
Resumen del trabajo:
"An RBC model with robots and biased technical progress: Implications for income
distribution and fiscal policy", trata de analizar cuáles son los efectos a frecuencias
cíclicas (hasta ahora la literatura se había centrado más en aquellos efectos de largo plazo)
de la presencia de robots en el proceso productivo. Más específicamente, y a partir de un
modelo en el que coexisten capital tradicional y robótico, explora las implicaciones de
shocks tecnológicos en términos de empleo, salarios, distribución del ingreso y
efectividad de la política fiscal.
Respecto a los resultados, encontramos que no sólo un shock positivo a la productividad
de los robots estaría sesgado contra los trabajadores, sino que siempre que la relación
entre robots y humanos sea de sustitución bruta, cualquier shock que no aumente
directamente la demanda de trabajadores (a la PTF o la productividad del capital tradicional),
impactan negativamente en la participación del trabajo en la renta. Esto pone de manifiesto
el importante papel de una fuerza laboral altamente formada (para la cuál los robots
serían complementos, y no sustitutos) en el aumento de la resiliencia a medio plazo del
empleo y los ingresos laborales al progreso técnico.
En términos de la política fiscal, no obstante, esta resistencia tiene una
contrapartida importante: se debe asumir un mayor deterioro del consumo y la participación del
trabajo después de un shock positivo de gasto público siempre que este se financie a través
de impuestos sobre la renta. Esto, por otro lado, abriría la puerta a la búsqueda de
alternativas como impuestos a los robots.
Por último, encontramos también que, a medida que la economía sufra transformaciones
que hagan que los robots tengan un mayor peso en el proceso productivo, podríamos
enfrentarnos a una menor efectividad de la política fiscal (menores multiplicadores).
Imatges: