Los problemas del pensamiento tipológico

 

Ejemplo 1

 

 

La mayor parte de guías disponibles describen las heces de zorro, Vulpes vulpes, como “de unos 8-10 cm de largo y 2 cm de ancho, con forma de embutido, y una de las puntas retorcida en espiral” e incluyen una fotografía que se ajusta a dicha descripción. Esto es generalmente cierto cuando el excremento contiene pelo y huesos porque (1) ambos elementos confieren la consistencia necesaria como para que el excremento mantenga su integridad (de ahí la forma de embutido), y (2)  la punta retorcida en espiral se produce cuando el esfínter se cierra, dejando un mechón de pelos en el extremo. Sin embargo, las heces de zorro exhiben una tremenda variedad de morfologías dependiendo de la dieta e, incluso, del estado de salud de animal. Consideremos las siguientes fotografías de excrementos de zorro. La primera (Fig. 1 A, Escala: 1 cm) fue tomada en Olocau (Valencia), el 23.10.2011; se trata de una masa bastante informe que contiene restos de fruta (semillas, pulpa no digerida y piel). La segunda fotografía (Fig. 1 B, Escala: 4 cm) fue tomada en Chóvar (Castellón) el 12.10.2011 y, como puede verse, está compuesta por dos piezas alargadas de extremos romos. Puede adivinarse que los excrementos están compuestos casi enteramente por restos de artrópodos. Ninguno de estos excrementos podría haberse identificado mediante una comparación “estrecha” respecto a la tipología típica que describen las guías. 

 

 

 

 

 

 

Observaciones Preliminares

Toma de datos