan evitar estériles efusiones de sangre. Esperamos su decisión.
El 19 de marzo llegó la respuesta de
      Franco, en la que decía que no estaba dispuesto a que acudieran a
      Burgos los mandos superiores enemigos (no estaba dispuesto a
      tratarlos de igual a igual) e insistía en que sólo aceptaría una
      rendición sin condiciones. Casado respondió a su vez rebajando sus
      pretensiones: aceptaba no ser él mismo, sino dos subordinados
      suyos, quienes viajaran a Burgos, y no para negociar nada, sino
      sólo para aclarar algunos puntos de las condiciones que le habían
      sido entregadas en enero. A eso Franco dio su visto bueno.
    
Resuelta la cuestión checoslovaca, Hitler puso sus ojos en Lituania: el 20 de marzo Joachim von Ribbentrop mantuvo una entrevista de 40 minutos con el ministro de Asuntos Exteriores lituano en la que le informó de las consecuencias que tendría que Lituania no entregara a Alemania la región de Klaipéda. La región, anteriormente parte del Imperio Alemán, había sido asignada a Lituana por el Tratado de Versalles, así que el gobierno lituano expuso el caso a las potencias firmantes. Italia y Japón consideraron razonable la actitud alemana, mientras que Gran Bretaña y Francia, aunque no lo veían igual, no quisieron comprometerse a dar ninguna clase de apoyo al pequeño país báltico. La Unión Soviética adoptó la misma actitud.
Tras la captura de Wuhan, el año anterior, los japoneses habían
      quedado en una situación de debilidad, pero ahora habían recibido
      refuerzos y contaban con 120.000 hombres y 130 tanques. Tras un
      bombardeo de grandes proporciones que incluyó el uso de gas
      venenoso y que se prolongó durante varios días, el 21 de marzo iniciaron un avance hacia
      Nanchang. 
    
Konstantin von Neurath fue nombrado "protector" de Bohemia
      y Moravia, es decir, el representante de Hitler en estos
      territorios. Apenas llegó a Praga, estableció una fuerte censura y
      prohibió los partidos políticos y los sindicatos.
    
El cónsul británico en Valencia informaba a Londres de que el coronel Casado se mostraba muy pesimista sobre las negociaciones con los nacionales, por lo que instaba a su gobierno a que presionara a Franco. Sin embargo, la respuesta que recibió es que el gobierno británico no pensaba intervenir en el asunto.
El 22 de marzo los anarquistas
      empezaron a cuestionarse la política de negociación de Casado y se
      plantearon la conveniencia de continuar la guerra para tener
      tiempo de organizar una evacuación masiva. 
    
El 23 de marzo Hungría decidió apurar
      al máximo sus cartas. Aprovechando que Alemania todavía no había
      ratificado el Tratado de Protección con Eslovaquia, el ejército
      húngaro recibió orden de invadir Eslovaquia desde Rutenia y
      avanzar hacia el oeste tanto como fuera posible. No hubo
      declaración de guerra, y el ejército eslovaco fue tomado por
      sorpresa. De hecho, por esas fechas muchos soldados checos estaban
      abandonado sus unidades para salir de Eslovaquia, mientras
      soldados eslovacos que habían estado destinados en otras regiones
      de Checoslovaquia todavía no habían llegado a sus nuevos destinos.
      Muchos soldados checos optaron por no abandonar sus puestos según
      lo previsto y quedarse a defender sus posiciones.
    
Ante la falta de todo apoyo internacional, Lituania firmó un
      tratado por el que cedía "voluntariamente" a Alemania la región de
      Klaipéda, con lo que perdía su acceso al mar. Soldados alemanes
      habían entrado en el territorio antes incluso de la firma del
      acuerdo. Una flota alemana en la que viajaba el propio Hitler se
      presentó ante las costas de Klaipéda y procedió a la ocupación.
    
Rumanía también firmó un tratado económico con Alemania, pero
      gracias a la presión británica Alemania había rebajado sus
      exigencias y el texto final fue bastante genérico.
    
Los japoneses devastaron Wucheng, con la ayuda de la
      marina y la aviación.
    
El ejército británico mató en Sanur a Abd al-Rahim
        al-Hajj Muhammad, que acababa de ser reconocido como
      comandante general de la revuelta árabe en Palestina.
    
Cuatro bombas estallaron en Conventry.
    
Ese día llegaron a Burgos los emisarios del coronel Casado (el
      teniento coronel Antonio Garijo y el comandante Leopoldo
        Ortega), a quienes los cuatro militares enviados por Franco
      (encabezados por el coronel Luis Gonzalo Victoria) les
      entregaron unas "Normas para la entrega del Ejército Rojo y
        ocupación total del territorio", ante las cuales Garijo
      pretendió poner sobre la mesa un documento titulado "temas a
        tratar", que incluía propuestas sobre evacuación y una
      entrega escalonada del ejército. Entonces Gonzalo le recordó que
      venía en representación de un ejército vencido, y que lo que tenía
      que hacer era cumplir las normas que les acababan de entregar.
      Garijo presentó entonces el documento "Concesiones del
        Generalísimo" que le habían entregado a Casado hacía ya dos
      meses, pero Gonzalo les dijo que sólo estaba autorizado a
      entregarles las Normas ya entregadas. Después de una
      comida en la que probablemente Gonzalo se había puesto en contacto
      con Franco, se aseguró a los casadistas que todo sería "favorable
        en sentido de clemencia". Los emisarios regresaron a Madrid
      e informaron a la Junta Nacional de Defensa del curso de la
      reunión. Las "Normas" establecían que cuatro días más
      tarde se decretaría un alto el fuego en todos los frentes para que
      las tropas nacionales avanzaran y las republicanas entregaran sus
      armas.
    
El 24 de marzo los eslovacos empezaban
      a presentar una resistencia organizada a la invasión húngara, que
      continuaba su rápido avance.
    
Ese día se estrenó Cumbres borrascosas, dirigida por
      William Wyler y protagonizada por el británico Laurence Olivier.
      Fue otra de las grandes películas del año. David Niven también
      tenía un papel señalado, aunque seguía sin recibir papeles
      protagonistas. Pese a ello, era considerado ya parte del Raj
        de Hollywood, es decir, de un grupo de actores británicos
      que estaban triunfando en los Estados Unidos, junto a Boris
      Karloff, Stan Laurel o Leslie Howard, entre otros.
    
El 25 de marzo Italia presentó un
      ultimátum a Albania exigiendo su consentimiento para la ocupación
      del país. El rey Zog I recibió una oferta de que apoyara el
      proyecto italiano a cambio de dinero, pero la rechazó. El gobierno
      albanés trató de mantener el ultimátum en secreto, pero la noticia
      terminó trascendiendo.
    
El alistamiento en las Juventudes Hitlerianas se volvió
      obligatorio para todos los niños a partir de los 10 años.
    
Ese día tuvo lugar una nueva reunión en Burgos entre
      representantes de los gobiernos nacional y republicano. Garijo
      insistió en la necesidad de que las "Concesiones del
        generalísimo" recibieran carácter oficial mediante un
      documento firmado por Franco, así como que la entrega del ejército
      republicano se hiciera lentamente. Por ejemplo, la entrega de la
      aviación que, según las "Normas" que habían recibido debía
      haberse realizado ese mismo día, se posponía hasta tres días más
      tarde. El coronel Gonzalo telefoneó al cuartel general franquista
      y recibió instrucciones de poner fin a la reunión, al considerar
      que lo único que pretendían los emisarios republicanos era
      prolongar las conversaciones.
    
 El 26 de marzo el
      Consejo Nacional de Defensa se apresuró para cumplir las
      condiciones impuestas por Franco, pero ya era demasiado tarde. El
      Generalísimo había dado orden de iniciar la Ofensiva final
      en todos los frentes. El primero en moverse fue Yagüe en Córdoba,
      al frente de las tropas marroquíes, que apenas encontró
      resistencia. El mapa muestra las líneas de avance de los
      nacionales. Mayoritariamente se encontraron con trincheras vacías
      y banderas blancas en los pueblos.
El 26 de marzo el
      Consejo Nacional de Defensa se apresuró para cumplir las
      condiciones impuestas por Franco, pero ya era demasiado tarde. El
      Generalísimo había dado orden de iniciar la Ofensiva final
      en todos los frentes. El primero en moverse fue Yagüe en Córdoba,
      al frente de las tropas marroquíes, que apenas encontró
      resistencia. El mapa muestra las líneas de avance de los
      nacionales. Mayoritariamente se encontraron con trincheras vacías
      y banderas blancas en los pueblos.
    
Los japoneses llegaban a las puertas de Nanchang, la rodearon y
      el 27 de marzo entraron en ella.
    
En España los nacionales habían capturado a unos 30.000
      prisioneros. Melchor Rodríguez García fue nombrado alcalde de
      Madrid con la misión de rendir la ciudad a los nacionales, lo cual
      sucedió el 28 de marzo. Por la mañana
      empezaron a aparecer banderas nacionales y mucha gente salió a la
      calle con entusiasmo a recibir a las tropas franquistas. A los
      miembros del Consejo Nacional de Defensa se les permitió escapar
      en avión hacia Valencia, excepto Julián Besteiro, que prefirió
      quedarse en Madrid.
    
El avance hacia Valencia fue el que más resistencia encontró,
      sobre todo porque en la ciudad se concentraban las tropas que
      protegían a los refugiados que pretendían salir del país por mar.
      Entre ellos estaba el propio coronel Casado, que veía dificultado
      el acceso al buque británico que lo esperaba en el puerto de
      Gandía. Entonces se convenció a los refugiados de la conveniencia
      de trasladarse a Alicante, donde encontrarían mercantes británicos
      en los que embarcar. Esta maniobra permitió enbarcar a Casado
      junto con otros 143 hombres, 19 mujeres y 2 niños. Un barco
      franquista vigiló en embarque, pero no intervino. Al mismo tiempo
      Miaja salía en avión desde Valencia hacia Orán.
    
Ese día llegaba el Vita a Veracruz, con el tesoro que
      Negrín había enviado desde Francia. El capitán Enrique Puente
      tenía instrucciones de entregarlo al delegado oficial de Negrín en
      México, pero no estaba presente, así que telegrafió al embajador
      español, que no era sino Indalecio Prieto. Éste se puso en
      contacto con el presidente mexicano, Lázaro Cárdenas, y lo
      convenció de que, como embajador, le correspondía hacerse cargo
      del tesoro, que fue desembarcado en Tampico y trasladado a la
      Ciudad de México bajo el control de la Junta de Auxilio a los
        Republicanos Españoles, presidida por Prieto.
    
Lituania había cedido a un ultimátum de Alemania pocos meses
      después de haber cedido ante otro de Polonia. La reputación del
      presidente Smetona estaba muy tocada, pero pudo sortear el revés
      mediante un cambio de gobierno. El primer ministro Vladas Mironas
      fue sustituido por el general Jonas Černius. Por primera
      vez desde el golpe de Estado de Smetona el gobierno contaba con
      miembros de la oposición (en calidad de independientes, pues los
      partidos políticos estaban prohibidos).
    
En vista de que su carrera cinematográfica no prosperaba,
      Katharine Hepburn decidió abandonarla, aunque fuera temporalmente,
      para dedicarse al teatro. El escritor Philip Barry había
      creado una comedia pensando específicamente en ella, y la había
      titulado Historias de Filadelfia. La obra se estrenó el 28 de marzo en Broadway y fue un éxito
      inmediato. Howard Hughes, que por aquel entonces era pareja
      sentimental de la actriz, había comprado los derechos
      cinematográficos de la obra antes incluso de su estreno, y se los
      ofreció como regalo.
    
Carole Lombard se casó con Clark Gable, el cual acababa de
      divorciarse de su segunda esposa.
    
El 29 de marzo el general Aranda
      entraba en Sagunto mientras el general Escobar rindió sus tropas
      ante Yagüe en Ciudad Real. Era el único general republicano que
      todavía permanecía en España, y Yagüe le dio la oportunidad de
      huir a Portugal en una avioneta, pero Escobar la rechazó. Ese día
      cayeron también Cuenca y Jaén. Los italianos entraron también en
      Albacete donde el coronel Manuel Cascón permaneció en su
      puesto para entregar a los nacionales la aviación republicana de
      acuerdo con lo dispuesto. Confiando en las promesas franquistas de
      que no habría represalias contra los militares profesionales que
      no habían militado en ningún partido político y se habían limitado
      a cumplir órdenes, mantuvo a todos sus subordinados en sus
      puestos. De los italianos recibió un buen trato, pero luego llegó
      el comandante Gerardo Fernández, que, después de humillar
      al coronel Cascón, reunió a todos los jefes y oficiales de la
      aviación republicana que se encontraban en la base y les dijo:
    
¿Qué se han creído Vds.? ¿Que han perdido unas elecciones? ¡Nada de eso! ¡Han perdido una guerra con todas sus consecuencias! Y no piensen en la cárcel, pues luego vienen los indultos. ¡Piensen que serán condenados a muerte y fusilados!
Julián Besteiro fue arrestado en los sótanos del Ministerio de
      Hacienda, donde vivía desde principios de mes. Ese mismo día se
      inició un proceso judicial contra él.
    
