El pasado 7 de mayo se cumplían 160 años del nacimiento del padre del psicoanálisis: Sigmund Freud.
17 de mayo de 2016
El pasado 7 de mayo se cumplían 160 años del nacimiento del padre del psicoanálisis: Sigmund Freud, una de las figuras más influyentes del siglo XX, el neurólogo que dio a conocer conceptos tan extendidos como narcisismo, pulsión de muerte o complejo de Edipo, el hombre que quiso dar significado a nuestros sueños. Según su teoría más conocida, comúnmente aceptada, las personas somos como un iceberg del que solo se ve la punta. Todo lo que hay bajo el agua es nuestro subconsciente, un montón de deseos y traumas que reprimimos y que dan forma a nuestros sueños. Sus teorías fueron igual de revolucionarias como de controvertidas.
La interpretación de los sueños es su obra más importante y conocida. Publicada en el año 1899, en ella se sientan las bases de esta nueva forma de entender al hombre, el psicoanálisis, un método terapéutico al que poco a poco se fueron sumando más adeptos pese a que la comunidad científica nunca lo considerara un médico. Fue cuestionado, pero su influencia en la filosofía, la política, el lenguaje y el arte del siglo XX es incuestionable. No podría entenderse sino la obra de artistas como André Bretón o Dalí, y cineastas como Buñuel, Hitchcock o Woody Allen. Este último ha modelado, con su cine, la imagen que tenemos del psicoanálisis: una persona contándole su vida a su terapeuta tumbado en un diván.
Sigmund Freud, 1856. Nace en una ciudad de la República Checa en el seno de una familia judía. Estudió en la Universidad de Viena, donde pasó la mayor parte de su vida. Se graduó como médico en el año 1881 y se centró en la investigación de las propiedades anestésicas de la cocaína. Esta investigación provocó su primera polémica: según algunas correspondencias, provocó su adicción a la cocaína y la de un amigo al que pretendía curar. Se casó con el amor de su vida, Martha Bernays, y el 1886 montó una clínica privada donde trataba la histeria con la hipnosis. Poco a poco lo fue reemplazando por la asociación libre y la interpretación de los sueños: el psicoanálisis.
Fue controvertido hasta el último día de su vida. En 1938 fue declarado enemigo del Tercer Reich y tuvo que huir a Londres. Sus libros fueron quemados públicamente y sus cinco hermanas fallecieron en los campos de concentración. Murió un año después por culpa de un cáncer de paladar que le provocó su afición al tabaco.
Fuente: elpais.com
“La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.”
