Logo de la Universdad de Valencia Logo Máster en Psicología General Sanitaria Logo del portal

¿Eres introvertido o extrovertido?

La vida está pensada para beneficiar a los extrovertidos, se aprecia en el día a día, en la esfera pública, en los estereotipos que la publicidad o el cine perpetúan: la extroversión se asocia con el éxito social. Pero toca derribar los tópicos...

4 de mayo de 2016

Fueron muchos los psicólogos que, a lo largo del pasado siglo, intentaron calibrar los rasgos de nuestra personalidad. En el año 1921, el psicólogo suizo Carl Gustav Jung dividía por primera vez a los seres humanos en dos grandes bloques atendiendo a su patrón de personalidad: introvertidos y extrovertidos. Lo hizo en un ensayo que publicó ese mismo año: Tipos psicológicos, en el que afirmaba que para los introvertidos lo importante era el ‘yo’, mientras que para los extrovertidos primaba el ‘yo’ sobre los demás. Es decir, mientras que para los extrovertidos cargan su energía mediante las interacciones sociales, los introvertidos necesitan situaciones que supongan un menor nivel de estímulo para sentirse más enérgicos. Sin embargo, en la actualidad, es recomendable no categotizar a los seres humanos en términos absolutos. El psicólogo Alberto Soler explica que al hablar de introversión o extroversión no se habla de dos “categorías estancas” sino de dos extremos de un continuo, y la mayoría de la gente se sitúa en puntos intermedios.

Aun así, los neurólogos coinciden en que los procesos cerebrales de una persona introvertida y otra extrovertida son diferentes y que, por lo tanto, nuestra personalidad vendrá determinada por el predominio de la actividad que muestren unas regiones cerebrales sobre otras.

La vida está pensada para beneficiar a los extrovertidos, se aprecia en el día a día, en la esfera pública, en los estereotipos que la publicidad o el cine perpetúan: la extroversión se asocia con el éxito social. Pero toca derribar los tópicos. Personas como Albert Einstein, Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg han conseguido un gran éxito teniendo un patrón de personalidad mucho más cercano a la introversión.

Las personas introvertidas no son antisociales. Disfrutan de las relaciones de un modo diferente. En vez de salir a una discoteca o estar entre multitudes, prefieren ir a tomar algo tranquilamente o quedar con pocos amigos, procesan de una manera diferente sus vivencias y normalmente actúan de una manera menos superficial. Son analíticos y tienen más claro cuáles son sus necesidades psicológicas. Sin embargo, los extrovertidos son menos conscientes de sus problemas.

Alberto Soler añade que "al igual que a un extrovertido le genera mucha ansiedad no tener un plan el fin de semana, a ellos les genera una especie de cansancio el hecho de enfrentarse a ciertas situaciones sociales. Para los introvertidos es importante que después del 'esfuerzo' que les ha supuesto una determinada situación social, puedan contar con un tiempo para 'cargar pilas' de nuevo, estando solos o haciendo actividades que les resulten placenteras: lectura, escuchar música, o incluso algo de silencio durante unas horas". El introvertido tiende a cultivar con más intensidad su mundo interior, y es habitual relacional su estado con la creatividad y la empatía. Javier Tirapu Ustárroz, neuropsicólogo clínico y miembro del Grupo de Estudio de Neuropsicología de la Sociedad Española de Neurología (SEN) expone que los introvertidos "tienen una gran capacidad para escuchar y son más prudentes y reflexivos. Además, su vida interior es más rica, lo que les lleva a necesitar menos estimulación exterior para lograr su bienestar".

Fuente: elpais.com