cabecera tecnociencia.es cabecera tecnociencia.es
METEORITOS

Como hemos comentado, cada día caen sobre nuestro planeta toneladas de materia del cielo. La Tierra simplemente tropieza con esos meteoroides en su viaje alrededor del Sol o los atrae de sus alrededores gracias a su gravedad. Cuando un meteoroide es capturado por la Tierra, en algunos casos, rebota en nuestra atmósfera como una piedra lanzada con un ángulo muy picado sobre la superficie del agua. Si el ángulo de entrada es el adecuado logra penetrar. Entonces la fricción del aire puede destruir totalmente el cuerpo como en el caso de las estrellas fugaces. El fenómeno, conocido como ablación, reduce el objeto a pequeñas gotas fundidas. Por supuesto, esto depende del tamaño y composición del meteoroide. Si es suficientemente grande, al entrar en la atmósfera la fricción del aire lo puede fragmentar, dividiéndolo en pequeñas piezas que finalmente pueden alcanzar el suelo. Sólo a los trozos que logran hacerlo se les denomina técnicamente meteoritos, término del que popularmente se abusa. En algunos casos puede producirse un fenómeno luminoso de brillo apreciable. El material incandescente genera una estela de luz que surca el cielo y que los expertos denominan bólido. El atronador ruido que producen algunos se debe a que alcanzan extraordinarias velocidades. Como el lector sabe al rebasar la velocidad del sonido se produce un enorme estruendo. Algunos de estos cuerpos en su caída hacia la Tierra alcanzan velocidades hipersónicas, de más de 5 veces la velocidad del sonido.

Ya hablamos de los "Near Earth Objects" (NEOs), objetos cercanos a la Tierra, de potencial peligro de impacto contra nuestro planeta. Un NEO de más de un km de diámetro causaría daños de dimensiones mundiales. Son estos cuerpos los que preñan la imaginación de la gente cuando se habla de meteoritos. Películas recientes como Deep Impact o Armaggedon se han encargado de ello. Se estima que existen entre 1.200 y 1.500 NEOs de semejantes proporciones. Pero son mucho más numerosos los 300.000 cuerpos con alrededor de 100 metros de diámetro que han logrado contabilizarse hasta el momento. Esos meteoroides, que no responden a las versiones catastrofistas cinematográficas son los que interesan a la Red de Bólidos Europea. Se trata de distintos centros distribuidos en varios países de Europa que han constituido una red fotográfica para el registro de grandes bólidos. En España existe la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, en la que participan tanto astrónomos profesionales como amateurs. Para su estudio estos científicos utilizan cámaras all-sky que registran en una sola imagen todo el cielo durante toda la noche. El trazo de un bólido queda así marcado a su paso por la cúpula celeste. La caída de un meteoroide es impredecible, pero fotografiando las trayectorias que trazan los bólidos podemos encontrar su lugar de procedencia.

< anterior siguiente >