
El Acuerdo para un Gobierno Reformista y de Progreso suscrito ayer martes 24 de febrero entre el partido socialista y Ciudadanos contiene, como no podía ser menos, un apartado dedicado a la política educativa. En realidad son dos: uno para los niveles no universitarios y otro para la universidad. Una lectura rápida del primero de ellos nos lleva a las siguientes consideraciones.
Como punto de partida se plantea la paralización del calendario de aplicación LOMCE y a partir de ahí.
- 1Se mantiene algunos tópicos recurrente como: la importancia de la educación para el empleo y la ciudanía; el reconocimiento de carencias; el carácter incluso de la política educativa; el modelo bilingüe o trilingüe; la mejorar competencias o la necesidad de un Pacto para la Educación o un Plan Nacional de Convivencia Escolar.
- Se incluyen dos plazos temporales, novedad interesante. Seis meses para que una Mesa social y política alcance ese Pacto para La Educación y tres meses para que se efectúe una completa auditoría de toda la Formación Profesional
- Se apuntan modificaciones en la estructura del sistema educativo, que no son novedosos pero que pueden producir cambios significativos: incremento de la presencia del público en el primer ciclo de la Educación infantil y de la autonomía de los centros.
- Se plantea un cierto giro social al definir las becas como derecho subjetivo
- Se apunta el reconocimiento social del profesorado, la aprobación de un estatuto del personal docente y el MIR educativo.
Y a parte de los plazos temporales, ni una sola cifra.
José Ignacio Cruz
Universitat de Valéncia