DOGME 95 es una operación de rescate para recuperar la pureza del cine encabezada por algunos cineastas daneses. Lo radical de su propuesta asusta a muchos y entusiasma a otros tantos. Se empiezan a a dar síntomas de sano contagio en la cinematografía mundial.

Lars von Trier (1956). Terminó sus estudios en la Escuela Nacional de Cine en Dinamarca. Cuatro de sus películas han sido seleccionadas para la sección oficial del Festival de Cannes: El elemento del crimen (1984), Europa (1990), Rompiendo olas (1996) y últimamente Bailando en la oscuridad (2000), habiendo obtenido todas ellas diferentes premios. Desde sus comienzos Trier ha atraido la atención de los críticos, pero fue con las películas El Reino 1 y 2 (1994 y 1997) que se reveló ante el gran público a través de la televisión. Los Idiotas, su séptimo largometraje, ha tenido éxito tanto a nivel de crítica como de público.

Thomas Vinterberg (1969). Terminó sus estudios en la Escuela Nacional de Cine de Dinamarca en 1993. Ha recibido unos 18 premios en festivales internacionales por sus cortometrajes El último asalto (nominado al Oscar) y Los chicos que andaban hacia atrás. Su debut como director de largometraje fue con Heroes, película premiada en Rouen y Madrid. Celebración ha sido su segundo largometraje.

Søren Kragh-Jacobsen (1947). Director de cine, músico, compositor. Cursó estudios en la escuela de cine de Praga, volviendo a Dinamarca donde ha sido director y coautor de producciones televisivas. Hizo su primera película en 1978 y Mifune es su octavo largometraje.

Kristian Levring (1957) El cuarto firmante de Dogme95. Ha vivido ocho años en Francia. Terminó estudios de dirección en la Escuela de Cine de Dinamarca. Ha producido gran número de documentales y largometrajes además de haber dirigido dos películas. Ha recibido 23 premios tanto daneses como internacionales. El Rey está vivo es su tercer largometraje.

Lone Scherfig (1959). Estudió en la Escuela Nacional de Cine de Dinamarca (rama de dirección). Desde que terminó sus estudios en 1984 ha hecho diversos cortometrajes, documentales y publicidad. En 1991 hizo su primer largometraje, el premiado El cumpleaños de Kaj. En 1998 llevó a la pantalla la novela de Martha Christensen Cuando llegue mamá. Lone Scherfig es la primera mujer que ha realizado una película dogme. Italiano para principiantes (2000) es su última película.

Åke Sandgren. Nacido en Umeå, Suecia, en 1955. Estudios de cine y filosofía. Terminó sus estudios en la Escuela de Cine de Dinamarca en 1979. Ha producido dos películas para televisión y ha sido director adjunto de ocho largometrajes. Dirigió el cortometraje The Bicycle Symphony (1984), que recibió el Oso de Oro en esa categoría en el Festival de Berlín, así como The Secret of Johannes (1985). Su debut en el cine lo hizo con la película galardonada Miracle in Valby (1989) que fue seguido por dos películas suecas The Sling Shot (1993), vendida por todo el mundo, y Big Men, Little Men (1995), además de la película danesa Beyond (2000). Un Hombre Verdadero (Et rigtigt menneske ), película favorita de la crítica, es su quinto largometraje.

Natasha Arthy (1969) estudió en la Universidad de Bristol y Roskilde. Ha dirigido y producido numerosos programas infantiles para la televisión danesa. Su debut cinematográfico Milagro (Mirakel) fue galardonado en festivales de todo el mundo. Mira a la izquierda, hay un sueco (2002) es su segundo largometraje y se encuadra dentro de la corriente Dogma.

DOGME 95 es un colectivo de cineastas fundado en Copenhague en la primavera de 1995.

DOGME 95 tiene como fin formal luchar contra ciertas tendencias del cine actual.

¡DOGME 95 es un acto de sabotaje!