Dos bombas estallaron en un puente londinense. El 30 de marzo estallaron otras bombas en
      Birmingham, Liverpool y Coventry.
    
El general Martín Alonso era recibido en Valencia entre
      aclamaciones. Al mismo tiempo los italianos entraban en Alicante,
      que, como Valencia, ya estaba en poder de la quinta columna.
      Muchos de los 15.000 refugiados que habían tratado de embarcar en
      algún buque británico fueron capturados, y algunos ejecutados allí
      mismo.
    
El 31 de marzo terminó la corta guerra
      eslovaco-húngara y se iniciaron las negociacioes de paz. Mientras
      tanto Gran Bretaña y Francia abandonaron por primera vez su
      política de apaciguamiento al asegurar a Polonia que emprenderían
      las acciones que fueran necesarias ante cualquier hecho que
      amenazara la independencia del país. Hitler, en un discurso que
      pronunció ese día, calificó la medida como una política de
      acorralamiento contra Alemania.
    
En Londres estallaron siete bombas.
    
En España los refugiados empezaron a ser trasladados al campo de
      concentración de Los Almendros, en Alicante. Durante una semana no
      se les proporcionó alimento alguno, y sólo había una fuente de
      agua. Algunos soldados italianos introducían algunas raciones por
      las alambradas, pero eran cantidades insignificantes para los
      miles de presos que llenaban el campo. Cada noche llegaban
      falangistas y se llevaban a algunos prisioneros para ejecutarlos.
      Este campo improvisado sólo estuvo en funcionamiento unas semanas.
      Los presos fueron llevados a otros con mejores instalaciones (en
      cuanto a seguridad, se entiende). Durante los años siguientes
      llegó a haber más de 180 campos de concentración. También Francia
      había habilitado varios campos de concentración para españoles,
      como el de Angelès-sul-Mer, que llegaría a albergar a unos
      100.000 refugiados, o el de Rivesaltes, con otros 15.000.
    
Entre tanto caían Murcia y Cartagena, con lo que se completaba la
      conquista de todo el territorio español. El 1
        de abril Franco dictó el último parte de guerra: En
        el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han
        alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares.
        La guerra ha terminado. El papa Pío XII envió un telegrama
      de felicitación:
    
Levantando nuestro corazón al Señor, agradecemos sinceramente, con Vuestra Excelencia, deseada victoria católica España. Hacemos votos porque este queridísimo país, alcanzada la paz, emprenda con nuevo vigor sus antiguas tradiciones, que tan grande lo hicieron. Con estos sentimientos, efusivamente enviamos a Vuestra Excelencia y a todo el pueblo español nuestra apostólica bendición.
La respuesta de Franco fue:
    
Inmensa emoción me ha producido telegrama de vuestra Santidad con motivo victoria total de nuestras armas, que en heroica cruzada han luchado contra enemigos de la Religión y de la Patria y de la civilización cristiana. El pueblo español, que tanto ha sufrido, eleva también con vuestra Santidad su corazón al Señor, que le dispensó su gracia, y le pide protección para su gran obra del porvenir.
Otra de las felicitaciones a Franco provino de Juan de Borbón,
      que le decía:
    
Uno mi voz nuevamente a la de tantos españoles para felicitar entusiasta y emocionadamente a V. E. por la liberación de la capital de España. La sangre generosa derramada por su mejor juventud será prenda segura del glorioso porvenir de España, Una, Grande y Libre. ¡Arriba España! Juan de Borbón.
Se calcula que, para entonces, unos 400.000 españoles habían
      salido hacia el exilio. Los que no acabaron en campos de
      concentración franceses emigraron a países latinoamericanos,
      especialmente a México, y también a los Estados Unidos. Algunos
      miles prefirieron la Unión Soviética, como el general Enrique
      Líster, o Dolores Ibárruri, que se pasaron el resto de su vida
      despotricando de la dictadura franquista a pesar de que Franco era
      una hermanita de la caridad en comparación con Stalin, bajo cuya
      dictadura se sentían como pez en el agua. También se encontraba en
      la Unión Soviética el secretario general del Partido Comunista de
      España, José Díaz Ramos, que había sido trasladado a
      finales del año anterior para ser operado de un cáncer de
      estómago.
    
Ese día se estrenó otro clásico del cine del Oeste: Dodge
        City, dirigida por Michael Curtiz y protagonizada por Errol
      Flynn y Olivia de Havilland. Flynn tenía sus dudas sobre la
      aceptación que tendría una película de este género, pero fue un
      éxito de taquilla que lo animó a aceptar más papeles en westerns.
      
    
Una vez consumada la desintegración de Checoslovaquia, el 3 de abril Hitler ordenó preparar un plan de
      invasión de Polonia a la vez que insistía en sus demandas sobre la
      ciudad de Danzig y sobre la conexión entre Prusia Oriental y el
      resto de Alemania.
    
Bertold Brecht no se sentía suficientemente lejos de Hitler en
      Copenhague, y se mudó a Estocolmo. Algo parecido hizo Thomas Mann,
      que había emigrado de Suiza a los Estados Unidos para ocupar una
      plaza en la universidad de Princeton.
    
El 4 de abril se firmó un tratado en
      Budapest por el que Eslovaquia cedía a Hungría una franja de
      terreno de unos 1.700 km2 
    
 Ese día murió el rey Ghazi de Iraq, en un accidente mientras
      conducía un deportivo. Fue sucedido por su hijo de cuatro años Faisal
        II, bajo la regencia de su tío, el príncipe Abd al-Ilah.
      Muchos iraquíes pensaban que el accidente había sido provocado por
      orden del primer ministro Nuri al-Said.
    
El 5 de abril nació un hijo del rey
      Zog I y en su honor se dispararon cañones. Los habitantes de
      Tirana salieron a las calles alarmados, pero al enterarse de que
      sólo era un príncipe que había nacido se calmaron. Incluso se
      animaron a organizar una manifestación antiitaliana.
    
Albert Lebrun fue reelegido como presidente de la República
      Francesa.
    
En Liverpool estalló una bomba en una estación ferroviaria y otra
      en edificios municipales. Otra bomba estalló en Coventry.
    
El 6 de abril hubo manifestaciones
      antiitalianas en las principales ciudades de Albania. Por la tarde
      un centenar de aviones italianos sobrevolaron Tirana y otras
      ciudades albanesas arrojando octavillas en las que se instaba a la
      población a aceptar la ocupación italiana. La gente se enfureció y
      pidió al gobierno que resistiera las amenazas italianas con gritos
      de ¡Dadnos armas! ¡Estamos siendo vendidos! ¡Estamos siendo
        traicionados! El rey Zog I afirmó por radio que se opondría
      a la invasión italiana.
    
Mussolini había planeado inicialmente invadir Albania con 50.000 hombres apoyados por 137 buques y 400 aviones, pero el 7 de abril empezó la invasión bajo la dirección del general Alfredo Guzzoni con 100.000 hombres y 600 aviones, que atacaron simultáneamente todos los puertos albaneses. Por su parte, el ejército albanés contaba con unos 15.000 hombres pobremente armados. Además, el ejército albanés había sido entrenado por militares italianos, y ahora se descubrió que, al tiempo que los entrenaban, se habían dedicado al sabotaje. Muchas piezas de artillería habían sido inutilizadas y para otras faltaba munición. En Durrës, unos 360 albaneses, principalmente policías y civiles, trataron de detener el avance italiano. Lograron tenerlos a raya unas horas, hasta que desembarcaron los tanques. Poco después del mediodía todos los puertos albaneses estaban ya en manos italianas. Poco después el rey Zog I huía a Grecia con su familia y parte de las reservas de oro del país. Cuando los albaneses se enteraron, una muchedumbre liberó presos de las cárceles y saqueó el palacio real. El rey Zog I terminó estableciéndose en Londres.
Teóricamente, de entre las muchas tensiones que se daban entre
      los Estados europeos, una de las más explosivas debía de ser la
      que se daba entre Alemania y la Unión Soviética. Para Hitler el
      comunismo había sido el mayor de los males de la humanidad (junto
      con el judaísmo, que para él era casi lo mismo) y Stalin había
      asesinado a incontables infelices bajo la acusación de ser
      simpatizantes o espías de los nazis. Ahora bien, Hitler y Stalin
      podían encarnar la perversión y la depravación que se conocen
      habitualmente como nazismo (o fascismo) y comunismo,
      respectivamente, pero, aunque sus "típicos" seguidores de base
      eran sin duda fanáticos descerebrados, ellos no sólo no eran
      fanáticos, sino que no tenían un pelo de tontos. Hitler sabía que
      era muy probable que a Gran Bretaña y Francia se les acabara la
      paciencia tarde o temprano y le declararan la guerra. En tal caso,
      si Alemania era sometida a un bloqueo como el que había sufrido
      durante la Primera Guerra Mundial, la escasez de materias primas
      podría volverse acuciante, como ya sucedió entonces, por lo que
      una alianza con la Unión Soviética podría ser fundamental (la
      cual, a su vez, le evitaría tener que luchar en dos frentes, como
      le sucedió también a Alemania en la Primera Guerra Mundial). Por
      su parte, la Unión Soviética necesitaba de tecnología extranjera,
      y Stalin dudaba entre una alianza con Alemania o con las potencias
      occidentales. En los últimos años, la diplomacia soviética,
      dirigida por el comisario de asuntos exteriores, Maksim
        Litvínov, había tratado de consolidar pactos con Gran
      Bretaña y Francia formar un frente común contra el fascismo y el
      nazismo, pero la política de apaciguamiento de Chamberlain y
      Daladier estaba exasperando a Stalin, que sospechaba que las
      potencias occidentales querían provocar una guerra entre Alemania
      y la Unión Soviética con la esperanza de que se aniquilaran
      mutuamente.
    
Tras los acuerdos de Munich, que suponían el abandono de
      Checoslovaquia a las ambiciones de Hitler (y a los que la Unión
      Soviética no había sido invitada) la NKVD hizo una redada en la
      Comisaría de Asuntos Exteriores. Litvínov se salvó de la caza y
      sopesó presentar su dimisión, pero al final consideró más seguro
      no hacerlo. Pero para entonces ya se podía decir que había caído
      en desgracia, pues Stalin consideraba que Litvínov había dejado a
      la Unión Soviética en una peligrosa situación de aislamiento
      internacional. Por ello Hitler había estado lanzando mensajes
      entre líneas a la diplomacia soviética de que habría posibilidades
      de llegar a un acuerdo (lo cual era bastante sensato, pues el
      nazismo y el comunismo eran más o menos lo mismo en la práctica,
      por mucho que pudieran diferir en su doctrina puesta sobre el
      papel, y costaba distinguir a un nazi de un comunista a no ser que
      fueran de uniforme o se los pillara saludando). Ese día un
      diplomático soviético visitó al ministro Joachim von Ribbentrop y
      afirmó que no había razón para que sus dos países mantuvieran la
      pugna ideológica que mantenían, y que podían desarrollar una
      política conjunta.
    
A las 9:30 del 8 de abril las tropas
      italianas entraban en Tirana y ocupaban rápidamente todos los
      edificios gubernamentales. Desde allí se dirigieron a las ciudades
      más importantes, algunas de las cuales ofrecieron una breve
      resistencia, pero al final del día la ocupación se había
      consumado.
    
Ese día Perú se retiró de la Sociedad de Naciones.
    
El 9 de abril nacionalistas chinos
      pusieron una bomba en un teatro de Tianjin que mató a Cheng
        Hsi-keng, el director del Banco de la Reserva Federal
        del Norte de China, controlado por los japoneses, junto con
      varios de los espectadores que estaban sentados cerca de él.
      Tianjin estaba bajo control japonés, pero existía una concesión
      británica que los japoneses habían respetado al ocupar la ciudad.
      La policía japonesa acusó a seis chinos que vivían en dicha
      concesión. La policía británica arrestó a cuatro de los seis
      acusados y los entregó a los japoneses para ser interrogados, bajo
      la promesa de que no serían torturados y de que serían devueltos
      al cabo de cinco días. Naturalmente, los japoneses torturaron a
      los cuatro detenidos y dos de ellos confesaron su participación en
      el crimen. Después fueron devueltos a los británicos. Las
      autoridades británicas tenían otras evidencias de que, en efecto,
      los dos autoacusados habían participado realmente en el crimen,
      pero el gobierno de Londres, al ser informado de que los detenidos
      habían sido torturados, ordenó que no fueran devueltos a los
      japoneses.
    
La contralto estadoundense Marian Anderson era una de las
      cantantes más famosas de la época, y había intervenido en
      recitales con las más famosas orquestas y directores. Sin embargo,
      en numerosas ocasiones había tenido problemas para alojarse en
      ciertos hoteles o comer en ciertos restaurantes debido a que era
      negra. Dos años atrás, al negársele la estancia en un hotel cuando
      iba a dar un recital en la Universidad de Princeton, fue acogida
      por Albert Einstein en su casa, hecho que se repetiría en otras
      ocasiones. Ahora la asociación de Hijas de la Revolución
        Americana le había denegado el permiso para actuar en el Constitution
        Hall, hecho que provocó que la primera dama Eleanor
        Roosevelt abandonara la asociación, junto con otras miles de
      socias. El presidente Roosevelt influyó para que se organizara ese
      día un concierto al aire libre, en la plaza del Monumento a
      Lincoln, al que asistieron unos 75.000 espectadores, blancos y
      negros.
    
