En el ámbito de la ciencia, existe la convicción universal de que el desarrollo científico no puede permitirse ningún tipo de marginación por razones de raza, sexo o nacionalidad y que para su correcto funcionamiento necesita disponer de los mejores recursos humanos. Sin embargo, todavía hoy persisten condiciones sociales que marginan a numerosas personas con talento y gran potencial investigador, como es el caso de las mujeres. Para hacer frente a esto, en la actualidad el tema “mujeres y ciencia” se encuentra en el centro de las políticas europeas sobre la construcción del Espacio Europeo de Investigación (ERA). A nivel de datos, en el año 2019 en la UE, el 59% de los investigadores eran hombres y el 41% mujeres. En el campo de las ingenierías, los hombres estaban especialmente sobrerrepresentados en la industria manufacturera de alta y media-alta tecnología (el 79% eran hombres). Para la Unión, la infra-representación de las mujeres investigadoras impide la completa realización del ERA y, además, significa un inaceptable despilfarro de recursos humanos. En este sentido, la relevancia de la incorporación plena de la mujer en las actividades de investigación se debe basar en principios éticos de equidad, pero también en importantes razones económicas, ya que la falta de integración supone la pérdida de un potencial económico de valor incalculable para la sociedad.
En este contexto, es muy necesario encontrar herramientas que sirvan para medir el impacto que tiene la presencia de la mujer en la ciencia y poder de este modo, cuantificar cuál ha sido su aportación. Es decir, para poder aprovechar el potencial investigador de las mujeres investigadoras, hay que identificar los factores que caracterizan su funcionamiento científico. No obstante, la evaluación de la situación de la mujer en la ciencia se encuentra con la dificultad que supone la ausencia de datos fiables, accesibles, armonizados y desglosados por género y niveles profesionales.
Para hacer frente a esta realidad, son muy útiles los estudios bibliométricos desagregados por género, ya que permiten detectar posibles anomalías, discriminaciones o alteraciones en el normal funcionamiento de la ciencia e identificar, mediante datos cuantitativos, la participación de la mujer en las actividades científicas y diversas características relacionadas con las publicaciones, contribuyendo de esta manera a conocer mejor el papel de la mujer en la ciencia.
Por este motivo, en el proyecto «Las mujeres en la investigación española en Ciencias de la Salud: de la autoría al contenido» (cuyo acrónimo es MUINCSALUD) hemos decidido utilizar las herramientas que nos ofrece la bibliometría. Mediante su uso, nos comprometemos a ofrecer respuestas a la altura de las preguntas que todavía están en el aire sobre la contribución de las mujeres científicas, concretamente del ámbito de las Ciencias de la Salud. Conocer estas respuestas servirá tanto para poner en valor el trabajo realizado por un colectivo que ha tenido históricamente más dificultades y barreras, como para evidenciar cuáles son las carencias que todavía siguen presentes en la actualidad.