En relación a las noticias recientes acaecidas en la provincia de Valencia, en las que supuestamente un maestro ejercía terapias de conversión sobre estudiantes, la Clínica de Psicología de la Universitat de València–Fundació Lluís Alcanyís expresa su rotundo rechazo ante el ejercicio de estas prácticas debido a su peligrosidad, ilegalidad y por las consecuencias negativas en las personas que las reciben.

Las terapias de conversión sexual son practicadas desde que el psiquiatra Richard von Krafft-Ebbing definiera la homosexualidad como una parafilia que podía ser tratada como una enfermedad y, por lo tanto, ser curada. Durante el siglo XX, se han utilizado diferentes formas para “curarla”: lobotomías, terapias de aversión, aislamiento social, medicación forzada e incluso el electrochoque. Terapias que, no solo dejan una huella física por los efectos adversos, sino también una consecuencia negativa más difícil de observar:  la psicológica. Las personas se ven forzadas a sentirse culpables, aisladas y humilladas por su orientación sexual o su identidad de género.

La Asociación Mundial de Psiquiatría declaró en el 2016 que no existen evidencias científicas sólidas que demuestren eficacia ante estas prácticas denominadas terapias de conversión. En este sentido, el experto independiente de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Víctor Madrigal-Borloz declaró en 2020 que, además, pueden ser el equivalente a “formas de tortura”.

La Clínica de Psicología de la Universitat de València-Fundació Lluís Alcanyís quiere dejar claro nuestra postura sobre estas prácticas: las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género no son una patología psicológica y, por tanto, no son motivo de tratamiento psicológico. Toda persona tiene derecho a querer e identificarse de la manera que le haga sentir más feliz. Por ello, quien realice estas prácticas debe someterse a las obligaciones penales y deontológicas correspondientes.

Desde La Clínica de Psicología de la Universitat de València-Fundació Lluís Alcanyís, estamos a disposición para acompañar y asistir a todas aquellas personas que hayan sido víctimas de estas prácticas dañinas e ilegales.

En València, el 10 de julio de 2024.