El 10 de abril fue arrestado Nikolái
      Yezhov, el principal ejecutor de las purgas estalinistas. Los
      cargos contra él, eran, naturalmente, espionaje en favor de
      Alemania, Gran Bretaña, Polonia y Japón, dirigir una conspiración
      en el NKVD, preparar el típico golpe de Estado y los típicos
      asesinatos y, como propina, sodomía. Debidamente torturado,
      admitió todas las acusaciones.
    
El IRA anunció que los atentados que estaba llevando a cabo en
      Gran Bretaña se realizaban expresamente evitando daños personales,
      pero que esto cambiaría si el gobierno británico recurriera a
      medidas extremas. El organizador de la cadena de atentados era Seán
        Russell, que a la sazón se encontraba en los Estados Unidos
      para promocionar la causa irlandesa. El FBI lo arrestó a petición
      de Scotland Yard, lo que provocó la protesta de 76
      congresistas descendientes de irlandeses, que pidieron
      explicaciones al presidente Roosevelt. Por esas fechas el rey
      Jorge VI de Gran Bretaña y su esposa Isabel estaban de visita en
      los Estados Unidos, y los congresistas no acudieron a la recepción
      que había organizado el Congreso. Russell fue puesto en libertad
      poco después.
    
El 11 de abril se inauguró el campo de
      concentración de Albatera, en Alicante. Los presos apenas
      recibían comida y agua y sufrían todo tipo de humillaciones y
      torturas. De tanto en tanto llegaban de visita grupos de
      falangistas procedentes de todas las partes de España que buscaban
      conocidos y, si encontraban a alguien con quien tenían cuentas
      pendientes, se lo llevaban y lo fusilaban por los alrededores. Por
      otra parte, los prisioneros se organizaron secretamente según sus
      afiliaciones, y algunas de estas organizaciones contaban con su
      propio comité de fugas. Comunistas y anarquistas contaron con
      sistemas de fugas bastante eficientes que funcionaron durante
      algunos meses, hasta que la policía los desarticuló.
    
Ese día Hungría se retiró de la Sociedad de Naciones.
    
El 12 de abril el parlamento albanés
      aprobó la deposición del rey Zog I y ofrecieron la corona albanesa
      el rey Víctor Manuel III de Italia. Como nuevo primer ministro fue
      elegido Shefqet bej Vërlaci, el mayor terrateniente del
      país. Había sido suegro de Zog I, pero éste se había divorciado
      apenas hubo conseguido la corona, y desde entonces Vërlaci había
      conservado un odio a muerte hacia el monarca.
    
El 13 de abril, como consecuencia de
      la ocupación de Albania por Italia, Gran Bretaña y Francia
      hicieron extensivo a Grecia y Rumanía su acuerdo de proteger la
      integridad territorial de Polonia.
    
Once bombas estallaron en Londres y Birmingham.
    
El 14 de abril se publicó Las uvas
        de la ira, una novela de John Steinbeck en la que narra el
      drama de una familia de pequeños agricultores de Oklahoma que
      tiene que emigrar a California a causa de la Gran Depresión. Está
      considerada como una de sus mejores obras y fue el libro más
      vendido del año. Sin embargo, en un condado de Oklahoma fue vetado
      de escuelas y bibliotecas públicas por considerar que la crítica
      social de la novela era falsa y difamatoria. También algunos
      banqueros y terratenientes se pronunciaron contra el libro.
    
El 15 de abril Albania se retiró de la
      Sociedad de Naciones.
    
Ese día fue ejecutado otro de los biólogos que tenían a Lysenko
      por idiota. Se trataba de Georgui Nádson, acusado de
      sabotaje antisoviético y terrorismo. En general, Lysenko
      argüía que quienes se oponían a sus teorías era porque querían
      sabotear el progreso agrícola de la Unión Soviética.
    
El 17 de abril el comisario de Asuntos
      Exteriores soviético, Maksim Litvínov, en un último intento de
      presentar algún resultado positivo de su política de acercamiento
      a las potencias occidentales, esbozó un plan tripartito de
      asistencia mutua entre Gran Bretaña, Francia y la Unión Soviética,
      pero ese mismo día el embajador soviético entregaba una nota al
      ayudante del ministro de Asuntos Exteriores alemán, Joachim von
      Ribbentrop, en la que le proponía actualizar los contratos
      militares de la Unión Soviética había establecido con
      Checoslovaquia antes de su desintegración. Era una forma de
      tantear indirectamente si Alemania estaría dispuesta a establecer
      algun género de cooperación con la Unión Soviética.
    
El 21 de abril los nacionalistas
      chinos iniciaron un avance hacia Nanchang con 200.000 hombres.
    
El físico alemán Wilhelm Hanle había dirigido un coloquio
      sobre la posibilidad de construir una "máquina de uranio" que
      aprovechara la fisión del uranio para producir energía. Entre los
      asistentes se encontraba el físico Georg Joos, que habló
      con Hanle y el 22 de abril ambos
      acudieron al Ministerio de Educación para advertir sobre las
      posibles aplicaciones militares de la energía nuclear.
    
Ese día se estrenó Amarga victoria, protagonizada por
      Bette Davis, con Humphery Bogart y Ronald Reagan en papeles
      secundarios. Fue uno más de los numerosos éxitos cinematográficos
      del año.
    
Turquía veía una amenaza tanto en Italia, ya que Mussolini hablaba en sus discursos de convertir al Mediterráneo de nuevo en un Mare Nostrum, como de Alemania, que amenazaba con expandirse por los Balcanes, así que el 23 de abril propuso a Gran Bretaña una alianza entre Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética y Turquía. En caso de que se estableciera, Turquía estaría dispuesta a permitir la presencia en suelo turco de soldados soviéticos. Además solicitaba a Francia un programa a gran escala para modernicar el ejército turco.
Paul Harteck, el director del departamento de química
      física de la Universidad de Hamburgo, había observado también que,
      según la teoría de fisión nuclear desarrollada por Meitner, cada
      vez que un núcleo de uranio se descomponía al ser bombardeado por
      un neutrón, emitía a su vez varios neutrones, por lo que podría
      plantearse una reacción en cadena que liberara una gran cantidad
      de energía. El 24 de abril, acompañado
      de su ayudante Wilhelm Groth, se puso el contacto con el
      Ministerio de Guerra alemán para alertar de las posibles
      aplicaciones militares de este hecho, como Joos y Hanle habían
      hecho independientemente dos días antes. Joos y Hanle, junto con
      su colega Reinhold Mannkopff, organizaron un grupo de
      investigación sobre la energía nuclear conocido informalmente como
      el Uranverein (el Club del Uranio) , aunque el gobierno no
      les prestó especial atención.
    
El 27 de abril los japoneses iniciaron
      un contraataque para frenar el avance chino hacia Nanchang.
    
Desde el día anterior se conmemoraba en Omaha (Nebraska) la unión
      de la red ferroviaria de la compañía Union Pacific con la
      de Central Pacific Railroads, que dio lugar al primer
      ferrocarril transcontinental estadounidense. La ciudad recibió
      unos 250.000 visitantes para unos actos que duraron cuatro días, y
      el 28 de abril se estrenó, como parte
      de las celebraciones, el tercer gran western del año: Union
        Pacific, dirigida por Cecil B. DeMille y protagonizada por
      Barbara Stanwyck y John McCrea. DeMille, Stanwyck y McCrea
      habían viajado durante tres días en un tren especial desde
      Hollywood hasta Omaha haciendo diversas paradas durante el
      trayecto que atrajeron a gran cantidad de público.
    
En un discurso ante el parlamento alemán, Hitler declaró nulos el
      Pacto de no agresión germano-polaco, firmado hacía cínco años y el
      Acuerdo naval anglo-alemán, firmado al año siguiente.
    
Ese día se estrenó La historia de Vernon e Irene Castle,
      protagonizada por Fred Astaire y Ginger Rogers. Estaba basada en
      la historia real de un matrimonio de bailarines y es la única
      película en la que el personaje de Astaire muere. La recaudación
      fue buena, pero los costes de producción habían sido muy altos y
      en global ocasionó pérdidas a la RKO. Astaire empezaba a ser
      clasificado como poco rentable y no tardó en abandonar la
      productora.
    
El 30 de abril se inauguró la Exposición
        Internacional de Nueva York, con la presencia de más de
      200.000 visitantes. Ese día se conmemoraba además el centésimo
      quincuagésimo aniversario de la investidura de George Washnington
      como primer presidente de los Estados Unidos. La exposición
      ocupaba 486 hectáreas y en ella participaban 33 países. El
      presidente Roosevelt pronunció un discurso que fue retransmitido,
      no sólo por radio, como era habitual, sino también por televisión.
      Unas mil personas pudieron ver las imágenes en alrededor de 200
      receptores distribuidos por la ciudad. Uno de ellos tenía una
      carcasa transparente, para que se pudiera comprobar que no era
      ningún truco. En uno de los pabellones los visitantes podían verse
      a sí mismos en televisión. Entre las novedades presentadas en la
      exposición estaban los tubos fluorescentes. Albert
      Einstein pronunció una conferencia que trató sobre los rayos
      cósmicos. La exposición fue empleada por el gobierno
      estadounidense para potenciar la "Política de buena vecindad"
      del presidente Roosevelt, es decir, las buenas relaciones con los
      países latinoamericanos. Varios pabellones estaban encargados de
      mejorar la imagen ante los estadounidenses (y el mundo en general)
      de diversos países americanos.
    
 El 1 de mayo se disolvió el gobierno
      de Austria y el territorio quedó definitivamente anexionado al Tercer
        Reich. 
    
Los japoneses iniciaron una gran ofensiva hacia Zaoyang.
      
    
La colección Detective Comics publicó una historia
      titulada El caso del sindicato químico, protagonizada por
      un personaje misterioso, desconocido hasta entonces, y que fue
      llamado Batman. 
    
Las negociaciones de Litvínov con Gran Bretaña y Francia no
      estaban prosperando, y al mismo tiempo su presencia al frente del
      Comisariado de Asuntos Exteriores entorpecía las relaciones con
      Alemania, dado que Litvínov era judío. Así pues, la noche del 3 de mayo fuerzas de la NKVD rodearon las
      oficinas de la comisaría, cortaron la línea telefónica con la
      residencia del comisario y en la mañana del 4
        de mayo el mismísimo Lavrenti Beria acudió a la comisaría
      acompañado de Vyacheslav Mólotov, para anunciar a Litvínov que
      aquél ocuparía su puesto a partir de ese momento. Luego Stalin
      ordenó a Mólotov que purgara de judíos la comisaría. La NKVD
      arrestó a varios colaboradores y antiguos colaboradores de
      Litvínov para ver si, debidamente torturados, aportaban alguna
      información que pudiera incriminar de algo al excomisario.
    
El dictador nicaragüense Anastasio Somoza viajó a los Estados
      Unidos con su esposa. Fue nombrado doctor honoris causa en
      Derecho por la Universidad de Luisiana y el 5
        de mayo fue recibido en la estación de ferrocarril de
      Washington por el presidente Roosevelt, acompañado de un gran
      número de autoridades, y todos presenciaron un desfile en honor
      del invitado.
    
Bombas de gas lacrimógeno estallaron en dos cines de Liverpool,
      causando 15 heridos. En Londres estallaron dos bombas, y otras
      cuatro en Coventry.
    
Ese día un enviado francés, el mariscal Maxime Weygand,
      se entrevistó con el rey Carlos II de Rumanía y con su primer
      ministro, Armand Călinescu, para explorar la posibilidad de que
      Rumanía formara parte de una alianza contra Alemania e Italia.
      Ambos se mostraros dispuestos, pero evasivos. Afirmaron estar
      dispuestos a participar de tal alianza, pero que nunca permitirían
      al Ejército Rojo entrar en territorio rumano, incluso ante el caso
      de una invasión alemana. Weygand informó a París de que Rumanía
      pedía apoyo franco-británico, pero sin estar dispuesta a luchar en
      apoyo de los aliados en caso de guerra.
    
El 6 de mayo se estrenó la película Confesiones
        de un espía nazi, protagonizada por Edward G. Robinson y
      basada en las filtraciones del agente del FBI Leon G. Turrou.
      Tenía una alta dosis de propaganda y fue un fracaso en la
      taquilla, aunque la crítica la alabó. Fue la primera película
      estadounidense que presentaba el nazismo como una amenaza. Fue
      prohibida en Alemania, en Japón y el varios países más, europeos y
      americanos.
    
El 7 de mayo los japoneses tomaron
      Zaoyang. 
    
El 8 de mayo España abandonó la
      Sociedad de Naciones, siguiendo la política de Alemania e Italia y
      sus otros satélites.
    
Tras un intento infructuoso de retomar Nanchang que había durado
      varios días, el 9 de mayo los chinos se retiraron dejando más de
      50.000 bajas.
    
