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La UV desarrolla una técnica que evalúa la conservación del patrimonio arqueológico

Ciudad de Persepolis actualmente

ArchaeChemis, el laboratorio del Departamento de Química Analítica de la Universitat de València ha desarrollado una innovadora técnica que permite evaluar la conservación del patrimonio arqueológico.

20 de enero de 2016

Un grupo de investigadores de ArchaeChemis, el laboratorio del Departamento de Química Analítica de la Universitat de València, ha desarrollado una revolucionaria técnica no destructiva que consigue identificar, in situ y de forma rápida, diversos compuestos sobre los monumentos para conocer el impacto de los agentes medioambientales. El método ya se ha aplicado con éxito sobre las piezas del salón de audiencias del rey Darío en Persépolis, la antigua capital del imperio persa, actualmente Irán.

El laboratorio, que se dedica a la evaluación y divulgación de restos arqueológicos, ha publicado on-line en la revista Science of the Total Environment, el método desarrollado para evaluar la conservación del patrimonio. La innovadora técnica mide el impacto de agentes biológicos y atmosféricos mediante el uso de técnicas de fluorescencia de Rayos X e infrarrojos, lo cual permite evaluar la estabilidad de los materiales. En este procedimiento se utilizan unas medidas rápidas y especialmente adecuadas para yacimientos en zonas de conflicto geopolítico o militar, donde la evaluación de la conservación del patrimonio culturas suele ser costosa y compleja, y requiere además que se recojan muestras para ser analizadas posteriormente.

El nuevo método evalúa el estado directamente sobre el terreno, puesto que se basa en sistemas portátiles y de bancada que analizan las variaciones en la composición mineral de la piedra de los distintos monumentos y permite por tanto no mover las muestras. Además resulta muy ventajoso el hecho de que utiliza instrumentos de bajo coste.

El estudio llevado a cabo en la el salón de audiencias del Rey Darío en la ciudad de Persépolis, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1979, constata que existen notables diferencias entre las muestras conservadas en contacto con el ambiente y aquellas que han permanecido cubiertas. En el primer caso, el resultado muestra que en aquellos materiales que han estado sometidos a una exposición ambiental directa se produce la aparición de hongos y líquenes, siendo estos últimos especialmente significativos en las rocas por varios ácidos orgánicos, en especial el ácido oxálico que puede disolver las rocas.

El grupo de investigadores coordinado por Gianni Gallello y los profesores Agustín Pastor y Miguel de la Guardia, en colaboración con la Universidad Politécnica de Milán y con arqueólogas iraníes de la Universidad de Parand, ante los resultados obtenidos, concluyen que la mejor opción para retrasar la degradación de dicho patrimonio arqueológico es cubrir, al menos parcialmente, los monumentos.