Fernando González. Departamento de Genética e Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva, Parque Científico de la Universitat de València
Los virus representan los organismos más diferentes y más diversos de entre todos los que habitamos el planeta Tierra. Fueron los últimos en descubrirse, como grupo, y cada día nos muestran nuevas características y propiedades antes inimaginables. Algunos virus son la causa de algunas de las más terribles enfermedades que padece la especie humana y otras son tan comunes que apenas les prestamos atención, como un resfriado común o la gripe. A lo largo de un año, son millones las personas que mueren en todo el mundo a causa de una infección vírica y los gastos que ocasionan a los sistemas sanitarios mundiales son astronómicos.
Pero, además de todo eso, los virus tienen una capacidad evolutiva inigualable: son capaces de cambiar tan rápidamente que las diferencias acumuladas entre los virus aislados de una persona infectada por el virus del SIDA a lo largo de unos pocos meses de infección son equivalentes a las que separan a los humanos de los perros y gatos. Esta capacidad de evolución explica muchas de las dificultades que encuentra la Medicina para controlar la infección o encontrar la vacuna contra el SIDA. La velocidad de evolución también nos permite reconstruir la historia de los virus en tiempo real. Por ejemplo, podemos tratar el origen del SIDA de un virus común en chimpancés que tuvo éxito al saltar a nuestra especie hace poco más de 100 años. También podemos utilizar las mismas herramientas de análisis para demostrar si los virus aislados de pacientes afectados por un brote de una enfermedad vírica, como la hepatitis C, tienen un mismo origen o no: eso es justamente lo que hicimos al analizar los virus del “caso Maeso” y demostramos que esta persona era la fuente común de infección de 275 de sus pacientes pero que no era culpable de la infección de otro grupo de personas. La aplicación de la teoría de la evolución en el estudio de los virus nos muestra sus grandes posibilidades en aspectos prácticos además de como teoría central de la Biología.
Estimulant les vocacions científiques es un proyecto de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación de la Universitat de València, que cuenta con el apoyo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.