El 11 de mayo, sometido previamente a
      la tortura reglamentaria, fue fusilado el general Yevgueni Miller,
      que había sido secuestrado en París dos años antes y conducido
      hasta Moscú.
    
Mongolia y el Estado de Manchuria discrepaban en la situación de
      la frontera entre ambos Estados. Los japoneses sostenían que la
      frontera venía marcada por el río Jalja, mientras que los
      mongoles (y con ellos, los soviéticos) consideraban que estaba a
      unos 16 km al este del río. Ese día cuatro unidades de caballería
      mongola (entre 70 y 90 hombres) entraron en la zona disputada en
      busca de forraje, pero fueron expulsados por fuerzas del Estado de
      Manchuria.
    
Continuando su ofensiva más allá de Zaoyang, el 12 de mayo los japoneses tomaron Tanghe,
      Nanyang y Xinye. Sin embargo, cada vez tenían que
      enfrentarse a más tropas chinas, que llegaron a superar los
      100.000 hombres. 
    
El 13 de mayo jinetes mongoles
      volvieron a entrar en la zona fronteriza disputada con el Estado
      de Manchuria, y esta vez rechazaron los intentos de expulsarlos.
    
Ese día zarpó de Hamburgo el San Luis, un barco en el que
      937 judíos salían de Alemanía con destino a Cuba. El gobierno
      alemán había facilitado el proyecto con fines propagandísticos,
      para mostrar que los judíos eran libres de abandonar el país si
      así lo deseaban. Algunos habían sido liberados de campos de
      concentración con la condición espresa de embarcar en el San
        Luis. Pese a todo, no todos los judíos que habían aspirado a
      embarcar habían podido pagar el elevado precio del billete y del
      visado cubano.
    
En general, en los últimos años unos 250.000 judíos habían
      abandonado Alemania, algo más de la mitad de la población inicial.
    
Por esas fechas el ingeniero alemán Anton Flettner
      probaba un prototipo de helicóptero financiado por la
      marina alemana. La esposa de Flettner era judía, pero el ingeniero
      era amigo personal de Himmler, quien le proporcionó una escolta
      para que ella y su familia pudieran pasar discretamente a Suecia
      mientras durara la guerra.
    
El 14 de mayo unidades del ejército
      japonés destacadas en Manchuria trataron de expulsar la incursión
      de la caballería mongola a la otra orilla del río Jalja, pero
      fueron rechazadas.
    
Isaak Bábel era un escritor soviético que había alcanzado
      cierta fama internacional, aunque no gustaba mucho a las
      autoridades soviéticas porque el estilo con que plasmaba la
      historia reciente del país era demasiado realista y carecía del
      "romanticismo revolucionario". Con la muerte de Máximo Gorki se
      había quedado sin protección alguna, y a ello había que sumar que
      había mantenido un romance con la esposa de Nikolái Yezhov (lo
      malo no era el adulterio, sino que Yezhov había caído en
      desgracia, y hasta haber mantenido relaciones con la esposa de un
      conspirador lo convertía a uno en presunto conspirador).
      Finalmente el 15 de mayo Bábel fue
      arrestado por la NKVD. Inmediatamente se prohibió toda mención
      pública de sus obras, que fueron retiradas de la circulación y su
      nombre fue borrado de todo registro literario. Bábel no tardó en
      firmar una confesión (en la que había una mancha de sangre sin
      importancia) según la cual era miembro de una organización
      trotskista que espiaba para Francia. Por esas fechas fue condenado
      a quince años de trabajos forzados Manfred Stern, conocido en
      España como el general Kléber. Fue uno más de los agentes
      soviéticos en el exterior que fueron llamados a Moscú para ser
      inmediatamente arrestados y condenados.
    
Jorge Luis Borges era un escritor argentino de 40 años que
      hasta el momento había publicado algunas colecciones de poemas y
      relatos breves con estilos diversos que no habían destacado
      especialmente. A finales del año anterior se había golpeado con
      una ventana y había estado a punto de morir. Durante la
      convalecencia escribió Pierre Menard, autor del Quijote,
      que se convertiría en uno de sus cuentos más famosos.
    
Ese día se estrenaron dos películas británicas notables: una era
      La posada de Jamaica, dirigida por Alfred Hitchcock y
      protagonizada por Charles Laughton, que también era coproductor y
      ello lo llevó varias veces a enfrentarse a Hitchcock, que se vio
      obligado a aumentar la importancia y la longitud de su papel y a
      concederle ciertas libertades en su forma de representarlo.
      Además, Laughton impuso como protagonista a una desconocida actriz
      irlandesa de 19 años llamada Maureen FitzSimons, que hasta
      entonces sólo había actuado en una película musical de bajo
      presupuesto (también por la influencia de Laughton) y que ahora
      cambiaba su nombre artístico por el de Maureen O'Hara,
      también por imposición de Laughton. La película tuvo un gran éxito
      de taquilla, aunque la crítica la considera una de las más flojas
      del director. No obstante, la actuación de O'Hara fue unánimemente
      alabada.
    
La posada de Jamaica fue la última película que Hitchcock
      rodó en Gran Bretaña, pues ya era reconocido como uno de los
      mejores directores del mundo y hacía unos meses que había aceptado
      un contrato por siete años con la United Artitsts y ya
      estaba impresionado por los recursos que Hollywood ponía a
      su disposición en comparación con los que había tenido en su país.
    
La segunda película británica estrenada ese día fue Adios,
        Mr. Chips, dirigida por Sam Wood. 
    
Además, también se estrenó Sólo los ángeles tienen alas,
      dirigida por Howard Hawks y protagonizada por Cary Grant. En ella
      tenía un pequeño, pero importante papel una actriz de 21 años
      llamada Martarita Carmen Cansino. Había nacido en los
      Estados Unidos, pero su padre era español. Llevaba cuatro años
      actuando como secundaria en películas de serie B, y hacía dos que
      había cambiado su nombre artístico de Rita Cansino al de Rita
        Hayworth, adoptando así el apellido de su madre, a la vez
      que se aplicaba algunos cambios estéticos, siempre bajo el consejo
      del director del estudio de Columbia Pictures. La película
      fue un éxito de taquilla y los estudios empezaron a recibir cartas
      de admiradores de la actriz. Más tarde Grant estrenaría también
      con gran éxito la comedia Dos mujeres y un amor, junto a
      Carole Lombard.
    
El 16 de mayo la policía británica
      arrestó a varios miembros del IRA a los que incautó material
      explosivo y otras armas.
    
El 17 de mayo el gobierno británico
      publicó un "libro blanco" en el que marcaba la política que iba a
      seguir en los próximos años hasta que Palestina pudiera
      convertirse en un Estado independiente. Esencialmente, establecía
      un periodo de 10 años para el proceso, que rechazaba la
      posibilidad de partir el territorio en un Estado árabe y otro
      judío. Además se proponía limitar la inmigración judía de modo que
      la población terminara estabilizándose en un tercio de judíos
      frente a dos tercios de árabes. También establecía restricciones a
      la transferencia de tierras de árabes a judíos, para evitar el
      paulatino empobrecimiento de los primeros en beneficio de los
      segundos.
    
Las organizaciones sionistas rechazaron inmediatamente el "libro
      blanco" y convocaron una huelga general para el 18 de mayo. Ze'ev Jabotinsky empezó a
      organizar un golpe de Estado para expulsar a los británicos de
      Palestina y tomar el poder. Por su parte el Alto Comité Árabe
      también se opuso al libro blanco por motivos opuestos: exigía que
      la inmigración judía fuera prohibida completamente y que se
      abandonara definitivamente la idea de un "Estado nacional judío".
    
Ese día murió en combate Tang Juwu, que se había convertido en uno de los principales líderes guerrilleros contra la ocupación japonesa de Manchuria.
Franco había dedicado las últimas semanas a recorrer las
      principales ciudades de España presenciando desfiles en
      celebración del fin de la guerra. Finalmente el generalísimo entró
      triunfalmente en Madrid y el 19 de mayo
      tuvo lugar el Desfile de la Victoria, que se convirtió en
      el punto culminante de su gira. Duró unas cinco horas y en él
      participaron más de 100.000 soldados, incluyendo tropas italianas
      y alemanas. Previamente el general Varela impuso a Franco la Gran
        Cruz Laureada de San Fernando, la máxima condecoración
      militar española, que sólo podía entregar el rey "o quien en su
      falta ejerciese el poder ejecutivo". El rey Alfonso XIII, desde el
      exilio, había mostrado su acuerdo en la concesión de la
      condecoración, a la vez que se ponía a sus órdenes "como
        siempre, para cooperar en lo que de mí dependa a esta difícil
        tarea, seguro de que triunfará y llevará a España hasta el
        final". Después del desfile tuvo lugar un banquete y Franco
      pronunció un discurso en el que manifestó su disposición de
      eliminar a los vencidos y de seguir alerta contra "el espíritu
        judaico que permite la alianza del gran capital con el
        marxismo". 
    
Ese día murió Kark Radek, uno de los condenados en el Segundo
      Juicio de Moscú y uno de los acusados que había proporcionado
      confesiones más sustanciosas, lo cual lo había librado de la pena
      de muerte, al menos momentáneamente, pues murió en la cárcel en
      una pelea con otro prisionero que, en realidad, era un agente
      infiltrado de la NKVD, que tenía órdenes de Béria para matarlo.
    
Ocho bombas incendiarias explotaron en ocho hoteles británicos.
    
Los británicos capturaron a David Ratziel, el comandante en jefe
      del Irgún. Fue sustituido por Hanoch Kalai, que decidió
      que el Irgún continuara con sus acciones terroristas contra los
      árabes a la vez que señalaba a los británicos como nuevo objetivo.
    
El 20 de mayo Mólotov declaró al
      embajador alemán en Moscú que ya no estaba interesado en discutir
      únicamente cuestiones económicas, sino que era necesario
      establecer una "base política". 
    
Un ataque coordinado del ejército chino logró anular todo el
      avance japonés hasta devolverlo a sus posiciones previas a la
      captura de Zaoyang.
    
Ese día tuvo lugar una ceremonia religiosa en Madrid, presidida
      por el cardenal Isidro Gomá, en la que participaron otros
      veinte obispos. Franco entró en la iglesia bajo palio, privilegio
      reservado a los reyes y al Santísimo Sacramento. Entre los
      miembros del cuerpo dipolomático que estaban presentes se
      encontraba el nuncio vaticano, monseñor Gaetano Cicognani.
      Durante la ceremonia, Franco se arrodilló ante el cardenal Gomá,
      para que éste le diera su bendición, en el Nombre del Padre, y
        del Hijo y del Espíritu Santo. El generalísimo salió
      visiblemente emocionado. El apoyo incondicional de la Iglesia
      Católica al régimen franquista era la consecuencia última de la
      feroz polícita anticlerical que había desatado la República desde
      el mismo día en que fue instaurada.
    
En los últimos días se habían ido concentrando fuerzas japonesas
      y soviéticas en las cercanías del río Jalja, en Manchuria. El 22 de mayo los japoneses lanzaron un ataque,
      que fue repelido.
    
Mientras tanto Alemania e Italia firmaron en Berlín un Pacto de Amistad y Alianza, conocido coloquialmente como el Pacto de Acero. En principio Alemania se había referido a él como "Pacto de Sangre", en el sentido de "juramento", pero Mussolini consideró que ese nombre podría causar mala impresión y lo cambió por Pacto de Acero, que daba igualmente la idea de solidez, pero sin sugerencias truculentas. El pacto establecía una cooperación militar entre ambos países, así como el compromiso de asistencia mutua en caso de guerra. El propósito de Hitler era disuadir a Gran Bretaña y a Francia de atacar a Alemania cuando diera el próximo paso de su política expansionista, que iba a ser la invasión de Polonia. En principio estaba previsto que Japón también firmara la alianza, pero Japón estaba interesado en la implicación alemana en el caso de que los conflictos que empezaba a tener con los soviéticos en Manchuria (o, más en general, la intervención en China de ambos países) pudiera desembocar en una guerra declarada, pero eso era justo lo que no quería Hitler, mostrar signos de hostilidad contra la Unión Soviética, cuando su propósito era garantizar su neutralidad, o incluso su colaboración en un posible reparto de Europa Oriental. Por ello, finalmente Japón se abstuvo de comprometerse.
El 27 de mayo el San Luis
      llegaba al puerto de La Habana, y se encontró con que, unos días
      antes, el gobierno cubano, presidido por Federico Laredo Brú,
      había modificado las leyes de inmigración declarando inválidos
      retrospectivamente los visados emitidos anteriormente. Ahora, para
      ser admitidos en Cuba, los refugiados judíos que viajaban en el
      barco tenían que pagar una tasa de 500$, además de obtener una
      autorización especial. El gobierno de los Estados Unidos trató en
      vano de presionar al gobierno cubano para que permitiera el
      desembarco de todos los refugiados, pero finalmente sólo 29 de
      ellos fueron autorizados a desembarcar, a los que se unió otro que
      intentó suicidarse y fue trasladado a un hospital. El capitán Gustav
        Schröder puso entonces rumbo a los Estados Unidos.
    