En 1960, ¡ya era suficiente!. El cine estaba muerto y pedía su resurrección. ¡El fin era justo, pero no los medios!. La nueva ola no se atrevía a ser más que un pequeño oleaje que iba a morir en el río convirtiéndose en lodo. Los eslóganes de individualismo y libertad hicieron nacer obras durante algún tiempo, pero nada cambió. La ola fue pasto de los más voluntariosos, así como de los directores. Pero nunca fue más fuerte que aquellos que la habían creado. El cine antiburgués se hizo burgués pues había sido fundado sobre teorías que tenían una percepción burguesa del arte. El concepto del autor, nacido del romanticismo burgués, era entonces... ¡falso!
¡Para el DOGME 95 el cine no es algo individual!

Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor, el resultado será la democratización suprema del cine. Por primera vez, no importa quién es el que hace las películas. Pero, cuanto más accesibles se hacen los medios, más importante es la vanguardia. No es algo accidental por lo que la vanguardia tiene connotaciones tecnológicas. La respuesta es la disciplina... debemos ponerles uniformes a nuestras películas, porque el cine individualista será por definición decadente.

DOGME 95, para levantarse en contra del cine individualista, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como EL VOTO DE CASTIDAD.

En 1960, ¡ya era suficiente! El cine había sido cosmetizado hasta su muerte, por así decirlo, ya que el uso de los cosméticos había aumentado considerablemente desde entonces.

La tarea suprema de los cineastas en decadencia es volver loco al público. ¿Es de esto de lo que estamos tan orgullosos? ¿Es esto lo que nos aportan los 100 Años? ¿Ilusiones para mostrar las emociones?... ¿Un abanico de supercherías elegidas por cada cineasta individualmente?

Previsiblemente el drama se ha convertido en el becerro de oro alrededor del cual todos bailamos. Hacer que la vida interior de los personajes justifique el argumento es demasiado complicado, y no es arte auténtico. Ya que, anteriormente, nunca las películas artificiales y las acciones superficiales recibieron toda la atención. El resultado es estéril. Una ternura ilusoria, un amor de ilusión.

¡Para DOGME 95 una película no es una ilusión!

Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor : elevemos los cosméticos a Dios. Utilizando la nueva tecnología, cualquiera en todo momento puede lavar los últimos restos de verdad en un abrazo mortal a las sensaciones. Las ilusiones son todo lo que una película puede esconder.

DOGME 95 se levanta contra el cine de ilusión, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como EL VOTO DE CASTIDAD.

EL VOTO DE CASTIDAD

Juro que me someteré a las reglas siguientes, establecidas y confirmadas por:

1. El rodaje debe realizarse en exteriores. Accesorios y decorados no pueden ser introducidos (si un accesorio en concreto es necesario para la historia, será preciso elegir uno de los exteriores en los que se encuentre este accesorio).

2. El sonido no debe ser producido separado de las imágenes y viceversa. (No se puede utilizar música, salvo si está presente en la escena en la que se rueda).

3. La cámara debe sostenerse en la mano. Cualquier movimiento -o inmovilidad- conseguido con la mano están autorizados.

4. La película tiene que ser en color. La iluminación especial no es aceptada. (Si hay poca luz, la escena debe ser cortada, o bien se puede montar sólo una luz sobre la cámara).

5. Los trucajes y filtros están prohibidos.

6. La película no debe contener ninguna acción superficial. (Muertos, armas, etc., en ningún caso).

7. Los cambios temporales y geográficos están prohibidos. (Es decir, que la película sucede aquí y ahora).

8. Las películas de género no son válidas.

9. El formato de la película debe ser en 35 mm.

10. El director no debe aparecer en los créditos.

¡Además, juro que como director me abstendré de todo gusto personal! Ya no soy un artista. Juro que me abstendré de crear una obra, porque considero que el instante es mucho más importante que la totalidad. Mi fin supremo será hacer que la verdad salga de mis personajes y del cuadro de la acción. Juro hacer esto por todos los medios posibles y al precio del buen gusto y de todo tipo de consideraciones estéticas.

Así pronuncio mi VOTO DE CASTIDAD.

Copenhague, Lunes 13 de Marzo de 1995.

En nombre de Dogme 95,

Lars von Trier - Thomas Vinterberg