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Tantos de breve fábrica, aunque ruda, albergues vuestros las abejas moren	920
y primaveras tantas os desfloren, que, cual la Arabia madre ve de aromas sacros troncos sudar fragrantes gomas, vuestros corchos, por uno y otro poro, en dulce se desaten líquido oro.	925
Próspera, al fin, mas no espumosa tanto vuestra fortuna sea, que alimenten la Invidia en nuestra aldea áspides más que en la región del llanto.

Prosificación: [Que] las abejas moren tantos albergues vuestros de breve fábrica, aunque ruda, y [que] os desfloren tantas primaveras que vuestros corchos se desaten por uno y otro poro en dulce líquido oro cual la Arabia, madre de aromas, ve sacros troncos sudar fragantes gomas. [Que] vuestra fortuna sea, al fin, próspera, mas no tan[to] espumosa que alimenten la Invidia más áspides en nuestra aldea que en la región del llanto .
Notas: Arabia era famosa por el incienso y otras sustancias aromáticas que se fabricaban a partir de resinas (gomas) que exudaban ciertos árboles.

Las colmenas descritas se construían con troncos huecos de alcornoque de menos de un metro de altura tapadas por arriba y por abajo por sendas losas, con una abertura en la parte de abajo como puerta para las abejas. Dentro, las abejas construyen los panales y los van llenando de miel.
Observaciones: Las colmenas albergan una fábrica (de miel), pequeña, pero no delicada, sino ruda (estaban hechas de un tronco hueco de alcornoque). Cada primavera llena el campo de flores, y las abejas penetran en dichas flores para libar su néctar, con lo que puede decirse que están desflorando a la primavera (metonimia por sus flores). El deseo es que los esposos tengan tantas colmenas y que sus abejas liben tantas flores que sus corchos (sinécdoque por colmenas de corcho) rezumen tanta miel por sus poros que parezca que se están licuando, que se desatan en miel.

Una fortuna espumosa es una fortuna que asciende muy rápidamente para luego quedar en nada. Es la fortuna que puede suscitar envidia o rencores entre la gente sencilla del campo, la fortuna no merecida fruto de la suerte, mientras que la fortuna fruto del trabajo duro y honrado sólo será objeto de reconocimiento y alabanza. Como el el verso 111, Góngora representa a la envidia comiendo serpientes. La región del llanto es el infierno.

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