Trastornos de Espectro Autista
Etimológicamente, el término autismo proviene de la palabra griega eaftismos, cuyo significado es 'encerrado en uno mismo'. Leo Kanner (1943) nos describe los primeros casos de niños autistas, en los que detalla su sintomatología básica:
- Incapacidad o grave dificultad para relacionarse normalmente, desde un principio, con los demás.
- Importantes alteraciones del lenguaje, que pueden ir desde la falta de desarrollo del lenguaje hablado a el desarrollo de un lenguaje repetitivo, memorístico y no propositivo.
- Aversión a los cambios, que pueden producirle gran ansiedad.
Frédéric Philibert es el padre de un niño autista y por eso ha realizado este cortometraje Mi hermanito de la luna que nos cuenta las impresiones de una niña sobre su hermanito autista. La niña intenta explicarnos con su lenguaje sencillo por qué su hermanito es diferente a los demás niños y nos comenta cómo lo vive. El cortometraje ganó el Gran Premio y el Premio del Público del Festival Handica-Apicil 2007.
El autismo se enmarca según la clasificación DSM IV en los Trastornos Generalizados del Desarrollo, caracterizándose por un retraso o funcionamiento anormal en al menos una de las siguientes áreas, que aparece antes de los 3 años de edad: interacción social, lenguaje utilizado en la comunicación social, o juego simbólico o imaginativo. En los TGD se ubican otros trastornos: Trastorno de Rett, Trastorno desintegrativo infantil, Trastorno de Asperger y Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
Lorna Wing (1979) utilizó término Trastorno de Espectro Autista, planteando lo que se conoce como "triada de Wing": trastorno de reciprocidad social, trastorno de comunicación verbal y no verbal y ausencia de capacidad simbólica y conducta imaginativa; a los que posteriormente añadió, los patrones repetitivos de actividad e intereses. De este modo, el concepto de TEA es utilizado para la noción dimensional de un 'continuo' (no una categoría), en el que se altera cualitativamente un conjunto de capacidades. En este continuo de trastornos TEA se da una diversa afectación de los síntomas clave y los síntomas asociados. El concepto de espectro autista puede ayudarnos a comprender que, cuando hablamos de autismo y de otros trastornos profundos del desarrollo, empleamos términos comunes para referirnos a personas muy diferentes.
En 1.997 el profesor Ángel Rivière desarrolla el I.D.E.A. (Inventario de Espectro Autista) donde a través de doce dimensiones alteradas en estas personas, con 4 niveles de afectación en cada una de ellas, se representa todo el espectro. Estas dimensiones se agrupan de tres en tres, formando cuatro bloques que se
corresponden con los cuatro apartados de Lorna Wing.
Triada de Wing | IDEA |
Trastorno de reciprocidad social | Trastorno cualitativo de la relación social |
Trastorno de las capacidades de referencia conjunta |
Trastorno de las capacidades intersubjetivas y mentalistas |
Trastorno de comunicación verbal y no verbal | Trastorno de las funciones comunicativas |
Trastorno cualitativo del lenguaje expresivo |
Trastorno cualitativo del lenguaje receptivo |
Patrones repetitivos de actividad e intereses | Trastorno de las competencias de anticipación |
Trastorno de la flexibilidad mental y comportamental |
Trastorno del sentido de la actividad propia |
Ausencia de capacidad simbólica y conducta imaginativa | Trastorno de la imaginación y de las capacidades de ficción |
Trastorno de la imitación |
Trastornos de la suspensión |
Esta sintomatología básica puede ir acompañada de otros síntomas o trastornos:
- Deficiencia mental
- Hiperactividad (infancia) o Hipoactividad (adolescencia y edad adulta)
- Baja tolerancia a la frustración
- Autoagresividad
- Alteraciones del sueño
- Dificultades motoras
- Crisis epilépticas
La naturaleza y la expresión concreta de las alteraciones, que las personas con espectro autista presentan dependen de otros factores:
- la asociación o no con retraso mental más o menos severo,
- la gravedad del trastorno que presentan,
- la edad
- la adecuación y eficiencia de los tratamientos utilizados y de las experiencias de aprendizaje,
- el apoyo de la familia.
Por todo ello podemos decir que no hay dos personas con TEA que requieran un mismo proceso de rehabilitación, sino que este se deberá adaptar a las necesidades que plantee cada uno de los casos. Es necesario para ello que "entendamos" las necesidades que ellos tienen y respetando su "idiosincrasia" apoyar con los recursos necesarios para ello su desarrollo personal, favoreciendo su mayor autonomía.