2.2.3. Internet
Internet proporciona acceso a una gran y diversa cantidad de información y recursos. Sin embargo, a diferencia de las bibliotecas que seleccionan y evalúan información basada en la calidad y pertinencia de cada recurso, Internet contiene todo, nadie se encarga de los contenidos que hay alojados, ya que es un medio en el que se puede autopublicar.
Es un entorno participativo en el que cualquier persona puede contribuir con información. Y ahí es donde radica el problema de la red: no todas las informaciones son verídicas o están contrastadas. Por eso, a la hora de utilizar Internet como fuente de información hay que ser crítico y saber diferenciar qué recursos nos pueden ayudar. Debemos evaluar la información que encontramos, especialmente si queremos usarla para hacer un trabajo.

Nos ayudan a encontrar información de manera rápida, aunque no siempre de forma eficaz, ya que pueden darnos muchos resultados que nada tengan que ver con el objeto de nuestra búsqueda. Herramientas como Google, Bing, Altavista o Hotbot, nos permiten hacer búsquedas y nos ofrecen siempre muchos resultados, ordenados según criterios propios de cada motor, entre los que hemos de buscar y evaluar cuál es que más se acopla a nuestras necesidades informativas.

Uno de los primeros impulsos cuando se siente una necesidad de información es recurrir a Google para satisfacerla. Aunque en algunas ocasiones este recurso es suficiente, es preciso tener en cuenta que ni está todo lo que es, ni es todo lo que está, es decir, que hay mucha información importante que no aflora en las búsquedas convencionales y que mucha de la que aparece únicamente aporta ruido y confusión.
¿Cómo funciona Google?
Google
incorpora un algoritmo automático que evalúa los sitios encontrados, de tal
forma que aparecen sólo los más relevantes, teniendo en cuenta los términos o
palabras clave introducidos en la búsqueda. Una vez obtenidos los resultados
estos términos aparecen en negrita, de forma que el usuario sabe por qué se han
seleccionado esos recursos.

Dado que Google se ha convertido en el buscador más popular de los últimos tiempos, puede resultarnos útil conocer algunas cuestiones básicas para optimizar las búsquedas que hagamos con esta herramienta. A continuación, os ofrecemos algunos consejos para conseguir mejores resultados.
Para realizar una consulta en Google, simplemente hay que escribir, en el cuadro de búsqueda, algunas palabras clave del tema que nos interesa. Si usamos una sola palabra o expresión para encontrar la información, es probable que Google dé respuestas muy generales.
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