El 28 de mayo los japoneses iniciaron
      un nuevo ataque junto al río Jalja con tanques, artillería y
      aviación, pero las tropas soviético-mongolas eran mucho más
      numerosas, de modo que el ejército japonés fue rodeado y
      aniquilado, dejando 8 oficiales y 97 soldados muertos, además de
      34 heridos, que en total constituían el 63% de los efectivos
      japoneses. Sin embargo, el ejército japonés consideró que la zona
      disputada no valía lo suficiente como para afrontar estos costes,
      así que los enfrentamientos cesaron.
    
El 29 de mayo el Irgún hizo estallar
      una mina en un cine de Jerusalén, que mató a cinco árabes.
    
Cuatro bombas estallaron en un cine de Birmingham.
    
El 30 de mayo, temiendo que las
      negociaciones de la Unión Soviética con Gran Bretaña y Francia
      pudieran llegar a buen puerto, Alemania maniestó a los soviéticos
      su intención de llegar a un acuerdo definitivo entre ambos países.
      No obstante, las discusiones subsiguientes se centraron en asuntos
      económicos.
    
En Liverpool y Birmingham estallaron bombas lacrimógenas en
      varios cines y 25 personas tuvieron que ser hospitalizadas.
    
Ese día se estrenó El joven Lincoln, una biografía
      ficticia de Abraham Lincoln dirigida por John Ford y protagonizada
      por Henry Fonda. 
    
El 31 de mayo Alemania firmó con
      Dinamarca un pacto de no agresión.
    
Varios cines de Londres fueron atacados con bombas incendiarias.
    
La Unión Soviética continuaba negociando con Gran Bretaña y
      Francia. El 2 de junio insistía en que
      cualquier pacto de asistencia mutua debía especificar la
      asistencia militar que los tres países tendrían que proporcionar.
      La lista de países que recibirían ayuda en caso de agresión
      directa incluía a Bélgica, Grecia, Turquía, Rumanía, Polonia,
      Estonia, Letonia y Finlandia.
    
Ese día otros cinco árabes murieron por la explosión de una bomba
      en Jerusalén.
    
El 4 de junio el San Luis recibió un
      telegrama por el que se le prohibía entrar en los Estados Unidos.
      El presidente Roosevelt se había mostrado dispuesto a acoger a
      parte de los refugiados, pero el secretario de Estado, Cordell
        Hull, respaldado por los demócratas de los Estados Sureños,
      le amenazó con retirarle su apoyo para las elecciones del año
      siguiente, y finalmente Roosevelt se retractó. El capitan Schröder
      proyectó desembarcar ilegalmente a sus pasajeros a lo largo de la
      costa de Florida, pero los guardacostas estadounidenses frustraron
      su plan. Tras una solicitud de asilo en Canadá igualmente fallida,
      el 5 de junio Schröder no vio más
      opción que regresar a Alemania. Los refugiados estaban al borde
      del amotinamiento y hubo algunos intentos de suicido. Además
      empezaba a escasear la comida. Durante el trayecto Schroder
      continuó negociando con varios países europeos. Incluso se planteó
      la posibilidad de encallar el barco ante las costas británicas,
      pero finalmente Gran Bretaña, Francia, los Países Bajos y Bélgica
      aceptaron repartirse a los pasajeros.
    
El 7 de junio Estonia y Letonia
      firmaron en Berlín sendos pactos de no agresión con Alemania. Por
      su parte, Suecia, Noruega y Finlandia habían rechazado una
      propuesta alemana de firmar acuerdos similares. La tesitura de los
      países situados entre Alemania y la Unión Soviética era que tenían
      que elegir si querían ser "protegidos" por uno o por otro, lo cual
      equivalía a decidir quién los invadiría en caso de guerra, y,
      entre lo malo y lo peor, no era descabellado considerar menos
      nociva una ocupación nazi que una ocupación soviética.
    
George Orwell, una vez recuperado de su estancia en España, había
      pasado un tiempo en Marruecos para evitar el invierno británico,
      donde había escrito Subir por aire, una novela que publicó
      poco después de haber regresado a su país.
    
El 9 de junio veinte cartas bomba
      explotaron en buzones londinenses.
    
La gran influencia política que el Ku Klux Klan había llegado a
      tener se había deteriorado con la Gran Depresión, y su líder
      nacional, Hiram Wesley Evans, renunció al cargo el 10 de junio, en el que fue sucedido por James
        Arnold Colescott. Además, Evans se había vuelto impopular al
      promover un acercamiento del Klan hacia los católicos. Colestott
      trató de frenar la caída del número de afiliados rebajando la
      cuota de inscripción de 10 a 6 dólares, y proporcionando disfraces
      más baratos (por 3.50 dólares en lugar de 6.50), pero no tuvo
      mucho éxito.
    
En Londres, Birmingham y Manchester estallaron 30 bombas en
      buzones y oficinas de correos.
    
El 12 de junio murió un artificiero
      británico que trataba de desactivar una bomba puesta por el Irgún
      cerca de una oficina de correos en Jerusalén.
    
El 13 de junio llegó a México el Sinaia,
      un barco que transportaba 1.599 españoles que se habían refugiado
      en Francia durante la guerra civil y que habían aceptado la
      invitación del presidente Lázaro Cárdenas. En los meses siguientes
      les seguirían varios barcos más.
    
Lluís Companys fue expulsado de París por su radicalismo y por
      agitar a los refugiados. Se estableció en Baule-les-Pins.
      
    
Como represalia por la negativa británica de entregar a los
      acusados del atentado de Tianjin, el 14 de
        junio el Ejército Imperial Japonés bloqueó la concesión
      británica. Todo el que quería entrar o salir era cacheado desnudo
      en público por los soldados japoneses, que no permitían que se
      introdujera comida o combustible en la concesión, alrededor de la
      cual los japoneses levantaron una valla electrificada. Sin
      embargo, el gobierno japonés afirmó que, llegado este punto, no se
      conformaría con la entrega de los acusados, sino que exigía que el
      gobierno británico le entregara todas las reservas de plata
      pertenecientes al gobierno chino que estuvieran depositadas en
      bancos británicos, prohibiera todas las transmisiones de radio
      antijaponesas desde cualquier punto del Imperio Británico y
      también los libros de texto escolares que el gobierno japonés
      consideraba ofensivos. La prensa británica informó de cómo los
      soldados japoneses obligaban a mujeres británicas a desnudarse a
      punta de bayoneta para ser registradas, cosa que indignó a la
      sociedad británica y el gobierno empezó a sopesar la posibilidad
      de declarar la guerra a Japón. A su vez, la prensa japonesa desató
      también una campaña antibritánica. En realidad el objetivo de
      Japón era lograr que Gran Bretaña dejara de apoyar económicamente
      al gobierno de Chiang Kai-shek, como parte de una estrategia
      general de privar a China de sus apoyos internacionales.
    
Dos años atrás, Herbert von Karajan había dirigido por primera
      vez a la Orquesta Filarmónica de Berlín y a la Ópera Estatal de
      Berlín en una interpretación de Fidelio. Recientemente
      había sido nombrado director de la filarmónica. Sin embargo, ese
      año tuvo un tropiezo con Hitler, cuando dirigió Los maestros
        cantores de Nurenberg en un concierto de gala que el Führer
      había organizado con ocasión de la visita del príncipe regente
      Pablo de Yugoslavia. Karajan acostumbraba a dirigir sin partitura,
      pero en un instante se perdió y los cantantes se detuvieron.
      Hitler declaró furioso que Karajan no dirigiría en Bayreuth
      mientras él viviera.
    
El 16 de junio seis árabes murieron
      como consecuencia de varios atentados terroristas judíos en
      Jerusalén.
    
Ya de vuelta en Madrid, Enrique Jardiel Poncela estrenó la
      opereta Carlo Monte en Monte Carlo, con música de Jacinto
      Guerrero. 
    
Maureen O'Sullivan colaboró de nuevo con Johnny Weissmuller en
      una nueva entrega de Tarzán, titulada El hijo de Tarzán,
      que fue un éxito de taquilla.
    
El 17 de junio el San Luis
      atracaba en Amberes, desde donde los refugiados judíos fueron
      distribuidos entre Gran Bretaña, Francia, los Países Bajos y
      Bélgica.
    
El 19 de junio el Irgún puso
      explosivos en un burro y los hizo estallar en un mercado árabe en
      Haifa, provocando la muerte de 20 árabes.
    
Vsévolod Emílievich Meyerhold era un director teatral,
      actor y productor que había adquirido cierto prestigio en la Unión
      Soviética, aunque su trabajo era lo suficientemente vanguardista
      como para que las autoridades comunistas lo calificaran de
      "alienante para el pueblo soviético". Consecuentemente, el 20 de junio fue arrestado. Una semana antes
      Prokófiev había terminado la partitura en piano de una ópera que
      estaba preparando y que tenía que producir Meyerhold, así que una
      vez más se vio en una situación incómoda con las autoridades
      soviéticas, pese a que la obra era de lo más patriótico. Se
      titulaba Semyon Kotko, y estaba basada en una novela
      titulada Yo, hijo del pueblo trabajador, publicada dos
      años antes por el periodista Valentín Katáyev. 
    
El 21 de junio el primer ministro
      Ioannis Metaxás disolvió la rama griega de los Boy Scout para
      eliminar alternativas a la patriótica Organización de la Juventud
      Nacional. Poco después hizo lo mismo con otras organizaciones
      juveniles.
    
Subhar Chandra Bose había sido elegido presidente del
      Consejo Nacional Indio pese a la oposición de Ghandi, cuyos
      partidarios lograron maniobrar hasta que Bose se vio obligado a
      dimitir, tras lo cual abandonó el Congreso y fundó su propio
      partido nacionalista, el Bloque de Avance de Toda la India,
      que discrepaba del Congreso en su exigencia de independencia
      inmediata para la India, y no gradual. Jawaharial Nehru ocupó la
      presidencia del Congreso.
    
El ejército japonés en Manchuria no acató las órdenes de Tokio de
      evitar el enfrentamiento con la Unión Soviética y el 22 de junio la aviación japonesa bombardeó
      las posiciones soviético-mongoles.
    
El 24 de junio el hasta entonces gobierno siamés promulgó el primero de los llamados "mandatos culturales", en virtud del cual el nombre del país pasaba de Siam a Tailandia.
Varias bombas estallaron en Londres antes y después de una
      manifestación de partidarios del IRA que pedían la libertad de los
      terroristas arrestados en los meses anteriores. La policía realizó
      arrestos masivos, aunque la mayoría de los detenidos fueron
      liberados tras un interrogatorio.
    
El 29 de junio varios ataques con
      armas de fuego por parte del Irgún mataron a 13 árabes en Jaffa en
      apenas una hora.
    
Tras un referéndum, el Estado de Hatay, recientemente
      independizado de Siria, fue incorporado a Turquía.
    
El 30 de junio el Irgún mató a tiros a
      dos árabes en Lifta. 
    
Ese día se estrenó con gran éxito Mamá a la fuerza, una
      comedia romántica protagonizada por Ginger Rogers y David Niven.
      Rogers estrenó unos meses más tarde La chica que la Quinta
        Avenida, una comedia para la que hubo que rodar un segundo
      final, ya que el primero no gustó a la audiencia, y con la
      corrección se convirtió también en un éxito de taquilla.
    
El 2 de julio fue inaugurada la efigie
      de Theodore Roosevelt en Mount Rushmore, lo que completaba el
      momumento. 
    
Tras varios bombardeos en los días precedentes, los japoneses
      lanzaron un ataque contra las fuerzas soviético-mongolas en
      Manchuria y cruzaron el río Jalja, aunque con pérdidas
      considerables. El 3 de julio el ataque
      se estancó y los soviéticos pudieron contraatacar.
    
Una bomba estalló en una estación ferroviaria de Leicester.
    
El gobierno tailandés promulgó el segundo de los "mandatos
      culturales", según el cual los tailandeses no debían entablar
      negocios con extranjeros sin tener en consideración el beneficio y
      la seguridad de la nación. Igualmente se tipificaba como delito la
      revelación de información confidencial, el ejercicio de intérprete
      de extranjeros o la compra de tierras en nombre de extranjeros en
      perjuicio de los intereses nacionales o el mero hecho de defender
      posiciones de otros países en caso de disputas internacionales.
    
Una bomba del Irgún mató a un árabe en un mercado de Haifa. El 4 de julio dos árabes más fueron asesinados
      en Jerusalén.
    
El 5 de julio los japoneses se vieron
      obligados a cruzar el río Jalja empujados por los soviéticos. Los
      combates continuaron a lo largo de un frente de unos 4 km.
    
Ese día murió el rey Malietoa Tanumafili I de Samoa, que fue
      sucedido por su hijo Malietoa Tanumafili II. No obstante,
      su autoridad era meramente nominal, pues Samoa era entonces una
      colonia neozelandesa.
    
La incorporación de Hatay a Turquía había provocado disturbios en
      Siria y, unido esto a que los franceses estaban retrasando el
      proceso de independencia para Siria, el 7 de
        julio el presidente Hashim al-Atassi dimitió de su cargo.
      Fue sucedido por Bahij al-Khatib. 
    
