Presentación
La realidad de los centros docentes presenta en ocasiones una serie de situaciones disruptivas de la convivencia que afectan directamente al clima educativo de los centros, a las relaciones e interacciones personales, así como, a los procesos de socialización y de adquisición de aprendizajes curriculares por parte del alumnado y que ahondan sus raices en situaciones complejas diferentes a la vida escolar.
La dotación de recursos
humanos de los centros permite atender las necesidades de apoyo
educativo específicas que pueden surgir en la escolarización del
alumnado, así como, apoyar y reforzar la adquisición de los
aprendizajes. Cabe destacar la labor realizada por el conjunto del
profesorado, en sus diferentes especialidades. Profesionales a los que
hay que sumar los esfuerzos realizados por los SPEs, y por los
Gabinetes Psicopedagógicos y los Departamentos de Orientación.
Las medidas de promoción de la convivencia contempladas en el Plan de Convivencia de cada Centro, la acción tutorial, la coordinación y colaboración con las familias, así como el seguimiento y evaluación de los procesos, se constituye en pieza clave para dotar de eficacia la intervención educativa.
No obstante, la problemática con la que nos encontramos y las pautas
de comportamiento que presentan algunos alumnos, van más allá de las
directamente relacionadas con procesos de socialización y maduración
personal, aptitudes y capacidades cognitivas, procesos de instrucción
o formación y la actitud ante el estudio y la actividad escolar.
Es por lo que se hace necesario contar con el apoyo y la intervención de profesionales de la psicología, en un tiempo y espacio diferenciado al de la actividad escolar, que ayuden a nuestros niños y jóvenes a superar las dificultades que planteen en el ámbito relacional y en la asunción de normas y obligaciones en estrecha colaboración con los tutores y la familia.
De esta forma, con el establecimiento de nuevas medidas como esta, sumamos acciones que pretenden responder a las necesidades expresadas por muchos de ustedes, y muy principalmente para atender adecuadamente a todos y cada uno de los miembros de la comunidad educativa.
El protocolo de puesta en marcha clarificará el procedimiento, así como los modelos de solicitud desde el centro y de informe psicopedagógico específico.