El desarrollo constructivo más importante del siglo XVII
es la nueva puerta principal de la Universitat que debía
sustituir a la primitiva, situada a los pies de la
capilla, en la plaza del Patriarca, y “confrontaba con
el orno que sale al patio de dentro” (Orellana).
El arzobispo Juan de Ribera obtuvo del Consell municipal
que se hubiera de quitar para siempre y tapiarse de
ladrillo y mortero, y costeó la construcción de la nueva
puerta, recayente a la calle de la Universidad, que “se
tuvo por única puerta principal, la qual tiene sobre su
portada un escudo grande de piedra con las armas de la
Ciudad”. Esta puerta sirvió en el siglo XVIII de acceso
a la Real Academia de San Carlos, instalada entonces en
ese sector del edificio. Cuando ésta se trasladó, se
llevó el escudo, hoy empotrado sobre la puerta principal
del Museo de Bellas Artes de San Pío V.
La erección de los colegios mayores contribuirá a crear
el ambiente universitario de la barriada. El de la
Presentación fue el primero, dotado por el arzobispo
Tomás de Villanueva en 1550 para favorecer a diez pobres
que aspirasen a ser sacerdotes. También para teólogos
fueron dos de patronato particular; el de la Asunción o
de Na Monforta (1561), y el de la Purificación o de
Rodríguez (1572). El mejor dotado de todos fue el del
Corpus Christi, creado en 1594 por Juan de Ribera.
Felipe II mandó erigir en 1563 el de San Jorge, para
religiosos de la orden de Montesa, y el doctor Melchor
de Villena el de los Santos Reyes (1643), para
estudiantes de teología y medicina.
A principios del siglo XVIII, el afán de embellecer el
edificio, acrecentando el prestigio de la institución,
llevó a la realización de importantes mejoras: casa
rectoral, teatro académico y capilla, contemporáneas de
la Memoria histórica de la fundación y progresos de la
insigne Universidad de Valencia (1730), publicada por el
rector Francisco Ortí, primer historiador de nuestra
universidad, y de las nuevas Constituciones de 1733. |

Proyecto para el teatro académico
(Paraninfo), obra de Felipe Rubio, 1732 |
El teatro académico, marco de las reuniones del Claustro
y de solemnes debates, fue regularizado y ampliado con
la adquisición de unos huertos contiguos a Fernando
Bonavida, según proyecto de Felipe Rubio de 1733, que lo
dotó de una doble entrada desde el patio rectoral. Su
grandiosa bóveda tabicada, reforzada por una arcada
sostenida por potentes estribos, fue decorada con
molduras pintadas de trampantojo; sus paredes se
revistieron con retratos e inscripciones de personajes
ilustres. |
La capilla agrandada y reedificada en estilo clasicista
por Miguel Martínez provocó el entusiasmo del cronista
Esclapés, que escribe: “concluida en el día 15 de
Octubre de 1737, es una preciosa perla y abrigando en su
altar a la Soberana Aurora de la Sapiencia, la
constituye más majestuosa y excelente”. (Resumen
histórico de la fundación y antigüedad de Valencia,
1738.) |