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Counselling: el camino hacia una comunicación más humana entre sanitario y paciente

médica hospital

Se trata de una práctica empleada para hacer el menor daño posible a los enfermos durante los cuidados a través de una adecuada coordinación entre conocimientos, habilidades y actitudes, por parte del sanitario, con la premisa básica de considerar el sufrimiento del paciente como un asunto esencialmente personal y dependiente de sus particularidades

12 de julio de 2016

Es importante tener en cuenta aspectos como el respeto a la individualidad, la sensibilidad ante el sufrimiento y el compromiso con el desarrollo de una vida humana digna, ya que estos configuran el marco de acción que permite la promoción de la salud en sentido amplio y reduce la percepción por parte del enfermo de una posible manipulación en su relación con el sanitario. Así lo explican Pilar Barreto, académica de la Universitat de València, J. Luís Díaz, trabajador del Hospital Clínico Universitario de Valencia, y Gloria Saavedra del Hospital de la Magdalena en Castellón; en su análisis “Acercamiento al sufrimiento a través del counselling”, publicado en 2010. 

Para ello, es fundamental desarrollar actitudes básicas como la empatía, la veracidad y la aceptación incondicional. Ello se explica por la relación entre médico y paciente, ya que está ligada a situaciones en las que el experto debe informar de una posible enfermedad grave y  de las alternativas y procesos a seguir por el enfermo. Momentos tensos que se vinculan a niveles elevados de estrés, ansiedad, incertidumbre y sufrimiento para el atendido. Por tanto, la empatía permitiría al sanitario mejorar su habilidad de comprensión respecto a la situación vital de la persona a la que acompaña durante el proceso de su enfermedad.

Es fundamental desarrollar actitudes básicas como la empatía, la veracidad y la aceptación incondicional

Al mismo tiempo, la veracidad es básicamente la capacidad de expresar con sinceridad que se siente solidaridad con el sufrimiento del otro y que de verdad se está dispuesto a ayudar. Sin embargo, esto puede comportar problemas para el sanitario ya que un compromiso consolidado respecto al dolor genera, usualmente, malestar personal, tal y como aseguran los autores. Aunque paradójicamente, también genera un sentimiento de satisfacción respecto al trabajo hecho. Más allá de la mera aplicación de técnicas y conocimientos la implicación con el paciente es total.

Un compromiso consolidado respecto al dolor genera, usualmente, malestar personal, tal y como aseguran los autores

Por su parte, “la aceptación incondicional supone aceptar, sin juicios de valor, la biografía de la otra persona, su estilo de vida y comportamientos”, subrayan los académicos. Todo ello facilita la construcción de una relación de confianza significativa entre médico y paciente, lo que mejora la promoción futura del bienestar de la otra persona.

Todo ello facilita la construcción de una relación de confianza significativa entre médico y paciente

Destacan, de esta forma, una serie de habilidades en las que se sustenta el counselling:

  • Comunicación asertiva: permite una relación deliberativa, aunque está poco desarrollada en situaciones en las que la persona se encuentra al límite, como el afrontamiento de la propia muerte.
  • Habilidades personales de autorregulación: control emocional, facilita profesionalizar la relación.
  • Habilidades para la solución de problemas: facilita la toma de decisiones.
  • Soporte emocional: motivar al cambio, sin dar consejos que puedan chocar con el estado de ánimo del paciente. Identificar qué sabe el paciente antes de informar y ayudar a aclarar esa información.

Así, pese a las malas noticias los pacientes podrán valorar positivamente la forma en que las han recibido, algo que para ellos es de vital importancia. Los últimos aspectos mencionados: el apoyo emocional y la información acorde con las necesidades del paciente son los elementos indispensables a tener en cuenta, puesto que los “beneficios percibidos por el paciente en relación con el tratamiento se encuentran en la capacidad por parte del médico de fomentar la esperanza”, destacan los autores.

El apoyo emocional y la información acorde con las necesidades del paciente son los elementos indispensables a tener en cuenta

No obstante, la realidad normativa y jurídica relacionada con este ámbito dificulta la comunicación con el enfermo. De esta forma, han aparecido los comités de ética, los consentimientos informados, testamentos vitales, etc.; cuyo conocimiento por parte de los profesionales es obligatorio, puesto que “permite el seguimiento de los intereses de los pacientes y del respeto a su autonomía”, aseguran los académicos.

Asimismo, resulta evidente que todo lo anterior no se puede poner en práctica sin una base sólida de conocimientos acerca de los problemas específicos que se atienden y que son inherentes a la propia profesión del personal sanitario. Es un hecho que la provisión de información no es una tarea fácil para los profesionales, ya que cada paciente es un mundo y requiere una determinada atención. Aun así, hay un elemento común y es que todos y cada uno de ellos requieren de apoyo emocional. En este sentido, la mejor opción a seguir es el counselling, lo que exige cierta ética por parte del sanitario, según explican los autores.