Si se tiene en cuenta que el cambio climático es ya una realidad que implica a toda la sociedad y, especialmente, a las clases política, industrial y empresarial, resulta evidente la necesidad de cubrir un nicho de mercado profesional que cada vez demanda más técnicos y analistas medioambientales, así como personal para la investigación y el control de calidad. Esta es una de las conclusiones del Estudio de Inserción Laboral sobre el Grado de Ciencias Ambientales de la Universitat de València, realizado por UVocupació.
Y es que, entre el segundo y el tercer estudio, se observa una importante mejora en el tipo de jornada laboral que desarrollan las personas graduadas en Ciencias Ambientales: ahora, trabaja a tiempo completo el 72,7% de los empleados, mientras que hace cuatro años disfrutaba de esta jornada el 38,1% (el porcentaje de mejora se ha incrementado, pues, en un 34,6%).
Los puestos más demandados por los empleadores (sobre todo, pertenecientes a los sectores de la administración pública, la ingeniería ambiental, la investigación, la electricidad, el agua y el gas) son personal técnico de calidad y medioambiente, y en energías renovables, analistas medioambientales e investigadores en formación. Además, cerca del 30% de las personas tituladas están ocupadas en una organización con más de 500 trabajadores en plantilla (es decir, una gran empresa).
En cuanto a empleabilidad, la práctica profesional en esta rama de las Ciencias Biológicas resulta fundamental para lograr un puesto de trabajo: según el análisis del estudio de UVocupació, la tasa de empleo entre las personas que realizaron prácticas voluntarias durante sus estudios de Grado se sitúa cerca del 80%. A este dato le siguen otros tanto o más halagüeños: el porcentaje de profesionales que tienen un trabajo relacionado con su titulación es del 58,3% y el de profesionales con categoría de técnico o con personas a cargo es del 66,7%. Dentro del análisis destaca que este logro profesional tiene lugar uno o dos años después de la finalización de los estudios de Grado.
En todos los casos, aumenta el porcentaje de tituladas y titulados contratados en comparación con el de los empleados que no hicieron prácticas: 55%, 45% y 50%, respectivamente.
Como explica Sofía López, graduada en Ciencias Ambientales por la Universitat de València, “gracias a las prácticas realizadas durante la carrera, conocí desde dentro el mundo laboral y pude ver la demanda real, de manera que decidí seguir formándome para especializarme en el campo de las aguas residuales”.
De hecho, al ser preguntadas por el factor más importante en la dificultad para encontrar trabajo, las personas desempleadas consideran que es “la falta de práctica profesional” e, incluso, de especialización, por lo que continúan ampliando sus estudios con másteres y cursos especializados.
“Los jóvenes necesitamos retos y metas qué seguir constantemente, desafíos que nos hagan crecer y mejorar en todos los aspectos de nuestras vidas, y por ello necesitamos grados que estén a la altura de nuestras expectativas: para mí, el Grado en Ciencias Ambientales ha cumplido las mías”, concluye. Sofía es ahora personal técnico en el Departamento de Explotaciones de Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales.
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