La emblemática montaña que se sitúa en Denia alberga grandes fortificaciones que dejan a su paso diversas incógnitas por resolver, llegando a alcanzar algunas de ellas los 2.600 años de antigüedad. En el ciclo “Denia en tiempos de guerra” los expertos abordarán algunas de estas cuestiones como cual fuese el fin de dichos bastiones: atendiendo a si era un elemento urbanístico, si pretendía controlar el territorio o si se trataba de un baluarte defensivo
23 de junio de 2016
Hace 2.600 años, en el siglo VI a.C, l’Alt de Benimàquia surgió como la primera región de la Península Ibérica en producir vino y son sus habitantes los que levantan las primeras murallas que enmarcarían dicho territorio. No siendo estas las únicas presentes en el Montgó, puesto que en el devenir de las siguientes centurias, apareciendo levantamientos de gran similitud como las existentes en el Coll de Pous (siglos V-IV a.d.C) o en el Pic de l’Àguila, creadas incluso antes de cristo. Las edificaciones guardan tal cantidad de recuerdos que han logrado atraer a gran cantidad de expertos durante el paso del tiempo. «En cuestión de fortificaciones, el Montgó ofrece una historiografía secular» apunta el director del Museo Arqueològic de Dénia, Josep Antoni Gisbert.
El primero de los bloques que está previsto tratar durante el ciclo de conferencias va dedicado al conjunto de alzamientos que conforman hoy el parque natural del Montgó, cuya intención es examinar el vasto de historia que componen los conflictos bélicos de dicho enclave, debate que se alargará hasta noviembre de 2016. El acontecimiento tendrá inicio este mismo jueves 23 de junio a las 19.30 horas en la sala del Castell con la ponencia L’Alt de Benimàquia. El recinto donde se desarrollará el acto está a cargo del experto Enrique Díes Cusi, quien dedicaría su tesis doctoral a múltiples estructuras y levantamientos íberos y participaría en las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en Benimàquia durante las décadas de los ochenta y los noventa.
Carlos Gómez Bellard y Pierre Guerin dirigían el equipo de profesionales de la Universitat de València, encargado de llevar a cabo dichas expediciones que posibilitaron la correcta identificación de Benimàquia como fabricante de vino y la determinación de dicho lugar como un espacio protegido bajo la fortifiación compuesta por bastiones y torres creadas por la cultura íbera.
Cuál era la función inicial del citado amurallado resulta una cuestión mucho más enigmática
Cuál era la función inicial del citado amurallado resulta una cuestión mucho más enigmática, puesto que los fines pudieron ser urbanísticos, entendiéndose por tanto como grandes edificaciones que permitiesen la población en su interior o defensivos, asegurando la protección de poblados ajenos.
Este segundo motivo nos llevaría a una segunda incógnita ¿De quién cabría protegerse? Hoy, tras la primera conferencia, Díes Cusi participará en una mesa de diálogo cuya intención es despejar el humo que se cierne sobre la gran cantidad de hipótesis, en la cual también participará el propio Gisbert.
Se presenta una indagación complicado, remontándonos décadas atrás encontramos Benimaquia, por Roc Chabàs, artículo datado entre 1885 y 1890, cuyo fin era el de arrojar un poco de luz a las diversas cuestiones que durante tantos años se han planteado. Las incógnitas han sido tratadas desde diferentes perspectivas, así mismo encontramos estudios planeados por arqueólogos británicos durante la primera mitad del siglo XX o la hipótesis planteada por el arqueólogo Francisco Martínez quien apuesta por ligarlas con el Hemeroscopio, ciudad o colonia griega históricamente vinculada a Dénia.
