Alumni UVemprén 2018-2019

Comenzamos con una idea compleja pero muy interesante, que ayudaría a muchos pacientes en el área de la salud. Mientras nos poníamos manos a la obra investigando hasta dónde podíamos llegar, nos encontramos muchos problemas para poder desarrollarla en el poco tiempo que duraba el programa PIMe3UV, por lo que decidimos pivotar para llegar a otra idea inspiradora y que ayudaría a los alumnos de selectividad. Trabajamos mucho sobre esa idea, me encargué personalmente de hacer el estudio económico y la investigación sobre los problemas que sufrían los alumnos de cara a selectividad, pero volvimos a encontrarnos con problemas porque nos basábamos en técnicas de estudio que teníamos que demostrar, carecíamos de tiempo suficiente y volvimos a pivotar. 

Esta vez sí, logramos desarrollar una idea con la que me sentía cómoda, que suponía la solución a un problema para un sector muy grande de la sociedad, que aportaba mucho valor y que me afectaba en primera persona.

Me dediqué al estudio del problema, realicé una encuesta que compartí con mis contactos más próximos y el problema era tan real que se compartió hasta llegar, en tan sólo 5 días, a más de 2300 mujeres. Parecía algo impensable porque no la compartí en ninguna red social. Esas 2300 mujeres habían respondido la encuesta porque sentían que también era un problema para ellas.

Aquí se encuentra el enlace a la encuesta.

Tras observar los resultados, me di cuenta de que el problema era más real aún de lo que creíamos, así que sirvió como una motivación extra para seguir trabajando más duro cada día. En tan solo dos semanas tuvimos que desarrollar un prototipo físico conectado por bluetooth a una app, de tal forma que al presentarlo frente al jurado funcionase a la perfección. Y así fue. Todo el esfuerzo y el trabajo que me había supuesto, desde el estudio del problema al estudio de la solución, la preparación del prototipo con ayuda de terceros con conocimientos de electrónica, el estudio económico y la preparación del pitch, todo ello había dado sus frutos. Nos ganamos al jurado, y por fin nos confirmaron que habíamos ganado la beca para poder seguir desarrollándonos en Turín, en un curso de la European Innovation Academy, junto con estudiantes de 75 países diferentes. Y no solo esto, sino que además ganamos el Premio a Mejor proyecto de emprendimiento. Mi satisfacción era infinita.

Todo ello me ha permitido desarrollarme a otro nivel tanto profesional como personalmente. Ha mejorado mi capacidad para trabajar en equipo, para trabajar bajo presión y con fecha límite muy próxima, para escuchar y dejarme aconsejar por profesionales que un día estuvieron donde estábamos nosotros, para sobrepasar los límites de mis conocimientos y explorar un campo en el que nunca había trabajado antes. Ha sido una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. Sin duda estoy deseando que comience este proceso de nuevo en Turín.