El 8 de julio Julián Besteiro fue
      sometido a un consejo de guerra por el delito de "adhesión a
        la rebelión militar" (los franquistas trataban ahora de
      rebeldes a los republicanos). Fue condenado a cadena perpetua,
      aunque la pena fue pronto conmutada a 30 años de cárcel. Por estas
      fechas fue también condenado Melchor Rodríguez García, "el Ángel
      Rojo", que había salvado la vida a muchos derechistas durante los
      días en que Madrid estuvo secuestrada por los comunistas. El
      fiscal pedía la pena de muerte, pero cuando terminó el consejo de
      guerra y se preguntó si alguno de los presentes tenía algo que
      añadir, se levantó el general Agustín Muñoz Grandes, uno
      de los muchos a quienes Rodríguez García había salvado la vida, y
      presentó miles de firmas de personas a las que el acusado había
      salvado la vida. Con ello tan sólo consiguió que la pena fuera
      rebajada a 20 años y un día de cárcel.
    
El 9 de julio los japoneses
      interceptaron un mensaje cifrado soviético en el que se
      recomendaba la ocupación de unas colinas al oeste del lago Jasán,
      situado en la frontera entre Rusia y Corea cerca de Vladivostok,
      pues se consideraban un punto estratégico para la defensa o para
      un eventual ataque sobre Corea. 
    
El físico húngaro Leó Szilárd también había llegado a
      comprender el potencial militar de la fisión nuclear, pero Szilárd
      vivía en los Estados Unidos. Junto con Enrico Fermi, se propuso
      construir un reactor nuclear en la Universidad de Columbia de
      Nueva York. Aunque no consiguieron que su idea prosperara, se
      preocuparon al darse cuenta de que físicos alemanes también
      estaban publicando artículos sobre el aprovechamiento de la fisión
      nuclear, sobre todo porque podría ser incluso más fácil construir
      una bomba de potencia nunca vista que no un generador de energía
      que actuara de forma controlada. Al plantear su preocupación al
      físico húngaro Eugene Wigner, éste consideró que sería
      buena idea hablar con Albert Einstein, así que el 12 de julio Szilárd y Wigner fueron a
      visitarlo a su casa en Nueva York. Cuando le explicaron la
      posibilidad de construir una bomba nuclear, Einstein respondió "no
        se me había ocurrido". En principio, Szilárd pretendía
      informar al embajador belga, ya que en Congo Belga se encontraban
      las minas de uranio más importantes, pero consideraron que era más
      apropiado escribir primero una carta al Departamento de Estado
      estadounidense. Luego a Szilárd se le ocurrió que tenía contactos
      que podrían hacerle llegar la carta al propio presidente
      Roosevelt.
    
El 13 de julio las autoridades
      británicas anunciaron la suspensión total de la inmigración judía
      a Palestina hasta marzo del año siguiente, alegando que estaba
      aumentando la llegada de inmigrantes ilegales.
    
El 15 de julio el embajador japonés en
      Moscú recibió instrucciones de su gobierno de que procurara
      negociar una salida amistosa lo antes posible en el conflicto del
      río Jalja, pero el ejército japones en Manchuria se opuso a todo
      intento de acuerdo mientras no dispusiera de una situación
      ventajosa. Al mismo tiempo el agregado militar japonés en la
      embajada solicitó la retirada de las tropas soviéticas de la zona
      situada junto al lago Jasán, considerando que el territorio
      pertenecía a Corea, pero los soviéticos se negaron a aceptar tal
      pretensión.
    
Ese día la esposa de Vsévolod Meyerhold, la actriz Zinaida
        Reich, fue hallada moribunda en su apartamento de Moscú,
      después de haber recibido una paliza de manos de unos
      desconocidos.
    
El general Queipo de Llano había hecho últimamente varias
      manifestaciones críticas hacia Franco, lo cual fue aprovechado por
      los enemigos que tenía en el círculo del dictador para hacer que
      el 19 de julio éste lo destituyera de
      la jefatura militar de Andalucía. La prensa recibió instrucciones
      de que no mencionara en ningún caso a Queipo de Llano, y a éste se
      le prohibió entrar en Sevilla.
    
El 20 de julio se celebró el consejo
      de guerra contra el coronel Manuel Cascón, acusado, naturalmente,
      de rebelión. Fue condenado a muerte ese mismo día y ejecutado unos
      días más tarde.
    
Ese día se celebraron negociaciones secretas por las que
      Eslovaquia aceptaba colaborar con Alemania en una futura invasión
      de Polonia, a la vez que consentían el uso de su territorio por el
      ejército alemán.
    
Varios ataques terroristas por parte del Irgún provocaron la
      muerte de seis árabes en Tel Aviv. Otros tres murieron en Rehovot
      y uno más en una estación de Jaffa.
    
El 23 de julio los japoneses lanzaro
      otro ataque en el frente del río Jalja. Su artillería consumió la
      mitad de sus reservas de munición en tan sólo dos días.
    
Hacía unos cinco meses había nacido cerca de Lepizig Gerhard
        Kretschmar, ciego, con un solo brazo y una sola pierna. Su
      padre, un granjero nazi convencido, lo llevó a un pediatra de
      Leipzig y le pidió que "lo hiciera dormir". El médico le dijo que
      eso era ilegal, y entonces Richard Kretschmar no tuvo
      inconveniente alguno en escribir una carta al mismísmo Adolf
      Hitler, en la que le pedía que cambiara la ley que prohibía matar
      a "ese monstruo". Hitler ordenó a su médico personal que
      investigara el caso y que si la situación del niño era la que
      describía su padre, que él mismo autorizaba su muerte, y que si se
      producía alguna acción legal, sería paralizada. El 25 de julio el joven Kretschmar murió
      oficialmente de "debilidad cardiaca".
    
Los japoneses tuvieron que suspender su ataque debido a las
      grandes bajas que habían sufrido y a la falta de munición. Habían
      tenido unas 5.000 bajas. Los soviéticos habían tenido más, pero
      eran reemplazadas más fácilmente.
    
El 26 de julio estallaron bombas en
      dos estaciones ferroviarias londinenses. Un hombre resultó muerto
      y otros dos gravemente heridos.
    
El 27 de julio una bomba estalló en un
      puente de Liverpool, cuyos restos cayeron al canal e
      interrumpieron el tráfico. Otra bomba estalló en una oficina de
      correos y una tercera en un parque. Gabaldón había pertenecido a
      la "quinta columna" que combatió a los comunistas en Madrid en la
      retaguardia. El gobierno de Franco atribuyó el atentado a una
      supuesta red comunista de grandes dimensiones que operaba en
      España.
    
También se produjo un atentado en España, cerca de Madrid, en el
      que murió el comandante Isaac Gabaldón Irzuzún, cuando
      viajaba en coche con su hija de 16 años. Murieron ambos, así como
      el conductor del vehículo.
    
El 29 de julio regresó Anastasio
      Somoza a Nicaragua de su viaje a los Estados Unidos. Fue recibido
      por unas 70.000 personas que llenaron las calles del trayecto
      desde el aeropuerto hasta la Casa Presidencial. El dictador se
      había gastado más dinero en preparar su recibimiento que en el
      propio viaje. Se había respartido gratuitamente comida, refrescos
      y viajes en tren, y la prensa identificó la oposición a Somoza con
      la oposición a los beneficios para el país de tener una buena
      relación con los Estados Unidos. El poder político de Somoza era
      incontestable.
    
El 31 de julio los japoneses forzaron
      la retirada de los soviéticos de la zona del lago Jasán.
    
Las conversaciones de los soviéticos con los alemanes marchaban
      mejor que las conversaciones paralelas que mantenían con Gran
      Bretaña y Francia. El 1 de agosto los
      soviéticos exigieron a los alemanes que cesaran los ataques contra
      los soviéticos en los medios de comunicación alemanes, cosa que se
      cumplió al instante, y el 2 de agosto
      Mólotov suspendió las negociaciones políticas con Gran Bretaña y
      Francia porque consideró que no podían continuarse en tanto que no
      se llegara a acuerdos militares. El problema principal con un
      posible acuerdo militar era que los soviéticos querían que se
      admitiera como "agresión indirecta" a la Unión Soviética que los
      países del Báltico mostraran su adhesión a Alemania, pero esto en
      la práctica supondría que la Unión Soviética podría usar cualquier
      pretexto para ocuparlos.
    
Leó Szilárd había contactado con su amigo el economista Gustav
        Stolper, que a su vez le recomendó hablar con el banquero y
      economista Alexander Sachs, que tenía acceso al presidente
      Roosevelt. Sachs le explicó que ya había hablado con el presidente
      sobre el uranio, y que habían consultado a Fermi, el cual había
      respondido que las posibilidades de construir una bomba atómica
      eran remotas. No obstante, se ofreció a entregarle la carta al
      presidente. Ese día Einstein dictó a Szilárd una carta en alemán,
      que éste tradujo después al inglés y se la remitió de nuevo a
      Einstein por correo para que la firmara y se la remitiera de
      nuevo. Decía así:
    
Señor;
Algunos recientes trabajos de E. Fermi y L. Szilárd, que me han sido comunicados mediante manuscritos, me llevan a esperar que el elemento uranio puede convertirse en una nueva e importante fuente de energía en el futuro inmediato. Algunos aspectos de la situación que se ha producido parecen requerir mucha atención y, si fuera necesario, acción inmediata por parte de la Administración. Por ello creo que es mi deber llamar su atención sobre los hechos y recomendaciones siguientes:
En el curso de los últimos cuatro meses se ha hecho probable —a través del trabajo de Joliot en Francia así como también de Fermi y Szilárd en los Estados Unidos— que se podría provocar una reacción nuclear en cadena en una gran masa de uranio, por medio de la cual se generarían enormes cantidades de energía y grandes cantidades de nuevos elementos similares al radio. Ahora parece casi seguro que esto podría lograrse en un futuro inmediato.
Este nuevo fenómeno podría ser utilizado para la construcción de bombas, y es concebible —aunque no tan seguro— que puedea ser construidas bombas de un nuevo tipo extremadamente poderosas. Una sola bomba de ese tipo, llevada por un barco y explotada en un puerto, podría muy bien destruir el puerto por completo, junto con parte del territorio circundante. Sin embargo, tales bombas podrían ser demasiado pesadas para ser transportadas por aire.
Los Estados Unidos tienen muy pocas minas de uranio, con vetas de poco valor y en cantidades moderadas. Hay muy buenas vetas en Canadá y en la antigua Checoslovaquia, mientras que la fuente más importante de uranio está en el Congo Belga.
En vista de esta situación podría plantearse el tener algún tipo de contacto permanente entre la Administración y el grupo de físicos que están trabajando en reacciones en cadena en los Estados Unidos. Una forma posible de lograrlo podría ser comprometer en esta tarea a una persona de su entera confianza quien podría tal vez servir de manera extraoficial. Sus funciones serían las siguientes:
a) Estar en contacto con los Departamentos del Gobierno, manteniéndolos informados de los próximos desarrollos, y hacer recomendaciones sobre acciones de Gobierno, poniendo particular atención a los problemas de asegurar el suministro de mineral de uranio a los Estados Unidos.
b) Acelerar el trabajo experimental, que en estos momentos se efectúa con los presupuestos limitados de los laboratorios de las universidades, mediante el suministro de fondos —si esos fondos fueran necesarios— a través de contactos con personas particulares que estuvieran dispuestas a contribuir a esta causa, y tal vez obteniendo la cooperación de laboratorios industriales que tuvieran el equipo necesario.
Tengo entendido que Alemania actualmente ha detenido la venta de uranio de las minas de Checoslovaquia de las que se ha apoderado. Que haya llevado acabo esta acción tan prematura puede entenderse teniendo en cuent que el hijo del Subsecretario de Estado Alemán, von Weizsäcker, está asignado al Instituto Kaiser Wilhelm de Berlín, donde algunos de los trabajos estadounidenses sobre el uranio están siendo replicados.
Muy sinceramente,
Albert Einstein
El "tercer mandato cultural" prohibió referirse a los tailandeses
      haciendo distinciones entre "tailandeses del norte"; "tailandeses
      del sur", "tailandedes musulmanes" y otras subdivisiones
      similares.
    
El 3 de agosto en el curso de las
      negociaciones entre Alemania y la Unión Soviética se llegó a la
      conclusión de que había un elemento en común entre la ideología de
      Alemania, Italia y la Unión Soviética, la oposición a las
      democracias capitalistas. Los representantes alemanes aseguraron
      que "ni nosotros ni Italia tenemos nada en común con el Oeste
        capitalista", así como que les parecería antinatural que un
      Estado socialista se alineara con las democracias occidentales. La
      enemistad entre Alemania y la Unión Soviética había terminado en
      el momento en que ésta había renunciado a una revolución mundial.
    
El IRA anunció que continuaría su campaña terrorista durante dos
      años y medio. El Parlamento Británico había aprobado legislación
      para deportar rápidamente a cualquier irlandés sospechoso de
      terrorismo.
    
El rey de Basutolandia Nathainel Griffith Lerotholi fue sucedido
      por su hijo Simon Seeiso Griffith. 
    
