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CORO
I |
«Ven,
Himeneo, y nuestra agricultura de copia tal a estrellas deba amigas |
820 |
progenie
tan robusta, que su mano toros dome, y de un rubio mar de espigas inunde liberal la tierra dura; y al verde, joven, floreciente llano blancas ovejas suyas hagan, cano, |
825 |
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en breves
horas caducar la hierba. Oro le expriman líquido a Minerva y, los olmos casando con las vides, mientras coronan pámpanos a Alcides, clava empuñe Lieo. |
830 |
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Ven, Himeneo, ven; ven Himeneo.» |
... y olmos tengo en mi alameda
que hasta el cielo se levantan...