
El artículo invita a repensar las teorías tradicionales del liderazgo para complementar sus propuestas ante los desafíos que la Inteligencia Artificial plantea tanto al orden institucional como a las capacidades humanas. Hoy en día, el equilibrio organizacional y la toma de decisiones personales ya no dependen únicamente de la influencia del líder. En una sociedad tecnocultural donde los datos están presentes en todas las estructuras humanas, se abre la oportunidad de reflexionar, desde la ética, cómo integrar este reto digital sin perder la centralidad del ser humano.
Las narrativas tradicionales del liderazgo se enfrentan a un nuevo protagonista: el contexto digital. A medida que avanza la digitalización, proponemos centrar la atención en las relaciones interpersonales para comprender que la ética generativa no es una creación de contenidos, sino la verdadera naturaleza del liderazgo: el cuidado de quienes están por venir.