El movimiento novator

 

A lo largo del primer tercio de siglo continuó la labor llevada a cabo por el movimiento novator, aunque algunas de sus doctrinas especulativas construidas apresuradamente comenzaron a desmoronarse.

 

Retrato de Hermann Boerhaave Portada de la obra 'Opera Omnia medica complectentia' (1751)

Hermann Boerhaave, Opera Omnia medica complectentia.. , Venetis, Apud Laurentium Basilium, 1751. En la medicina europea la tarea de construir nuevas síntesis corrió a cargo de Hermann Boerhaave, G. Erns Stahl y Friedrich Hoffmann, conocidos como los tres grandes sistemáticos. Las obras del holandés contribuyeron decisivamente a desplazar de la enseñanza los textos todavía basados en el galenismo tradicional [+ pulsar sobre las imágenes para verlas a mayor tamaño].

 

El movimiento iatroquímico, al que se adhirieron buena parte de los novatores, comenzó a hacer crisis. Sólo lo defendieron las figuras de poco relieve. Otros se adscribieron a la "iatromecánica" y finalmente comenzó a surgir la mentalidad antisistemática, especialmente en médicos valencianos que no llegaron a ser profesores de la Universitat de València.

El renovador Tomás Longás y Pascual ocupó la cátedra de anatomía hasta 1724, año en que falleció. Estuvo siempre preocupado por disponer de un buen anfiteatro anatómico y por mantener un nivel alto en la enseñanza de la disciplina. Lo mismo ocurrió con su hijo, Juan Bautista Longás, que sucedió a su padre entre 1724 y 1742 y que trató de llevar a cabo una serie de disecciones de ciertas estructuras que jamás se habían realizado en Valencia, para poner de manifiesto los hallazgos de las principales autoridades de la disciplina en ese momento.

La cátedra de "yerbas" estuvo a cargo, entre 1721 y 1732, de un profesor que se consideraba ya en la época como el impulsor de las reformas en la enseñanza: Antonio García Cervera, llamado "el grande". Impartió materias jamás explicadas, hizo más herborizaciones que las reglamentarias, se ocupó con esmero del huerto botánico e intentó fundar un auténtico jardín moderno. Esto no fue posible hasta el plan Blasco y la fundación de lo que es el actual jardín botánico de la Universitat de València.

 

Portada de la 'Floresta..' (1741), de J.J. Antonio Baguer Oliver Portada del 'Tirocinio practico' (1737), de Virrey y Mange

(Izquierda) Portada del primer volumen de la Floresta de Dissertaciones Historico-medicas (1741) de José Juan Antonio Baguer Oliver, "novator" valenciano de orientación iatroquímica que llegó a ser catedrático extraordinario. Fue un fiel seguidor de las interpretaciones fermentativas de la iatroquímica. Intentó, incluso, realizar un análisis químico de la quina [+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño].

(Derecha) Portada del Tirocinio práctico (1737), una de las obras de Pascual Francisco Virrey y Mange (†1746), aragonés que llegó a ser catedrático extraordinario de la Universitat de València. Se adhirió también al "sistema de la fermentación". Fue asimismo autor de un Manual de cirugía práctica (1743) [+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño].

 

Portada del 'Opus neotericum' (1737), de José Arnau Portada de 'Calentura mesentherica...' (1729), de Lloret Martí

(Izquierda): Portada del primer volumen del Opus neotericum (1737), de José Arnau (†1737), principal médico valenciano seguidor de la iatromecánica [+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño].

(Derecha): Portada del libro La calentura mesentherica..., de Francisco Lloret Martí, "novator" valenciano que fue titular de una de las cátedras de matemáticas pero que no obtuvo ninguna de las de medicina. Se adscribió al movimiento iatromecánico [+ pulsar sobre la imagen para verla a mayor tamaño].

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Selección de fuentes

Fuentes

Arnau, J., Opus neotericum medicum, theorico-practicum, de laxo, et astricto, juxta divini Hippocratis mentem, Sanctorii observationes, Baglivi esperimenta scriptum. Tomus I, Valencia, A. de Bordázar, 1737; el segundo volumen Opus neotericum medicum, theorico-practicum, de laxo, et astricto, juxta D. Senis mentem scriptum. Tomus II, Valencia, A. de Bordázar, 1737.

Baguer Oliver, J.J., Floresta de Dissertaciones Historico-medicas, Chymico-Galenicas, Methodico-Practicas, 3 vols., Valencia, Pascual García, 1741-1744.

Lloret Martí, F., La calentura Mesentherica es la reyna de las calenturas y otras enfermedades y repeso del escrutinio phisico-medico-anothomico, que acabala la mesentherica, Madrid, Imprenta de Manuel Fernández, 1729.

Virrey y Mange, P.F., Tyrocinio Practico. Medico-quimico-Galenico: breve metodo de curar los enfermos por racionales indicaciones, Madrid, Antonio Sanz, 1737.

Virrey y Mange, P.F., Manual de cirugia practica, promptuario Completo, acomodado a la mas breve eficaz cura racional y comprensible direccion espagirica, con insercion de instituciones medicinales, segun el sistema de la fermentacion, que incluyen el mas verosimil capitulo singular, Madrid, Antonio Sanz, 1743.

 

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Bibliografía

López Piñero, J.M., Los saberes médicos y su enseñanza, En: Historia de la Medicina Valenciana, Valencia, Vicent Garcia Eds., 1988, vol. 2, pp. 75-127.

Albiñana Huerta, S., Cátedras y catedráticos en la Universidad de Valencia, En: Universidades españolas y americanas, Valencia, CSIC-Generalitat Valenciana, 1987, pp. 15-33.

 

Glosario

Iatromecánicos intentaron explicar las funciones orgánicas recurriendo a modelos físicomatemáticos como el de Galileo, o con los supuestos mecanicistas expuestos por Descartes. La obra fundamental de la iatromecánica fue 'De motu animalum' (1680-1681) de Giovanni A. Borelli (1608-1679), que fue el que introdujo el modelo físico-matemático en la investigación médica.

Iatroquímicos
Concibieron las funciones orgánicas como transformaciones de tipo químico en la línea de los paracelsistas. Estas mismas posturas se trasladaron a la explicación de la enfermedad. La iatroquímica propiamente dicha fue precedida de una postura que se redujo a la incorporación de nuevos medicamentos, y de un eclecticismo que procuró conciliar el galenismo con interpretaciones quemiátricas de tipo fisiológico y patológico. El núcleo central del cultivo de la iatroquímica fue la Alemania protestante.