Para hacer frente a esta situación, la Universitat inició una campaña de recogida de material informático, que fue reacondicionado por la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSE), que ponía en valor sus capacidades tecnológicas y su excelencia en ingeniería informática.

Gracias al trabajo del personal experto y del estudiantado de la ETSE, los dispositivos recogidos tuvieron una segunda vida, fomentando la sostenibilidad y adaptándose a las necesidades de miembros de la comunidad universitaria y escuelas que necesitaban recursos para continuar con la educación y reconectar con el mundo.

Sin ordenadores ni otros dispositivos digitales, muchas personas afectadas por la DANA se encontraban incomunicadas y con serias dificultades para retomar sus actividades cotidianas. Garantizar el acceso a la tecnología fue fundamental para reconectarlos con la sociedad y asegurar que la educación no se viera interrumpida.

Las aportaciones podrían ser de ordenadores, tabletas, monitores o periféricos que ya no se utilizaban, pero que todavía podían ser útiles. Los puntos de recogida eran las conserjerías de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (avenida de la Universitat, s/n, Burjassot), la Facultad de Fisioterapia (calle Gascó Oliag, 5, València) y la Facultad de Ciencias Sociales (avenida dels Tarongers, 4b, València).

La vicerrectora de Sostenibilidad, Cooperación y Vida Saludable, Pilar Serra, subrayaba que, a través de esta campaña, la Universitat “no solo responde a una emergencia, sino que también promueve la sostenibilidad, dando una segunda vida a los dispositivos tecnológicos y reduciendo los residuos electrónicos”. Para la vicerrectora restablecer el acceso en la tecnología para las familias y escuelas afectadas por la DANA era clave para evitar interrupciones en el proceso educativo y garantizar la igualdad de oportunidades en el aprendizaje.