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Arqueología subacuática, una ciencia emergente

Buzo examinando un barco hundido

Las novedosas técnicas empleadas en la arqueología submarina permiten localizar yacimientos con un menor deterioro que los restos terrestres, algo que posibilita la obtención de mejores resultados, sin necesidad de extraerlos.

 

10 de diciembre de 2015

La arqueología subacuática utiliza métodos distintos que la arqueología terrestre, adaptados al medio acuático. Su objetivo es el estudio y ocasionalmente la recuperación de los restos arqueológicos sumergidos, que por azar o intencionadamente están actualmente bajo las aguas. En el caso de los barcos hundidos (pecios), su estudio permite acercarnos a la vida de sus tripulantes, al comercio marítimo de la época, a la construcción de las naves, a las rutas de navegación, a reconstruir acontecimientos históricos (batallas navales) etc. Pero también hay otros yacimientos arqueológicos subacuáticos, como las estructuras portuarias sumergidas. Barcos y estructuras portuarias que  a menudo no están solo bajo las aguas sino  también en tierra, bajo varios metros de sedimentos en zonas donde antes hubo agua.

Una gran parte del patrimonio de la humanidad permanece en el fondo de nuestros mares y océanos, esto se debe por una parte a la importancia que ha tenido la navegación en el comercio y en otros ámbitos de la sociedad  hasta bien entrado el siglo XIX, y por otra parte la evolución geológica en el paso del tiempo, la cual ha propiciado que ciudades que en la antigüedad se encontrasen asentadas en la costa o a orillas de grandes ríos quedasen bajo el agua tras el paso de los siglos y a causa de las modificaciones del nivel del mar.

La conservación de los restos arqueológicos subacuáticos puede llegar a ser muy buena, dependiendo del material con el que están hechos y si se dan las condiciones adecuadas, entre las que la principal es un rápido enterramiento en el fondo marino y paradójicamente la ausencia de contacto con el agua. En todo caso, todos los objetos, y en especial la madera con la que están construidas las embarcaciones, llegan a un punto máximo de deterioro, a partir del cual permanecen estables durante siglos, si las condiciones ambientales no cambian. El proceso se invierte al sacar las piezas al exterior: si no se adoptan complejas medidas de conservación, aquellos objetos más sensibles al contacto con el aire y por tanto a la oxidación, se alterarán rápida y definitivamente.

En cuanto al trabajo en campo la principal tarea va encaminada a la localización y protección in situ del patrimonio cultural subacuático, mediante la realización de prospecciones directas (buceadores) o indirectas (sonares, cámaras remolcadas, ROV, etc). El proyecto de excavación de un pecio debe ser una opción muy meditada y que cuente con las garantías de su total documentación y conservación. Por ello, sólo se excavan totalmente aquellos pecios que corren peligro de desaparecer, o los que por su importancia científica o histórica merecen la intervención. En este último caso, no suelen extraerse todos los objetos, y por supuesto tampoco la totalidad de la embarcación. La conservación y protección in situ del conjunto, mediante colocación de “cajas” que encierren la embarcación en su lugar de hallazgo, es una de las opciones que actualmente se realizan (p.e. pecio Bou Ferrer, Vila Joiosa; pecio fenicio de Mazarrón). Permiten además la realización de visitas controladas, contribuyendo a su difusión y conocimiento. En el campo de la difusión y puesta en valor del patrimonio arqueológico subacuático, son ya una realidad los parques arqueológicos, en lugares donde el patrimonio cultural sumergido se encuentra protegido, a una profundidad aceptable y en condiciones de ser visitado (p.e. puerto romano de Empúries, villa residencial romana sumergida en Baia Sommersa, Pozzuoli).

Para su formación, la Universitat de Valencia ofrece un curso de especialización en Arqueología Subacuática de un mes de duración en donde se abordan contenidos teóricos y prácticos sobre legislación, empresa y trabajo profesional, prospección y excavación subacuática, imagen y documentación gráfica bajo el agua, arquitectura naval antigua, nociones de conservación y restauración de materiales orgánicos e inorgánicos, y estudio de tipologías cerámicas desde época protohistórica a medieval y moderna.