Con el fin de saber en todo momento quien gana y quien pierde, por cada jugada se rayan o pintan unas piedras de las que después explicaremos la cuantía, según como se ha desarrollado el juego a cada mano.
Previamente, se pone en medio de la mesa, un puñadito de maiz, café, pesetas u otra cosa parecida, y siempre teniendólo a la vista, se confronta en todo momento el estado de la partida por si hace falta apretar para alcanzar al contrario.
No recomendamos poner almendras asadas ni cacao u otra cosa comestible, porque siempre hay comilones que pellizcan y a este paso, jamas se llegaría a cama.
Recomendamos, en cambio, mucha vigilancia con lo que pinta cada uno, pues hay pinta que tiene las manos largas y se pinta de mas. Por eso explicaremos bien claro, más adelante, las piedras que le corresponden a cada jugada. ¡A cada uno lo suyo...!