El 4 de agosto zarpó de Francia el Winnipeg,
      un carguero que transportaba a más de 2.000 refugiados españoles
      con destino a Chile, sacados de los campos de concentración
      franceses. El poeta Pablo Neruda había sido nombrado Cónsul
      Delegado para la Inmigración Española, y se implicó
      considerablemente en el proyecto, haciendo gestiones para reunir
      familias separadas por la guerra civil, y llamando a la
      solidaridad de Argentina y Uruguay.
    
Ese día se celebró un consejo de guerra sumarísimo que condenó a
      65 de 67 acusados por el atentado contra el comandante Gabaldón.
      Todos eran miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas,
      y 56 de ellos fueron fusilados el 5 de agosto
      y fueron conocidos como las 13 rosas y los 43 claveles,
      entre los cuales había un chico de 14 años. Las "trece rosas"
      tenían entre 18 y 29 años. La mayoría eran menores de edad, pues
      en ese momento la mayoría de edad estaba establecida en los 23
      años. La mayor de ellas era una pianista llamada Blanca Brisac, de
      derechas, de una familia de derechas, pero que se había
      relacionado con un músico que pertenecía al Partido Comunista.
      Unos días más tarde sería fusilada otra tanda de condenados en
      otro juicio similar.
    
El 9 de agosto Franco nombró su
      segundo gobierno en Burgos (que seguía siendo la capital de
      España). El ministerio de defensa fue desdoblado en tres, hubo un
      ministro del Aire (a cargo del general Yagüe, falangista y
      entusiasta del nazismo), un ministerio del Ejército (a cargo del
      general Varela, monárquico carlista) y un ministerio de Marina (a
      cargo del almirante Salvador Moreno). El ministerio de
      Gobernación continuó en manos del "cuñadísimo", Ramón Serrano
      Súñer, que controlaba la prensa y la propaganda gubernamental.
    
Quedaba claro así  lo que ya se veía venir: Si los planes
      iniciales de Sanjurjo y Mola consistían meramente en derribar la
      República, sin concretar el régimen político que le sucedería,
      Franco no tenía la menor intención de abandonar el poder absoluto
      que las circunstancias habían puesto en sus manos. Así, si Franco
      había librado a España de la amenaza comunista, ahora no quedaba
      nadie para librar a España de la amenaza franquista. No obstante,
      lo cierto era que el comportamiento violento e intolerante que la
      izquierda había demostrado durante el periodo republicano, y que
      había llegado a extremos desaforados durante la guerra, había
      puesto a buena parte de la sociedad española de parte de Franco,
      desde los más moderados hasta los más radicales, que estaban
      dispuestos a mantener a los "rojos" sojuzgados de por vida. A la
      hora de entender a los partidarios de Franco es interesante el
      testimonio de Enrique Jardiel Poncela, que se había convertido en
      admirador ferviente del Caudillo, y que unos años más tarde
      escribiría esta carta en su
      defensa, que finalmente quedó inacabada.
    
Para esas fechas los japoneses ya habían expulsado a los
      soviéticos del territorio dispuado en la zona del lago Jasán. El 10 de agosto el agregado militar japonés en
      Moscú solicitó el fin de las hostilidades. La Unión Soviética
      aceptó su derrota, pero alguien tenía que pagar por ello y el
      candidato ideal era el mariscal Vasili Blücher, que había
      dirigido al Ejército Rojo con bastante torpeza, así que fue
      destituido inmediatamente... para empezar.
    
El 12 de agosto se reanudaron en Moscú
      las conversaciones con los representantes británicos y franceses
      sobre un posible acuerdo militar con la Unión Soviética. La
      delegación necesitó seis días para llegar a Moscú debido a que
      habían elegido como medio de transporte un lento barco mercante.
      Esto dio muy mala imagen ante los soviéticos, tanto de la voluntad
      de negociación como de los medios técnicos de que disponían sus
      aspirantes a aliados.
    
El general José Félix Estigarribia fue elegido presidente de
      Paraguay y asumió el cargo el 15 de agosto.
      
    
Ese día Leó Szilárd entregó a Alexander Sachs la carta de
      Einstein, junto con otra más larga en la que se entraba en
      detalles, junto con otra firmada por él mismo, para que Sachs se
      la entregara personalmente al presidente Roosevelt.
    
También fue el día del estreno de otro clásico del cine: El
        mago de Oz, una película musical dirigida por Victor Fleming
      y protagonizada por Judy Garland. En principio se le ofreció el
      papel a Shirley Temple, pero la Metro consideraba que, a sus 11
      años, Temple estaba lista para interpretar papeles de adolescente
      en vez de niña, así que declinó la oferta. Garland, que tenía
      entonces 17 años, tuvo que ser maquillada para parecer más joven y
      se la obligó a seguir un régimen estricto para que no engordara.
      Incluso se le hizo fumar tabaco para quitarle el apetito. La
      película tuvo un gran éxito de crítica y de taquilla, pero sus
      costes fueron de 4 millones de dólares, (unos 70 millones de
      dólares en 2017), por lo que tardó más de un año en producir
      beneficios.
    
El 18 de agosto Queipo de Llano llegó
      a Génova en una supuesta misión diplomática que no tenía otro
      objeto que alejarlo de España.
    
En las últimas elecciones parlamentarias celebradas en Egipto, el
      rey Faruq I usó toda su influencia en apoyo de los partidos
      opuestos al Wafd. Nahas Pasha utilizó como slogan "El
        rey reina, pero no gobierna", pero el Wafd había
      sufrido una derrota estrepitosa y el nuevo primer ministro fue Ali
      Maher Pasha.
    
Ese día se estrenó El explorador perdido, con Spencer
      Tracy interpretando a Stanley en busca de Linvingstone. Parte del
      rodaje se llevó a cabo en Kenia, Tanzania y Uganda. Tracy se había
      convertido en uno de los actores preferidos del público.
    
Los soviéticos pretendían que Gran Bretaña y Francia convencieran
      a Polonia de que permitiera la entrada en su territorio de tropas
      soviéticas, algo que Polonia no iba a aceptar en ningún caso (no
      era fácil deshacerse de un Ejército Rojo cuando se le colaba a uno
      en casa). Mientras tanto, las negociaciones con Alemania iban
      mucho más fluidas y el 19 de agosto se
      llegó a firmar un acuerdo comercial que propiciaba un acuerdo
      político de mayor envergadura. Hitler envió un telegrama a Stalin
      instándole a recibir a Ribbentrop en Moscú en un plazo máximo de
      cuatro días para cerrar un acuerdo (la prisa se debía a que tenía
      previsto invadir Polonia una semana más tarde).
    
El 20 de agosto los soviéticos
      lanzaron un ataque masivo en el río Jalja, con unos 50.000
      soldados, artillería y 557 aviones. Tres divisiones y una brigada
      de tanques cruzaron el río y atacaron a los japoneses por la
      retaguardia.
    
Ese día Gran Bretaña y Japón llegaron a un acuerdo que evitó que
      el incidente de Tianjin desembocara en una guerra, en gran parte
      gracias a la actuación del emperador Hirohito, que manifestó su
      oposición a entrar en guerra contra Gran Bretaña cuando la guerra
      contra China seguía sin resolverse y había riesgos de entrar en
      guerra contra la Unión Soviética. Gran Bretaña entregó a los
      cuatro chinos acusados del atentado terrorista de Tianjin (que no
      tardaron en ser decapitados públicamente) y reconoció la
      "necesidad" de Japón de "tomar medidas" en China, aunque Japón no
      logró que Gran Bretaña renunciara a apoyar económicamente a China.
      El incidente mostró la debilidad de Gran Bretaña en Asia, que no
      había conseguido el apoyo ni de Francia ni de los Estados Unidos.
    
Orson Welles había recibido muchas ofertas de parte de varias
      productoras de Hollywood, pero las había rechazado porque su
      intención era dedicarse al teatro. No obstante, sus obras Cinco
        reyes y La diosa verde habían fracasado y andaba mal
      de dinero, así que pensó en dedicarse al cine temporalmente para
      recuperarse económicamente. Al mostrar su interés, las ofertas se
      multiplicaron, y el 21 de agosto firmó
      un contrato nunca visto con la RKO, según el cual Welles sería
      actor, director, productor y guionista de dos películas, sobre las
      que tendría todo el control artístico una vez que la RKO aprobara
      el proyecto y siempre y cuando el presupuesto no excediera de los
      500.000 dólares. La RKO no tendría derecho a ver las partes
      grabadas hasta que Welles no lo decidiera, ni podrían hacerse
      cortes sin su aprobación. Welles desarrollaría el guión sin
      interferencias, elegiría el reparto, y tendría la última palabra
      sobre la versión definitiva.
    
Los soviéticos pusieron una excusa para retrasar las conversaciones con los británicos y los franceses, al tiempo que recibían confirmación por parte de la diplomacia alemana de que un eventual acuerdo entre ambos países incluiría una parte secreta que entregaría a la Unión Soviética territorios en Polonia, los Estados bálticos, Finlandia y Rumanía. Esa noche Stalin respondió al telegrama de Hitler afirmando que estaba deseando concluir el acuerdo y que recibiría a Ribbentrop dos dos días más tarde.
El 23 de agosto Ribbentrop
      desembarcaba en el aeropuerto de Moscú bellamente engalanado con
      esvásticas para la ocasión. Esa misma noche firmaban en Pacto
        Ribbentrop-Mólotov, que fue presentado ante el mundo como un
      mero pacto de no agresión, pero que contenía las siguientes
      cláusulas secretas:
    
Artículo I En caso de una reordenación territorial y política en las áreas de los Estados Bálticos (Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania) la frontera septentrional de Lituania representará la frontera de las esferas de influencia de Alemania y la URSS. A este sentido, ambas partes reconocen el interés de Lituania sobre el área de Vilna.
Artículo II En caso de una reordenación territorial y política de las áreas pertenecientes al Estado Polaco, las esferas de influencia de Alemania y de la URSS limitarán aproximadamente en la línea de los ríos Narev, Vístula y San.
Artículo III Con respecto al sureste de Europa la Unión Soviética señala su interés por Besarabia. Alemania declara su completa falta de interés sobre esas áreas.
Artículo IV Este protocolo será tratado por ambas partes como estrictamente secreto.
 En resumen, Alemania y la Unión
      Soviética se habían repartido el este de Europa. El tratado
      sorprendió al resto del mundo, por lo menos a quienes creían que
      el fascismo y el comunismo eran lo que decían ser. Por regla
      general, los fascistas condenaron el acuerdo, puesto que la única
      razón de ser que había hecho crecer al fascismo era su papel como
      defensa ante la amenaza comunista. Muchos simpatizantes del
      comunismo también se desencantaron, pero los comunistas
      propiamente dichos mostraron ser más obtusos que sus camaradas
      fascistas y acataron las órdenes del Komitern de terminar
      con la propaganda contra el fascismo y volverse en su lugar contra
      las democracias occidentales. En realidad, por parte de Hitler no
      había contradicción alguna, pues el tratado era para él un medio
      de neutralizar a la Unión Soviética temporalmente, pero desde el
      mismo momento de la firma tenía claro que iba a romper el pacto en
      cuanto la situación lo hiciera aconsejable. En cambio, Stalin
      parece que había comprendido que la mayor amenaza para el
      comunismo no era el fascismo, sino la democracia, así que
      realmente consideraba buena idea una alianza con los nazis. Cuando
      Ribbentrop se disponía a marcharse, el dictador habló con él en
      privado y le dijo que el gobierno soviético se había tomado muy en
      serio el nuevo pacto, y que le daba su palabra de honor de que la
      Unión Soviética no traicionaría a su aliado.
En resumen, Alemania y la Unión
      Soviética se habían repartido el este de Europa. El tratado
      sorprendió al resto del mundo, por lo menos a quienes creían que
      el fascismo y el comunismo eran lo que decían ser. Por regla
      general, los fascistas condenaron el acuerdo, puesto que la única
      razón de ser que había hecho crecer al fascismo era su papel como
      defensa ante la amenaza comunista. Muchos simpatizantes del
      comunismo también se desencantaron, pero los comunistas
      propiamente dichos mostraron ser más obtusos que sus camaradas
      fascistas y acataron las órdenes del Komitern de terminar
      con la propaganda contra el fascismo y volverse en su lugar contra
      las democracias occidentales. En realidad, por parte de Hitler no
      había contradicción alguna, pues el tratado era para él un medio
      de neutralizar a la Unión Soviética temporalmente, pero desde el
      mismo momento de la firma tenía claro que iba a romper el pacto en
      cuanto la situación lo hiciera aconsejable. En cambio, Stalin
      parece que había comprendido que la mayor amenaza para el
      comunismo no era el fascismo, sino la democracia, así que
      realmente consideraba buena idea una alianza con los nazis. Cuando
      Ribbentrop se disponía a marcharse, el dictador habló con él en
      privado y le dijo que el gobierno soviético se había tomado muy en
      serio el nuevo pacto, y que le daba su palabra de honor de que la
      Unión Soviética no traicionaría a su aliado. 
    
