El pasado día 2 de marzo tuvo lugar el seminario “La Forma de la Educación / no una reforma”, coordinado por la profesora Agustina Muñoz.

Hablar de Educación es hablar de nosotros, de cómo estamos, nos vemos y comprendemos; porque somos nosotros los que educamos: nosotros como docentes y como individuos sociales.
En el Seminario de hoy no se ha escuchado nada nuevo, porque no se ha dicho nada nuevo: cuando pensamos sobre nuestra Condición Humana y su Educación sin prejuicios culturales ni parámetros ideológicos, las coincidencias atemporales emergen avalando y reafirmando nuestro pensamiento.
La sociedad nos asquea porque la formamos individuos asqueados de nosotros mismos. Proliferan intentos personales y colectivos para encontrarnos y reconducirnos de modos más saludables: pero tanto la oferta como la demanda evidencian una falsa intención: con frecuencia seguimos siendo los mismos con diferente envoltorio.
La Reforma Educativa en la que nos encontramos adolece de lo mismo. Pero a la Educación se le puede dar una Forma acorde con nuestras necesidades biológicas, psicológicas y espirituales; habilitándonos para ser competentes en nuestra gestión personal, familiar y social. Y capacitándonos para buscar el sentido de nuestra vida y la consecución de la felicidad.
Cada generación en su etapa adolescente, evidencia los vicios y virtudes de la anterior: tenemos los jóvenes que nos

merecemos -son nuestros-. Cuanto más nos escandalizamos de cómo están, más queda en evidencia nuestra hipocresía.
¿Que por dónde empezar? ¿Quién? Los Sistemas se retroalimentan: cortando su producción, se quedan sin alimento. Todo es empezar.

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