El presidente boliviano, Germán Busch, había renunciado a respetar los principios democráticos para enderezar su país, y ahora ya no creía que una dictadura pudiera ser tampoco efectiva. Su carácter se había vuelto irascible. Unos meses atrás había llamado a su despacho al escritor Alcides Arguedas, de 60 años, y se había puesto a golpearlo a causa de un artículo que había publicado en el que criticaba su gobierno. Finalmente, ese día se suicidó de un tiro en la sien. En ausencia de ninguna norma vigente para regular la sucesión, el general Carlos Quintanilla asumió el poder y se autoimpuso la misión de organizar unas elecciones al estilo tradicional, en las que el ganador estuviera fijado de antemano para evitar esas incertidumbres tan molestas que traían consigo las elecciones atípicas.
El 24 de agosto se firmó el acuerdo
      Cvetković-Maček entre el primer ministro yugoslavo, el
      servio Dragiša Cvetković, y el croata Vladko Maček, que ponía fin
      a las tensiones con los nacionalistas croatas. El partido de Maček
      participaría en una coalición de gobierno y se constituía una
      provincia croata que dispondría de un alto grado de autonomía.
      Algunos nacionalistas croatas más radicales vieron el acuerdo como
      un primer paso hacia la independencia, mientras que los
      ultrarradicales lo consideraron una traición por parte de Maček.
      Por otra parte, otros grupos étnicos minoritarios (bosnios,
      eslovenos, macedonios) mostraron su descontento exigiendo un trato
      similar.
    
Ese día, cuando se hizo público el pacto
      Ribbentrop-Mólotov,  la delegación franco-británica que
      estaba negociando el posible acuerdo militar con la Unión
      Soviética solicitó con urgencia una entrevista con el negociador
      soviético, pero el 25 de agosto éste
      informó de que "en vista de que la situación política había
        cambiado, ya no tenía sentido continuar las conversaciones".
      Al mismo tiempo Hitler explicaba al embajador británico en Berlín
      que el pacto con los soviéticos evitaba que Alemania tuviera que
      enfrentarse a una guerra en dos frentes, al contrario de lo que
      había sucedido en la Primera Guerra Mundial, y que Gran Bretaña
      debía aceptar sus demandas sobre Polonia.
    
Mientras tanto Gran Bretaña firmaba con Polonia una Alianza
        militar anglo-polaca, por la que ambos países se
      comprometían a ayudarse mutuamente en caso de agresión por parte
      de terceros países. De hecho, una parte secreta del acuerdo
      especificaba que Gran Bretaña se comprometía a ayudar a Polonia en
      caso de una agresión concretamente por parte de Alemania, mientras
      que en caso de ataque por parte de otro país ambas partes se
        reunirían para estudiar las medidas oportunas a adoptar.
      Esto hizo vacilar a Hitler, a quien Ribbentrop había asegurado que
      Gran Bretaña nunca entraría en guerra con Alemania por defender a
      Polonia. Por otra parte, Mussolini le envió un telegrama en el que
      le advertía que no se consideraría vinculado por el "pacto de
      acero" para apoyar a Alemania en caso de que ésta desencadenara
      una guerra invadiendo Polonia. Ante esta tesitura, Hitler ordenó
      en último momento la suspensión de la invasión de Polonia, que
      estaba prevista para esa misma noche, en un intento de asegurar la
      neutralidad británica.
    
Según Bernard Shaw, entusiasta admirador de Stalin, ahora el dictador ruso tenía a Hitler a su merced.
El tratado desmontó toda la política exterior de Turquía, que
      consideraba fundamental a la Unión Soviética para hacer frente a
      la amenaza alemana, así que a partir de ese momento Ismet Inönü
      reorientó a su país hacia una precaria neutralidad. El rey Carlos
      II de Rumanía recibió la noticia horrorizado. Hasta entonces había
      tratado de jugar a dos bandas, prometiendo mayores exportaciones a
      los alemanes y su oposición a la coalición que Gran Bretaña y
      Francia querían formar con la Unión Soviética al tiempo que
      aseguraba a británicos y franceses que Rumanía destruiría sus
      pozos petrolíferos en caso de ser invadida por Alemania o Hungría.
      En el fondo, su apuesta era por que Gran Bretaña y Francia
      derrotaran a Alemania, pero tras el pacto germano-soviético
      Rumanía consideró que su mejor baza era tratar de llevarse bien
      con Alemania tratando de mantenerse a una distancia suficiente
      como para no convertirse en un protectorado alemán.
    
Otro de los afectados por la nueva amistad entre comunistas y nazis fue el presidente chileno Pedro Aguirre Cerda, que hasta el momento gobernaba apoyado por un Frente Popular del que los comunistas se desvincularon a partir de ese momento, ya que apoyar al gobierno suponía oponerse a sus camaradas "nacistas". De este modo, Aguirre se vio sin los apoyos necesarios para desarrollar su programa político.
También hay que incluir entre los afectados al compositor Serguéi
      Prokófiev, pues en la ópera que estaba orquestando, Semyon
        Kotko, los nazis eran los malos, y ahora que pasaban a ser
      buenos tuvo que hacer modificaciones para sustituirlos por
      rebeldes ucranianos.
    
Una bomba dejada en la cesta de una bicicleta en Coventry mató a
      cinco personas e hirió a otras setenta. Era el mayor atentado
      cometido por el IRA hasta el momento.
    
El general chileno Ariosto Herrera había sido relevado del mando hacía unos meses por su abierta aversión hacia los comunistas que integraban el Frente Popular que gobernaba el país, tras lo cual había incitado a Carlos Ibáñez del Campo y a sus seguidores a organizar un golpe de Estado que él mismo dirigió, pero ante la falta de apoyos fue arrestado, inhabilitado y desterrado a Paraguay. Ibáñez del Campo se refugió en la embajada paraguaya y luego huyó a Argentina.
Los soviéticos tenían rodeada a una división japonesa en el río
      Jalja. El 26 de agosto un intento
      japonés de rescatarla terminó en un fracaso.
    
Ese día el Irgún mató con una mina detonada a distancia a dos
      oficiales de policía británicos en Jerusalén, los inspectores Ronald
        Barker y Ralph Cairns. El segundo había torturado a
      varios miembros de la organización terrorista.
    
Varias bombas estallaron en Blackpool y Liverpool. Un
      terrorista fue arrestado cuando una bomba que llevaba estalló
      prematuramente.
    
Hubo una unidad del ejército alemán que no recibió la contraorden
      que cancelaba temporalmente la invasión de Polonia y ejecutó el
      plan previsto inicialmente. Agentes de las SS vestidos de civiles
      habían cruzado la frontera entre Eslovaquia y Polonia antes del
      amanecer y llegaron a su objetivo, la estación de Jabłonków.
      Tras un tiroteo, la ocuparon e hicieron algunos prisioneros, pero
      una telefonista avisó a los soldados que custodiaban un túnel
      cercano. Se produjo entonces un intenso intercambio de disparos.
      Los alemanes trataron de dirigirse hacia el túnel en una
      locomotora, pero fueron rechazados y finalmente tuvieron que huir
      a los bosques cercanos. Hacia el mediodía lograron pasar de nuevo
      a Eslovaquia, con dos heridos. El general alemán Eugen Ott
      pidió disculpas a Polonia asegurando que el incidente había sido
      obra de un desequilibrado que había actuado por cuenta propia. 
    
El 27 de agosto la división japonesa
      rodeada por los soviéticos en el río Jalja trató de romper el
      cerco, pero sin éxito. Tras rechazar la rendición recibió una
      oleada de ataques de la artillería y la aviación.
    
El ministro de asuntos exteriores rumano declaró al embajador
      alemán que Rumanía se declararía neutral si Alemania invadía
      Polonia, a la vez que le expresaba su deseo de vender a Alemania
      unas 450.000 toneladas de petróleo al mes por un millón y medio de
      marcos más algunos aviones alemanes. El 28 de
        agosto el rey Carlos II felicitó al agregado militar
      alemán en Rumanía por el éxito diplomático que había supuesto el
      pacto con la Unión Soviética (el monarca no sabía que la parte
      secreta del pacto asignaba a la Unión Soviética la región de
      Besarabia, que había sido incorporada a Rumanía por el Tratado de
      Versalles).
    
Dos bombas estallaron en unos postes eléctricos de Liverpool.
    
Ese día dos bombas estallaron en la estación de frerrocarriles de
      Tarnów, en Polonia que mataron a veinte personas. El autor
      del atentado fue Antoni Guzy, de padre polaco y madre
      alemana. Las bombas estaban en dos maletines y fueron detonadas
      por un mecanismo de relojería. Es probable que Guzy no supiera
      cuándo iban a estallar, pues parece que la explosión lo pilló por
      sorpresa. Probablemente había sido convencido por los alemanes
      para llevar a cabo el atentado y éstos esperaban que muriera. Fue
      arrestado por la policía polaca y no se sabe qué fue de él, ni
      tampoco la finalidad que tuvo el atentado. Probablemente, si Guzy
      hubiera muerto, los alemanes habrían aprovechado el incidente de
      algún modo.
    
El 29 de agosto Ribbentrop entregó al
      embajador británico una lista de condiciones que asegurarían la
      paz en lo tocante a Polonia. Danzig debía ser devuelta a Alemania,
      y debía haber un plebiscito en el corredor polaco. Los polacos que
      hubieran nacido o se hubieran establecido en el corredor a partir
      de 1919 (cuando fue entregado a Polonia por los aliados) no
      tendrían derecho a voto, mientras que los alemanes que hubieran
      nacido en él podrían votar aunque no fueran residentes. Un
      diplomático polaco plenipotenciario debía acudir a Berlín para
      aceptar tales términos antes del mediodía del día siguiente. El
      gobierno británico consideró "razonables" las condiciones salvo lo
      del diplomático "plenipotenciario", pues temían que se repitiera
      el caso del presidente checoslovaco Emil Hácha, que se había visto
      obligado a aceptar las condiciones que Hitler había querido
      imponerle.
    
Ese día tres destructores de la flota polaca fueron evacuados del
      mar Báltico y zarparon rumbo a Gran Bretaña, para ayudar a la
      marina británica en caso de guerra contra Alemania. Los británicos
      habían convencido a los polacos de que si los barcos permanecían
      en sus puertos en el Báltico y Alemania atacaba a Polonia,
      quedarían atrapados y no tardarían en ser capturados o hundidos
      por los alemanes, mientras que en Gran Bretaña podían ser de
      utilidad. La medida fue controvertida en su momento, pero a largo
      plazo resultó acertada.
    
El pacto Ribbentrop-Mólotov también había sido recibido con estupor en Japón, que se veía así traicionado por Alemania, que hasta entonces había tenido por aliado indispensable contra la Unión Soviética. El 30 de agosto primer ministro Hiranuma Kiichirō dimitió junto con su gabinete y fue sustituido por el general Nobuyuki Abe, que se esforzó por acabar cuanto antes la guerra sino-japonesa, y relajar todas las tensiones con la Unión Soviética.
Ese día el embajador polaco en Berlín se presentó ante
      Ribbentrop, el cual le presentó las exigencias alemanas. Cuando se
      declaró sin autoridad para aceptarlas, Ribbentrop dio por
      terminada la reunión y la prensa y la radio alemanas informaron de
      que Polonia había rechazado la oferta alemana.
    
El 31 de agosto todas las tropas
      japonesas que habían penetrado en Mongolia habían sido destruidas,
      y en la zona de Manchuria apenas quedaban restos. El embajador
      japonés en Moscú recibió órdenes de negociar la paz.
    
La policía británica detuvo a Hanoch Kalai junto con varios otros miembros del Irgún. Benjamin Zeroni se convirtió provisionalmente en el nuevo comandante en jefe de la organización terrorista. Por esas fechas la revuelta árabe estaba sofocada. En los últimos quince meses los árabes habían matado a 236 judíos y los judíos a 435 árabes, a los que había que sumar los muertos a manos de la policía británica (unos 1.200) y viceversa. Habían estallado 472 bombas y se habían dado 1.453 casos de sabotaje contra propiedades del gobierno o particulares. Entre los británicos se extendió la impresión de que Palestina no tenía arreglo. El general Bernard Montgomery dijo: El judío asesina al árabe y el árabe asesina al judío. Eso es lo que está pasando ahora en Palestina y lo que seguirá pasando durante los próximos 50 años con toda probabilidad. Por otra parte, dado que Gran Bretaña se estaba enfrentando a Alemania y que Alemania era la mayor amenaza para los judíos, el apoyo judío hacia los británicos estaba asegurado, mientras que no podía decirse lo mismo del apoyo de los países árabes, que resultaba fundamental, así que Neville Chamberlain resumió así la política que convenía aplicar en el futuro en Palestina: Si tenemos que ofender a una parte, mejor ofendemos a los judíos que a los árabes.
Esa noche, miembros de las SS vestidos con uniformes militares polacos ocuparon la emisora de radio de Gleiwitz, situada en lo que entonces era territorio alemán, cerca de la frontera polaca, y emitieron un breve mensaje antialemán en polaco. Luego esparcieron por el suelo algunos cadáveres de polacos que vivían en Alemania arrestados un día antes, a los que habían matado con una inyección letal y a los que luego dispararon sobre el terreno como "prueba" de la ofensiva polaca. Éste fue uno de varios incidentes de la llamada operación Himmler, destinada a proporcionar a Hitler una excusa para invadir Polonia.
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